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Participacion de la Empresa Privada en la Conservacion de la Energia ante la Apertura de un Mercado Global Ambiental (El Caso de Incsa) Edwin Eduardo Vega Araya y Lawrence Pratt Agosto, 1999 CEN 717

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Participacion de la Empresa Privada en la Conservacion de la Energia ante la Apertura de

un Mercado Global Ambiental (El Caso de Incsa)

Edwin Eduardo Vega Araya y Lawrence Pratt Agosto, 1999

CEN 717

Documento en Proceso. Escrito por Edwin Eduardo Vega Araya, Investigador-Consultor del Centro Latinoamericano para la Competitividad y el Desarrollo Sostenible -CLACDS-, bajo la supervisión de Lawrence Pratt, director adjunto de CLACDS. Este trabajo busca estimular la reflexión sobre marcos conceptuales novedosos, posibles alternativas de abordaje de problemas y sugerencias para la eventual puesta en marcha de políticas públicas, proyectos de inversión regionales, nacionales o sectoriales y de estrategias empresariales. No pretende prescribir modelos o políticas, ni se hacen responsables el o los autores ni el Centro Latinoamericano de Competitividad y Desarrollo Sostenible del INCAE de una incorrecta interpretación de su contenido, ni de buenas o malas prácticas administrativas, gerenciales o de gestión pública. El objetivo ulterior es elevar el nivel de discusión y análisis sobre la competitividad y el desarrollo sostenibles en la región centroamericana. El contenido es responsabilidad, bajo los términos de lo anterior, de CLACDS y no necesariamente de los socios contribuyentes del proyecto. Agosto, 1999.

TABLA DE CONTENIDO

1. INTRODUCCION...................................................................................................................................................... 1

1.1 PRESENTACIÓN DEL CASO ....................................................................................................................................... 1 1.2 LA INDUSTRIA NACIONAL DE CEMENTO (INCSA) ........................................................................................................ 1

2. ANTECEDENTES .................................................................................................................................................... 3

2.1 ENTORNO LEGAL..................................................................................................................................................... 3 2.2 EL DESARROLLO DEL MERCADO GLOBAL AMBIENTAL .................................................................................................. 5 2.3 ANÁLISIS ECONÓMICO QUE SUSTENTA EL NUEVO BIEN.................................................................................................. 6 2.4 POSIBLES PRECIOS DEL CARBONO EN EL MERCADO GLOBAL AMBIENTAL....................................................................... 8

3. MARCO DE ANALISIS........................................................................................................................................... 10

3.1 LOS PRECIOS DE INDIFERENCIA DE LA FIJACIÓN DE CARBONO..................................................................................... 11

4. COMPENSACION DE EMISIONES ....................................................................................................................... 13

4.1 DETERMINACIÓN DE LA RENTABILIDAD DE LAS DIFERENTES CLASES DE SUELO SEGÚN SUS CARACTERÍSTICAS Y DE LA PRODUCTIVIDAD EN SECUESTRO DE CO2 DE LAS MISMAS.................................................................................................... 13 4.2 CÁLCULO DE LOS PRECIOS DE INDIFERENCIA PARA LA ALTERNATIVA DE CONSERVACIÓN ................................................ 16

4.2.1 Opción A: Compra de un Bosque ya existente para conservación........................................................... 16 4.2.2 Opción B: Compra de un pasto para regeneración natural....................................................................... 17 4.2.3 Opción C: Compra de un terreno dedicado a otra actividad económica para regeneración natural ......... 17

4.3 CONCLUSIÓN: EL COMPORTAMIENTO DEL GERENTE DE INCSA ANTE LAS DIFERENTES OPCIONES DEL PROYECTO DE CONSERVACIÓN ............................................................................................................................................................. 18

5. REDUCCION DE EMISIONES ............................................................................................................................... 21

5.1 EL PROCESO DE PRODUCCIÓN DEL CEMENTO Y LAS EMISIONES DE CO2..................................................................... 21 5.2 OPCIONES DE REDUCCIÓN DE EMISIONES DE CO2 Y EL PROYECTO DE PRODUCCIÓN, MANIPULEO Y PREPARACIÓN DE LA MADERA COMO COMBUSTIBLE ALTERNATIVO ...................................................................................................................... 22 5.3 BENEFICIOS DEL PROYECTO................................................................................................................................... 23 5.4 HECTÁREAS DE MELINA REQUERIDAS ...................................................................................................................... 25 5.5 COSTOS DEL PROYECTO Y CÁLCULO DEL VALOR ACTUAL NETO (VAN)....................................................................... 27 5.6 LOS PRECIOS DE INDIFERENCIA DEL CARBONO Y CONCLUSIÓN SOBRE LA VIABILIDAD DEL PROYECTO DE REDUCCIÓN DE EMISIONES .................................................................................................................................................................... 29

6. CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES ......................................................................................................... 30

BIBLIOGRAFIA............................................................................................................................................................... 32

ANEXOS ......................................................................................................................................................................... 34

ANEXO 1: DETERMINACIÓN DEL COSTO DE OPORTUNIDAD Y CLASIFICACIÓN POR CLASES DE CAPACIDAD DE USO (CCU)................................................................................................................................................................ 35

Competitividad de las actividades económicas al 12%........................................................................................... 38 Rentabilidad promedio por CCU ............................................................................................................................. 40 Rentabilidad al 9%.................................................................................................................................................. 42

ANEXO 2 PRODUCTIVIDAD EN FIJACIÓN DE CARBONO........................................................................................ 45

Cálculo de la capacidad de secuestro promedio por tipo de bosque y Zona de Vida............................................. 45 Productividad en fijación de C de otras actividades económicas............................................................................ 46

ANEXO 3 COMPARACIÓN DE VALORACIÓN DEL TERRENO POR EL MODELO DEL VAN CON COMPRAS REALIZADAS POR EL MINISTERIO DEL AMBIENTE Y ENERGÍA (MINAE) .............................................................. 50

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1. INTRODUCCION

1.1 Presentación del Caso

Ante los problemas relacionados con el cambio climático y el efecto invernadero, a partir de la Cumbre del Ambiente de Río de Janeiro en 1992, los países hablan de estabilizar y/o reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. En Costa Rica se crea una Oficina de Cambio Climático adscrita al Instituto Meteorológico Nacional. Dicha oficina emite una directriz (solicitud) a todas las empresas con procesos productivos altamente contaminantes y consumidoras de energía de instalar aparatos de mediciones de emisiones y de estabilizar estas emisiones estables en el nivel de 1992. Por ser voluntaria, esta directriz no necesariamente se cumple en todas las empresas del país, y es necesario generar mecanismos de mercado para lograr este tipo de metas. En este trabajo se analizará la posibilidad que presenta uno de estos mecanismos de mercado para la solución del problema, desde la perspectiva de una empresa particular. El objetivo fundamental del caso es hacer el análisis de entorno con opciones de plantaciones forestales y/o bosques naturales, opciones de ahorro energético y ubicar esto desde la perspectiva de un gerente diseñando el futuro de una empresa altamente contaminadora, o altamente consumidora de energía. Se ha identificado una industria con un proceso productivo caracterizado por ser gran consumidor de energía y a su vez altamente contaminante, la Industria Cementera. En Costa Rica hay solamente dos empresas productoras de cemento que se reparten el mercado equitativamente. Se ha realizado este trabajo con una de ellas, la Industria Nacional de Cemento S.A. (INCSA), quienes amablemente han colaborado con este consultor suministrando información. Se han analizado las opciones que tiene la empresa ante la eventual apertura del Mercado Global Ambiental definido en el Protocolo de Kioto en diciembre de 1997, que en su artículo 12 define el Mecanismo de Desarrollo Limpio. Las opciones analizadas viables según el estado actual de la tecnología comercial para disminución del CO2 en la atmósfera son la de conservación energética (sustitución de combustibles fósiles por combustible no contaminante y/o reducción del uso de energía por unidad de cemento producida) y la de compensación de emisiones a través de fijación de CO2 con bosques y plantaciones forestales. También se podría aplicar proyectos como el uso de sistemas de absorción de gases de efecto invernadero (GEI) en procesos productivos (filtros), además de los citados en el párrafo anterior, pero dado el actual estado de la tecnología, aún no pueden competir comercialmente con las otras dos opciones, según estudios realizados en países desarrollados. Este tipo de proyectos no son analizados en el presente caso. Antes del análisis sugerido, se presenta información general sobre el entorno legal y económico relacionado con las posibilidades que ofrecería el Mercado Global Ambiental a la empresa privada.

1.2 La Industria Nacional de Cemento (INCSA)

Constituida en 1960, se dedica a la producción y comercialización de cemento, producto mineral no metálico, y derivados de su proceso industrial, tales como las mezclas de concreto y mortero

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seco, y el carbonato de calcio para uso agrícola e industrial. Pertenece al grupo corporativo (INCSA-PC) integrado además por Productos de Concreto S.A., Equipos para Concreto S.A., Quebradores Cerro Minas S.A., e Hidroeléctrica Aguas Zarcas S.A.. Al 31 de diciembre de 1998 tenía una participación extranjera en el Capital Social del 58.7% respecto a una participación nacional del 41.3%. El grupo tiene un total de 1059 empleados. Es una subsidiaria de la multinacional cementera HOLDERBANK, grupo cementero suizo que actualmente es el líder en producción de cemento a nivel mundial con empresas en casi 50 países en el mundo. Un 58.7% de las acciones pertenece a esta multinacional. La empresa pone a disposición del público los siguientes productos: cemento Portland I-MC, cemento Aricem, cemento Ecolcem, cemento de mampostería Mampocem, mortero seco Pegamix, concreto seco Concremix, y el carbonato de calcio Carboazul. La planta de cemento está ubicada en Agua Caliente de Cartago y contaba a fines de 1997 con una capacidad instalada de 705 mil toneladas/año de cemento. La planta de Carbonato de Calcio está situada en Azul de Turrialba y tiene una capacidad de 30 mil toneladas anuales. El Proyecto Hidroeléctrico se encuentra en Aguas Zarcas de San Carlos y tiene una capacidad de 14.5 Mwh. Para la empresa, la gestión ambiental es una prioridad. Tiene una serie de proyectos y programas en ejecución relacionados con educación ambiental, combustibles alternativos, productos “limpios”, equipos más eficientes, etc.

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2. ANTECEDENTES

2.1 Entorno Legal

Actualmente, en nuestro país, la mitigación de emisiones de gases de efecto invernadero (fijación de carbono) cuenta con un desarrollo jurídico, institucional y administrativo básico, a través del cual se concreta el proceso de redistribución de los beneficios obtenidos. La fuente de financiamiento de los servicios ambientales continúa siendo, el Estado por una parte, mediante el destino de un porcentaje del Impuesto selectivo de consumo a los hidrocarburos, y los recursos obtenidos mediante cooperación internacional por concepto de venta de Certificados de Fijación de Carbono (CTO´s, por sus siglas en inglés), a través de proyectos de implementación conjunta con algún país desarrollado. La Ley Forestal vigente, por primera vez, establece disposiciones respecto a la fuente de financiamiento para la retribución de los servicios ambientales de mitigación de emisiones de gases que causan efecto invernadero, al indicar que una tercera parte del impuesto selectivo de los combustibles debe destinarse a programas de compensación a propietarios de bosques y plantaciones forestales. Lo anterior significa que son fundamentalmente los usuarios de los hidrocarburos quienes están generando los recursos para el pago de los servicios ambientales, y no quienes reciben los beneficios derivados de tales servicios. En otras palabras, el régimen retributivo vigente se fundamenta en el cobro por el daño ambiental causado por los hidrocarburos, lo cual se ha justificado con base en el estudio que se menciona a continuación. Entre 1994 y 1995 se realizó en el país un inventario de gases de efecto invernadero, con base en la metodología elaborada por OCDE, considerando un grupo de seis gases: dióxido de carbono, monóxido de carbono, metano, óxido nitroso, otros óxidos de nitrógeno y compuestos orgánicos volátiles diferentes al metano. El resultado que arrojó tal inventario indica que las emisiones de dióxido de carbono son las más elevadas (87,3%), seguidas por el monóxido de carbono (7,5%) y el metano (3,7%); es decir, estos tres gases conforman aproximadamente el 99% del total de emisiones del país. En cuanto a las actividades generadoras, se concluye que el área o sector energético contribuye con un total de 60,5%, mientras que el uso de la tierra lo hace con un 25%; siendo, dentro del primer grupo, el transporte la principal fuente de emisiones, y en el segundo la deforestación, la que más aporta. En el balance energético de 1996 aparece el siguiente gráfico que identifica por sectores económicos los principales emisores de CO2:

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Si bien la Ley Forestal da un paso importante al identificar al principal grupo que genera gases de efecto invernadero (los usuarios de hidrocarburos), el enfoque es incompleto. Por una parte, es obvio, de acuerdo con las cifras citadas anteriormente, que los usuarios de hidrocarburos no son los únicos que aportan al problema, y por ende es menester identificar los demás grupos para que se les pueda aplicar el principio de quien contamina debe compensar a la sociedad por el daño ambiental causado. Pero más aun, el problema de los gases de efecto invernadero es, por su naturaleza, de carácter global. Es decir, las emisiones de dichos gases en Costa Rica se acumulan en la atmósfera y contribuyen al problema del calentamiento global. De igual manera, los esfuerzos que se realizan en nuestro país para reforestación y protección del bosque, con la finalidad de fijar carbono, generan beneficios que trascienden nuestras fronteras, ya que dichas actividades reducen la acumulación de carbono en la atmósfera. En otras palabras, los beneficiarios de dichas actividades son todos los habitantes del planeta. Como se explicó anteriormente, es aceptado que los países industrializados son los que más contribuyen (en forma negativa) al problema del calentamiento global por sus emisiones de gases de efecto invernadero. Ya que los beneficios de nuestras actividades de fijación de carbono son globales, dichos países están dispuestos a financiar dichas actividades, a través de esquemas como el de los Certificados de Fijación de Carbono, y hacia allá debemos enfocar nuestros esfuerzos. A partir de 1997 cuando se modifica el concepto de incentivo y se inicia el pago por los servicios ambientales propiamente dichos, se establece la siguiente tasa de retribución: ! Servicio Ambiental CAF por Plantaciones 120.000.oo colones / Ha./año ! Servicio Ambiental CAFMA por Manejo de Bosque 80.225.oo colones / Ha./año ! Servicio Ambiental CPB Protección de Bosques 12.000.oo colones / Ha./año

Durante este año se obtiene una asignación presupuestaria de parte del Ministerio de Hacienda para destinarlos al pago de dichos servicios. Los montos generalmente se asignan mediante contratos a un plazo de cinco años, por lo que se giran fraccionados.

