PERIÓDICO ALMA MATER 622 JULIO DE 2013

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Nº 622 Medellín, julio de 2013 SISTEMA DE COMUNICACIONES • http://almamater.udea.edu.co • [email protected]ISSN 1657-4303 La Universidad investigadora y sus reflejos El ritual de los circuitos culturales Páginas 4 a 9 Páginas 15 y 16 Los muertos de la Ley 100 Página 11 Nanociencia para el mundo Rechazo categórico a la violencia y a las armas en el campus La Universidad debe ser, ante todo, un laboratorio de ideas Foto Santiago Castro Villada Fotomontaje Juan Andrés Álvarez Castaño Foto Luis Javier Londoño Balbín

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PERIÓDICO ALMA MATER 622 JULIO DE 2013

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Nº 622 Medellín, julio de 2013 SISTEMA DE COMUNICACIONES • http://almamater.udea.edu.co • [email protected] • ISSN 1657-4303

La Universidad investigadora y sus reflejos

El ritual de los circuitos culturales

Páginas 4 a 9

Páginas 15 y 16

Los muertos de la Ley 100

Página 11

Nanociencia para el mundo

Rechazo categórico a la violencia y a las armas en el campus

La Universidad debe ser, ante todo, un laboratorio de ideas

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2Nº 622, UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIAMedellín, julio de 2013

No puede pasar inadvertido para la Mesa de Negociaciones el abuso que los violentos encapuchados hacen sistemáticamente de la universidad pública

Departamento de Información y Prensa Secretaría General • Ciudad Universitaria • Calle 67 N° 53-108, Bloque 16, oficina 336, Medellín • Teléfonos (4) 2195023 y 2195026. • E-mail: [email protected] • http://almamater.udea.edu.co

Comité editorial: profesores John Jairo Arboleda Céspedes • Luquegi Gil Neira • Olga Castaño Martínez • Eufrasio Guzmán Mesa • Fabio Giraldo Jiménez • Heiner Castañeda Bustamante

Se garantiza a toda persona la libertad de expresar y difundir su pensamiento y opiniones, la de informar y recibir información veraz e imparcial, y la de fundar medios masivos de comunicación. Estos son libres y tienen responsabilidad social. Se garanti-za el derecho a la rectificación en condiciones de equidad. No habrá censura. (Artículo 20. Constitución Política de Colombia)

La actividad periodística gozará de protección para garantizar su libertad e independencia profesional. (Artículo 73. Constitución Política de Colombia)

— Las opiniones expresadas en ALMA MATER son responsabilidad de los autores y sólo a ellos compromete —

Comité editorial: profesores John Jairo Arboleda Céspedes • Luquegi Gil Neira • Olga Castaño Martínez • Eufrasio Guzmán Mesa • Fabio Giraldo Jiménez • Heiner Castañeda Bustamante

Director: Heiner Castañeda Bustamante • Edición de contenidos: Luis Javier Londoño Balbín • Ilustraciones: Juan Andrés Álvarez Castaño • Auxiliares: Sara Giraldo Maestre, Carolina Sánchez Álvarez • Diagramación: Juan Camilo Vélez Rodríguez • Secretaria: María Mercedes Morales Osorio •

Medellín, junio 20 de 2013

SeñoresMesa de Diálogo y Negociaciones para la Paz en ColombiaCiudad de La Habana, Cuba

Los saludamos con el optimismo sobre nuestro futuro puesto hoy en el proceso de negociación que ustedes lideran.

El pasado 13 de junio, un grupo organizado de encapuchados se tomó por la fuerza durante más de cuatro horas el campus principal de la Universidad de Antioquia. A nombre del llamado Movimiento Bolivariano, arropado con la bandera de las Farc-Ep y mediante inusitado despliegue de fuerza violenta, militarmente organizada, amedrentó, amenazó, violentó y desalojó oficinas y laboratorios en los cuales manufacturó sus pertrechos, interrumpió las labores universitarias, atoró el tránsito circunvecino y puso en riesgo la integridad y la vida de miles de personas.

Prevalidos de la liberalidad ideológica que caracteriza a la Univer-sidad y de su inerme capacidad de respuesta a la violencia, estos grupos que abusan de la indefensión de la universidad pública hacen más daño a la causa que dicen defender, porque al deteriorar con sus desafueros la infraestructura y la disposición anímica, al retrasar las labores académicas y al menoscabar la imagen de sus estudiantes y egresados, aumentan los costos de la educación superior y debilitan el logro de los propósitos por los cuales miles de jóvenes ingresan a ella apoyados por sus familias; además, debilitan el positivo impacto social que la universidad pública pretende; pero también hacen daño porque fortalecen los argu-mentos de los adversarios del actual proceso de negociación del conflicto colombiano que ustedes lideran a nombre de las partes.

No puede pasar inadvertido para la Mesa de Negociaciones el abuso que los violentos encapuchados hacen sistemáticamente de la univer-sidad pública colombiana arrogándose advenedizas reivindicaciones.

Nuestro indeclinable apoyo a la labor que ustedes vienen rea-lizando en búsqueda de salidas racionales al inveterado conflicto colombiano, que no sufrirá merma por esta afrenta irracional de los encapuchados que actuaron a nombre del llamado Movimiento Bolivariano; pero rogamos que en la Mesa se hable con vehemencia sobre esta clase de actuaciones bélicas aclarando si esos grupos actúan a nombre de la guerrilla en proceso de negociación; porque de ser así, están cambiando la razón de ser de la Universidad, la cual pasaría de ser una institución educativa y por tanto de paz a un campo de guerra.

A raíz de estos últimos hechos, la comunidad universitaria se ha pronunciado en forma contundente, radical y categórica en contra de la violencia, rechazando el ejercicio de poder mediante el uso y abuso de la fuerza, de las armas, de las acciones de hecho, de conductas delictivas y dolosas. Por esta razón hacemos eco del clamor de nuestros profesores, alumnos, egresados y empleados: Exigimos el respeto por nuestra labor y por la universidad pública.

En cualquier caso y contra estos insucesos, mantenemos incó-lume la decisión de hacer de la educación superior colombiana un medio cualificado contra la inequidad social.

Atentamente,

ALBERTO URIBE CORREARector

La comunidad universitaria, las agremiaciones universitarias, los medios de comunicación, los ciudadanos a través de las redes sociales, en fin, todos a una sola voz, expresaron el rechazo a los actos violentos que protagonizaron un grupo de encapuchados el 13 de junio en la Universidad de Antioquia, y se unieron al pedido

de las directivas y del gobierno departamental para que los grupos armados y la delincuencia respeten a la Alma Máter y el derecho de los antioqueños y de los colombianos a formarse en una ambiente tranquilo, consustancial al debate sereno de las ideas y a la búsqueda, desde el conocimiento, de alternativas ciertas a las problemáticas que afectan al país.

Frente a los actos violentos e intimidatorios, el comunicado de los profesores del Instituto de Biología recordaron que el jueves 13 de junio un grupo de enca-puchados armados con artefactos explosivos violentaron la oficina de profesores 233 y otros espacios comunes del bloque 7 de ciudad universitaria. Señalaron, además, que las personas encubiertas de forma abusiva tumbaron violentamente la puerta de dicho espacio e “hicieron de una oficina de profesores una trinchera de guerra para preparar explosivos, donde se cumplen labores misionales”.

Por los hechos, los profesores del Instituto de Biología, Facultad de Ciencias Exactas y Naturales, rechazaron de forma categórica el accionar de personas “que no representan el pensamiento y sentimiento universitarios, que con su actuar destruyen equipos y bienes públicos, patrimonio de la Nación, ponen en peligro la integridad física y sicológica de la comunidad universitaria.”

Asimismo, rechazaron las acciones violentas de cualquier actor en el es-pacio universitario “que debiera ser totalmente amplio y abierto al debate y a las ideas innovadoras. Exigimos que esos grupos radicales no vean en el Alma Máter simplemente un escenario o una oportunidad de violentar y agredir parte de la masa crítica de la sociedad colombiana”.

Por los mismos hechos, el Consejo de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales expresó un rechazo enérgico por los que calificó como “actos criminales que atentan contra la vida, honra, y bienes de la comunidad uni-versitaria”, e invitó a toda la comunidad de la Facultad, de la Universidad y de la sociedad a “aunirnos en pos de la defensa y la convivencia pacífica,

Rechazo unánime a las armas y las acciones violentas en el campus

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3Nº 622, UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIAMedellín, julio de 2013

CONSEJO SUPERIOR UNIVERSITARIO: Sergio Fajardo Valderrama, Gobernador del Departamento y Presidente de la Corporación • Alberto Uribe Correa, Rector • Antonio Yepes Parra, Representante del Presidente de la República • Carlos Fonseca Zárate, Representante de la Ministra de Educación Nacional • Clemencia Uribe Restrepo, Representante del Consejo Académico • Rafael Nieto López, Representante Profesoral • Mario Arturo González Arboleda, Representante de los Egresados • Manuel Santiago Mejía Correa, Representante del Sector Productivo, Luis Javier Arroyave Morales, Representante de los ex Rectores • Luquegi Gil Neira, Secretario General.

CONSEJO ACADÉMICO: Alberto Uribe Correa, Rector • Fanor Mondragón Pérez, Vicerrector de Investigación • Juan Carlos Amaya Castrillón, Vicerrector de Docencia • María Helena Vivas López, Vicerrectora de Extensión • Rubén Alberto Agudelo García, Vicerrector Adminis-trativo • Francisco Londoño Osorno, Decano Facultad de Artes • Luis Guillermo Palacio Baena, Decano Facultad de Ciencias Agrarias • Ramón Javier Mesa Callejas, Decano Facultad de Ciencias Económicas • Nora Eugenia Restrepo Sánchez, Decana Facultad de Ciencias Exactas y Naturales • Gloria Patricia Peláez Jaramillo, Decana Facultad de Ciencias Sociales y Humanas • Jaime Alberto Vélez Villa, Decano Facultad de Comunicaciones • Clemencia Uribe Restrepo, Decana Facultad de Derecho y Ciencias Políticas • Carlos Arturo Soto Lombana, Decano Facultad de Educación • Sandra Catalina Ochoa, Decana Facultad de Enfermería • Carlos Alberto Palacio Tobón, Decano Facultad de Ingeniería • Élmer de Jesús Gaviria Rivera, Decano Facultad de Medicina • María Patricia Arbeláez Montoya, Decana Facultad Nacional de Salud Pública • Clara Eugenia Escobar Güendica, Decana Facultad de Odontología • Pedro José Amariles Muñoz, Decano Facultad de Química Farmacéutica • Lucía Stella Tamayo Acevedo, Representante Profesoral Consejo Académico • Luquegi Gil Neira, Secretario General.

Invitados: John Jairo Arboleda Céspedes, Vicerrector General • Fabio Giraldo Jiménez, Director de Posgrado • Jaime Ignacio Montoya Giraldo, Director de Desarrollo Institucional • María Carolina Laverde Velásquez, Directora de Relaciones Internacionales • Daryeny Parada Giraldo, Directora de Bienestar Universitario • Dora Nicolasa Gómez Cifuentes, Directora Programa de Regionalización • Liliana Marcela Ochoa Galeano, Directora Escuela de Microbiología • María Teresa Arbeláez Garcés, Directora Escuela Interamericana de Bibliotecología • John Jairo Giraldo Ortiz, Director Escuela de Idiomas • Berta Lucía Gaviria Gómez, Directora Escuela de Nutrición y Dietética • Francisco Cortés Rodas, Director Instituto de Filosofía • Iván Darío Uribe Pareja, Director Instituto de Educación Física y Deporte • Jaime Cardona Usquiano, Director Oficina de Asesoría Jurídica • Claudia María Rivera Osorio, Auditora Interna

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pluricultural, deliberativa, respetuosa del disenso racional, de nuestra Alma Máter”.

En comunicado, el comité rectoral de la Universi-dad de Antioquia señaló que Los hechos violentos protagonizados por un grupo de encapuchados que portaba pancartas y brazaletes alusivos a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia —Farc-EP—, no hacen más que poner en evidencia lo lesivo que resulta imponer el uso de la fuerza sobre una comunidad indefensa obligada a desalojar la Ciudad Universitaria ante el estallido de artefactos explosivos, el enfrentamiento con la fuerza pública y la intimidación a la comunidad universitaria.

“La Universidad de Antioquia, como espacio natural de discusión y lugar de encuentro de las diferentes visiones que convergen en ella, fue asal-tada con prácticas típicas de la delincuencia común, pues no tiene otro nombre el uso de armas de fuego para forzar el desalojo del lugar de trabajo de algu-nos docentes; las patadas para violentar puertas y cometer robos como las tres cámaras digitales que fueron sustraídas del almacén del Instituto de Física de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales; el uso abusivo de los escritorios de profesores para la fabricación de artefactos explosivos, lo mismo que el hurto de extintores y algunos elementos como guantes plásticos”, señala el comunicado.

Las directivas universitarias insistieron en que la Universidad es por definición un lugar plural y un espacio expedito para que se den las discusiones propias de su deber ser, “pero nunca podremos aceptar la utilización de mecanismos que lesionen los principios civilistas que la rigen, y nunca será suficiente dejar de invitar a todos los que hacemos parte de ella, a la ciudad, al departamento y al país, a rechazar los recursos a los que acuden los bárba-ros en nombre del derecho a la protesta”

Bogotá, D.C., 21 de junio de 2013DoctorJUAN MANUEL SANTOS CALDERÓNPresidenteRepública de ColombiaCasa de NariñoRespetado señor Presidente Santos:Con un saludo de preocupación en

nombre de la universidad colombiana asociada en ASCUN, queremos solicitar su intervención ante los representantes del gobierno en los diálogos que se adelantan en La Habana (Cuba), con la esperanza de crear condiciones para el anhelo de paz que nos anima a los colombianos. Esto en razón de los hechos de violencia que han ocurrido en varias universidades estatales por parte de grupos violentos que se denominan “Movimiento Boliva-riano FARC-EP”, siendo el más reciente el ocurrido en la Universidad de Antioquia, y que ponen en grave riesgo la vida de los integrantes de las comunidades universi-tarias y deterioran el patrimonio público.

No se comprende cómo grupos violen-tos y delincuenciales, que supuestamente actúan en nombre de un movimiento guerrillero que a través de sus voceros adelanta los diálogos de paz, tienen este comportamiento. Por ello esperamos que con su intervención este grupo haga cla-ridad pública sobre la responsabilidad de estos hechos denunciados por el Rector de la Universidad de Antioquia, o aclaran la situación.

Señor Presidente, en varias ocasiones y de manera escrita le hemos expresado a usted desde ASCUN que la universidad colombiana respalda el proceso de paz y seguramente cumplirá un papel trascen-dental en la etapa del posconflicto. Cono-cedores de su exclusiva competencia en estos temas acudimos al canal oficial para encontrar respuestas sobre la situación denunciada.

Estaremos muy pendientes de su res-puesta para informar a las comunidades universitarias y a la ciudadanía en general, cómo es la situación y qué medidas adi-cionales se deben tomar en cabeza del cuerpo rectoral. Por ahora rechazamos enfáticamente estos actos demenciales y ofrecemos nuestra solidaridad a las universidades afectadas.

Reciba un cordial saludo,

IVÁN RAMOS CALDERÓNPresidenteRector Universidad del Valle

P. JOAQUÍN SÁNCHEZ GARCÍA, S.J.VicepresidenteRector Pontificia Universidad Javeriana

c.c.: Dra. María Fernanda Campo S., Ministra de Educación Nacional

Respetar a la Alma MáterEn otro comunicado, la Junta Directiva de la Aso-

ciación de Profesores de la Universidad de Antioquia condenó los hechos de forma contundente, radical y categórica, y rechazó toda forma de violencia, ejercicio de poder mediante el uso y abuso de la fuerza, de las armas, de las acciones de hecho, de conductas delictivas y dolosas.

“La Universidad —dijo— no es un espacio de con-frontación armada. Rechazamos la delincuencia que atenta contra el patrimonio público y lo convierte en un campo de guerra. Exigimos el respeto por nuestra labor y por la universidad pública, demandamos que se sigan las investigaciones del caso y se destierre el delito, el miedo, la amenaza, los gases, y todo tipo de grupo armado de cualquier tendencia que haga presencia en el campus; sean quienes sean NINGU-NO cabe en la Universidad”.

No a las armas en el campusEl periódico El Colombiano, en la editorial del 24

de junio, señaló que “Son episodios reprochables, condenables, porque violan la autonomía universi-taria y degradan los valores de debate civil, racional y no violento enaltecidos siempre por el espíritu científico y académico que atraviesa aquellas aulas”.

Planteó el editorial que “Ahora que las Farc están sentadas en Cuba, en un diálogo para terminar el conflicto, nos permitimos invitarlas a desintoxicar de su virulencia aquellos espacios que han intentando, infructuosa y equivocadamente, ligar a su causa revolucionaria y armada”.

El Colombiano consideró los hechos como una infracción al Derecho Internacional Humanitario, “al utilizar y tomarse, con fines militares y políticos, un bien civil en donde si algo sobra son las armas y las vías de hecho”.

Un atentado contra todosEl Instituto de Altos Estudios Europeos, IAEE,

y la Red Internacional de Universidades para la Paz, REDIUNIPAZ, también rechazaron y conde-naron categóricamente los actos violentos contra la Universidad de Antioquia. “Suscribimos las condenas y protestas emitidas por la Rectoría, el Comité Rectoral, la Junta Directiva, la Asociación de Profesores, los profesores del Instituto de Biología, los representantes profesorales al CSU y afirmamos que estos hechos no solo atentan contra la Universidad de Antioquia sino contra toda la comunidad universitaria”, dijeron en carta dirigida al rector Alberto Uribe Correa.

“Le enviamos toda nuestra solidaridad y apoyo constante en la construcción de la paz a través del debate libre de las ideas, ahondando y fortalecien-do la participación ciudadana, la democracia, el Estado de Derecho y la defensa de los Derechos Humanos. Como siempre, estamos a su disposi-ción para lo que tengan a bien considerar”, dice la misiva firmada por Claudia E. Salcedo Baquero, directora de REDIUNIPAZ - IAEE

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4Nº 622, UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIAMedellín, julio de 2013

Por FANOR MONDRAGÓNVicerrector de Investigación

Caracterización de la producción científica de la Universidad de Antioquia

La investigación científica en la Universidad de Antioquia tiene una historia relativamente reciente. Hace aproximadamente 60 años se realizaron las primeras investigaciones en la Facultad de Medicina, lideradas por los profesores que regresaron al país después de estudir sus posgrados. A partir de ese mo-

mento la actividad investigativa se fue incrementando hasta nuestros días cuando se puede decir que uno de cada dos profesores ha realizado alguna investigación. Como resultado, la Universidad ha producido gran cantidad de artículos, libros, patentes e informes técnicos, además de la producción artística. Sin embargo, hasta la fecha no se ha realizado un análisis sistemático de la información producida de tal manera que nos permita identificar las fortalezas, debilidades y potencialidades de la Universidad en el área de la investigación para proyectarse de mejor manera en los ámbitos regional, nacional e internacional.

Para satisfacer esta necesidad la Universidad, a través de la Vicerrectoría de Investigación, está adelantando dos actividades. Una es un contrato con Scimago para la caracterización cienciométrica de la producción científica de la institución en el periodo 2003-2011-2012 y 2013. Parale-lamente se creará un observatorio para la investigación en la Universidad.

A continuación se presentan algunos de los resultados más relevantes del primer informe entregado por Scimago. No se analizará la producción por profesor, la colaboración internacional ni el liderazgo en las publica-ciones, que también hacen parte del mismo informe.

Colombia en el contexto de la regiónEl análisis fue realizado con base en la producción científica visible

internacionalmente de acuerdo con la información que aparece en la base de datos Scopus- Elsevier que cubre cerca de 20.000 documentos en to-das las áreas del conocimiento. Scimago utilizó indicadores de visibilidad, colaboración, impacto, excelencia y liderazgo en las publicaciones de la Universidad de Antioquia.

Figura 1. Producción científica colombiana comparada con algunos países de la región. En la parte derecha

aparecen los recursos para investigación y desarrollo en cada país como porcentaje del PIB. En los países

desarrollados este porcentaje puede llegar hasta el 5%

Para iniciar, en la figura 1 se muestra el nivel de producción científica de Colombia comparado con otros países de la región. Brasil es el país con el mayor número de artículos. En 2011 Colombia publicó 4.859 do-cumentos mientras que Brasil 49.664 en el mismo año. Si normalizamos la producción por habitante en 2011 observamos que en Colombia se

produjo un artículo por cada 9.700 habitantes mientras que en Brasil, México, Argentina y Chile las proporciones fueron 4.000, 7.800, 3.900 y 2.400, respectivamente. Esto nos indica que Colombia tiene la produc-tividad más baja de los cinco países que aparecen el la figura 1 y Chile la más alta. Para Colombia alcanzar la productividad de Chile tendría que haber producido en 2011 alrededor de 20.000 artículos. Es muy impor-tante resaltar que la velocidad de crecimiento de la producción científica de Colombia fue la más alta (49%) de los cinco países, lo cual puede estar relacionado con el estímulo salarial asociado a la divulgación de resultados de investigación. Claro que también hay que tener en cuenta que al ser el país con la menor producción, un pequeño aumento en el número de artículos es un porcentaje importante de la producción total. En los otros países de la región la velocidad de crecimiento fluctuó entre el 20% y el 30%. Sin embargo, la producción en revistas del primer cuartil (Q1) disminuyó del 46.5% al 27.8% entre 2003 y 2011.

La Universidad de Antioquia en el contexto nacionalLa producción científica de la Universidad de Antioquia se presenta

en la figura 2. En términos generales se aprecia que hemos tenido un aumento continuo en el número de publicaciones hasta 2011, al igual que es la tendencia de las otras universidades de referencia. Sin embargo, a partir de 2009 se observa que disminuye la velocidad de crecimiento de la producción con visibilidad internacional. Para la Universidad Nacional el fenómeno se presentó a partir de 2010. Por el contrario en la Universidad

Foto Archivo Periódico ALMA MATER

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5Nº 622, UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIAMedellín, julio de 2013

Universidad Profesores (TCE)

Estudiantes pregrado y posgrado

Artículos en 2011

Profesor/artículo

Universidad Nacional 2.921 45.416 1252 2.3

UdeA 1.216 37.421 677 1.8

Universidad de los Andes 582 17.193 525 1.1

Tabla 1. Número de profesores, estudiantes, producción con visibilidad internacional de las tres universidades

colombianas con mayor producción científica

Tabla 3. Principales revistas donde han publicado los investigadores de la Universidad de Antioquia en

el periodo 2003-2011

REVISTA DOCUMENTOS % de endo-gamia

Iaetria 262 de 352 74.4

Biomédica: revista del Instituto Na-cional de Salud 112

Revista: Facultad de Ingeniería 99 de 248 39.9

Revista: Colombiana de Ciencias Pecuarias 82 de 177 46.3

Livestock Research for Rural Deve-lopment 54

Revista de Neurología 46

Vitae 37 de 101 37

Colombia Médica 35

Figura 2. Evolución de la producción científica en el período 2003-2011 de la Universidad de Antioquia

y dos universidades de referencia

Tabla 2. Distribución de la producción científica de la Universidad de Antioquia según el cuartil donde se ubica la revista. Las revistas en Q1 son las de

mayor categoría y las de Q4 las de menor categoría

de los Andes la velocidad de producción ha mantenido casi la misma pen-diente. Para efectos de comparación en la tabla 1 se presenta el número de profesores, estudiantes y producción de las tres universidades. Si se analiza la productividad científica con respecto al número de profesores vemos que la Universidad de Antioquia necesitó para producir un artículo de casi 1.8 profesores, mientras que en la Universidad de los Andes la productividad indica que en 2011 cada profesor produjo un artículo.

