Plantación de Iglesias

Ps. Fernando Alexis Jiménez [MEDITACIONES – ENERO 2012

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Enero 1

Sobreponiéndonos con fe a las crisis de la vida

Fernando Alexis Jiménez l accidente ocurrió en el mejor momento de su carrera. Estaba en Austria cursando una especialización musical. El panorama se abría muy prometedor frente a sus ojos. La vida le sonreía. Sin embargo se rompió los tendones de la mano derecha. Algo grave para Ruth

Marulanda, porque era pianista... En 1971 llegaron a su vida un fisioterapeuta invidente y una mujer surafricana que salió adelante como intérprete con tan solo dos dedos libres. Los demás no le servían. Ruth residía todavía en Austria. Semejantes casos de superación personal le llevaron a mirar las circunstancias desde una perspectiva diferente. Decidió a emprender el camino de nuevo, armada de una fe indeclinable. Esta colombiana --que cumple 35 años de vida artística-- fue prodigio desde niña. Sin graduarse siquiera, interpretó un concierto en el Teatro Colón, en Santafé de Bogotá. Fue un éxito al que siguió otro y otro más. Por eso tenía claro que no podía permitir que sus talentos murieran en medio de la autocompasión. Y lo logró. Es ejemplo para millares de personas que por alguna situación imprevista se han visto golpeadas por una aparente limitación física. ¿Qué podemos alcanzar con la fe? El poder de la fe en el obrar de Dios no tiene límites. Él se glorifica en aquellos que le depositan toda su confianza. La protagonista de nuestra historia lo comprobó. En su vida puede ocurrir igual. Usted puede sobreponerse a las dificultades que enfrenta. Si guardamos la fe, no nos dejaremos vencer por las circunstancias. Dios es quien nos fortalece en los momentos de crisis tal como lo testimonio el poeta de Israel cuando escribiera: “Te amo, oh Jehová, fortaleza mía. Jehová, roca mía y castillo mío, y mi libertador; Dios mío, fortaleza mía, en él confiaré; Mi escudo, y la fuerza de mi salvación, mi alto refugio.”(Salmos 18:1,2). Tal vez enfrenta una situación difícil. No pierda su esperanza. Nuestro Creador puede cambiar las circunstancias. Esa tormenta que ve hoy con angustia, puede convertirse en una bendición si tan solo guarda su fe. No se desanime. Vuelva la mirada a Su Creador. El no le dejará solo en medio de la tormenta... Que no pase este día sin que haya recibido a Jesucristo en su corazón como su único y suficiente Salvador. No deje pasar esta oportunidad…. Si tiene alguna inquietud, no dude en escribirme a [email protected] o llamarme al (0057)317-4913705 © Fernando Alexis Jiménez

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mailto:[email protected]




Enero 2

Siempre una nueva oportunidad

Fernando Alexis Jiménez amás imaginó que lo sorprenderían. Era tan improbable como que algún día el despertar del sol comience a la medianoche. Sin embargo falló en su cálculo. Lo capturaron. Cuatro horas después del robo. Y allí estaba, frente al tribunal. La acusación: sustraer un moderno

computador de una empresa familia. Los jueces en Alemania no suelen andarse por las ramas. Por esa razón Esthepen Joseph decidió condenar al joven de 19 años, a seis meses de prisión. Sentó su sentencia con un seco golpe de martillo sobre el estrado. --Creo que debería reconsiderar su decisión, señor Juez—interrumpió el denunciante. El jurista le miró con disgusto y, con un gesto de desconcierto, le indicó el por qué:--Un penal no rehabilita a nadie. Creo que merece otra oportunidad. Le sugiero que la condena sea ayudarme en la construcción de una alberca en mi vivienda...— Aunque era una propuesta insólita, aceptó. Hoy trabaja en su casa, desde primera hora de la mañana. Están por terminar la piscina. Y considera que fue una buena determinación. Aprendió la lección. Además se vio frente a una nueva oportunidad. El poder del perdón... Cuando leí la nota en un diario de la ciudad, reflexioné --como seguro lo hará usted-- sobre la importancia de encontrar verdaderos correctivos a las fallas, pero también, en la importancia de ofrecer una segunda oportunidad a quien nos causa daño. El Señor Jesucristo trazó un principio de vida que debemos asumir usted y yo en nuestra existencia. El dijo “Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial; mas si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas.”(Mateo 6:13, 14). Quien guarda rencor en su corazón, se causa un daño enorme. Y además, cierra las puertas a tener paz espiritual y emocional. Le invito para que desde hoy, con ayuda de Dios, perdone a quienes le han herido, ofendido o generado molestias... Estoy convencido que su existencia será diferente... La mejor decisión que todo ser humano puede tomar, es recibir a Jesucristo como Señor y Salvador de su vida. Recíbale hoy en su corazón. Si tiene alguna inquietud, no dude en escribirme a [email protected] o llamarme al (0057)317-4913705 © Fernando Alexis Jiménez

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Enero 3

No podemos cansarnos de ayudar

Fernando Alexis Jiménez

osario Arbeláez trabaja en las calles. Lo hace en las noches. Sin importar el frío. Sale junto con dos personas más a distribuir café y pan entre los indigentes. Saben a qué hora llega y se reúnen. Se organizan en fila y esperan su ración. No pasan con hambre el fin del día. Es la

vocación de esta mujer desde hace tres años. Reside en Lima, en la periferia. No le preocupa salir en los diarios y rehuye las entrevistas de televisión. “Siento que debo hacerlo. No es nada del otro mundo. Me parece muy normal. Es mi forma de ayudar a quienes lo necesitan” asegura mientras saca más café de la olla para entregar al joven que, harapiento y con visibles marcas de deterioro en su rostro, extiende un vaso de plástico. “El que sigue—murmura mientras vuelve la mirada para decir--: “Mire, si esto lo hicieran muchos más, tendríamos menos hambre en Latinoamérica”—nuevamente saca café y sigue su tarea. La idea le surgió un viernes en la noche cuando al regresar del supermercado, pasadas las nueve, vio un tumulto. Se acercó como tantos curiosos. Estaban realizando el levantamiento de un niño de doce años que murió de hambre. Fue una víctima de la miseria. A nadie le importó que no tuviera qué comer. A Rosario sí. Sui corazón fue tocado por la escena. Sus dos ayudantes asisten a la misma iglesia que ella, en una parroquia de El Callao. Es católica. No les interesa que se sepan sus nombres. Lo más importante, en su criterio, es ayudar a salvar vidas... Quienes ayudan, dejan huella Hace muchos siglos el apóstol Pablo recomendó a un grupo de creyentes ser solidarios y estar solícitos a las necesidades de Febe, una piadosa mujer que había dejado huella en la comunidad de creyentes de Cencrea “Os recomiendo... que la recibáis en el Señor, como es digno de los santos, y que la ayudéis en cualquier cosa en que necesite de vosotros; porque ella ha ayudado a muchos, y a mí mismo.” (Romanos 16:1, 2) Los seres humanos podemos marcar la vida de quienes nos rodean. Puede ser con hechos positivos o con cosas negativas, como una ofensa, un trato descortés, una expresión de enojo. La impresión que dejamos, generalmente se conserva por mucho tiempo. Pero a este hecho se suma otros dos de suma significación: Los seres humanos cosechamos lo que sembramos. Es un principio ineludible de la vida. Sembramos semillas de amor, ayuda y bien, y recogemos lo mismo, como el caso de Febe, la mujer que menciona el apóstol Pablo en su carta. Y sobretodo, aquello que hacemos está guardado en el corazón de nuestro amado Dios y El jamás lo olvida... Hoy es el día apropiado para que le abra las puertas de su corazón a Jesucristo. Él transformará su existencia para siempre…. Si tiene alguna inquietud, no dude en escribirme a [email protected] o llamarme al (0057)317-4913705 © Fernando Alexis Jiménez

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Enero 4

Mida el alcance de sus palabras


e despertó aquella mañana con la inquietud e incertidumbre por lo que ocurriría en el curso del día. Tenía una entrevista de trabajo. Por fin estaba a las puertas de sobreponerse a la crisis que atraviesa todo desempleado. Miró el reloj por segunda vez y se decidió a enfrentar la mañana.

Su madre fue la primera persona a quien le hizo el comentario cuando le servía el desayuno:--Es probable que no quede entre los opcionados—se tomó un poco más de café y continuó--: Es probable que elijan a otros. Hay gente más preparada que yo--. --Anoche, cuando oramos en el templo, no teníamos esa misma actitud—interrumpió su madre. --Si, pero eso fue anoche. Después de tanto pensarlo, creo que pierdo tiempo en ir. Pero iré--, murmuró. Su hermanita menor iba de salida para el colegio:--Deseo que te vaya bien en la entrevista—le dijo. --No creo, es muy complicado porque muchos llevaron sus hojas de vida. Pero agradezco tus buenas intenciones—respondió mientras continuaba con afán su desayuno. En la entrada del edificio un guarda de seguridad. “¿Mucha gente ha venido por lo del empleo?”—preguntó. “Mucha” la seca respuesta del hombre. --Lo sabía. Difícilmente me darán el empleo—comentó mientras iba en busca del ascensor. Como es natural... no le dieron la plaza... Lo que decimos trae consecuencias Con demasiada frecuencia nos vemos envueltos en dificultades por no medir el alcance de nuestras palabras. En medio del problema desearíamos tener en nuestras manos la posibilidad de regresar el tiempo para corregir el error, sin embargo, está fuera de nuestro alcance. Lo que decimos, queda dicho. Al referirse a la responsabilidad que debemos asumir con nuestras palabras, la Biblia dice: “La vida y la muerte dependen de la lengua; los que hablan mucho sufrirán las consecuencias”(Proverbios 18:21. Versión Popular “Dios habla hoy”). Una invitación es para que hoy mida el alcance de sus palabras. En adelante, como seguidor de Jesucristo, va a ser muy cuidadoso al hablar. Bien para no ofender, para no programarse mentalmente hacia el fracaso o para asumir una actitud de fe y optimismo. Que no pase este día sin que haya recibido a Jesucristo en su corazón como su único y suficiente Salvador. No deje pasar esta oportunidad… Si tiene alguna inquietud, no dude en escribirme a [email protected] o llamarme al (0057)317-4913705 © Fernando Alexis Jiménez

