Parsons Talcott - Teoría funcional del cambio

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CAPÍTULO l2 '1r ALCOTT lPA.!R§ON3 UNA TEORíA FUNCIONAL DEL CAlYIBIO ')i' Estructura y proceso 1.,<1 materia en general es demasiado vasta para estudiarla e t b' b . '. n un ra aJo reve a menos que nos lImitemos al ll.lvel más elevado de generalidad. Me gustaría, ]0 tanto, concentrar mi atención sobre un solo tipo importan·e d'" b' 1 . . 1 lo L Gnn la en os SOCIa es, que se parece más al proceso de crecimiento de un .Este cambIo s,uele el aumento cuantitativo de la "magnitud" del tema, en el caso SOCIal, por ejemplo mediante el aumento de la pobl t b' , . r aCl n, pero ,I,en ,lmp lea 10 que ,en. un sentido importante es cambio cualüativo o "estruc- .tUl , . El !'.JpO de este ultlmo en que querría concentrarme es el proceso de dife- renclaCIón estructural y el desanolIo simultáneo de modelos. in tegran o unifican las partes diferenciadas. y mecamsmos que de los c.ánones más fundamentales del método científico es que resulta Ím- . todo de una ve.z. Puesto que en la ciencia la base de la gene- lahza;lOn es la dem?straclón de relaciones en el proceso de variación (de en deternnnado sentIdo), debe haber siempre en alguna parte una distin. cIón entre lag rasgos de los fenómenos observados que camb' 1 - h' d t d 1 l' . . lan y os que no cam- lan, en ro . e as lmItaClOnes pertinentes de tiempo y alcance y en los res eetos para los propósitos que se tienen entre manos. Lates e- cIÍlodades Importante ni siquiera podrían identificarse si no Un fondo ,rela¿zvo mmutabie con el cual relacionarlas. Para mI,. el c.oncepto de estructura es una expresión de este punto báSICO. La estructura de un SIstema es el conjunto de pro iedades ?e sus componentes y de sus relaciones y combinaciones que, para P un con. Junto paTucular de propósitos analíticos, pueden tratarse lógica y empíricamente como const:ante.s dentro de límite:¡ definibles. Pero si hay fuertes pruebas empíricas de ,q:ze el consIderar esos elementos para tipos particulares de sistemas es utJl para los tIpOS de variaciones de otros elementos, entonces la es- no es slmplemente un supuesto metodológico arbitrario, sino que los CIados de ella· y de sus limites de estabilidad empírica se convierten en generalIzacIOnes empíricas que son exactameme tan . neralizaciones "dinámicas". lmportantes. como las ge- Por lo tanto, cualquier. sistema ordinario puede describirse, por una parte, como una conjunto de unidades· o componentes que. para los ro ósitos .que l "e trata, tJenen propiedades estables, lo cual, naturalmente ;er -re.' ; y por otra parte, como acontecimientos o procesos en el de los eua- es sucede al " b' 1 "¡;' go , que la a gunas propiedades y algunas relaciones entre ellas. -'-"1 concepto ue establhdad se empleó aquí, e'ílidentemente, como una caractf- , e De on the Theory DI Social Change" por Tal tt P " Ruml SoclOlo<Yy XXVI ( 6) , ,co en t">. 19 1 , num, 3. pp. 219'239. Reproducído COn autorización del autor y del edItor. UNA TEORíA FUNCIONAL DEL CAMBIO rística que deÍine a la estructura. El sentido de dicha palabra, que debe dife- renciarse de estTuctura, es que se la usa para GlTacterÁzai la totalidad de un si::;tem<l, o un subsistema de ese sistema. En. este sentido actual es equiva- lente al concepto más específico de equilibrio estable, el cual, en otra referenCia, puede ser "estático" o estar "en movimiento". Así, pues, un sü:;tem,,_ ee. estable, o . está (relativamente) en equ.ilibrio, cuando la relaCIón ent"ce su cstructma '1 los procesos que tienen lugar en él y entre él y :m ambiente son tales, que reladva- mente no modifican esas propiedades y relaciones, las cuales, para los propósitos que nos ocupan, se han llamado su estrm:tura. .iVIuy generalmente, siempre en 51stemas "djnámicos", este mantenimiento depende de procesos que varían cons- tantemente, que "neutralizan" fuentes endógenas o exógenas de variabilidad que, si fuesen bastante lejos, cambiarían la estructura. Un ejemplo clásico de equilibrio en este sentido es la conservación pOi" los mamÍÍeros y los pájaros de una tempe- ratura del cuerpo casi constante, frente a la variaci..JIl continua de la temperatura del ambiente y mediante mecanismos que funéÍonan ,para producir calor, induso haciendo su pérdida más lenta, o para retardar la velocidad de su producc16n o acelerar su eliminación. Los procesos que actúan para producir cambios estructurales son opuestos a la estabilidad y a los procesos que producen equilibrio, No se discute en ninguna parte que existen tales procesos y que tienen una importancia cien tífica funda- mental. Así, aun en física, mientras la masa del átomo de un elemeilto particular fue el prototipo del punto de referencia. estruuural estable, los descubrimientos de la física nuclear con.temporánea han producido una teoría del cambio por la cual, mediante la fisión, la fusión nuclear, o am.bas, se transforman en otras las estructuras de la "identidad atómica". La razón de la insistencia sobre la impor- tancia de mantener analíticamente distintos los conceptos de estructura y proceso y de estabilidad y cambio, no es la predilección en favor de uno U otro de los términos de cada par, sino en favor de proceder ordenadamente en el anáJisis científico. Tal como ahora ]a veo, la distinción entre los dos pares de conceptos es del nivel de un sistema de referencia. La estructura de un sistema y de su ambiente deben distinguirse de 105 procesos que tienen lugar dentro del sistema y en el intercambio entre el sistema y su ambierrte. Pero ha;; que distinguir los procesos que conservan la estabilidad de un ;;istema, internamente a t.ravés de la estructura y del proceso, y en íntercambio COn su ambiente, es decir, sus estados de equi- librio, de los procesos que modifican este equilibrio entre la estructura y los procesos más "elementales" de tal manera que llevan a un "estado" rruevo y diferente del 3Ístema, que debe deSCribirse como una alteración de su estructura anterior. Sin duda que la distinción es relativa, peTO de una relatividad esencial y ordenada. Lo que yo he venIdo diciendo ES que por lo menos dos perspectivas sistemáticamente relacionadas sobre el problema de la constancia de la variación son esenciales p'lra todo nivel complicado de análisis teórico. Estas consideraciones constituyen la gran estructura sobre la cual me gustaría abordar el análisis del cambio en los sistemas sociales. Me agradaría intentar el estudio de un tipo de cambio en el sentido en que acaba de ser contrastado con la estabilidad y presupondrá, en consecuencia., que hay un sistema o conjunto de sistemas para los que es importante el concepto de equilibrio, pero que se las concibe sufriendo procesos de cambio que, como tales, son procesos que trastornan el estado inicial de equilibrio y después "establecen" un nuevo estado de equi· librio ...

