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ANTE LA EMERGENCIA POR COVID-19, CELEBREMOS LA VIDA EN DIOS ¿QUé ES Y CóMO REALIZAR LA COMUNIóN ESPIRITUAL? CRISTO NUESTRA ESPERANZA EL CORONAVIRUS AÑO 11 / NO.300 MARZO 29, 2020 Hagan de su casa Iglesia doméstica Pags. 7, 8, 9 y 11 12 P. 12 CULTURA 12 P. 6 ACTUALIDAD 12 P. 2 EDITORIAL La Iglesia no se detiene / P. 3 y 16 ENCUÉNTRANOS EN: PROVINCIA ECLESIÁSTICA DE TLALNEPANTLA [email protected] WWW.PROVINCIADETLALNEPANTLA.ORG.MX

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Ante LA emergenciA Por covid-19, ceLebremos LAvidA en dios

¿Qué es Y cómo reALizAr LA comunión esPirituAL?

cristo nuestrA esPerAnzAeL coronAvirus

Año 11 / No.300MARZo 29, 2020

Hagan de su casa iglesiadoméstica

Pags. 7, 8, 9 y 11

12P. 12

CULTURA

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ACTUALIDAD

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EDIToRIAL

Provincial 300 / marzo 29, 2020 /16

infografía de la Provincia eclesiástica de tlalnepantla

“Para promover una acción pastoral común en varias diócesis vecinas, según las circunstancias de las personas y de los lugares, y para que se fomenten de manera más adecuada las recíprocas relaciones entre los Obispos diocesanos, las Iglesias particulares se agruparán en provincias eclesiásticas delimitadas territorialmente.”(CIC c. 431,1)

Un círculo se cierra sobre sí mismo y, por ello, representa la unidad, lo abso-luto. Es símbolo del cielo en relación a la tierra, de lo espiritual en relación a lo material. Este envolvente es símbolo de la unidad entre las Diócesis y representa el movimiento continuo (siempre hacia adelante - derecha).

El círculo es símbolo de la Sino-dalidad de las Diócesis expresada en la unificación de todos los ele-mentos.

El báculo, como representación de la cabeza de cada una de las Diócesis, que guía y alienta, que avanza e integra; éste hace armo-nía (simetría) con la flama del Es-píritu Santo, creando un signo de infinito.

La llama, como símbolo del Espíritu Santo, se integra a los demás elementos para dar lugar al número 8, número de Dióce-sis que conforman a la Provincia

Eclesiástica de Tlalnepantla, las cuales son:

· Tlalnepantla· Cuautitlán· Ecatepec· Teotihuacán· Texcoco· Nezahualcóyotl· Valle de Chalco· Izcalli

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TLALNEPANTLA / CUAUTITLÁN / IZCALLI / ECATEPEC / TEXCoCo / TEoTIHUACÁN / NEZAHUALCÓYoTL / VALLE DE CHALCo

obispos

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La iglesia no se detiene / P. 3 y 16

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Ante el brote de la enfermedad del Co-ronavirus, es necesario que tomemos las medidas preventivas necesarias que se aplican, como cristianos debemos poner el ejemplo. Se nos ha pedido el distanciamiento social, aislameinto, en-cierro o cuarentena. Adoptando estas medidas sobre la higiene personal en los lugares donde nos desenvolvemos, podemos reducir la propagación del virus, disminuimos le riesgo de infectar a otros. Al asumir cada quien nuestra responsabilidad, lo hacemos no sólo por obligación, sino también por con-sideración a los demás. Esto basado en

los principios y práctica de la solidari-dad, la compasión y el bien común.

Como cristianos no sólo hay que abstenernos de hacer nuestras activi-dades diarias, sino que debemos man-tener la vista en los demás, cuidarnos unos a otros, especialmente la gente mayor que son los más vulnerables al COVID-19. Debemos caminar al lado de nuestros hermanos en el amor y la compasión.

Hoy en día los medios digitales nos ofrecen el poder acercarnos, aunque no físicamente, con el otro, con el prójimo. Debemos cuidarnos, pero no debemos hacer un lado la “com-pasión” y actuar como discípulos de Jesús. La compasión significa: “Sufrir con, sufrir juntos”, no podemos per-manecer indiferentes ante el dolor y el sufrimiento de los demás, no podemos sentirnos tentados a actuar con indi-ferencia.

El sabernos que todos estamos unidos en esto nos lleva a pensar en un bien común. Saber que nuestras acciones, aunque estemos aislados, pueden perjudicar positiva o negati-vamente al otro; podemos traer paz y consuelo así como desesperanza o angustia causada por ésta pandemia.

Debemos sentirnos seguros y dar seguridad a los otros con nuestra ac-titud. Sigamos tomando las medidas preventivas que nos sugiere la Secre-taría de Salud, por nosotros y por el bienestar de los demás. “Entonces Samuel dijo: «A Yahvé no le agradan los

holocaustos y los sacrificios, sino que se escu-che su voz; la obediencia vale más que los sa-crificios; la docilidad tiene más precio que la grasa de los corderos»" (1 Samuel 15,22).

También debemos tener cuidado y ser responsables delo que compar-timos en las redes sociales. En los me-dios de comunicación social circulan noticias falsas sobre el COVID-19. La desinformación lleva a la frustración y a la confusión, a la ansiedad y el mie-do. "Y si un miembro sufre, todos los miem-bros sufren con él; si un miembro es honrado, todos los miembros se alegran con él" (1 Co-rintios 12,26). Es un buen momento para reflexionar esta cita y ponerla en práctica. Que nuestra responsabilidad sea un servicio para los demás.

El Trastorno de Espectro Autista (TEA) es un trastorno del neurodesarrollo, el cual ahora se puede diagnosticar a partir de los 2 años de vida. Como su nombre lo menciona, hay una serie de espectros, gamas y variedades que caracterizan la condición, se puede desglosar en diversos niveles, comprometiendo de forma mínima ciertas áreas, así como de forma severa. Las áreas de desarrollo afectadas, son: intelectual, social, lenguaje, socia-lización y sensorial. Dicha afección se manifiesta independientemente del género, la raza o el nivel socioeconómico.

Es complejo llegar al diagnóstico correcto, una serie de especialistas tienen que valorar y evaluar tanto la parte neurológica como la parte psicoso-cial y es que es tan complejo como es que fun-ciona un cerebro con o sin con TEA, las áreas más afectas tienen que ver con la socialización, el lenguaje y la intención comunicativa, lo cual se traduce en rutinas, acciones y pensamientos fuera de la norma, que muchas veces son tan básicos y

lógicos, para cualquiera, tan fácil como la hora del desayuno, la pijama que usa para dormir, las per-sonas que uno frecuenta, el camino de la escuela a casa, así como dormir fuera del hogar; es nece-

sario enseñar, reeducar y acompañar a los chicos con situaciones específicas.

Como dice San Pablo en la Epístola a los Efe-sios «lleven una vida de amor, así como Cristo nos amó y se entregó por nosotros como ofrenda y sacrificio fragante para Dios» (Ef 5,2). Por ende, es necesario entregarnos, ofrecer y amar, así como Dios lo hizo, sin querer cambiar a nadie, dándole un sentido al duelo y dolor ya que científicamente no podemos enten-der por completo el TEA, pero sí podemos rea-lizar acciones para la adecuada difusión sin mie-do al rechazo, ofrecer el combate diario contra el mundo, inculcando una vida cristiana llena de amor, sensibilizando con actos dentro y fuera de la Iglesia; aceptando las diferencias y dando pauta a formar comunidades cristianas, agradeciendo a Dios por lo diferentes que muchas veces podemos ser como individuo o familia.

Al iniciar este mensaje, quiero au-gurar éxito en su nuevo formato a este periódico "El Mensajero", instrumento de comunicación en nuestra Provincia de Tlalnepantla, y felicitar a los que forman la Comi-sión Diocesana de la Pastoral de la Comunicación Social (CODIPACS) de cada una de las ocho Iglesias Par-ticulares, que son esenciales para su realización.

El Coronavirus está modificando en forma dramática la vida de nues-tro país y del mundo entero. A través de los distintos medios de comuni-cación: radio, televisión, impresos, digitales, hemos ido conociendo lo que significa este "virus" que nació en China y después se ha ido pro-pagando a distintos países del Orbe, con las consecuencias sabidas. Ante esta situación, lo más lamentable y triste son las pérdidas humanas, pero también dificultades sociales y económicas.

Hoy es tiempo difícil para todos, es tiempo de crisis. Encontré un pensamiento de Einsten que consi-dero nos puede ayudar a reflexionar en estos momentos que estamos vi-viendo, dice: «No pretendamos que

las cosas cambien, si siempre hace-mos lo mismo. La crisis es la mejor bendición que puede sucederle a

personas y a países, porque la crisis trae progresos. La creatividad nace de la angustia, como el día nace de la noche oscura. Es en la crisis que nace la inventiva, los descubrimien-tos y las grandes estrategias. Quien supera la crisis, se supera a si mismo sin quedar ‘superado’».

Seguramente que en estos días complicados nos hemos hecho mu-chas preguntas, de manera explíci-ta o implícita, sobre el sentido de la vida, el amor, la misericordia, la so-lidaridad, la fraternidad, la familia,

la generosidad, la vida eterna, etc. Es paradójico, porque vivimos en un mundo individualista, hedonista, materialista, pero la crisis nos hace pensar en los valores esenciales, es-perando que esta situación nos ayu-de a vivir más en comunión y frater-nidad interesándonos en el proyecto de Dios.

Estos días han habido muchas ini-ciativas hermosas para unirnos en oración y pedirle al Dios de la vida que nos libre de esta epidemia mor-tal. Sobre este tema de la oración el Papa Francisco expresa: «Me re-cuerda a los Apóstoles en la tormen-ta que invocan a Jesús: "Maestro, nos estamos ahogando". La oración nos hace entender nuestra vulnera-bilidad. Es el grito de los pobres, de los que se hunden, que se sienten en peligro, solos. Y en una situación difícil y desesperada, es importante saber que hay un Señor al que afe-rrarse, y Dios nos apoya de muchas maneras. Nos transmite fortaleza y cercanía, como lo hizo con los dis-cípulos que pedían ayuda en la tor-menta. O cuando le dio la mano a Pedro que se estaba ahogando».

Considero que con esta crisis que estamos pasando hemos de cambiar, de mejorar nuestros comportamien-to y nuestras actitudes, sentirnos más interdependientes, todos de-pendemos de todos, somos vulnera-bles, necesitamos unos de otros. Re-cordar a los hombres de una vez por todas que la humanidad es una sola comunidad, y cuán importante es la fraternidad universal.

Pidamos a Nuestra Señora de los Remedios, Patrona de la Arquidió-cesis de Tlalnepantla, que nos ha acompañado durante 500 años y ha remediado nuestras necesidades, in-terceda por nosotros, para que, fra-ternal y solidariamente, afrontemos esta pandemia y podamos apoyarnos en la construcción del Reino de su Hijo presente en medio de nosotros.

Con mi afecto y bendición

+ José Antonio Fernández HurtadoArzobispo de Tlalnepantla

cristo nuestra esperanzael coronavirus

Autismo, una oportunidad para enseñar a amar2 de abril: día mundial de la concientizaciónsobre el Autismo

importancia de la salud integral para la vida del cristianoFoto: CODIPACS, Arquidiócesis de Tlalnepantla Solemnidad de Nuestra Señora de los Remedios 2019.

Foto: Cathopic Es necesario entregarnos, ofrecer y amar, así como Dios lo hizo, y agradecer por lo diferentes que podamos ser.

LA VOZ DEL PASTOR Por: Mons. José Antonio Fernández Hurtado / Arzobispo de Tlalnepantla

LAICOS Por: Lic. Rebeca Navarro Chaparro / Arquidiócesis de Tlalnepantla

directorioExcmo. Sr. D. José Antonio Fernández HurtadoArzobispo de Tlalnepantla

Excmo. Sr. D. Guillermo Ortíz MondragónObispo de Cuautitlán

Excmo. Sr. D. Francisco González RamosObispo de Izcalli

Excmo. Sr. D. Oscar Roberto Domínguez Couttolenc, M.G.Obispo de Ecatepec

Excmo. Dr. D. Guillermo Francisco Escobar GaliciaObispo de Teotihuacán

Excmo. Sr. D. Juan Manuel Mancilla SánchezObispo de Texcoco

Excmo. Sr. D. Héctor Luis Morales SánchezObispo de Nezahualcóyotl

Excmo. Sr. D. Efraín Mendoza CruzObispo Auxiliar de Tlalnepantla

Excmo. Sr. D. Jorge Cuapio BautistaObispo Auxliar de Tlalnepantla

Mons. Víctor René Rodríguez GómezDirector General Presidente de la Comisión Provincial para la Pastoral de la Comunicación

Pbro. José Luis Juárez RamosDirector en Turno

Equipo de Pastoral de la Comunicación de la Provincia Eclesiástica de TlalnepantlaColaboradores

Los artículos y opiniones expresadas son responsabilidad exclusiva de los autores y no representan necesaria-mente la posición oficial de la Iglesia ni de este medio de comunicación.

Mensajero es una publicación catorcenal de la Provincia Eclesiástica de Tlalnepan- tla. Se distribuye en la Arquidiócesis de Tlalnepantla y en las Diócesis de Cuauti- tlán, Izcalli, Ecatepec, Texcoco, Teotihua-cán, Nezahualcóyotl y Valle de Chalco.

Para cualquier aclaración o comentario, favor de contactarnos vía correo electró-nico a la siguiente cuenta:

[email protected]

La Voz del Pastor 300 / marzo 29, 2020 / / marzo 29, 2020 / 300 Laicos2 15

LAICOS Por: CODIPACS / Diócesis de Izcalli

“Sigamos tomandolas medidas preventivas

que nos sugiere la Secretaría de Salud, por nosotros

y por el bienestar delos demás”

Foto: Cathopic Cuidemos a nuestros ancianos y personas de la tercera edad. Recordemos que nuestra responsabilidad es un servicio para todos.

"La crisisnos hace pensar

en los valores esenciales, esperando que

esta situación nos ayude a vivir más en comunión

y fraternidad interesándonos en

el proyecto de Dios”

ENCUéNTRANos EN: ENCUéNTRANos EN:PRoVINCIA ECLEsIÁsTICA DE TLALNEPANTLA PRoVINCIA ECLEsIÁsTICA DE [email protected] [email protected] www.PRoVINCIADETLALNEPANTLA.oRg.MX

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Infantil 300 / marzo 29, 2020 / / marzo 29, 2020 / 300 Editorial14 3

Lava bien tus manosINFANTIL Por: CODIPACS / Arquidiócesis de Tlalnepantla

Apreciado lector, con mucha esperan-za en el Espíritu Santo y gozo en la bondad de Dios publicamos la tricen-tésima edición del periódico Mensaje-ro, medio de comunicación oficial de la Provincia de Tlalnepantla. Ante la necesidad comunicativa para encon-trar sinodalidad y comunión entre las 8 diócesis de la provincia (Tlalnepant-la, Cuautitlán, Texcoco, Nezahual-cóyotl, Valle de Chalco, Ecatepec, Teotihuacán e Izcalli), surge el perió-dico Mensajero, teniendo en cuanta que «la madre Iglesia sabe, en efecto, que estos medios, si se utilizan recta-mente, proporcionan valiosas ayudas al género humano, puesto que contri-buyen eficazmente a descansar y cul-tivar el espíritu y a propagar y forta-lecer el Reino de Dios» (Inter Mirifica N.2).

Ya son más de 11 años de trayec-toria, de caminar, aprender y evolu-cionar, siguiendo el ejemplo de los ángeles, principales mensajeros de Dios, y hoy más que nunca nos com-prometemos a la tarea de seguir cum-pliendo el mandato de Dios de llevar

el Evangelio a todos los hombres, bus-cando los medios y lenguajes adecua-dos para las nuevas generaciones. Por ello, ponemos también al alcance de los fieles las redes sociales y el logotipo de la Provincia Eclesiástica de Tlalne-pantla, con la esperanza de encontrar cercanía y un diálogo verdadero, y además presentamos un nuevo diseño para las publicaciones de este medio, esperando que sea de agrado para todos los fieles y que se convierta en un instrumento para acercarles más a Jesucristo.

Nos encontramos en un momento de tribulación a nivel mundial, tiem-po de incertidumbre donde todos ne-cesitamos de todos para poder salir adelante. En medio de la Contingen-cia Viral por el virus COVID-19, las circunstancias nos obligan a hacer un alto en nuestras vidas; buscar al pró-jimo pero de una forma distinta, en la compañía a la distancia; buscarse a uno mismo entre un mar de senti-mientos, emociones y sueños deteni-dos; buscar a Dios en la intimidad de una soledad eventual.

En estos momentos de pruba es necesario demostrar que aunque el mundo se detenga, la Iglesia no se de-tiene, y la Iglesia somos todos noso-tros que esperamos la venida gloriosa de Jesucristo, que vive en medio de nosotros, aunque repentinamente se vulva difícil encontrarlo. Siendo así, a pesar de que la contingencia impida imprimir y destribuir los ejemplares de manera física, seguiremos llevando hasta ti el mensaje divino de forma di-gital y te invitamos a entrar en diálogo con esta tu provincia.

En medio de la tormenta mante-nemos la esperanza de un día gozar del cumplimiento de las promesas de Dios y suplicamos a la Virgen de los Remedios, Patrona de la Arquidióce-sis de Tlalnepantla, para que sane la heridas y dolencias de una sociedad que ha perdido de vista la gloria de la Resurreción, pero que espera fervien-temente la Pascua de Jesucristo.

La pandemia del nuevo coronavirus se expande por la humanidad y las acciones globales acontecen a lo largo del mundo. Se decretan poco a poco “cuarentenas” en que vamos siendo obligados a quedarnos en casa.

Los fieles católicos y ministros de la Iglesia, vamos quedando sin la po-sibilidad de asistir a las eucaristías y de recibir sacramentos como el de la reconciliación y todos los demás. Las lamentaciones no se hacen esperar.

El Papa Francisco, en su mensaje a la Jornada Mundial de las comuni-caciones, en 2014 apuntaba: «Abrir las puertas de las iglesias significa abrirlas asimismo en el mundo di-gital, tanto para que la gente entre, en cualquier condición de vida en la que se encuentre, como para que el Evangelio pueda cruzar el umbral del templo y salir al encuentro de todos».

