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PANOI.AMA Illi E.A AW1 EN LA Riøx
Abordar las desigualdades. los beneflcios de los avances en
los indìcadares sociales y de salud de la Región no han flegado
todos los grupos y poblaciones por iguallo cuat provoca dispari-
dades injustas en la rnorbilidad, la rnortaiìdad v el acceso a los ser-
vicias de salud, fl iilgreso, la etiiicidad y la educación continúan
sìenda importantes. En muchos de los pafses subsisten de rnaoera
inaceptahlc c innecesaria condicianes de salud deficientes, La
nlala salud se traduce en atlicción, dolor, retraso del crecimiento
econámico y fracaso de los csfueros por rcducir la pobre2a. Los
mís afcctados son Ios niños de los pafses de bajos ngresos las
mujcrcs,los pueblos indígenaslos habìtantes sin educación delas
zonas ruratcs, los trabajadores migratorios, los trabajadores del
scxo, tos niños dc la callc y los ancianos, Tanihién influye la ge
ografía: por ejcmploIas asas de niortalidad en Amërica Central y
los países latinos del Caribe cn 2005 sc accrcan al proinedìo re-
gional de conlieii7os de ios años acbenta. En el ámbito de la salud,
csas desìgualdades se nianiflestan corno grandes disparidades en
el estado dc salud, el acceso diferencial a los servicios y a despro-
porcionada cxposicián a riesgos de salud: el abastecimiento de
agua y et saneamiento poco scguros, la desnutricióo, la contami-
nación y la exposición a amenazas climátìcas y geográflcas,
En las Américas, las desígualdades en materia de ,salud son
cxiensas y profundas, coma dernuestral] numerosos ejemplos,
entre ellos:
* La mayor proporción de mortalidad materna se produce en
]os países niás pobres de América Latina y el Caribe.
* La cspcranza de vida al nacer varía de un mfnimo de 68,8
años en Amrica Central a un máimo de 77,9 aos en
América del Norte 2005.
* Las diferencias en cuanto a esperanza de vìda entrelos países
son aún más notables, en particular la brccha entrc los más
ricos y !os más pobres, que se ha amplìado a casi 20 años.
* Si bicn las mujeres tienen en prornedio una esperanza de
vida al nacer scis años superìor a la de los hombres, la
situacián social de muchas mujeres pane en peligro la cali-
dal dc sus vìdas.
* La distrihución diferencial de amenazas para ta salud re-
cientemente emergentes y sus factores de riesgo han exacer-
bado aún más las desigualdades en materia de salud en los
pafses.
* Unos 2 18 millones dc prsonas no cucntan con protección
contra el riesgo le enfermcdades porque carecen de ]a
cobcrtura de salud del seguro socìal y 100 rni]loiies no
ienen acceso a servicios de salud debido a su uhicación ge-
ográfica, barreras económicas o ta ausencia de centros de
satud ccrca de sus hogares o lugares de trabajo,
La situación de las mujeres. Una de las principates restric-
dones para completar la agenda de la atencián primaria de salud
es Ia situación de las mujeres. Si bien las mujeres representan
más de las dos quiiitas partes de la fuerza de trabajo en América
Latina v el Carihe, su avance econôinico es reducìda porque
tienen diflcultades para obtener trabajos remunerados, ganan
menos, no tienen acceso a algunas ocupaciones y su partici-
pación en el sector informal es desproporcionadaniente mayor.
lor consiguìentc, a pcsar del compromiso de la comunìdad ìnter-
nacional con la igualdad entre lus sexos, las vidas de mitlonc de
rnujeres y mucliachas de toda la región son afectadas por la dis-
criminación, la fa1ta de autonomía, la pobreza y la violencia. El
logro dtl tercer OTM -prornover la igualdad entre los sexos y la
autonornfa de la mujer- producirá el doble dividendo dc
rnejorar las vidas taiito de las mujeres como de los niños 11.
La situacin de los grupos étnicos. En las Américas de hoy,
entre 45 y 50 millones de personas pertenecen a más de 400 gru-
pos étnicos únicos, cantidad que representa akededor de 7% de
la población dc la Región, 40% de la población rural de América
Latina y el Caribe y más de 40% de in población totat cn Pcrtí,
Guateniala, Rolivia y Ecuador. La incidencia de Ia pobreza es más
aita en los grupos indfgenas de las Américas, que presentan tasas
más elevadas de analfahetismo y desempleo y tienen menos ac-
ceso a los ervicins de atencián de salud, conio la vacunacián
contra enfermedades ìnmunoprevenibles. Sufren taas dcspro-
porcionadas de mortalidad materna c infantildesnuirición y cn-
fermedades infecciosas ]2.En Médco, se cstima quc hay 96,3
rnédicos por 110.000 personas a nivct nacìonal, pero solo 13,8
por 100.000 en zonas donde lo indígenas constituyen 40% o ms
de la población 13. Uno de los principa]es problemas de los
pueblos indfgenas es la fatta de documcntos oflciales. En todo
país, el registrl del nacimiento es importante porquc da al indi-
viduo ujia identidad oficial como miemhro de ta sociedad
puede ser necesario para acceder a servicios más tarde en su
vida. América Latina y el Caribe tienen a]gunas de las tasas más
altas de registro del nacimiento en ei mundo en desarrollo: 92%
en las zonas urhanas y 80% en las rurales. Sin embargo, es menos
probahle que los niños indígenas sean regìstrados al nacer: en la
región amazónica de Bcuador, solamente 21% de Ios niños
menores de 5 años tienen partida de nacimiento,en comparacidn
con el promedio nacional de 39% .. [y] más de 85% de los boli-
vianos que viven en comunidades indígenas rurales carecen de
un documento oficial que les* permita hcredar ticrras, matrictilar
sus hijos en la escuela o votar 14.
