Pelayo El Rey Inverosímil

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Los orígenes de la monarquía Astur-Leonesa (1)Pelayo, el Rey inverosímilAutores: Jorge Rivas LópezLocalización: Argutorio: revista de la Asociación Cultural "Monte Irago", ISSN 1575-801X, Año 3, Nº. 8, 2002, págs. 4-6Idioma: españolTexto completo (pdf)

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  • 4/ARGUTORIO 1er SEMESTRE 2002

    Los hechos que dan origen a la mo-narqua astur-leonesa son oscuros y sedesdibujan entre leyendas y mitos. Unoshechos en apariencia sencillos de expli-car y que probablemente no hubieran te-nido jams influencia alguna en el deve-nir histr ico fueron a poster ior imagnificados con leyendas y exageracio-nes hasta sobrepasar los lmites de supropio alcance. En todo caso, los orge-nes de la monarqua astur-leonesa estnntimamente identificados con Pelayo yCovadonga, convertidos ms tarde ensmbolos de la resistencia cristiana fren-te a la invasin musulmana.

    Segn los testimonios de las crnicasmedievales, cristianas y musulmanas, yguindonos, en lo fundamental, por la re-construccin de los hechos realizada porClaudio Snchez-Albornoz, comenzamosnuestro relato en los das en que Egicaera rey de los godos con capital enToledo.

    En 687, Egica es ungido en Toledocomo rey de los godos. La CrnicaMozrabe dice de l que persigui a losgodos con amargas muertes. Entre losfuncionarios de palacio encontramos aFfila, duque de Cantabria y padre dePelayo, el cual cay en desgracia y fuedesterrado a Tuy - aunque se ignora elmotivo-. En 700, asocia a su hijo Vitiza altrono y le nombra soberano, pasando stea ocupar la gobernacin de Galicia consede en Tuy. All tuvo un gravsimo en-frentamiento con Ffila, a causa de laesposa - cabe cualquier interpretacinen estas palabras- a quien mata golpen-dole en la cabeza1 .

    En 702 muere Egica y Vitiza pasa aocupar el trono de Toledo. La CrnicaMozrabe lo describe como un hombrebenvolo que hizo llamar a aquellos quesu padre habla desterrado, les devolvisus propiedades y sus esclavos, quempblicamente las declaraciones de deu-da al Tesoro, que Egica les habla obliga-do a firmar, y les devolvi sus cargos

    palatinos. Cabe suponer que la amnistabenefici tambin a los descendientes delos desterrados quienes por las ordenan-zas del XVI concilio de Toledo no podanocupar cargos palatinos. As, segn noscuenta la Crnica Rotense, vemos aPelayo llegar a la corte toledana de Vitizapara ocupar el cargo de espatario2 .Esto debi durar poco ya que, segn laAlbeldense, Pelayo fue expulsado de lacorte por Vitiza y su rastro se pierde, ca-do en desgracia al igual que su padre.

    Vitiza deseaba a su vez que uno de sushijos, Agila, le sucediera en el trono ycomo paso previo lo nombr dux de laprovincia del Nordeste -Tarraconense-.En 710 muere Vitiza y Agila es nombradoheredero. Sin embargo, Ia oposicin aris-tocrtica y los funcionarios palatinos eli-gieron como rey a Rodrigo, duque de laBtica; esto desencaden la guerra civilentre los dos bandos3 .

    Jorge Rivas

    ORGENES DE LA MONARQUA ASTUR-LEONESA (1)PELAYO, EL REY INVEROSMIL

    El reino asturiano presenta un conjunto de problemas relativos a datos fcticos e historiogrficos exclusivamente suyos. Losautores cristianos latinos que escriben en el centro o el sur de la pennsula a mediados del siglo VIII no hacen mencin alguna a suscorreligionarios del norte, y no es de extraarse que el trato concedido al reino en las fuente rabes sea de alcance limitado y decarcter fuertemente partidista. Por todo ello, las breves crnicas escritas en Asturias a fines del siglo IX son la principal, y en muchoscasos la nica, fuente de informacin para la historia de este reino cristiano. As describe ROGER COLLINS en su libro La conquistarabe. 710-797 (Editorial Crtica, Barcelona, 1991) el panorama que se le presenta al estudioso que desea investigar los orgenesdel reino asturiano. Por si esto fuera poco, la informacin contenida en las dos crnicas, la llamada Crnica de Albelda y la conocidacomo Crnica de Alfonso III, es relativamente escasa, aunque la rebelin y la batalla victoriosa librada contra los rabes enCovadonga ocupen una cantidad desproporcionada del espacio asignado a los sucesos del siglo VIII; algo bastante lgico si tenemosen cuenta que el linaje dominante de los reyes de Asturias hacia remontar sus antepasados hasta Pelayo, por lo que la justificacinideolgica de su dominacin haba que buscarla en este personaje. Adems, la perspectiva de estas crnicas es de la de su propiotiempo, y nos dicen ms sobre las percepciones del siglo IX que sobre las realidades del VIII.

