Patria Hispanoamericana 19

8/7/2019 Patria Hispanoamericana 19

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PATRIA HISPANOAMERICANA N 19SAENZ DE TEJADA, DIBUJANDO UNA REBELIN

EDITORIAL: VUELVE LA ILUSIN

MONEO Y LA MUERTE DEL ARTE

EL FES EN LA SEMINCI: OLIVER STONE: PERSONANON GRATA

CASTILLA ANTE EL LXXX ANIVERSARIO DEL GOLPEDE PRIMO DE RIVERA

ROMANCES DE GUERRA Y AMOR (1936-1937)NICOMEDES SANZ Y RUIZ DE LA PEA

MEMORIA DE IZQUIERDAS

SAENZ DE TEJADA, DIBUJANDO UNA REBELIN

En los meses de octubre y noviembre, Caja Segoviaorganiz en el Torren de Lozoya unainteresantsima exposicin bajo el ttulo Tejada y la pintura. Un relato desvelado. 1914-1925. El anuncio de esta muestra ha suscitado sorpresa y curiosidad en los crculosartsticos habida cuenta del desconocimiento generalizado de la figura de Carlos Senz deTejada, condenado al ostracismo a partir de la Transicinpor su injusto etiquetamientocomo dibujante fascista. Es bien sabido que en el mundo del arte y de la cultura manda laizquierda, y que la izquierda no entiende de cultura ni de arte, sino slo de ideologa, devenganzas y de rencor, lo que explica que Tejada haya sido sistemticamente postergadocomo artista, pese a ser uno de los mejores dibujantes espaoles del pasado siglo, por

haber ilustrado con sus hroes azules de frente alzada y msculo recio la rebelin de lospatriotas y los catlicos frente al caos marxista de la II Repblica.

De hecho, los visitantes de la exposicin segoviana no han podido disfrutar ni siquiera deuna representacin de las obras ms caractersticas del pintor, que son precisamente lasrealizadas entre 1936 y 1939 con motivo de la contienda civil, as como en la inmediatapostguerra. No se ha expuesto ni uno solo de los originales para la revista Vrtice, ni porsupuesto las expresivas ilustraciones de la Historia de la Cruzada Espaola, de JoaqunArrars, de la Cancin de la Falange, de Agustn de Fox, o del Poema de la Bestia y elngel, de Pemn. Los murales blicos, sobre todo los que convirtieron cada verso de Caraal solen inolvidables imgenes que rezuman energa, valor, familia y Patria han quedado

relegados, por polticamente incorrectos, a las humildes paredes de los hogaresfalangistas. Su calidad tcnica y su enorme valor artstico no han logrado salvarlos de la

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quema cultural.

Tejada (1897-1958) fue un hombre polifactico que abord diversos gneros a parte del dela propaganda grfica de carcter poltico. En su momento fue reconocido por el granpblico por sus trabajos en el mundo de la ilustracin de revistas (La Esfera, La Libertad,

Revista de Occidente, Blanco y Negro, La Moda en Espaa...), especializndose en eldibujo de figurines de moda. Sus grabados tambin han engalanado ediciones de librosfamosos como Platero y yoo La Dama de las Camelias, y son muy destacables susincursiones en el diseo de escenografas de teatro, sus pinturas murales (el Valle de losCados) e incluso sus labores de restauracin. En cierto modo, su inicial faceta comopintor qued eclipsada por todos estos xitos posteriores, por lo que la muestra delTorren de Lozoya vino precisamente a rescatar los cuadros de la primera poca deSenz de Tejada, en el primer tercio del XX. Tejada abandon para siempre la pintura decaballete en 1925, cuando un devastador incendio en su taller destruy la mayor parte desus obras y todas las ilusiones que haba invertido en este gnero.

Su carrera pictrica se inici en Orn, con el maestro Daniel Corts, quien desde latemprana edad de diez aos le contagi la pasin sorollista por el luminismo y los apuntesal aire libre. Desde 1916, en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando, recibe clases deLpez Mezquita, aprendiendo el estilo naturalista y recibiendo una fuerte influencia de lallamada Escuela Vasca, que se manifiesta en sus primeros lienzos, de inspiracin urbanay melanclica, en los que da una gran importancia a la descripcin fsica y antropolgicade las figuras y refleja una sensualidad colorista con gran protagonismo de la luz.

En el ao 21 gana una Beca de Paisaje en El Paular, lo que le pone en contacto conCastilla, que sera a partir de entonces fuente constante de inspiracin. Rompe con su

anterior estilo y comienza a recrearse en los rincones perdidos de los pueblos y en lamarginalidad suburbial, ensayando el cubismo y el ultrasmo y adentrndose en unfuturismo atenuado de formas recias que tanto se apreciara posteriormente en susclebres carteles patriticos. Es en esta etapa cuando pinta sus obras fundamentales(Pim, pan, pum, El nio tonto, Muchacha peinndose ...) y crea el famoso gnero de lasnias tristes, con una soberbia captacin del dolor.

Dicen los expertos que Tejada supo fusionar como pocos la tradicin y la modernidad, yque en los ltimos aos est gozando de un sorprendente y merecido reconocimientotanto en Espaa como en el extranjero, lo que contrasta con las actitudes sectarias quetanto le perjudicaron en los aos setenta. Desde luego, un pintor cuyos cuadros adornan el

Museo de Arte Moderno de Nueva York, el Reina Sofa, el British Museum o la BibliotecaNacional merece, cuando menos, que se revisen ciertas crticas y silencios de lasmentalidades de siempre.

