Patologias

48
PATOLOGÍAS O DE LAS HERIDAS DEL VIVIR escuela de letras libres 2011

description

escuela letras libres

Transcript of Patologias

Page 1: Patologias

P A T O L O G Í A SO D E L A S H E R I D A S D E L V I V I R

escuela de letras libres 2011

Page 2: Patologias
Page 3: Patologias

Llegó con tres heridas: la del amor,

la de la muerte, la de la vida.

Con tres heridas viene: la de la vida, la del amor,

la de la muerte. Con tres heridas yo:

la de la vida, la de la muerte,

la del amor.de Miguel Hernández

Hablaban, respiraban, devoraban palabras cuando, en una punzada, les atravesó la vida. (…) A merced de un limbo narcótico. De un destello fugaz e intenso, perecedero y eterno, que hablaba de la verdad y de las mentiras, de la

vida y de la muerte, de la paz y del miedo. El ocaso frágil tras el cual, una vez más, a pesar de que escasos centímetros separaban sus pieles sudadas,

volvieron a estar solos, completamente.de Fátima Vila

Brindemos con una copa unánime por saber siempre ofrecer

un ramo de fl ores a los vivos. de David Eloy Rodríguez

Page 4: Patologias
Page 5: Patologias

PAT O L O G Í A S

5

REGISTRO

Tendría que haber tenido papel y lápiz para escribir la vida, para que no se escapara por los resquicios de la memoria, para no olvidar los olores y colores de la Tierra, para que no se volvieran opacos los sentimientos, para no exagerar las preocupaciones, para no perder la magia de los momentos felices, para dibujar los rostros amados.

Pero es tan dulce dejarse llevar, que todo se vaya fundiendo, que todo quede en el olvido, volver a la nada…

NEUMOLOGÍA

Respiro.Respiro inundándome los alvéolos que comienzan a desperezarse a pequeños aleteos.Respiro al compás de un despertar que goza la existencia cierta.Respiro sin mí, exhalando vida sin cortapisas.Respiro tras de mí, aligerándome de lastres en cada acometida.Respiro por mí, sin respiración asistida,abanicándome los límitesventeando los levantes.Respiro el mundo y la carne.Respiro, en este instante, la eternidad.Vade retro, respiro.

Page 6: Patologias
Page 7: Patologias

PAT O L O G Í A S

7

INFORMACIÓN AL USUARIO

No deseo saber lo que recibes de las montañas, sino lo que entregas al mar.No deseo saber en qué país naciste, sino hacia dónde te diriges. No deseo saber de qué te alimentas, sino a qué aspiras.

Tampoco deseo saber qué te gusta, sino con qué te emocionas.

No deseo saber cuál es tu longitud, sino a dónde te gustaría llegar.

No deseo saber cuál es la riqueza de tus minerales, sino cuáles son tus sueños.

No deseo saber la notoriedad de las ciudades que atravesaste, sino qué paisajes te excitaron.

No deseo saber lo hermosas que son las tierras que nutres, sino si te secarías para alimentarlas.

No deseo saber cuánto hace que existes, sino desde cuándo vives.

Tampoco deseo que cenemos puestas de Sol, si no desayunamos sus amaneceres.

Deseo saber si te fundirías en el océano conmigo, pero también... si lo harías a solas contigo.

Deseo que derrames en mí toda tu locura para no perder la razón.

No deseo saber qué aprendiste, ni cómo, ni dónde, sino los mensajes que escondes bajo las rocas de tu fondo.

No deseo saber qué miedos te hicieron filtrarte hacia lo más profundo, sino qué te empujó a la superficie. No deseo saber lo cristalinas que son tu aguas, sino... si las contaminarías por amor.

Page 8: Patologias
Page 9: Patologias

PAT O L O G Í A S

9

RESPETEN EL HORARIO DE VISITAS

Alinandito era un poco cagueta. El Mori no. El Mori de vez en cuando planeaba minuciosamente cómo hacerse con alguna que otra sardina arenque en el ultramarinos de Vicente el bizco. Alinandito hacía entonces de distraedor, se colocaba junto a los tarros de los caramelos y preguntaba a Vicente: ¿Cuánto valen los de menta de dos reales? Cuando el tendero empezaba a mosquearse, una sardina había saltado ya desde el tambor de madera a la camisa del Mori. Pero ese día no iba por ahí la aventura, ese día susurró al oído de Alinandito que le siguiera a su casa, que tenía un secreto que mostrarle.

