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Julio 2000 Planimetría general de Madrid y visita general de casas, 1750-1751 (1) Francisco José Marín Perellón Historiador Entre 1749 y 1774 se realiza el catastro urbano más importante de todo el Anti- guo Régimen español, conocido como la Planimetría General de Madrid. Lo forman 557 planos de manzanas (de los que se conservan tres series) y 3 libros de asientos de casas (tres series). La documentación que sirvió para elaborar estas seis series re- coge 7.800 descripciones de otras tantas casas, ofreciéndonos de cada una de ellas una veintena de características: propieta- rio, dueños anteriores, plano parcelario de cada manzana, descripción de la configu- ración y estructura de cada inmueble, di- mensiones y calidad de la edificación, mención del nombre y número de los in- quilinos alojados por cuarto, situación im- positiva según la carga de aposento, etc. A lo anterior hay que añadir el denominador de fidelidad que acompaña a los planos y a la información catastral, lo que se explica por el hecho de constituir el resumen de las averiguaciones para fijar la carga de aposento, tributo debido por el asenta- miento de la Corte en la ciudad de Ma- drid (2). El marco temporal en que se ges- ta este catastro es, además, determinante: 1749 es el año en que tras el advenimiento 87 (1) Este artículo es el discurso ampliado de la conferencia dictada con igual título el 1 de febrero de 2000, incluida en el ciclo de conferencias que, bajo el denominador común de la Planimetría General de Ma- drid, se impartieron entre 19 de enero y 7 de marzo de este mismo año. El texto procede de mi artículo «La Planimetría General de Madrid y la Regalía de Apo- sento», en PLANIMETRÍA General de Madrid, La, Madrid, 1989, pp. 81-111. (2) Texto clásico para el conocimiento y evolu- ción de la Regalía de Aposento entre 1561 y 1626, M. MOLINA CAMPUZANO, Planos de Madrid de los Si- glos XVII y XVIII. Madrid, 1960, pp. 120-168. Detalle de las primeras consecuencias de la instauración de la Regalía en Madrid, en J. GÁLLEGO, «El Madrid de los Austrias: un urbanismo de teatro», en Revista de Occidente, n.º 73 (abril 1969), pp. 19-54. Tratados y co- llectáneas de época sobre la Regalía, J. BERMÚDEZ, Regalía del aposentamiento de Corte. Su origen y progresos. Le- yes, Ordenanzas y reales decretos para su cobranza y distribu- ción, que dedica al Rey, nuestro señor, don Joseph Bermúdez, del Consejo de S. M. y alcalde de la Real Casa y Corte. Ma- drid, Imprenta de Antonio Sanz: 1738 y A. DÍEZ NAVARRO, Alegación fiscal por el derecho y Regalías de la del Aposentamiento de Corte, escrita por el licenciado Andrés Díez Navarro, del consejo de Su Majestad, fiscal de la Real Junta de Aposento y honorario de la Sala de señores Alcaldes de Casa y Corte. [¿Madrid?], [s.i.]: [s.a.].

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Julio 2000

Planimetría general de Madridy visita general de casas, 1750-1751 (1)

Francisco José Marín PerellónHistoriador

Entre 1749 y 1774 se realiza el catastrourbano más importante de todo el Anti-guo Régimen español, conocido como laPlanimetría General de Madrid. Lo forman557 planos de manzanas (de los que seconservan tres series) y 3 libros de asientosde casas (tres series). La documentaciónque sirvió para elaborar estas seis series re-coge 7.800 descripciones de otras tantascasas, ofreciéndonos de cada una de ellasuna veintena de características: propieta-rio, dueños anteriores, plano parcelario decada manzana, descripción de la configu-ración y estructura de cada inmueble, di-mensiones y calidad de la edificación,mención del nombre y número de los in-quilinos alojados por cuarto, situación im-positiva según la carga de aposento, etc. A

lo anterior hay que añadir el denominadorde fidelidad que acompaña a los planos y ala información catastral, lo que se explicapor el hecho de constituir el resumen delas averiguaciones para fijar la carga deaposento, tributo debido por el asenta-miento de la Corte en la ciudad de Ma-drid (2). El marco temporal en que se ges-ta este catastro es, además, determinante:1749 es el año en que tras el advenimiento

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(1) Este artículo es el discurso ampliado de laconferencia dictada con igual título el 1 de febrero de2000, incluida en el ciclo de conferencias que, bajo eldenominador común de la Planimetría General de Ma-drid, se impartieron entre 19 de enero y 7 de marzo deeste mismo año. El texto procede de mi artículo «LaPlanimetría General de Madrid y la Regalía de Apo-sento», en PLANIMETRÍA General de Madrid, La,Madrid, 1989, pp. 81-111.

(2) Texto clásico para el conocimiento y evolu-ción de la Regalía de Aposento entre 1561 y 1626, M.MOLINA CAMPUZANO, Planos de Madrid de los Si-glos XVII y XVIII. Madrid, 1960, pp. 120-168. Detallede las primeras consecuencias de la instauración de laRegalía en Madrid, en J. GÁLLEGO, «El Madrid delos Austrias: un urbanismo de teatro», en Revista deOccidente, n.º 73 (abril 1969), pp. 19-54. Tratados y co-llectáneas de época sobre la Regalía, J. BERMÚDEZ,Regalía del aposentamiento de Corte. Su origen y progresos. Le-yes, Ordenanzas y reales decretos para su cobranza y distribu-ción, que dedica al Rey, nuestro señor, don Joseph Bermúdez,del Consejo de S. M. y alcalde de la Real Casa y Corte. Ma-drid, Imprenta de Antonio Sanz: 1738 y A. DÍEZNAVARRO, Alegación fiscal por el derecho y Regalías de ladel Aposentamiento de Corte, escrita por el licenciado AndrésDíez Navarro, del consejo de Su Majestad, fiscal de la RealJunta de Aposento y honorario de la Sala de señores Alcaldesde Casa y Corte. [¿Madrid?], [s.i.]: [s.a.].

de Fernando VI se promulgan, de la manode Zenón de Somodevilla, marqués de laEnsenada, una serie de medidas encamina-das a la completa reforma del sistema tri-butario castellano. No es casual, por lotanto, que la normativa que originó la Pla-nimetría General fuera dictada el mismo díaque los decretos para la formalización delProyecto de Única Contribución (3). PLANIMETRÍA GENERAL DE MADRID Y VISITA GENERAL DE CASAS, 1750-1751FRANCISCO JOSÉ MARÍN PERELLÓN

Conviene precisar, no obstante, que laPlanimetría General no es sino un registroactualizado de la carga de aposento de lascasas de Madrid entre 1750 y 1751. La in-tención perseguida el 22 de octubre de1749 era la adecuación de la variada tipolo-gía contributiva con las capacidades obje-tivas de los inmuebles de la ciudad. Paraello se sirvió de dos procedimientos. Elprimero había sido ya utilizado en anterio-res ocasiones, la llamada «Visita General»,consistente en el reconocimiento de las ca-sas para la estimación del pago del canon,ya fuera material, esto es, la cesión de lamitad del espacio construido para albergara un servidor real, o monetario, consisten-te en la estimación del alquiler que podíaproducir anualmente un inmueble para fi-jar la tercia parte con que contribuíananualmente. Existían además otros tiposcontributivos, englobados en la fórmulagenérica del privilegio de exención, loscuales no habían sido objeto hasta la fechade reconocimiento alguno (4). El segundo

procedimiento, absolutamente novedoso,fue la formación de un plano parcelario decada manzana, a fin de determinar la con-figuración y medidas de cada propiedad.Los datos obtenidos de este reconoci-miento, eminentemente catastral, debíancontrastarse con la situación contributivalegal de cada parcela para la fijación defini-tiva de la carga de aposento.

La Planimetría General no es, por estomismo, un verdadero catastro urbano enla acepción actual del término. Se trata deuna averiguación –todo lo completa que sequiera, eso sí– para la reforma de la Regalíade Aposento en Madrid. Empero, consti-tuye el precatastro más efectivo de cuantosse formaron en la España del Antiguo Ré-gimen, pues consiguió, con relativa efica-cia, los fines propuestos. Dado que la car-ga de aposento era una figura impositivaurbana que gravaba la propiedad inmue-ble, el levantamiento de una plano parcela-rio de toda la ciudad pudo permitir la de-tección de las múltiples irregularidades enel pago del impuesto, mediante el sencilloprocedimiento de confrontar el canon exi-gido y planta del inmueble. Por último,tras la realización de la Visita General de1750-1751, se formó un registro de pro-pietarios y parcelas, debidamente identifi-cados mediante número de manzana ycasa, sirviendo como instrumento útil parael cobro anual del impuesto. En otras pala-

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(3) Para el Proyecto de Única Contribución, laobra de referencia sigue siendo aún A. MATILLATASCÓN, La Única Contribución y el Catastro de Ensena-da. Madrid, 1947. Una descripción genérica de su es-tructura y estado de la cuestión, en C. CALVOALONSO, «El Catastro de Ensenada. Proyecto deÚnica contribución en la Corona de Castilla», en A.SEGURA Y MAS (coord.), El Catastro en España.1714-1906. De los Catastros del siglo XVIII a losAmillaramientos de la segunda mitad del siglo XIX.Madrid, 1988, pp. 89-111.

(4) Los privilegios de exención vinieron moti-vados, desde el reinado de Felipe II, por la necesidadde promover una edificación de calidad. Este procedi-miento consistía en convenir con el rey la exención dela carga de aposento, tanto la material como la de ter-cia parte, mediante el pago anual de un canon fijo, es-tablecido a partir de la evaluación de su posible renta

anual. El privilegio podía ser temporal –ya por años opor vidas de los beneficiarios y sus herederos–, o per-petuo. El canon, a su vez, podía ser con carga o sinella. La primera se satisfacía mediante los réditos deun censo consignativo establecido a favor de la Rega-lía de Aposento o por el pago anual de la cantidadconvenida. La existencia de casas privilegiadas perpe-tuamente sin carga sólo podía abordarse mediante laentrega de un sustancioso servicio monetario, estima-do mediante convenio con los visitadores o, como enlos casos de las exenciones genéricas de 1589 y añossucesivos, por la comisión de Pablo de Laguna y LuisGaitán de Ayala. El resto de los tipos de casas existen-tes, esto es, reducidas, propias de la Regalía, de derecho pren-dario, litigiosas, cedidas en libertad de otras, etc., represen-tan una mínima parte poco significativa para la totali-dad de la ciudad y los problemas que podían derivarsede su gestión.

bras, este registro urbano, producto de laInstrucción y Ordenanzas de 22 de octu-bre de 1749, permitieron la adecuada ges-tión de la Regalía de Aposento hasta 1845,cuando fue abolida tras las reformas ha-cendísticas de Alejandro Mon.

A continuación, se abordará el estudiode la Planimetría, tanto en sus elementosformales como en el proceso de su forma-ción y ejecución, lo que incluye la VisitaGeneral de 1750-1751 y la formación de loslibros de registro (5), entre1751 y 1774.