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Respecto de la cobertura de los beneficios otorgados mediante estas modalidades de servicios ambientales, se puede ver un crecimiento importante a partir de 1997 en relación con los años anteriores; así, mientras en 1994 el total de Hectáreas incentivadas mediante las diferentes modalidades fue de 15,596, pasó a 23,713 en 1995, 24,741 en 1996 y 97,398 en 1997. Para 1998 se retribuyó a propietarios aproximadamente 55,000 hectáreas en diferentes modalidades. La razón de esta baja, entre 1997 y 1998, es porque en 1998 se dio mayor énfasis a las actividades de Plantación y Manejo de Bosque, que son más caras por hectárea. Es importante aclarar, sin embargo, que los contratos de retribución por servicios ambientales son por varios años, de manera que los compromisos adquiridos en 1997 (las 97,398 Has) siguen vigentes en 1998. No obstante el crecimiento tan significativo que se puede apreciar en la asignación de montos por servicios ambientales durante los dos últimos años, es igualmente impresionante la demanda que al respecto se ha generado. Así, para 1998 hay una demanda total de aproximadamente 230.000 Hectáreas; es decir, más de un 200% por encima de la oferta presupuestada según fondos disponibles. Vale mencionar que la estructura administrativa institucional del MINAE para la tramitación de los servicios mencionados, se ha desarrollado alrededor de los servicios forestales. El Ministerio de Hacienda asigna los presupuestos, sea mediante mecanismos de presupuesto ordinario o mediante transferencias al Fondo Nacional de Financiamiento Forestal (FONAFIFO), que se encarga de su administración. La estructura sui géneris con que se ha dotado al FONAFIFO permite la participación de sectores interesados; y en la actualidad se cuenta con los requerimientos necesarios para satisfacer a los usuarios del servicio, en conjunto con el Sistema Nacional de Áreas de Conservación. Desde el punto de vista del manejo de las políticas internacionales en este campo, se cuenta con la Oficina Costarricense de Implementación Conjunta (OCIC), que es un órgano con características especiales que permiten llevar adelante las acciones de coordinación y negociación necesarias para garantizar una presencia activa del país en el mercado internacional del carbono, como se le conoce a los procesos de comercialización de instrumentos financieros para la mitigación de los gases de efecto invernadero. La OCIC se ha consolidado como la entidad nacional encargada de llevar adelante las negociaciones internacionales de venta de carbono, y los beneficios financieros obtenidos son administrados mediante el FONAFIFO. El objetivo principal que se persigue con este esquema es que la comunidad internacional financie el pago de los servicios ambientales relacionados con la fijación de carbono, de manera que ésta actividad no se convierta en una carga más para el estado, sino que más bien sea una opción a futuro para el financiamiento complementario de otros servicios ambientales.

2.2 El desarrollo del Mercado Global Ambiental

Ante el creciente problema del cambio climático por el efecto invernadero se inician los esfuerzos de organismos multinacionales para enfrentar el problema. El 11 de diciembre de 1990 en la 45 Asamblea de las Naciones Unidas se estableció integrar un Comité Marco de las Naciones Unidas para el Cambio Climático soportado por las Naciones Unidas y la Organización Meteorológica Mundial. Debía ser un consenso que se logró en la Cumbre de la Tierra (Río, 1992), donde se aprobó por 153 países la Convención Marco de las Naciones Unidas para el Cambio Climático (CMCC), y se reconoce la importancia del cambio climático global y pérdida de la biodiversidad. Se resalta la importancia de reducir las emisiones netas de gases de efecto invernadero (GEI), de los cuales, el dióxido de carbono representa alrededor del 50%. También se introduce el tema de lograr los objetivos de la misma mediante acciones de implementación

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conjunta (AIC) de los países desarrollados s en los países en vías de desarrollo, para alcanzar mayores resultados a costos iguales o menores. El CMCC es ratificado el 23 de abril de 1994 para dar un marco comprensivo de protocolos, de coordinar investigaciones climáticas, de diplomacia en términos económicos, ambientales, sociales, financieros y políticos. El CMCC llama a la reducción de los GEI y reconoce los comunes derechos y diferenciadas responsabilidades de los países desarrollados (Anexo 1) y de los no desarrollados (No Anexo 1). Se propone que los países Anexo 1 reduzcan sus emisiones al nivel de 1990 en el año 2000, pero no es un compromiso vinculante. Se establecen las Conferencias entre las partes (COP). El protocolo de Kioto (tercera conferencia de las partes (COP 3)), firmado en diciembre de 1997 por más de 150 países, ratifica la necesidad de aplicar un menú de opciones para mitigar el cambio climático. Entre ellas, se fijan nuevas metas de reducciones netas de GEI para los países que se incluyeron en el Anexo 1 de la Cumbre de la Tierra 1992 (naciones desarrolladas) a cumplir entre el 2008 y 2012. En sí, surgen tres mecanismos de flexibilidad para el cumplimiento de los compromisos futuros de las partes: la implementación conjunta entre países Anexo 1 (art. 6), el comercio de emisiones entre países Anexo B (Anexo 1 más los antiguos países de economías centralizadas) (art. 17), y el mecanismo de desarrollo limpio (art. 12). Por medio del Mecanismo de Desarrollo Limpio se oficializa la oferta de reducciones de emisiones certificadas de gases invernadero. Los países Anexo 1 podrán adquirir reducciones de emisiones certificadas (CTOs = Certified Tradable Offsets) medidas en unidades de carbono equivalente, generadas en la ejecución de proyectos que fijen, reduzcan o eviten emisiones de gases de efecto invernadero en los países No Anexo 1. De esta forma, a las puertas de un mercado de emisiones, en que los países desarrollados puedan comprar la reducción de GEI que de otra forma tendrían que aplicar medidas internas que a la postre les resultarían más costosas, es que los costarricenses al evaluar sus decisiones internalizarían los efectos sobre el cambio climático mundial. En Costa Rica se podrían aplicar diferentes proyectos para lograr este objetivo, como el uso de sistemas de absorción de contaminantes en procesos productivos (filtros); el sustituir generación de energía con combustibles fósiles por generación de energía con sistemas hídricos o solares; o aumentar el secuestro de carbono conservando bosques que de otra forma se cortarían o se dedicarían (esas tierras) a otras actividades económicas. En este documento se exploran las dos últimas opciones para una empresa privada. La primera opción, dado el actual estado de la tecnología, aún no alcanza para competir comercialmente con las otras dos opciones. El Protocolo de Kyoto tiene un doble límite para entrar en vigor: el 55% de los países tienen que haberlo ratificado y estos países tienen que representar un mínimo del 55% de las emisiones GEI. EEUU es el responsable de alrededor del 30% del total de emisiones, por lo que tiene un veto sobre la implementación. Este es quizá el principal escollo del Mercado Global Ambiental, ya que el Senado de ese país ha mantenido una rígida posición de que también los países del No Anexo 1 deben tener metas de reducción de emisiones para ratificar el convenio.

2.3 Análisis económico que sustenta el nuevo bien

El Nuevo bien que se crea a partir del MDL son los CTOs, con una demanda por parte de los países Anexo 1 que obligados por las Naciones Unidas a reducciones de emisiones de GEI, transmitirían esas obligaciones al sector privado: el Estado de cada uno de esos países exigiría a

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las empresas emisoras que compren CTOs y se los presente a él y le serán reconocidos como obligación de reducción cumplida. La oferta sería por parte de los países “No Anexo 1”, que venden derechos a contabilizar las reducciones de emisiones que diferentes actividades antropogénicas logran. El CTO es un documento que dice la cantidad de TM en emisiones reducidas que están registradas internacionalmente para que no vayan a ser vendidas más de una vez. Así, en los países oferentes se podrán realizar proyectos que sin este subproducto no resultan rentables para los inversionistas. Pero ¿qué motiva el mercado de este nuevo bien? Es muy importante que en este caso se destaque entre los efectos ambientales, las emisiones de dióxido de carbono (CO2) y los demás gases llamados GEI anteriormente (metano (CH4), el óxido nitroso (N2O), los clorofluorocarbonos (CFC), el ozono (O3) y el vapor de agua). A diferencia de otros gases emitidos al quemar combustibles térmicos, como el CO, NOx, SOx, etc. que son dañinas para la salud de las personas directamente expuestas, los GEI afectan la capa de ozono y contribuye al calentamiento global. Esto contribuye a alterar la forma en que la atmósfera absorbe la energía solar (efecto invernadero), y se afectará el equilibrio climático mundial. El fenómeno del cambio climático se ha denominado a las variaciones en el patrón del clima por la intervención humana que ha venido a alterar la composición de la atmósfera. Esta alteración ha modificado el balance que había mostrado la atmósfera en su capacidad de permitir la radiación mediante el ingreso de los rayos solares y la irradiación, con el que se expulsa el calor solar al espacio. La alteración del balance para la radiación y la irradiación atmosférica procede de las modificaciones de los GEI, los cuales intervienen en esos procesos de atrapar y expulsar el calor solar. Las concentraciones de dióxido de carbono, metano y clorofluorocarbonos se han incrementado notablemente durante el desarrollo industrial. Las emisiones de tales gases proceden de la utilización de los combustibles fósiles, los cuales en su proceso geológico han atrapado carbono y otros componentes en la geosfera. Desde el punto de vista económico y dadas las condiciones actuales de acumulación de gases de efecto invernadero en la atmósfera, se considera que tanto las emisiones, como la reducción de las mismas, son una externalidad de los proyectos productivos actualmente. La ejecución de un proyecto conlleva costos y beneficios que no son percibidos por los ejecutantes, por lo que no los incorporan al valor del proyecto. Estos costos y beneficios que recaen sobre terceros se conocen como externalidades. El beneficio de un proyecto que fija o reduce las emisiones de carbono beneficia a la comunidad local y nacional, pero es generalmente aceptado que la comunidad internacional, especialmente los países desarrollados son los que más se benefician de ese servicio, al compensar la concentración de carbono en la atmósfera, producto de sus emisiones de GEI. El servicio ambiental de fijación de Carbono o reducción de emisiones de GEI, es, en general un bien público y por lo tanto no poseen un precio determinado en el mercado. Un bien público se distingue por dos características esenciales1: primero, grado de exclusión bajo o nulo, que se refiere a la imposibilidad de escoger quiénes consumen el bien o el servicio por algún mecanismo como puede ser el precio; y segundo, la baja o nula sustractabilidad, que implica que el consumo de un bien o servicio por parte de un individuo no reduce las posibilidades de otros consumidores

1 Un desarrollo más completo del tema de los bienes públicos se encuentra en textos de Economía como el Wonnacott y Wonnacott. Economía. Tercera Ed. McGraw Hill. México: 1988. Capítulo 30.

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consumir ese bien o servicio. Estas características implican que habrá una provisión menor o nula respecto de la socialmente óptima si se deja su provisión al mercado, pues los beneficios internos del bien son pequeños para el productor que lo provea. También se refieren a la dificultad de que alguien pueda ser excluido de disfrutarlo, independiente de si está de acuerdo en pagarlo o no, una vez provisto el bien o servicio. A partir del momento en que el productor brinde el servicio no puede impedir que algunos usen el mismo sin pagar por él, ni puede limitar las cantidades que los usuarios hacen del servicio de acuerdo a lo que paguen. La mayoría de los beneficios serían "externos" al productor. Los grados de exclusión y sustractabilidad dependen de las características propias del bien o servicio, de su oferta y demanda relativas, de la estructura de derechos de propiedad definidos en el marco legal e institucional y de la posibilidad de hacer cumplir ese marco legal. Una redefinición de los derechos de propiedad y del marco legal e institucional podría modificar el grado de exclusión y sustractabilidad de los “servicios ambientales”, por lo que se plantea que el primer paso para lograr la internalización de los efectos ambientales en la evaluación privada del productor es mediante la correcta especificación de los derechos de propiedad. La efectividad del resultado de tal especificación no es difícil de comprender, ya que en el momento en que un recurso tiene dueño (por ejemplo la mejora en calidad ambiental debido a una reducción en las TM de CO2), si afecta indirectamente a terceros (comunidad internacional), dicho dueño exigiría un pago compensatorio que es contabilizado como un beneficio para el proyecto, con lo cual es internalizada la externalidad. Así, el significado de internalizar los efectos de un proyecto se encuentra vinculado con el concepto de la externalidad. La internalización lo que busca es incorporar en el valor del proyecto estas externalidades, de modo que dentro de la evaluación de dicho proyecto se totalicen todos los efectos que produce. La filosofía de los Mecanismos de Desarrollo Limpio es la de pagar el servicio ambiental global que brindan proyectos de fijación o reducción de emisiones a los países que los evalúan, de forma que los beneficios netos de estos proyectos aumentan al incorporar este ingreso, lo que incrementa la probabilidad de su ejecución.

2.4 Posibles precios del carbono en el Mercado Global Ambiental

Se presentan a continuación los resultados de algunos estudios sobre los costos en dólares por tonelada de carbono que representa para los países desarrollados reducir las emisiones para alcanzar las metas establecidas en Río 1992 o en Kioto 1997. Para los Estados Unidos se utilizan reconocidos estudios auspiciados por los departamentos de Energía y Agricultura de los Estados Unidos. En el primer escenario considera el menor costo posible para abatir emisiones en el sector energético y sin árboles. El segundo escenario, minimiza los costos combinando opciones del sector energético y de secuestro de carbono con actividades forestales. El primer escenario parte del modelo Fossil2 e incorpora variables como el crecimiento de la población y de la economía, el desarrollo de nuevas tecnologías, y los precios relativos entre fuentes alternativas de energía como la solar y el carbón (Rosenthal et alia, 1993). Se calcula que el costo de reducción sería muy bajo al inicio del programa, pero aumenta muy rápidamente a casi $200 dólares por tonelada en el año 2000, y a $250 por tonelada para el año 2015. Posteriormente y conforme se desarrolla nueva tecnología los costos bajan. Al cálculo del segundo escenario se sumó el Departamento de Agricultura (USDA) y se integró al análisis de minimización de costos la opción del almacenamiento de carbono en los árboles. Este

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escenario asume que los árboles crecen durante 40 años, computa un costo anual por alquiler de terrenos, y un costo por plantar árboles y asume que el gobierno trasladará a los agricultores el impuesto por tonelada cobrado o que estos podrán vender las toneladas de carbono fijadas anualmente en las misma forma con que se venden toneladas de maíz, trigo o cualquier otro cultivo agrícola (Richards et alia 1993 y 1997). Con estos datos se calcula que es posible rebajar los costos de reducción de emisiones. Por ejemplo, para fijar alrededor de 254 millones de toneladas anuales se estima un costo promedio de $18 por tonelada ($25 por tonelada para el año 2015). Estudios más recientes son menos optimistas y estiman ahorros menores. Por ejemplo Parks and Hardie (1995) estiman costos entre $5 y $90 dólares por tonelada, mientras que Stavins (1996 y 1998) calcula el costo por tonelada oscilando entre $0 y $150 por tonelada, nótese que ambos estudios estiman costos para el secuestro de carbono forestal debajo de las estimaciones de costos usando opciones exclusivas del sector energético. Para otros países industrializados hay un estudio de la Comisión de Comunidades Europeas (The Commission of the European Communities study (CEC 1998) basado en un estudio de la CEC del 91), que adopta una metodología uniforme para los países de la Unión Europea. Ellos encontraron que para Alemania, Dinamarca, Francia y Reino Unido, estabilizar las emisiones al nivel de 1988 no representa costos o no están cuantificados, pero para Holanda implica un costo de $127 por tonelada, para Grecia $108, para Italia $104, para España $85 y para Bélgica $71/ton. Excluyendo diferencias, los proyectos de reducción de emisiones solamente basados en energía muestran costos por encima de los $100 por tonelada en los países industrializados. Al tomar en cuenta proyectos forestales en los mismos, en la medida que se puedan dar, se reducen estos costos. Es de esperar que el mecanismo de oferta y demanda de mercado establezca un precio entre los costos internos de estos países y los costos de los proyectos en los países en desarrollo. Para este estudio se han establecido tres rangos posibles de precios: $20, $50 y $75 por tonelada de CO2. Para este documento, en los capítulos IV y V, se supondrá que la empresa recibe el pago unitario por tonelada de CO2 compensada o reducida neta que logre demostrar y que el Gobierno no le cobra impuesto sobre la renta de estos ingresos. En ambos casos se trabaja con dólares estadounidenses de 1996.

