Patagonia Rebelde 8

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1965 PRT 2015 Tu historia nos marca el camino A 50 años de la fundación del Partido Revolucionario de los Trabajadores, retomamos su legado en el camino de la construcción del guevarismo Por la segunda y definitiva independencia: Entrevista a Christian Arias, militante de Marcha Patriótica Atravesar el Sahara, cruzar el Mediterráneo: Las migraciones desdesperadas de africanos a Europa

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  • 1965 PRT 2015Tu historia nos marca el camino

    A 50 aos de la fundacin del Partido Revolucionario de los Trabajadores, retomamos su legado en el camino de la construccin del guevarismo

    Por la segunda y definitiva independencia:Entrevista a Christian Arias, militante de Marcha

    Patritica

    Atravesar el Sahara, cruzar el Mediterrneo:Las migraciones desdesperadas de africanos a Europa

  • Editorial:Anlisis de situacin NacionalPuerto Madryn: Hay que tener feDocentes universitarios: construyendo concienciaSin.de.Caf: Sin nosotras no se mueve el mundoLa poesa se vive, Entrevista a Lucho CarranzaLa burocracia de la muertePor la segunda y definitiva independencia, Entrevista a Christian AriasEl movimiento independentista de Catalua... Por Hctor HuircanAtravesar el Sahara, cruzar el Mediterrneo... Por Pablo BlancoEl PRT es un arma cargada de futuro

    Contratapa EL PRT: Por qu rescatamos su historia

    Pgs. 4 y 5 Pgs. 6 y 7Pgs. 8 y 9Pg. 10Pgs. 11 a 13Pg. 14Pgs. 15 a 18Pgs. 19 a 21Pgs. 22 a 25Pgs. 26 y 27

  • Escuchaste hablar del Guevarismo? Probablemente no, porque si bien fue una corriente poltica de masas en todo el continente, los poderosos se esforzaron por aniquilarlo, luego por ensuciarlo, y finalmente por esconderlo. No vas a escuchar hablar de guevarismo en la televisin, ni en la radio, ni en los principales diarios. La mayora de nosotros tenamos entre 18 y 25 aos cuando alguien por primera vez nos habl del guevarismo y nos cont que existi una organizacin en Argentina llamada PRT-ERP que llev adelante el

    proyecto poltico del Che Guevara en nuestro pas en los aos 70s.La desaparicin del guevarismo como proyecto poltico revolucionario, fue una de las consecuencias de la derrota sufrida por la clase obrera y el pueblo pobre, a partir del genocidio perpetrado por la dictadura militar del 76. La derrota tuvo etapas, primero vino la derrota militar y el aniquilamiento fsico, sufrido por las organizaciones que asumieron el carcter armado de la lucha de clases, y de miles de militantes sociales que se oponan a la dictadura. Luego sobrevino la derrota ideolgica que implic la eliminacin de toda perspectiva revolucionaria, mediante el desprestigio de los revolucionarios/as y de sus organizaciones, culpndolos de lo ocurrido, sembrando el terror en la sociedad. En ese camino la organizacin ms castigada, fue el PRT-ERP, y su mximo dirigente Mario Roberto Santucho. Las clases dominantes y el imperialismo yanqui utilizaron todos los medios ideolgicos disponibles para mostrar a los revolucionarios/as como asesinos y locos al servicio de intereses extranjeros. Posteriormente, aprovechando el envin del derrumbe de la Unin Sovitica, lograron instalar socialmente la imposibilidad siquiera de modificar

    y mucho menos de eliminar el capitalismo como se propona el guevarismo.As transcurrieron mas de veinte aos, slo con minsculos grupos que reivindicaban el legado poltico del PRT-ERP. Pero al mismo tiempo que este fenmeno ocurra, las condiciones de vida de la clase obrera y del pueblo argentino se iban deteriorando, crecan

    el desempleo, el hambre y la miseria. Pero felizmente poco a poco, tambin se organizaba la resistencia de los excluidos del sistema capitalista, la conciencia de la explotacin engendr la necesidad de transformar la realidad y de la mano del movimiento piquetero volvi, entre el humo de las cubiertas un rostro y un nombre que parecan estar olvidados: era el Robi Santucho. El PRT-ERP no estaba muerto y ahora haban muchas manos jvenes dispuestas a levantar sus banderas. Nuestra organizacin es hija de ese proceso, como tantas otras a lo largo y

    ancho del pas. Si bien hubo un salto poltico que permiti al guevarismo salir a escena, a partir de la rebelin popular de diciembre de 2001, todava los/as guevaristas somos una expresin minoritaria. Actualmente aspiramos a convertirnos en una corriente poltica de masas, apelando al cario y a la admiracin que nuestro pueblo siente por nuestro comandante

    Che Guevara, para transmitir su proyecto revolucionario y socialista.Este 25 de mayo se cumplieron 50 aos de la fundacin del PRT, una organizacin que logr poner de rodillas a la burguasa y que fue derrotada peleando. Los guevaristas seguimos apostando a la unidad pese a todo lo que nos ha ocurrido, y as creamos el Frente por la Unidad Guevarista (FUG) junto la Juventud Guevarista, al Colectivo Guevarista de Zona Oeste del Conurbano Bonaerense, a Proyecto Tat y a militantes e intelectuales guevaristas que se suman a esta propuesta. El FUG organiz un hermoso y multitudinario acto en Capital Federal a 50 aos con la consigna El Guevarismo reagrupa sus fuerzas

    y poco a poco va tomando vida y va saliendo a la escena poltica.Creemos que existe un camino distinto al que propone el capitalismo, una sociedad socialista en la que los humanos seamos realmente iguales. La dictadura militar nos ha demostrado hasta que punto pueden llegar los explotadores para defender sus privilegios y por eso pensamos que el camino para alcanzar esa nueva sociedad es la revolucin de los marginados de este sistema. Nos gua el heroico ejemplo latinoamericano del Che Guevara y en nuestro pas del PRT-ERP. Por eso te invitamos a construir el guevarismo

    desde tu lugar.

    EditorialSomos Guevaristas

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    Anlisis de situacin

    EL CIERRE DE UNA CRISIS POLTICA

    Nuevamente perdieron quie-nes vieron esta vez, en la crisis desatada por la muerte del fis-cal Nisman, el derrumbamiento del Kirchnerismo. Luego de los titubeos iniciales, esta fuerza supo responder con audacia y retomar la iniciativa luego de la embestida por parte del poder judicial y del multimedio Cla-rn, como voceros del sionismo internacional. El kirchnerismo supo jugar sus cartas para em-barrar a la opcin burguesa y dejar contentos a algunos sec-tores: creando la Agencia Fede-ral de Inteligencia; abriendo los archivos de la AMIA; recibiendo el apoyo del Papa Francisco; anunciando una nacionalizacin mentirosa de los ferrocarriles; y modificando el esquema de retenciones del impuesto a las ganancias. Sumado a todo esto est la colocacin de bonos de YPF (BONAR 2024), con el que el estado logr hacerse de 1.415 millones de dlares que les permitir solventar algunas de sus iniciativas y atravesar la transicin hasta fin de ao sin sobresaltos. Un dato poltico interesante y a la vez sorprendente es que la imagen positiva del gobierno se incrementa a medida que este responde a cada embestida de los fondos buitres. Esto tom

    mal parados a muchos voceros del establishment que estaban acostumbrados a instalar en las masas el peligro del default y de quedar aislados del mundo. Estos polticos y opinlogos subestiman al pueblo y pien-san que el discurso neoliberal que utilizaron con xito en los 90s tiene aceptacin en la ac-tualidad, y no comprenden en profundidad el fenmeno del kircnerismo. Justamente esta ha sido la fuerza poltica que se asent sobre las demandas de la resistencia frente al neolibe-ralismo para gobernar, con un discurso de intervencin esta-tal aunque sin realizar cambios estructurales en el capitalismo argentino dependiente.

    LA PUJA POR LA CONTINUIDAD

    La serie de hechos y anuncios polticos de los ltimos tiem-pos reconfiguraron el mapa poltico de cara a las eleccio-nes presidenciales. Uno de los principales datos es la fuerte cada en intencin de voto de Sergio Massa, que hace dos aos lleg a estar primero en las encuestas y constitua una amenaza concreta para las as-piraciones de continuidad del kirchnerismo. Massa no logr convencer a ningn sector de importancia del radicalismo, que se volc principalmente

    hacia el macrismo, y en menor medida hacia el kircnerismo. Pese a la aparente demostra-cin de fuerza que constituy el enorme acto realizado el 1de Mayo en el estadio de Velez, el massismo parece ser un barco que se hunde antes de zarpar y el principal sntoma es la huida de parte de los representantes del antiguo Peronismo Federal como Daro Giustozzi (el ex in-tendente de Almirante Brown) que se suma a Jess Cariglino, Gustavo Posse y Sandro Guz-mn (intendentes del conurba-no bonaerense) y el intento de despegarse de otros polticos como Mario Das Neves. Luego de 8 aos de gobierno, Cristina Kirchner sigue siendo el politico con mayor imagen positiva, si bien no puede pre-sentarse a una re-reelecin, ser una figura importante du-rante la campaa. Pero fuera de lo que podra esperar el ala progresista del kirchnerismo, la presidenta ha decidido no brin-dar apoyo explcito a ninguno de los dos Pre-Candidatos kir-chneristas, por el contrario ha postulado que el candidato es el proyecto frase que preten-de, y en parte ha logrado, tran-quilizar a ese kirchnerismo pro-gre, a quienes la idea de votar a Scioli en las generales les da escozor. Sin embargo est claro que el principal beneficiado de

