Pirandello - Obras Completas

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Obra completas de Luigi Pirandello

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LUIGI PIRANDELLOPREMIO NOBEL DE LITERATURAOBRASCOMPLETASPLAZA & JANES, S. A. EDITORESBUENOS AIRES - BARCELONA - MXICO, D. F.BOGOT - RO DE JANEIRO1965Traduccin deILDEFONSO GRANDEMANUEL BOSCH BARRETT*Ttulos de las obras originales:SEI PERSONAGGI IN CERCA DAUTORECIASCUNO A SUO MODOQUESTA SERA SI RECITA A SOGGETTOL UOMO DAL FIORE IN BOCCAIL GIOCO DELLE I ARTIIL PIACERE DELLONESTALIMBECILLELUOMO, LA BESTIA E LA VIRTUCOME PRIMA, MEGLIO DI PRIMAVESTIRE GLI IGNUDICOME TU MI VUOICOS E (se vi pare )TUTTO PER BENELA RAGIONE DEGLI ALTRIL INNESTOENRIQUE IVDIANA E LA TUDALA VITA CHE TI DIEDI*PRIMERA EDICINSeptiembre, 1956SEGUNDA EDICINMarzo, 19651965, PLAZA & JANES, S. A., Editores, BarcelonaPrinted in SpainImpreso en Espaa2NDICESeis personajes en busca de autor ............................................ 17Cada cual a su manera ............................................................. 59Esta noche se improvisa la comedia .......................................... 97El hombre de la flor en la boca ................................................145Cada cual en su papel ............................................................. 153El placer de la honradez .......................................................... 187El imbcil ................................................................................ 217El hombre, la bestia y la virtud ...............................................229Como antes, mejor que antes .................................................. 271Vestir al desnudo .................................................................... 315Como t me deseas ................................................................. 353As es, si as os parece ............................................................ 397Todo sea para bien .................................................................. 431La razn de los dems .............................................................469El injerto ................................................................................. 505Enrique IV .............................................................................. 535Diana y Tuda .......................................................................... 573La vida que te di ..................................................................... 60734PRLOGOEl coloso del teatro mundial contemporneo, Luigi Pirandello, naciinvoluntariamente, en el ao 1867, en Agrigento ( Sicilia ).De muchacho, represent comedias de Goldoni y una tragedia suya titulada Brbaro.Jugaba al teatro.Curs sus estudios en Palermo y Roma. Luego march a Alemania, a la Universidadde Bonn.Escriba por aficin, sin cobrar un cntimo por sus colaboraciones, en revistasliterarias.Tras una pasajera poca de grata vida bohemia en Roma, se cas con AntonietaPortulano ( 1894 ), hija de un socio de su padre en el negocio del azufre.El joven recin casado ignora los negocios y se dedica a escribir cuentos y novelas,para lo que busca intilmente editor durante varios aos.Mientras tanto, nacan sus tres hijos: Stfano, Lietta y Fausto. Su padre y su suegroinvierten todo su capital, y hasta la dote de Antonieta, en el negocio del azufre. Un mal dase anegan las galeras y sobreviene la ruina total. Y aqu tenemos a Pirandello en la miseria,sin ms capital que su mujer y sus tres hijos.Su mujer, al recibir el telegrama con la funesta noticia de la ruina, cay al suelo yperdi la razn. Ahora era necesario escribir y cobrar. Cinco das ms tarde, la revistaMarzocco en la que Pirandello haba colaborado desinteresadamente durante aos lepidi un cuento, y le envi tres mil liras como compensacin por sus pasadascolaboraciones.Viviendo con ese dinero y cuidando personalmente a su esposa demente, escribi suclebre novela El difunto Matas Pascal.Se vio en la necesidad de ejercer la enseanza. Dio clases en el Instituto FemeninoSuperior del Magisterio. A pesar de su absoluta seriedad, su mujer, enferma, senta unoscelos terribles de las alumnas y, con esa idea fija, avanzaba hacia la demenciatotal.Mientras tanto, el escritor contina su obra alternndola con las tareas docentes, sinpermitirse ms que tres das al ao de descanso absolutoEn 1910 consigue estrenar sus primeras piezas teatrales: dos obras en un acto.Al estallar la guerra de 1914-18, su hijo Stfano se alista voluntario. Fausto notarden ser movilizado. El primero fue hecho prisionero, y del segundo no se tuvieronnoticiasdurante varios meses. Lietta, atormentada por su madre, padeca una crisis nerviosa. Y deaquel hogar salan constantemente novelas, dramas, cuentos.En su cuaderno secreto y en las cartas dirigidas a su hijo Stfano, han quedadodescritas la angustia y la preocupacin del autor y padre de familia. He aqu fragmentos deesa interesante correspondencia con su hijo, al que tena al corriente de sus proyectosliterarios.Roma 24 de octubre de 1915Ni ayer ni hoy hemos tenido noticias tuyas. Ayer, como te he dicho, lleg la cartadel16 con la fotografa del campamento; la hemos recibido con siete das de retraso, despus delas postales del 17 y del 18. Hoy es domingo y, despus de medioda, ya no esperamosnadapero aunque pudiera llegarnos alguna noticia tuya no sera la que nos urge, traerala fechadel 19 o del 20; y nosotros necesitamos noticias de despus del 21 que no podrn llegarnoshasta dentro de dos o tres das, si llegan. Quiz por la tarjeta del 19, si hubierallegado,habramos podido saber si te haban destinado a segunda lnea o a permanecer en primera,en vista del avance general. Momigliano recibi ayer una tarjeta de su sobrino, que est enel frente como t, precisamente fechada el 19, y en la que le anunciaba el prximomovimiento ofensivo en toda la lnea. Pienso que quiz nos lo anunciabas t tambin en tutarjeta, pero no la hemos recibido, y no sabemos nada ni qu pensar Cmo se explica queni ayer ni hoy hayamos recibido nada? Si Momigliano recibi ayer la tarjeta de susobrino5fechada el 19, es seal de que el correo del campamento no ha sido suspendido, porlomenos, no lo haba sido hasta ayer. Comprendo que me consumo intilmente, porque detodos modos las noticias que nos urgen de verdad, es decir, las posteriores al da21, nopodrn llegarnos, repito, antes del 26 o 27, si llegan. Lo comprendo, lo comprendo. Pero nosoy yo por mucho que la razn quiera moderar el ansia y la trepidacin del corazn, elcorazn no puede escucharla, y se consume. En este vaco de espera, me parece que toda mivida se ha vaciado de todo sentido, y ya no comprendo la razn de los actos que realizo ni delas palabras que digo, y casi me maravillo de que los dems puedan moverse fuera de estami pesadilla, y obrar y hablar. Pero lo bueno del caso es esto que yo tambin obroy hablo eneste momento estoy de exmenes, comprendes? Estoy examinando. Voy todas las maanasa las ocho vuelvo a casa a las doce vuelvo a las dos y media y regreso a casa alas seis.Yo!... Y t, qu haces? Qu haces, hijo mo? Dnde estas? Dara diez aos de mi vidapor saberlo...Roma, 14 de febrero de 1916Hace tres ( das ) que no nos llegan noticias tuyas, pero ya estamos habituados aestosintervalos de silencio, largos, largusimos, sin otro remedio que un telegrama conrespuestapagada. Pero incluso para recibir la respuesta al telegrama nos toca esperar siete u ochodas Paciencia! Sabemos que no ests mal de salud, y nos resignamos a esta pena detenerte lejos.Ahora, ya, nuestra vida ha recobrado su ritmo habitual. Yo trabajo por la maana yun poco por la tarde los martes, jueves y viernes, de trece a quince, voy a darmis clases a laNormal, por la tarde voy hasta Porta Pa a comprar el peridico, y me vuelvo a casa;perouna tarde s y otra no tomo en el Viale de la Reina el tranva municipal, hacia lasseis, yllego hasta la plaza Colonna, y desde all hasta la plaza Montecitorio, para depositar en laCruz Roja ( oficina de prisioneros de guerra ) estas cartas que escribimos cadados das.Mam y Lietta salen por su cuenta casi siempre despus de comer; a las siete y mediaestamos todos de regreso en casa; cenamos a las ocho; luego yo me leo los peridicos en eldespacho. Hacia las nueve y media viene San Secondo, algunas veces con Borgese;hablando de arte y de la guerra, nos dan las doce, y a la cama.Como ves, nada ha cambiado. Pero no hay un momento en que yo no note y sientatu falta! Sentado junto al velador, levanto los ojos y veo tu fotografa, que me mira, me miraintensamente... Y te echo de menos cuando nos sentamos a la mesa y cuando entroen tucuarto, que te espera desde hace tantos meses... Un gran peso de tristeza gravaentonces elaburrimiento de esta mi montona y amargusima existencia, y respiro con angustiaesperando das mejores.Hablemos de otra cosa.En breve publicar en la Nueva Antologa la leccin que di en Florencia sobre el cantoXXI del Infierno. La reducir a un artculo y lo titular: La comedia de los diablos ylatragedia de Dante, porque creo haber descubierto en ese canto la grotesca representacinde la condena y el destierro del poeta de Florencia, cosa que en Florencia ha parecido nuevay audacsima. Te mandar el extracto en cuanto se haya publicado.Roma, 11 de febrero de 1916...Hoy es el cumpleaos de mam: cumpleaos triste, faltando t. Puedes imaginarteel augurio que hemos formulado, porque mam no podr ponerse bien con un hijo en tuscondiciones. Ciertamente, t te pasas los das pensando uno por uno y sientes el peso decada uno, y sientes en cada uno el reclamo de los recuerdos; habrs pensado hoy que es elcumpleaos de mam, y quiz nuestros augurios se han encontrado.Desde hace varios das, ms de ocho, no hemos vuelto a recibir noticias tuyas, y nosabemos qu pensar de esta interrupcin. Nos tranquiliza un poco pensar que las cartasque pudiramos recibir seran todas anteriores a tu telegrama, en el que nos dices que estsbien. Esperaremos con paciencia a que, superando el obstculo, tus cartas vuelvana6encontrar la ruta hasta nosotros.Ayer llegaron, por fin, del depsito de Macerata, tu cofrecito y tu sable. Puedesimaginarte con qu emocin los hemos acogido. El cofrecito est clavado, porque no tenallave ( y nos hemos acordado de que tu asistente poeta haba perdido la llave, enefecto, comonos escribiste una vez desde el campamento ). Lo abr en seguida, con la esperanzadeencontrar dentro de l algn recuerdo vivo de tu vida de trincheras, algn apunte, porejemplo, o el cuadernito. Nos quedamos decepcionados. Slo contena aquella sbana, o,mejor dicho, aquel trozo de tela que nos dijiste que habas mandado comprar para poderprobar el placer de dormir desvestido en la famosa camilla. Haba tambin algunascamisetas, dos camisas, el uniforme de dril que te hiciste en Macerata, un pauelo; entrelos papeles, el reglamento de los ejrcitos de Infantera, algunas tarjetas de visita en unacajita, tu cartilla personal de alumno oficial y algunos papeles ms, dispersos, todos deltiempo en que estabas en Roma. Ni una sola de tantas cartas como te hemos escrito, y que,supongo, se habrn perdido todas con tu macuto, del que no ha quedado rastro. En cambio,de nuestras cartas, he encontrado dos que te conservar religiosamente, porque ambasllevan la letra de mi santa madre: nobles palabras, ltimos juicios de su alma generosa.Exhumadas as de tu