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3. MARCO DE ANALISIS

El gerente de la empresa productora de cemento sabe que su proceso productivo implica emisiones de CO2 a la atmósfera. También sabe que con la apertura del Mecanismo de Desarrollo Limpio del Mercado Global Ambiental puede vender la reducción de emisiones que logre en el mismo. Además sabe que si no logra reducción de emisiones, puede compensar dichas emisiones a través de proyectos forestales (conservación de bosques y plantaciones forestales), ya que estos fijan carbono (y absorben en caso de bosques o plantaciones en crecimiento) respecto a una situación de no-conservación. Esta opción se analiza en el capítulo IV. Se determinará bajo que condiciones (precio del Carbono en el MGA) es rentable para la empresa. En el capítulo V se explora una opción de reducción de emisiones. Respecto a los proyectos de conservación hay dos opciones perfectamente identificables para la empresa. La primera es adquirir tierras que actualmente son Bosques, ya sea Primarios o Secundarios, y las Plantaciones (en adelante BP,BS y PF). Respecto a las Plantaciones, el uso de la madera cultivada cada ciclo de corta le da características especiales al proyecto, de tal forma que, como se verá en el capítulo V, pasa a ser un proyecto de reducción de emisiones más que de compensación de emisiones. La segunda opción es adquirir tierras que son usadas actualmente en otras actividades económicas. Se descarta de plano la opción de continuar con el cultivo actual en el terreno pues sería una actividad completamente diferente a la de producción de cemento, lo que equivale a otro proyecto para diversificar la compañía, que no es el interés actual de la gerencia. De hecho, prefieren destinar en ese caso, los recursos a su actividad actual. Sin embargo, se aproximará el costo del terreno como el costo de oportunidad que tiene ese terreno en que, dada las calidades del mismo, las actividades que se podrían desarrollar y que se dejan de desarrollar por dedicarlo a conservación. El proyecto analizado en el capítulo IV analiza ambas opciones (tierras que ya tienen bosques y tierras en que se desarrolla otra actividad económica) para el bosque natural y para el bosque manejado. Respecto a los proyectos de reducción de emisiones, existen las siguientes opciones para la empresa: reducción del contenido de clínker en el cemento ya que así se reducen las emisiones producto de extraer el CO2 a las calizas; uso de combustibles alternativos para sustituir los combustibles fósiles; y eficiencia energética. El proyecto analizado en el capítulo V comprende el uso de combustibles alternativos para la sustitución de combustibles fósiles. Es un proyecto para usar madera como combustible, por lo que está muy relacionado con lo analizado en el capítulo IV pero para el caso específico de las Plantaciones Forestales. Se supone que el empresario proyecta los costos y beneficios pertinentes en unidades monetarias durante la vida útil de la misma y los actualiza con la técnica del descuento, a fin de tener un indicador que le permita comparar las diferentes actividades económicas y decidirse por la que le dé los beneficios netos mayores.

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La técnica del descuento requiere la determinación de una tasa de descuento pertinente. El análisis se realiza en dólares, y se usa la tasa de descuento que típicamente define la empresa como su costo de financiamiento en dólares, del 9%2. Dado que se realiza un análisis desde la perspectiva privada, ésta es la tasa de descuento pertinente para el gerente. Por ejemplo, en la evaluación del proyecto usado en el próximo capítulo se usó una tasa del 9% como costo del financiamiento en dólares.

3.1 Los precios de indiferencia de la fijación de Carbono

Dado que se aproximará el costo del terreno como el costo de oportunidad que tiene ese terreno en las actividades que se podrían desarrollar (por sus características) y que se dejan de desarrollar por dedicarlo a conservación, se calculará un precio de indiferencia del carbono a partir del cual no se sustituiría la actividad actual (o la mejor actividad dadas las características del terreno) por el Bosque. Así el empresario podría comparar estos precios con los que se den en el Mercado Global Ambiental y decidir si le conviene el negocio. Este precio del Carbono de Indiferencia se calcula de la siguiente manera: Partamos de que el productor ha determinado una medida de rentabilidad para la actividad económica (x) que va a comparar con la actividad Bosque (b) bajo las condiciones de existencia de un mercado para la fijación de carbono. Esa medida es el Valor Anual Equivalente (VAE)3. Así el empresario compara el VAE más los ingresos anuales por venta de CO2 (medido en unidades de carbono equivalente) de la actividad x con el VAE más los ingresos anuales por venta de carbono de la actividad b. El punto en el que el empresario está indiferente entre desarrollar x o b es aquel en que ambos le generan la misma riqueza, que es representada por la siguiente ecuación:

VAEx + PC * PMFCx = VAEb + PC * PMFCb (1) Donde: VAEx = Valor Anual Equivalente de una hectárea de la actividad x VAEb = Valor Anual Equivalente de una hectárea de la actividad b PC = Precio del Carbono en dólares por tonelada métrica por año. Es la variable a despejar PMFCx=Productividad de una hectárea en fijación de carbono en toneladas métricas por año para x PMFCb=Productividad de una hectárea en fijación de carbono en toneladas métricas por año para b Es de esperar que se cumpla que PMFCb > PMFCx, esto es, que la actividad b absorbe más CO2 de la atmósfera que la actividad x.

2 Tasas de descuento que se pueden usar en evaluaciones desde una perspectiva social son 5% y 12%. La primera es una tasa generalmente usada en estudios similares en el mundo desarrollado y se usa aquí para facilitar la comparación internacional, como los estudios de Richards 1997 y Stavins 1998. La segunda es la tasa real para el sector agrícola de Costa Rica2, y es similar a la de otros países en vías de desarrollo, aplicada por las Instituciones Internacionales de Financiamiento para estos países. 3 También se puede utilizar el Valor Actual Neto (VAN). Para comparar proyectos repetitivos, el VAE tiene la ventaja de que homogeniza las vidas útiles de los proyectos a comparar. Aquí el VAE representa el flujo anual de ingresos netos que le otorga el desarrollo de esa actividad. También representa el costo de oportunidad (valor de la tierra) en flujo anual equivalente, estimándose a partir de la rentabilidad que esta tierra le representa al propietario.

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Despejando PC se tiene:

PC = VAEx - VAEb (2) PMFCb - PMFCx

(2) es una ecuación general. En el caso de que no se posea el terreno y se requiera su compra para desarrollar la actividad de conservación, como es el caso de la empresa INCSA, la interpretación del numerador sería planteando que el empresario hará el Pago Anual Equivalente que hace por la compra del terreno (representado por el VAEx que es el costo de oportunidad que se ha definido) menos 0 si la actividad de conservación no tiene subproductos (conservación pura) o la rentabilidad de la poca madera que se explota en un bosque manejado si la actividad de conservación se hace con un bosque manejado. Un precio del Carbono internacional mayor al PC encontrado haría que el empresario sustituya su actual actividad económica x por el bosque. Lo anterior es debido a la condición de:

PMFCb > PMFCx (3) Para el cálculo de (2) se requiere determinar la rentabilidad de las diferentes actividades económicas y la productividad en fijación de carbono de las mismas. De (2) se puede obtener cuál es el costo de oportunidad máximo en VAE que se puede pagar por la tierra si se conoce el Precio del Carbono (PC):

PC * (PMFCb – PMFCx) = VAEt (4) Donde VAEt = Costo de oportunidad de la tierra expresado en un flujo anual equivalente.

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4. COMPENSACION DE EMISIONES

Se analiza la alternativa de conservación que tiene la empresa. A ésta le interesa la máxima productividad de Carbono por hectárea al menor costo de mantenimiento posible, que implica conservación de bosques naturales, ya sea una regeneración natural o un bosque existente, y que se ve reflejada en el menor precio de indiferencia necesario para que la actividad de conservación sea rentable, según la fórmula (2) del capítulo anterior. Para ello es necesario el cálculo de los parámetros de dicha ecuación.

4.1 Determinación de la rentabilidad de las diferentes clases de suelo según sus características y de la productividad en secuestro de CO2 de las mismas

Todo el procedimiento para obtener la rentabilidad de las diferentes clases de suelo según sus características se han desarrollado en detalle en el ANEXO 1. Acá se describen los pasos seguidos: ⇒ Primero:

! Se supone que el valor del terreno está dado por el aprovechamiento que se pueda hacer de él. El aprovechamiento del mismo es a través de la rentabilidad económica que se obtenga de las actividades que se desarrollen en él. El valor presente del flujo de rentabilidad representa el valor del terreno. En este caso, las actividades económicas que compiten con la conservación a través de bosques son las tierraintensivas: agrícolas, pecuarias y forestales, principalmente.

⇒ Segundo:

! En Costa Rica existe una categorización del uso del suelo (CCU) según factores como erosión, drenaje, pendiente, profundidad de tierra fértil, temperatura, etc., de la que tiene menos factores limitantes (categoría I) a la de más factores limitantes (categoría VIII). Las diferentes actividades económicas se han clasificado con base en sus requerimientos (grado de pendiente, drenaje, profundidad de tierra fértil, temperatura, etc.) para un desarrollo apto. Cada característica del cultivo es comparada con las características que se presentan en la metodología para la determinación de la capacidad de uso de las tierras a nivel de clase. De esta forma se han clasificado los cultivos en las diferentes clases de uso del suelo.

⇒ Tercero:

! Se ha determinado el Valor Anual Equivalente (VAE) como medida comparativa de rentabilidad entre las diferentes actividades económicas contempladas. El VAE permite comparar rentabilidad de cultivos de diferente duración de ciclo estacional (anual, trianual, decanual, etc.) para tomar decisiones sobre cuál es la opción que maximiza la riqueza. El valor del terreno será el Valor Actual Neto (VAN) de ese VAE al infinito. Obviamente en el valor de la tierra influyen muchos factores más, como descuentos por cantidad, acceso a servicios, etc. Algunos de ellos son sitematizados al usar promedios. Considero que los descuentos por cantidad son la razón más importante de divergencias entre el VAN del promedio de actividades que se pueden desarrollar en un terreno

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rentablemente y el precio al que finalmente se compre. Esto se comprueba en el ANEXO 3 en que se usan como referencia compras que ha hecho el Ministerio de Ambiente y Energía de terrenos para dedicarlos a conservación, en que comparativamente el MINAE obtuvo precios menores a los que vale el terreno según el criterio del VAN promedio de las actividades que se pueden dar en él, lo que garantiza que en este estudio se está aplicando un principio conservador en el sentido que se podrían obtener precios menores para comprar terrenos a los contemplados acá, y difícilmente precios mayores.

⇒ Cuarto:

! Se propone utilizar como costo de oportunidad para un terreno cualquiera, la rentabilidad promedio de la clase de capacidad de uso del suelo a que pertenece, que es un promedio de la rentabilidad de los cultivos aptos para esa clase de capacidad de uso del suelo, ponderados por el porcentaje del área destinada en esa clase de uso de cada una de estas actividades.

! ! Dado que los datos sobre ingresos y costos de las actividades consideradas son de corte

transversal, y que por su naturaleza (dependencia de factores climáticos, susceptibilidad a enfermedades, a gustos cambiantes, a la oferta de otros países, etc.) tienen una gran variabilidad de ingresos y costos, es que el dato de la rentabilidad de un cultivo, el más competitivo para cierta clase de uso, no es un indicador confiable de la rentabilidad que se puede obtener en esa clase de capacidad de uso. Al usar un promedio ponderado de varios productos para una clase de uso, se reduce el riesgo no sistemático de usar solo una actividad como “representante” de esa clase.

! ! Obsérvese que el promedio ponderado también toma en cuenta otro aspecto de

mercado, como lo es el que el mercado de algunas de las actividades mencionadas es pequeño, y cambios pequeños en su oferta podrían hacer variar el precio al punto que el negocio ya no resulta rentable. Al usar el promedio ponderado, se “distribuye” entre varias actividades la alternativa económica, por lo que fortalece el supuesto de marginalidad en los posibles cambios de uso del suelo alternativos al bosque.

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TABLA 1

VALOR ANUAL EQUIVALENTE Y PRODUCTIVIDAD EN FIJACIÓN DE CARBONO PARA DIFERENTES ACTIVIDADES COMPETITIVAS POR EL USO DEL SUELO (MODELO NPV) -$ POR HECTÁREA POR AÑO, TASA DE DESCUENTO 9%-

Actividad Area 1996 Rentabilidad Productividad en fijación de Carbono

Aguacate 614 2 725 0,51 Arroz 40 967 190 0 Banano 52 000 1 340 0 Bosque manejado 200 000 88 5 Café 108 000 831 0,51 Caña de azúcar 48 000 818 0 Coco 3 000 830 0 Frijol 33 245 377 0 Ganadería de carne 980 000 53 0 Ganadería de leche 500 000 569 0 Ganadería doble propósito

520 000 535 0

Limón mecino 800 360 0 Mango 7 945 -1 0,51 Maracuyá 36 2 500 0 Melón 4 371 339 0 Naranja 23 500 679 0,51 Ñame 849 3 340 0 Palma Africana 27 239 784 0 Palmito Pejibaye 4 500 1 293 0 Papa 2 794 320 0 Piña 8 195 4 831 0 Plantación Forestal 100 000 203 1,01 Plátano 7 000 3 252 0 Sandía 677 4 106 0 Tiquisque 1 608 2 649 0 Tomate 211 2 220 0 Yuca 5 469 1 209 0 Clase I -- -- 0,00 Clase II 157 592 1 105 0,00 Clase III 80 575 829 0,00 Clase IV 640 059 612 0,11 Clase V -- 376 0,00 Clase VI 1 500 000 220 0,00 Clase VII 300 000 126 3,67 Clase VIII -- 47 5,00

Fuente: Tomado de Tablas A.1.6 y Tabla A.2.5. de los Anexos 1 y 2. El procedimiento para obtener los datos del la última columna (Productividad en fijación de Carbono) es desarrollado en el ANEXO 2. Primeramente se obtuvieron las productividades en fijación de las actividades pertinentes, luego se promedió ponderando por área para las diferentes clases de capacidad de uso del suelo.

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4.2 Cálculo de los precios de indiferencia para la alternativa de conservación

Se aplicará la ecuación (2) definida en el primer epígrafe del capítulo III para las diferentes opciones que tiene el empresario:

PC = VAEx - VAEb (2) PMFCb - PMFCx

4.2.1 Opción A: Compra de un Bosque ya existente para conservación

En esta opción, INCSA podría comprar un terreno que tenga un bosque maduro para garantizar su conservación. En este caso, ya el bosque tiene una cantidad de biomasa que, en condiciones de conservación (que significa tasa de deforestación anual igual a 0%), permanece estable en el tiempo, pues hay un crecimiento anual neto de biomasa nulo. Sin embargo, en promedio, los bosques que están en manos privadas en el país sin estar sometidos a ningún régimen de protección, presentan una tasa de deforestación promedio anual que oscila entre el 0.8% y 3.25% anual4. En este caso, la inversión en la compra del terreno se confrontaría con el ahorro en emisiones producto de reducir a 0% esta tasa de deforestación. En el lenguaje de los precios de indiferencia definidos antes, se tiene que: El numerador es: $ promedio en Valor Anual Equivalente del costo del terreno. Usando los valores de la TABLA 1, se tiene un VAE de $47/ha./año para terrenos de clase de capacidad de uso VIII. Se podría calcular para un terreno clase VII que tiene un bosque y que se le pueden hacer un manejo para aprovechar la madera. Aún cuando sea INCSA misma quien la aproveche como combustible, se le debe imputar un valor a la misma, representado por la rentabilidad del Bosque Manejado = $88/ha/año. El denominador es: TM de C fijado con régimen de protección – TM de C fijado sin régimen de protección. El Carbono fijado con régimen de protección no crece por año, pero tampoco decrece. El fijado sin régimen de protección decrece a la tasa de deforestación. El denominador sería de (0 – (-0.008)) = 0.008 para una tasa de deforestación del 0.8%, y (0 – (-0.03)) = 0.03 para una tasa del 3%. Estos resultados tan bajos de productividad neta en fijación de Carbono del proyecto se deben al poco aporte adicional en carbono fijado que hace someter un terreno que de por sí ya es bosque a conservación. Esta relación nos dará el Costo por TM de C fijado anualmente a través del proyecto de compra de un bosque maduro, que se compara con el Precio internacional del Carbono. Si el precio es mayor al costo, conviene el proyecto. Se tienen los siguientes resultados para Bosque en CCU VIII y Bosque Manejado a las tasas de deforestación de 0.8% anual y 3% anual:

4 Base de datos de OCIC para proyecto PAP. La más reciente comparación de fotos satélite presentada en el documento Castro y Arias. Op.cit. 1998, presentan una tasa anual del 0.8%.

