Ley Nacional de Educación Superior nº 24 531, artículo 59, inciso c:

“...(las facultades) Podrán dictar normas relativas a la generación de recursos adicionales a los aportes del Tesoro nacional, mediante la venta de bienes, productos, derechos o servicios, subsidios, contribuciones, herencias, derechos o tasas por los servicios que presten, así como todo otro recurso que pudiera corresponderles por cualquier título o actividad...”

Esto que citamos es uno de los artículos más ilustrativos de lo que es e implica la aplicación de la LES. Contra esto es que por primera vez en mucho tiempo el movimiento estudiantil de la facultad de Psico está dando una ejemplar Lucha. La CONEAU de la que tanto se habla es la principal herramienta de aplicación de esta Ley, que impone e impuso criterios mercantilizadores y de privatización encubierta de la educación pública. No hay que dejarse engañar, así ha sido tanto bajo el menemismo como bajo el �progresismo� K.

Los primeros pasos de esta pelea fueron como despertar de una larga siesta, no se sabía bien ni contra qué ni quién se luchaba. Tuvimos que enfrentarnos con las maniobras de la conducción del CEP, La Bisagra, que pasó de decir que no se podía hacer nada a que ellos también estaban contra la acreditación y luego boicotear lo más que pudieron la Asamblea estudiantil, el espacio más democrático posible de lucha y participación de los estudiantes.

Ahora todo está más claro, mucho se ha avanzado en la discusión, pero poco en torcerle el brazo a la gestión de la facultad en su intención de acreditar Psico. El debate es muy necesario, pero insuficiente. Mientras nosotros debatimos, la gestión avanza a nuestras espaldas en imponer la acreditación. Y ahora nos preguntamos: ¿Cómo seguir?

Todos estamos preocupados por como alcanzamos nuestro objetivo, cómo rechazamos la acreditación, cómo acercamos a más y más compañeros a este debate.Nuestras asambleas se han pronunciado una y otra vez contra la acreditación. Pero mientras nosotros hacíamos eso, la gestión y sus agentes, docentes y otros, se han dedicado a esparcir mentiras por toda la facultad sobre las maravillas de la acreditación, sobre cómo si no acreditamos los títulos no tendrían validez (la mentira más difundida de todas para instalar el miedo), etc. Nosotros, en cambio, ante el miedo al aislamiento del resto de la facultad, poco hemos hecho desde la asamblea para instalar el por qué NO a la acreditación. Ese es, desde nuestro punto de vista, el primer problema ¿de qué sirve tomar una postura si no se la defiende? ¿cómo no quedar aislados si mientras la gestión defiende su postura, nosotros no de- endemos la nuestra? Creemos que no hay forma de avanzar si no llevamos a todos lados el por qué es necesa-rio decir NO a la CONEAU. Si queremos que sean muchos más compañeros los que se su-men a la lucha, hay que mostrar y demostrar lo nefasto de sus consecuencias y también que el movimiento estudiantil puede pararlo.

Hay una disyuntiva: o avanzamos en la organización independiente, o llevamos todo a las vías del Consejo Directivo y el régimen universitario.Desde el Ya Basta y el Nuevo MAS creemos que nada bueno puede salir de los órganos de co gobierno. El consejo directivo, igual que el superior y todos los órganos de gobierno de las Universidades Nacionales le dan a una minoría de la minoría docente el poder real en las Universidades. Esto es así desde que las

dictaduras de mitad de siglo pasado en el país, en contra de los presupuestos de la Reforma del `18, dispusieron la composición de los órganos de “co-gobierno” con la siguiente distribución de representantes por claustro hoy en día en Psico:D

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