La salud de los lactantes yios niños. A pesar de las consid-
erables mejoras en la supervivencia de los niños en las Américas
Iesde que en 1978 se puso en marcha !a inicìatìva Salud para
todos,ha persistida sin cambios una profunda desigualdad en ei
logrD dc esta meta. La distribución del riesgo de nlorir antes de
los 5 años de edad, reflejada por las tasas de morlalidad ìnfantil,
en la población de las Américas -clasificada desdc la más pobre
ta más rica según el ingreso nacional bruto per cápita el poder
dquisitivo ajustado segiíi Ia paridad- revela un índice de
concentración de la desigualdad de -0,3, que sigriifica que el
S13
SALrO U L5 AMnJt1, 27. VoJj,Mnl l-RECLONAL
FIGURA 4. Desigualdades 01 la supervivencia intanlil:
curva de concentTación y tasa de mortalidad en menores
de 5 años en las Américas, alrededor de 2005.
ft4 -
0,3
0,2
01
00
00 0, 02 03 0,4 05 0, 07
Los ois pobres
Gradjente social % acurnulado
ndi de eonentraciôn de l desiguldad: -0,30
- Equdad portoQta * 0stribucián obsorv
- Mojor sjusto de LQrenz
Funte:0rganizsciÒn Pnsmercan d ls Sld Situaciõ d slud en las Amricas.
lndicers Bsico 20e.
20% quintil más pobre de la población de ia Región concentra
casi 40% de !a cantidad total de defunciones infantiles, mientras
que en el 20% más rico se producen solarnente 8% de las defun-
ciones figura 4.
La Regióii de las kméricas ha alcanzado un enorme progreso
eiì la reducción de las tasas de mortajidad de lactantes v niños. A
pesar de lo Iogros en la reducción de la mortalidad en los rnás
pequeños, continúan existiendo diferencias en Ia mortalìdad in-
fantil tanto entre los países como eiì zonas de un misrno país. En
las naciDnes con tasas altas de mortalidad infantil por ejemplo,
Bolivia, Perú, Guatemala y Brasil y tambìën en otas con tasas
relativamente bajas por ejemplo, Colombia y Belice, persisten
considerab!es desigualdades internas. Tres de Io.s riumerosos fac-
tores críticos determinantes de las desigualdades de salud en los
lactantes y los niños son el gnipo tnico, la ubicación geogthfica
la educación. En Bo!ivia, Ecuador, Guatemala, México
Pananiá, que han reunido información sobre eI grupo étnico y la
zona de residencja de las madres es decir, urbana o rural, las
tasas de mortalidad de lactaiites son sistemáticamente más altas
en las pobiaciones hidígenas rurales que en sus hamólogas ur-
banas vase el capítulo 2. Asimismo, un análisìs de Ias de-
sigualdades de la mortalidad de Ios niños menores de 5 años en
relación con la educacián materna en Bolivia, Brasil, Colombia,
Guatemala, Haití, Perú y la República Dominicina, indica que la
tasa de rnortalidad jnfantil y ej nivel educativo de la madre
guardan una relacián inversa además, el mismo análisis revela
que, si bien la tasa general de iiortalidad se redujo cousiderahk-
mente enre tines de los años ochenta y los prirneros jños de[
siglo xXl, prácticaiiiente nu se haiì modificado las dirnensiojìes
de Ias brechas eii la mortalidad eiitre los sectores de escolarìdad
Cuáles son las restricciones que se deben superar para alcan-
zar eI cuarto ODM, a saber, reducir cii dos terceras partes a rnor-
ta!idad infantil? Entre ellas, Ias principales son la !alta de agua
potablc, la exposicián a mosquitos que transmiten enfer-
medades, la alta de inmunizacián y la desnutrición. La gran
mayoría de las defunciones infantiles podrían preveuirse con las
medidas comprobadas de la revoluciôu de la supervivencia in-
fantil: la lactaucia inaterna, la vacunación contra las principales
enfermedades de la infancia, as fuentes de agua potable, la ter-
apia de rehidratación oral y los mosquiteros para prevenir la
malarja. De hecho, se cuenta con las iotervenciunes necesarias
para prevenir y contrarrestar las causas de defunción en Ios
niños, que podrïan llevar a la reducción de las dDs terceras partes
de !a mortalidad infantil, pero no son suministradas a las
madres y los niños que las necesitan ¡6.