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CAPÍTULO l2

'1r ALCOTT lPA.!R§ON3

UNA TEORíA FUNCIONAL DEL CAlYIBIO ')i'

Estructura y proceso

1.,<1 materia en general es demasiado vasta para estudiarla e t b' b . '. n un ra aJo reve a menos que nos lImitemos al ll.lvel más elevado de generalidad. Me gustaría, po~ ]0 tanto, concentrar mi atención sobre un solo tipo importan·e d'" b' 1 . . 1 lo L Gnn la en os 51~tema5 SOCIa es, ~quel que se parece más al proceso de crecimiento de un ms~o. .Este cambIo s,uele impl~car el aumento cuantitativo de la "magnitud" del tema, en el caso SOCIal, por ejemplo mediante el aumento de la pobl 'ó t b' , . r aCl n, pero a~ ,I,en ,lmp lea 10 que ,en. un sentido importante es cambio cualüativo o "estruc-

.tUl a~ , . El !'.JpO de este ultlmo en que querría concentrarme es el proceso de dife-renclaCIón estructural y el desanolIo simultáneo de modelos. • in tegran o unifican las partes diferenciadas. y mecamsmos que

Un~ de los c.ánones más fundamentales del método científico es que resulta Ím­~o~¡~l: . esti1dl~r1o todo de una ve.z. Puesto que en la ciencia la base de la gene­lahza;lOn es slem~Te la dem?straclón de relaciones en el proceso de variación (de c~mhlo en deternnnado sentIdo), debe haber siempre en alguna parte una distin. cIón entre lag rasgos de los fenómenos observados que camb' 1 -h' d t d 1 l' . . lan y os que no cam-

lan, en ro . e as lmItaClOnes pertinentes de tiempo y alcance y en los res eetos c?~s~derados lmport~nt~5 para los propósitos que se tienen entre manos. Lates e­cIÍlodades del~ .ca~blO Importante ni siquiera podrían identificarse si no hubi~ra Un fondo ,rela¿zvo mmutabie con el cual relacionarlas.

Para mI,. el c.oncepto de estructura es si~plemente una expresión ~re.viada de este punto báSICO. La estructura de un SIstema es el conjunto de pro iedades ?e sus par~es componentes y de sus relaciones y combinaciones que, para Pun con. Junto paTucular de propósitos analíticos, pueden tratarse lógica y empíricamente como const:ante.s dentro de límite:¡ definibles. Pero si hay fuertes pruebas empíricas de ,q:ze el consIderar constan~es esos elementos para tipos particulares de sistemas es utJl para co~prender los tIpOS de variaciones de otros elementos, entonces la es­t~uctl1ra no es slmplemente un supuesto metodológico arbitrario, sino que los enun~ CIados ~ce~ca de ella· y de sus limites de estabilidad empírica se convierten en generalIzacIOnes empíricas que son exactameme tan . neralizaciones "dinámicas". lmportantes. como las ge-

Por lo tanto, cualquier. sistema ordinario puede describirse, por una parte, como una eSlr~ctura, u~ conjunto de unidades· o componentes que. para los ro ósitos ~e .que

l "e trata, tJenen propiedades estables, lo cual, naturalmente pue~e ;er -re.'

l acl~na ; y por otra parte, como acontecimientos o procesos en el c~rso de los eua-es sucede al " b' 1

"¡;' go , que ca~. la a gunas propiedades y algunas relaciones entre ellas. -'-"1 concepto ue establhdad se empleó aquí, e'ílidentemente, como una caractf-

, e De t'~ome Co~siderations on the Theory DI Social Change" por Tal tt P " Ruml SoclOlo<Yy XXVI ( 6) , ,co ar~ons, en

t">. ,~ 19 1 , num, 3. pp. 219'239. Reproducído COn autorización del autor y del edItor.

UNA TEORíA FUNCIONAL DEL CAMBIO

rística que deÍine a la estructura. El sentido de dicha palabra, que debe dife­renciarse de estTuctura, es ~n que se la usa para GlTacterÁzai la totalidad de un si::;tem<l, o un subsistema de ese sistema. En. este sentido actual es equiva­lente al concepto más específico de equilibrio estable, el cual, en otra referenCia, puede ser "estático" o estar "en movimiento". Así, pues, un sü:;tem,,_ ee. estable, o

. está (relativamente) en equ.ilibrio, cuando la relaCIón ent"ce su cstructma '1 los procesos que tienen lugar en él y entre él y :m ambiente son tales, que reladva­mente no modifican esas propiedades y relaciones, las cuales, para los propósitos que nos ocupan, se han llamado su estrm:tura. .iVIuy generalmente, siempre en 51stemas "djnámicos", este mantenimiento depende de procesos que varían cons­tantemente, que "neutralizan" fuentes endógenas o exógenas de variabilidad que, si fuesen bastante lejos, cambiarían la estructura. Un ejemplo clásico de equilibrio en este sentido es la conservación pOi" los mamÍÍeros y los pájaros de una tempe­ratura del cuerpo casi constante, frente a la variaci..JIl continua de la temperatura del ambiente y mediante mecanismos que funéÍonan ,para producir calor, induso haciendo su pérdida más lenta, o para retardar la velocidad de su producc16n o acelerar su eliminación.

Los procesos que actúan para producir cambios estructurales son opuestos a la estabilidad y a los procesos que producen equilibrio, No se discute en ninguna parte que existen tales procesos y que tienen una importancia cien tífica funda­mental. Así, aun en física, mientras la masa del átomo de un elemeilto particular fue el prototipo del punto de referencia. estruuural estable, los descubrimientos de la física nuclear con.temporánea han producido una teoría del cambio por la cual, mediante la fisión, la fusión nuclear, o am.bas, se transforman en otras las estructuras de la "identidad atómica". La razón de la insistencia sobre la impor­tancia de mantener analíticamente distintos los conceptos de estructura y proceso y de estabilidad y cambio, no es la predilección en favor de uno U otro de los términos de cada par, sino en favor de proceder ordenadamente en el anáJisis científico.

Tal como ahora ]a veo, la distinción entre los dos pares de conceptos es del nivel de un sistema de referencia. La estructura de un sistema y de su ambiente deben distinguirse de 105 procesos que tienen lugar dentro del sistema y en el intercambio entre el sistema y su ambierrte. Pero ha;; que distinguir los procesos que conservan la estabilidad de un ;;istema, internamente a t.ravés de la estructura y del proceso, y en íntercambio COn su ambiente, es decir, sus estados de equi­librio, de los procesos que modifican este equilibrio entre la estructura y los procesos más "elementales" de tal manera que llevan a un "estado" rruevo y diferente del 3Ístema, que debe deSCribirse como una alteración de su estructura anterior. Sin duda que la distinción es relativa, peTO de una relatividad esencial y ordenada. Lo que yo he venIdo diciendo ES que por lo menos dos perspectivas sistemáticamente relacionadas sobre el problema de la constancia de la variación son esenciales p'lra todo nivel complicado de análisis teórico.

Estas consideraciones constituyen la gran estructura sobre la cual me gustaría abordar el análisis del cambio en los sistemas sociales. Me agradaría intentar el estudio de un tipo de cambio en el sentido en que acaba de ser contrastado con la estabilidad y presupondrá, en consecuencia., que hay un sistema o conjunto de sistemas para los que es importante el concepto de equilibrio, pero que se las concibe sufriendo procesos de cambio que, como tales, son procesos que trastornan el estado inicial de equilibrio y después "establecen" un nuevo estado de equi· librio ...