Las disposiciones normativasde 22 de octubre de 1749

En esa fecha, en el Real Sitio de SanLorenzo, «el rey, habiendo resuelto reducirla regalía de aposento a un ramo de la RealHacienda, y que el Superintendente Gene-ral de ella cuide de que se administre porsus subalternos y subdelegado que nom-brare con absoluta independencia de losconsejos y demás juzgados [...] en los casosque señalaré en estas ordenanzas, cesando(en cuanto sean contrarias a éstas) las for-madas en Madrid a 18 de junio de 1621que se dirigieron a la Junta de Aposento,que queda extinguida [...]» (6). A primeravista, nada hace suponer que estas orde-nanzas sean sensiblemente diferentes a laspromovidas por Diego del Corral cientoveintiocho años antes, pero según avanza-mos en su lectura, las novedades en losprocedimientos instituidos son notorias.Lo que conocemos por ordenanzas son,en realidad, dos documentos distintos: las

«Ordenanzas para la administración, co-branza y distribución del aposentamientode Corte» (7), de 22 de octubre de 1749 yla «Instrucción que el rey [...] ha resuelto seobserve por el Visitador General y Visita-dores que han de entender en la visita [...]de todas las casas de la corte, para la cargacon que deben contribuir por la Regalíadel Hospedaje de su Real Familia» (8), dela misma fecha. El sentido último de talestextos es doble: racionalizar la propia ad-ministración del aposento y el tributo ensí. Veamos cómo se produce la nuevaplanta a lo largo de las veinticuatro orde-nanzas que la forman:

1. Nueva estructura de la Regalía deAposento. Para empezar, se suprime laJunta de Aposento, incluyéndose la regalíaen la Superintendencia General de Ha-cienda. Su nueva administración la inte-gran un Intendente, un delegado regio contítulo de Visitador General, escribano, al-guacil y maestro de obras, a quienes se fa-culta para recibir los papeles de la antiguaJunta, tanto pleitos pendientes como la to-talidad de libros y legajos del archivo. Aéstos se suma una nueva contaduría afectaal servicio de la regalía, con la obligaciónde llevar un registro de casas y libranzas.Para esta finalidad se dota de seis oficiales(mayor, dos segundos, tercero, cuarto yquinto). Sobre las consignaciones de apo-sento, el contador tendrá obligación de ex-tender certificaciones anuales, con indica-ción del producto expresado por tipos, asícomo llevar cuenta de los sueldos de losempleados de la regalía. La contaduríatambién administrará directamente aque-llos inmuebles cedidos al aposento en pro-

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(5) La acepción de libro de registro o libro re-gistro debe ser, según la documentación consultada, laque corresponde a libro de asiento según el Diccionario dela Real Academia, esto es, el que sirve para anotar o escribirlo que importa tener presente, Madrid, ed. de 1984, p. 831.

(6) Novísima Recopilación de las Leyes de España, lib.III, tít. XV, leyes I y II; A.H.N., OSUNA, leg. 3117,núm. 71 y Cartas, 427, tomo I; CONSEJOS SUPRI-MIDOS, lib. 1480, n.º 30. Tambien se encuentran encualquiera de los ejemplares de la Planimetría, lib. 1.º deasientos.

(7) Promulgadas mediante la fórmula del RealDecreto. En este caso, Real Decreto de Fernando VI por elque se determina la nueva administración de la Regalía de Apo-sento como ramo de la Real Hacienda por el SuperintendenteGeneral y subdelegados de ella. 1749, octubre, 22, San Lo-renzo de El Escorial.

(8) Dictada mediante la fórmula normativa ho-mónima, esto es, Real Instrucción de Fernando VI determi-nando la realización de una visita general de las casas de Ma-drid para la nueva administración de la Regalía de Aposento.1749, octubre, 22, San Lorenzo de El Escorial.

piedad (por la libertad de otros) o los em-bargados por pleitos, con la pretensión deque sean productivos –a través de una se-rie de autos–. Otra norma de gran interéses la ordenanza decimosexta, por la que seobliga a todos los escribanos en ejercicio ala entrega de copias de cuantas escriturasde transmisiones de casas se otorguen antesus escribanías respectivas. Constituirá,junto a los libros de asientos, un preludioútil para el futuro registro de la propiedadurbana del siglo XIX. En 25 de octubre,mediante Real Orden, se nombran a losintegrantes del nuevo juzgado, con la do-tación que debían percibir anualmente:Juan Francisco de Luján y Arce comoIntendente, con 30.000 reales, Juan Anto-nio de Espina, Contador General, con20.000, Manuel de Miranda y Testa, Visita-dor General, con otros tantos 20.000 rea-les, José de Guardia y Azpilaga, oficial pri-mero, con 6.600, Manuel Carrión y José deCastro y Maza, oficiales segundos, con5.500 reales respectivamente, José de Sol-devilla, oficial tercero, con 4.400, Juan Lá-zaro Martínez, oficial cuarto, con 3.300, yFrancisco de la Madrid, oficial quinto, con3.300. Los sueldos del personal subalter-no, esto es, un escribano del juzgado y unalguacil, se dotaron con 550 reales anualescada uno. Por último, se estimó necesariocrear una plaza de administrador de efec-tos de la Regalía de Aposento, dotado con4.400 reales anuales. Así, los honorariosdel personal fijo arrojaban un monto anualde 100.800 reales (9).

2. La organización del aposento. Unode los deseos de la nueva administraciónera la simplificación de los tipos tributarios.Para ello se reducen todos los privilegios ala contribución monetaria, aunque se reco-nozcan los derechos adquiridos en privile-gios de exención. Ejemplo de ello es el auto

que consigna todas las casas materialescomo de tercia parte, determinando su re-conocimiento periódico para la exacción dela tercera parte de su alquiler y los plazos deadmisión de posibles reclamaciones ante laretasa. Un segundo punto consideradocomo básico era la agilización de los trámi-tes en las consignaciones de aposento. Lasupresión de casas materiales produce ladesaparición del huésped de aposento, sus-tituyéndose la cesión del inmueble por unalibranza en dinero. Así se evitaban los pro-blemas que generaba el aposento material,desde las reticencias de los propietarios enrecibir el huésped hasta las susceptibilida-des originadas por cuestiones de preemi-nencia entre servidores de categoría similar.Otro conjunto de medidas serán las queagilicen la concesión de los privilegios deexención, aglutinando el antiguo sistema dela composición de aposento. En su conce-sión se eliminan los reconocimientos conti-nuos de solares e inmuebles, limitando a laconfrontación entre el proyecto de fábricay los libros registro la conveniencia de laexención. El objeto de las medidas es, pues,el de una pretendida utilidad pública: «Por-que conviene se despachen privilegios, conla carga correspondiente, a los dueños delas casa que lo soliciten, para que en lo su-cesivo no pueda aumentárseles más grava-men.» Sin embargo, el verdadero objeto espromover un procedimiento uniformador.Toda variedad de casas (exentas por liber-tad temporal o perpetua, las que contribu-yen por piezas, las cedidas por libertad deotras, aquellas tomadas por derecho pren-dario, de tercia parte, materiales y reduci-das) son susceptibles de recibir un canonmonetario para la satisfacción del real apo-sento. La única diferencia será que éste seafijo (privilegiado) o creciente (no privilegia-do). El privilegio constituirá desde enton-ces una medida punitiva para quienes no le-vanten inmuebles de la calidad exigida,habida cuenta que sólo se concede el privi-legio si se aumenta el aposento. Las venta-jas para la regalía son múltiples: partiendodel supuesto que no todas las casas se van aprivilegiar a la vez, la totalidad de casas de

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(9) Real Orden comunicada de Zenón de Somodevilla,Marqués de la Ensenada, a Manuel Antonio de Orcasitas, Te-sorero General, nombrando a los ministros del nuevo juzgado deaposento y determinando sus sueldos. 1749, octubre, 25, SanLorenzo de El Escorial. A.H.N., FF. CC., Ministeriode Hacienda, lib. 6665, ff. 167r-170r.

tercia parte son objeto de retasas periódi-cas, las más de las veces con el resultado deincrementar la carga. De esta forma, los in-gresos por cargas de aposento pueden cre-cer correlativamente sobre las libranzas.Todas las estrategias, pues, conducen a unmismo fin: intentar un crecimiento conti-nuo del impuesto y lo que no es menos im-portante, la conversión del antiguo tributode aposento en un gravamen sobre los al-quileres, lo que constituye un impuesto so-bre la propiedad, algo muy lejano del primi-tivo sentido de aposentamiento regio.

Las ordenanzas se completan con laformación de una Visita General de las casasde Madrid. El problema de este tipo de re-conocimientos, ya esbozados en la visitade 1618-1619 y la de 1625-32, era que ladocumentación resultante fuera efectivapara controlar el pago del tributo. El fin dela mayoría de ellas, tras meses –a vecesaños– de intenso y costoso trabajo, era elde archivarse como libro registro, a efec-tos de tener siempre presente las cargas es-tablecidas para cada casa y propieta-rio (10). Para evitar este y otros males seforma la Instrucción arriba citada, estruc-turada en dieciséis autos correspondientesa tres planos bien diferenciados.

La Visita General. Este reconocimientoserá dirigido por el Visitador General,quien nombrará a varios visitadores parti-culares –los aposentadores, fiscal, secreta-rio, y contadores de la antigua Junta–, a losque se agregan un maestro de obras, algua-cil y escribano. Establecido el procedi-

miento, se indican los datos a recoger deforma rápida y organizada: cuartel o ba-rrio, con consignación de la parroquia ycalle, medidas, lindes y extensión de cadacasa y un plano de cada manzana, dondedeben representarse todas y cada una delas casas visitadas. Siguen los datos referi-dos a la propiedad, como nombre del due-ño y administrador, si lo tuviere, y carga acontribuir al aposento, explicando su tipoy mencionando los privilegios de que gozala finca. La visita prestará un interés espe-cial a los solares y casas ruinosas con unadoble intención: evitar el impago del tribu-to y promover su edificación.

La etapa de verificación. Tras el acopiode datos, el interés se cifra en averiguar lasituación jurídica ante el tributo, confron-tando las cargas y cuantos privilegios dis-fruten los propietarios con la extensiónreal y calidad de cada inmueble. Se da unplazo para la presentación de títulos, conlo que se cobrarían atrasos y a través delexamen de los títulos y los datos extraídosde la Visita, determinar si conviene o no elaumento del gravamen.

El cobro del derecho. Tasada la cargade cada inmueble, con el aumento corres-pondiente si hubiera lugar, el objeto era larapidez en el cobro, «que no [se] cause per-juicio al que goza el derecho». Cuando lasdiligencias en la fijación de cargas sean an-teriores al primero de octubre, el nuevocanon será efectivo a partir de julio del añosiguiente, mientras que si fueran posterio-res, aquél correría desde la Navidad si-guiente. Son los casos de los asientos de laPlanimetría en que se cita «desde San Juande 1756 [...]» o «desde Navidad de 1756[...]». Otro tanto ocurre en caso de agraviode edificios colindantes en la fijación delcanon, para los que se establece un proce-dimiento de apelación y acuerdo.

La instrucción recoge, por último, va-rios autos sobre situaciones contributivasconcretas, que en algunos casos, son he-rencia de las primeras visitas efectuadassobre Madrid. En el auto decimosexto serecuerda a los propietarios de casas de laPlaza Mayor y traviesas que deben cumplir

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(10) Empero, los sistemas utilizados para elcontrol de los inmuebles eran, como poco, dificulto-sos. No hay que olvidar que, hasta 1749, el único pro-cedimiento para la localización de una casa concretaera mediante la identificación del nombre de su pro-pietario y la vía pública en la que se emplazaba. Si aña-dimos que la toponímia no se encontraba sistemática-mente uniformada, y que los cambios en la propiedadurbana eran muy frecuentes, los trabajos para la ubica-ción de inmuebles sólo se resolvían mediante la pers-picacia de los oficiales y escribanos de la antigua Junta,quienes identificaban las fincas mediante números encada uno de los libros registro formados en cada visitageneral realizada.

con las condiciones de los privilegios deexención concedidos para la apertura de laplaza, so pena de su pérdida, y en el deci-moquinto, la abolición de las exencionesde conventos y monasterios que alquilasentiendas y cuartos de la fábrica conventual aparticulares, antes bajo la exención genéri-ca de uso sagrado.

Al igual que en las Ordenanzas, en elmismo día 25 son nombrados los inte-grantes de la nueva Visita General. Comovisitadores particulares son elegidos losaposentadores de la extinta Junta, a la sa-zón Francisco Díaz de la Fuente, AntonioMulsa, Bartolomé Bernal, Ignacio de Ria-ño, Bartolomé Tejo, Julián Vicente deHermosilla y Juan Antonio Benedid, con8.000 reales anuales cada uno. Para las ta-reas de medición, se estimaron necesarioslos trabajos de siete maestros de obras,con una dotación anual de 4.400 realescada uno, siete escribanos, con 3.300 rea-les por cabeza, y otros tantos alguaciles deCorte, que no cobran por su trabajo. Porúltimo, se nombran dos asistentes para elVisitador General, con cargo de tramitaraquellos aspectos propios de la nueva visi-ta, con una asignación de 3.850 reales. Elpresupuesto anual para la Visita General seestimaba, solamente en dotación de suel-dos, en la nada desdeñable cantidad de117.600 reales (11).