Los niños que corren un iiiayor riesgo son lus de los países
niás pobres y de las cumunidades ms margiuadas dentro de los
países, quienes soii discriminados a causa del sexo, lri raza o la
etnja, los afectados por la nfección por el V lH/sida, los que care-
cen de una nutrición adecuada, los hurfauos muchos de ellos
causa del sida que terminan haciéndose responsables de sí ms
mos v a menudo de sus hermanos, los que sufren violencia, nial-
trato o exploiación, los que tienen que trabajar para ganarse la
vida y en general, los que carecen de acccso a bienes y servicios
esenciales. Por ejemplo, en 2003 en América Latina y el Caribe,
6,2% dc los menores de 18 atìos eran huérfanos y, durante el
período 1999-2004, B% de las niñas y 11% de Ios varojies de!
grupo de 5 a 14 años de edad participaban en el trabajo irifantil.
La persistencia de las desigualdades en materia de salud es con-
flrmada también por la clasificación de los trastornos perinatales
y la desnutrición entre las 10 priricipales causas de defuncióri en
varios países latinoamericanos y en zonas dentro de otros países,
hecho que retieja laelevada proporción de defunciones infantiles,
ya que la mayorfa se produce en los primeros años de vìda.
La salud materna. Muchos expertos en salud públìca cojisid-
eran que, además de la esperanza de vida, a situación de la salud
en un país se puede determinar niejor por e! rnarcador de Ja su-
pervivencia materna: si disminuye la tasa de mortalidad ma-
terna, se puede suponer que los otros problemas d salud de la
población también están mejorando; por el contrario, cuando Ia
mortalidad materna permanece sin cambios, otros intentos de
mejorar la salud de la población tendrán en definitiva muy pocos
efectos sobre eI bienestar de la población 17. Cada año,más de
22.000 iuujeres de América Latina y el Caribe mueren por com
placiones del embarazo y el parto. La mayorfa de esas defun-
ciones podrían prevenirse si se contara con intervenciones
..
t
.
0,8 0B 10
l_os ms rico
S14
t1ltiKMdÄ DF. i A M1Ji E.X IA REG!O
apropiadas durantc ci embarazo, cl parto y eI pcríudo posnara!
/8. Además, si bicn la mortaiidad rnaterna sc ha reducido cun
sderabiemente erì la Región cn los últirnos dccenios, en cìncn
paíscs la tasa de mortalidad inatcrna supera la tasa registrada
hace 60 años cn los Fstados Unìdos. Las Arnricas todavía tenían
Hna tasa de 70 defuncìones por 100000 nacidos vìvos en 2006
considerarnos únicarneiite a América Iatina y el Caribe, la tasa
sc cleva a 91 ,1; cn Haití se rcgistrá Ìa rnás ctcvada, 523 dcfun-
ciones por 100.000 nacidos vivos, y eli Chilc, la niás haja, con 17,3
dcfuncioîics I. La flgura 5 muestra a magnitud de ia dcsigual-
dad de la mortalidad materna cn las Aniéricas: cl 20% más pobre
de la población dc la Región conccntra 50% dc las defuncioncs
maiernas, cníentras que al quiniil más rico corresponden sálo %
dc csas defuncioncs índice dc ncentracói1 dc la desigualdad =
-043. Los embarazos en adolcscentes, en sri niayoría no planea-
dos, han llegado a 2Q% deÌ iotal de eiiiharazos en muchos p-aíses,
situción que evid cntcinente iniplica retos para esas futuras
madres y sus hiìos.
Corno se exprcsa eii el quinto ODM, la comunidad mundial se
ha compromclido a reducir cn tres cuartas parte*s la rnortalidad
materna, Con ese prnpósito, la Lstrategia Rcgional para la Reduc-
cìón de la Mortalidad y la Morbilidad Maternas en las Amëricas
se basa eìi flrinc convicciones
. la muerte mateiiia es evitable; *se sabe qué intervencioncs
sun eficaces, y que la inversìón en rnaternidad sin resgo no
solo reducìr la rnortalidad y la discapacidad rnaternoinfaritiÌ,
siiìo que tanibién contrihuirá a la mejor salud, calidad de vida
equidad para las nlujeres, sus farnilias y las coniunidadcs.
Las intervenciones de inaternidad sin riesgo frguran entrc las
iiis eflcace en funci6n de los costos del sector, en particular
elì alcflcióii pri marìa 1 9.
Las persistcnLes desigualdades en ei acceso a los servicios y rc-
cursos de salud son íactores quc influyen en la supervivencia ma-
terna e infantil en las Américas figura ó. Indicadores esenciales
de salud, colno la disponibilidad de médìcos por hahitantcs, la
proporción de partos asistìdo por personal calificado, la prcva-
leìicia dci bajo peso al nacer yei gasto público ei salttd como pro-
porción d& producto interno bruio están distribuidos en forma
desigual en los quintiles del ingreso de la población de ia Regtón,
donde los más desfavorecìdos desde el punto de vista socioe-
conómico corren riesgos dcsproporcionadameiite rnás a!ros. No
obstante, bay que señalar que en ias Årnéricas el porcentaje de
partos asislidos por personai de salud ca!ìflcado es inayor que cn
el rcsto del mundo: eii 2004, siete de cada ocho partos en Ias
Américas fueron aistidos por personal de salud califlcado,
La nutrición. Un indicador importante del estado nutricional
dc un país es la proporción de recién nacìdos con bajo peso ai
nacer, es dccir, con un peso inferior a 2.500 grarnos. El peso al
nacer depcnde eii gran rncdida del estado de nutrición de la
FIGURA 5. Desigualdades en la salud matorna eurva do
concentraeión e índice de la mortaidad materna en las
Américas, alredecor de 2005.