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TABLA 2

OPCIÓN A: PRECIO DEL CARBONO DE INDIFERENCIA A PARTIR DEL CUAL LA ACTIVIDAD ES RENTABLE -EN $/TM/AÑO-

Actividad Tasa de deforestación 0.008 0.03

Bosque Natural 5,875 1,567 Bosque Manejado 11,000 2,933

El proyecto no es viable para los precios posibles del Carbono en el mercado internacional señalados bajo el epígrafe 2.4 del capítulo anterior.

4.2.2 Opción B: Compra de un pasto para regeneración natural

En este caso el bosque se desarrollará a partir de un pasto que se deja a regeneración natural. Este mecanismo tiene la ventaja de que aprovecha el vertiginoso crecimiento en biomasa que experimentan los bosques secundarios, lo que implica una gran fijación de carbono anual. El tipo de terreno que se compraría serían terrenos clase VI que concentra las actividades de ganadería de carne y doble propósito, así como algunos terrenos abandonados de esas características fisioedáficas y de aptitud climática. Numerador: $/ha/año de rentabilidad del terreno dedicado a pasto (rentabilidad promedio de CCU VI = $220/ha/año), que representa su valor expresado en un flujo anual. En el caso del bosque manejado se resta la rentabilidad de la madera aprovechada pues se interpreta como un ingreso en el flujo ($220 - $88 = $132/ha/año). Denominador: Productividad en fijación de C anual del bosque (= 5) – 0, donde 0 es la productividad en fijación de carbono de un pasto que se mantiene como pasto para ganadería. Para bosque natural y bosque manejado se obtiene exactamente igual, pues se ha supuesto que la productividad en fijación de C es la misma en cada uno para cada ZV.

TABLA 3

OPCIÓN B: PRECIO DEL CARBONO DE INDIFERENCIA A PARTIR DEL CUAL LA ACTIVIDAD ES RENTABLE -EN $/TM/AÑO-

Actividad Precio de Indiferencia Bosque Natural 44 Bosque Manejado 26

4.2.3 Opción C: Compra de un terreno dedicado a otra actividad económica para regeneración natural

Se utilizará la rentabilidad por clase de uso del suelo obtenidas en el ANEXO 1 para generalizar las posibles compras de tierras que haga INCSA. Se podría hacer para cada cultivo, pero es más

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acertado usar el promedio de rentabilidad de los cultivos contenidos en cada CCU como aproximación al valor de cualquier terreno con esas características CCU. Esto implica que: ⇒ Numerador

! $/ha/año de rentabilidad de la Categoría de Capacidad de Uso (CCU) como representante del flujo equivalente al valor de compra del terreno de esas características de CCU. Por ejemplo, para la CCU IV sería $612/ha/año. En el caso del bosque manejado se resta la rentabilidad de la madera aprovechada pues se interpreta como una entrada en el flujo de pagos equivalentes anuales del terreno. En el mismo ejemplo de la CCU IV sería $612 - $88 = $524/ha/año.

⇒ Denominador

! Productividad en fijación de C anual del bosque - Factor anual del carbono liberado al cortar el cultivo. En el caso de la CCU IV sería 5 – 0.11 = 4.89.

TABLA 4

OPCIÓN C: PRECIO DEL CARBONO DE INDIFERENCIA A PARTIR DEL CUAL LA ACTIVIDAD ES RENTABLE -EN $/TM/AÑO -

Clase de Capacidad de Uso Bosque Natural Bosque Manejado Clase I --- --- Clase II 221 203 Clase III 166 148 Clase IV 125 107 Clase V 75 58 Clase VI 44 26 Clase VII 95 29 Clase VIII Tiende a 0 Tiende a 0

4.3 Conclusión: El comportamiento del Gerente de INCSA ante las diferentes opciones del proyecto de conservación

El resumen de los supuestos y las soluciones se presenta a continuación: ! De los 2,064,000 has. actuales en Bosques Primarios (78%), Bosques Secundarios

(15%) y Plantaciones forestales (7%) (BP, BS y PF), 1,300,000 son áreas protegidas del Estado y de estas 530,000 has. están pendientes de acciones y corresponden al Proyecto Areas Protegidas (PAP) de la OCIC.

! En los terrenos que actualmente tienen BP,BS,PF pero que no son áreas Protegidas Estatales (aproximadamente 704,440) son la actual opción de compra del gerente de INCSA, además de patrocinar algunas hectáreas del PAP. En dichas áreas no se permite el cambio de uso explícito por ley, salvo que sea un proyecto con una gestión ambiental aprobada por la Secretaría Técnica Nacional Ambiental (SETENA). Esto es, el propietario no tiene la opción de desarrollar otra actividad económica alternativa. Esto es muy importante y define las verdaderas cantidades de venta de Carbono que tiene el

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empresario en sus proyectos. Se comprobó que la compra que tiene bosques maduros no resulta rentable a los posibles precios del Carbono de $20 o $50 o$75/tm/año. La razón es precisamente el poco carbono que en términos netos fija el proyecto (el equivalente a la deforestación promedio anual evitada). A una tasa de deforestación promedio del 3% evitada, se necesitaría un Precio del Carbono igual o mayor a $1567/tm/año para hacer la compra de un bosque rentable.

! Se ha supuesto que, independientemente del mecanismo escogido por el gobierno para la retribución por el servicio ambiental de reducción o compensación de emisiones de CO2, el pago del mismo se hace por tonelada métrica de Carbono equivalente por año reducida o compensada que logre demostrar y ser aceptada internacionalmente.

! INCSA emite unas 400,000 TM/año de CO2, de ellas un 26% (102,700 tm/año) es por quema de búnker y el resto por la descarbonatación del clínker. Adquiriendo todos los terrenos que no son áreas Protegidas (704,440 has.) apenas alcanza a compensar el 5% de sus emisiones.

! La opción rentable para INCSA es adquirir pastizales y terrenos con las características fisioedáficas y climáticas que los clasifican en clases V, VI y VII; dejar que se regeneren naturalmente, ya sea como bosque natural, o manejándolo, lo que implica el aprovechamiento de alguna madera durante al menos 40 años de vida útil del proyecto5. Los precios de indiferencia se mostraron en la TABLA 4. Con 20,000 hectáreas que la empresa compre, logrará compensar la cuarta parte de sus emisiones anuales de CO2, las correspondientes a su consumo de búnker al año. Necesitará comprar 80,000 has. para compensar la totalidad de sus emisiones.

! En general, se puede determinar cuál es el valor de la tierra máximo que se pague a los precios internacionales del Carbono de $20, $50 o $75/tm/año, a través de bosque natural o bosque manejado, aplicando la ecuación (4) definida bajo el primer epígrafe de este capítulo.

PC * (PMFCb – PMFCx) = VAEt (4)

Si el terreno es clase II, III, V o VI, en que sus actividades típicas no fijan carbono, la productividad neta de la actividad de conservación en fijación de carbono es de 5/tm/año. Si es clase IV, la productividad sería de 5 – 0.11 = 4.89/tm/año; y si es clase VII, sería de 5 – 3.67 = 1.33TM/año. En este caso, la PMFCx se refiere no a productividad en fijación de carbono de una actividad económica en particular, sino al promedio obtenido para una CCU dado en la TABLA 1. Así se tiene:

5 Como se explicó en ANEXO 1, la fuente consultada para los datos de rentabilidad de Bosque Manejado y Plantaciones Forestales (Kishor y Constantino, 1993) estima este tipo de proyectos con vida util larga. Para Bosque Manejado se habla de cortas importantes cada 20 años. Un pasto, para considerarse bosque secundario se debe dejar en regeneración 2 años, un bosque secundario, para pasar a ser maduro, le lleva unos 75 años en regiones tropicales. Durante todo ese tiempo está en crecimiento su biomasa, especialmente en los primeros 25 años.

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TABLA 5

PRECIO MÁXIMO QUE SE PODRÍA PAGAR POR LA TIERRA PARA REGENERAR UN BOSQUE NATURAL Y UN BOSQUE MANEJADO TAL QUE SEA CUBIERTO POR LOS INGRESOS POR VENTA DE CARBONO

-EN DÓLARES/HECTÁREA, TASA DE DESCUENTO 9%-

Precio del Carbono

PMFCb – PMFCx Precio de la tierra para bosque natural (en VAN)

Precio de la tierra para bosque manejado (en VAN)

A B C = A*B / 0.09 D = (A*B – 88) / 0.09 20 5 1 111 133 20 4,89 1 087 109 20 1,33 296 0 50 5 2 778 1 800 50 4,89 2 717 1 739 50 1,33 739 0 75 5 4 167 3 189 75 4,89 4 075 3 097 75 1,33 1 108 131

NOTA: Obsérvese que en este caso se está usando el valor del terreno con su valor presente (stock), no con un valor equivalente anual (flujo) como se ha usado en las tablas anteriores. Como referencia para comparar, se indica que por las 272 compras hechas por el MINAE usadas en el ANEXO 3, pagó un promedio de $427/hectárea en dólares de 1996. Esto representa un valor de cerca de 90,000 colones (de 1996) la hectárea ó 9 colones el metro cuadrado. La compra de los terrenos del Parque Nacional Carara, que fueron los más caros (por ser CCU V) le costaron $1,572 la hectárea.

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5. REDUCCION DE EMISIONES

En el presente capítulo se analiza un proyecto de INCSA que implica reducción de emisiones de CO2 a la atmósfera en su proceso productivo, a través de la sustitución de combustibles fósiles por madera venida de plantaciones forestales. Con la apertura del Mecanismo de Desarrollo Limpio del Mercado Global Ambiental puede vender la reducción de emisiones que logre en el mismo. Se determinará bajo que condiciones (precio del Carbono en el MGA) es rentable para la empresa.

5.1 El Proceso de Producción del Cemento y las emisiones de CO2

En primer lugar se extraen de minas las calizas y margas (arcillas), materias primas del cemento. También se pueden extraer materiales volcánicos (puzolanas) que son correctivos, aditivos e incluso pueden sustituir la caliza. El material se tritura pues no puede tener más de 10cm como diámetro máximo, se lleva a depósitos especiales donde se mezcla y dosifica de tal forma que los elementos básicos (calcio, sílice, hierro y aluminio) estén en las proporciones adecuadas. Esta mezcla pasa por otra reducción que lo deja con la textura y fineza del talco en un molino, un secador, un separador de partículas y un filtro de mangas. El producto de la molienda es almacenado en silos donde, en caso necesario se hace alguna corrección en la composición y homogeneización. De allí se inyecta a las torres de precalentamiento, donde se termina de secar y al descender el crudo en contracorriente con los gases calientes que salen del horno se eleva su temperatura y se inician cambios químicos como la descarbonatación o descarboxilación. Luego entra al horno, donde se dan las transformaciones químicas más importantes. El horno es un cilindro metálico en que el crudo avanza contar la corriente de los gases calientes generados en el quemador principal. En la zona más caliente (unos 1500°C ocurren las reacciones que generan los compuestos químicos denominados silicatos y aluminatos. Esta mezcla se llama clínker y se enfría rápidamente para triturarlo y almacenado. Se debe moler (en los molinos de cemento) y añadir yeso, puzolanas, calizas, escorias de altos hornos, o cualquier otro producto con el que se quiere elaborar algún cemento de características especiales. El cemento es almacenado y está listo para despacharse. Los costos de producción de la empresa se distribuyen así: 31% energía térmica (búnker y carbón), 25% de energía eléctrica, 18% de mantenimiento, 15% de mano de obra y 11% de materiales. Aparte del CO2, no hay emisiones importantes de otros gases, pues las altísimas temperaturas del proceso productivo provoca una combustión casi perfecta. En este proceso se identifican dos fuentes fundamentales de emisiones de CO2, el consumo de búnker en el horno, y la descarbonatación. Otras fuentes de emisiones de este gas es el transporte de cemento (no medido) y indirectamente a través del uso de electricidad (en el caso que se produzca térmicamente). El búnker es 70% de carbón, al quemarse en presencia de oxígeno (O2) se emite CO2. En el clínker ((CaO)3(SiO2)) participan la Caliza (CaCO3) y la arcilla (SiO2). La descarbonatación de la caliza consiste precisamente en sacar CO2 del CaCO3 para obtener CaO. INCSA produce más de 600,000 tm de cemento al año y emite poco más de 400,000 TM/año de CO2 (en 1998-1999). De ellas aproximadamente un 38% es por quema de búnker y carbón

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mineral como combustibles6, y el resto por la descarbonatación del clínker (60.5%). El promedio mundial en producción de cemento es que del total de emisiones de CO2 un 44% es del combustible fósil y un 56% por la descarbonatación. Para HOLDERBANK, en todas sus empresas a nivel mundial, esta relación es de 38% y 62% respectivamente. Para 1998 INCSA tuvo una relación de 0.69 tm de CO2 emitido por tm de cemento producido, relación que ha venido reduciéndose a través de los años (en 1991 fue de 0.91). El promedio mundial actualmente en producción de cemento es de 0.88 tm de CO2 por tm de cemento. Para la multinacional HOLDERBANK, ese promedio es de 0.66.

5.2 Opciones de reducción de emisiones de CO2 y el proyecto de producción, manipuleo y preparación de la madera como combustible alternativo

En general la empresa cementera tiene tres opciones para reducir las emisiones: ! reducción del contenido de clínker en el cemento, ya que así se reduce la

descarbonatación. ! Uso de combustibles alternativos para sustituir los combustibles fósiles. ! Eficiencia energética.

INCSA ha desarrollado proyectos en las tres áreas, por ejemplo, está introduciendo productos con menor contenido de clínker (cemento ECOLCEM), sustituyendo la caliza por puzolanas. Ha invertido en un molino crudo horizontal por una vertical de rodillos que consume menos energía por tonelada procesada, así como en equipo para reducir el consumo de búnker en el horno. Ha establecido una planta hidroeléctrica (P.H. Aguas Zarcas) que le abastece totalmente su consumo de electricidad, garantizándose que la electricidad usada no es producida con combustibles fósiles. Tiene también programas de educación una escuela en Agua Caliente de Cartago, un programa de recolección de aceite usado con la Shell, otro de recolección de plástico, etc. El proyecto que se analiza en este capítulo pertenece a la opción b) de uso de combustibles alternativos para la sustitución de combustibles fósiles. Es un proyecto para usar madera como combustible. El caso que se analiza comprende tanto la parte de procesamiento de la madera, como aspectos de producción y suministro de la madera, que son proyectos que forman parte de un plan del grupo empresarial INCSA llamado "Eco-Energía S.A." Eco-Energía S.A. se llamaría la nueva empresa formada por facilidades administrativas, y pertenecería totalmente a INCSA. Sería el productor y proveedor de la madera que sería usada por INCSA como combustible en el horno de cemento. Comprende la reforestación de 1500 hectáreas con una plantación de corta rotación de árboles (melina) para la producción de madera y su subsiguiente procesamiento en chips y polvo. INCSA preparía la madera al punto de poder usarla como combustible. Al usarse como combustible se generarían los beneficios del proyecto. La parte de producción y suministro de la madera se analizó el escenario en que no se genera beneficios económicos en esta parte del proceso productivo (solamente produce y provee al

6 Este dato del 38% es aproximado de la información suministrada por Antony Araya, Coordinador de Energía en entrevista personal, que coincide con el promedio mundial de HOLDERBANK.