En este deseo de llevar la Iglesia al espacio digital, se ha pensado en “digitalizar” lo que ya sabemos ha-cer. De ahí las iniciativas como las del Papa y algunos párrocos de transmi-tir una misa, con una producción cui-dada y digna, a los fieles.

Esto es una buena idea. Sin em-bargo, personalmente temo que todo sacerdote quiera hacer “su misa onli-ne”, celebrando solo, sin Pueblo, sin una producción digna, provocando

que terminemos con una especie de “dilución” del sacramento restándole contenido y sentido.

Quizás es tiempo de asumir que estaremos viviendo esta Cuaresma un ayuno de algo que es muy valioso e importante para nosotros: nuestra vida sacramental. No será la primera vez en la historia de la Iglesia que no tenemos la posibilidad de sacramen-tos y quizás sea la oportunidad de revalorarlos y descubrir que la gracia

de Dios se nos manifiesta también por nuevos caminos, que no suplirán a los otros, pero que también nos for-talecerá.

Evitemos una posible “dilución sacramental y litúrgica”, asumamos este “ayuno sacramental” y pense-mos en echar a andar nuevos mi-nisterios digitales de una “parroquia virtual”. No son sacramentos, pero pueden ayudar a transparentar la gracia de Dios, acompañar y a man-tener el encuentro parroquial.

No olvidemos que la Iglesia no es el templo, ni el salón parroquial. La Iglesia es la comunidad, y esa sí que sigue viva, hagamos de los medios di-gitales, medios para vivir nuestra ecle-sialidad. Después regresaremos con gozo a nuestros templos y salones pa-rroquiales, con abrazos y besos, como en una verdadera fiesta pascual.

La iglesia no se detiene

La iglesia es la comunidad, y esa sí que sigue viva

EDITORIAL

OPINIÓN Por: Pbro. Lic. Hernán Quezada SJ

Foto: CODIPACS, Tlalnepantla El logotipo de la Provincia Eclesiástica de Tlalnepantla al alcance de los fieles, con la esperanza de encontrar cercanía y diálogo.

Foto: CODIPACS, Tlalnepantla Celebración eucarística de la etapa de Dis-cernimiento Vocacional del Seminario de Tlal-nepantla a puerta cerrada por contingencia.

«Temo que todo sacerdote quiera hacer “su misa

online”, celebrando solo, sin Pueblo, sin una producción

digna, provocando que terminemos con una

especie de “dilución” del sacramento»

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Caminar Diocesano 300 / marzo 29, 2020 /4

Texcoco, Méx., 16 de marzo de 2020. En el marco de la solemnidad de San José, castísimo esposo de la Virgen María, a quien está enco-mendado el patrocinio del Semina-rio Diocesano de Texcoco, se llevó a cabo la celebración Eucarística a las 17:00 hrs, en la cual el Pbro. Eli-seo Oloarte Esquivel, rector del Se-minario, delegado por Mons. Juan Manuel Mancilla Sánchez, Obispo de Texcoco, recibió la candidatura a las órdenes sagradas de los semina-ristas: Javier Mundo Garay, Jazmír Israel Gómez Tirzo y Miguel Ángel Gallardo López.

Esta celebración fue oportuna para instituir en el Ministerio de Acólito a: Adrián Arellano Montes de Oca, José Hugo Vázquez Núñez, Salomón Baltazar Albarrán, Juan Carlos Flores Valverde y Enrique Gutiérrez Acosta. También se insti-tuyeron Ministros Lectores a los se-minaristas: Miguel Ángel Gallardo López, Marco Antonio Velasco Re-yes, Juan Carlos Cayetano Hernán-dez y a J. Jesús Ramírez Luviano.

La Santa Misa fue presidida por el Pbro. Eliseo Oloarte y concelebrada por los presbíteros Erasto Pacheco Ramos, Vicario Episcopal de San Antonio y párroco en san Miguel Coatlinchan, Delfino Quintero Váz-quez, párroco en san Diego – Xo-chimanca, Tomás Cuapio Bautista, párroco en san José – Chicoloapan, Miguel Ángel Cedillo, José Luis Sán-chez Tetlalmatzin, párroco en santa Mónica – Chimalhuacán, los presbí-teros de la comunidad de religiosos Amigos de Jesús: Fray Antonio Mu-ñiz Espinosa, Superior General de la comunidad religiosa y párroco en san Francisco - Chicoloapan, Fray Martín Alejandro Torres Muñoz, párroco en san Bartolomé Apóstol -Tequisistlán y Fray Miguel Ángel Tzuc Euán, párroco en la Magda-lena – Panoaya y los sacerdotes del equipo formador del Seminario.

El padre Eliseo expresó los sa-ludos y bendiciones de Mons. Juan Manuel Mancilla Sánchez, Obispo Diocesano, que por motivos de sa-lud no pudo estar presente, e invi-

tó a quienes fueron admitidos a las órdenes sagradas y a los instituidos ministros y lectores, meditar sobre la vida del esposo de la Virgen María y padre del niño Jesús, meditar sus vir-tudes: justo, fiel y obediente. Los ex-hortó a ser sencillos, valientes y fieles a imitación del patrono de la Iglesia Universal: “como San José, quere-mos también construir una casa, un hogar, una auténtica comunidad, y lo podemos hacer si recordamos que ser ministros significa ser servido-res. Estamos llamados a servir, a ser constructores de comunión, cons-

tructores de hogares donde se adore a Jesús, donde se aprenda a respetar al hermano, donde se experimente el auténtico amor”, expresó.

Al término de la celebración, los seminaristas compartieron el pan y la sal con familiares, amigos y bien he-chores en una animada convivencia.

Confiamos a estos seminaristas a San José para que les ayude a man-tenerse fieles a su vocación.

Después de un caminar en espiritualidad de comu-nión desde las parroquias, el pasado 14 de marzo agentes de pastoral de las distintas parroquias se dieron cita en la Santa Iglesia Catedral del Sagra-do Corazón de Jesús, para que, junto a su Padre y Pastor Mons. Oscar Roberto Domínguez Cou-ttolenc, M.G., al Presbiterio, la Vida consagrada y el Seminario, comenzar los trabajos en la VII

Asamblea Diocesana de Pastoral, que en este año tuvo como lema “Configurados en Cristo somos Iglesia que da Vida”.

Se comenzó con un momento de alabanza y posteriormente, ante Jesús Sacramentado, se tuvo la Asamblea de Oración dirigida por los Sacerdo-tes y Seminaristas de nuestra Diócesis, en colabo-ración con las cuatro Zonas Pastorales.

Para comenzar los trabajos de esta Asamblea Diocesana, el Pbro. Fermín Ortega compartió el tema de la “Sensibilización”, partiendo del Pro-

yecto Diocesano de Pastoral (PDP), concientizan-do a todos los presentes sobre la importancia de la puesta en marcha de dicho Proyecto, que tendrá como finalidad la creación de Planes Parroquia-les de Pastoral (PPP). Después de la exposición del tema se hizo un taller por parroquias.

Posteriormente la Hna. Mónica Sánchez impar-tió el tema “Los Objetivos”, en donde, recurrien-do al PDP, nos instruyó para la elaboración de los objetivos para los (PPP). Luego de esto se participó en dos talleres. Para la elaboración de dichos obje-tivos, se partió de la realidad de cada comunidad, desde su problema fundamental parroquial.

El Obispo Mons. Roberto Domínguez motivó a seguir trabajando en espiritualidad de comunión. Para finalizar la Asamblea Diocesana de Pastoral, en torno al altar de Cristo se celebró la Eucaris-tía, la cual presidió Mons. José Antonio Fernández Hurtado, Arzobispo de Tlalnepantla, quien mo-tivó a seguir en la misión de llevar el Evangelio a todos y continuar en el trabajo pastoral.

Llamados a servir, a ser constructores de comunión

vii Asamblea diocesana de Pastoral

CAMINAR DIOCESANO Por: Sofía Godínez / CODIPACS Texcoco

CAMINAR DIOCESANO Por: Clara Gabriela / CODIPACS Ecatepec

Foto: Sofía L. Godínez, Diócesis de Texcoco Candidatura a las órdenes sagradas de los seminaristas.

Foto: CODIPACS Ecatepec Agentes de pastoral en la Santa Iglesia Catedral del Sagrado Corazón de Jesús en Ecatepec.

/ marzo 29, 2020 / 300 Cultura 13

Esta crisis sanitaria que vivimos mun-dialmente a causa del Coronavirus ha puesto en jaque la economía y la vida social de nuestro tiempo. Las actividades humanas han bajado su ritmo, la mayoría se siente atento y dispuesto a adoptar las medidas para mitigar la propagación de este virus que puede contagiar a cualquiera.

Ante esta desaceleración de las actividades humanas algo bueno, aunque de manera involuntaria, ha surgido y es que una notable mejoría en las condiciones ambientales se ha percibido. Por ejemplo, los canales de Venecia lucen limpios, las emisiones de gases invernadero han disminui-do en las ciudades de China, Italia, España, donde se ha implementado la cuarentena, y algunos animales corren libremente por las calles de las grandes urbes. Una mejoría que lamentablemente será de corta dura-ción, pues terminada la emergencia,

cuando volvamos a nuestras activi-dades, todo regresará a sus procesos habituales.

Por ahora, la mayoría de las perso-nas en México estamos viviendo una cuarentena, que nos llevará a expe-rimentar una dinámica de vida a la que no estamos habituados. Al inte-rior de nuestras casas, en algún mo-mento de estos días, tendremos que reflexionar acerca de las cosas que verdaderamente importan.

Hasta ahora, el sistema económico solamente se ha dedicado a explotar

todo aquello que le permita generar jugosos dividendos, no importándo-le que con esas acciones se dañe a los más débiles de nuestra sociedad y nuestro medio ambiente. Somos conscientes de que la actividad eco-nómica no se debe detener, pero que esta situación que ahora vivimos nos enseñe que se deben buscar y apli-car acciones que verdaderamente

aporten en la mitigación del Cambio Climático, el cual indudablemente también está llegando, pero como no vemos que nos afecte de la manera en la que una pandemia como la del Coronavirus, retrasamos actuar so-bre esa emergencia.

Esta emergencia sanitaria debe instarnos a vivir con mejores hábi-tos de limpieza personal y comuni-tarios. Como ciudadanos responsa-bles y además cristianos tenemos el deber de mantener sanos, limpios y en constante crecimiento y mante-nimiento los espacios en los que nos desenvolvemos. Hay cientos de ac-titudes virulentas que nos infectan, entre ellos, la apatía, la individuali-dad, la mentira, el egoísmo, etc., ac-tuemos también en contra de ellos. Que hoy la enseñanza sea la sana distancia, la limpieza, la oración y la esperanza.

emergencia sanitaria, un alto para reflexionar sobre nuestras acciones con el medio ambiente

CULTURA Por: CODIPACS / Diócesis de Texcoco

Foto: Especial Hospital para el Niño realiza simulacro de atención a paciente con COVID-19.

Es bien conocido por muchas generaciones el pa-saje de las plagas de Egipto que se encuentra en el libro del Éxodo en los capítulos del 7 al 11. Vemos cómo Dios envió a Moisés y Aarón ante el faraón de Egipto para advertirle que dejara partir a su pueblo y no lo sometiera más a la esclavitud que tenían. Sin embargo, el faraón no accedió y, ante la primera negativa del faraón, Dios envió de nuevo a Moisés y Aarón para mostrarle signos de advertencia me-diante plagas que azotaron al pueblo de Egipto, pero en la última plaga, donde dio muerte a los primogé-nitos de Egipto, el corazón del faraón se doblegó y dio la orden de liberar al pueblo Hebreo. No obstante, después se arrepintió y fue en su busca, y bien conocemos el desenlace de este acontecimiento, los carros del faraón con su ejercito mueren en el Mar Rojo.

Hoy en día, ante la situación que el mundo vive, habría que reflexionar cuánto se ha endurecido el corazón del hombre en estos últimos años, donde,

por este endurecimiento, ha llevado a cometer mu-chos errores en muchos aspectos como sociedad. Sea precisamente la intolerancia pieza clave en la forma en que se dirige la sociedad en la actualidad.

Nuestra reflexión debe partir no del hecho ne-gativo sino de sacar en positivo lo que ha ido suce-diendo, para así poder cambiar nuestras conductas negativas y así poder reducir la violencia y la intole-rancia, forjando una sociedad mejor.

Nos encontramos con las nuevas plagas que azo-tan a la humanidad, fren-te a las alertas sanitarias que se han extendido de forma grave, como han sido el Ébola, la Influenza

y la que estamos viviendo en este tiempo el Coro-navirus, donde podemos ver cómo ya en algunas naciones se ha producido un encierro obligado. El COVID-19 es una plaga que nos debe llevar a to-mar conciencia de lo que somos como sociedad, ya que una sanidad mal atendida lleva a una sociedad sin vida.

Ante esta pandemia debemos ser conscientes de la urgencia que tiene el hombre de volver a Dios, quitando el endurecimiento de su corazón, además de ser conscientes del cuidado de la vida con miseri-cordia y en espíritu de ayuda a los demás.

el pueblo de dios ante las plagas actuales

CULTURA Por: Pbro. David Valentín Rojas / Diócesis de Ecatepec

Foto: elperiodico.com Imagen microscópica de un Coronavirus (COVID-19).

“El endurecimiento del corazóndel hombre ha llevado a cometer

muchos errores en muchosaspectos como sociedad”

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/ marzo 29, 2020 / 300 Caminar Diocesano 5

Sabemos de la gran importancia y necesidad que hay en cada Dióce-sis y toda la Iglesia: La falta de vo-caciones al sacerdocio. El gran reto que vivimos en nuestra diócesis es intentar frenar ésta crisis vocacio-nal y aumentar el número de Jó-venes que estén dispuestos a seguir a Cristo como sacerdotes. Algunas de las principales tareas para lo-grar este objetivo son: la oración, la adoración y la promoción de las vocaciones.

En estos momentos que estamos viviendo no dejamos de trabajar y construir ese anhelo. Es por eso que los seminaristas encargados de la Pastoral Vocacional siguen acti-vos, planificando nuevas propuestas para lograr estos objetivos. En el aislamiento del Seminario Diocesa-

no de Izcalli, meditando y orando, y con las medidas sanitarias recomen-dadas, se encuentran fortaleciendo este área vocacional.

Nos encontramos en la alegría del Evangelio y en una renovación de autenticidad, en la que la huma-nidad, como decía Pablo VI, hoy necesita testigos, y el Papa Francisco ha dado, con su vida y con su perso-na, una actualidad a la llamada de ser testigos del amor y de la miseri-cordia de Dios, en una era gozosa, ante una humanidad que sufre y que está en busca de la verdadera felicidad. «Nosotros somos sus hu-mildes siervos. No se trata de que obtengamos un cierto nivel de es-tatus en la Iglesia, sino de tener un corazón de servicio para el pueblo santo de Dios».

Oremos para que el Espíritu Santo los ilumine en éste periodo de prueba y sacrificio, ellos ofrecen su trabajo por todas las personas que sufren a causa de la pandemia. “Cuando los pescadores se ven im-posibilitados para salir a pescar, sa-ben que es tiempo de remendar las redes”.

Del 16 al 20 de marzo se realizó la Semana de Actualización Teológico Pastoral del Presbiterio de la Dióce-sis de Valle de Chalco en las insta-laciones del Seminario Diocesano San Juan Pablo II, con el objetivo de fomentar un ambiente de comunión, además de ofrecer formación en di-ferentes ámbitos.

La jornada inició con la participa-ción de la Maestra en Ciencias María del Carmen Melchor Díaz, especia-lista que contextualizó al Presbiterio en el tema del COVID-19 y las medi-das que se deben tomar con base en la experiencia vivida en otros países. Esta información se aprovechó para tomar acuerdos como Diócesis, que permitirán atender la emergencia

sanitaria, dando los pasos necesarios en comunión y a favor del pueblo de Dios.

También se tocaron temas rela-cionados con el Consejo Permanen-te del Presbiterio y las nuevas refor-mas del Tribunal Eclesiástico, con la finalidad de poder servir mejor a cada comunidad.

La formación permanente del Presbítero en su dimensión espi-ritual, es una exigencia de la vida nueva y evangélica a la que ha sido llamado de manera específica por el Espíritu Santo y tiene su fundamen-to en el Sacramento del Orden.

Los trabajos de la Semana de Ac-tualización finalizaron con la Cele-bración Eucarística presidida por nuestro Obispo Don Víctor René Rodríguez Gómez, quien invitó a los sacerdotes a seguir sirviendo con entusiasmo a sus comunidades, siendo fieles al Evangelio especial-mente en estos tiempos difíciles que se viven.

Como seres humanos tenemos un gran compromiso de poder res-guardar la dignidad humana en to-das sus etapas desde la concepción hasta la vejez, nos debe llevar a una gran valoración de la vida. Por ello, debemos ser conscientes de que en nuestra razón anhelamos siempre la búsqueda de la verdad, el bien y la vida, bienes morales que de-bemos defender urgentemente.

Ante la inmi-nente cultura de la muerte que en nuestra sociedad estamos viviendo en donde algunos quieren promo-ver el aborto legal o la eutanasia, debemos ser conscientes que inde-pendientemente de la creencia de la persona, todo ser humano está lla-mado a la defensa y protección de la vida desde la concepción hasta la muerte natural.

La vida no es producto de la ma-gia ni resultado de la casualidad, requiere un proceso de gestación, en donde la vida se va preparan-do lentamente para contemplar la realidad de la bondad y la nobleza que tiene la naturaleza. Como seres humanos no podemos renunciar a la labor de estar en pro de la vida, por ello debemos crear la concien-cia para salvar nuestra cultura, ante aquellos que desean la destrucción total de la vida humana.

Poseer la vida significa poseer un valioso don inviolable y que, por tanto, debe ser defendido sin ningún pretexto. Toda vida humana es sa-grada, si no reconocemos que este principio es absoluto, entonces co-rremos el grave peligro de legalizar o institucionalizar la discriminación

contra algunos seres humanos, c o m ú n m e n t e contra aquellos que no se pue-den defender a si mismos ante ta-les agresiones. Si no defendemos

toda vida humana como algo sagra-do, entonces no seremos capaces de defender a nadie.