EDITORIAL: VUELVE LA ILUSIN

Nunca en la dilatada historia del mundillo azul la situacin de los diferentes grupos ha sidoms crtica que en la actualidad. Al paso que vamos, y no hay que ser un pjaro de mal

agero ni un vidente muy avezado, terminaremos con ms organizaciones que militantesy, lo que es ms trgico, sin ninguna clientela poltica a la que difundir nuestro mensaje. Y

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es que nunca, ni en los momentos ms oscuros del falangismo, ha habido tan pocarecepcin por parte de la sociedad con respecto a la doctrina joseantoniana. Basta darseuna vuelta por nuestra Espaa para ver que, salvo honrosas excepciones, la Falange hasido encarpetada dentro de la nmina de trastos viejos e intiles que, si bien algo de pesotuvieron en un tiempo, ahora ni siquiera merecen especial mencin en un museo.

Como la situacin que tenemos ante nosotros es tan oscura, sera de necios seguirconsiderando que los fines de la Falange se conseguirn en breve, mxime cuando nientre nosotros somos capaces de ponernos de acuerdo y, peor todava, cuando algunosse empean en considerarnos sus mayores enemigos. Todo ello explicado bajo criteriosde competencia poltica.

Por eso, desde siempre, hemos considerado que, de cara al exterior, es imposibleconstruir un movimiento de futuro si entre los afinesestamos tirndonos los trastos a lacabeza. Por eso tambin, tombamos nota mental de cada uno de los que nos decan, asno vais a ninguna parte, si Jos Antonio levantara la cabeza..., cuando os unis meafilio... A muchos tal vez les suenen esas palabras, quiz alguno nos las ha dicho pero,sin duda, estn en el subconsciente colectivo de todos nosotros. El problema de esareclamacin de unidad, que partimos de la base de que era bienintencionada, es que nacede una concepcin muy lejana de en lo que se ha convertido el mundo azul en los ltimosveinticinco aos. Estos ya no son los tiempos de los miles de militantes falangistas, ya nohay sedes en casi ninguna ciudad, apenas hay militancia fuera de ncleos medianamentegrandes. Por eso, seguramente por eso, era tan difcil como intil la tan cacareada unidadsi slo lleva con eso satisfacer a nuestra reducida opinin pblica, para qu sumarsecuatro gatos con otros cuatro gatos?, la suma en este caso no da ocho, sino que seseguira en un estado de marginalidad. Y lo malo no sera el nmero sino que uno sepreguntara y ahora qu?, estar con personas que matizan el aborto, racistas o skins,

personas que interpretan libremente a Jos Antonio por cuatro votos o media docena defigurantes no es ni siquiera vender la primogenitura por un plato de lentejas, es atentar,simple y llanamente contra la esencia misma del falangismo. Unidos s, pero con quin ypara qu. Despus de dcadas de insultos personales, mentiras y vejaciones, sufridas ycausadas por unos y otros, resulta muy idlico decir, borrn y cuenta nueva. Si todo fueratan fcil no habra atentados ni hambre en el mundo, no habra guerras y odio y, endefinitiva, no seramos humanos. Porque ese es el propio ser del ser humano, el de laequivocacin constante, el del error persistente, como tambin lo es el comprensivo querecapacita, acepta y renuncia para perdonar a aquellos que nos han hecho dao y a esonos debemos aferrar, pero no a cualquier precio.

Toda esta larga introduccin, pesimista en su planteamiento, tiene, en el fondo de lamisma a modo de sustrato, el legado de Pandora: la Esperanza. Esperanza clara einalterable de que las cosas estn as pero pueden dejar de estarlo. De que somosnosotros los que, en el ao del centenario debemos ser la punta de lanza de esa demandatan anhelada desde hace aos. Por eso, desde hace tiempo, trabajamos fortaleciendo loscimientos que han de ser los que sustenten el futuro del falangismo en el siglo veintiuno.Por eso somos lentos y cautos, por eso avanzamos con pies de plomo y frente a lossalvapatrias y vendecacerolas que nos dicen que la redencin pasa por ellos, nosotrosvamos paso a paso s, pero inasequibles al desaliento.

Fruto de este pensamiento est una clara lnea de accin. Desde hace unos aos FalangeEspaola Independiente ha venido presentando candidaturas junto a otros falangistas

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ensanchando las vas de trabajo comn. Gracias a este trabajo en comn y a muchashoras de entendimiento mutuo se ha conseguido en las pasadas elecciones autonmicasde Madrid del mes de octubre volver a presentar el nombre histrico de la Falange, FE-JONS, en unos comicios. Pero si slo nos quedramos ah la cosa tampoco sera muyrevolucionaria. Presentar candidaturas conjuntas es una cosa pero podemos trabajar

juntos, coordinarnos y complementarnos? La respuesta es s, y es un s emprico, duranteestos dos meses FEI y FE de las JONS hemos conseguido sacar de forma conjunta uncartel , un vdeo electoral, hacer actos en distintas provincias, editar una pegatina y, sobretodo, hablar entre nosotros en las distintas provincias. Ese es el gran reto que nosotrosestamos convencidos en que podemos sacar adelante.

La ilusin que este proyecto genera es enorme, pero no slo entre los militantes, cosa queresultara lgica a priori. Desde el mismo momento en que se comenz a promocionar lacandidatura decenas de falangistas se han puesto en contacto para volver al ruedo polticodespus de tantos sinsabores. Esta gente ha visto en el gesto fraternal entre dosorganizaciones la ltima tabla de salvacin del falangismo y han credo en ella porque se

han ilusionado. Y es que ese es el verdadero motor de todo este asunto, sin ilusin nosconvertimos en meros burcratas en una empresa en la que cada vez creemos menos, enautmatas de una idea que apenas nos motiva. Por eso la ilusin, por pequea que sea,es la que permite mover montaas y recuperar para la militancia a tantos que, cansadosde la Falange y de los falangistas cambiaron el rumbo de sus vidas hacia aires menosturbulentos y desalentadores. Es ahora cuando nosotros lanzamos el grito agnico, casiltimo estertor, de la salvacin de Espaa y de la Falange y decimos con profundasinceridad, que si Jos Antonio levantara la cabeza seguiramos haciendo lo posible pormerecerlo, que aunque pudiera demostrarse que no vamos a ninguna parte, pues nollegaremos al poder en breve, tendremos la conciencia tranquila y lucharemos con fe ytesn. Tambin decimos que seguimos trabajando por la unidad aunque sea una

asignatura eternamente inconclusa y por ello pedimos, a los muchos que nos dabanconsejos, que saquen su camisa del armario y reemprendan camino con nosotros.