La visita general de casas de1750-1751

Aunque la intención del Marqués de laEnsenada era que los trabajos fueran in-mediatos, la prisa no era compartida porlos miembros de la antigua Junta, ya por elrecelo que inspiraba la nueva administra-ción o por el hecho de tener contados losdías al servicio del rey. Buena prueba deello es la relativa tardanza en la toma de ra-

zón del título de Visitador General. Hastael 28 de febrero siguiente no se produce enlas contadurías generales, mientras quepara la de cuentas y la nueva del real hos-pedaje de corte deba esperarse al 7 y 9 dejulio de 1750 respectivamente, fechas enque ya se llevaban empleados varios mesesen la nueva visita. Añádase que, ínterin, losvisitadores particulares no habían recibidoni un maravedí desde la supresión de laJunta el 22 de octubre, por lo que, ante suslegítimas quejas, debiera arbitrarse que elpago de sus salarios fuera efectivo desdeese mismo día (12). Otra de las razones sevinculaba al procedimiento de la visita.Aun cuando en las ordenanzas y la instruc-ción la minuciosidad fuera la regla de oro,la realidad exigía una serie de trabajos pre-vios e imprescindibles para la ejecución dela misma, trabajos que no venían recogi-dos en la legislación: organizar las tareasde visitadores particulares, plantear el sis-tema de trabajo y utilizar a un elevado nú-mero de personas (alguaciles, escribanos,maestros de obras, etc.). Y no se olvide undato a tener en cuenta: el visitador general,Manuel de Miranda, no cesaba de recor-darle al Marqués de la Ensenada la obliga-toriedad de no demorar la Visita Generalmás allá de dos años. Y esto por dos im-portantes razones. En palabras del Visita-dor, cada año de visita suponía un gasto ensalarios cifrado en 117.600 reales. Por otrolado, los aumentos de cargas sólo eranefectivos al semestre siguiente, con lo quea mayor tardanza en su ejecución, el cobrodel incremento contributivo perseguido sedemoraba indefectiblemente.

En la organización general de la visita,Manuel de Miranda optó por distribuir lostrabajos en siete mesas. Cada una de ellasestaba servida por un visitador particular,un arquitecto, un escribano y un alguacil,

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(11) Véase la Real Orden citada, A.H.N., FF.CC., Ministerio de Hacienda, lib. 6665, ff. 167r-170r.

(12) Real Orden comunicada de Zenón de Somodevilla,Marqués de la Ensenada, a Manuel Antonio de Orcasitas, Te-sorero General, determinando que los visitadores particulares re-ciban su sueldo desde la fecha de extinción de la Junta de Apo-sento. 1750, marzo, 16, Buen Retiro. A.H.N., FF. CC.,Ministerio de Hacienda, lib. 6666, ff. 113r-v.

los cuales visitaban un número preestable-cido de manzanas. Cada mesa recibía la vi-sita particular de las manzanas asignadas,recabando de los propietarios la entrega delos títulos de propiedad de cada inmuebley los privilegios originales, si los hubiera,de exención de aposento.

Consecuentemente, hubo de numerarpor vez primera todas las manzanas y ca-sas de Madrid. Las visitas anteriores (1610,1618-1619 y 1625-1632), remitían genéri-camente a ubicaciones topográficas, enocasiones anotadas mediante un número,o relaciones alfabéticas de propietarios.Así, la de 1610, referida sólo a casas a lamalicia, ordenaba los asientos por un re-gistro alfabético de calles y casas donde serecogían propietario y administrador,completando la localización topográficacon la cita de propietarios colindantes. Lade 1618-1619 añadía en la secuencia gene-ral un número determinado para cadacasa. En la de 1625-32, se combinaba la se-cuencia de visita con otra nueva asigna-ción numérica, distinta a la empleada en lavisita anterior. Al transcurrir el tiempo ydesaparecer los propietarios originales, ha-bía fincas privilegiadas ilocalizables en losasientos, de la misma forma que otras, par-celadas entre herederos, se remitían a unsolo asiento, o aquellas otras edificadastras 1632, por lo que no recibieron jamáscarga alguna. La misma estructura de losregistros por índice alfabético de calles di-ficultaba la localización de inmuebles con-cretos (13). Súmese a este complejo pano-rama una cartografía incompleta y pocofiable, y tendremos un elevado grado dedificultad para la ubicación de casas.

El sistema elegido para esta visita fue lanumeración general de manzanas y casas.Previamente, se asignaron todas las man-zanas de la ciudad en siete relaciones, unapor cada mesa y visitador, sin mencionarnúmero definitivo. En el procedimientode la visita particular de cada manzana, los

arquitectos encargados anotaban una nu-meración creciente para identificar cadauna de las parcelas que la conformaban.Después de esto, las manzanas ya visitadasrecibían su número por el Visitador Gene-ral y sus ayudantes, a medida que la visitaproseguía, y tras el examen de los trabajosde cada mesa respectiva (14). Éstos utiliza-ron el único plano relativamente fiablepara tal asignación, esto es, el de Pedro Te-xeira (15), sobre el cual se numeraron cadauna de las manzanas, desde la ocupada porel Hospital General (número 1), hasta lasextensas propiedades del príncipe Pío deSaboya (número 557). Así, la numeraciónefectiva de todas las manzanas no se reali-zó sino hasta que se concluyó toda la visi-ta, a fines de 1751. La existencia de manza-nas con el mismo número, perceptible enmuy pocos casos, responde a problemasresueltos sobre la marcha por Manuel deMiranda, problemas que explicaremos encada caso más adelante.

En los primeros meses de 1750 se arti-cularon todos los procedimientos, asignan-do a los visitadores particulares una rela-ción de manzanas, genéricamente agrupa-das por parroquias o grandes áreas de laciudad. A la vez, se contratan cuatro arqui-tectos para levantar los planos de cadamanzana, asignándose el total de manzanasde la ciudad a cuatro relaciones, una paracada uno de los maestros de obras: Nicolásde Churriguera, Ventura Padierne, Fernan-do de Moradillo y José Arredondo. Losotros tres arquitectos restantes fueron em-pleados en levantamientos de parcelas encada mesa, a fin de determinar la correla-ción entre privilegios antiguos y extensión

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FRANCISCO JOSÉ MARÍN PERELLÓN

(13) Véase el catálogo de topónimos enM. MOLINA CAMPUZANO, ob. cit, pp. 509-800.

(14) Esto es facilmente constatable por la con-sulta de los 557 cuadernos de la visita. En todos ellospuede apreciarse que después de la mención de Man-zana número se deja un espacio en blanco, consignadoposteriormente con otra tinta y de la misma mano.

(15) La Regalía disponía de un ejemplar del pla-no, mencionado en los sucesivos inventarios como«un plano antiguo de Madrid». A éste se añade, tras1769, un ejemplar del plano de Espinosa, descritocomo «otro moderno».

efectiva del inmueble. Aunque se ha co-mentado que todas estas mediciones debie-ron ser supervisadas por uno de los maes-tros de obra que realizaron los levanta-mientos, como señalaba en el siglo XIXFermín Caballero y Morgaez, lo más proba-ble es que la supervisión de las tareas de nu-meración de manzanas y casas fuera aco-metida por el propio Visitador General. Latarea posterior de supervisar la reducciónde los planos si fue obra de un maestro deobras, en este caso Miguel Hernández, lue-go arquitecto de la regalía. Por último, seutilizan los servicios de varios escribanos,Juan de la Serranes, José Morillo, Juan deCarranza, Juan Navarro, Jeroteo Morales,Manuel Galeote, Juan Coronado y ManuelMartel, a quienes se encomienda la asisten-cia a la visita y el despacho de los asuntosgenerados en ella. Cuando ésta acabó, en1762, la documentación de visitadores y es-cribanos relativa a entrega de títulos de pro-piedad se agrupó por el nombre de cadauno, archivándose para su conservación yconsulta bajo el epígrafe de «mesas». Todosestos trabajos debieron de ser anteriores al18 de febrero de 1750, fecha en la que se le-vanta, por el visitador Ignacio de Riaño yMulsa, el Cuaderno de la visita de la manza-na número 12, primera de la Visita General.

1. El reconocimiento de las manzanasde Madrid. 1750-1751. En estos dos añosse visitaron las 557 manzanas de la ciudadsegún los procedimientos marcados en losautos segundo y tercero de la Instrucción,levantándose un acta por cada una de lasmanzanas. Para que el trabajo avanzase conrapidez, la visita seguía el ritmo de los ar-quitectos en el levantamiento de los planos,debido al menor número de éstos que devisitas. Los datos a extraer se recogen en lostres tipos de documentos que constituyenel acta de cada manzana (16):

Cuaderno de la visita. Encabezado porla descripción de la manzana y número, ca-

lles que la ciñen y parroquia a la que perte-nece, enumera cada una de las casas que laintegran, indicando propietario, calle o ca-lles a la que la casa da frente y medidas dela fachada, medianerías y testero, exten-sión edificada, número de plantas y cuar-tos por cada una y todas las tiendas y talle-res que se encuentren. El capítulo referidoa la regalía, consignado muy sucintamentepor las noticias que diera el propietario oadministrador, se esperaba rellenar con lostítulos que debían proporcionar aquéllos, aquienes se compelía a su entrega tras unbreve plazo.

Cuaderno de alquileres. Consignado deforma heterogénea según el visitador, re-coge de nuevo el nombre del propietario oadministrador, señalando el del inquilinoalojado en cada cuarto con el alquiler quedebe pagar anualmente en reales. Ocasio-nalmente, sigue un estadillo resumen deltotal de la renta generada por los alquileresde cada casa.

Planos de las manzanas. Consideradosperdidos hasta 1988, la única referenciaque teníamos de ellos era la que diera Fer-mín Caballero (17), quien aludía a unosplanos de la visita levantados a una escalade 1:300 y conservados en la oficina deaposento para su consulta. Tales planos seconservan hoy en el Archivo HistóricoNacional (18). El conjunto está formadopor unos 586 ejemplares, agrupados origi-nariamente en seis gruesos cartapacios de100 planos cada uno en pésimas condicio-nes físicas. Del total, 567 pertenecen a laVisita General de 1750-51, dibujándosemanzana a manzana la totalidad de la ciu-dad (19). A diferencia de la Planimetría, quecomentaremos más adelante, cada uno delos planos es original del arquitecto que lolevantara, consignándose una certificaciónfirmada que acredita la finalización del le-vantamiento y una serie de indicaciones

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PLANIMETRÍA GENERAL DE MADRID Y VISITA GENERAL DE CASAS, 1750-1751

(16) Tales actas se conservan en A.H.N., FF.CC., Delegación de Hacienda, fondo histórico, legs. 1a 53 y 2041. Se han perdido 12 actas, correspondientesa las manzanas 10, 171 a 180 y 264.

(17) Ob. cit., p. 84.(18) FF. CC. Delegación de Hacienda, fondo

histórico, carpetas K-1 a K-38.(19) Sólo falta el correspondiente a la manzana

452, hasta ahora perdido.

toponímicas y catastrales de gran valor, encuanto que no fueron trasladadas a la Pla-nimetría. Las escalas son menores que enésta, todas en pies y varas castellanas, lamayoría de ellas equivalentes a la comúnde 1:267. De estos 567 planos, 547 están ala común de 1:267, 2 a la de 1:163, 2 a la de1:176, 4 a la de 1:330, 7 a la de 1:538, 1 a lade 1:576, 1 a la de 1:593, 2 a la de 1:805 y 1a la de 1:3073.

En cada acta, por último, se consigna-ban dos fechas, una de ellas como data dela visita y una segunda relativa a su puestaen limpio por el escribano de turno. La di-ferencia entre ellas –desde una semanahasta un mes– sugiere la existencia de unplazo impuesto a los visitadores para su re-cogida, habida cuenta que los datos extraí-dos debían confrontarse por partida doblecon los títulos presentados por los particu-lares y los antiguos libros de la Junta.

