Personajes del Noroeste El sexo según Ana Elena Pena · Personajes del Noroeste Del 26 de marzo al...

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37 Personajes del Noroeste Del 26 de marzo al 2 de abril El sexo según Ana Elena Pena ALEX HERNÁNDEZ Ana Elena no deja indiferente a nadie. Artista inabarcable, su incontinencia creativa se mani- fiesta en multitud de discipli- nas, que invade para deleite de algunos y escándalo de otros. En Traumatic Cabaret, su últi- mo espectáculo, canta e impro- visa con un público que se ex- pone a una sesión de erotismo oscuro a la par que inocente, que toma forma en letras llenas de humor con las que compo- ne una radiografía descarada de la sexualidad femenina. De sencillez musical y ob- viedad melódica, sus canciones son un soporte para historias protagonizadas por caracteres opuestos: mujeres suicidas, ni- ñas inocentes, penes microscó- picos o penes estupendos. Pe- ro para Ana Elena la provoca- ción, es un concepto relativo. «Yo no tengo nada estudiado, no quiero vender nada prefabri- cado y con objeto de escanda- lizar porque sí, no soy Lady Ga- ga. El sexo está en todas par- tes. Provocar por provocar no tiene sentido y sólo asusta a las viejas. Yo no utilizo el sexo pa- ra eso, lo utilizo para redefinir- lo, para darle su verdadero va- lor, y para que nos demos cuen- ta de la hipersexualización tan absurda a la que estamos lle- gando en esta sociedad de con- sumo. En la publicidad, en los medios, en el arte, el sexo lo in- unda todo, y casi siempre se uti- liza para vendernos algo». Se muestra ingenua y virgi- nal en un compás, y al siguien- te cruel y manipuladora, en un contoneo por múltiples regis- tros con los que dibuja carica- turas que aparecen y desapare- cen al ritmo de su particular percepción del amor y el sexo. Pero sus divertidas letras en las que desmonta estereotipos, no responden a toda su persona- lidad artística. Ana Elena estu- dió bellas artes, y de pequeña inventaba historietas sobre sus conocidos, a los que caricatu- rizaba en dibujos. En la facul- tad empezó haciendo cómics, y finalmente cogió la especia- lidad de pintura. Hoy hace cua- dros que construyen una ima- ginería terrorífica, en los que inocentes y dulces figuras fe- meninas se enfrentan con vio- lencia a su sexualidad, mien- tras que la editorial Melusina acaba de publicar su primer li- bro de relatos, Hago pompas con saliva. Esta chica de 34 años que se crió en Calasparra toca todos los palos. «La inspi- ración viene sola, continuamen- te estamos absorbiendo infor- mación del mundo que nos ro- dea, bien con la lectura, la ob- servación, las experiencias que te cuenta la gente, incluso el ci- ne o la televisión. Escribir en soledad y en silencio me da paz, me devuelve el contacto con- migo misma y con mis senti- mientos que a veces pierdo con tanto ajetreo. También me gus- ta dibujar mientras escucho mú- sica». Ella en sí misma es a me- nudo soporte de sus propias cre- aciones sobre los extremos de la feminidad, y tan pronto se presenta ataviada con un dis- fraz de caperucita, como con un atuendo de estrella de caba- ret en fotos con muy pocas do- sis de pudor. En su collage de simbología de horror y sexo, a menudo se encuentra la esvás- tica nazi, decorada con atribu- tos de lo más insospechado. «Es un símbolo que estremece, por- que se asocia al terror, al geno- cidio, a la crueldad del hombre y a la intolerancia. Yo simple- mente me he apropiado de ella en algunas ocasiones para dar- le otro giro de tuerca, y presen- tarla también como un símbo- lo del erotismo del poder. En el caso de la esvástica formada con pintalabios, es una especie de logo-broma que alude a las feminazis (así es como llaman a las feministas radicales). En otras ocasiones, la disfrazo de piernecitas de muñeca, convir- tiéndola en algo tierno, infan- til, despojándola así de su sig- nificado macabro». Ahora vive en Valencia, pe- ro su gente cercana de Calas- parra está más que acostumbra- da a su incisiva y lúcida expre- sión artística carente de pudor. «Al principio fue complicado, pero más tarde no. Tanto mis padres como sus amigos se han vuelto muy receptivos y mo- dernos ante lo que se sale de lo clásico. Internet también te acerca a nuevas maneras de ver el mundo, así que el vivir en un pueblo no tiene por qué conver- tirte en un cateto o un retrógra- do». Y no descarta volver al pueblo murciano con un show preparado. «No nunca he toca- do en Calasparra, pero me hu- biera gustado telonear a los Pe- cos o a Manolo Escobar cuan- do vinieron en las fiestas de ve- rano», comenta riendo. Ana Elena sigue presentan- do Traumatic Cabaret junto a su querido acompañante Mon- sieur Poules, acaba de presen- tar libro y está preparando un nuevo disco. Su discurso es eró- tico y atrevido, pero ella insis- te en relativizar lo que todos in- sisten en llamar provocación. «El sexo es un instinto prima- rio, al igual que la agresividad, o la violencia. Fíjate la que se ha armado con A Serbian Film. Eso sí es provocación, no mis esvásticas de piernecitas con calcetines». Ana y Paul Cabaret porno-maruja Ingenua provocación ¿Importa el tamaño? La artista multidisciplinar de Calasparra presenta en los escenarios su show Traumatic Cabaret

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Personajes del Noroeste

Del 26 de marzo al 2 de abril

El sexo según Ana Elena Pena

ALEX HERNÁNDEZ

Ana Elena no deja indiferente

a nadie. Artista inabarcable, su

incontinencia creativa se mani-

fiesta en multitud de discipli-

nas, que invade para deleite de

algunos y escándalo de otros.