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Enero 5

Reconocer errores para cambiar y crecer Fernando Alexis Jiménez

a primera vez que alguien me hizo reconocer uno de mis múltiples errores como siervo de Dios, fue una soleada tarde cerca de un río en el que minutos antes habíamos realizado los bautismos a nuevos creyentes de la congregación. Todo se prestaba para un extraordinario día

de campo: el rumor de las aguas, el verde inmenso del prado que se perdía a lo lejos hasta el punto distante en el que se fundía con las montañas y un agradable calor que se conjugaba con todo alrededor. Era un día de ensueño. --Necesito hablar con usted, pastor—Olga Cecilia navegaba entre la incertidumbre, el temor y la indecisión--: Llevo días dilatando este momento y creo que llegó la hora—dijo apenas dándome tiempo a sentarme en el césped mientras que ella dirigía su mirada a todos lados: al niño que acunaba en sus brazos, al correntoso río cerca nuestro y a unos niños que jugaban fútbol--. Siento que usted es arrogante, elude saludar a creyentes nuevos como yo y no se toma el tiempo necesario para escuchar las inquietudes de quienes, al término de sus sermones, quisiéramos ampliar un poco más sobre el tema. Usted definitivamente me cae mal—concluyó. Personalmente creía que no era así. Por el contrario—reflexionaba—detrás de la seriedad que demostraba, había alguien en cierta medida tímido, temeroso en ocasiones y acostumbrado a refugiarme en determinado grupo de colaboradores inmediatamente concluía el servicio religioso. Con ellos me sentía en confianza. Así es que, aunque no compartía su opinión, opté por escucharle en silencio para conocer los motivos de su inconformidad. La segunda vez ocurrió en un retiro espiritual. Una de las líderes de la iglesia no se anduvo por las ramas:--Fernando, tú eres autoritario. Dices algo y no das lugar a controvertir. Pareces un dictador centroamericano. Sinceramente, no me gusta tu actitud--. Una tercera persona fue la directora de alabanza de una comunidad de creyentes a la que me invitaron a predicar, al sur de Santiago de Cali. Espero que todos se retiraran de mi para decirme:--Lo que más me desconcierta de usted es que, cuando termina sus mensajes abre las puertas al mover de Dios y, justo cuando el Espíritu Santo comienza a moverse con poder, corta todo de un tajo y dice, invariablemente: “Denle un fuerte aplauso al Señor Jesucristo”.—Guardé silencio. Ella tenía razón. Admitir los errores no es fácil Generalmente consideramos que todo cuanto hacemos, está bien. Y ese es un gran error porque apreciamos las cosas desde nuestra perspectiva y los seres humanos tendemos a considerarnos perfectos o al menos, acertados en lo que pensamos o decimos. Sólo comenzamos a identificar las fallas, cuando alguien más nos lleva a reflexionar en las fallas. El apóstol Pablo hizo hace siglos una sabia advertencia: “No seáis sabios en vuestra propia opinión”(Romanos 12:16). Una forma de crecer como personas y como cristianos, es tomando el tiempo necesario para reflexionar en nuestros hechos y, escuchar a quienes a nuestro alrededor nos elevan críticas o expresan sugerencias respecto de nuestro comportamiento. Con su ayuda y por supuesto, bajo la guía de nuestro amado Señor Jesucristo, avanzamos cada día hasta ser las personas que revelan el obrar de Dios en nuestra existencia. ¡No se desamine...! Quizá lo que le hace falta es que alguien le haga reflexionar sobre sus errores...

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La mejor decisión que todo ser humano puede tomar, es recibir a Jesucristo como Señor y Salvador de su vida. Recíbale hoy en su corazón. Si tiene alguna inquietud, no dude en escribirme a [email protected] o llamarme al (0057)317-4913705 © Fernando Alexis Jiménez





Enero 6

Un error que nos marca para siempre

Fernando Alexis Jiménez odos los colores del mundo se reflejaron en su rostro cuando el contador de la empresa extendió frente a sus ojos las facturas que por meses logró incorporar al plan de gastos, pasando inicialmente inadvertidas. Le ardía la cara de vergüenza. Sudaba. Movía las manos

inquieto. --No puedo concebir, González, que haya volcado sus capacidades a esto: robar la compañía--. Acto seguido el hombre tomó la calculadora y con la rapidez de un prestidigitador, sumó. Corroboró la operación matemática, imprimió el resultado y lo puso en el escritorio. Los números sobresalían en medio de tantos papeles y comprobantes de cobro--: Toda la confianza que se depositó en usted queda reducido a esto: Cinco mil dólares—movió su cabeza y se limitó a decir--: Lo lamento pero esto irá a conocimiento de los directivos--. De pronto se sintió totalmente solo, olvidado, abandonado en aquél lugar, como el niño que en un descuido se desprende de la mano de su madre y queda perdido en un centro comercial atestado de gente. Para ser sinceros, no podía razonar en lo ocurrido. Le parecía una pesadilla. Salió sin decir nada. Era su último día en la empresa en la que prestó sus servicios por dos años y medio. La tentación está a la puerta Con frecuencia escuchaba en mi pueblecito decir: “La ocasión hace al ladrón”. Refrán de ancianos pero con una profunda sabiduría. Siempre estará a las puertas la posibilidad de incurrir en un hecho doloso. No es nuevo. Es algo en lo que siempre tendremos la viabilidad de incurrir, así no esté bien. Y lo grave es que quizá muchas de las cosas que moral o socialmente sabemos que no están bien, pueden parecernos atractivas. ¿Le ha ocurrido alguna vez? Pues bien, un desliz de ese género, puede destruir no solo nuestro presente y futuro profesional --como el protagonista de la historia-- sino que además trae consecuencias graves para nosotros y para quienes nos rodean. Sobre este aspecto advirtió hace siglos el autor sagrado cuando escribió: “Las moscas muertas hacen heder y dar mal olor al perfume del perfumista; así una pequeña locura, al que es estimado como sabio y honorable. ”(Eclesiastés 10:1). Medite en sus hechos, es probable que esté dando lugar a su destrucción moral, espiritual y personal en todos los órdenes. No todo está perdido, es hora de revisar nuestras vidas y determinar en qué estamos fallando... Recuerde: con ayuda de Dios es posible cambiar... Hoy es el día apropiado para que le abra las puertas de su corazón a Jesucristo. Él transformará su existencia para siempre…. Si tiene alguna inquietud, no dude en escribirme a [email protected] o llamarme al (0057)317-4913705 © Fernando Alexis Jiménez

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Enero 7

Fortaleza en momentos de crisis Fernando Alexis Jiménez

as rejas de su prisión dejaron de parecerle sucias y oxidadas varillas de hierro para convertirse en una pesadilla, cuando el primer mes de condena se sumó a un segundo y tercero y muchos más hasta completar años que las autoridades cubanas anunciaron, se prolongarían por toda

su vida. “No nací para vivir encerrado” se repetía una y otra vez mientras la noche ahogaba sus gritos, en la soledad, pidiendo que se hiciera justicia. La acusación de deslealtad al régimen político de su nación lo tenía en prisión. Lo hizo alguien próximo. Fue una persona a la que por años consideró amigo en las interminables jornadas de corte de caña. Su caso lo revisaron cuatro veces. En todos reafirmaron la condena. Y Juan González creyó perdidas esperanzas. El calabozo que por años le pareció un martirio, adquirió un nuevo significado. Iba a ser su habitación hasta que llegara el momento final, pensó. A lo que jamás se resignó fue a reclamar su inocencia. Una última revisión, bajo presiones de todas partes, llevó a reconsiderar la decisión. Hoy Juan vive en Miami. Atiende un negocio de mercaderías. Es libre y feliz. “Definitivamente hay un Dios. Fue El y nadie más que El quien pudo ayudarme” le confesó al periodista que lo entrevistó en la radio. Hay esperanza Las crisis no deben llevarnos a pesar que todo está perdido. Con ayuda de Dios, cualquiera que sea la dificultad que enfrenta, tiene una solución. Para nuestro Supremo Hacedor es posible cambiar circunstancias que hoy están en contra. No hay fronteras. La fe todo lo puede. Consciente de esta esperanza en que todo a nuestro alrededor puede cambiar, el salmista escribió: “El que rescata del hoyo tu vida, El que te corona de favores y misericordias; El que sacia de bien tu boca De modo que te rejuvenezcas como el águila. Jehová es el que hace justicia Y derecho a todos los que padecen violencia.”(Salmos 103:4-6). Dos recomendaciones finales: primera, no pierda la confianza en que su situación actual puede ser diferente si deposita su confianza en el Señor Jesús, y segunda, aprenda a esperar en Dios sin permitir que lo embargue la desesperación. En el tiempo oportuno... ¡Todo a su alrededor será diferente...! Que no pase este día sin que haya recibido a Jesucristo en su corazón como su único y suficiente Salvador. No deje pasar esta oportunidad…. Si tiene alguna inquietud, no dude en escribirme a [email protected] o llamarme al (0057)317-4913705 © Fernando Alexis Jiménez