La ciencia, con sus aportaciones en el cuidado de la vida, genera he-rramientas de trabajo que permiten plantear nuevos enfoques que cola-boren a la defensa de la vida, me-diante estos recursos se puede llegar a defender la vida humana en todos sus estadios y por ende defender la misma.

Tenemos una gran responsabili-dad ante la defensa de la vida, fo-mentar una cultura de la vida a tra-vés de la familia, construyendo una ética familiar sobre el absoluto res-peto de la vida humana. Si hacemos esto, lograremos que el mundo sea un lugar más seguro para la vida y la familia.

no dejemos de pedir más vocaciones sacerdotales

semana de Actualización del Presbiterio

CAMINAR DIOCESANO Por: CODIPACS / Diócesis de Izcalli CAMINAR DIOCESANO Por: CODIPACS / Diócesis de Valle de Chalco

Foto: Seminario de Izcalli Reunión de seminaristas encargadosde la Pastoral Vocacional.

Foto: prensacelam.org La ciencia genera herramientas de trabajo que permiten plantear nuevos enfoquesque colaboren enla defensa de la vida.

“Todo ser humano está llamado a la defensa y

protección de la vida desde la concepción hasta la

muerte natural”

“Los seminaristas encargados de la

Pastoral Vocacionalsiguen activos,

planificando nuevas propuestas para lograr

estos objetivos”

Foto: Leandro Medina Asistentes a la Semana de Actualización Teológico Pastoral del Presbiterio de la Diócesis de Valle de Chalco.

"La formaciónpermanente del Presbítero en su dimensión espiritual,

es una exigenciadela vida nueva

y evangélica"

Cultura 300 / marzo 29, 2020 /12

Celebrar la caridad de Dios, su in-finito amor, es una experiencia fun-damental y primordial en la acción litúrgica de la Palabra y eucarística, por obra de Dios, no nuestra, y para bien y perfección de todos los fieles cristianos. Y qué mejor que vivir esta práctica, símbolos y experiencia litúrgica y sacramental, en la dimen-sión personal y comunitaria que nos da la Celebración Eucarística, para crecimiento, fortalecimiento y trans-cendencia de nuestra vida cristiana.

El número 42 de la Constitución Dogmática sobre la Iglesia Lumen Gentium afirma que “Dios es cari-dad, y el que permanece en la cari-dad permanece en Dios y Dios en él» (1 Jn 4,16) … a fin de que la caridad crezca en el alma como una buena semilla y fructifique, todo fiel debe escuchar de buena gana la Palabra de Dios y poner por obra su voluntad con la ayuda de la gracia. Participar frecuentemente en los sacramentos, sobre todo en la Eucaristía, y en las funciones sagradas. Aplicarse asidua-mente a la oración, a la abnegación de sí mismo, al solícito servicio de los hermanos y al ejercicio de todas las virtudes.”

En la Eucaristía celebramos el amor de Dios, su perdón, reconci-liación y salvación integral en medio de la comunidad cristiana, y nos im-pulsa a continuar y transmitir la vida en Dios, su gozo y alegría de nuestro encuentro con el único, verdadero y auténtico amor con todos los demás: familia, amigos, vecinos, compañe-ros, conocidos y desconocidos de la comunidad y sociedad, especialmen-te con los pobres, enfermos y perso-nas necesitadas.

Entonces, ¿cómo debe participar la Iglesia durante la actual emergen-cia sanitaria?

Con mucho sentido de las virtu-des teológicas: fe, esperanza y cari-dad, en su dimensión comunitaria, y asumir el llamado a vivir la paz, la solidaridad y el bien común; para esto nos hemos preparado y así debe-mos actuar frente a la pandemia del

COVID-19; enfrentar la emergencia contando con el poder amoroso y mi-sericordioso de Dios; siendo obedien-tes, prudentes, valientes y generosos, y por sobre todo, mantener y avivar la comunión de la Iglesia:• Mediante la fuerza de la oración a

Dios.• Practicando los sacramentos de

la Reconciliación y Comunión, de acuerdo con las disposiciones diocesanas; pero teniendo una es-pecial necesidad de la vida sacra-mental.

• Profundizando la experiencia de Dios en el hogar con la Lectio di-vina y enseñanza de la fe, con la ayuda de algún juego, de algún libro, por ejemplo repasar con los niños el estudio del catecismo, de alguna película de la vida de Jesús, de alguna santa o santo, de valo-res.

• Confiando en el Señor, en su paz y en su verdad de salvación.

• Manteniendo la unidad con to-dos los miembros de la Iglesia; reconociéndonos, apreciándo-nos, valorándonos. No estamos solos: Somos del Señor.

el llamado a la vida Ante la emergencia porcovid-19, celebremos la vida en diosCULTURA Por: Hna. Ofelia Rodríguez Ortiz / Diócesis de Ecatepec

CULTURA Por: CODIPACS / Diócesis de Texcoco

Foto: Vatican Media El Papa durante la Misa enCasa Santa Marta.

ENCUéNTRANos EN: ENCUéNTRANos EN:PRoVINCIA ECLEsIÁsTICA DE TLALNEPANTLA PRoVINCIA ECLEsIÁsTICA DE [email protected] [email protected] www.PRoVINCIADETLALNEPANTLA.oRg.MX

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Actualidad 300 / marzo 29, 2020 /6

Se ha elevado el alerta a la fase dos en México por la pandemia mun-dial, anticipando que los riesgos de un posible contagio comunitario por Coronavirus (Covid-19) en la pobla-ción mexicana es cada vez más alta. La Iglesia Católica está actuando con la conducción de los Obispos y Pres-bíteros de la Provincia Eclesiástica de Tlalnepantla, en comunión con el Papa Francisco y la Conferencia del Episcopado Mexicano, que han per-manecido atentos ante la emergencia sanitaria.

La Arquidiócesis de Tlalnepant-la junto con las diócesis de Izcalli, Cuautitlán, Ecatepec, Teotihuacán, Texcoco, Nezahualcóyotl y Valle de Chalco, han brindado diversas orien-taciones a los fieles católicos y perso-nas de buena voluntad sobre las me-didas a adoptar en sus ámbitos de la pastoral territorial, principalmente en la vida de sus comunidades parro-quiales, y así responder al impacto del

coronavirus sobre las personas más vulnerables, las familias y sus agentes de pastoral.

Las circunstancias actuales apre-mian a la fe de todos los católicos para responder con caridad y colabo-rar con las Obras Socio-Caritativas de la Iglesia. En este tiempo en el que se desarrolla la Colecta de la Caridad, las Comisiones Diocesanas de Pasto-ral Social-Cáritas, a nombre de los Obispos, apelan a la generosidad y solidaridad del Pueblo de Dios para ayudar con la oración y apoyo econó-mico a las personas pobres, enfermas y necesitadas de la comunidad; más aún, colaborar con las necesidades de la Parroquia, en este tiempo en que se generará escases, por la estrategia de mitigación de contagios del virus, y se ha indicado: no salir de casa, par-ticipar de la Santa Misa en el propio domicilio a través de la transmisión televisiva o por internet y realizar las celebraciones sin presencia de fieles,

por el bien comunitario y social, se abre un tiempo cuaresmal distinto para el cuidado mutuo: “Me cuido y te cuido”.

El compromiso caritativo de toda la Iglesia se activa de modo especial para:- Reforzar el trabajo de las Cáritas

diocesana y parroquial, para que sigan adelante con su misión.

- Prevenir el contagio entre los agentes de la Pastoral Social-Cári-tas, así como de sus colaboradores, bienhechores y voluntarios.

- Apoyar en la difusión y atención de las medidas indicadas por las autoridades sanitarias y de la pro-pia Iglesia a través del Obispo y Párrocos.

- Aportar y transmitir mensajes de confianza, solidaridad y esperanza a toda la comunidad.

- Mantener el ánimo y la comunica-ción para permanecer y perseverar en las tareas que corresponden a

la acción de la Iglesia Samaritana. Adoptando las estrategias de apoyo y acordando los medios y procedi-mientos de actuación, con diálogo, flexibilidad y responsabilidad.Ante todo hay que vivir la fe cris-

tiana con entusiasmo en el servicio fraterno y solidario a la propia fa-milia, a las familias vecinas y de las familias de la comunidad parroquial. ¡Contamos con tu respuesta generosa de caridad!

En la estructura de los sacramentos se diferencia el efecto (res et sacramentum) del fruto o de la gracia que concede el sacramento a quién lo recibe (res tantum). El efecto es lo que objetivamente sucede en el sacramento (ex opere operato), mientras que la gracia es la eficacia del sacramento en quien lo recibe. Así, el efecto del sacramento de la Euca-ristía es la presencia real de Cristo bajo la especie del pan y del vino; y la gracia de la Eucaristía es la comunión con Jesucristo que se produce en el fiel cuando comulga.

En la Eucaristía está verdaderamente presente Jesucristo, ese es el efecto que producen las pala-bras de la consagración del sacerdote. Pero la Eu-caristía ha sido instituida para ser comulgada y así dar la gracia de la comunión del fiel con Jesucristo.

Pongamos un ejemplo para aclarar. Imagina a un completo pagano o un pecador, desconoce-dor de la fe cristiana se pone en la fila y comulga. ¿Recibe el Cuerpo de Cristo? Sin duda. ¿Entra en comunión con Él? De ningún modo, pues esto re-quiere de su participación; lo recibe sin fruto, no recibe la gracia. Para que la Eucaristía dé fruto se requieren una serie de condiciones por parte de

quien la recibe: que esté en gracia, que sea cons-ciente, que quiera unirse a Cristo, etc. La forma ordinaria en que se nos da la gracia para que pro-duzca fruto son los sacramentos.

Sin embargo, Dios no está atado a los sacramen-tos. Él puede dar la gracia aunque no se reciban los signos sacramentales. Cuando alguien muere deseando el Bautismo, se dice que ha recibido el bautismo de deseo; ha recibido la gracia del sacra-mento sin recibir el sacramento.

De modo que Dios puede conceder la gracia y el fruto de un sacramento a alguien sin que participe sensiblemente de él. Esto es algo extraordinario, ya que ordinariamente la gracia se da en los sacra-mentos, pero posible en algunos casos.

En la comunión espiritual, el fiel recibe la gra-cia del sacramento, la comunión total con Cristo, como si hubiera comulgado físicamente, siempre que la haga con fe y con el deseo de recibir esa gracia en esa forma extraordinaria.

En la comunión espiritual, en que se hace ese acto total de fe y de petición de comunión a Dios, el fiel entra en comunión verdadera con Cristo, ya que, no pudiendo comulgar sacramentalmente,

pide sin embargo la gracia extraordinaria de la co-munión fuera del sacramento.

Dios, que es bueno, concede esta gracia a quien se la pide con fe y este recibe entonces la gracia de la comunión con Cristo, que puede dar el mismo fruto que la comunión sacramental. Todo esto está expresado en esta fórmula de comunión espiritual, que recomiendo:

«Creo, Jesús mío, que estás realy verdaderamente en el cielo y en el Santísimo Sacramento del Altar.Te amo sobre todas las cosasy deseo vivamente recibirte dentro de mi alma, pero no pudiendo hacerlo ahora sacramentalmente, ven al menos espiritualmente a mi corazón.Y como si ya te hubiese recibido, te abrazo y me uno del todo a Ti.Señor, no permitas que jamás me aparte de Ti. Amén».

(Atribuida a San Alfonso María de Ligorio)

La respuesta de la iglesia ante la emergencia por covid-19: Actuar con caridad

¿Qué es y cómo realizar la comunión espiritual?

ACTUALIDAD Por: Samuel Nájera / Diócesis de Texcoco

ACN MÉXICO Por: Pbro. Ángel Lorente / Capellán de ACN-México

Foto: madreclelia.org La Caridad de Madre Clelia.

/ marzo 29, 2020 / 300 Familia 11

Desde sus orígenes el núcleo de la Iglesia esta a menudo constituido por aquellos que con toda su casa se con-vertían y se hacían creyentes por me-dio de la predicación de los apóstoles, cuando el jefe de familia se convertía, deseaba que todos los de su casa de salvasen, estas familias convertidas eran islas de vida cristiana en un mun-do no creyente.

La Iglesia es una gran familia, for-mada de familias. La Iglesia domésti-ca es el origen y está en la base de las primeras comunidades cristianas y, en consecuencia, de la Iglesia, por ello los valores que en las primeras comu-nidades se verificaban deben también verse en las Iglesias domésticas de hoy. Todos los miembros de la comunidad eran corresponsables los unos de los

otros como miembros del mismo cuerpo. Vivían en una comunión fra-terna, con un solo corazón y una sola alma, se nutrían de la palabra procla-mada, practicaban con asiduidad la oración comunitaria.

Era una porción de la Iglesia que tenían claro que Jesús era el centro de la comunidad, compartían fraternal-mente el pan material y el pan euca-rístico, practicaban el perdón con sin-ceridad y misericordia, para llevar a cabo la corrección fraterna.

Ya lo decía el Papa Pablo VI: “La familia cristiana se presenta como una Iglesia doméstica, si se elevan en co-mún plegarias suplicantes a Dios”, el Papa Francisco dice al respecto que: “La familia es la primera comunidad donde se enseña y aprende a amar y

también es un lugar donde se trans-mite la Fe”.

La familia entendida como Iglesia doméstica, debemos entender que es el hogar cristiano, donde los hijos de Dios reciben el primer anuncio de la fe, es la comunidad de gracia y de oración, escuela de virtudes humanas y de caridad cristiana.

Por ello en este tiempo de adver-sidad, la familia cristiana deberá ser el primer lugar para la educación en la oración, fundada en el sacramen-to del matrimonio, donde los hijos de Dios aprendan a orar como Iglesia y a perseverar en la comunión fraterna, en la meditación de la Sagrada Escri-tura, en el compartir su tiempo para ser familias donde se manifieste la fe, la esperanza y la caridad.

Ante la situación de contingencia por la pandemia del COVID-19 nos han recomendado que nos quedemos en casa. Es por esto que he tomado la determinación de quedarnos en casa, a menos de que sea indispensable. Y viene aquí una situación que para muchos tiene cara de problema: ¿Qué hago con mis hijos tanto tiempo en casa?

PrimeroExplícales a tus hijos lo que está pasando.

Es tiempo de guardar no de vacaciones. Para evitar el caos es necesario que todos tengamos claro lo que está pasando y nuestros hijos también deben comprender que estamos en un periodo de contin-gencia y no de vacaciones. Es importante explicar-les que la obediencia es vital para evitar contagiar-nos; no siempre es fácil obedecer, pero en este caso es de vital importancia hacerlo.

segundoEstén atentos a las indicaciones que se vayan dando.

Conforme vaya avanzando el tiempo las condicio-nes van a ir cambiando pues habrá mas casos y se volverá más estricto el control. Así que debemos es-tar atentos y dispuestos a acatar las indicaciones por

el bien de todos. Debemos hablar con nuestros hijos para formarlos en la generosidad, trabajando por el bien de los otros.

terceroHagan un plan de actividades para este tiempo.

Es necesario adecuar nuestro tiempo para tener actividades variadas dentro de casa. Podemos ha-cer un horario del día para coordinar los traba-jos o podemos programar varias actividades al día y dejar los tiempos para cada actividad según la disposición de nuestros hijos. Los tiempos de vi-deojuegos deben estar muy bien regulados para evitar que nuestros hijos caigan en excesos, pode-mos propiciar los juegos de mesa, que ayudan a la convivencia familiar.

cuArtoEs necesario adecuar los espacios en casa y los roles.

Como estaremos más tiempo dentro de casa, es ne-cesario adecuar los espacios para no entrar en deses-peración en este tiempo. Si tenemos hijos pequeños, quizá sea bueno guardar los objetos que se pueden romper y para evitar accidentes.

Por otro lado, con nuestros hijos en casa se redu-

ce el tiempo para realizar las labores propias de las mamás, por lo que debemos hacer roles para que to-dos cooperemos en tener la casa en orden. Se puede hacer una lista de las tareas a realizar para asignar responsables de cada una.

QuintoHagan oración en familia.

Ahora más que nunca debemos voltear los ojos a Dios y pedirle que nos ayude a superar nuestros problemas. Una oración nos puede ayudar mucho, pero la oración en familia es mucho mejor. El San-to Rosario es muy poderoso, y rezarlo en familia es una gracia. Se debe hacer un ofrecimiento de nuestra oración, desde el corazón, para que Dios nos ayude a superar esta prueba y que nos proteja de la enfermedad y nos ayude a no perder la fe en estos tiempos de crisis. También podemos imprimir el “detente”, que es una imagen del Sagrado Cora-zón de Jesús que al rededor tiene la frase: “Detente, el Corazón de Jesús esta conmigo”. Cuando hubo una epidemia de peste en Marsella, se repartieron mi-les de estas imágenes por toda la ciudad y la peste cesó por la fe de las gente y la ayuda del Corazón de Jesús. Y tú, ¿estás dispuesto a quedarte en casa?

La importancia de la iglesia doméstica hoy

Por el bien de todos, nos quedamos en casa. ¿Qué puedo hacer?

FAMILIA Por: Pbro. Armando Medina Trejo / Diócesis de Ecatepec

5 TIPS de Silvia del Valle

@SilviaMdelValle / [email protected]

Foto: Raúl Oregón Méndez Padre e hija leyendo las SagradasEscrituras, una forma de transmitir la fe.

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/ marzo 29, 2020 / 300 Celebremos la Fe 7Homilías 300 / marzo 29, 2020 /10

Hemos llegado al lugar santo, a la Ciudad de Jerusalén acompañando a Cristo en su entrada triunfal.

Durante la Cuaresma, Él mismo nos fue preparando para vivir juntos los misterios de nuestra fe. Es por eso que al contemplar sus milagros reali-zados entre los judíos, los niños salen a recibirlo con palmas y ramas de oli-vo. La gente se aglomera en la entra-da de la Ciudad y las mujeres gri-tan: "Hosanna al hijo de David".

Hoy estamos viviendo el ini-cio de la Semana Santa. Sin lugar a dudas, hemos caminado con Jesús. Nuestras parroquias han atendido las indica-ciones por la emergencia sanitaria, buscando el bien de los feligreses, au-mentando la oración en el Salvador, y no por ello dejaremos de vivir estos días santos desde la casa.

