Periódico Quijotesco

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La partida de Don Quijote Alonso Quijano, también conocido como Don Quijote de la Mancha decidió irse de su casa en busca de aventuras como caballero andante, únicamente con su flaco caballo rocinante, su larga lanza, su adarga y unas cuantas armas viejas y oxidadas. Una calurosa mañana del mes de julio, antes de que el sol saliera Don Quijote decidió salir en busca de aventuras, como en todos esos libros de caballeros andantes y doncellas que el acostumbraba a leer y por culpa de los cuales se le fue un poco la cabeza. Partió antes del amanecer para evitar que la gente lo viera e intentase evitar su marcha, salió por la puerta trasera de un corral con una vieja armadura, todas las armas de las que disponía, las cuales eran pocas y en no muy buenas condiciones, se echó al brazo su celada, cogió su larga lanza y sobre su flaco caballo blanco, Rocinante comenzó su aventura. Alonso Quijano salió muy contento, ya que el no pensaba que el comienzo de su gran deseo fuese tan fácil. Iba sin rumbo alguno, sabía únicamente que iba en busca de aventuras. Mientras caminaba por el campo de Montiel se decía a si mismo que dichoso sería aquel que escribiera sus famosas aventuras, porque no cabía duda de que lo serian, también decía que serian dignas de entallarse en bronce, esculpirse en mármol y dibujarse en madera para que quedara memoria de ellas. En el camino también menciono a su doncella Dulcinea del Toboso de la cual estaba locamente enamorado. Después de un largo día caminando sin para su caballo y el estaban cansados y hambrientos así que buscaron un lugar donde alojarse, a lo lejos vieron una venta, a la cual se aproximaron rápido antes de que anocheciera, y hablando con los dueños consiguió cama limpia y una cuadra para Rocinante Antonio Castillejo Rodríguez 1º Bach

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Capítulos del Quijote convertidos en noticias periodísticas.

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  • La partida de Don Quijote Alonso Quijano, tambin conocido como Don Quijote de la Mancha decidi irse de su casa en busca de aventuras como caballero andante, nicamente con su flaco caballo

    rocinante, su larga lanza, su adarga y unas cuantas armas viejas y oxidadas.

    Una calurosa maana del mes de julio, antes de que el sol saliera Don Quijote decidi salir en busca de aventuras, como en todos esos libros de caballeros andantes y doncellas que el acostumbraba a leer y por culpa de los cuales se le fue un poco la cabeza. Parti antes del amanecer para evitar que la gente lo viera e intentase evitar su marcha, sali por la puerta trasera de un corral con una vieja armadura, todas las armas de las que dispona, las cuales eran pocas y en no muy buenas condiciones, se ech al brazo su celada, cogi su larga lanza y sobre su flaco caballo blanco, Rocinante comenz su aventura.

    Alonso Quijano sali muy contento, ya que el no pensaba que el comienzo de su gran deseo fuese tan fcil. Iba sin rumbo alguno, saba nicamente que iba en busca de aventuras.

    Mientras caminaba por el campo de Montiel se deca a si mismo que dichoso sera aquel que escribiera sus famosas

    aventuras, porque no caba duda de que lo serian, tambin deca que serian dignas de entallarse en bronce, esculpirse en mrmol y dibujarse en madera para que quedara memoria de ellas. En el camino tambin menciono a su doncella Dulcinea del Toboso de la cual estaba locamente enamorado. Despus de un largo da caminando sin para su caballo y el estaban cansados y hambrientos as que buscaron un lugar donde alojarse, a lo lejos vieron una venta, a la cual se aproximaron rpido antes de que anocheciera, y hablando con los dueos consigui cama limpia y una cuadra para Rocinante

    Antonio Castillejo Rodrguez 1 Bach

  • Destrozos del patrimonio cultural en Castilla la Mancha.

    Dos lugareos entran en prisin

    El Juzgado de primera instancia del municipio manchego de El Toboso, ha ordenado el ingreso de prisin provisional sin fianza, a dos individuos de esta comunidad, por destrozos ocasionados en los molinos que se conservan en las inmediaciones de esta localidad toledana.