    La derechizacin del espectro poltico

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    Anlisis de situacin

    esta poltica es justamente Scio-li, porque es el que cuenta con mayor peso propio dentro del principal distrito: la provincia de Buenos Aires. Pero adems es el candidato que cuenta con el apoyo mayoritario del aparato del PJ, como qued demostra-do en el congreso nacional de este partido. En esta instancia se autoriz la integracin de frentes y se plasm la necesidad de declinar las candidaturas que no cuenten posibilidades reales de disputar la eleccin, de este modo declinaron sus candidatu-ras Uribarri, Rossi y Taiana.Hasta el momento el kirchne-rismo ira a una interna abier-ta entre Daniel Scioli -como el peronista de dudoso pasado- y Florencio Randazzo -en el pa-pel del soldado progresista? de Cristina- como los principales candidatos. De este modo gana-ra Scioli la interna, pero logra-ran apaciguar el sabor amargo que resultara para el ala pro-gresista llamar a votar y hasta militarle la campaa al un viejo menemista. Ocurre que Randa-zzo, la figura natural del kirch-nerismo puro, nunca despeg como candidato con posibilida-des reales, y la psima eleccin primaria de Mariano Recalde en Capital Federal termin de demostrar la debilidad como alternativa electoral de los can-didatos de La Cmpora y del resto del kirchnerismo progre-sista. Pero la consigna el candidato es el proyecto tambin preten-de ser un condicionante para el futuro candidato a Presidente de la Nacin por Frente Para La Victoria (FPV), para que gobier-ne con las banderas del kircne-rismo y que no deje afuera del

    reparto de poder a los bloques polticos que lo integran. Este es el principal miedo del kirch-nerismo puro, que una vez en el gobierno el nuevo presidente construya su propio proyecto y los deje afuera de todo. Esto ya ha ocurrido numerosas veces en Argentina y no sera extrao que ocurriera nuevamente. Al parecer son dos los candida-tos que cuentan con mayores chances de suceder a Cristi-na Kirchner en la presidencia: Scioli como representante del peronismo y Mauricio Macri el candidato de la derecha. Esto demuestra un corrimiento de todo el espectro poltico elec-toral hacia la derecha, lo cual constituye un escenario poltico sumamente complejo para el conjunto del pueblo.Con Macri ha surgido por pri-mera vez en Argentina un can-didato claramente de derecha no peronista, que no necesita un maquillaje progresista para ser una opcin electoral viable. El PRO crece y se desarrolla en todo el pas a partir de acuer-dos con la Coalicin Cvica de Elisa Carri y con la mayora conservadora de la UCR. Estos acuerdos permitieron darle al PRO una dimensin de fuerza nacional. Su programa es clara-mente de derecha: achicamien-to del estado, des-regulacin del valor del dlar (lo que implica una devaluacin), eliminacin de las retenciones a las expor-taciones, control de los salarios, una mayor represin maquillada como lucha contra la inseguri-dad, etc. Los resultados de las elecciones en varias provincias y en la Ciudad Autnoma de Buenos Aires demuestran su as-censo y consolidacin.

    LUCHAR RESISTIR Y ACUMULAR FUERZAS

    Si bien existen avances en el pla-no electoral que plantean una lgica de construccin alter-nativa en diferentes puntos del pas (como el MAPU de Trelew, la Unin de Pueblo de La Plata y otras), no existe ninguna op-cin nacional, con perspectivas de plantearse como opcin de poder, y que contemple los in-tereses del pueblo. Hay alianzas de izquierda, pero sin una pol-tica claramaente anticapitalista, sin una propuesta alternativa, ni un programa de gobierno y que lamentablemente no expresan ms que candidaturas testimo-niales, que se posicionan de he-cho como el ala izquierda del sistema.Seguiremos siendo los mili-tantes populares con nuestras organizaciones quienes debe-remos continuar resistiendo contra la destruccin del medio ambiente, por condiciones de trabajo dignas, contra la violen-cia estatal y la represin, por tierra y vivienda, defendiendo la salud y la educacin pblica, por la independencia poltica y por la integracin latinoamericana. Cuando logremos hacer con-fluir cada una de las luchas que heroicamente desarrolla la cla-se obrera y el pueblo nos cons-truiremos como una alternativa real de poder. Cuando organice-mos nuestras demandas en una propuesta unificada que desa-rrolle transformaciones de fon-do podremos construir un futu-ro diferente al que nos ofrece el sistema capitalista.

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    Panorama Regional

    Hay que tener fe

    Importante empresa de ser-vicios industriales busca para incorporar a su equipo de tra-bajo OPERADOR DE GRUA TELESCPICA, con experien-cia comprobable. Jornada labo-ral de 9 hs. diarias. Licencia de conducir, figuraba en el aviso que entusiasm al trabajador y a su familia. Este operario nunca imagin que, una vez obtenido el puesto, un viernes de abril le asignaran una de las tareas ms extraas. Desde el muelle viejo y en me-dio de la ventosa tarde madry-nense penda del guinche una rara carga. A la distancia, pare-ca un saquito de t a punto de ser sumergido en un gran tazn.

    Aunque la realidad, como tantas otras veces, superara a la fic-cin. Y slo bastaba con mirar un poco ms de cerca las cosas para empezar a entender. Un cura, vestido con traje de buzo y cubierto arriba con una sota-na, se balanceaba en el plpito colgante de la gra y estaba a punto de ser sumergido. Ocu-rre que Madryn, desde hace ya varios aos, es la sede de un cu-rioso evento llamado Via Cru-cis Submarino, en el que algu-nos buzos recorren un circuito bajo el agua llevando una gran cruz, mientras son acompaa-dos desde el muelle por cat-licos fervientes y turistas. Esto sucede en Viernes Santo.

    Los organizadores- empresas de buceo turstico junto a la secretara de Turismo local y algunos empresarios- impulsan este sentido acto de fe, pro-moviendo lo que ellos mismos han llamado turismo religioso. Interesante producto, por cier-to. Opera Romana Pellegrinag-gi es un servicio del Vicariato de Roma - rgano de la Santa Sede - que propone itinerarios tursticos a los peregrinos. En su pgina web promueven al Via Crucis Submarino como la nica procesin submarina del mundo que cuenta con la ben-dicin del papa Francisco. Debo aceptar que el evento es-taba convocando a mucha gen-

    Por corresponsal de Patagonia Rebelde en Madryn

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    Panorama Regional

    te. Por curiosidad, le pregunt a una vecina que marchaba con-tra la marea humana su opi-nin: - Que se dejen de joder y que limpien el fondo- dijo. Y me habl del otro muelle, visi-ble a unos cientos de metros y que a comienzos de los 70 fue construido para la empresa de aluminio ALUAR.Hace muy poco se produjo uno de los tantos derrames de pol-vo de almina all, en ese muelle. Pero esta vez el acontecimiento circul en videos por las redes sociales. A raz de eso, la em-presa difundi un comunicado reconociendo el incidente pero minimizndolo y afirmando que slo se trataba de dos toneladas, que stas haban sido recolec-tadas con aspiradoras, que ha-ban informado oportunamente al ministerio de ambiente de la provincia y otras excusas ms. - No pasa nada- declararon

    descargo, el funcionario aseve-r que ALUAR haba instalado equipos de mejor calidad y que los responsables de operarlos eran ellos, refirindose a la misma empresa. Lindo control. Parece que debe-mos confiar en la voluntad de ALUAR y esperar que, cuando contaminen, nos lo informen enseguida y nos hagan saber, asi-mismo, cunto es lo que quie-ren pagar de multa por ello. Por nuestra salud y siendo un poquito ms que irnicos, espe-remos que sean buena gente y recemos bajo el agua para que nada de esto ocurra. Para finalizar, traemos a colacin el testimonio de otra vecina, quien expres:- Nacs y tens incubadora en neonatologa del hospital, crecs y tens flor y cncer por doquier. Todo, gra-cias a una donacin de ALUAR, aluminio argentino. Por Dios!

    funcionarios de Medio Ambien-te que son, adems, ex-emplea-dos de ALUAR. Lo mismo ale-gan cuando se desprende alguna emisin de sustancias contami-nantes al aire. Al parecer, las reas de control que dependen del Ministerio de Ambiente y Control del De-sarrollo Sustentable de la Pro-vincia del Chubut (pomposo nombre, si los hay), se limitan a recibir los informes ambientales que la misma ALUAR realiza. En una interpelacin que hicieron en noviembre pasado los dipu-tados a Musmeci, responsable de ese ministerio, se le inquiri al mismo sobre los equipos de monitoreo de la calidad del aire que la provincia haba compra-do para instalar en Madryn hace varios aos y que nunca fueron puestos en funcionamiento. La respuesta dej boquiabiertos a todos en legislatura: a modo de

    Lindo control. Parece que debemos confiar en

    la voluntad de ALUAR y esperar que, cuando

    contaminen, nos lo informen enseguida y nos hagan

    saber, asimismo, cunto es lo que quieren pagar de

    multa por ello.

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    Entrevista

    Cules son las caractersticas del modelo sindical, que se impulsa ac-tualmente desde la conduccin de

    ADU?

    Desde ADU aspiramos a un mo-delo sindical participativo, anti-burocrtico, en el cul la poltica gremial universitaria respete los mandatos y necesidades docen-tes. Te aclaro que el sector uni-versitario tiene caractersticas muy particulares en relacin a

    otros sectores. El docente uni-versitario, en un gran porcenta-je, no logra reconocerse como trabajador/a, sino como un pro-fesional desligado de las luchas obreras o del resto de los sec-tores de trabajadores/as. Esta falsa conciencia juega en contra del modelo sindical participati-vo que desde ADU o desde Co-nadu Histrica, que es nuestra federacin nacional impulsamos. Esto se nota claramente en las

    asambleas o en los paros, ya que siem-pre tenemos la indiferencia de un sector que se compor-ta de manera individualista, que no par-ticipa. Claro est que mu-chos/as de es-tos docentes no viven de la docencia uni-versitaria sino que es una en-trada ms, por

    lo tanto no se involucran. Pero ms all de estas cuestiones vi-sualizamos un crecimiento en la lucha docente, ya que de a poco el gremio crece, nunca se ha es-tancado. Hoy tenemos alrede-dor de cuatrocientos cincuenta afiliados en todas las sedes de la Universidad Nacional de la Pa-tagonia, lo cual nos convierte en uno de los gremios ms impor-tantes a nivel nacional, teniendo en cuenta que se trata de una universidad medianamente chi-ca en relacin a otras institucio-nes del pas.