1,0
0,9
0,8
Ü*1
e 0,6
E 0*
O*4
0,3o
0,2
O*1
o*o
0,0 O,i 0,2 G3 ft4 0, 06 0,1
Los ms pobres
Grdiente social {% acumulado
ndjc d concentraciôn de la desiua!dBd: -043
Equidd perteota * Distribt±ciòn thservdB
Mejor ajusti de Laren
F.jete:Oranizacion rrnmerican de o Sal±. Simació,± de aFu en las ArnricM.
r±dicadores Bsios 2006.
madre duranc el embarazo y antes de la conccpcián. En esc sen-
tido eI peso al nacer también se convierte en un indicador indi-
recto para evaiuar la nutrición rnatcrna yjiasta cierto punto, para
pronosticar ei desarrollo íuturo dcl niño.
De las dos forrnas de deficiencia dei cretìmiento del niño, la de
Ia talla y la de! peso, la deficicncia de la tafla, o retraso del crec-
imiento, es dc tres a seis veccs más írecuente cn Arn&ica Laiina
y el Carihe. Coino la insnficiencia del peso sc puede revertir,
mientras que ei rctrnso deÌ crecimiento es permanente, ios niños
que sufren este retraso corren el riesgo de tener sobrepesolo cual
los expone a un mayor riesgo dc sufrir enfermedades cránicas cn
la cdad adulta. Ei retraso dei crecimiento puede producirse en los
dos prirneros afios de vida y ese período es e! más oportuno para
prevenir cl retraso rnedinte una nutrición adecuada. En general,
ios datos sobre las tendencias rnuestran una dedìnación muy
leiita de laprevaencia del retraso del crecimiento. Brasil es el pafs
con !a reducción más coiisiderable, 60% en 10 años, seguido de
Colombia y ia Reptthlica Dominicana, con reduccioncs algo supe-
riores a 40% en un pcríodo aproximadamente similar. Sin em-
bargo,preocupa que, en 2000, sufrfan retraso dei crecimiento uno
de cada dos niños cn Guatemala y uno de cada tres en Boiìvia,
Honduras y Perú capítulo 2.
La prevención y eI controi de enfermedadcs endémicas lo-
cales. A pesar de una reducción de su incidencia, la malaria, una
enlèrrnedad evitable, contiina constituyendo tin ìmportante
--
**4
0,8 0,9 10
Los m ricas
S15
Saiuu IN LiS AMflCiS, 2i.VOLUMIII -RFfll{]kL
FIGURA 6. Desigualdades en os servicios y rocursos de salud y el acceso a ellos, por quintiles de ingreso
en las Américas, alrededor de 2OO.
25 -
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o
o
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Fue:OrgiiziÓn Penamericn do lSolud Siòn de sEud en lsAmériEss. ldicdors Bso2U0
probicma de saud públìca. Más de un millán de personas -en
su mayora niños menores de 5 años- mlleren cada año por esa
enfermedad que en las Américas es la causa de O4% de las de-
funciones de niños menore de 5 años 20. Todavía se produce la
transmisión de Ia malarìa en 21 países de Ias Aitéricas y se es-
tima que 250 miflones de personas viven en zonas donde exist eI
riesgo de transmisión, 40 millones de las cuales residen en zonas
de riesgo moderado y alto, Anualmente se notiflcan airededor de
un millón de casos, tres cuartas partes de los cuales son causados
por elparásito principa]. Prinodìum vivax 21.
En los últimos años, han estado aumentando los casos de
dengue, que suhieron de casi 400.000 en 1984 a más de 430.000
en 2005 I. Transmitidc por el mosquito Aedes aegypti, eJ
dengue se propaga en zonas con saneamiento deficiente y precip-
itación elevada; no existc ninguna vacuna ni cora para la enfcr-
medad y Ia mejor mcdida para evitarla es mantener las viviendas
libres de sitios de cría del mosquito. En enero de 2007, Paraguay
dedar una alerta epidemiológica cuando comcnzaron a surgir
casos nuevos de dengue; a cornienzos de febrero, se habian noti-
ficado unos 9.000 casos de dengue, incluyendo 40 casos de
dengue hemorrágico, que induernn a declarar una emergencia
nacional. Como resultado, las autoridades sanítarias de Paragllay,
Aientina, Brasil y Bolivia intensificaron la prevención en las
zonas 1ronterizs, increìnentando las medidas de vigilancia
control,
20
lnqroso
ois hBjo
nuintiles nujnthes
Quinos
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lnoreso
ms bo
Untile
PAû k .F í l * SLLl l EN [.A Rc,i
FIGURA 1. Proporciõn de las poblaciones total. urbana y rural que usan servicios
melorados de saneamiento, Regiõn de fas Américas, principales subregiones
países seleccionados, 2002.
Õ
Funtø. O r fl iza CiÕn P n Ferro n o Pa SaPu d. Situ ciõn e F[J fl F Ani ê rc a s. rnd cadores Bj C 05 2S.