2. La etapa de verificación. 1750-1762.Ya hemos dicho que, a la par que se efec-tuaba el reconocimiento, los visitadoresexigían a los propietarios la obligación depresentar los títulos que acreditasen el dis-frute de privilegios. Cumplidos regular-mente los plazos de entrega, desde 1750 seprocede por los visitadores a la verifica-ción de las cargas, confrontando la veraci-dad de los privilegios de exención con laextensión y calidad reales de cada inmue-ble. En gran número de casos, el trabajo seprolongó más tiempo del debido, pueshubo de remitirse a los viejos libros deaposento, cuando no a los Libros deAcuerdos de la Junta. Si en la confronta-ción la situación contributiva era correlati-va con su extensión y calidad, la carga nosufría incremento, asentándose como defi-nitiva, mas si no lo era, se formaban losautos correspondientes de aumento decarga, generalmente por carencia de privi-legio, sitios sin privilegiar, retasa de alqui-leres o cobro de atrasos. En todos loscasos, debían someterse de nuevo a losplazos de reclamación y notificación gené-ricos a este tipo de procedimientos. Lapropia experiencia adquirida en la visitadio pruebas de que el vacío contributivo

era enorme, y se producía generalmente deforma fraudulenta: atraso en el pago deltributo, en ocasiones de varios años; casaslibres por desconocimiento o por no de-clararse su existencia; sitios de casas exen-tas que por ocultación o por imprecisiónde los privilegios no contribuían, etc. For-mados los autos en cada caso y notificaday reconocida la nueva carga por el propie-tario, se asentaban como definitivas. Prue-ba de la imprecisión de las cargas anterio-res a 1749 era que la contribución anual detodas las casas de Madrid en 1750 ascendíaa un total de 30.092.331 maravedis, mien-tras que en 1760, el total anual era de42.079.408 maravedís (20). La visita de1750 supuso un incremento de más de untercio de la cantidad recaudada antes de1750.

Documentalmente, cada auto por au-mento de cargas se ordenaba por manza-nas, configurando el llamado cuaderno decargas, y adjuntándose al resto de la docu-mentación (21). En éstos se repetían losdatos referentes a la propiedad, situacióntopográfica y otros de cuadernos anterio-res, haciendo mención de todos los privi-legios concedidos a cada inmueble concuantos cambios hubiese sufrido en su si-tuación tributaria para el aposento. Por úl-timo, se resumían los datos en un estadillo,donde se anotaban una serie de variablescomunes a todas las casas, como casas pri-vilegiadas, carga antigua, aumentos produ-cidos tras la visita y cargas definitivas.

3. La formación de los Libros Regis-tro. 1762-1764. La Instrucción señalaba(autos tercero y duodécimo) que los asien-tos formados en la visita se ordenarancomo libros registro, a semejanza de otroslibros de aposento de la Junta. Empero,aquélla no precisaba cómo debían hacerse–si generales, por tipos de casas o por re-gistros alfabéticos– lo que produce una

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(20) A.H.N., FF. CC., Delegación de Hacienda,fondo histórico, leg. 148.

(21) Una copia de cada auto se encuentra enA.H.N., FF. CC., Delegación de Hacienda, fondo his-tórico, legs. 170 y 171.

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PLANIMETRÍA GENERAL DE MADRID Y VISITA GENERAL DE CASAS, 1750-1751

Figuras 1, 2 y 3Planos de la Visita General de las manzanas 203, 276 y 290

cierta indecisión en la documentación pos-terior a la visita. Prueba de ello es aquellagenerada por aplicación de la ordenanzanovena, que consignaba como casas detercia parte aquellas que eran materialesantes de 1749. Para ello se había formadoantes de la visita una relación de las exis-tentes para las nuevas cargas que debíanrecibir (22), que se completó despues de1762 para consignar la carga monetaria.Éstas se encabezan como Relaciones Genera-les de todas las casas de Madrid, de la manzananúmero 1 a la 265 (23), y de la manzana266 a la 557 (24), formadas entre 1758 y1762.

Este registro de casas materiales podríasugerir que la visita se ordenaría según lasordenanzas de 1621. Así, también se for-mó un libro de casas reducidas (aquellasque por pago de un canon se eximían de sucondición de materiales) (25), realizadoentre 1758 y 1760 y otro de casas privile-giadas, realizado entre 1758 y 1761 (26).Dado que la actividad de la regalía de apo-sento no se interrumpió durante la visita,los privilegios despachados entre 1750 y1762 debieron incluirse en un futuro regis-tro de casas, para lo cual se forma una rela-ción de casas tramitadas entre estas fe-chas (27), lo que indica que hasta 1762 no

se comienza la formación definitiva de losLibros Registro, origen de la Planimetría yde los Libros de Asientos de las casas deMadrid.

Sin embargo, la experiencia de los dosaños de Visita General motivaron que losLibros de asientos definitivos siguieran, enla medida de lo posible, la estructura deasientos de propietarios ordenados pormanzanas y casas, esto es, en absoluta co-rrespondencia con los planos de manza-nas. A tal efecto, se formó un borrador, ti-tulado Relación General de las casas de Ma-drid (28), que es el resultado de los tanteosentre 1758 y 1762 para definir la estructurade los libros registro. Se conserva en seisgruesos legajos, cada uno de ellos con losasientos de cien manzanas, excepto el últi-mo, con cincuenta y siete. Su ordenacióninterna es mediante asientos ordenadospor numeración de manzanas y casas, de-dicándose a cada una de éstas una sola pá-gina. Cada asiento recoge el propietariodel inmueble en 1750-1751, mencionán-dose el que lo fuera en 1752-1762 si la casarecibió algún privilegio pasada la visita; an-teriores propietarios en las visitas de 1610,1618-1619 y 1625-1632, y los que gananprivilegios de cualquier tipo entre 1587 y1749. A continuación, la carga con la quecontribuyen, refiriendo los aumentos deésta por autos de cualquier tipo ejecutadoscontra el inmueble entre 1751 y 1762, y losdatos estrictamente topográficos: fachadadel inmueble con sus medidas y extensión.Un detalle importante es que no figure elalquiler anual en reales, dato que sí se reco-ge en los ejemplares de los Libros deAsientos. Cuando la casa está formada poragregación de inmuebles colindantes, losllamados «sitios», toda la información decada uno de ellos se menciona por separa-do, antecediendo a la fijación de la cargaen la visita general. Este dato es un hechode extraordinaria importancia, en cuantoque a través de estudios de desagregación

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(22) A.H.N., FF. CC., Delegación de Hacienda,fondo histórico, leg. 147.

(23) A.H.N., FF. CC., Delegación de Hacienda,fondo histórico, leg. 147.

(24) Hasta ahora perdido.(25) Relación general de las casas de Madrid que se ha-

llan reducidas, con indicación de su situación topográfica, dueñoy carga señalada por la Regalía. A.H.N., FF. CC., Delega-ción de Hacienda, fondo histórico, leg. 147.

(26) Relación por manzanas (de la 1 a la 120 inclusi-ve) de las casas de Madrid que se hallan privilegiadas de cargasde aposento, con indicación de su situación topográfica y dueño.A.H.N., FF. CC., Delegación de Hacienda, fondo his-tórico, leg. 60. Es muy posible que esta relación secomplete con otras donde se encuentren el resto delas manzanas.

(27) Relación general de las casas no incluidas en la Vi-sita General de 1750 por no estar despachadas en la Regalía deAposento, con indicación de su situación topográfica, dueño, car-ga de aposento y atrasos hasta 12 de marzo de 1762. A.H.N.,FF. CC., Delegación de Hacienda, fondo histórico,leg. 147.

(28) A.H.N., FF. CC., Delegación de Hacienda,fondo histórico, legs. 54 a 59.

de inmuebles puede determinarse la evolu-ción del parcelario entre 1600 y 1749.Otras notas sugieren su uso continuo has-ta la abolición de la regalía: cada uno de loslegajos poseía un índice en la contratapacon referencia al pliego donde se asentabacada manzana y dentro de ésta, cadacasa (29). Si la página correspondiente a lacasa se cubría totalmente, se remitía a notaen una hoja vacía, donde seguía asentán-dose las variaciones en la titularidad. Elúnico problema de la Relación es la fechaexacta de su terminación, dato importanteque nos indicaría a partir de cuándo se rea-lizan los Libros de Asientos. Suponemosque se comenzaron después de 1762, al in-cluirse casas despachadas por la regalía en-tre 1751 y 1762, y antes de 1770, fecha dela certificación del Libro primero de losasientos [...], custodiado en Simancas (30).

La planimetría general deMadrid

Tradicionalmente conocida por estenombre, no corresponde con exactitud altotal de la documentación a la que se refie-re, sino sólo a una parte, la estrictamentecartográfica. El término de general tampo-co es correcto al excluirse de la visita unamanzana de Madrid, la comprendida porel Palacio Real, Casas de Oficios y del Te-soro, Biblioteca Real, Caballerizas Nuevas,Monasterio de la Encarnación y el Parque.Obviamente, la residencia del rey no podíaser incluida en el registro de las casas deaposento. El corpus documental respon-dería con mayor exactitud al nombre quele atribuyó Miguel Molina: las plantas ydescripciones de las 557 manzanas de Ma-

drid. Unas y otras, Planimetría y Libros deAsientos, forman el registro definitivo de laRegalía de Aposento.

Los ejemplares que se conservan sontres series, de las cuales las formadas entre1757 y 1767 corresponden a la Planimetría,y entre 1770 y 1774 los Libros de Asientos.Aunque hayamos alterado el orden crono-lógico para hacer más comprensiva su ex-plicación, debemos indicar que la diferen-cia temporal entre cada una de ellas sedebe a la prontitud en el levantamiento delos planos y la tardanza motivada por laformación de los Libros de Asientos. La ma-terialización de estas tres series se debe aun acuerdo del juzgado de la Regalía, de 10de noviembre de 1757, concretado en or-den de 17 del mismo mes, en la que semandaba la realización de nuevos planes ylibros encuadernados para su más fácilconsulta (31). Las características en la fór-

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PLANIMETRÍA GENERAL DE MADRID Y VISITA GENERAL DE CASAS, 1750-1751

(29) Estos índices han desaparecido reciente-mente, al formarse carátulas nuevas de cartón en sus-titución de las antiguas tapas de los legajos.

(30) Hemos preferido no profundizar en las va-riables de los borradores por dos razones: primero,por su condición de tales, y segundo, por exponer losdatos con mayor precisión en los epígrafes siguientes.

(31) El interés de esta orden disculpará lo ex-tenso de su contenido:

«Muy señor mío: el Juzgado de la Regalía de Apo-sento, en bista de lo expuesto por Vuestra Señoría en él,en la Junta que celebró en 10 de este presente mes [denoviembre] sobre la urgente precisión que concurreen copiarse los planes de las manzanas que para la Pla-nimetría de la Corte y Visita General de las Casas deella se formaron en el año de 1750 [y 1751] por los ar-quitectos que hicieron el asiento de este encargo. Y enconsideración a lo indispensable y hútil de la forma-ción de los libros de /r la Regalía, con arreglo a lopracticado por la misma Visita, a que deben unirse yacompañar los planes de las citadas manzanas, en lim-pio, para su maior inteligencia en lo futuro, con sus pi-tipies, reducidos y arreglados con proporción para suenquadernación, con la mayor proligidad y puntuali-dad posible, como tan combeniente y preciso paraperpetuidad de esta misma obra, por [h]allarse los an-tiguos [planes] con el uso de la misma tan maltratadosy confusos, que manifiestan lo imposible de /v serviren lo subcesivo, a más de la deformidad de sus mensu-ras para poder enquadernarse. Ha acordado el Juzga-do que se encargue la formación de los referidos nue-vos planes y libros enquadernados de ellos a DonAntonio de las Ribas y Arze, con la inspección deVuestra Señoría y mía, por la coordinación combenientede la oficina. Y que al citado Don Antonio de las Ribasse le satisfaga, por este extraordinario trabajo, al res-pecto de un doblón de oro por cada un mapa de los delas referidas manzanas, /r con la calidad de ser de suquenta el costear el papel imperial necesario para ellas,

mulas de representación y dibujo se for-malizaron mediante dos modelos, corres-pondientes a las manzanas 119 y 150 (32).Con arreglo a estos dos planos se sistema-tizaron el resto de manzanas de la Planime-tría General.