    Considers que existe o debiera existir, algn tipo de compromiso de los /as docentes universitarios para con la educacin pblica y la

    sociedad en general?

    Bueno, justamente creo que la-mentablemente la distancia que se genera entre la universidad y la sociedad es bastante gran-de, y esto se ve replicado en las luchas sindicales, como te co-mentaba anteriormente. Creo que esta distancia no es casual, ya que la universidad y el mo-

    Entrevista a Cristian Hermosilla, delegado de ADU (Asociacin de Docentes Universitarios) en la sede Trelew de la UNP.

    Docentes Universitarios: Construyendo conciencia

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    Entrevista

    delo de educacin superior en particular no ha logrado invo-lucrarse en las necesidades ms bsicas de los trabajadores, sino que ha apuntado a ser funcional a los sectores concentrados, al modelo individualista y consu-mista que el neoliberalismo lo-gr imponer. No es fcil romper con esta lgica, pero afortuna-damente siempre encontramos sectores que luchan contra esta realidad y son estos sectores los que hay que fortalecer. La realidad de ADU puede ser un ejemplo, comenz siendo un gremio a partir de la lucha de un grupo de docentes muy pe-queo, y pocos aos despus nos encontramos siendo varios centenares. La conciencia se construye, y es lo que desde este sector intentamos hacer. Tam-bin intentamos poner nuestro granito de arena en la lucha por una sociedad ms justa apo-yando diversas actividades. Por ejemplo el gremio impuls jun-to con otras organizaciones, el programa de alfabetizacin Yo si puedo, un programa cubano

    que en Latino-amrica ayud a miles de per-sonas a salir del flagelo del analfabetismo.

    Durante el mes abril, llevaron ade-lante un importante proceso de lu-cha, comntanos cules fueron las

    principales reivindicaciones.Antes que nada me gustara co-mentarte que estamos en plena paritaria 2015, la cual logramos abrirla gracias a la lucha de do-centes nucleados en Conadu Histrica. De otra manera de-beramos haber esperado hasta julio, ya que en ese mes se cumplan los vergonzosos diecisis meses que la paritaria del ao pasado fij como fecha de apertura para este ao. L-gicamente Conadu Histrica no fir-m esa paritaria, pero s lo hizo la Conadu oficialista y con eso bast para legitimarla. Te comento esto, porque el sector docente universi-tario est nuclea-do principalmente en nuestra federacin y en la Conadu ofi-

    cialista, ambas smbolos de dos modelos sindicales muy contrapuestos. La nuestra, an-tiburocrtica y abiertos a los reclamos de las bases y la Co-nadu oficialista,

    que responde a un sector de dirigentes kirchneristas, que de-fienden una situacin insosteni-ble para el sector universitario. Quiero aclarar que nuestro gre-mio es plural, tenemos docentes kirchenristas y no kirchenristas, de izquierda, etc, pero para no-sotros esto no debe ser lo cen-tral, sino el objetivo siempre debe ser defender al trabajador, y esto debe ser independiente del gobierno de turno.Por ltimo quiero comentarte un gran logro, y es que nuestro Convenio Colectivo de Trabajo, seguramente ser puesto en vi-gencia en la actual paritaria. Esto

    es algo histrico para nuestro sector, ya que hay universidades que realmente tenan en situa-ciones altamente precarizadas al trabajador. Con este convenio lograremos que a nivel nacional tengamos los mismos derechos y obligaciones, mayor estabili-dad pero tambin un incentivo hacia la excelencia acadmica.

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    Trabajadorxs

    Las trabajadoras de casas de fa-milia, son las ms postergadas en cuanto a derechos laborales, dentro de la actividad privada. A pesar de que la ley 26.844 es un avance para el sector en ma-teria de reconocimiento legal y que brinda derechos bsicos para quienes estn registradas, la realidad de miles de mujeres que trabajan en este sector si-gue siendo la de la precariza-cin laboral. Las trabajadoras de casas de fa-milia deben padecer el estigma social de no ser reconocidas como tales, pues para quienes las emplean, ellas son como de la familia, por eso sus derechos laborales no son ni respetados ni cumplidos como dice la ley. Exigir el pago de vacaciones, el derecho a trabajar en blanco, el pago de las horas extras y de los gastos de transporte para ir al lugar de trabajo, entre otras tantas cosas, son motivos para que los patrones las llamen desagradecidas. Ellas estn siempre expuestas al maltrato del empleador, quien adems abusa de su posicin social para desestimar cada uno de sus re-clamos. Otro de los reclamos ms im-portantes es el cumplimiento del pago por categora. Esto quiere decir que la liquidacin del sueldo debe ser acorde a las tareas realizadas. La mayora cumple todas las tareas (cuida-do de nios/as, limpieza, plan-chado, cocina, etc.), pero slo cobra por una de ellas, y muy por debajo del monto estipula-

    do por la ley. La lucha de estas trabajadoras viene siendo en su mayora indi-vidual, ya que en pocos lugares del pas existe el Sindicato de Empleadas de Casas de Familia (SINDECAF), herramienta gre-mial indispensable para trans-formar cada reclamo particular en una lucha colectiva.Es a raz de esta necesidad que en la ciudad de Trelew se co-menz a conformar un grupo de mujeres dispuestas a armar el Sin.de.caf en la zona. Cansa-das de no ser escuchadas ni te-nidas en cuenta como trabaja-doras, y dispuestas a avanzar en la pelea por todos los derechos que faltan conseguir para hacer de su labor un trabajo digno, las trabajadoras de casas de familia en Trelew han decidido organi-zarse. La experiencia en esta ciudad tiene como antecedente la in-tervencin activa de mujeres que en la dcada del 80 inten-taron conformar un sindicato

    para las trabajadoras domsti-cas, con una gran participacin en aquel momento de ms de 200 mujeres, stas en su ma-yora vecinas del barrio Don Bosco que siguieron sumando compaeras de otros barrios hasta convertirse en un gru-po numeroso de luchadoras. Si bien el tiempo pas y ese grupo de mujeres no pudo continuar, hoy algunas de esas mismas y muchas ms, se suman al desafo de poner nuevamente en pie una herramienta gremial que respalde a las trabajadoras y d las peleas necesarias para garan-tizar sus derechos laborales. Enmarcadas en la CTA y con la ayuda de los compaeros/as de la agrupacin de comercio Des-de Abajo, este colectivo de mu-jeres viene impulsando activida-des de propaganda y difusin, saliendo a la calle a visibilizar sus reclamos y a decirle al conjun-to de la sociedad ac estamos, somos trabajadoras domsticas no esclavas, tenemos derechos.

    Territorio Domstico - Colectivo de Mujeres Inmigrantes en Espaa

    SIN NOSOTRAS NO SE MUEVE EL MUNDO La poesa se vive

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    Entrevista

    -A casi dos aos de la publicacin de tu libro de poesas La carta, qu balance hacs, qu cosas

    nos pods contar?

    La carta es un libro que me llena de felicidad, porque es un libro que est caminando. Cada tan-

    to me llegan comentarios, gente que me agrega de amigo al face-book y escribe algn fragmento del libro en su muro, o escriben por privado preguntndome si existen esas mujeres, y yo les digo que s, que estn entre no-sotros. Eso quiere decir que se

    lee y no hay mejor crtica que la del lector que pregunta.El libro fue naciendo cuando te-namos la Walsh - Biblioteca Popular de Trelew que fue ce-rrada por la dirigencia de ATE en 2012- y el colectivo de tra-bajo artstico Bajo los Huesos.

    Luis Omar Carranza, madrynense, Profesor en Letras recibido en la sede Trelew de la UNPSJB. Actualmente ejerce la docencia en Lago Puelo, su nuevo lugar de residencia. Lucho Carranza, luchador y activista anti-minero, por los derechos humanos y a favor de la causa de los pueblos originarios. Lucho, escritor

    talentoso y poeta por prepotencia de trabajo.

    La poesa se vive

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    Entrevista

    ramos un grupo con presen-cia en las actividades polticas de la zona. Con esto no quie-ro decir que los integrantes del grupo dejaron de militar, todo lo contrario, siguieron aunando fuerzas de distintos lados y con-tinan trabajando por un arte comprometido.En la Walsh se gest la Marcha de los Poetas contra la megami-nera, ah tambin naci la UAC del valle, meseta y costa, la mar-cha de los 4 y un centenar de actividades. Fue un espacio ni-co en Trelew. La carta fue leda por mis ami-gos del grupo y por muchsi-ma gente ms. Siempre soy de pasar los textos que escribo y La carta, como dijo mi amiga y poeta Viviana Ayilef es uno de los libros ms ledos y comen-tados antes de ser publicados. Ella me empuj a publicarlo, Vi-viana habl con Hugo Abraham de Mandala Ediciones y fue ah cuando el manuscrito se convir-ti en libro. Yo estar siempre agradecido.

    No soy de escribir mucho, ms bien soy una persona que sigue al texto, hasta que aparece algo, una imagen, sonidos, palabras que se encadenan formando ideas. Cuando me doy cuenta que tengo algo me pongo un poco obsesivo con la escritura, aunque la mayora de las veces me aburro y desisto. No soy un escritor de poesa las 24 hs, ms bien escribo cuando estoy bien, creo que es la nica forma de poder escribir.