cofrecito, me han parecido palabras de ultratumba, y no he podidoreleerlas sin lgrimas. El sable lo hemos dejado como estaba, envuelto en la telade saco.Roma, 16 de febrero de 1916Ayer recibimos, despus de las del 12, 13 y 20 de enero, una carta con fecha 10,tristsima, y, segn tu propia confesin, escrita en un momento de mal humor. Muchasveces te he recomendado, hijo mo, prudencia y firmeza para soportar esos momentosdemal humor. Vuelvo a hacerte la misma recomendacin, seguro de que, vinindote de m, tsabrs apreciarla, puesto que sabes que procede de un nimo nada flaco que ha sabidoprobar su fuerza con paciencia contra tantos inmerecidos y acerbsimos dolores. Engranparte, he tenido esta fuerza por vosotros; y as, quiero que t la tengas ahora porm.Cuando ms sombra y ms fuertemente te oprima la angustia de tu situacin, piensa enm, que te espero. Y no te digo ms....Ayer sali, por fin, el Si Gira... Hoy me han llegado de Miln doce copias, y laprimera copia te la envo a ti. Cuando te oprima la angustia de tu situacin, piensaenextractos de Se non cos y el artculo de San Secondo sobre m.Los muchos gastos, y este ltimo de la operacin de Fausto, me han obligado a dejarde nuevo suspendida la novela. Escribo cuentos, uno tras otro.Es posible que pronto me llegue a faltar tambin la compaa de San Secondo. Aprimeros del prximo marzo tendr que presentarse en Caltanisseta a reconocimiento,y esprobable que lo declaren til. Ser para m una verdadera contrariedad, como puedessuponer, porque realmente San Secondo me tiene afecto filial, y yo tambin lo quieromucho.Roma, 22 de febrero de 1916Aqu tenemos ya primavera, y los das que no tengo clase, al terminar de comer,bajamos media horita al jardn al sol, y hablamos de ti. Yo recuerdo siempre las cartas quenos escribiste desde el frente y aquellos versos que te costaron un cicchietto del comandante,en los cuales recordabas precisamente nuestra villa, el portoncito de hierro, las rosas. Qulejano parece, y cunto ms lejano te parecer a ti, Sten mo, el tiempo en que nosescribas desde el frente y nos hablabas de Paoletti, y del pobre Spinelli, y de tu asistentepoeta, que quiz tambin haya muerto! Un da (y que sea pronto! ) nos parecer tambinlejano este tiempo de tu cautiverio.El da 24, esto es, pasado maana, Musco, que hace furor desde hace un mes en elnuevo teatro Morgana, que dirige Nino Martoglio, dar, para su homenaje, Lumie diSicilia.Quiz vaya a verlo, pero todava estoy indeciso porque mam y Lietta, todava con el luto, notienen vestidos para ir, y me aburre ir yo solo, aunque, por otra parte, tengo curiosidad por7ver cmo resulta en la escena siciliana mi comedieta. Me han dicho que Musco hace,comosuele decirse, una creacin del papel de Micuccio Bonavino.Sabes que el hermano de Nino Martoglio, el menor Julio, cay como un hroe, haceun par de meses, en el Carso? El pobre Nino recibi la noticia precisamente la noche en quese representaba con gran xito en Miln una comedia suya: El aire del Continente, enlacual, a decir verdad, haba ms que un poco mo, el argumento y toda la construccin delaobra bamos a hacerla en colaboracin pero precisamente, en aquellos das, caste tprisionero, y yo abandon la obra en manos de Nino, dicindole que la hiciera suya.As heperdido de ganar, por lo menos, unas diez mil liras, porque la comedia ha tenidoen Miln,Turn, Florencia, Gnova y Roma un exitazo y cientos de representaciones. Pero...Roma 25 de febrero de 1916Anoche fui al teatro Morgana a ver Lumie de Sicilia, que obtuvo un gran xito conlamaravillosa interpretacin del Musco... Le he prometido a Musco sacarle una comedia delcuento Pinsalo bien, Jacobito! y ya tengo planeada la construccin de la comedia.Roma, 11 de julio de 1916Una noticia que te gustar mucho: anoche ( 10 ) estren Musco en el teatro Nazionalemi comedia Pinsalo bien, Jacobito!, con xito triunfal. Al terminar el tercer acto,el pblicoen masa se puso en pie, aclamndome, pero no me present. En total doce llamadas aescena. Toda la comedia fue escuchada con una atencin que casi daba miedo. Muscoestuvo inmenso. Ests contento, Stenu mo? Durante la representacin me acord variasveces de ti, y hubiera deseado tenerte a mi lado, como a Fausto, que me acompaabaen unpalquito de tercer orden, escondido. Quiz hubieras sufrido y palpitado demasiadocomo l,pero tambin hubieras tenido luego una gran alegra.Roma 14 de julio de 1916La comedia Pinsalo bien, Jacobito! ha tenido un gran xito, y recorrer la pennsulatriunfalmente. Musco est entusiasmado con su papel. Me he comprometido a escribirleotra comedia para el prximo octubre, y espero cumplir mi promesa, aunque, como tsabes, el teatro me tienta poco. Pero sueo con una casucha rstica, en cualquier burgosolitario, donde ir a enterrarme, en un tiempo ms o menos lejano, solo, con las uaslargas, sucio y peludo. Mi mayor satisfaccin ser lanzarle desde all un solemnsimoescupitajo a toda la civilidad.Roma, 20 de julio de 1916...He vuelto a empezar a trabajar en la novela que quiero terminar estas vacaciones.La titular solamente Uno, ninguno y cien mil. Pero tambin le he prometido a Muscollevarleuna comedia para la prxima temporada anual en el teatro Argentina. Ya tengo elargumento, la trama y el ttulo: Liol. Ser la comedia de un aldeano poeta, borrachode sol,sabes?, como se ven tantos en Sicilia.Roma, 10 de agosto de 1916...Estoy muy contento de saber que sigues estudiando con fuerza; estudia por ti,8principalmente, para ser ms dueo de tu mundo y dar ms fuertes y amplias bases a turealidad; lo dems es sueo.Roma, 10 de agosto de 1916...Dices que estudias y que en el estudio encuentras una razn de vivir, ya que noesdado poder morir... Ser una razn para ti, y no pequea; pero espero que en m encontrarsotra razn para seguir viviendo, hijito mo, verdad? Piensa cul ser mi alegra, la nuestr,la de todos, cuando por fin podamos volver a abrazarte! Basta. He escrito demasiado y noquiero abusar de la paciencia de la censura.Roma, 18 de agosto de 1916...He terminado y entregado la comedia El gorro de cascabeles; y ahora, tambin paraMusco, estoy escribiendo Liol, en tres actos. Luego escribir U cuccu, y cerrar esteparntesis teatral para volver a mi trabajo de narrador, que me es ms natural.Roma, 24 de octubre de 1916...En efecto, la comedia se estrenar probablemente el prximo viernes, 26. Es,despus de El difunto Matas Pascal, lo que ms me interesa... Ya sabes que se titulaLiol.La he escrito en quince das, este verano... Es tan alegre, que no me parece ma. Lonicoque siento es que no ests a mi lado, Stenu mo. Pero ya la vers cuando vuelvas, porqueesta obra durar mucho tiempo.San Secondo sali ayer para Venecia, con harto sentimiento mo, y quin sabecundo volver.Roma, 3 de abril de 1917...Tengo casi terminada la comedia en tres actos ( parbola casi, ms que comedia )Cos (se vi pare) [As es, si as os parece], tambin traducida con el ttulo La verdad decadacual. Estoy contento. La obra es de una originalidad que grita. Pero no s qu xito podrtener, por la audacia extraordinaria de su situacin.Roma, 18 de abril de 1917...A juicio de los amigos, Cos (se vi pare) es lo mejor que he hecho hasta ahora.Yotambin lo creo. No es difcil que la represente Ruggero Ruggeri el prximo mayo en Roma.Ya te tendr al corriente. Es una gran diablura que verdaderamente podr tener un granxito. Ahora me ocupar de terminar II piacere dell onest [El placer de la honradez].Comoves, el parntesis dramtico todava no se cierra. Te enviar, quiz durante esta mismasemana, el volumen de cuentos Y maana lunes..., que espero me manden de Milncualquier da de stos.Roma, 23 de julio de 1917...Por fin me he liberado de los exmenes ayer. Y desde el da 7 de junio no he podido9volver a escribir una sola lnea, figrate!... He prometido a Talli una comedia paralaprxima temporada: La seora Gelli, dos en una [La seora Morli una y dos], y quieroterminar durante estas vacaciones a toda costa, la novela. Pero tengo ya la cabeza llena decosas nuevas tantos cuentos...! Y una cosa extraa y tan triste, tan triste Seis personajesen busca de autor: novela por hacer. Quiz t lo entiendas. Seis personajes, cogidosen undrama terrible que andan detrs de m para que los meta en una novela. Una obsesin. Yyono quiero saber nada, y les digo que es intil, que me tiene sin cuidado de ellosy que ya nome importa nada de nada, y ellos mostrndome todas sus llagas, y yo echndolos de aqu, yas, al final de la novela, estar todo hecho. Y otros muchos proyectos que tengo enlamente. Pena de vivir as, cuento largo. La divina realidad... otro cuento largo, casi unanovela. Pero antes quiero terminar Uno, ninguno y cien mil.Florencia, 6 de setiembre de 1917En este ltimo ao, mis libros se han puesto muy en boga. Treves me escribe quecinco de mis volmenes se han agotado y prepara otra edicin. Tambin el Matas Pascalvolver a ser editado en una bonita edicin en volumen nico a 3,50 liras, aprovechar laocasin para revisarlo a fondo.Roma, 29 de noviembre...Yo no te he escrito porque he estado dos das un poco resfriado como decostumbre y todava lo estoy un poco y luego, porque han empezado los exmenes, y,adems, los ensayos de Il Giocco delle Part [El papel de cada cual, tambin traducidacon elttulo Cada cual en su papel]. Lietta ha escrito una afectuossima carta desde Florencia conmotivo de tu repatriacin. Arde en deseos de volver a verte y abrazarte.Aparte de esta correspondencia con su hijo, se conserva un cuadernito secreto dePirandello, en el que anotaba ideas, como un dibujante toma apuntes para sus obrasposteriores.He aqu algunas de esas notas, que despus desarroll en sus obras:Hablo, y ya no reconozco mi voz. Quin habla en m? ...Somos todos fantasmas,apariencias: la idea que nos hemos hecho de nosotros mismos. Se cambia. Ay de nosotrossi la idea nos queda fija!En otra pgina anota....Mi profundo sentimiento es ste: que no puede ser grande aquello que ( sea cosa, idea uhombre ) nace y vive en un planeta tan pequeo como la Tierra.En su cuadernito secreto se encuentran tambin estos versos improvisados:Quien dice que el tiempo pasa?Pasa el tiempo, que no es nada.Yo te veo, Mara Lembo,como eras de muchacha,con tu vestido nuevocon rayas blancas y azules.Bajo el ala y la guirnaldade aquel tu gran sombrero de pajamira, el tiempo ya no pasa.10Me han dicho que has muerto;pero eras vieja, y poco importa.Yo tambin soy viejo, Mara;pero ahora soy joven contigoen el casino Valadier,en la terraza que contempla a Roma;quieres saber dnde est Tordinona( Tordinona, que tambin ha muerto );all est, te digo, no temasque tu ta te vea conmigo.Y en una nota que titula Diario de los personajes:Mirad y prestad atencin a todas las cosas que duelen cuando se miran.Para los verdaderos delitos no hay tribunales.Cread un tribunal para los verdaderos delitos.Son tantos, sin fin continuos. La vida est llena.Grandes, grandes delitos.Pequeos delitos, pero feroces, horribles, que matan en nosotros no una vida que nos esdada y que muchas veces pertenece y beneficia ms a los dems que a nosotros mismos,sino a lo que nace en nosotros, a lo que surge en nosotros por nosotros mismos....Es preciso que el tiempo pase y nos lleve a nosotros con todos los escenariosdenuestra vida. El mo ya me lo he enrollado y puesto bajo el brazo....Ya! Se me haba olvidado... Mientras yo estoy aqu tan aburrido..., debe de existirotra vida