Reflexionemos junto a nuestra fa-milia qué es lo que nos motiva a se-guir a Jesús durante estos días, porque

Jesús quiere salir a nuestro encuentro y que nosotros estemos preparados a su paso, no con ramas o mantos, sino con nuestra propia vida, que debe-mos poner siempre en sus manos y revestirnos de su gracia.

Permitamos a Jesús darnos su mi-sericordia y su perdón, que en verdad vivamos junto con Él, como el discí-pulo amado que se mantuvo al pie

de la cruz, que nosotros también estemos bajo la cruz de la sal-vación pidiendo por cada uno de los nuestros.

Que María nos siga acompa-ñando y seamos para ella, verda-

deros hijos llenos de bondad, de san-tidad y de verdad, para anunciar con auténtico amor el mensaje de Jesús a la humanidad y exclamar: ¡Bendito el que viene en nombre del Señor!

La resurrección de Lázaro es “tipo” de la de Cristo, que vamos a con-memorar próximamente. Jesús dice a Marta que Él es la «resurrección» y la vida (cf. Jn 11,25). A todos nos pregunta: «¿Crees esto?» (Jn 11,26). ¿Creemos que en el bautismo Dios nos ha regalado una nueva vida? Dice san Pablo que nosotros somos una nueva creatura (cf. 2Cor 5,17). Esta resurrección es el fundamento de nuestra esperanza, que se basa no en una utopía futura, incierta y fal-sa, sino en un hecho: «¡Es verdad! ¡El Señor ha resucitado!» (Lc 24,34).

Jesús manda: «Desatadlo y dejadle andar» (Jn 11,34). La redención nos ha liberado de las cadenas del peca-do, que todos padecíamos. Decía el Papa León Magno: «Los errores fue-ron vencidos, las potestades sojuzga-das y el mundo ganó un nuevo co-mienzo. Porque si padecemos con Él, también reinaremos con Él (cf. Rom 8,17). Esta ganancia no sólo está preparada para los que en el nom-bre del Señor son triturados por los sin-dios. Pues todos los que sirven a Dios y viven en Él están crucificados en Cristo, y en Cristo conseguirán la corona».

¿Estamos dispuestos a morir a todo lo que se opone a la vida que viene de Dios?

¿Nuestra fe es tan grande como para permitirnos arriesgar la vida que hasta ahora llevamos y dispo-

nernos a la conversión que nos hará renacer en la Pascua?

En medio del mundo ¿testimonia-mos que para nosotros el problema más grande (la muerte) tiene ya una solución en Cristo? ¿O nuestros in-tereses, tan enraizados en el mundo manifiestan nuestra poca fe?

¿Qué sentido le damos a nuestro propio bautismo o a aquellas celebra-ciones del mismo en las que partici-pamos? ¿Son hechos aislados, o ver-daderos comienzos de una manera concreta de vivir.

Los cristianos estamos llamados, ya en esta tierra, a vivir esta nueva vida sobrenatural que nos hace capa-ces de dar crédito de nuestra suerte: ¡siempre dispuestos a dar respuesta a todo el que nos pida razón de nuestra esperanza! (cf. 1Pe 3,15).

Nuestra esperanza está también puesta en María, Madre de Jesucris-to y nuestra Madre, que es a su vez un icono de la esperanza: al pié de la Cruz esperó contra toda esperanza y fue asociada a la obra de su Hijo.

Foto: Arquidiócesis de Tlalnepantla Celebración del Domingo de Ramos en la Catedral de Tlalnepantla 2019.

Foto: Cathopic Sacramento de la Unción de los Enfermos.

"Jesús quiere salir a nuestro encuentro y que nosotros

estemos preparados a su paso, no con ramas o

mantos, sino con nuestra propia vida"

“Hoy la Iglesia nos presenta un gran milagro:

Jesús resucita a un difunto, muerto desde hacía

varios días”

Homilía en el domingo de ramos (05 de abril de 2020)

Homilía del v domingo de cuaresma (29 de marzo de 2020)

HOMILÍAS Por: Pbro. Alfonso Velázquez Reyes / Diócesis de Valle de ChalcoHOMILÍAS Por: CODIPACS / Diócesis de Izcalli

ENCUéNTRANos EN: ENCUéNTRANos EN:PRoVINCIA ECLEsIÁsTICA DE TLALNEPANTLA PRoVINCIA ECLEsIÁsTICA DE [email protected] [email protected] www.PRoVINCIADETLALNEPANTLA.oRg.MX

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Misa Dominical 300 / marzo 29, 2020 /8

misa domingo de ramos (05 de abril de 2020)

MISA DOMINICAL Por: Diócesis de Valle de Chalco

ORACIÓN COLECTA

Dios todopoderoso y eterno, que quisiste que nuestro Salvador se hiciera hombre y padeciera en la cruz para dar al género humano ejemplo de humildad, concéde-nos, benigno, seguir las enseñanzas de su pasión y que merezcamos participar de su gloriosa resurrección. El, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu San-to y es Dios por los siglos de los siglos.

LITURGIA DE LA PALABRA

PRIMERA LECTURA

El Siervo permanece fiel a su misión, incluso cuando es persegui-do, ya que confía plenamente en Dios.Del libro del profeta Isaías: 50, 4-7 En aquel entonces, dijo Isaías: "El Señor me ha dado una lengua experta, para que pueda confortar al aba-tido con palabras de aliento. Mañana tras mañana, el Señor despierta mi oído, para que escuche yo, como discípulo. El Señor Dios me ha hecho oír sus palabras y yo no he opuesto resistencia ni me he echado para atrás. Ofrecí la espalda a los que me golpeaban, la me-jilla a los que me tiraban de la barba. No aparté mi ros-tro de los insultos y salivazos. Pero el Señor me ayuda, por eso no quedaré confundido, por eso endurecí mi rostro como roca y sé que no quedaré avergonzado". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

SALMO RESPONSORIAL

Del salmo 21, 8-9. 17-18a. 19-20. 23-24. R/. Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has aban-donado? Todos los que me ven, de mí se burlan; me hacen ges-tos y dicen: "Confiaba en el Señor, pues que él lo salve; si de veras lo ama, que lo libre". R/. Los malvados me cercan por doquiera como rabiosos perros. Mis manos y mis pies han taladrado y se pue-den contar todos mis huesos. R/. Reparten entre sí mis vestiduras y se juegan mi túnica a los dados. Señor, auxilio mío, ven y ayúdame, no te quedes de mí tan alejado. R/. Contaré tu fama a mis hermanos, en medio de la asam-blea te alabaré. Fieles del Señor, alábenlo; glorifícalo, linaje de Jacob; témelo, estirpe de Israel. R/.

SEGUNDA LECTURA

Jesucristo se humilló a sí mismo para hacerse uno de nosotros y para servirnos. Por eso Dios lo resucitó y le hizo Señor de todo.De la carta del apóstol San Pablo a los filipen-ses: 2, 6-11 Cristo, siendo Dios, no consideró que debía aferrarse a las prerrogativas de su condición divina, sino que, por el contrario, se anonadó a sí mismo, tomando la condición de siervo, y se hizo semejante a los hombres. Así, hecho uno de ellos, se humilló a sí mismo y por obediencia aceptó incluso la muerte, y una muerte de cruz.

Por eso Dios lo exaltó sobre todas las cosas y le otor-gó el nombre que está sobre todo nombre, para que, al nombre de Jesús, todos doblen la rodilla en el cielo, en la tierra y en los abismos, y todos reconozcan pú-blicamente que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre.Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

ANTÍFONA Mt 21,9 Flp 2, 8-9

Hosanna al Hijo de David. Bendito el que viene en nombre del Señor, el Rey de Israel. Hosanna en el cielo.

EVANGELIO (Ciclo A)

Bendito el que viene en nombre del Señor R/. Del santo Evangelio según san Mateo: 21, 1-11

Cuando se aproximaban ya a Jerusalén, al llegar a Be-tfagé, junto al monte de los Olivos, envió Jesús a dos de sus discípulos, diciéndoles: "Vayan al pueblo que ven allí enfrente; al entrar, encontrarán amarrada una burra y un burrito con ella; desátenlos y tráiganmelos. Si alguien les pregunta algo, díganle que el Señor los necesita y enseguida los devolverá".

Esto sucedió para que se cumplieran las palabras del profeta: Díganle a la hija de Sión: He aquí que tu rey viene a ti, apacible y montado en un burro, en un burrita, hijo de animal de yugo.

Fueron, pues, los discípulos e hicieron lo que Jesús les había encargado y trajeron consigo la burra y el

burrito. Luego pusieron sobre ellos sus mantos y Jesús se sentó encima. La gente, muy numerosa, extendía sus mantos por el camino; algunos cortaban ramas de los árboles y las tendían a su paso. Los que iban de-lante de él y los que lo seguían gritaban: "¡Hosanna! ¡Viva el Hijo de David! ¡Bendito el que viene en nom-bre del Señor! ¡Hosanna en el cielo!" Al entrar Jesús en Jerusalén, toda la ciudad se conmovió, Unos decían: "¿Quién es éste?" Y la gente respondía: "Este es el pro-feta Jesús, de Nazaret de Galilea".Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

ANTIFONA DE LA COMUNIÓN Mt 26,42 Padre mío, si no es posible evitar que yo beba este cáliz, hágase tu voluntad.

COMUNIÓN ESPIRITUAL

A tus pies, oh Jesús mío, me postro, y te ofrezco el arre-pentimiento de mi corazón contrito que se abisma en su nada y en Tu santa presencia. Te adoro en el sacra-mento de tu amor, deseo recibirte en la pobre morada que mi corazón te ofrece. En espera de la felicidad de la comunión sacramental, quiero tenerte en espíritu. Ven a mí, oh Jesús mío, que yo vaya hacia Ti. Que tu amor pueda inflamar todo mi ser, para la vida y para la muer-te. Creo en Ti, espero en Ti, Te amo. Que así sea.

Foto: Ma. Carmen Máximo Domingo de Ramos. Jesús sale a nuestro encuentro.

ORACIÓN COLECTA

Te rogamos, Señor Dios nuestro, que, con tu auxilio, avancemos animosamente hacia aquel grado de amor con el que tu Hijo, por la salvación del mundo, se entre-gó a la muerte. Él que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.

LITURGIA DE LA PALABRA PRIMERA LECTURA

Les infundiré mi espíritu y vivirán. Del libro del profeta Ezequiel: 37, 12-14 Esto dice el Señor Dios: "Pueblo mío, yo mismo abri-ré sus sepulcros, los haré salir de ellos y los conduciré de nuevo a la tierra de Israel. Cuando abra sus sepul-cros y los saque de ellos, pueblo mío, ustedes dirán que yo soy el Señor. Entonces les infundiré mi espíritu y vivirán, los estableceré en su tierra y ustedes sabrán que yo, el Señor, lo dije y lo cumplí".Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

SALMO RESPONSORIAL Del salmo 129,1-2. 3-4ab. 4c-6. 7-8. R/. Perdónanos, Señor, y viviremos. Desde el abismo de mis pecados clamo a ti; Señor, escucha mi clamor; que estén atentos tus oídos a mi voz suplicante. R/. Si conservaras el recuerdo de las culpas, ¿quién ha-bría, Señor, que se salvara? Pero de ti procede el per-dón, por eso con amor te veneramos. R/. Confío en el Señor, mi alma espera y confía en su palabra; mi alma aguarda al Señor, mucho más que a la aurora el centinela. R/. Como aguarda a la aurora el centinela, aguarda Is-rael al Señor, porque del Señor viene la misericordia y la abundancia de la redención, y él redimirá a su pueblo de todas sus iniquidades. R/.

SEGUNDA LECTURA El Espíritu de aquel que resucitó a Jesús de entre los muertos, habita en ustedes. De la carta del apóstol san Pablo a los roma-nos: 8, 8-11 Hermanos: Los que viven en forma desordenada y egoísta no pueden agradar a Dios. Pero ustedes no llevan esa clase de vida, sino una vida conforme al Espíritu, puesto que el Espíritu de Dios habita ver-daderamente en ustedes. Quien no tiene el Espíritu de Cristo, no es de Cristo. En cambio, si Cristo vive en ustedes, aunque su cuerpo siga sujeto a la muerte a causa del pecado, su espíritu vive a causa de la acti-vidad salvadora de Dios. Si el Espíritu del Padre, que resucitó a Jesús de entre los muertos, habita en uste-des, entonces el Padre, que resucitó a Jesús de entre los muertos, también les dará vida a sus cuerpos mortales, por obra de su Espíritu, que habita en ustedes. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIOJn 11, 25. 26

R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús. Yo soy la resurrección y la vida, dice el Señor; el que cree en mí no morirá para siempre. R/.

EVANGELIO

Yo soy la resurrección y la vida. Del santo Evangelio según san Juan: 11, 1-45

En aquel tiempo, se encontraba enfermo Lázaro, en Betania, el pueblo de María y de su hermana Marta. María era la que una vez ungió al Señor con perfu-me y le enjugó los pies con su cabellera. El enfermo era su hermano Lázaro. Por eso las dos hermanas le mandaron decir a Jesús: "Señor, el amigo a quien tan-to quieres está enfermo".

Al oír esto, Jesús dijo: "Esta enfermedad no aca-bará en la muerte, sino que servirá para la gloria de Dios, para que el Hijo de Dios sea glorificado por ella". Jesús amaba a Marta, a su hermana y a Lázaro. Sin embargo, cuando se enteró de que Lázaro estaba enfermo, se detuvo dos días más en el lugar en que se hallaba. Después dijo a sus discípulos: "Vayamos otra vez a Judea". Los discípulos le dijeron: "Maestro, hace poco que los judíos querían apedrearte, ¿y tú vas a volver allá?". Jesús les contestó: "¿Acaso no tiene doce horas el día? El que camina de día no tropieza, porque ve la luz de este mundo; en cambio, el que camina de noche tropieza, porque le falta la luz".

Dijo esto y luego añadió: "Lázaro, nuestro amigo, se ha dormido; pero yo voy ahora a despertarlo". Entonces le dijeron sus discípulos: "Señor, si duer-me, es que va a sanar". Jesús hablaba de la muerte, pero ellos creyeron que hablaba del sueño natural. Entonces Jesús les dijo abiertamente: "Lázaro ha muerto, y me alegro por ustedes de no haber estado allí, para que crean. Ahora, vamos allá". Entonces Tomás, por sobrenombre el Gemelo, dijo a los de-más discípulos: "Vayamos también nosotros, para morir con él".

Cuando llegó Jesús, Lázaro llevaba ya cuatro días en el sepulcro. Betania quedaba cerca de Jerusalén, como a unos dos kilómetros y medio, y muchos judíos habían ido a ver a Marta y a María para consolarlas por la muerte de su hermano.

Apenas oyó Marta que Jesús llegaba, salió a su en-cuentro; pero María se quedó en casa. Le dijo Mar-ta a Jesús: "Señor, si hubieras estado aquí, no habría muerto mi hermano. Pero aun ahora estoy segura de que Dios te concederá cuanto le pidas".

Jesús le dijo: "Tu hermano resucitará". Marta res-pondió: "Ya sé que resucitará en la resurrección del último día". Jesús le dijo: "Yo soy la resurrección y la vida. El que cree en mí, aunque haya muerto, vivirá; y todo aquel que está vivo y cree en mí, no mori-rá para siempre. ¿Crees tú esto?". Ella le contestó: "Sí, Señor. Creo firmemente que tú eres el Mesías, el Hijo de Dios, el que tenía que venir al mundo".

Después de decir estas palabras, fue a buscar a su hermana María y le dijo en voz baja: "Ya vino el Maestro y te llama". Al oír esto, María se levantó en el acto y salió hacia donde estaba Jesús, porque él no había llegado aún al pueblo, sino que estaba en el lu-gar donde Marta lo había encontrado. Los judíos que estaban con María en la casa, consolándola, viendo que ella se levantaba y salía de prisa, pensaron que iba al sepulcro para llorar allí y la siguieron.

Cuando llegó María adonde estaba Jesús, al verlo, se echó a sus pies y le dijo: "Señor, si hubieras estado aquí, no habría muerto mi hermano". Jesús, al verla llorar y al ver llorar a los judíos que la acompañaban, se conmovió hasta lo más hondo y preguntó: "¿Dón-de lo han puesto?". Le contestaron: "Ven, Señor, y lo verás".

Jesús se puso a llorar y los judíos comentaban: "De veras ¡cuánto lo amaba!" Algunos decían: "¿No podía éste, que abrió los ojos al ciego de nacimiento, hacer que Lázaro no muriera?".

Jesús, profundamente conmovido todavía, se detu-vo ante el sepulcro, que era una cueva, sellada con una losa. Entonces dijo Jesús: "Quiten la losa". Pero Marta, la hermana del que había muerto, le replicó: "Señor, ya huele mal, porque lleva cuatro días". Le dijo Jesús: "¿No

te he dicho que si crees, verás la gloria de Dios?". Entonces quitaron la piedra.

Jesús levantó los ojos a lo alto y dijo: "Padre, te doy gracias porque me has escuchado. Yo ya sabía que tú siempre me escuchas; pero lo he dicho a causa de esta muchedumbre que me rodea, para que crean que tú me has enviado". Luego gritó con voz potente: "[Lá-zaro, sal de allí!". Y salió el muerto, atados con vendas las manos y los pies, y la cara envuelta en un sudario. Jesús les dijo: "Desátenlo, para que pueda andar".

Muchos de los judíos que habían ido a casa de Marta y María, al ver lo que había hecho Jesús, cre-yeron en él. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

ANTIFONA DE LA COMUNIÓN Mt 26,42

Todo el que está vivo y cree en mí, no morirá para siempre, dice el Señor.