En la tabla 2 aparece la clasificación de la producción por año de la

Universidad de Antioquia según el cuartil donde se ubica la revista en la que fueron publicados los artículos. Las revistas en Q1 son publicaciones con alta visibilidad en su área del conocimiento. Esto quiere decir que son las revistas más consultadas en cada uno de los temas que trata. La información en la tabla 2 indica que en la Universidad de Antioquia hemos aumentado en casi tres veces la producción de artículos en re-vistas Q1 en el periodo 2003-2011. Mientras que en el mismo periodo la producción de artículos en revistas del cuartil cuatro, Q4, aumentó de 7 en 2003 a 190 en 2011; esto representa un aumento del 2700%. Esta variación tan grande está asociada con la entrada en Scopus de revistas colombianas en español que tienen muy baja visibilidad y por lo tanto son muy poco consultadas internacionalmente. Esta tendencia también puede estar asociada a la clasificación de Colciencias que puso estas revistas en la categoría A1 de Publindex. En cuanto a la distribución de

la producción de la Universidad de Antioquia por cuartiles, en 2011, es muy uniforme con aproximadamente el 25% en cada uno de los cuartiles.

Otro aspecto que aparece en el informe Scimago es el porcentaje de artículos que los investigadores de la Universidad de Antioquia publican en revistas de la Universidad. Esto es clasificado como endogamia. En la tabla 3 se muestran las principales revistan donde se han publicado más de 35 artículos. En el informe se hace notar que revistas con más del 20% de endogamia son retiradas de la base de Scopus y por tanto dejan de ser indexadas. Es importante resaltar que este fenómeno también se presenta en las universidades de referencia utilizadas en este estudio.

Consideraciones generalesA pesar de los esfuerzos que se han hecho en Colombia para incentivar la

producción científica, ésta sigue siendo muy baja comparada con la media de Brasil, México, Argentina y Chile. La financiación de la investigación en Colombia es extremadamente baja.

Las políticas de fomento a la investigación de la Universidad de Antio-quia, que se han construido y perfeccionado en los últimos 20 años, se ven reflejadas en las tendencias positivas que muestra la producción científica de la Universidad en el periodo de este informe 2003-2011. En general, se ha progresado de manera importante en la dirección de convertirse en una universidad de investigación. Sin embargo, es claro que debemos mejorar en varios aspectos tales como aumentar la productividad por profesor con visibilidad internacional y al mismo tiempo debemos mejorar nuestra pro-ducción en el cuartil Q1 de cada una de las áreas del conocimiento.

Foto Archivo Periódico ALMA MATER

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6Nº 622, UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIAMedellín, julio de 2013

Por ANDRÉS ÁNGEL GÓMEZ

El sol oculta su sombra bajo la fuente inspirada por Rodrigo Arenas Be-tancur, mientras surte de energía a seis carri-

tos que atraviesan la plazoleta. Los prototipos compiten para cruzar primero por la línea de meta, última prueba que enfrentaron los seis equipos de estudiantes inscritos en el primer concurso de carritos solares convocado por el semillero de mecatrónica del Departamento de Ingeniería Mecánica.

“Se nos ocurrió realizar un con-curso sobre energía solar para los estudiantes de Ingeniería Mecánica con los objetivos de reclutar estu-diantes para el semillero de meca-trónica y los grupos de investigación y fomentar el trabajo en equipo”, explica el profesor Pedro Simanca, coordinador del semillero.

La tarea que por estos días ocu-pa al profesor de Historia Rodrigo García es la de rastrear y escribir la historia de la investigación en la UdeA, uno de los proyectos espe-ciales que adelanta la Vicerrectoría de Investigación.

“En los inicios de la Universi-dad se puede encontrar a ilustres personajes como Andrés Posada Arango, quien se destacó en temas concernientes a la fauna y flora de Antioquia; a un egresado como Alejandro López, quien adelantó su tesis sobre el túnel de la Quiebra; a José María Villa, constructor del puente de Occidente; y a muchos otros profesores, a principios del siglo XX, que hacían estudios, recogían y sistematizaban la in-formación para luego producir artículos que eran publicados en revistas locales o internacionales”, sostiene García.

El historiador testimonia además que “sólo hasta mediados del siglo XX se institucionaliza la investiga-ción cuando se creó la Secretaría Operativa de Investigaciones y la Rectoría comenzó a apoyar algu-nas investigaciones. Era algo muy incipiente, pero en los años 80 la Universidad pone la investigación como un tema principal, como uno de sus ejes misionales”.

Luego de que en 1990 se regla-mentara el Sistema Universitario de Investigación, SUI, se han realizado

a la fecha dos procesos evaluativos. “Inicialmente, entre 1999 y 2000, la Universidad realizó una autoeva-luación de la investigación con el acompañamiento de Columbus, fundada por la Asociación Europea de Universidades y la Asociación de Universidades Latinoamericanas”, puntualiza Fanor Mondragón, vice-rrector de Investigación, quien agre-ga que “hace dos años y luego de que pasaran alrededor de diez desde la autoevaluación Columbus, Jairo Humberto Restrepo Zea, mi antece-sor, inició otro proceso de autoeva-luación que en estos momentos se encuentra en la etapa final. Sólo estamos esperando que vengan los evaluadores internacionales”.

Los indicadores actuales eviden-cian lo que existe y lo que falta para llegar a la meta de “ser la principal universidad de investigación del país y una de las mejores de Amé-rica Latina, con pregrados y pos-grados de excelencia académica internacional, líderes en el aporte a la transformación socioeconómica del país, y un auténtico escena-rio de la diversidad y el diálogo intercultural, en el marco del res-peto por el pluralismo y el medio ambiente”, visión planteada en el Plan de Desarrollo Institucional 2006-2016.

La Universidad de Antioquia el año pasado contó con 247 grupos de investigación reconocidos por Colciencias, 940 proyectos de in-vestigación por un valor de 161.883 millones de pesos y el continuo incremento en los índices de pro-ducción científica, 560 en ISI Web of Science y 734 en Scopus.

En 1990 la Universidad contaba con 63 profesores con doctorado, el 5% de su planta docente, y en 2013 cuenta con 520 docentes con título de Ph D., el 43% de sus profesores vinculados.

El aumento de estudiantes y graduados de maestría y doctorado también son muestra del avance en el plan de mejoramiento de la investigación en la UdeA. De 108 estudiantes matriculados y 82 graduados en maestría en 2000, se pasó a 478 y 267, respectivamente, en 2012. En doctorado, de 14 es-tudiantes y 3 graduados en 2000, se llegó en 2012 a 121 estudiantes matriculados y 49 graduados.

El programa de Gestión Tecnoló-gica cuenta con 45 proyectos I+D en los que participan 19 grupos de investigación y sus costos de financiación ascienden a 13.569 millones de pesos, de los cuales 9.905 millones son gestionados a partir de fuentes externas.

Al finalizar el año pasado, la Uni-versidad contaba con 17 patentes. Sólo en 2012 se alcanzaron siete patentes, más de la mitad de las que se habían logrado en diez años.

El Comité para el Desarrollo de la Investigación –CODI, implementó una nueva estrategia de convo-catorias programáticas por áreas de conocimiento: una para salud, ingeniería, ciencias exactas, y otra para sociales. A través de ellas se fi-nanciaron 137 proyectos que suman alrededor de 8.000 millones de pesos suministrados por la Universidad.

Seis convocatorias más comple-mentan la oferta: la estrategia de

sostenibilidad, que para la vigen-cia 2013-2014 financia con 5.692 millones de pesos a 56 grupos, 22 de los cuales se encuentran en la SIU; la de infraestructura física y tecnológica con la que se finan-cian equipos para investigación que tengan un valor superior a 2.000 millones de pesos y que be-neficien al menos a 10 grupos de investigación; la convocatoria para jóvenes investigadores UdeA; otra para fomentar la investigación en las regiones; una de investigación aplicada e innovación; y otra te-mática que este año trata sobre la violencia y el posconflicto.

Como el Sistema General de Regalías y su Fondo de Ciencia y Tecnología son una oportunidad para acceder al financiamiento de investigaciones, la Vicerrectoría adelanta una serie de conferencias, cursos y asesorías para orientar a la comunidad científica en la pre-sentación de las propuestas y el di-ligenciamiento de los formularios.

Entre los nuevos retos está en marcha la creación de un observatorio de investigación con el apoyo de la Escuela de Bibliotecología. Asimismo, la transferencia de conocimiento del convenio con Scimago brindará información actualizada sobre el tipo de producción científica que están realizando los investigado-res. También se espera financiar alrededor de 20 becas anuales para doctorados y llevar a cabo la unificación y estandarización de la firma institucional para optimizar el impacto en las bases de datos de artículos y revistas científicas.

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Burbujas de aire inyectadas a un cultivo de microalgas jatropha en el laboratorio del grupo de Biotecnología. A partir de la biomasa aportada por las algas, el grupo estudia la producción de biocombustible de tercera generación.

Hacia una universidad de investigaciónHacia una universidad de investigación

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7Nº 622, UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIAMedellín, julio de 2013

Por MAURICIO GALEANO QUIROZ

GIBIC diseña sistema para elegir plantillas adecuadas para el calzado

Como una alternativa a los sistemas que hay en el mundo para medir la presión en las plantas de los pies

cuando se modelan plantillas o se piensa en el análisis biomecánico, investigadores de la Universidad de Antioquia diseñaron un sensor de presión menos costoso que los similares que se consiguen en el comercio.

Los inventores del dispositivo, los ingenieros Juan Diego Lemos Duque, Jonathan Gallego (quien inició como estudiante de pre-grado en el proyecto) y Mauricio Hernández Valdivieso, integran el Grupo de Investigación en Bioins-trumentación e Ingeniería Clínica –GIBIC–, Facultad de Ingeniería.

El sensor —observan los dise-ñadores— es autónomo, es decir que puede funcionar sin estar conectado a un computador, como sí lo requieren los que son comercializados en el plano in-ternacional, porque internamente tiene un procesador que realiza todos los cálculos. También puede funcionar transmitiendo la información al computador.

Cuando la persona se para so-bre la plataforma —explican— el sistema procesa la información y le informa al usuario cuál es la plantilla que más le conviene te-niendo en cuenta la distribución de presión de los pies, clasificán-dolo entre arco normal, arco alto o pie con arco plano.

El desarrollo del sistema, gra-cias a la solicitud y el respaldo de la empresa de software Ilimitada S.A., duró más de tres años, al cabo de los cuales uno de los frutos fue la patente de invención que le otorgó en abril la Superin-tendencia de Industria y Comer-cio al “Dispositivo autónomo para la medición de presión plantar e identificación del arco del pie”, resultado a su vez del proyecto de I+D: “Diseño de un sistema para medición de distribución de presión de contacto plantar para el análisis biomédico”, realizado entre la empresa Ilimitada S.A. y la U. de A. - Grupo GIBIC.

“El apoyo económico de Ili-

Integrantes del Grupo de Investigación en Bioinstrumentación e Ingeniería Clínica –GIBIC– diseñaron un sistema que denominaron en principio iPlate, y que sirve para seleccionar de manera adecuada las plantillas para el calzado.

Luego de más de cuatro años de trabajo, la disciplina de los investigadores del grupo GIBIC es retribuida con la patente en Colombia que le otorgó la Superintendencia de Industria y Comercio al dispositivo que diseñaron para la selección de plantillas para calzado, con base en la presión plantar y la identificación del arco del pie.

mitada S.A. para este proyecto fue fundamental”, expresó el ingeniero Mauricio Hernández Valdivieso, quien a su vez es el coordinador del pregrado Bioin-geniería de la Universidad.

Comercialización“La ventaja de obtener la pa-

tente del dispositivo es que de ahora en adelante podremos comercializarlo con tranquilidad”,

asegura Hernández Valdivieso, y precisa que, de hecho, “ya comer-cializamos este equipo en Estados Unidos; lo compró una empresa norteamericana que fabrica plan-tillas llamada Orthera Inc., y ya les hemos vendido 15 equipos”.

El coordinador de Bioingeniería observa que en otros países es habitual que quien compra za-patos al mismo tiempo busca la plantilla adecuada para calzarlos, pero en Colombia no es muy fre-cuente el uso de plantillas, salvo cuando el médico las recomienda.

Ahora, lo que esperan los in-ventores del dispositivo es poder ofrecerlo a una empresa que se encargue de comercializarlo entre potenciales compradores locales, tales como empresas que produ-cen equipos médicos, empresas y almacenes de calzado y plantillas, almacenes de cadena, gimnasios, consultorios médicos.

De manera paralela, en tanto inventores de su propio sensor, los investigadores ya están traba-jando en el diseño de otros sis-temas de medición de presión. Y este año el grupo comenzará con los trámites de nuevas patentes para un sistema de entrenamien-to para ventilación mecánica de pacientes críticos; otra para un sistema de neuronavegación quirúrgica, y otra más para un sistema de integración de signos vitales en ambulancia inteligente.

GIBIC es un grupo que, pese a ser relativamente nuevo, ya cuen-ta con un recorrido destacado en proyectos de investigación, y la patente que recién recibió constituye un reconocimiento a la constancia y disciplina. “La patente es un hito y uno la per-cibe como una certificación de que somos capaces de inventar nuevos productos. Nuestra idea es generar nuevas patentes con los proyectos en los que estamos trabajando”, dijo el profesor Mau-ricio Hernández.

GIBIC está compuesto por cuatro doctores, cuatro magister, cinco estudiantes de doctorado, cinco estudiantes de maestría y 12 estudiantes de pregrado. Sus proyectos se desarrollan con el apoyo de empresas privadas como Aerosanidad, Hospital San Vicente Fundación, Hospital La María, y Clínica León XIII (IPS Universitaria).

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Aportes en torno a la seguridad en Medellín

La propuesta del Obser-vatorio de Seguridad Humana de Medellín, OSHM, surgió luego de un año de discusiones

lideradas por el grupo de investi-gación Conflictos y Violencias del Instituto de Estudios Regionales de la Universidad de Antioquia, INER, durante 2008. Las discusio-nes giraron en torno al estudio y análisis de las teorías y nociones que se articulaban al concepto de seguridad humana propuesto por Naciones Unidas y la pertinencia de poner este enfoque de seguridad en la agenda pública. Esta etapa se consolidó en un proyecto inte-rinstitucional entre la Personería de Medellín, el INER y el Instituto Popular de Capacitación, lo que impulsó finalmente la constitución del Observatorio cuyo objetivo era desarrollar instrumentos que permitieran hacer un seguimiento a la situación de seguridad en la ciudad incluyendo las voces de aquellos que experimentan varias formas de inseguridad en su vida cotidiana. En el desarrollo del nuevo plan trienal 2012 – 2015 se realizó un nuevo convenio con la Personería que incluyó proyectos específicos anuales. Para 2013 se trabaja en el análisis de políticas públicas de seguridad.

El OSHM realiza seguimiento per-manente a los hechos, situaciones e iniciativas ciudadanas, así como a las políticas públicas referidas a la seguridad humana en Medellín, con el fin de difundir sus resultados y promover transformaciones que favorezcan el respeto a la dignidad y a la plena vigencia de los derechos humanos. Este objetivo se ha abor-dado con investigaciones centradas en algunas de las dimensiones de la seguridad humana (seguridad comunitaria, personal, en salud, económica, en medio ambiente, po-lítica, alimentaria y seguridad de las mujeres), a partir de la metodología del Observatorio denominada “des-de abajo” que articula herramientas de la investigación-acción-partici-pativa, IAP, y de la epistemología del sur planteada por Boaventura de Sousa Santos.

En 2009, el OSHM realizó una indagación preliminar buscando identificar la dimensión de la se-guridad que más afectaba a los habitantes de Medellín. Ésta arrojó como resultado la importancia de la dimensión de la seguridad eco-

nómica, seguida de la personal, además de otras emergentes como la seguridad de las mujeres, la se-guridad cultural, en salud mental y en educación. En consecuencia con estos hallazgos, en 2010 se definió el trabajo de investigación centrado en la seguridad personal delimitada al control territorial en las comunas 1, 2, 6 y 13 y en el co-rregimiento de San Cristóbal. Allí logramos avances importantes en la lectura integral de la seguridad y en el desarrollo metodológico del proyecto.

Actualmente realizamos una investigación sobre la seguridad comunitaria con enfoque pobla-cional y territorial en las comunas 1, 6, 8 y 13, con grupos poblacio-nales de mujeres, niños - niñas y adolescentes, jóvenes, personas en situación de desplazamiento y población LGBTI. El desafío inicial de este proyecto fue consolidar un equipo de trabajo integrado por investigadores comunitarios de diferentes organizaciones, y aca-démicos y estudiantes de diversas disciplinas para desarrollar y aplicar la metodología de investigación y acción “desde abajo”. Un avance significativo es haber logrado un importante nivel de apropiación del proyecto por parte del equipo de trabajo debido a la participación directa e incidencia de algunos de los líderes de estas comunidades en el diseño y formulación del pro-yecto quienes, actualmente, hacen parte de su realización.

La coproducción de conoci-miento es un componente vital del proyecto y del Observatorio. Partimos de experiencias en los campos de acción individuales y comunitarios con las cuales enriquecer el trabajo metodoló-gico y generar nuevas formas de comunicación e interacción con quienes habitan los territorios;

ello nos ha permitido pasar de un lenguaje técnico a un lenguaje “natural” que nos facilita la inte-racción y mejora la comprensión de los objetivos del proyecto en los grupos poblacionales con los que trabajamos.

Si bien algunas coyunturas par-ticulares de seguridad y orden pú-blico en la ciudad en ocasiones nos han hecho darle relevancia a lectu-ras de contexto desde los aportes de los investigadores comunitarios por encima de las demandas del proyecto, esto, a su vez, nos ha permitido avanzar en el análisis de la realidad tal y como la viven los habitantes de los territorios más vulnerables desde el enfoque de la seguridad humana, lo que aún continua siendo un aprendizaje en el marco del proyecto y en el mayor del Observatorio.

Parte del aprendizaje ha sido comprender las dinámicas de los te-rritorios, los procesos comunitarios en contextos de violencia urbana y, en consecuencia, los procesos de los líderes y lideresas de nuestro equipo. Hemos tenido la oportu-nidad de acercarnos a espacios alternos que se consolidan en las comunidades donde trabajamos y que nos aportan insumos importan-tes para los objetivos del proyecto y para la discusión de ciudad.

Lo recorrido hasta ahora nos genera inquietudes sobre si logra-remos incidir desde las agendas comunitarias de seguridad en la política pública; sin embargo, las luces que emanan de los procesos de organización ciudadana y comu-nitaria generan certezas: si bien es un proceso largo, las acciones de líderes y lideresas orientan y trazan el camino para el debate público y para la definición de las propias agendas de las organizaciones que demandan un enfoque de trabajo diferente al tradicional.

Por HEIDY CRISTINA GOMEZ RAMIREZ*

* Socióloga, coordinadora del Observatorio de Seguridad Humana

Actualmente acompañamos procesos que se han consolida-do con el enfoque del OSHM así como propuestas en gestación que contribuyen a la lectura de la violencia y la inseguridad desde las comunidades. Ejemplo de ellas son el diseño de planes locales de convivencia y seguridad que se inscriben en los planes de de-sarrollo local en las comunas 6 y 8, el fortalecimiento de apuestas organizativas desde grupos pobla-cionales como jóvenes, mujeres, población en situación de despla-zamiento y población LGBT en las comunas 1, 8 y 13. Estos procesos se han hecho visibles y reconoci-dos en instancias internacionales, concretamente, en la construcción del informe de desarrollo humano para América Latina, la adscripción a la mesa de trabajo de seguridad de CLACSO y la participación en diferentes eventos y congresos. En el orden local se ha incidido en los procesos de diseño de política pública en la formulación de los planes integrales de seguridad en desarrollo en la administración municipal así como la interlocución directa con diversos actores del ámbito institucional para la elabo-ración de análisis de contexto que contribuyan a los diversos informes relacionados con el tema de los derechos humanos en la ciudad.

En el ámbito académico se han abierto espacios alternativos de formación en la universidad en articulación con las comunidades que construyen redes de trabajo enfocadas al desarrollo conceptual de la seguridad humana desde un contexto local así como el diseño de propuestas innovadoras que conjuguen los distintos saberes so-bre el tema de seguridad humana.

Hasta ahora contamos con las siguientes publicaciones: “Re-pen-sando la Seguridad. Percepciones y representaciones en torno a la Seguridad Humana en Medellín” (OSHM, 2010); “Control territorial y Resistencias. Una lectura desde la Seguridad Humana”, dos publica-ciones en seminarios internaciona-les (“El laberinto de las violencias” y “Buscando salidas al laberinto de las violencias”) disponibles en la página web www.repensandola-seguridad.org y en diversas redes sociales como Facebook, Fliker e ISSUU, donde, además, se suben artículos escritos por el equipo desde distintos enfoques y análisis.