que yo no me imagino..., lejana, diversa...La mejor cosa, mientras vuestra mujer os aflige..., o mientras..., o mientras..., lamejor cosa es pensar que, en este mismo momento, en el Congo..., o en Laponia, oen lamasa incandescente del sol... S, querida esposa, parece imposible que......Ya! Es una cosa que se hace todos los das. Morir. Lo hacen los dems, claro. Nolo hacemos nosotros. Ya no debera impresionarnos. Cualquiera sabe en qu consiste morir.Si pudiramos decrselo a los dems en qu consiste!... Pero no podremos nunca.De todas sus obras, fue, sin duda, Seis personajes en busca de autor la que hubierabastado para hacer inmortal el sonoro nombre de Luigi Pirandello, que de la noche a lamaana se repiti en el mundo entero con asombro y curiosidad. Fue a partir de la nochedel 10 de mayo de 1921, en que se produjo el mayor alboroto que se registra en la historiadel teatro, con el estreno de la obra que revolucionara la tcnica en el arte de hacercomedias. Pirandello haba roto los moldes del pasado. Muchos espectadores y crticos noentendieron de qu se trataba. Otros aplaudan como locos. Las discusiones fueron tanviolentas, que se originaron grescas en la sala y, despus, en la calle. Como ltimoargumento, funcionaron los puos.Las polmicas se sucedieron. La rabia de los contrarios no pudo impedir que los Seispersonajes recorrieran los escenarios de todo el mundo, ni que siga siendo, hoytodava, unaobra de vanguardia, aun despus de las imitaciones posteriores. Todos los autoresdenuestra generacin y de la prxima deben algo a Pirandello y a sus Personajes.En 1925, en colaboracin con otros colegas y con su hijo Stfano, fund Pirandello elTeatro Odescalchi, para representar comedias italianas y extranjeras, de autoresmodernos,y donde se revelaron valores de la escena. De all sali Marta Abba, la actriz y amiga dePirandello. Con su compaa recorri triunfalmente Italia y el extranjero, incluso Amrica.En 1934 le fue otorgado el Premio Nobel.Gan mucho dinero, pero tuvo la habilidad de no hacerse rico. Supo vivirPirandello? l deca que, cuando no se sabe vivir la vida, hay que escribirla.Y se pas la vida escribiendo. Pocos minutos antes de morir exclam: Qu lstima!,refirindose a sus obras sin terminar.Por Stfano tenemos noticia de las obras que su padre tena pensadas. La ltimanoche de su vida la pas despierto, esforzndose por dejar terminado, frase por frase, elltimo acto de Los gigantes de la montaa, que Stfano hubo de reconstruir.11sos hubieran sido sus ltimos personajes para el teatro, ya que quera volver alarte de la narracin.Y proyectaba una larga temporada de trabajo para escribir dos obras de altos vuelos:la novela Adn y Eva y un curioso libro de Informaciones sobre mi involuntaria permanenciaen la Tierra, varias veces empezado con aquellos pacientes ensayos de estilo enque solabuscar siempre el camino secreto ms directo para llegar a la esencia de lo que tena quedecir.Y pensaba todava escribir otros muchos cuentos, para dejar completa la coleccinde Cuentos para un ao. l mismo se haba asignado la tarea de escribir todava ciencuentos y dos novelas. Le agradaba la idea de que su teatro quedara como un parntesis ensu vida de gran narrador. Y si despus le quedaba tiempo..., sonrea ante la idea devolver aterminar como empez en su juventud: como poeta.Adn y Eva era la historia, entre mtica y humorstica, de la Humanidad, vuelta aempezar con un nuevo Adn y una nueva Eva, cuando, dentro de miles de aos, la Tierrahubiera quedado deshabitada, como consecuencia de un cataclismo, del que slo se habransalvado un hombre y una mujer.Hay que perdonarles a las aguas el que en aquella terrible conmocin inundarantoda la faz de la Tierra, y, una vez pasada la conmocin, volvieran a sus abismos,dejandotoda la historia de los hombres tiosa y lavada.La irreparable prdida de una historia varias veces milenaria, fatigossima y a vecestambin gloriossima, si la medimos por la total calamidad de la cual apenas si se habasalvado la Tierra, nos parecer completamente insignificante. Slo yo puedo decir cmofue,ya que ningn ojo humano pudo verla.Porque haba imaginado que l, en pena, vagando por los cielos, apenas difundida lanoticia de aquel cataclismo, haba sido autorizado a volver a la Tierra para ver lo quepasaba. Y la Tierra le haba parecido como la cabeza de un ahogado saliendo del negrocharco cenagoso. Y as, toda calamitosa y salvaje, pareca lanzada a un tiempocompletamente nuevo y sin edad.Valindose de su facultad de espritu, invisible, pero dotado de la facultad de vermilagrosamente a distancia, y capaz de volar rpido como el pensamiento, descubriraenmedio de aquella desolacin a los dos supervivientes, muy lejos el uno del otro; vera alhombre en el suelo de lo que haba sido Inglaterra, y a la mujer, en el que haba sidoEspaa, tendiendo a unirse, como guiados por una fuerza prodigiosa, salvando mares,nubes y montaas. Asistira a la maravilla de su gozoso encuentro; el encuentro de dosalmas salidas de la ms espantosa soledad que pueda imaginarse.Luego la narracin haba tomado otro tono, como se desprende del siguiente apunte:Prestileo no es Prestileo. Ese es el nombre que le da la mujer, que era espaola. l,antes, cuando haba sobre la Tierra un idioma ingls, se llamaba Prestley. Pero tampoco lamujer se llamaba Gueli. Gueli la llamaba el marido. Ella, antes, cuando haba en la Tierraun idioma espaol, se llamaba Consuelo. Prestley, Prestileo. Consuelo, Gueli. La mujerquisiera conferirle algo de len cuando en diminutivo lo llama Leo, como para decirle:Arriba! Y l, en verdad, cada vez, al orse llamar, se yergue; pero quiz slo por el efecodel insolente fastidio que le produce el orse llamar as, porque es de una exquisitaaprensin y la ms pequea incorreccin lo turba; mejor dicho, lo turbaba. Porque ahora,todo lo de antes se le pasa en seguida. Apenas se ha erguido, sin saber por qu, vuelve aencorvarse.Qu vida la de aquellos dos, y ms adelante, la de tantos hijos como tendran,varones y hembras! El ansia de la mujer para mantenerlos vivos; la angustia del marido porno poder transmitirles el sentido de una civilidad que ya no sirve nada, en suscondicionesde vida rudimentaria; pero que, sin embargo, l no puede resignarse a ver desaparecer en lanoche de los recuerdos!Las luchas entre pap y mam, entre el padre y los hijos, por esa necesidad delhombre de conservar en sus descendientes, por lo menos, una nocin, algn sentimiento delos valores humanos dignos de subsistir: nuestra historia, nuestra ciencia, nuestra filosofa,nuestra poesa... Ahora, todo eso se ha convertido en algo vano, intil. La angustiadePrestileo es ridcula, un estorbo, un fastidio. Prestileo, del que desciende la nuevaHumanidad, que fatalmente vuelve a empezar a vivir desde el principio, no consigue hacerse12padre en espritu de aquellos hombres nuevos, y se queda solo.Con l muere el nico superviviente de la sociedad de antes. Su mujer quierecompadecerlo, y lo compadece mientras puede; pero acaba de abandonarlo ella tambin,para irse con los hijos, cuando Prestileo, temblando de horror y de repugnancia,quiereimpedir a toda costa que se casen unos con otros, lo que le parece un sacrilegio, segn suvieja conciencia; pero que es algo natural y fatal en la natural inocencia de lanueva vida.Y quiz Prestileo, viejo y solo, cuando piensa en matar, es muerto; y, finalmente,despus de muerto, conseguir hacer pensar a sus hijos, resucitando en ellos veneracin yremordimiento.En cuanto a las Informaciones sobre mi involuntaria permanencia en la Tierra, notenan una trama propiamente dicha. Empezaban as:No me gusta hablar a espaldas de nadie; y por eso ahora que preveo para muypronto mi marcha, me pongo a decir delante de todos las informaciones que dar, sien otraparte me piden noticias de sta mi involuntaria permanencia en la Tierra. Y pensaba: Enotra parte? Sera necesario saber dnde, al menos aproximadamente; y, sin embargo, no sesabe. Por fe se puede slo esperar. Pero en el dnde esperado por la fe ya se sabe todo y, porconsiguiente, mis informaciones seran superfluas. Si me pongo a decir cosas, es porquepreveo que a Dios no se llega as, de repente, partiendo de la Tierra, sino despusdepruebas en otras vidas y en otros cielos...Y segua pensando:Tambin podra ser que, apenas privado de los sentidos y de todos sus engaos quiero decir, de todas las cosas que al verlas, al mirarlas, me pareca que existan, pero noexistan yo terminara en el aire, como una pompa de jabn que se deshace de pronto: luz,forma, colores, todo convertido en nada, de un soplo. Y silencio. Pero no empecemos a hacersuposiciones de stas; si no..., adis todo!...Estaba seguro de que tendra a quin dar estas informaciones. Y estaba seguro deotra cosa: que todo el mundo hubiera querido saber por l, no acerca de las grandezashumanas que fuera de la Tierra pierden en seguida toda su importancia, y quiz hastadejan de tener sentido, sino las cosas pequeas y llenas de gracia; por ejemplo: quemilagro es un nio desnudo que juega en un prado, al sol; una tropa de polluelos detrs dela clueca; un hilo de hierba que nace detrs de una roca, que tiembla agitado porun soplode aire, y una nube que pasa por el cielo. Iba a ser el libro de las cosas bellas de la vida, queson las que ms nos olvidamos de gozar, de admirar y de cultivar en nosotros: lossentimientos desinteresados hacia las cosas y hacia las criaturas, todo lo que naceespontneamente en la Naturaleza o en un corazn, una flor o un deseo, con aquel sentidoarcano de solemnidad que adquieren las vidas efmeras ante los ojos del que las mirareligiosamente. En el fondo, iba a ser un libro de consuelos, una gran oferta deriquezasverdaderas para todo el mundo.He aqu una descripcin de su venida al mundo, que es un poema.Una noche de junio yo ca como una lucirnaga bajo un gran pino solitario, en uncampo de olivos sarracenos, asomado a la orilla de una altiplanicie de arcilla azul, sobre elmar africano. Ya se sabe cmo son las lucirnagas. Parece que la noche hace su negrurapara ellas, que, volando no se sabe hacia dnde, unas veces ac y otras all, nos abren unmomento aquel su rayo de luz verde. Alguna, de cuando en cuando, se cae; y entoncesvemos centellear en el suelo aquel su espritu verde, que parece perdidamente lejano. Puesas me ca yo aquella noche de junio, en que tantas otras lucecitas amarillas centelleabansobre una colina donde haba una ciudad, la cual aquel ao padeca una gran peste. Comoconsecuencia de un susto debido a aquella gran peste, mi madre me trajo al mundoantesdel tiempo previsto, en aquel solitario campo lejano, donde se haba refugiado. Unto moandaba con una linternilla en la mano, por aquel campo, en busca de una aldeanaqueayudara a mi madre a traerme al mundo. Pero mi madre se haba ayudado ya a s mismayyo haba nacido antes que mi to volviera con la aldeana. Recogido por el campo, minacimiento fue firmado en el Registro de la pequea ciudad situada sobre la colina... Yo creo13que, para los dems, ser una cosa cierta que yo deba nacer all y no en otro sitio, yque nopoda nacer antes ni despus. Pero confieso que de todas estas cosas jams me he hechouna idea ni sabr hacrmela nunca.Y este sentimiento de la madre:Am siempre a sus hijos, incluso, cuando sin poder sentirlo, comprendi que ellos yano le pertenecan, y permaneci siempre como hija ella tambin; nia, pero