1. Los ejemplares. De las tres seriesexistentes, la más antigua corresponde a lacustodiada en el Archivo General de Si-mancas (33). Los doce tomos fueron en-viados al archivo en remesa especial el añode 1774, colocándose en la sala de Patro-nato Real por expreso deseo de Carlos III,indicando «que se custodien con el mayorcuidado, y no aver otro sitio más oportunoa su aseo y su mejor conservación» (34).Todos ellos fueron encuadernados congran cuidado, en tabla española y adornode hierros dorados en tapas y tejuelo. Lostítulos de las dos series poseen un títulocomún respectivo: Libro(s) [...] de la Plani-metría General de Madrid, hecha de orden de S.M., de las manzanas desde el número primerohasta [...] el quinientos cincuenta y siete inclusive,y Libro(s) [...] de los asientos de las casas de Ma-

drid, que comprenden desde el número primerohasta [...] el quinientos cincuenta y siete inclusive.

Ya hemos dicho que el tipo de repre-sentación utilizado en la Planimetría esgeométrica. Cada uno de los volúmenesconserva cien planos, excepto el sexto,que posee cincuenta y siete, dibujados atinta de colores. Se emplea la negra paraantiguos sitios y representaciones no ca-tastrales, extendida a los valores de las me-didas (en pies castellanos lineales y super-ficiales) y la toponimia; la tinta roja para lanumeración de casas en cada manzana ylas de colores –generalmente amarilla, azuloscuro o claro, marrón o verde y rosa ogranate– para iluminar las líneas de cadacasa. Sólo ocasionalmente –para elemen-tos ajenos a inmuebles– se utilizan rayadosen negro para remarcar determinados es-pacios. Cada plano, dibujado en un pliegode «marquilla mayor», también llamado«papel imperial» (527 por 365 milímetros),se completa con la representación de la es-cala lineal, generalmente en el ángulo infe-rior izquierdo, y el número de la manzana,en el superior derecho, llevando en su mi-tad superior el sello cuarto de Carlos III,relativo a documentación de estas caracte-rísticas. Todos los planos se inscriben enun marco de tinta negra, interrumpido enalguno de sus puntos cuando la represen-tación de las manzanas lo excede. Cadavolumen de planos se completa con unaportada caligráfica donde se escribe el títu-lo, una hoja con la representación de lasescalas utilizadas y un resumen de cadagrupo de cien manzanas, donde se consig-na, acompañando al número de cada unade ellas, el número de casas que posee, ex-tensión en pies cuadrados y el nombre delarquitecto que levantara el plano. En esteEstado de manzanas [...] se indica la fecha deconclusión del volumen, unida a una nue-va representación de las escalas similar a lade la hoja segunda. En el dorso, por últi-mo, se cumple el auto duodécimo de laInstrucción: la rúbrica de cada uno de losejemplares por el Intendente, el Visitadory el Contador. Tanto en estos ejemplarescomo en otros, se levanta una certificación

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como asimismo el de la enquadernación, que debe ha-cer de pasta, con los forros correspondientes para suresguardo y permanencia, librándosele con las forma-lidades correspondientes al dicho Don Antonio el in-porte que debengue señaladamente en el caudal queproduzcan las transacciones y débitos de carga real,vencida a favor de Su Magestad hasta el estableci-miento del Juzgado, en consequencia /v de la Real Re-solución de 8 de diziembre de 1750, tomándose la ra-zón de todo por la Contaduría de mi cargo para queconste en ella.

Lo que paso a noticia de Vuestra Señoría, de acuer-do del Juzgado para su inteligencia y cumplimiento.Nuestro Señor guarde a Vuestra Señoría más como deseo.Madrid, 17 de noviembre de 1757.

[Con otra letra] Beso la mano de Vuestra Señoría. Sumayor servidor, Juan Antonio de Espina [firmado y ru-bricado].

Señor Don Manuel de Miranda y Testa.» A.H.N.,FF. CC., Delegación de Hacienda, fondo histórico,leg. 1462, exp. 188.

(32) A. H. N., FF. CC., Delegación de Hacien-da, fondo histórico, respectivamente carpetas, K-9,plano 119/2 y carpetas, K-10, plano 150/2.

(33) A. G. S., PATRONATO REAL, n.º 7886.(34) Á. PLAZA BORES, Guía del investigador de

Simancas. Madrid, 1986, pp. 94 y 101.

que alude a la autenticidad de los libros,firmada por Manuel de Miranda y Testa,Visitador General, y Miguel Hernández,arquitecto de la Regalía.

Los Libros de Asientos repiten la estructuraya fijada en la Relación General. Agrupadospor manzanas, en cada una de ellas se asien-tan las casas con el mismo ordinal asignadoen el levantamiento del plano, precediendo aéstos la enumeración de los topónimos queciñen cada manzana en el sentido de la visita.En cada asiento figura el propietario en1750-1751 o en 1752-1762 y anteriores due-ños, al igual que en la ya citada Relación, juntoa una referencia archivística (libro y folio)que remite al asiento original. Por último, seanota la carga a pagar en concepto de regalíade aposento y el alquiler anual de la casa, enmaravedís y reales respectivamente, en losmárgenes derecho e izquierdo. Al igual queen los ejemplares de la Planimetría, a cada vo-lumen se acompaña un estadillo, tambienllamado Estado de las cien manzanas [...] y lacertificación ya referida. La diferencia conlos estados de manzanas de los planos esque en éste se consigna el número de sitiospor cada manzana, careciendo de fecha y es-calas. Por lo demás, en el dorso se levantauna certificación similar a la citada para laPlanimetría. Por último, en el primer tomode los asientos se hace copia certificada delas ya estudiadas Ordenanzas e Instrucción, del22 de octubre de 1749, y el nombramientocomo Visitador de Manuel de Miranda, de18 de noviembre siguiente. Las fechas decada volumen son también diferentes. Enlos planos, del 30 de agosto de 1757 (35) al28 de febrero de 1764, mientras que en losejemplares de los asientos las fechas abarcandesde el 1 de julio de 1770 al 10 de mayo de1774. Sin embargo, la consignación de fe-chas en los estadillos (en cuanto a los ejem-plares de la Planimetría) no es determinantepara la datación correcta de los planos, habi-

da cuenta que son elementos posteriores asu conclusión.

Las otras dos series conservadas fue-ron copiándose cuando se concluía cadauno de los ejemplares de Simancas, custo-diadas hoy en el Archivo Histórico Nacio-nal (36) y Biblioteca Nacional (37). La es-tructura en ambos casos es idéntica a losde Simancas, salvo detalles en su confec-ción (portadas caligráficas, rasgos) y las fe-chas, en todo caso diferencias poco signi-ficativas y que no alteran la igualdad docu-mental entre los ejemplares. En los delArchivo Histórico, las fechas de la Planime-tría son del 19 de agosto de 1762 al 31 demarzo de 1767, mientras que en los Librosde Asientos se datan por las fechas de lascertificaciones, del 1 de junio de 1770 al 12de marzo de1774. En los de la BibliotecaNacional, del 13 de octubre de 1764 al 10de julio de 1764 para los volúmenes de laPlanimetría, a la vez que las fechas de losejemplares de los asientos son las mismasque los del Histórico por ser las mismascertificaciones. La variedad en fechas res-ponde al proceso de formación de las co-pias. Una vez autorizados, Antonio de lasRivas, delineante, ayudado por el luegoarchiconocido Antonio Espinosa de losMonteros, sacaban tres reducciones decada plano original, formando de esemodo cada una de las series. En 1774, fe-cha de la última certificación, se da a cadaserie distinta uso: el primero, destinado alArchivo de Simancas, para custodia y de-fensa como regalía del monarca; una co-

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(35) No obstante, debe tratarse de un error delcalígrafo, pues la orden para la formalización de lastres series es de noviembre de 1757. Lo más probablees que la fecha consignada en el primer volumen delA. G. S. sea la de 30 de agosto de 1758.

(36) A.H.N., FF. CC., Delegación de Hacienda,fondo histórico, libs. 103-114. Esta serie es la que M.Molina citara como conservada en el Archivo de laDelegación de Hacienda de Madrid. Éste pasó en suconjunto al Archivo Central de la Administración en1959, desde donde ingresó, en 1975, en el ArchivoHistórico Nacional, sección de Fondos Contemporá-neos.

(37) B.N. Mss. 1665 a 1676. Destinada paraconsulta en la Biblioteca Real, fue la última copia coe-tánea de la Visita. Hasta el siglo XX se consideraroncomo Libros Raros, hasta que la formación del Inven-tario General de Manuscritos los incluyeron definiti-vamente en el Gabinete de Manuscritos.

pia, para consulta de los estudiosos, a laBiblioteca Real, y la última, para la oficinade la Regalía de Aposento, en unas depen-dencias del nuevo edificio de la Aduana enla calle de Alcalá.

Tras esta fecha se realizarían otras co-pias, bien generales o parciales, de la Plani-metría General y los Libros de Asientos. Lamás temprana es la conservada en la RealAcademia de Bellas Artes de San Fernan-do, copiada del ejemplar del Archivo Ge-neral de Simancas, y que fue realizada aefectos de su consulta por los arquitectosde la Academia en la evaluación de losproyectos de obra. Se denomina Manzanasy solares de Madrid (38) y está formada portres volúmenes de 200, 200, y 157 planoscada uno, correspondientes respectiva-mente a las manzanas 1 a la 200, 201 a la400 y 401 a la 557. Los planos están dibu-jados en representación geométrica a tintanegra, consignando el número de cadacasa, medidas lineales, superficiales y to-pónimos, todos ellos a escala gráfica. Sinembargo, existen bastantes irregularidadesen la conservación de los ejemplares. Laencuadernación, del siglo XIX, prueba quelos planos se cosieron en fecha posterior asu ejecución, con lo que se perdieron algu-nos planos y otros elementos del total dela Planimetría. Faltan los señalados con losnúmeros 88 y 196 en el tomo primero, al-guna de las portadas caligráficas de gruposde cien manzanas y los estadillos corres-pondientes a las manzanas 201 a la 300 y401 a la 500. Por otra parte, se duplicandos planos, los numerados con el 89 y 481,en los tomos primero y tercero respectiva-mente, con la particularidad de que el 481es del siglo XIX.

En la década de los 40 del siglo XIX serealizó otra nueva copia. Se trata de unconjunto de calcos hechos en hojas sueltasde papel de croquis del perímetro de bas-tantes manzanas, con anotación tan sólode su número y algunas medidas puntua-les. Dado que se conservan en el Archivo

de Villa de Madrid junto a otros fragmen-tos, también en hojas sueltas de papel decroquis, del Plano de los Ingenieros, esmuy probable que los primeros calcos sir-vieran para los trabajos de formalizaciónde este plano perdido, conocido merced ala reducción que de él hiciera FranciscoCoello (39).

Aún existen tres copias más de la Plani-metría. Una de ellas, completa, se conservaen la Biblioteca del Museo Lázaro Galdia-no, de Madrid (40). Otra, levantada hacia1850, se guarda en la Cartoteca del Institu-to Geográfico Nacional (41). Se trata deun ejemplar en dos volúmenes, realizadoen papel vegetal, en el que se calcan entre 1y 6 manzanas por hoja, sin anotación de sunúmero. El parcelario se representa en tin-ta negra, con la indicación del número decasa y su extensión, respectivamente entintas roja y azul. Esta copia guarda estre-cha relación con los levantamientos parce-larios de la Junta General de Estadística, yes muy probable que se hiciera como tra-bajo previo a la formación de la Hoja Kilo-métrica, formada entre 1860 y 1870. Ya ennuestro siglo, se hizo nueva copia, por en-cargo del Ayuntamiento de Madrid y condestino al Archivo de Villa, dada la para-doja de la inexistencia de ninguna de lascopias en éste. Realizada de forma manus-crita entre 1910 y 1911, se dibujaron cada

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FRANCISCO JOSÉ MARÍN PERELLÓN

(38) B. R. A. B. A. S. F., B. 3010 a B. 3012.