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Enero 8

Un verdadero líder no habla, actúa... Fernando Alexis Jiménez

ra líder. Nato. Sencillo. Si bien es cierto que nunca leyó a Tilich, Bonhofer, Kung, Boff ni a ninguno de los grandes pensadores religiosos de la modernidad que debí memorizar en mis largos y casi interminables años de Seminario, en él había algo que no se podía discutir: tenía

a Jesucristo en su corazón. Lo amaba con toda su alma. Lo conocí cuando ya rondaba los setenta años. Sobre sus hombros --como un guerrero de mil batallas que conserva en su fisonomía las huellas indelebles de muchos triunfos pero también de innumerables derrotas-- tenía un enorme listado de iglesias cristianas que plantó en ciudades, pueblos y alejadas montañas a las que todavía no llegaba el mensaje transformador de Jesucristo. “No me llame pastor, simplemente dígame Alirio” me dijo la tarde que le insinué su reconocimiento ministerial. Ni siquiera aceptó un diaconado. Quiso simplemente que le nombraran como eso, como Alirio. Y desde allí, sin distinciones, sin puestos de renombre, siguió alentando a los demás, aconsejando al triste y abatido, llenando de entusiasmo a quienes recién conocían al Señor Jesús y hablando, como si estuviera bajo un delirio incontrolable, de las múltiples posibilidades para abrir nuevas iglesias. “En el Distrito de Aguablanca vi un lugarcito en el que podríamos iniciar reuniones”, solía comentarme al terminar un servicio. Era un líder indiscutible. Y se fue una tarde como mueren todas las cosas hermosas de la vida que desearíamos perduraran para siempre. Lo hizo en su casa, con sus familiares, con la íntima satisfacción de haber dado lo mejor de sí mismo para la obra de Cristo y de su prójimo. En sus maletas para el viaje a la eternidad, no llevaba ni tristeza ni frustración, sino la alegría del deber cumplido.... ¿Cómo es un líder? De acuerdo con un reciente estudio que leí, en el que se compendian los criterios del consultor internacional Edmundo Beltrán y del director del Programa de Liderazgo de la Universidad de Harvard, Ronald Heifetz, los líderes reúnen al menos, las siguientes ocho características: Trabajan en equipo; generan confianza entre quienes les rodean para que tomen responsabilidad por sus actos; no le temen al cambio y por el contrario, asumen las nuevas tendencias; no necesariamente ocupan cargos directivos pero sí contribuyen—desde donde estén—a mejorar su espacio de trabajo; saben asumir su papel de mediadores en los conflictos; valoran y potencializan las capacidades de sus colaboradores; saben motivar a los demás, y por último: poseen creatividad, don de gentes, sensibilidad, plantean y no imponen, tienen iniciativa y compromiso con lo que hacen. Además, son flexibles en sus opiniones para reconocer cuando han fallado. Entre los cristianos hay también una visión clara del liderazgo. Se fundamenta en servicio sincero y desinteresado, aportando siempre lo mejor. Lo dejó trazado el propio Señor Jesucristo: “Entonces él les dijo: Los reyes de las gentes se enseñorean de ellas; y los que sobre ellas tienen potestad, son llamados bienhechores: Mas vosotros, no así: antes el que es mayor entre vosotros, sea como el más mozo; y el que es príncipe, como el que sirve”. (Lucas 22:25, 26). Usted es líder, así no tenga puestos de relevancia en su iglesia, lugar de trabajo o comunidad... y como tal, es hora de que empiece a desarrollar sus talentos, capacidades y visión de liderazgo...

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Enero 9

¿Tiene sed espiritual? Fernando Alexis Jiménez

n Taminango jamás llueve. A Colombia pueden azotarla las más despiadadas tormentas y olas invernales, pero a este caserío perdido en el sur del país, los aguaceros nunca llegan. Hay quienes dicen que se debe a la maldición que profirió hace muchos años un sacerdote. Lo hizo

indignado porque las gentes no guardaban reverencia durante las fiestas religiosas. Otros, que es fruto de los vientos que golpean la zona y que se llevan las nubes con fuerza hacia un valle cercano. Las mujeres de mayor edad se cansaron --hace más de cincuenta años-- de sacar todas las tardes ollas y baldes para aprovisionarse de agua si caían algunas gotas. Pero la ocasión nunca llegó. La aridez cada vez toma mayor fuerza. Las gentes se mueren de sed. Las tierras no producen. Sin embargo guardan la íntima esperanza de que un despertar cualquiera, cuando apenas despunte el sol, vean con sus ojos una lluvia que los redimirá de muchas décadas de aridez. Durante el Tercer Foro Mundial sobre el Agua, celebrado en Kioto (Japón) los expertos revelaron que más de mil millones de personas carecen de agua en todos los países y que en el 2015 serán cuatro mil millones de habitantes quienes padezcan este drama. Sus investigaciones señalan además que Kwait, la Franja de Gaza, los Emiratos Arabes, islas Bahamas y Qatar son los más golpeados por la falta de fuentes hídricas. Al igual que en Taminango, sus gentes añoran tan solo una llovizna... La sed de nuestras vidas Cuando experimentamos un intenso calor, ansiamos beber agua y, si estuviéramos en un desierto, daríamos todas las riquezas del mundo por un solo vaso para saciarnos. Igual en nuestra vida espiritual. Hay períodos en los que la resequedad es intensa. Deseamos tan solo una gotita para tener calma. ¿La solución? Permanecer asidos de la mano del Señor Jesús. Si nos desprendemos de El, corremos el peligro de morir y, cuando menos esperemos, estar nuevamente en el mundo... El prometió: “...el que bebiere del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás; sino que el agua que yo le daré, será en él una fuente de agua que salte para vida eterna”(Juan 4.14).Sólo en Jesucristo hallamos aguas frescas para la sequía de nuestras almas... Hoy es el día apropiado para que le abra las puertas de su corazón a Jesucristo. Él transformará su existencia para siempre…. Si tiene alguna inquietud, no dude en escribirme a [email protected] o llamarme al (0057)317-4913705 © Fernando Alexis Jiménez

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Enero 10

Enamórese de sus sueños Fernando Alexis Jiménez

i hacemos algo bueno, pocos lo notan; pero si sale mal, no pasará inadvertido para nadie. Y hay un tercer principio inevitable: cuando concebimos algún proyecto que rompe los moldes o va en contravía de las tradiciones, seguramente encontraremos a nuestro alrededor a quienes nos

vaticinen el fracaso. Estas tres situaciones las enfrentó el director de cine Luis Alberto Restrepo. Es quien tuvo a su cargo la orientación del filme “La última noche” en el que aborda el drama de las familias que huyen de sus campos ante la súbita irrupción de la violencia, producto del enfrentamiento de guerrilleros, paramilitares y fuerzas del orden. Su producción se exhibió en la Cuadragésima Tercera Muestra de Cine de Cartagena. ¿Cómo la concibió? Una noche muy fría cuando, al pasar por la calle, vio a una joven viuda que se esforzaba por cubrir con cartones a sus dos hijos. A su esposo lo había asesinado tres días antes y ella huyó hacia la zona periferia de la ciudad. Todos pasaban a su lado evidenciando indiferencia. Eran ajenos a la crisis de los desplazados. Un periodista le dijo que una película con semejante argumento no sería un éxito, a lo cual el joven director respondió: “Es necesario sacrificar las ganancias de la taquilla por un mejor mañana para nuestro país”. Una segunda pregunta ¿Por qué empeñarse en sacar adelante semejante proyecto si podría ser un fracaso. Una respuesta contundente: “Porque amo mis sueños y creo que valen la pena”. Convencidos de nuestros proyectos Si creemos en nuestros sueños, lucharemos por ellos, volcaremos nuestras fuerzas a verlos convertidos en realidad y saborearemos la satisfacción cuando se hagan realidad. Es necesario amar aquellos proyectos que nacieron en nuestro corazón. Valen la pena. No importan las críticas, las burlas o el escepticismo de quienes nos rodean. Pero en nuestra vida cristiana también debemos estar convencidos de lo que hacemos, y en especial, de Aquél en quien hemos creído. El apóstol Pablo escribió: “Por lo cual asimismo padezco esto; pero no me avergüenzo, porque yo se a quién he creído, y estoy seguro que es poderoso para guardar mi depósito para aquél día”(2 Timoteo 1:12). Si tuviésemos convicción y fe, no importaría lo que digan o hagan quienes están a nuestro alrededor y se oponen de nuestra vida de cristianos... Que no pase este día sin que haya recibido a Jesucristo en su corazón como su único y suficiente Salvador. No deje pasar esta oportunidad…. Si tiene alguna inquietud, no dude en escribirme a [email protected] o llamarme al (0057)317-4913705 © Fernando Alexis Jiménez

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Enero 11

La felicidad: una característica de los ganadores Fernando Alexis Jiménez

ndré Aggasi se convirtió en un triunfador durante los Juegos Olímpicos de 1996 celebrados en Atlanta, Estados Unidos. Ganó medalla de oro. Subió al podio de los ganadores. Saboreó el placer de llegar a la cima y disfrutó cada aplauso que se elevaba desde las tribunas.

Lo sobresaliente de su victoria es que la logró pese a que no atravesaba por su mejor momento como tenista, enfrentaba problemas sentimentales, su estado de ánimo experimentaba súbitos altibajos, y en opinión de los expertos, enfrentaba contendores mucho mejores que él. Y algo más. No cobró un solo peso por su participación en las justas. Lo hizo por amor a su país. “Jugar por mi país es un honor que no tiene precio”, argumento. André miró la vida con entusiasmo. Era optimista aunque todo parecía estar en contra. No permitió que lo vencieran los obstáculos. Se paró firme ante las tormentas. Miró adelante. La alegría siempre le acompañó. Su visión de la vida fue diferente de los demás. Sin doblegarnos ante la adversidad Si pretendemos vencer es necesario sobreponernos a las dificultades. Recuerde que los fracasados renuncian ante el primer tropiezo. Pero además, debe haber en nuestras vidas una disposición positiva. Hace muchos siglos el proverbista escribió un principio de triunfo que tiene vigencia hoy: “El corazón alegre constituye buen remedio, más el espíritu triste seca los huesos” (Proverbios 17:22). Su actitud frente a las dificultades debe ser optimista. Si nuestra visión es entusiasta, los problemas no le derrotarán fácilmente y seguramente, con ayuda de Dios, logrará todo aquello que se proponga... La mejor decisión que todo ser humano puede tomar, es recibir a Jesucristo como Señor y Salvador de su vida. Recíbale hoy en su corazón. Si tiene alguna inquietud, no dude en escribirme a [email protected] o llamarme al (0057)317-4913705 © Fernando Alexis Jiménez