Ni esperamos diputados ni somos la alternativa real de nada, slo decimos una palabraque es lo nico que en estos momentos tenemos: Ilusin. Si todava puedes ilusionarte tusitio est con nosotros, tu sitio est en FEI.

MONEO Y LA MUERTE DEL ARTE

La sabidura popularprincipio antiguo que asienta sus races en la prudencia, la sensatezy la tradicin y tan radicalmente distinto de ese concepto abstracto, tirnico y totalitariollamado Voluntad Popular, fruto de la inventiva de los tericos del liberalismo, que haliberado al gobernante de toda responsabilidad en sus acciones siempre que stas venganrefrendadas por las urnas en ocasiones discierne e incluso viene a corregir fielmente losdesmanes de unos polticos que, cegados por su propio poder, son incapaces de distinguirhechos injustos o tendencias descabelladas que, cualquier simple y humilde plebeyo nopodra tolerar ni asumir. Por desgracia, la Democracia Liberal lleva ms dos siglosintentado arrancar del espritu popular, tan rico en buenas cualidades entraables, todoresto de sapiencia, coraje y valor, temerosa de que, cansada de tanto abuso y delirio, esa

secular sensatez arraigada en lo ms interior del alma popular estalle a la muy hispnicamanera de Fuenteovejuna y pase por la soga ya no a un solo comendador, si no a todos

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los concejales, diputados provinciales, parlamentarios autonmicos, senadores ydiputados, ministros, presidentes y usurpadores reales hasta encontrar un gobernantesuperior y sin tacha en manos de quien poner sus haciendas, vidas, ilusiones y destinos.Para ello, nada mejor que envenenar los afanes de los sbditos, a travs de la televisin,el cine, la prensa y cualquier expresin mal llamada artstica, pues el poltico es consciente

de su propia inferioridad moral con respecto al pueblo que lo eligi y que, en una situacinde mayor claridad moral, le habra pedido explicaciones inmediatas por todos sus excesos.

Uno de los ltimos casos en que la sabidura popular estalla en ira, aunque por desgracia,contenida, tiene su mximo exponente ante las aberraciones urbansticas, dado que es eltipo de extravo artstico que no se refugia en museos, bibliotecas, salas de exposicin,cines o teatros. La ordenacin de nuestras calles y sus modificaciones es algo que elciudadano corriente se ve obligado a soportar y sufrir. Por suerte, el espaol todava sienteapego a su lugar de nacimiento, no necesariamente un afecto aldeano, sensual onacionalista, si no un cario filial propio de aquel que en las calles de su ciudad o pueblocontempla una ms de las habitaciones de su hogar. Pero en las ltimas dcadas,

especial y no casualmente desde mediados de los aos sesenta, la arquitecturaurbanstica da un vuelco y nuestras ciudades se ven inundadas por bloques de casas msparecidas a colmenas prefabricadas que a verdaderos hogares. El boom urbansticodemanda construcciones rpidas que puedan satisfacer ya no las necesidades de techode millones de personas, si no, y ante todo, la sed insaciable de las carteras deconstructores capaces de lograr que cualquier poltico autorice a levantar monstruososbloques de hierro, hormign y vidrio junto a catedrales y palacios. Este hecho, aunquefrenado en las postrimeras de la pasada dcada, todava se sigue repitiendo producto delas mentes perversas y soberbias de, por un lado, aquellos mal llamados artistas con afnde notoriedad que quieren destacar a toda costa, y por otro, de los que apoyndose en unprestigio ya ganado, justifican en l cualquier barbaridad: lo importante es que hablen de

uno aunque sea mal, diran los primeros, y cra fama y chate a dormir, los segundos.

Un claro ejemplo de este tipo de mentalidad pragmtica y torcida es el caso del arquitectonavarro Rafael Moneo que tras labrarse una prestigiosa carrera por toda Europa, hadestacado de cara al pblico con aberraciones similares al llamado Cubo de Moneoampliacin del Museo del Prado en Madrid, el horroroso Ayuntamiento de Murcia, laextravagante Catedral del Los ngeles, la construccin de dos bloques de 45 pisos enSabadell que oblig a derribar la modernista torre del rellotge, a la sazn patrimonioartstico de la ciudad, o el museo de Arte Moderno de Estocolmo que sufre peridicasinvasiones de hongos. La ltima genialidad de este personaje ha sido la construccin dedos edificios de oficinas y apartamentos de lujo en la Plaza del Mercado Grande de vila,

junto a las murallas y la iglesia de San Pedro. El bloque de Moneo tiene cinco alturas, unams de las que tena el edificio al que reemplaza, y tanto la altura como las grandesdimensiones y materiales que se estn utilizando en su construccin son totalmenteinadecuados en el entorno. El proyecto, que incluye adems la construccin de unaparcamiento subterrneo, que se inund con la lluvia, y la pavimentacin de la plaza deSanta Teresa, cuyo enlosado qued resquebrajado tras una nevada, va a ser elresponsable de que muy probablemente la ciudad de vila pierda en 2.004 la declaracinde Patrimonio de la Humanidad que concede la UNESCO. Y todo para que un arquitectointil siga conservando la notoriedad ganada aos atrs y, primordialmente, para que lososcuros intereses de ciertos polticos y constructores se vean satisfechos pues, no envano, el precio del suelo en estos bloques es cuatro veces superior al de las

inmediaciones. Un proyecto que no ha dado marcha atrs a pesar de la indignacin detoda vila y de gran parte del resto de Espaa, confirmando, una vez ms, que la

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democracia de partidos es falsa y que tras la gran mascarada legal que suponen losparlamentos e instituciones, no se esconde otra cosa que las gigantescas ansias de poderde aquellos que dominan el sistema: los grandes capitales.

