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    PATRIMONIO, AMBIENTE Y TERRITORIOLa situacin en Puerto Rico a la luz de cambio urbano y tecnolgico acelerado

    Arq. Jorge Ortiz ColomArquitecto Conservacionista

    Programa de Patrimonio Histrico EdificadoInstituto de Cultura PuertorriqueaOficina Regional de Ponce, [email protected];[email protected]

    Originalmente sometido para un foro del programa de Naciones Unidas sobre Medio Ambientereunido en San Juan en agosto de 2002; revisado septiembre 2004 y abril 2012

    EL ANTECEDENTE

    Nuestro ambiente histrico evoluciono como resultado de la necesidad de trabajar con grandes

    limitaciones materiales y de recursos, y de obtener un mnimo de confort mediante el usojuicioso de mecanismos para lidiar ante todo con nuestro clima. Por lo tanto, trabajar con el flujode las brisas y el rumbo del sol era indispensable.

    En la construccin campesina, los antiguos bohos se levantaban sobre altos zocos o pilares demadera para proteger contra insectos y xilfagos; y a la vez crear espacio debajo de la casa paraalmacenaje de cosechas, aperos y a veces si la altura daba albergar animales de corral ycabalgaduras.

    En las construcciones mas terminadas para residentes de los pueblos, estancieros y hacendadosse vean elementos afines al clima como:

    plafones altos para subir el aire caliente por encima de la zona ocupada por las personas enlos espacios interiores. Los 2 a 4 metros superiores de puntal se convierten en almacenaje deaire caliente a ser extrado con medios pasivos no mecnicos

    uso de ventiladores sobre las puertas para que funcionen aun cuando no estn abiertas, y eluso de rejillas operables para ventilacin en las puertas accesibles mediante postigos

    orientacin de los patios para agarrar brisas - abren hacia barlovento empleo de materiales como la mampostera y el ladrillo con el fin de recoger algo de

    humedad y soltarla para crear enfriamiento por evaporacin

    empleo de balcones y galeras para tamizar y reducir carga solar, etc.Sin embargo los lugares antiguos padecan de pobres medidas de higiene personal debidoprecisamente a limitaciones tecnolgicas. No existan baos sino letrinas o sencillamente losresiduos se echaban en envases que se vaciaban por las noches.

    Los materiales de construccin eran simples, aglutinativos y/ o modulares. Generalmente eran dematerial de alta degradabilidad y reutilizabilidad (por ejemplo el ladrillo poda molerse y usarsecomo parte de empaetado, o se poda cocinar la cal para reducirla a cal viva y apagarla y volvera emplearla. Los materiales orgnicos sencillamente retornaban a la naturaleza - por ejemplo, los

    mailto:[email protected]:[email protected]:[email protected]:[email protected]:[email protected]:[email protected]:[email protected]
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    bohos abandonados eran consumidos por xilfagos, insectos y otros animales y volvan a latierra como residuo, otra vez a nutrir a las plantas que en el futuro se usaran para madera.

    Los entornos colectivos donde se llevaba la vida eran producto de reglamentos y costumbres. Sinembargo eran mdulos de cuadras rectangulares en el hbitat sancionado por el estado, capaces

    de infinita adicin y de poder albergar dentro de dicho modulo funciones diversas, creando unaexpresividad urbana dentro de las reglas. Los entornos informales derivaban su forma de lacultura de los oprimidos, de estirpe africana o indgena, y formaban conjuntos delimitados porrelaciones de proximidad, agolpndose alrededor de los bateyes o patios comunes que servan dedesahogo de las cuitas colectivas.

    En todos los casos la forma individual de las casas enfocaba y se relacionaba con balcones,umbrales o escalones con el ambiente colectivo de la calle, buscando crear una transicin entre elmbito privado y el publico y dar animacin a este ultimo, siendo desahogo social y punto deencuentro y comunicacin mediante el contacto cara a cara de todos, en un ambiente donde sedifuminaba la segregacin social y ocupacional vigente. Especialmente las plazas centrales eran

    lugares de convergencia de una sociedad heterognea y dividida, pero con un sentido deidentidad creciente como miembros de una realidad distinta a la de los lugares de origenancestral. El uso espaol de la piedra y los muros macizos, la destreza africana con el barro y elempleo de las construcciones rectangulares con techo de cuatro vertientes, y los atvicosrecuerdos indgenas expresados en el uso de plantas autctonas hicieron una sntesis nueva ensuelo boricua.