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Enero 12

Todos tienen derecho a una oportunidad Fernando Alexis Jiménez

odo comenzó como un entretenimiento. Volcó toda su creatividad, entusiasmo y especial cuidado en delinear cada figura sobre la pieza de cerámica que no duró mucho en la sala de su casa, antes que alguien le ofreciera compra. De esa forma, sencilla, imprevista y sin mayores

pretensiones, surgió la microempresa de Magali De la Torre Reyes, una bogotana emprendedora que se ha convertido en ejemplo para Colombia. ¿La razón? Contrata personas discapacitadas. En tanto que muchos evaden la vinculación laboral de quienes tienen alguna limitación física, ella les abre la oportunidad de elevar su autoestima sintiéndose productivos y de paso, generar ingresos para sus familias. Como todo comienzo, enfrentó dificultades. Una de ellas, comunicarse con sus colaboradoras. Logró sobreponerse a este obstáculo mediante el aprendizaje del lenguaje de las señas. Ha sido una experiencia que le llena de satisfacción. Magali trazó el sendero de quienes creen en las potencialidades de sus semejantes; de aquellos que brindan una oportunidad de superación a los demás, y de ese género especial de hombres y mujeres que llevan la generosidad más allá de las palabras y, con sus acciones, la convierten en hechos. En los zapatos del otro Para esta mujer sólo fue posible llegar al mundo cerrado de los discapacitados, cuando se ubicó en su mismo nivel. Además de sus maneras particulares de expresarse, se puso en sus zapatos. Fue una forma de comprenderles, estimularles y ayudarles. Tres principios que han marcado sus relaciones con quienes constituyen su equipo de colaboradoras en la pequeña empresa. La historia nos lleva a reflexionar en un principio fundamental: si queremos ganar al mundo para Cristo, es necesario que salgamos de la comodidad de nuestros templos, entendamos la cultura y principios de aquellos a quienes deseamos evangelizar, y les hablemos en términos que ellos entiendan. Es a ese fundamento que se refiere el apóstol Pablo cuando escribió: “Por lo cual, siendo libre de todos, me he hecho siervo de todos para ganar a mayor número, Me he hecho a los judíos como judío, para ganar a los judíos; a los que están sujetos a la ley (aunque yo no esté sujeto a la ley) como sujeto a la ley, para ganar a los que están sujetos a la ley... a todos me he hecho de todo, para que de todos modos salve a algunos”(1 Corintios 9:19, 20, 22 b). Viva este principio... seguramente su vida como testigo de Jesucristo tendrá mayor impacto... Hoy es el día apropiado para que le abra las puertas de su corazón a Jesucristo. Él transformará su existencia para siempre…. Si tiene alguna inquietud, no dude en escribirme a [email protected] o llamarme al (0057)317-4913705 © Fernando Alexis Jiménez

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Enero 13

Una fiesta única en el mundo Fernando Alexis Jiménez

s una fiesta única en el mundo. Hay globos, serpentinas, faroles, música y fuegos pirotécnicos. Las gentes sacan a las calles sus productos típicos mientras que los artesanos hacen su agosto vendiendo toda clase de artículos elaborados con madera, cartulina y arcilla. Hay bulla.

Turistas de todas partes. Comparsas animan las procesiones y hasta bien tarde en la madrugada suenan atronadoras las vitrolas y equipos de sonido. Nadie se salva del río humano que llega como langostas en plantío tierno y, que tras su retiro, deja el rastro de varios días de feria, trago y desorden moral y espiritual. No falta la disputa de quienes se ahogan en el sopor de su embriaguez y uno que otro lesionado en los tumultos callejeros. Me refiero a los carnavales que cada dos años celebran los habitantes de Riosucio, en Colombia, en honor al diablo. El pueblo cambia durante las carnestolendas que se institucionalizaron a partir de 1847 y ofrecen una imagen de diversión y alegría que desaparece misteriosamente cuando concluye el evento y dejan una sensación de vacío y soledad entre sus habitantes. Los defensores de estas ferias consideran que no exaltan a un diablo que genera posesiones sino a un espíritu de gozo. Pero igual, ponen de relieve no solo tradiciones de espantos, sino las más vistosas e ingeniosas representaciones de Satanás. Un engaño del reino de las tinieblas Jamás se divierte tanto el diablo como en las fiestas de aquel pacífico poblado. Incluso hay quienes aseguran que le vieron hace dos años con ruana, alpargatas y sombrero, bailando cumbia en pleno centro, frente al palacio municipal. Es sorprendente la forma como Satanás disfraza el engaño. Utiliza instrumentos humanos para promover actividades profanas. No en vano el profeta hizo una advertencia: “¡Ay de los que a lo malo dicen bueno, y a lo bueno malo; que hacen de la luz tinieblas, y de las tinieblas luz; que ponen lo amargo por dulce, y lo dulce por amargo!”(Isaías 5:20). Los cristianos debemos permanecer alerta frente a los engaños de nuestro enemigo espiritual y ser cuidadosos de las actividades en que participamos, de las lecturas que hacemos e incluso, de los programas que vemos. Que no pase este día sin que haya recibido a Jesucristo en su corazón como su único y suficiente Salvador. No deje pasar esta oportunidad… Si tiene alguna inquietud, no dude en escribirme a [email protected] o llamarme al (0057)317-4913705 © Fernando Alexis Jiménez

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Enero 14

Firmes en la fe Fernando Alexis Jiménez

fortunadamente el rumor no lo escuchó a tiempo un productor cinematográfico porque seguramente habría escrito su propia versión del inverosímil incidente, y Steven Spielberg se habría quedado sin argumento para su sonada película: “Encuentros cercanos del tercer

tipo”. El asunto es sencillo. Tiene origen en un periodista que asegura haberse topado, a boca de jarro, con extraterrestres quienes, tras un prolongado diálogo a orillas de un volcán europeo, le aseguraron que el género humano fue concebido y creado por una especie de alienígenas. Señalan que Jesús está en el mismo nivel de Buda, Mahoma o Moisés, de quienes aseguran, fueron solamente unos iniciados. Actualmente tienen millares de adeptos en todos los países. Sus doctrinas y falsas interpretaciones de la Biblia han ganado muchos discípulos. Y no es para extrañarse. Ellos presentan una visión muy simplista de la vida y encuentran en la satisfacción de los deseos más bajos, una forma de expresar su concepción de la libertad. Lo complejo es que al vicepresidente del grupo de jóvenes y al baterista de la iglesia les convencieron las ingeniosas concepciones de esta nueva corriente filosófica y de pensamiento, y ya no andan con la Biblia. Aseguran que se convirtieron en “Realianos”... Contaminados por falsas doctrinas En nuestro tiempo el reto es encontrar cristianos auténticos, que permanezcan firmes en la fe de Jesucristo a pesar de la multiplicidad de ideas y doctrinas que abundan por todas partes. Es necesario permanecer afincados en aquello que hemos creído. Previendo que en el tiempo los creyentes estarían expuestos a ser influidos y presionados por la sociedad alrededor, el apóstol Pablo advirtió: “Nadie os engañe con palabras vanas, porque por estas cosas viene la ira de Dios sobre los hijos de la desobediencia. No seáis, pues, partícipes de ellos”(Efesios5:6, 7). Una forma de permanecer en la verdad es conservándonos fieles a la oración, el estudio de la Palabra y en la disposición de congregarnos con otros creyentes. Si no permanecemos afincados en el camino, corremos el peligro de perdernos en un mundo que no sabe adonde va... La mejor decisión que todo ser humano puede tomar, es recibir a Jesucristo como Señor y Salvador de su vida. Recíbale hoy en su corazón. Si tiene alguna inquietud, no dude en escribirme a [email protected] o llamarme al (0057)317-4913705 © Fernando Alexis Jiménez

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Enero 15

El pasado nos roba la tranquilidad... Fernando Alexis Jiménez

l descubrimiento no estuvo a cargo de un científico. Lo hizo un niño que, como solía cada atardecer, iba a la playa para extasiarse con el prisma multicolor del mar bañado por el sol que moría en el horizonte y las imágenes de las gaviotas volando a lo lejos cerca de la playa La

Cota, poblado de Lirquén, en Chile. Primero vio unos restos óseos semicubiertos por la arena. No prestó atención y regresó a casa, pero en medio de la noche su imaginación voló a tiempos inmemoriales en los que animales inverosímiles poblaron el mar. Estimulado por las gráficas de los libros de ciencia, regresó apenas amaneció. Y allí estaban. Las olas habían descubierto los vestigios. Frente a él aparecía la estructura que los científicos han llamado pleistosaurio, una especie que se extinguió hace miles de años. Roberto Gajardo es un chico de doce años que en adelante podrá contar a sus compañeros de clase, que un día cualquiera --mientras jugaba-- encontró el espécimen que por años buscaron los biólogos de mar. Los estudiosos señalan que hallazgos así son comunes cuando el agua remueve la piedra, la tierra y la arena que cubren generaciones que vivieron en un pasado lejano... El pasado debe quedar en el pasado Como este adolescente del relato, los seres humanos en cualquier momento nos hallamos frente a hechos y recuerdos del pasado que nos roban la tranquilidad del presente, y nos imposibilitan ver lo prometedor que encierra el mañana. Sin embargo, Dios exhortó a Su pueblo dejar atrás el ayer. A través de su siervo nos recomendó: “No os acordéis de las cosas pasadas, ni traigáis a memoria las cosas antiguas. He aquí que yo hago cosa nueva; pronto saldrá a luz; ¿no la conoceréis? Otra vez abriré camino en el desierto, y ríos en la soledad. (Isaías 43:18, 19). Lo que ocurrió hace tiempo, en el tiempo pasado debe quedar. Cada día representa una oportunidad que el Señor nos ofrece para comenzar de nuevo. Olvídese del ayer y viva el presente, lleno de expectativas renovadas para su existencia... Hoy es el día apropiado para que le abra las puertas de su corazón a Jesucristo. Él transformará su existencia para siempre…. Si tiene alguna inquietud, no dude en escribirme a [email protected] o llamarme al (0057)317-4913705 © Fernando Alexis Jiménez