Y es precisamente este egosmo sin fin el causante de la actual situacin artstica mundial.

El propsito del arte es, por encima de la creacin de obras materialmente tiles para elhombre puesto que los animales tambin construyen madrigueras y utensilios , expresarlas ansias belleza y perfeccin del alma humana. De esta forma, las manifestacionesartsticas de todo tipo son una clara imagen de la poca en que se producen. La literatura,la pintura, la escultura, la arquitectura y la msica expresan las aspiraciones ms noblesde la sociedad que las produce, pudindose as observar fcilmente como en las pocasms profundas y gloriosas, las producciones artsticas concuerdan perfectamente con elambiente donde han surgido, no siendo necesarios grandes conocimientos para que elpueblo llegue a comprenderlas perfectamente. Pero en la actualidad, no se valora en sujusta medida el valor sin lmites del significado artstico. Los autores actuales, dominadospor el espritu mercantilista, han pasado de ser artistas a convertirse en fabricantes de

objetos de decoracin y, en la mayora de los casos, de inmoralidad, puesto que es lo quems vende entre una masa, que no pueblo, corrompido por el poder. Al autor mercantil nole interesa la obra bella y bien hecha, puesto que puede ganar lo mismo, realizando unbodrio en cinco minutos que una obra magnfica que le llevara el resto de su vida. Ya seencargarn los voceros del sistema de halagarla convenientemente para convertirla en unobjeto caro, nunca de valor, del que poder vivir cmodamente.

Reconozcmoslo, el arte contemporneo es una autntica basura, imposible decomprender por cualquiera con dos dedos de frente, de la que se mantienen un grupo deholgazanes incapaces de ganarse la vida trabajando honradamente. Salvo muy honrosasexcepciones, la poesa y literatura actual son deleznables y propias de escritores

analfabetos, pues slo as se puede comprender que se ensalce a intiles como Alberti ysimilares; el teatro y el cine son un pozo de inmoralidades sin fin tras el que se escondeuna camarilla de sinvergenzas, cuando no de sodomitas, autodenominados artistastransgresores dispuestos a vivir de las ayudas del estado por los siglos de los siglos; lamsica nunca ha sido tan poco original, obscena y hortera como en la actualidad,pareciendo escritas, la mayora de las composiciones en un santiamn; la escultura noproduce ms que amasijos de hierros, maderas y hormign sin ningn tipo de significadoni hermosura al margen de aquellos que pregonan lo maravilloso del nuevo traje delemperador; el mayor logro de la pintura contempornea no es otro que el gotel; y conrespecto al objeto de este artculo, la arquitectura no hay ms que dar una vuelta por lacalle: edificios funcionales, autnticas torres de Babel, en las que se suprimen incluso

las ventanas, que impiden la entrada de aire y luz y desde las que no se puede contemplarni siquiera el cielo. Hoy en da, no se salvan ni los templos cristianos modernos, queparecen diseados por los acrrimos enemigos de la Iglesia, puesto que en ellos es difcilincluso orar. Y es que, si de nuestro mundo hemos expulsado a Dios para sustituirlo pordinero, cmo pretendemos que la hermosura no huya tras su ltimo origen y fundamento.

EL FES EN LA SEMINCI:OLIVER STONE: PERSONA NON GRATA

como viene siendo tradicional, el Frente de Estudiantes Sindicalistas acudi a la llamadade la 48 SEMANA INTERNACIONAL DE CINE DE VALLADOLID. De entre todos los

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documentales que se presentaban a la muestra cinematogrfica, haba pocos queacaparasen nuestra presencia. S21, la mquina de muerte de los jemeres rojos, sobre lastorturas del rgimen comunista de Camboya, fue una de las ms interesantes. Laorganizacin nos quiso vender como drama social Historia de un secreto, sobre lostiempos duros de la ilegalidad del aborto en Francia. Pero fue la cinta del conocido Oliver

Stone la que nos sedujo, por su temtica actual, y por la trayectoria de su director.

Persona non grata, se adentra en el laberinto del conflicto rabe-israel. El reportaje es untrabajo muy documentado: entrevistas con los principales actores del conflicto: Arafat,Netanyahu, Barak, entrevistas con representantes de Hamas y de otras guerrillasterroristas palestinas Stone se adentra hasta el corazn geogrfico del problema, hastael centro de Ramala, Tel Aviv, Jerusaln o el mismsimo cuartel general de Arafat en LaMudaira.

No obstante, el documental comienza siendo muy distante. El espectador tiene lasensacin de no entender bien el hilo conductor de la pelcula, y es hacia su ecuador,cuando comienza a comprender algunas de las razones que enfrentan a rabes y judos.Los primeros, ocupados por una potencia militar apoyada por occidente, y sometidos a unaasfixiante situacin socio-econmica fruto del control de las fronteras. Los segundos,convencidos de la legitimidad de sus actos por mandato divino y vctimas del terrorismosuicida, que no encuentra precisamente a los militares israeles entre sus vctimas. Enmedio, como siempre, los nios y los dbiles. Dos caminos posibles: la paz, pero no acualquier precio; o la guerra, en la cual muchos jvenes palestinos han sucumbido. Eltrasfondo: el dinero. Datos como la venta de armas de Israel a diferentes grupos terroristasa cambio de sumas desorbitadas, la diferente visin interna del conflicto en ambas zonas:es necesario sealar que dentro de Palestina hay grupos que luchan por un pasdemocrtico y laico, mientras que otros defienden la instauracin de una repblica

islmica. En Israel, de igual modo, los ortodoxos hebreos suponen el freno al proceso depaz, frente a los judos sefardes, considerados como ciudadanos de segunda.