con algo yaperdido para siempre y la pena de pertenecerse ella sola.Esto de permanecer nio, pero con algo ya perdido para siempre, y la pena depertenecerse solo, era en verdad muy suyo, segn nos dice su hijo Stfano.El alma ingenua de Pirandello abandon este mundo en 1936. Quiso morir desnudo,como sus mscaras. Mscaras desnudas titul el conjunto de su produccin teatral. La vidadesnuda es el ttulo de una de sus colecciones de cuentos.He aqu su ltima voluntad, escrita muchos aos antes de su muerte:Que mi muerte pase en silencio. A mis amigos, a mis enemigos, ruego, no slo queno hablen de m en los peridicos, sino que ni siquiera den la noticia de mi muerte.Que no me amortajen. Que me envuelvan desnudo en una sbana. Y nada de floressobre el lecho mortuorio ni cirios encendidos.Carroza fnebre de nfima clase: la de los pobres. Desnudo. Y que no me acompaenadie, ni parientes ni amigos. La carroza, el caballo, el cochero, y basta.Quemad mi cuerpo. Y en cuanto mi cuerpo haya ardido, dejad que se dispersen lascenizas, porque ni eso quiero que de m quede. Pero, si no fuera posible, llevad la urnafuneraria a Sicilia y amuralladla en cualquier tosca piedra del campo de Agrigento, dondenac.Su obra ha sido calificada de desesperado mensaje del arte al espritu de una pocaatormentada.Nos dej varias colecciones de poesas, de su juventud; varios ensayos sobre estticay humorismo; ms de doscientos cuentos, algunos adaptados despus a la escena; ochonovelas, veintitrs comedias largas y otras tantas en un acto. Se conserva su cuadernosecreto, sus coloquios con la madre muerta, su correspondencia con Stfano...Escriba siempre a mano y llenaba las cuartillas de dibujos. Usaba dos plumassimultneamente: una con tinta roja, para las acotaciones. Y dialogaba en voz alta, alescribir, con la entonacin correspondiente a cada personaje. En los ltimos diez aosde suvida utiliz la mquina de escribir, que manejaba con un solo dedo.Pirandello seala el final de una poca con el derrumbamiento de su credo. lescribi:Mi teatro es serio. Quiere toda la participacin de la entidad moral-hombre. No es,ciertamente, un teatro cmodo. Teatro difcil. Teatro peligroso. Nietzsche deca que losgriegos levantaban blancas estatuas sobre el abismo para ocultarlo. Yo, en cambio, lasderribo para revelarlo... Es la tragedia del alma moderna.Sus personajes son, a la vez, uno, ninguno y cien mil. La tragedia en Pirandelloessiempre del coro. l mismo se complace en emplear la palabra coral. Sin otra envolturaque el jugueteo y la pirueta, nos muestra las almas desnudas de los que luchan por llegar aser personajes, que llevan en s, lo mismo que Hamlet, la debilidad de la voluntad, eldemonio del pensamiento y el sabor de la muerte.Suele repetirse que las obras de Pirandello son cerebrales. Quiz porque no noscuenta la fbula como estamos acostumbrados a orla. l coge, como el caricaturista, losrasgos esenciales de los tipos, juega con ellos, mezcla la fantasa con la realidad, que a vecesson inseparables; se burla de lo tpico, y, entre dos salidas grotescas, nos hacesentir unescalofro.El pblico de los domingos sale defraudado cuando, despus de dos horas de intriga,el autor le escamotea el desenlace y lo deja con las ganas de saber la verdad. Eraunbromista Pirandello? O slo un filsofo convencido de que la vida no tiene desenlace,y de14que todo se reduce a volver a empezar? O las dos cosas?Es lo cierto que, a medida que pasan los aos, sus obras van dejando de ser para laminora. Se discuten cada vez menos y se aceptan ms. Lo que prueba que el genial sicilianose adelant, por lo menos, treinta aos a su poca.ILDEFONSO GRANDE1516SEIS PERSONAJES EN BUSCA DE AUTORComedia todava no escrita1718PREFACIO1HACE muchos aos que est al servicio de mi arte pero como si fuera ayer unadoncella esbeltsima, pero no por eso nueva en el oficio.Se llama Fantasa.Un poco despechada y burlona, si le gusta vestirse de negro, nadie me negar quetambin muchas veces se viste de colorines, y nadie crea que siempre lo hace todoen serio yde una sola manera. Mete la mano en el bolsillo, saca un gorro de cascabeles, selo plantaen la cabeza, rojo como una cresta, y sale corriendo. Hoy, aqu; maana, all. Y se divierteen traerme a casa, para que yo saque cuentos, novelas y comedias, a la gente msdescontenta del mundo, hombres, mujeres, nios, envueltos en extraos casos de los queno encuentran la manera de salir; contrariados en sus proyectos, defraudados ensusesperanzas, y con los cuales, en suma, a menudo es una pena tratar.Ahora bien: esta mi doncella Fantasa, hace ya muchos aos, tuvo la malainspiracin y el malhadado capricho de traerme a casa a toda una familia, que no sdndeni cundo habra pescado, pero de la cual si hemos de creerla habra podido yo sacar elargumento para una magnfica novela.Me encontr ante un hombre de unos cincuenta aos, con chaqueta negra ypantaln claro, que frunca el ceo, con ojos huidizos, por mortificacin; una pobre mujerenlutada, viuda reciente, que traa de la mano a una nia de cuatro aos, a un lado, ya unmuchacho de poco ms de diez, al otro; una jovencita descocada y procaz, vestida tambinde negro, pero con un lujo equvoco y descarado, llena de alegre y mordaz desprecio contraaquel viejo mortificado y contra un joven de unos veinte aos, que estaba all retrado yencerrado en s mismo, como rencoroso con todos.En una palabra: los seis personajes, tal y como se los ve ahora en el escenario,alprincipio de la comedia. Y tan pronto uno como otro, incluso a veces quitndose lapalabra,se ponan a contarme sus tristes casos, a gritarme cada uno sus propias razones, aexhibirante mis barbas sus desatadas pasiones, poco ms o menos, como lo hacen en la comedia aldesventurado director.Qu autor podr decir jams cmo y por qu un personaje le naci en la fantasa?El misterio de la creacin artstica es el misterio mismo de la creacin natural. Unamujer,amando, puede desear llegar a ser madre; pero el deseo solo, por intenso que sea, nobastar. Un buen da se encontrar con que es madre, sin saber exactamente lo que hapasado. As, un artista, viviendo, acoge en s tantos grmenes de vida, y jams puede decircmo y por qu, en un momento dado, uno de esos grmenes vitales se le inserta en lafantasa para convertirse en una criatura viva en un plano de vida superior a la existenciacotidiana.Slo puedo decir que, sin haberlos buscado, me los encontr delante de m, vivos ytangibles, tan vivos que hasta oa su respiracin, aquellos seis personajes que ahora se venen la escena. Y all presentes, cada uno con su secreto tormento y todos unidos por el origeny desarrollo de sus recprocas vicisitudes, esperaban que yo los hiciera entrar enel mundodel arte, componiendo con sus personas, con sus pasiones y con sus casos una novela, undrama o, por lo menos, un cuento.Como haban nacido vivos, queran vivir.Tengo que decir que a m no me ha bastado nunca representar un personaje dehombre o de mujer, por especial y caracterstico que sea, por el solo placer de narrarla;describir un paisaje por el solo placer de describirlo.Hay escritores y no pocos que tienen ese gusto, y, satisfechos, no buscan otro.Son escritores de naturaleza ms propiamente histrica.Pero hay otros que, adems de ese gusto, sienten una necesidad espiritual msprofunda, por lo que no admiten personajes, vivencias, paisajes, que no estn embebidos,1 Este prefacio, escrito por el autor, para la primera edicin de Seis personajes,es respuestaa las polmicas que se produjeron en torno a la obra, a partir de su estreno. Es convenienteleer antes la comedia para la mejor comprensin de este prefacio. (N. del T.)19por decirlo as, de un sentido particular de la vida y no adquieran un valor universal. Sonescritores de naturaleza ms propiamente filosfica.Yo tengo la desgracia de pertenecer a estos ltimos.Odio el arte simblico, en el cual la representacin pierde todo movimientoespontneo para convertirse en mquina, en alegora; esfuerzo vano y equivocado, porque elsolo hecho de dar sentido alegrico a una representacin muestra claramente que ya se latiene por fbula, que por s misma no tiene la menor verdad, ni fantstica ni real, yque esthecha para la demostracin de una verdad moral cualquiera. La necesidad espiritualde queyo hablo no se puede satisfacer sino algunas veces, y con un fin de superior irona comoen el caso de Ariosto, con tal simbolismo alegrico. Esta necesidad parte de un concepto, yde un concepto que se hace o trata de hacerse imagen; aqulla, en cambio, busca enlaimagen, que debe quedar viva y libre de s misma en toda su expresin, un sentido que le dvalor.Ahora bien: por ms que yo busqu, no consegu descubrir ese sentido en aquellosseis personajes. Y por eso estim que no vala la pena hacerlos vivir.Yo pensaba: He afligido ya tanto a mis lectores con centenares y centenares decuentos... Para qu voy a afligirlos otra vez con la narracin de los tristes casos de estosseis desgraciados?Y, pensando as, los alejaba de m. Mejor dicho, intentaba por todos los mediosalejarlos.Pero a un personaje no se le da vida en vano.Criaturas de mi espritu, aquellos seis vivan ya una vida que era la suya propia, quehaba dejado de ser una vida que ya no estaba en mi poder negrsela.Tanto es as que, persistiendo yo en mi decisin de arrojarlos de mi espritu, ellos,yacasi separados de todo apoyo narrativo, personajes de una novela desprendidos por prodigiode las pginas del libro que los contena, seguan viviendo por su cuenta; aprovechabanciertos momentos de mi jornada para presentarse ante m, en la soledad de mi despacho, yunas veces uno, otras otro otras, los dos a la vez, venan a tentarme, a proponermetal ocual escena para que la representara o la escribiera, los efectos que podran sacarse de ella,el nuevo inters que podra suscitar cierta situacin inslita..., y qu s yo!Yo me dejaba vencer un momento, y cada vez aquella condescendencia ma dedejarme coger un poco bastaba para que ellos sacaran un nuevo provecho de mi vida, unaumento de evidencia, y por eso mismo tambin un poco ms de eficacia persuasiva sobrem. Y as, poco a poco, cada vez se me haca ms difcil volver a librarme de ellos, y a ellosms fcil volver a tentarme. Lleg un momento en que fueron para m una verdaderaobsesin. Hasta que se me ocurri la manera de salir de aquella situacin.Por qu me dije no presento este novsimo caso de un autor que se niega a darvida a algunos de sus personajes, nacidos vivos en su fantasa, y el caso de estospersonajesque, teniendo infusa ya en ellos la vida, no se resignan a permanecer excluidosdel mundodel arte? Ellos se han separado ya de m, viven por su cuenta; han adquirido voz ymovimiento; en esta lucha que han tenido que sostener conmigo por su vida se hanconvertido, pues, por s solos, en personajes dramticos, personajes que pueden hablar ymoverse solos; se ven ya a s mismos como tales; han aprendido a defenderse de m, ysabrn defenderse de los dems. De manera que voy a dejarlos ir a donde suelen ir lospersonajes dramticos para tener vida: a un escenario. Y a ver qu pasa.As lo hice. Y ocurri, naturalmente, lo que tena que ocurrir: una mezcla de lotrgico y lo cmico, de lo fantstico y de lo real, en una situacin humorsticacompletamente nueva y sumamente complicada; un drama que por s solo y por medio desus personajes, que respiran, hablan y se mueven, que lo llevan y lo sufren dentro de