— Entra, entra que no pasa nada tontoAlinandito caminó con los ojos muy abiertos y, encogido de

miedo, agarrado a la lengua de camisa que asomaba bajo el jersey de su amigo. Un olor extraño, como a conejo desollado y alcohol se le coló por la nariz causándole fatiga. Nada más entrar en la habitación de su abuelo, el Mori se plantó junto a la cama y la señaló orgulloso. Su bracito se proyectó en sombra chinesca sobre la pared, con el mismo temblique que la luz de la mariposa de la mesilla. Alinandito abrió la boca mirando a la cama y a su amigo, sus ojos redondos bajo el flequillo a lo Marcelino pedían una explicación.

— Se las han cortadoSe las han cortadoSe l — fue lo único que dijo el Mori mientras permanecía con el dedo tieso.

Sobre la cama, el abuelo apuntaba al techo con su nariz afilada y entreabría despacio la boca temblona y sin dientes. La colcha caía inexplicablemente desde su barriga oronda hasta sus ingles, alisándose luego hasta los pies de la cama. A Alinandito le parecía

Page 10: Patologias

PAT O L O G Í A S

10

imposible estar viendo al viejo sin piernas, le parecía imposible que no pudiera ya corretearles con la correa en la mano o patear en la casapuerta al canelo de Puri.

— Mira — susurró el Mori mientras pasaba las palmas de las — susurró el Mori mientras pasaba las palmas de las —manos por la colcha, desde los tubos dorados de la cama hasta las ingles del abuelo. Alisaba la cama sonriendo y mirando a Alinandito, como si de un truco de magia se tratara. De repente, un brazo huesudo envuelto en una manga dibujada de paramecios, salió de un lado de la colcha y agarró al Mori por la muñeca. Los dos críos gritaron pero sólo uno de ellos pudo salir corriendo. Alinandito atravesó el salón, salió a la calle, atravesó el patio de vecinos, entró en su casa y se agazapó bajo el lavadero con la carita descompuesta.

No vio al Mori hasta dos días después. Le vio caminando de la mano de su madre, con camisa negra y zapatos limpios detrás de un coche fúnebre. Alinandito le saludó desde la acera levantando la mano y el Mori le miró encogiéndose de hombros. La oscura comitiva contrastaba con el naranja del atardecer. Hay quien recuerda su infancia en blanco y negro. Para Alinando eran días de luto anaranjado, como iluminado por una mariposa temblona flotando en un vaso de aceite.

Page 11: Patologias

PAT O L O G Í A S

11

CUIDADOS PALIATIVOS

El dolorcomo pétalo de rosase deshoja, el dolorsangra y llora,de lágrimas se cubre.Quien escucha su lamentode espina se viste.Cuando aparecees redención, alquimia que cura.Te transforma y te fundede nuevo en tu fragua.

EXTRACCIONES

La ventana me avisó de que el sol se vistió de gris, un golpe guerrero, Una sombra fría, una mano poderosa, entraba a través del cristal de la habitación en la que mi hermano descansaba ajeno a la noche calavera.

Se cerraron las rejas de mis ojos, pero mis pupilas agonizantes de terror, no terminaron de echar candados, para así poder ver como la mano penetraba en la espalda.

Me dirigí hacia ella y, con todas mis fuerzas, luché para extraerla, se resistía hundiéndose cada vez más, en el frágil torso.

Sus uñas acorazadas se aferraban a la columna vertebral, el olor negro oscuro, de su fuerza difunta y yo emprendimos una larga lucha, no podía permitir que se adentrara más profundo.

De allí, de mi corazón y mis manos, levanté a la maldita y arrojándola por la ventana, cerré la persiana dejándola fuera.

Me abracé a mi hermano,le curé las heridasme comí su dolor.

Mientras mis venas aún se estremecían.