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Enero 16

El tiempo nos da la razón Fernando Alexis Jiménez

El hombre es producto de la evolución y no de la obra de Dios” me gritó desde el otro extremo del aula el catedrático de historia al tiempo que arrugaba el ceño y me miraba con furia por encima de los anteojos. Todos alrededor guardaron silencio. Acto seguido esgrimió un enorme

afiche con la imagen del Neardenthal, cuyos restos hallaron científicos en los bosques de Europa. “Mírelo bien—me ordenó--. Este es su antepasado más cercano. Es la prueba reina de que provenimos del mono”, sentenció. Uno de mis compañeros sonrió por lo bajo ante tremenda paliza cultural, otro me miró de soslayo y los demás ni siquiera levantaron la mirada. El maestro dio la espalda y caminó hacia su escritorio con los aires de un general de la antigüedad que acaba de vencer a su enemigo tras una enconada batalla. Su semblante de satisfacción obedecía a la íntima convicción de que, bajo el peso de los argumentos científicos, acababa de sucumbir la ingenuidad de un universitario evangélico, quizá el único de la facultad. La salida del campus fue tortuosa. Solo. Absolutamente solo. Nadie quería estar al lado de un perdedor. La ocasión jamás la olvidaría, menos cuando siempre me resistí a pensar siquiera que mi bisabuelo fue un orangután que no podía ver una banana mal puesta porque inmediatamente la engullía con cáscaras y todo. Hoy leí un informe del profesor Richard Klein, de la Universidad de Stanford, en Estados Unidos. Asegura que tras cuidadosos estudios genéticos se corroboró que Neardenthal es sólo un espécimen animal al que hombres primitivos provenientes de África, diezmaron a palo para alimentarse. Sentí una paz enorme. Recordé a mi viejo profesor de universidad y sonreí con la tranquilidad de que el tiempo está dando la razón a quienes estamos convencidos de la creación divina... Desde el mismo momento de la concepción Hace siglos nuestro amado Dios le dijo al profeta Jeremías: “Antes que te formase en el vientre te conocí, y antes que nacieses te santifiqué, te di por profeta a las naciones” (Jeremías 1:5). Unas líneas breves que revelan la preocupación que nuestro Supremo Hacedor ha tenido desde el mismo momento en que fuimos concebidos. No somos fruto de un accidente de la naturaleza ni de la concatenación de microorganismos. ¡Nada de eso¡ Usted y yo fuimos formados por nuestro Señor desde las entrañas mismas de nuestra madre. El nos cuido. Estuvo atento a nosotros. Nos dio vida... Ese Dios que desde siempre nos ha tenido en su corazón, es el Dios al que amamos y servimos... Por eso, cuando miro al cielo y su inmensa hermosura, recuerdo a mi verdadero Padre y no al gracioso chimpancé que vimos jugar este domingo cuando visité el zoológico de mi ciudad acompañado de mi nieto Nicolás. Que no pase este día sin que haya recibido a Jesucristo en su corazón como su único y suficiente Salvador. No deje pasar esta oportunidad…. Si tiene alguna inquietud, no dude en escribirme a [email protected] o llamarme al (0057)317-4913705 © Fernando Alexis Jiménez

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Enero 17

El respeto a la pareja Fernando Alexis Jiménez

n Nuerguo sólo nacen mujeres. En este pueblecito de la provincia de Hurán, en China, todos los hombres provienen de otras aldeas. Las jovencitas los conquistan y convencen para materializar sus matrimonios. Son pocos los que se dejan seducir porque saben que sólo les

nacerán herederas, y en sus costumbres, el no tener hijos varones rompe la tradición y trae deshonra a la familia. El caserío de sesenta mil habitantes cuyo nombre traduce “El país de las mujeres”, lo habitan un 90% de matronas. Son quienes, rompiendo cualquier esquema de sus antepasados, asumen el manejo de cualquier situación al interior de su hogar. Algo curioso es que son más blancas que las demás chinas. Científicamente no hay una explicación para el fenómeno, aunque algunos lo atribuyen a componentes en las aguas del río Yangtsé. Como en las mejores páginas de “Cien años de Soledad” del nobel colombiano Gabriel García Márquez, en las que describe que Ursula Iguarán era quien --desde una mecedora-- definía cómo debía construirse su inmenso caserón en Macondo --incluso por encima de la opinión de Aureliano Buendía-- las mujeres de Nuerguo son las que llevan las riendas del matrimonio... Cada quien tiene su propio espacio En el matrimonio cada quien tiene su propio espacio, lugar y responsabilidades. Un esposo tiránico siembra las semillas para la destrucción de su hogar, mientras que una esposa posesiva, rebelde e intolerante, marca el sendero para una separación. El apóstol Pablo recomendó amor, respeto y sujeción en los componentes de la pareja, como secreto para que todo vaya bien. “Someteos unos a otros en el temor de Dios. Las casadas estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor; porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, y él es su Salvador. Así también los maridos deben amar a sus mujeres como a sus mismos cuerpos. El que ama a su mujer, a sí mismo se ama.” (Efesios 5:21- 23,28). Si aprendemos a valorar nuestro cónyuge conforme Dios lo dispone, no sólo mejorarán nuestras relaciones sino que además, aseguraremos solidez en el matrimonio... La mejor decisión que todo ser humano puede tomar, es recibir a Jesucristo como Señor y Salvador de su vida. Recíbale hoy en su corazón. Si tiene alguna inquietud, no dude en escribirme a [email protected] o llamarme al (0057)317-4913705 © Fernando Alexis Jiménez

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Enero 18

Preparados para el final Fernando Alexis Jiménez

as prolongadas extensiones de tierra árida que se tornan melancólicas cuando cae la noche e invitan a preguntarse hasta qué punto los desiertos han tomado fuerza en nuestra vida, en la frontera de Méjico con los Estados Unidos, vieron crecer a quien se conoció hasta hace algún

tiempo como “El profeta”, en alusión a su visión apocalíptica de la vida. Alto, curtido por el sol, desgarbado, con una barba larga y descuidada que contrastaba con sus pantalones vaqueros y una infaltable camisa a cuadros --rojos o azules—que inspiraba en unos miedo, en otros respeto y entre los más desprevenidos, una profunda curiosidad. “El profeta” enfatizaba sus afirmaciones bajando la voz y mirando fijamente al interlocutor. Hablaba pausado y con la delicadeza de un alfarero que está terminando una delicada pieza, movía sus manos dibujando en la imaginación los hechos que acontecerían hacia el final de los tiempos. Incluso se atrevió a dar fechas. Pero salvo un calor insoportable, en aquellos días no ocurrió nada extraordinario. Una mañana no llegó a la plaza principal del pueblecito --como solía hacerlo por espacio de veinte años-- para proclamar sus vaticinios. Lo encontraron muerto. Se envenenó. La nota que hallaron sobre la mesa de noche decía que, al menos para él, había llegado el momento de partir. “Estoy viviendo mi propio Apocalipsis”, anotó. El día llegará... De tiempo en tiempo han aparecido hombres y mujeres profetizando el momento final. Hechos trágicos despiertan incluso esta obsesión. Por ejemplo, tras el desplome de las torres gemelas en Nueva York, decenas de personas encuestadas manifestaron su interés por el Apocalipsis. El 30% dijo que le prestaba más atención al fin del mundo; el 59% dijo creer en las profecías apocalípticas; el 36% afirmó creer todo lo descrito por la Biblia en materia profética y un 25% señaló que el incidente de las torres estaba descrito en la Palabra de Dios. El día llegará. Lo anunció el Señor Jesucristo. Pero también nos advirtió dos cosas: que la fecha exacta nadie la conoce y, que debemos estar preparados: “El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán. Pero del día y la hora nadie sabe, ni aun los ángeles de los cielos, sino sólo mi Padre. Por tanto, también vosotros estad preparados; porque el Hijo del Hombre vendrá a la hora que no pensáis.” (Mateo 24:35, 36, 44). Lo esencial es permanecer atentos, caminando en la voluntad de Dios, agradándole en lo que pensamos y hacemos... Y usted ¿Cómo está en su andar con el Señor Jesucristo? Hoy es el día apropiado para que le abra las puertas de su corazón a Jesucristo. Él transformará su existencia para siempre…. Si tiene alguna inquietud, no dude en escribirme a [email protected] o llamarme al (0057)317-4913705 © Fernando Alexis Jiménez

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Enero 19

El trabajo es una bendición Fernando Alexis Jiménez

Si hay amor y respeto por el trabajo, hay responsabilidad. Y si estoy aquí es porque la gente aprecia y valora mi trabajo. Ese hecho me compromete a dar lo mejor de mi”.

La afirmación no la hizo un experto en mercadeo o motivación empresarial. Proviene de una joven de 18 años. Es actriz de la televisión colombiana. Se llama Ana María Aguilera y, junto con otros protagonistas del conocido programa familiar “Francisco el matemático”, se ha convertido en ejemplo para la juventud. A su manera es famosa. La reconocen en los centros comerciales, restaurantes o salas de cine y, en más de una ocasión, le han pedido en la calle que se tome unos segundos para firmar un autógrafo. Pese a su popularidad, conserva la sencillez. Y algo sobresaliente: guarda una madurez extraordinaria para valorar el trabajo como una bendición y no como un motivo de frustración o molestia. Ese convencimiento es el que le lleva a buscar que su trabajo sea excelente. Una nueva apreciación del trabajo... Si todos pensáramos que el trabajo es una bendición, no veríamos tantas caras largas y aburridas cuando entramos a una oficina o quizá vamos a una dependencia pública a solicitar algún servicio. La atención mejoraría, servir se constituiría en un placer para quienes laboran y además, sus horas se harían más fáciles de llevar. En todos aquellos que aprecian su ocupación como un verdadero martirio, toma fuerza una recomendación que hiciera en el primer siglo el apóstol Pablo:” Siervos, obedeced en todo a vuestros amos terrenales, no sirviendo al ojo, como los que quieren agradar a los hombres, sino con corazón sincero, temiendo a Dios. Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres; sabiendo que del Señor recibiréis la recompensa de la herencia, porque a Cristo el Señor servís. “(Colosenses 3:22-24). Un propósito para hoy es que se fije la meta de hacer las cosas lo mejor posible, teniendo en cuenta que todo aquello que usted realiza sirve a otras personas y es, además de una forma de agradar a Dios, un instrumento para bendecir a otros... Que no pase este día sin que haya recibido a Jesucristo en su corazón como su único y suficiente Salvador. No deje pasar esta oportunidad…. Si tiene alguna inquietud, no dude en escribirme a [email protected] o llamarme al (0057)317-4913705 © Fernando Alexis Jiménez

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Enero 20

Ayudar al que lo necesita…

Fernando Alexis Jiménez l intenso tráfico en inmediaciones a la Plaza de Caycedo de Cali, cuando caía la tarde, no se vio interrumpido por los vanos intentos que hizo una y otra vez el invidente en su afanoso propósito de llegar al otro extremo de la acera.