En definitiva, un buen film, que se presenta con buenas intenciones, y que intenta serobjetivo, pero que no acaba de llegar al espectador, y sucumbe a la yuxtaposicin deentrevistas. Lo peor, con mucho, la traduccin simultnea.

CASTILLA ANTE EL LXXX ANIVERSARIO DEL GOLPE DE PRIMO DE RIVERA

La polmica de la historiografa contempornea ha girado siempre alrededor de laexperiencia de la Segunda Repblica, que condujo a la Guerra Civil, y el franquismo.Estos tres segmentos histricos, conectados entre s, han hecho que la dictadura de1923, careciera de alcance divulgativo. En este octogsimo aniversario, daremos aconocer algunas de las lneas maestras de la poltica primorriverista, con susimplicaciones para Castilla.

UN GENERAL DE CORTE LIBERAL, Y DE BUENAS INTENCIONES

El 13 de Septiembre de 1923, el Capitn General de Catalua daba un golpe de Estado,ponindose bajo las rdenes de Alfonso XIII para acabar as con los tres males que haban

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asolado al pas durante los ltimos aos: el terrorismo anarquista, la creciente accin delos separatismos, y la crisis marroqu. Por decreto, en menos de diez das se suspendanlas corporaciones municipales, las diputaciones provinciales y los consejos deadministracin de las grandes empresas. Era un epgono de los pronunciamientosmilitares de los espadonesdecimonnicos.

Don Miguel Primo de Rivera, perteneca a una familia de la nueva aristocracia (l era IIMarqus de Estella) que se haba vinculado durante muchas generaciones al EjrcitoEspaol. Su to Fernando, luch en Cuba y Filipinas. El propio general haba peleado enCuba tambin, y en Marruecos, y es en la primera donde recibe la Laureada de SanFernando. Es, pues, desde el sentimiento del amor a la Patria, el que le lleva a ejecutar talaccin. Siguiendo la formulacin del regeneracionista Joaqun Costa, el general se veaas mismo como el cirujano de hierro, necesario para regenerar Espaa material yespiritualmente.

LA REACCIN DE LOS RDENES ESTATALES

En la esfera poltica, el golpe fue bien visto, aunque con mucha incertidumbre yescepticismo en los primeros momentos. Fue apoyado por la mayor parte de los partidos,a excepcin de los liberales, a quienes se achacaban los males que asolaban a Espaa.Santiago Alba, dirigente liberal vallisoletano, (que haba sido ministro con Moret en 1906,form gobierno con Canalejas en 1912, con Romanones en 1916 y que en 1922 fueministro en el gabinete de Garca Prieto) se ve obligado a exiliarse so pena de serprocesado en el sumario Picasso, sobre depuracin de responsabilidades de la guerra de

Marruecos.

La Iglesia, los partidos conservadores y el ejrcito, apoyan la medida, transitoria, que vienea acabar con la anarqua social y moral que vena asolando al pas. As mismo, la UGT deLargo Caballero y los catalanistas de la Lliga Regionalista, apoyan tcitamente el nuevogobierno, que se autoproclamaba constitucionalista, a pesar de que la Constitucin de1876, la vigente en aquellos momentos, quedase suspendida cautelarmente, pero noderogada.

LA UNIN PATRITICA CASTELLANA

Castilla Se convirti en alma de Espaa, y Valladolid, en su capital espiritual. La fundacinde la Unin Patritica Castellanasupona su primaca sobre las UUPP del resto deregiones. El acto celebrado el 30 de septiembre de 1923 en el Teatro Caldern deValladolid, (y que ms de diez aos despus recordara, el 4 de marzo de 1934, a otrogran acto poltico de constitucin de fuerzas patriticas) supona la puesta de largo del quesera el partido nicodel Rgimen. El manifiesto fundacional, vena a decir, que elDirectorio llegaba con la misin de devolver al pueblo la libertad e independencia que lospartidos polticos de la Restauracin haban usurpado. Adems, afirmaba que Castilla nopoda estar ausente ni rezagada de este movimiento regional por lo que deba contribuir alengrandecimiento de Espaa. Pareja a tal misin, se encomendaba a Valladolid la de

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volver a jugar la importancia que siglos atrs desempease como Corte de Espaa, paralo cual sera necesario darle un impulso industrial y agrario, previa depuracin del sistemapoltico. As pues, la UPC se configuraba como una fuerza poltica que no iba contra nadieporque no quiere destruir sino edificar.

El acto fue rubricado por 121 personas que formaron las primeras adhesiones, entre losque figuraban ngel Herrera, preceptor espiritual de Onsimo Redondo y fundador de laACNDP y Eduardo Callejo, que sera poco despus nombrado Ministro de InstruccinPblica, as como Justo Garrn, propietario y director del peridico conservadorDiarioRegional. Afirmaba Eduardo Callejo que el partido estaba abierto a campesinos y obreros,porque no es ni debe ser burgus. La UPC no vena a ser un partido poltico al uso.Estaba movido por el bien comn, e inicialmente estaba libre de arribismo. La defensa deCastilla y de Espaa era una de las mximas presentes, y deba velar por los anhelos delos ciudadanos. Adems, el mando recaa en el citado Eduardo Callejo de la Cuesta,relevndole posteriormente el mdico Blas Sierra. La composicin de la UPC era deextraccin burguesa: mauristas y conservadores, propietarios, profesores, industriales

He aqu una de las causas de la cada de la dictadura: la falta de apoyo popular. Lamilitancia de la UP no vena dada por el convencimiento hacia un programa reformista,sino por la bsqueda y consecucin de unos intereses propios, de un afn egosta. Pese asus buenos propsitos, la dictadura cay vctima de estas contradicciones. La UP tendrdos centros importantes: Valladolid y Madrid. Desde aqu, se coordinarn el resto deUUPP, todas bajo la jefatura de Primo de Rivera.