    Admiro mucho a algunos poe-tas que escriben muy bien, a ve-ces creo que necesito un poqui-to de ellos para poder mejorar

    mis textos. Pienso en Jorge Spndo-la, Fernanda Ma-ciorowski, Liliana Campazzo, Ren Rivera, Bruno Di Benedetto, Liliana Ancalao, Luciana Mellado, Washing-ton Bern, Julio Leite, Viviana Ayi-lef, ufff, hay tantos buenos poetas en Patagonia que se me escapan nom-bres mejor dejo de nombrarlos. La carta naci entre colectivos artsticos, con la poesa de otros poetas, con la militancia en la calle, con Csar Antillanca y los 40 aos de la masacre de trelew, con mi amiga y escritora Stella Batistotti, con la lectura de Mariel y la Panchi Ocampo. El libro est lleno de buenos momentos vividos.

    -Ests trabajando en algo nue-vo por estos das, nos pods

    adelantar algo?

    Estoy escribiendo, pero no poe-sa. Cada tanto escribo alguna que otra crnica para un me-dio alternativo, un medio donde trabaja el compaero y perio-dista Diego Colinamun. Tengo algunos poemas, pero no es gran cosa, creo. Supongo que soy muy exigente con mi poe-sa, cuando tenga algo que decir, escribir. Supongo que van a ser unos de los primeros en ente-rarse.

    -Vos escribs poesa desde la Patagonia o sos un poeta pata-

    gnico?

    Escribo en Patagonia, porque eli-jo vivir en Patagonia (risas). No estoy evadiendo la pregunta, s que ests hablando del debate histrico de ser escritor pata-gnico o escribir en Patagonia. A decir verdad ese problema no lo tengo, que se gasten hablando o llenando pginas los que sa-ben de poesa. Los que quieren ser reconocidos como poetas laureados (risas).

    -Sos conocido por tu militancia en la UAC-UAP y por tu compro-miso no slo con el medio am-biente sino que tambin con las luchas sociales y ahora ms de cerca con la de los pueblos origi-narios. Qu hace un poeta me-

    tido en tantos los?

    (Risas) no s qu hace un poeta metido en tantos los qu bueno!!! La verdad creo que no soy un militante reconoci-do, para nada. Slo soy alguien que cuando puede est donde hay que estar. Lo digo pensando desde el ahora, en la recupera-

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    Entrevista

    cin de Vuelta del Ro, ac cer-quita, en Leleque. Supongo que mucha gente hara lo mismo que yo, ayudar desde donde se puede. Qu clase de personas somos si no nos conmueve el dolor del otro, si no nos afecta emocionalmente lo que otros sufren. En qu nos convertira-mos si las injusticias que otros sufren nos resbalaran, digo, qu clase de sujetos seramos.

    Por suerte me rodee de bue-nas personas en Trelew, de ellas aprend a comprometer-me cuando se puede. Lo digo porque no siempre es as. Uno quiere pero a veces no pue-de. Por ejemplo, hubo algunas compaeras y compaeros que me preguntaron si iba a ir al estreno reciente del documen-tal sobre Julin Antillanca, Un paisaje de espanto y la verdad que no pude estar all. Y ese da me pes ms de la cuenta. A la maana le mand un mensaje a Csar Antillanca disculpndome por no haber podido estar. Igual creo que las cosas son por algo, si iba a Trelew no hubiera esta-do en la recuperacin de Vuelta

    del Ro. El sbado 18 de abril, la polica hostig y reprimi a la comunidad que est llevando a cabo un proceso de recupera-cin de la tierra. Ese da llova a cntaros y mientras manejaba hacia ese lugar, me preguntaba por qu iba hasta ah. La ver-dad que no hay respuestas, yo no las tengo, solo s que tengo que ayudar desde donde puedo. Supongo que as pensamos to-dos, o por lo menos eso quiero creer.

    -Con Miguel ancufil fueron com-paeros del arte militante en Bajo Los Huesos, estudiaron jun-tos en la carrera de Letras en la UNPSJB y a pesar de tener per-sonalidades totalmente opues-tas fueron amigos entraables. A pocos das de la triste partida de ancu en la ciudad de Trelew, queremos que compartas algu-nas palabras desde el cario y la

    admiracin que le tenas.

    Justo tenan que preguntar eso? Es un bajn. Ese da me llam mi amigo Romn Cura y me dijo: el ancu est muerto. Tena la voz entrecortada como a quien

    Qu clase de personas somos si no nos conmueve el dolor del otro, si no nos afecta

    emocionalmente lo que otros sufren. En qu nos convertiramos si las injusticias que

    otros sufren nos resbalaran, digo, qu clase de sujetos seramos.

    le pesa dar la noticia, como quien llora cuando te habla y me dej helado, serio. No pude decir nada. Sent que era intil decir algo. Llegu a mi casa y me tom una botella de whisky, llam a alguna gente, putee y lo re contra putee a Miguel. No s ni a qu hora me fui a dormir, slo s que pude llorar cuando me acost. Cuando me tap la cabeza, llor. Es difcil decir algo cuando quers tanto a alguien. El ancu es el nico anarquista que conoc. Es el nico anarco al que daban ganas de patearlo, porque siempre te sacaba, siem-pre te incomodaba. Miguel era un creador. Est lleno de giles que dicen ser anarquistas, pero la verdad, no saben nada del anarquismo. Miguel, fue uno de los mejores poetas que conoc, amante de Baudelaire, Jacobo Fijman, Artaud, de l aprend que la poesa se vive.

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    Es una idea muy recurrente decir que los escritores no mueren, que viven en su obra y que entonces, la muerte en ellos slo es un trmite burocrtico que nos priva de su presencia fsica para transformarlos en palabras. Y no por reiterada deja de ser menos cierta y es Eduardo Galeano un ejemplo indiscu-tible de la verdad que encierra esa idea. Como l mismo nos contaba sobre aquellas negras esclavas, fugitivas, que escondan semillas en sus espesas me-lenas enruladas para sembrarlas all donde encon-traran libertad, as Galeano sembr su obra a lo largo de Nuestramrica y el mundo, sembrando a la vez vida, libertad y memoria. Los textos de Galeano son cuentos breves, pero no lo son; algunos se podran llamar novela, pero no estamos seguros; se acercan a poemas en prosa otros, pero tampoco; los ms extensos parecen en-sayos, pero nadie lo afirmara categricamente. Es que siempre eligi escribir sobre el margen de los formatos, cayndose de la pgina, flotando entre los renglones, porque entendi la operacin poltica que el poder con sus normas y reglas, despliega so-bre el discurso separando la forma del contenido, el texto del contexto social de su produccin. Vio como pocos que no se puede separar la palabra de la vida que la circunda y que rebelar la forma im-plica la rebelin del contenido. Porque hay algo que todo/as tenemos claro y hay que decirlo sin medias tintas: Eduardo Galeano ES UN REVOLUCIONA-RIO ANTI IMPERIALISTA, ANTI CAPITALISTA y el verbo ser en presente no es un error. De muy joven se recibi de piedra en el zapato de este sis-tema, y se decidi a desenmascararlo y denunciar su edificio de mentiras, su maquinaria que produce pobres y de pobres fecunda los cementerios. Des-de sus primeros artculos periodsticos, desde sus primeros libros, eligi los decires de los nadie de este mundo, que son la mayora, les abri su obra para que ellos y ellas se cuenten a s mismos, con sus voces, sus costumbres, sus dioses. Eligi su cau-sa, la de aquellos que el capitalismo consume y des-

    La burocracia de la muerte

    echa y la defendi hasta el ltimo de sus das ponindole el cuerpo, el alma y la palabra, esca-pndole a la muerte a veces y a veces enfren-tndola. Y hoy que su presencia ya no es fsica, sus escritos siguen, porfiados, cabezones, en la larga y trabajosa tarea de descolonizarnos el pensamiento, desatarnos las manos, liberarnos la voluntad y las ganas de ser nosotros y no-sotras mismo/as, as como somos y no como nos dicen los mandones de este mundo que debemos ser. Y seguir Galeano presente en los movimien-tos revolucionarios, en la rebelin de los des-clasados, de lo/as sin tierra, los sin empleo, en toda manifestacin del pueblo organizado, porque su muerte es una mentira, apenas un trmite burocrtico que certificar su ausencia all donde todos y todas sabemos que est ms presente que nunca.

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    Internacional

    - Christian, contanos por favor cmo y cundo se crea Marcha Pa-tritica y cules son sus principa-

    les objetivos.

    - La Marcha Patritica se cre como movimiento en s en abril del 2012, pero fue un proceso que vena de aos anteriores. Uno podra decir que el mismo 2009, con el tema de los inter-cambios humanitarios, es un antecedente que fue llevando a la unidad de distintos sectores o a la propuesta de unidad de diversos sectores. Eso finalmen-te se concret, puntualmente, en la movilizacin del 20, 21 y

    22 de julio del 2010, donde se realiz una gran marcha patri-tica y un cabildo abierto en toda Colombia. Esta accin buscaba congregar a diferentes organi-zaciones de diversas regiones de Colombia en torno a una serie de temas de importancia nacional que se discutieron en ese momento. Estos son algu-nos antecedentes de la Marcha Patritica, donde adems se co-menzaron a pensar los objeti-vos de esta nueva organizacin. El principal objetivo es la lu-cha por la solucin poltica al conflicto social y armado en nuestro pas. Ese es el primer

    punto que nosotros hemos propuesto como organizacin y es clave para tener garantas en el ejercicio poltico de la oposicin. Necesitamos que se transformen las bases del rgi-men excluyente, hermtico y de terrorismo de Estado que han desarrollado siempre las clases dominantes de Colombia. Otro punto fundamental es la trans-formacin del modo de vida y de produccin en Colombia. All estaran integradas cuestiones como la reforma agraria inte-gral, una bandera que levanta el movimiento campesino en Colombia y que siempre ha

    Patagonia Rebelde convers con Christian Arias, militante del Movimiento Poltico y Social Marcha Patritica, captulo Argentina,

    organizacin poltica y social de Colombia.