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86 FUENTES Y TIPOS DE LOS CAMBIOS

Empecem05 por la cuestión de la estructUl."a de los si;¡temas sociales y exponga­mos una consideración de forma y otra de esencia. La de forma es que la estruc­tUTa de todo sistema empirico puede considerarse que comiste el1~ 1) unidades, COillQ la particula o la célula, y 2) relaciones qUe siguen un modelo entre las unidades, tales como cli::.¡¡:andas relativas, y la "organización" en tejidos 'Y órganos. PaTa los sistemas sociales la unidad mínima es el papel del actor individual parti­cipante (o el papel-posición, si Se prefiere), y la relación mínima es la de inter­acciones :recíprocas reguladás según las cuales c<lda participante Íunciona como un actor en :relación con les demás (u orientándolos), y, a la inversa, cada uno de eUos es objeto para todos los otros. Las unidades de orden superior de los sis­temas sociales son las colectividades, esto es, sistemas de acción organizados de la representación del papel de pluralidades de individuos humanos. Quizás esté bien hablar de unidades en uno u otro nivel. como unidades de orientación cuando se les trata corno actores, y como unidades de modalidad cuando se les trata como objetos.1

En la estructura social el elemento "relación regulada" es claramente, en parte, "normativo". Esto, quiere decir que, desde el pumo de vista de la unidad, como prende un conjunto de "expectativas" en' cuanto a su conducta sobre el eje de lo que es o no es adecuado, apropiado o justo. Desde el punto de vista de otras unidades con las que está en interacción la unidad de referencia, ésta es' una serie de normas de acuerdo con las cuales pueden legitimarse sanciones positivas o ne­gativas. Correspondiente a la distinción entre papel y colectividad para el caso de unidades, es la diatincÍón entre norma y valor para el del tipo de relación. Un valor es un patrón 'normativo que define la conducta deseable para un sistema en relación con su ambiente, sin diferenciación en cuanto a las funciones de las unidades o ;l" sus situaciones particulares. Por otra parte. una norma es patrón que define la conducta deseable para una unidad o clase de unidades en res­pectos específicos para ella, y diferenciada de las obligaciones de otras cIases.

La aseveración de que los tipos de relación de los sistemas sociales son nonna­tivos, lo cual quiere decir que consisten en cultura nonnati'iJa institucionalizada, puede, de hecho, ampliarse también a la estructura de las unidades. Una manera de ada.rar esto es advertir que lo que en Un nivel de referencia es una unidad en otro es un sistema. Lo que venimo~ llamando propiedades esÜ·uctuTaJes de la unidad son, pues, en el siguiente nivel, los tipos de relación que ordenan las relaciones entre las que a su vez son las subunidades que la forman. Por 10 tanto, está justificado decir, en la perspectiva más amplia, que la estructura de los sistemas sociales' consiste en general de tipos insl:ituciQnalizados de cultura nor­mativa. Es, desde luego, esencial que debe entenderse que se aplican en los dos niveles distintos de organización, que llamamos el de las unidades y el del modelo relacional entre unidades. "

Volviendo ahora al paradigma del sistema estable estudiado arriba, el proceso en un sistema debe concebirse como un pmceso de intercambio de inversión y producción entre unidade:> (subsistemas) del :;istema, por una parte, y entre el sistema. mediante la acción de sus unidades. y su ambiente,' por otra. Hay, pues, una "corrieníe" de inversiones V producciones. entre todos los pares de clases de unidades, ya sea interna o e!rte:rna la relación. El que yo llamo modelo nonna­tivo, que gobierna las relaciones, debe concebirse come ref;lllador de esa corriente.

J. Ésta es la terminología empleada Cill "Patccm Variabiea Revisited", en American Sociological Ref!iewJ XXV (19&), 4Ó¡-4fl3-

I f i r i

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para que vaya ade1?nte el intercambio estable tiene que haber, por una paTte, flexibilidad para se ml1evan inversiones y producciones, pero tiene q~e ~?be:r también manera "canalizar" ese proceso a [in. de" mantener su 'IanabdIdad d"entro de limites. \

Un caso protodpico es la corriente de transacciones que implican el Í.ntercam­bw de cosas de "valor", a saber, bienes, servicios y dinero} que constItuye Un

proceso de mercado, Por otra parte, Jos modelos normativos son los m~delos instltucionales que definen el dinero, las normas del cont!·~t~ y los as~ecLos de la propiedad distintos del dinero, concebidos como los conCIbIÓ Durkhelffi ,e.n :a lamosa frase sobre los elementos no contractuales del contT~to, El ~qmhbno de un sistema de mercado depende del mantenimiento de límItes, relatIVOS a un conjuI1lo de condiciones definibles, a la fluctuación de las velocidades de taleS corrientes. La estabilidad de la estructura del sistema de mercado en el preSCnlé sentido es, por otra parte, cuestión de la estabilidad del sistema. de modelos nor-mativos, de las instituciones. .

¿Qué .entendemos, pues, por estabilidad de un complejo instituciona,li' En. pn­mee lugar, desde luego, entendemos la estabilidad del modelo normatIVO mIsmo. La sola palabra "nOTilla", en especial si se la hace. equ~valcnte dt: "regla", pr~ba­blemente es demasiado estrecha, porque parece Jmphcar un mvel de sellCl]]ez que pCTm)te la descripción en una sola frase; esto, manifiestamente, no SerJd cierto de las instituciones de la propiedad o del contrato. En segundo lugar, la estabilidad implica un nivel mínimo de actuación de las uni~ades pa:ticipantes, es decir, de propensión a actuar de acuerdo con las expectat1v~s pertme~t~s -y 110 a evadirlas o violarlas- y a aplicar las sandont'S correspondlen~es, pOSltIV~S o negativas, a otras unidades como respuesta a la ejecución. la evaSIón o la vlOl~­dón. En tercer lugar, Ja institucionalización implica la ~ceptación de ~na "def1-nidón de la situación" empírica y mutuamente entendIda. en el se~tldo de ]a comprensión de 10 que es el sistema .de re~erencia;2 es~e pue.de, p~r eJemplo. ser ideológicamente falseado para .hac~r" lm'po~l~le el f?nClOnamlento;. .

Finalmente, la institUCIonalIzacIón slgmÍlca algun orden de mtegraclón del complejo normativo en cuestión en el complejo mas general que gobierna a todo el sistema, en el nivel nonnativo mismo. Así, pues, la teoría de. l/separados pero iguales" resultó estar dudosamente integrada con el resto del SIstema nor~;.ame. rkano de derechos cOl1sti tucionales formulados sobre la base del derecho a Igual protección de las leyes". Puede decirse, pues, q~e la se~:en~ia .dad.a en 1954 por la 8uFt-ema Corte de Justicia fue un paso en la IlltegraclOn ll:'Stltuclonal, o por lo menos que fue éste el prímordial problema que afrontó el tnbunal.

Fuentes de cambio endógenas y exógenas

.El mncepto de equilibrio estable supone que, mediante mecanismos integrada­res, se mantienen las variaciones endógenas dentro de límites compatible~ con la,

.2 Esta definición es normativa para las unidades actuantes pero existencial paral Jos observadores. Aqní se coloca al actor en el papel de observador de su propia situa-ciÓn de acción, es decir, se le trata como potencialmente "racionaj". .

3 Así, pues, p()rece plausible sugerir. que quizás. la flJ.ent.e mas. grave de cú~f]¡((o actualmente en las Naciones Unidas estrIba en la diferenCIa IdeoI6glca entre OCCldenrc }' las potencias comunistas en cuanto a lo que en realidad son las. Naciones . Unid~s .y el' sistema de orden internacional de que son guardianas. Las conSIgnas de ImpenaJ¡srnc-'

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conservación de los principales tipos estructurales, y que, mediante mecanismos adaptativos, Be mantienen tambjén dentro de ciertos .límites las fluctuaciones en las relaciones entr<~ el sistema '1 el ambiente. Si miramos a. lo que se entjencle por equilibrio estable desde la perspectiva del principio de la inercia,4- se con· vierte en un problema explicar las alteraciones de esa situación estable mediante perturbaciones de magnitud suficiente para vencer a las fuerzas o mecanismos estabilizadores o equilibradOTes. U na vez presente una perturbación que s:ltisíag::J esos criterios, el pl"Oblema está en rastrear sus efectos a -través del sistema '1 en definir las condiciones en que pueden preverse nuevas simaciones estables (o explicarse, retrospectivamente) .