LA OBRA POLTICA DE LA DICTADURA

La obra poltica de la dictadura, se resume en la creacin de la Asamblea NacionalConsultiva, de funcin consultiva y legislativa. En ella estaba representada la ciudadanaen funcin del segmento social que perteneciese: haba diputados designados comorepresentantes de la universidad, del mundo agrario, el mundo eclesistico, agricultores...aunque se encontraba subordinada a la Presidencia del Gobierno, y era afecta a la UninPatritica.

Los comits paritarios, constituidos por igual nmero de patronos que de obreros,arbitrados por el Estado, y pretendan dirimir los conflictos y regular las relacioneslaborales. Como medidas en el mundo del trabajo, destacan la implantacin del convenio

internacional sobre la jornada de ocho horas, la regulacin del descanso dominical, la leyde descanso nocturno de la mujer obrera o la implantacin del seguro de maternidad. Asmismo, otro de los hitos polticos es la creacin del Somatn, el cuerpo armado popular,formado por hombres honorables, honrados y de orden, que buscan como objetivo acabarcon la inseguridad, a la par que daban una nota de color a los desfiles de la UP. Enabsoluto eran una fuerza de choque como algn malintencionado historiador ha queridover. Simplemente, una guardia cvica de hombres al servicio del Estado.

IMPLICACIONES ECONMICAS EN CASTILLA

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En la Castilla y en el Len de los aos veinte, tres ejemplos nos dan una idea del espectroeconmico que mova a la regin. Por un lado, las zonas mineras de Len y del norte dePalencia. Por otro lado, los cereales de Tierra de Campos, y en tercer lugar, el ganadoestabulado y trashumante. Eran difciles aos para el campo castellano, e incluso para laminera leonesa.

El cereal castellano haba tenido una de sus pocas ms doradas en los aos de la guerraeuropea. En los pases en pugna haca falta grano, y Espaa era uno de los pases quems rpidamente podan suministrarlo, y de una calidad superior a la de otros pases.Parejo a esta produccin de cereal, vino una elevacin en la produccin de carbn, ya queel modo ms econmico de transportar esta materia era a travs del ferrocarril, que habadesbancado haca aos al Canal de Castilla, la obra hidrulica ms grande de Espaa,que se haba quedado obsoleto. La creacin de la Cmara Agraria Nacional, supuso unaordenacin de los recursos del campo, que hasta este momento no haba existido.

Al acabar la guerra, Espaa en general, y Castilla en particular, se ven sumidas en unacrisis de superproduccin. El excedente que pocos aos antes haba tenido salida, ahorase almacena en los silos, haciendo bajar peligrosamente su precio. El carbn, que semantendr an algunos aos ms, caer en declive en los aos treinta, precisamente porel aumento de tramos de carretera y la introduccin de vehculos de motor de explosin,que suponen una mejor distribucin de productos.

A ello se suma la recesin mundial de 1929, iniciada por el lunes negrode Wall Street, quellev a una crisis de la peseta difcilmente superable, ya que Espaa se vea arrastrada porel empeo personal del general Primo de Rivera de implantar el patrn oro, smbolo de lasnaciones modernas, pero para lo cual an no estaban preparadas las arcas espaolas.

LA INTELECTUALIDAD, OPOSITORA DEL CIRUJANO DE HIERRO

Uno de los colectivos que ms enemigos granje al rgimen fue el de los intelectuales.Son conocidos los destierros a nivel nacional del Rector de Salamanca, Don Miguel deUnamuno y de Prez de Ayala (que aos despus se encargara de hacer la vidaimposible a los militantes del SEU de su facultad de Derecho), as como a Blasco Ibez,entre otros.

En Castilla, estas malas relaciones con el mundo del pensamiento adoptan un cariz msvirulento, debido a una particular circunstancia. Aqu, los intelectuales eran casi todosafines al partido liberal, liderado por Alba. En los bastiones del albismo, Valladolid yPalencia, Alba y otros compaeros de partido controlaban la mayor parte de empresasestratgicas: Electra Popular Vallisoletana, Tranvas de Valladolid, El Norte de Castilla,Banco Castellano, Banco Popular Hipotecario, Carburador IRZ(empresa automvilstica),Talleres de Palencia SA, Diario la Libertad(de Madrid), Sociedad Gestora del TeatroCaldern, Financiera Guilln Zorrilla y Ca, Sociedad Power y Echaguren, Pradera yPower, etc... As mismo, controlaban los albistas la actividad cultural, en la que laUniversidad y el Ateneo eran sus dos centros principales. No obstante, la Universidad de

Valladolid, por entonces la nica del norte de Espaa junto con la de Santiago, no result anivel institucional nunca opositora. Al contrario. Bien puede hablarse de un

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colaboracionismo, que resultaba recproco. De este modo, puede verse como estampacomn de la poca, al gobernador civil, el obispo de la ciudad (el gran RemigioGandsegui) y al Rector, as como al Capitn General de la VII regin militar, en la tribunade la mayor parte de los actos pblicos.

Por el contrario, el estudiantado, y slo al final del perodo, en el bienio 1929-30, saltar ala calle a protestar por los recortes de autonoma universitaria, as como por la pocaparticipacin de la universidad en la vida poltica nacional. Eran las primeras muestras derechazo hacia la monarqua, que tardara tan slo un ao en caer.

BALANCE

La poltica nacional de Primo de Rivera fue satisfactoria en la mayor parte de sus

elementos. La pacificacin de Marruecos, el fin de la conflictividad social (atentados,huelgas, inseguridad...) y la obra social (creacin de ms de siete mil escuelas), obraspblicas... permitieron a Espaa situarse en el tren de la modernidad. Sin embargo, laEspaa que en 1923 recogan los militares adoleca de graves problemas (si la SegundaRepblica cre otras 15 mil escuelas, es fcil imaginarse la situacin anterior a los aosveinte). De nuevo se pona en prctica el lema regeneracionista de Joaqun Costa ladespensa y la escuela: llenar los estmagos, para despus cultivar el espritu.