smismos quiere encontrar a toda costa la manera de ser representado, y la comediade laintil tentativa de su representacin improvisada. Primero, la sorpresa de aquellospobresactores de una compaa dramtica que estn ensayando, de da, una comedia en unescenario lleno de bastidores y decorados; sorpresa e incredulidad cuando ven aparecer anteellos a seis personajes que se anuncian como tales en busca de autor; luego,inmediatamente despus, por aquel imprevisto desfallecimiento de la Madre, con surostrocubierto por un velo negro, su instintivo inters por el drama que adivinan en ella y en losotros componentes de aquella extraa familia, drama oscuro, ambiguo, que viene a caer tanimpensadamente sobre aquel escenario vaco, que no estaba preparado para recibirlo; y,poco a poco, el aumento de este inters al irrumpir las pasiones que contrastaban,ya en el20Padre, o en la Hijastra, o en el Hijo, o en aquella pobre Madre; pasiones que intentan, comohe dicho, convertirse en hechos vvidos, con una trgica furia desgarradora.Y he aqu que aquel sentido universal, buscado primero intilmente en aquellos seispersonajes, lo encuentran ahora ellos, despus de haber ido solos al escenario; consiguenencontrarlo en s mismos, en la excitacin de la lucha desesperada que cada uno tienecontra el otro, y todos contra el Director de la compaa y los actores, que no loscomprenden.Sin querer, sin saberlo, en la agitacin de su estado de nimo, cada uno de ellos,para defenderse de las acusaciones del otro, expresa como suyos la viva pasin y eltormento que durante tantos aos fueron el trabajo de mi espritu: el engao de lacomprensin recproca, fundado irremediablemente en la vacua abstraccin de las palabras;la mltiple personalidad de cada uno, segn todas las posibilidades de ser que seencuentran en cada uno de nosotros, y, en fin, el trgico conflicto inmanente entre la vidaque se mueve continuamente y la forma que la fija, inmutable.Sobre todo, dos personajes de los seis, el Padre y la Hijastra, hablan de esta atroz einderogable fijeza de su forma, en la cual el uno y la otra ven expresada para siempre,inmutablemente, su esencia, que para el uno significa castigo y para la otra venganza; y ladefienden contra las afectadas muecas y la inconsciente volubilidad de los actores, eintentan imponrsela al Director, que quisiera alterarla o acomodarla a las llamadasexigencias del teatro.En apariencia, los seis personajes no estn todos en el mismo grado de formacin;pero no porque se encuentren entre ellos figuras de primero y de segundo plano,esto es,protagonistas y personajes secundarios lo que sera una elemental perspectiva,necesaria en toda arquitectura escnica o narrativa, ni porque estn todos completamenteformados para lo que han de servir. Todos ellos, los seis, estn en el mismo puntoderealizacin artstica, y todos en el mismo plano de realidad, que es el fantstico delacomedia. Slo que el Padre, la Hijastra, y tambin el Hijo, estn realizados como espritu; laMadre lo est como naturaleza; como presencia, el Muchacho, que mira y realiza un gesto,y la Nia, completamente inerte. Este hecho crea entre ellos una perspectiva de ungneronuevo. Inconscientemente haba tenido yo la impresin de que necesitara hacer aparecer aalgunos de ellos ms destacados artsticamente; a otros, menos, y a otros, apenasdibujados como elementos de un hecho que hay que narrar o representar: los ms vivos, losms completamente creados, el Padre y la Hijastra, que llegan, naturalmente, ms adelantey guan y arrastran tras ellos el peso casi muerto de los otros: uno, el Hijo, reacio; otro, laMadre, como una vctima resignada entre aquellas dos criaturas que apenas si tienen otraconsistencia que la de su apariencia.Y en efecto! En efecto, tenan que aparecer precisamente cada uno en aquel estadiode creacin lograda en la fantasa del autor en el momento en que ste quiso arrojarlos desu mente.Ahora, cuando lo pienso, el haber intuido esta necesidad, el haber encontradoinconscientemente la manera de resolverla con una nueva perspectiva y el modo como laencontr, todo me parece un milagro. El hecho es que la comedia fue verdaderamenteconcebida en una iluminacin espontnea de la fantasa, cuando, por prodigio, todos loselementos del espritu se responden y trabajan en un divino acuerdo. Trabajndolos en fro,por mucho que los hubiera trabajado, ningn cerebro humano hubiera conseguido nuncapenetrar y poder satisfacer todas las necesidades de su forma. Por eso, las razones que voya dar para aclarar sus valores no deben entenderse como preconcebidas por m cuando medispuse a su creacin ni se crea que ahora me toca defenderlas, sino nicamente comodescubrimientos que yo mismo he podido hacer despus con la mente reposada.He querido representar seis personajes que buscan un autor. El drama no consigueser representado precisamente porque falta el autor que ellos buscan; y, en cambio, serepresenta la comedia de esa intil tentativa, con todo lo que tiene de trgico porel hechode que esos seis personajes han sido rechazados.Pero se puede representar un personaje rechazndolo? Evidentemente, pararepresentarlo, es preciso, al contrario, acogerlo en la fantasa y despus expresarlo. Y yo, enefecto, he acogido y realizado esos seis personajes; pero los he acogido y realizado comorechazados: en busca de otro autor.Es preciso entender ahora qu es lo que he rechazado de ellos; no a ellos mismos,evidentemente; pero s su drama, que, sin duda, les interesa, sobre todo a ellos,pero a m21no me interesa en modo alguno, por las razones ya indicadas.Y qu es el propio drama para un personaje?Todo fantasma, toda criatura de arte, para existir, debe tener su drama; es decir, undrama del cual es personaje y para el cual es personaje. El drama es la razn de ser delpersonaje, es su funcin vital, necesaria para existir.Yo, de aquellos seis, acog, pues, la existencia, rechazando la razn de existir; tomel organismo, confindole, en lugar de su funcin propia, otra funcin ms compleja, y en lacual la suya propia apenas si participaba como circunstancia. Situacin terrible ydesesperada, especialmente para los dos Padre e Hijastra que tienen ms inters que losotros en vivir y tienen ms conciencia de ser personajes que los otros, es decir,absolutanecesidad de un drama, del propio drama, que es el nico que pueden imaginarse ensmismos y que ven rechazado; situacin imposible, de la que sienten que deben salir atodacosta, porque es cuestin de vida o muerte. Es muy cierto que yo, como razn de existir,como funcin, les he dado otra, que es precisamente esa situacin imposible, el dramadeestar en busca de autor, rechazados; pero que sa sea una razn de ser, que se hayaconvertido para ellos, que ya tenan vida propia, en la verdadera funcin necesariaysuficiente para existir, ni siquiera pueden sospecharlo. Si alguien se lo dijerano lo creeran,porque no es posible creer que la nica razn de nuestra vida est toda en un tormentoquenos parece injusto e inexplicable.Por eso no puedo imaginarme por qu se me reproch que el personaje del Padre noera lo que deba haber sido, porque sala a veces de su cualidad y posicin de personaje,invadiendo y haciendo suya la actividad del autor. Yo que entiendo a los que nomeentienden, comprendo que el reproche viene del hecho de que ese personaje expresa comopropio un trabajo del espritu que est reconocido como mo. Lo que es muy natural y nosignifica absolutamente nada. Aparte de que ese trabajo del espritu en el personaje delPadre deriva, y es sufrido y vivido, de causas y por razones que nada tienen quever con miexperiencia personal, consideracin que por s misma dejara sin consistencia a la crtica,quiero aclarar que una cosa es el trabajo inmanente de mi espritu, trabajo que yopuedolegtimamente porque lo hago orgnico reflejar en un personaje, y otra cosa es laactividad de mi espritu desarrollada en la realizacin de esta obra; es decir, la actividad queconsigue formar el drama de esos seis personajes en busca de autor. Si el Padrefuerapartcipe de esa actividad, si contribuyera a formar el drama de estar esos seis personajessin autor, entonces s, y slo entonces, estara justificado decir que a veces era elmismoautor, y por eso no era el que deba ser. Pero el Padre, eso de ser personaje en busca deautor lo sufre y no lo crea, lo sufre como una fatalidad inexplicable y como unasituacinque con todas sus fuerzas trata de remediar y de rebelarse contra ella: autntico personajeen busca de autor, y nada ms, aunque exprese como suyo el trabajo de mi espritu. Silfuera partcipe de la actividad del autor, se explicara perfectamente aquella fatalidad; severa acogido, despus de todo, en la matriz fantstica de un poeta, y ya no tendra raznpara padecer aquella desesperacin de no encontrar quien afirme y componga su vidadepersonaje; quiero decir, que aceptara de bastante buen grado la razn de ser que leda elautor, y, sin pesar, renunciara a la propia, enviando a paseo al Director y a losactores, alos cuales al contrario! ha recurrido como a una tabla de salvacin.En cambio, hay un personaje, el de la Madre, al que no le importa en absoluto notener vida, si se considera el tener vida como un fin en s. Ella no tiene la menor duda deque ya est viva; ni le ha pasado jams por la imaginacin preguntarse cmo, por qu, ni dequ manera lo est. En suma: no tiene conciencia de ser personaje; por eso ni por unmomento se sale de su papel. No sabe que tiene un papel.Esto hace al personaje completamente orgnico. En efecto, su papel de Madre notolera por s mismo, en su naturalidad, movimientos espirituales; y ella no vive comoespritu: vive en una continuidad de sentimiento que nunca tiene solucin, y por esonopuede adquirir conciencia de su vida, que es tanto como decir de su ser personaje.Pero,con todo y eso, tambin ella busca, a su modo y para sus fines, un autor; hasta ciertopunto, parece contenta de haber sido llevada delante del Director de la compaa. Quizporque tambin ella espera tener vida por medio de l? No; porque espera que el Director lehaga representar una escena con el Hijo, en la que ella pondra tanto de su propiavida; peroes una escena que no existe, que nunca tuvo lugar ni podra tenerlo. Tan ajena est ella deser personaje, es decir, tan inconsciente de la vida que puede tener, fijada y determinadatoda, momento por momento, en cada gesto y en cada palabra!22Ella se presenta con los otros personajes en el escenario, pero sin comprender lo queellos le obligan a hacer. Evidentemente, se imagina que la mana de tener vida queles haentrado al marido y a la hija, y por la cual se encuentra ella tambin en un escenario, no esotra cosa que una de las acostumbradas extravagancias de aquel hombre atormentado yatormentador y horrible, horrible una nueva cabezonada de aquella pobre muchachadescarriada. Los casos de su vida y el valor que han adquirido ante sus ojos, sumismocarcter, son todo cosas que dicen los otros, y que ella slo una vez contradice, porque elinstinto maternal se subleva y se rebela en ella para aclarar que ella no quera de ningunamanera abandonar ni al hijo ni al marido; porque al hijo se lo quitaron, y el marido la obligal abandono. Pero rectifica circunstancias. No sabe ni se explica nada.Es, en suma, naturaleza. Una naturaleza fijada en una figura de madre.Este personaje me ha dado una satisfaccin