COMUNIÓN ESPIRITUAL

A tus pies, oh Jesús mío, me postro, y te ofrezco el arrepentimiento de mi corazón contrito que se abis-ma en su nada y en Tu santa presencia. Te adoro en el sacramento de tu amor, deseo recibirte en la pobre morada que mi corazón te ofrece. En espera de la felicidad de la comunión sacramental, quiero tenerte en espíritu. Ven a mí, oh Jesús mío, que yo vaya hacia Ti. Que tu amor pueda inflamar todo mi ser, para la vida y para la muerte. Creo en Ti, espero en Ti, Te amo. Que así sea.

v domingo de cuaresma (29 de marzo de 2020)

MISA DOMINICAL Por: Diócesis de Izcalli

/ marzo 29, 2020 / 300 Misa Dominical 9

ENCUéNTRANos EN: ENCUéNTRANos EN:PRoVINCIA ECLEsIÁsTICA DE TLALNEPANTLA PRoVINCIA ECLEsIÁsTICA DE [email protected] [email protected] www.PRoVINCIADETLALNEPANTLA.oRg.MX

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Misa Dominical 300 / marzo 29, 2020 /8

misa domingo de ramos (05 de abril de 2020)

MISA DOMINICAL Por: Diócesis de Valle de Chalco

ORACIÓN COLECTA

Dios todopoderoso y eterno, que quisiste que nuestro Salvador se hiciera hombre y padeciera en la cruz para dar al género humano ejemplo de humildad, concéde-nos, benigno, seguir las enseñanzas de su pasión y que merezcamos participar de su gloriosa resurrección. El, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu San-to y es Dios por los siglos de los siglos.

LITURGIA DE LA PALABRA

PRIMERA LECTURA

El Siervo permanece fiel a su misión, incluso cuando es persegui-do, ya que confía plenamente en Dios.Del libro del profeta Isaías: 50, 4-7 En aquel entonces, dijo Isaías: "El Señor me ha dado una lengua experta, para que pueda confortar al aba-tido con palabras de aliento. Mañana tras mañana, el Señor despierta mi oído, para que escuche yo, como discípulo. El Señor Dios me ha hecho oír sus palabras y yo no he opuesto resistencia ni me he echado para atrás. Ofrecí la espalda a los que me golpeaban, la me-jilla a los que me tiraban de la barba. No aparté mi ros-tro de los insultos y salivazos. Pero el Señor me ayuda, por eso no quedaré confundido, por eso endurecí mi rostro como roca y sé que no quedaré avergonzado". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

SALMO RESPONSORIAL

Del salmo 21, 8-9. 17-18a. 19-20. 23-24. R/. Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has aban-donado? Todos los que me ven, de mí se burlan; me hacen ges-tos y dicen: "Confiaba en el Señor, pues que él lo salve; si de veras lo ama, que lo libre". R/. Los malvados me cercan por doquiera como rabiosos perros. Mis manos y mis pies han taladrado y se pue-den contar todos mis huesos. R/. Reparten entre sí mis vestiduras y se juegan mi túnica a los dados. Señor, auxilio mío, ven y ayúdame, no te quedes de mí tan alejado. R/. Contaré tu fama a mis hermanos, en medio de la asam-blea te alabaré. Fieles del Señor, alábenlo; glorifícalo, linaje de Jacob; témelo, estirpe de Israel. R/.

SEGUNDA LECTURA

Jesucristo se humilló a sí mismo para hacerse uno de nosotros y para servirnos. Por eso Dios lo resucitó y le hizo Señor de todo.De la carta del apóstol San Pablo a los filipen-ses: 2, 6-11 Cristo, siendo Dios, no consideró que debía aferrarse a las prerrogativas de su condición divina, sino que, por el contrario, se anonadó a sí mismo, tomando la condición de siervo, y se hizo semejante a los hombres. Así, hecho uno de ellos, se humilló a sí mismo y por obediencia aceptó incluso la muerte, y una muerte de cruz.

Por eso Dios lo exaltó sobre todas las cosas y le otor-gó el nombre que está sobre todo nombre, para que, al nombre de Jesús, todos doblen la rodilla en el cielo, en la tierra y en los abismos, y todos reconozcan pú-blicamente que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre.Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

ANTÍFONA Mt 21,9 Flp 2, 8-9

Hosanna al Hijo de David. Bendito el que viene en nombre del Señor, el Rey de Israel. Hosanna en el cielo.

EVANGELIO (Ciclo A)

Bendito el que viene en nombre del Señor R/. Del santo Evangelio según san Mateo: 21, 1-11

Cuando se aproximaban ya a Jerusalén, al llegar a Be-tfagé, junto al monte de los Olivos, envió Jesús a dos de sus discípulos, diciéndoles: "Vayan al pueblo que ven allí enfrente; al entrar, encontrarán amarrada una burra y un burrito con ella; desátenlos y tráiganmelos. Si alguien les pregunta algo, díganle que el Señor los necesita y enseguida los devolverá".

Esto sucedió para que se cumplieran las palabras del profeta: Díganle a la hija de Sión: He aquí que tu rey viene a ti, apacible y montado en un burro, en un burrita, hijo de animal de yugo.

Fueron, pues, los discípulos e hicieron lo que Jesús les había encargado y trajeron consigo la burra y el

burrito. Luego pusieron sobre ellos sus mantos y Jesús se sentó encima. La gente, muy numerosa, extendía sus mantos por el camino; algunos cortaban ramas de los árboles y las tendían a su paso. Los que iban de-lante de él y los que lo seguían gritaban: "¡Hosanna! ¡Viva el Hijo de David! ¡Bendito el que viene en nom-bre del Señor! ¡Hosanna en el cielo!" Al entrar Jesús en Jerusalén, toda la ciudad se conmovió, Unos decían: "¿Quién es éste?" Y la gente respondía: "Este es el pro-feta Jesús, de Nazaret de Galilea".Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

ANTIFONA DE LA COMUNIÓN Mt 26,42 Padre mío, si no es posible evitar que yo beba este cáliz, hágase tu voluntad.

COMUNIÓN ESPIRITUAL

A tus pies, oh Jesús mío, me postro, y te ofrezco el arre-pentimiento de mi corazón contrito que se abisma en su nada y en Tu santa presencia. Te adoro en el sacra-mento de tu amor, deseo recibirte en la pobre morada que mi corazón te ofrece. En espera de la felicidad de la comunión sacramental, quiero tenerte en espíritu. Ven a mí, oh Jesús mío, que yo vaya hacia Ti. Que tu amor pueda inflamar todo mi ser, para la vida y para la muer-te. Creo en Ti, espero en Ti, Te amo. Que así sea.

Foto: Ma. Carmen Máximo Domingo de Ramos. Jesús sale a nuestro encuentro.

ORACIÓN COLECTA

Te rogamos, Señor Dios nuestro, que, con tu auxilio, avancemos animosamente hacia aquel grado de amor con el que tu Hijo, por la salvación del mundo, se entre-gó a la muerte. Él que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.

LITURGIA DE LA PALABRA PRIMERA LECTURA

Les infundiré mi espíritu y vivirán. Del libro del profeta Ezequiel: 37, 12-14 Esto dice el Señor Dios: "Pueblo mío, yo mismo abri-ré sus sepulcros, los haré salir de ellos y los conduciré de nuevo a la tierra de Israel. Cuando abra sus sepul-cros y los saque de ellos, pueblo mío, ustedes dirán que yo soy el Señor. Entonces les infundiré mi espíritu y vivirán, los estableceré en su tierra y ustedes sabrán que yo, el Señor, lo dije y lo cumplí".Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

SALMO RESPONSORIAL Del salmo 129,1-2. 3-4ab. 4c-6. 7-8. R/. Perdónanos, Señor, y viviremos. Desde el abismo de mis pecados clamo a ti; Señor, escucha mi clamor; que estén atentos tus oídos a mi voz suplicante. R/. Si conservaras el recuerdo de las culpas, ¿quién ha-bría, Señor, que se salvara? Pero de ti procede el per-dón, por eso con amor te veneramos. R/. Confío en el Señor, mi alma espera y confía en su palabra; mi alma aguarda al Señor, mucho más que a la aurora el centinela. R/. Como aguarda a la aurora el centinela, aguarda Is-rael al Señor, porque del Señor viene la misericordia y la abundancia de la redención, y él redimirá a su pueblo de todas sus iniquidades. R/.

SEGUNDA LECTURA El Espíritu de aquel que resucitó a Jesús de entre los muertos, habita en ustedes. De la carta del apóstol san Pablo a los roma-nos: 8, 8-11 Hermanos: Los que viven en forma desordenada y egoísta no pueden agradar a Dios. Pero ustedes no llevan esa clase de vida, sino una vida conforme al Espíritu, puesto que el Espíritu de Dios habita ver-daderamente en ustedes. Quien no tiene el Espíritu de Cristo, no es de Cristo. En cambio, si Cristo vive en ustedes, aunque su cuerpo siga sujeto a la muerte a causa del pecado, su espíritu vive a causa de la acti-vidad salvadora de Dios. Si el Espíritu del Padre, que resucitó a Jesús de entre los muertos, habita en uste-des, entonces el Padre, que resucitó a Jesús de entre los muertos, también les dará vida a sus cuerpos mortales, por obra de su Espíritu, que habita en ustedes. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIOJn 11, 25. 26

R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús. Yo soy la resurrección y la vida, dice el Señor; el que cree en mí no morirá para siempre. R/.

EVANGELIO

Yo soy la resurrección y la vida. Del santo Evangelio según san Juan: 11, 1-45

En aquel tiempo, se encontraba enfermo Lázaro, en Betania, el pueblo de María y de su hermana Marta. María era la que una vez ungió al Señor con perfu-me y le enjugó los pies con su cabellera. El enfermo era su hermano Lázaro. Por eso las dos hermanas le mandaron decir a Jesús: "Señor, el amigo a quien tan-to quieres está enfermo".

Al oír esto, Jesús dijo: "Esta enfermedad no aca-bará en la muerte, sino que servirá para la gloria de Dios, para que el Hijo de Dios sea glorificado por ella". Jesús amaba a Marta, a su hermana y a Lázaro. Sin embargo, cuando se enteró de que Lázaro estaba enfermo, se detuvo dos días más en el lugar en que se hallaba. Después dijo a sus discípulos: "Vayamos otra vez a Judea". Los discípulos le dijeron: "Maestro, hace poco que los judíos querían apedrearte, ¿y tú vas a volver allá?". Jesús les contestó: "¿Acaso no tiene doce horas el día? El que camina de día no tropieza, porque ve la luz de este mundo; en cambio, el que camina de noche tropieza, porque le falta la luz".

Dijo esto y luego añadió: "Lázaro, nuestro amigo, se ha dormido; pero yo voy ahora a despertarlo". Entonces le dijeron sus discípulos: "Señor, si duer-me, es que va a sanar". Jesús hablaba de la muerte, pero ellos creyeron que hablaba del sueño natural. Entonces Jesús les dijo abiertamente: "Lázaro ha muerto, y me alegro por ustedes de no haber estado allí, para que crean. Ahora, vamos allá". Entonces Tomás, por sobrenombre el Gemelo, dijo a los de-más discípulos: "Vayamos también nosotros, para morir con él".

Cuando llegó Jesús, Lázaro llevaba ya cuatro días en el sepulcro. Betania quedaba cerca de Jerusalén, como a unos dos kilómetros y medio, y muchos judíos habían ido a ver a Marta y a María para consolarlas por la muerte de su hermano.

Apenas oyó Marta que Jesús llegaba, salió a su en-cuentro; pero María se quedó en casa. Le dijo Mar-ta a Jesús: "Señor, si hubieras estado aquí, no habría muerto mi hermano. Pero aun ahora estoy segura de que Dios te concederá cuanto le pidas".

Jesús le dijo: "Tu hermano resucitará". Marta res-pondió: "Ya sé que resucitará en la resurrección del último día". Jesús le dijo: "Yo soy la resurrección y la vida. El que cree en mí, aunque haya muerto, vivirá; y todo aquel que está vivo y cree en mí, no mori-rá para siempre. ¿Crees tú esto?". Ella le contestó: "Sí, Señor. Creo firmemente que tú eres el Mesías, el Hijo de Dios, el que tenía que venir al mundo".

Después de decir estas palabras, fue a buscar a su hermana María y le dijo en voz baja: "Ya vino el Maestro y te llama". Al oír esto, María se levantó en el acto y salió hacia donde estaba Jesús, porque él no había llegado aún al pueblo, sino que estaba en el lu-gar donde Marta lo había encontrado. Los judíos que estaban con María en la casa, consolándola, viendo que ella se levantaba y salía de prisa, pensaron que iba al sepulcro para llorar allí y la siguieron.

Cuando llegó María adonde estaba Jesús, al verlo, se echó a sus pies y le dijo: "Señor, si hubieras estado aquí, no habría muerto mi hermano". Jesús, al verla llorar y al ver llorar a los judíos que la acompañaban, se conmovió hasta lo más hondo y preguntó: "¿Dón-de lo han puesto?". Le contestaron: "Ven, Señor, y lo verás".

Jesús se puso a llorar y los judíos comentaban: "De veras ¡cuánto lo amaba!" Algunos decían: "¿No podía éste, que abrió los ojos al ciego de nacimiento, hacer que Lázaro no muriera?".

Jesús, profundamente conmovido todavía, se detu-vo ante el sepulcro, que era una cueva, sellada con una losa. Entonces dijo Jesús: "Quiten la losa". Pero Marta, la hermana del que había muerto, le replicó: "Señor, ya huele mal, porque lleva cuatro días". Le dijo Jesús: "¿No

te he dicho que si crees, verás la gloria de Dios?". Entonces quitaron la piedra.

Jesús levantó los ojos a lo alto y dijo: "Padre, te doy gracias porque me has escuchado. Yo ya sabía que tú siempre me escuchas; pero lo he dicho a causa de esta muchedumbre que me rodea, para que crean que tú me has enviado". Luego gritó con voz potente: "[Lá-zaro, sal de allí!". Y salió el muerto, atados con vendas las manos y los pies, y la cara envuelta en un sudario. Jesús les dijo: "Desátenlo, para que pueda andar".

Muchos de los judíos que habían ido a casa de Marta y María, al ver lo que había hecho Jesús, cre-yeron en él. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

ANTIFONA DE LA COMUNIÓN Mt 26,42

Todo el que está vivo y cree en mí, no morirá para siempre, dice el Señor.

COMUNIÓN ESPIRITUAL

A tus pies, oh Jesús mío, me postro, y te ofrezco el arrepentimiento de mi corazón contrito que se abis-ma en su nada y en Tu santa presencia. Te adoro en el sacramento de tu amor, deseo recibirte en la pobre morada que mi corazón te ofrece. En espera de la felicidad de la comunión sacramental, quiero tenerte en espíritu. Ven a mí, oh Jesús mío, que yo vaya hacia Ti. Que tu amor pueda inflamar todo mi ser, para la vida y para la muerte. Creo en Ti, espero en Ti, Te amo. Que así sea.

v domingo de cuaresma (29 de marzo de 2020)

MISA DOMINICAL Por: Diócesis de Izcalli

/ marzo 29, 2020 / 300 Misa Dominical 9

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/ marzo 29, 2020 / 300 Celebremos la Fe 7Homilías 300 / marzo 29, 2020 /10

Hemos llegado al lugar santo, a la Ciudad de Jerusalén acompañando a Cristo en su entrada triunfal.

Durante la Cuaresma, Él mismo nos fue preparando para vivir juntos los misterios de nuestra fe. Es por eso que al contemplar sus milagros reali-zados entre los judíos, los niños salen a recibirlo con palmas y ramas de oli-vo. La gente se aglomera en la entra-da de la Ciudad y las mujeres gri-tan: "Hosanna al hijo de David".

Hoy estamos viviendo el ini-cio de la Semana Santa. Sin lugar a dudas, hemos caminado con Jesús. Nuestras parroquias han atendido las indica-ciones por la emergencia sanitaria, buscando el bien de los feligreses, au-mentando la oración en el Salvador, y no por ello dejaremos de vivir estos días santos desde la casa.

Reflexionemos junto a nuestra fa-milia qué es lo que nos motiva a se-guir a Jesús durante estos días, porque

Jesús quiere salir a nuestro encuentro y que nosotros estemos preparados a su paso, no con ramas o mantos, sino con nuestra propia vida, que debe-mos poner siempre en sus manos y revestirnos de su gracia.

Permitamos a Jesús darnos su mi-sericordia y su perdón, que en verdad vivamos junto con Él, como el discí-pulo amado que se mantuvo al pie

de la cruz, que nosotros también estemos bajo la cruz de la sal-vación pidiendo por cada uno de los nuestros.

Que María nos siga acompa-ñando y seamos para ella, verda-

deros hijos llenos de bondad, de san-tidad y de verdad, para anunciar con auténtico amor el mensaje de Jesús a la humanidad y exclamar: ¡Bendito el que viene en nombre del Señor!

La resurrección de Lázaro es “tipo” de la de Cristo, que vamos a con-memorar próximamente. Jesús dice a Marta que Él es la «resurrección» y la vida (cf. Jn 11,25). A todos nos pregunta: «¿Crees esto?» (Jn 11,26). ¿Creemos que en el bautismo Dios nos ha regalado una nueva vida? Dice san Pablo que nosotros somos una nueva creatura (cf. 2Cor 5,17). Esta resurrección es el fundamento de nuestra esperanza, que se basa no en una utopía futura, incierta y fal-sa, sino en un hecho: «¡Es verdad! ¡El Señor ha resucitado!» (Lc 24,34).

Jesús manda: «Desatadlo y dejadle andar» (Jn 11,34). La redención nos ha liberado de las cadenas del peca-do, que todos padecíamos. Decía el Papa León Magno: «Los errores fue-ron vencidos, las potestades sojuzga-das y el mundo ganó un nuevo co-mienzo. Porque si padecemos con Él, también reinaremos con Él (cf. Rom 8,17). Esta ganancia no sólo está preparada para los que en el nom-bre del Señor son triturados por los sin-dios. Pues todos los que sirven a Dios y viven en Él están crucificados en Cristo, y en Cristo conseguirán la corona».

¿Estamos dispuestos a morir a todo lo que se opone a la vida que viene de Dios?

¿Nuestra fe es tan grande como para permitirnos arriesgar la vida que hasta ahora llevamos y dispo-

nernos a la conversión que nos hará renacer en la Pascua?

En medio del mundo ¿testimonia-mos que para nosotros el problema más grande (la muerte) tiene ya una solución en Cristo? ¿O nuestros in-tereses, tan enraizados en el mundo manifiestan nuestra poca fe?

¿Qué sentido le damos a nuestro propio bautismo o a aquellas celebra-ciones del mismo en las que partici-pamos? ¿Son hechos aislados, o ver-daderos comienzos de una manera concreta de vivir.

Los cristianos estamos llamados, ya en esta tierra, a vivir esta nueva vida sobrenatural que nos hace capa-ces de dar crédito de nuestra suerte: ¡siempre dispuestos a dar respuesta a todo el que nos pida razón de nuestra esperanza! (cf. 1Pe 3,15).