En las relaciones de trabajo prim la accin de los comits paritarios, una adaptacin delmodelo italiano, y que ser despus el germen de la Organizacin Sindical del Rgimen deFranco (que como todos sabemos, ni eran sindicatos, ni eran verticales) y la defensa deltrabajador.

Castilla, por su parte, no puede decirse que experimentara una gran transformacin: elcampo tan slo ha tenido dos grandes impulsos: a mediados de los aos cincuenta, tras lapoltica hidrulica del gobierno, y durante los setenta, con la parcelacin agraria. Que durhasta la crisis mundial del petrleo a mediados de la dcada de 1970, que, redujo elabastecimiento de fertilizantes nitrogenados necesarios para el xito de las nuevasvariedades. Sin embargo, s que mejor sus condiciones experimentando una dcada debonanza.

En definitiva, el Rgimen tuvo muy buenas intenciones, pero pec de ingenuidad y de unavisin paternalista. Fue necesario, en una poca especialmente difcil de la historia deEspaa, pero tuvo que hacer frente a enemigos poderosos. Enemigos, que estaban dentrodel Rgimen, ya que, como deca Jos Antonio, los militares, han traicionado a mipadre.

ROMANCES DE GUERRA Y AMOR (1936-1937)NICOMEDES SANZ Y RUIZ DE

LA PEAEstamos ante una pequea joya bibliogrfica, de sas que ha menudo nos deparan, con

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sorpresa, los libreros de viejo. Nos topamos, casi de casualidad, con la obra de NicomedesSanz, que rpidamente atrajo nuestra atencin. El libro, publicado por la Librera Santarn,mecenas intelectual de los aos treinta y cuarenta, es un romancero, que escribi el autoren los difciles das de la guerra. Pero no es un poemario belicista al uso. Tal vez porqueDon Nicomedes nunca fue falangista, y no tuvo por qu adscribirse estticamente a

nuestro movimiento, aunque bien es cierto que su obra recoge toda la fuerza y el aroma dela poesa combativa de aquella generacin del 36.

El libro, toma como eje espacial la amada Castilla de Nicomedes; como eje cronolgico,los primeros meses de la Guerra Civil, que en ocasiones evoca a la Castilla medieval de laReconquista, o la Castilla vanguardista del Descubrimiento. Y como temticas, el amor, yla guerra. Quiz las dos circunstancias que mayormente podan marcar a un joven de lageneracin del autor, por entonces. Una pequea coleccin de poemas pico-lricos, conel drama de las armas al fondo, en palabras del padre Lorenzo Rubio. El romance, armapotica, enlaza perfectamente con la Castilla del medievo, hija del Cid, que se proyectahacia la Castilla nuevamente reconquistadora de los aos treinta. La evocacin de

imgenes poticas supone, de este modo, un grado de atona ms propio de la retricaque de la emocin.

Para aquellos que no conozcan a Nicomedes, daremos algunas pinceladas que nosacerquen a su persona. Nacido en Valladolid en 1905, pertenece a la generacin de 1936,a la de aquellos jvenes que hicieron la Guerra de Espaa, a caballo entre la Universidady la madurez. De aquellos(como seal el periodista Antonio Valencia) universitarios del36 que jugaban al baln y traducan a Jenofonte para morir luego en una esquina o,semanas ms tarde, en el campo, cara a las estrellas. Poeta de renombre a principios delos aos treinta (haba comenzado a publicar siendo nio, en 1914). Cristiano devoto,fascinado por el medievo, se haba autodenominado trovador de una poca de espadas y

lades.

Como ya hemos dicho, no fue Nicomedes falangista, por lo cual recaba ms merito an sucomposicin, por as decirlo, genuina. Al estallar la guerra, haba publicado Ruta enimagen (1928-1935) y Romancero Carnal (1935-1936). El romancero de la Reconquista,con su magistral La muerte del algabeo, saldra poco despus. Al acabar la guerra sehar cargo de la Casa de Cervantes, donde realizar una gran labor de cultura, creando lamuy conocida tertulia literaria de las maanas de la biblioteca. Tambin fue miembro de laReal Academia de Bellas Artes de la Pursima Concepcin. Colaborador en la prensalocal, y prolfico poeta (tena cientos de miles de versos, segn declaraciones del propioautor, que no han visto an la luz). Su obra potica, se reparte desde 1925 entre losperidicos locales de diferentes provincias de Castilla: El Adelantado de Segovia, El Nortede Castillao El Da de Palencia, as como de diferentes mbitos: El Castellano, de Toledo,Noticiario Extremeo, Vida Marroqu, de Melilla, Vida Gallega, o diferentes diarioshispanoamericanos. As mismo, dos excelentes obras recogen su prosa: Doa Juana I deCastilla, la Reina que enloqueci de amor, y Don Pedro I de Castilla. El Rey Galn yJusticiero, ambas muestran un excelente dominio de la historiografa por parte de Ruiz dela Pea.

Lstima que su carcter se fuera agriando con el tiempo, tornndose hurao e irascible, ydejndose seducir por una vida bohemia y poco ordenada. Hoy, no slo una placa

levantada en 1988, ao de su fallecimiento, nos recuerda la figura de este poeta. Susversos, tambin.

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Romance del 19 de julio

Entre Madrid y Segovia

Tiene la sierra un camino,

Y en el camino hay un alto

Y en el alto se alza un hito.

En bienandanzas de amor

Cien veces lo he recorrido,

Fresco de arroyos serranos,

Bordado de sol y pinos.