(39) Una selección de estos calcos, en A. V. M.,A. S. A., 7-206-63, manzana 195, A. S. A., 7-206-65,manzana 188, A. S. A., 7-206-66, manzana 127, A. S.A., 7-206-67, manzanas 135, 136, 137 y 138, al dorsocalco de la manzana 133, A. S. A., 7-206-68, manzana207, A. S. A., 7-206-72, manzana 195, A. S. A.,7-206-75, manzana 184. Del plano de los ingenieroshan sido hallados tres fragmentos, correspondientes aun sector extramuros de Madrid, en las inmediacionesde la Puerta y calzada del Puente de Segovia, A. S. A.,7-206-74, y los correspondientes a las manzanas 36,(Fábrica de Salitre e iglesia parroquial de San Lorenzo)y 54 (barranco de Embajadores), estos dos últimoscalcados separadamente sobre la misma hoja, A. S. A.,7-206-71.

(40) Desconocemos las razones por la que sehizo esta copia.

(41) I. G. N., CARTOTECA, 912 (1)46, Ma.

uno de los 557 planos y los correspondien-tes asientos, certificándose cada hoja conla rúbrica del dibujante y el sello del ayun-tamiento (42).

2. Elementos. Cartografía y asientos.La ordenación de manzanas y casas ejecu-tada por la Visita General planteó proble-mas, en el menor de los casos, de duplica-ción de números e inexistencia de otros, yaobservado para las manzanas y extendidoa la de las casas. La raíz se encuentra en elprocedimiento de la Visita General. En elprimero de los casos, duplicación de nú-meros sobre la misma manzana, las nume-radas bajo el 82 y 85 remiten a la mismaentidad física, consignándose en el dibujode la primera «es una misma con la 85». Enesta ocasión se trataba de una gran propie-dad erial que se encontraba dividida, por elpaso de los viandantes, en dos grandes si-tios.Otro tanto ocurre con la 477 y la 494,aunque en este caso no se repite el dibujo.La causa se debía a que cada una de lasparcelas representadas constituían manza-na separada en el momento del levanta-miento del plano, en 1751. Al privatizarsela calle que las dividía tras esa fecha y suinclusión como sitio en una de ellas, las an-tiguas manzanas quedaron refundidas enuna sola entidad. El otro extremo, la asig-nación de un mismo número a manzanasreales diferentes, fue tambien producto delos procedimientos utilizados. El caso pe-culiar de la número 60, con 1.º y 2.º, se de-bía a que una de las manzanas que la inte-graba se encontraba en un proceso generalde derribo por ruina, por lo que no se cre-yó necesario asignarle número propio. Enlas manzanas 194 y 195, también con 1.º y2.º, los motivos se debían a que las manza-nas que la integraban estaban unidas me-diante soportales, con lo que se les asignóun mismo número, habida cuenta que elespacio construido sobre el soportal se vi-sitaba por cada una de las manzanas parti-

culares (43). Mención aparte merece, porúltimo, la manzana 445, con planta 1.ª, 2.ªy 3.ª Aquí el problema radicaba en que dosde ellas no fueron objeto de visita en 1750y 1751, al considerarse que la totalidad desu extensión correspondía al rey. Al cons-tatarse tras esa fecha que existían peque-ñas parcelas propias de particulares, se cre-yó oportuno reducirlas a un mismo núme-ro, con lo que la asignación originaria delnúmero 445 para una de las manzanasse modificó para incluir a tres manzanas,con las menciones ya dichas de 1.ª, 2.ªy 3.ª (44). Atención especial merece la 434,correspondiente al Monasterio de San Gil,de franciscanos recoletos. Al creerse pró-xima su demolición, no se levantaron pla-no ni acta de la visita, indicándose en laPlanimetría «es el Convento con la advoca-ción de San Gil, de la más estrecha obser-vancia del Orden de Nuestro Padre SanFrancisco. No se planteó por creerse pró-xima su demolición con motivo de la obradel nuevo Real Palacio, su lindante». Otrotanto ocurrió con el cerrillo de San Blas,que se asentó como casa en la manzana274 a la vez que recibía la numeración demanzana con el 275, en ambos casos conplano propio.

En cuanto la numeración de casas, seincurrió en los mismos defectos de organi-zación, aunque en este caso se deba a pro-cedimientos de reparcelación o concentra-ción tras 1750-1751. Bajo un mismo asien-

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PLANIMETRÍA GENERAL DE MADRID Y VISITA GENERAL DE CASAS, 1750-1751

(42) A. V. M., A. S. A. 1-208-31. Véase MuseoMunicipal, Cartografía madrileña (1635-1982), Madrid,1982, f.ª 98, pp. 166 y 167.

(43) Pese a todo, se habían identificado comomanzanas separadas en el levantamiento originario de1750-1751. Así, la 194 posee dos planos, levantados elmismo día, 31 de enero de 1751. Igualmente, la 195,levantadas por Nicolás de Churriguera también el 31de enero de 1751. Respectivamente, A. H. N., FF.CC., Delegación de Hacienda, fondo histórico, carpe-tas, K-13, planos 194 /1 y 194 /2 y planos 195/1 y195/2.

(44) Estas tres manzanas con número común selevantaron diferenciadamente el mismo día 4 de no-viembre de 1757 por el arquitecto José Arredondo.En el procedimiento de sistematización de los planosde la Planimetría se refundieron en una misma enti-dad. Véanse A. H. N., FF. CC., Delegación de Ha-cienda, fondo histórico, carpetas, K-31, planos 445/1,445/2 y 445/3.

to ordinal se consignan dos inmuebles conel mismo número o bien dos asientos ordi-nales distintos remiten a la misma casa.Dada su relativa frecuencia, me limitaré aexponer su causa en vez de enumerar cadauno de los casos. Al existir varios años dediferencia entre el levantamiento del planoy el asiento definitivo, podía ocurrir que unpropietario comprara un solar o casa colin-dante para levantar un nuevo inmueble. Deesta forma, el inmueble se dibuja como doscasas en el plano, mientras que posee unsolo asiento. Otra posibilidad es la consig-nación en un sólo asiento de espacios físi-cos diferentes –casa y huerta, o casa princi-pal y accesoria– dibujándose como tales, otambien que un mismo inmueble dibujadoposea asientos distintos por la existencia decopropietarios, extendido a casos en que seasientan como casas espacios físicos dife-rentes, incluidos en su fábrica por tener si-tuaciones tributarias distintas. La razón deesta aparente confusión, resuelta de factocon iteración de números y explicación enplano o asientos, estriba en la concepciónque de general posee el reconocimiento.Para la ejecución de la Visita General, se en-cabeza como casa la extensión cerrada porlindes bajo un mismo propietario, una defi-nición puramente fiscal que no responde ala diversidad de situaciones en la ciudad.Las variedades de casas accesorias, corrales,cuartelillos, casillas, jardines, huertas, etc.,se resuelven al tratarlos como inmuebles.De la misma forma, la finalidad originariade contribución de aposento, basada en lacesión de casa para hospedaje, se transfor-ma por su nuevo carácter general en un im-puesto urbano.

La cartografía. La representación utili-zada es geométrica –sin uso de perspectivaalguna– y planimétrica –carente de altime-tría o cualquier indicación de relieve–, ele-mentos que definen a la Planimetría comoun conjunto cartográfico eminentementeprecatastral. La técnica usada es el dibujo alínea, muy fino y de gran calidad, en trazoscontinuos para representación de casas fis-cales, y discontinuos para los «sitios» yobras de fábrica no catastrales. Sobre los

trazos se utilizan las tintas de colores paraprefigurar y distinguir casas fiscales entresí. La indefinición de criterios observadapor ejemplo en la numeración de manza-nas se hace extensiva a la representacióncartográfica, al dibujarse elementos no ca-tastrales o procedentes de las medicionesprevias al levantamiento del plano sin uncriterio fijo. Entre los primeros figuran lasmurallas medievales del primer y segundorecinto, dato ya constatado por Elías Tor-mo (45) para las manzanas 191, 141, 150,169, 171, 415 y 418, señalándose indirecta-mente como sitios en las manzanas 424,437 y 440 (46); alguna de las puertas de lacerca de Felipe IV –de Toledo, de Segoviay de la Vega en la 100, 140 y 445–; arcas deagua –manzanas 16, 17 y 100–; soportales–id. 162, 163, 167, 168, 193, 194, 195, 196,388, 412 y 415–; lonjas –id. 158, 203, 215,352 y 509–, etc. La misma consideraciónrecibe el sitio, representado en más de lamitad de las 557 manzanas dibujadas.

El segundo grupo es el que procede delas mediciones, lo que nos lleva a otro pro-blema. ¿Cuáles fueron los procedimientosutilizados por los maestros de obras pararealizar el levantamiento parcelario? Notenemos datos al respecto, pero hay quesuponer, deduciendo de la existencia de li-neas trazadas a lápiz que rodean algunasmanzanas, que se realizaba una tira decuerdas o medición en cadena alrededorde cada isla de casas, mediante jalones dis-puestos en sus vértices. En las medicionesde cada parcela, la fachada era reflejada,presumiblemente mediante el uso de laplancheta, a su situación aproximada res-pecto de la envolvente de cada manzana,con igual procedimiento en lo relativo a lasmedianerías, aunque en este caso, un exa-men de determinadas manzanas ilustraque el procedimiento realizado arrojaba

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FRANCISCO JOSÉ MARÍN PERELLÓN

(45) E. TORMO Y MONZÓ, Las murallas y lastorres, los portales y el Alcázar del Madrid de la Reconquista,creación del califato. Madrid, 1945.

(46) F. J. MARÍN PERELLÓN, «Las murallasárabes de Madrid «, en Arqueología Medieval Española,Madrid, 1987, pp. 743 a 754.

errores frecuentes. Además, el levanta-miento de cada plano suponía una serie deoperaciones matemáticas que servían paraestablecer la planta real de la manzana, queen algunos casos se pasaron a los planossin un criterio fijo. Es el caso del ancho delas calles y vías públicas, en las que se con-signa su valor absoluto en pies castellanosmediante la representación de una tira decuerdas imaginaria. Empero, existen oca-siones en las que se dibuja la tira de cuer-das, ya a lápiz o pasada a tinta, sin el valornumérico en pies, y viceversa. Al existir unnúmero amplio de arquitectos encargadosde los levantamientos, estos extremos apa-recen de forma contradictoria entre unosplanos y otros, dificultando la formaciónprecisa de un plano parcelario. Un segun-do punto es el referido al sistema de medi-das y escalas utilizado. Las mediciones seejecutaron en el llamado «sistema castella-no» el pie y vara (47), junto a una serie de

submúltiplos que no fueron utilizados (co-dos, cuartas, dedos y granos), por lo quelas medidas inferiores al pie se expresaroncomo fracciones divisoras de 1/2 (48).Muy ocasionalmente, en las medidastranscritas se desliza algún dedo o grano,pero esto sólo ocurre de forma poco usualy sólo en los asientos, donde ya hemos di-cho que se repiten las medidas de fachadade los planos. Del total de 557 manzanas,correspondientes a 555 planos dibuja-dos (49), 550 consignan sus medidas enpies, mientras que las cinco restantes–manzanas 233, 274, 275, 276 y 557– las

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Figura 4Distribución del número de manzana según la Visita General de Casas de Madrid, 1750-1751

Fuente: Planos de la Visita General de las casas de Madrid. 1750-1751. A.H.N., FF.CC., Delegación de Hacienda, fdo. hco., carps. 1 a 35.

(47) La vara estaba formada por tres pies. Suequivalencia al sistema métrico decimal es 1 pie =

0.278635 metros y 1 vara = 0.835905 metros. R. Juany Seva, Recopilación de todas las medidas agrarias de España,su reducción a varas y pies castellanos (...), Madrid, 1863. So-bre el sistema de medidas lineales del siglo XVIII, véa-se J. C. AZNAR DE POLANCO, Arithmética inferior ygeometría práctica y especulativa (...), Madrid, FranciscoMartínez Abad, 1727, pp. 5 a 9.