Observatorio de Seguridad Humana

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SERGIO H. OROZCO ECHEVERRI

Profesor Instituto de Filosofía

El peligro de la reducción de los saberes

Parece trivial señalar que hay una diferencia entre los objetos de in-vestigación y la manera en que se organizan y

cuantifican los resultados de la investigación en un mundo globa-lizado. En el primer caso, tenemos los problemas que los saberes han legado en sus tradiciones o que se han identificado como importantes y han sido acogidos. Algunos son nuevos, otros mile-narios: el calentamiento global, la raíz de un verbo en una lengua semítica, los usos de un concepto en filosofía, la expansión de una enfermedad, la interpretación de una pieza musical, la optimización del transporte. Parte inseparable de este primer conjunto son los valores con los que una comuni-dad que posee un saber juzga la producción en su campo. Estos valores se preservan y cultivan en la educación de nuevos miembros de cada disciplina. Así como en la moral se postulan valores, con el desarrollo de cada saber se crean, preservan y transforman conjuntos de valores cognitivos: precisión (en el cálculo), rigor (en la argumentación filosófica), emotividad (de una interpretación musical), adecuación (de las hipó-tesis con la evidencia textual o los archivos), entre otros. Como salta a la vista, estos valores dependen de cada saber y son irreductibles unos a otros. Parece absurdo hablar de la emotividad de un cálculo o del rigor de una escul-tura. En suma, la investigación es la exploración, creación, solución o transformación de un objeto o problema, por parte de una comu-nidad, en relación con un conjunto de valores específicos que, a su vez, se redefinen en el proceso de creación e investigación.

En el segundo caso que señalé al comienzo, tenemos las estructuras que soportan la investigación en un mundo globalizado: índices de publicaciones con estándares

organizadores, oficinas de paten-tes, oficinas para el fomento de la investigación. Estos elementos son resultado de la institución global del saber, i.e. no de la instituciona-lización de los saberes específicos, sino de la creación de estructu-ras—como las universidades— que recogen diversidad de prácticas y estimulan su desarrollo. Estas es-tructuras se relacionan con los Es-tados, con la industria. Por razones en las que no ahondaré, a través de estas estructuras se provee a los investigadores de recursos nece-sarios para la investigación: porque la investigación contemporánea es costosa y requiere de fuentes de financiación que, en principio, no captan (¿tendrían por qué cap-tar?) los investigadores; porque la investigación está anclada en la actualidad a ideas de progreso y desarrollo, a programas de go-bierno, de Estado, de organismos multilaterales o de las industrias. Por estos intereses, los criterios que utilizan estas estructuras para

reducción o reemplazo de objetos de investigación de un saber a lo medible por el modelo, el desestí-mulo a la investigación en las áreas que el modelo invisibiliza. De este modo, si los criterios de medición reemplazan los valores cognitivos al adoptarse como criterios de ca-lidad se corre el peligro de reducir los saberes a lo que puede medirse por modelos. La calidad académica tiene que ver con la valoración a partir de los valores cognitivos, relativos a una comunidad y a las tradiciones que en ellas se trans-forman. Esto no quiere decir que los modelos de medición sean inútiles: quiere decir que no son indicadores de la calidad académica de la investigación. Basar las polí-ticas del fomento a la investigación y la distribución de recursos sobre los resultados de estos modelos no sólo es problemático sino que es inequitativo y equivocado.

Recientemente, un conjunto de investigadores, editores e institu-ciones académicas ha propuesto un manifiesto para indicar el fra-caso del uso del factor impacto y criterios semejantes en el fomento a la investigación. El manifiesto titulado “La declaración de San Francisco sobre la evaluación de la investigación” (DORA) hace un balance de los problemas de la evaluación de la investigación y concluye con orientaciones ge-nerales que provienen de comu-nidades que han construido sus procesos de investigación basa-dos en la medición de productos. La observación más general es ilustrativa de lo que he venido indicando: “No utilice la medición basada en revistas, tales como el factor impacto de la revista, como una medida sustituta de la calidad de los artículos de investigación individual para ponderar las contri-buciones de un científico individual o para decisiones de contratación, promoción o financiación”.

En momentos en los que se discute un nuevo modelo de me-dición de Colciencias vale la pena tener en cuenta los indicadores, pero también sus limitaciones, para procurar una política que apunte a la promoción de los saberes en su diversidad y no que, por confundir la medición con el valor, termine generando una distribución inequi-tativa de recursos y una reducción de nuestro concierto de saberes. Sólo en la medida en que exista y se promueva esa diversidad de saberes podremos albergar la espe-ranza de alcanzar perspectivas para afrontar los tozudos problemas que nos plantean las complejas realidades social y natural.

En nuestro país, la obsesión por los indicadores está haciendo que no sólo los encargados de la medición del saber sino incluso las comunidades científicas reemplacen los valores cognitivos por los criterios de medición. Estos han tenido como propósito medir el volumen y organizar la producción.

Sobre el fomento y la medición de la investigación

clasificar los resultados se basan en la cuantificación y medición de aspectos visibles y estandarizables, pero limitados, de la investigación: número de citas de un artículo y tiempo en el que ha sido citado (factor impacto); clase de revistas en que se ha citado, la visibilidad, la divulgación o la accesibilidad de la fuente; aprovechamiento de un de-sarrollo tecnológico y cantidad de reproducciones o modificaciones.

En nuestro país, la obsesión por los indicadores está haciendo que no sólo los encargados de la medición del saber sino incluso las comunidades científicas reem-placen los valores cognitivos por los criterios de medición. Estos han tenido como propósito medir el volumen y organizar la produc-ción. Sin embargo, la utilización de estos criterios como indicios de calidad académica del investigador o del producto individual consti-tuyen una equivocación que tiene como consecuencia la distribu-ción inequitativa de recursos, la

Ilustración Juan Andrés Álvarez Castaño

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La implementación de la política minera en el país hace ruido. La llegada de mineras de carácter internacional

a las veredas de distintas áreas del país para realizar exploración y explotación de la minería toma por sorpresa a los habitantes de los territorios en los cuales, según estudios, yace cantidades importantes de minerales nece-sarios para suplir la demanda del mercado. La llegada de las mine-ras, muchas de ellas de carácter internacional, ha sido entendida por algunos líderes opositores a la minería como un “asalto” a sus territorios: primero llegó la empresa minera a los pueblos y después los pobladores supieron que el gobierno había adjudicado títulos mineros a privados para explorar y explotar yacimientos en sus suelos. Las protestas de los actores locales no se han hecho esperar, según informan los medios de comunicación de amplia circulación nacional.

La manera en que han llegado las empresas mineras a los te-rritorios de exploración y explo-tación, el gobierno nacional sin entregar la información necesaria a las comunidades sobre el pro-yecto minero y el cuestionamien-to que tiene la actividad minera principalmente por su impacto ambiental reforzaron distintas posturas políticas locales que se declaran en oposición abierta a la minería o que manifiestan múlti-ples reservas. Existen municipios en los cuales desde el alcalde hasta el ciudadano corriente han cerrado filas en contra de la minería, en otros las posturas están divididas; en ningún caso se detecta una experiencia, en el marco de la política de la lo-comotora minera, en la cual uno de los pueblos elegidos para la explotación de esta actividad esté de celebración porque, según el eslogan del gobierno, haya llega-do la “prosperidad”.

A los territorios seleccionados para la actividad minera no solo ha llegado la empresa minera, también han llegado todos aque-llos afectados por la fiebre de la minería y que quieren sofocar sus intereses económicos de toda índole, entre ellos pueden contarse los promotores de la minería ilegal, los rentistas de la seguridad, los comerciantes

que incrementan los precios a su amaño, los trashumantes que esperan ganar algo en su nueva localidad vendiendo servicios que van desde estar metidos en un socavón sin las mínimas garantías hasta el ejercicio de la prostitución. O sea, a estas lo-calidades les llegó otra forma de vivir y no simplemente una nueva forma de actividad económica.

Las distintas aristas involucra-das en la minería vienen produ-ciendo dificultades que hacen poner en cuestión, por un lado, la capacidad del gobierno para

las comunidades en donde el proyecto minero toma asiento. En términos legales, este diálogo debe conducir a la licencia social que el gobierno requiere de las comunidades para adelantar los proyectos mineros que, de todas maneras, ya está implementando; obtener la licencia, en este caso, no equivale a lograr consenso a favor de la política; es ante todo un escenario de comunicación de una decisión que en esta oportu-nidad es la decisión de adelantar la minería a gran escala; por su-puesto este mínimo no excluye la generación de acuerdos de mayor alcance pero ello no es condición del diálogo.

La disposición del gobierno para el diálogo, aunque plausi-ble en el marco de acatar a la Corte, no deja de ser reflejo de la tradición política colombiana en la cual el diálogo llega tarde o se invoca después de actuar. Esta acción tardía, sin embargo, puede eventualmente aminorar el escalonamiento de conflictos abiertos y latentes involucrados en la actividad minera. La aper-tura de escenarios en los cuales los actores involucrados en la minería expongan de frente sus intereses y argumentos puede propiciar los debates necesarios bien sea para revisar la política en sí misma o bien para replantear su fase de implementación y, en lo óptimo, producir líneas de actua-ción articulada que disminuyan o prevengan problemas que van más allá de la propia minería y que involucran reflexiones del ca-lado del desarrollo y el bienestar.

Las distintas posturas inmis-cuidas en la conflictividad minera serían de por sí suficiente para justificar la necesidad del diálogo y mucho más cuando el conflicto tiende a profundizarse y a pro-ducir la percepción según la cual no hay nada de que hablar con el opositor porque todo está claro y, por tanto, solo queda la vía de los hechos. Pasar la página de la historia política colombiana, en donde por la vía de los hechos la violencia ha sido considerada más un recurso que un proble-ma, exige insistir y persistir en principios fundamentales como el diálogo con el opositor; en esa medida quizás la conflictividad minera sea una de las oportu-nidades para que gobierno, em-presas y comunidades intenten resolver las profundas diferencias que tienen sin atizar el fuego de discordias que suelen ser aprove-chadas por intereses particulares para rentar en bien propio y en detrimento del bien general.

Por ADRIÁN RESTREPO PARRAInstituto de Estudios Políticos

suscitar acuerdos que permitan la implementación de la política en mejores términos que los obte-nidos hasta el momento y, por el otro lado, el conjunto de críticas que justifican la oposición a la mi-nería parecen estar socavando la propia política minera del gobier-no nacional, como bien registran los medios de comunicación en sus secciones sobre política.

En estas circunstancias, el gobierno, acatando a la Corte constitucional, emprende la ini-ciativa de diálogo social, para establecer comunicación con

El diálogo: un invitado tardío en la minería

En estas circunstancias, el gobierno, acatando a la Corte consti-tucional, emprende la iniciativa de diálogo social, para establecer comunicación con las comunidades en donde el proyecto minero toma asiento. En términos legales, este diálogo debe conducir a la licencia social que el gobierno requiere de las comunidades para adelantar los proyectos mineros que, de todas maneras, ya está implementando; obtener la licencia, en este caso, no equivale a lograr consenso a favor de la política.

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Por JÉSSICA M. CANO

Los muertos de Ley 100

Mientras el derecho fun-damental a la salud de los colombianos esté supe-ditado a la sostenibilidad fiscal, como está contem-plado en la ley estatutaria que cursa en el Congreso o, en todo caso, se subor-dine al lucro económico, como ha sucedido hasta ahora desde la vigencia de ley de seguridad social en el país, es probable que se multipliquen los muertos por el caos del sistema de salud, que muchos pacientes desistan ante la negligencia de los presta-dores del servicio y que las tutelas se tornen inefi-caces cuando los sujetos del derecho no sobreviven a tanta mora y a tanto trámite. De cara a las reformas de salud que se adelantan en el país, tanto frente a la ley estatutaria como a la ley ordinaria, el profesor de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad de Antioquia Jaime León Gañán Echavarría no es optimista. Él, que acaba de presentar en formato de libro su tesis con la que obtuvo el doctorado en la Universidad Externado de Colombia —Los muertos de ley 100. Prevalencia de la libertad económica sobre el derecho funda-mental a la salud: una razón de su ineficacia. Caso del plan obligatorio de salud del régimen con-tributivo—, sostiene que nada cambiará mientras no primen los principios, los valores, los derechos y la dignidad de la persona humana.

sobre el derecho fundamental a la salud?

—Desde la Constitución y la ley se permite que los particula-res actúen en calidad de admi-nistradores o de prestadores del servicio, pero la intermediación que se creó con el modelo nues-tro, de competencia regulada, privilegió que muchas entida-des privadas —y que otras sin serlo— actuaran como privadas en temas como la contención de costos o de barreras para obtener mayor utilidad sobre el derecho fundamental a la salud.

¿Cuáles son los principales problemas del actual sistema de salud?

—Hemos detectado casi ca-torce. En la matriz que hicimos el problema esencial es la preva-lencia de la libertad económica sobre el derecho a la salud, pero

encontramos otros como la falta de información real y oportuna; la mala sostenibilidad del sistema; la falta de redes, de integración,

de trabajo conjunto; la falta de un objetivo

claro en promoción y prevención; además, la

excesiva normatividad, inclusive incoherente, la

falta de gobernanza real del Estado y de inspección, vigilancia y control, y la

no participación real de todos los actores.

¿La reforma que se debate

en este mo-mento qué

solucio-na?

—Si bien tiene buenas inten-ciones y hay algunos puntos que teóricamente son importantes, en mi concepto la reforma no va a arreglar nada porque mantie-ne el sistema, es decir, no va a lograr calidad, oportunidad, ac-ceso oportuno, goce efectivo del derecho fundamental a la salud, porque esos puntos se pierden o se ven limitados.

¿En qué consiste la pro-puesta de transformación del modelo que usted plantea en su libro?

—Primero es necesaria una transformación no solo del sistema sino de pensamiento, de redefinición de valores en relación con la salud, la vida digna y la calidad, es decir, los colombianos debemos hacer un pacto de valores, porque aun-que haya normas, si no existe la solidaridad, la calidad de vida, eso no va a servir para nada. Una vez hecho ese pacto social, jurídico y político, más que legal, propongo que la Constitución diga de una vez por todas que el derecho a la salud es funda-mental, de donde se derivarían unas políticas públicas, una ley estatuaria, pero no la que se está haciendo ahora sino con otra concepción, y unas leyes ordinarias. El modelo, en mi concepto, no debe depender de la capacidad de pago de las personas sino del derecho fundamental, sin diferencias entre régimen contributivo, subsidiados u otros, sino que sea un solo plan de beneficios, que tenga una administración de recursos de un fondo público, que tenga como principio la pro-

moción de la salud y prevención de la enfermedad, que tenga una inspección y vigilan-cia fuerte, presupues-to y una formación de los profe-

sionales de la salud más abierta,

con participa-ción real de

los acto-res.

Profesor Gañán, ¿por qué los muertos de Ley 100?

—Es una expresión sarcástica que refiere a las personas que murieron esperando tratamien-to, o durante la presentación de la tutela y que no alcanzaron a conocer siquiera el fallo, o a las personas que se han agra-vado durante esos trámites o simplemente a quienes en este maremágnum de normas y de barreras administrativas y eco-nómicas no han podido acceder a la atención en salud.

¿Es la ley responsable de esos muertos?

—La Ley 100 de 1993 ha influido mucho en la prevalencia de lo económico sobre el dere-cho; el sistema y la ley son parte de un modelo que privilegió lo económico sobre el derecho, pero, finalmente, la parte real de la tensión son las personas que han negado lo uno o lo otro.

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Los términos de víctima, victimario y victimar no están ajustados a la realidad ni a las con-diciones de diálogo de

paz en Colombia, convinieron el periodista y profesor de la Universidad de Antioquia Juan Diego Restrepo Echeverri y el abogado Jaime Jaramillo Panesso, en el programa institucional de la UdeA, La fuerza de los argu-mentos, dedicado a analizar los conceptos de memoria, justicia y no repetición.

De acuerdo con los expertos en temas de pacificación, pretender definir la situación de las vícti-mas, no solo puede ser temario, sino además un asunto que reba-sa las actuales consideraciones jurídicas y políticas en Colombia y pone en jaque el cumplimento de la reparación y la justicia.

Según Jaime Jaramillo Panesso —quien hizo parte de la Comi-sión Nacional de Reparación y Reconciliación hasta 2011—, el denominativo de víctimas aunque está bien definido jurídicamente, no tiene el alcance que amerita en el caso colombiano.

Esto, porque “las definiciones de carácter legal tienen limita-ciones y la condición de víctimas no debe ser menos que la de los ciudadanos obligados por casi 50 años a las atrocidades de la gue-rra”, sostiene. También porque quien se declara víctima en Co-lombia, básicamente lo hace para acogerse a la reparación, es decir para ser compensado económi-camente y recibir la asistencia del Estado, pero ¿hasta cuándo el gobierno debe subsidiar a las víctimas?, se pregunta el ex comi-sionado, quien se retiró cuando consideró que la aprobación de la Ley de Víctimas y Restitución de Tierras superaba las expectativas y hacía innecesaria la Comisión.

“Gran parte del pueblo colom-biano es víctima de la violencia ejercida por los alzados en armas, por los grupos ilegales, los pa-ramilitares, y esta condición no deja de serlo porque lo niegue un contrario”, expresó Jaramillo Panesso al analizar el alcance de las víctimas en el país.

Por su parte, el periodista y experto en asuntos de paz y

Victimario, víctima... victimar, aun no conjugan

Por ELIZABETH CAÑAS RODRÍGUEZ El artículo 3 de la ley 4148 de junio de 2010, o ley de víctimas y restitución de tierras, circunscribe el reconocimiento a los fines reparativos.

violencia, Juan Diego Restrepo Echeverri, dijo que más allá de lo jurídico la actual negociación de paz pone en evidencia la impor-tancia de las víctimas y su signi-ficación política, especialmente cuando las Farc se han declarado víctimas y su rol como alzados en armas, aseguran, se origina en el cumplimiento de un derecho internacional como la rebelión en contra de la injusticia.

“Desde diversos escenarios na-cionales e internacionales se le ha exigido a esta organización gue-rrillera que admita su condición de victimaria, pero sus voceros aún guardan silencio. Yo espero que el proceso de diálogo permita construir acuerdos en ese sentido y queden en el documento final, como una muestra de aceptación de responsabilidades que posibi-lite la reparación integral”, afirmó Restrepo Echeverri.

Sin embargo, ambos expertos coinciden en señalar que las con-

diciones de quienes se declaran víctimas del conflicto armado es-tán socavadas además por el mis-mo miedo y peor aún porque no se dan garantías, especialmente en zonas apartadas, o por el desinte-rés ante la negligencia del Estado, o por no considerar necesario una compensación económica. Otro problema es que las víctimas, la mayoría mujeres, tienen una baja capacidad organizativa.

Por eso, es necesario incluir no solo esta aspiración denominati-va de las Farc, sino también las vindicaciones reclamadas por las madres de hijos que después de ser enganchados en edades tem-pranas terminaron haciendo parte de las filas guerrilleras, las víctimas del narcotráfico y en general la sociedad colombiana que podría declararse como víctima colectiva.

De acuerdo con Restrepo Echeverri, tal situación plantea

grandes dif icultades para la reparación, y la necesidad de fortalecer organizativamente a las mujeres y víctimas, porque la justicia se enreda cuando no termina en un país donde se ha tenido que legislar en medio de la guerra, lo que deja abiertas las posibilidades para que la subver-sión se considere más víctima que victimaria.

Al respecto, el ex asesor de paz dijo que la actual concepción de la ley de víctimas da lugar a ello, y la falta de conocimiento de la verdad, distinta a la histórica que tenemos. “No sabemos la verdad completa, y aunque las Farc son autores de delito de lesa humani-dad, el asunto está en reconocer ahora si son meritorios del indul-to o la amnistía. Una situación que trae a colación las palabras de David Rieff: “mantener la me-moria colectiva es buena para la justicia y mala para la paz”.

Ilustración Juan Andrés Álvarez Castaño

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El efecto mariposa de las TIC

Por SARA GIRALDO MAESTRE

“Temo el día en que la tecnología sobrepase nuestra humanidad. El mundo solo tendrá una generación de idiotas”, dijo alguna vez Albert Einstein. Según cifras de Naciones Unidas un solo teléfono celular contiene la cantidad suficiente de plomo para contaminar el agua que tomaría una persona durante 25 años, así las nuevas tecnologías dejan una huella ecológica irrepa-rable en el medio ambiente.

Hay que entender que la energía proviene de materiales radioac-tivos, hidroeléctricas o fuentes no renovables como el petróleo, el carbón y el gas natural, lo que lleva a explotaciones mineras con consecuencias ambientales cono-cidas. “Al producir cada smartphone es utilizada una cantidad de ener-gía inimaginable: la investigación que hay cada día para desarrollar nuevas tecnologías, la extracción de los materiales, las máquinas que elaboran los transistores, los componentes electrónicos, las pantallas, el transporte, la publici-dad…”, explica la ingeniera física Juliana Jaramillo.

Para fabricar un dispositivo fue necesario un sinnúmero de metales, algunos como el neodimio y el tan-talio, que por su difícil extracción, se convierten en elementos preciosos y “destruyen a los campesinos chinos, primer productor de estos elementos”, sostiene Jaramillo.

Oliver Tosoni, estudiante de doc-torado del Comisariado de la Energía Atómica y las Energías Alternativas, Francia, explica que la verdadera contaminación está ligada al proceso de elaboración de los componentes electrónicos con productos quími-cos nocivos, “que no se encuentran en el producto final pero que, nor-malmente, terminan en la atmósfera y en el agua como los ácidos, los productos corrosivos, las resinas y los gases peligrosos”.

Por cuenta de las tecnologías de la información y la comunicación, TIC, el consumo de electricidad se ha disparado. Portales como Goo-gle, Facebook, Twitter, YouTube,

Hotmail, requieren de servidores –centrales enormes con gran can-tidad de ordenadores en funciona-miento simultáneo– para manejar y guardar toda la información electrónica. “Los servidores consu-men del 1% a 2% de la electricidad mundial”, afirma Tosoni. “Lo peor es que los particulares no pueden hacer absolutamente nada, pues por definición los servidores fun-cionan de forma continua”, explica.

A la cadena se suma la “obsoles-cencia programada”, que de acuer-do con Jaramillo es una estrategia de las multinacionales “que con-siste en reducir el tiempo de vida útil de los aparatos electrónicos con el fin de acelerar el proceso de compra de los consumidores”. Esta obsolescencia programada ha hecho crecer exponencialmente la llamada “basura electrónica”, es decir los dispositivos eléctricos y electrónicos que son desechados.

La Universidad de Antioquia mensualmente reintegra entre media y una tonelada de equipos de cómputo, esto es, entre 50 y 100 equipos, a los el Centro de Instrumentación extrae las piezas reutilizables y el resto de compo-nentes que “no sirven” los trans-fiere al Grupo Interdisciplinario de Estudios Moleculares, GIEM. El director de dicho grupo, Carlos Peláez, explica que se adelanta una investigación en la que se busca determinar el costo energético que tiene el proceso de reciclaje de es-tos productos, los cuales, además de su nula demanda, contienen

elementos altamente tóxicos como el plomo, el cadmio y el mercurio. “Es una investigación huérfana, es un sustrato al que nadie le pone atención porque no se le ve la posibilidad de uso”, dice.