Una prioridad pcrmanente de salud en todas las Amricis, la
tubercujosis afècta a ms de 350000 personas y cada año mata
50.000. l.a tasa de morbilidad por tuherculosis cn la región er de
26,8 por 1ó0.000 en 204 y en paises latinos del Carihe y de la
ZoxrnAndijia se iiiformaron rasas de hasta 6l,Sy 55,5 por lO{L000,
respectivamente. Esta situaciSn es agravada por la coiifección de
tuberculosis y cI Vifl y por la resistencia de la tuherculosis al
tratamicnto multiniedicamentoso, que ditìculta los intento de
controlar la enfermedad en toda la Regìón.
Las así llamadas enfermedades tropicales descuidadas, que
pueden causar dolor agudo, desfiguración e incapacidad, varían
en cuanto a su distribución, pero estn directamente vinculadas
con la pohreza, Ia desnutrición, la falta de cducación y el desern-
p]eo. Representan una carga sustancìal para los 568 mi]lones de
personas que vivcn en Aniérica Latina y el Caribe donde se es-
tima quc actualmente están infectadas las siguientes cantidadcs
de personas cuando procedc, se indica el porccntaje de la
población total en 2005:
Enfermedad de Chagas: l 8 millones 3,2%
Tricuriasis: 99 millones 17,6%
Ascariasis: &2 millones 146%
Esquìstosomiasìs: 3 millones de casos en Brasil 1 ,6% de la
pohiación total de! país
Lepra: 86.652 casos
Anquilostomiasis: 34 millones 6%
Leishnianiasis: 60.000 casos de la forma cutnca de la enfer-
medad fucrDn notiflcados en Brasil en 2003 y, en 20Q4, sc
comunicaron 3.500 casos de la forma visceral
Oncocercosis: en total, 63 casos nuevos ootificados en 2004
en Colonihia, Ecuador, México v Guatemala 0,3%
FilariasLs linftica: 720M00 casos, principalmcntc en Hait!
8,4% de la población total del país
Tracoma: de los 50000 casos cxaminados en Brasil en 2004,
10.000 resultaron positivos
La alsencìa de procedimientos ordinariDs de vigilancia epi
demiológìca y coleccióii de datos sobre las enfermedades dcs-
cuidadas en casi todos tos países de América Latina y el Caribe
hacen muy difícil estìmar con precisión la cara de morbilidad,
salvo en el caso de la lepra 22.
Agna potable y saneamiento bsico. La disponibilidad de
agua potahle ha mejorado en las Amricas desde 1990, pero esa
mejora no ha avanzado de manera uniforme en toda la Región.
Para 2002, 93% de la pohlación dc las Amricaß usaba me5ores
fuentes de agua potahle, mìentras que la cobertura del abastec-
imiento en Aniérica dcl Norte los Estados Lnidos y Canadá era
de l00%, en Amrica Centrai, de 83% y, en esta subregión la
propoeción de a población que usaban !nejores fuentes de agua
potable en Guatemala cra de solameiite de 73%. Las diferencias
son mayores entre las poblaciones de Ias zonas urhanas y las ru-
rales. En Brasil, por ejemplo, la proporción de ia población ur-
bana qtie usa fuentes mejomas de agua potable llega a 96%,
mientras que solo 58% de la pohlación de Ias zonas rurales
tienen ahastecijniento dc agua potable. Los servicios hásicos de
saneamiento llcgan a una proporción aiin menor de la población
de la Regió, 84%, y, adems de las marcadas diferencias entrc
Paîses Países no ona
latinos latinos dol Andina
dol Cribe Crihe
otal zonas irbanas * ¿onas rl[rales
S17
S.l.i:[ EN 1.AS AiliMcAs, 2OOVou îE I-Itr[ONAl.
L h ,ei-ensió un; enferinedail sürnciosa pero ny
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,snijres de rodas ks irenes tiliros nî Ia Rció,, de /os
Mîr Roes,2OO3
las zonas urbanas y rurales, la cobertura totai zonas urbana.s
rurales en América Central y los paises latinos del Carìhe es
rnucho ms baja en comparación con otras subregiones, de 63%
66%, resectivmcnte fìgura 7. La situación es crítica en
zonas rurales de algunos pafses, como Guatemala, Belice, Haití
ßolivia, donde la cobcrtura de los servicìas de saneamiento en
las zonas rurales varfa entre l 7% y 23%. En e1 capitulo 3 sc de-
scrihe la rclación entre la cobertura del abastecimicnto de aua
de servicios dc saneamiento y los úidices de salud y desarrollo
hurnano, Entre otros ejeniplos de esa relación, podemos men-
cianar ue la tasa dc mortalidad infantil por enfermedades dìar
reìcas en la Región fne de 3,7% y]legó a 7,8% en la suhregián an-
dina en 2000-2005.
En síjitesi,s, si bicn están en marcha grandes avanccs cn la
ciencia y la tecriologfa, no toda la humanidad se heneficia con
ellos. Todavfa existe una breclia entre las tasas previstas para
2015 v ias reales en 2005 de reducción dela mortalidad inftin-
til y dentro de cada país hay otras brechas cn las tasa,s. Si bicn cl
progreso ha sido cxtraordinario -se han erradicado o elimi-
nado eiìfermedadcs y se ha fortalccido la infraestructura de
saiud piThlica- no ha sido uniforme. En algunos países, una
proporcián considerahlc de ]a pohlación vive en distritos donde
la cobcrtura de la inirnrnizacián sigue sicndo inferior a 95%.