Una falla en el sistema eléctrico tenía sin servicio de semáforos la zona céntrica de la capital. Un inconveniente así es fácil de sortear cuando usted puede ver, pero difícil cuando a su alrededor no tiene más que sombras. Lo intentó de nuevo pero el sonido ensordecedor de una bocina le hizo desistir. Nadie prestaba atención. Todos estaban preocupados por resolver su propio inconveniente. ¿Qué marcó la diferencia? El vendedor de comestibles que, dejando solo su pequeño negocio, fue en auxilio de aquél. Por supuesto, pensó que se exponía a que le robaran, pero reflexionó en ese instante que mucho mayor valor representaba la vida del limitado visual a quien tenía enfrente y que pugnaba infructuosamente por cruzar la calle. Lo lograron. Unidos. En un propósito común. Y aunque no salió en la primera plana de los diarios colombianos, el vendedor callejero se convirtió en uno de los tantos héroes anónimos que encontramos en todas partes, preocupados por servir y ayudar. El sintió satisfacción. Segundos después, en medio del tráfico incesante, la vida seguía siendo la misma... La satisfacción de ayudar Un reciente estudio adelantado por la Facultad de Sicología de la Universidad de Michigan, en los Estados Unidos, reveló que aquellas personas acostumbradas a brindar ayuda a su prójimo tienen mayores expectativas de vida y, entre un 40 y 60% evidenciaron menor riesgo de sufrir enfermedades. El análisis se realizó en un lapso de cinco años entre 432 parejas. Hace muchos siglos el autor sagrado hizo una recomendación que hoy día cobra particular vigencia: “Así que, ofrezcamos siempre a Dios, por medio de él, sacrificio de alabanza, es decir, fruto de labios que confiesan su nombre. Y de hacer bien y de la ayuda mutua no os olvidéis; porque de tales sacrificios se agrada Dios.”(Hebreos 13:15, 16). Pregúntese hoy: ¿A cuántas personas que le necesitan ha prestado su ayuda?¿Se ha mostrado renuente a prestar su colaboración pese a tener la posibilidad de hacerlo? Recuerde que hacer el bien a quienes nos rodean es una actitud que agrada a Dios, y testimonia del poder de Jesucristo en nuestras vidas. La mejor decisión que todo ser humano puede tomar, es recibir a Jesucristo como Señor y Salvador de su vida. Recíbale hoy en su corazón. Si tiene alguna inquietud, no dude en escribirme a [email protected] o llamarme al (0057)317-4913705 © Fernando Alexis Jiménez

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Enero 21

Enfrentando a los gigantes... Fernando Alexis Jiménez

l reloj de pared marcó las tres de la tarde. El campeón mundial de ajedrez, Gary Kasparov se limpió el sudor que perlaba su frente, bebió un poco de agua y movió su ficha. Aquél era el cuarto enfrentamiento que libraba... con un computador...

Era un verdadero reto. El ordenador “Deep Junior” no sentía cansancio, procesaba tres millones de probables jugadas por segundo y se retroalimentaba de información con cada nuevo movimiento que hiciera Gary. Próximos al lugar, decenas de periodistas seguían con sus cámaras el singular enfrentamiento... Unos y otros se esforzaban por vaticinar cuál sería el resultado. Por su parte, el jugador ruso recordó la fría tarde de 1997 cuando perdió ante otra máquina. Fue “Azúl Profundo”, concebida por la multinacional IBM. Ese día sintió que la partida había sido dura, pero igual, saboreó el placer de enfrentar un complejo sistema de tarjetas y circuitos electrónicos de moderna tecnología. Gary Kasparov asume los retos con tenacidad y una férrea disposición de ganar, así las circunstancias estén en contra... Los gigantes no deben atemorizarnos Hace muchos siglos, David se enfrentó a Goliat, el peligroso gigante que tenía en jaque al ejército de Israel. El joven pastor de ovejas que a la postre llegó a convertirse en rey, tuvo confianza en si mismo de que podría vencer; segundo, tuvo confianza plena en el Dios de poder en quien había creído y, tercero, tuvo confianza en que –como nos ocurre hoy día-- si analizamos con detenimiento los problemas, descubrimos que no son tan grandes como parecen a primera vista. La fe de David fue ejemplar. Mientras los demás expresaban temor, él estaba dispuesto para dar la batalla y vencer. “Entonces dijo David al filisteo: Tú vienes a mí con espada y lanza y jabalina; mas yo vengo a ti en el nombre de Jehová de los ejércitos, el Dios de los escuadrones de Israel, a quien tú has provocado. Jehová te entregará hoy en mi mano, y yo te venceré, y te cortaré la cabeza, y daré hoy los cuerpos de los filisteos a las aves del cielo y a las bestias de la tierra; y toda la tierra sabrá que hay Dios en Israel. “ (1 Samuel 17: 45, 46). Si usted tiene confianza, resolución y fe en Aquél que todo lo puede, no hay obstáculo que le impida vencer... Hoy es el día apropiado para que le abra las puertas de su corazón a Jesucristo. Él transformará su existencia para siempre…. Si tiene alguna inquietud, no dude en escribirme a [email protected] o llamarme al (0057)317-4913705 © Fernando Alexis Jiménez

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Mayo 22

No los ciegue la desesperación Fernando Alexis Jiménez

legó mezclado con la multitud que cada día visita la Plaza de San Pedro, en ciudad del Vaticano. Lucía expectante, como tantos peregrinos. Aunque esquivaba la mirada, pasó inadvertido. Dentro llevaba la angustia que por meses le carcomía: la carencia de empleo, el

creciente volumen de deudas y facturas sin pagar, la crisis familiar que había desencadenado la escasez económica y la creciente preocupación por el futuro de sus tres hijos. Lo que ocurrió minutos después quedó grabado en el corazón de miles de personas. El hombre, a quien las autoridades simplemente identificaron como Antonini, se bañó con gasolina y, acto seguido, se prendió fuego. Literalmente quedó convertido en una antorcha humana que iba de un lado para otro en medio de gritos lastimeros que llegaban hasta los más profundos rincones del lugar. “No se dejaba asistir de nadie. Queríamos ayudarle, pero era imposible acercarnos, hasta que cayó rendido por el dolor” relató un visitante que presenció el intento de suicidio. El hombre --bastante joven, por cierto--residía en Roma. Entró en estado de coma. El fuego había causado quemaduras en la mayor parte de su cuerpo. La desesperación le llevó a encontrar la salida a sus crisis por un rumbo equivocado... Su esposa quedó viuda y sus hijos sin un padre... La desesperación, un mal consejero... Cuando estamos agobiados por los problemas, pareciera que todo se nubla, las puertas se cierran y las soluciones parecen inalcanzables. En una situación así, lo menos indicado es permitir que las circunstancias gobiernen nuestra mente y nuestro corazón. Seguramente encontraremos un panorama ensombrecido, y no se puede pensar con claridad. ¿La salida? Procurar la orientación de Dios. Ante la incertidumbre y la angustia, lo mejor es clamar a El en oración: “Al pobre librará de su pobreza, Y en la aflicción despertará su oído. Asimismo te apartará de la boca de la angustia A lugar espacioso, libre de todo apuro, Y te preparará mesa llena de grosura.”(Job 36:15, 16). Si asume desde hoy la determinación de permitir que el Supremo Hacedor guíe su sendero, seguramente caminará seguro y encontrará respuestas en los momentos de crisis... Que no pase este día sin que haya recibido a Jesucristo en su corazón como su único y suficiente Salvador. No deje pasar esta oportunidad… Si tiene alguna inquietud, no dude en escribirme a [email protected] o llamarme al (0057)317-4913705 © Fernando Alexis Jiménez

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Enero 23

Nada nos podrá detener

Fernando Alexis Jiménez obre su vida se han escrito decenas de artículos en todos los idiomas. Ha sido calificado como uno de los ejemplos más sobresalientes de superación personal. Se considera así mismo un ganador. Y no es para menos. Ha vencido las dificultades y cada nueva circunstancia en

contra, se convierte en un reto para salir adelante... Pasados los veinte años Sthephen Hawking contrajo la extraña enfermedad conocida como “mal de las neuronas” que le dejó cuadrapléjico... Sin embargo, a sus 61 años es uno de los científicos de mayor reconocimiento en el mundo. Ama la ópera, la lectura y la creación artística de Richard Wagner. Sus limitaciones no le han impedido escribir y menos dictar clases en la Universidad de Cambridge. Reside en Inglaterra. Como él, decenas de personas se han sobrepuesto a la adversidad. En la galería de los triunfadores que enfrentaron algún tipo de limitación física, encontramos pintores, músicos y literatos. Homero, por ejemplo, era ciego y ese hecho no impidió que concibiera dos obras de suma importancia en la literatura universal: La Ilíada y la Odisea. Las limitaciones están en el corazón... Quienes gozan de todas sus facultades, se dejan vencer por los obstáculos y renuncian a sus sueños. Por el contrario, aquellos que hallan muros a su paso, se disponen a sortearlos, levantándose por encima de todo lo que les impide volar hasta sus metas y más caros anhelos. Estoy convencido que, con ayuda de Dios, y si caminamos conforme a Su voluntad, no hay límites. El salmista escribió: “Tú encenderás mi lámpara; Jehová mi Dios alumbrará mis tinieblas. Contigo desbarataré ejércitos, Y con mi Dios asaltaré muros.” (Salmos 18:28, 29). Los cristianos fuimos llamados a vencer, no a renunciar ante los primeros tropiezos. Si tenemos a Cristo en el corazón, nada podrá impedir que lleguemos a ser las personas que él concibió en su corazón desde antes de la fundación del mundo... Que no pase este día sin que haya recibido a Jesucristo en su corazón como su único y suficiente Salvador. No deje pasar esta oportunidad…. Si tiene alguna inquietud, no dude en escribirme a [email protected] o llamarme al (0057)317-4913705 © Fernando Alexis Jiménez