Los cambios pueden ser en principio endógenos o exógenos, o ambas cosas, pero al abordar el problema es esencial tener presente que aquí trato del concepto de "sistema social" en estricto sentido analítico. Por lo tanto, hay que clasificar como exógenos los cambios originados en las personalidades de los :Individuos del sistema social, en los organismos de la conducta "subyacentes" en aquellos, o en el sistema cultural como tal, en tanto gue el sentido común creería que sólo el ambiente físico (incluidos otros organismos y sociedades) y quizás lo "sobrena­tural", son verdaderamente exógenos.

El paradigma formal púa el análisis del sistema general de acción que yo y algunos colaboradores hemos venido empleando sugeriria, en primer lugar, que los canales inmediatamente más importantes de influencia exógena sobre el siso tema social son los sistemas de cultura y de personalidad, y también que son diferen­tes los modos de su influencia, La influencia directa del sistema cultural, a su ve'1, implica en primera instancia conocimiento empírico, de donde nos nevaría al campo de la sociolog'ia del sabe1- en aquella zona, Aunque esto es muy impar. tante, las limitaciones de espacio no me permiten tratarlo _ aquí, sino que me limitaré a los confines respecto de la personalidad.

Pero hay una doble razón para que los confines del sistema social en relación con la personalidad sean particularmente importantes, En su sentido más directo, les concierne la "motivación" del individuo, en un sentido pEicológico analitico, y en consecuencia su grado de ¡'satisfacción" o su negación, es decir, su frustración. Pero indiTectamenteo el punto más decisi-vo e" aquello que estructuralmente es

-el componente .más decisivo de los sistemas sociales, lo -que llamamos sus valores institucionalizados, se institucionaliza mediante su interiorización en la persona· lidad del individuo. Hay un sentido en el que el sIstema social está "encajonado" entre la situación cultural de los valores y su importancia para' la integración de la personalidad individual,

El problema de analizar la variabilidad independiente que puede existir entre valores, cultmales y personalidades cae fuera del campo de este trabajo; puede presumirse que problemas como los de 1a innovación carismática caen dentro de ese rubro por lo menos en parte. Dada la estabilidad relativa de esta conexión,

y c.olonialismo formulan la opinión comunista sobre todo 10 que no está bajo su control más o menos directo. Si es ¿Su! el "diagnóstico", está perfectamente daro que la orga­nilación actual "no cumple su cometido".

-! Se emplea aquí el concepto de inercia en el sentido de la mecánica clásica. a saber, paTa designar la estabilidad en la velocidad y la dilección del proceso, no como un estado en el que "no ocurre nada", El problema, pues, es explicaT el cambio en \'elocidad y dirección, incluido el "retardo". Esto, desde ,Juego, va contra gran parte de lo que cree el sentido comun en el campo de la acción humana.

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odemos, empero, sugerir que habrá en la personalidad dd indi,:,idu.o típico lo ~ue puede llamarse una integración de valore:.> "'J de actuaciones mOl!'1aclOnales que, para fines heurísticos, p~ede suponerse que, s~n .e,stables, y que'".a. su. ve:!:" esto puede suponerse que deuI>e el elemento ?rz~n.~acwn del pap;l e .... !gldo. ,exp~cta­Livas de las clases adecuadas de actOTes mdlvIduales. Ademas, esto sena. Cle~to ya se analice toda una sociedad o un subsistema de ella. Esté. supuesto llnph~a chramente que, p<l:ca los propósitos de analizar el proceso par:Icu~ar ?el c.amblO en cuestión, se supond:tá que permanecen constantes los valores mstltllcIOnahzad?s.

Supongo asirnis~o que la estructura de tipos normativos q:,e define la~ rela.c,lC' nes de la dase de unidades actuantes e:x_aminadas. con los ob]e~os de su, SltUd.:lOl1,

también está dada, inicialmente, pero que ésta es nuestra primer v(ln~ble mdc­pendiente; es decir, que el problema es explicar los procesos de c~mblO en esta estrucmra -nofmativ<l, en las instituciones. Esto señ<lla las modalIdades d~ los objetos como el foco de jni~iación de~ cambio. En. consecuenci~, postu~,~r~. ~n cambio en la relación de un SIstema socral con su ambiente que de~de el PdnclptO ~hoca con la definición de la situación para una o más clases de u.nidades ac.tuan. tes dentro del sistema, y después tiene repercusiones que pueden e],ercer pTesló~. :l favor del cambio sobre los tipos institucionales normativos. El tIpo de prcs!Oll en que pienso especialmente es el sentido de la diferenciación.

Un modelo de diferenciación

Teniendo presentes estos preliminares, intentemos ahora esbozar en términos o-enerales los pasos principales de un ciclo de diferenciación, y aplicar después ~l análisis al -caso de la diferenciación entre la colectividad familiar y la pro-

ductora. Podemos empezar postulando un déficit de inversión en el ambito. de la. con·

secución de una meta del sistema social del que se postula que esta sufrIendo un proceso de diferenciación; por ejemplo, el ho?,ar fami~iar que tambié~ realiza funciones "ocupacionales". Desde un punto de VIsta funCIOnal, .puede ~ec1fse que la "frustración" de su capacidad para alcanzar sus melas, o realIzar sus esperanzas,

uede concentrarse en uno u otro de los niveles funcionales importantes para ~lla, a saber, su eficacia productiva y su eficacia para, h~cer. las que des~~é5 se convierten en funciones familiares "residuales" de sOClahzaoón y regulaoon de las peIsonalidade~ de sus individuos, 0, naturalmente, un,a ~ombinació,n de ambas cosas, En segundo lugar, interesará, desde luego, el ~lImte entre este, ~ otros subsistemas de la sociedad. En este caso, los concepto:'. Importantes de lImIte son los mercados de mercancías y de trabajo y las "justificaciones", ideológica.5 de. la sitLlación de la unidad en la sociedad, que pueden tomar o no una direcCIón prominentemente religiosa. Pero en la base de esto se :ncuentra .el problema, de la inversión de la personalidad del individuo en el SIstema SOCIal, en el, nIvel más general; en el presente caso esto probablemente será partkularment~ Impor-­tante, porque los _papeles familiares y ocu-paci~nales son, par~ la personah~ad del adulto, 105 focos más importantes de dedH:aclOn al desempeno de la funCIÓn .so. cial. En tercer lugar, habrá algún equilibrio entre los dos factores de frustraCIón que acaban de mencionarse, es decir, respecto de los componentes c~ndicionales de servicios y recompensas, y respecto de los componentes no!:~~tIvo~ d.e 10s sistemas de expectativas. Estos últimos componentes son la condlClón mdlspen. sable de los procesos que llevan a la diferenciación.

La complicación que suponen estas tres distinciones quizás parezca formidable,

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pero puede decirse que la dificultad no es tan grave como parece_ La última es la más decisiva, a causa de la importancia de un componente normativo. La diferencia entre las otras dos concierne a la que hay entre fuentes endógenas y exógenas de cambio para el sistema en cuestión; las personalidades con papeles en el sistema social particular ,de referencia operan directamente sobre dicho siso tema, no mediante sus intercambios de confines con otros sistemas sociales.