    A pesar de este panorama tan desalentador, Jorge Rivas, habitual colaborador de esta revista, se anima en el artculo que sigue(que tendr su continuacin en el prximo nmero), a intentar una reconstruccin de los hechos acaecidos en los aos previos a labatalla de Covadonga, basada principalmente en la que realiza Claudio Snchez-Albornoz en su ya clsica obra Los orgenes de lanacin espaola: el reino de Asturias, 3 vols., Oviedo, 1972-1975.

    La figura de Pelayo, as como la histo-ria de los orgenes de la Reconquista,aparecen envueltos en tinieblas tanespesas que es muy difcil, casi imposi-ble, sacar a la luz la parte de verdadque pueda haber en el fondo de lasconfusas fbulas y leyendas de los cro-nistas musulmanes y cristianos.

    CLAUDIO S`NCHEZ-ALBORNOZ

    1 Snchez -Albornoz nos cuenta que Ffila era digna-

    tario de la corte del rey Egica. Fue vctima de la cle-ra de Vitiza, hijo del rey, quien, en Tuy, a causa de laesposa -qadam occasione uxoris- le golpe la cabe-za causndole la muerte. Por su parte, IgnacioBertrand Bertrand nos informa que el rey godo Egicaasoci a su hijo Vitiza al trono cuatro (?) aos antesde morir y le dio la gobernacin de Galicia, con resi-dencia en Tuy donde se enfrent con el duque deCantabria, Favila, a quien parece ser que ordena sa-car los ojos - pena que se aplicaba a la traicin- o lomand matar de un golpe de clava a orillas del rorbigo en Len - quizs en su viaje de huida de Tuy aCantabria, a fin de evitar la clera del rey -.

    2 GIL FERNNDEZ, Crnicas Asturianas. El cargo de

    espatario parece ser el de un componente del squi-to militar del rey con atribuciones en los servicios deseguridad. Menndez Pidal opina que el espatario erael jefe de la guardia real.

    3 Tradicionalmente entre los godos la monarqua era

    electiva y no hereditaria. Los pares de la aristocraciaelegan nuevo rey a la muerte del anterior. El motivopara la guerra civil pudo ser, entre otros, el quebran-tamiento del principio de elegibilidad: Agila no podaser rey slo por ser hijo de Vitiza; necesitaba ser ele-gido. La Crnica Mozrabe nos dice, sin embargo,que el trono fue ilegalmente usurpado por Rodrigo ainstancias del Senado.

  • 1er SEMESTRE 2002 ARGUTORIO/5

    Llegada la primavera de 711, Rodrigose encuentra en el Norte ocupado en dis-putas con los vascones. Esto es aprove-chado por los herederos de Vitiza parallamar en su apoyo a los guerreros mu-sulmanes que en ese momento ya hablanconseguido llegar a la costa africana delEstrecho. El Gobernador musulmn delNorte de frica, Musa ibn Nusair, enva asu general Tariq al otra lado del Estrechoal mando de un reducido ejrcito. Nadams pisar la Pennsula, Tariq acampa enlo que hoy es Algeciras y all sele unen las fuerzas de los here-deros de Vitiza. Rpidamente ini-cia la marcha haca el Norte.

    Cuando le notificaron la inva-sin, Rodrigo se puso en marchacon su ejrcito, hacia el sur. Enel Wadi lakkah de los gegrafosrabes - Guadalete, el valle delro Sarbate - tiene lugar en juliode ese mismo ao el choque en-tre el cuerpo de desembarco ylas tropas del rey Rodrigo. Du-rante la batalla que dur sietedas, el ejrcito de Rodrigo su-fri enormes prdidas. No sabe-mos que fue de Rodrigo tras laaplastante derrota: o bien seahog, o bien huy, desapare-ciendo.

    En todo caso, Tariq no tarden continuar su marcha hacia elnorte. Esta victoria derrumb laorganizacin central del reinovisigodo que se vino abajo comoun castillo de naipes. Tariq com-prendi rpidamente queHispania se abra ante l y se di-rigi a la capital visigoda, Toledo.Desde Jan lleg a Toledo sinmucha oposicin y encontr laciudad desierta, obteniendo unenorme botn; all se establecipara pasar el invierno.