    Siendo los solares urbanos estrechos y de gran fondo, se optimizaba su uso mediante laconstruccin hasta el limite del dominio publico, aumentando as el tamao del patio posterior.Este patio era complemento utilitario de la residencia sirviendo como herbario medicinal o decondimentos, o para acomodar implementos caseros.

    LA RUPTURA

    El vocabulario existente evoluciono mediante cambios incrementales durante siglos hasta quealrededor de 1950 la reubicacin de Puerto Rico dentro de la economa regional y global causouna modernizacin abrupta y un colapso de la economa agraria tradicional basada en losmonocultivos de cana y caf. La provisin de vivienda dejo de ser una gestin artesanal deiniciativa individual y cambio a ser la adquisicin de viviendas mercancas preformadas o elbricolaje de componentes industrializados dentro de una estrecha gama de posibilidades tcnicas.

    La tradicin de construir con un largo ciclo vital y con el mantenimiento continuo parte esencialde la vida cotidiana fue sustituida por la expectativa de la edificacin libre de mantenimientodurante un ciclo vital relativamente limitado y una expresin simblica de smbolos banales y defcil comprensin por mentes adocenadas por los medios masivos en auge. Igualmente hacrecido una arquitectura simbolizante de franquicias e iconos corporativos y culturales, orientadaa una clase de aparente solvencia, altamente motorizada e insertada netamente en un ciclomonetarista que ha quebrado las viejas redes solidarias.

    La alienacin de la modernidad capitalista de posguerra ha sido netamente exportada a una

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    cultura antillana de supervivencia deformando elementos culturales y haciendo que la expresindel entorno balbucee por dcadas buscando una expresin propia dentro de nuevos materialescomo el hormign, el plstico y las planchas sintticas de madera o fibra. La nueva expresinformal resultante es una ruptura con las tradiciones y de difcil compatibilidad con laspreexistencias ya hechas.

    Quedan perdidas las destrezas tradicionales y la complejidad de forma, decorado y detalle sesustituye por bricolaje elemental de productos industrializados, dependiendo de grandes insumosde energa en fabricarlos, almacenarlos, transportarlos y venderlos al consumidor final.

    La construccin moderna se erige con elementos anticlimaticos ignorando los principiosseculares formulados durante la era agraria de escaseces. Ahora el espacio-mercanca se hacefuncional segn pueda aclimatarse con insumos de energa para poder ventilar e iluminar elmismo. Y muchos de los usos como oficinas burocratizadas son inherentemente hostiles a lafuncin con ventilacin o iluminacin natural. Un despacho lleno de papeles por clasificar seconvierte en un verdadero caos si se autoriza el paso de la brisa tropical que vuela y desorganiza

    documentos. Igualmente los lugares de reunin masiva se conciben como contenedores cerradoshechos solamente para aislar grupos de personas del exterior.

    LA ACTUALIDAD

    Actualmente (2002) existe en Puerto Rico un universo de alrededor de 7400 propiedadeshistricas oficialmente designadas, 7120 dentro de zonas o distritos con una integridad promediode dos tercios - por lo tanto alrededor de 4800 propiedades en los distritos aportan al carcterurbano. A eso se aaden unas 280 propiedades individuales o sitios histricos, yaproximadamente 1500 edificios frente a plazas de recreo, para dar una cantidad levementemayor de seis mil quinientos edificios protegidos en todo Puerto Rico. Esto es apenas un terciode los estimados quince mil edificios histricos aun existentes en toda la isla (los cuales si setoma en cuenta el patrimonio reciente y los lugares cuyo valor es paisajstico cultural podrallegar hasta 18 o aun 20 mil propiedades).

    La Constitucin de Puerto Rico en su articulo VI, seccin 21 estipula que sera prioridad delgobierno la conservacin de los lugares histricos as designados legislativamente. La funcinlegislativa fue delegada en la Junta de Planificacin con el concurso del Instituto de CulturaPuertorriquea (ICP) desde 1955.

    La proteccin del patrimonio histrico no se da automticamente sino que requiere de unadesignacin otorgada por la Junta y aceptada por el Instituto. La nominacin al efecto requiere deextensa documentacin grfica y justificacin verbal cuya compilacin intimida a muchosciudadaos y grupos comunitarios interesados en rescate, a pesar que existe tambin unprocedimiento de emergencia disponible desde la penltima reforma de los reglamentospatrimoniales en 2002.