El punto más importante que hay que tratar aquí es que, cualquiera que sea su fuenteJ si una perturbación Ghoca con el subsistema de consecución de metas de un sistema social, sus efectos, desde luego, se propagarán en dos direcciones. Una de ellas concierne al problema funcional del acceso a servicios para el des-­empeño de funciones primarias, es decir, a la clase de, servicios de que se dispone y a las condiciones en que puede disponerse de ellos. La otra dirección afecta a la clase de apoyo integrador que la unidad recibe dentro del sistema, a los sen­tidos en que puede decirse que se tiene un "mandato" para "hacer una tarea'·. A su vez, detrás de eso, y en un nivel de control todavía más alto, está la "legi­timación" fundamental de su funcionamiento. Aquí el apoyo puede definirse como particularizado para la unidad específica o paTa la clase específica de uni­dades. Por otra parte, la legitimación concierne más a las funciones que a la unidad particular y a los tipos normativos más que a los operativos.

Esos tres problemas encajan en una jerarquía de control. El primero es un problema adaptativo y debe resolverse el primero si han de ponerse las bases para solución de los otros, y sucesivamente para los demás. Lo que en este caso se entiende por "solución" es ofrecimiento de oportunidades eñ el sentido de servicios para alcanzar el nivel más alto de la actuación en cuestión. La opor­tunidad así concebida tiene siempre dos finalidades, pues por una parte tiene un aspecto de recurso concreto, y por otra un aspecto de "mecanismo" o tipo nor. ma tivamente con trolado.

Debiera tratarse aquí otro concepto sociológico familiar, a saber, la "atribu­ción", La atribución es esencialmente la fusidn en la misma unidad estructural de funciones intrínsecamente independientes. Vista de este modo, la diferencia­ción es un proceso de "emancipación" de lazos atributivos, y en cuanto tal, es un proceso pan "liberarse de" ciertas restricciones. Pero es también un proceso para acomodarse dentro de un orden nonnativo que puede someter las' unidades ahora independientes a un tipo de control normativo compatible con el imperativo funcional del sistema mayor del cual forman parte, Pero al diferenciarse, la uni. dad gana ciertos gTados de libertad de elección y de acciqn que no estaban abier­_ tos a ella antes de haberse realizado el proceso de diferenciación. Además, este sería el caso, .sea cualquiera el lado de la dil'isión que se tome como pumo de referencia. .

El anversd de esta emancipación de la adscripción a una fuente de ingreso rela­li"ame~t~ particula.rizada~ es la libertad de ofrecer una vat-iedad mucho mayor de S:rvlClOS a cambIO de mgresos. La fuerza de trabajo, por ejemplo, puede dife­renCIarse mucho más y puede encontrar empleo una diversidad mayor de talentos especializados. Se introduce, desde luego, un nuevo conjunto de condiciones, por­que ~os talentos esp~dali2ados ~;is. importantes implican con frecuencia requisitos prevIOS de preparaCIón y expenenCIa que no pueden darse por supuestos en Lodos los casos. -

Estos d~s. son los factores ~-e1ati'Vaíilente "condicionales" desde el punto de vista de la famlha. Podemos deCir que ésta no puede pennitirse dejar que se realice

Gr-.-A TEORíA FUNCIONAL DEL CAMBIO

el proceso de diferenciación a menos que sean garantizados, o por 10 menos muy probables, ciertos -mínimos en esos respectos. A su vez, las probabilidades de­penden d,e oti'a~ .dos 5eries de c~nsideraciones que implican el si.stema. de rela­ciones mas ram!flCado en que Llene lugar el proceso. Son cOllSld.eraClOl1eS, en primer lugar, sobre la naturaleza del mercado de trabajo en que el perceptor del ingI-eso tiene que ~ireccr sus servicios, y ante todo, sobre el grado en que es protegido contra las presiones para que acepte condiciones particularmente des· ,·entajosas. Son tres los mecanismos principales que actúan en los mercados mo­dernos de tra1):1 jo en el njyel operativo, si bien otros. pueden operar de o tras maneras. Dichos mecanismos son, desde luego, la competencia entre les posibles patronos, las medidas antoprotectoras de lo-s grupos de empleados, por -ejemplo mediante la contratación colectiva, y la creación e imposición por las autoridades "superiores", es decir, por organismos públicos, de un orden normativo. El efecto de la reglamen tación de las condiciones mediante una combinación de' esos fac­tOres es emancipar a la unidad de sufrir presiones particulares ejercidas por una fuente de ofeIta, es decir, de ingresos. A través de medios como los mecanismos monetarios y 105 instrumentos de crédito, hay también prórrogas o -ampliaciones de plazos en las que el trabajador se libra de las presiones de la inmediatez en una medida que puede no conocer nunca el propietario.

Volvámonos ahora a la segunda situación: el apoyo para la ejecución de la fun­ción. Éste es el tipo de situación en que se considera a la agTicultura como "un modo de vida" y no como un "negocio", El empleo típicamente ocupacional está justificado por el más. elevado nivel de eficacia de esa organización paTa producir Uil nivel de vida más alto, pero esto puede ser problemático cuando implica dejar de ser "independiente" y de "trabajar por su cuenta" y no para un pa­trono. Por el otro lado está el problema de la "pérdida de función" de la fami­lia, con Ja implicaci6n de que la familia diferenciada no "hace un trabajo que valga la pena", sino que se convierta en una unidad de consumo solamente, cues­tión que llega a su punto culminante en la SUptlesta concentración del papel femenino en las actividades del "ocio". Podemos seguir hasta el fin esta situa­ción en relación con el problema _de los grados de libertad, teniendo cuidado de distinguir los dos ni"e]es que más arriba llamamos apoyo y legitimación.

El problema en relación con el cual cito la circunstancia del apoyo es la­situación de la familia en la "opinión pública" localmente importante. El apol'o de esta unidad se atTibuye al concepto de que una situación aceptable en la co­munidad está ligada a la propiedad de una empresa, con todas sus connotaciones. ;}cerca dd lugar de la propiedad: que el individuo empleado en cierto sentido es un ciudadano de segunda clase. De ahi parece seguirse que, así como en el con­texto de los servicios disponibles para diferenciar unidades la estructura de _ refe­rencia pertinente o "grupo de referencia", era el mercado, tanto de trabajo como de bienes de consumo, en el contexto del "apóyo" lo es la comunidad local, ya que tanto la unidad residential como ia unidad empleadora pa~'a el adulto típico deben estar comprendidas en aquella. En el caso indiferenciado, la estructura nuclear de la comunidad local en los Estados Unidos consiste en la unidad de parentesco de los propietarios, desde luego familias de agricultores; pero el mismo ripo estructural se extiende a los pequeños negocios y al ejercicio profesional en J;¡s poblaciones comerciales. En el caso diferenciado lo son las unidades residen­ciales de parentesco por una parte, y las organiLacionc3 empleadoras por la oc,ac