    Por la segunda y definitiva independencia

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    Internacional

    sido una cuestin denegada por las lites gobernantes del pas. Y esto ha sido uno de los ele-mentos originarios del conflic-to social y armado. De hecho, caracterizamos que el conflicto armado tiene una profunda raz social e histrica en Colombia, algo sobre lo cual siempre se han hecho los desentendidos aquellos que gobiernan el pas. stas seran lneas generales del origen y objetivos de la Marcha Patritica. De ah en adelan-te, podemos avanzar en otros objetivos, como la democra-tizacin integral de la vida y la sociedad en su conjunto, abrir nuevas formas de participacin social y ejercicio poltico que tradicionalmente han sido co-rruptas, han sido transformadas en clientelistas como se dice ac, o en politiquera, como de-cimos en Colombia. Y otra cosa es que se ha usado la violen-cia como elemento estructural para conseguir el poder, mante-nerlo y reproducir la fuerza de las clases dominantes. Esta es una cuestin clave y estructu-ral para entender el origen de la violencia como factor poltico en el pas.

    - Cul es la situacin actual de Co-lombia y en especial del proceso de

    conversaciones de paz?

    - Desde el ao 2012 el gobierno de Colombia viene desarrollan-do estas conversaciones junta-mente con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia - Ejrcito del Pueblo, una de las insurgencias -no es la nica, tambin est el EjWrcito de Liberacin Nacional y otras-, buscando la solucin final al conflicto armado. Este proceso

    desde el ao pasado durante las elecciones, logr polarizar el escenario poltico y abande-rarse de manera sofstica de la paz. Creemos que la paz de San-tos conlleva toda una serie de acuerdos econmicos con las potencias y proyectos mineros y energticos extractivistas que se expresan en el plan nacional de desarrollo actual. Y entonces vemos que lo clave es pensar una serie de reformas estructu-rales que son las que realmente podran llevar a una paz estable y duradera y a solucionar la raz de injusticia que explica el ac-tual conflicto armado. Eso pue-de surgir del proceso de paz de La Habana. All es muy relevante el tema del informe de la Co-misin Histrica del Conflicto y sus Vctimas, una comisin de 12 investigadores conformada en la mesa de La Habana para investigar los orgenes, las con-secuencias y las principales vc-timas del conflicto. Y se logr por fin una versin oficial, que permite discutir a la sociedad, superando esa versin unilate-ral que haba puesto el acento siempre en que el conflicto ar-

    pas por diferentes tensiones, de las cuales en la actualidad no se encuentra para nada exento. Sin embargo, duran-te la ltima semana de abril, termin el episodio 35 de este pro-ceso de dilogo, que ya ha logrado que se vaya abordando el tema de las vctimas. A su vez hay una se-rie de subcomisiones que se encuentran activas. En una de ellas se pretenden acordar los mecanismos para bajar los nive-les de intensidad del conflicto. Y hay una serie de preacuerdos que son muy importantes y que tienen antecedentes en otros procesos de paz que han exis-tido antes, pero nosotros como movimiento social hemos mar-cado siempre que la sociedad en su conjunto debe partici-par mucho ms activamente de este proceso. Se deben abrir espacios para la participacin de las otras insurgencias, ya que nosotros creemos que hay una raz social del conflicto y los mismos movimientos sociales y la sociedad civil en su conjunto tienen que discutir activamen-te estos temas, y no dejar que slo lo hagan algunas fracciones y el establishment. Creemos adems que no solamente se deben desarrollar los debates sobre el final de conflicto, sino tambin de qu manera se va a construir una Colombia nueva, una Colombia democrtica, que es la bandera central de Mar-cha Patritica y es lo que tanto nos diferencia del gobierno de Santos. El gobierno de Santos,

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    Internacional

    mado era el que haba llevado al empeoramiento de las condicio-nes sociales y haba impedido el crecimiento de Colombia. Con ese argumento fue que lvaro Uribe construy toda la poltica paramilitar, llamada de seguri-dad democrtica, supuestamen-te para garantizar la seguridad de los inversores. Esto lo hemos presentado en diferentes foros y debates y ayud a las movi-lizaciones, ya que muestra que el conflicto social ha sido tan profundo, y el Estado ha tenido un rol tan terrorista cometien-do tantos crmenes, que ello se ha prolongado y expresado en un conflicto armado. Que esta verdad se haya expresado es un hito importante de este pro-ceso de paz, que reivindicamos sin escaparle a que la situacin sigue siendo crtica, ya que hay un escenario de confrontacin permanente en Colombia. Se negocia en La Habana como si no hubiese guerra en Colombia, y en verdad hay guerra desata-da en Colombia. Nosotros he-mos planteado que el gobierno debe decidir un cese del fuego, es decir, tomar el mensaje de las FARC cuando el 20 de diciem-bre pasado decidieron un cese unilateral del fuego y suspen-dieron los ataques contra las

    fuerzas militares del Estado colombiano. Pero el Esta-do no decidi una medida similar. Y as se producen hechos como el del 14 de abril, cuando 11 soldados cayeron abatidos en el Cau-ca, en una situacin bastan-te compleja, con miles de versiones, pero donde lo claro era que el ejrcito es-taba avanzando en un terri-torio donde se encontraba

    la insurgencia y all se desat el escenario crudo de la guerra. Es un escenario crudo porque son campesinos los que se integran tanto las filas del FARC como del ejrcito. Son gente pobre, del pueblo, de ambos lados. Entonces, son los hermanos y las hermanas nuestras quienes continan siendo vctimas cons-tantemente en esta guerra.

    - Cules son los pasos concretos que consideran fundamentales para

    conquistar la paz en Colombia?

    - Es necesario abrir los canales de participacin para la socie-dad. Decimos que debe haber garantas polticas para la oposi-cin, debemos poder presentar diferentes propuestas polticas para continuar avanzando en esa hoja de ruta que se decidi en La Habana. Creemos funda-mental que la izquierda y los sectores de oposicin puedan presentar sus propuestas de cara a la sociedad y sus ideas en el debate poltico, que pue-dan presentarse limpiamente a elecciones y desarrollar otra manera de hacer poltica, por-que creemos que la poltica no es solamente ir a depositar un voto o un papel en la urna, porque la poltica se hace dia-

    riamente y apostamos porque la gente haga una construccin activa y permanente, con otras maneras y otras dinmicas de decidir, de participar y de orga-nizarse para hacer otro pas. La estructura poltica y social del rgimen por la macartizacin, por la constante violencia pol-tica, lleva a la persecucin y el asesinato de los opositores. Es un ataque sistemtico que su-frimos nosotros y otros movi-mientos en Colombia. Nosotros sostenemos que para lograr la paz con justicia social debe haber una serie de refor-mas en el sector campesino y agrario. Debemos construir es-pecialmente la figura de zonas de reservas campesinas, porque el campesinado hoy no cuenta con derechos polticos como comunidad y ha sido un sector permanentemente atacado por el conflicto. Esta es una forma de avanzar en la verdadera justi-cia social, el reconocimiento de una propuesta que busca garan-tizar derechos concretos para el campesinado en general y para el cuidado del territorio, pre-servando las tierras y evitando su destruccin por proyectos extractivistas. Debemos impul-sar el desarrollo de proyectos productivos sustentables; y este gobierno se ha mantenido ter-camente en contra de esto, ne-gando la posibilidad de que se concreten varias reservas que se estaban desarrollando. Esta propuesta incluso tiene antece-dentes en la ley, hay elementos presentes en la actual Consti-tucin, por ejemplo el artculo 1160 de 1994 que contempla la conformacin de reservas fronterizas. Y por ltimo, consi-deramos necesario llevar ade-

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    Internacional

    lante un proceso constituyente, donde la sociedad colombiana pueda asumir otras formas de participacin- sean cabildos, fo-ros o asambleas de debate- que busquen construir las propues-tas del pueblo que luego se pre-senten en una gran Asamblea Nacional Constituyente donde, con mandatos y facultades, se decida ese camino largo por recorrer, donde dejemos atrs la constitucin de 1994, que es una constitucin hoy bastante maltrecha con ms de 80 mo-dificaciones a sus artculos y que fue la que sent las bases para el neoliberalismo y para la apertura econmica total de Colombia.

    - Qu podemos hacer las organiza-ciones revolucionarias y democrti-cas de Amrica Latina para apoyar

    la lucha por la paz en Colombia?

    - Nosotros nos apoyamos per-manentemente en la solidaridad internacional y la hemos reci-bido en diferentes escenarios. Creemos que una de las me-jores maneras para ejercer esa solidaridad es conocer lo que acontece en Colombia, la histo-ria de Colombia y de las grandes luchas de su pueblo, conocer lo que han hecho quienes ejercie-

    ron el poder en Colombia. Y por eso es necesario construir espacios de participacin. Se debe acompaar a la comunidad colombiana que ha tenido que migrar a otros pases. Incluso presentarle propuestas de or-ganizacin a quienes no estn organizados y apoyar a quienes estn desarrollando iniciativas. Creemos en Marcha Patritica captulo Argentina, que es ne-cesario generar esos espacios de colombianos y colombianas dirigidos a esos ms de 60 mil colombianos que han migrado, especialmente en este ltimo tiempo por cuestiones econ-micas y educativas. Hemos desa-rrollado diferentes propuestas. En 2013 realizamos el primer Foro por la paz en Colombia, en la ciudad de Porto Alegre, con una amplia participacin de diferentes organizaciones. Y este ao estamos construyendo el camino para el segundo Foro por la paz en Colombia que se va a realizar el 5, 6 y 7 de ju-nio en Montevideo; y ese es un escenario donde nos queremos encontrar para discutir cmo construir una Amrica Latina libre y democrtica, que es la consigna del encuentro. Y tam-bin queremos discutir la deuda externa, el tema de la tierra y

    los pases de la regin deben apoyar un proceso poltico que abra las puertas de la democracia en Colombia, que

    abra las formas de participacin de la sociedad para que Colombia por fin pueda pasar a ser sujeto central de

    la integracin regional y avanzar en la perspectiva de la construccin de una Patria Grande liberada de toda

    explotacin y toda opresin.

    el territorio, la bsqueda de una paz con justicia social no sola-mente para Colombia, sino tam-bin para toda la regin. Hoy Colombia se encuentra como estandarte de esta lucha por la intervencin de EEUU que la considera un punto estrat-gico para penetrar en Amrica Latina, y es all donde los pa-ses de la regin deben apoyar un proceso poltico que abra las puertas de la democracia en Colombia, que abra las formas de participacin de la sociedad para que Colombia por fin pue-da pasar a ser sujeto central de la integracin regional y avanzar en la perspectiva de la cons-truccin de una Patria Grande liberada de toda explotacin y toda opresin.