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costo). En la parte de manipuleo y preparación de la madera, si bien es factible técnicamente, se encontró que no es financieramente rentable, incluso con el suministro de la madera al costo. Se ha contado con el Estudio de Factibildad de Combustión de Madera preparado por INCSA7 en 1997 que brinda la información técnica y económica sobre el procesamiento y manejo de la madera. Este estudio cita a su vez la fuente del estudio técnico (Greco – Térmica e Fluidos Consultoria Ltda. Informe Final P-3560/94, e Informe Preliminar P-3577/94). Además cita datos tomados del Business Plan “Eco-Energía S.A.” que analiza los otros aspectos (técnicos y económicos) del proyecto como la reforestación, la producción y suministro de la madera. En el análisis de la empresa, el proyecto no dio rentable para ningún escenario de producción de clínker. Considerando el aporte de Eco-Energía S.A. a la rentabilidad nulo, pues hace el suministro de la madera al costo ($28 por tonelada base seca) que es el punto de cero utilidades en el rango relevante, la rentabilidad del proyecto es definida por la fase de preparación y manipuleo de la madera. El objetivo del presente análisis es replantear el caso a la luz del Mercado Global Ambiental que presenta la posibilidad para la empresa de obtener recursos adicionales producto de la venta de la reducción de emisiones de su proceso productivo al sustituir (en un porcentaje importante) los combustibles fósiles por la madera.

5.3 Beneficios del Proyecto

Para considerar el proyecto como candidato al MGA por parte de INCSA, se debe considerar como un solo proyecto el plan global, que incorpora la fase de producción y transporte (que realiza Eco-Energía S.A.) y la fase de manipuleo y preparación (que realiza INCSA). Una plantación forestal por si sola es capaz de calificar como proyecto que permita la venta de CTO´s en el MGA. Como se explica en el ANEXO 2, la plantación tiene un crecimiento de su biomasa, y por ende del carbono almacenado que resulta de absorber CO2 de la atmósfera, conservar el carbono (C) desprenderse del oxígeno (O). Si este C no es devuelto a la atmósfera quemándose o pudriéndose (nuevamente reaccionando con el oxígeno y formando CO2), sino que la plantación se conserva (se vuelve a sembrar continuamente como se supuso en el ANEXO 2) y la madera cortada se usa en productos que mantienen el C almacenado (cielorasos, mesas, etc.), hay un secuestro neto de CO2 a la atmósfera, por lo que el proyecto de plantación forestal califica para el MGA. Pero este no es el caso de nuestro proyecto. La madera en su totalidad se usará para quemarse. Todo el carbono que se almacenó con el crecimiento de la biomasa se devuelve a la atmósfera en forma de CO2. Para calificar para el MGA debe unirse a la otra parte, de sustitución de combustibles fósiles. En adelante se supondrá que la madera es suministrada de Eco-Energía a INCSA al costo de producirla, que este costo se mantiene constante en el rango de producción relevante, y que corresponde a $28/tm base seca. También se supone (como se determinará más adelante) que la producción de madera se ajusta a los requerimientos técnicos para la sustitución del combustible fósil en INCSA. En la situación sin proyecto, el usar combustibles fósiles (búnker, carbón, etc.) implica extraerlos de la tierra, y al quemarlos, hay emisiones netas de CO2 a la atmósfera. En la situación con

7 Henning, Bruno. Estudio de Factibilidad de Combustión de Madera: Factibilidad técnica y económica del sistema de manipuleo y preparación de madera para su uso como combustible alternativo en Cementos INCSA. INCSA. 1997.

24

proyecto, al usar la madera como combustible, se secuestra de la atmósfera el carbono al formarse la biomasa en la plantación forestal. Luego se vuelve a emitir al quemarla. En este caso no hay emisiones netas de CO2. Entonces, el efecto del proyecto de usar madera (producida en una plantación forestal) como combustible es el de evitar las emisiones netas de los combustibles fósiles. Se produce una reducción de emisiones en el proceso productivo del cemento por la sustitución energética. La venta de cada tm anual de CO2 reducida representará los ingresos por este concepto. Este beneficio no fue considerado en el planteamiento inicial de la empresa, en que solo se consideró el ahorro por disminución de compras de búnker y carbón como ingreso del proyecto8. Para obtener los beneficios por reducción de emisiones y por ahorro en gasto en combustibles fósiles se usarán los datos de la empresa en 1996 que permitan establecer los parámetros necesarios: ! Según el estudio técnico de Greco, en base a los análisis de composición,

termodiferencial y termogravimétrico, y de consumos máximos de madera posibles en cada punto de alimentación, se determinó que se puede sustituir un 57% de la potencia térmica que brindan los combustibles fósiles.

! El consumo de combustibles fósiles es de 3.65 GJ/tm de clínker. La mayor parte es búnker. Ocasionalmente se compra carbón y coke de petróleo. Por ejemplo, en 1998 solamente se compró búnker, en 1996 se compraron 25,568 tm de búnker, 6,581 tm de carbón y 346 tm de coke. Se usó en el estudio de Hennig un precio del búnker puesto en el quemador de $31/GJ, y del carbón de $2.78/GJ. Usando una relación de 90% búnker, 10% carbón, se obtiene el precio promedio usado de $3.07/GJ. Los ahorros en combustibles fósiles a diferentes niveles de producción de clínker según Hennig son:

Producción de clínker (TM/año) 300 000 350 000 400 000 450 000 Ahorro en combustibles fósiles ($/año)

1 942 119

2 265 805

2 589 492

2 913 178

! Por cada kg de carbón que se queme, se emiten 3.67 kg de CO2, según parámetro del

gupo Hol-derbank. El búnker y el coke de petróleo tienen un 70% de carbón. Con base en los consumos de fósiles dados en b), se establece el total de emisiones por uso de combustibles fósiles:

Búnker: 25,568 * 0.7 * 3.67 = 65,684 Carbón: 6,581 * 3.67 = 24,152 Total de emisiones= 90,725 tm de CO2

9 Coke: 346 * 0.7 * 3.67 = 8,889

! Si en 1996 se hubiese sustituido el 57% de los combustibles fósiles (en igual proporción

cada uno) se hubiesen dejado de emitir 90,725 *0.57 = 56,274 tm de CO2. Para la misma

8 Hennig 1997. Op.cit. pags. 17 a 20. 9 Se verifica la relación de 0.7 tm de CO2 por tm de cemento: a)emisiones por combustibles fósiles = 90,725 b)emisiones por descarbonatación (61% del total) = 90,725 / 0.39 = 238,750 c)total de emisiones = 90725 + 238750 = 329,475 d)producción de cemento 1996 (70% de clínker) = 327,700 / 0.7 = 468,143 tm e)relación CO2/cemento = 329,475 / 468,143 = 0.704.

25

producción de clínker esto significa una reducción de 56,274 / 327,700 = 0.1717 tm de CO2 por tm de clínker. Usándo este parámetro se pueden calcular las reducciones de emisiones a cada nivel de producción de clínker. Y si se valoran estas reducciones, se pueden obtener los ingresos por este concepto. En la siguiente tabla se presentan los resultados de esta operación:

TABLA 6

EMISIONES DE CO2 EVITADAS POR SUSTITUCIÓN DE COMBUSTIBLES FÓSILES Y SU VALORACIÓN A DIFERENTES PRECIOS INTERNACIONALES DEL CO2

Producción de Clínker (tm/año) 300,000 350,000 400,000 450,000 Ahorro emisiones CO2 (tm/año) 51,510 60,095 68,680 77,265 Ingresos anuales al precio de $20/tm 1,030,200 1,201,900 1,373,600 1,545,300 Ingresos anuales al precio de $50/tm 2,575,500 3,004,750 3,434,000 3,863,250 Ingresos anuales al precio de $75/tm 3,863,250 4,507,125 5,151,000 5,794,875

NOTA: Se supone que no se cobra impuesto sobre la renta por venta de CO2 ! Para todo este análisis se ha supuesto que una tm de CO2 hoy (o una tm de carbono

fijado hoy) es equivalente a una tm de CO2 dentro de 20 años (o una tm de carbono fijado dentro de 20 años). En sí, no se está aplicando la técnica del descuento para las fijaciones o reducciones de CO2. Hay un debate importante sobre este tema que implica un problema ético y de preferencia intertemporal10. Sigue siendo de uso más común el no descontar el carbono.

5.4 Hectáreas de Melina requeridas

Ya se ha mencionado que de la fase de producción y transporte de la madera se ha determinado el precio que cubre los costos, de forma que es un parámetro usado para determinar los costos en la fase de manipuleo y procesamiento de la madera, como se verá adelante. Sin embargo, por la incorporación al análisis de las posibilidades del MGA en que se ha definido el proyecto para reducción de emisiones en el proceso productivo del cemento, es que se requiere que la madera producida sea la requerida para realizar la sustitución del 57% del combustible fósil, no más ni menos. Por ello, en esta sección se estimará la cantidad de hectáreas requeridas de melina, esto es, el tamaño de la plantación forestal para los diferentes escenarios de producción de clínker. ! se supone que el carbono necesitado como combustible es siempre el mismo para un

nivel de producción de clínker, ya sea que se obtenga por biomasa o por combustible fósil.

! El total de carbono requerido usado en 1996 a través de búnker, carbón y coke fue de 24,721 tm11.

10 En Castro 1999 se describen las diferentes posiciones en torno a este tema. 11 25568 * 0.7 + 6581 + 346 * 0.7 = 24,721, es el carbono obtenido a través de búnker con base en la información dada bajo el epígrafe anterior, punto c).

26

El total de carbono sustituido sería el 57%, esto es: 24,721 * 0.57 = 14,091 tm de C por año, que al quemarse y reaccionar con el oxígeno implican las 56,274 tm de CO2 de emisiones.

! Según consulta a varios ingenieros forestales, la melina tiene un comportamiento similar a la Leucaena en duración del ciclo de corta y crecimiento de la biomasa anual (y por ende, crecimiento del carbono anual). Usando los parámetros dados en el ANEXO 2, TABLA A.2.4., para dicha plantación (de ciclo de corta de unos 7.5 años y fijación media del carbono en tm/ha al alcanzar la madurez de unos 26.5 tm/ha), se puede determinar la cantidad de hectáreas de melina madura que en su crecimiento ha logrado acumular esas 14,091 tm de carbono: 14,091 / 26.5 = 532 has/año.

! Si se supone una plantación por cuadros de 532 has cada uno, sembrados con un año de diferencia uno de otro, de tal forma que cada año se corta solamente el cuadro que alcanza la madurez (a los 7.5 años de sembrado), se requerirían 532 * 7.5 = 3988 has. de propiedad para abastecer los requerimientos anuales de carbono para combustible.

! Se puede obtener la relación de tm de carbono requerido como combustible por tm de clínker producido para 1996 y aplicar este parámetro a los diferentes escenarios de producción de clínker para determinar las hectáreas requeridas de plantación. Dicha relación es 14,091 / 327,700 = 0.043.

TABLA 7

DETERMINACIÓN DEL ÁREA REQUERIDA PARA LA PLANTACIÓN FORESTAL A LOS DIFERENTES NIVELES DE PRODUCCIÓN DE CLÍNKER

tm clínker tm Carbono requerido como

combustible

Has./año requeridos de melina madura

Has. total de la plantación

Has total con bufer de 0.5

(A) (B)=(A)*0.043 (C)=(B)/26.5 (D)=(C)*7.5 (E)=(D)*2 300 000 12 900 487 3 651 7 302 327 700 14 091 532 3 988 7 976 350 000 15 050 568 4 259 8 519 400 000 17 200 649 4 868 9 736 450 000 19 350 730 5 476 10 953

La columna (D) da la cantidad de hectáreas requeridas para cubrir la demanda del madera para combustible de INCSA según los supuestos citados y según se ha descrito en el proyecto. Como se demostró en el estudio de la SGS 1997, para la aceptación internacional de proyectos forestales para fijación de CO2, se busca eliminar los riesgos propios de la actividad (incendios, mala vigilancia, etc.). Se propone usar zonas bufer, que son áreas adicionales a las determinadas en el proyecto (que fijan una cierta cantidad de carbono) como respaldo al riesgo incurrido. En dicho estudio llegaron a determinar que en promedio por cada hectárea incorporada al proyecto PAP, había que dejar otra de bufer o respaldo, esto es, se determinó un bufer de 0.5. Es un valor muy elevado, pues contempla algunos riesgos que no se darían en la plantación forestal, como problemas de demarcación, de litigios legales por el terreno, etc. Sin embargo, en el caso extremo que se aplique un bufer tan elevado a la plantación que comprende el proyecto, se requerirían las hectáreas de la columna (E).

27

5.5 Costos del Proyecto y cálculo del Valor Actual Neto (VAN)

Ya se explicó que la inversión y costos de producir la madera y transportarla se cubren al precio de $28/tm base seca, que representa el precio de equilibrio que, según se ha supuesto, se mantiene constante en el rango relevante. En ese caso, se deben incluir los costos de inversión del equipo para procesamiento y manipuleo de la madera, así como el flujo anual de costos e impuestos adicionales que genera dicha actividad, suministrados por el estudio de Hennig 1997. La TABLA 8 presenta los cálculos desarrollados para obtener el VAN de las opciones sin venta de CO2 (tal y como se concibió el proyecto originalmente) y con venta de CO2. He de agregar que se mantiene el supuesto de que el precio de equilibrio de la madera de $28/tm base seca es el precio que hace el VAN de la fase de producción y transporte de la madera igual a cero. En ese caso, la otra fase (procesamiento y manipuleo) es la que está determinado la viabilidad o nó del proyecto en general. Se mantiene también el supuesto de que el Gobierno no cobra impuesto sobre los ingresos provenientes de venta de CO2 del proyecto. Posiblemente, al implementarse el MGA, el Gobierno grave esta actividad como cualquier otra actividad económica. La TABLA 8 está compuesta por los diferentes escenarios que desembocan en los datos necesarios para calcular el VAN. Por ejemplo, para un escenario de producción de clínker de 350,000 toneladas en un año y un precio del CO2 de $20/tonelada (que equivale a un precio de $73.4/tonelada de carbono equivalente), hay una inversión de $3,984,000, beneficios totales (venta de CO2 y ahorro de combustibles fósiles) de $3,467,705 al año, y costos totales de $2,205,836 al año. Estos flujos anuales (de beneficios y costos) se actualizan al 9% para la vida útil del proyecto, lo que da los beneficios netos actualizados, y al restar la inversión, se tiene el VAN.