Page 12: Patologias
Page 13: Patologias

PAT O L O G Í A S

13

RAYOS X

Aquel cuchillo de luzpenetró entre las cortinas.Infiltrándose por tus labiosanidó en tu pecho.La fuerza del destino, sin embargo,pulsó los interruptoresy la luz horrorizadalloró en las oscuras cavernasdel olvido, desde entoncessolo hay noches sin lunasombras en la mentemiedo en la luz.

CUARENTENA

Hoy que las cicatrices del tiempo comienzan a poblar mi cara, más que nunca necesito de un viento que sople mis velas.

Hoy que escapan mis quimeras como agua entre los dedos, más que nunca debo despertar al niño que fui del sueño de la madurez.

Cuando me convierto en bucéfalo y me asusto de mi propia sombra, sé que ahora debo recoger los desconchados del alma.

Cuando me faltan piezas para terminar el puzle de mi vida, sé que ahora debo tejer los descosidos del corazón.

En este momento en que fallan brújula y mapa, debo ser el eterno buscador de lugares y emociones.

En este instante que todo lo vivido se lanza al vacío, debo convencerme de que siempre hay un último refugio; mientras el tictac del reloj siga siendo nuestra cárcel, o quizás el ritmo que va labrando nuestra libertad.

Page 14: Patologias
Page 15: Patologias

PAT O L O G Í A S

15

INFECCIOSOS

En la plaza del pueblo, una jauría de niños y jóvenes se arremolinaba inquieta. El pequeño Aleksei salió de su casa, alarmado por el ruido, y asomó la cabeza entre el gentío. En mitad de aquel corro, un perro viejo, grande y cubierto de polvo, pugnaba por levantarse. A cada intento de incorporarse, uno de los chiquillos le daba otra patada y el animal gemía cayendo de nuevo. Sus enormes ojos oscuros y los de Aleksei se abrazaron por un segundo con una dulzura que trascendía los golpes y los gritos. Aquella mirada hablaba un idioma que solo ellos comprendieron.

— ¡¿Qué hacéis?! ¡Dejadlo! ¡¿Por qué le pagáis?! ¡Parad! ¡¡Parad!!

Los golpes eran cada vez más enérgicos. Los aullidos de la víctima apenas se oían ya por encima de los vítores y la excitación de la multitud.

— ¡Parad! ¡¡¡Parad!!! ¡Vais a matarlo!Aleksei lloraba con rabia, desgañitándose ante aquella

muchedumbre que no atendía sus ruegos. Daba bocados y arañazos, pero su lucha por socorrer al animal era frustrada con facilidad e indiferencia. Miró a su alrededor desesperado, tratando de buscar ayuda, pero nadie en el pueblo parecía entender sus lágrimas. En la plaza, las mujeres observaban la brutal paliza y reían. Los viejos sacudían la cabeza y contaban historias, recordando sus años de juventud.

Sonriendo, un anciano acarició la cabeza del pequeño: “Es solo un perro viejo”.

Aleksei no podía dejar de llorar. Era tal la angustia y desesperación que sentía, que arañaba el suelo con las uñas, dejándoselas clavadas en los adoquines.

Page 16: Patologias

PAT O L O G Í A S

16

— No… por… favor… ¡Parad…! Por favor… por f…Las palabras de su boca no hallaban ya aliento que las

impulsara. Apenas podía respirar. Se desplomó en el suelo, abrazándose a sus rodillas. Las niñas se quedaron sin piedras que lanzar. Un joven se desabrochó la correa completamente fuera de si y comenzó a fustigar el cuerpo ya inmóvil del animal. Los adoquines brillaban de sangre. La multitud aplaudió enfebrecida.

La noche cae sobre la plaza completamente vacía. Una luna de lobos ilumina un par de figuras; una abraza con fuerza a la otra, sosteniéndola en su regazo.

