Parábola: La Higuera Esteril

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Parábola: La Higuera Esteril Lucas 13:6-9 Se alegraban los judíos porque habían muerto dieciocho y ellos permanecieron todos ilesos. Por eso el Señor les propuso la parábola de la higuera, de este modo: «Uno tenía una higuera plantada en su viña, y fue a buscar fruto en ella, y no lo halló. Y dijo al viñador: Mira, hace tres años que busco fruto en esta higuera, y no lo hallo. ¡Córtala! ¿Para qué inutiliza también la tierra? Él entonces respondiendo, le dice: Señor, déjala aún este año, hasta que cave a su alrededor y le eche abono; y si da fruto en lo futuro…, y si no, la cortarás.» (Biblia Textual) Ha habido mucha discusión en cuanto al significado de esta higuera, sin embargo, los mejores teólogos están de acuerdo que la higuera estéril es simbólica de la nación de Israel (cp. Jer 8:13; 24:1–10). Esta parábola es semejante a la parábola de la viña en Isaías 5:1-7. William Barclay comentando este pasaje nos dice: Parábola: La Higuera Esteril Por: Jorge Romero Díaz página # 1

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Parábola: La Higuera EsterilLucas 13:6-9

Se alegraban los judíos porque habían muerto dieciocho y ellos permanecieron todos ilesos. Por eso el

Señor les propuso la parábola de la higuera, de este modo: «Uno tenía una higuera plantada en su

viña, y fue a buscar fruto en ella, y no lo halló. Y dijo al viñador: Mira, hace tres años que busco fruto

en esta higuera, y no lo hallo. ¡Córtala! ¿Para qué inutiliza también la tierra? Él entonces

respondiendo, le dice: Señor, déjala aún este año, hasta que cave a su alrededor y le eche abono; y si da

fruto en lo futuro…, y si no, la cortarás.» (Biblia Textual)

Ha habido mucha discusión en cuanto al significado de esta higuera, sin embargo, los mejores teólogos están de acuerdo que la higuera estéril es simbólica de la nación de Israel (cp. Jer 8:13; 24:1–10). Esta parábola es semejante a la parábola de la viña en Isaías 5:1-7.

William Barclay comentando este pasaje nos dice:

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Aquí tenemos una parábola que irradia gracia, pero que está preñada de advertencias al mismo tiempo.(i) La higuera estaba en una situación privilegiada. No era raro ver higueras y otros frutales en las viñas.

La buena tierra escaseaba, y había que aprovecharla bien; la higuera de esta historia tenía buenas posibilidades,pero no las aprovechaba. Repetidamente, directa e indirectamente Jesús nos recuerda que se nos va a juzgar por lasoportunidades que hayamos tenido. C. E. M. Joad dijo una vez: «Tenemos poderes de dioses, y los usamos comoescolares irresponsables.» Nunca ha habido una generación a la que se le confiara más que a la nuestra y, por tanto,será la que tenga que responder de más.

(ii) La parábola nos enseña que la inutilidad invita al desastre. Se ha pretendido que todo el proceso de laevolución en este mundo consiste en producir cosas útiles, y que lo útil irá de fortaleza en fortaleza, mientras que loinútil será eliminado. La pregunta más inquietante que se nos puede dirigir es: «¿Para qué has servido tú en estemundo?»

(iii) Además, la parábola nos enseña que lo que no hace más que recibir no debe sobrevivir. La higueraestaba chupando la sustancia y esquilmando la tierra a su alrededor, y a cambio no producía nada. Ahí estaba supecado. En última instancia no hay más que dos clases de personas en el mundo: los que sacan más de lo queaportan, y los que aportan más de lo que sacan.

En cierto sentido, todos estamos en deuda con la vida. Entramos gracias a que alguien arriesga su vida paradárnosla, y no habríamos podido sobrevivir a no ser por el cuidado de los que nos amaban. Hemos heredado unacivilización cristiana y una libertad por las que otros dieron la vida. Tenemos la obligación de dejar las cosas mejorque las encontramos.

