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Página 1 de 3 – Semanario “El Veraz”- elveraz.com Las torturas en la UMAP Por Carlos Ferrera Alguna vez me referí en términos un poco fuertes, a la psicóloga Liliana Morenza, según la revista Bohemia desde 1968, una de las integrantes del equipo de investigación de psicólogos en las UMAP, destinada en la tenebrosa unidad “La Violeta” de Camagüey en 1967. Allí, quien se identificaba como Doctora Morenza, era la encargada de aplicar las sesiones de hormonoterapia a los homosexuales a su cargo. Esta terapia, que había sido desarrollada en Praga por el psicólogo checo K. Freund, consistía en crear reflejos condicionados en los homosexuales hasta convertirlos en heterosexuales. En Cuba fue el Doctor Edmundo Gutiérrez Agramonte quien incorporó esta práctica. Felipe Guerra Matos, el oficial que estuvo a cargo del desmantelamiento de las UMAP, confesó que la idea del equipo de psicólogos en las unidades, había sido suya, y que se le aplicó hormonoterapia a 850 homosexuales, aproximadamente. “Cometimos errores graves, castigos con los mariconcitos y se hicieron veinte cosas ahí [...] Los ponían a mirar el sol, a contar hormigas [...] Ponte a mirar el sol fijo pa’ que tú veas. Cualquier barbaridad que se le pudiera ocurrir a un oficial de poco cerebro. Yo tengo culpa también porque yo firmé reclutamientos.” Los castigos en las UMAP podían ir desde los insultos verbales hasta el maltrato físico y la tortura. Una de las modalidades de castigo empleadas por algunos oficiales, consistía en enterrar al confinado en un hueco y dejarlo con la cabeza fuera durante varias horas. A algunos los introducían en un tanque de agua hasta que perdieran la conciencia, a otros los ataban a un palo o a una cerca y los dejaban durante la noche a la intemperie para que fueran presa de los mosquitos. A esa modalidad de castigo se le llamó “El palo”.

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Las torturas en la UMAP

Por Carlos Ferrera

Alguna vez me referí en términos un poco fuertes, a la psicóloga Liliana Morenza, según larevista Bohemia desde 1968, una de las integrantes del equipo de investigación de psicólogosen las UMAP, destinada en la tenebrosa unidad “La Violeta” de Camagüey en 1967.

Allí, quien se identificaba como Doctora Morenza, era la encargada de aplicar las sesiones dehormonoterapia a los homosexuales a su cargo. Esta terapia, que había sido desarrollada enPraga por el psicólogo checo K. Freund, consistía en crear reflejos condicionados en los homosexuales hasta convertirlos en heterosexuales. En Cuba fue el Doctor EdmundoGutiérrez Agramonte quien incorporó esta práctica.

Felipe Guerra Matos, el oficial que estuvo a cargo del desmantelamiento de las UMAP, confesóque la idea del equipo de psicólogos en las unidades, había sido suya, y que se le aplicóhormonoterapia a 850 homosexuales, aproximadamente.

“Cometimos errores graves, castigos con los mariconcitos y se hicieron veinte cosas ahí [...]Los ponían a mirar el sol, a contar hormigas [...] Ponte a mirar el sol fijo pa’ que tú veas. Cualquier barbaridad que se le pudiera ocurrir a un oficial de poco cerebro. Yo tengo culpatambién porque yo firmé reclutamientos.”

Los castigos en las UMAP podían ir desde los insultos verbales hasta el maltrato físico y la tortura. Una de las modalidades de castigo empleadas por algunos oficiales, consistía enenterrar al confinado en un hueco y dejarlo con la cabeza fuera durante varias horas. Aalgunos los introducían en un tanque de agua hasta que perdieran la conciencia, a otros los ataban a un palo o a una cerca y los dejaban durante la noche a la intemperie para que fueranpresa de los mosquitos. A esa modalidad de castigo se le llamó “El palo”.

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El tormento y la mortificación del cuerpo tenía una función de amedrentamiento y formaba parte de una narrativa en la que los castigos recibían nombres como “El trapecio”, “El ladrillo”, “La soga” o “El hoyo”, entre otros.

Las unidades estaban rodeadas por cercas de púas, usadas recurrentemente en cárceles y campos de concentración. Pablo Milanés, quien fue enviado a la UMAP en 1966, dijo una vez que esas cercas estaban compuestas por catorce pelos de alambres, distribuidos de manera tal que se elevaban a unos seis metros de altura.

A esa alambrada y al encierro está dedicada una breve canción titulada “Catorce pelos y undía”. Milanés explicó que la canción no fue grabada en aquellos años sino más tarde en los

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estudios del Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos en los años setenta.

Cuando me referí a la Dra. Liliana Morenza en facebook, alguien que la conocía, me criticó convehemencia, asegurándome que era una gran mujer, de grandes principios. Ese mismo día mesuspendieron tres meses de Facebook por una foto poco protocolar que violaba las normas dela comunidad, y no me dio tiempo a responderle.

Resulta que la publicación de este post, además me ha revelado mediante antiguas alumnasde la auténtica Liliana, que no se trata de la mujer que aparece en la foto.

Supongo que mi interlocutor(a) enfadado(a) de la primera vez, cuyo nombre ni sexo recuerdo, aun ande por aquí. Y como creo que "su" Liliana aún vive, (en Miami) me gustaría que apareciera y me diera la oportunidad de continuar con aquel diálogo tan ameno, truncado porZuckerberg, al que ahora añadimos el misterio de la identidad de la psicóloga en cuestión.