Pasado y Presente, segunda época, nº 1, 1973

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    : P lSADO y PUSIftBRevista Trimestral 'Ano IV(nueva serie - no l-abril-junio de 1973

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    145157

    Te11UlS3 Pasado y Presente La " la rg a m a rc ha " a l s oc ia ll sm oen la Argentina

    Clases dominantes y crisis polrticaen I a Arg en ti na actualLa pequena burguesia y el problemadel poder: elcase chileno

    Espontaneidad y direccion conscienteen el pensamiento de GramsciDemocracia obrera y socialismo

    Dec1araci6n de apoyo al Frejuli

    lnsurreccion y dualidad de poderLa dialectics en Mao

    31 Juan C . Portantiero

    Jose AriceCasil la de Correo 80 - .Cordoba(Rep. Argentina)R egistro d e la propiedad in telectual(en tramite)Callos BoccardoCentrograf, Riobamba 436 - go - 16-Buenos AilesEdigr af , Delgado 834 - Buenos Aire sSiglo XXI Argen tina S.A. , Cordoba 20MBuenos AiresPrecio del ejernplar: $ 12Suscr ipcion anual (4 mimeros): $ 40Precio del e jer np la r en e l ex tenor: u$s 1 ,20Suscr ipc ion anual en el exterior: u$s 4

    6 S Rui Mauro Marini

    Colaborarcn en la preparacion de este ruirnero: Jose AileD.; Osca r del Barco; Jorge Feldman;Jose NUll ;.Juan Callos Portantiero; Juan Carlos Torre y jorge Tula~

    87TEXTOSJose AricoAntonio GramsciDOCUMENTOS

    PROBLEMASBen BrewsterCharles Bettelheim

    Ed i to r r e s po n sabl e

    Dtagramac ionComposicion en frioimpl'esionD i st ri bu c io n e xc lu s iv a

    TE'MAS

    EI J1de marzo y et 25 de maya de 1973 pueden quedar, enla Argentina, como [echas limites de profundos procesos so-ciale y poltticos. La primera marco el cierre de una etapa;abierta en 1966, en la que e1 capital monopolista extroniero,figura predominante en fa estructura productioa de nuestrosociedad; despliega. auasalladoramente una ofensioa para canso-lidar ese poder economico como pader politico, ESQ ofensioachaco, claramenie desde 1969, con la resistencia de los gru-pas repreeentativos de las closes socialesafectadas y el paisentro en una ala de conuulsiones que tinalmente impidieronla estabilizacion de un modelo potittco eutoritario que, encam bio, contempordneamente tuuo exito en Brasil.Seria un error considerar que , . i l l resistencia contra la of en-siva politica del capital monapalista tuuo como pratagonistasexclu.silJos al proleiariado y a sus oliodos mas cercanos. Elpape! que leu; l lamadas contradiceiones seeundarias han jugadoen este proceso ha sido muy grande y este tema +rico para

    el andlisi teorico y preiiado de significaciones polttieas+ es elque aparece expuesto en el articulo de Juan Cartos Portan-ti e 1'0,Si las tuchas sociales desde .1969 hasta ahara n O ' podrlanser consideradas bajo el unico prisma de la participaciim delproletariado en ellas. a riesgo de pareiauear su examen yobtener conclueiones simplistas, tampoeo podrian ser estudia:

    da s en prafundidad sin sacar a luz lGS elementos de nuevaconciencia socialist ,que eUas presuponen. Las posib.iUdadesde entroncar en la lueha del maIJimiento obrero y populartemas y consignas anticapitalistas y de poner e.n marcha ins-tituciones de demoeracia reuotucionena que prefiguren e.l fu-turo en las moutlizaciones del presente, alcanzan hoy ennuestro sociedad una uigencia desconoeida, EI primer artieutode esta segunda epoca de PASADO Y PRESENTE, pro due to1

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    de La discuswn y La redaccion coiectiua, intenta abrir el cam-po para esa discusion, cuyo sentido m a s signif icatiuo podrtiapreeiorse a partir del 25 de mayo. En cuando a la decta-racion del Comite de mouilizacioti y de apoyo a las candida-turas del Frejuli de Cordoba, que incorporamos en La seccion"documentos", rue redactada por un conjunto de militantesde izquierda, incluido el grupo de P y P de Cordoba, y de-fiende puntas de vistas coincidentes con los de la reuista.Los textos de Antonio Gramsci que se publican en estaedicion buscan aportar para La discusion acerca de los cami-nos organizativos que la clase obrera escoge para expresar suooluniad de autonomia frente a las otras closes; La forma enque, desde instituciones creadas en Stl interior, aparecen comocreacion propia las metas del socialismo. Esto remite, parsupuesto, a un debate muy amplio sobre temas como La con-ciencia socialista. L a espontaneidad, el partido, los intelec-tuales, la relacion entre oanguardia y masas y tantos otros,planteados iradicionalmente par el marxismo. Elegir una anto-logia gramsciana para abrir esta discusion supone una decisionpor parte de la revista acerca de cudl debe ser su punto departido.Otro tema importante es el de la participacion de la pe-queiia burguesia en los procesos de transformac.ionque estiiuiutendo America Latina. El articulo de Ruy Mauro Marinisobre Chile, en muchos aspectos procliue a la polemica y porlo tanto con conclusiones que pueden parecernos todao ia pro-blemas abiertos, t iene el interes de plantear un anal isis de Latransicion en terminos mas rigurosos que los que suelenhacerse. Indica tam bien La intencion de la revista por abrir,de manera permanente, la discusion sobre los caminos de Larevolucion latinoamericana, a partir de aruilisis espec ificos so-br e los procesos sociales y politicos que estsin teniendo lugaren estos momentos en el continente.La reciente publicacion en espaiiol del manual de la Co-mintern sobre La insurreccion armada, redactado por Piat-nitski, Tujacheushi, Ho Chi Ming y otroe dirigentes bajo elnombre colectiuo de "'A. Neuberg", vuelve oportuna una re-

    flexion critica sobre las relaciones entre lucha armada y luchapolitica tal como [ueron establecidas en los distintos periodosde L a Tercero Internacional: Ben Brewster analiza los proble-mas tecnicos y politicos que plantea la insurreccion prole-taria; en un nuevo contexte mundial caracterizado por elascenso de la Iucha de los explotadoe.En cuanto al trabajo de Charles Bettelheim, constituye unaaportacion a los sugerentes temas analizados por RossanaRossanda 'en su articulo "De Marx a Marx" incluido en nues-tro Cuademo no 23 sobre l'QReuolucion Cultural china.

    Pasado y PresenteAntes y despues del. 25 de mayo

    La "larqa marcha" al soelalismoen la Argentina

    Tras ocho afios de silencio, PASADO Y PRESENTE vuelve a aparecer,Durante estes afios se han producido cam bios tan profundos en la estruc-tura de nuestra sociedad y en las relaciones de las fuerzas politicas ysociales que deterrninaron, fundamentalemente desde 1969 en adelanteuna etapa nueva en los enfrentarnientos de clases en la Argentina. '

    Desde un punto de vista purarnente economico, eJ dominic ejercidopar el capital rnonopolista afiio los rasgos del capitalismo dependiente ar-gent ino. No obstante la complejidad de las mediaciones que opacan talesr~sgos (entr e otras la propia situacion de estancarniento y de crisis genera-lizada; la excepcional extension del capital competitivo en terminos deernpresas industriales pequefias y m e dianas; los tipicos ciclos cortos denuestra econorn ia, que dilapidan fuerzas reivindicatrvas, crean falsas espe-ranzas, etc.), e1 proceso abierto en 1955 fue despejando lentamente laescena y definiendo a los protagonistas centrales de la lucha social; la cla-se obrera y el capital monopoLista.

    La creciente paupenzacion de importantes sectores de las capas mediasy Ia subordinacion de otros a la 6rbita del gran capital, contribuyen amarcar mas nitidarnente esa linea. de definicion. El punto cui rninante deese proceso 10 constituye la fusion de los intereses monopolicos con elpoder del Estado a partir de Ia Uamada "Revolucion Argentina", pero susformas ma s em brionarias se manifestaban ya en 1955 y quiz as antes, des-de la crisis de 1952. En adelante, el hilo conductor dela historia del pais~as~ por la acurnulacion de podcr econornico y politico en manos irnpe-rialistas, por el debilitamiento progresivo de Ia burguesia nacional, por elt ras~aso de las banderas ant irnperialis tas a. manas casi exclusivarnente pro-letarias, Frente al cada vez m a s lenue antimperialismo reformista de lasclases propietarias ocrimidas par el gran capi tal aparece can relieves pro-PIOS un anttrnperialisrno revolucionano, prctagcnizado por las clases ex-plotadas, que reclama una resolucion soc ralista de la crisis argentina.

    La nota basic a de Ia Argentina de hoy r.s el predomimo de l as r el a-ciones capital is tas de produccion integradas al mercado mundial como unaforrnacion social subordinada Y dependiente. Los dos terminos que defi-

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    II

    existenrcs. LI conjunto de problemas qut" los econornistas y sociologosburgueses atribu ian a la inmadurez del capitalisrno 0 a deforrnacionescoyunturales, factibles de SEr superadas enel proceso mismo de generali-zacion de las relaciones burguesas de produccion, hoy se revelan en cam-bio como inherentes a su mecanisme de funcionamiento. La sociedadcapitalista est.a sacudida por una crisis no precisamente de "crecimiento",sino de "madurez". Esta cris is no nace de la detencion de los mecanismosde desarrollo, como se especulo durante afios en LaII Internacional con L ateorla del "derrumbe del sis tema" y en la II[ lnternacional con una teoriaen esencia semeiante sobre la "crisis general del capitalisrno", Nace pre-cisarnente del propio desarrollo y afecta directarnente a los fundamentosdel sistema, de modo tal que resulta imposible superar Ia situacion sin unasuperacicn radical de tales mecanisrnos.A diferencia de 10 que podia ocurrir anos atras, la expansion econo-mica en los marcos del sistema no constituye la base del progreso social ,sino que por 10 contrario 10 compromete seriamente , La igualdad de ingre-50S, de posibilidades y de poder, el plenoempleo de la fuerza de trabajc,el mejoramiento de las condiciones de vida en los lugares de trabaio, devivienda y en las ciudades, 131nstruccion y Ia cultura de masa, e! desarro-llo equilibrado de las regiones, 0 sea elconiunto de objetivos que parecianpader ser logrados por Ia l lamada "sociedad de bienestar" y que cons-t itulan las propuestas de las dist intas estrategias reformistas, no solo noson alcanzados con. el desarrollo econemico . sino que resultan cada vezmas lejanos, EI sis tema se asienta sobre lITI mecanisme econemtco-socialcompacto, gobernado pOI leyes siempre menos controlables, e impermea-ble POI tanto a las tentat ivas de reverti r sus tendencias fundamentales.Esta "impenetrabilidad" del sistema es la que explica el por que de 131quiebra de las estrategias reformistas en mementos de ascenso notable delasIuchas obreras Y populares en el mundo,