En Traumatic Cabaret, su últi-

mo espectáculo, canta e impro-

visa con un público que se ex-

pone a una sesión de erotismo

oscuro a la par que inocente,

que toma forma en letras llenas

de humor con las que compo-

ne una radiografía descarada de

la sexualidad femenina.

De sencillez musical y ob-

viedad melódica, sus canciones

son un soporte para historias

protagonizadas por caracteres

opuestos: mujeres suicidas, ni-

ñas inocentes, penes microscó-

picos o penes estupendos. Pe-

ro para Ana Elena la provoca-

ción, es un concepto relativo.

«Yo no tengo nada estudiado,

no quiero vender nada prefabri-

cado y con objeto de escanda-

lizar porque sí, no soy Lady Ga-

ga. El sexo está en todas par-

tes. Provocar por provocar no

tiene sentido y sólo asusta a las

viejas. Yo no utilizo el sexo pa-

ra eso, lo utilizo para redefinir-

lo, para darle su verdadero va-

lor, y para que nos demos cuen-

ta de la hipersexualización tan

absurda a la que estamos lle-

gando en esta sociedad de con-

sumo. En la publicidad, en los

medios, en el arte, el sexo lo in-

unda todo, y casi siempre se uti-

liza para vendernos algo».

Se muestra ingenua y virgi-

nal en un compás, y al siguien-

te cruel y manipuladora, en un

contoneo por múltiples regis-

tros con los que dibuja carica-

turas que aparecen y desapare-

cen al ritmo de su particular

percepción del amor y el sexo.

Pero sus divertidas letras en las

que desmonta estereotipos, no

responden a toda su persona-

lidad artística. Ana Elena estu-

dió bellas artes, y de pequeña

inventaba historietas sobre sus

conocidos, a los que caricatu-

rizaba en dibujos. En la facul-

tad empezó haciendo cómics,

y finalmente cogió la especia-

lidad de pintura. Hoy hace cua-

dros que construyen una ima-

ginería terrorífica, en los que

inocentes y dulces figuras fe-

meninas se enfrentan con vio-

lencia a su sexualidad, mien-

tras que la editorial Melusina

acaba de publicar su primer li-

bro de relatos, Hago pompascon saliva. Esta chica de 34

años que se crió en Calasparra

toca todos los palos. «La inspi-

ración viene sola, continuamen-

te estamos absorbiendo infor-

mación del mundo que nos ro-

dea, bien con la lectura, la ob-

servación, las experiencias que

te cuenta la gente, incluso el ci-

ne o la televisión. Escribir en

soledad y en silencio me da paz,

me devuelve el contacto con-

migo misma y con mis senti-

mientos que a veces pierdo con

tanto ajetreo. También me gus-

ta dibujar mientras escucho mú-

sica».

Ella en sí misma es a me-

nudo soporte de sus propias cre-

aciones sobre los extremos de

la feminidad, y tan pronto se

presenta ataviada con un dis-

fraz de caperucita, como con

un atuendo de estrella de caba-

ret en fotos con muy pocas do-

sis de pudor. En su collage de

simbología de horror y sexo, a

menudo se encuentra la esvás-

tica nazi, decorada con atribu-

tos de lo más insospechado. «Es

un símbolo que estremece, por-

que se asocia al terror, al geno-

cidio, a la crueldad del hombre

y a la intolerancia. Yo simple-

mente me he apropiado de ella

en algunas ocasiones para dar-

le otro giro de tuerca, y presen-

tarla también como un símbo-

lo del erotismo del poder. En el

caso de la esvástica formada

con pintalabios, es una especie

de logo-broma que alude a las

feminazis (así es como llaman

a las feministas radicales). En

otras ocasiones, la disfrazo de

piernecitas de muñeca, convir-

tiéndola en algo tierno, infan-

til, despojándola así de su sig-

nificado macabro».

Ahora vive en Valencia, pe-

ro su gente cercana de Calas-

parra está más que acostumbra-

da a su incisiva y lúcida expre-

sión artística carente de pudor.

«Al principio fue complicado,

pero más tarde no. Tanto mis

padres como sus amigos se han

vuelto muy receptivos y mo-

dernos ante lo que se sale de lo

clásico. Internet también te

acerca a nuevas maneras de ver

el mundo, así que el vivir en un

pueblo no tiene por qué conver-

tirte en un cateto o un retrógra-

do». Y no descarta volver al

pueblo murciano con un show

preparado. «No nunca he toca-

do en Calasparra, pero me hu-

biera gustado telonear a los Pe-

cos o a Manolo Escobar cuan-

do vinieron en las fiestas de ve-

rano», comenta riendo.

Ana Elena sigue presentan-

do Traumatic Cabaret junto a

su querido acompañante Mon-

sieur Poules, acaba de presen-

tar libro y está preparando un

nuevo disco. Su discurso es eró-

tico y atrevido, pero ella insis-

te en relativizar lo que todos in-

sisten en llamar provocación.

«El sexo es un instinto prima-

rio, al igual que la agresividad,

o la violencia. Fíjate la que se

ha armado con A Serbian Film.

Eso sí es provocación, no mis

esvásticas de piernecitas con

calcetines».

Ana y Paul

Cabaret porno-maruja

Ingenua provocación¿Importa el tamaño?

La artista multidisciplinar de Calasparra presenta en los escenarios su show Traumatic Cabaret