Page 17: Patologias

PAT O L O G Í A S

17

SALA DE ESPERA

Solo fue un mes, un mes duró nuestra locura, secreto, amistad, aventura… ahora me doy cuenta de que, si un día hubiera durado, lo seguiría recordando toda la vida. Fue un error, quizás; para mí ha sido la única razón para mantenerme con ilusión todos estos años. Yo, en la parte de atrás de aquella moto con aquel hombre que me duplicaba la edad; el roce de frías ráfagas de aire en mi cara hacía que lo abrazara con fuerza. Sabía que estaba a salvo, que no existía peligro; sin embargo sentía la necesidad de tenerlo cerca, de no dejarlo escapar, como si pudiera atrapar aquel instante entre mis manos. El faro, nuestro faro, desde donde si te esforzabas un poco alcanzabas a ver África, con sigilo, como araña que se acerca, me cogió la mano. Fue el principio de los besos y abrazos que siguieron después, nuestras miradas, sonrisas, caricias mezcladas con juegos, enfados, reencuentros… en definitiva, nuestro amor sin tapujos, libre. Aquella vez fue la última.

Días después sus desnudas palabras:“Hay otra mujer, mi mujer”Ahora, cuarenta años después, en esta vieja butaca

aterciopelada, sin rabia, sin rencor, solo recordando el amor de aquellos tiempos, cierro los ojos y siento que resbala por mi rostro una lágrima mientras acaricio las letras de su nombre escritas en la esquela de este periódico.

Page 18: Patologias
Page 19: Patologias

PAT O L O G Í A S

19

BANCO DE SANGRE

Ella sabrá lo que hace, pero yo no la entiendo, ni entiendo cómo entre tantos diluvios no encuentre una barca. Durante tres días y esta noche he intentado disuadir su pena, ya sé que sin gloria. El martes la llevé al campo del tío Juan, ahora que están floreciendo las adormideras, para que respirase verde y corriera por el prado enmarañando tallos en los cordones de sus zapatos. La tarde del miércoles la pasamos discurriendo en la playa sobre arena espumada, con los pies y el espíritu desnudos para salarlos. Ayer invité a merendar a los mellizos de la vecina, tan risueños, tan rubios y tan niños, y derramaron vida a medio estrenar, por su habitación, por la mía y por debajo de los sillones. Y esta noche, derrotada, he llorado con ella, mi último exhorto. Pero a ella de nada le ha servido mi pasión por abrir sus sentidos.

Ha entrado en el baño, ha cerrado la puerta, ha abierto un grifo. Ahora no la oigo. En la cocina falta un cuchillo.

PODOLOGÍA

A la plaza de “Cada loco con su tema”, que así se llama mi pueblo, llegaron un día tres amigos. Uno era médico, otro era matemático y el tercero era anticuario.

El médico dijo: — ¿Queréis que os cuente algo de mi profesión?—, los otros dos respondieron a dúo: —¡Oh, no!—.

El matemático contestó: -Bastante caliente tengo yo la cabeza con mis números, y no encuentro ni a un profesional que pueda ayudarme.— El anticuario replicó: — Calentamientos los de mis pies, buscando objetos del siglo pasado por lo menos para poder ganarme la perra vida que me ha tocado vivir, con mis callos y mis juanetes —.

Page 20: Patologias
Page 21: Patologias

PAT O L O G Í A S

21

REHABILITACIÓN

Ra (Ramón) creía que podía dominar esa distracción tan pronto él quisiera. Eso del “enganche” era un truco médico para sacar el dinero a los incautos. Él, en cambio, aprovechaba la situación para sacárselo a las maquinitas y a alguna partida de postín que se pusiera a tiro.

Ro (Rosa) nunca había pensado, ni por lo más remoto, que su pequeña manía pudiera considerarse una enfermedad. Si solo era una travesura de adulto, llevarse cosas de los grandes almacenes, aunque no le sirvieran para nada, solo por el placer de burlar los sofisticados sistemas de vigilancia.

Una patada en la puerta acabó con la timba que cada jueves organizaba “El Mulato”. Un chip invisible adherido al dorso de un reloj de marca provocó las alarmas del establecimiento.

Ese día, cuando separados por una mampara de cristal, se percataron de que en la otra habitación estaba cada uno de ellos, pensaron que le habrían llamado para que testificaran, pero eran conscientes de que el otro no sabía nada de sus andanzas, así que de poco iba a valer haberle hecho venir.

No se volvieron a ver hasta semanas después cuando, siguiendo la instrucción judicial, ambos fueron enviados, escoltados, a consulta psiquiátrica. En ese momento ninguno conocía las razones de la presencia de su pareja allí, pero ambos comprendieron al unísono que su auténtica patología había sido su incomunicación.