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TABLA 8

ESCENARIOS PARA EL CÁLCULO DEL VAN DEL PROYECTO SIN Y CON VENTA DE REDUCCIÓN DE EMISIONES -US$-

Producción de Clínker (tm/año)

300,000 300,000 300,000 350,000 350,000 350,000 400,000 400,000 400,000 450,000 450,000 450,000

Emisiones de CO2 evitadas (tm/año)

51,502 51,502 51,502 60,095 60,095 60,095 68,680 68,680 68,680 77,265 77,265 77,265

Precio en $/tm del CO2 (1) 20 50 75 20 50 75 20 50 75 20 50 75 Precio de equilibrio producción madera*

28 28 28 28 28 28 28 28 28 28 28 28

Inversión total 3,984,000 3,984,000 3,984,000 3,984,000 3,984,000 3,984,000 3,984,000 3,984,000 3,984,000 3,984,000 3,984,000 3,984,000 Beneficio anual por ahorro en Comb. Fósiles*

1,942,119 1,942,119 1,942,119 2,265,805 2,265,805 2,265,805 2,589,492 2,589,492 2,589,492 2,913,178 2,913,178 2,913,178

Costos (flujo anual): 1,899,715 1,899,715 1,899,715 2,215,836 2,215,836 2,215,836 2,531,957 2,531,957 2,531,957 2,848,039 2,848,039 2,848,039 Compra madera* 1,101,576 1,101,576 1,101,576 1,285,172 1,285,172 1,285,172 1,468,768 1,468,768 1,468,768 1,652,324 1,652,324 1,652,324 Procesamiento madera* 775,697 775,697 775,697 904,980 904,980 904,980 1,034,263 1,034,263 1,034,263 1,163,546 1,163,546 1,163,546 Gastos financieros Adicionales*

89,640 89,640 89,640 89,640 89,640 89,640 89,640 89,640 89,640 89,640 89,640 89,640

Impuestos adicionales* -67,198 -67,198 -67,198 -63,956 -63,956 -63,956 -60,714 -60,714 -60,714 -57,471 -57,471 -57,471 Flujo de caja adiccional anual 42,404 42,404 42,404 49,969 49,969 49,969 57,535 57,535 57,535 65,139 65,139 65,139 VAN proyecto sin MGA (20 años)

-3,562,075

-3,562,075

-3,562,075

-3,486,803

-3,486,803

-3,486,803

-3,411,520

-3,411,520

-3,411,520

-3,335,859

-3,335,859

-3,335,859

Beneficio (anual) por venta de CO2

1,030,040 2,575,100 3,862,650 1,201,900 3,004,750 4,507,125 1,373,600 3,434,000 5,151,000 1,545,300 3,863,250 5,794,875

Flujo de caja neto anual 1,072,444 2,617,504 3,905,054 1,251,869 3,054,719 4,557,094 1,431,135 3,491,535 5,208,535 1,610,439 3,928,389 5,860,014 VAN Proyecto con MGA (20 años)

6,686,941 22,060,465

34,871,736

8,472,240 26,410,805

41,359,608

10,255,958

30,757,174

47,841,521

12,040,053

35,103,921

54,323,812

NOTA: *Obtenidos del Estudio de Hennig 1997.

(1) En términos del flujo de caja es indiferente usar un precio para CO2 y medir emisiones de CO2 como en el cuadro, o usar un precio para Carbono y medir la reducción de emisiones en unidades de Carbono carbono equivalente (tm de carbono). El precio anotado en esta fila se multiplicaría por 3.67 (factor de conversión de Carbono/ CO2) y los datos de la fila de Emisiones de CO2 evitadas se dividirían por 3.67 para tenerlo en tm de carbono equivalente.

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5.6 Los precios de Indiferencia del Carbono y Conclusión sobre la Viabilidad del proyecto de Reducción de Emisiones

Partiendo de la TABLA 8 se pueden calcular para cada nivel de producción de clínker, los precios que hacen indiferente a INCSA entre realizar el proyecto o no realizarlo, y a partir del cuál sería rentable su ejecución. Su cálculo se realiza despejando el precio del CO2 en la determinación del VAN, para un VAN = 0 usándose el resto de valores dados en la TABLA 8. La TABLA 9 presenta los resultados:

TABLA 9

PRECIOS DEL CO2 A PARTIR DEL CUAL LA VENTA DE REDUCCIÓN DE EMISIONES DEL PROYECTO ES RENTABLE -$/TM/AÑO-

Producción de Clínker (tm/año) 300 000 350 000 400 000 450 000 Emisiones de CO2 evitadas (tm/año) 51 502 60 095 68 680 77 265 En tm/año de Carbono equivalente 14 033 16 375 18 714 21 053 Precio del CO2 de indiferencia 7 6 5 4 Precio del Carbono de indiferencia 26 21 18 16

Se han agregado los precios de indiferencia midiendo la reducción de emisiones en unidades de carbono equivalente, ya que, de acuerdo a las condiciones establecidas en el Mecanismo de Desarrollo Limpio del Protocolo de Kioto, se usarían los CTOs como la mercancía del nuevo mercado. El CTO se define como una cantidad determinada de reducciones de emisiones certificadas de GEI expresadas en unidades equivalentes de carbono.

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6. CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES

Para participar en el Mercado Global Ambiental a través del Mecanismo de Desarrollo Limpio establecido en el Protocolo de Kioto, la empresa puede proponer proyectos que reduzcan sus emisiones de CO2, o que compensen las emanaciones producidas en su proceso de elaboración de cemento. En este trabajo se estudió la factibilidad para la empresa de desarrollar actividades forestales que le permitirían participar en el MGA, internalizando así los esfuerzos en disminuir la contaminación por GEI. Dichas actividades forestales consisten en la adquisición de un terreno para desarrollar y/o conservar un bosque en estado natural o manejado, y en desarrollar una plantación forestal. Por la forma en que se han planteado los proyectos, la conservación del bosque se realizaría para secuestrar CO2 a la atmósfera, compensando así las emisiones propias del proceso productivo. La plantación forestal sería para generar la madera necesaria para sustituir un 57% del combustible fósil usado en la producción de clínker (componente fundamental del cemento), por lo que esta alternativa pasa a ser un proyecto de reducción de emisiones. Del proyecto de compensación de emisiones se analizó a su vez las diferentes opciones que tiene la empresa, por ejemplo, comprar un terreno donde ya exista un bosque maduro, o un terreno actualmente dedicado a otra actividad económica. Dependiendo de las características del terreno, dicha opción puede ser o no rentable a los diferentes precios del CO2 analizados. En el proyecto de compensación estudiado en capítulo IV, se encontraron precios de indiferencia a partir del cual resulta rentable comprar terrenos CCU VI de $26/tm y $44/tm para bosque manejado y bosque natural respectivamente. Precios menores implicaría pérdidas para la empresa. Los terrenos CCU VI son terrenos que por sus características solo acogen como actividades "productivas económicamente" a la ganadería y las actividades forestales y de conservación. Hay más de 2,000,000 de hectáreas en el país de grandes pastizales dedicados a la ganadería disponibles para este tipo de proyectos. Sin embargo, respecto a la alternativa de compensación de emisiones, en que salvo que se encuentre un pastizal en un terreno CCU VIII que pueda comprar, el proyecto de reducción de emisiones se presenta más rentable para INCSA en el caso que se puedan vender en un Mercado Global Ambiental toneladas de CO2 compensadas o dejadas de emitir medidas en unidades de carbono equivalente. El gerente tiene la opción más rentable en el proyecto de sustitución de combustibles fósiles por madera analizado en el capítulo V. Dicho proyecto no es rentable financieramente para la empresa como fue concebido inicialmente. Sin embargo, ante las posibilidades del Mercado Global Ambiental de CTO´s transables, dicho proyecto se hace rentable a precios relativamente bajos del Carbono. Por menos de $26/tm el proyecto es viable para la empresa. Por lo tanto, la recomendación de este consultor es que, ante la apertura del MGA y por ende la determinación de un precio internacional del CO2, la empresa compare dicho precio a los obtenidos en las TABLAS 3, 4 y 8 en que se presentaron los precios del Carbono mínimos de cada una de las opciones analizadas. Si el precio internacional es mayor, la realización del proyecto implicará un incremento en la riqueza de la empresa. Por ejemplo, al precio internacional de $25/tm de Carbono INCSA puede ejecutar el proyecto de sustitución de

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combustible fósil por madera (produciendo 310,000 o más tm de clinker al año), pero no el de la compra de un terreno CCU VI (un pastizal dedicado a ganadería, por ejemplo) para desarrollar un bosque manejado, pues dicha alternativa alcanza a cubrir sus costos netos al precio de $26/tm de Carbono. Dado que en la compra del terreno para el proyecto de compensación la consideración es el precio del terreno independientemente de su CCU, y como enfoque alternativo, se determinó en la TABLA 5 los precios máximos que debe pagarse por el mismo a diferentes precios internacionales de Carbono. Así, usando esta tabla como referencia, se recomienda al gerente de INCSA que compare el precio internacional establecido en el MGA para el Carbono y el precio del terreno que le ofrezcan vender, con los precios máximos del terreno para ese precio internacional del Carbono, a fin de decidir si le conviene o no la oferta. De no desarrollarse el MGA de fijación o reducción de emisiones, y por ende que no se retribuya por tm de Carbono, ni por algún otro servicio ambiental, ningún proyecto de los analizados es rentable.

32

BIBLIOGRAFIA

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33

Vega, Edwin y Sancho, Francisco. 1997. Guía para la Evaluación Socioeconómica de Proyectos. MINAE. San José. Además se usaron los estudios específicos debidamente citados en el ANEXO 1 para determinar la rentabilidad de las diferentes actividades económicas contempladas.

ANEXOS

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ANEXO 1:

DETERMINACIÓN DEL COSTO DE OPORTUNIDAD Y CLASIFICACIÓN POR CLASES DE CAPACIDAD DE USO (CCU)

En este anexo se describen todos los pasos seguidos para la determinación de los costos de oportunidad de los terrenos que se podrían usar en conservación. Desde 1979 se ha establecido en Costa Rica una categorización del uso del suelo (CCU) según factores como erosión, drenaje, pendiente, profundidad de tierra fértil, temperatura, etc., de la que tiene menos factores limitantes (categoría I) a la de más factores limitantes (categoría VIII). La metodología para la clasificación se ha revisado varias veces, estando vigente la última, realizada en 1995, mediante Decreto Nº 23214 MAG-MIRENEM12. Las actividades económicas se clasificarán según estas CCU:

12 MAG. MIRENEM. Metodología para la Determinación de la Capacidad de Uso de las Tierras de Costa Rica. San José: 1995. En ese decreto, en el anexo 5, se define: Cultivos anuales: Son aquellas plantas que exigen , durante su ciclo vegetativo (un año o menos), la preparación periódica del terreno a través de su laboreo o mecanización , por lo que se produce una gran alteración del suelo. (ejemplos: arroz, tomate, ñame) Cultivos Semipermanentes: Son aquellos cultivos que tienen un ciclo vegetativo mayor a un año y que requieren sólo una preparación del terreno cada dos o más años, además logran desarrollar suficiente follaje, ejerciendo cierta función protectora contra la erosión del suelo. (Caña de azúcar, pastos de corte y plantas ornamentales). Cultivos permanentes: Es la vegetación que se caracteriza por ser de porte arbustivo y/o arbóreo y de ciclo vegetativo superior a cinco años. (Café, plantaciones forestales). Bosque: Es la vegetación que se caracteriza por la presencia dominante de árboles disetáneos y otra vegetación leñosa, de porte variado, cuyo ciclo vegetativo individual es mayor a 10 años. (Incluye bosques primarios, secundarios y estados avanzados de tacotales). Pastos: Son cultivos de crecimiento denso y porte rastrero.

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TABLA A.1.1

CLASE DE SUELO MÁXIMA DE APTITUD DE ACTIVIDADES AGROPECUARIAS

Actividad Area en 1996

Ciclo del cultivo13

Clase de Suelo

Comentarios sobre la distribución del área sembrada

Aguacate 614 Permanente IV Arroz 40,967 Anual II 64% en fincas de 200 o más has. Banano 52,000 Semipermanente II 58% es de transnacionales Bosque manejado14 200,000 Permanente VII Café 108,000 Permanente IV 60% en fincas de 5 o menos has. Caña de azúcar 48,000 Semipermanente III 50.48% en fincas mayores a 300 has. Coco 3,000 Permanente II Frijol 33,245 Anual II Más del 70% en fincas de 4 o menos has. Ganadería de carne 980,000 Permanente VI Más del 60% en fincas mayores a 50 has. Ganadería de leche 500,000 Permanente VI Más del 80% en fincas de menos de 50

has. Ganadería doble propósito

520,000 Permanente VI

Limón mesina 800 Permanente III Maíz 13,304 Anual II Más del 85% en fincas de 3 o menos has. Mango 7,945 Permanente VI 92% en fincas de menos de 5 has. Maracuyá 36 Semipermanente III Melón 4,371 Anual II Más del 60% en fincas mayores a 300 has Naranja 23,500 Permanente IV Más del 70% en fincas mayores a 100 has. Ñame 849 Anual II Palma Africana 27,239 Permanente III 58% es de Palmatica, que procesa el 80%

de la producción, el resto se lo distribuyen 574 productores

Palmito Pejibaye 4,500 Semipermanente III 78% en fincas de 5 o menos has. Papa 2,794 Anual II 90% en fincas menores a 2 has. Piña 8,195 Anual II 50% es de una empresa (Pindeco) Plantación Forestal 100,000 Permanente VII Plátano 7,000 Semipermanente II 100% en pequeños productores Sandía 677 Anual II Tiquisque 1,608 Anual II Tomate 211 Anual II Yuca 5,469 Anual II

Fuente: Elaboración propia con base en MAG-MIRENEM. Op.cit. 1995 y caracterización de cultivos del MAG. Los comentarios sobre la distribución del área sembrada son del Cuadro 7.16 del: Proyecto Estado de la Nación. Estado de la Nación en Desarrollo Humano Sostenible. Informe N 3. San José, 1997. El área sembrada a 1996 se obtuvo de la página web http://www.infoagro.go.cr/estadísticas, excepto para el aguacate (Mora, Sandra. Estudio del Mercado Comercial del Aguacate. D.G. de Mercadeo Agropecuario. MAG. 1997, pag 23, para aguacate tradicional; y censo de CINDE, agosto de 1993 para el área sembrada de aguacate de altura (294 has.)); la sandía (Navarro, José. Sistema de Información de Mercados. CNP, Boletín 1, año 1, febrero 1997), el limón mecino (comunicación personal con Jorge Castillo, director del Programa Nacional de Cítricos del MAG), y la ganadería (estimaciones citadas en Stewart, Rigoberto. Políticas y Competitividad Nacional e Internacional de la Ganadería Bobina Costarricense. Informe preliminar. RUTA/MAG. San José: 1997. Pags. 3 y 5). La distribución de la ganadería en 1992 según una cita de esta fuente era leche 25%, carne 49% y doble propósito 26%. A pesar de que antes de esos años la tendencia ha sido a sustituirse la ganadería de carne por las otras dos, la mejora en los precios de la carne de los últimos años, ha contrarrestado esta tendencia (comunicación personal con Carlos Hidalgo Obregón, jefe del Departamento Pecuario del MAG).

13 Los conceptos usados son los mencionados en la nota al pie trasanterior. 14 En esta opción se le extrae al bosque natural aproximadamente 20 metros cúbicos de madera por hectárea, ya que solo se cortan árboles de un gran grosor y edad. Se pierde aproximadamente un 20% del dosel. A diferencia de la plantación forestal, en que se elimina el bosque natural para aplicar un monocultivo de una especie comercial, en esta opción el bosque natural permanece. El dato del área es aproximado de bosques naturales productores según datos del MINAE en 1995.

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En el proceso de aplicación de la metodología para asociar cultivos a clases de capacidad de uso se seleccionan las tierras en grupos tomando encuenta de forma integral variables de suelo y clima. Para agrupar las tierras se establecen tres niveles según el detalle deseado, estos son: clase, subclase y unidades de manejo. A nivel de clase se agrupan las tierras que presentan condiciones similares en un grado relativo de limitaciones y el riesgo de deterioro para el uso de una forma sostenida. En el MAG se obtuvieron las características de rango de aptitud climática y fisioedáficas aptas y moderadamente aptas para los cultivos que se dan en el territorio nacional. Con base en los requerimientos de los cultivos y a los parámetros establecidos para cada una de las clases de uso15, se puede determinar la clase de tierra para las cuales el cultivo es apto.