Los equipos que no se reutilizan o no se usan para la investigación se organizan en lotes para subastar-los. El último lote se vendió por 20 millones 600 mil pesos. De acuerdo con Carlos Arturo Díaz, responsable de los reintegros, mediante una re-solución rectoral “lo que se vende de equipos reintegrados por todas las dependencias va para el Museo universitario”, explica.

Según Noelba Flórez, líder del proyecto de residuos sólidos de la secretaría del Medio Ambiente de Medellín, la responsabilidad de estos desechos recaía sobre el generador de los mismos. Pero la resolución 1512 de 2010 “da al productor la responsabilidad de elaborar un plan de manejo pos-consumo”, explica.

Una de las problemáticas que trae la chatarra electrónica son las quemas que realizan los reciclado-res informales para obtener el co-bre, el platino, el hierro y el aluminio de estos dispositivos, ya que este procedimiento resulta altamente tóxico. “Eso es perverso porque es-tán todos los mutágenos –agentes carcinogénicos– que se esparcen por toda la ciudad”, explica Peláez.

Esteban Jiménez, gerente de e-cycling —una de las dos compañías que en Medellín se dedican al re-ciclaje formal de estos residuos—,

explica que en promedio el 65% del peso de un equipo electrónico corresponde a materiales que no son comerciales, son de difícil re-ciclaje y están catalogados como peligrosos, como las carcasas, las pantallas y los circuitos impresos.

J iménez afirma que recibe aproximadamente 20 toneladas mensuales de equipos de informá-tica y telecomunicaciones y anota que “a través de un proceso formal de reciclaje es posible recuperar en promedio el 95% de su peso”.

De acuerdo con Diego Urrego, coordinador del Comité Ambien-tal de la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia, ANDI, explica que los componentes de la chatarra electrónica que son desechados una y otra vez pasan a disposición final. Los residuos or-dinarios se entierran en un relleno sanitario corriente y los peligrosos se llevan a un relleno de seguridad.

Finalmente los consumidores de las nuevas tecnologías son el origen y el fin de la cadena. “Hay que cuestionarse cuando el juguete preferido de un niño de 3 años es una tablet”, opina Jaramillo. “Las consecuencias sociales son aún más graves, paradójicamente la gente habla cada vez menos”, dice Tosoni. “La sociedad tiene que hacer una reflexión profunda en términos de la sostenibilidad pla-netaria”, apunta Peláez. “Hay una fuerza motriz más poderosa que el vapor, la electricidad y la energía atómica: la voluntad”, dijo, en otra ocasión, Albert Einstein.

Un informe del Instituto Federal Suizo de Investiga-ción y Prueba de Materiales y Tecnologías, EMPA, estima que en 2013 Colombia generará 2.500 to-neladas de residuos de celulares, lo que equivale a 2 millones y medio de teléfonos. La Superintendencia de Industria y Comercio por su parte informa que a marzo de 2012 existían más de 51 millones 800 mil abonados en telefonía móvil, en otras palabras había más líneas celulares activas que colombianos. El informe EMPA revela que entre 1998 y 2013 el país podría tener entre 80 mil y 140 mil toneladas de residuos de computadores.

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Por GUSTAVO ALONSO OSPINA GALLEGODIEGO JARAMILLO GIRALDO

Regionalizar la educación: regionalizar el desarrollo

La presencia de la Univer-sidad de Antioquia en las regiones ha pasado de ser un imperativo social a un proyecto colectivo

en construcción que se consolida día a día y en torno al cual se articu-lan diversidad de actores sociales e institucionales. Por tanto, la re-gionalización como apuesta del de-sarrollo, propicia el fortalecimiento de un tejido social e institucional necesario para abordar diferentes situaciones problemáticas de los territorios, como los bajos índices de desarrollo, la inequidad, la falta de oportunidades y las violencias estructurales.

Hace 18 años la Universidad de Antioquia puso en marcha un pro-ceso que permitió a los municipios alejados de la ciudad universitaria en Medellín contar con nuevas sedes regionales para tener ac-ceso a una educación superior de calidad, pública, sobre todo para aquellas poblaciones con menores oportunidades de desarrollo. Hoy en día es una realidad el fortaleci-miento y crecimiento del proceso de regionalización que, ya en su segunda fase, muestra resultados contundentes.

En esta fase se ha logrado el mejoramiento y ampliación de la infraestructura, que garantiza dig-nidad en los procesos educativos regionales, factor clave para una educación de calidad. Muestra de esto, son los proyectos de Ciuda-dela del Siglo XXI en la región del Oriente que recientemente fue in-augurada en su primera etapa con un área de 22.000 m² para atender una población de 2.675 personas; o el proyecto de ciudadela univer-sitaria para Urabá, en cuyo inicio de obras el pasado mes de abril se pactó la construcción de 4.200 m² en su primera etapa, con una inversión de $ 18.263 millones de pesos. En 2012, la sede de Andes tuvo la ampliación del edificio prin-cipal, con la construcción de nue-vas aulas, oficinas administrativas, baños y escaleras, para un total de 647.82 m², y una inversión total de 1.161 millones de pesos, lo que va a permitir extender la cobertura a 800 estudiantes adicionales.

El gran reto ahora es que la inversión en infraestructura refle-

je en el corto plazo un aumento significativo en las oportunidades de los jóvenes de la región, sobre todo de aquellos que egresen de los programas académicos que ofrece la Alma Mater en las regio-nes y, lógicamente un aumento significativo del mercado laboral, traducido en empleabilidad para las subregiones en las cuales se tiene influencia directa, reducien-do las altas tasas de desempleo y mejorando de manera relevante los niveles salariales que están muy por debajo de los ofrecidos en las áreas urbanas con respecto a esta población vulnerable y poco ocupada. Mayor equidad social y calidad de vida es entonces uno de los grandes propósitos de la regionalización universitaria.

Otro de los grandes componen-tes del proceso de regionalización

es el desarrollo de actividades sociales, económicas, empresa-riales y culturales como forma de potenciar y cualificar el recurso humano regional. Programas como el Plan de Inducción a la Vida Universitaria, del cual se han beneficiado más de 20 mil jóve-nes del departamento, amplían las oportunidades de los jóvenes recién salidos de la básica media y los prepara para asumir los retos que demanda la vida universitaria. Así mismo, el Programa “Nivel Cero” interviene la problemática de la calidad en la educación me-dia, fortaleciendo competencias y aptitudes necesarias en los jóve-nes para realizar una carrera uni-versitaria. La Convocatoria Anual

para Proyectos de Extensión que beneficien a las regiones, la Bienal Regional de Arte que se celebra cada año y donde participan artis-tas de los municipios de Antioquia y la Convocatoria de Proyectos de Investigación en las regiones, son otros de los múltiples hechos que dan cuenta de una gestión integral en el territorio, que le apuesta a la integración de la educación, la cultura y la investigación en aras de fortalecer el desarrollo en las regiones.

La tarea de llegar a las subre-giones con cobertura e inclusión se ha venido cumpliendo gracias a una visión de proyecto univer-sitario colectivo que le apuesta al desarrollo y al que se han sumado voluntades institucionales, como es el caso de la administración departamental, que a través de

su proyecto político “Antioquia la más educada” le da un espaldara-zo al proyecto de ser Universidad de Antioquia en las regiones. De los 4.169 estudiantes matricula-dos en 2013-I, el 73% pertenece a los estratos 1 y 2, lo que de forma clara refleja el alto enfoque en la población con menores oportuni-dades para acceder a una educa-ción pública de calidad. Gracias al alto interés que ha puesto la actual administración departa-mental en la educación superior, 293 estudiantes del Alma Mater en las regiones, se han visto favoreci-dos por el Fondo de Becas para la Educación Superior, en el primer semestre de 2013. Se espera que para el segundo semestre de este

año, se triplique la cobertura en becas para los programas acadé-micos en las regiones.

Significa esto que el proceso de regionalización está compuesto por entes directamente comprometidos con su gestión: Universidad, Estado, sector productivo y comunidad estudiantil; juntos y en constante interacción responden a los grandes propósitos de la regionalización universitaria, en concordancia con las políticas públicas en materia de educación y desarrollo.

La inserción laboral es otro de los aspectos relevantes en el proceso de regionalización; monitorear el impacto de los programas académicos en la vida económica de las regiones es una labor que viene surtiendo efectos y dando pistas sobre los ajustes que se deben hacer y sobre los programas que más alto impacto están surtiendo en los territorios. El 62% de los egresados en regio-nes se encuentra laborando y de estos, el 76% lo hace en su región de origen. De los 5.632 egresados en regiones, alrededor del 50% se encuentra ejerciendo actualmente su profesión.

Todo este esfuerzo no tendrá sentido si no va ligado a una mayor inversión en ciencia y tecnología, incrementando el presupuesto destinado, pasando del 0.16 % del PIB (entre los mas bajos del con-tinente) a niveles acordes con los requerimientos de la producción nacional y con la investigación universitaria. Es decir, la estrategia de regionalización debe ir de la mano con los procesos de exten-sión e investigación universitarios que aportan sustancialmente a la misión de hacer universidad en las regiones a través de una aplicación e interrelación efectiva de la ciencia, la tecnología y la innovación con los procesos educativos y productivos.

Grandes retos tiene la Univer-sidad de Antioquia de continuar incrementando el desarrollo de las regiones con calidad en la formación, con programas que se requieran de acuerdo con sus ne-cesidades y, algo demasiado impor-tante, con su vocación productiva, relacionada con lo que mejor saben hacer, y aprovechar sus poten-cialidades, tanto humanas como empresariales. Se ha recorrido un arduo camino y faltan otros más que seguramente tampoco será fácil trasegarlos, pero con el com-promiso, la experiencia universitaria y la educación como herramientas de desarrollo, se reflejarán en las generaciones venideras el beneficio de estos resultados.

Foto Luis Javier Londoño Balbín/Archivo Periódico ALMA MATER

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Por VANESSA GARCÉS VELASCOSANTIAGO CASTRO VILLADA

Circuitos culturales, de vuelta por Antioquia

Los circuitos culturales de la Universidad de An-tioquia siguen llegando a los municipios de las nueve subregiones del

Departamento. En 2012, Amalfi, Carmen de Viboral, Caucasia, Ciudad Bolívar, Yarumal, Puerto Berrío y Turbo se beneficiaron con 38 actividades entre talleres formativos y presentaciones ar-tísticas. En total, 3.270 personas participaron en este programa que está concebido para circular y propiciar el intercambio y el diálogo cultural, la integración regional y la formación de públi-cos a través de una programación artística, cultural y académica.

En 2013, los circuitos cultura-les han procurado dinamizar los procesos culturales de municipios como Santa Fe de Antioquia, Urrao, Sonsón, Abejorral y Segovia. María Adelaida Jaramillo González, Jefa del Departamento de Extensión Cultural, asegura que este programa ha logrado impulsar y fortalecer la circulación de procesos, experien-cias, servicios culturales y bienes en todo el Departamento con el fin de apoyar iniciativas en el campo cul-tural de los diferentes municipios.

Circuitos culturales hace parte del Plan de Cultura y del Plan de Desarrollo 2006 – 2016 de la Uni-versidad de Antioquia. El progra-ma inició en 2008, en el marco de las actividades culturales progra-madas en las sedes y seccionales de la Universidad. En lo que ha corrido de 2013 se han realizado en los municipios de Santa Fe de Antioquia y Urrao, en beneficio de más de 2.000 personas.

En Urrao, el circuito se desarro-lló en mayo durante dos jornadas de programación académica y cultural en la que el teatro, la música, la danza, el patrimonio, el cine y los diversos talleres pro-gramados reunieron a diferentes grupos poblacionales.

El desarrollo de las actividades contó con la participación de la comunidad indígena Emberá Katío. Eliana Cuéllar, coordinadora de este circuito, destaca el diseño de un programa para incluir a esta co-munidad en todo el desarrollo de la jornada, en la que además del ritual de bienvenida por parte de las mu-jeres de la etnia, se realizaron tres talleres en la casa indígena Buenos Aires dirigidos por miembros de las etnias Inga Manoy y Kamsá.

Diálogo intercultural“En Urrao existía un pez de 15

metros de largo, el chicharo, un animal muy bravo que no dejaba bañar a nadie en el charco donde vivía pero que a cambio, permitía

a los jaibanás (médicos de los Embera Katío), sacar del charco agua y plantas para realizar cura-ciones y rituales en las comunida-des. El charco era respetado por el pueblo, hasta que un día varios hombres se bañaron en el charco y el chicharo se los tragó. Entonces Emberá consiguió explosivo, lo arrojaron al charco y mató al ani-mal”. Contaba Joselito Carupia, gobernador del Cabildo Mayor In-dígena de Urrao, a los indígenas y mestizos que lo escuchaban en el

conversatorio “Diversidad de los saberes Katíos”, donde explicó a la comunidad cómo han perdido sus lugares sagrados.

La casa indígena Buenos Aires, en la cabecera de Urrao, cambió sus dinámicas habituales el 23 y 24 de mayo. El lugar de paso, destinado para los indígenas que viven en zonas apartadas del municipio, se fue trans-formando poco a poco en el sitio de encuentro de diferentes etnias que, convocadas por el circuito cultural de la Universidad de Antioquia, vivieron

una jornada de talleres y conversato-rios sobre su cultura.

Indígenas de las etnias Inga Ma-noy, Kamsá y Embera Katío pudie-ron participar de talleres alrededor de la danza, la lengua y el tejido. Tres aspectos que hacen parte de los usos y costumbres de las co-munidades y al mismo tiempo los identifica y los diferencia de otras.

Según el DANE, en 2011 existían en Urrao 1.756 indígenas, cerca del 8% del total de la población. Un alto porcentaje de esta cifra ha migrado al casco urbano causando que sus tradiciones y costumbres sean reemplazadas por las de la cultura occidental.

Para Bárbara Galeano, antropó-loga de la Universidad de Antioquia y coordinadora académica del De-partamento de Extensión Cultural, el hecho de que la Universidad genere estos espacios abre la oportunidad a diferentes actores sociales para reunirse en torno a la cultura. “Los Embera me mani-festaron que nunca habían tenido la oportunidad de conocer otros grupos étnicos y mucho menos que una institución se acercara a ellos para generar espacios de intercambio de saberes”, afirmó.

Los talleres fueron orientados por Runa Muyuy, sociólogo de la Universidad de Antioquia y

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Emisoras universitarias culturales, en riesgomiembro de la etnia Inga Manoy,

y por Alexis Sigindioy Chindoy, guía cultural y miembro de la etnia Kamsá, ambas comunidades del Putumayo. El objetivo era compar-tir la riqueza cultural de sus comu-nidades por medio de diferentes actividades que les permitieran a los asistentes adentrarse y valorar sus tradiciones y costumbres.

Para Alexis Sigindioy la principal dificultad que enfrentaron como talleristas fue la comunicación, “muy pocas personas hablaban español y no teníamos una lengua indígena en común. Para expli-carles me basé en las señas. Por ejemplo, para explicar la presencia de otras comunidades indígenas en el territorio nacional, tomé el concepto del cuerpo y les dije que la Guajira quedaba en la ca-beza, en el estómago el territorio Embera katío, y Putumayo en los pies, tres espacios habitados por etnias indígenas que los asistentes desconocían”, aseguró.

En Urrao existen tres resguar-dos indígenas; Majoré-Amburá, Valle de Pérdidas y Andabú. Según Bibiana Arenas, coordinadora de Asuntos Étnicos del Municipio, la presencia de las Farc, la dis-tancia y dificultad para acceder a sus territorios ubicados a dos o tres días a pie del casco urbano y los constantes deslizamientos, hacen que los indígenas de estos territorios no puedan acceder a los proyectos y servicios de la administración municipal.

Joselito Carupia, gobernador del Cabildo, resaltó la impor-tancia de estos espacios que ha creado la Universidad de Antio-quia porque permiten reivindicar la importancia de las tradiciones de su etnia, sin desconocer que la interacción con otras comunida-des del país los unen finalmente como pueblos indígenas.

Además de tener una progra-mación especial para la población indígena del municipio, el circuito convocó a niños, jóvenes, adultos mayores, artistas y docentes a participar en talleres de manua-lidades y tradición oral, teatro, dibujo, gestión cultural, creación literaria y patrimonio natural. La programación cultural cerró con grupos locales de hip hop y con la presentación del grupo Son Batá.

El programa circuitos culturales es organizado por la Vicerrectoría de Extensión-Departamento de Ex-tensión Cultural y es apoyado por la Dirección de Regionalización, el Instituto de Cultura y Patrimonio de Antioquia y las diversas alcaldías y organizaciones locales en cada uno de los municipios. Sonsón, Abejo-rral y Segovia, serán los siguientes municipios en beneficiarse de este programa que busca fortalecer la cultura en todo el Departamento.

En la actualidad la Universidad de Antioquia sostiene un pleito con la Sociedad de Au-tores y Compositores de Colombia, Sayco, entidad que le exige pagar por concepto de comunicación pública de obras musicales.

La institución espera que no prospere la pretensión pues, de lo contrario, la tarea cultural y educativa que cumplen las emisoras universitarias sería mucho más ardua o correría el riesgo de desaparecer.

¿Por qué no está obligada a pagar la Universidad? “Porque ya un juez así lo sentenció”, afirma el abogado y docente Luis Fernando Mejía Vélez, quien integra el Comité de Propiedad Intelectual de la Universidad de Antioquia. Y agrega: “Hay cosa juzgada, aunque ahora otro juez desconozca el fallo que es favorable; porque la emisora hace parte de una entidad estatal sin ánimo de lucro, que cuando comunica una obra artística lo hace con propósitos de enseñanza, universitarios y de forma-ción educativa, circunstancia contemplada en la Ley 23 de 1982, que no contradice tratados internacionales como el Convenio de Berna y la Decisión Andina 351 1993”.

Por su parte, Carlos Londoño Velásquez, abogado de la Dirección Jurídica de la Universidad de Antioquia y experto en propiedad intelectual, considera que “para el caso específico de las emisoras educativas universitarias, éstas pueden lícitamente utilizar obras musicales sin autorización de los autores, los artistas o las sociedades que los representan, ni tener que pagar por ello, pues su actividad no tiene fines de lucro; el propósito de su programación es la enseñanza, y con ello no se afectan los legítimos intereses de los autores o intérpretes”.

Con la actual, la institución ha afrontado tres deman-das de Sayco. Las dos anteriores, una de carácter civil y otra de carácter penal, terminaron en fallos favorables a la Alma Máter. En ambas sentencias es claro que la Universidad no ha incurrido en violación a los dere-

chos de autor porque su actividad se acoge a las excepciones y limi-taciones contenidas en el artículo 32 de la Ley 23 de 1982, que rige los derechos de autor en Colombia. Por tanto, en los dos fallos se exo-nera a la Universidad del pago a Sayco por comunicación pública de obras musicales.

Convencida la insti-tución de su posición, con la cual ganó las dos demandas anteriores, argumentó inicialmente en la demanda actual en la que se encuentra incursa, la existencia de cosa juzgada, que

el abogado Julián Arce define como “el carácter de inmutable que la ley le otorga a una decisión judicial para que asuntos que ya fueron resueltos por un juez, no vuelvan a ser objeto de controversia”.

Sobre las razones para desestimar este argumento, el abogado Arce explica que, según lo expuesto por el juzgado, “lo que está cobrando Sayco son unos perío-dos diferentes a los discutidos en el proceso anterior.”

De acuerdo con la Resolución 415 de 2010, que reglamenta la radiodifusión en Colombia, la Emisora Cultural Universidad de Antioquia es una radio edu-cativa universitaria porque no tiene fines de lucro, pero sí la finalidad de difundir la cultura, la ciencia y la educación; además, apoyar el proyecto educativo nacional y servir de canal para la generación de una sociedad mejor informada. El carácter educativo de la radio universitaria, otorgado por vocación y por disposición del Estado, es el que ratifica el cumpli-miento de los requisitos de la excepción.

No obstante el convencimiento de la Universidad sobre la legalidad de su argumento y, por tanto, de estar exenta del pago por comunicación pública de obras musicales, es imperativo insistir en que la insti-tución, formadora, con criterios de responsabilidad y excelencia, de creadores de obras literarias, artísticas y científicas, respeta y promueve el respeto a la pro-piedad intelectual y a los derechos de autor. “Lo que sucede es que así como defendemos los derechos de los autores, defendemos el respeto a la excepción, a la que la sociedad tiene derecho para el disfrute pleno y libre de las obras producto de la inteligencia humana”, afirma el abogado Londoño Velásquez.

El abogado Jorge Alonso Garrido resalta la legítima defensa de la Alma Máter en este proceso. “A pesar de que en determinado momento la Universidad de Antio-quia ha sido atropellada por Sayco, está comprobado que quien se defiende con fundamentación jurídica puede ganar. Yo pienso que la lucha que está dando la Universidad es importante para reflexionar en torno a las radios de las universidades, incluso las radios comunitarias, ya que tienen un sentido educativo, de formación profesional y sin ánimo de lucro”, condicio-nes indispensables para el uso de la excepción de pago de derechos de autor en Colombia.

Este debate público busca, además, demostrar que si se obligara a la Universidad de Antioquia a pagar por concepto de comunicación pública de obras musicales, la radio de la Universidad, que ha acompañado a la sociedad por 80 años, se haría inviable, poniendo en grave peligro su existencia y, seguramente, la de otras radios universitarias del país.

Es permitido utilizar obras literarias o artísticas, o parte de ellas, a título de ilustración en obras destinadas a la enseñan-za, por medio de publicaciones, emisiones de radiodifusión o grabaciones sonoras o visuales, dentro de los límites justifica-dos por el fin propuesto, o comunicar con propósitos de ense-ñanza la obra radiodifundida para fines escolares, educativos, universitarios y de formación profesional sin fines de lucro, con la obligación de mencionar el nombre del autor y el título de las obras así utilizadas: Artículo 32 de la Ley 23 de 1982.

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La investigación en múltiples pantallas

El proceso de divulgación de la ciencia tiene un objetivo que va más allá de garantizar la financiación y el apoyo público a la investigación. Su principal función es disminuir la brecha entre investigadores y población, con el objeto de aumentar las vocaciones científicas y aprovechar la mayor contribución cultural de la ciencia moderna: la toma de decisiones basada en evidencias.

SERGIO A. URQUIJO MORALES, M.Sc.Docente de la Facultad de Comunicaciones

Las universidades colom-bianas, tradicionalmente identificadas solo como centros de enseñanza, comienzan a asumir su

nuevo papel de núcleos de investi-gación e innovación. Las institucio-nes serias, y muy específicamente las universidades públicas, deben apostar hoy por la generación de un conocimiento que se asiente en los requerimientos del desarrollo y el bienestar de la población.