    Los molinos afectados en el incidente, junto a los que se conservan en los pueblos prximos de Consuegra, Campo de Criptana, Mota del Cuervo entre otros, conforman la Ruta Literaria de Molinos, que recientemente ha sido declarada como Bien de Inters Cultural, por su atractivo turstico y literario.

    Los hechos tuvieron lugar el pasado domingo da 23 de mayo a las 18,30h, siendo informadas las fuerzas del orden pblico de dicha poblacin, por un vecino que pasaba prximo al paraje donde se encuentran estos tres molinos, al observar que una persona subida a lomos de una cabalgadura, se acercaban a uno de ellos con el fin de destrozar las aspas

    que son movidas por el viento.

    El denunciante natural y vecino de El Toboso, rpidamente contact con las fuerzas del orden pblico, que se personaron inmediatamente en el lugar de los hechos y redujeron rpidamente a ambos delincuentes.

    Gracias a la colaboracin de esta persona, no han sido muchos los desperfectos ocasionados en los molinos. En su declaracin, este hombre que desgraciadamente tiene un elevado grado de sordez, manifest que le pareci or al otro individuo colaborador e implicado en los hechos, que igualmente montado en un pequeo pollino, como animaba a su compaero con sus voces, a que ste arremetiera una y otra vez contra las aspas y telas del molino.

    Los individuos detenidos en la accin policial, responden a las iniciales A. Q. de 63 aos de edad y S. P. de 49 aos, siendo el primero un pequeo terrateniente manchego y el segundo jornalero labrador de las

    tierras de A.Q.

    En las declaraciones recogidas por esta agencia a los implicados en este suceso, A.Q. manifest: He tenido unas pequeas alucinaciones, producidas posiblemente por el calor, e imagin ver uno gigantes que venan hacia m con intencin de atacarme, y solamente intent defenderme.

    Por otra parte el segundo implicado S.P., manifest que nunca haba animado a su seor a que arremetiera contra las aspas de los molino; el slo le vociferaba para que dejara de golpearlas y pudiera ver realmente que no eran gigantes como l deca, sino simples molino de harina.

    Por el momento ambos individuos han quedado a disposicin judicial.

  • EL BARBERO Y EL CURA DE UN PUEBLO INCENDIAN LOS LIBROS DE UN PAISANO.

    Se deca que le estaban volviendo loco la lectura de sus libros de caballera.

    Nerea Bravo. En la madrugada de ayer, se produjo un incendio en la biblioteca de una vivienda de un pueblo de Castilla La Mancha. Segn los vecinos de la localidad, por la maana temprano, el cura y el barbero del pueblo, as como la sobrina del afectado y el ama, entraron en la habitacin donde Don Alonso, el paisano afectado, tena sus libros. En el aposento se encontraban ms de cien libros de caballera los cuales fueron revisados uno por uno por el cura por si no debera de quemar alguno.

    En la biblioteca se encontraban ms de cien libros de caballera los cuales fueron revisados uno por uno por el cura por si no debera de quemar alguno. Tras haber repasado todos los libros sin dejarse ni uno de ellos, se dirigieron hacia los aposentos de Don Alonso, el cual ya se encontraba despierto, pero tanto el cura como el barbero lo volvieron a acomodar en su cama para que este no se diera cuenta de lo que estaba sucediendo.

    Esa misma noche, los cuatro componentes comenzaron con su plan. Mientras el ama quemaba en el patio de la gran casa todos los libros de caballera de su seor, el barbero y el cura tapiaron con una pared hecha con tierra, la puerta de la biblioteca de Don Alonso antes de que este se despertara.

    Cuando Don Alonso se despert, como todas las

    maanas se dirigi a la biblioteca, pero al no ver la puerta comenz a buscarla. Ante todo esto, cuando los vecinos se enteraron de la noticia, los cuatro componentes testificaron que lo hicieron para ayudar a Don Alonso el cual estaba comenzando a volverse loco de tanto leer esos libros de caballeras, adems, justificaron que no se arrepentan de nada de lo que haban hecho, pues lo haban hecho solo para ayudar a ese pobre hombre.