Page 22: Patologias
Page 23: Patologias

PAT O L O G Í A S

23

REANIMACIÓN

Entré en la habitación y allí estaba él, mi corazón se desbordó al ver su alma perdida en su cuerpo presente. Le cogí la mano mientras buscaba en sus ojos la expresión que delatase el amor que por mí sentía.

Le supliqué una palabra que no llegaba, una caricia aunque fuera cansada.

Allí estaba él, huido de sus sentidos. Allí estaba yo imaginando que me sumergía en su cuerpo y lo rescataba de su tormento.

Por suerte sonó el despertador y mis ojos se abrieron para encontrarse con los suyos.

Me besó con la pasión de cada mañana.Lo besé como nunca antes lo había hecho.

DESPERTAR

Aunque no quiero porque me hacen daño, los recuerdos me golpean continuamente, y me devuelven el reflejo de tiempos pasados.

Saboreé la amargura y el miedo a lo desconocido, bajé al fondo del abismo.

Luché con todas mis fuerzas para no caer en las siniestras redes de la desesperanza.

Con coraje remonté, me inyecté de vida y mis lágrimas se secaron; estoy orgullosa.

Vencí a las sombras.Resurgí en la luz.

Page 24: Patologias
Page 25: Patologias

PAT O L O G Í A S

25

PSIQUIATRÍA

¿Será el delirio la transformación del saber?¿Serán mis ojos el estigma de la claridad?¿No es la claridad acaso madre de la luz?La luna es, la sola luna que me extrema y vigila en mi insomnio,y me arroja en la profundidad de la imaginación con su estallido misterioso,y me hace creer en cosas que no veo.Miro desnudamente y contemplo la vida,así muero en lo insondable,en lo que se agita dentro de mi corazón,porque él dicta las leyes de mi cuerpo.

Page 26: Patologias
Page 27: Patologias

PAT O L O G Í A S

27

LLAMEN ANTES DE ENTRAR

Me contaba mi abuela Lola que, siendo ella niña, en su calle había una casa de grandes ventanales y amplias salas que era la envidia de todo el vecindario. Sin embargo, su dueña tenía un sin vivir que le amargaba la vida. Casi a diario, mientras ella trajinaba en su cocina o hacía labores en el cuarto de costura... veía un enorme carnero paseándose de una habitación a otra. Aquella visión, que era sólo suya, le helaba la sangre y todos los temores del mundo le apretaban la garganta. Repetía a su marido que, por muy buena que fuera aquella casa, ella no podía vivir allí. Un día, mientras hacían la mudanza y subían todos los enseres de la familia al carro, la mujer se asomó para ver si todo estaba en orden y, acomodado como una pertenencia más, entre la mecedora y la mesita de noche, estaba el animal, quien por primera vez se dirigió a ella: “Donde tu vayas, yo voy.” Entonces ella alzó la voz y dijo: “Bajad las cosas del carro, me vuelvo a mi casa.”

Page 28: Patologias
Page 29: Patologias

PAT O L O G Í A S

29

UNIDAD DE VIGILANCIA INTENSIVA

La señora parece mirar muy atenta en el televisor, los chismes más recientes de la actualidad. Luisa sube y baja la escalera diligentemente, trajina en la cocina, vuelta a subir la escalera… Juanito, su nieto, hace la tarea en el salón.

— Juanito, ¿qué hace tu madre que no para de subir y bajar? ¿Qué hora es? ¿Cuándo llega tu padre?

Ella parece seguir concentrada en su programa favorito.— Luisa, para ya de dar vueltas…— Estoy recogiendo la ropa del tendedero, enseguida estoy ahí.— ¡Qué mujer, siempre igual!— Salgo un momento a un recado, vuelvo pronto.— ¿Adónde vas ahora, con la hora que es? ¡No vas a estar aquí

cuando llegue tu marido!Luisa ya no la oye, ha cerrado la puerta y escapa con el perro.

Necesita aire, se asfixia, no puede más…Llega Roberto:— ¡Hola, mamá!Le da un beso, prepara un café y se lo toma con ella, que parece

seguir muy interesada en la TV. Roberto tranquilamente empieza a doblar la ropa que ha quedado sobre la silla.

