Pepita empaca - Pearson · Estoy aquí para darle este recado de mi mamá. No me voy a despedir....

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por Ofelia Dumas Lachtman ilustrado por Alex Pardo DeLange Pepita empaca 28 La ficción realista cuenta sucesos inventados que podrían ocurrir en la vida real. El siguiente cuento es sobre Pepita, una niña que tiene que mudarse de casa. L i r Pregunta de la semana ¿Cómo nos apoyan las cosas y personas conocidas cuando hay cambios en nuestra vida?

Transcript of Pepita empaca - Pearson · Estoy aquí para darle este recado de mi mamá. No me voy a despedir....

  • por Ofelia Dumas Lachtmanilustrado por Alex Pardo DeLange

    Pepita empaca

    28

    La ficción realista cuenta sucesos inventados que podrían ocurrir en la vida real. El siguiente cuento es sobre Pepita, una niña que tiene que mudarse de casa.

    Lir

    Pregunta de la semana

    ¿Cómo nos apoyan las cosas y personas conocidas cuando hay cambios en nuestra vida?

  • ¿Qué le gustaba a Pepita de su vecindario? Ideas importantes

    Q é l t b

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    A Pepita le gustaba la calle en que vivía.Le gustaba que la tienda de abarrotes de

    la esquina del señor Hobbs estuviera al final de la cuadra. Le gustaba que la tortillería estuviera pegada a la tienda.

    Le gustaba que en la mitad de la cuadra viviera tía Rosa con su tintineante piano, sus pájaros y Gordo, su gran gato.

    Sobre todo le gustaba que su mejor amiga, Sonya, viviera en la casa de al lado.

    ¿Por qué hay un camión amarillo frente a la casa de Pepita? ¿Por qué el camión es grande? Predecir y establecer propósitos

    h

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    Lo que a Pepita no le gustó hoy fue el gran camión amarillo de mudanza estacionado frente a su casa.

    A Pepita no le gustaba mudarse de allí. Especialmente no le gustaba tener que despedirse de sus amigos.

    —Pepita —la llamó mamá—, ¿ya están empacados tus juguetes?

    —Aún no, mamá. ¿Puedo esperar un poquito?

    —Pepita, Pepita —dijo mamá suspirando—. Está bien, pero antes de que termines de empacar, por favor, ve a la tienda de abarrotes por pan. De regreso, entrégale esta nota a tía Rosa.

  • El cuento es sobre una niña que se muda. ¿Qué sabes sobre mudanzas? ¿Alguna vez te has mudado de casa? Conocimientos previos

    El t b

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    La campanita de la puerta del señor Hobbs tintineó cuando Pepita la abrió.

    —Bien, Pepita —le dijo el señor Hobbs—, ¿viniste a despedirte?

    —No, señor Hobbs. Vine a comprar pan integral para sándwiches. No me voy a despedir. Jamás. “Adiós” no es una palabra agradable porque me hace llorar.

    —Bien, entonces digamos “Nos veremos” —dijo el señor Hobbs.

    —Supongo que nos veremos, señor Hobbs —dijo despacio.

    ¿Por qué a Pepita no le gusta despedirse de sus vecinos? Preguntar

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    Las dos señoras de la tortillería estaban ocupadas haciendo tortillas y cociéndolas en el comal. Cuando vieron a Pepita asomarse por la puerta abierta, le dijeron: —Hola, Pepita. ¿Viniste a despedirte?

    —No, señoras. Estoy aquí para oler el rico aroma de las tortillas. No me voy a despedir. Jamás. “Adiós” no es una palabra agradable porque me hace llorar.

  • ¿Está Pepita triste o contenta al despedirse de las dos señoras de la tortillería? Ideas importantes

    E tá P it t i t

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    —Bueno —dijo la primera señora—, es normal que los chicos lloren cuando se despiden.

    —Pues bien —dijo la segunda señora—, digamos “Vaya con Dios”.

    —Vayan con Dios, señoras —dijo Pepita con una vocecita suave.

    Tía Rosa estaba sentada con Gordo enroscado a sus pies. Cuando vio a Pepita, le dijo: —Pepita, ¿viniste a despedirte?

    —No, tía Rosa. Estoy aquí para darle este recado de mi mamá. No me voy a despedir. Jamás. “Adiós” no es una palabra agradable porque me hace llorar.