En este contexto, una de las exigencias que apremian a las en-tidades de ciencia y tecnología es mostrarles a los públicos la impor-tancia y utilidad de la investigación. En aras de la apropiación social del conocimiento, se ha de procurar que la gente entienda la ciencia como algo que tiene mucho que ver con sus vidas y su cotidianidad. Y para ello es indispensable utilizar los medios que la gente frecuenta.

El académico brasileño Carlos Vogt, del grupo Labjor, plantea este problema en términos políti-cos y económicos. “Una gran falla de las instituciones de investiga-ción es que, dada la especializa-ción del conocimiento, pierden progresivamente contacto con el público y desarrollan comporta-mientos fuertemente endógenos. Se llega a perder de vista que en América Latina más del 90% de la investigación es financiada con recursos públicos”.

El proceso de divulgación de la ciencia tiene un objetivo que va más allá de garantizar la finan-ciación y el apoyo público a la investigación. Su principal fun-ción es disminuir la brecha entre investigadores y población, con el objeto de aumentar las vocaciones científicas y aprovechar la mayor contribución cultural de la ciencia moderna: la toma de decisiones basada en evidencias.

Pero si bien el fin goza de res-paldo casi unánime, las estrategias para lograrlo son complejas. En

esta búsqueda, un elemento que no puede ser dejado de lado es el audiovisual. En nuestro mundo hipermediático, los públicos están siempre esperando información en formatos diversos que se comple-mentan y articulan. Las personas leen noticias breves e ilustran su nuevo interés con videos y anima-ciones. Aplicaciones, juegos y re-des sociales hacen parte cotidiana de la búsqueda de conocimiento.

“La mayoría de las empresas audiovisuales no han caído en la cuenta de las enormes posibilida-des y exigencias de la convergen-cia tecnológica y la hipermedia”, advierte Johana Jaramillo Palacio, gerente de la Corporación Canal Universitario de Antioquia –Ccua–. Esta entidad es una de las grandes apuestas mediáticas que la Universidad de Antioquia lleva a cabo en conjunto con la Uni-versidad de Medellín y el Sena.

En red con otras instituciones, la Universidad se ha esforzado en generar productos audiovisuales que apoyen la divulgación y la apropiación social del conoci-miento. La institución hace parte de audaces iniciativas, como el proyecto Propiedad pública y los emprendimientos de la Ccua, entre los que destaca el Canal Click.

La audacia en el caso de Canal Click radica en su concepción mis-ma: crear un canal para la apropia-ción social del conocimiento, que aproveche la nueva ecología digital. Una señal satelital, digital, pensada para la convergencia y la movilidad. Estas condiciones tan novedosas exigen profundos cambios en la manera de pensar y producir el audiovisual. Se pasa de un criterio netamente televisivo a contemplar diversas plataformas y medios.

Así, un documental sobre na-notecnología en la Sede de Inves-tigación Universitaria, SIU, no sería eficiente si simplemente se libera en la web. Para cumplir una función apropiada, el producto deberá estar apoyado por textos conci-sos y llamativos que garanticen un impacto informativo en cinco segundos; deberá además tener un buen sistema de metadatos y palabras clave que permita su búsqueda y localización en el ciberocéano y, sobre todo, reque-rirá ser pensa-

do como un nodo en una red de vínculos que faciliten la navegación y la posterior exploración del tema.

Más aún, el audiovisual se en-frenta a un reto mayor: la novedosa diversidad de pantallas. “Antes producíamos para televisores con-vencionales. Ahora debemos tener en cuenta las tablets, los móviles, las diferentes visualizaciones de internet, el video embebido y las redes sociales”, indica Gabriel Levy Bravo, docente de la Facultad de Comunicaciones y asesor en estra-tegias virtuales de la Ccua.

En esta corporación, como en otras de las iniciativas de la Uni-versidad, comprender las nuevas formas de consumo audiovisual es una urgencia que garantizará la viabilidad de los proyectos de divulgación. El ciberespacio es un ecosistema en el que las perso-nas buscan caminos alternos, di-ferentes puntos de vista, variados formatos, interactividad y trabajo en red. Los realizadores de TV de divulgación deben ofrecer a estos nuevos públicos dichas posibili-dades, con un máximo de calidad y entretenimiento.

Estas características requieren planeación y estudio; no funcionan sobre la improvisación. Por eso es importante que los realizadores de audiovisual científico y de divul-gación se empapen realmente de los nuevos formatos y contenidos novedosos requeridos para las múltiples pantallas de la comunica-ción actual. La investigación busca

vitrinas acordes con el nuevo mundo

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Contextos y desafíos para los posgrados

En el escenario de la globalización econó-mica, al Estado y a los estados nacionales se les ha aparecido un

competidor de excepcional poder que es el mercado. En esa especie de campo de batalla lidian por el poder un modelo político esta-docéntrico y uno sociocéntrico; de éste último el mercado es una especie de “cuerpo élite” que se mueve con agilidad azuzando a todas las actividades sociales y económicas y a todos los actores. La batalla aún no tiene un ganador, pero es indudable que la ofensiva está casi siempre en manos del modelo sociocéntrico dirigido por las fuerzas del mercado y que el modelo estadocéntrico lucha a la defensiva con la única estrategia que le es propia, el derecho, el cual no pocas veces resulta ava-sallado y usado en actividades de contraespionaje.

Si situamos en ese contexto de globalización lo que ha pasado con la educación superior en general, podríamos constatar un primer cambio en su “razón de ser”. Tra-dicionalmente ligada a un derecho a cargo del Estado para redimir una necesidad social, la educación es competida en este nuevo escenario por la idea según la cual es un ser-vicio que puede ser satisfecho por el mercado, quien a su vez estimula y acrecienta esa demanda.

La pérdida de poder del Estado en la regencia de la educación superior ha traído consecuencias generales tales como la financia-ción deficitaria de la educación superior de carácter público esta-tal. En cuanto a la educación su-perior de posgrado ha cambiado el concepto de gratuidad, ha cre-cido vertiginosamente la venta de servicios para autosostenibilidad o para capitalización, el número de instituciones, programas y es-tudiantes de posgrado, así como los sistemas de posgrado con titulaciones intermedias sujetas a la demanda de trabajo, con el consecuente fortalecimiento de los programas profesionalizantes, y se ha flexibilizado la legalización y la excelencia.

Y en el contexto de globaliza-ción económica, el máximo nivel de indicador de calidad del mo-delo educativo posgradual es la investigación que produce nuevo conocimiento ligado a la tecno-

logía,1 y ese indicador es muy exitosamente alto en los llamados “países del primer mundo” porque el nicho en el que se desarrolla vincula los siguientes factores de abono: (a) política científica soste-nida y sostenible, (b) industria que demanda ciencia y tecnología para la producción, y (c) calidad de los posgrados medida por su nivel de ciencia, tecnología e innovación,

CTI. Comparativamente, en Lati-noamérica ese mismo desarrollo no ha sido tan exitoso, lo cual puede explicarse en parte porque la mayoría de los estados latinoa-mericanos —los que están en la mitad de la tabla— carecen de los dos primeros factores vinculantes (a y b), mucho más cuando la industria está a la baja como en Colombia; aunque en relación con

La pérdida de poder del Estado en la regencia de la educa-ción superior ha traído consecuencias generales tales como la financiación deficitaria de la educación superior de ca-rácter público estatal. En cuanto a la educación superior de posgrado ha cambiado el concepto de gratuidad, ha crecido vertiginosamente la venta de servicios para autosostenibilidad o para capitalización, el número de instituciones, programas y estudiantes de posgrado, así como los sistemas de posgrado con titulaciones intermedias sujetas a la demanda de trabajo, con el consecuente fortalecimiento de los programas profesio-nalizantes, y se ha flexibilizado la legalización y la excelencia.

Por FABIO H. GIRALDO JIMÉNEZDirector de Posgrado

Notas1. Para otras áreas de conocimiento exis-ten indicadores diferentes.2. Mollis, Marcela. Imágenes de posgra-dos: entre la academia, el mercado y la integración regional”. En: Mollis, Marcela, Jorge Nuñez Jover y Carmen García Gua-dilla. Políticas de posgrado y conocimien-to público en América Latina y el Caribe. Desafíos y perspectivas. 1ª ed.-Buenos Ai-res: Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales-CLACSO; Instituto de Investiga-ciones Gino German. 2010. pp. 13-56.

el tercer factor (c) es justo recono-cer la existencia de programas de adecuación de futuro efecto con razonable perspectiva de realiza-ción, una legislación adecuada y un sistema de calificación acorde con estándares exigentes.

¿Para las universidades públicas estatales qué sugiere esta reali-dad? Plegarse al nuevo modelo, derrotarlo y aniquilarlo o competir con alternativas.

No es propio de la cultura de las universidades públicas esta-tales plegarse ante los hechos del mercado y no resulta muy plausible la posibilidad de una aniquilación. Es más propio de esa cultura crear alternativas y competir. Una alternativa sugiere la apropiación de todo lo que se considera útil del modelo com-petidor para reconducirlo. Por ejemplo los desarrollos propios de CTI socialmente tienen un valor y como objeto de mercado tienen otro; el mercado ha des-pintado el primer valor y para restituirlo es necesario repintar con anticorrosivo el valor de la educación como un derecho, el sentido de la gratuidad con co-rresponsabilidad, el sentido de la calidad reforzando el valor de la pertinencia social, y hay que distinguir con claridad entre valor y excelencia.

El valor tiene ya un fuerte signi-ficado ligado al mercado; la exce-lencia académica tiene un fuerte significado ligado a las calidades científicas. No siempre coinciden valor comercial y calidad científi-ca; es decir, casi nunca coinciden las misiones del mercado y de la educación superior pública.2 Pero ello no quiere decir que lo que produzca la educación superior pública no tenga valor económico comercial, ni que todo lo que se haya producido a instancias del modelo mercaderista no tenga calidad científica. La excelencia de nuestras actividades acadé-micas, por ejemplo en CTI, es un valor agregado que nos permite ser menos temerosos con la competencia.

Foto Juan Andrés Álvarez Castaño

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19Nº 622, UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIAMedellín, julio de 2013

Por PEDRO CORREA OCHOA

La voz rígida del maestro dice: “no sales a des-canso”, “párate junto al tablero”, “cámbiate de puesto”, “entrégame

ese juguete”, “firma la ficha de comportamiento”, “voy a llamar al coordinador de disciplina”. Este recuento de frases, familia-res para muchos, podría incluso evocar el dolor de los golpes pro-pinados por sus maestros.

¿Qué idea del castigo tienen los maestros de hoy? ¿Para qué y por qué se castiga hoy a los niños? Estas son dos de las pre-guntas que plantea el libro Maes-tro y castigo escolar, publicado por la Editorial Universidad de Antioquia y resultado de la in-vestigación Concepciones sobre castigo en maestros y maestras de educación prescolar y primaria de algunos establecimientos edu-cativos públicos y privados del Valle de Aburrá. La hizo el grupo de investigación Conversaciones entre pedagogía y psicoanálisis, de la Facultad de Educación de la Universidad de Antioquia.

“Los maestros son los des-tinatarios de este libro. Creo

Investigadores de la Alma Má-ter indagaron por las percep-ciones de los maestros del Valle de Aburrá sobre el castigo en sus aulas.

que les servirá para entender que no son los únicos que viven la complejidad de la educación. Cuando Kant y Freud dijeron que la educación es una de las cosas más difíciles que se le cernía al hombre, no estaban equivocados”, explicó Michael Parada Bello, uno de los autores y estudiante de Licenciatura en Educación Básica con Énfasis en Humanidades.

El grupo de investigadores realizó entrevistas a varios docentes de Bello, Itaguí y Medellín. Estos relataron sus experiencias, accio-nes y frustraciones al momento de enfrentarse a sus alumnos. Una de ellas, por ejemplo, relata cómo uno de sus pequeños empezó a darle patadas a sus compañeritos. “Yo estaba que lloraba”, relató la profesora. Sin otra posibilidad para controlarlo, acudió a una de sus compañeras. Ésta lo llevó al baño y le echó agua. “El niño después me pidió disculpas y dijo que se iba a manejar bien”.

Así que los testimonios que sirvieron para tejer los 10 capítulos del libro, no se limitan por el deber ser, tampoco se camuflan en radicalismos conceptuales. “El punto de partida de esta in-vestigación es la voz del profesor”, explicó el docente de la Facultad de Educación, Marlon Yezid Cortés. Ese es una de las novedades de la publicación, pues aunque el estado del arte del castigo escolar no es amplio, en éste han tenido mayor registro las historias de los castigados.

La otra virtud de la publicación es que la mirada sobrepasa lo pedagógico para transitar también por las fronteras del psicoanálisis. Y es que en el deber ser, en la Ley de Infancia y Adolescencia y en los manuales de convivencia de las institucio-nes educativas, la expresión “sanción” desplazó el término “castigo”. Sin embargo, en esa convivencia diaria entre maestro y alumno, éste sigue vigente.

El castigo hoy tiene, según María Paulina Mejía, docente de la Facultad de Educación, tres rostros. Uno referente al contacto corporal alumno y maes-tro: empujar, coger, gritar, mirar mal como resultado de la desesperación ante una orden no acatada. Otro modelo tiene que ver con privar a los niños de objetos o personas apreciados por el los. Y, finalmente, los castigos que a fectan su s e r : i g n o -rarlo, evitar expresiones

Dime cómo castigas y te diré qué maestro eres

de afecto hacia él, hacerlo sentir culpable. “No existe el golpe, pero persiste la lógica en la cual el niño desobedece y el maestro tiene que propinarle un males-tar”, señaló Cortés.

Las fórmulas jurídicas actuales hablan de “sanciones” y protegen a los niños de aquellos castigos terribles a los que fueron some-tidas las generaciones anteriores. Sin embargo, advierten los in-vestigadores, esas sanciones se construyeron con la premisa del “para todos” y dejan de lado las subjetividades tanto del maestro como del alumno.

“No con todo niño funciona el mismo castigo”, explicó Parada. Por eso los investigadores se preguntan por los sentimientos de impotencia de los docentes, por la rabia y la ternura, por cómo fueron castigados y qué relación tiene ese caldo de emociones en su papel de corrector en el aula.

“Asistimos a un modelo de educación en el cual el niño es masificado, porque es obligado a adquirir competencias, sin tener en cuenta su historia personal, sus expectativas, manera de ser y contexto social”, advierte el psicoanalista Héctor Gallo en el prólogo.

¿Pero es necesario castigar? Libre del estigma que ha adqui-rido esa expresión en el sistema educativo, según Cortés, hay dos dimensiones para considerar. “Hay castigos que tienen que ver con que algo del maestro se impone y le hace daño al niño. Otra cosa es cuando el castigo está en la lógica del ingreso a la vida social, pero eso no significa borrarlo”.

Ese, tal vez, es un límite cla-ro que se esboza en el libro. “Uno de los resultados es que reconocemos que el castigo es necesario, pero hay una línea muy delgada entre el castigo con intenciones pedagógicas y el castigo que se convierte en maltrato”, dijo Parada.

Gallo advierte que esta publi-cación demuestra que el furor de castigar se mantiene y la aspira-ción a producir dolor no cesa de imprimir su marca. Pero, más allá de ser un señalamiento, el libro, en su conjunto, hace un bello lla-mado que el prologuista refrenda: “el profesor inolvidable nunca es el más idóneo en la materia, sino aquel que gracias a su compromi-so ético con su elección como

educador, logra transmitir en el niño pasión por sa-

ber y un deseo que lo hace sentir

único”.Ilustración Juan Andrés Álvarez Castaño

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20Nº 622, UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIAMedellín, julio de 2013

Por DIANA ISABEL RIVERA

Kevin, de dos años de edad, intenta armar una torre con cubos de madera. Cuando lo logra, lanza una pelota

adentro de un balde. Sofía, de tres, ensarta aritos en una cuerda. A Ma-ría Fernanda, de 18 meses, después de chequearle las vacunas, la pesan y le escuchan los latidos de su co-razón y el sonido de sus pulmones.

Los pequeños viven en uno de los lugares más pobres del Valle de Aburrá, la vereda Granizal, y uno de los asentamientos más grandes de población desplazada de Colombia, ubicado en la parte alta de la ladera oriental de Bello.

Los jóvenes de bata blanca que los atienden, en dos o tres años se graduarán como médicos de la Uni-versidad de Antioquia, hacen algu-nas recomendaciones a los padres de los niños. En esta oportunidad se ven sanos, algo positivo teniendo en cuenta que viven en una zona en donde no hay acueducto, ni manejo adecuado de aguas negras y basu-ras, ni vías de transporte, ni zonas de recreación; y en donde la plata no alcanza para la comida.

Las más de 12 mil personas que habitan la vereda, quienes comen-zaron la invasión a finales de los 90, provenientes de diferentes partes del país, del departamento y del Valle de Aburrá, cuentan al menos una historia de desalojo, o de pa-rientes muertos o desaparecidos, o de familias desechas.

Hasta allá llega cada martes un grupo de 18 estudiantes de me-dicina, liderado por Jaime Arturo Gómez, jefe del Departamento de Medicina Preventiva de la Facultad de Medicina, acompañado por pro-fesores y residentes de pediatría, psicólogo, enfermera y odontólo-go. Viajan en bus, pasan el barrio Santo Domingo Savio y siguen por una carretera destapada; cuando llegan, suben y suben, a pie, por un angosto camino de escalones, rodeado por ranchos de madera y tejas de zinc, algunos con paredes de lona, y unos pocos de material.

Ya en un salón comedor esperan a los niños que van asomando de la mano de sus mamás, o de las madres comunitarias que los cui-dan en los Hogares del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar. Durante la mañana atienden alre-dedor de 40 menores, les hacen evaluación nutricional y de salud, valoración de su desarrollo cogniti-vo y motriz, y profilaxis oral; escri-ben recomendaciones y remisiones a las instituciones de salud para los casos que requieran atención especializada. También realizan programas de educación con los padres y las madres comunitarias en temas como la disciplina, las re-laciones y el cuidado de la infancia.

Según la especialista en pe-

diatría Miryam Bastidas Acevedo, una de las principales dificultades que han encontrado allí es la falta de respuesta de las instituciones prestadoras de servicios de salud cuando remiten a los niños. “Algu-nos de ellos no están afiliados, y a los que sí lo están los ponen en lista de espera porque no hay es-pecialistas ni citas. La comunidad tiene que madrugar mucho para conseguir fichos que casi nunca alcanzan, además tienen que des-plazarse hasta Medellín para llegar al centro de atención en Bello, pues no hay una ruta directa”, explica.

La especialista señala que han tenido niños con problemas oftal-mológicos, cardíacos, neurológi-cos, osteomusculares, con patolo-gías en piel, pero el problema más grande y frecuente —añade— es el de la inseguridad alimentaria porque los padres no tienen recur-sos para brindarles alimentación completa, equilibrada y adecuada.

Según Gómez, solo el 36% de los menores evaluados en 2012 se en-contraba en parámetros normales

en la relación peso – talla; el resto tenía desnutrición crónica o estaba en riesgo de padecerla. “Lo grave es que también se afectan las fun-ciones cerebrales superiores, limi-tando los procesos de aprendizaje e incluso de convivencia”, indica.

En Granizal funcionan 18 ho-gares comunitarios tradicionales de Bienestar Familiar, en cada uno se atienden en promedio 13 niños de ocho de la mañana a cuatro de la tarde, cubriendo el 70% de la alimentación de los menores. Las madres comunitarias a cargo de ellos, mientras sus padres trabajan, deben cocinarles, mantener el lugar en adecuadas condiciones higié-nicas, y efectuar las actividades lúdicas y de formación.

“Muchos niños llegan los lunes con hambre, ansiosos porque les de algo de comer. Le pido a Dios sabiduría y paciencia porque a ve-ces siento que no puedo. Los niños necesitan atención nutricional, psicológica, pediátrica, y yo aquí no tengo nada de eso, el único acompañamiento que tengo es el

de la Universidad” dice Gladys, una de las madres comunitarias.

Por su parte, Edelmira, otra madre comunitaria, cuenta que ha apren-dido mucho sobre el cuidado de los niños; pero lo que más la satisface es la alegría con la que reciben a los doc-tores. “Saben que los van a consentir, que los tratarán con especialidad, por eso, cuando llegan los doctores es como una fiesta para ellos”.

Hace diez años el doctor Jaime Gómez fue contactado por dos líde-res comunitarios de Altos del Orien-te, uno de los seis asentamientos que conforman la vereda. Le pidieron mediar por ellos ante la municipa-lidad para conseguir apoyos en la atención de las necesidades de la población que estaba desprotegida.

Con el tiempo y al estrechar el vínculo con la comunidad, el doc-tor Gómez decidió comprometerse de lleno para aportar a mejorar la calidad de vida de esas personas, así que renunció a su cargo, enton-ces, como vicedecano de la Facul-tad de Medicina, y en 2009 formuló un proyecto de extensión para la caracterización sociodemográfica y la reconstrucción de la historia del asentamiento con aportes del Banco de Proyectos de Extensión y de la Secretaría de Salud de Bello.

En 2012 llevó a cabo otro pro-yecto para la valoración médica y nutricional de los niños con el apoyo del Banco de Proyectos de la Vicerrectoría de Extensión. Luego logró que ese ejercicio se incorporara en el proceso de aprendizaje de los estudiantes, y en la actualidad es una práctica de pediatría social de estudiantes de sexto semestre de medicina.

Ahora está trabajando en la formulación de otros proyectos para la vereda, como la implemen-tación de la Estrategia de Atención Primaria en Salud; un estudio de factibilidad para la construcción de un acueducto, con la Facultad de Ingeniería; y con la Facultad de Derecho, un diagnóstico sobre la situación de las tierras para la titulación de los predios.

¡Mamá llegaron los médicos de la Universidad!

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Por CLAUDIA CAMPUZANO

Odontología innova con la incorporación de tabletas y nuevos aplicativos

La Facultad de Odontolo-gía de la Universidad de Antioquia adelanta un proceso de renovación de la infraestructura física y

tecnológica, con lo que espera con-solidar la imagen y el liderazgo que ha mantenido en la prestación de servicios odontológicos en la ciudad y en la formación del talento humano en Colombia y Latinoamérica.

En una primera fase desarrolla-da en 2012 con una inversión de 928 millones de pesos, la Facultad realizó un cambio total de las 163 unidades odontológicas en las clínicas de la sede y este año, con una inversión de 433 millones de pesos, estructuró la plataforma in-formática que permitirá modernizar la prestación de los servicios y la atención en salud a los pacientes que demandan atención.

Según Mónica Trujillo Hoyos, jefa del Departamento de Atención Odontológica Integrada, “el proyec-to contempló la adquisición de un software para la gestión y manejo de la historia clínica de manera electrónica, que cumple con los requerimientos de ley para su ma-nejo y contempla la inclusión de nuevos desarrollos realizados por los docentes de la Facultad, dimen-sionados y pensados para mejorar los procesos de docencia, extensión e investigación de la Universidad.”