— ¿Pero qué haces, con lo cansado que debes venir del trabajo! Todo por esa mujer que tienes, que no quiere más que calle. ¿Y cuándo llega, no tarda mucho?

— No te preocupes, Luisa viene pronto.— “Luisa viene pronto”, “Luisa viene pronto”, si no fueras tan…Roberto sale silencioso del salón, le dice a Juanito que se vaya a su

cuarto y él se refugia en el ordenador.

Page 30: Patologias
Page 31: Patologias

PAT O L O G Í A S

31

SALIDA DE EMERGENCIA

Luisa entró en el Centro con vergüenza y miedo. Acudía por primera vez a pedir ayuda. Era una mujer joven y guapa y en su mirada se reflejaba cierto temor; miró a un lado y a otro, como temiendo que la descubrieran.

Venía de otra ciudad. Tuvo que dejar allí a su padre anciano. Venía de otra ciudad. Tuvo que dejar allí a su padre anciano. VLe aconsejaron que desapareciera. Se trasladó a este pueblo a vivir con unas amigas hasta encontrar una casa para alquilar. Aunque no sabía cómo lo iba a hacer, pues tenía dos hijas en edad escolar y no podía trabajar porque tenía un brazo impedido y cojeaba.

Le informamos de los papeles que tenía que presentar para poder venir a recoger los alimentos.

Cada semana, y mientras hablaba con nosotras, Luisa mantenía la cabeza gacha y el pelo le cubría un poco la cara para esconder los moratones de los ojos y las mejillas.

Nunca quiso decir su nombre verdadero. Tenía miedo de que él apareciera.

Page 32: Patologias
Page 33: Patologias

PAT O L O G Í A S

33

APAGUEN LOS MÓVILES

Estalló la crisis de repente yel mundo se vino abajo.Todo fueron idas y venidas,derrumbe de mercados,atrincheramiento, cierre de fronteras.Se buscaron culpables inocentesy así, los opulentos señoronesdel puro y la gominapudieron volver a sus placeresdescargados del agobio de sus pérdidas.

A la gente nos pilló desayunandoen la cocina, en bata y zapatillas.Entró por la ventana como el soldel mediodía, deslumbrando:supimos del paro,de reformas, despidos, retenciones,y de sueldos esquilmados, de angustia,de hipotecas y sentir atormentado.

Si el sueño del oro ya por fin ha terminado,tiempo es de forjar otro horizonte,destronar los viejos ídolos de barro,romper los nuevos moldes consumistas,olvidar los posesivos mío, mío, míoy volver a ser de nuevo lo que fuimos:avanzada insobornable de la lucha por lo justo.

Page 34: Patologias
Page 35: Patologias

PAT O L O G Í A S

35

URGENCIAS

Planeta seminuevo. Inmejorable situación en el sistema solar. Todo exterior. Con grandes ventanales al espacio sideral. Formado por hermosos accidentes geográficos. Calefacción y aire acondicionado natural.Amueblado en todos sus rincones. Despensa provista de alimentos frescos y variados. Cansado de ser mutilado, saqueado, ultrajado, mastectomizado y violado, busca nuevos inquilinos con los que compartir sus maltratados recursos.

URGE ENCONTRARLOS.

Page 36: Patologias
Page 37: Patologias

PAT O L O G Í A S

37

SALA DE QUIMIO

De pronto, sobrevino un gran dolor, se bajó la guardia,cayeron las defensasy reinó la anarquía.Una célula le dijo a otra:— Nos vemos en la entrada del pulmón.—Vale— respondió la otra— respondió la otra— — respondió la otra— respondió la otra ¿puedo llevar a unas amigas?— ¿puedo llevar a unas amigas?——Claro, porqué no.Total, que se juntaron nosecuántas células.Aquello no podía terminar bien.La irrupción fue violenta,el pulmón quedó cerrado para siempre,y de las células rebeldes jamás se supo.El caso es que desde entonces, y con regularidad, incendian el lugar de los hechos,para que no olvidemos,acabando incluso con las que pasan por allí por casualidad.Cada vez los incendios son más extensos;se ve que no se fían de nosotras.Y cada vez somos menos las que resistimos.Creo que no nos merecemos esto.