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Enero 24

¿Busca la salida del laberinto? Fernando Alexis Jiménez

rimero fue la expresión entusiasta de alguien que, con una amplia sonrisa y los ojos brillando por la emoción, dijo a sus amigos: “Este fuego y el humo son fantásticos” seguido de una joven que, sin ocultar su asombro, se identificó con la admiración del espectáculo: “El concierto es

de ataque... Jamás había visto algo igual”. Pero el ruido estridente en la discoteca se vio empañado por los gritos de terror y las voces de confusión, y luego por un enorme un río humano que se dirigía hacia la salida más próxima. Todos querían salvarse. Unos pisaban y empujaban a otros. Primaba el deseo de supervivencia. En ese instante no había amigos. El calor era insoportable. El conocido club nocturno de West Warwick se había convertido en un infierno... El incendio se prolongó por espacio de cuatro horas y dejó un trágico saldo de cien personas muertas. Cuando las autoridades entraron al lugar, una vez sofocadas las lenguas de fuego que iluminaban aquella noche infausta, descubrieron que las víctimas se habían agolpado en dirección a la pequeña puertecita, en el fondo del establecimiento... No encontraron la salida indicada... Caminos equivocados Hay quienes en medio de la crisis buscan salidas equivocadas y agravan la situación. Algunos pretenden encontrar refugio en las drogas, el alcohol, un comportamiento sexual promiscuo o tal vez, la agresividad. Cuando despiertan a la realidad descubren que los problemas se han dimensionado y la solución está cada vez más lejana... Cuando atravesamos situaciones para las que no encontramos una alternativa, el mejor paso es acudir a Dios en procura de orientación y guía. El propio Señor Jesús: “Yo soy la puerta; el que por mí entrare, será salvo; y entrará, y saldrá, y hallará pastos.”(Juan 10:9) La próxima vez que enfrente un asunto complejo y no sepa qué hacer, recuerde que en nuestro amado Creador encontrará la respuesta a sus interrogantes, preocupaciones o angustia... La mejor decisión que todo ser humano puede tomar, es recibir a Jesucristo como Señor y Salvador de su vida. Recíbale hoy en su corazón. Si tiene alguna inquietud, no dude en escribirme a [email protected] o llamarme al (0057)317-4913705 © Fernando Alexis Jiménez

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Enero 25

Al filo del viaje sin retorno...

Fernando Alexis Jiménez olpeó duro contra las paredes de cristal. En cada segundo se le iba la vida. Sintió que no podía respirar. Un agudo dolor pobló su cuerpo. Lo intentó de nuevo. Cada instante le pareció interminable. Por momentos toda su existencia pasó por su mente como una película en la

que incidentes agradables se conjugaron con los días difíciles. Estaba a las puertas de morir... La reacción rápida de sus colaboradores, que retiraron la manta que cubría la urna y accionaron un mecanismo para evacuar el agua, evitó una tragedia. Dentro, el ilusionista colombiano José Simhón, atado hacia abajo con fuertes cadenas, intentaba repetir ante decenas de espectadores el truco que le costó la vida al estadounidense Harry Houdini. Algo salió mal. Aquélla pudo ser su última presentación. El transcurrir del minuto cuarenta segundos le pareció una eternidad. Respiró profundo y agradeció a Dios... Ahora ¡Había vuelto a la vida! Nunca sabemos ni el día ni la hora... José Simhón jamás imaginó que algo así ocurriría esa tarde. Estaba fuera de sus planes. Igual el día y la hora, desconocido para todos nosotros, en que tendremos que partir a la eternidad para rendir cuentas por nuestros hechos. Pero hay algo más. Una promesa. Dios la hizo a través del apóstol Pablo. Es el momento en el que, si no hemos muerto, partiremos a la presencia del Señor Jesucristo. Es el rapto. Ha sido la promesa en la que por siglos han descansando los creyentes en el Señor. “He aquí, os digo un misterio: No todos dormiremos; pero todos seremos transformados, en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados.”(1 Corintios 15:51, 52). Pero es necesario permanecer velando, atentos, caminando en santidad delante de Dios. No olvide: desconocemos el día y la hora en que Jesucristo, como Rey de reyes y Señor de Señores, regresará por su iglesia... y es imperioso aguardarlo como corresponde, a usted y a mi que somos sus seguidores... Hoy es el día apropiado para que le abra las puertas de su corazón a Jesucristo. Él transformará su existencia para siempre…. Si tiene alguna inquietud, no dude en escribirme a [email protected] o llamarme al (0057)317-4913705 © Fernando Alexis Jiménez

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Enero 26

Una reacción airada, un recuerdo que duele


n rapto de ira desencadenó la discusión. Primero unas palabras, luego un empujón y sin que ninguno de los dos tuviera tiempo de reaccionar con sensatez, el padre asestó un duro golpe a su hijo, al que sumó otro más. El muchacho respondió. Apenas comenzaba la mañana y

aunque el día lucía radiante, con un sol que estimulaba a vivir, se tornó ensombrecido para los dos. El chico, de 15 años, se fue de su casa por algún tiempo... Conocí de cerca el incidente. Mateo es comerciante. Serio, consagrado a su trabajo, optimista aunque las circunstancias evidencien adversidad, y con un tono de voz que revela calidez. Alex, su hijo, es estudiante que sobresale en sus notas, no tiene vicios, regularmente asiste a la iglesia y se ha caracterizado por participar en muchas actividades de ayuda a los demás. Un buen muchacho, en opinión de los vecinos. ¿Qué ocurrió? Su padre admitió que las relaciones se habían distanciado mucho. El jovencito argumentó que, producto de las ocupaciones de ambos, a duras penas se saludaban. En la noche solo había tiempo para ver un popular programa de televisión. La relación se había circunscrito a lo elemental... Y un incidente, pequeño, desembocó en un enfrentamiento de impredecibles consecuencias porque las heridas que más duelen no son las del cuerpo sino las del alma, y son además las que mayor tiempo tardan en cicatrizar... Prudencia ante las circunstancias tormentosas Esta historia tiene dos componentes. El primero, la necesidad de mantener una estrecha relación con nuestros hijos. Es fundamental. Contribuye a mantener la unidad del hogar y a generar un clima de amistad que permite evitar crisis posteriores. Si tan solo nos tomáramos unos minutos para dialogar, detendríamos grandes problemas... El segundo, la necesidad de permanecer alerta ante las reacciones airadas. No tener dominio propio trae grandes problemas y dimensiona situaciones que sería fácil resolver. Esa fue la razón por la que el rey Salomón advirtió: “El necio al punto da a conocer su ira; Mas el que no hace caso de la injuria es prudente.” (Proverbios 12:16). La próxima vez que se vea confrontado con una situación compleja, tome unos segundos para meditar antes de actuar. Es un extraordinario recurso para frenar la ira. Pero ante todo, pida a Dios que controle sus reacciones... Con Su ayuda podremos lograrlo... Que no pase este día sin que haya recibido a Jesucristo en su corazón como su único y suficiente Salvador. No deje pasar esta oportunidad…. Si tiene alguna inquietud, no dude en escribirme a [email protected] o llamarme al (0057)317-4913705 © Fernando Alexis Jiménez

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Enero 27

El secreto para un amor duradero


ermán Escobar tiene 85 años. La mitad de su vida los ha compartido con su esposa. Ha sido un matrimonio feliz. En términos latinoamericanos, se podría decir que disfruta una buena vejez. A su edad, no depende de nadie. Trabaja vendiendo productos para el hogar. Va de

puerta en puerta. No espera jubilarse. Se acostumbró a trabajar desde niño y todavía lo hace. Es optimista, alegre y confiado que lo mejor está por llegar... De su adolescencia en Santa Rosa de Cabal, en Colombia, recuerda las jornadas que iniciaban desde la madrugada y que concluían cuando el sol moría entre las montañas. Eran otros tiempos. La meta era trabajar. Ser honrado, una virtud; fiel a la esposa, un principio irrenunciable y pagar las deudas, un compromiso de honor. Son tres elementos que le han caracterizado desde entonces. Y aunque todavía viste pantalón de paño, camisa de lana fresca y sombrero de corte argentino, considera que está a tono con la modernidad de los tiempos. Lo conocí accidentalmente. Y tras abordar diversos temas, le formulé la pregunta que tenía en mente desde un principio. ¿Cuál es el secreto para un matrimonio que se aproxima al medio siglo? “Respeto, fidelidad, comprensión y tolerancia”, me respondió. Respeto a la dignidad del cónyuge; fidelidad a los sentimientos de amor que comparten; comprensión cuando la pareja atraviesa momentos de crisis, y tolerancia para reconocer las diferencias, apenas naturales porque hombre y mujer son diferentes en su forma de pensar y de actuar. Su matrimonio también puede ser duradero Al hablar con Germán, recordé al apóstol Pedro cuando escribió este consejo imperecedero: “Vosotros, maridos, igualmente, vivid con ellas sabiamente, dando honor a la mujer como a vaso más frágil, y como a coherederas de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no tengan estorbo.”(1 Pedro 3:7). Seguramente muchos matrimonios tendrían asegurada su estabilidad y larga vida si tan solo se valorara la esposa y se tratara conforme su condición de mujer. Y no olvide que si involucramos al Señor Jesucristo en nuestro hogar, le pedimos orientación en los períodos de conflicto y buscamos caminar según sus principios, ninguna crisis podrá separar aquello que Dios unió... Que no pase este día sin que haya recibido a Jesucristo en su corazón como su único y suficiente Salvador. No deje pasar esta oportunidad…. Si tiene alguna inquietud, no dude en escribirme a [email protected] o llamarme al (0057)317-4913705 © Fernando Alexis Jiménez