    Esta caracteristica del sistema es val ida tambien para los paises depen-dientes, Lapenetracion imperialista genera y alimenta un mecanismo desubdesarrollo que adquiere proporciones siempre mayores. Se crea asi unnude de contradicciones que no puede ser resuelto sin una destruccicnrevolucionaria del nuevo bloque de poder surgido de la alianza del impe-rialismo, la gran propiedad agraria, la burguesla y las capasbumcraticasdel aparato del Estado. El fracaso de las concepciones reformistas ha deja-do como saldo en Latinoamerica el reconocimiento de que el desarrollode los paises atrasados es incompatible con el desarrollo deconiunto delmundo capitalista al que estantrrtegrados. Esta incompatihilidad no estavinculada solo a los conocidos mecanismos del intercambio desigual ,0 alatransferencia de ingresos desde Iospaises dependientesa los pafses centra-les, sino en forma mas sutil a la naturaleza misma de aquellas inversiones,a la penetracien comercial de sus productos, alfipo de progreso tecnicoque exportan y de los consumes que indueen, de las que deriva inevita-blernente la retraccion economic a y 1a disgregacion social de los paisesdependientes, Sin una ruptura de la relacion de dependencia y sin un re-chazo radical del modele de desar rollo de las areas, avaazadas.-el "atraso"no se resuelve, s ino que se agudiza hasta limites intolerables.

    nen la lucha revolucionaria en esta sociedad que deseamos transtormarson, pues, La explotacion del trabaio por el capi tal y la dependencia de lanacion con respecto de los centres imperialistas, Perc ese imperialisrno,ademas de operar como factor ext erno apropiandose del excedente econo-mico a traves de los clasicos mecanismos cornerciales y flnancieros, termi-n6 por convertirse en el principal agente product ivointerno. Decenas demi les de obreros trabaian en las fabricas tecnologicamente mas avanzadas,pertenecientes al capital imperialis ta ; fuertes contingentes de la llamadaburguesfa nacional se integraron aJ circuito del gran capital , sea como pro-veedores rnenores, sea como burgues ia gerencial.Este proceso se ha venido agudizando en los ul timos ai ios, desde quebajo Onganfa y Krieger Vasena la poli tica y Ia economfa se confunden.Susconsecuencias comienzan a ser transparentes a partir del Cordobazo,primera eelosion del nuevo movimiento social revolucionario,

    La dominacion del capital. imperialists como factor interno que centro-la los resortes m a s modernos de la econorn Ia nos indican que en la Argen-tina, pais capita list a dependiente, la principal contradiccion social , 131na-triz de Ia lucha de clases, no es la que opone a la burguesia con el pro-letariado ni a la nacion con sus colonizadores, sino aquella que concibe ala fuerza imperialis ta como un factor estructural enfrentada a los trabaia-dares fabriles. De esta definicion de Ja eontradiccion social basica dedu-cimos que laconstruccion de una fuerza obrera social ista, como eje uni fi-ca dor de todas las clases ycapas explotadas, como vanguardia delantirnperialismo revolucionario, no es ya una receta ideologica 0 una plau-sible esperanza utopica. Objetivamente, Ia sociedad argentinaesta madurapara iniciar un proceso socialista y la clase obrera aparece como la unicaen con diciones de rderarlo,

    El capital isrno, a escala rnundial, atraviesa una crrsss economics, social ypolitica que no admire ser resuelta en los marcos del vieioordenamiento.El mi to de la "sociedad integrada ", capaz de desarrol larse ad infini tum,manteniendose no obstante inal terada en sus relaciones de clase, ha sidoquebrantado por un cuestionarniento radical surgido de sus propias contra-dicciones internas y cuya nota distintiva es un malestar generalizado, una"crisis de hegernonia" que corroe la civil izacion burguesa e irnpugna lasrelaciones jerarquicas y burocraticas en la sociedad. Porque I'llcapitalismose f'ue revelando como un mecanisme i rracional, incapaz de resolver demanera estable Ia contradiccion entre las necesidades queel sis tema susci-ta ininterrumpidamente y Ill.imposibilidad de satisfacerlas con el desarro-Llo actual 0 con eI desarrollo posible. Por primera vez en la nistoria els is tema capitalis ts aparece agotado. . no porque sea incapaz de asegurar undesarrollo producHvo 0 una creciente expansion economica, sino porquerepre .senta un obstaculo para la plena uti lizacion de las potenciallda.des4 5

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    La experiencia de la acumulacion a escala mundial dernuestra qUt; eserr6nea la tesis de Marx segun la cual el capitalism a habrfa de unificar yhornogeneizar al mundo. EI imperialismo unifica creando y manteniendoel subdesarrollo, entendido este no como negacion absoluta de toda ex-pansion econornica sino como desarrollo desiguaJ y combinado de las fuer-zas productivas. Porque e1 subdesarrollo no es soLamente "atraso"; notiene una causa anterior y marginal de la acumulacion capitalista mundial:es su componente directo. La otra cara de esa acumulacion a escala mun-dial as la "proletarizaciori" del mundo y la precipitacion de las tensionesantag6nicas en vast as regiones de la tierra: ninguna zona puede ya ser"inmadura" para Larevolucion; ningun proLetario, de la ciudad 0 del cam-PO . puede ya ser excluido. Construi r una revolucion que destruya la ex-plotacicn del hombre par el hombre y que este fundada en las masas nosolo es necesaria, sino tambien posible ,

    III

    Sin em barge, aun cuando el proletariado consti tuye el soporte de 13contradiccion objetiva del sistema capi tal ista, no hay una coincidenciaautomatica entre tal circunstancia y la toma de conciencia que haga deesa contradiecion eJ elernento que posibil ita y a la vez motiva la accionrevolucionaria.No coincide necesariamente el campo en el que resulta pasible tomarconciencia y organizarse y el campo en el que la revolucion debe pro-dueirse. Porque ni la dinamica 0bjetiva del sistema, quevuelve siempremas indefinida Ia delimitacion sociologica y polftica del proletariado, niLas actuales organizaciones politicas y sin dicales, ayudan a la clase obre-ra a tomar conciencia de las contradicciones de la que es un soportehistorico, (Entendienda por toma de conciencia no un mero acto inte-lectual de captacion de una verdad cerrada y externa al proceso, sino eldesarrollo de la capacidad de cr i tica teorico-practica de la eontradic-cion). De ahique pueda afirrnarse que siendo el proletariado en S 1 mis-rna la negacion del sistema productive capitalista pero no un sistemaproductive distinto, resulta estar siempre maduro y al mismo tiempoinmaduro para susti tuir la sociedad burguesa por otra. Esta ambiguedadbasica explica par que 13 sustitucion del regimen capitalista par otrosoeialista implica necesariamenteun trastocamiento, un "forzamiento"de la realidad, la destruecion de las tendencias "naturales" del sistemahacia su autoreproduccion, Aqui esta la diferencia radical que separa atodas las anteriores revoluciones, que dejaron intacto el modo de activi-dad y solo trataron de lograr una nueva distribucion del trabajo entreotras personas, de la revolucion comunista, dirigida como sefia laba Marx"contra el modo anterior de actividad".Por 10 tanto, el proletariado puede constituirse como clase unicamen-te a traves de su lucha por la subversion de la sociedad burguesa, peroesta subversion no pue de ser el resultado de la espontaneidad de unanueva clase, sino de una actiuidad consciente y organizada a traves de lacual el proletariado puede encarar la compl icada tarea de suprimirse a 5 1mismo como clase perpetuadora del antiguo regimen en el propio pro-ceso de revolucionarizacion ininterrurnpida del modo de produccion ca-pitalista.

    Pero hablar de actividad consciente y organizada del proletariado(vale decir, de la parte m a s significativa de la masa de asalariados explo-tados par el sistema) supone necesariamente sustentar el criterio de queen las condiciones actuales de desarrollo del capit al ismo, y en socieda-des industr ia l mente desarrolladas, Ia Argentina incluida, la revolucion nopuede ser ya el resultado de una inevitable tendencia del sistema a suderrumbe econornico, ni la prolongacion de tendencias maduradas en lasociedad capitalista , ill la consecuencia inesperada de la desesperacion 0de la rebelion elemental , ni et producto de la accion de una "vanguar-dia organizada de Ia clase". Y esto no porque de5amos excluir a prioriIa posibil idad de que en deterrninadas circunstancias de grave crisis pol i-tica del sistema pueda tener exito La accion de una minor ia que se lan-ce a la toma del poder. Sino por una razon mucho ma s profunda y quesurge del analisis historico del movimiento obrero mun dial y de 511S fra-

    El sistema irnperialista unifica el mercado mundial mediante el desequi-libric, pero este desequilibrio sepresenta asu vez como un factor esencial parael cuestionarniento del modo de produccion capitalists.

    Es l a existencia de secto res at rasados de la sociedad nacional e inter-nacional 10 que permite reconocer globalrnente la forma de operar y elpapel del imperialismo, del mismo modo que el mecanisme de estossectores atrasados solo es "legible" desde el sector del capitali smo avan-zado, Recon ocer el caracter unitario y desequilibrador de) sistema capi-talista de dominacion significa, pO I esto, reconocer la existencia de con-diciones materiales para Laconvergericia de las fuerzas revolucionarias enel mundo. Lo cual irnplica, si se quiere permanecer en el terreno delpensamiento de Marx, el rechazo de concepciones "tercerrnundistas" queseparan I 1",.1 enfrentan la revolucion en los paises perifericos deaquella a realizar en los paises capital istas centrales .