Como las "metas" fundamentales de las unidades residenciales de parentesco en

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FUENT.ES y TIPOS DE LOS CAMBIOS

cuan:~ tales san de. la naturaleza del caso atribuido. a saber, la socializadón de los n.mos y el manejo de las peIsonalid~de~ de los individuos, la comunidad' gana en este respe~to un nu:vo ~argen de lIbertad extraordinariamente importante en los. nuevos ~llveles y dlve~sld~des del l~gro "productivo", en el sentido amplio arr.lba menClonado, orgam:zaclOnes de lllveles superiores que pueden realizar las um~~des ?~ parentesco ! están más allá de las capacidades de éstas. La unidad famlhar tlpu:a ;:~ necesIta ya ?uscar unidades de su :propio tipo de cstmctura para esos benei:1~lOS: permanecIendo así dentro de lot¡ límites impuestos por .su estruct~Ta.) y .10s mdlvlduos de la comunidad pueden sustentar las funciones de la comumdad tant? en la esfera familiar como en la productiva, sin necesidad de hacer una condIcIón de su adscripción a cada una de ellas. . Pe:o esto sólo e~ posible si hay ~ormas que. regulen las condiciones en que se relaclOn~n entre SI las dos. categorras. de funclOnes. Esro, en parte, concierne a las relacIOnes de mercado; pero también están implicadas otras muchas cosas' tales COID~ las obligad;mes ~e contribuir al apoyo de los intereses generales de ia ca. mUnIdad, ya medIante Impuestos, ya mediante apo1:'laciones voluntarias. Tiene que ~laber una n~eva serie de "reglas del juego" con arreglo a las cuales los dos con­~untos de. umdades operantes puedan vivir en la misma comunidad sin fricciones mnecesarias. Un foco importante de esas instituciones equilibradoras está en el, campo de la est~atjficación, sobre todo quizás porque la -ílTganizadón en mayor escala de las umdade: de producción en el sentido diferenciado hace imposible conserv~: la. base de Igualdad de las unidades de parentesco de una comunidad de famllIas labradoras.

Esto n?s ll~va al pr?lJlem~ .de la legitimación que concierne a las justificaciones o a la d1SCll510~ del tIpo baslco de organización de funciones socialmente imp-or­tantes en relacIón co~ los valores institucionalizados del sistema. AquÍ) el pro­blema. es~á en, emancIpar las fórmulas de legitimación de las particularidades orga~:zaclOnales de la situación menos diferenciada. Estas consideraciones entran mamflestamente er: la esfera í?col?gica. Para legitimar la diferenciación no hay que creer. ya .que solo los propletanos son en realidad gente "responsable", o que las o:g~mzaclO~es que no son controladas por unidades de parentesco localmente prestIgIosas s~ Interesan sÓlo necesariamente por sus propios intereses y en reali. dad !la ;:ontnbuyen con nada. Por el otro lado, la familia que tiene "funciones perdIdas puede ser realmente u-,:!a "buena familia".

Quizás el ·foco más importante de esta nueva legitima~ión es el nuevo con-, cep:o de! hombre adecuado, socialmente deseable, particularmente en cuanto or­gamzado ~:erca del equilibrio de las dos esferas diferenciadas de ejecución y de r~spon~abl1Jdad, en su pap:l owpacional por una parte y en su faroília por otra. S! <'!s este e~ caso, hay; eVidentemente, problemas simultáneos de cambio extre. madamente Importa~:es e~ el .papel, ~emenino, cuya primera etapa concierne pro­bablemente ~ la legItImaCIón IdeológIca de una femineidad más diíerendada que antes, es de. en, que a~n en Ul:a fan:i1:ia que ha perdido su función está justificado que ]~ m?Jer .se d~dlque ptImordIalmente al marido y a los hijos. Una etapa post:rlor lmph~a dIferentes fonnas de participación en la comunidád y de inter­venCIón ocupaCIonal.

Estos tres parecen ser los principales contextos en que ha de operar el efecto direc.to del .impulso hada el cambio estructural, para que se produzca el resultado de dIferenC1élr una estructura anteriormente fusionada. Para no omitir nada ten­?rí~os que mencionar aquí que habrá algunas otras zonas de problema; más mdJTectos. Uno de ellos es el de la meTa satisfacción de Jos gustos de consumo

UNA TEORíA FUNCIONAL DEL CAMBIO 93

que supone un cambio en el nivel de vida, y su relación con la aportación ocupa­éional de quien percibe- ingreso. El segundo es el problema de la relación de valores, en diferentes niveles. de especificación, no sólo C<Jn los problemas más inmediatos de la legitimación de las d4ferentes clases de unidades estructurales

.de! sistema, sino con los de las nonnas y tipos m~s generales que regulan sus rdadones. Por último, el más indirecto de todos parece estar en el campo de la que Durkheim llamó solidaridad orgánica. Interpreto esto en el sentido de la re­gulación normativa de los procesos y mecanismos de la adaptación. Tal como yo lo veo, éste es el primer enlace entre 10 que yo llamé apoyo, por una parte, "Y el juego realista de "intereses" de las diferentes unidades, por otra.

El estudio que precede trat6, con excesiva celeridad, de los diferentes contextos "funcionales" en que ha de operarse algún tipo de reordenación si ha de reali· zarse un proceso de diferenciación, tal como éste fue definido, y estabilizarse la e.structura nueva. Es esencial para la conCepción presente que en cad~ 'uno de ellos esté implícito un complicado equilibrio de relaciones de invex:sión-producción, de suerte que una inclinación demasiado grande es una u otra dirección respec­to de dicho equilibrio constit.uiría la diferencia entre el éxito de la diferenciación y sU fracaso. Pero la lamentable complicación del cuadro resultante resulta miti· gada un tanto por consideracionés sobre. la jerarquía de control y, en consecuen­cia, sobre el hecho de que el establecimiento firme de los modelos "adecuados" en los niveles más altos puede hacer posible el controlar márgenes bastante amplios de variaciones en los más bajos.

Consecu.encias de la diferenciación

... Para terminar, me gustaría tratar de resumir algunas de las condiciones pri­marias de la diferenciación lograda que constituyen también en cierto sentido caracterizaciones del resultado en los respectos pertinentes. En primer lugar está el que llamé factor de oportunidad. Éste es el aspecto de la estructura de la situación más directamente importante para el proceso de diferenciación en cuan· to tal. El funcion~miento del proceso presupone, desde luego, el factor necesidad o demanda, fuente de perturbaciones a que se hizo referencia arriba. La realiza­ción del proceso de diferenciación implica, a su vez, un factor directivo en el que algún individuo o grupo asuma la responsabilidad no sólo de la "administración" rutinaria, sino de la reorganización. El empresario del estudio económico normal es un ejemplo prototípico.

Mas para que haya verdadera diferenciación debe haber un proceso por el cual servidos, adscritos anteriormente a unidades menos diEerenciadas, queden libres de esa adscripción y disponibles, mediante mecanismos adaptativos adecuados, para ser utilizados por ]a nueva clase de unidades de orden superior que aparecen. El prototipo de esos servicios para el. proceso examinado arriba son los servicios de trabajo, liberados de la adscripción a la unidad familiar, pero a disposición de la organización empresaria institucionalmente regulada de acuerdo con el sistema de mercado y la institucionalización del contrato de trabajo. El complemento es, na­turalmente, el acceso, para las unidades familiares restantes, a los servicios necesa­rios mediante la inversión de dinero en los mercados de artículos de consumo. Visto en términos estructurales, el facto!' oportunidad es esencialmente la posibi­lidad de institucionalizar el acceso mutuo a servicios, en este caso mediante los mecanismos del mercado. En otro tipo de casos. por ejemplo, pueden ser los me, canismos de comunicación.