  • Don Quijote y Sancho Panzavisitan a los cabreros

    Encuentro del hidalgo y su escudero con los cabreros

    de la Mancha

    PBLO MURILLO VILA

    l hidalgo don Quijote y su escudero

    Sancho llegaron al lugar donde estaban

    los cabreros y fueron colocados en el

    mejor sitio junto al fuego, donde estaba el

    caldero.

    ESe sentaron en unas pieles y les sirvieron una

    copa; y don Quijote pidi a Sancho que se

    sentara junto a l y comiera de su plato aunque

    l quera permanecer de pie y renunciar al lugar

    que su seor le ofreca.

    Los cabreros no entendan nada de lo que el

    escudero y el caballero hablaban y no hacan

    nada ms que comer y callar.

    Terminada la carne sirvieron unas bellotas

    avellanadas y un queso duro. Una vez

    satisfechos los estmagos don Quijote les habl

    del siglo de oro, donde se ignoraban las palabras

    tuyo y mo, donde para comer bastaba el

    fruto de la encina y para beber el agua

    transparente de las fuentes y ros. Todo era paz

    entonces, todo amistad, todo concordia, deca

    don Quijote. La tierra era frtil y daba frutos.

    No haba fraude, engao ni malicia mezclndose

    con la verdad y la llaneza. La justicia no era

    turbada, ni ofendida, ni perseguida.

    La ley del encaje no se haba sentado en el

    entendimiento del juez, porque entonces no

    haba que juzgar, ni quien fuese juzgado. Las

    doncellas andaban solas y seeras, sin temor.

    Ahora, en nuestros detestables siglos para su

    seguridad y como es mayor la malicia se

    instituy la orden de los caballeros andantes

    para defender las doncellas, amparar las viudas

    y socorrer a los hurfanos y a los menesterosos.

    De esta orden soy yo, hermanos cabreros, a

    quien agradezco el agasajo y buen acogimiento

    que hacis a mi y a mi escudero.

    Toda esta larga arenga y razonamiento a los

    cabreros, que no le respondieron ni palabra y le

    estuvieron escuchando embobados y suspensos.

    Don Quijote junto a los cabreros de la Mancha

    Mientras, Sancho callaba y coma bellotas. Al

    fin uno de los cabreros habl:

    Seor caballero andante, le agasajamos con

    pronta y buena voluntad y queremos que un

    compaero nuestro que sabe leer y escribir y es

    msico de un rabel, llamado Antonio, os pueda

    cantar el romance de sus amores. El msico se

    sent en el tronco de una encina y comenz a

    cantar el romance titulado Antonio, dedicado

    a Olalla. Al terminar el cabrero, don Quijote le

    rog que cantase algo ms, pero Sancho dijo

    que estaba ms para dormir que para or

    canciones y que el trabajo de los cabreros no

    permite que pasen las noches cantando.

    Antes de dormir pidi a Sancho que le curara la

    herida de la oreja y viendo uno de los cabreros

    la herida se la cur con unas hojas de romero y

    sal.

  • PERTURBADO MONTA UN ESCA NDALO PELEA NDOSE CON UN

    VIZCAI NO Un hombre que se hace llamar Don Quijote agredi a un vecino de

    localidad vizcana, causndole graves heridas en pblico.

    ANA BELN AGREDANO MUOZ.

    Una violenta pelea tuvo lugar la pasada tarde del jueves en la plaza central de una pequea aldea de Vizcaya. Hemos podido localizar dos implicados y cuatro o cinco testigos. De ellos hemos podido revelar la procedencia de ambos causantes del enfrentamiento, y el nombre de uno de ellos. Don Quijote, vencedor de la disputa, procede de la comunidad manchega. Su contrincante, del que desconocemos el nombre, vive en Vizcaya.

    Tras una serie de exhaustas investigaciones acerca del encuentro, y de la bsqueda de testimonios; ha sido imposible averiguar el motivo de la lucha. Segn nuestras fuentes y los testimonios recogidos, ambos posean armas blancas de la poca europea medieval. Espadas largas realmente afiladas con intencin de herir todo lo que toquen.