    Un ao despus de Guadalete, en ju-lio de 712, es el propio Musa quien des-embarca en la Pennsula dirigindose ala conquista de Sevilla y posteriormentehacia el norte siguiendo el curso del roGuadiana para dar batalla a un fuertereagrupamiento de godos. stos se vie-ron obligados a refugiarse en Mrida don-de hicieron frente a los musulmanes hastajunio de 713. Tras el invierno de 713, tresgrandes columnas militares con sedes enAstorga - al mando de Tariq-, Aragn -Fortn- y Zaragoza -Musa-, componen elgrueso del ejrcito y facilitan la plena in-tegracin del territorio. As, en 714 caenla Tarraconense y el valle del Ebro en po-

    der de los musulmanes, que llegan msall de los Pirineos. Ya en el Rdano en-cuentran una fuerte oposicin y retroce-den hasta el extremo Noroeste de la Pe-nnsula, conquistando Len y Galicia yobligando a sus ltimos adversariosgodos a refugiarse en Asturias.

    A continuacin, Musa penetra en lasAsturias transmontanas, probablementepor la antigua calzada romana que unaLen con Gijn - la Jejone a Gegione

    maritima romana -. Segn Ibn al-Athir,Musa lleg a Lukk4 , la cual destruy, alas riberas del Ocano y a la Pea dePelayo - Belay, el rum -. AI-Maqqari nosinforma que Musa se apoder de Gijn yla convirti en cabeza del nuevo territo-rio. All, un enviado del Califa le oblig avolver a Damasco por lo que Musa nom-br val -gobernador- al bereber Otmanben Neza, el Munuza de las crnicas cris-tianas, compaero de Tariq, del cualdice la Albeldense, coincidiendo con la

    Rotense, que cumpla en la ciudad deGijn las rdenes de los sarracenos so-bre los astures.

    Qu fue de Pelayo durante el trans-curso de estos hechos? Las noticias sonconfusas y hasta cierto punto contradic-torias. Por un lado, la Albeldense nos diceque Pelayo fue expulsado de la corte porVitiza y se encontraba en Asturias antesde la invasin musulmana. Por su parte,la Rotense nos cuenta que cuandoRodrigo se ci la corona, Pelayo reco-br su puesto de espatario en el palacio.

    Posteriormente huy a Ios mon-tes tras la conquista musulma-na. An ms, la Sebastin aludeexpresamente a la huida haciaFrancia y Asturias de los super-vivientes de Guadalete.

    Arruinado el reino godo - nosdice Snchez-Albornoz-, comoquiera que fuese, Pelayo marchcon su familia al norte. Uno msentre los restos del naufragiovisigodo: civiles desplazados,restos del ejrcito, funcionariosen la corte o el gobierno, nobles,magnates y terratenientes...Firmada la paz -contina- alcabo entre los refugiados godosy la gentes del pas, de una par-te, y los musulmanes de la otra,Pelayo penetr con su hermanaen Asturias y all se estableciquizs al amparo del pacto queconceda a los habitantes de laregin el disfrute de sus tierrasmediante el pago de la capitaciny el del impuesto territorial.

    Quizs Pelayo ya vivi en elvalle de Cangas de Ons desdesu llegada, sometido a la autori-dad del val Munuza y gozandode una cierta tranquilidad obte-nida al precio de la sumisin,

    acaso asumiendo unas ciertas responsa-bilidades sobre su propia regin y su pue-blo, tanto si era un representante de lanobleza local asturiana como un godo confuerte arraigo familiar entre los astures.

    Todo pareca ir aceptablemente bien y,sin embargo, Pelayo se sublev contrael poder musulmn. Cul fue la causade esta rebelin? La Rotense nos cuentaque el val Munuza se enamor de la her-mana de Pelayo pero ste se opona almatrimonio de su hermana con Munuza.Aprovechando una orden del emir al-Hurrpara que le sean enviados rehenes a Cr-doba, Munuza enva a Pelayo a la capitalmusulmana con el pretexto de una co-misin, acaso relacionada con las con

    4 Para Gabal y Barrau-Dihigo, Lukk sera Lucus

    Augusti - la actual Lugo, en Galicia - , pero paraSaavedra se trata de Lucus Asturum, hoy Lugo deLLanera, muy prxima a Oviedo.

    Don Pelayo (718-737). BibliotecaNacional de Bellas Artes. Madrid

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    diciones de sometimiento de losastures5 .

    Pelayo permaneci retenido en la cor-te de al-Hurr hasta que entre marzo yagosto de 717 consigue escapar de Cr-doba y retornar a Asturias tras un largo yarriesgado viaje. Mientras tanto, Munuzahaba aprovechado su ausencia para ca-sarse con su hermana - o bien incorpo-rarla al harn -. Enterado Pelayo de estematrimonio comenz a conspirar contraMunuza. Por su parte, el emir de Crdo-ba habla enviado agentes tras el rastrodel fugitivo con rdenes para Munuza deque lo arrestara y lo devolviera preso aCrdoba.