    - Una sntesis excelente Christian, algo ms que quieras agregar?

    - Solamente agradecer mucho el espacio de difusin que nos estn abriendo y comprometer-nos a empezar a organizar una posible visita a la Patagonia, para que all se conozca mejor nues-tra lucha y nuestros objetivos, y que as vayamos estrechando los lazos de hermandad latinoa-mericana.

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    Internacional

    proceso independentista cata-ln, los autoproclamados lderes que llevaran a Catalua hacia la libertad no pueden esgrimir motivos religiosos como si pudo haberlos en el conflicto balcni-co; tampoco es una coartada el origen racial, tan presente en la escisin de algunas repbli-cas de la ex Unin Sovitica; el idioma tampoco es una barrera donde podra sustentarse una diferenciacin, tal como ocu-rre en Quebec o Blgica. Tres cuartas partes de la poblacin catalana es bilinge y usa de manera absolutamente natu-ral los dos idiomas. Si en todos estos aspectos, las similitudes entre Catalua y el resto de Es-paa son ms evidentes que la diferenciacin, supuestamente deberamos buscar las razones del auge del nacionalismo en aspectos polticos, histricos y econmicos.

    Hay razones histricas en las cuales el nacionalismo se basa para pedir la autodetermina-cin, pero esas razones se cen-tran en un momento histrico preciso y en las consecuencias directas derivadas de ese mo-mento, cuando comenzaba a

    crearse el reino de Espaa y un conjunto de zonas geogrficas se unieron entre s, con mayor o menor grado de coercin. Pero la historia no se estudia a tro-zos, segn la conveniencia, no existen puntos apartes ni se de-tiene el recorrido histrico en un punto determinado. Esto que parece tan obvio, es necesario recordarlo porque el historia-dor, segn qu ideologa u ob-jetivos defienda, puede conver-tirse en un prestidigitador que hace desaparecer cosas, mues-tra otras sacadas de una man-ga e ilumina parte de la escena cuando lo importante sucede en las sombras. Seguramente el nacionalismo cataln estaba car-gado de sentido en el siglo XVII y ms en an en el XIX, el siglo de los nacionalismos; e incluso durante la dictadura franquista, cuando ejercer al sagrado dere-cho a utilizar la lengua materna era directamente subversivo. Pero tanto tiempo despus, con tanta historia detrs, con tantos flujos culturales y demogrficos en uno y otro sentido hablar de ellos y nosotros, como si un infranqueable muro se hu-biese construido en la frontera es, como poco, equivocado. Un

    Como una escena teatral. Me-diados de octubre del 2014. A la maana, interiores Radio Cata-lua. El da anterior, Artur Mas, el presidente de la comunidad catalana, deja entrever que el proceso independentista se po-dra detener si se dan algunas condiciones desde el Estado es-paol. Oriol Junqueras, lder de Esquerra Republicana y princi-pal socio del gobierno de Mas, se derrumba cuando le piden comentar la noticia.Entre sollozos alcanza a decir en cataln: ...vamos a grano (...) la independencia resolver todo. La libertad de Catalua resolve-r todo. Ya llora abiertamente ante el estupor del periodista, y con la voz quebrada contina: ....por el amor de Dios, hag-moslo de una vez. Lo que quiero son hechos, elecciones ya y pro-clamamos la independencia. No podemos perder ms tiempo.... La entrevista termina abrupta-mente. Fin de la escena.

    Cuando hablamos de naciona-lismos, es imposible obviar el componente emocional, que se entremezcla con otros ingre-dientes, ms o menos potentes. Pero vayamos por partes. En el

    El movimiento independentista de Catalua: Algunas certezas y muchas dudas

    Por Hctor Huircan. Desde Madrid, Espaa

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    Internacional

    apunte, en Andaluca existe un partido poltico musulmn que encuentra y defiende su legiti-midad en el perodo donde la pennsula ibrica estaba bajo ocupacin rabe. Si, es un par-tido minsculo y muchas veces tomado a broma, pero el me-canismo es el mismo: sacar una foto fija de la Historia y recrear-se en la imagen.

    Teniendo en cuenta todo lo an-terior, podramos decir que las personas de Catalua, sin ser muy diferentes al resto de Espa-a, tienen un sentimiento muy fuerte de pertenencia a una co-munidad y que presentan unos rasgos culturales concretos que los diferencia del resto de indivi-duos del Estado. Pero en Espaa esto no es ninguna novedad ni algo demasiado singular. En to-das las comunidades autnomas (e incluso con tensiones dentro de ellas) existe una personalidad cultural muy fuerte y un enorme apego afectivo a la patria chica. Desde siempre, en Catalua han existido nacionalistas de mayor o menor implicacin, y tambin con diferentes grados de inten-sidad, pero ese sentimiento no les ha evitado tolerar ser parte de un Estado llamado Espaa. Lo que es nuevo es este inters desaforado en explorar una va independentista iniciada como una maniobra poltica, con cla-ras motivaciones econmicas, y apelando ms a lo emocional que a lo razonado.

    Catalua, junto al Pas Vasco y Madrid, es uno de los motores econmicos de Espaa. Histri-camente, la economa catalana ha producido ms beneficios que otras regiones (el desequi-

    librio econmico entre comuni-dades espaolas es, en algunos casos, enorme) y siempre ha sentido que reciba menos ser-vicios, menos infraestructura y menos partidas presupuestarias de las que mereca. En tiempo de bonanza econmica esto era tolerable, pero si agregamos una dcada de crisis generaliza-da a nivel econmico y gobier-nos tan inoperantes y corrup-tos como el gobierno central se llega a una situacin econmica casi insostenible. Desde 2012 el gobierno cataln lleva pedido 25.500 millones de euros al cr-dito estatal. En 2014 la deuda total de la comunidad ascenda a 85.600 euros. Slo en lo que llevamos de 2015 la Genera-litat ha pedido 9.500 millones de euros al Fondo de Liquidez Autonmica, yendo ms de la mitad de este dinero a cubrir vencimientos de prstamos de la banca internacional. Son ci-fras mareantes y casi abstractas. Para simplificar, podramos de-cir que Catalua bordea la quie-bra econmica, si no ha llegado ya a ella. En ese punto, el actual gobierno de la comunidad ha elegido un plan para huir hacia adelante: proclamar que la solu-cin llegar con la independen-cia. Cmo llevar a cabo ese plan es secundario, lo importante es cmo justificarlo. Sera vergon-zoso explicar que no se tienen otras soluciones, sera ruin ma-nifestar motivaciones exclusiva-mente econmicas, sera el col-mo de la mezquindad admitir que lo nico que se pretende es la gestin y la administracin de la totalidad de los recursos. Es un problema legitimar una acti-tud espuria, por eso se necesita una justificacin tica, ms idea-

    lista y evocadora. La solucin pasaba por exacerbar los senti-mientos nacionales, afinando la maquinaria propagandstica que ofrece, a veces, anlisis repletos de verdades junto a versiones sesgadas de la historia y letanas machaconas tales como Espa-a nos roba o deuda histrica con Catalunya. Y tambin pa-saba por localizar al monstruo, porque los nacionalismos ne-cesitan un enemigo claro que le otorgue entidad y justifique su proceder; y ese enemigo en-contr un retrato perfecto en un gobierno central autoritario, que bordea entre el ninguneo y la descalificacin a todo el agita-do proceso interno que se est llevando a cabo en Catalua.

    Es probable, quizs alguna vez lo sabremos, que el inicio del proceso soberanista ideado por CiU y Esquerra Republi-cana y capitaneado por Artur Mas (ejemplo de poltico cni-co y calculador) fuese un prin-cipio de chantaje poltico para lograr ms competencias y un nuevo pacto fiscal, a la vez que arrojaba una espesa cortina de humo sobre la ineptitud de las polticas autonmicas llevadas a cabo en total sintona, ah s, con el ejecutivo espaol: habla-

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    Internacional

    mos de feroces recortes presu-puestarios en educacin, cultu-ra y sanidad y una incapacidad manifiesta para frenar las tasas altsimas de desempleo. Y la in-tencin del gobierno central era remitirse cabezonamente a la ley (la Constitucin espaola prohbe un referndum inde-pendentista unilateral) y creer que con el tiempo el furor remi-tira. Ambos se han equivocado y la situacin se les ha descon-trolado. Porque si bien la inten-cin es poltica y econmica, el nacionalismo ha agitado bande-ras que ahora simplemente no pueden guardarse sin ms. Jugar con emociones tiene conse-cuencias incalculables.