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9-} FUENTES Y TIPOS DE LOS CAMBIOS

El segundo contexto importante de la reorganización estnlCtural concierne al modo en que las dos clases nuevas y diferenciadas de unidades se relacionan entre sí en el sistema mis amplio, en primer lug'ar desde el punto de vista de la estruc, tura de .las L.oleeti~idadc~. He ¡ndie,arlo, ,para el caso de la. familia productora, que lo que ImplLt.a pmnordla]ruente é':) la reestructuración de la comunidad local, la cual no puede ser ya un agregado de- unidades de parentesco de propietarios, su­plementadas ú!l.icamente con unas pocas estructuras qu~ las articulan con la socie­dad más amplia, sino que llega a organizarse en tomo de las relaciones entre uni­dades "residenciales" y unidades "empresarias". Es ev{dcme que esto supon,,: la articulación de los papeles difertmciados más importantes def mismo individuo, que es, _ élnte todo, el varón adulto típico.

Puede llamarse a esto la reestrw::turaci6n de los modos en que la unidad, la co­lectividad y el papel _particulares quedan incluidos en estructuras de colectividad de moen superior, de 1<l. sociedad. Como en la naturaleza del caso toda uni­dad de colectividad inicial (o -toda unidad de papel o hmóón) fOlTIla parte de Ulla sociedad, no se di~cmc si haya de inc1uil'se {) no; por ejemplo, el caso de aDsorción ,de &'upos de pareIltesco inmigr<J.Dtes en una sociedad huésped es un problema di­{erente del que a1101-a exam.inamos. El asunto es, más bien, Que debe haber una recctruct1xraóOil ele las colectividades en' el njvel inmediatamtl;te superior al dt: la -:ll1idad inicial, bien .con la incOl'poraci6r:- de la. unidad vieja (o "residual") y de la Jl.ueva en '-'IlQ umoad de orden supenor ya disponible, o bien con la creación de una categoría nUCVéi de tales unida-des, o de ambas maneras. El punto esencial es qtle hay que crear una estructm-a nueva de coteeti"Jidad dentro de la cual IN dos tipos de unidades cesempeñen funciones esenciales y en nombre de la cual bs dos puedan comi~guir la dase de "apoyo" que e5tudiamos arriba. El problema es, desde luego, particularmente agudo para la unidad o dase de unidades l'~cién apaTecida.

El t..':rcer conte:xJo en que tienen que reoT[5'anizarse componentes rle estructura norillativo$ LOillO parte de un proceso de diferenciación és el de los complejo:> más geneTale.'l de n.OTrJlas in.stitucionalizada~ que se aplican no a una sola est~c­t.L::ra de colectividad sino a muchas. Aquí, el prototipD de sistemas sociales -e!l g'1'an eSC<lla y muy difen~nclado~ es el sistema de normas jurídicas, pero ne se limita :l eso. También están wmpreildid<1s n.ormas de ejecuc~ión o elé 10'2'1"0 ~, de ao.ecua-ción t¿cnlca. LI ,

En el caso qUe usamos como ejemplo, las normas según las. cuales son lec--itiro<l­das be; colectividildes empresaria5, son particulannentc importantes, Es im;úrtan­t~, aq~lí, re.conocer dos etapas. diferentes, además de la' etapa de la unidad de pro­pietarIOS qUE: fUe nue:;tro pnroer punto de referencia, a ~aber, aquella en Que todos los papeles productivDs son de.,empeñados por iochviduos de la familia. -El pas~ E;jgui~Hte po!' 1? ;'eguJaT ha !>ido la ;'firllia familiar", en la que los papeles di­r-ect;vos '/ empresanales fueron ads-criws al paremésco, ücro no los p3pe1es de ~t:rabajo",. E::tc aún es .. desde luego, J11Uy prominente en 'el sector de los. "peque­nos negoQo:r de b e(onomia norte ,UUen can<J., <'\sÍ como en a!gunos otros campos. Pél"O il1co!'a de e.3to est8_ el caso en q'Jc b organizaci6n Sé libra por completo -del p2.YtDtesco. El aspecto jmídico más importante de e~t~ Ít:nónieno fue la l!en::n­¡iZad on de la id e a de la soci c::dad Rnó d ma y su legi úmació r:. e n In u chos ~am DO~ di,[.=~.'en.te.5J CUflIltltarivaDente) d.esde 11..1~go_9 de ~a.fl~r2 ill~~~ llOLoria en el c~m­po eccmómico.

;in el pl:l!1.c (!;, Jos p<lpdes" un caso importante es el de Id.:" nOT7JJa3 de comp2-c{:!Kia _que llegJt1 a institucionalizarse como condiciones deÍinid01';::s de em?lco

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U0iA TEOR1A FUNCIONAL DEL CAMBIO 95

en ciertas chses de papeles, tras las cuales están, a su vez, los niveles de educación. Éstos, como las normas legales, son :independientes de toda colectividad empres0.ri:1 panicular o de tDdo grupo de parentesco. En este: sentido, unos y otras son uni­\'crsalist:ts. La,; reglas de la organización corpoTO_da definen los tipos de cosas qw~ pueden Incer cieHo.') grupos Olganizados y la respomabihd<J.d que Jsumen al ha­cerlas; los modelos educativos definen las clases de l"equisitos legítimos para la elegü~il¡dad respecto de ciertos tipos de empleos que pueden proyectarse, y en consecuencia tanto los tipos de oportunidades abiertas a los indivlduos de clases diferentes y los modos en qUe está. limitado el acceso a tales oportunidades,

Se ha sugerido arriba que un proceso de diferenciación, en el sentIdo que dimos a esta palabra, implica la creación de una l_midad que teng,l funciones primarias ele ,11ll orden superior, vIsta en relación con el sistema en que operLl, al ele b función de la ul1ldad a partir de la cual se diferencia. Si ta1 es el caso, las nor­W3S que g"Obieman la ejecución de aquella función, incluso las relaciones' de sus ejecutanles con otras unidades de la estructura soci;:t1, tie:Ucn que s;:¡- de un orden de generalidad más alto que antes. Esto es lo que CD tendemos ctlando decimos ql1e son más universalistas; definen normas que no pueden, en su vigencia, linH­tarse a b función de orden inferim 'J a las lli.1idades que la realizan. Este criterio se apEeJ. directamente cuando se emancipar! recursos de dete-rminada adscri.póón .. .Es prototipica la competencia como calificación para un papel, en un sentido que niega la vigencia del pTincipio del parentesco. ASÍ, podemos hablar de una g-1';1.­

cbción ;Iscendente de les tipos de control no:rmati-vo del sistema más diferenciado en comparación con el menos diferenciado.

Todo este estudio se basó en el 5upueno de qu~ el modelo de valor subyacente en el sisteilla no Cambia como par-ce del pyoce~o de diferenciación.

De esto) S.ll1 embargo, no se sigue. que nada cambia en el plano de 1-os valmes, UD enunciado esencial del sistema conceptua1 usado aquí E3 que todo sistema so­cial tiene un sistema de valores como elemento del orden m~s elevado de su es­tYllctura. Sus valores comprenden la definición, desde el pUilto de vista de sus indivi.duos ·-si está institucionalizada- del tipo deseable de ústema en un nivel independiente de la diIel-enóación cstru!:tural interna o de: particularidades de situación. ESte "sistema" implica un tipo normativo y lJn contenido, o sea, una definición de la clase de sistema a que se aplica la norma. En nuestro caso están los valm-é's de 18.S familias y de [as unidades empresarias pmductora:::. En las que vcngo Uamando condiciol~es "tipo", pueden ser lo:> mismos, po:r cjempio, pueden in.coTporar los des el tipo gel1.eral nOTtealIlericano de "aCtl'llsí,'\O instrumental". Pero si los valores han de re,alizarse en uno u otro tipo de ús[ema debe haber eo:-peciEicaciones del sistema más general p2ra el tipO' de función (no de _sut> par­tiwJaridades) y -para el tipo de situación en que opera la unidad.