TABLA A.1.2

EJEMPLOS DE ADAPTACIÓN DE DOS CULTIVOS A LAS CLASES II Y IV

Característica Clase II Clase IV Maíz Naranja Características Fisioedáficas

Pendiente (%) <8 <30 1-5 1-15 Profundidad efectiva (%) >120 >90 >75 >90 Textura del suelo Finas a mod.

gruesas Muy finas a mod.

Gruesas Franco arenosa Arcillo arenosa

Muy finas: arcilloso

Pedregosidad Sin piedra a lijeramente ped.

Sin piedra a mod. Pedregoso

<5% <10%

Fertilidad Media a Alta Media a Alta Media Alta Media Drenaje Bueno Mod. lento Bueno Bueno Toxicidad y salinidad Toxicidad. Leve

Salinidad leve Tox. Moderada Salinidad leve

Características climáticas Epoca seca (meses/año)

Cualquiera Cualquiera 2-5 <3

Precipitación promedio anual

1800-3500 1750-3000

Vientos (km/h) Ausente a Moderado

Ausente a moderado

Menos de 10 Menos de 15

En éste caso, el Maíz se adapta a los suelos clase II o superiores (clase I), la naranja a los suelos clase IV o superiores (clase III, II y I). Cada característica del cultivo es comparada con las características que se presentan en la metodología para la determinación de la capacidad de uso de las tierras a nivel de clase. Esta comparación debe ser hecha por un experto agrónomo o forestal que pueda tomar en cuenta otros elementos, como el grado de fexibilidad del cultivo para adaptarse a condiciones que se salen de su aptitud, o determinar la característica más limitante para el mismo, o su carácter de permanente o estacional. Para este estudio, dicha asociación fue realizada por el Ing. Mauricio Vega Araya, con base en los datos suministrados por el MAG y por el folleto MAG-MIRENEM. Op.Cit. 1995.

15 MAG-MIRENEM. Metodología para la Determinación de la Capacidad de Uso de las Tierras de Costa Rica. San José: 1995. Cuadro N 1, pag. 14-15.

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Competitividad de las actividades económicas al 12%

Por facilidad en la aplicación de los diferentes documentos usados, primeramente se hizo el cálculo a la tasa de descuento del 12%. Luego se rehicieron los cálculos para el 9% según las explicaciones dadas más adelante. La siguiente tabla resume los resultados La Clase de Suelo y el área se ponen como referencia.

TABLA A.1.3

VALOR ANUAL EQUIVALENTE PARA DIFERENTES ACTIVIDADES COMPETITIVAS POR EL USO DEL SUELO. TASA DE DESCUENTO DE 12%

-$ POR HECTÁREA POR AÑO-

Actividad Area en 1996 Clase de Suelo Rentabilidad Aguacate 614 IV 2 409 Arroz 40 967 II 195 Banano 52 000 II 1 313 Bosque manejado16 200 000 VII 884 Café 108 000 IV 604 Caña de azúcar 48 000 III 822 Coco 3 000 II 733 Frijol 33 245 II 377 Ganadería de carne17 980 000 VI -38 Ganadería de leche 500 000 VI 1 617 Ganadería doble propósito 520 000 VI 568 Limón mecino 800 III 276 Mango 7 945 IV -54 Maracuyá 36 III 2 541 Melón 4 371 II 347 Naranja 23 500 IV 570 Ñame 849 II 3 423 Palma Africana 27 239 III 731 Palmito Pejibaye 4 500 III 1 219 Papa 2 794 II 320 Piña 8 195 II 4 828 Plantación Forestal 100 000 VII 1 498 Plátano 7 000 II 3 370 Sandía 677 II 4 208 Tiquisque 1 608 II 2 715 Tomate 211 II 2 220 Yuca 5 469 II 1 209

Nota: Se excluyó el maíz, a pesar de tener un área significativa (13,304 has.) pues con la apertura comercial ha dejado de ser rentable comercialmente y es un cultivo de subsistencia. En 1990 habían 49,381 hectáreas cultivadas18 Fuentes del Cuadro: Elaboración propia con base en los documentos y la siguiente descripción:

16 En esta opción se le extrae al bosque natural aproximadamente 20 metros cúbicos de madera por hectárea, ya que solo se cortan árboles de un gran grosor y edad. Se pierde aproximadamente un 20% del dosel. A diferencia de la plantación forestal, en que se elimina el bosque natural para aplicar un monocultivo de una especie comercial, en esta opción el bosque natural permanece. 17 La ganadería de carne resultó con una rendimiento de -$598/ha para fincas menores de 80 hectáreas y con un rendimiento de $1087/ha para fincas mayores a 80 hectáreas en ese año. El estudio usa un promedio ponderado por las fincas para el resultado final que se mantiene acá por su similitud a la distribución en el país. 18 Conversación personal con la Ing. Gabriela Sibaja del Departamento de Crédito del Banco Nacional y de la Comisión Interbancaria de Avíos, octubre de 1998.

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En primer lugar se uso un estudio del CCT para el MAG19. En él, dadas las características de aptitud climática y fisioedáficas, se establecen los cultivos que se adaptan a la Región Pacífico Central, y se elabora una evaluación financiera de cada uno de ellos, homogenizando las vidas útiles en 10 años para cada proyecto. El flujo es en colones de 1994, por lo que se usó el tipo de cambio promedio del año para convertirlos a dólares (¢156.8/$) y se supuso una tasa de inflación internacional del dólar de 3% anual. Con estos ajustes se calculó un VAN suponiendo una tasa de descuento del 12%20, del que se desprende el VAE que es una medida de rentabilidad en $/hectárea por año para los siguientes cultivos: aguacate, arroz, caña de azúcar, coco, maracuyá, mango, melón, naranja, ñame, sandía, tiquisque, limón mecino y plátano. En el caso de los cultivos de frijol, tomate, café, papa y yuca se recurrió a la Memoria Anual del MAG 1997, Cuadro N. 6, basado en los Avíos del Banco Nacional de Costa Rica. En los avíos se determinan los costos de la siembra de los productos agrícolas para definir los montos de crédito a la actividad. No siempre se financian las mismas actividades. Para efectos de comparar los cultivos permanentes o semipermanentes basados en los avíos bancarios con otras actividades derivadas de otros estudios, se debe verificar que los costos fijos contengan la depreciación y mantenimiento de maquinaria y equipo, de construcciones, mantenimiento de cercas y caminos, gastos en intereses. El hecho de que los costos fijos contengan estas partidas, significa que se está indirectamente estimando una anualidad por la inversión, ya que en conjunto representan un consumo total por año de la inversión de la actividad. Hay que recordar que no se está construyendo un flujo de caja, sino que se cuenta con un dato puntual, los gastos para un año típico, por lo que debe asegurarse de incluir una anualidad de la inversión. En el caso de los cultivos anuales, dado que en ningún caso se cuenta el valor del terreno, no se aplica esta consideración. Pero, en el caso del café se tuvo que recurrir al ICAFE para determinar la estructura de costos, entre costos fijos y costos variables. Conociéndose el porcentaje que representan los costos fijos del total, y conociéndose el monto de los costos variables, se puede determinar el costo total por año, para compararlo con los ingresos anuales y obtener el indicador de rentabilidad. Para el cultivo de la piña se recurrió al avío bancario de la Comisión Interbancaria de Avíos para la Región Huetar Norte, años de 1996 y 1997. En este cultivo hay dos cosechas por temporada (año) cuando el sistema productivo es mecanizado. Se contempla una cosecha para el cultivo semimecanizado y tradicional. El valor final se obtuvo como un promedio para los avíos de 1996 y 1997 ajustando los dólares del 97 a dólares de 1996. Los datos sobre palma africana para determinar el valor anual equivalente fueron proporcionados por German Quesada, Gerente Programa de Palma, MAG (por comunicación personal). El flujo se convirtió a dólares de 1996. En el caso del banano y el palmito de pejibaye se usó un estudio de la UNA21, en que se determina la rentabilidad de algunos cultivos que se adaptan a la zona atlántica. En ella se brinda la estimación de la inversión requerida, el nivel de producción para los años de vida del cultivo, los precios estimados del cultivo y la tasa de descuento. Los ajustes realizados para obtener el

19 CCT. Estudio de Zonificación Agropecuaria en la Región Pacífico Central. MAG. San José: Agosto 1994. 20 Se utiliza esa tasa por razones de homogenizar estudios, pero hay un cálculo reciente de la tasa social de descuento para Costa Rica del 11% en: Vega, Edwin y Sancho, Francisco. Guía para la Evaluación Socioeconómica de Proyectos. MINAE. San José: 1997. Capítulo 5. 21 UNA. El nuevo Entrono del Desarrollo Regional Rural en America Latina. Seminario. Programa UNIR. Heredia: 1997. Capítulo 1: La Investigación sobre Mercados Asequibles en el Programa UNIR. Los datos se obtuvieron entre mayo y octubre de 1996.

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indicador de rentabilidad fueron los siguientes: A) Dado que ese VAN se calculó con una tasa de descuento diferente (30% para palmito y 25% para banano) se obtuvo un VAE para los ingresos netos operativos, con esas tasas de interés y tomando en cuenta el VAN y la Inversión, del que se obtiene un monto que representa los ingresos de operación menos los costos de operación promedio anual. B) Teniendo un VAN, un monto de inversión y un monto anual de ingresos netos operativos, se recalcula el VAN a una tasa de descuento del 12%. C) Se obtiene un VAE dado el nuevo VAN y la vida útil del cultivo, a una tasa del 12%. D) El VAE obtenido se convierte a dólares usando el tipo de cambio promedio para 1996 de ¢210/$. Para las actividades de ganadería (de leche, carne y doble propósito) se usó un estudio del CCT. El único ajuste que se realizó es pasar las cifras a dólares de 1996, ya que el estudio usa cifras de 199522. Este estudio es restringido a una zona en particular y se basó en datos concentrados en ese lugar. La plantación forestal y el manejo de bosque proceden del estudio de Kishor y Constantino23. Los datos se presentan en dólares de 1989 con cifras de 1991, por lo que se convierten a dólares de 1996, utilizando la tasa de inflación externa del BCCR para los diferentes años. La vida útil de los proyectos forestales usada no se indica, pero se intuye que es largo plazo pues indica en la opción de Bosque manejado que se hace una corta fuerte (del 20%) cada 20 años. Para la Plantación considera una especie con ciclos óptimos de 30 años. La rentabilidad presentada de la plantación no incluye los subsidios por CAF (equivalente a $1000/hectárea para pagar impuestos o negociar en el sistema financiero) y CAFA (equivalente a $500/hectárea)24.

Rentabilidad promedio por CCU

Se propone utilizar como costo de oportunidad para una clase de capacidad de uso del suelo, un promedio de las rentabilidades de los cultivos aptos para esa clase de capacidad de uso del suelo, ponderados por el porcentaje del área destinada en esa clase de uso de cada una de estas actividades. Este promedio representará el costo de oportunidad para un terreno con esa respectiva capacidad de uso del suelo.

22 Aylward, Allen y Mejías. Análisis Financiero y Económico de la Ganadería en la cuenca del Río Chiquito, Arenal, Costa Rica. Notas Técnicas CREED Nº 9. CCT, Centro Internacional en Política Económica (UNA) e International Institute for Environment and Development. Marzo 1997. En este estudio se usa una tasa de descuento ligeramente diferente al 0.12 (12%). Se usa un 0.1 + 0.02 ( 1 / (1+0.1) -2 ln t ), donde t es el tiempo en años. En la página 24 se indica la fecha de las cifras. 23 Kishor y Constantino. Forest Management and Competing Land Uses: An Economic Analysis for Costa Rica. LATEN Disemination Note Nº 7. World Bank. 1993. En una nota al pie de la página 9 se indica que los datos usados son de 1991. 24 En caso de incluir dichos subsidios, la rentabilidad sería de $2138/hectárea/año para plantación forestal y $1275/hectárea/año para manejo de bosque (Kishor y Constantino. Op.cit. pag. 12, ajustando a 1996).

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RECUADRO

JUSTIFICACIÓN DEL USO DEL PROMEDIO PONDERADO POR EL ÁREA PARA CADA CLASE DE CAPACIDAD DE USO:

Primero, dependiendo de la clase de capacidad de uso del suelo dónde se ubique el terreno, así habrán actividades que son aptas para desarrollarse en los mismos, y actividades que no lo son. Al obtenerse un indicador de rentabilidad por clase de capacidad de uso del suelo se tiene un costo de oportunidad para los terrenos que estén en esa categoría de capacidad de uso del suelo. Terrenos clase VI o superior, no tienen como costo de oportunidad la rentabilidad obtenida por el desarrollo de cultivos agrícolas. Segundo. Dado que los datos sobre ingresos y costos de las actividades consideradas son de corte transversal, y que por su naturaleza (dependencia de factores climáticos, suceptibilidad a enfermedades, a gustos cambiantes, a la oferta de otros países, etc.) tienen una gran variabilidad de ingresos y costos, es que el dato de la rentabilidad de un cultivo, el más competitivo para cierta clase de uso, no es un indicador confiable de la rentabilidad que se puede obtener en esa clase de capacidad de uso. Al usar un promedio ponderado de varios productos para una clase de uso, se reduce el riesgo no sistemático de usar solo una actividad como “representante” de esa clase. Obsérvese que el promedio ponderado también toma en cuenta otro aspecto de mercado, como lo es el que el mercado de algunas de las actividades mencionadas es pequeño, y cambios pequeños en su oferta podrían hacer variar el precio al punto que el negocio ya no resulta rentable. Al usar el promedio ponderado, se “distribuye” entre varias actividades la alternativa económica, por lo que fortalece el supuesto de marginalidad en los posibles cambios de uso del suelo alternativos al bosque. En la siguiente tabla se resume el promedio ponderado para cada categoría de capacidad de uso, que representa el costo de oportunidad para la unidad de consolidación que pertenezca a esa categoría:

TABLA A.1.4

RENTABILIDAD PROMEDIO PARA CADA CLASE DE USO DEL SUELO (AL 12%) -$ POR HECTÁREA POR AÑO-

Clase de Capacidad de Uso del Suelo Area total Rentabilidad Clase I -- -- Clase II 157 592 1 099 Clase III 80 575 807 Clase IV 640 059 381 Clase V -- 175* Clase VI 1 500 000 118 Clase VII 300 000 137 Clase VIII -- Solo bosque natural

*Nota: Por interpolación.

Fuente: Elaboración propia con base en los cuadros anteriores. Se calcula como la suma de los elementos que se obtienen multiplicando la rentabilidad de la actividad por su área dividida entre el total del área de los cultivos que pertenecen a esa clase.

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Rentabilidad al 9%

Para reformular los resultados de rentabilidad de los diferentes cultivos se realizaron los siguientes procedimientos financieros: ! Los cultivos basados en el estudio del CCT y MAG, Op.cit., 1994, y el flujo de la Palma

Africana, se recalcularon aplicando 9% como tasa de descuento al flujo presentado. ! El estudio de Constantino y Kishor, Op.cit., 1993, referido a las plantaciones forestales y

los bosques manejados presenta una sensibilización al 4%, 8%, 12%, 15%, etc. Se interpoló geométricamente para aproximar los valores al 9%, y se pasan a dólares de 1996.

! Los cultivos anuales no cambian el VAE a diferentes tasas de descuento (o varían muy poco, como el caso de los cultivos de a)). Si se supone que el cultivo se repite año con año hasta el infinito, usar tasas de descuento diferentes cambia el valor actual neto infinito, pero no el valor anual equivalente. Por lo tanto, los valores para los cultivos procedentes del Cuadro 6 de la Memoria 1997 del MAG (también en la página web http://www.infoagro.go.cr/estadísticas) de carácter anual, conservaron su valor de rentabilidad al 9%. En el caso del café si se debe realizar un ajuste por no ser anual. Se aproximó el valor de la inversión inicial suponiendo una tasa de interés real del 12% para 199625. Se mantuvo como flujo anual el valor de los ingresos menos los costos variables. A dicho flujo se aplicó la tasa de descuento del 9% y se recalcula en VAE. El valor obtenido se convierte a dólares.