    La ancdota de Oriol Junqueras, recogida en el primer prrafo, no es gratuita. Junqueras (lase Yunqueras) es un nacionalista-independentista convencido, como un tercio de la sociedad catalana. Han encontrado un momento histrico en el que sus aspiraciones parecen ms cercanas que nunca y no estn dispuestos a ceder justo ahora. No se imaginan hacindolo. La empata, el reconocimiento ha-cia una historia comn con el resto de Espaa y la posibilidad de continuar juntos es algo que ni siquiera se plantean en este momento, porque por defini-cin el nacionalismo es exclusi-vo y nunca inclusivo; y cuando se encuentra en ebullicin otorga un estado mental rgido y poco racional, un carcter competiti-vo y racista. Para citar a Orwell, quien diseccion el fenmeno hace un siglo con total nitidez, el nacionalismo es sed de po-der mitigado con autoengao. Porque, dejmoslo claro, en la

    actualidad los ciudadanos cata-lanes tienen garantizadas todas las libertades individuales como cualquier individuo del resto de Espaa. Tener un Documento Nacional de Identidad Cataln otorgara acaso un plus de liber-tad que ahora no tienen? Sera un cataln ms cataln por el hecho de vivir en una Catalua independiente? Y otra pregunta, sta ms inquietante: Cal se-ra el destino para la mitad de la poblacin que no es indepen-dentista o que directamente no le interesa nada el tema? Qui-zs un futuro adoctrinamiento, si no ha empezado ya?

    La identidad y cultura catalana estn asentadas y seguramen-te permanecern inamovibles, pase lo que pase. Tener una so-berana poltica no les dara ms legitimidad simplemente por-que la legitimacin no presenta graduaciones: o se posee o no. Por qu forzar la divisin cuan-do no existe ninguna necesidad imperante de hacerlo?. Y a efec-tos prcticos, no pa-rece necesario forzar un escenario nuevo y desconocido con una enorme deuda pblica detrs, un nulo reco-nocimiento por parte del resto de Europa y una amenaza crecien-te de fuga de capitales espaoles y extranje-ros si se concreta el plan. La criatura, si nace, es pro-bable que nazca muerta.

    Los dos gobiernos, el central y el autonmico, estn condenados a entenderse. Pero antes debe-rn bajar la distorsin, aplacar

    las llamas y llegar a posibilitar acuerdos pragmticos que sean compatibles con las aspiracio-nes de uno y con los temores del otro. El gobierno nacional debe estar dispuesto a recono-cer que el impulso secesionista responde a un estado de nimo real de mucha gente y se debe tomar en serio, que merece una respuesta medida y respetuosa, abierta al dilogo. Y el gobierno autonmico, debera asumir una responsabilidad que ha estado esquivando: los problemas po-lticos exigen soluciones polti-cas y con el mayor porcentaje posible de consenso. Y lo ms importante: si aceptamos que la democracia es el juego que que-remos jugar tambin tenemos que aceptar las reglas y mante-ner ese respeto durante todo el partido. Si el futuro de Catalua es formar un Estado propio, hay una serie de mecanismos legales que deben activarse para que eso suceda. Es un proceso largo

    y continuado, requiere dilogo y acuerdos, implica ceder y exigir. Hasta que esto no suceda slo habr ruido y furia.

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    Internacional

    Las migraciones, en los ltimos 25 aos, han sido resultado de conflictos violentos hacia el in-terior de los Estados o entre diferentes Estados. Cuando se crea que las migraciones masi-vas forzadas, vinculadas a con-flictos disminuiran con el fin de la Guerra Fra, en frica y Asia, se mantuvieron y hasta se incre-mentaron en algunas regiones concretas, aumentando tambin los riesgos que entran en juego en la experiencia migratoria. Ahora bien, tanto el Magreb (regin del Norte de frica que comprende los pases de Ma-rruecos, Tnez y Argelia, Mauri-tania, Shara Occidental y Libia) como gran parte de los pases de frica Subsahariana de don-de provienen los desplazados,

    tienen su historia de coloniza-cin y de resistencias. Sin duda, en el frica contempornea ha ido creciendo el flujo de per-sonas que tuvieron que despla-zarse forzosamente de su lugar de origen, por lo que creci la ayuda humanitaria internacional. Hoy, la cantidad de refugiados de frica representa el 40% del total mundial. Ya desde la dca-da de 1980, la cantidad de re-fugiados haba comenzado a au-mentar y las ayudas deban estar dirigidas a solucionar las crisis socioeconmicas provocadas por los ajustes y la deuda exter-na, las inseguridades medioam-bientales y humanitarias, las tensiones sociales, los abusos de autoridad, las presiones de la democratizacin, el incremento

    de la prdida de capacidad esta-tal y los conflictos y las guerras armadas entre diversos grupos tnicos.En el caso concreto de los afri-canos subsaharianos, el trnsito constante est marcado por el deseo de cambio como fuerza movilizadora; es cambio dentro de una continuidad. Los migran-tes desesperados comienzan a ver el mundo, el futuro, a partir de cada presente de las con-tingencias que enfrentan desde que toman la decisin de partir de su tierra: el trnsito por las redes de trata de seres huma-nos en los pases del Magreb; la permanente espera en las cos-tas del Mediterrneo africano y el viaje en barcazas precarias por el mar hasta llegar a Europa.

    Las migraciones desesperadas de africanos a Europa

    Atravesar el Sahara, cruzar el Mediterrneo

    Por Pablo Blanco

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    Internacional

    Cada presente muestra tem-poralidades diferentes; y esas temporalidades van condicio-nando las decisiones que toman durante su viaje. Los que emigrar, generalmente ya lo han intentado varias veces. La primera emigracin comien-za en la adolescencia, con un grupo de amigos viajan desde el campo hacia los poblados, para buscar puerta a puerta algn empleo mientras viven con algu-na familia que los acoje. En edad ms avanzada intentarn ir hacia algn pas europeo para luego volver y para despus intentar de nuevo. Tambin se manifiesta un tipo de migracin progresiva, en la que la persona se desplaza constantemente por el interior de los pases africanos y even-

    tualmente arriba a Europa. Desplazamiento en constante situacin catica. A mediados de abril de 2015, en dos naufragios sucedidos con 5 das de diferencia, fallecieron casi 1200 personas, pero los desplazamientos por el infierno del Mediterrneo son noticia desde 2013, cuando se registr el hundimiento de una barcaza cargada con unos 500 inmigran-tes de Eritrea y Somalia que se hundi cerca de la costa de la isla italiana de Lampedusa. De las aguas del Mediterrneo fue-ron rescatadas 150 personas. La barcaza vena de Libia, del puer-to de Misurata () En el hundi-miento fallecieron al menos 133 personas y hubo ms de 200 desaparecidos que, se presume,

    tambin murieron. Entre los sobrevivientes haba una perso-na que podra ser el traficante que trasladaba a los migrantes y que fue detenido por las fuerzas del orden. Existe una red ma-fiosa en Libia que, desde Trpoli, organiza el viaje hacia Lampedu-sa a cambio de unos 1200 eu-ros. Segn el Alto Comisionado de la ONU para los refugiados, 32.000 personas llegaron a las costas italianas y de Malta en lo que va del ao. Si el ritmo se mantiene, la afluencia puede igualar o superar incluso la de 2012. Frontex, la agencia euro-pea a cargo de la cooperacin fronteriza, calcula que cerca de 73.000 personas se apostaron en las fronteras de la Unin Eu-ropea en el curso de 2012 . En

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    Internacional

    el ao 2014, unas 220.000 per-sonas cruzaron el Mediterrneo desde las costas del norte de frica y se estima que al menos 3.500 de ellas fallecieron en el intento, la mayora ahogadas.Entre 1998 y 2011, segn el Alto Comisariado de la ONU para los Refugiados, las vctimas en el mar fueron 13.500. Otras cifras de Fortress Europe, un obser-vatorio sobre las vctimas de la inmigracin, habla de 20 mil muertos en el Mediterrneo en los ltimos 20 aos. Uno de los peores aos fue 2011. Murieron 2350 personas y 60 mil lograron desembarcar en Italia, la mayor parte provenientes de los pases del norte de frica. Adems, quienes logran sobre-vivir, cuentan historias crueles de cmo perciben su propia ex-periencia. El migrante desespe-rado debe afrontar una odisea fatal, asumiendo riesgos con es-casas posibilidades de supervi-

    vencia y poniendo en juego ha-bilidades a las que un individuo apela de un modo no necesaria-mente consciente. Y se presume que hay cerca de 20 mil nios y adolescentes en diferentes puertos del continente africano esperando huir a cualquier des-tino. Estos problemas requieren de coherencia en las polticas de migracin, pero en tanto no se soluciones problemas estruc-turales en los pases emisores, las migraciones desesperadas seguirn existiendo. Segn la Organizacin Internacional de la Migracin (OIM), en el ao 2005 haba 191 millones de migrantes en el mundo otras fuentes afirman que eran 200 millones, en comparacin con 176 millones en el ao 2000. De ellos, hay alrededor de 30 40 millones de inmigrantes ilegales (15 y 20% de los inmigrantes) .Segn el Informe anual de Na-

    ciones Unidas sobre Migracin, frica es el continente con ma-yor poblacin mvil de todo el mundo. En 2025 uno de cada 10 africanos trabajar fuera de su pas de origen. La inmigracin en el interior de frica, y tambin del continente asitico, est feminizndose. Si tradicionalmente han sido los hombres quienes han abando-nado sus lugares de nacimiento, la ltima dcada ha presenciado el incremento de mujeres ile-gales. Con una poblacin de 680 millones de personas, de las cuales cerca del 50% vive bajo el umbral de la pobreza, frica subsahariana y el Magreb se en-frentan a un enorme reto: cmo gestionar los grandes flujos mi-gratorios que tienen lugar tanto dentro como fuera del conti-nente . Antonio Izquierdo Escribano, profesor de sociologa en la Universidad de La Corua, dice