Nuestra esperanza está también puesta en María, Madre de Jesucris-to y nuestra Madre, que es a su vez un icono de la esperanza: al pié de la Cruz esperó contra toda esperanza y fue asociada a la obra de su Hijo.

Foto: Arquidiócesis de Tlalnepantla Celebración del Domingo de Ramos en la Catedral de Tlalnepantla 2019.

Foto: Cathopic Sacramento de la Unción de los Enfermos.

"Jesús quiere salir a nuestro encuentro y que nosotros

estemos preparados a su paso, no con ramas o

mantos, sino con nuestra propia vida"

“Hoy la Iglesia nos presenta un gran milagro:

Jesús resucita a un difunto, muerto desde hacía

varios días”

Homilía en el domingo de ramos (05 de abril de 2020)

Homilía del v domingo de cuaresma (29 de marzo de 2020)

HOMILÍAS Por: Pbro. Alfonso Velázquez Reyes / Diócesis de Valle de ChalcoHOMILÍAS Por: CODIPACS / Diócesis de Izcalli

ENCUéNTRANos EN: ENCUéNTRANos EN:PRoVINCIA ECLEsIÁsTICA DE TLALNEPANTLA PRoVINCIA ECLEsIÁsTICA DE [email protected] [email protected] www.PRoVINCIADETLALNEPANTLA.oRg.MX

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Actualidad 300 / marzo 29, 2020 /6

Se ha elevado el alerta a la fase dos en México por la pandemia mun-dial, anticipando que los riesgos de un posible contagio comunitario por Coronavirus (Covid-19) en la pobla-ción mexicana es cada vez más alta. La Iglesia Católica está actuando con la conducción de los Obispos y Pres-bíteros de la Provincia Eclesiástica de Tlalnepantla, en comunión con el Papa Francisco y la Conferencia del Episcopado Mexicano, que han per-manecido atentos ante la emergencia sanitaria.

La Arquidiócesis de Tlalnepant-la junto con las diócesis de Izcalli, Cuautitlán, Ecatepec, Teotihuacán, Texcoco, Nezahualcóyotl y Valle de Chalco, han brindado diversas orien-taciones a los fieles católicos y perso-nas de buena voluntad sobre las me-didas a adoptar en sus ámbitos de la pastoral territorial, principalmente en la vida de sus comunidades parro-quiales, y así responder al impacto del

coronavirus sobre las personas más vulnerables, las familias y sus agentes de pastoral.

Las circunstancias actuales apre-mian a la fe de todos los católicos para responder con caridad y colabo-rar con las Obras Socio-Caritativas de la Iglesia. En este tiempo en el que se desarrolla la Colecta de la Caridad, las Comisiones Diocesanas de Pasto-ral Social-Cáritas, a nombre de los Obispos, apelan a la generosidad y solidaridad del Pueblo de Dios para ayudar con la oración y apoyo econó-mico a las personas pobres, enfermas y necesitadas de la comunidad; más aún, colaborar con las necesidades de la Parroquia, en este tiempo en que se generará escases, por la estrategia de mitigación de contagios del virus, y se ha indicado: no salir de casa, par-ticipar de la Santa Misa en el propio domicilio a través de la transmisión televisiva o por internet y realizar las celebraciones sin presencia de fieles,

por el bien comunitario y social, se abre un tiempo cuaresmal distinto para el cuidado mutuo: “Me cuido y te cuido”.

El compromiso caritativo de toda la Iglesia se activa de modo especial para:- Reforzar el trabajo de las Cáritas

diocesana y parroquial, para que sigan adelante con su misión.

- Prevenir el contagio entre los agentes de la Pastoral Social-Cári-tas, así como de sus colaboradores, bienhechores y voluntarios.

- Apoyar en la difusión y atención de las medidas indicadas por las autoridades sanitarias y de la pro-pia Iglesia a través del Obispo y Párrocos.

- Aportar y transmitir mensajes de confianza, solidaridad y esperanza a toda la comunidad.

- Mantener el ánimo y la comunica-ción para permanecer y perseverar en las tareas que corresponden a

la acción de la Iglesia Samaritana. Adoptando las estrategias de apoyo y acordando los medios y procedi-mientos de actuación, con diálogo, flexibilidad y responsabilidad.Ante todo hay que vivir la fe cris-

tiana con entusiasmo en el servicio fraterno y solidario a la propia fa-milia, a las familias vecinas y de las familias de la comunidad parroquial. ¡Contamos con tu respuesta generosa de caridad!

En la estructura de los sacramentos se diferencia el efecto (res et sacramentum) del fruto o de la gracia que concede el sacramento a quién lo recibe (res tantum). El efecto es lo que objetivamente sucede en el sacramento (ex opere operato), mientras que la gracia es la eficacia del sacramento en quien lo recibe. Así, el efecto del sacramento de la Euca-ristía es la presencia real de Cristo bajo la especie del pan y del vino; y la gracia de la Eucaristía es la comunión con Jesucristo que se produce en el fiel cuando comulga.

En la Eucaristía está verdaderamente presente Jesucristo, ese es el efecto que producen las pala-bras de la consagración del sacerdote. Pero la Eu-caristía ha sido instituida para ser comulgada y así dar la gracia de la comunión del fiel con Jesucristo.

Pongamos un ejemplo para aclarar. Imagina a un completo pagano o un pecador, desconoce-dor de la fe cristiana se pone en la fila y comulga. ¿Recibe el Cuerpo de Cristo? Sin duda. ¿Entra en comunión con Él? De ningún modo, pues esto re-quiere de su participación; lo recibe sin fruto, no recibe la gracia. Para que la Eucaristía dé fruto se requieren una serie de condiciones por parte de

quien la recibe: que esté en gracia, que sea cons-ciente, que quiera unirse a Cristo, etc. La forma ordinaria en que se nos da la gracia para que pro-duzca fruto son los sacramentos.

Sin embargo, Dios no está atado a los sacramen-tos. Él puede dar la gracia aunque no se reciban los signos sacramentales. Cuando alguien muere deseando el Bautismo, se dice que ha recibido el bautismo de deseo; ha recibido la gracia del sacra-mento sin recibir el sacramento.

De modo que Dios puede conceder la gracia y el fruto de un sacramento a alguien sin que participe sensiblemente de él. Esto es algo extraordinario, ya que ordinariamente la gracia se da en los sacra-mentos, pero posible en algunos casos.

En la comunión espiritual, el fiel recibe la gra-cia del sacramento, la comunión total con Cristo, como si hubiera comulgado físicamente, siempre que la haga con fe y con el deseo de recibir esa gracia en esa forma extraordinaria.

En la comunión espiritual, en que se hace ese acto total de fe y de petición de comunión a Dios, el fiel entra en comunión verdadera con Cristo, ya que, no pudiendo comulgar sacramentalmente,

pide sin embargo la gracia extraordinaria de la co-munión fuera del sacramento.

Dios, que es bueno, concede esta gracia a quien se la pide con fe y este recibe entonces la gracia de la comunión con Cristo, que puede dar el mismo fruto que la comunión sacramental. Todo esto está expresado en esta fórmula de comunión espiritual, que recomiendo:

«Creo, Jesús mío, que estás realy verdaderamente en el cielo y en el Santísimo Sacramento del Altar.Te amo sobre todas las cosasy deseo vivamente recibirte dentro de mi alma, pero no pudiendo hacerlo ahora sacramentalmente, ven al menos espiritualmente a mi corazón.Y como si ya te hubiese recibido, te abrazo y me uno del todo a Ti.Señor, no permitas que jamás me aparte de Ti. Amén».

(Atribuida a San Alfonso María de Ligorio)

La respuesta de la iglesia ante la emergencia por covid-19: Actuar con caridad

¿Qué es y cómo realizar la comunión espiritual?

ACTUALIDAD Por: Samuel Nájera / Diócesis de Texcoco

ACN MÉXICO Por: Pbro. Ángel Lorente / Capellán de ACN-México

Foto: madreclelia.org La Caridad de Madre Clelia.

/ marzo 29, 2020 / 300 Familia 11

Desde sus orígenes el núcleo de la Iglesia esta a menudo constituido por aquellos que con toda su casa se con-vertían y se hacían creyentes por me-dio de la predicación de los apóstoles, cuando el jefe de familia se convertía, deseaba que todos los de su casa de salvasen, estas familias convertidas eran islas de vida cristiana en un mun-do no creyente.

La Iglesia es una gran familia, for-mada de familias. La Iglesia domésti-ca es el origen y está en la base de las primeras comunidades cristianas y, en consecuencia, de la Iglesia, por ello los valores que en las primeras comu-nidades se verificaban deben también verse en las Iglesias domésticas de hoy. Todos los miembros de la comunidad eran corresponsables los unos de los

otros como miembros del mismo cuerpo. Vivían en una comunión fra-terna, con un solo corazón y una sola alma, se nutrían de la palabra procla-mada, practicaban con asiduidad la oración comunitaria.

Era una porción de la Iglesia que tenían claro que Jesús era el centro de la comunidad, compartían fraternal-mente el pan material y el pan euca-rístico, practicaban el perdón con sin-ceridad y misericordia, para llevar a cabo la corrección fraterna.

Ya lo decía el Papa Pablo VI: “La familia cristiana se presenta como una Iglesia doméstica, si se elevan en co-mún plegarias suplicantes a Dios”, el Papa Francisco dice al respecto que: “La familia es la primera comunidad donde se enseña y aprende a amar y

también es un lugar donde se trans-mite la Fe”.

La familia entendida como Iglesia doméstica, debemos entender que es el hogar cristiano, donde los hijos de Dios reciben el primer anuncio de la fe, es la comunidad de gracia y de oración, escuela de virtudes humanas y de caridad cristiana.

Por ello en este tiempo de adver-sidad, la familia cristiana deberá ser el primer lugar para la educación en la oración, fundada en el sacramen-to del matrimonio, donde los hijos de Dios aprendan a orar como Iglesia y a perseverar en la comunión fraterna, en la meditación de la Sagrada Escri-tura, en el compartir su tiempo para ser familias donde se manifieste la fe, la esperanza y la caridad.

Ante la situación de contingencia por la pandemia del COVID-19 nos han recomendado que nos quedemos en casa. Es por esto que he tomado la determinación de quedarnos en casa, a menos de que sea indispensable. Y viene aquí una situación que para muchos tiene cara de problema: ¿Qué hago con mis hijos tanto tiempo en casa?

PrimeroExplícales a tus hijos lo que está pasando.

Es tiempo de guardar no de vacaciones. Para evitar el caos es necesario que todos tengamos claro lo que está pasando y nuestros hijos también deben comprender que estamos en un periodo de contin-gencia y no de vacaciones. Es importante explicar-les que la obediencia es vital para evitar contagiar-nos; no siempre es fácil obedecer, pero en este caso es de vital importancia hacerlo.

segundoEstén atentos a las indicaciones que se vayan dando.

Conforme vaya avanzando el tiempo las condicio-nes van a ir cambiando pues habrá mas casos y se volverá más estricto el control. Así que debemos es-tar atentos y dispuestos a acatar las indicaciones por

el bien de todos. Debemos hablar con nuestros hijos para formarlos en la generosidad, trabajando por el bien de los otros.

terceroHagan un plan de actividades para este tiempo.

Es necesario adecuar nuestro tiempo para tener actividades variadas dentro de casa. Podemos ha-cer un horario del día para coordinar los traba-jos o podemos programar varias actividades al día y dejar los tiempos para cada actividad según la disposición de nuestros hijos. Los tiempos de vi-deojuegos deben estar muy bien regulados para evitar que nuestros hijos caigan en excesos, pode-mos propiciar los juegos de mesa, que ayudan a la convivencia familiar.

cuArtoEs necesario adecuar los espacios en casa y los roles.

Como estaremos más tiempo dentro de casa, es ne-cesario adecuar los espacios para no entrar en deses-peración en este tiempo. Si tenemos hijos pequeños, quizá sea bueno guardar los objetos que se pueden romper y para evitar accidentes.

Por otro lado, con nuestros hijos en casa se redu-

ce el tiempo para realizar las labores propias de las mamás, por lo que debemos hacer roles para que to-dos cooperemos en tener la casa en orden. Se puede hacer una lista de las tareas a realizar para asignar responsables de cada una.

QuintoHagan oración en familia.

Ahora más que nunca debemos voltear los ojos a Dios y pedirle que nos ayude a superar nuestros problemas. Una oración nos puede ayudar mucho, pero la oración en familia es mucho mejor. El San-to Rosario es muy poderoso, y rezarlo en familia es una gracia. Se debe hacer un ofrecimiento de nuestra oración, desde el corazón, para que Dios nos ayude a superar esta prueba y que nos proteja de la enfermedad y nos ayude a no perder la fe en estos tiempos de crisis. También podemos imprimir el “detente”, que es una imagen del Sagrado Cora-zón de Jesús que al rededor tiene la frase: “Detente, el Corazón de Jesús esta conmigo”. Cuando hubo una epidemia de peste en Marsella, se repartieron mi-les de estas imágenes por toda la ciudad y la peste cesó por la fe de las gente y la ayuda del Corazón de Jesús. Y tú, ¿estás dispuesto a quedarte en casa?

La importancia de la iglesia doméstica hoy

Por el bien de todos, nos quedamos en casa. ¿Qué puedo hacer?

FAMILIA Por: Pbro. Armando Medina Trejo / Diócesis de Ecatepec

5 TIPS de Silvia del Valle

@SilviaMdelValle / [email protected]

Foto: Raúl Oregón Méndez Padre e hija leyendo las SagradasEscrituras, una forma de transmitir la fe.

ENCUéNTRANos EN: ENCUéNTRANos EN:PRoVINCIA ECLEsIÁsTICA DE TLALNEPANTLA PRoVINCIA ECLEsIÁsTICA DE [email protected] [email protected] www.PRoVINCIADETLALNEPANTLA.oRg.MX

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/ marzo 29, 2020 / 300 Caminar Diocesano 5

Sabemos de la gran importancia y necesidad que hay en cada Dióce-sis y toda la Iglesia: La falta de vo-caciones al sacerdocio. El gran reto que vivimos en nuestra diócesis es intentar frenar ésta crisis vocacio-nal y aumentar el número de Jó-venes que estén dispuestos a seguir a Cristo como sacerdotes. Algunas de las principales tareas para lo-grar este objetivo son: la oración, la adoración y la promoción de las vocaciones.

En estos momentos que estamos viviendo no dejamos de trabajar y construir ese anhelo. Es por eso que los seminaristas encargados de la Pastoral Vocacional siguen acti-vos, planificando nuevas propuestas para lograr estos objetivos. En el aislamiento del Seminario Diocesa-

no de Izcalli, meditando y orando, y con las medidas sanitarias recomen-dadas, se encuentran fortaleciendo este área vocacional.

Nos encontramos en la alegría del Evangelio y en una renovación de autenticidad, en la que la huma-nidad, como decía Pablo VI, hoy necesita testigos, y el Papa Francisco ha dado, con su vida y con su perso-na, una actualidad a la llamada de ser testigos del amor y de la miseri-cordia de Dios, en una era gozosa, ante una humanidad que sufre y que está en busca de la verdadera felicidad. «Nosotros somos sus hu-mildes siervos. No se trata de que obtengamos un cierto nivel de es-tatus en la Iglesia, sino de tener un corazón de servicio para el pueblo santo de Dios».

Oremos para que el Espíritu Santo los ilumine en éste periodo de prueba y sacrificio, ellos ofrecen su trabajo por todas las personas que sufren a causa de la pandemia. “Cuando los pescadores se ven im-posibilitados para salir a pescar, sa-ben que es tiempo de remendar las redes”.

Del 16 al 20 de marzo se realizó la Semana de Actualización Teológico Pastoral del Presbiterio de la Dióce-sis de Valle de Chalco en las insta-laciones del Seminario Diocesano San Juan Pablo II, con el objetivo de fomentar un ambiente de comunión, además de ofrecer formación en di-ferentes ámbitos.

La jornada inició con la participa-ción de la Maestra en Ciencias María del Carmen Melchor Díaz, especia-lista que contextualizó al Presbiterio en el tema del COVID-19 y las medi-das que se deben tomar con base en la experiencia vivida en otros países. Esta información se aprovechó para tomar acuerdos como Diócesis, que permitirán atender la emergencia

sanitaria, dando los pasos necesarios en comunión y a favor del pueblo de Dios.

También se tocaron temas rela-cionados con el Consejo Permanen-te del Presbiterio y las nuevas refor-mas del Tribunal Eclesiástico, con la finalidad de poder servir mejor a cada comunidad.

La formación permanente del Presbítero en su dimensión espi-ritual, es una exigencia de la vida nueva y evangélica a la que ha sido llamado de manera específica por el Espíritu Santo y tiene su fundamen-to en el Sacramento del Orden.

Los trabajos de la Semana de Ac-tualización finalizaron con la Cele-bración Eucarística presidida por nuestro Obispo Don Víctor René Rodríguez Gómez, quien invitó a los sacerdotes a seguir sirviendo con entusiasmo a sus comunidades, siendo fieles al Evangelio especial-mente en estos tiempos difíciles que se viven.

Como seres humanos tenemos un gran compromiso de poder res-guardar la dignidad humana en to-das sus etapas desde la concepción hasta la vejez, nos debe llevar a una gran valoración de la vida. Por ello, debemos ser conscientes de que en nuestra razón anhelamos siempre la búsqueda de la verdad, el bien y la vida, bienes morales que de-bemos defender urgentemente.

Ante la inmi-nente cultura de la muerte que en nuestra sociedad estamos viviendo en donde algunos quieren promo-ver el aborto legal o la eutanasia, debemos ser conscientes que inde-pendientemente de la creencia de la persona, todo ser humano está lla-mado a la defensa y protección de la vida desde la concepción hasta la muerte natural.

La vida no es producto de la ma-gia ni resultado de la casualidad, requiere un proceso de gestación, en donde la vida se va preparan-do lentamente para contemplar la realidad de la bondad y la nobleza que tiene la naturaleza. Como seres humanos no podemos renunciar a la labor de estar en pro de la vida, por ello debemos crear la concien-cia para salvar nuestra cultura, ante aquellos que desean la destrucción total de la vida humana.