    A pesar de rodos los mecanismos compensato.rios can que e1 Imperia-lisrno posterga sus propias crisis internas, y no obstante el heche de que eJproletariado del capitalismo avanzado se beneficia con parte del excedenterobado al tercer mundo, sigue siendo el proletariado el sujeto historico deaquella convergencia, dado que e s la expresiori de la unica contradiccionverdaderamente insalvable del capital ismo en cuanta modo de produccioncuyo mecanismo esencial es la relacion de explotaci6n del hombre por eJhombre. Sobre esta contradiccion, objetiva y material, se monta el cues-tionarniento del sistema y por eso contradiccion y cuestionarniento inte-gran ambos el binomio que fu nda teorica y practicamente la accion revo-lucionaria.6 7

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    . torna d-I poder "tic iuera I r _~Lillau , u , I" (CIon d , truLasos. una ~ ~ . d. il adas que actuan en nornbre por cuen.ta y susutuyen. 0 anonaa uumm , '.las rnasas, no podr ia estar en condiciones de resolver runguno .d~ losblemas historicos que legitiman una revel ucion en las condicion espro I . , tual delespecificas de aquellas sociedades. Hoy sabernos -y .3 CoSIS a,: .

    socialis rno nos 1 0 esta confirmando- que una "torna del. poder que n~este acornpanada de una adecuada torna de conciencia de las rnasas estadestinada a frustrar las intenciones mas profundas y Iiberadoras de lapol itica revolucionaria, estimulando la aparici.6n de un ,nuevo poder co-locado por encima de las masas y tanto 0 mas autontano que el capita-lista. . IUna fuerza que aspire a la conquista del poder del Estado podra e-gitimamente definirse como socialista y revolucionaria solo si se ?!ante~al mismo tiempo transfonnar la estructura rnisma del poder pol itico, 51se lucha desde un cornienzo por crear las condiciones mas favorab.le.spara que desaparezca la division entre gobernantes y gobernados, diri-gentes y dirigidos. Socialisrno y autoritarismo son concept os excluyen-tes, aunque todas las experiencias socialistas conocidas a?arezcan ~~ unau otra manera como "autoritarias". Por que 1 0 que esta ~n cuestion endichas socledades es su socialisrno, que significa mas un rotulo que unarealidad. Sin em bargo, una accion pol itica revolucionaria no puede m~-nos que partir de 10 existente, vale decir de sociedades don.d~ la poll-tica es un campo espec ifico de la realidad, donde el rol pol itico de lossujetos tiene escasa relacion con el social y la democrac,ia de,l,egada ~~es sino una forma de rnistificacion. Partiendo de esa realidad despoliti-zada" de la sociedad burguesa, una perspectiva social is.ta s6~? aparececomo realizable si es capaz de estirnular y asegurar la IITUpcLOn de lasrnasas en Ia pol itica, de repolitizar una realidad que aparece ante loshombres como "natural". No hay nada de natural , y por 10 tanto deno politico en fenornenos como las enf'errnedades mentales, la Crimin~-lidad,. la desocupacion, el atraso, las estrattficaciones social~s, el :endi-miento escolar,etc. No es cierto que la forma del maqumisrno indus-trial de la concentracion productiva, de Sll tecnica, de la escuela queforma est a tecnica, de la ciencia y de la cultura que constituyen el ba-samento de esta escuela, sean neutras y por tanto no politicas; es falsecreer que s610 basta asurnirlas para ponerlas al servicio del proletariado.La "naturalizacion " de los hechos y la "neutralizaciori" de los distintoscampos de la actividad social son formas que u tiliza la soeiedad. bur-guesa para despolitizar la realidad y mistificar su imagen. A traves deelias separa el campo de 10 politico y de 10 social, divide aI hombre enproductor y ciudadano y 10 arrastra hacia las mas variadas formas deapatia pol.itica. Y par ello la pmnera accion subversiva a realizar es lade recuperar para la pol itica todos aquellos aspectos del sistema soci~en la esfera privada y en la esfera publica (1a familia, Ia escuela, la fa-brica, etc.) que se presentan ante los hombres bajo la apariencia deaspectos no contradictories, y por 10 tanto no politicos,. .'La . hipotesis de Marx part ia de la afirmacion de una dernocracia di-recta surgida de la Iiquidacion de las relaciones de produccion capitalis-

    tas y de la unificacion ill;' la socie dad e n un nuevo 51 lema productive(el comunism o) basado en la gestion total y directa del producto social,Por ello implicaba no solo la destruccion del Estado burgues sino tam-bien la extincion de toda forma de Estado 0 de poder politico Comomemento separado de la administracion social. En el modele de 1aComuna de Paris, Marx cre.Ia descubrir un proceso de progresiva extin-cion de la dimension politica en cuanto dimension separada y opuestaal ser social. La pol itica resultaba "negada " de un modo estrictamenternarxista, 0 sea en el propio proceso de su "realizacion" y de su sub-suncion en la sociedad regulada. En el comunismo, pol itica y sociedadcoincidir ian.

    Esta hipotesis de Marx no se ha realizado basta ahora en ningunaparte. Y por 10 contrario, en aquellas sociedades que la adoptan comopunto r de partida parecen cada vez I T ! a s lejanas las posibilidades de Be-varia a la practica. Sin embargo, el socialismo s610 puede ser pensado apartir de sus postulados; de otro modo, no tendr i a sent ido. Unicarnenteuna hipotesis que parta de la conviccion de que es posible eliminar elantagonismo de clase y lograr un orden social arrnonico esta en condi-ciones de dar los contenidos correctos a una estrategia de lucha por yhaciael socialismo, contenidos que, par otra parte, no son extraidos enel marxismo de modelos aprior isticos de sociedades perfectas, sino de laeritica y la negacion de 10 existente, De ahi que no obstante la crisisde las experiencias socialistas europeas esta hipotesis irrealizada de Marxsiga. siendo la rnatriz de la teor ia y de la accion revolucionaria y queeste presente expl Icita 0 impl icitarnente en las luchas obreras en Occi-dente, en e) nuevo curso checoslovaco, las rebeliones obreras de Polonia,la Iucha contra la burocratizacion en Yugoslavia, la Gran RevolucionCUltural china, el movimiento estudiantil y otros fenornenos de masaque caracterizan la historia del mundo en los ultimos afios. Nunea comohoy fue tan poderoso en las masas el sentirniento de rechazo POt las[erarqu las burocraticas y la aspiracion a una sociedad igualitaria. Nuncacomo hoy estuvo tan generalizada Ja exigencia de un nuevo ordenarnien-to social ni se habib tanto de socialisrno. EI comunismo, como un mun-do de libertad, de destruccion de las jerarqu ias heredadas 0 reproduci-das en el periodo de transicion, de extincion del trabajo en cuanto acti-v idad ajena y alienadora del hombre, se ha convertido en una exigenciaderivada del propio desarrollo social, en una prernisa "material". Apa-rece frente al rnundo como un "obietivo alcanzable por la humanidad",como un problema madurado par la propia realidad y no como unapertinaz evasion utopica de los hombres, secularrnente sedientos de justi-cia y de igualdad.

    El socialisrno puede aparecer hoy como un problema maduro y comoun programa politico concreto porque el capitalisrno a escala mundialba creado las fuerzas y las condiciones necesarias para un nuevo modelode organizacion social. Sin embargo, Jos mismos elementos que hacenmadurar la necesidad y la posibilidad del socialism 0,. son los que perrni-ten al sistema deforrnar y utilizar para sus fines la expansion de lasfuerzas productivas (tecnic as , roles profesionales, modelos de consumo,

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    anteriores demuestra que 1 0 que se esta abriendo paso en la coyunturaactual es un rechazo de masas que cuestiona at propio sistema.En la Argentina de 1973 La destruccion del capitalisrno ha dejad o deser el sueno de unos pocos para convertrrse en una necesidad econo-mica social y polftica del presente, S610 una sociedad de nuevo tipo,socialista, podria estar en condiciones de recomponer, unificar y darplena satisfacc ion a los requerimientos de conjunto de las fuerzas so~~a-les liberadas par la crisis del sistema. Y no es casual que la maduraciondel rechazo popular a las contradicciones del capitalismo dependiente sehaya expresado en el triunfo rnasivo en Las elecciones del 12 de marzode peronismo y de su propuesta de una sociedad socialista nacional .. (Elterrnino "nacional" es 1 0 suficienternente confuse como para que se am-paren en 6 1 todas las expresiones internas del peronismo desde Ia extre-ma dereeha a la extrema izquierda.)

    Sin embargo, nos equivocar iamos 5i dejandonos llevar por un optirnis-rno injustificado confundierarnos las consecuencias objetivas en 10 socialy en 10 politico de las luchas obreras y populares, con una eonscientevoluntad pol i tica antagonista al sistema. Es cierto que los comporta-rnientos de las masas populares no corresponden a deterrninadas deci-siones y planes de las clases dominantes, perc no podemos deducir deesta "no disponibilidad" de las masas la existencia en la c1ase obrera deuna consciente voluntad poli tica aacia Ia realizacion de objetivos de re-volucion socialista, Para que la "no disponibilidad" pueda convertirse en"antagonisrno politico" es precise que exista una fuerza politica (no irn-porta Ia forma que, adquiera su estructura organizativa) capaz de unifi -car todos los componentes de las luchas sociales en una estrategia co-mun y capaz , por 10 t anto, de defini r claramente un program a de alter-nativa socialista. Y es precisamente la existencie de esa fuerza .la queprueba que la situacion pol itica esta colccadaen el terrene del antago-nismo y de que la no disponibi lidad de las masas no podra estar sujetaa las reacciones del propio s is tema.

    De ani que podamos sostener que aun cuando desde el 11 de marzo seha modificado profundamente la relacion de fuerzas poll t icas y sociales,en un pais rnaduro objetivamente para . e l socialismo como es Ia Argentina,no estan presentes todavia las condiciones mstrumentales para Ia ins tau-radon de un poder revolucionario socialista. No bast an en este sentido lasinvocaciones acerca de la"toma del poder". Hoy sabemos que el poderno se "torna" sino II t raves de un prolongado perrodo historico, de una"Iarga marcha", porque no constituye una insti tueion corpore a y singularde la que basta apoderarse para . modificar e I rumbo de las casas. El podercapita lista constituye un sistema de relaciones que es precise subvertir ensus raices para que una nueva sociedad se abra paso. En sociedadescomplejas como la nuestra la revolucion socielista no puede ser un hechosubito, sino un extenso y complicado proceso historico que hunde susralces en las contradicdones objetivas del si stema, pero que 5e despliegacomo un cuestionamiento del con;unto de sus institucianes.Se trata de crear una relacion entre las .luchas reivindicativas y lasperspectiv.as. poHticas que posibilite en todos los niveles la construccion de

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    un bloque de fuerzas revolucionarias , inspirado en un programa anticapi-talista y de construccion de una verdadera sociedad sin clases. Plantearsedesdeel presente de la lucha anticapitalista objetivos "comunistas" signi-f ica reconocer como ideas directrices del program a revolucionario la Iuchacontra la division capitalista del trabajo, por la igualdad economics ysocial de los hombres y por la gestion colectiva de la sociedad, superandoa la democracia burguesa en cuanto forma mistificadora de la real natura-Ieza de clase de la sociedad capitalista, Las condiciones para. que estaperspectiva comunista se traduzca en objetivos de Iuchas concretas surgende las propias acciones obreras y populares, de algunos de sus obietivos yformas de lucha que iluminan las contradicciones de Lah ipotesi s refer-mista y concurren a la formacion de una alternative revolucionaria. Lahomogeneizacion de aquellos elementos de las plataformas reivindicativasque crean las. condiciones para una unificacion a nivel social del rnovi-miento anticapitalista es una tarea ardua, pero al mismo t iernpo posible .No puede garantizarla una consigna politica general, ya que esta exigecomo condicion previa para tener capacidad rnovil izadora, cierto desarro-l lo del movirniento de masas, que es precisamente 1 0 que falta y se quiereIograr, Unificar los movimientos de luchas aparentemente tan diversoscomo los del campo y de la ciudad, de los ocupados y de los desocupa-dos, de los obreros y de los estudiantes, de las villas miserias y de losintelectuales, no. puede significar entonces convertirlos en simples correasde transmision de objetivos polit icos no sufic ientemente cornprendidospor las masas y elaborados POI un "Estado Mayor de Ia revolucion", Estees el error fundamental de las corrientes extremistas que creen factibleunificar la multiplicidad de acciones reivindicativas umcamente en elmomenta en que se toman explosivas adosandoles la consigna, abstracta-mente politic a, Be la toma del poder, En nuestra opinion, unificar elmovimiento significa elaborar objet ivos de lucha de masa que sean visua-Iizables como comunes por los distintos componentes sociales y que paraser conquistados requieran de una ruptura del equilibrio politico, y que,al misrno tiempo, tengan un valor prefigurador tal como para expresaracabadarnente el potencial revelucionario de ese movimiento.