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    Internacional

    al respecto: En los ltimos diez aos los flujos migratorios de la zona norte de frica y los distintos conflictos registrados en el Magreb han producido desplazamientos de poblacin entre pases. Estos desplaza-mientos reflejan una expresin torcida del brutal tapn migra-torio que con la connivencia europea se impona en Tnez y Libia. Por ello es necesario formalizar acuerdos bilatera-les, entre la Unin Europea y el Magreb, para que una parte de los migrantes que quieren salir de all, que generalmen-te son jvenes de clase media cualificada, puedan hacerlo de manera organizada, a travs de cupos o contingentes anuales. () En este caso, el grueso de la poblacin es muy joven, tie-ne menos de 20 aos. Creo que hay distintos flujos migratorios que convergen en esos barcos. Algunos huyen de las guerras o de las inestabilidades polticas. Hay personas de las ciudades, de clase media, universitarios, que no encuentran su futuro all y quieren salir. Y hay otra parte de la poblacin, que probable-mente sea la que menos llegue a Europa, que se mueve entre los pases del rea: es la gente ms pobre que ni siquiera tiene medios para contratar viajes y

    sortear los obstculos que se interponen en su camino .Los desplazamientos de migran-tes desesperados provenientes frica y de Medio Oriente no se detienen, ni siquiera con las ba-rreras que se quieren imponer desde la Unin Europea a tra-vs del control de fronteras. Y no solo hay que temerle al mar. Para poder acceder a la posibili-dad de incursionar por el Medi-terrneo desde frica hay que recorrer cientos y cientos de kilmetros con los medios ms inverosmiles. Hay quien usa ca-mellos para cruzar el desierto, s, en el siglo XXI. Otros van cargados como ganado en los camiones de los traficantes, que los abandonan cuando quieren, o los encierran si no han termi-nado de pagar lo acordado para el viaje, que puede costar en-tre 3000 y 5000 dlares. Es as como, en estos das, 35 migran-tes de Nigeria murieron de sed en el desierto del Sahara que separa Nigeria de Argelia. Eran

    dos camiones, contaron los ni-cos cinco sobrevivientes. Pero uno de ellos se rompi. Los hi-cieron bajar para ir a buscar el repuesto. Bajarse en el medio de la nada, donde las dunas son el nico paisaje. Haba mujeres y nios que empezaron a caminar en busca del oasis ms cercano

    Notas: 1. Pgina 12 Muerte en el mar para ms de 130 inmigrantes. 4 de Octubre de 20132. Pgina 12. Europa, inerte ante el drama inmigrante 16 de octubre de 20133. Pgina 12. El mar Mediterrneo, tumba de inmigrantes 13 de octubre de 20134. ALVAREZ ACOSTA, Mara Elena. Las migraciones humanas en el siglo XXI: in-tegradas o excluidas? Texto indito5. ALCOJOR, M frica, un continente en movimiento. El Mundo, Domingo 7 de mayo de 2006, Ao XVIII, No 5987 fhttp://www.elmundo.es/papel/2006/05/07/mun-do/1966496.html 6. Entrevista realizada por Pgina 12 Lampedusa es un brutal tapn. 6 de oc-tubre de 20137. Pgina 12. Un naufragio con reencuen-tro. 30 de octubre de 2013

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    Formacin

    Qu fue el PRT y quines lo integraban

    El PRT fue conformado por la unin de dos grupos. El FRIP (Frente Revolucionario In-doamericano Popular), cuyos dirigentes eran Mario Roberto Santucho y su hermano Fran-cisco Asdrbal. Este grupo te-na trabajo poltico entre los hacheros y los obreros azuca-reros del noroeste argentino y estaban influenciados fuerte-

    EL PRT es un arma cargada de futuro

    mente por la revolucin cubana. La otra parte fundadora del PRT fue Palabra Obrera, de tradicin trotskista y con trabajo polti-co entre obreros industriales y estudiantes, sobre todo en Bue-nos Aires. Su dirigente era Na-huel Moreno.Fue una organizacin poltica revolucionaria, integrada por hombres y mujeres provenien-tes principalmente de la clase trabajadora industrial, del cam-pesinado y la juventud en ge-neral. Fue un partido definido

    como marxista-leninista que a partir de su IV Congreso -en el que ya se haban alejado N. Moreno y su grupo-, tom para si lo ms significativo de la re-volucin bolchevique, de la re-volucin cubana y de sus princi-pales tericos y referentes para organizarse y armar su lnea de intervencin poltica.El PRT estaba estructurado en clulas compartimentadas, tenan una direccin poltica centralizada y el centralismo democrtico era la garanta de

    El 25 de mayo de 1965 se fund en nuestro pas el PRT, Partido Revolucionario de los Trabajadores. Han pasado 50 aos de aquel entonces y hoy sus ideas y su historia despiertan cada vez ms inters entre los jvenes, entre los trabajadores, entre los artistas y los intelectuales. Pero el legado poltico, cultural y humano del PRT trasciende el inters histrico entre sus seguidores. Es la principal referencia para los que intentan construir una

    organizacin poltica que luche por un cambio verdadero en nuestro pas.

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    Formacin

    la democracia interna. Tenan presencia en las principales pro-vincias y ciudades del pas. Sus militantes provenan de distin-tos sectores de la clase trabaja-dora: industrial, metalrgico, de la carne, azucareros, algodone-ros. Tambin haba trabajadores estatales como docentes y judi-ciales, estudiantes secundarios y universitarios, intelectuales y artistas.

    Por qu luchaban y de qu forma

    El PRT luch poltica y militar-mente por la revolucin, por la toma del poder y la construc-cin del socialismo en Argenti-na y en Latinoamrica. El fortalecimiento y crecimiento del Partido era primordial para lograr ese gran objetivo. Sus militantes se insertaban estra-tgicamente en los principales centros fabriles. Ah propagan-dizaban las ideas del Partido y realizaban incorporaciones a la organizacin. Tambin impulsa-ban la conformacin de cuerpos de delegados clasistas, coordi-nadoras de gremios en lucha, Movimiento Sindical de Base, etc. Idntico trabajo hacan para

    los otros sectores de la cla-se y para los trabajadores de la cultura impulsando

    el FATRAC y para la juventud, donde por ejemplo crearon la histrica Juventud Guevarista.Los rganos de prensa y difu-sin, la propaganda y las finanzas tenan su nivel de organizacin dentro del Partido. Su peridi-co clandestino ms difundido, El Combatiente, lleg a imprimir 20 mil ejemplares de cada n-mero.En otro nivel de intervencin poltica el PRT fund y diri-gi a travs de sus principales cuadros el ERP (Ejercito Revo-lucionario del Pueblo) y el FAS (Frente Antiimperialista y por el Socialismo). En el ERP se incor-poraban todos los que estaban dispuestos a luchar en contra de la explotacin y el imperia-lismo, sin necesidad de tener un nivel de definicin ideol-gica como lo exiga el Partido. El ERP supo ganarse el respeto de la poblacin por haber com-batido en varias oportunidades contra el Ejrcito Argentino y en sus propios cuarteles, al que pudo arrebatarle armas en al-gunas confrontaciones y produ-cirle bajas en sus filas. Tambin consiguieron prestigio por ac-ciones de propaganda como los famosos repartos, donde por

    ejemplo robaban ca-miones con alimentos y los repartan en los barrios ms humildes o los secuestros a grandes empresarios a quienes canjeaban por altas sumas de dinero para financiamiento propio o reivindicacio-nes polticas para los trabajadores fabriles. El

    ERP se preparaba de esa forma para confrontaciones mayores a medida que fuera avanzando la

    lucha revolucionaria. El FAS por su parte se planteaba como el inicio de un gran frente de liberacin nacional y social, necesario para establecer alian-zas por ejemplo entre la clase obrera y la pequea burguesa, con la direccin poltica lgi-camente de los trabajadores y su PRT. La amplitud del FAS permiti que se incorporaran adems de sindicatos organiza-ciones cristianas y peronistas entre otras. La poltica del FAS intent dar lucha en todos los terrenos incluido el electoral.El Partido fue impulsor tam-bin de la nica y real expe-riencia internacionalista de las organizaciones revolucionarias en nuestro continente. Junto al Movimiento de Izquierda Revo-lucionaria (Chile), el Movimien-to de Liberacin Nacional-Tu-pamaros (Uruguay) y el Ejrcito de Liberacin Nacional (Bolivia) fundaron la Junta de Coordina-cin Revolucionaria en 1974. Realizaron intercambios de militantes de un pas con otro y su programa poltico estaba inspirado en el Mensaje a los pueblos del mundo del Che Guevara.

  • El golpe militar de 1976 signific la culminacin del punto ms alto de la lucha de clases que ha tenido la historia de nuestro pas. El golpe tambin signific la derrota de todos los proyectos revolucionarios que se haban puesto de pie en las dcadas del 60 y el 70. De todos esos proyectos, el que impuls el PRT-ERP fue el que ms cerca estuvo de lograr su objetivo. El PRT fue artfice no slo de la lucha a muerte por la revolucin y el socialismo sino que tambin sus dirigentes, Santucho, Urteaga y Menna entre otros, hicieron un anlisis y un estudio marxista implacable de la realidad concreta de nuestro pas y del mundo. Eso fue lo que fundament lo acertado de la prctica poltica del Partido, que a pesar de que seguramente haya tenido errores tuvo contra las cuerdas a la burguesa.El estudio y el rescate de la experiencia del PRT-ERP es fundamental para los/las militantes que hoy se organi-zan y pelean por un cambio verdadero. La historia del PRT para nosotros/as tiene que ser un arma, un arma cargada de futuro. Estamos atravesando una etapa en la que tenemos que seguir acumulando fuerzas y expe-riencias. Tenemos que seguir dando el debate de ideas en el pueblo para que se produzca un cambio de con-ciencia y tenemos que construir sobre todas las cosas un partido revolucionario guevarista, que se prepare para reiniciar con determinacin la lucha por el poder en Argentina.

    El PRT: Por qu rescatamos su historia