    Ya en el camino de la rebelin abiertacontra la autoridad del gobernador mu-sulmn, Pelayo se ve forzado a escaparde las tropas encargadas por ste de sucaptura. Consigue llegar a Brece, donde,acosado, est a punto de ser prendidomediante engaos. Pero Pelayo - nosdice Snchez-Albornoz- supo por confi-dencia de un amigo el peligro que le ame-naza, y como el nmero de los persegui-dores hacia imposible toda resistencia,procur escapar disimuladamente de loshombres del val. Seguido por ellos llegal (ro) Piloa, lo cruz como pudo, ymientras los esbirros se detenan ante elcurso del ro, el futuro caudillo de losastures se acogi a los montes (picos deEuropa).

    Segn la Rotense, Pelayo, tras cruzarel ro Piloa y huir de sus perseguidores,consigue llegar al valle de Cangas deOns donde los habitantes de la comarcase disponan a celebrar una asamblea po-pular - concilium-. All Pelayo hizo

    correr sus rdenes por entre todos losastures y fue elegido por ellos como suprlncipe6 , y an el Poema de FernnGonzlez no duda en reclamar la inter-vencin divina en su coronacin:

    Dixo les por el angel que Pelayo buscassen,quel alasen por rrey e que a el catassen,en manparar la tierra todos le ayudasen,ca el les dara ayuda porque la anparasen.

    Probablemente Pelayo fue coronado a

    6 En la historia de Pelayo casi todo parece estar con-

    fuso y abierto a varias posibilidades, incluso el lugaren donde fue proclamado rey. El suceso delRepelau, es decir la coronacin del prncipe-caudi-llo como rey de los astures es reclamado por varioslugares en los Picos de Europa. Una antigua tradi-cin asturiana la sita en una campa a un kilmetro ymedio de la Baslica de Cavadonga - campa delRepelau- donde un sencillo obelisco erigido a media-dos del siglo XIX lleva esta inscripcin: EN ESTACAMPO DEL RE-PELAU/DESPUS DE LA VICTO-RIA DE COVADONGA /ANUNCIADA POR LA APA-RICION DE LA SANTA CRUZ /FUE PROCLAMADOREY DON PELAYO//.... Queda en Soto de Cangasotro posible enclave de la coronacin, en el llamadocampo de la jura. Mantienen los leoneses su ver-sin en la ermita de Corona junto al Cares - tradicinrecogida por el historiador Justiniano Rodrguez- yen la Libana el Llan de Re cerca de Red y losLlanos.

    finales de 718, ao en que las crnicascristianas datan unnimemente el co-mienzo de su reinado. Pelayo, al cruzarel Piloa y escapar de sus enemigos, eraya un rebelde declarado que slo tenados opciones, o bien huir y esconderse oalzar en armas a los astures y resistir.Pelayo no parece haber sido en absolutopusilnime y s rpido de reflejos y capazde reaccionar frente a la adversidad. Re-nunci a huir y seguramente hizo sus pri-meros seguidores entre los astures queacudan al concilium. Alent la subleva-cin, a no pagar los impuestos, y les mo-vi a la venganza y a la lucha. Entreaquellos bravos montaeses - nos diceSnchez Albornoz- mal romanizados ypeor sometidos a los godos tuvo eco elllamamiento del rebelde; se alzaron enarmas y se unieron a Pelayo. Los convo-c ste a una asamblea general; en ellalo reconocieron como caudillo y el anti-guo espatario de Rodrigo, por azares dela fortuna, qued as convertido en jefede un levantamiento popular.

    BIBLIOGRAFASNCHEZ-ALBORNOZ, C. (1986): Orgenes

    de la nacin espaola, Sarpe, Madrid.

    * Jorge Rivas es profesar de EnseanzaPrimaria

    5 Con esto, Munuza mataba dos pjaros de un tiro:

    por un lado enviaba a un rehn y por otro alejaba aPelayo de Asturias para poder casarse con su her-mana. El hecho de que Pelayo pudiera servir comorehn, es decir como aval del sometimiento y del pagode las tributos por parte de los cristianos de Asturias,parece indicar que ya era un personaje con suficienteimportancia. Ballesteros opina que ya por entoncesera una especie de Jefe local de los astures o quizsuno de los elementos representativos de los partida-rios de Rodrigo.

    Por otra parte, cabe indicar que el pretendido ma-trimonio de Munuza con la hermana de Pelayo no eraun proyecto en absoluto descabellado y se ajusta alas pautas de comportamiento seguidas por los mu-sulmanes en la Pennsula. Segn Snchez-Albornoz:El primer val de Espaa Abd al-Aziz, hijo de Musa,se haba casado con Egilona, viuda del ltimo reygodo (Rodrigo). Otros caudillos musulmanas se ca-saron con otras mujeres espaolas... ...y no puedesorprender que Munuza desease casarse con la her-mana de Pelayo.

    Una antigua tradicin asturiana situa la coronacin en la campa delRepelau. El obelisco conmemorativo es de mediados del siglo XIX.