! El palmito de pejibaye y el banano, cuya fuente es el estudio de la UNA, Op.cit. 1997 presenta la tasa de descuento usada, la inversión inicial, la vida útil, y el VAN que obtuvieron, permite su recálculo al 12% y al 9% con suponer un comportamiento homogéneo de los flujos año con año.

! El estudio de Aylward y Mejías, Op.cit. 1997 presenta para las distintas clases de ganadería los costos fijos, la vida útil usada (70 años), los costos variables anuales, y los ingresos anuales, tal que se puede simular el flujo del proyecto. El procedimiento es el mismo aplicado al café. Primero se convierten las cifras a colones. Con los costos fijos y suponiendo una tasa real del 12% se estima la inversión inicial en 1996. Se construye el flujo de caja con esta inversión en el momento cero y con la diferencia entre los ingresos y los costos variables como monto anual durante 70 años. Se calcula el VAN al 12% y al 9% de donde se obtienen los VAE al 12% y 9% en colones de 1996. Finalmente se convierten las cifras a dólares usando el tipo de cambio promedio de 210 colones por dólar.

25 La tasa nominal activa ese año fue 25.9% en los bancos estatales para la agricultura. La tasa de inflación fue 13.8%. Usando la ecuación de Fisher, se tiene un aproximado de la tasa real (12.1%).

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TABLA A.1.5

VALOR ANUAL EQUIVALENTE PARA DIFERENTES ACTIVIDADES COMPETITIVAS POR EL USO DEL SUELO. TASA DE DESCUENTO DE 9%

-$ POR HECTÁREA POR AÑO-

Actividad Area en 1996 Clase de Suelo Rentabilidad Aguacate 614 IV 2 725 Arroz 40 967 II 190 Banano 52 000 II 1 340 Bosque manejado26 200 000 VII 88 Café 108 000 IV 831 Caña de azúcar 48 000 III 818 Coco 3 000 II 830 Frijol 33 245 II 377 Ganadería de carne27 980 000 VI 53 Ganadería de leche 500 000 VI 569 Ganadería doble propósito 520 000 VI 535 Limón mecino 800 III 360 Mango 7 945 IV -1 Maracuyá 36 III 2 500 Melón 4 371 II 339 Naranja 23 500 IV 679 Ñame 849 II 3 340 Palma Africana 27 239 III 784 Palmito Pejibaye 4 500 III 1 293 Papa 2 794 II 320 Piña 8 195 II 4 831 Plantación Forestal 100 000 VII 203 Plátano 7 000 II 3 252 Sandía 677 II 4 106 Tiquisque 1 608 II 2 649 Tomate 211 II 2 220 Yuca 5 469 II 1 209

26 En esta opción se le extrae al bosque natural aproximadamente 20 metros cúbicos de madera por hectárea, ya que solo se cortan árboles de un gran grosor y edad. Se pierde aproximadamente un 20% del dosel. A diferencia de la plantación forestal, en que se elimina el bosque natural para aplicar un monocultivo de una especie comercial, en esta opción el bosque natural permanece. 27 La ganadería de carne resultó con una rendimiento de -$598/ha para fincas menores de 80 hectáreas y con un rendimiento de $1087/ha para fincas mayores a 80 hectáreas en ese año. El estudio usa un promedio ponderado por las fincas para el resultado final que se mantiene acá por su similitud a la distribución en el país.

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TABLA A.1.6

RENTABILIDAD PROMEDIO PARA CADA CLASE DE USO DEL SUELO (AL 9%) -$ POR HECTÁREA POR AÑO-

Clase de Capacidad de Uso del Suelo

Area total Rentabilidad

Clase I -- -- Clase II 157 592 1105 Clase III 80 575 829 Clase IV 640 059 612 Clase V -- 376* Clase VI 1 500 000 220 Clase VII 300 000 126 Clase VIII -- 47**

Notas: *Por interpolación.

**Sólo bosque natural, se le imputa el valor de las compras del MINAE descrito en el ANEXO 3. Evidentemente, a tasas de descuento menores, más favorecidos se ven los proyectos de plazos largos, cuyos flujos positivos están a lo largo de su vida útil y al final de la misma, en términos de rentabilidad comparativa. Al subir la rentabilidad de actividades como ganadería, plantaciones forestales, etc., se aumenta la rentabilidad de las clases en que éstas se dan, por lo que se observa ese comportamiento al comparar las tablas al 12% y al 9%.

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ANEXO 2

PRODUCTIVIDAD EN FIJACIÓN DE CARBONO

Cálculo de la capacidad de secuestro promedio por tipo de bosque y Zona de Vida

Para el cálculo de los precios de indiferencia se requiere determinar la capacidad de secuestro de C para los bosques. Las mediciones empíricas se hacen por tipo de bosque y por zona de vida. Se determina primeramente el porcentaje del área que corresponde a cada zona de vida dentro de las unidades de consolidación de los 8 parques seleccionados del Proyecto PAP28 para poder obtener una productividad promedio:

TABLA A.2.1

PORCENTAJE DEL ÁREA TOTAL DE CADA ZV EN LAS U. DE C. DE 8 PARQUES REPRESENTATIVOS

Zona Vida Bosque Maduro Bosque Secundario bh-T 2,12 15,96 bh-P 3,65 41,42 bmh-T 8,19 5,87 bmh-P 4,31 7,52 bmh-MB 0,24 0,13 bp-P 22,54 10,62 bp-MB 45,19 14,71 bp-M 13,76 3,76 Total 100 100

Aproximadamente un 84.84% es bosque maduro y un 15.14% es bosque secundario en esos parques. Se determina la capacidad en TM/ha de fijación de Carbono por año para las ZV y tipo de bosque. En Tosi y otros. Valoración de los Servicios Ambientales de los Bosques de C.R. CCT para ODA-MINAE. 1996 se citan capacidades que van "desde menos de 1 tonelada por ha/año en bosques de Canadá hasta 17 a 20 toneladas por ha/año en bosques amazónicos.

28 Se escogieron los Parque Nacionales Amistad, Guanacaste, Barra Honda, Palo Verde, Piedras Blancas, Carara, Barbilla y Rincón de la Vieja.

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TABLA A.2.2

PRODUCTIVIDAD INCREMENTAL EN TM/HA/AÑO EN FIJACIÓN DE CARBONO DE CADA ZV SEGÚN OCIC 1997

Zona Vida Bosque Maduro Bosque Secundario y Pastos Sin manto orgánico Con manto orgánico Sin manto orgánico Con manto orgánico

bh-T 0 0 3.70 5.55 bh-P 0 0 3.35 5.03 bmh-T 0 0 4.24 6.36 bmh-P 0 0 3.95 5.93 bmh-MB 0 0 2.90 4.35 bp-P 0 0 3.36 5.04 bp-MB 0 0 2.55 3.83 bp-M 0 0 1.90 2.85 Promedio Ponderado (según el área de las U.C.)

0 0 3.33** 5.00**

NOTAS: * Obtenidos a partir de la fijación total de C con proyecto PAP, suponiendo para bosque maduro que no tiene deforestación ni crecimiento, y para bosque secundario una tasa de crecimiento por Zona de Vida que oscila entre 4.3% y 9.8% anual. Se ha descontado al 0% para obtener la productividad anual.

**El promedio ponderado para bosque maduro es distinto al de bosque secundario por la distribución porcentual diferente del área de cada tipo de zona de vida entre ellos. Se usarán los datos de esta fuente pues es basada en mediciones empíricas debidamente citadas en el PAP, y tiene representación en todas las Zonas de Vida. Sus valores representan un escenario conservador según los obtenidos por otros estudios.

Productividad en fijación de C de otras actividades económicas

Esta estimación se hará a partir de la biomasa acumulada en el cultivo maduro, obteniéndose una tasa de crecimiento que lo llevó desde la siembra a su estado maduro o ciclo productivo. La siguiente tabla cuenta con datos de biomasa comparativos:

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TABLA A.2.3

BIOMASA EN PLANTACIONES DE CAFÉ SEGÚN: USO DEL SUELO, PERÍODO: 1997 -EN TONELADAS/HECTÁREA-

Uso del suelo Café viejo1 Café tecnificado2 Bosque3 Agricultura Árboles 109,99 28,20 210,71 0,00 Musáceas 0,38 1,72 0,00 0,00 Cafetales 0,10 0,10 0,00 0,00 Veg. Herbácea 0,01 0,07 0,58 0,13 Hojarasca 2,98 2,46 4,28 0,71 Suelos 18,10 15,26 26,95 13,05 Biomasa abajo del suelo 11,04 3,00 21,13 0,01 Total 142,60 50,81 263,65 13,90

Notas: 1. Café con sombra sin manejar (hasta 12 años) 2. Café son sombra manejada de duración de 9 años con podas a los 3, 5 y 7 años. 3. Bosque de más de 20 años de edad

Fuente: Márquez, Lilliam. 1997. La actividad agrícola (cultivos anuales) generalmente conduce a un tenue balance entre la oxidación y la respiración, pues consiste en plantas no leñosas de porte bajo. El carbono fijado subsecuentemente por la fotosíntesis de cultivos anuales es cosechado o convertido a productos animales y removido del sitio. Los residuos orgánicos de plantas y animales escasamente reponen el C perdido en el suelo por la erosión. Por esta razón, para los cultivos que se dan en las clases de suelo III, II y I se supone una productividad de 0 TM/ha/año. Caso similar es el del banano, cultivo semipermanente, en que las condiciones actuales de cultivo, altamente tecnificado, apenas suponen balance entre el crecimiento en C fijado y las emisiones de C asociadas al uso de agroquímicos, erosión, etc.29 A excepción del café, pastos y las plantaciones forestales no se encontraron datos para otras actividades económicas. Es de esperar que cultivos permanentes como la Palma Africana o la naranja tengan una fijación similar al café, mientras que cultivos como la caña presente el caso del banano. Las citadas comprenden las actividades más importantes desde el punto de vista del área dedicada a las mismas. En el Anexo 1 de este trabajo se presentaron las diferentes actividades económicas ordenadas por el área. Para obtener la productividad promedio de fijación de café que se comparará con la de los bosques se asume que la en Costa Rica de los cultivos son de café en su mayoría de café tecnificado. Entonces la biomasa almacenada será igual a 50.8 TM/ha. Esto quiere decir que acumulan Carbono a un ritmo de 2.27 TM/ha/año durante 10 años, suponiendo que el cultivo inició con una biomasa inicial de 10 TM/ha cuando se sembró. Después de los 10 años se ha renovado totalmente el cultivo. Si se distribuye ese crecimiento en 40 años30. La tasa de fijación de C equivalente sería de 0.51 TM/ha/año para café.

29 Ing. Werner Rodríguez, Investigador y Profesor de la Universidad de Costa Rica, Sede Turrialba. Comunicación personal. 30 Supuesto del modelo MPAP plus de la tesis doctoral de Castro 1999.

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Se supone que el pasto como tal, si no se deja para regeneración natural, conservando su condición de pasto, no almacena C, como sucede con los pastos dedicados a ganadería. La fijación en plantaciones forestales, conociendo la fijación total de C y el turno se procede de la misma forma que con el café, esto es aproximando una productividad equivalente de fijación anual en 40 años, partiendo de una biomasa inicial al sembrar de 10 TM/ha.

TABLA A.2.4

FIJACIÓN DE CARBONO PARA DIVERSAS ESPECIES BAJO PLANTACIONES SEGÚN: ESPECIE -EN TONELADAS/HECTÁREA-

1 2 3 4 5 Especie Turno (años) Fijación media

de carbono (t/ha)

Incremento anual en C acumulado

(t/ha/año)

Incremento equiva-lente en 40 años

(t/ha/año) Pinus caribea (pino) 15 59 3.6 1.35 Leucaena sp (Leucaena) 7-8 21-42 3.6 0.66 Casuarina sp (Casuarina) 10 21-55 3.3 0.83 Pinus patula (pino) 20 72 3.4 1.68 Cupressus lusitanica (ciprés) 20 57 2.6 1.30 Acacia nilotica (Acacia) 10-15 12-17 0.8 0.24 Promedio 1.01 Nota: La columna 4 se obtiene de restar (10*0.5) (es el carbono inicial) al dato de columna 3 y dividirlo entre el dato de columna 2. En la columna 5 se divide entre 40 años.

Fuente: FAO. 1994. Se puede obtener la productividad en fijación de C promedio por LCC, dadas las actividades económicas que se desarrollan en cada una de ellas.

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TABLA A.2.5

PRODUCTIVIDAD EN FIJACIÓN DE C PROMEDIO POR LCC -TM/HA/AÑO-

Actividad Area en 1996 Clase de Suelo % Area en su LCC

Productividad en fijac. De C

Bosque manejado 200 000 VII 0,67 5,00 Plantación Forestal 100 000 VII 0,33 1,01 Ganadería de carne 980 000 VI 0,65 0,00 Ganadería doble prop. 520 000 VI 0,35 0,00 Ganadería de leche 500 000 IV 0,78 0,00 Café 108 000 IV 0,17 0,51 Naranja 23 500 IV 0,04 0,51* Mango 7 945 IV 0,01 0,51* Aguacate 614 IV 0,00 0,51* Total clase II 157 592 0,00 Total clase III 80 575 0,00 Total clase IV 640 059 0,11 Total clase V -- 0 Total clase VI 1,500 000 0,00 Total clase VII 300 000 3,67

*Nota: Se aproximó su productividad en fijación de CO2 con los datos del Café.

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ANEXO 3

COMPARACIÓN DE VALORACIÓN DEL TERRENO POR EL MODELO DEL VAN CON COMPRAS REALIZADAS POR EL MINISTERIO DEL

AMBIENTE Y ENERGÍA (MINAE)

Se recopiló una lista de 272 compras realizadas por el MINAE (Procesados a partir de los datos de Compras obtenidos del Depto. Legal del MINAE; ACG y SINAC (F. De Parques Nacionales) durante la década de los noventa. De cada una se obtuvo su localización (en qué Parque Nacional se localiza), la cantidad de hectáreas, el año de la compra, y el monto pagado. El monto pagado se convirtió a colones de 1996 y se pasó a dólares, con los parámetros usados en el Anexo 1. La estimación del valor promedio por clase de suelo se hizo en base a la clase de suelo dominante en el Parque Nacional en que se hicieron las compras. La siguiente tabla compara los resultados obtenidos (columna MINAE) con los datos del modelo VAN del Anexo 1:

TABLA A.3.1

RENTABILIDAD ANUAL POR HECTÁREA PROMEDIO POR TIPO DE SUELO Y POR FUENTE CONSULTADA

Clase de Suelo Al 9% Al 12% VAE (modelo VAN) MINAE VAE (modelo VAN) MINAE

I --- II 1105 1,099 III 829 807 IV 612 381 V 376 141 175 189 VI 220 26 118 35 VII 126 53 137 70 VIII Solo bosque natural 47 Solo bosque natural 62

Los valores del modelo VAN (o NPV por sus siglas en inglés) son un valor por hectárea resultante de promediar rentabilidad de cultivos aptos en dicha clase. No incorporan descuentos por cantidad comprada, ni el efecto del poder monopólico del comprador (monopsonio), que es el caso de las compras del MINAE, y que pueden estar justificando esas diferencias. Al modelo VAN, para la clase VIII se le imputará el valor obtenido para las compras del MINAE, ya que en ningún caso puede ser cero el valor de la tierra, puesto que hoy día es un bien escaso.