    Este reglamento conocido (hasta 2011) como Reglamento de Conservacin, Designacin yRegistro de Propiedades Histricas o Reglamento de Planificacin numero 5, establece unamatriz de criterios de elegibilidad histrica para propiedades de cincuenta aos o mas o aquellas

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    que presenten sin esa edad mnima un valor excepcional. A su vez las propiedades reciben unavaloracin conforme a su condicin la que supuestamente limita el nivel de intervencin posiblesdesde las mas conservadoras - Conservacin, restauracin o reconstruccin - hasta las menoscomo son reforma (reedificacin variando el tipo original), demolicin y nueva construccin, oalteracin. Se pueden designar propiedades con valor arqueolgico tambin.

    Existe legislacin arqueolgica para proteger yacimientos terrestres (Ley 112 de 1988) ysubacuaticos (Ley 110 de 1988). Estas dos disposiciones sin embargo autorizan la mitigacin delos lugares investigados, catalogando y documentando los hallazgos para permitir que losproyectos a enclavarse en los predios puedan proceder sin alteracin ni concesin a laspresencias del pasado.

    Las plazas de recreo de las poblaciones y los edificios circundantes a estas tambin tienenfiscalizacin por parte del ICP pero a un nivel menos estricto y sin los beneficios fiscales que sonprovistos para las zonas y los sitios histricos. Estas propiedades pueden beneficiarse deexoneraciones de impuestos territoriales y de impuesto de la renta derivado del alquiler por

    periodos de cinco o diez aos segn la extensin de las obras de restauracin o armonizacinllevadas a cabo. Pueden extenderse a edificios antiguos, modernos de nueva construccinarmnica, o no histricos armonizados (Ley 7 de 1955 segn enmendada).

    LOS PROBLEMAS

    No existe una consistencia en la implementacin de los reglamentos ya que a pesar que no sonmuy ambiguos, si hay grandes divergencias en la interpretacin del mismo, especialmente en suscriterios mas estrictos sobre demoliciones y otras acciones de sacrificio de elementos oedificaciones elegibles a clasificarse Histricas.

    No se ha sido suficientemente dinmico en la recuperacin de tcnicas y sistemas tradicionalesde construccin o de analizar de un punto de vista tcnico la efectividad de los sistemastradicionales de produccin de ambiente edificado. Por lo tanto no se ha demostradocuantitativamente la percibida superioridad tcnica de los sistemas tradicionales de construccin.Se esgrimen alegaciones de la poca resistencia ssmica o de vientos de estos antiguos lugares loque en realidad es desmentido por su pervivencia a pesar de que muchos padecen de dcadas deolvido y no se hallan ya en condiciones habitables.

    Muchas reparaciones hechas a edificios histricos se hacen con sistemas modernos y a menudoprevalece la finalidad de recuperar la fachada o aspectos exteriormente visibles de los edificios olugares, quedando tecnologas de construccin no sostenibles e inapropiadas para acondicionarlos interiores de los inmuebles. Algunas de estas tcnicas pueden depender de sistemasconstructivos patentados que no son patrimonio tcnico de la comunidad, lo cual puedeexacerbar la dependencia futura al hacer reparaciones o adaptaciones.

    Mucha de nuestra construccin histrica exhibe atributos de sostenibilidad. Por ello suconservacin es necesaria debido a su ejemplificacin del uso de recursos en una sociedad deescaseces. En nuestro moderno Borinquen de altos consumos de energa, las lecciones de suconstruccin pueden mostrar lecciones incorporables mediante la imaginacin creativa de

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    diseadores a la nueva construccin as la vez creando un potente vnculo con nuestra cultura ytradiciones.

    Algunos alegarn que no necesariamente estas antiguas edificaciones funcionan comooriginalmente, y tienen razn: dentro de la actual ptica de utilizacin de sistemas artificiales de

    enfriamiento, y de usos modernos de oficina que requieren de climas artificiales no obteniblescon el uso de recursos tradicionales. Y la transformacin de edificaciones en muchos centrosurbaos puertorriqueos afecta el comportamiento climtico del todo. Construcciones hermticasde hormign, acero o cristal con su maquinaria de enfriamiento operada por electricidad tiendena aumentar el calor del entorno urbano exterior al tirar aqul que sacan de los interioresrefrigerados. Algunos de estos edificios se colocan de forma tal que obstruyen el libre flujo delas brisas y reducen la cantidad de ventilacin disponible para los edificios enfriados de maneratradicional.