Poseer la vida significa poseer un valioso don inviolable y que, por tanto, debe ser defendido sin ningún pretexto. Toda vida humana es sa-grada, si no reconocemos que este principio es absoluto, entonces co-rremos el grave peligro de legalizar o institucionalizar la discriminación

contra algunos seres humanos, c o m ú n m e n t e contra aquellos que no se pue-den defender a si mismos ante ta-les agresiones. Si no defendemos

toda vida humana como algo sagra-do, entonces no seremos capaces de defender a nadie.

La ciencia, con sus aportaciones en el cuidado de la vida, genera he-rramientas de trabajo que permiten plantear nuevos enfoques que cola-boren a la defensa de la vida, me-diante estos recursos se puede llegar a defender la vida humana en todos sus estadios y por ende defender la misma.

Tenemos una gran responsabili-dad ante la defensa de la vida, fo-mentar una cultura de la vida a tra-vés de la familia, construyendo una ética familiar sobre el absoluto res-peto de la vida humana. Si hacemos esto, lograremos que el mundo sea un lugar más seguro para la vida y la familia.

no dejemos de pedir más vocaciones sacerdotales

semana de Actualización del Presbiterio

CAMINAR DIOCESANO Por: CODIPACS / Diócesis de Izcalli CAMINAR DIOCESANO Por: CODIPACS / Diócesis de Valle de Chalco

Foto: Seminario de Izcalli Reunión de seminaristas encargadosde la Pastoral Vocacional.

Foto: prensacelam.org La ciencia genera herramientas de trabajo que permiten plantear nuevos enfoquesque colaboren enla defensa de la vida.

“Todo ser humano está llamado a la defensa y

protección de la vida desde la concepción hasta la

muerte natural”

“Los seminaristas encargados de la

Pastoral Vocacionalsiguen activos,

planificando nuevas propuestas para lograr

estos objetivos”

Foto: Leandro Medina Asistentes a la Semana de Actualización Teológico Pastoral del Presbiterio de la Diócesis de Valle de Chalco.

"La formaciónpermanente del Presbítero en su dimensión espiritual,

es una exigenciadela vida nueva

y evangélica"

Cultura 300 / marzo 29, 2020 /12

Celebrar la caridad de Dios, su in-finito amor, es una experiencia fun-damental y primordial en la acción litúrgica de la Palabra y eucarística, por obra de Dios, no nuestra, y para bien y perfección de todos los fieles cristianos. Y qué mejor que vivir esta práctica, símbolos y experiencia litúrgica y sacramental, en la dimen-sión personal y comunitaria que nos da la Celebración Eucarística, para crecimiento, fortalecimiento y trans-cendencia de nuestra vida cristiana.

El número 42 de la Constitución Dogmática sobre la Iglesia Lumen Gentium afirma que “Dios es cari-dad, y el que permanece en la cari-dad permanece en Dios y Dios en él» (1 Jn 4,16) … a fin de que la caridad crezca en el alma como una buena semilla y fructifique, todo fiel debe escuchar de buena gana la Palabra de Dios y poner por obra su voluntad con la ayuda de la gracia. Participar frecuentemente en los sacramentos, sobre todo en la Eucaristía, y en las funciones sagradas. Aplicarse asidua-mente a la oración, a la abnegación de sí mismo, al solícito servicio de los hermanos y al ejercicio de todas las virtudes.”

En la Eucaristía celebramos el amor de Dios, su perdón, reconci-liación y salvación integral en medio de la comunidad cristiana, y nos im-pulsa a continuar y transmitir la vida en Dios, su gozo y alegría de nuestro encuentro con el único, verdadero y auténtico amor con todos los demás: familia, amigos, vecinos, compañe-ros, conocidos y desconocidos de la comunidad y sociedad, especialmen-te con los pobres, enfermos y perso-nas necesitadas.

Entonces, ¿cómo debe participar la Iglesia durante la actual emergen-cia sanitaria?

Con mucho sentido de las virtu-des teológicas: fe, esperanza y cari-dad, en su dimensión comunitaria, y asumir el llamado a vivir la paz, la solidaridad y el bien común; para esto nos hemos preparado y así debe-mos actuar frente a la pandemia del

COVID-19; enfrentar la emergencia contando con el poder amoroso y mi-sericordioso de Dios; siendo obedien-tes, prudentes, valientes y generosos, y por sobre todo, mantener y avivar la comunión de la Iglesia:• Mediante la fuerza de la oración a

Dios.• Practicando los sacramentos de

la Reconciliación y Comunión, de acuerdo con las disposiciones diocesanas; pero teniendo una es-pecial necesidad de la vida sacra-mental.

• Profundizando la experiencia de Dios en el hogar con la Lectio di-vina y enseñanza de la fe, con la ayuda de algún juego, de algún libro, por ejemplo repasar con los niños el estudio del catecismo, de alguna película de la vida de Jesús, de alguna santa o santo, de valo-res.

• Confiando en el Señor, en su paz y en su verdad de salvación.

• Manteniendo la unidad con to-dos los miembros de la Iglesia; reconociéndonos, apreciándo-nos, valorándonos. No estamos solos: Somos del Señor.

el llamado a la vida Ante la emergencia porcovid-19, celebremos la vida en diosCULTURA Por: Hna. Ofelia Rodríguez Ortiz / Diócesis de Ecatepec

CULTURA Por: CODIPACS / Diócesis de Texcoco

Foto: Vatican Media El Papa durante la Misa enCasa Santa Marta.

ENCUéNTRANos EN: ENCUéNTRANos EN:PRoVINCIA ECLEsIÁsTICA DE TLALNEPANTLA PRoVINCIA ECLEsIÁsTICA DE [email protected] [email protected] www.PRoVINCIADETLALNEPANTLA.oRg.MX

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Caminar Diocesano 300 / marzo 29, 2020 /4

Texcoco, Méx., 16 de marzo de 2020. En el marco de la solemnidad de San José, castísimo esposo de la Virgen María, a quien está enco-mendado el patrocinio del Semina-rio Diocesano de Texcoco, se llevó a cabo la celebración Eucarística a las 17:00 hrs, en la cual el Pbro. Eli-seo Oloarte Esquivel, rector del Se-minario, delegado por Mons. Juan Manuel Mancilla Sánchez, Obispo de Texcoco, recibió la candidatura a las órdenes sagradas de los semina-ristas: Javier Mundo Garay, Jazmír Israel Gómez Tirzo y Miguel Ángel Gallardo López.

Esta celebración fue oportuna para instituir en el Ministerio de Acólito a: Adrián Arellano Montes de Oca, José Hugo Vázquez Núñez, Salomón Baltazar Albarrán, Juan Carlos Flores Valverde y Enrique Gutiérrez Acosta. También se insti-tuyeron Ministros Lectores a los se-minaristas: Miguel Ángel Gallardo López, Marco Antonio Velasco Re-yes, Juan Carlos Cayetano Hernán-dez y a J. Jesús Ramírez Luviano.

La Santa Misa fue presidida por el Pbro. Eliseo Oloarte y concelebrada por los presbíteros Erasto Pacheco Ramos, Vicario Episcopal de San Antonio y párroco en san Miguel Coatlinchan, Delfino Quintero Váz-quez, párroco en san Diego – Xo-chimanca, Tomás Cuapio Bautista, párroco en san José – Chicoloapan, Miguel Ángel Cedillo, José Luis Sán-chez Tetlalmatzin, párroco en santa Mónica – Chimalhuacán, los presbí-teros de la comunidad de religiosos Amigos de Jesús: Fray Antonio Mu-ñiz Espinosa, Superior General de la comunidad religiosa y párroco en san Francisco - Chicoloapan, Fray Martín Alejandro Torres Muñoz, párroco en san Bartolomé Apóstol -Tequisistlán y Fray Miguel Ángel Tzuc Euán, párroco en la Magda-lena – Panoaya y los sacerdotes del equipo formador del Seminario.

El padre Eliseo expresó los sa-ludos y bendiciones de Mons. Juan Manuel Mancilla Sánchez, Obispo Diocesano, que por motivos de sa-lud no pudo estar presente, e invi-

tó a quienes fueron admitidos a las órdenes sagradas y a los instituidos ministros y lectores, meditar sobre la vida del esposo de la Virgen María y padre del niño Jesús, meditar sus vir-tudes: justo, fiel y obediente. Los ex-hortó a ser sencillos, valientes y fieles a imitación del patrono de la Iglesia Universal: “como San José, quere-mos también construir una casa, un hogar, una auténtica comunidad, y lo podemos hacer si recordamos que ser ministros significa ser servido-res. Estamos llamados a servir, a ser constructores de comunión, cons-

tructores de hogares donde se adore a Jesús, donde se aprenda a respetar al hermano, donde se experimente el auténtico amor”, expresó.

Al término de la celebración, los seminaristas compartieron el pan y la sal con familiares, amigos y bien he-chores en una animada convivencia.

Confiamos a estos seminaristas a San José para que les ayude a man-tenerse fieles a su vocación.

Después de un caminar en espiritualidad de comu-nión desde las parroquias, el pasado 14 de marzo agentes de pastoral de las distintas parroquias se dieron cita en la Santa Iglesia Catedral del Sagra-do Corazón de Jesús, para que, junto a su Padre y Pastor Mons. Oscar Roberto Domínguez Cou-ttolenc, M.G., al Presbiterio, la Vida consagrada y el Seminario, comenzar los trabajos en la VII

Asamblea Diocesana de Pastoral, que en este año tuvo como lema “Configurados en Cristo somos Iglesia que da Vida”.

Se comenzó con un momento de alabanza y posteriormente, ante Jesús Sacramentado, se tuvo la Asamblea de Oración dirigida por los Sacerdo-tes y Seminaristas de nuestra Diócesis, en colabo-ración con las cuatro Zonas Pastorales.

Para comenzar los trabajos de esta Asamblea Diocesana, el Pbro. Fermín Ortega compartió el tema de la “Sensibilización”, partiendo del Pro-

yecto Diocesano de Pastoral (PDP), concientizan-do a todos los presentes sobre la importancia de la puesta en marcha de dicho Proyecto, que tendrá como finalidad la creación de Planes Parroquia-les de Pastoral (PPP). Después de la exposición del tema se hizo un taller por parroquias.

Posteriormente la Hna. Mónica Sánchez impar-tió el tema “Los Objetivos”, en donde, recurrien-do al PDP, nos instruyó para la elaboración de los objetivos para los (PPP). Luego de esto se participó en dos talleres. Para la elaboración de dichos obje-tivos, se partió de la realidad de cada comunidad, desde su problema fundamental parroquial.

El Obispo Mons. Roberto Domínguez motivó a seguir trabajando en espiritualidad de comunión. Para finalizar la Asamblea Diocesana de Pastoral, en torno al altar de Cristo se celebró la Eucaris-tía, la cual presidió Mons. José Antonio Fernández Hurtado, Arzobispo de Tlalnepantla, quien mo-tivó a seguir en la misión de llevar el Evangelio a todos y continuar en el trabajo pastoral.

Llamados a servir, a ser constructores de comunión

vii Asamblea diocesana de Pastoral

CAMINAR DIOCESANO Por: Sofía Godínez / CODIPACS Texcoco

CAMINAR DIOCESANO Por: Clara Gabriela / CODIPACS Ecatepec

Foto: Sofía L. Godínez, Diócesis de Texcoco Candidatura a las órdenes sagradas de los seminaristas.

Foto: CODIPACS Ecatepec Agentes de pastoral en la Santa Iglesia Catedral del Sagrado Corazón de Jesús en Ecatepec.

/ marzo 29, 2020 / 300 Cultura 13

Esta crisis sanitaria que vivimos mun-dialmente a causa del Coronavirus ha puesto en jaque la economía y la vida social de nuestro tiempo. Las actividades humanas han bajado su ritmo, la mayoría se siente atento y dispuesto a adoptar las medidas para mitigar la propagación de este virus que puede contagiar a cualquiera.

Ante esta desaceleración de las actividades humanas algo bueno, aunque de manera involuntaria, ha surgido y es que una notable mejoría en las condiciones ambientales se ha percibido. Por ejemplo, los canales de Venecia lucen limpios, las emisiones de gases invernadero han disminui-do en las ciudades de China, Italia, España, donde se ha implementado la cuarentena, y algunos animales corren libremente por las calles de las grandes urbes. Una mejoría que lamentablemente será de corta dura-ción, pues terminada la emergencia,

cuando volvamos a nuestras activi-dades, todo regresará a sus procesos habituales.

Por ahora, la mayoría de las perso-nas en México estamos viviendo una cuarentena, que nos llevará a expe-rimentar una dinámica de vida a la que no estamos habituados. Al inte-rior de nuestras casas, en algún mo-mento de estos días, tendremos que reflexionar acerca de las cosas que verdaderamente importan.

Hasta ahora, el sistema económico solamente se ha dedicado a explotar

todo aquello que le permita generar jugosos dividendos, no importándo-le que con esas acciones se dañe a los más débiles de nuestra sociedad y nuestro medio ambiente. Somos conscientes de que la actividad eco-nómica no se debe detener, pero que esta situación que ahora vivimos nos enseñe que se deben buscar y apli-car acciones que verdaderamente

aporten en la mitigación del Cambio Climático, el cual indudablemente también está llegando, pero como no vemos que nos afecte de la manera en la que una pandemia como la del Coronavirus, retrasamos actuar so-bre esa emergencia.

Esta emergencia sanitaria debe instarnos a vivir con mejores hábi-tos de limpieza personal y comuni-tarios. Como ciudadanos responsa-bles y además cristianos tenemos el deber de mantener sanos, limpios y en constante crecimiento y mante-nimiento los espacios en los que nos desenvolvemos. Hay cientos de ac-titudes virulentas que nos infectan, entre ellos, la apatía, la individuali-dad, la mentira, el egoísmo, etc., ac-tuemos también en contra de ellos. Que hoy la enseñanza sea la sana distancia, la limpieza, la oración y la esperanza.

emergencia sanitaria, un alto para reflexionar sobre nuestras acciones con el medio ambiente

CULTURA Por: CODIPACS / Diócesis de Texcoco

Foto: Especial Hospital para el Niño realiza simulacro de atención a paciente con COVID-19.

Es bien conocido por muchas generaciones el pa-saje de las plagas de Egipto que se encuentra en el libro del Éxodo en los capítulos del 7 al 11. Vemos cómo Dios envió a Moisés y Aarón ante el faraón de Egipto para advertirle que dejara partir a su pueblo y no lo sometiera más a la esclavitud que tenían. Sin embargo, el faraón no accedió y, ante la primera negativa del faraón, Dios envió de nuevo a Moisés y Aarón para mostrarle signos de advertencia me-diante plagas que azotaron al pueblo de Egipto, pero en la última plaga, donde dio muerte a los primogé-nitos de Egipto, el corazón del faraón se doblegó y dio la orden de liberar al pueblo Hebreo. No obstante, después se arrepintió y fue en su busca, y bien conocemos el desenlace de este acontecimiento, los carros del faraón con su ejercito mueren en el Mar Rojo.

Hoy en día, ante la situación que el mundo vive, habría que reflexionar cuánto se ha endurecido el corazón del hombre en estos últimos años, donde,

por este endurecimiento, ha llevado a cometer mu-chos errores en muchos aspectos como sociedad. Sea precisamente la intolerancia pieza clave en la forma en que se dirige la sociedad en la actualidad.

Nuestra reflexión debe partir no del hecho ne-gativo sino de sacar en positivo lo que ha ido suce-diendo, para así poder cambiar nuestras conductas negativas y así poder reducir la violencia y la intole-rancia, forjando una sociedad mejor.

Nos encontramos con las nuevas plagas que azo-tan a la humanidad, fren-te a las alertas sanitarias que se han extendido de forma grave, como han sido el Ébola, la Influenza

y la que estamos viviendo en este tiempo el Coro-navirus, donde podemos ver cómo ya en algunas naciones se ha producido un encierro obligado. El COVID-19 es una plaga que nos debe llevar a to-mar conciencia de lo que somos como sociedad, ya que una sanidad mal atendida lleva a una sociedad sin vida.

Ante esta pandemia debemos ser conscientes de la urgencia que tiene el hombre de volver a Dios, quitando el endurecimiento de su corazón, además de ser conscientes del cuidado de la vida con miseri-cordia y en espíritu de ayuda a los demás.

el pueblo de dios ante las plagas actuales

CULTURA Por: Pbro. David Valentín Rojas / Diócesis de Ecatepec

Foto: elperiodico.com Imagen microscópica de un Coronavirus (COVID-19).

“El endurecimiento del corazóndel hombre ha llevado a cometer

muchos errores en muchosaspectos como sociedad”

ENCUéNTRANos EN: ENCUéNTRANos EN:PRoVINCIA ECLEsIÁsTICA DE TLALNEPANTLA PRoVINCIA ECLEsIÁsTICA DE [email protected] [email protected] www.PRoVINCIADETLALNEPANTLA.oRg.MX

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Infantil 300 / marzo 29, 2020 / / marzo 29, 2020 / 300 Editorial14 3

Lava bien tus manosINFANTIL Por: CODIPACS / Arquidiócesis de Tlalnepantla

Apreciado lector, con mucha esperan-za en el Espíritu Santo y gozo en la bondad de Dios publicamos la tricen-tésima edición del periódico Mensaje-ro, medio de comunicación oficial de la Provincia de Tlalnepantla. Ante la necesidad comunicativa para encon-trar sinodalidad y comunión entre las 8 diócesis de la provincia (Tlalnepant-la, Cuautitlán, Texcoco, Nezahual-cóyotl, Valle de Chalco, Ecatepec, Teotihuacán e Izcalli), surge el perió-dico Mensajero, teniendo en cuanta que «la madre Iglesia sabe, en efecto, que estos medios, si se utilizan recta-mente, proporcionan valiosas ayudas al género humano, puesto que contri-buyen eficazmente a descansar y cul-tivar el espíritu y a propagar y forta-lecer el Reino de Dios» (Inter Mirifica N.2).

Ya son más de 11 años de trayec-toria, de caminar, aprender y evolu-cionar, siguiendo el ejemplo de los ángeles, principales mensajeros de Dios, y hoy más que nunca nos com-prometemos a la tarea de seguir cum-pliendo el mandato de Dios de llevar

el Evangelio a todos los hombres, bus-cando los medios y lenguajes adecua-dos para las nuevas generaciones. Por ello, ponemos también al alcance de los fieles las redes sociales y el logotipo de la Provincia Eclesiástica de Tlalne-pantla, con la esperanza de encontrar cercanía y un diálogo verdadero, y además presentamos un nuevo diseño para las publicaciones de este medio, esperando que sea de agrado para todos los fieles y que se convierta en un instrumento para acercarles más a Jesucristo.