    Sin embargo, en las luchas sociales desarrolladas en el interior delsistema capitalista estan siempre presentes dos logicas opuestas, una homo-genea y otra antagonica al propio sistema. Del mundo concreto de lascandiciones sociales especificas de los obreros, de los estudiantes, de losintelectuales , de la presion de las necesidades de las masas, nacen impulsesque cuestionan al sistema, pero aparecen tam bien las respuestas can lasque el sistema. intenta "corporativizarlos" 0 sea encerrarlos en su campoespecifico, irnpidiendo que se socialicen, Polir izar la lucha economica ysoeializar LaIucha poll tica de las masas es Ia unica respuesta valida quepuede ofrecer una estrategia revolucionaria a los peiigros corporativos queacechan las !uchas sociales. Porque es Ilusorio pretender -conservar launidad de los trabaiadores, POt ejemplo, adhmendose a las reivindicacio-nesespecfficas de eada grupo,. aceptando de hecho una tendencia a lafragmenta.c ion carporativa que es connatural aI sistema. Y 10 mismoocurrecon los demas sectores sociales. Para "potit izar" las Iuchas obreras

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    no basta adosarle una. sobrecarga cuantitativa sabre los objet ivos s indica-les, ni superponer a la lucha reivindicativa una propaganda poli ti ca revo-lucionaria, Es prec iso e laborar y experimentar plataforrnas reivmdicativasy formas de organizacion y de lucha que intrinsecamente tiendan aconstruir la unidad de 18 clase, un sistema de alianzas, nuevas institucionespoliticas-sindicales en la fabrica, y por 10 tanto, estructuren un movi-mientopolftico de rnasas,

    El surgirniento en los. puntos nodales del poder econornico real, en laorganizacion de la produccion y del trabajo, de un poder que cuest ione enfonna permanente el mecanisme sabre el que se asienta la explotacion delos trabajadores, resul tara ser as] la expresi6n mas acabada del grad0 deautonomia conquistada por la clase obrera, Una autonomfa que rechaza elconfinamiento corporative en el ghetto de la fabrica y que parte de Ialucha por el control social del proceso productive para cuestionar laestructura social en su conjunto. La aparicion de un poder obrero en lafabriea (ambiguo, transitorio, pero esencialrnente autonomo) esrara indi-cando que en la sociedad se opera un proceso de desplazamiento de lasluchas del plano economico-reivindicativo a t de L a superestructura politicay que en la practica de la lucha de masas se delimita el terreno concretopara la unificacion de estas masas en un movimiento verdaderamenteanticapitalista,EI punta de par tida de una accion que tenga POI objeto la conquistade una plena autcnomia polttica de la clase obrera debe pOI ello sersituada en la fabricaa) porque en las condiciones actuales de Ia Argentina es ahf donde seestan acurnulando los elementos fundamentales de friccion con las estruc-turas instirucionales del poder;b) porque solo en la fabrica el obrero mantiene su unidad de clase ysu fisonomia en cuanto portador de valores que reclaman una organiza-cion radicalmente distinta del trabajo, de la educacion, de la vida cotidia-na, de la direccion de la sociedad. Excluido del campo de las relaciones detrabajo, el obrero no es sino un "consumidor" mas, expoliado por lavoracidad de un sistema cruel e implacable;c) porque, en consecuencia, partir de la fabrica para llegar a la soeie-

    dad es el unico camino que permite elaborar un discurso efectlvamentesocialista, y no una mera ideologia justificadora de una. nueva opresionsocial."Partir de la fabrica" para elaborar una estrategia socialist s tiene paranosotros elvalor de una formula paradigmatica . .A traves de esta expresionsintetizadora se intenta fundar la necesidad de un desplazarniento radicalde 10 que hasta ahora ha sido la problemdtica clasica de 13 izquierdareformista 0 revolucionaria . Un desplazamiento no tanto de objeto comode metodo, Es precise pensar desde el interior de fa propia clase, desdelos nucleos de la vida productiva y asociativa del pals las experiencias delucha, las instiruciones y organizaciones politic as y sociales de la c1ase.Porque 5i la clase obrera es una realidad autonoma que crece y se realiz.a.en las relaciones de produccion no se puede pretender definirla desde unafilosofia de la historia, que DO es sino la historia de' las organizaciones qu,e'1 4

    pretendieron dirigirla. La vinculacion entre estructura de clase, relacion deprcduccion y propuesta organizativa, que constituye el canon de interpre-tacion del materialisrno historico, resulta de ese modo sustituida por unavision puramente intelectualista que funda la alternative revolucionaria enterminos de "valores". A partir de esa vision la clase obrera sera. revolu-cionaria 0 reformista, habra que abandonarla a su expresion "espontanea"o activarla desde elexterior con una vanguardia iluminada, pero en amboscasos es un mismo metodo Idealista el utilizado. EI problema de comohacer para que fuera la propia elase obrera 1a que instalara en el centro desuconciencia la preocupacion por la conquista del poder en la [abr ica yen la sociedad, quedo relegado en la tradicion de un movimiento obreromundial cada vez mas obsesionado por: la construccion de organizaciones"perfectas" y supuestamente a salvo de las ambivalencias propias de lasfuerzas que se baten en la sociedad capitalista ..

    Sin embargo, es en el interior de la fabric a don de el mecanisme devalorizacion del trabaio reproduce a la vez la relacion de explotacion y loscondicionamientos ideo16gicos con que se intenta someter a los trabaia-dores al autoritarismo y al despotisrno patronal, La que explica por que elrechazo del mecanisme capitalists de valorizacion comports objetivamenteel rechazo de los velos ideologicos con que se recubre ..Cuando los obrerosdejan de considerar como dadas las relaciones de trabajo existentes en lafabrica y cuestionan los salaries y las calificaciones, los horarios y losritmos, ai m sin ser demasiado conscientes de eso estan cuestionando unuso capitalista de las maquinas, una concepcion de Ia tecnica y de laciencia, un modele de estructura productive que Ia burguesia se ernpefiaen presentar como "racional", La. tarea fundamental de la accien obrerarevolucionaria en el interior de las ernpresas es volver consciente estecuestionamiento laterite, artieulando una polftica reivindicativa y de podervinculada al tema de fondo de L a "condicicn obrera" que impulse a lost rabajadores a liberarse de- su 'subordinacion a! plan del capita! y a laafirmacion de un poder autonomo, Independientemente de la formainsti tucional que adopte, este poder perrnanecera ambiguo rnientras sub-sista el poder capi tal ista, perc sera no obstante un factor decisive para lamaduracion de una conciencia revolucionaria en los trabajadores.La idea de autonorma de Ia accion obrera implica, por 10 tanto, lanecesidad de basar las luchas reivindicativas en la realidad concreta de larelacion de trabajo, exaltando su potencial politico. para plantearse laexigencia del control social sobre el proceso productive y la creacion deun poder +sindical , polit ico y de gestion- capaz de cuestionar el podereapitalista en fa /abrica y en la sociedad.Con estas consideraciones no se quiere afirrnar el caracter explosive 0revolucionario de las luchas ell fabrica , para descalif icar de algUJmodo elvalor disruptive de las Iuchas sociales en general. Tomando ala "fabrica"como ejemplo de accion autonorna de clase, queremoeenfatizar que lalucha dentro de Ioespectnco contra el modo capitalista de plant ear los

    problemas de la ciencia, de 13 salud 0 de la .instruccion contra el modocapitalista d.e producir y de distribuir los bienes y servicios, en sintesis,contra el ral asignado a los hombres en la fabrica, en la escuela, 0 en las1 5

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    distintas instituciones del sistema, adquiere en la actualidad un nuevovalor: 10) porque crea en los grupos sociales un proceso de politizacionintensa; 20) porque al chocar con Lacontradiccion fundamental del tra-bajo alienado despierta en las masas un conjunto de necesidades solofactibles de ser satisfechas e n una nueva sociedad: 30) porque estirnula labusqueda de instrumentos de contrapoderes sociales, produciendo de estemodo una activizacion de rnasa, una voluntad y una difundida capacidadde autogestion, que son las condiciones insustituibles para la constitucionde un movimiento politico de masas.Un movirniento articulado de este modo, 0 sea a traves de unasoldadura a nivel social del conjunto de tendencias irnplicitamente conver-gentes que rechazan la logica deL capitalism 0, representaria una fuerzairreductible al poder integrador del sistema. Seria un eje a rraves del cualpodrfa vertebrarse un nuevo bloque historico revolucionario, capaz desostener un programa de transforrnacion de la sociedad y de converti rseen el nucleo de un antagonismo efectivo contra el sistema capita lista. Unaestrategia reformista, en cambio, que superponga un discurso politico-ideologico a un movimiento de lucha que en sus contenidos permanezcaen el interior del sis tema, gradualists y reivindicativo, sera siempre incapazde determinar una crisis general y mas incapaz aun de ofrecer a la crisisuna salida positive. La experiencia de las luchas ocurrida en los ultimosanos en la Argentina condena al reformismo y a au probada incapacidadde alimentar cualquier movimiento de masa en torno a plataformas delucha convincentes y movilizadoras, Concibiendo a las luchas socialescomo movimientos de opinion orientados a presionar sobre las fuerzaspoliticas y las instituciones representativas del sistema, el reformisrno nevaal movimiento a la impotencia, Porque to que resulta de su politi ca es unmovimiento demasiado generico y desarticulado como para perrnitir laparticipacion de las masas, 0 demasiado instrumentalizado par los objeti-vos poli ticos de partido como para crear momentos verdaderamente unita-r ios. Para superar estas defic iencias el movimiento debe necesariamenteescapar del andarivel reformists, pero solo puede hacerlo si logra darseobjetivos de poder y una estructura democratica de base que 10 lleven acuestionar permanentemente al sistema.Resulta impasible, no obstante, pensar en la unificacion pol itica delconjunto de movimientos que nacen de Ia logica concreta de una condi-cion social dada sin la existencia de una estructura organizada del movi-miento,capaz de elaborar piataformas, de coordinar iniciativas, de dirigiren todos los niveles las conquistas obtenidas, de vincular la lucha de losdistintos sectores cada vez que la situacion 10 exija, III movimiento nopuede quedar en un nivel amorfo, porque en ese caso no estaria encondiciones de resis tir una fase de repliegue ni de soportar las tensionesque crean en su interior el enfrentamiento de Lasvanguardias, El espon-taneismo, que en un comienzo desempefio una funcion positive en lamedida en que estimulo las experiencias de cuestionamiento de! sistema yde gestion dernocratica de las luchas, se convierte ahora en el mayor delos obstaculos para su desarrollo; es el caldo de cultivo en el queprosper an las dist intas vanguardias, que pugnan en el interior del rnovi-16

    miento par quien logra mas adhesrones y militantes. La necesidad de unaorganizacion se vuelve imprescindible para que el movimiento crezca y nose disgregue.Pero esta organizacion no puede seT ni 1a del sindicato ni la del