Todavfa se producen hrotcs cspordicos de dffteria y tos ferina
causa de una acurnulación de piiños vulncrables pasados por alto
por las programas ordinarìos de vacunacióii. Esta acunrnlación
también expnne a las países al riesgo dc grandes hrotes dc
sarampión cuando sc producen importaciones del virus de
saraiflpiófl, como sucedió recientemente en Veneznela 2001-
2002, Colornbia 2O2J y México 2003-2004. Si bicn sc ha
avanzado haci cl ìogro de la mcta de salud para todosla agenda
sigue incondusa.
PROTEGER LOs AVANCES EN MATERIA
DE SALUD
Las niejoras en la salud lrnmana en las Américas durante nids de
un sigo y medio han sido profnndas, cxtcnsas y sin preccdentes:
Despnés dc 1840, la tendencia ascendente de la longevidad
prosìguió cofl una tasa sorprendentemente sostenida y uni-
forrne de aumento de 2,5 años por decenio durane los sigu-
icntes 160 años. . . Aun cuando la esperanza de vida cn
los.países de altos ingresos supera a la de las regiones en de-
sarrollo, es notable la convergencia. En 1910, por ejernplo, un
varón nacido crl los Estados Unidos podía esperar vivìr 49
años, pero, si hubiera nacido en Chilc, su esperanza de vida
hahra sido de solarnente 29 años. En contraste, para flncs de
los años novcrna, la esperanza dc vida de los estadounidenses
haha llegado a 73 años y la de los ehilenos, a los 72 aflos 23.
Los avances han conrinudo después de los años noventa. La
mortalidad de los lactantcs y los nios se ha rcducido considcp
ahlementc: la mortalidad de los menores de 5 años dismiiiuyá de
54 por l .000 nacìdos vivos en 1990 a 25 por l ,000 en 2005, una re-
duccián de 54%. La tasa de rnortalidad de lactantes bajá de 42
19 por l .000 nacidos vivos entre 2001 y 200, .según el país. En-
fermedades qne antes podían acabar con poblacioncs entcras y
dejar a los sobrcvivìentes desflgnradas e inválidos, como la viru-
ela, la polioinìelitìs. el sarampión y la tLLhercnloSs, ya no causan
esos efectos. La esperanza de vida se ha prolongado de 56 años en
1960 acasi75 aflos en 2006.
Estos avaoces ptiedeii ser atribuidos a ufl mosaico dc vari-
ables, entre ellas Ös cambios demográficos; la iiiayor produc ivi
dad cconómica; la urbanización con un mayor acceso a servicios
de sajuð; el aumento del ahastccimierito de alimcntos; los
avances en Ias ciencias médicas; rns y mejores servicios de
saneani iento; el fortalecìm iento de las institucioies, en e.special
cl progreso técnico en la aplicación dc tratainieiitos scncillos
como la terapia dc rehìdratacián aral; la atención prcvcnliva,
coino nna mejor higieiie y la vacunación los métodos ìnno-
vadores de tratarniento de algnnas eníermedades transmisihles,
como la estratcgìa del tratamiento brcve bajo ohservación directa
DOTS; innavacìanes institucionales y administrativas en los
scrvicíos de salud piThlica; la capacitación y la vigilancìa cpi
derniológica; más financìamiento de las intervcnciones de salud;
el seguro social; mayor productividad agrícola; ¡ iifraestructura y
cducacján, y cambio& sociales tales como las iiiejoras en la
situacián de las mujeres. A medida que los pafscs han
aprovechado los avances téciiicos, han experimentado un pro-
grcso proporcional en la salud.
Ciertamente, uiìa de 1as principalcs razoiies de las cxtraordi-
narias mejaras eîi la supervivencia ìnfantil en las Ajnéricas es el
éxito de los programas nacionales de inmnnización para un
anáiisis en profundidad de la situación de las enfermedades in
rnunoprevenible, véase e capítulo 2. De todas las regiones del
mundo, las Américas fue la priiiiera en crradicar la viruda y la
poliorniclítìs y eliiiiiiiar ei sarampidn y el ttanos neonatal al lo-
grar elevadas tasas de cobertura dc inmunización. Gracias a cstos
esfuerzos, los pueblos de las Américas vìveil ahora lihÑs dc la po-
liomielitis y el sarampíón autóctonos; cl tétanos neonatal, la dif-
teria y la tos ferina han sido cintrolados adecuadamentc; ha au-
nientado considcrableniente la cobertura de protección contra la
rnbéola v nuevas vacnnas han sido agregadas a los pragranias
nacioirales de nniunización y se ha sostenido su aplìcadán. l.os
518
lUOkAMA PL LA SALUL RX F.Á REGTÓN
FIGURA B. Tasas estimadas de mortafldad por grupos anipiios de enfermedades en la
Regióp, de las Amérioas, las principales subregiones y paises seleccionados, 2002-2004.