    En fin, la mayora de nuestros ambientes urbaos modernos tienden a reflejar acumulacionesexternas de mucho calor y humedad afectando as la habitabilidad del entorno exterior. Medidas

    paliativas como arbolado, uso de prgolas y otros elementos para dar sombra al dominio pblicose introducen de forma tmida y sin seguimiento. Resultado: cada vez ms personas optan porusar el auto aun para distancias cortas y esto genera aun mayor contaminacin.

    El organismo protector del patrimonio (ICP) no tiene capacidad de otorgar licencias o permisosde construccin finales ni poder cobrar multas a transgresores de las reglas sobre patrimonio,dejando todas estas funciones a otras entidades del gobierno central (Administracin deReglamentos y Permisos) o municipales (oficinas municipales de permisos). Las multas porobras impropias son a menudo irrisorias (hasta US$50,000, posiblemente menos del diez porciento del costo de construccin de una obra, y a menudo la cantidad cobrada es mucho menor).

    La responsabilidad de estado por el patrimonio se diluye en dos agencias a veces reidas entre si:la llamada Oficina Estatal de Conservacin Histrica, entidad autnoma adscrita a la oficina

    del Gobernador, y que acapara los programas de enlace con el gobierno federal de EE.UU., losvnculos con los programas estadounidenses federales de patrimonio, y el acceso a fondos deinvestigacin otorgados anualmente para investigaciones sobre patrimonio histrico, as comolos derechos de reproduccin y difusin de los estudios resultantes. Esta entidad ha tendido acooperar a regaadientes con el ICP y no ha compartido con ellos los hallazgos de los estudioshechos por consultores y entidades subsidiados por ellos con estos fondos.

    Tambien el patrimonio ha sido adversamente afectado por presiones relacionadas con lasuburbanizacion y el urbanismo salvaje y descentrado de los ultimos aos. Se debatefrecuentemente si los centros historicos deben ser unifuncionales complementarios de unadinamica urbana mas amplia o mantener su polifuncionalidad original; y los efectos ambientalescausado por la automocion masiva del pais ha creado presiones para construir estacionamientosen centros historicos tal y como se ha visto en Ponce, Guayama y otros centros hsitoricos quemantienen actividad comercial.

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    LAS ESPERANZAS

    Las campanas patrimonistas han tenido un auge durante los ltimos quince aos, mientras hubouna aceleracin de las designaciones de distritos histricos:

    1986 - Manat - 145 edificios1991 - Ponce - 2500 aprox. edificios1992 - Guayama- 2385 edificios1994 - San Germn - 660 edificios1995 - Coamo - 366 edificios1996 - Arroyo - 135 edificios1997 - Caguas - 23 edificios2001 - alrededor de 250 sitios histricos registrados con el gobierno federal de EE.UU.Posteriormente, zonas adicionales en Vega Baja, Miramar en San Juan, y 100 sitios adicionales

    En los ltimos diez aos ciertas campanas patrimonistas han adquirido suficiente masa critica

    para actuar de forma autnoma o entre iguales frente a las mas establecidas campanasecologistas. Tambin ha habido casos de entidades ecologistas que han apadrinado o iniciadocampanas patrimoniales propias. Cada municipio de Puerto Rico (78 en total) tiene derecho aestablecer un centro cultural como entidad autnoma adscrita al ICP. Estas entidades puedenmontar comits ambientales dentro de sus estructuras internas. Tambin se promueve enfatizar elvalor cultural del ambiente por ejemplo como los arboles y rocas pueden usarse como materiaprima para la artesana. Y obviamente se persigue que estas entidades estn a la vanguardia ensus comunidades en la defensa del patrimonio cultural y edificado, pero mucha de la defensa aunse hace por motivos sentimentales y no tanto por argumentos tcnicos o racionales que puedentener mejor curso con las entidades a cargo del proceso decisional, o hacer de la obra de rescateuna mas precisa y duradera.