El aplicativo contempla mó-dulos administrativos para el manejo de la agenda y asignación de citas, la facturación de pro-cedimientos y otros desarrollos

relacionados con temas de calidad, así como los forma-tos de seguimiento y evaluación. Como parte del proyecto y para el funcio-namiento de este aplicativo en cada una de las unida-des odontológicas se adquirieron 200 tabletas, las cuales posibi l i tan cum-plir con los reque-rimientos de bio-seguridad para la atención clínica de los pacientes; se cuenta también con dos servidores para guardar y respaldar la información y una red inalámbrica para uso exclusivo en las tres clínicas odontológicas de la Facultad.

Según la decana, Clara Eugenia Escobar Güendica, “este proyecto permitirá de una manera digital y en tiempo real a todos los estudian-

tes, docentes y auxiliares de clínica de pregrado, posgrados y personal auxiliar, no sólo consultar y gestio-nar la historia clínica de los cerca de 1.000 pacientes diarios que son atendidos en las instalaciones de la institución, con los más altos es-tándares de seguridad y atendien-do a los requerimientos exigidos en Colombia frente al manejo de la historia clínica, sino también dar cumplimiento a los requerimientos propios desde la docencia, la inves-tigación y la extensión solidaria”.

El software está diseñado para afianzar los conocimientos aca-démicos en la práctica, hacer un seguimiento de los avances aca-démicos a los estudiantes, ser ágil en la atención a la comunidad que busca constantemente los servicios odontológicos de la Universidad de Antioquia y ver los círculos de demostración necesarios para el aprendizaje desde cada uno de los cubículos, ya que de manera adicio-nal este sistema funcionará como un circuito cerrado de televisión.

En el mediano plazo se po-sibilitará la conexión con los otros sistemas de información de la Universidad para la gestión administrativa, así como con los demás sistemas propios de la de-pendencia; además, el paciente, vía electrónica, podrá consultar sus citas y el estado de su cuenta o pagos realizados por los trata-mientos odontológicos.

A su vez los docentes, estudian-tes, personal auxiliar y administrati-vo podrán modernizar los procesos en sus diferentes ámbitos laborales permitiendo mayor agilidad en su desarrollo, fortaleciendo la interac-ción entre los diferentes actores de la institución y generando un beneficio ambiental por el menor uso de papel.

Más de doce mil pacientes de zonas desprotegidas de Medellín, el Área Metropolitana y municipios cercanos, atendidos en la Facultad de Odontología cada año, contarán con un servicio más ágil y de mejor calidad, gracias a la incorporación de la tecnología.

En tres clínicas odontológicas la Facultad atiende cerca de 1.000 pacientes al día.

Foto Sara Giraldo Maestre

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La Red de Escritores se extiende a Antioquia

Por JOHANNA PINO QUICENO

Murindó. 8 a .m. Don Guillermo está terminando de lim-piar algunos de los pescados que logró

arrebatarle hoy al mar. De pronto, vibra su celular y piensa en quién podrá ser: ¿su mamá, su esposa, su hijo? Saca el teléfono de su bolsillo, ve un mensaje de texto nuevo que dice “Una noche oscura y silencio-sa, estando en mi cama, escuché el lamento lloroso de una mujer. Me asusté pero... ¿Qué sigue? Crea con tus hijos un cuento de miedo.”

Necoclí. 10 a.m. Doña Mariela, decide escuchar la emisora comu-nitaria mientras prepara la comida para su familia, enciende la radio, una voz femenina, con el acento paisa bastante marcado, dice: “oiste mija, al niño le pusieron a hacer una reta… qué, una cosa toda rara y como usted sabe tanto y tiene tantos libros, creo que me le podría ayudar”

Esas dos maneras de llegarle a la población rural con el fin de incen-tivar las habilidades comunicativas (hablar, leer, escuchar y escribir) hacen parte de la Red de Escritores, un programa que nace del grupo de investigación Didáctica y Nuevas Tecnologías de la Universidad de An-tioquia, clasificado como A1 en Col-ciencias. Este 2013 cumple 20 años, y no es más que el resultado del esfuerzo inicial de Octavio Henao, director del grupo, quien ha contado también con el apoyo, seguimiento y soporte a sus ideas por parte de otros profesionales de las ciencias sociales y humanas, que ven en las nuevas tecnologías “una manera de repensar la escritura”, afirma.

La RedLa Red de Escritores nació hace

11 años en Medellín. “El ideal que nos ha movido a nosotros es cómo lograr que la gente escriba mejor, porque si la gente escribe mejor es mucho más organizada en su forma de pensar. Son más capaces de

relacionar ideas, de sintetizar, de hacer análisis crítico. Formar bue-nos escritores, es formar buenos pensadores”, afirma Henao.

Por ello, con el apoyo de la Al-caldía de Medellín, los profesores que hacen parte de esta Red, llegan a diferentes escuelas en donde, durante dos horas, vinculan al niño con procesos de escritura pertinentes para su vida académica y personal. Esta actividad se hace también por fuera del aula de clase, es decir, en jornada contraria por petición de la administración.

Paulina Gómez, docente-talle-rista de género narrativo, explica que “lo que ellos califican como positivo es crear una oferta para el tiempo libre de los jóvenes, ocu-pándolo en iniciativas que buscan sensibilizarlos. ¿Qué intentamos nosotros? Que esas dos horas sean totalmente distintas para el niño, es decir, que ese sea el espacio para él desfogarse, para él jugar con las palabras, para él expresar otra visión momentánea de su mundo, para alimentar el ser que

hay ahí, que se construye con otra lógica de conocimiento”.

Desde este año la Red, hija de este grupo de investigación, pasó a tener un apellido más: Red de Escri-tores de Antioquia, ya que trabajará, inicialmente, en 26 municipios del Departamento. A través de la capa-citación a docentes, estos talleristas de la Red llegarán con sus diferentes géneros a 1000 niños, mostrándoles una manera creativa y divertida de acercarse a la escritura.

“Estamos cumpliendo un sueño”, dice acompañada de una amplia sonrisa Doris Ramírez, coordinadora de proyectos del Grupo Didácticas y Nuevas Tecnologías, al hablar de este nuevo proceso en el que han echado mano de nuevos recursos como el envío de mensajes de textos y los programas radiales. Consciente de que apenas están empezando y motivada por los grandes retos que esto impone agrega que “incluso so-ñamos que niños de otras ciudades la puedan tener”.

La literatura es la principal arma de esta Red, que se encarga de pro-

pagar sus metodologías y propuestas resultantes de rigurosas investigacio-nes, no solo con los niños y jóvenes que asisten a los talleres. El proceso formativo se extiende a los padres y docentes de los niños. “Yo creo que si lográramos conjugar el trabajo de tres agentes: familia, escuela y medios de comunicación, se podría avanzar mucho en el mejoramiento de la calidad de la educación y la Red tiene muy claro eso”, señala Henao.

Octavio, movido por la pasión que muestra por este, no su tra-bajo, sino su estilo de vida, afirma que “la literatura podría ser tal vez la herramienta más poderosa para revolucionar la educación”. Por ello, al preguntarle por los retos de la Red, no se jacta de lo conse-guido, por el contrario, expresa el sinsabor que lo motiva a levantarse cada mañana y es “el saber de que se puede hacer mucho más”

Los textos que resultan de los talleres con los niños son publica-dos en “Alejandría, la revista de los textos perdidos”: http://didactica.udea.edu.co/alejandria/

Textos de los niños

“La mamá parece un caballo con las riendas apretadas alumbrando de mil colores y todos gritan ¡Desayuno!, ¡Tía la ropa!, ¡Ma-mita los zapatos! Para acabar de rematar, en la puerta del baño una fila tan gran-de que parecía restaurante en promoción”.

“Yo soy una paloma naciendo de aquella nube interminable.Yo soy un sol saliendo del interior de aquella montaña gigantesca.Yo soy un mundo sin comienzo ni final.Yo soy aquella estrella que flota en el mar.Yo soy aquella lluvia de pe-dazos de sol que cae sobre tu pecho.Yo soy el amor hacia lo per-fecto y lo imposible”.

Esta receta es para mi mamá,y dices:“¡Sim salabimy vuelve a vi-vir!”

Jenny Paola Duque11 años

Mateo Jaramillo Zapata Lorena Correa13 años

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JAIME RAFAEL NIETO LÓPEZ

Profesor de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas

En el centro del debate sobre el punto dos está el marco jurídico de la paz recién aprobado por el Congreso a iniciativa del Gobierno, los dilemas sobre justicia transicional (derechos de las víctimas y paz sin impunidad) y la controversia acerca de los mecanismos de refrendación ciudadana de lo acordado en términos de referendo o asamblea nacional constituyente. El debate es fundamental. Si el primer punto referido al tema agrario sienta las bases para la sostenibilidad social del proceso, este segundo sobre participación política establece el marco político que hará posible la transición de las guerrillas a movimiento político legal...

Participación política y paz

El proceso de diálogo y negociación entre las guerrillas de las FARC y el Gobierno Nacional en La Habana (Cuba)

ha entrado en una etapa difícil, densa y tensa. Hay que celebrar que efectivamente se pactaron unos acuerdos, aunque aún no definitivos, en materia agraria. Pero el punto dos de la agenda de seis previamente acordados puede resultar tan espinoso y complejo como el anterior. El punto dos se refiere a la participación política y comprende desde los derechos, se-guridad y garantías para el ejercicio de la oposición política en general y en particular para los nuevos movimientos que surjan luego de la firma del acuerdo final, el ac-ceso a medios de comunicación, hasta acuerdos sobre mecanismos democráticos de participación ciu-dadana y medidas efectivas para promover mayor participación en la política nacional, regional y local de todos los sectores.

En el centro del debate sobre el punto dos está el marco jurídico de la paz recién aprobado por el Con-greso a iniciativa del Gobierno, los dilemas sobre justicia transicional (derechos de las víctimas y paz sin impunidad) y la controversia acerca de los mecanismos de refrenda-ción ciudadana de lo acordado en términos de referendo o asamblea nacional constituyente. El debate es fundamental. Si el primer punto referido al tema agrario sienta las bases para la sostenibilidad social del proceso, este segundo sobre participación política establece el marco político que hará posible la transición de las guerrillas a mo-vimiento político legal; de ahí la importancia que cobran los temas de garantías y seguridad.

Garantías políticas para que las guerrillas una vez convertidas en

movimiento político puedan parti-cipar en el debate político demo-crático con expectativas ciertas de convertirse en alternativa de poder o acceder a cargos de representa-ción política; todo lo cual implica a la luz de experiencias anteriores como las llevadas a cabo con el M-19, el EPL y el MAQL en los años 90, acuerdos puntuales sobre favo-rabilidad política y circunscripcio-nes especiales de representación política nacional y territorial. Esto último deberá ser complementado con acuerdos más amplios que hagan sostenible el proceso en el mediano plazo, como, por ejemplo, la reforma del régimen político (menos presidencialista y más democrático), la reglamentación democrática de la participación ciudadana (que garantice mayor poder a los ciudadanos en la toma de decisiones sociales y políticas), democratización de los medios de comunicación y un estatuto democrático de la oposición que garantice la pluralidad de partidos y movimientos políticos. Todo esto pasa necesariamente por la supera-ción de la arraigada mentalidad de las élites de que la política en Co-lombia se hace sin las izquierdas.

El punto de las garantías está estrechamente ligado al de seguri-dad. No es posible pensar en una transición política de las guerrillas a movimiento político legal con la incertidumbre de que se repita un nuevo baño de sangre como el ocurrido en los años 80 con la UP. De ahí que el punto de seguridad deba traducirse en la garantía real de que el movimiento político de las guerrillas que surja del acuerdo final o sus dirigentes no va a ser estigmatizado o criminalizado. Esto implica, por ejemplo, una reforma política de las FFAA y los aparatos de seguridad del Estado orientadas hacia el respeto de los DDHH y la

superación de la ideología antisub-versiva y anticomunista fuertemen-te arraigada a partir de la llamada ideología de “seguridad nacional” heredada de la “guerra fría”. Implica también un compromiso a fondo por parte del Gobierno Nacional para combatir el paramilitarismo o las bacrim y depurar la acción política de sectores de las élites nacionales y locales comprometi-das con el crimen como forma de acumular poder político y riquezas.

En la ronda de discusión en La Habana sobre este punto dos de la agenda, las FARC han to-mado la iniciativa política. Han hecho público los diez puntos que presentarán a la mesa sobre participación política, entre los cuales se incluyen la restructura-ción del Estado, garantías para la oposición, democratización de la información, mayor peso político a las regiones en la actividad política, participación popular y asamblea nacional constituyente. Nada del otro mundo. Con la excepción del punto sobre Asamblea Nacional Constituyente, los puntos plan-teados por las FARC parecen bien encaminados y de ninguna manera pueden considerarse por fuera del marco de lo acordado en la agenda. No son minimalistas en términos de sellar una supuesta capitulación política, ni tampoco maximalistas que hagan imposible el debate y la negociación política en La Habana. En buena medida actualizan recla-mos que desde el Frente Nacional la izquierda y sectores democráticos vienen exigiendo para la democra-tización de la política en Colombia. Habría que esperar los contenidos concretos que los negociadores le den a cada uno de estos puntos en el desarrollo de la negociación.

Quizás el punto más espinoso y que más controversia ha suscitado es el referido a la convocatoria de

una Asamblea Nacional Constitu-yente. Después de la frustración producida tras la promulgación de la Constitución de 1991, por su incum-plimiento, por las contrarreformas de que ha sido objeto o por los desarro-llos legislativos en contra de su es-píritu democrático y transformador, el punto de la convocatoria a una constituyente se viene planteando en el país desde hace varios años. La idea la agitan sectores de la izquierda y de los movimientos sociales, y has-ta la derecha uribista con propósitos claramente reaccionarios. Incluir el punto en la negociación con el go-bierno es sin duda un error político de las FARC.

Por un lado no podría ser un mecanismo refrendatario de los acuerdos pactados en La Habana para poner fin al conflicto, puesto que por su propio carácter delibe-rativo, pluralista y autónomo, en vez de sellar acuerdos los deshace, tal como lo han subrayado correc-tamente los voceros del gobierno en la negociación como Humberto de la Calle. Pero, por otro lado, atar la convocatoria de una constitu-yente al acuerdo final del conflicto armado, daña a la una y malogra al otro. La convocatoria de una asam-blea constituyente no puede ser el resultado de acuerdos entre élites (así éstas estén en orillas adversas del espectro ideológico y político), sino el producto de una vasta y amplia movilización popular, y cuyo cometido no puede circunscribirse a lo pactado entre esas élites, sino a lo que en representación del poder constituyente primario, el pueblo decida. La constituyente es una exigencia democrática de primer orden, que va más allá de la paz negativa pactada entre las gue-rrillas y el Gobierno. Está articulada estrechamente a la movilización nacional por una paz positiva, duradera y estable, a la configura-ción de nuevos y vigorosos sujetos sociales y políticos, que instituya un nuevo orden social y político fundado en criterios de justicia social y democracia popular.

Las guerrillas de las FARC tienen el legítimo derecho de plantearla y agitarla en los marcos de la ne-gociación, como espacio político que es, tal como igualmente lo hacen sectores de la izquierda y del movimiento popular; y si están realmente comprometidas con su convocatoria, como se espera que lo estén, su deber es seguirla agitan-do como movimiento político legal tras los acuerdos con el Gobierno. Pero condicionar el acuerdo final a la convocatoria de la constituyente es como echar la cucharada de miel en el barril de brea.

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24Nº 622, UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIAMedellín, julio de 2013

MESA AMPLIA REGIONAL ESTUDIANTIL DE ANTIOQUIA – MAREA *

La propuesta de la MANE tiene como ejes: la financiación adecuada de la uni-versidad pública como principal mecanismo para el cumplimiento de su misión; la gratuidad de la educación como garantía para el acceso y la permanencia estudiantil a través de los sistemas de bienestar; la financiación total de los costos de la edu-cación superior como factor determinante en la calidad educativa; el establecimiento de un modelo de investigación sistemático y riguroso, adecuadamente financiado para el provecho nacional; el incentivo a la oferta y no la demanda y, la reforma al Icetex, como establecimiento público, con ingresos exclusivos del presupuesto nacional, sin ánimo de lucro y sin que medie el sector financiero en dicha entidad.

VII Plenario de la MANE: tenemos propuesta de Ley

La Mesa Amplia Nacional Estudiantil, MANE, ha pasado, en 2013, de la protesta a la propuesta, después de que los días

1, 2 y 3 de junio se llevara a cabo, en la Universidad de Antioquia, el “VII Plenario Nacional de la MANE”, evento aprobatorio de la propuesta de ley alternativa de educación superior con la parti-cipación de más de 2.500 estu-diantes de todas las regiones de Colombia, además de profesores, trabajadores, padres y madres de familia, quienes sesionaron en las mesas de sistema de educación superior, financiación, autonomía y gobierno universitario, bienestar, calidad educativa, organización, táctica y movilización.

Dicho evento contó con el apoyo del equipo directivo de la Universidad de Antioquia en cabeza del rector Alberto Uribe Correa, ofreciendo las condiciones necesarias para el alojamiento y la alimentación de los participantes. Como fruto de las discusiones desarrolladas en las mesas programáticas se aprobó, en la plenaria del 3 de junio, la propuesta que, basada en los principios de gratuidad, autonomía, pluralidad, calidad, y bienestar de la educación su-perior, pretende servir de marco regulador para una educación que contribuya a un desarrollo nacional orientado fundamen-talmente a la dignificación de la condición humana.

La propuesta de la MANE tiene como ejes: la financiación ade-cuada de la universidad pública como principal mecanismo para el cumplimiento de su misión; la gratuidad de la educación como garantía para el acceso y la per-manencia estudiantil a través de los sistemas de bienestar; la financiación total de los costos

de la educación superior como factor determinante en la calidad educativa; el establecimiento de un modelo de investigación sistemático y r iguroso, ade-cuadamente financiado para el provecho nacional; el incentivo a la oferta y no la demanda y, la reforma al Icetex, como estable-cimiento público, con ingresos exclusivos del presupuesto na-cional, sin ánimo de lucro y sin que medie el sector financiero en dicha entidad.

La búsqueda por una nueva educación implica el fortaleci-miento de un movimiento social que de manera convincente y ar-gumentada defienda en la esfera pública los aspectos más sustan-ciales y novedosos de la nueva propuesta de ley; es por esto que el VII Plenario aprueba una agenda de movilización nacional que contempla el desarrollo de las siguientes actividades: el 11 de septiembre en todas las insti-tuciones de educación superior, IES, del país se realizará una cadena humana bajo la consigna “Ante la crisis de la educación su-perior, tenemos propuesta”; el 12 de septiembre, el “Foro interna-cional por una nueva educación”, con la participación de invitados internacionales entre los cuales se contará con el secretaria-do general de la Organización Continental Latinoamericana y Caribeña de Estudiantes, OCLAE; los días 28 y 29 de septiembre, el “VIII plenario de la MANE” con el

Otras personas que se consideren con derecho, presentarse dentro de los 30 días siguientes a esta publicación

• Que se encuentra en trámite el reconocimiento del traspaso de la pensión jubilación que percibía el señor RICARDO JOSE TORO GREIFFENSTEIN, quien falleció el 25 de marzo de 2013. Se ha presentado a reclamar la señora ANA CRISTINA RESTREPO DE TORO en calidad de cónyuge.

LA UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA HACE CONSTAR:

propósito de definir la táctica del movimiento estudiantil y evaluar las condiciones del paro nacional de la educación superior, y el mes de octubre el movimiento estudiant i l desarrol lará una agenda de lucha con el propósito de exigir mayor presupuesto para las universidades públicas de cara a la aprobación del presupuesto general de la nación de 2014, aspecto que no depende de la aprobación de una nueva ley, sino de la voluntad política que tenga el Gobierno Nacional a la hora de responder a la crítica situación financiera que atraviesan las uni-versidades públicas colombianas, con un déficit superior a los $11 billones tal y como lo afirma el propio informe de 2013, del Sis-tema Universitario Estatal, SUE.

La construcción de la pro-puesta de ley de educación superior y el proceso de movi-lización social que la acompaña posiciona a la MANE como re-ferente gremial nacional, en su articulación con las mesas am-plias estudiantiles, de los niveles local y regional. Los debates en torno a la situación organizativa que ella atraviesa obedecen a la imperiosa necesidad de forta-lecer al movimiento estudiantil colombiano y son reflejo de la diversidad de los procesos am-plios y democráticos que posee la MANE. Bajo este marco de ideas, es prudente tomar distan-cia de los juicios que buscan pro-mover el divisionismo y restarle

contundencia a las legítimas aspiraciones del movimiento y de las comunidades de las IES. Por tanto, el espíritu amplio y unita-rio debe prevalecer retomando las virtudes y la valoración de los errores cometidos buscando au-nar esfuerzos para acercar a los nuevos sectores que aún no se han sumado y están dispuestos a edificar una nueva educación.

La MANE se encuentra ante la gran oportunidad de consolidar el movimiento unitario y gremial de los estudiantes universitarios de Colombia para responder contun-dentemente a la crisis universitaria profundizada por el actual Go-bierno. Hoy, da cumplimiento a la palabra empeñada en construir una propuesta con un procedimiento amplio y democrático —muy dis-tante al que ha caracterizado al Ministerio de Educación desde la presentación de su propuesta en 2011— y, sale nuevamente a llenar las calles de ríos de estudiantes, para defender una nueva educa-ción para un país con soberanía, democracia y paz.

* Hacen parte de la Comisión Acadé-mica: María Eugenia Villa Sepúlveda, y Marta Luz Ramírez Franco [profesoras de la Facultad de Educación, UdeA. Grupo de Investigación Unipluriversi-dad], Amaury Nuñez González [estu-diante de Ciencias Políticas, UNalMed, y vocero nacional de la Mesa Amplia Nacional Estudiantil - MANE], Víctor Javier Correa Vélez [estudiante de Me-dicina, UdeA, y vocero de MAREA].

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Estamos además en la encrucija-da nacional del proyecto de ley de educación superior construido con la Mane; como parte que es de la comisión académica y de principios se espera que la Asociación con-tinúe este trabajo intensamente como hasta ahora, se fortalezca el capítulo regional de la Mane, la Marea, y se impulse un trabajo or-ganizado en todas las regiones del departamento en la discusión de la universidad pública que precisan y necesitan los antioqueños.