Z50
c
1OÕ
I0
OO
Amríca Píes Píses no Zona
Contral lalinos Jtinos dl ATdina
dlCarihe Caribe
* Entermadades transniisibles * Enfermedades del aparato oirculatorio
* Nooplasias algns * Cauas externas
Fjseftr:Üre,iizción Panariiaricrnia ala Salud. Sílijación deia Sad eri sAmrces lndiadores bisicos, Z0U
esfuerzos de ios pises por reducìr la mortalidad de niños v lac-
tantes han periuitido evitarlas defunciones de milloncs de niüos.
Fl ohjetivo es ahora mantener los iogros de la in,imnización v lle-
gar a las personas que no han sido beneficiadas con las vacunas
existentes y las nuevas,
Con el fin de protcger ei pmgreso logrado, los países tendrn
que persistir en sus esfijerzos de ampliar las asas de cobertura de
5115 prograrnas nacionalcs dc inmunización. Los avarices en rna-
teria de salud no son neccsariamente acumulatwos ni perma-
nentes y es preciso mancjar y mantener los factores que los sus-
tentan. De olro modD, eI progrso alcanzado en salud puedc
detenerse e, incluso, revertirse. En algunos paíscs se han pro-
ducido brotes de enfermedadcs inmunoprevenibles dehido a la
reducida cobertura dc la inmunizacián. Las crisis econójnicas
pueden provocar desriutrición en la población en genera}.
Adernás, el progrcso sostenido en salud puede ser amenazado por
reducciones en las iiversiones en salud, desaslrcs naturales,guer-
ras, violencia y otras formas dc perturhación social yla aparicìón
de nucvas enfermedades y riesgos. E1 objetivo debe scr fortalecer
las instituciones nacionales que asegurarãn quc los logros en ma-
tcria de salud en las Aniricas continúen y sc extiendan a toda ia
Regi6n. Para proteger los avanccs alcanzados en la Regián, ser
necesario
* Fortalecer y arnp}iar los programas de vacunaciól
* Mantener el DOTS para la tubercuosis
* Suministrar sangre segura
* Garantizar la i,iocuidad de ios alimentos y la seguridad
alhneiitari
* Estar exentos dc la ficbrc aftosa
* Mitigar el impacto de as situaciones dc cmergencia y los
desastres
* Generar datos hsicos dc salud
* Mejorar !os sislcmas dc vigilancia epidemiológica
* Vigiiar y analizr las desigualdades en rnateria dc salud
* Compartir la informacìón y Ios conociniientos ,sohre la sa!ud
ENFRENTAR LOS NUEVOS RETOS
El perfll epideniiológico dc las Américas ha experimentado
considerahles carnbios en los últimos decenios, ya que muchos
de los antiguos problemas de salud púbiìca han sido resiieltos,
mientras que surgen otros nuevos y vuelven a aparecer algunos
antiguos. En los próximos 10 años, las defuncions por enfer-
niedades crónicas aumentarán cn 17% y, lo que es nis alar-
mante, las deflincio,ies causadas por ii dìabetes aumentarn casi
80% 24. El aumento previsto cn la carga de enfernledades
crónicas cs atrihuihle al envejechuiento de la pohlación y a los
comportamientos y elecciones poco saludables que hacen los in-
dividuos y las comunidades, que se vinciilan con una nutrición
deficiente, el sobrepeso yla ohesidad, y con el c9nsumo de tabaco
alcohol. Como se describe en el capítulo 2 de esta publicación,
en casi todos los países las cnfcrmedades degenerativas crónicas
han sustituido a las enfcrmcdades trans,iiisibles como princi-
350
300
50
as
Arnricas
Miérioa
dal Norte
México
S19
SÃWI h L.S Ã RlcAS,27. Voli:Mr, l-RJioM1
paies cusas de rnorbilidad, discapacidad y rnucrtc, excepto en
Raití, donde las cnfermedades transmisibles siguen siendo la
principal causa de inortalidad, con una tasa tutal estimada de
351,2 defiinciones por l00.O00,seguids delas enfermedades dcl
aparato circulatorìa, con iina tasa de mortalidad de 227,9 por
lOOOOÚ 25. Las enfermedadcs de aparato circulatorio, las nco
plasias malignas, las enfermedades respiratorìas crôiìicas y la di-abetes se haiì convertido en las principalcs causas de defiinción,
junto con causas externas como los accidentcs, los lìomicìdios
oiras formas dc violencia figura 8.
Un análisis de la carga de morbilidad en las Amricas en 2006
indica quc las principales causas de defunción que ticnen el
rnayor efecto en cuanto a años de vida perdidos en los hornbrcs
son la diabetes, & sida y los homicidios sin cnihargo, sus efeclos
se producen en distintos grupos de edad: los homicidiosson un
problema fundamerìtal de los jóvenes y los adullos, el sida, de los
adultos, y la diahetes, dc las personas de 50 o rnás años de edad,
La carga de morbiìidad cn las rnujercs muestra un patrón difer-
ente: las principales causas son ]a dìabetes, el sida v el cáncer de
los pulmones; la diahetes afecta sobre todo a las rnujeres de rnás
de 45 años de edad, el sida, a las mujeres jóvenes, y el cáncer de
los pulniones, vìnculado con una nueva niodalidad de consiimo
de tabaco entre las niujeres, a las mujeres de rnás de 45 afios de
edad. Las causas externas -en especial lDs homicidios y los ac-
cidentes de transporte terrestrc- y la infeccióo por el VIH/sida
provocan muchas más defunciones epìtre los hombres que entre
!as lnujeres, principalmente cn los jóvenes, y son entonces la
principal razán de que la esperaiza de vida haya aunìentado ms
en las rnucres que en los hombres, aumcnto que es de cinco
ocho años en varios países 26.