    Se ha introducido un concepto que ayudara a amarrar la conservacin patrimonial con aquella degrandes espacios abiertos y del medio ambiente: el concepto del paisaje cultural, desarrollado yavalado por organismos como la Unesco. Este se ha expresado ya en Puerto Rico con dosvertientes:

    Definir elementos culturales que existen en reservas y espacios abiertos de conservacin enlas zonas rurales o periferias urbanas. Un caso en proceso es la evaluacin de las fincas conun total de 400 ha ubicadas entre los municipios de Cayey y Salinas y conocidas como Las

    Planadas. Este conjunto incluye antiguas fincas ganaderas y otras de pequea propiedad

    abandonadas que una vez fueran empleadas para cosechar tabaco. Adems del valorecolgico de los ros que nacen en este lugar y el creciente bosque secundario que abona ala biodiversidad del lugar, queda dentro del lugar un paisaje cultural fosilizado conremanentes de historia indgena e historia agrcola puertorriquea: senderos que se dicenempleados desde la poca indgena. restos arqueolgicos de los tanos, antiguas casasrurales en madera, tormenteras (cobertizos en madera y metal empleados para guarecerse delos huracanes) y terrazas en piedra cuya antigedad no ha podido aun fijarse pero que almenos datan del siglo xix o antes.

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    La nocin del paisaje cultural se ha esgrimido tambin para evitar la construccin enterrenos que aunque como tales no estn protegidos, sirven como amortiguamiento a sitioshistricos aislados objeto de grandes presiones de desarrollo en sus periferias. Ahora se tratade evitar la construccin de un hotel de siete niveles en un predio adyacente al histrico farode Punta Tuna en Maunabo. Este predio amortigua la visual desde tierra firme al faro y

    sirve para contextualizar su ubicacin rural entre montana y mar. A su vez este mismoterreno se desea incorporar a la reserva natural de un humedal formado a su lado.

    Al estar tanto patrimonio potencial desprotegido y a merced de demolerse, ha sido necesarioacelerar el disuasivo moral de la opinin publica informada y la concienciacin a travs deactividades educativas y de divulgacin. Se han hecho talleres para estudiantes y jvenes enescuelas (taller de maquetas de edificios histricos locales con la escuela secundaria de Arroyo,2004) o con grupos juveniles tales como un proyecto de sensibilizacin mediante dibujo yfotografa de lugares histricos con los clubes agrcolas juveniles 4-H (Juana Diaz 2000),participacin en seminarios y conferencias, y talleres prcticos de recuperacin de tcnicastradicionales sostenibles tales como el de tcnicas de cal presentado en Aibonito entre abril y

    junio de 2003.

    Hay que seguir fortaleciendo la investigacin sobre patrimonio la cual hasta ahora ha tenido sufuerte en estudiar las historias de arquitectos de nombre tales como Antonin Nechodoma,

    Pedro de Castro o Heinrich Klumb, pero el campo de la historia de la tecnologa de construccin,la creacin verncula y la artesana en la construccin tiene vastos predios vrgenes. Soloexplorando estos aspectos se pueden llenar importantes lagunas sobre la gnesis de nuestropatrimonio y las races sociohistoricas de nuestra arquitectura. Esto requiere acudir a mediostales como historia oral, cooperacin con arquelogos y bilogos y otras disciplinas que hacen dela praxis de conservacin patrimonial ante todo un esfuerzo disciplinario que tiene quetrascender el limite disciplinario que la arquitectura se ha impuesto.

    La Conservacin del patrimonio es definitivamente una accin que protege el ambiente al reducirlos insumos de energa implicados con el reemplazo total de edificios. Adems existe laesperanza de reducir costos continuos de mantenimiento si se incorporan los principios generalesde adaptacin y sostenibilidad climtica incorporados en los edificios tradicionales. Por ejemplo,el museo casa Cautio de Guayama es naturalmente ventilado y es de hecho uno de los museospropiedad del ICP que menos problemas de mantenimiento presenta.

    Queda como reto mayor el destilamiento de los principios que informan lo mejor de nuestra obrahistrica especialmente en el plano tcnico y de respuesta al entorno y clima y otrascondicionantes naturales y sociales. Estos principios destilados pueden entonces trasplantarse ala nueva creacin arquitectnica dando a esta la solidez y sostenibilidad de lo mejor del pasado.

    Hay dos deberes relacionados con la arquitectura de una nacin cuya importancia no se puede

    sobrestimar: primero que la arquitectura de nuestro tiempo sea histrica, y segundo queconservemos como nuestra herencia mas preciada la de pocas pasadas. (Ruskin, La lmpara dela memoria)

    jo