    partido. EI sindicato se mueve insti tucionalmente dentro de un horizontecontractual que 10 obliga a respetar ciertas compatibilidades, Colocar lalucha de rnasas en el interior de La fabrica bajo la direccion sindicalexc1usivarnente significa debilitar la tendencia a la politizacion y a lageneraltzacion de la lucha obrera, Mejor dicho, la Iucha se transfiere delcampo contractual al politico s610 al precio de abandonar el terrenodecisive de 1a batalla, la estructura productiva, para concentrarse en lasreivindicaciones generales del obrero como "consumidor". Por otra parte ,fucra de la fabrica el sindicato tiene una estructura burocratica semejantea la de los partidos y se presenta ante las masas como una representaciondelegada, ausnete de su cont roL y privada de insrrumentos de moviliza-cion.En cuanto al rol de los partidos, tampoco eUos pueden sustituir lanecesidad organizativa del movimiento de masa. Un partido implica siem-pre una determinada vision del mundo, una estrategia definida. S i asumie-ra la gestion de las luchas sociales de masa acabarfa por comprorneter suunidad, el caracter especffico de un movimiento que deriva de unasituacion social particular, y que debe ser control ado par las propiasrnasas. La luchas de fabrica y las luchas sociales , s in embargo, necesitan deun interlocutor politico, porque sin la presencia en su interior de unateoria general de la sociedad, y de organizaciones poli t icas que la expre-sen, no podrian estas luehas configurar un movirmento en el que preva-lezca la componente revolucionaria sobre Ia componente corporativa, y enel que dicha componente revolucionaria se convierta en un discursocritico y posit ive y en un proyecto consciente de aIternativa ala sociedadburguesa, EI partido, 0 en las condiciones presentes de Ia Argentina, Lasvanguardias en general. son esenciales para las luchas dentro y fuera de lafabrica para cornbatir su momento corporative, estimular su desarrollo

    politico, la toma de conciencia de los nexos generales y tambien paraesbozar su desernbocadura pol i tica a niveles m a s generales . Pero solopueden realizar esta labor orientadora desde el interior de un movimientode masa que debe ser esencialmente autonomo, unitario y organizado .Aparece como necesaria a la propia lucha de rnasas una estructuracionautonorna del movimiento que 10 express y que Ie de una base organiza-t iva estable. Y esta estructuracion no puede ser otra que la de una red decomites y d .e canseios (0 sea, de organism os reivindicativos y polit icos a lavez) que en cuanto organos de democracia directa puedan ser controladospor las masas y expresen al conjunto de los sectores de lucha,Es evidente que un movimiento de este tipo no puede crecer como unsistema de con t rapcderes , que paulatinamente se fuera apoderando de unespacio social hasta un momento dado en que un cambio en la direccionpolitica del Estado sancionara una. "revoluciou" ya realizada en los he-chos. EI esbozo de un poder antagonico que avance en direccion opuestaa Ia del sistema esta destinado inevitablemente a producir una crisis

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    politica y social mucho antes que una altemativa haya madurado plena-mente, puesto que no es posible una coexistencia entre la producciondirigida por estructuras capitalistas y el consurno dirigido segun criteriossoeialistas. Y esta es la razon de par que el movimiento de masa tienesiempre un caracter ciclico. en cuaato realiza conquistas que si no encuen-t ran luego una forma de generalizacion son reahsorbidas par el sistema.No se puede, POf 10 tanto, renunciar al caracrer de salto cualitativo a"violento" del memento revolucionario, ni a Ia necesidad de una organi-zacion poJItica de vanguardia, cuya estrategia, cuyas formas organizativas,cuyos obietivos inmediatos sean tales como para asurnir los contenidos ylas nuevas exigencias de la lucha a myel de base y de masa. Pero to quehay que tener en claro en que esta crisis revolucionaria no puede deter-minarse si en el propio sene de la sociedad capitalists no crece uncontrapoder de masa, un cuestionamiento concreto y perrnanente de losdist intos aspectos de la estructura social, que den lugar a nuevas tensiones,que definan propuestas alternat rvas, que formen nuevas capacidades dedirecclon, que produzcan un nuevo nivel de conciencia y de organizacion.

    vSegun como sea el modelo de la soeiedad que se quieta construir sera laorganizacion que se propene como Instrumento para la revolucion.Oonstruir una fuerza socialista sup one, pues, tener una imagen de lasociedad futura, Perc tambien tener en cuenta otra circunstancia: loscondicionamientos histerico-sociales y el contexto nacional en Jos queesa tarea se plantea.

    La dificultad en transformar una crisis organica, como la que vive lasociedad argentina, en crisis revolucionaria nos lleva a una conclusionobvia: las clases populares carecen todavia de una fuerza organizada queunifique sus rnovilizaciones anti-capital is tas , que organice (esto es, qued e permanencia) a. sus rebeldias "espontaneas" para permit ir que eliassuperen la etapa de hostigamiento al enernigo y transform en sus movi-mientos en ofensiva estrategica, La constitucion y forta lecimiento de esafuena aparece, pues, como Ia condicion para que la "impasse" se re-suelva, para. que el proletariado y el resto de las clases populares pasena desempenar el "aspecto principal de la contradiccion".Con esta conclusion, sin embargo, no avanzamos todavla dernasiado.Soble ella. hay coincideneias verbales en un amplio espectro queabarca

    desde los desprendimientos de la izquierda tradicional (e] "clasismo " entodas sus variaciones)hasta e1 peronismo revolucionario. NecesariamenteIa temattea abarca tam m e n a las organizaciones armadas, de la izqnierda adel peromsmo, que reivindican su accion como el paso m a s eficaz paraconstruir una vanguardia inexpugnable que impida Ia estabilizacicn del sis-tema y que conduzca II la victoria a las clases explotadas.1 8

    Pero definido este punto deencuentro, acordada esta coineidenciaestrategica, Ia m a s feioz polemica estalla en el interior de ese terrenocorntin : "sectarismo", "populismo", "doctrinarismo ", "esponranefsmo"son los epftetos habituates intercam biados en una discusion encarnizada,en la que cada uno de los polos tiende aver al otro como "enemigo fun-damental .",

    Este enfrentamiento, en el que se agota buena parte del esfuerzo teori-co y practice de la mili tancia revolucionaria en la Argentina, t iene lugar,al fm de cuentas, por l aexistencia de una realidad "rebelde" quecondi-dona todo discurso polit ico en nuest ra sociedad: la identificaclon con elperonismo de la enorme mayorla de la clase obrera Y, en general , de todaslas clases explotadas,La paradoja politica que deben resolver Losrevolucionarios en la Argen-tina consiste en que manteniendose -aqui como en cualquier parte- Ianecesidad de una fuerza que este m a s alla de la inmediatez de la clase (esdecir, una "direccion consciente" que a partir de la espontaneidad orga-nice a. las masas para fines socialistas) sus tareas deben realizarse en elinterior de una. elase obrera polfticamente "situada", La relacion entre unconjunto social y sus "organizadores" nunea es abstracta , s iempre estaes-pecificada. Parafraseando a Gramsci, si en la Italia de los alios veinte la"cuestion campesina" se expresaba como "cuestion vaticana" y como

    "cuestion meridional", es decir, que la presencia de una clase definida enterminos economicos debia ser acotada/para poder operar polfticamentecan ella, en terrninos ideologicos y geografico-culturales, enIa Argentinade hoy 1~ "cuestion obrera" no puede se r separada de IF "cuestionpero-nista" ..Se trata de un data, no de una teoria.

    No hay entre nosotros relacion directa entre ' 'vanguardia ideologica" y"mov:imiento espontanec" del sujeto historico, como seguramente 10 huboen Rusia a principios de siglo, matriz empirica de la teoria clasica de laorganizacien revolucioneria . Poco tiene que ver la clase obrera y la socie-d a d argentina. contemporanea con 1 ! I i descripcion que Lenin trazaba de IIIerase obrera y l a sociedad rusa bajo el zarismo "con su relat ivamente em-brionario desarrollo de Ios antagonismos de clase , can su virginidad poiiti-ca, con el estado de atraso y sojuzgamiento en que el despotismo poli-ciaco mantiene a masas enormes, inrnensas de La poblacion" (Obras, T..VII, p. 39).Esta "cuestion peronista", se vincula con una problematica generalizadaen casi todas las sociedades dependientes: la existencia de poderosos movi-mientos nacional-populares cuya columna vertebral esta consti tuida por Iaadhesion de las grandes masas obreras y campesinas, La eficacia de esosmovirnientosen Asia, Africa y America Latina tiene que ver, entre otrascosas, con el vacio dejado par el socialismo revclucionano en esas socie-

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    una ru ta escarpada y sinuosa, A esta altura, no se trata de imag inar "10que hubiera pasado si no hubiera pasado 10 que paso"; se trata de arti-cularuna dialectica correcta entre movimiento de rnasas y practica socia-lista que no niegue que el punto de partida politico de los grandes secto-res pcpulares en la Argentina no es La "virginidad" de que hablaba Lenin,sino la adhesion al peronismo,Discutir en detalle esa diaiectica es uno de los obietivos basicos de estasegunda etapa de PASADO Y PRE5ENTE, porque si la izquierda revolu-cionaria, que trata de superar el reformismo y el desconocimiento de larealidad nacional, yerra en la caracterizacion del peronismo y de la parti-cipacion obrera en el, dicha superacion sera solo verbal, propia de izquier-das que solo se critican y superan a si rnismas, como en un laberinticojuego de espejos,

    Si tuvieramos que agrupar las limitaciones bdsicas de los analisis que sereclaman marxistas sobre los movimientos nacional-populares, limitacionesque suelen reconocer un origen "economicista", incluiriamos las siguien-tes:A. SuperficiaHdad en caracterizarlos meramente como "astucia de laburguesia"; en verlos como maniobra de una fracci6n del Ejercito 0 de unsector de las clases dominantes, 10 que es, en todo caso, una sola cara delproblema;

    B. Consecuentemente, incomprensi6n de 10 que esos movi rnientos s ig-nifican como componentes de la "cultura pclitica" de las masas (yen laArgentina claramente de la clase obrera industrial}, en la rnedida en queesas grandes masas se han constituido politicamente con el rnovimiento yen tanto el mismo recoje adema s -a veces miticamente, esto es profu n-damente- una problematica real: la de la identidad de las rnasas como"pueblo-nacion" en el contexto de una sociedad que es dependiente,aunque predominen en ella las relaciones capitalist as de produccion;c. Por fin, dificultad parapercibirlos como un componente no arbi-trario del camino de las masas hacia su autoconciencia, en el sentido deque la "espontaneidad imputada a las mismas no es simple movilizaci6nreactiva contra el sistema, como en la version clasica, sino una experienciasedimentada a nivel politico e ideologico, que si no es todavia socialistatampoco podria ser calif icada como "tradeunionista" , en tanto se Instalaen el espacio de la lucha por el poder,Todos estos temas, que exigen una. redennicion de conceptos clavescomo los de "conciencia de clase", "espontaneidad", "vanguardia", "mo-vimientos nacionales" , "movimientos socialistas" y de las relaciones quedeben establecerse entre ellos de acuerdo al contexto historico especificoplantean como obietivo basieo dePA5ADO Y PRESENTE, la necesidad

    de analizar Is. originalidad del proceso de constitucion de una fuerza socia-! is ta de masas en la Argentina, como un caso en que la re1aci6n "concien-cia-espontaneidad" se muestra "impura' en el que, por 10 tanto, es nece-sarto impulsar el desarrollo de una conciencia socialista a partir de lasluchas de una close politicamente situada en el interior de un movimientoruIcional-popular.