Page 38: Patologias
Page 39: Patologias

PAT O L O G Í A S

39

HABITACIÓN 210

Mientras el enfermero del parche le cambia el gotero, el médico repasa su historial.

Aunque no recuerda bien el nombre del mal que surca sus pequeñas entrañas, lo reconoce cuando repasa con las yemas de sus dedos una piel seca y arrugada y un cráneo de gran tamaño. Tras enjugarse las lágrimas, nota que sus cejas y pestañas han desaparecido.

El médico señala con el garfio la puerta. Por fin los dos hombres salen de la habitación.

Su corazón se agita. De un tirón se arranca la goma del brazo, agarra con firmeza su peluche y se encamina hacia la ventana.

De un bolsillo extrae el frasco de pastillas donde escondió el polvo de hadas que logró recolectar en un sueño. Abre el tapón con dificultad y rocía el contenido por todo su cuerpo mientras su mente va dibujando una enorme tarta de chocolate. Reteniendo en sus pupilas un brillo mágico e infantil, apoya sus pies descalzos en el pretil y se eleva rumbo al país de nunca jamás.

Page 40: Patologias
Page 41: Patologias

PAT O L O G Í A S

41

CUIDADOS INTENSIVOS

Si es tan sólo esperarentre pedazos de ausenciavida ebria de sersin tener un instante…sería entonces conscienciaatiborrada de víscerasy una piel gastadapor inventarse.

Si es tan sólo estadíay tempestad intuiday denuedos vacíosy silencios de sangre…dime por quéentre tus brazos encuentroel anclaje de hierrode una poesía.

Page 42: Patologias
Page 43: Patologias

PAT O L O G Í A S

43

SOLO PERSONAL AUTORIZADO

VACÍA LA NOCHEVacías las copas de restos insomnesLas almas míseres desbordadas de tanta flaquezaLas huellas en la carne abrasadaEl abismo de volver sólo con tus manos.

VACÍA LA CASAVacíos los ojos de los cuervos que hoy anidan en mi ventanaEl armario ausente de polillasLa caja de retales de mi olvidoEl vertedero de esta habitación sombría

VACÍA LA CAMAVacías las ansias de cariciasLos relojes de arena del tiempo que mengua entre tu lengua y la míaLa sombra de los cuerpos desnudosLa boca del pozo que hoy me ahoga

Page 44: Patologias
Page 45: Patologias

PAT O L O G Í A S

45

CIERREN LA PUERTA AL SALIR

Cuando se agote el vinoque brinde la alegría.

Cuando duerma la tarde que queden los recuerdos.

Si se apagan las voces,que se encienda la noche.

Cuando nazca el vacíomecido por las sombras,que permanezcan limpiasla amistad y la risa.

Al apagarse el fuegoque queden los rescoldos.

Cuando muera el deseoque brote la ternura.

Si se detiene el rayo prendido en la tormenta, allanará el caminouna llovizna suave.

Y cuando finalmentelas heridas se sequeny las flores no sangren,que fluya la memoria.

Que nos quede la vida.

Page 46: Patologias
Page 47: Patologias

PATOLOGÍAS o de las heridas del vivir es una obra colectiva compuesta por los integrantes de la

Escuela de Letras Libres, y su edición ha sido auspiciada por la Escuela Municipal de Artes (E.M.A.)

de la Casa de Cultura de Chiclana de la Frontera.

PATOLOGÍAS o de las heridas del vivirHa sido maquetado bajo el generoso ciudado de Mauro y Mari Luz.

PATOLOGÍAS o de las heridas del vivir está difundido bajo licencia copyleft por lo que queda totalmente

permitida la reproducción, distribución o interpretación total o parcial de los textos, siempre que sea sin fines lucrativos

y citando la fuente original.

PATOLOGÍAS o de las heridas del vivir se editó en los talleres de los maestros copisteros de MultiXero.

durante el rebelde y esperanzador junio de 2011, mientras los indignados del mundo tomaban las calles

y celebraban que OTRO MUNDO ES POSIBLE.

Page 48: Patologias