    Aunque solo

    cruzaron con ellas

    unas cuantas

    estocadas, el

    estruendo y la expectacin que causaron fue digno de esta noticia. Al final del

    combate el vizcano recibi, al fin, golpes que le acertaron en el rostro y el hombro, haciendo que emitiera un terrible grito de dolor que hizo llamar la atencin de los vecinos de la zona. Con este golpe fue inevitable la cada del herido, y, consecuentemente, su derrota.

    Este se mantiene an con vida y, afortunadamente, solo tiene algunas heridas leves, gracias a la intervencin de unas seoras que miraban, expectantes, la grotesca escena.

    Tras la batalla, el que se haca llamar Don Quijote le ofrece piedad a cambio de servirle como mensajero de unas frases a la que parece su pareja, cuyo nombre dice ser Dulcinea. Este acepta el trato y la disputa concluye de forma sorprendentemente tranquila para todo el alboroto que se form.

    Cabe tambin informar del sorprendente y decepcionante comportamiento de los vecinos, que no hicieron por informar a las autoridades. Adems de esto, se quejaron al ayuntamiento de la localidad por haber hecho tanto ruido en horas intempestivas.

    Estocada que le di la victoria a Don Quijote

    Auge de la pelea entre los combatientes.

  • Un desconocido caballerola injusta detencin de varios

    Don Quijote, el caballero desconocido y Sancho, su escuderomuchos malhechores que iban a cumplir condena en las galeras del rey, pero al parecer

    no todos iban a ser justamente juzgados

    Isabel Perea Snchez.

    Don Quijote y Sancho iban caminando tranquilamente por un descampado cuando encontraron en su camino a unos galeotes, presos, que iban escoltados por unos comisarios armadoQuijote al ver que estos presos iban encadenados se interes del porqu de esta inhumana situacin. Sancho se lo intento explicar, pero al no quedar satisfecho este comenz a preguntarle a los galeotes el porqu de su condena. Los galeotes comenzaroexplicarle a Don Quijote por qu se encontraban encadenados y condenados a trabajar en las galeras del rey.

    Don Quijote y Sancho en plena discusin con los comisarios.

    Un desconocido caballero y su escudero luchan por la injusta detencin de varios galeotes

    desconocido y Sancho, su escudero, se encontraron con muchos malhechores que iban a cumplir condena en las galeras del rey, pero al parecer

    no todos iban a ser justamente juzgados.

    Don Quijote y Sancho iban caminando tranquilamente por un descampado cuando encontraron en su camino a unos galeotes, presos, que iban escoltados por unos comisarios armados. Don Quijote al ver que estos presos iban encadenados se interes del porqu de esta inhumana situacin. Sancho se lo intento explicar, pero al no quedar satisfecho este comenz a preguntarle a los galeotes el porqu de su condena. Los galeotes comenzaron uno por uno a explicarle a Don Quijote por qu se encontraban encadenados y

    del rey.

    Don Quijote al considerar injusto, que esos hombres estuvieran condenados por algo que l no consideraba una pena mayor, decidi ly dejarlos marchar en paz. Al acabar esta pequea batalla entre los galeotes y Don Quijote contra los comisarios, Don Quijote les dijo a los galeotes que fueran a visitar a su amada Dulcinea del Toboso a contarle que el caballero de la triste figles haba liberado de sus cadenas y penas. Los galeotes adems de negarse a cumplir este pequeo mandato comenzaron a apedrear y saquear a Don Quijote y a Sancho, dejndoles a la intemperie casi desnudos.

    Don Quijote y Sancho en plena discusin con los comisarios.

    y su escudero luchan por galeotes.

    se encontraron con muchos malhechores que iban a cumplir condena en las galeras del rey, pero al parecer

    Don Quijote al considerar injusto, que esos hombres estuvieran condenados por algo que l no consideraba una pena mayor, decidi liberarlos y dejarlos marchar en paz. Al acabar esta pequea batalla entre los galeotes y Don Quijote contra los comisarios, Don Quijote les dijo a los galeotes que fueran a visitar a su amada Dulcinea del Toboso a contarle que el caballero de la triste figura, Don Quijote, les haba liberado de sus cadenas y penas. Los galeotes adems de negarse a cumplir este pequeo mandato comenzaron a apedrear y saquear a Don Quijote y a Sancho, dejndoles a la intemperie casi desnudos.