completamente nueva, que no vacallada. Casi todos mis crticos, en lugar de calificarlo, como acostumbran, de nadahumano que parece ser el peculiar e incorregible carcter de todos mis personajes, sindistincin, han tenido la bondad de consignar, con verdadera complacencia, que por finhaba salido de mi fantasa una figura humansima. El elogio me lo explico as: que estandomi pobre Madre completamente ligada a su actitud natural de madre, sin posibilidad delibres movimientos espirituales, esto es, casi como un tronco de carne enteramente viva entodas sus funciones de procrear, amamantar, cuidar y amar a su prole, sin necesidadalguna por eso de hacer actuar al cerebro, ella realiza en s el verdadero y perfecto tipohumano. Y es cierto, porque parece ser que en un organismo humano nada es mssuperfluo que la inteligencia.Pero los crticos, con ese elogio, han querido despachar a la Madre, sin cuidadosdepenetrar en el ncleo de valores poticos que ese personaje significa en la comedia.Humansima figura, s, porque est privada de espritu, esto es, inconsciente de ser loquees, o despreocupada de explicrselo. Pero el hecho de ignorar que es personaje nola libra deserlo. Y se es su drama en mi comedia. Y su ms viva expresin salta en aquel su grito alDirector, cuando l trata de convencerla de que todo ha ocurrido en el pasado, y que, porconsiguiente, no puede ser motivo de nuevo llanto: No! Ocurre ahora, ocurre siempre! Midolor no ha terminado, seor! Yo estoy viva y presente siempre, en cada momento demidolor, que se renueva vivo y presente en cada instante! Esto lo siente ella, sinconciencia y,por eso, como algo inexplicable; pero lo siente de modo tan terrible, que ni siquiera piensaque sea algo que ella pueda explicarse a s misma o a los dems. Lo siente, y basta.Losiente como dolor, y este dolor, inmediato, grita. As se refleja en ella la fijeza de su vida enuna forma que, de otra manera, atormenta al Padre y a la Hijastra. stos, espritu;ella,naturaleza; el espritu se rebela contra ello, o trata de aprovecharlo como puede;lanaturaleza, si no est animada por el estmulo del sentido, solamente llora.El conflicto inmanente entre el movimiento vital y la forma es condicin inexorableno slo del orden espiritual, sino tambin del natural. La vida que se ha fijado, para existir,en nuestra forma corporal, poco a poco va matando su forma. El llanto de esta naturalezafijada es el irreparable y continuo envejecer de nuestro cuerpo. Del mismo modo,el llanto dela Madre es pasivo y perpetuo. Mostrado a travs de tres facetas, valorado en tresdramasdiversos y contemporneos, aquel inmanente conflicto encuentra as en la comedia sumscompleta expresin. Y, adems, la Madre declara tambin el particular valor de la formaartstica forma que no comprende y no mata su vida, y que la vida no consume en aquelsu grito al Director. Si el Padre y la Hijastra volvieran a empezar su escena cien mil vecesseguidas, siempre, en el momento fijado, en el punto en que la vida de la obra de arte debeser expresada con aquel su grito, ste resonara siempre, inalterado e inalterable en suforma, pero no como una repeticin mecnica, no como un retorno obligado por necesidadesexternas, sino cada vez ms vivo y como nuevo, nacido de improviso as para siempre,embalsamado vivo en su forma inmarcesible. Lo mismo que, siempre que abramos ellibro,encontraremos a Francesca viva confesando a Dante su dulce pecado; y si volvamosa leeraquel pasaje cien mil veces seguidas, otras tantas volver a decir Francesca sus palabras,no repitindolas mecnicamente, sino dicindolas por primera vez cada vez, con tan viva eimprovisada pasin, que Dante se desmayar al orlas cada vez. Todo lo que vive, por elhecho de vivir, tiene forma, y por eso mismo tiene que morir; excepto la obra dearte, quevive para siempre, precisamente porque tiene forma.El nacimiento de una criatura de la fantasa humana, nacimiento que es el paso porel umbral entre la nada y la eternidad, puede ocurrir tambin improvisadamente, teniendo23por gestacin una necesidad. En un drama imaginado hace falta un personaje que diga ohaga cierta cosa necesaria; y he aqu que el personaje ha nacido, y es precisamente aquelque deba ser. As nace Madame Paz entre los seis personajes, y parece un milagro, msbien un truco sobre aquel escenario preparado realsticamente. El nacimiento es real, elnuevo personaje est vivo, no porque ya lo estuviera, sino porque ha nacido felizmente,como implica precisamente su naturaleza de personaje que podemos llamar obligado.Poreso ha ocurrido una rotura, un cambio imprevisto en el plano de la realidad de la escena,porque un personaje puede nacer as en la fantasa del poeta, no en las tablas de unescenario. Sin que nadie se haya dado cuenta, ha cambiado de repente la escena:he vueltoa recogerla en mi fantasa, sin retirarla, sin embargo, de los ojos de los espectadores; les hemostrado a stos, en lugar del escenario, mi fantasa en el acto de crear, bajo la especie deaquel mismo escenario. La improvisada e incontrolable mutacin de un plano de realidad aotro es un milagro de la especie de los que realiza el santo que hace mover su imagen, queen aquel momento ya no es de madera ni de piedra; pero no es un milagro arbitrario. Aquelescenario, aun acogiendo la realidad fantstica de los seis personajes, no existeen s mismocomo dato fijo e inmutable, como no existe nada establecido ni preconcebido en estacomedia: todo se hace, todo se mueve, todo se intenta improvisadamente. Inclusoel planode realidad del lugar en el cual se cambia y vuelve a cambiarse esa informe vidaque anhelatener su forma, llega as a alejarse orgnicamente. Cuando yo conceb la idea de hacernacerde repente a Madame Paz en el escenario, sent que poda hacerlo, y lo hice; si hubieraadvertido que ese nacimiento iba a mermar y a reformar silenciosa y casi inadvertidamente,en un instante, el plano de realidad de la escena, seguramente no la habra hecho,paralizado por su aparente falta de lgica. Y habra cometido una desventuradamortificacin contra la belleza de mi obra, de lo cual me salv el fervor de mi espritu;porque, contra una engaosa apariencia lgica, aquel fantstico nacimiento es sostenido poruna verdadera necesidad en misteriosa y orgnica correlacin con toda la vida de laobra.Y el que alguien me diga ahora que la comedia no tiene todo el valor que podratener, porque su expresin no est compuesta, sino que es catica, porque peca deromanticismo, me hace sonrer.Comprendo por qu me ha sido hecha esa observacin. Porque en mi obra larepresentacin del drama en que se ven envueltos los seis personajes aparece tumultuosa yno procede nunca ordenadamente: no hay desarrollo lgico, no hay concatenacin de losacontecimientos. Es muy cierto. Ni buscndolo con candil habra podido encontrar unmodoms desordenado, ms extravagante, ms arbitrario y complicado, de representar el dramaen que estn envueltos los seis personajes. Es muy cierto; pero yo no he representado esedrama, en absoluto. He representado otro no voy a repetir cul! en el que, entre lasdems cosas bonitas que cada uno puede encontrar, segn sus gustos, hay precisamenteuna discreta stira contra los procedimientos romnticos. En esos mis seis personajes, tanacalorados todos por superarse en el papel que cada uno de ellos tiene en ciertodrama,mientras yo los presento como personajes de otra comedia que ellos no conocen nisospechan, as como en aquella agitacin pasional suya, tan propia de los procedimientosromnticos, est expuesta humorsticamente, subrayada en el vaco, esta stira. Y el dramade los personajes, presentado no como se hubiera organizado en mi fantasa, s lo hubieraacogido, sino as, como drama rechazado, no poda subsistir en mi obra sino comosituacin, y en cualquier forma de desarrollo no poda manifestarse sino por ligerosindicios, tumultuosa y desordenadamente, en trozos violentos, de un modo catico;continuamente interrumpido, desviado, contradicho, e incluso negado por uno de lospersonajes, y ni siquiera vivido por otros dos de ellos.En efecto, hay un personaje el que niega el drama que lo hace personaje, elHijo que saca todo su valor y su relieve del hecho de ser personaje, no de la comediatodava no escrita en la que apenas si aparece, sino de la representacin que yo hehecho de ella. En suma: es el nico que vive solamente como personaje en busca de autor;tanto, que el autor que l busca no es un autor dramtico. Esto tampoco poda ser de otromodo; cuanto ms orgnica sea la actitud del personaje en mi concepcin, ms lgico es quedetermine una mayor confusin y desorden en la situacin y otro motivo de mayor contrasteromntico.Pero este caos, orgnico y natural, era precisamente lo que yo tena que representar;y representar un caos no significa en absoluto representar caticamente, esto es,romnticamente. Y que mi representacin no tiene nada de confusa, sino que est24perfectamente clara, sencilla y ordenada, lo demuestra la evidencia con que, a los ojos detodos los pblicos del mundo, resaltan la trama, los caracteres, los planos fantsticos yrealsticos, dramticos y cmicos de la obra, y cmo, para el que tiene ojos ms penetrantes,se destacan los valores inslitos que contiene.Grande es la confusin de las lenguas entre los hombres, cuando crticos as llegan aencontrar la palabra para expresarse. Confusin tan grande, como perfecta, es la ntima leyde orden, que, en todo obedecida, hace tpica y clsica mi obra y pone el veto a toda palabraencaminada a su hundimiento. En efecto, cuando comprend antes que nadie que no secrea vida artificialmente, y que el drama de los seis personajes no podr representarsenunca, por falta de autor que lo valorice en el espritu, por instigacin del Director,vulgarmente ansioso de conocer cmo ocurri el hecho, este hecho es recordado por elHijo1en la sucesin material de sus momentos, privado de todos los sentidos, y por esosinnecesidad siquiera de la voz humana, cuando aparentemente desasistido por el poeta caeinerte sobre la escena, tras la detonacin de un arma de fuego, y estropea la intiltentativade los personajes y de los actores.El poeta, sin que ellos lo supieran, casi mirando de lejos, estuvo esperando, durantetodo el tiempo de aquella tentativa suya, para con ella y de ella sacar su obra.1 El autor se refiere al Muchacho, no al Hijo, ya que es el Muchacho el que realiza el gesto aque alude. (N. del T.)2526Personajes de la futura comedia:EL PADRELA MADRELA HIJASTRAEL HIJOEL MUCHACHO ( no habla )LA NIA ( no habla )MADAME PAZ ( evocada ms tarde )El personal del teatro:EL DIRECTOR DE LA COMPAALA PRIMERA ACTRIZEL PRIMER ACTORLA SEGUNDA ACTRIZLA DAMA JOVENEL GALN JOVENOTROS ACTORES Y ACTRICESEL TRASPUNTEEL APUNTADOREL GUARDARROPAEL MAQUINISTAEL SECRETARIO DEL DIRECTOREL AVISADORTRAMOYISTAS Y DEPENDIENTES2728Es de da, en el escenario de un teatro de comedias.NOTA. La comedia no tiene actos ni escena. La representacin ser interrumpida porprimera vez, sin bajar el teln, cuando el DIRECTOR y el primer Personaje se retiren para discutirel guin y los actores desaparezcan del escenario; la segunda vez, cuando el MAQUINISTA, porerror, deja caer el teln.Al entrar en la sala del teatro, los espectadores encontrarn el teln levantado y elescenario tal como est de da, sin bastidores ni decorados, casi a oscuras, vaco, para quetengan desde el principio la impresin de un espectculo no preparado de antemano.Dos escalerillas, una a la derecha y otra a la izquierda, comunicarn el escenariocon lasala. Sobre el escenario, la concha del apuntador estar junto al foso. Al otro lado, cerca delproscenio, una mesita y un silln de espaldas al pblico, para el DIRECTOR.Otras dos mesitas, una ms grande, una ms pequea, con muchas sillas alrededor,colocadas para tenerlas a mano, si hubiera necesidad, en el ensayo. Otras sillas, aqu y all, aderecha e izquierda, para los ACTORES, y un piano, en el fondo, a un costado, casi oculto.Apagadas las luces de la sala, se ver entrar por la puerta del foro al TRAMOYISTAconun mono azulado y una bolsa atada a la cintura; coger de un rincn al fondo algunoslistones,los colocar en el proscenio y se arrodillar para fijarlos. Al escucharse los martillazos, saldrde la puerta de los camerinos el TRASPUNTE.EL TRASPUNTE. Qu haces?EL MAQUINISTA. Qu hago? Estoy clavando.EL TRASPUNTE. A estas horas? (Mirar el reloj. ) Son las diez y media. En un momentollegar el DIRECTOR para el ensayo.EL MAQUINISTA. Bueno, yo tambin necesito mi tiempo para trabajar!EL TRASPUNTE. Lo tendrs, pero no ahora.EL MAQUINISTA. Cundo, entonces?EL TRASPUNTE. Cuando no sea la hora de ensayo. Apresrate y llvatelo todo. Djamedisponer la escena para el segundo acto de El juego de los papeles.