«Me moriré cuando sea -decía Abraham Lincoln-, pero quiero que se diga de mí que arranqué una ortiga y plantéuna flor donde pensaba que podía crecer.» Una vez un estudiante estaba viendo bacterias al microscopio; podía vernacer una generación de seres microscópicos, y luego morir, y otra generación que nacía y tomaba el lugar de laanterior. Veía lo que no había visto nunca: cómo se suceden las generaciones. "Después de lo que he visto dijo-, mecomprometo a no ser un eslabón débil.» Para cumplir ese compromiso tenemos que aportar a la vida por lo menostanto como sacamos de ella.

(iv) La parábola nos presenta el evangelio de la segunda oportunidad. Es normal que la higuera tarde tresaños en alcanzar la madurez, y si no da fruto entonces es probable que no lo dé nunca. Pero a esta higuera se le diootra oportunidad.

Jesús suele darnos oportunidad tras oportunidad. Pedro y Marcos y Pablo nos darían encantados su testimonio.Dios es infinitamente amable con el que cae y se levanta otra vez.

(v) Pero la parábola también deja bien claro que hay una última oportunidad. Si desaprovechamosoportunidad tras oportunidad, si recibimos en vano la llamada y el desafío de Dios, llegará el día, no en que Dios noscierre la puerta, sino en que nosotros mismos nos la cerremos a fuerza de no querer entrar. ¡Que Dios nos libre deesa condición!

Esta parábola indica que Dios como dueño vino en el Hijo buscando fruto del pueblo judío, que era comparado con una higuera plantada en la tierra prometida de Dios, o sea la viña (cfr. Mat_21:33-46: El dueño de casa es Dios, la viña es la ciudad de Jerusalén (Isa_5:1), y los viñadores son los líderes de los israelitas (v.45)). El había buscado fruto por tres años (v. 7), y no encontró nada. El deseaba cortar alos judíos, pero Dios el Hijo, el viñador, oró por ellos, pidiendo que Dios el Padre los tolerara hasta queEl muriera por ellos (cavara la tierra alrededor de la higuera), y les diera "el fertilizante" (abonara la higuera), esperando que entonces se arrepintieran y produjeran fruto; de otro modo, serían cortados. Los vs. 29-32 y 42-52 del cap.11, que revelan al pueblo judío como una generación maligna, confirmanesta interpretación.

El propietario de la higuera tenía el derecho incuestionable de recoger el fruto y, en caso contrario, de realizar un acto de juicio cortándola. A Israel se le habían prometido bendiciones si vivían a la luz de la revelación que Dios les había dado, y maldiciones si rechazaban dicha luz. La nación había recibido una atención especial había sido como la higuera, cultivada y fertilizada.

Tendría que haber producido fruto, pero no fue así. Israel rechazó a Cristo y ese rechazo fue

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elocuentemente expresado cuando la multitud que contemplaba a Cristo llevando su cruz, según el relato de Mateo 27:25, exclamó: "Su sangre sea sobre nosotros y sobre nuestros hijos", queriendo decir que ellos y sus hijos se hacían responsables de su muerte. La nación experimentó el juicio de Dios y fuedispersada por todas las naciones de la tierra.

Es interesante observar que Israel, como nación, no puede vivir en paz en su tierra, y no podrá mientrascontinúe rechazando a Dios. Más allá de las disputas territoriales o raciales, en el fondo, no son otras naciones las que le causan a Israel los problemas y las dificultades.

Todo lo que sucede está permitido o causado por Dios a aquel pueblo que Él eligió para ser de bendición a todos los pueblos de la tierra. Cuando se vuelva a Dios, recibiendo a Jesucristo como su Mesías Salvador, entonces tendrán paz y territorios propios. Ellos son una evidencia de la intervención y control de Dios en los asuntos del mundo.

Vimos que esta parábola se refiere, en primer lugar, a la nación y al pueblo judío. Sin embargo; esta

también es aplicable para el creyente de hoy, quien debe de vivir según el criterio de Jesús, en actitud

constante de producir buenos frutos, eso es lo que quiere indicar con la parábola de la higuera y el

labrador. Dios nos ha dotado a cada uno con la capacidad de hacer el bien, de cultivar la justicia y de

mantener unas relaciones sanas con los demás y con Dios mismo; pero como dueño y Señor de esas

higueras que somos nosotros, puede exigirnos y pedirnos cuentas.

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