  • DESCOMUNAL BATALLA DE DON

    QUIJOTE CON UNOS CUEROS DE

    VINO.

    Don Quijote presentaba signos de somnambulismo.

    Natalia Garca. La noche de ayer, un amigo

    de Don Quijote, Sancho Panza encontr a este

    sonmbulo e inmediatamente fue a pedir ayuda

    al grito de 'Socorred a mi seor que anda

    envuelto en la mas reida batalla' Sancho

    declaro que su seor estaba en una batalla

    contra el gigante enemigo de la seora

    princesa Nicomicona.

    Segn Sancho, el gigante ya haba sidoejecutado por su seor y el haba visto con suspropios ojos como le cortaba la cabeza, cuya

    era mas grandeque un cuero de

    vino tinto, y caajunto al charcode sangre que se

    encontraba en elsuelo.

    Dicho esto, el

    ventero, el cura

    y Sancho se

    dirigieron

    corriendo a los

    aposentos de

    Don Quijote y le

    encontraron en

    pijama,

    sonmbulo,

    soando que se

    encontraba en

    una batalla con el gigante, y dando cuchilladas

    con su espada a los cueros de vino tinto que se

    encontraban en los aposentos y cuyos

    pertenecan al ventero.

    Lo que Sancho Panza haba credo

    ser una cabeza, efectivamente era

    un cuero de vino tinto y el vino

    derramado en el suelo era la

    supuesta sangre del gigante.

    Todos intentaron despertar a Don

    Quijote y finalmente lo

    consiguieron echndole agua fra

    por encima. El seor sin saber muy

    bien que haba pasado se arrodillo

    delante del cura quien haba tomado

    por la Princesa Nicomicona y dijo

    que ya estaba segura gracias a el.

    Finalmente no fue una tragedia y no

    hubo heridos, solo el ventero quien

    perdi sus vinos.

    Don Quijote en batalla.

    El cura, Sancho y el ventero encuentran a

    Don Quijote.

  • Seor asegura haber estado en el cielo. Minerva O.Trenado. El pasado viernes un seor llamado Sancho asegur que haba viajado junto a don Quijote, de quien es escudero, en un caballo de madera al cielo.

    Dicho caballo, segn el seor Sancho, tena la capacidad de volar, de modo que la velocidad que tomaba este era mayor que la que un caballo de carne y hueso puede alcanzar.

    Nos dijeron que con l (el caballo) llegaramos antes a nuestro destino, nos asegura Sancho. Al principio tem por mi seguridad, ya que no he volado nunca, pero al final me gust. Paseamos por los distintos cielos. Senta cmo el viento acariciaba mi rostro y cmo el fuego quemaba mis barbas. Al final del viaje, a pesar de que el caballero que me acompaaba me prohibi que me quitara la venda que cubra mis ojos, lo desobedec y me encontr con las siete cabras de Dios.

    Por el contrario, don Quijote, el seor que lo acompaaba, niega que llegaran al cielo que tanto le gust a su escudero. Si hubiremos llegado a dicho cielo nos hubisemos abrasado. Probablemente Sancho se desmay a causa del miedo y so tal cosa. Claro que tampoco puedo asegurar que las palabras de Sancho sean inciertas, ya que yo en ningn momento retir la venda que cubra mis ojos.

    Eran de colores diferentes a las que hay en la tierra, nos comenta Sancho, refirindose a las cabras que vio en el cielo. Algunas eran verdes, otras eran encarnadas, otras azules y una de ellas era una mezcla de todas las anteriores.

    Adems, tratamos de hablar con testigos que Sancho nos facilit, pero todos ellos se negaron rotundamente a hablar con nosotros.

    Don Quijote y Sancho junto al caballo volador, Cabileo.

    Despus de esta noticia creemos que hay dos posibilidades: o bien ambos nos han mentido o simplemente somos ignorantes de lo que se extiende sobre nuestras cabezas.

    Usted qu piensa? Nos dicen Sancho y don Quijote la verdad? Cree que, tal y como ambos dicen, un caballo de madera pueda volar?