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    VI

    ~Como caracterizar hoy al movirniento peronista? Desde su catda, en1955, cum plio exitosamcnte un papel que OtTOS movimientos nacional-populates de America Latina -el APRA, el MNR boliviano, el varguismo-resignaron a 10 largo de las dos ult imas decades: const ituirse en la princi-pal interferencia a los planes polit icos y economicos que el.capital mono-polista reservaba para la sociedad argentina. Esa continuidad, pensamos,debe ser adjudicada, fundamentalmente, a 10 especifico de su base social.Como otros movimientos de su tipo, el peronismo se erigi6 en la sintesispolit ica de un conjunto de fuerzas sociales antimonopolicas y antirnperia-listas. Sin embargo su rasgo diferencial respecto a la gran mayoria de losrnovimientos populares que se desarrollaron en el mundo capitalista de-pendiente durante este siglcfue la presencia protagonica de la clase obre-ra, Esta se constituyo en el nucleo irreductible para la of ens iva contra-revolucionaria inaugurada con la caida de Juan Domingo Peron,Pero al mismo tiempo -y precisam ente por la orginalidad de su basesocial- el peronisrno debe ser analizado desde otra perspectiva, No yacomo la acumulacion de un conjunto de fuerzas antimonopolicas, sinocomo un momento en el desarrollo de una alternativa politica autonomade la clase obrera. La historia de la clase obrera hacia su autoconciencia sefunde con la del movimiento nacional-popular, porque es allf donde losexplotados reconocen su unico termino de unidad y lealtad politica.Desde este punto de vista, importa menos la vital idad del peronismo comomovimiento de resistencia antimperia1ista que el heche de que esc rnovi-miento representa una experiencia interna e ineludible de la clase obrera.

    Los trabajadores han sido, pOT 25 afios, el eje de esa gran fuerzaresistente, han adquirido alli los prineipales rasgos de su cultura polftica,pero sobre la base de L a . subordinacion a los sectores hegem6nicos delmovimiento, La cornprension de este fenomeno -el de la subordinacion yla dependencia obrera- esta asociada al surgimiento del peronismo revolu-cion ano, Durante los ultirnos 17 ailos, las movilizaciones espon taneas, Iaviolencia defensiva, la lucha de las organizaciones armadas y el voto fue-ron negociados por la burocracia dominante. Como respuesta a ello hasurgido en el interior del peronismo, un espectro de tendencias que seunen en un objetivo: la construccion de un instrumento organizativo quegarantice el desarrollo de la lucha de las masas y el avance hacia unasociedad socialista, A J igual que Iuera del rnovimiento -puesto que eneste aspecto la polemica excede el corte entre peronismo e izquierda- lasconcepcjones de Ejercito Popular y de Partido ocuparon el escenario de laIucna ideologica.Estos son, a nuestro entender, los rasgos que definen la originalidad delmovimiento peronista .. De un movimiento que, con el triunfo electoral del

    II de marzo dio los prirneros pasos hacia una nueva etapa de su historia.Ese dia, el peronismo actuo como sintesis politica del conjunto de clasesque se opusieron, desde 1966, al proyecto monopolis ta; cuantif ico en las21

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    urnas todo e1 odio acumuIado par el pueblo {rente al imperialismo y susal iados internos. El pronunciamiento masivo que signifie6 el vote, pusotambien al descubierto el error de quienes, desde una izquierda que saltade Ia crisis del reformismo y que habla logrado una pnmera insercion enel movimiento de masas, propugnaron el voto en blanco, alentando unavana ilusion de pureza programatioa.Si las jornadas que arrancan del cordobazo pusieron de relieve el surgi-miento de un nuevo movimiento social en la Argentina, protagonizado atraves de Ja movi lizacion del proletariado industrial, del campesinadopobre, de la pequefia y mediana burguesia del interior , de los estudiantes;si ese movimiento social habia puesto en marcha episodios gloriosos deresistencia y combatividad, la canalizacion de esa lucha a traves de unaformula presidencial mediocre y de candidates en buena parte ligados auna concepcion desarrollista, parecfa un retroceso. i,Frente a que? Unretroceso frente a la idea de la revolucion, pero no {rente a sus posibi li-

    dades historicas, posibilidades que estan marcadas por los comports-rnientos reales de las masas trabajadoras. En esas condiciones, e l resultadoelectoral s ignific6 una derrota politico contundente, arrasadora, de unacamarilla que representaba los intereses poli ticos de los enemigos princi-pales de la clase trabaiadora y del resto de las clases y capas explotadas.Dicho triunf'o representa el punto de partida para que la lucha de clasesarran que de nuevos niveles, para que los sec tOTeS populares puedan lanzaren rnejores condiciones, aprovechando el contraste que sufrio el enernigo,una etapa de ofensiva hacia la revolucion socialista .. Porque esta claro que la derrota pol i ti ca del capital monopolista no es,aun, su derrota social. El aluvion del 11 de marzo alcanz6 y sobro parabloquear a la politica del "Gran Acuerdo Nacional", para hacer replegar asus protagonistas, para enterrar las ilusiones de continuismo.Pero serfa suicida pensar que las fuerzas vencidas no habran de reagru-parse tras la prirnera etapa de confusion. Mis aim, no advertir que esereagrupamiento habra de incluir a fuerzas que participan de la coaliciontrtunfante. Las elecciones derrotaron al Gran Acuerdo Nacional tal cual

    entendia al rnismo la cupula militar, tal cual ella 10 queria instrumentar.Pero el GAN no s610 fue el intento mezquino de un pequefio sectorcontinuista, 0 la tactica oportunista de un personaje arnbicioso de poderp.ers~nal sino tam bien un pedazo de Ia historia de la burocracia polItica ysindical peronista y de buena parte de Jos sectores externos al peronismoque configuraron el FREJULI.~En que consisti6 basicarnente el CAN? En el intento de los gruposdommantes, expresi6n de l sector imperialista y monopolista de la econo-mia, de abrir cautelosamente las puertas del poder polit ico, ofreciendo unacceso al mismo de nuevos contingentes de las clases propietarias, Esta

    ve~, ~ embargo, no se t rataba solo de la burguesia terrateniente; el rasgor r : r n -s irnportante, implIcito en el proyecto , es que suponia una salida nego-ciada entre el capitalismo monopoli sta y la burguesia mediana mas inte-grada .alas modernas formas de produccion impuestas por el imperialismo.Los pilares del proyecto debian ser el ejercito y los sindicatos, acornpaiia-dos por las burocracias pollticas reformistas.22

    EI eje de fonda de ese reacomodamiento politi co, SU oondicion econo-mica-social de posibil idad esIa negociacion de la dependencia, en el nuevomarco creado POI los cambios en el mercado mundial. Y ese plan. aimcuando haya fracasado en su implementacion por la camaril la desgastadaque piloteo la Ultima fase de la "Revolucion Argentina", no ha sidecancelado, porque se hal ls en la legica del razonamiento de la burguesiano monopolista, de Ia burocracia sindical, de las mas importantes burocra-cias politicas y de las fuerzas armadas. EI capital imperialista, por suparte, imposibilitado de maximizar sus intereses, aceptarfa esa negociacioncomo forma posible de "mal menor",En esta encrucijada el FREJULI se choca contra sus limites . La depen-dencia negociada es el sustrato del esfuerzo que actualmente realizan lasclases dominantes para fundar un nuevo sistema de dominaci6n poll tica,El mosaico de fuerzas del "nacional desarrollismo", que incluye al sindica-l ismo, a la burocracia poli tic a Y a los sectores no peronistas del PREJULI,principalmente al frondicismo, tiene como eje a la burocracia sindical ycomo prograrna al pacto de la CGE-CGT: un tfmido desarrol lismo refer-mista pactado con los monopolios, en e1 que se instrumenta como prin-cipal mete desmovilizador de la clase obrera a la burocracia sindical,mientras se mantiene en reserva el papel de las Fuerzas Armadas, comoantfdoto ultimo de la "subversion".Frente a este peligro, que no debe subestimarse, se halla todo el otrosentido del voto del 11 de marzo, como voto antimperialista y anticapita-lista, como voto que rechaza toda negociacion, como expresion polit icade la lucha llevada durante 17 anos por el pueblo y acentuada con con-tenidos objetivamente socialistas a partir de 1966.Este aspecto esta basicamente representado, en el nivel organizativo,por la Juventud Peronista , por el sindicalismo combative, por todos .aque-llos grupos que distinguen el gobierno del poder y que plantean, comoconsigna fundamental, que gobernar es movilizar , Una consigna cuya enor-me justeza esta dada por su capacidad de aunar, de sin tetizar , Ia unidadpolltica lograda por la clase trabajadora, capaz con ella de consegui r sugobierno, can Ia necesidad de avanzar a traves de la movilizaci6n para queese gobierno se t ransforme en poder, Esto es, de encontrar una identidadprimaria en el gobierno (no fuera de el) y partir de- esa identidad paraprofundizar en la lucha de masas las diferenciaciones de clase, internas almovimiento nacional.En esta direccion, si gobemar es movilizar, movilizar es contribuir, conlas masas, ala. construccion de los nucleos de base que caminen efective-mente, de abaio hacia arriba, bacia el poder socialista, Porque el socia-lismo no se despliega a partir del impulso que le otorga una vanguardiainccntaminada propietaria de la ' '' rerdad' ', s ino desde iniciativas socialistasmultiplicadas y articuladas que se generan enel movimiento de masas,