    ¿Por qué Pepita se está despidiendo de sus vecinos? Preguntar

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    —Ya veo —dijo tía Rosa—. Entonces digamos “Hasta mañana”.

    —Hasta mañana, tía Rosa —dijo Pepita—. Supongo que sí.

    Cuando regresó a casa, mamá le dijo: —Sonya vino a verte. Quería despedirse.

    —Ya sé —susurró Pepita y se dio la vuelta.

    —Te puedes despedir de ella más tarde —dijo mamá—. Ahora quiero que termines de empacar tus juguetes.

  • ¿Qué preparativos son necesarios cuando alguien se va a mudar? Ideas importantes

    Q é ti

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    —Está bien —dijo Pepita, pero cuando llegó a su puerta se quedó quieta. Casi todo había desaparecido. Lo único que quedaba en medio del cuarto era una caja que decía: “Juguetes de Pepita”. Dora, su muñeca de trapo, estaba apoyada pacientemente en la caja.

    —¿Sabes qué, Dora? —le dijo—. Sentémonos. Si nunca empaco, tal vez no nos tengamos que marchar.

    La brillante sonrisa bordada de Dora parecía crecer. Permanecieron sentadas.

    ¿Por qué se usan muchas cajas en una mudanza? Preguntar

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    Pepita escuchó los sonidos que venían del resto de la casa: los señores de la mudanza cargando cajas, mamá preparando sándwiches, su hermano Juan cargando sus cosas y su perro Lobo ladrando mientras entraba y salía de la casa. Entonces escuchó a papá.

    —Pepita —llamó papá desde el otro lado de la puerta—, vengo por tu caja. —Abrió la puerta despacio—. ¿Qué pasa, Pepita? No has hecho nada y ya casi estamos listos para salir.

    —¿Tengo que ir?—Sí —dijo papá tranquilamente—,

    todos tenemos que ir. Pensé que te gustaba la casa nueva.

  • ¿Estarán cansados Pepita y su familia después que se hayan mudado? Predecir y establecer propósitos

    E t á d

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    —Sí, sí me gusta —dijo Pepita—. Pero si nos vamos, tengo que despedirme, y no quiero decir adiós.

    —¿Por qué? —preguntó papá.—“Adiós” no es una palabra agradable

    porque me hace llorar.—Ya veo —dijo papá—. Pero a veces

    es importante llorar cuando te despides.—Tal vez es así —dijo Pepita,

    asintiendo con la cabeza—. Pero no para mí.

    ¿Qué detalles de la ilustración te dicen que se prepara una mudanza? ¿Por qué? Verificar y aclarar

    d ll d l

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    —Pepita —dijo papá—, no te puedes ir sin despedirte de tus amigos.

    —Claro que sí, papá. El señor Hobbs y yo nos dijimos “Nos veremos”. Las señoras que hacen tortillas y yo nos dijimos “Vaya con Dios”. Tía Rosa y yo nos dijimos “Hasta mañana”. ¿Ves que no tuve que llorar?

    —Ya —dijo papá, asintiendo—. ¿Y qué se dijeron tú y Sonya?

    —Nada —Pepita murmuró y se dio la vuelta.

    —Bien, cuando termines de empacar, y antes de que nos marchemos, debes despedirte de Sonya.

  • ¿Por qué Pepita no se ha despedido de su mejor amiga Sonya? Preguntar

    P é P it

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    Sonya estaba esperando en la cerca cuando Pepita y su familia cerraron la puerta de su casa por última vez.

    —Adiós, Pepita —Sonya gritó y empezó a llorar.

    Pepita corrió hacia ella. —Por favor, no llores. Te vas a mojar el vestido. Sonya, hoy aprendí que no tenemos que decir “Adiós”. Podemos decir “Hasta luego”.

    Pero lágrimas empezaron a correr por las mejillas de Pepita. —Tengo que despedirme, Sonya. Hasta luego, te voy a extrañar.

    ¿Qué sucede en este cuento? ¿Por qué Pepita no dice “Adiós” al despedirse de sus vecinos? Resumir

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    Atravesaron la ciudad y papá estacionó el auto en la casa nueva. A dos casas, Pepita vio un anuncio que decía: “Limonada, 25 centavos”. Al bajar del auto Pepita escuchó una voz amigable.

    —Hola, ¿quieres una limonada? —dijo una niña.

    —Sí —Pepita respondió con Dora colgando de su mano—. Hola, me llamo Pepita, ¿cómo te llamas?

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