Cuando 11;1 tenido lugar la diÍci-enciación, quiere decir qu¿ los valore;; del siste­ma nuevo, que compn::r.dc l;;, unid2.d nue'/<,_ y la urüdad residual, deben diferir en conte!1ido de los de la unidad originariJ., aunqu'2 no, bajo rinestTo Sllpllesto ac­tü'1I. en su modelo. Los valores nuevO.s deben S,~l- má5 extensos. ~a el sentido espe\.i:ll de que pueden !egitiT!1<11" las flJnciones de arnDas unidades diferenciados en url?. sola fÓnIll1b que permite Ll cada m-,a de ellas l}au:f lo qll1: hace y, co;;a igl.nhl1eme esencial, no lucET lo que hace la otra. La diIicL!lt8d d\~ ip.stituci0l1aliz;¡:¡

~~~:~:;:~l:~l~~ .~~l~;~::,:~:~~~~;~,,~~:~:E d:~~~:::~~:~~~~'~~,:d~i t~:lE déSpllé:; de L.alxr t('lliclc, lugi'lr la diIeyconci¡¡ción, lienc ",]ge de {LIGO) en la TcJli·

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FUENTES Y. TIPOS DE LOS CAMBIOS

zaClOIl del tipo de valor del sistema. Por ejemplo, la nueva dependencia de las familias de ganancias ocupacionales derivadas de organizaciones empresarias interpreta con frecuencia como pérdida del sentido de responsabilidad apoyo independiente. Esto es ideología, ciertamente, pero como tal es_ un de instítudonalizadón incompleta de valores reestructurados.

La relación entre los valores de un sistema social de orden superior y los de un subsistema diferenciado puede decirse que es una relación de ,esjJecijicacidn de las implicaciones que el tipo más generalizado del sistema más extenso tiene para el "nivel" del subsistemaJ tomando en cuenta las limitaciones impuestas a este último por la fundón y la situación. En este sentido, una firma de negocios puede va­lorar "la racionalidad económica en un sentido que abarca productividad y sol­vencia, con una calificación considerablemente menor para valores más extensos que aquellos a que puede consagrarse un hogar familiar indiferenciado) y en sen­tido complementario la familia puede dedicarse, en un contexto económico, al "consumo",

Basta lo anterior para señalar sólo unos pocos aspectos destacados de un cam. po de problemas muy complicado. En este trabajo sólo traté un aspe'cto del campo de la teoría del cambio socia1. Tuve que hacerlo de manera muy abstracta 'Y con muy pocos ejemplos empíricos. Pero me parece justificada la conclusión. de que los problemas de este campo son en principio solubles en términos empírico-teó­ricos. Sobre todo, tenemos a nuestra disposición un sistema conceptual bastante desarrollado para que, por lo menos en el nivel de la categorización y el e"nun­ciado del problema, se acerque al tipo de conclusión -lógica, naturalmente~ que hace posible el análisis sistemático de las interdependencias. Podemos definir los principales campos de variabilidad esenciales para el análisis empírico, y los prin. cipales mecanismos mediante los cuales 5e propagan las variaciones por el sistema. Podemos cuantifjcar hasta el punto de señalar déficit y superávit de inversiones y producciones, y acá y allá podemos acercarnos a especificar valores de umbral más allá de los cuales se desploman\. el equilibrio_ ..

I I

1

CAPÍTULO 13

RALF DAHlRENDORF

HACIA UNA 'TEORíA DEL CONFLICTO SOCIAL :1{: 1

1

TRAS un intervalo de casi cincuenta años reapareció en sociología un tema que determinó más que ningún otro el origen de esa disciplina. Desde Marx y Comle hasta Simmel y Sotel. el conflicto social, en particular la revoluc~ón, fue uno de los temas centrales de la ínvestigación social. Puede decirse lo mismo ;muchos de los primeros sociólogos anglosajones (aunque en sus ob:~s haya sid? lln tanto descuidado, característicamente, el problema de la rcvoluClon), por ejemplo, los Webb en Inglaterra y Sumner en los Estados Unidos. Pero cuando TaIcott Par­sons señaló en 1937 cierta convergencia en las teorías sociológicas de Alfred Mar~­hall, Emile Durkheim, Vilfredo Pareto y Max Weber,.2 ya no pensaba en un anáh­sis del conflicto social; fue el suyo un intento para resolver el problema de .la integración de los llamados sistemas sociales por un órgano ~e categ?rias relacIO­nadas entTe sí. La pregunta nueva Era entonces: "¿Qué m~ntlene u~das a l.as so­ciedades?", y no ya: It ¿Qué las mueve?'.' No puede sobr~est1~arse, la m~luencla del planteamiento parsoniano de la cuestión sobre la sOClologla mas reCIente (y de ningún modo sobre la sociología norteamerica~a únic~mente) _ A~í, .pues, es . ble que el renacimiento del estudio dc:l co~fltcto SOCIal e~ los ul~~os dccemos les -parezca a muchos no tanto una cor:tt~uaClón d~ ~os ca.:nmos tradl~lOn~les ~e la investigación como un nuevo descubruillento tematlCO, ejemplo de lrailla dIaléc-tica en el desarrollo de una ciencia. , .

En este momento, todavía son relativamente aislados los intentos de un eSludJO sistemático del conflicto socialJ en comparación con las innumerables obras so?re estratificación social o sobre la estructura y la función de instituciones, orgaDlI~­ciones y sociedades específicas. Más aón, la tesis de un renacimiento del estl~~IO del conflicto sodal puede justificarse en relación con las obras de Aran, .PhIllp, Brintoll Kerr Coser, Brinkmann, GeigerJ Gluckman y otros,a así corno el mtento de dete;minal: una localización sistemática y un marco específico para una teorla del conflicto en análisis sociológico.

'lo De "Toward a TheOIy of Sodal ConfHct", por Ralf Dahrend?rf, en The J_our~'.(11 of ConflicJ: Resolutio1Z) Xl (1958), núm. 2, pp. 170-183. ReprodUCIdo con autonZ:lC1nn del autor y del editor.

:1 Este trabajo fue traducido por Anatol Rapoport, Mental HeaHh Research Unü, Universidad de Michígan.

,2 cr. Tlle Slrudul'e 01 Social Actwn, por Talcott Parsons (Nueva York, 1937, 2" ed", Glcnt:oe, m., The Free Press, 1949)'

3 Raymond Aron: "Social Structure and the Ruling CJass", en Closs, Slallt! a,.,d PO¡L'/J,

ed., Reinhardt Bendix y Seymour Martin Lipset (Glencoe, In., The Free Press, 1954); André Philip: Le Socialisme tTa/¡j (paris, 1957); Crane Brinton: -:he An/J.~omy of l!cvolu­tion (2t¡! ed., Nueva York, Alfred A. Knopf, 1952); Clark Kerr: Industnal Conflict ~nd 'Its Mediation", en American Journal of Sodology, XL, Lewis A. Coser: The Funct!O~.s o/ Social Con/lid (Glencoe, IR. The Free Press, 1956); idem, "So~ial Conflict a~d S?Clál Changc", en Brituh Journal of Sociology, VIII (1957); Carl Bnnkmann: SO:1.lOlogu;che

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