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Enero 28

Mirando el mundo con los ojos de la esperanza Fernando Alexis Jiménez

ació ciego en una época en la que Grecia sólo valoraba la belleza, la perfección y los conocimientos. Creció rodeado de ciudades hermosas, enmarcadas por uno de los mares con el azul más intenso y puro que la naturaleza pueda concebir, pero no las pudo disfrutar con

sus propios ojos. Y desde niño, enfrentó la marginación. Pero ser invidente no impidió que Homero (sigo VIII a.C.) llegara a ser uno de los escritores más prolíficos y creativos de la historia antigua. Sus días eran igual que sus noches, oscuros. Y con el transcurrir del tiempo, que muchas veces se hizo más lento de lo que hubiese deseado, concibió las historias que plasmó en La Ilíada y La Odisea, obras que han inspirado a muchos aventureros en el mundo. Dueño de una memoria prodigiosa, articulaba los cantos y versos que luego volcaba a sus creaciones. Sin duda, un triunfador de tiempo completo que entró a formar parte de la historia con letras de oro en la galería de quienes no se dejan vencer por las adversidades. Marcó la diferencia porque, a pesar de la ceguera, vio el mundo con los ojos de la esperanza... Una luz ante la incertidumbre... Cuando leemos la historia de este insigne literato, nos confrontan dos realidades. La primera, que un ser humano no puede doblegarse ante las circunstancias y detenerse en el propósito de superarse. La decisión de atemorizarnos ante los obstáculos es nuestra, no de quienes nos rodean. La segunda, que en medio de la incertidumbre, cuando no sabemos qué decisión tomar, es a Dios a quien debemos acudir. El nos mostrará el camino como lo describe poéticamente el autor sagrado: “Porque contigo está el manantial de la vida; En tu luz veremos la luz”. (Salmos 36:9). Dios es quien nos fortalece para vencer en medio de las dificultades y nos ofrece la luz necesaria para tomar decisiones acertadas... ¡Animo... este día es una nueva oportunidad...! La mejor decisión que todo ser humano puede tomar, es recibir a Jesucristo como Señor y Salvador de su vida. Recíbale hoy en su corazón. Si tiene alguna inquietud, no dude en escribirme a [email protected] o llamarme al (0057)317-4913705 © Fernando Alexis Jiménez

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Enero 29

Avanzar siempre, hasta la meta... Fernando Alexis Jiménez

l sol moría en las montañas, escondiéndose con desgano detrás del volcán Puracé mientras la ciudad de Popayán, en Colombia, comenzaba a iluminarse con los faroles que adornan sus casas grandes, blancas e imponentes, últimos vestigios de la arquitectura colonial de hace dos

siglos. Eduardo Discoli entró como conquistador de la antigüedad, montando su fiel amigo “Chalchalero”, el moderno rocinante en el que ha recorrido más de cinco mil kilómetros desde cuando salió de su pueblo natal, San Pedro, en Argentina, en procura de conocer gran parte del mundo... Este quijote del siglo veintiuno no lucha contra molinos de viento sino contra la indiferencia. Su expedición la emprendió el 19 de agosto del 2001, cuando decidió materializar el sueño que acarició por 34 años: cabalgar por América, llegar a los Estados Unidos, embarcarse hasta España y desde allí, a lomo de caballo, hacer el rodeo necesario hasta Egipto, en el norte de Africa, país que constituye su más caro anhelo. Cada día recorre alrededor de treinta kilómetros. En su mente guarda las imágenes de los paradisíacos lugares que ha visitado, los que desde la distancia semejan postales de múltiples colores y que se convierten-- para propios y extraños-- en una réplica del paraíso terrenal. A cada lugar donde llega, habla del amor, de la tolerancia y de la necesidad de ponernos los zapatos del otro para aproximarnos a su forma de pensar, de actuar y sentir. “Es la mejor forma de comprender a los demás”, razona. Sabe que le resta mucho camino, pero sigue con optimismo, fe y confianza. Llegará a su meta. Lo tiene claro. Lucha por ese propósito. Sabe que los ganadores no se rinden. ¿Por qué te detienes? Cuando escribía estas líneas sobre este soñador argentino, meditaba en dos elementos que le asisten: una meta por la que lucha y la indeclinable decisión de procurar alcanzarla, por encima de los obstáculos que encuentre en el camino. Igual en nuestra vida práctica. Debemos orientar esfuerzos y desvelos a nuestras metas. Y si lo trasladamos a la vida cristiana, nuestra meta suprema debe ser vivir a Jesucristo. El apóstol Pablo lo expresó así: “Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.” (Filipenses 3:13, 14). No importa que se levanten grandes dificultades. Si vamos asidos de la mano de Dios, nada nos podrá derrotar. Nos levantaremos en victoria, aún después de cada tropiezo. Fuimos llamados a ser vencedores y no derrotados. Hoy es el día apropiado para que le abra las puertas de su corazón a Jesucristo. Él transformará su existencia para siempre…. Si tiene alguna inquietud, no dude en escribirme a [email protected] o llamarme al (0057)317-4913705 © Fernando Alexis Jiménez

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Enero 30

¿Teme que los demás sepan que es cristiano? Fernando Alexis Jiménez

unca antes un café tinto le supo tan amargo con aquél día. Estaban en la cafetería. Caía la mañana y en esos breves minutos pretendían reponer fuerzas para seguir la revisión de libros contables. Llevaba cinco años en la División Financiera de la empresa y sólo en aquella

ocasión se vio confrontado con sus convicciones de fe: --¿De manera que eres cristiano?—le preguntó su compañero de oficina. No respondió nada. Fingió no escuchar. Revolvió el café una y otra y otra vez. --¿Me escuchas? Te pregunto si eres cristiano--. El tono insistente de la voz no le gustó nada. --¿Por qué?— --Hoy cuando abriste el escritorio, vi la Biblia en el primer cajón. Y por supuesto, ahora entiendo los cambios que has experimentado... ¡Te lo tenías bien guardado!—le dijo. El miró a su alrededor con el sigilo de quien oculta algo o está inmerso en una actividad clandestina y acaba de ser descubierto. Bajó la voz y lo confesó: --Sí, estoy yendo con mi esposa a una iglesia próxima a nuestro apartamento, pero por favor, no se lo digas a nadie mas ¿De acuerdo?--. Con una mirada fulminante quiso enfatizarle qué significaba ese “¿De acuerdo?”. --¿Qué tiene de malo que lo supieran?—Le interrogó su amigo. --Te lo pido... es un favor—insistió. No hablaron más. Terminaron el refrigerio y regresaron a su lugar de trabajo. Se sentía incómodo. No quería que nadie más lo supiera... las horas se tornaron muy prolongadas en el reloj de pared. Quería irse cuanto antes... ¿A qué le tememos? Con frecuencia apreciamos cristianos que profesan su fe “en lo secreto”. Es decir, no quieren que nadie más se entere. Pareciera que temen ser marginados o marcados quizá con un estigma por su condición de creyentes en Jesús. Aunque parezca insólito, hay quienes llevan su Biblia bien camuflada en bolsas plásticas o escondidas en el fondo de su portafolios, para que nadie más se entere de su condición de hijos de Dios. Y cuando van a entrar al templo, miran a todos los lados para asegurarse que “nadie conocido” los vio... Si usted actúa así, no olvide las palabras de nuestro amado Señor Jesús cuando dijo: “A cualquiera, pues, que me confiese delante de los hombres, yo también le confesaré delante de mi Padre que está en los cielos. Y a cualquiera que me niegue delante de los hombres, yo también le negaré delante de mi Padre que está en los cielos”(Mateo 10:32, 33). No hay razón para temer que los demás se enteren de nuestra fe. Por el contrario, proclamarlo, es una forma de contribuir a extender el reino de los cielos... ¡Hoy es del día de sentir sano orgullo de confesarnos seguidores del Señor Jesucristo! Que no pase este día sin que haya recibido a Jesucristo en su corazón como su único y suficiente Salvador. No deje pasar esta oportunidad…. Si tiene alguna inquietud, no dude en escribirme a [email protected] o llamarme al (0057)317-4913705 © Fernando Alexis Jiménez

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Enero 31

Una cruzada internacional por la niñez Fernando Alexis Jiménez

n paso puede ser corto y agradable, pero cuando son muchos, decenas, miles, se convierten en un doloroso trasegar. Y tienen mayor impacto cuando la marcha se realiza con los pies descalzos, por caminos de tierra suelta, senderos empedrados o largas e interminables

autopistas de asfalto que, con el calor del mediodía, se convierten en un verdadero infierno. Ese andar infatigable, enfrentando días de lluvia, soleados o fríos, lo emprendió Antonio Lizcano, un mensajero de 31 años que pretende recorrer los cinco mil kilómetros que separan a la provincia de Cundinamarca --en Colombia-- de Méjico, en Centroamérica. No es atleta ni su complexión menuda pretende serlo. Además, a medida que camina arrastra un carrito envuelto con la bandera de su país y el propósito que le llevó a emprender la maratónica empresa: sembrar entre quienes encuentre, la necesidad de cesar de una vez por todas el maltrato infantil... Cuando partió de Madrid, el pueblo donde reside, lo acompañaron su esposa y los tres hijos del matrimonio. Le siguieron con la mirada hasta que se perdió en el horizonte, decidido a tornar realidad su sueño. Siempre lleva en el corazón y en la mente a sus pequeños y considera que su esfuerzo, busca que no se repitan hechos crueles contra la infancia. Dios ama a los niños El colombiano Antonio Lizcano escogió este método para proclamar al mundo el valor de la niñez y recordarnos su ternura y fragilidad. Pero siglos antes lo hizo el propio Señor Jesucristo. El evangelio dice: “Y llamando Jesús a un niño, lo puso en medio de ellos, y dijo: De cierto os digo, que si no os volvéis y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos”(Mateo 18:3). Jesucristo amó a los niños. Representan el futuro de la humanidad. Son la herencia del mañana. Y como creyentes nos corresponde amarlos, comprenderlos, prodigarles amor, ternura y comprensión y tratarles con la misma dulzura con la que les trataría nuestro amado Dios. La mejor decisión que todo ser humano puede tomar, es recibir a Jesucristo como Señor y Salvador de su vida. Recíbale hoy en su corazón. Si tiene alguna inquietud, no dude en escribirme a [email protected] o llamarme al (0057)317-4913705 © Fernando Alexis Jiménez

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Plantación de Iglesias

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