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    VIIde La capaeidad de reeuperacion de las clases domin:antes, la falta dec1aridad aeerea de las fronteras pol iticas de la accion sindical y de sugrado de especificidad, la ausencia de una politica de alianzas en el pla-no sindical, llevaron a estos sindicatos a un progresivo aislam iento nosolo del eonjunto de las organizaciones obreras eordobesas sino tambiende sus propias bases. Y este aislamiento era tanto mas grave par cuantose daba en un contexte de relative avanee de las luchas sociales en laciudad y en otras partes del pais.E.! movimiento de mass protagonizado par los obreros del complejoFiat encontro com 0 interlocutores "naturales" a los grupos polit icossoclalis tas: la izquierda revolucionaria, el peronismo de base y las orga-nizaciones armadas. Estes grupos actuaron a modo de vanguardias exter-nas y se fijaron como objetivo de su labor provocar una agudtzacionacelerada del enfrentamiento del sindicato con los patrones, can el esta-do y las burocracias sindicales nacionales y locales , E1 mensaje ideolo-gico revolucionario y socialista que esr-s grupos aportaban conto can elapoyo pleno del grupo dirigente de Sitrac-Sitram y con la aceptaciondel conjun to de los trabajadores de Fiat que se movilizaron bajo lasgrandes consignas de la democracia sindical, de la lucha contra la patro-nal y contra la dlctadura mili tar,Expresi6n directa de los intereses de las masas, la acclon sindical fueen un eomienzo mas el resuLtado de la presion de las bases obreras radi-calizadas que el producto de una estrategia coherente de una direceion,Porque, como es logico, un reclamo constants It la participacion crea-dora de las masas, una politica de movillzaelon permanente, desata unpotencial de lucha que tiende a desbordar los marcos inst itucionales delsindicato y a desplazarse rapidamente al plano politico. Convertido enun organismo poli tico de movillzaclon de las masas, e1 sindicalismo "cla-sista" se vioarrastrado por la voragine de la lucha de clases, y por elpeso determinante que tuvieron en la dtrecclon del proceso las estra-tegias de las vanguardias externas, a menospreciar la insusti tuible compo-nente institucional-contractual de todo organismo sindical yaeonfundirlos pianos especificos de las funciones siadioales y politicas.En este sentido es precise reconocer que ninguna de las tendenciessocialistas que formaban el mosaico de fuerzas que alentaban la expe-riencia de Sitrac-Sitram dernostro estar en condiciones de ayudarles aresolver los agudos problemas poli ticos surgidos de la acci6n sindical .Por el contrario, muchas veces cont ribuyeron a compl icarlos trasplan-tando a Los organism os de la clase obrera los enfrentamientos doctrina-ristas que esterilizan su labor. Uno de los problemss esenciales era, sinduda, el de la relacion de los sindicatos Sitrae-Sitram con el conjuntode los trabajadores cordobeses y su s organizaciones 0, dicho de otromodo, el de com 0 actuar para que La lueha de los obreros de Fiat nofuese aislada del resto de los trabajadores eonvirtiendola en un (en6-meno an6malo que la patronal y el Estado acabarfa tarde 0 tempranopor instrumentaIizar 0destruir,Aqui fue donde el sindicali smo "clasi sta", estimulado por los grupossocialistas , cometio un grave error destinado a tener consecuencias nega-tivas para la propia existencia de Sitrac-Sitram. Partiendo del criterio

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    La ofens iva hegemonica lanzada desde 1966 en la Argentina por eLcapi-tal monopolista, y las luehas obreras y populares que aquella contribuyoa desatar , est imularon el crecimiento de fuerzas revolucionarias extern asal peronismo. Si bien es cierto que la base de sustentacion de estos gru-pos de izquierda reside fundamentalmente en sectores de la intelectua-lidad y estudiantiles, y que solo en la universidad tienen una real gra-vitacion politiea, es cierto tambien que despues de decadas La izquierdarevolucionaria logro hacer pie en sectores de 111.clase trahajadora, algu-nos importantes, como 10 testimonia Laexperiencia de Sitrac-Sitram, pri-mero, y I I I . de Smata, luego, en la provincia de Cordoba.Desde 1969 Cordoba es el escenario en el que se condensan las ex -periencias mas rioas de La izquierda revolucionaria no peronista Ricapor los exrtos que ah f puede contabilizar (esenclalmente Ia conquista dedirecciones sindicales en el sector mas concentrado y avanzado del pro-letariado,pero adem a s l a creacion de nucleos "clasistas" en una impor-tante cantidad de empresas, tal leres y oficinas de I I I . ciudad) y rica tam-bien por sus fracases. Sin embargo,el balance de esta experiencia sunesta por hacerse.El movimiento que sacude a las fabricas cordobesas ilumina con par-t icular nitidez las contradlcclones de Laestructura sindical. Muestra que

    III. subversion y la conquista de las organizaciones gremiales por obra delos trabajadores abre un campo de lucba y de elaboracion politica eideol6gica que conduce indefectiblemente al desarrollo de tendenciassocialistas .. Pero fue necesario el golpe de junio de 1966 y el controlpor los sectores rnonopolistas de la economia del aparato del Estado, III.destruccton de las formas padamentarias y el intento deestructurar unbloque de poder que incluyera a 1 3 cupula sindieal, para que Ia claseobrera pudiera vislum brar la eentraJidad politica del sindieato, la nece-sidad de rescatarlo de manes de la burocracia sindical. EI "clasismo"aparece asi bdsicamente como un profunda y complejo cuestionamientode las est ructuros sindicales en una coyuntura caracterizada par la radi -calizacion extrema de las luchas obreras y la debi lidad de los aparatossindica1es y politicos de Laclase.

    La genesis de esta corriente, reiterada en cada nuevo conflicto de fa -brica, reside en la lueha por la constituci6n de los trabajadores comoc 1 a s e enfrentados al poder patronal. Su sentido an. ticapital is ta es anteriora cualquier program a que enarbole, porque esta presente en la gestacionmisma del movimiento de masas obrero. Sin embargo, h i movilizaci6n"claslsta" es todavia pre-politica en III.medlda en que no es capaz decontrolar los efectos de su propiaaccion y trascender al conjunto de laclase y de la sociedad. La historia de Sitrac-Sitram es, en este sentido,aleccionadora. La sobrevaloracion de las propias fuerzas, e l menosprecio24

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    c::mrecto de que la unica garantia v8.lida contra la integracion de lostrahajadores esta en la propia clase, en su rnovilizaeien y en su luchaconstante contra los patrones, e1 Estado y los burocratas, identiflcoerr6neamente al conjunto de fuerzas sindicales y poljticas que habiangestado y dirig ido la s luchas del proletariado cordobes desde 1966 enadelante can la burocracia sindical que habia defendido y conciliadocon la "Revolueion Argentina". Atilio Lopez y Agustin Tosco eranasimilados a Rucci, Kloosterman y otros capitostes del sindlcallsmogansteril , Todos los dir igentes sindicales eran eonsiderados burocratasque desconocian Ia voluntad ohrera y con los euales, por tanto, nodebia establecerse ninguna polftica de aliados a corto 0 largo plaza. EIplano de los acuerdos en el terrene sindical y reivindicativo estaba abs.o-lutamente predeterminado por la eoincidencia pol itica en torno a obje-t ivos ldeologicos ult imos de la aeclon obrera 0 a consignas estrategicasde valor puramente propagandistico. Oesde el exterior del propio movi-mientoreivindicativo de los obreros de Fiat se superponia a dichomovimiento un discurso poli tleo-ldeologico socialista, que intentaba en-frentarse a los diseursos "populistas" a "reformistas" de las demasdirecciones sindicales . La necesidad de dar una perspectiva unificadorade orden estrategico y politi co a la lucha sindical de los obreros cordo-beses intentaba ser resuelta mediante la radicalizacion de la aceion sindi-cal, no comprendiendo que esa perspectlva desbordaba el campo inst i-tucional del sindicato. Y este es el callejon sin. salida en que vino aencont rarse el sindical ismo "clasista" de Fiat , porque si el espacio pol i-tico abierto por las luchas obreras no es cubierto por nuevas formasorganizativas de 1 8 clase que apunten a articular un movimiento polit icode masas, la lucha obrera no tiene soluci6n. Expresi6n fiel del proeesode radicalizacion de los sentimientos de las masas, eJ sindicato auto.noma, falto del oxigeno pol itico necesario para alimentar la proton-gacion en la sociedad de las luchas que contnbuyo 8 desatar en la em-presa, se vent arrastrado a una prueba de fuerza contra los patrones yel Estado de la que muy dificilmentepodni salir triunfante a nlvel deempresa, de taller 0 de sector.Los dirigentes de Sitrac-Sitrarn comprendieron cabalmente este dilema,pew resolvieron apostar exclusivamente al proceso de maduraci6n poll-

    tica de las bases obreras. Se negaron a adm itir que este proceso no estabaseparado de 10 que ocurria en las direcciones sindicales y en la propiaCGT cordobesa, a reconocer que los obreros respetaban a sus dirigentes ylos aceptaban como tales. ELcampo de Las fuerzas opuestas a las podero-sas burocracias nacionales estaba dividido y se ernpenaba en una lucha queera exterior a Ia propia dinarnica del proceso. El "clasismo ", en lugarde hacer propia Ia experiencia que se gestaba en otras instancias sindi-cales, se enfrento R . elias pretendiendo destruirlas. Estimulado por lasconcepciones de los grupos de Jzquierda sobrevaloro sus propias fuerzasy Las de las tendencias revolucionarias e unagln que dos pequei ios sin-dicatos podian ser la plataforma de lanzamiento de una alternativa so-ciaLista en el plano nacional. Un analisis poli tico erroneo los llevaba amenospreciar la capacidad de recuperaci6n polit iea no ya de Los sectores26

    monopollstas sino del conjunto de las clases dominantes que ensayabancon el apayo de la cupula militar una salida lnstitucional a la crisisargentina que incluyera al peronismo.EI corto intervale de vigencia politica del sindicalismo "clasista" seextiende desde el comienzo de repliegue del capi tal monopolista +pocomas 0 menos, el gobierno de Levingston- hasta la consolidaci6n delproyecto lanussista Fue el perfodo en que Ia izquierda rodeaba a Si-

    trac-Sitram y hacia de la universidad la caja de resonancia de sus for-mulaciones polfticas generales, en que agitaba la consigna de "ni golpe, nieleccion, revolucion", De ese modo, con una respuesta puramente propa -gandistica, se colocaba a si misma y al movimiento sobre el cualin-fiuia, fuera de las salidas polftlcas que intentaban articular los sectorespopulares, Aislado deL conjunto de las fuerzas sindicales y politicas quese enfrentaban al gobierno y a los burocratas, despegado cada vez masde las que habian sabido ser, desde su nacimiento, 1a expresion mas fiely democratica, envuelto en las discusiones de las tendencias y grupos deizquierda que obnubilaron su analisis politico, el grupo dirigente deSi trac-Si tram intenta romper eLcereo tendido por Lapatronal y el esta-do a traves del plenario de gremios combativos convocado en Agosto de1971. Pero si esta reunion tuvo una irnportancia excepcional no fueporque alii se arribaran a resultados positives, sino por todo 10 con-trario: porque mostraba que eran ilusorias las esperanzas de superar elaislamiento en que se cncontraba ya el "clasismo" mediante el apoyoque podian prestarJes los grupos poli ticos de izquierda.EI fracaso poIftico del plenario de gremios combativos mostraba queen el espectro de fuerzas .slndicales denominadas "clasi stas" y en losgrupos politi cos de izquierda que eran sus soportes ideologicoaexistfauna lamentable confusion en torno ados cuestiones que, nos parece,deben ser diferenciadas: a) Is unidad de las izquierdas; b) la unificacionpolittca del movimiento de masas. Para resolver el segundo problemaSitrac-Sitram intent6, como paso previo, resolver el primero. La direc-cion sindlcal actao como factor moderador del sectarismo de LOBdiver-sos grupos buscando convertirse en la instancia unificadora de los di-versos grupos enfrentados. Sin embarge , el problema que debia resolverel "clasismo" era otro, y mucho mas importante para la suerte de la

    class obrera, que e1 pantano doctrinarista en que los habia embretado laizquierda. Era precise esbozar una perspectiva de orden estrategieo ypolitico que estuviera en condiciones de compat ibi lizar el crecimientode los sectores revolucionarios con la vigencia real del peron ism0en laelase obrera como expresion de la unidad politica del conjunto de Iaelase, EI dilema era l,como estimular una cri si s revolucionaria sin hacerretroceder a la clase y a los sectores populates del punto de unidadpolitica ya alcanzada? La propuesta del "clasismo" frente a este dilemaque amenazaba (y amenaza) aislar a las fuerzasrevolucionarias no pero-nistas fue la de apostar a la explosion espontanea de las masas. Vistadesde el angulo de la politica, y no de la ideologia, esta concepcionllevaba a participar de la creencia de que hay un momento en la luchade clases a. partir 'del cual las clases dominantes no son "a capaces de