Sabemos y hemos acompaña-do los relevos generacionales del profesorado de reciente ingreso; es una prioridad para la junta que este contingente de ideas, pro-yectos y expectativas piense en su propia condición, su vocería, sus derechos, sus representacio-nes, sus espacios de expresión de inquietudes, problemáticas e intereses particulares; la construc-ción de la malla académica pasa por la construcción colectiva de los claustros, por la rotación de cargos académico administrati-vos que constituyen la base de la trayectoria docente, no sólo para el escalafón sino también para la cualificación de todas y todos los que asumen la responsabilidad curricular de la docencia, la inves-tigación y la extensión. Seguimos insistiendo en la necesidad que ninguna representación profesoral quede sin voz, sin doliente, sin

Asoprudea. Asociación de Profesores de la Universidad de Antioquia. Ciudad Universitaria. Bloque 22, oficina 107. Teléfono 2195360. Fax 2636106 • http//Asoprudea.udea.edu.co • La columna “Ágora” es responsabilidad de Asoprudea.

La elección de junta directiva de Asoprudea

JUNTA DIRECTIVA ASOPRUDEA Ya se han nombrado a

las y los delegados de la Asociación de Profesores de la Universidad de An-tioquia, se ha publicado

en prensa el llamado a la asamblea de delegados para el próximo miércoles 17 de julio al regreso del receso de mitad de año. Esta asamblea tiene entre sus tareas más apremiantes la discusión de la propuesta de reforma al esta-tuto vigente de la Asociación y en consecuencia al nombramiento de la nueva junta directiva.

Entre los puntos más relevan-tes de la propuesta de reforma al estatuto, que se está actualmente consultando con la Cámara de Comercio para su viabilidad jurídi-ca, se encuentra la ampliación del período de junta por dos años, solo un período de reelección, nueve dignatarios principales no catorce y la rotación de cargos directivos; la elección de junta se pretende electrónica para que sea la base asociada quien elija la junta de las planchas que se presenten, de allí la importancia de la asistencia de delegadas y delegados a la asam-blea general del 17 de julio, fecha en la que además se hace entrega del informe de la junta saliente, el balance anual, el informe financie-ro, jurídico, político y gremial dará cuenta de los logros y las limitacio-nes del último año.

En medio del análisis del proce-so de transformación que asumi-mos desde el principio como insti-tucional y como multiestamentario entendemos que el rol de la junta y de la Asociación es protagónico, articulador y potenciador de la acción colectiva de los estamentos mancomunados en la idea de hacer una transformación para garantizar y defender el proyecto universitario inscrito en lo público y en la ga-rantía y defensa de la educación como derecho. La transformación es sustancial, refunda el proyecto de universidad y el pacto universi-dad sociedad, desde la necesidad de la sociedad a la que se debe y sus prioridades no al servicio de intereses particulares del mer-cado, del empresarismo, del ex-tractivismo y la innovación de las locomotoras del gobierno Santos.

La formación del profe-sorado es un reto per-manente y la Asociación en ello tiene un papel crucial aglutinador, de liderazgo y conducción del trabajo colectivo en pos de la Universidad de Antioquia que queremos, defendemos y soñamos.

parte interesada; desde allí pue-de recuperarse la administración académica y la proyección desde todos los espacios de las unidades académicas y desde las estructuras centrales de la institución de la idea de educación pública con pro-yección social, cuyo hacer diario redunda en el fortalecimiento de la presencia de la Universidad en Antioquia y sus regiones.

Pensando además en la nece-sidad de cuidado y autocuidado es menester que la junta entrante continúe acompañando al profe-sorado en la defensa, la asesoría y la capacitación de los derechos laborales que tiene, en la denuncia de la vulneración de derechos del docente vinculado, ocasional y de cátedra. La búsqueda del cumpli-miento del debido proceso, la con-ciliación y amigable composición, la sanción formativa no punitiva y el resarcimiento del buen nombre del profesorado es una tarea diaria y permanente de la junta.

El trabajo gremial no es sencillo, es un noble y alto compromiso que dignifica nuestra labor en la Universidad y que no está exento de riesgos y prejuicios; la defensa de los derechos fundamentales, la voz crítica y la defensa de los ejes misionales de la institución tienen sus detractores; sabemos también de la carrera del individualismo, la indiferencia y hasta la ignorancia de muchos frente a su condición es-tamentaria, sus derechos y sus po-sibilidades, ello hace más noble la labor de un dignatario o dignataria de la junta. La formación del profe-sorado es un reto permanente y la Asociación en ello tiene un papel crucial aglutinador, de liderazgo y conducción del trabajo colectivo en pos de la Universidad de Antio-quia que queremos, defendemos y soñamos. Sea pues bienvenida la nueva junta, el camino es largo, lleno de altibajos y precisa deter-minación, amor por la institución, por la docencia y por la defensa de los intereses colectivos por enci-ma de los intereses particulares. Estimado profesor, profesora par-ticipe, postúlese, entérese y forme parte del nuevo equipo que va a liderar el trabajo de la Asociación para el próximo período.

El punto crucial por la defensa de la universidad pública y la dignificación del trabajo profesoral

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26Nº 622, UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIAMedellín, julio de 2013

Las universidades deben formar para contextos globales

¿Hay una verdadera apues-ta por la internacionalización de la educación superior en América Latina?

—Lamentablemente no. Exis-ten esfuerzos muy significativos y promisorios en algunos países, como es el caso de Colombia y Brasil, pero aún hace falta una acción concertada en el ámbito regional. Colombia ha puesto en marcha una interesante estra-tegia que involucra a entidades del gobierno y a instituciones de educación superior que, de man-tenerse y ampliarse, podría ser un interesante caso a considerar.

¿Qué instrumentos deberían dar las universidades a sus es-

Francisco Marmolejo es egresado de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, donde obtuvo una licenciatura en Administración Agropecuaria y una maestría en Administración.

tudiantes para desenvolverse en un mundo globalizado?

—Es necesario que las insti-tuciones de educación superior brinden a sus estudiantes la oportunidad de desarrollar sus habilidades desde una visión global; que impulsen un mayor y mejor dominio de un segundo idioma; que incorporen perspec-tivas globales en la mayoría de sus contenidos curriculares; que promuevan la educación en la tolerancia por la diversidad; que propicien programas de movilidad estudiantil y de profesores, y que realicen toda esta labor reiteran-do que lo global no tiene ningún sentido y relevancia en tanto no

Por LAURA GARCÍA RESTREPO

Formar a los jóvenes bajo una perspectiva global que se conecte con las realidades locales y esté permeada por un sentido de responsabilidad con la comunidad, es el principal reto que deben asumir las instituciones de educación superior de acuerdo con Francisco Marmolejo, coordinador de Educación Superior del Banco Mundial.

Fue el primero de su país México en ser seleccionado para servir como académico del Consejo Estadounidense de la Educación Superior; a partir de 1995 se desem-peñó como director ejecutivo y fundador del Consorcio para la Colaboración de la Educación Superior en América del Norte. Al Banco Mundial llegó hace ocho meses con el reto de trabajar por una mejor calidad y acceso a la educación universitaria.

En un artículo publicado el 13 de junio en El Universal de México, afirmó que Co-lombia es uno de los pocos casos en América Latina donde se han hecho esfuerzos significativos por el ingreso y permanencia de los jóvenes en la educación superior.

La Dirección de Relaciones Internacionales de la Universidad de Antioquia habló con Marmolejo sobre la importancia de la internacionalización de la educación superior y sobre la corresponsabilidad que debe existir entre estudiantes y univer-sidades a la hora de hablar de una verdadera formación con perspectiva global.

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po se conecte de manera efectiva con las realidades locales y con el sentido de responsabilidad frente a la comunidad que todos los egresados universitarios de-ben tener.

¿En qué campos deben in-novar las universidades para fortalecer la internacionali-zación?

—La internacional ización abarca prácticamente todos los campos del conocimiento. Cier-tamente existen disciplinas más proclives a ésta, pero las estra-tegias institucionales de crear un ‘ethos internacional’ solo en ciertos campos del conocimiento no son tan efectivas. La inter-nacionalización de la educación superior debe verse como una estrategia integral, transversal y no como un fin sino como un me-dio para el logro de la relevancia institucional.

¿Qué pueden hacer los es-tudiantes por su cuenta para convertirse en egresados y profesionales aptos para

desempeñarse en contextos globales?

—Tienen que contribuir con su parte de responsabilidad, ha-ciendo esfuerzos para lograr que sus profesores y las autoridades universitarias comprendan que el aprendizaje con una perspectiva global será clave para su éxito profesional futuro; pero también deben tomar con seriedad las oportunidades que ya existen en las instituciones en temas como aprendizaje de perspectivas glo-bales e idiomas. He visto muchos casos de instituciones en las que se hacen enormes esfuerzos para ofrecer, por ejemplo, cursos de dominio de segundo idioma a los que los estudiantes no asisten o lo hacen de mala gana. Lo mejor que pueden hacer los alumnos es despertar su curiosidad por seguir aprendiendo el resto de su vida y, por otra parte, aprender a ser ciudadanos productivos, compe-titivos y con un profundo sentido de responsabilidad con su comu-nidad y aquellos miembros de la misma que están desprotegidos”.

Becas Colciencias – Fulbright. Plazo máximo de aplicación: 19 de julio de 2013. Dirigidas a profesionales, académicos e investigadores colombianos para estudios de doctorado a partir de agosto de 2014 en universidades de Estados Unidos. Todas las áreas de estudio, con prioridad en energías alternativas, ahorro y uso eficiente de energía; ambiente y ecotecnología; agropecuarias, biotecnología, ciencias básicas, ingeniería y ciencias de la computación e información, nuevos materiales y nanotecnología, periodismo científico, política y gestión de ciencia, tecnología e innovación, vivienda y ciudades.

Servicio alemán de intercambio académico, DAAD. Plazo máximo de aplicación: depende del tipo de beca. En Colombia ofrece más de 25 programas de becas diferentes que cubren todos los niveles de educación superior y en general todos los ámbitos del mundo académico e investigativo.

Becas y programas internacionales del Icetex. Tiene una oferta permanente de becas y programas en el exterior que se pueden consultar en www.icetex.gov.co.

BECAS PARA ESTUDIAR EN EL EXTERIOR

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27Nº 622, UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIAMedellín, julio de 2013

Pregrado de Periodismo recibe acreditación

Delegación de la UdeA en la Universiada de Verano en Rusia

Por su rendimiento y logros deportivos durante el último año, principalmente en los Juegos Nacionales

Universitarios 2012, nueve es-tudiantes competirán en la 27o versión de la Universiada de Ve-rano en Kazán, Rusia. Ellos com-partirán con cerca de 9.000 per-sonas, entre estudiantes-atletas y funcionarios de 170 países que se darán cita, del 6 al 17 de julio de 2013, en las justas conocidas como los olímpicos universitarios.

Los participantes del mundo competirán en 16 disciplinas en el certamen organizado por la Federación Internacional de Deporte Universitario –FISU–.

Los desportistas nuestros estarán acompañados por tres entrenadores. Ellos son, en atletismo Jesús Antonio Herrera Castañeda (Licenciatura en Educación Física) y Jacob D`león Saldarriaga (Ingeniería Agropecuaria- Carmen de Viboral); en levantamiento de pesas Jaminton Mosquera Córdoba (Li-cenciatura en Educación Física – Turbo); en natación Daniel Alzate Cardona (Administración Servicios de Salud), Ana María Pérez Quintero (Contaduría), Stephanie Figueroa Ramírez (Medicina Veterinaria), María Sara Jaramillo Zuluaga (Administración de Empresas), Paola Andrea Jaramillo Zuluaga (Odontolo-gía), Evelyn Figueroa Ramírez (Ingeniería Ambiental). Los entrenadores son Mauricio Quiroz, Juan Carlos Moreno Ariza y Miguel Ángel Montoya Londoño.

Foto Daniela Ramírez Ozuna

La coherencia del pro-yecto educativo con la misión y visión insti-tucional, los recursos de apoyo académico y

laboratorios, el alto nivel de forma-ción de los docentes vinculados, la flexibilidad del plan curricular y la correspondencia entre la organización, administración y gestión del programa y los fines de la docencia, la investigación y la proyección social fueron algu-nos de los puntos que resaltaron los pares evaluadores del Consejo Nacional de Acreditación, CNA, y que a la postre determinaron que el ministerio de Educación Nacional le otorgara este año al pregrado de Periodismo, adscrito a la Facultad de Comunicaciones de la Universi-dad de Antioquia, la acreditación de alta calidad por cuatro años.

Los pares que visitaron la unidad académico administrativa en 2012 también destacaron las labores de educación continuada tales como los talleres de periodismo comunita-rio y el proyecto Periodismo de hoy realizado en convenio con el minis-terio de las TIC, que capacitó a más de 800 periodistas en todo el país.

Los evaluadores Jorge Arturo Salazar Manrique, de la Universidad Sergio Arboleda de Bogotá, y Álva-ro Rojas Guzmán, de la Universidad Javeriana de Cali, recomendaron como acciones mejoradoras del pregrado incrementar esfuerzos para desarrollar la investigación en el campo del periodismo, optimizar el uso de equipos tecnológicos, incrementar la planta docente, e incorporar en el plan curricular un componente más fuerte en nuevas tecnologías de la información, al igual que una mayor fundamenta-ción teórica en comunicación y en ciencias sociales y humanas.

Para la profesora Ximena Forero, quien lideró el proceso de autoeva-luación con miras a la acreditación

desde sus inicios en 2008, uno de los puntos más fuertes del pregra-do es el Sistema Informativo De La Urbe, reconocido como hilo con-ductor del programa que vincula la docencia, la investigación y la ex-tensión, que permite una relación directa con la comunidad y apoya el proceso enseñanza-aprendizaje del periodismo.

El estudiante de periodismo Juan David López opina que “es positivo que se acredite un pregrado que es relativamente nuevo, y que es el único de su naturaleza en el país”, pero también como oportunidad para evaluar y ajustar aspectos en los que los estudiantes no están conformes. “La acreditación no nos forma, el pregrado sí, y creemos

que podemos recibir una mejor formación”, manifestó.

El estudiante de séptimo semes-tre Camilo Castañeda expresó su preocupación porque los proble-mas académico-administrativos se olviden por la acreditación de alta calidad, tales como “la necesidad de una reforma al pensum pues el actual tiene una mirada muy técni-ca del periodismo y nos quedamos cortos en conocimientos teóricos, o el problema de la investigación, pues son pocos los espacios que tenemos ya que solo hay un semi-llero y un grupo de investigación”.

Además, Castañeda señala que el Sistema Informativo De la Urbe, que fue una de las fortalezas del pregrado a la hora de obtener la acreditación, ahora no cuenta con una sede digna.

Al respecto, la profesora Ximena Forero considera una contradicción que De La Urbe, como laboratorio desde 2008, haya contribuido a la acreditación y hoy los equipos y demás no dispongan de un espacio adecuado.

Ante esta problemática, el deca-no de la Facultad de Comunicacio-nes, Jaime Alberto Vélez, expresó en reunión con los estudiantes de periodismo que se está gestionan-do ubicar al Sistema en el bloque 28 por el momento.

Por CAROLINA SÁNCHEZ

Por DANIELA RAMÍREZ OZUNA

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28Nº 622, UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIAMedellín, julio de 2013

Un retrato de Tálaga

Cuando se le pregunta a Edier Tálaga por el transcurrir de su vida, sonríe y pide que se le aclare por cuál de las

dos. Según él, a partir de un hecho trágico en 1987 su vida se dividió en dos. Los recuerdos que le trae su memoria lo asaltan a menudo para mortificarlo, para recordarle quién era, para enseñarle a valorar quien ahora es, y paradójicamente, para servirle de inspiración en su segundo soplo de vida.

Buscando mejor porvenir, como muchas familias campesinas, la de Edier llegó desde un pueblo a col-mar los cerros de Medellín.

Asentaron un tugurio en una loma e improvisaron varios pretex-tos para sobrevivir en esas condi-ciones. Dos hijos entre seis y siete años fueron la razón principal para despertar la creatividad del padre quien, sin más remedio, terminó en la Plaza de Cisneros sentado en una caja de madera con trapo y betún en mano. Pronto sus hijos anduvieron calles abajo para acom-pañarlo cada uno con su caja de lustrabotas, sin reparos en que un niño de siete años nada tenía que ir a hacer entre meretrices, ebrios y trúhanes, asiduos habitantes de Guayaquil para esa época.

Por JUAN PABLO MUÑOZ PATIÑ[email protected]

Estudiaba en las mañanas y en las tardes trabajaba. El tiempo trajo otros cuatro hijos al hogar y las necesidades agudizaron. Así que Edier se rebuscó no solo con el betún sino que también vendió cigarrillos, legumbres e hizo cuanto mandado le solicitaron.

Hoy las imágenes recurrentes en la memoria de Edier son los fajos de billetes que veía a diario en cada mano, y tanta indigencia, robo, y comercio sexual; “abundaba el dinero”, dice, pero no para ellos, lo normal era almorzar una galleta con gaseosa. La desnutrición no se hizo esperar, así que dejaba o la escuela o el trabajo. Y se fue yendo así hasta la adolescencia donde finalmente careció de todo. La primaria, el bachillerato y la uni-versidad quedaron a la espera de los albures del destino. Hasta que en 1987 llegó la tragedia a quitarle todo y a darle la oportunidad de iniciar de nuevo, quién lo creyera.

Era domingo y la madre se iba a trabajar haciendo oficios de limpieza en casas de barrios bajos pero de estratos altos, así que pidió a Edier, quien contaba ya con 19 años de edad, preparar almuerzo para sus cuatro hermanos, y como Edier había trabajado en una coci-na, por qué negarse. El padre se

había marchado dos años antes, su hermano mayor dormía y de las hermanas, la casada, vivía a un par de cuadras de allí, las otras tres veían televisión.

Edier no recuerda nada más de ese 27 de septiembre de 1987. Pasado el mediodía cayeron 20 mil metros cúbicos de tierra sobre Villatina sepultando cerca de 70 viviendas. Allí perecieron más de 400 personas incluidos sus cua-tro hermanos y una semana más tarde, en el hospital y sin tener consciencia de lo ocurrido, nació de nuevo Edier Tálaga.

Han pasado más de 25 años, de los cuales Edier lleva casi veinte en la Universidad de Antioquia tra-bajando en servicios generales. A este protagonista de una historia de superación, la muerte dio espe-ra y al entender perfectamente la nueva oportunidad, recapituló la primaria, el bachillerato y está a punto de graduarse como Artista Plástico en el Instituto de Bellas Artes de Medellín.

Después de la tragedia su men-te no encontraba sosiego y solo lo halló en el pincel. Así que un día cualquiera empezó a pintar y ahora el Arte le ha traído sus más grandes satisfacciones. Toda su casa es un taller, cada pared ha

sabido bien albergar la recons-trucción de su vida dejando el testimonio alojado en los retablos.

Ha expuesto su obra en Cuba y España y tiene circulando mu-chas pinturas en cerca de ocho países, los cuales ha visitado buscando respuestas a sus pre-guntas existenciales.

Se le ha visto retratar tran-seúntes en La Plaza de la Revolu-ción, pintar una postal frente al Coliseo Romano, hacer bocetos en Jerusalem, y plasmar en sus papeles las características mito-lógicas que enmarcan la fachada del Museo del Prado.

Su obra es remanente de otra vida que a fuerza construyó su carácter. Del cual trata de escapar pero que naturalmente viene a mostrarle a través del arte cómo darles una vida propia a esos ecos que lo persiguen. Los rostros de esas mujerzuelas que le sonreían de niño, sus gemidos, sus grotescas carcajadas, las cajas de los niños lustrabotas, el sonido del conteo de billetes, el filo de los cuchillos y los gritos de los vendedores son su insumo para gastar las barras de óleo, no voluntariamente, porque los fantasmas de otras vidas no son herencias en litigio sino que son carceleros de una torre.

Foto Juan Pablo Muñoz Patiño

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29Nº 622, UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIAMedellín, julio de 2013

En la tertulia, en el café y en el aula, la voz clara de María Teresa Uribe sigue estando presente. Sus publicaciones y su

lucidez de pensamiento constitu-yen fuente obligada para entender lo que ella llama “las razones del lobo” —en alusión, quizá, a evitar polarizaciones e invocar la capaci-dad reflexiva para producir un sano debate—. Ahora, tras su retiro, en la tranquilidad de su casa reconoce que la Universidad de Antioquia significó un reto permanente desde el día en que se vinculó como profesora de sociología, a comienzos de los setenta, hasta su jubilación en 2004.

Cómodamente sentada frente a una mesa colmada de libros, pape-les y un computador, sus afirmacio-nes advierten caminos, mientras la luz de la tarde entra haciendo más acogedor el cuarto soportado en piso de madera, decorado con fo-tos familiares y detalles. Desde allí accedió a salir de la “clandestinidad de su estudio” para volver a decir, en voz alta, algunas cavilaciones necesarias en épocas de parloteo.

“Estar con la gente joven es una manera de estar siempre joven. Me

Por GISELA SOFÍA POSADA M.

“La Universidad debe mostrar el rumbo: María Teresa Uribe”

volví vieja cuando dejé la Universi-dad”, dice. La Universidad, ese espa-cio entrañable, le enseñó a entender lo que pasa, a discutir y escuchar las razones del otro. Su sueño ha sido que ese ambiente se extrapole a la sociedad; ese microcosmos de las di-ferencias —el resumen de las clases sociales, de las etnias, de los gru-pos—, donde es posible hablar de lo innombrable. Su reflexión, desde la perspectiva que da la distancia y el tiempo, refuerza la naturaleza que le es propia a la universidad pública: “el lugar en donde los diferentes se encuentran en condición de igualdad y lo único que rige la diferencia es el conocimiento”.

Ante la convicción de que esta sociedad tiene que contar con una universidad pública de prestigio y de que su privatización sería un “desastre ecológico”, María Tere-sa, como pocos, encarna, en su interpretación, el sentido pleno de universidad como una de sus más declaradas defensoras. “Si la universidad pública no se preserva, quedaría por fuera de la educación un sector muy importante de la sociedad: los sectores desprotegi-dos. La universidad pública es una condición de la democracia, sin ella la democracia falla por una de sus patas…la universidad pública

tiene la posibilidad de verdadera-mente ocuparse del conocimiento, no solamente de transmitir cono-cimiento, eso lo hacen todas las universidades, sino de crear cono-cimiento nuevo.”

En su batalla contra el aislamien-to, y en contraste con una sociedad aturdida por la información, a la universidad le es difícil llegar a la sociedad y, por lo general, lo hace con jergas académicas alejadas del ciudadano, que no logran in-fluir con opinión y pedagogía a la mayoría social, preocupada por la supervivencia. En ese dilema la profesora plantea que la universi-dad tiene que aprender a hablarle a la sociedad y que ésta debe aprender a oírla (aunque el déficit persista en ambos lados). “Generar opinión, una nueva palabra, una palabra distinta a lo que la gente está acostumbrada a oír a través de los noticieros, de los medios, de los políticos. La universidad debe aprender a hablarle a la sociedad, sin perder su carácter pedagógi-co. Tiene que aprender a llamar la atención, con la agresividad necesaria, para que las reflexiones no se queden en la universidad y sus orientaciones logren el eco que deberían. La universidad es la maestra y debe mostrar el rumbo”.