(El MAQUINISTA, resoplando, refunfuando, recoger los listones y se ir. Entretanto,por lapuerta del foro, empezarn a aparecer los ACTORES de la compaa, hombres y mujeres,primero uno y despus otro, despus dos al mismo tiempo, a su gusto: nueve o diez, los que sesupone que deban formar parte en los ensayos de la comedia de Pirandello El juego de lospapeles, prevista para ese da. Entrarn, saludarn al TRASPUNTE y se saludarn entre ellos,desendose un buen da. Algunos irn a los camerinos; otros, entre los cuales estar elAPUNTADOR, que tendr el guin enrollado bajo el brazo, permanecern en el escenarioesperando al DIRECTOR para dar inicio al ensayo, mientras que, sentados en crculoo de pie,cruzarn palabras; alguno encender un cigarrillo, otro se quejar del papel asignado,aquelleer en voz alta a sus compaeros la noticia de una revista teatral. Sera bueno quetanto lasACTRICES como los ACTORES vistieran ropas claras y alegres, y que esta primera escena improvisada tuviera mucha vivacidad. En un determinado momento, uno de los cmicos se podrsentar al piano y tocar una msica bailable; los ms jvenes entre los ACTORES y ACTRICESbailarn.EL TRASPUNTE. (Batiendo palmas para llamarlos al orden. ) Vamos, vamos, orden. Hallegadoel Director!(La msica y el baile cesarn al mismo tiempo. Los ACTORES se volvern para mirar hacia lasala del teatro, por cuya puerta se ver entrar al DIRECTOR, quien, con un sombrero de copa, elbastn bajo el brazo y un grueso puro en la boca, cruzar el pasillo de butacas y, saludado porlos cmicos, subir al escenario por una de las dos escalerillas. El SECRETARIO le entregar elcorreo: un peridico y un guin sellado.)EL DIRECTOR. Cartas?EL SECRETARIO. Ninguna. Esto es todo.29EL DIRECTOR. (Entregndole el guin sellado. ) Llvelo al camerino. (Despus, mirandoalrededor y dirigindose al TRASPUNTE. ) Pero aqu no se ve nada. Por favor, que nosden unpoco ms de luz.EL TRASPUNTE. De inmediato! (Ir a dar la orden. Y poco despus el escenario se iluminarcon una intensa luz blanca en la parte de la derecha, donde estarn los ACTORES. En tanto, elAPUNTADOR habr tomado su lugar en el foso, habr encendido la lamparita y extendidoante sel guin.)EL DIRECTOR. (Dando palmadas. ) Vamos, vamos, que tenemos que empezar. (Al TRASPUNTE)Falta alguien?EL TRASPUNTE. Falta la Primera Actriz.EL DIRECTOR. Como siempre! (Mirar el reloj. ) Estamos atrasados diez minutos. Antelo,hgame el favor. As aprender a ser puntual en los ensayos.(No habr terminado la amonestacin, cuando del fondo de la sala se escuchar la voz de laPRIMERA ACTRIZ.)LA PRIMERA ACTRIZ. No, no, por favor! Aqu estoy! Aqu estoy! (Est toda vestida de blanc,con un sombrero excntrico y un gracioso perrito entre los brazos; correr a travs del corredorde la sala y subir apresuradamente por una de las escalerillas.)EL DIRECTOR. Usted insiste en hacerse esperar.LA PRIMERA ACTRIZ. Disclpeme. Busqu desesperadamente un automvil para llegar atiempo! Pero veo que todava no han empezado. Y yo no aparezco al comienzo de la obra.(Luego, llamando por su nombre al TRASPUNTE, le encarga el perrito. ) Por favor,djelo en elcamerino.EL DIRECTOR. (Renegando. ) Tambin el perrito! Como si furamos pocos los que parecemosmascotas aqu. (Dar palmadas otra vez y se dirigir al APUNTADOR) Vamos, vamos, elsegundo acto de El juego de los papeles. (Sentndose en la butaca. ) Atencin, seores. Aquin le toca la escena?(Los ACTORES y las ACTRICES despejarn el proscenio y se irn a sentar a un costado,salvo lostres que participarn en el ensayo y la PRIMERA ACTRIZ, que sin hacer caso de la pregunta delDIRECTOR se sentar delante de una de las mesitas.)EL DIRECTOR. (A la PRIMERA ACTRIZ ) Interviene usted en la escena?LA PRIMERA ACTRIZ. Yo no.EL DIRECTOR. (Molesto. ) Entonces muvase, por Dios!(La PRIMERA ACTRIZ se levantar y se ir a sentar junto a los otros ACTORES que ya estarnacomodados aparte.)EL DIRECTOR. (Al APUNTADOR ) Comience, comience.EL APUNTADOR. (Leyendo el guin. ) En casa de Leone Gala. Un extrao saln, comedor ydespacho al mismo tiempoEL DIRECTOR. (Dirigindose al TRASPUNTE. ) Pondremos la sala de color rojo.EL TRASPUNTE. (Apuntndolo en un papel. ) De color rojo, de acuerdo.EL APUNTADOR. (Sigue leyendo el guin. ) Mesa puesta y escritorio con libros y papeles.Estanteras de libros y vitrinas con lujosas vajillas y utensilios de mesa. Puertaal fondo porla cual se llega a la habitacin de Leone. Puerta lateral a la izquierda por la cual se va a lacocina. La puerta principal est a la derechaEL DIRECTOR. (Levantndose e indicando. ) Por lo tanto, presten atencin: all, la puertaprincipal. Aqu, la cocina. (Dirigindose al ACTOR que har el papel de Scrates. ) Ustedentrar y saldr por este lado. (Al DIRECTOR. ) Colocar la mampara en el fondo y luegocolgar las cortinas. (Se vuelve a sentar. )EL TRASPUNTE. (Anotndolo. ) De acuerdo.EL APUNTADOR. (Leyendo el guin. ) Primera escena. Leone Gala, Guido Venanzi, Filippo,llamado Scrates (Al DIRECTOR ) Debo leer tambin las acotaciones?EL DIRECTOR. S, s! Se lo he dicho mil veces!EL APUNTADOR. (Leyendo el guin. ) Al levantarse el teln, Leone Gala, con gorrito decocinero y delantal, trata de batir un huevo en un cuenco con un cucharn de madera.Filippo bate otro, tambin vestido de cocinero. Guido Venanzi escucha, sentadoEL PRIMER ACTOR. (Al DIRECTOR. ) Disculpe, pero me tengo que poner el gorrito en lacabeza?EL DIRECTOR. (Fastidiado por el comentario. ) Obviamente! Est escrito all! (Sealar elguin. )EL PRIMER ACTOR. Pero si es ridculo!, usted perdone.30EL DIRECTOR. (Ponindose de pie, furioso. ) Ridculo, ridculo! Qu quiere que yo haga sde Francia no vienen ms comedias buenas y nos tenemos que resignar a poner en escenacomedias de Pirandello, que nadie comprende y parecen creadas a propsito para queni losactores, ni los crticos, ni el pblico queden contentos? (Los ACTORES reirn. Y entonces l,levantndose y acercndose hacia el PRIMER ACTOR, gritar. ) El gorrito de cocinero, s seor!Y batir los huevos! Usted cree que no tiene que hacer nada ms que batir los huevos consus manos? Pues no. Tendr que representar el papel de la cscara de los huevos que estbatiendo! (Los ACTORES reirn de nuevo y harn comentarios irnicos entre ellos. ) Silencio! Ypresten atencin cuando estoy hablando! (Se dirige de nuevo al PRIMER ACTOR. ) S, seor, lacscara. Lo que quiere decir la forma vaca de la razn, sin la plenitud del instinto,que esciego! Usted es la razn y su esposa el instinto, en un juego de papeles asignados, por lo queusted, al representar su papel, es voluntariamente el ttere de s mismo. Comprendido?EL PRIMER ACTOR. (Abriendo los brazos. ) Yo no!EL DIRECTOR. (Volviendo a su sitio. ) Yo menos! As que mejor seguimos. Despus meelogiar el resultado! (En tono confidencial. ) Le aconsejo que se ponga siempre de medioperfil, porque si no, entre las complicaciones del dilogo y usted que no se dejarescucharpor el pblico, nadie entender nada. (Dando palmadas de nuevo. ) Atencin, atencin!Empezamos.EL APUNTADOR. Disculpe, seor Director. Me permitira cubrirme con la concha? Correun aire!EL DIRECTOR. Cmo no, hgalo!(El AVISADOR del teatro habr entrado mientras tanto en la sala, con su gorrita galoneada, en lacabeza, y atravesando el pasillo de butacas, se acercar al escenario para anunciar alDIRECTOR la llegada de los SEIS PERSONAJES, quienes tambin han entrado en la salay lo hanseguido a cierta distancia, un poco desorientados y perplejos, mirando a su alrededor.)Quien vaya a intentar una puesta en escena de esta comedia debe valerse de todoslosmedios disponibles para lograr un efecto gracias al cual estos SEIS PERSONAJES no seconfundan nunca con los ACTORES de la compaa. La disposicin de unos y otros, indicada enlas anotaciones, cuando ya se encuentren en el escenario, ser sin duda til; tantocomo unaintensidad luminosa variada de reflectores especiales. Pero el medio ms eficaz eidneo quese sugiere ser el uso de mscaras especiales para los PERSONAJES: mscaras especialmenteelaboradas con una materia que el sudor no ablande, as que no sern ligeras para los actoresque debern llevarlas; se confeccionarn de tal modo que dejen libres los ojos, la nariz y laboca. Se interpreta de esta manera el sentido ms profundo de la comedia.Los PERSONAJES no debern, por lo tanto, aparecer como fantasmas, sino comorealidades creadas, elaboraciones inalterables de la fantasa: y por lo tanto ms reales yconsistentes que la voluble naturalidad de los ACTORES. Las mscaras ayudarn a darlaimpresin de la figura construida artsticamente y fijada de manera inalterable en la expresindel propio sentimiento fundamental, que es el remordimiento en el PADRE, la venganza en laHIJASTRA, el desdn en el HIJO, el dolor en la MADRE, con lgrimas de cera, fijas enlo mslvido de las ojeras y las mejillas, como se puede ver en las imgenes esculpidas ypintadas delas Mater dolorosa de las iglesias.Y que incluso la vestimenta sea de pao y corte particular, sin extravagancia, conpliegues rgidos y de un volumen estatuario. En resumen, que no d la idea de estarconfeccionada con una tela, que se pueda comprar en cualquier tienda de la ciudad y encualquier sastrera.El PADRE rondar los cincuenta aos: de frente amplia, pero no calvo, de cabello rojizo,con bigote espeso y crespo alrededor de una boca fresca, dispuesta a una sonrisaincierta yvana. Plido, especialmente en la amplia frente; ojos azules y ovalados, centellantes y agudos;vestir pantalones claros y chaqueta oscura: en ocasiones ser melifluo, en otras tendr gestosduros y speros.La MADRE estar aterrada y sobrecogida por el intolerable peso de la vergenza y delahumillacin. Cubierta por un tupido velo de viuda, vestir humildemente de negro, ycuando selevante el velo, mostrar un rostro nada atormentado, pero como si fuera de cera,y siempreestar con los ojos bajos.La HIJASTRA, de dieciocho aos, ser desvergonzada, casi impdica. Bellsima, ellatambin, vestir de luto, pero con una elegancia vistosa. Mostrar desprecio por el aire tmido,afligido y casi desorientado del hermanito, un esculido MUCHACHO de catorce aos, tambin31de negro; y en la hermanita, en cambio, una NIA de aproximadamente cuatro aos, habr unaternura vivaz y estar vestida de blanco con una cinta de seda negra en la cintura.El HIJO, de veintids aos, alto, casi inmovilizado en un contenido desdn por el PADREy en una indiferencia ceuda hacia la MADRE, llevar un sobretodo morado y una largacintaverde alrededor del cuello.EL AVISADOR. (Con el gorrito en la mano. ) Disculpe, seor.EL DIRECTOR. (Brusco, despectivo. ) Y ahora qu ocurre?EL AVISADOR. (Tmidamente. ) Han llegado unos seores que preguntan por usted. (ElDIRECTOR los ACTORES se dan la vuelta sorprendidos para mirar desde el escenariohacia abajo,en la sala.)EL DIRECTOR. (De nuevo enojado. ) Estamos ensayando! Y usted sabe muy bien que nodebe entrar nadie mientras estamos ensayando! (Dirigindose hacia el fondo. ) Quinessonustedes? Qu quieren?EL PADRE. (Dando un paso adelante, seguido por los dems, hasta llegar a una de lasescalerillas) Hemos venido en busca de un autor.EL DIRECTOR. (Entre sorprendido e iracundo. ) De un autor? Qu autor?EL PADRE. Del que sea, seor.EL DIRECTOR. Pero si aqu no hay ningn autor, porque no estamos ensayando ningunacomedia nueva.LA HIJASTRA. (Con una alegre vivacidad, subiendo rpidamente la escalerilla. ) Muchomejor,mucho mejor entonces, seor! Nosotros podramos ser su nueva comedia.ALGUNO DE LOS ACTORES. (En medio de los comentarios bulliciosos y las risas de los dems. ) Escchenla, escchenla!EL PADRE. (Siguiendo sobre el escenario a la HIJASTRA. ) Bueno, pero si no hay autor? (AlDIRECTOR. ) A menos que usted quiera serlo...