(48) En las medidas fraccionarias se ha observa-do hasta 1/128.

(49) Los planos de las manzanas 434 y 477 es-tán en blanco.

indican en varas, debido a su gran tamaño.De éstas merece atención especial la 557,en la que –quizás por error del delineante–se representa la escala lineal en varas mien-tras que las medidas se indican en pies. Lasescalas utilizadas son todas lineales, con-signadas en el ángulo inferior derecho decada plano y repetidas en la hoja generalde escalas de cada volumen y en los Esta-dos. La variedad de éstas –nada menos queseis diferentes– es producto del deseo dehomogeneizar el tamaño de las representa-ciones cartográficas entre sí, a costa demultiplicar las escalas lineales. De ellas,tres son en pies castellanos (1:524, 1:763 y1:1562) y otras tantas en varas (1:1698,1:2285 y 1:5066). Si las ordenamos comoescalas reales, se observa una relación a laque sólo escapa la de 1:1698: sobre una ra-zón de 1 para la escala de 1:524, el restoposee una proporción de 1,45, 2,98, 4,36 y9,66, lo cual indica un deseo de homoge-neizar numéricamente las representacio-nes entre sí (hay que tener en cuenta que,dado el sistema de medición castellanos y

el uso de escalas gráficas, no es posible ex-traer proporciones exactas al pasar lasequivalencias al sistema métrico decimal).La más utilizada es la primera, 1:524. Con-forme a la escala real de 1:763 se represen-tan las manzanas 18, 36, 56, 68, 72, 124,143, 150, 158, 206, 271, 273, 290, 291, 307,316, 335, 340, 341, 346, 494 y 548, mien-tras que el resto sirve para aquellas cuyotamaño excede con mucho el espacio delpapel de marquilla mayor. A la de 1:1698,las manzanas 277 y 280; a 1:1562, la 233 y276; a 1:2285, la 275 y 557 y por último, laextensa manzana 274 a la escala de 1:5066.En cuanto a los arquitectos que midieronla totalidad de las manzanas, los conoce-mos por referirse sus nombres a la manza-na medida por cada uno (Estados [..] de laPlanimetría). El grueso de los planos fue le-vantado por cuatro arquitectos: José Arre-dondo –142 planos–, Ventura Padierne–123–, Nicolás de Churriguera –133– yFernando de Moradillo –144–. La manza-na 60 es medida por Ventura Padierne yNicolás de Churriguera, al estar formada

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Figura 5Numeración de manzanas según la Visita General de Casas de Madrid, 1750-1751

Fuente: Planos de la Visita General de las casas de Madrid, 1750-1751. A.H.N., FF.CC., Delegación de Hacienda, fdo. hco., carpetas 1 a 35.

por dos, mientras que los once planos res-tantes fueron medidos por otros cuatro ar-quitectos: Miguel Fernández (50) midedos, la 139 y la 140; Francisco Pérez Cabo,cinco, las numeradas como manzanas 14,15, 61, 71 y 86; José Ignacio Gutiérrez,dos, la 142 y 143, y Tomás Gutiérrez otrastantas, la 167 y 168.

Sobre manzanas reales, las medicionespresentan algunas alteraciones, producidaspor las repeticiones de número, y que sóloafectan a tres de los cuatro arquitectosprincipales: José Arredondo mide 144manzanas –la número 445 posee tres plan-tas–; Ventura Padierne, 125 –plantas pri-mera y segunda de la número 194 y una dela 60– y Nicolás de Churriguera, un totalde 135 –dos plantas de la manzana 195 yuna de la 60– lo que unido a las 144 deFernando de Moradillo, y las otras 11 me-didas por otros arquitectos, hacen un totalde 559 manzanas reales sobre 557 fiscales,

resultando un total de 555 planos distin-tos. Por último, la Planimetría recoge todala toponimia al uso en el siglo XVIII, referi-da a cada manzana respectiva. A la vez, serepite en el asiento de cada inmueble y enla descripción de cada manzana, observán-dose en algunos casos diferencias signifi-cativas, aunque muy escasas. El registro detopónimos recoge todos los nombres devías públicas, sea cual fuere su tipo –calle,plaza, plazuela, costanilla, callejón, cuesta,pretil, paseo, cava, camino, etc.–, y excep-cionalmente, el nombre de edificios im-portantes en el plano, junto a la numera-ción de las casas, que responden casi siem-pre a topónimos referidos al clero secularo regular. Otro extremo es la consignaciónde varios nombres sobre el topónimo de lamisma calle. Esto se explica porque la to-ponimia no estaba, aún en el siglo XVIII,definitivamente formada, dándose casosde varios nombres por tramos de calles eincluso por aceras. Otra posibilidad esque, sobre esta realidad, los arquitectos ad-judicaban los topónimos a través de las de-

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Figura 6Levantamientos parcelarios de la Visita General de Casas de Madrid, 1750-1751

Fuente: Planos de la Visita General de las casas de Madrid, 1750-1751. A.H.N., FF.CC., Delegación de Hacienda, fdo. hco., carpetas 1 a 35.

(50) Es el mismo arquitecto que realiza las certi-ficaciones de la Planimetría.

claraciones de los vecinos, con lo quenombres de raigambre popular o localquedaban recogidos en cada plano. Por úl-timo, extremo relativamente frecuente, esel error del dibujante que traslada erroresen la toponimia original a cada una de lascopias –un ejemplo sería el de la calle deAmaniel, transcrita como «Daniel»–. Undetalle significativo es la configuración dela manzana número 15, medida por el ar-quitecto Francisco Pérez Cabo. En ella serepresenta la planta de una iglesia –la pa-rroquia de San Millán–, hecho que ha lle-vado a Miguel Molina y a otros autores aconsiderar que la representación de tem-plos fue general en los planos originales, locual no fue así, por lo que el diseño de talparroquia obedece a otras causas, entre lasque cuente como importante el corto nú-mero de planos levantados por este arqui-tecto. El mismo caso se da en el borradorde la manzana número 102 (51), en el quese dibuja el plano abocetado de una iglesiaen el interior de la casa 7.

Los asientos. Ya hemos dicho que suorganización está hecha con un criterionumérico, en el que se identifica cadaasiento con el número de casa representa-do en el plano. Esta correspondencia, ba-sada en la igualdad de datos topográficos,medidas y testeros en pies lineales y su-perficiales, se rompe en determinadasocasiones sin que sepamos la causa real.Los planos recogen la medición de facha-das y testeros con todas las posibilidadesde alineación y quiebros, mientras que enlos asientos se reducen a totales por calle,generalmente sin errores en la suma. Otravariedad es que en los asientos se indiquela fachada principal, aquélla que posee lapuerta de ingreso al inmueble, por oposi-ción a otras fachadas y medianerías (deahí la indicación de testero), extremo nocontemplado en los planos. En la igual-dad entre medidas superficiales se obser-va alguna diferencia poco significativa(errores en las sumas del total de exten-

siones de casas para una manzana),generalmente por elusión en fraccionesdecimales, que se agudiza tan sólo en doscasos, las manzanas 147 y 415, en las queno hay correspondencia alguna entre lasmedidas y las extensiones consignadas enplano y asientos.

Los datos relativos a la propiedad re-flejan, aparte de los propietarios entre1750-1751 y 1751-1762, todas las formasde la propiedad del Antiguo Régimen: ca-sos de copropietarios, generalmentecuando el inmueble está dividido por pi-sos; coherederos; pertenencia a mayoraz-gos en manos de nobles o particulares;propiedad eclesiástica; instituciones esta-tales o concejiles, etc. En este grupo seinscribe el uso del inmueble, como casa,casa-huerta, casa accesoria, palacio, mo-nasterio, convento, cárcel, iglesia, parro-quia, oratorio, hospital, recogimiento,lonja, tienda, covachuela, cuartel, etc.,con especial referencia a su carácter deedificado o erial. Otro grupo de variableslo integran los datos referidos al pago deltributo de aposento. La posibilidad essiempre doble, que el inmueble posea ono en 1762 agregación de edificacionesanteriores. Si no posee agregaciones seindican los propietarios de la casa enotras visitas generales o particulares, asícomo los nombres de los dueños que ga-naron privilegios de cualquier tipo, y lafórmula de pago. En el primer caso se de-talla cada uno de los sitios con igual im-portancia que las casas, siempre y cuandoel sitio englobado poseyera situación tri-butaria diferenciada del inmueble en elque se incluye. Por último, se establece lacarga, ya por suma de cada partida encaso de existencia de sitios, o por encabe-zamiento de una sola carga, mencionán-dose los aumentos formados a raíz de laVisita General de 1750-1751 y por qué cau-sa. En todo momento, y por la referenciaa la situación de cada casa hasta incluso1587, el estudio de la Planimetría debe serinsustituible en cualquier trabajo sobreurbanismo y evolución urbana de Madridentre el establecimiento de la corte y el si-

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FRANCISCO JOSÉ MARÍN PERELLÓN

(51) B. R. A. B. A. S. F., B 3010.

glo XIX (52). Sobre la toponimia ya he-mos hecho algunas consideraciones en elapartado de la Planimetría. Sólo señalare-mos que, ocasionalmente, se constatandatos relativos a la situación física de cadacasa: si está ruinosa, erial o edificada ymención de sus fachadas. De la mismaforma, existen ocasiones en las que se re-fieren topónimos diferentes a los de losplanos. Un ejemplo significativo es el dela manzana número 141, en la que se indi-ca que el testero de una de las casa da a la«muralla vieja de Madrid». Por último, enlos márgenes derecho e izquierdo se seña-la el total de la carga debida a la Regalía,consignada en maravedís, y la renta anualproducida por los alquileres de cada in-mueble, expresada en reales.

En palabras de Miguel Molina «en es-tudios históricos de Madrid no ha sido, enverdad, muy utilizada la Planimetría. Ydado que, en virtud de la índole de su testi-monio, permite asegurar las identificacio-nes, a ella debió acudirse en primer térmi-no en los múltiples casos en que se ofre-cían dudas a ese respecto» (53). No cabeduda que posee parte de razón en su afir-mación, pero no en su totalidad. La co-rrespondencia interna entre plano y asien-to es dificilmente constatable en los casosque en el inmueble existen sitios –sólo encontadas ocasiones–, debiendo remitirse alos Cuadernos de Cargas mencionados enla Visita General. De todas formas, creoque este extremo no desmerece la realidadde tal afirmación.

Otros elementos. En 1774, terminada laúltima certificación, se concluye definitiva-mente la Planimetría. Estas certificacionesilustran el interés registral de los Visitado-res, observado a lo largo de toda la historiade la Regalía de Aposento y a la que la Plani-

metría no escapa. Me limitaré a transcribiraquella que, por su detalle y extensión, déalgunas noticias sobre la confección de losejemplares y el proceso que la llevó a cabo,como es la consignada en los tomos prime-ros de la Planimetría de la Biblioteca Nacio-nal y Archivo Histórico Nacional:

«Digo yo, Don Miguel Fernández, Te-niente Director de la Real Academia deSan Fernando y asimismo, Teniente deArquitecto principal del Real Palacio Nue-vo, y como arquitecto del Juzgado y VisitaGeneral del Real Aposento de Corte, y envirtud de orden de cuatro de julio de estepresente año (de 1767), comunicada por elseñor Don Juan Antonio de Espina, secre-tario de él, y con asistencia del señor Ma-nuel de Miranda y Testa, caballero de laOrden de Santiago y Visitador General deldicho Real Aposento, y en la posada deldicho señor: He comprobado este primertomo, ejecutado por Don Antonio de lasRivas y Don Antonio Espinosa, en papelimperial encuadernado en tabla, compues-to de cien planes, empezando desde el nú-mero primero hasta el cien, ambos inclusi-ves, copias de los primeros originales eje-cutados por los maestros que midieron ydelinearon el todo de la Planimetría de estaCorte, los que, habiendo reconocido muypor menor sus pitipies reducidos de mayora menor, tanto de varas castellanas como apies del mismo nombre, he hallado pun-tualizadas sus medidas en los pies quecompone la circunvalación de cada man-zana, y los de cada fachada de ella, codillosy ángulos entrantes y salientes, puntual re-ducción de los pies de que se compone eltotal de su área plana, como asimismo delos totales que componen cada casa en suparticular y lineas de ellas, con aquellapuntualidad que, de mayor a menor, puedellegar lo muy reducido de sus figuras y piti-pie, pues la punta de un compás corres-ponde en parte, a dos o tres pies; pero ha-llando las cajas principales tan puntualiza-das en reglas de arquitectura, se hacepreciso la puntualidad en las partes míni-mas, por lo que, según mi saber y enten-der, los apruebo y declaro por bien ejecu-

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PLANIMETRÍA GENERAL DE MADRID Y VISITA GENERAL DE CASAS, 1750-1751

(52) Véanse algunos ejemplos en M. MOLINA,ob. cit., pp. 391-397. Un excelente trabajo sobre la con-formación de la planta parcelaria, en D. BRANDÍSGARCÍA, «El proceso de conformación de la plantaparcelaria del Madrid del Siglo XVIII», en CT Catastro,n.º 24 (abril, 1995), pp. 64-76.