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    reagrupar sus fuerzas y encontrar salidas a 18 en SIS, sin que exista unafue.1'Z8 organizada y un a altamatlva socialista que sa les oponga.Poeos meses despues de la dest ruccion de Sit racSitram, .105 obrerosmecanicos de Cordoba constguen,esta vez mediante elecciones; reeu-perar su sindicato. La nueva conduccion del SMATA~provecha la ex-periencia del sindlcall srno de fabrica de los obreros de Flat y no c~metelos mismos errores. Participa de la CGT cordobesa y establece alianzasest rechas con los peronistas combativos y los "independientes" . Estaallanza, aunque todavfa no supera el terrene sindical, tiene un signifi'cado teorico y practico trascendental para las luchas futuras del prole-tariado. Lamentablemente, los gropos de Ia izquierda revolucionaria nocomprendieron la importancia que tenia para el pr,o~et:uiado ar~entin~. ypara su unload decLase el triunto de~ Frente JUstIclallS~a~e Liberacron,Sobreestimando la vinculacion poll t ics de sus orgamaaciones con lasmasas obreras y trabajadoras en las grandes ernpresas industriales y enlos lugares de concentraclon del proletariado rural , la izquieeda revolu- ._cionarla pretendio proyectarse como una alternstiva "elaststa" frente ~unpe.ronismo cada vez mas radicalizado en sus program as y en la di-namica electoral, Las masas demostraron que esa altemativa era pura-mente imagtnaria, que las formulaciones votoblanquistas 0 las que de-fendian la necesidad de presentar candldatos obrsros opuestos a losperonistas, no representaban sino una nueva vesti.dura detr~ d.e la eualBe oeulta el recalcitrante vanguardismo de los grupos de izquierda. Eneste sentido, las elecciones son bastante aleccionadoras y muestran lafatuidad que significa fabricar pol fticas que no rasul tan de Is experien-cia de las luchas de masas,De todas .maneras, y a. pesar de los errores cometidos pot los gruposde izquierds en la oaraetarizacfon dela coyuntura electoral, el bloquesindical conform ado por los sectores begem6nicos de la CGT cordobesaforman una sollda barrera de eontencion (la m a s solida imaginable en laactual coyuntura politica) para las elases dominantes, porque a Ia vezque unifiea el movimiento de masas aprovechando todoel vigor delmovimiento naelonal-popular , prepara las condiciones para el avan.ce deIs conclencia y erganizaclon autonoma de la clase obrera, De ese modoconcreto ant icipa laconstltuci6n de una nueva fuerza socialist s, implan-tada profundamente en las grandes concentraciones obreras y capaz deunificar todos los componentes de las luchas sociales y pcliticas en unaestrategia revolucionaria y socialista,

    VIII

    En el ultimo ejemplar de PASADO Y PRESENTE; en 1965, dec iarnos:"Si los intelectuales no forman una clase social autonoma ,e independien-te, sino que cada clase social se crea su propia categoria especializada deintelectuales, i,c6rno se planteaen el momento actual lacreaci6n por28

    parte del proletariado de una caps de intelectuales que contribuya aotorgarle una Plena autonorma ideologica, pelitica y organizativa'l EIheche de que este problema siga sin resolucion i ,no signifies la quiebra deuna forma de concebir La unidad intelectuales-clase obrera, clasica en laizquierda argentina? i,Y no es esa forma la que sigue imperando en todaLad iscusion actual de la nueva izquierda ace rca de Ios males delesponta'netsmo peronista y Ia necesidad de una vanguardia revolucionaria't Cerra-do el camino del Partido como {mica y concreta via de aproximacion alaclase trabajadora i ,que posibilidades tienen 108 intelectuales de fundirsecon la clase obrera? Todos estos problemas son antiguos pero adquierennuevos aspectos y posibilidades de resolucion en la sociedad moderna,como trataremos de demostrar en la segunda parte de nuestro trabaio."Esta reaparicion actual de PASADO Y PRESENTE supone"la segundaparte de nuestro trabajo ", centrada en un objetivo: contribu:ir, des denuestro plano, al proceso de discusion que se desarrolla actualrnenteen l.asociedad argentina accrca de las condiciones nacionalcs de consti tucion deuna fuerza revolucionaria socialista.En medio de La segura irrupcicn de nuevas jornadas de lucha delpueblo, tras la derrota infligida a Ia dictadura eL II de marzo, PASADO YPRESENTE no pretends transformarse en un sustituto de la practicapolltica ni oolocarse par encima de el la. Reivindica para si, en cambia, unespacio que considera legitime, aunque el mismo sea mucho mas ideolo-gico-polftico que pol itico a secas: el de la discusion, abiertaa sus prota-gonistas actives, de las iniciativas socialisras en el movimiento de masas,de los problemas que, en "la larga marcha", pLantea cotidianamente Larevolucion.

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    EdicionesLa rosa blindadaCOLECC IONEM 1L iO J AU R EG UIGEORG LUKACSLeninVO NGUYEN GIAPI. EI hombre y elarmaII. Guerra del pueblo, ejercltodel pueblo(Pro logo del Cdte, ErnestoGuevara)In. Guerra de liberacion-politica/Estrategia/TacticaIV. Fuerzas armadasrevolucionarias y e jerc ito deIiberaci6nMAO TSETUNGI. Elpequeno libra rajaII. Cinco resis fHos6ficas-Aeerca de la pracuca/Sobrela contradiccion/Sobre eltratarniento correcto de lascontradicciones en el seno delpueblo/ iDe donde provienenlas ideas correctas" /SObIC L apropagandaIII. Seleceion de escritosmilitares

    C OLE CC IO N DE .P OES IAR AU L G ON ZA LE Z TUNONEl violin del diabloMiereoles de cenizaLa rosa blindad aDemanda contra el olvidoLa calle del agujero en la mediaCronicas del Pais del NuncaJamasPoemas para el at ril de unapianolaJUAN GLMANGotanC6lera bueyFibulasRelacionesJAVIER VlLLAFANEEI gran paraguasEDUARDO ROMANOAlgunas vtdas, ciertosamoresA T TIL A J OS Z EFP o em a s e sc og id osHO C HI M INHPoemas de la carcelMARCOS ANA - LUIS A.QUESADA - JESUS LOPEZPACHECOEspana. a tres vocesROSA. LUXEMBURGCntica a 1 3 . revolucion rusa(Prologo de Georg Lukacs)

    ANTONIO GRAM SCILas maniobras del VaticanoPHILIPPE SOLLERSLa tcona revolucionaria:Lenin y Man Tse-Tung

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    Juan Cartos Portantiero

    Clases dominantesy crisis politicaen la Argentina actual

    Estas notas forman parte de un intento de fundar, a partir del materia-lismo historico, Ia relaci6nespecificaque se plantea, en la Argentinaactual, entre el desarrollo de las contradleeiones en el nivel econeml-co-social y en el nivel politico-social*. EI supuesto que opera detris delanalisis es que entre ambos niveles se manifiesta una diferencia de"tiempos" y que, pot 1 0 tanto, el "deseubrimiento" de la contradicci6nprincipal en el p l ano econem tco- seci a l no impliea eneontrar a L a rn.ismasimultanearnenta "desplegada" en el plano polltlco-soelal, E sa diferenciade tiempo de la contradicci6n solo es el iminada a traves de un procesohist6rico y ella es, prseisamente, la tarea a resolver por toda estrategJarevolucicnarla corrects: la. fusion de los tiempos dlsfmiles dela contra-diceion solo se oonsuma plenamente en el per I odo de la revolueion social.EI objeto del trabajo es, por 10 tanto, el analisis deIa coyuntura; elestudio de las relaciones de f uerza pot it i cos : en lasociedad argent ipa. SufinItliaad, ~fuscribirse en la discus io n y, por media de ella. en Ia prictica de

    . .E1 cuerpo fundamental de este articulo fue pensado y redactado an-tes de las el.ecciones del 11 de marzo. Las lfneas basic as del analisis semantienen inalteradas y ninguna de las conelusiones deben ser, a mi jui-cio, reformadas. La estre.pito~ derrosa polftica sufrida POI; el capital mo-nopalista sels .aii.os'""despues de au ascenso triunfaI al poder en andas de la< i f R e v b l u C l o n Argentina", ha abierto una nueva fase en Ia lucha de clasesque eoloea, porprimera vez en decadas, nueva:mente B. lasfuerzaa popula-res ante Ia posibilidad de revertlr .a su favor un proceso ; de transformaruna situaci6n de defensiva, primero en equilibrio y luego en ofensiva. Peroese proceso recien se abre: la avalancha devotos populares no s610 noalcanza par sf sola para tomar el poder, sino qu.e tampoco permite exeluirdel gobiemoa fuerzas antipopulares que acttian en su propio interior, lasque intantaran ahora negociar la dependeneia con el capital monopolista.El 11 de matzo el pueblo dispuso -los funerales del proyecto mas cohe-rente el!aboradoporel capital monopolista, al darrocar IIb. camarilla mill-tar que, claramente desde 1966,. se habia transforrnado en principal. SOPOl'-te polItieo de 18dependenda. Elite es un heeho historico, perc a partir dee1 otra historia debe nacer atm.

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    consti tuci6n de un bloque social de poder alternat ive al dominante , quese eonsumara a traves de un proceso en cuyo punta de llegada las con-traclicciones tal eual se dan en el plano economico-social eoincidiran conlas que apareeen en la escena polftica.En el trabajo drsungulremos dos niveles ccneeptuales. A uno 10 lIa-maremos el de las "clases sociales"; al otro, el de las "fuerzas sociales".EI segundo no puede fundarse sino sobre el primero, pero su constitu-cion supone un proceso hist6rico relativamen:e autonomi~~do.. .'

    EE nivel que llamamos de las elases sociales .marca . la. rel~clon defuerzas sociales estrechamente 1igadas a la estructura objetiva, indepen-diente de la voluntad de los hombres" _EI de las fuerzas sociales maroa-ria "la fase mas estrictamente politica, que seiiala el neto pasaje de laestructura a la esfera de las superestructuras complejas ( ... ) l a fase en lacual las idealogias ya existentes se transforman en partid