Nos encontramos en un momento de tribulación a nivel mundial, tiem-po de incertidumbre donde todos ne-cesitamos de todos para poder salir adelante. En medio de la Contingen-cia Viral por el virus COVID-19, las circunstancias nos obligan a hacer un alto en nuestras vidas; buscar al pró-jimo pero de una forma distinta, en la compañía a la distancia; buscarse a uno mismo entre un mar de senti-mientos, emociones y sueños deteni-dos; buscar a Dios en la intimidad de una soledad eventual.

En estos momentos de pruba es necesario demostrar que aunque el mundo se detenga, la Iglesia no se de-tiene, y la Iglesia somos todos noso-tros que esperamos la venida gloriosa de Jesucristo, que vive en medio de nosotros, aunque repentinamente se vulva difícil encontrarlo. Siendo así, a pesar de que la contingencia impida imprimir y destribuir los ejemplares de manera física, seguiremos llevando hasta ti el mensaje divino de forma di-gital y te invitamos a entrar en diálogo con esta tu provincia.

En medio de la tormenta mante-nemos la esperanza de un día gozar del cumplimiento de las promesas de Dios y suplicamos a la Virgen de los Remedios, Patrona de la Arquidióce-sis de Tlalnepantla, para que sane la heridas y dolencias de una sociedad que ha perdido de vista la gloria de la Resurreción, pero que espera fervien-temente la Pascua de Jesucristo.

La pandemia del nuevo coronavirus se expande por la humanidad y las acciones globales acontecen a lo largo del mundo. Se decretan poco a poco “cuarentenas” en que vamos siendo obligados a quedarnos en casa.

Los fieles católicos y ministros de la Iglesia, vamos quedando sin la po-sibilidad de asistir a las eucaristías y de recibir sacramentos como el de la reconciliación y todos los demás. Las lamentaciones no se hacen esperar.

El Papa Francisco, en su mensaje a la Jornada Mundial de las comuni-caciones, en 2014 apuntaba: «Abrir las puertas de las iglesias significa abrirlas asimismo en el mundo di-gital, tanto para que la gente entre, en cualquier condición de vida en la que se encuentre, como para que el Evangelio pueda cruzar el umbral del templo y salir al encuentro de todos».

En este deseo de llevar la Iglesia al espacio digital, se ha pensado en “digitalizar” lo que ya sabemos ha-cer. De ahí las iniciativas como las del Papa y algunos párrocos de transmi-tir una misa, con una producción cui-dada y digna, a los fieles.

Esto es una buena idea. Sin em-bargo, personalmente temo que todo sacerdote quiera hacer “su misa onli-ne”, celebrando solo, sin Pueblo, sin una producción digna, provocando

que terminemos con una especie de “dilución” del sacramento restándole contenido y sentido.

Quizás es tiempo de asumir que estaremos viviendo esta Cuaresma un ayuno de algo que es muy valioso e importante para nosotros: nuestra vida sacramental. No será la primera vez en la historia de la Iglesia que no tenemos la posibilidad de sacramen-tos y quizás sea la oportunidad de revalorarlos y descubrir que la gracia

de Dios se nos manifiesta también por nuevos caminos, que no suplirán a los otros, pero que también nos for-talecerá.

Evitemos una posible “dilución sacramental y litúrgica”, asumamos este “ayuno sacramental” y pense-mos en echar a andar nuevos mi-nisterios digitales de una “parroquia virtual”. No son sacramentos, pero pueden ayudar a transparentar la gracia de Dios, acompañar y a man-tener el encuentro parroquial.

No olvidemos que la Iglesia no es el templo, ni el salón parroquial. La Iglesia es la comunidad, y esa sí que sigue viva, hagamos de los medios di-gitales, medios para vivir nuestra ecle-sialidad. Después regresaremos con gozo a nuestros templos y salones pa-rroquiales, con abrazos y besos, como en una verdadera fiesta pascual.

La iglesia no se detiene

La iglesia es la comunidad, y esa sí que sigue viva

EDITORIAL

OPINIÓN Por: Pbro. Lic. Hernán Quezada SJ

Foto: CODIPACS, Tlalnepantla El logotipo de la Provincia Eclesiástica de Tlalnepantla al alcance de los fieles, con la esperanza de encontrar cercanía y diálogo.

Foto: CODIPACS, Tlalnepantla Celebración eucarística de la etapa de Dis-cernimiento Vocacional del Seminario de Tlal-nepantla a puerta cerrada por contingencia.

«Temo que todo sacerdote quiera hacer “su misa

online”, celebrando solo, sin Pueblo, sin una producción

digna, provocando que terminemos con una

especie de “dilución” del sacramento»

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Page 15: “Para promover una acción pastoral común en varias Hagan ...

Ante el brote de la enfermedad del Co-ronavirus, es necesario que tomemos las medidas preventivas necesarias que se aplican, como cristianos debemos poner el ejemplo. Se nos ha pedido el distanciamiento social, aislameinto, en-cierro o cuarentena. Adoptando estas medidas sobre la higiene personal en los lugares donde nos desenvolvemos, podemos reducir la propagación del virus, disminuimos le riesgo de infectar a otros. Al asumir cada quien nuestra responsabilidad, lo hacemos no sólo por obligación, sino también por con-sideración a los demás. Esto basado en

los principios y práctica de la solidari-dad, la compasión y el bien común.

Como cristianos no sólo hay que abstenernos de hacer nuestras activi-dades diarias, sino que debemos man-tener la vista en los demás, cuidarnos unos a otros, especialmente la gente mayor que son los más vulnerables al COVID-19. Debemos caminar al lado de nuestros hermanos en el amor y la compasión.

Hoy en día los medios digitales nos ofrecen el poder acercarnos, aunque no físicamente, con el otro, con el prójimo. Debemos cuidarnos, pero no debemos hacer un lado la “com-pasión” y actuar como discípulos de Jesús. La compasión significa: “Sufrir con, sufrir juntos”, no podemos per-manecer indiferentes ante el dolor y el sufrimiento de los demás, no podemos sentirnos tentados a actuar con indi-ferencia.

El sabernos que todos estamos unidos en esto nos lleva a pensar en un bien común. Saber que nuestras acciones, aunque estemos aislados, pueden perjudicar positiva o negati-vamente al otro; podemos traer paz y consuelo así como desesperanza o angustia causada por ésta pandemia.

Debemos sentirnos seguros y dar seguridad a los otros con nuestra ac-titud. Sigamos tomando las medidas preventivas que nos sugiere la Secre-taría de Salud, por nosotros y por el bienestar de los demás. “Entonces Samuel dijo: «A Yahvé no le agradan los

holocaustos y los sacrificios, sino que se escu-che su voz; la obediencia vale más que los sa-crificios; la docilidad tiene más precio que la grasa de los corderos»" (1 Samuel 15,22).

También debemos tener cuidado y ser responsables delo que compar-timos en las redes sociales. En los me-dios de comunicación social circulan noticias falsas sobre el COVID-19. La desinformación lleva a la frustración y a la confusión, a la ansiedad y el mie-do. "Y si un miembro sufre, todos los miem-bros sufren con él; si un miembro es honrado, todos los miembros se alegran con él" (1 Co-rintios 12,26). Es un buen momento para reflexionar esta cita y ponerla en práctica. Que nuestra responsabilidad sea un servicio para los demás.

El Trastorno de Espectro Autista (TEA) es un trastorno del neurodesarrollo, el cual ahora se puede diagnosticar a partir de los 2 años de vida. Como su nombre lo menciona, hay una serie de espectros, gamas y variedades que caracterizan la condición, se puede desglosar en diversos niveles, comprometiendo de forma mínima ciertas áreas, así como de forma severa. Las áreas de desarrollo afectadas, son: intelectual, social, lenguaje, socia-lización y sensorial. Dicha afección se manifiesta independientemente del género, la raza o el nivel socioeconómico.

Es complejo llegar al diagnóstico correcto, una serie de especialistas tienen que valorar y evaluar tanto la parte neurológica como la parte psicoso-cial y es que es tan complejo como es que fun-ciona un cerebro con o sin con TEA, las áreas más afectas tienen que ver con la socialización, el lenguaje y la intención comunicativa, lo cual se traduce en rutinas, acciones y pensamientos fuera de la norma, que muchas veces son tan básicos y

lógicos, para cualquiera, tan fácil como la hora del desayuno, la pijama que usa para dormir, las per-sonas que uno frecuenta, el camino de la escuela a casa, así como dormir fuera del hogar; es nece-

sario enseñar, reeducar y acompañar a los chicos con situaciones específicas.

Como dice San Pablo en la Epístola a los Efe-sios «lleven una vida de amor, así como Cristo nos amó y se entregó por nosotros como ofrenda y sacrificio fragante para Dios» (Ef 5,2). Por ende, es necesario entregarnos, ofrecer y amar, así como Dios lo hizo, sin querer cambiar a nadie, dándole un sentido al duelo y dolor ya que científicamente no podemos enten-der por completo el TEA, pero sí podemos rea-lizar acciones para la adecuada difusión sin mie-do al rechazo, ofrecer el combate diario contra el mundo, inculcando una vida cristiana llena de amor, sensibilizando con actos dentro y fuera de la Iglesia; aceptando las diferencias y dando pauta a formar comunidades cristianas, agradeciendo a Dios por lo diferentes que muchas veces podemos ser como individuo o familia.

Al iniciar este mensaje, quiero au-gurar éxito en su nuevo formato a este periódico "El Mensajero", instrumento de comunicación en nuestra Provincia de Tlalnepantla, y felicitar a los que forman la Comi-sión Diocesana de la Pastoral de la Comunicación Social (CODIPACS) de cada una de las ocho Iglesias Par-ticulares, que son esenciales para su realización.

El Coronavirus está modificando en forma dramática la vida de nues-tro país y del mundo entero. A través de los distintos medios de comuni-cación: radio, televisión, impresos, digitales, hemos ido conociendo lo que significa este "virus" que nació en China y después se ha ido pro-pagando a distintos países del Orbe, con las consecuencias sabidas. Ante esta situación, lo más lamentable y triste son las pérdidas humanas, pero también dificultades sociales y económicas.

Hoy es tiempo difícil para todos, es tiempo de crisis. Encontré un pensamiento de Einsten que consi-dero nos puede ayudar a reflexionar en estos momentos que estamos vi-viendo, dice: «No pretendamos que

las cosas cambien, si siempre hace-mos lo mismo. La crisis es la mejor bendición que puede sucederle a

personas y a países, porque la crisis trae progresos. La creatividad nace de la angustia, como el día nace de la noche oscura. Es en la crisis que nace la inventiva, los descubrimien-tos y las grandes estrategias. Quien supera la crisis, se supera a si mismo sin quedar ‘superado’».

Seguramente que en estos días complicados nos hemos hecho mu-chas preguntas, de manera explíci-ta o implícita, sobre el sentido de la vida, el amor, la misericordia, la so-lidaridad, la fraternidad, la familia,

la generosidad, la vida eterna, etc. Es paradójico, porque vivimos en un mundo individualista, hedonista, materialista, pero la crisis nos hace pensar en los valores esenciales, es-perando que esta situación nos ayu-de a vivir más en comunión y frater-nidad interesándonos en el proyecto de Dios.

Estos días han habido muchas ini-ciativas hermosas para unirnos en oración y pedirle al Dios de la vida que nos libre de esta epidemia mor-tal. Sobre este tema de la oración el Papa Francisco expresa: «Me re-cuerda a los Apóstoles en la tormen-ta que invocan a Jesús: "Maestro, nos estamos ahogando". La oración nos hace entender nuestra vulnera-bilidad. Es el grito de los pobres, de los que se hunden, que se sienten en peligro, solos. Y en una situación difícil y desesperada, es importante saber que hay un Señor al que afe-rrarse, y Dios nos apoya de muchas maneras. Nos transmite fortaleza y cercanía, como lo hizo con los dis-cípulos que pedían ayuda en la tor-menta. O cuando le dio la mano a Pedro que se estaba ahogando».

Considero que con esta crisis que estamos pasando hemos de cambiar, de mejorar nuestros comportamien-to y nuestras actitudes, sentirnos más interdependientes, todos de-pendemos de todos, somos vulnera-bles, necesitamos unos de otros. Re-cordar a los hombres de una vez por todas que la humanidad es una sola comunidad, y cuán importante es la fraternidad universal.

Pidamos a Nuestra Señora de los Remedios, Patrona de la Arquidió-cesis de Tlalnepantla, que nos ha acompañado durante 500 años y ha remediado nuestras necesidades, in-terceda por nosotros, para que, fra-ternal y solidariamente, afrontemos esta pandemia y podamos apoyarnos en la construcción del Reino de su Hijo presente en medio de nosotros.

Con mi afecto y bendición

+ José Antonio Fernández HurtadoArzobispo de Tlalnepantla

cristo nuestra esperanzael coronavirus

Autismo, una oportunidad para enseñar a amar2 de abril: día mundial de la concientizaciónsobre el Autismo

importancia de la salud integral para la vida del cristianoFoto: CODIPACS, Arquidiócesis de Tlalnepantla Solemnidad de Nuestra Señora de los Remedios 2019.

Foto: Cathopic Es necesario entregarnos, ofrecer y amar, así como Dios lo hizo, y agradecer por lo diferentes que podamos ser.

LA VOZ DEL PASTOR Por: Mons. José Antonio Fernández Hurtado / Arzobispo de Tlalnepantla

LAICOS Por: Lic. Rebeca Navarro Chaparro / Arquidiócesis de Tlalnepantla

directorioExcmo. Sr. D. José Antonio Fernández HurtadoArzobispo de Tlalnepantla

Excmo. Sr. D. Guillermo Ortíz MondragónObispo de Cuautitlán

Excmo. Sr. D. Francisco González RamosObispo de Izcalli

Excmo. Sr. D. Oscar Roberto Domínguez Couttolenc, M.G.Obispo de Ecatepec

Excmo. Dr. D. Guillermo Francisco Escobar GaliciaObispo de Teotihuacán

Excmo. Sr. D. Juan Manuel Mancilla SánchezObispo de Texcoco

Excmo. Sr. D. Héctor Luis Morales SánchezObispo de Nezahualcóyotl

Excmo. Sr. D. Efraín Mendoza CruzObispo Auxiliar de Tlalnepantla

Excmo. Sr. D. Jorge Cuapio BautistaObispo Auxliar de Tlalnepantla

Mons. Víctor René Rodríguez GómezDirector General Presidente de la Comisión Provincial para la Pastoral de la Comunicación

Pbro. José Luis Juárez RamosDirector en Turno

Equipo de Pastoral de la Comunicación de la Provincia Eclesiástica de TlalnepantlaColaboradores

Los artículos y opiniones expresadas son responsabilidad exclusiva de los autores y no representan necesaria-mente la posición oficial de la Iglesia ni de este medio de comunicación.

Mensajero es una publicación catorcenal de la Provincia Eclesiástica de Tlalnepan- tla. Se distribuye en la Arquidiócesis de Tlalnepantla y en las Diócesis de Cuauti- tlán, Izcalli, Ecatepec, Texcoco, Teotihua-cán, Nezahualcóyotl y Valle de Chalco.

Para cualquier aclaración o comentario, favor de contactarnos vía correo electró-nico a la siguiente cuenta:

[email protected]

La Voz del Pastor 300 / marzo 29, 2020 / / marzo 29, 2020 / 300 Laicos2 15

LAICOS Por: CODIPACS / Diócesis de Izcalli

“Sigamos tomandolas medidas preventivas

que nos sugiere la Secretaría de Salud, por nosotros

y por el bienestar delos demás”

Foto: Cathopic Cuidemos a nuestros ancianos y personas de la tercera edad. Recordemos que nuestra responsabilidad es un servicio para todos.

"La crisisnos hace pensar

en los valores esenciales, esperando que

esta situación nos ayude a vivir más en comunión

y fraternidad interesándonos en

el proyecto de Dios”

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Ante LA emergenciA Por covid-19, ceLebremos LAvidA en dios

¿Qué es Y cómo reALizAr LA comunión esPirituAL?

cristo nuestrA esPerAnzAeL coronAvirus

Año 11 / No.300MARZo 29, 2020

Hagan de su casa iglesiadoméstica

Pags. 7, 8, 9 y 11

12P. 12

CULTURA

12P. 6

ACTUALIDAD

12P. 2

EDIToRIAL

Provincial 300 / marzo 29, 2020 /16

infografía de la Provincia eclesiástica de tlalnepantla

“Para promover una acción pastoral común en varias diócesis vecinas, según las circunstancias de las personas y de los lugares, y para que se fomenten de manera más adecuada las recíprocas relaciones entre los Obispos diocesanos, las Iglesias particulares se agruparán en provincias eclesiásticas delimitadas territorialmente.”(CIC c. 431,1)

Un círculo se cierra sobre sí mismo y, por ello, representa la unidad, lo abso-luto. Es símbolo del cielo en relación a la tierra, de lo espiritual en relación a lo material. Este envolvente es símbolo de la unidad entre las Diócesis y representa el movimiento continuo (siempre hacia adelante - derecha).

El círculo es símbolo de la Sino-dalidad de las Diócesis expresada en la unificación de todos los ele-mentos.

El báculo, como representación de la cabeza de cada una de las Diócesis, que guía y alienta, que avanza e integra; éste hace armo-nía (simetría) con la flama del Es-píritu Santo, creando un signo de infinito.

La llama, como símbolo del Espíritu Santo, se integra a los demás elementos para dar lugar al número 8, número de Dióce-sis que conforman a la Provincia

Eclesiástica de Tlalnepantla, las cuales son:

· Tlalnepantla· Cuautitlán· Ecatepec· Teotihuacán· Texcoco· Nezahualcóyotl· Valle de Chalco· Izcalli

13

2

1 2 3

TLALNEPANTLA / CUAUTITLÁN / IZCALLI / ECATEPEC / TEXCoCo / TEoTIHUACÁN / NEZAHUALCÓYoTL / VALLE DE CHALCo

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La iglesia no se detiene / P. 3 y 16

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