(53) Ob. cit., pp. 391-392.

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FRANCISCO JOSÉ MARÍN PERELLÓN

Figura 7El parcelario de Madrid en 1750-1751

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PLANIMETRÍA GENERAL DE MADRID Y VISITA GENERAL DE CASAS, 1750-1751

Figura 8Estado 6.º de la Planimetría General de Madrid

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Figura 8 (cont.)Estado 6.º de la Planimetría General de Madrid

tados sin defecto que motive nota repara-ble. Madrid, 20 de diciembre de 1767,Miguel Fernández (rubricado), Don Ma-nuel de Miranda y Testa (rubricado).»

Los ejemplares de la Planimetría de laBiblioteca Nacional poseen la certificacióna lo largo de 1767 y 1768 al igual que losdel Archivo Histórico Nacional. Para losLibros de Asientos, las fechas son en amboscasos las mismas, desde el 1 de julio de1770 hasta el 12 de marzo de 1774. Envia-do el original al Archivo de Simancas ycada copia a su archivo respectivo, se dafin a uno de los catastros urbanos más ri-cos de España.

Conclusión

¿Consiguieron la Visita General de1750-1751 y la Planimetría General de Madridlos fines propuestos por la normativa de22 de octubre de 1749? A primera vista, larespuesta debería ser afirmativa. Es obvioque la reducción de los variados tipos con-tributivos a un tributo monetario, la siste-matización en los procedimientos de con-trol y una administración más eficaz con-tribuyeron a un aumento del monto totaldel tributo considerable. Si en 1750 la Re-galía de Aposento recaudaba un volumenanual cercano a los 885.000 reales, diezaños después esta cantidad se había reba-sado hasta llegar a 1.238.000 reales. Empe-ro, el valor de esta renta fue reduciéndosepaulatinamente. En 1776, los ingresos delcaudal general de esta renta habían men-guado hasta los 823.602 reales. En 1785,diez años más tarde, los ingresos sólo al-canzaban los 735.887 reales (54). En otraspalabras, su valor no sólo no se habíamantenido en el volumen alcanzado en1760 sino que había descendido hasta co-tas inferiores al establecimiento del nuevo

juzgado de aposento. Y si avanzamos en elrecuento de ingresos hasta 1806, las cosasno sólo no se mantienen, sino que empe-roran cada vez más: desde el monto de735.795 reales de 1786 se aminoró hastalos 655.267 reales de 1806.

Aunque no todas las causas son achaca-bles a la gestión del impuesto por parte deljuzgado de aposento (55), deben tenerse encuenta otros aspectos. A partir de 1750 seemiten dos reales órdenes encaminadas,como se hizo a finales del siglo XVI, a pro-mover la edificación de nuevas casas, me-diante la fórmula de la concesión de privile-gios de exención de aposento. En 16 demarzo de 1750 se establecían las condicio-nes para ello: «todos los [privilegios] que seconsultaren o propusieren con la carga [deaposento] por el Intendente, contador y vi-sitador generales [...] se deben conceder,para que los dueños de las casas se animena labrarlas y reedificarlas». La única condi-ción es que no exista redención de la cargamonetaria ya impuesta para los nuevos pri-vilegios (56). Con esta medida se garantiza-ba que las nuevas construcciones estaríanexentas de las retasas que debían corres-ponder por tercia parte. Años más tarde, en12 de agosto de 1760, se determina queaquellos propietarios que satisfacían la car-ga de aposento impuesta según la Visita Ge-neral de 1750-1751 podían acceder a su libe-ración definitiva (57). Para ello sólo se exi-gía el pago de un servicio regulado a

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PLANIMETRÍA GENERAL DE MADRID Y VISITA GENERAL DE CASAS, 1750-1751

(54) 1776, 823.602 reales; 1777, 803.350 rs.,1778, 795.068 rs., 1779, 783.916 rs., 1780, 772.453 rs.,1781, 764.323 rs., 1782, 762.409 rs., 1783, 755.426 rs.,1784, 745.168 rs. y 1785, 735.887 rs.

(55) La administración de la Regalía se arrendóa partir de 1785 por quinquenios a distintos indivi-duos y compañías.

(56) Real orden comunicada de Zenón de Somodevilla,Marqués de la Ensenada, a Juan Francisco de Luján y Arce,Intendente de la Regalía de Aposento, resolviendo concedercuantos privilegios de exención de aposento se soliciten, a efectosde animar a los dueños de las casas de Madrid a su reedifica-ción. 1750, marzo, 16, Buen Retiro. A. H. N., FF. CC.,Delegación de Hacienda, fondo histórico, lib. 19, s. f.

(57) Edicto comunicando Real Resolución de Car-los III, a consulta del Consejo de Hacienda, por la que se notifi-ca que la carga de aposento pueda redimirse por aquellos dueñosde casas de Madrid que pagasen la misma carga con que estuvie-ron gravadas hasta el año de 1749. 1760, agosto, 12, Ma-drid. A. H. N., CONSEJOS SUPRIMIDOS, Lib.1482, ff. 101r y v.

proporción del cuatro por ciento del capi-tal. Aunque esta ley propiciaba a corto pla-zo un incremento considerable de los in-gresos procedentes de redención definitivade carga, a la larga se redujo paulatinamenteel número de libranzas. Baste señalar queen el año de 1786 se aminoraron a tan sólo3.548 libramientos (58).

Además, entre 1750-1751 y 1848, elnúmero de inmuebles se fue reduciendode forma constante. La causa radica en fe-nómenos, cada vez más numerosos, deconcentración parcelaria generales paratoda la ciudad (59). También inciden, y deforma notable, las transformaciones urba-nísticas de las que la ciudad es objeto apartir de 1808, como también la desamor-tización del clero regular, en los períodosde 1808-1813, 1820-1823 y 1837 (60). Di-cho en otras palabras, sobre una reducciónconstante del número de casas, hubo unareducción paulatina del número de casasque contribuían con carga de aposento. LaRegalía de Aposento, como tributo, teníalos días contados.

Los logros indiscutibles de la Visita Ge-neral y Planimetría descansan en la perma-nencia de los sistemas de numeración demanzanas y casas, así como el de servircomo registro actualizado de propietarios yfincas urbanas. En 1760, Carlos III ordenóque la numeración impuesta por la VisitaGeneral de 1750-1751 se estableciera en to-das las manzanas y casas de la ciudad me-diante azulejos dispuestos a tal efecto. Encada una de las manzanas debían ubicarse

tantos azulejos con mención de su númerocomo esquinas tuviera, y de igual modo conlas casas, dispuestos encima del portal prin-cipal del inmueble. Tal ordenación pervivióhasta la sistematización efectuada por elMarqués viudo de Pontejos, en 1838, cuan-do se establece el sistema actual de numera-ción por calles. No obstante, el sistema denumerar manzanas y casas sería retomadoaños más tarde. Así, los trabajos de la JuntaGeneral de Estadística para la formación dela Hoja Kilométrica recogen tal numera-ción en las minutas originarias de los levan-tamientos. Posteriormente, con la forma-ción del Catastro, la numeración de manza-nas y casas se retoma como numeración depolígonos fiscales.

En lo tocante al mantenimiento de unregistro actualizado de propietarios, los re-gistros de la Regalía de Aposento fueronrelativamente eficaces. Las disposicionescontenidas a tal efecto en el capítulo 16 delas Ordenanzas de 1749 (61) se reafirma-ron en edictos posteriores, como los de 9de febrero de 1769 (62) y 26 de enero de1774 (63), y su efecto queda reflejado enlos distintos registros de casas. Todas las

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FRANCISCO JOSÉ MARÍN PERELLÓN

(58) La repercusión de este decreto puedenconstatarse en la documentación relativa a los trasla-dos de cédulas de redención, A. G. S., DIRECCIÓNGENERAL DEL TESORO, Cargas de Aposento,Legs. 1-6.

(59) En 1785, 7398 casas, 1797, 7.080 casas,1844, 6.600 casas y 1848, 6624 casas. P. MADOZ,Madrid. Audiencia, Provincia, Intendencia, Vicaría, Partido yVilla. Madrid, 1848, p. 170.

(60) El impacto de las transformaciones urba-nas del primer tercio del siglo XIX puede consultarseen E. Ruiz Palomeque, Ordenación y transformaciones ur-banas del casco antiguo madrileño durante los siglos XIX yXX. Madrid, 1975.

(61) «16. Todos los escribanos ante quienes seotorguen escrituras de enajenaciones de casas porcualquier causa o venta, donación, cesión o otra algu-na, antes de entregar la primera copia a parte o partes,la han de traer a la Contaduría para que se reconozcasi se expresa la carga legítima que consta en los librosdebe pagarse, tome la razón y se note en la escritura loconveniente; y hecho, la recogerá el escribano y copia-rá en el registro, que queda en su poder, la nota que sehaya puesto; lo que ejecutará pena de suspensión deoficio por seis años y cincuenta ducados, aplicadospor mitad, Cámara y gastos de justicia, y para que locumplan, mandará el intendente se les notifique y ar-chivará esta diligencia para que conste».

(62) Real Resolución de Carlos III determinando que elcontador de la Regalía de Casa Aposento debe tomar la razónde las escrituras de ventas de casas que se hacen en Madrid antesque el Contador del oficio de hipotecas. 1769, febrero, 9, Ma-drid, en Novísima Recopilación, p. 127, nota 5.

(63) Edicto comunicando Real Resolución de Carlos IIIpor el que se recuerda la obligación de los escribanos de entregarcopia de las escrituras de enajenación de casas para la Contadu-ría de la Regalía de Aposento antes que a la Contaduría de Hi-potecas. 1774, enero, 24, Madrid. A.H.N., CONSEJOSSUPRIMIDOS, Lib. 1488, f. 2r.

transmisiones de casas realizadas entre1751 y 1845 se reflejaban por partida do-ble: en primer lugar, en la Relación Generalde casas citada, y en segundo lugar, en loscuadernos de cargas de la propia Visita Ge-neral de 1750-1751. En los casos en los quese constatan cambios en la configuracióndel parcelario, se realizan asientos específi-cos en cada una de las casas afectadas. Nocabe duda que la ejecución de esta prácticaconstituyó un verdadero éxito sobre los fi-nes originariamente propuestos.

Por último, sólo queda remarcar algoque, tras lo ya dicho hasta aquí, parece ya in-cuestionable. Nos referimos al valor de todoeste volumen de información como fuentehistórica. La Visita General de 1750-1751 y laPlanimetría General de Madrid constituyen elmás rico repertorio de datos sobre propie-dad y morfología generado por la HaciendaReal entre los siglos XVI y XVIII. De su estu-dio devendrá la detallada radiografía de unasociedad urbana, la madrileña, a mediadosde la centuria del setecientos, pero tambiénel conocimiento del trazado urbano y confi-guración parcelaria, verdaderas trama y ur-dimbre de la propia ciudad de Madrid. n

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PLANIMETRÍA GENERAL DE MADRID Y VISITA GENERAL DE CASAS, 1750-1751