A un lado, barrancos hondos,

Al otro, desnudos riscos,

siempre en tamborileo

Cruzndolo al aire limpio,

Que peina frondas y alza

Faldas de verde pulido,

Perdindose con desgarbo

Y andares de viejo pcaro,

Cuando le recuerdan las cosas,

Que l tiene dadas a olvido...

Y el aire trajo la nueva

Guerrera, sujeta al cinto,

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Junto a la espada mohosa,

Un pistoln y un cuchillo,

Que vieron luz de Julio

Tras un descanso de siglos.

Por el camino adelante

Van cantando los mocitos.

Las coplas no se acompasan

de pandereta sin ritmo

Y las palabras estallan

Con un calor agresivo,

Muy bueno para romper

Hoces y prietos martillos.

Cara a la luz, se deslizan

Constelaciones de vidrio,

Que alumbran pasos seguros

Y rectos. Entre los pinos

La noche ondula su cola.

Las cuatro de la maana

Han llegado despacito

Para que no se despierten

Los pjaros ni los grillos.

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Y, no obstante su cuidado,

Antes que dieran las cinco

Acribillaba la sierra

Un firmamento de tiros.

Los pjaros y los perros

Se despertaron de un brinco,

Llenando el aire de vuelos

Y la sierra de ladridos.

Relucen en los fusiles,

Bien sujetos, los cuchillos,

Y en una carrera loca

Avanzan rectos, altivos

En la avalancha de muerte

los ochocientos mocitos,

Que se cubrieron de gloria

En el alto del camino.

Ni disparos ni aviones

detenerlos han podido!

Campanas de medioda

Cuentan su gozo legtimo

Al aire , que las escucha

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Cansado y medio dormido

De tanto transportar balas

Y tanto como han corrido.

Ay, diecinueve de Julio!

Cmo te han prendido,

banderas engalanadas

con leones y castillos!

Jbilo de mariposas

Te riza en vuelos tmidos,

Y te cubrir de flores

Perfectas, el sentir ntimo

De cada pecho espaol,

Por ser tanto como has sido.

Ay, diecinueve de Julio!

La sierra tiene un camino

Y en el camino hay un alto,

que es ara de sacrificio,

Donde vierten su sangre,

Cantando, tantos mocitos.

Ni disparos ni aviones

detenerlos han podido!

(NICOMEDES SANZ Y RUIZ DE LA PEA)

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MEMORIA DE IZQUIERDAS

De nuevo tenemos que hablar sobre la memoria histricaque reivindica la izquierdaespaola desde hace aproximadamente tres aos. Una memoria que se nos antojaolvidadiza, injusta y desigual con los muertos del bando nacional o, como estamosacostumbrados a or hoy en da, del bando fascista. Esta desigualdad a la que nosreferamos anteriormente se traduce en insultos, mentiras y aberraciones hacia losnacionales e incluso a la peticin al gobierno de la retirada de monumentos y placasconmemorativas a esas personas que lucharon por una empresa justa llamada ESPAA.Una empresa que se encontraba amenazada por el terrorismo, los robos, la quema deconventos e iglesias y por la persecucin a las personas que no pensaban como laRepblica ordenaba, entre otras causas. Son cosas de la libertad democrtica (sic).Estamos obligados a escribir de nuevo en nuestras pginas para hacer honor a la verdad.

Con la nada despreciable cabecera de Una web para la Divisin Azul y nada para lasfosas de Francotitulaba el peridico El Mundouna noticia un tanto polmica escrita por elperiodista Rafael J. lvarez en su edicin del martes 21 de octubre del presente ao. Lanoticia hace referencia a que el Ministerio de Defensa ofrece una pgina web, un telfonoy un acuerdo con una fundacin alemana para agilizar los trmites de repatriacin de losdivisionarios cados en la fra estepa rusa. A los republicanos cados en Espaa por losfusilamientos del Rgimen Franquista, segn ellos, nada de nada. Adems el periodistahace referencia a la ya famosa Asociacin para la Recuperacin de la Memoria Histrica(ARMH) por su labor de investigacin y localizacin de fosas comunes republicanas que

hay esparcidas en todo el territorio espaol. Estamos un tanto hartos de que en ste passea gratis faltar a la verdad un da s y al otro tambin.

Cosas as ya las hemos odo ms de una vez de algn que otro rencoroso al que no leimporta ir esparciendo mentiras y odio por doquier. Como si en la Guerra Civil los nicosque mataron fueron los de un bando (vaya guerra ms rara).

Sin ir ms lejos Emilio Silva, fundador de la ARMH, se atreve a declarar a ese mismoperidico me parece bien que se faciliten los trmites a un nieto de alguien de la DivisinAzul. Pero yo quiero lo mismo. A l, el Estado le pone un telfono y a m ni agua.

Don Emilio o tiene amnesia o algn otro trastorno en su memoria, debe ser que, de tantopensar en la de los dems, la suya se resiente, ya que l muy bien sabe (por lo menos subolsillo), que el Gobierno al que tanto critica le ofrece un sinfn de facilidades, tantoeconmicas como logsticas. Gobiernos autonmicos y ayuntamientos dan facilidades aesta maquiavlica asociacin para realizar todas sus actividades (conferencias, locales,publicaciones, etc.) y reciben cuantiosas ayudas econmicas que ya quisiramos losfalangistas percibir para sembrar la verdad y la concordia a todas las buenas gentes de lavieja piel de toro. Pongamos en la balanza un telfono en una web frente a los millonesque han recibido, estn recibiendo y seguirn recibiendo los de la memoria histrica, amnde todo el entramado meditico que tienen organizado. Conclusin: a estos mentirosos se

les ve el odio sin necesidad de excavar.

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Estamos hartos de que se juegue con las almas de los muertos para que los bolsillos deunos cuantos se llenen ao tras ao, de que se manipule la historia para sembrar laconfusin y el odio entre la sociedad espaola, de que ciertas personas interpreten elpapel de vctimas siendo ellos los mismos verdugos.

Patria Hispanoamericana 19

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