Verdad y no repeticiónEn momentos en que el país tran-

sita por un proceso de paz, desde su percepción el reto de los univer-sitarios es ayudar a comprender el drama que ha vivido esta sociedad y reconocer la hondura y dimen-sión de la tragedia de la guerra. “Hay que pasar por un proceso de verdad, que la gente recuerde para no repetir…hacer una pedagogía de la pluralidad, una pedagogía del respeto, de aceptarnos diferentes. A mí la cúpula de la guerrilla no me preocupa, porque mal que bien se acomoda, pero ¿qué hacer con los quince mil muchachos? La pregunta no es sólo qué hacer con ellos sino también qué hacer con la sociedad a donde regresan. ¡Ojo! yo no diría que perdón, diría aprender a respe-tar esa vida y a darle una oportuni-dad…un escenario de posconflicto que nos lleve a la no repetición. Eso no es de un día, ni de un año, ni de la vigencia de un gobierno, eso es de cincuenta años.” Y ante la pregunta: ¿Qué hacer con la memoria de los colombianos, de sus heridas abier-tas y de la condición de víctimas que reclaman los victimarios?, sus advertencias quedaron en el aire con un dejo, también, de pregunta: ¿Hasta dónde este país aguanta la verdad? ¿Hasta dónde van a aceptar la verdad las Farc que dicen que no hicieron nada? ¿Hasta dónde la va a aguantar la oligarquía de este país que está untada de sangre hasta los ñames? ¿Hasta dónde lo va a aguantar la iglesia católica?

Su talante y agudeza de pen-sadora de las ciencias sociales hizo que sus reflexiones fueran exigentes e inagotables como ejercicio que, en suma, deja una agenda ética impostergable para la universidad pública, llamada a encarar dicha agenda en los actua-les momentos. Volver a ella, como dice el profesor Fabio Giraldo, es “el arte de tejer y destejer ideas”. Aquello que en el libro de sus ami-gos, Las tramas de lo político, inicia diciendo: “La metáfora más her-mosa sobre el ejercicio de pensar y el arte del pensador, la elaboró Hannah Arendt al compararlos con el eterno trajín de Penélope quien «deshace cada mañana lo que acabó a la víspera»”.

En el caso de la profesora María Teresa Uribe de Hincapié se trata de la madurez de un pensamiento intelectual que es tejido y con-sistencia para bien de los demás con una prolífica existencia que se traduce en una sensibilidad hacia cosas cotidianas como confesar que el sonido que más le gusta es el de los pájaros que la despiertan todos los días, en la remembranza de esos sonidos de la naturaleza y del buen viento cuando silba en los cafetales, quizá en concordancia con el origen campesino del cual se siente orgullosa. Que la palabra que más le gusta es amistad y que todas las palabras le agradan, pero habría una que sacaría del diccionario y de la boca de los hombres: prohibir.

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Autora de libros como Nación, ciudadano y soberano (2001); Urabá: región o territorio (1992), y coautora de Las palabras de la guerra (2006); Cien años de prensa en Colombia, 1840-1940 (2002); Universidad de Antioquia. Historia y presencia. 1803-1999 (1999); Las raíces del poder regional: el caso antioqueño (1998); así como de innumerables publicaciones. Todo ello la han hecho merecedora de reconocimientos, pero sobre todo de que sus ideas y pensamientos, explícitos en sus textos y en su cátedra por más de treinta años de docencia en la Universidad, sigan vigentes, y que su preocupación por la historia, los desplazados, la violencia, la justicia y la paz siga siendo relevante.

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30Nº 622, UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIAMedellín, julio de 2013

Por EEFRÉN GIRALDO* Entre delirio y geometríaLa lectura, primeras

imágenes y fragmentosLa primera vez que tuve noticia

del problema de la ilustración fue cuando aprendí a leer en una vieja cartilla que mi madre usaba conmigo para suplir la ausencia forzosa de la escuela. Se trataba de la Cartilla Charry (creada en 1918 por uno de los antepasados del poeta Fernando Charry Lara, e impresa hasta 1982), un recurso que también ella había usado en el aprendizaje de sus primeras letras. Recuerdo vagamente el talante de sus ilustraciones, así como la espe-cial relación que se daba entre len-guaje e imagen, vínculo que, creo, ha condicionado mi apreciación de los dos universos semióticos que pone en confrontación este libro. Aunque nunca aprendí a hacer la letra cursiva prescrita en la cartilla (mi madre era particularmente moderna y funcionalista en esta materia), sí creo que me influyeron profundamente las frases, que hoy en día imagino como poemas, y las ilustraciones, que recreaban seres y conceptos en un ambiente del todo hiperbólico, favorecido por el color del papel. […] Así como algunos han aprendido el surrealismo de la naturaleza, yo lo conocí en esa

Un ensayo sobre el arte y la narración

Colección Premios Nacionales de Cultura Universidad de Antioquia • Extensión Cul-tural Universidad de Antioquia - Editorial Universidad de Antioquia • 2013

unión de lo diverso que hay en mu-chas obras maestras involuntarias de la gráfica popular. Aún me asalta una de las frases de la cartilla, más precisamente la que corresponde a la letra “l”, aquella según la cual “el alma no va a la tierra”.

Poco después, leí algunos de los primeros libros completos […] Quizás el primer libro que leí “entero” fue Zoro, el relato de Jairo Aníbal Niño que ganó el primer Premio Enka de Literatura Infantil. El ejemplar, hallado quién sabe dónde, tenía varias características: además de tener unas ilustraciones coloridas (que, después lo supe, eran de Enrique Grau), carecía de carátula y de algunas páginas, entre ellas algunas de las decoradas con imágenes. También, recuerdo que poseía una letra muy grande, im-presa en un papel brillante y denso que hacía pesadísimo el volumen, si tenemos en cuenta su extensión:

Otra expresión de la historia quirúrgica de Antioquia

“La combinación del cono-cimiento, el juicio racional y la actividad operatoria hace de la cirugía tal vez la más integral de todas las especialidades médicas. Produce satisfacción a quien la practica, y también fe-licidad, entendida, en el sentido aristotélico, como el ejercicio intelectual dentro del marco de la perfecta virtud, que es la excelencia en su aplicación y ejecución. La cirugía es un acto eminentemente humano, y como tal, es la expresión suprema del humanismo y del humanitarismo…”

Nada más preciso que estas palabras del reconocido médico cirujano José Félix Patiño para calificar la obra de un puñado de colegas que han querido traspasar su experiencia y conocimiento a las generaciones venideras y per-petuar el legado que ellos en su momento recibieron.

Las palabras se encuentran en el prólogo del libro Abdomen agudo, cuya segunda edición presentó la Editorial Universidad de Antioquia en mayo y registra el trabajo de 31 autores en once secciones: ayudas diagnósticas, pediatría, abdomen agudo inflamatorio en el adulto, abdo-men agudo hemorrágico en el adulto, abdomen agudo por perforación, abdomen agudo por obstrucción en el adulto, abdomen agudo de origen vascular en el adulto, obstetricia, geriatría, hemorragia gastrointestinal, abdomen agudo en situaciones especiales.

“Esta segunda edición ofrece una nueva segmentación temática por grupos etarios y estados específicos de los pacientes, de modo que el lec-tor encontrará capítulos dedicados al abdomen agudo en los niños, en el adulto, en la mujer embarazada, en el adulto mayor y en los pacientes con condiciones especiales, como los que padecen inmunodeficiencias, enfer-

unas escasas ochenta páginas en propalcote de noventa gramos con márgenes generosos.

[…] Supe nuevamente del libro en la universidad, cuando se volvió una obsesión volver a las reliquias de la infancia, y encontré un ejem-plar en la biblioteca pública. […] La robusta narración mantenía su poder intacto y permitía ver a un lector un poco más maduro la fuerza que tenía la invención de un autor singularmente dotado para la fantasía y la recreación literaria de un universo visual.

[…] En cierto sentido, tuvo que pasar mucho tiempo para que, es-tando obligado a apreciar los libros

de artista (esos objetos extraños que, además de contemplados, admiten ser leídos), recobrara el interés en las ediciones ilustradas, las mismas que empecé a coleccio-nar con avidez y, por qué no decirlo, con fortuna de anticuario. […]

Ahora, solo quiero hablar del interés que me han producido dos libros de ese género, escritos y a la vez iluminados (la palabra tiene resonancias cautivantes), cuyos autores practicaron la síntesis en dos momentos diferentes de la historia y nos legaron dos obras de arte visual y literario entre las más singulares que se hayan producido en formato editorial. El primer libro es Otro mundo, una pieza humorísti-ca compuesta, impresa y distribui-da por J. J. Grandville (1803-1847), un caricaturista francés que fracasó en su empeño de ser la figura más notable de la ilustración y la sátira política en la Francia de principios del siglo XIX, pero que pasó a la historia por haber hecho una de las más logradas críticas a la utopía y a las costumbres políticas de su época. El segundo es el famoso Codex Seraphinianus, un libro, ya hoy de culto, que se convirtió en uno de los más importantes sucesos editoriales en Italia a principios de la década de 1980, después de que su autor, el diseñador y arquitecto Luigi Serafini, lo hiciera llegar en un

medades comórbidas y quienes sufren infección intraabdominal”, observan los editores.

El editor académico Humberto Aristizábal Giraldo, sostiene que, en relación con la primera edición hace doce años, en la presente los inte-resados encuentran, además del conocimiento teórico básico clínico, los nuevos avances en la tecnología médica, en particular en imaginología, y la transformación de la cirugía abierta a la cirugía mínimamente invasiva en la mayoría de las patologías.

Aristizábal Giraldo, quien por más de treinta años sustentó la cátedra de cirugía en la Universidad de Antioquia, confía en que las nuevas generacio-nes de cirujanos continúen la labor de divulgación “para que no se pierda la historia quirúrgica y médica del profesorado de la Facultad de Medicina de la Universidad de Antioquia”.

Historia que, según el mismo Aristizábal, se remonta a las postrimerías del siglo dieciocho, cuando apenas se esbozaba la cirugía. Luego de la guerra de los Mil días, añade, retomaron las actividades médico-quirúrgicas las universidades de Antioquia, de Cartagena y Nacional, sede Bogotá. En nuestro medio, recuerda, “Juan Bautista Montoya y Flórez lidera la cirugía en Antioquia hasta 1937 cuando muere, y a partir de esa formación inicial se estructura la escuela quirúrgica de Antioquia”.

El también editor académico de la obra, Alejandro Múnera Duque, resalta que la actual edición, además de recoger la experiencia de los docentes jubilados y de los profesores que trabajan en el Hospital Universitario San Vicente Fundación y en la IPS Universitaria, está fortalecida tanto con pro-fesores nuevos de la sección de Cirugía como de cirujanos de la ciudad.

El profesor y ex jefe del Departamento de Cirugía observa que la patología quirúrgica es la misma, no así los descubrimientos en tecnologías diagnósticas y en terapéutica, que han facilitado pasar de la cirugía abierta a la cirugía de mínima invasión, así como a las ayudas diagnósticas y a los drenajes por pulsión, “que permiten resolver muchas de las enfermedades que otrora fueron clasificadas como patologías mortales y ahora se pueden sacar adelante y salvar muchas vidas”.

Múnera Duque señala que el texto pretende que cualquier persona pueda entender la problemática, y no solo los estudiantes, los internos, los médicos graduados, residentes y cirujanos en formación.

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31Nº 622, UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIAMedellín, julio de 2013

*Ganador en 2012 del Premio Nacional de Literatura, modalidad ensayo

paquete anónimo al editor Franco Maria Ricci, quien, como cuenta Alberto Manguel en su Historia de la lectura, lo editó “honorablemente” con un prólogo más que entusiasta de Italo Calvino […].

Los vínculos de Grandville y Serafini con las artes literarias y visuales son, si se quiere, des-concertantes. El primero no solo gozó de un éxito desigual con sus proyectos editoriales, sino que también padeció el infortunio de haber practicado formas artísticas “menores” como la caricatura y el grabado y elegido como plata-forma para sus publicaciones la tribuna siempre efímera e ingrata del periódico. El mismo Baudelaire, quien era un crítico de arte poco benévolo, juzgó “bastarda” su obra y la trató de manera despiadada, en una actitud muy parecida a la que tuvo hacia la fotografía, a la cual juzgaba solo como curiosidad de feria. Serafini, por su parte, expu-so algunas obras en el género de la instalación contemporánea, la verdad sea dicha, de poca impor-tancia y, aunque produjo algunos diseños y piezas arquitectónicas que hoy se conocen en el mundo especializado, lo recordamos sobre todo por su delirante libro, que ha alimentado la imaginación de muchos a lo largo de las últimas décadas, desde el mismo Calvino hasta el coreógrafo Philippe De-couflé, quien hizo a partir de él varias obras para danza. Serafini hizo otros libros ilustrados, pero es sin duda el Codex (escrito en un idioma desconocido y sin firma) el que más se recuerda hoy en día.

Una consonancia adicional en-tre Grandville y Serafini es la rara virtud de haber conciliado la más delirante fantasía con una organi-zación perfectamente racional de sus contenidos. O, por lo menos, eso es lo que aparentan ser el Codex y Otro mundo, monumentos al absurdo que destilan una extra-ña e incomprensible voluntad de orden y equilibrio. Este ensayo, que cierra la incursión por las re-laciones estéticas entre imagen y palabra, busca llevar a un término probable la dicotomía establecida por el delirio y la geometría de Saer, aplicándola a la comprensión de un par de proyectos donde el orden y el desorden sirven, al-ternativamente, para convertir al lector-espectador en juguete de la fantasía y la imaginación. Son, ade-más, si se quiere, consumaciones surrealistas en tiempos diferentes a los del surrealismo histórico que todos conocemos. Logros de una especie de intraducibilidad radical que hay entre los dos sistemas visuales y verbales.

(“La palabra sobre la imagen. Un monólogo sobre libros ilustrados” —Fragmento—)

Cotidianidad: signos y abismos

Como parte de los certámentes pro-gramados para celebrar los docientos años de independencia de Antioquia y los doscientos diez años de la Uni-versidad de Antioquia, el martes 6 de

agosto de 2013, en el Paraninfo de la Universidad de Antioquia, a partir de las 9:00 de la mañana, se cumplirá una programación académica y cultural bajo el nombre Cotidianidad: signos y abismos, e incluye las intervenciones de los académicos y escritores Patricia Londoño Vega (“Ser niño en Colombia, 1760-1960”), Jorge Mario Betancur y Jorge Giraldo (“Crímenes y delitos en Antioquia”) y Darío Ruiz Gómez y Óscar Hincapié (“Dos representantes de la literatura regional: Tomás Carrasquilla y Manuel Mejía Vallejo”).

El conversatorio es coorganizado por las diez universidades antioqueñas que confluyen en el proyecto Colección Bicentenario de Antioquia, que ya superó más de la mitad de los títulos propuestos, en total cien.

La colección Desde 2009, en un esfuerzo conjunto por

parte de diez universidades antioqueñas, se ha venido publicando la Colección Bicentenario de Antioquia, una muestra selecta de textos fundamentales de y sobre el Departamento que aspira a llegar a su número cien.

Como lo señala su gestor y principal promotor, el rector de la Universidad Eafit, Juan Luis Mejía, “nos propusimos hacer un proyecto colaborativo para hacer una colección con la cual rescatáramos textos fundamentales de la región; bien fuera escri-tos por autores antioqueños, o por otros autores sobre el Departamento. Creíamos que era desde la academia desde donde mejor se podían conme-morar estos doscientos años de independencia; y a medida que se ha ido desarrollando el proyecto, hemos tenido unos subproductos muy interesantes. Uno, por primera vez nos poníamos de acuerdo todas las editoriales universitarias de la ciudad en un proyecto conjunto, sin perder las identidades propias, demostrando que, si nos asociamos, po-demos adelantar programas de mayor alcance […] El otro impacto interesante que tenemos es que la colección llega a todas las bibliotecas públicas del Departamento. Allí, los estudiantes tendrán la opor-tunidad de conocer el devenir de esta sociedad”.

A la fecha son ya sesenta títulos de diversos au-tores, temas y géneros los publicados y entregados

Por DORIS AGUIRRE

a los lectores, gracias al esfuerzo de los fondos editoriales de las universidades Eafit, Corporación Universitaria Lasallista, Universidad Pontificia Bolivariana, Universidad de Antioquia, Institución Universitaria ITM, Universidad CES, Universidad Nacional de Colombia —Sede Medellín—, Escuela de Ingeniería de Antioquia, Universidad Autónoma Latinoamericana y Universidad Medellín.

Algunos de los autores publicados son: Juan José Botero, Epifanio Mejía, Eladio Gónima, Fran-cisco de Paula Rendón, J. J. Molina, Emiro Kastos, Francisco Duque Ramírez, Emilio Robledo, Gil J. Gil, Benjamín Pardo Londoño, Andrés Posada Arango, Manuel Baena, Horacio Marino y Melitón Rodríguez, Marco Fidel Suárez, Arturo Escobar Uribe, Alejandro López, José María Bravo Betan-cur, Gonzalo Arango, Baldomero Sanín Cano, Edgardo Pérez Morales, Isidoro Silva, Alonso Restrepo, María Martínez de Nisser, Juan de Dios Uribe, César Uribe Piedrahita, Néstor Suárez Al-zate, Elkin Obregón y Manuel Uribe Ángel.

Lo que vieneEn desarrollo de la celebración de las dos

efemérides, en agosto también se cumplirá la Gran Feria de Antioquia, del 7 al 11, en Plaza Mayor, Palacio de Exposiciones, en donde la Universidad hará presencia en este gran evento de ciudad y región, con los resultados de su gestión social y los aportes más significativos en la trans-formación de la sociedad. En este espacio, se exhibirá la Colección “Crónicas de la Expedición Antioquia” que contiene la reseña de algunas de las principales investigaciones realizadas con la participación de profesores de la Institución. Y la conferencia El desarrollo económico de Colombia y la contribución de Antioquia. Conferencista: José Antonio Ocampo, exministro, exsecretario ejecutivo de la CEPAL y en la actualidad profesor de Columbia University – Estados Unidos. En este acto se hará entrega de la reedición del tex-to “Origen de la Universidad” de la historiadora María Teresa Uribe de Hincapié.

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32Nº 622, UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIAMedellín, julio de 2013

Rayuela, la novela de Julio Cortázar (1914-1984) publicada en Argen-tina por la Editorial Suramericana en 1963,

cumplió cincuenta años el 28 de junio. Experimental, juguetona, po-lítica, irreverente, poética, mordaz, cruel, amorosa, entrañable, a tono perfectamente con los tiempos que corrían, rompió los esquemas y la manera de narrar, sobre todo en la literatura latinoamericana. Despuntaban, con Cortázar, Carlos Fuentes, García Márquez y Vargas Llosa, que no fueron los únicos en importancia literaria de ese momen-to (estaban también Borges, Rulfo y Onetti, entre otros), pero fue a ellos sobre todo a quienes la industria editorial, para bien a para mal, agrupó bajo el nombre de boom lati-noamericano en los años sesenta y setenta, y en adelante, por muchos años, no se habló, en literatura, de otra cosa que de sus autores, de sus nuevos libros, de sus premios y de sus andanzas por Europa, para ese entonces rendida a sus pies.

Después de Rayuela, Cortázar se hizo un autor entrañable para muchísimos lectores en el mundo que descubrieron, además, al gran cuentista que era el argentino, quien había comenzado a publicar libros de relatos (Bestiario, Final del juego, Las armas secretas) aun antes de su famosa novela, pero tam-bién al magistral traductor de las Narraciones extraordinarias (del inglés) de Edgar Allan Poe y, andando el tiempo, de Memorias de Adriano (del francés) de Marguerite Yourcenar. Cortázar es autor, además, de li-bros sin género maravillosos como La vuelta al día en ochenta mundos, Último round o Los autonautas de la cosmopista, y libros llenos de humor e ironía como Historias de cronopios y de famas y El libro de Manuel, además, claro, de otras novelas, libros de poemas, y nuevos libros sin género.

Cincuenta años después, Rayuela continúa inquietando el mundo de la literatura, sobre todo porque ella, como debe ser cuando hablamos de verdaderas novelas, se parece a la vida (“una novela es una cosa viva”, dijo Henry James). O la vida continúa pareciéndose al complejo entramado de circunstancias y per-sonajes plasmados por Cortázar en un libro donde el amor, la libertad, las ideas, la ciudad, la música, los conflictos, la noche, los amigos y la muerte son mucho más que más de setecientas páginas llenas de palabras. Sus personajes, la Maga

Cincuenta años de Rayuela

y Horacio Oliveira (pero también Traveler y Talita y todo el Club de la Serpiente), siguen latentes, en-trañables, en los lectores que han venido a lo largo de los años. Aun-que hayan cambiado los tiempos y también la literatura se escriba hoy de manera distinta, el arte y la poesía de Rayuela la conservan con la vitalidad, no de un recuer-do, sino de aquello que la realidad necesita para no ser un fósil, para no ser las aguas estancadas que a veces parece (y en nuestra realidad sabemos a ciencia cierta por qué lo decimos). Roberto Bolaño (Chile), autor casi de culto hoy en el mundo

hispanoamericano, que mandó le-jos toda la literatura anquilosada y promovida por el marketing, admi-tió que “decir que estoy en deuda permanente con la obra de Borges y de Cortázar es una obviedad”.

En las bibliotecas de Medellín es casi imposible conseguir un ejemplar disponible de Rayuela (en la de la Universidad de Antioquia hay doce, prestados por estos días), e igual ocurre en las librerías. A algunos despistados, como a mí, se la han sustraído de sus casas. Porque “es una cosa viva”. Porque avivó años turbulentos de política y de poesía y de amores sin permiso

en tiempos en los cuales el poder se hizo una especie de caricatura, una especie de estorbo para vivir.

Al lado de otras obras de mag-nífica literatura y de un arte que no entendía de fórmulas ni de límites establecidos, Rayuela fue como un talismán, una señal de buena suerte, un conjuro para los días aburridos. Y nos alcanzó a los que llegamos después. Y les alcanza a los que llegan hoy. Porque es una cosa viva llena de lenguaje. Rayuela nos enseñó para siempre, sin lugar a dudas, que la poesía y el humor son el mejor antídoto contra la estupidez de todos los tiempos.

Por LUIS GERMÁN SIERRA J.Fo

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