En los íútimos 1 0 años, y cn gran medida debido a la creciente
permeabilidad de las fronLeras transnacionales, enfermedadcs
que una vez sc pensó que habían sido clntroladas como !a
tuherctilosis, la rnalaria, el dengue, la peste y la fiebrc arnarilla-
han reaparecido, ììientras que enfermedadcs transmisibles rcla-
tivamente nucvas -como la infeccián por el V1H/sda, el SARS
y, rnás recicnternente, la ficbre de Nilo Occìdenta y ia nucva
variante de la influenza aviaria causada por cl virus }{5N l- se
están convirticndo en irnportantes amenazas para la salud.
Después de los casos dc bioterrorismo vinculados cDfl eI car-
hunco notifpcados en varias ciudades dc los Estados Unidos du-
rante 2001, se preveía que coiitinuarían estas amenazas y que
pondrian a prueba los sisternas nacionalcs de vigilancia y re-
spuesta. La dctección temprana de un ataquc bioterrorista es fun-
dameiìtal para disminuir los casos de enfermedad y las deflin-
cioncs, en especial cuando se trata dc un ataque encubierto con
un agente bìolóico. Es preciso contar con un mejor conocimiento
de ia distribución geográfica, la incidencia y las caractcrísticas
epiderniológicas de posibles agentes endémicos del biotcrror-
ismo, en particular las zoonosis, para iniciar investigacioncs de
un presunto brote o ataque terrorista.
La preocupación por las amenaas para la salud resultantes
dcl uso excesivo de antibióticos crece en las Aniricas, en partic-
ular en los países de América Latina, donde los antihióticos estáfl
disposición del público sin necesidad dc una receta rnédica. El
uso excesivo de antibióticos en pacientes ambulatorios ha con-
tribuido a la aparición y propagación dc hacterias resistentes
los antibióticos en muchas comunidades; iniportaiitcs ageiìtes
patógenos comunes, como Mycobcterum tubercuiosis, Esche-
rkhia coli, Salrnone/la spp,, Staphy/ococcus aureus y Strepococcus
pneumoniae han desarrollado resistencia a los medicamento
antibacterianos de uso ordinarìo, lo cual curnplica el tratamiento
delas enfermedades que provocan. Por otra parte, las infecciones
transrnitìdas pr los alìmcntos que son rcsistentes a los antinii-
crobianos debido al uso inadecuado de antìbióticos en la produc-
ción dc animales, han contrihuido a la aparici6n de resiscncia ell
Sa/monel/ sppy Campylohacterjeiuni. Si bien se están desarrol-
lando nuevos niarcadores biol6gicos y tecnologías de micro-
ensayo del ADN, e1 reto que subsiste cs dear una tccnología sen-
cilla y cornputarizada de diagnóstíco que pcrmita la rápida
idcntificación de la rcsisteiicia a los antimicrobianos poco de
spus de la aparicián de los síiìtomas 27. Si hien ei empleo de
nuevos agcntes aiìtiniìcrohianos y ei mejor uso de los mcdica-
rnentos antimìcrobianos actualmente disponibles se convertirán
en kì norrna general en los países dc altos ingresos, lo cual con-
ducirá ii tratamiento adecuado y complicaciones poco fre-
cuentes, los pohres no contarán con un tratamiento adecuado
para las infecciones resistentcs a ios antimicrobianos, con lo cual
seperpetuarán las desigualdades en matcria de salud. Así sucede
ya con la epidemia dc ìnfección por cl VlHIsida, que, a pesar de la
bucna cohertura con medicamentos antirretrovíricos en la,s
Américas, se proyecta que se expandìrá en los grupos más pobre.s
de !a población 27.
El envejecimiento dc la población. En la rnayoría de ls paí-
ses dc las Anìéricas, Ia poblaci6n está cnvejeciendo dcbido la.s
esperanzas de vida más prolongadas o a la estahilìzación de las
tasas dc fecundidad. En los ltimos 25 años, la esperanza de vida
al naccr en las Américas ha aumentado 17 afios y ei promedio de
e.speraiiza de vida supera os 70 año.s, con una diferencia de sìete
años en el promedio cntre los países de Amrica del Norte y lo.s
dc Arnrica Latina y el Carihe. De los habitantcs de América
Latina y el Caribe nacidos actualmente, 78,6% vivirán más de 60
años y cuatro de cada 10 vivirán más de 80 años. Las pcrsonas de
edad avanzada plantean mayores dernandas de servicios de sa1ud
porque requieren ulìa atencìón rnás frecuente e integraly necesi-
an servicios relacionados con el tratamiento dc cnfermedades
crónicas y discapacidades. La evaluadón de las polítìcas sani -
tarias v del desempeño de los servicios de salud para los an-
cianos debe procurar aumentar lDs afras de vida libres de dis-
capaddades después de los 60 años dc cdad 28.
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