(LA MADRE, con la NIA de la mano, y el MUCHACHO subirn los primeros peldaos de laescalerilla y se quedarn a la espera. El HIJO se quedar abajo, enojado.)EL DIRECTOR. Estn bromeando?EL PADRE. Cmo se le ocurre, seor? Todo lo contrario, le traemos un drama doloroso.LA HIJASTRA. Y podramos ser su fortuna!EL DIRECTOR. Hganme el favor de largarse, que no tenemos tiempo para perderlo conlocos!EL PADRE. (Herido y melifluo. ) Pero seor, usted sabe muy bien que la vida est llena deinfinitos absurdos, que, descaradamente, ni siquiera tienen necesidad de parecerverosmiles, porque son verdaderos.EL DIRECTOR. Pero, qu diablos dice?EL PADRE. Digo que puede considerarse una locura, s seor, esforzarse en hacer locontrario; es decir, crear lo verosmil para que parezca verdadero. Pero permtame hacerle laobservacin de que, si fuera locura, sta es la nica razn de su oficio. (Los ACTORES seagitarn, molestos.)EL DIRECTOR. (Levantndose y retndolo. ) Ah, s? De manera que nuestro oficio le parececuestin de locos?EL PADRE. Bueno, dar la apariencia de verdadero a aquello que no lo es, sin necesidad dehacerlo, seor; como un juego... O acaso no es el oficio de ustedes dar vida en laescena apersonajes fantasiosos?EL DIRECTOR. (Rpidamente, hacindose portavoz de la irritacin creciente de sus ACTORES. ) Yo le aseguro que la profesin del cmico, estimado seor, es una noble profesin! Si hoypor hoy los nuevos seores comedigrafos nos dan a representar comedias banales y atteres en lugar de hombres, sepa que es nuestro orgullo haber dado vida aqu, sobreestas tablasa obras inmortales! (Los ACTORES, satisfechos, aprobarn y aplaudirn a suDIRECTOR.)EL PADRE. (Interrumpiendo con vehemencia. ) Eso es! Muy bien! A seres vivos, ms vivosque aquellos que visten y calzan! Menos reales, quiz; pero ms verdaderos! Somos de lamisma opinin! (Los ACTORES se miran entre s, sin entender.)EL DIRECTOR. No entiendo? Pero si antes dijo...EL PADRE. No me interprete mal. Lo deca por usted, seor, que nos ha gritado no tenertiempo para perderlo con locos, cuando nadie mejor que usted sabe que la naturaleza sesirve de la fantasa humana como instrumento para continuar, a un mayor grado, suobra32creada.EL DIRECTOR. Est bien, est bien. A qu quiere llegar con eso?EL PADRE. A nada, seor. Slo a demostrar que se nace a la vida de diferentes maneras, yen muchas formas: rbol o piedra, agua o mariposa... o mujer. Y que tambin se nace comoun personaje!EL DIRECTOR. (Con un fingido e irnico estupor. ) Y usted, junto a quienes lo acompaan,han nacido como personajes?EL PADRE. Exacto, seor. Y vivos, como puede comprobarlo.(EL DIRECTOR y los ACTORES se ren a carcajadas, como si se burlaran.)EL PADRE. (Herido. ) Me apena que se burlen as, porque llevamos en nosotros, repito, undrama doloroso, como los seores pueden deducir al ver a esta mujer vestida de luto.(Diciendo esto le ofrecer la mano a la MADRE para ayudarla a subir los ltimos escalones y,guindola todava, la conducir con una solemnidad trgica hacia el otro lado del escenario,que se iluminar de inmediato con una luz fantstica. La NIA y el MUCHACHO seguirn a laMADRE; despus el HIJO, que se mantendr aparte, al fondo; y tambin la HIJASTRA, quesecolocar en el proscenio, apoyada sobre el borde del escenario. Los ACTORES, primero estupefactos, luego admirados por esta evolucin de los hechos, reventarn en aplausos como si lesfuera ofrecido un espectculo.)EL DIRECTOR. (Primero sorprendido, luego fastidiado. ) Djenlo! Cllense! (Luego,dirigindose a los PERSONAJES. ) Y ustedes vyanse de aqu! Despejen el lugar! (AlTRASPUNTE. ) Por Dios, squelos de aqu!EL TRASPUNTE. (Acercndose, pero luego detenindose como si lo retuviera una rara turbacin. )Fuera! Fuera!EL PADRE. (Al DIRECTOR ) Mire, nosotros...EL DIRECTOR. (Gritando. ) Basta, tenemos que trabajar!EL PRIMER ACTOR. No es posible que alguien se burle as...EL PADRE. (Resuelto, adelantndose. ) Me sorprendo de su incredulidad! Acaso no estnlos seores acostumbrados a ver cmo aparecen casi vivos aqu, uno frente a otro, lospersonajes creados por un autor? O a lo mejor no tienen (sealar la concha del APUNTADOR)un guin que nos contenga?LA HIJASTRA. (Colocndose frente al DIRECTOR, risuea, zalamera. ) Puede creer, seor,quesomos de verdad seis personajes interesantsimos. Lamentablemente frustrados.EL PADRE. (Apandola. ) S, frustrados, eso es! (Al DIRECTOR, de inmediato. ) En el sentido,claro est, de que el autor que nos dio vida, despus no quiso o no pudo materialmenteintroducirnos en el mundo del arte. Y de verdad que fue un delito, seor, porque quien hatenido la suerte de nacer como personaje vivo, puede rerse incluso de la muerte. No morirjams! Y para vivir eternamente ni siquiera necesita de dotes extraordinarias o realizarprodigios. Quin era Sancho Panza? Quin era don Abundio? Y, sin embargo, son eternos,porque semillas vivientes tuvieron la suerte de encontrar una matriz fecunda, unafantasa que supo nutrirlos y desarrollarlos, darles vida eterna!EL DIRECTOR. Todo lo que dice est bien! Pero qu quieren aqu?EL PADRE. Queremos vivir, seor!EL DIRECTOR. (Irnico. ) Por toda la eternidad?EL PADRE. No, seor. Por lo menos un momento, a travs de ustedes.UN ACTOR. Qu ocurrencia!LA PRIMERA ACTRIZ. Quieren vivir en nosotros!EL GALN JOVEN. (Sealando a la HIJASTRA ) Por m no hay problema, si a m me toca ella.EL PADRE. Fjense, fjense: todava hay que hacer la comedia; (al DIRECTOR ) pero si ustedquiere y sus actores estn dispuestos, la organizamos rpidamente entre nosotros.EL DIRECTOR. (Molesto. ) Pero qu quiere organizar? Aqu no se hace nada de eso! Aqu seinterpretan dramas y comedias!EL PADRE. Por eso mismo! Hemos venido con usted justamente por eso!EL DIRECTOR. Y dnde est el guin?EL PADRE. Est en nosotros mismos, seor. (Los ACTORES reirn. ) El drama est ennosotros, somos nosotros, y estamos impacientes por representarlo, as como dentronosurge la pasin.LA HIJASTRA. (Sarcstica, con la prfida gracia de una oscura desvergenza. ) Mi pasin, sila conociera, seor! Mi pasin... Por l! (Sealar al PADRE e intentar abrazarlo, peroestallar en una carcajada estruendosa. )33EL PADRE. (Con un arranque de ira. ) Por ahora qudate en tu sitio! Y no te ras de esamanera!LA HIJASTRA. No? Y ahora permtanme: si bien hurfana hace apenas dos meses, mirenlos seores cmo canto y cmo bailo!(Sugerir maliciosamente que est bailando con paso de baile la primera estrofa de Prendsgarde a Tchou-Tchin-Tchou de Dave Stamper en la adaptacin a Foxtrot o One-Step lento deFrancis Salabert.)Les chinois sont un peuple malin,De Shangai Pekin,Ils ont mis des criteaux partout:Prenez garde Tchou-Tchin-Tchou!(Los ACTORES, de manera particular los jvenes, mientras ella canta y baila, comoatrados poruna extraa fascinacin, se desplazarn hacia ella y apenas levantarn las manos como silaquisieran atrapar. Ella se har la escurridiza. Cuando los ACTORES estallen en aplausos, ydespus de que el DIRECTOR le llame la atencin, se quedar como abstrada y lejana.)LOS ACTORES Y LAS ACTRICES. (Entre risas y aplausos. ) Muy bien! Bravo! Bravo!EL DIRECTOR. (Iracundo. ) Silencio! Creen que estn en un cabaret? (Hacindose a un ladocon el PADRE, y con cierta consternacin. ) Pero, dgame. Est loca?EL PADRE. Loca? No. Algo peor!LA HIJASTRA. (Corriendo rpidamente hacia el DIRECTOR. ) Peor! Peor! Mucho peor, seor!Peor! Escuche, si es tan amable: haga representar en breve este drama, porque verque encierto momento, yo, cuando esta pequea preciosa... (Tomar de la mano a la NIA, quehabr estado junto a la MADRE, y la llevar delante del DIRECTOR. ) Ve lo preciosa que es? (Lalevantar en brazos y la besar. ) Cario mo, cario mo! (La dejar de nuevo en el suelo yaadir, casi involuntariamente, conmovida. ) Y bien, cuando a esta preciosa se la quite Dios asu pobre Madre, y cuando este bobalicn (tirar hacia delante del MUCHACHO agarrndolosinmiramientos por la manga) haga la estupidez ms grande, propia del estpido que es (lodevolver junto a la MADRE de un empujn), entonces s podr verse cmo volar! S, seor!Volar! Muy alto! Y no veo el momento de hacerlo, crame, no lo veo! Porque despus de loque ocurri ntimamente entre l y yo ( sealar al PADRE con un guio atroz ) no puedoseguir junto a todos ellos, presenciando el tormento de aquella Madre por aquelgranuja.(Sealar al Hijo. ) Mrelo! Mrelo! Indiferente y fro, porque l es el Hijo legtimo! Lldesprecio por m, por aquel, (sealar al MUCHACHO ) por aquella criaturita. Y sabe porqu?Porque somos bastardos. Queda claro? Bastardos. (Se acercar a la MADRE y la abrazar. ) Ya esta pobre Madre, que es la Madre de todos nosotros, l no la quiere reconocer como Madre suya. l la desprecia y la considera Madre nicamente de nosotros tres, los bastardos.Es vil!(Dir todo esto rpidamente, excitadsima, y al llegar al vil final, despus de haber inflado lavoz en bastardos, lo pronunciar despacio, como si escupiera la palabra.)LA MADRE. (Se dirige al DIRECTOR con una angustia infinita. ) Seor, le suplico ennombre deestas dos criaturitas... (Se sentir desfallecer y vacilar. ) Dios mo...EL PADRE. (Se aproxima para sostenerla mientras casi todos los ACTORES estn aturdidos yconsternados. ) Por favor, una silla, una silla para esta pobre viuda.LOS ACTORES. (Acercndose. ) Entonces, es verdad? Desfallece?EL DIRECTOR. Una silla, rpido!(Uno de los ACTORES ofrecer una silla; los otros la rodearn presurosos. La MADRE,sentada,intentar impedir que el PADRE le retire el velo que esconde su rostro.)EL PADRE. Mrela, seor, mrela...LA MADRE. No, no, djame.EL PADRE. Djate ver! Le quitar el velo.LA MADRE. (Irguindose y cubrindose desesperadamente el rostro con las manos. ) Seor,lesuplico que impida a este hombre utilizarme para sus propsitos. Sera horrible param!EL DIRECTOR