PaginasDeLuchaCotidiana-ErricoMalatesta

download PaginasDeLuchaCotidiana-ErricoMalatesta

of 183

Transcript of PaginasDeLuchaCotidiana-ErricoMalatesta

  • 7/23/2019 PaginasDeLuchaCotidiana-ErricoMalatesta

    1/183

  • 7/23/2019 PaginasDeLuchaCotidiana-ErricoMalatesta

    2/183

  • 7/23/2019 PaginasDeLuchaCotidiana-ErricoMalatesta

    3/183

    PGINAS DE LUCHA COTIDIANAENRIQUE MALATESTA

  • 7/23/2019 PaginasDeLuchaCotidiana-ErricoMalatesta

    4/183

    M, EPginas de lucha cotidiana 1a ed. Santiago de Chile:

    Editorial Eleuterio 2015.182 pp.; 21x14 cms.

    ISBN 978-956-9261-15-2

    1.Anarquismo 2.Poltica 3.Crtica I. Ttulo

    T

    Rebeldelegre

    P

    Artes Grficas Cosmos

    ISBN

    978-956-9261-15-2

    E E

    Salvador 1319, Providencia

    Santiago de Chilehttp://eleuterio.grupogomezrojas.org/

    [email protected]

    rebeldelegreSantiago de Chile

    http://rebeldealegre.blogspot.cl/[email protected]

    Los editores invitan a distribuir ycopiar a travs de todos los medios

    posibles los contenidos de esta obra.

  • 7/23/2019 PaginasDeLuchaCotidiana-ErricoMalatesta

    5/183

    ENRIQUEMALATESTA

    PGINAS DE LUCHACOTIDIANA

    Precedidas por un escrito de LUISFABBRIsobre

    ENRIQUEMALATESTA:CINCUENTAAOSDEAGITACIONESREVOLUCIONARIAS

    Y seguidas por un escrito de RODOLFOROCKERsobreUNAJORNADAENLAVIDADEMALATESTA

  • 7/23/2019 PaginasDeLuchaCotidiana-ErricoMalatesta

    6/183

  • 7/23/2019 PaginasDeLuchaCotidiana-ErricoMalatesta

    7/183

    7

    Nota a la presente edicin

    D , -grafa anarquista se encuentra dispersa en distintos registros,

    soportes fsicos y geografas. La multiplicidad de expresiones quees posible registrar en esta dispersin es prcticamente infinita,como la nocin de libertad que se proyecta desde el ideario crata.

    Para quienes, en el siglo XXI, nos identificamos con el ima-ginario y la tica anarquista, situarse ante esta incontable infor-macin reunida no es tarea fcil. La pesquisa de peridicos, latraduccin de obras inditas o la bsqueda de pensadores y lucha-dores cuyas ideas an tienen mucho sentido, es una labor que si

    uno quisiera abarcar en su totalidad, sera prcticamente imposi-ble, sobre todo porque el anarquismo es un ideal vivo que siguecreando nociones para la vida libre y el pensamiento crtico.

    La relacin de los y las anarquistas con la palabra escrita hasido ntima Ser porque en la palabra se encuentra un modo noimpositivo para expresar las ideas? Ante la fuerza bruta que seemana desde las leyes o frente al dictamen sagrado que instaura

    los conceptos del bien y del mal, la palabra anarquista es un sen-cillo y muy bien cuidado puente que busca unir a los hombres ymujeres a travs de las ideas. Es lo que se llama el libre acuerdo,espritus mancomunados que, como los astros que se unen a tra-vs de los puentes de luz, hayan los lazos de la comunidad en elmpetu por la libertad y el trato igualitario entre toda la creacin.

    Es cierto que la fecundidad de la palabra que ha florecido en

    el seno del ideario crata es tambin el motivo por el cual, deun tiempo a esta parte, circulen personajes expertosen el pensa-miento anarquista que, pese a leer a Bakunin en todos los idio-mas, no representan ni un pice a los principios anarquistas en

  • 7/23/2019 PaginasDeLuchaCotidiana-ErricoMalatesta

    8/183

    8

    sus vidas, o de jvenes anarquistas que han ledo muchsimo ypueden terminar una discusin del modo en que los monjes cita-ban a Aristteles durante el medioevo: Magister dixit, es decir, elEl maestro lo dijo y por ende, no se puede sealar lo contrario.As es como algunos leen a Piotr Kropotkin, Emma Goldman oErrico Malatesta, el autor que ahora presentamos.

    La intencin de re-editar Pginas de lucha cotidiana no esbuscar un mesas de la anarqua. Errico Malatesta, de hecho, loexpresa muy bien en este libro. Apologista de la libre voluntad,Malatesta sostena que una vez conquistada la libertad y asegu-

    rado el derecho a disponer de los medios de produccin, nosotroscontamos, para el triunfo de la Anarqua, con la sola superiori-dad de nuestras ideas. Por eso las y los anarquistas expresabanque el anarquismo era La Idea, principio superior que habita encada individuo y no fuera de ellos, por lo que no se transforma enmandato hacia el otro. No hay superioridad en ningn pensadory luchador anarquista. A todos y a todas hay que leerlos como

    compaeros y compaeras y, por ello, discutirlos y actualizarlosimaginando que compartimos en un caf o en una manifestacin.Pginas de lucha cotidiana fue publicado originalmente por la

    editorial bonaerense Argonauta en 1921. Desde aquel entonces,estas pginas no haban vuelto a circular. Se comprender que, poresto, era casi imposible acceder a los contenidos de esta obra. Graciasal trabajo entre Editorial Eleuterio y rebeldelegre, este ttulo vuelvea estar a disposicin de todas y todos los interesados. Su primerformato ser electrnico para su distribucin sin restricciones enlas redes virtuales. Es la segunda obra que se edita bajo este formatopor Editorial Eleuterio. Dentro de los prximos meses, se dispondrdel libro fsico para ampliar sus posibilidades de circulacin.

    Las Pginasquedan abiertas al mundo y a la discusin, espe-rando no hacer de ellas un dogma y aspirando al despertar de eseprfugo deseo de libertad que deambula en nuestro espritu.

    Salud y anarqua.

    L .

  • 7/23/2019 PaginasDeLuchaCotidiana-ErricoMalatesta

    9/183

    9

    ndice

    Prlogo de la edicin de 1921 11

    PLuigi Fabbri: Errico Malatesta Cincuenta aos de

    agitaciones revolucionarias

    P : T Anarquismo Comunismo Tanto peor, tanto mejor Caras duras!

    El momento de la accin Disciplina! Revueltas y revolucin Las leyes histricas y la revolucin Reformas y revolucin Mayoras y minoras

    S : L Los partidos de la revolucin Nosotros y los republicanos Nosotros y los mazzinianos Nosotros y los socialistas

    T : L La cuestin agraria

    El porvenir de la pequea propiedad El Estado y el problema de la tierra Necesidad del comunismo

  • 7/23/2019 PaginasDeLuchaCotidiana-ErricoMalatesta

    10/183

    10

    C : L Frente nico proletario Los anarquistas y el movimiento obrero Lucha econmica y solidaridad Libertad de prensa y produccin consciente Revolucin y produccin

    Q : P Los dos caminos. Reformas o revolucin?

    Libertad o dictadura?Dictadura burguesa y dictadura proletaria La psicosis autoritaria del Partido Socialista Finalmente! Qu es la dictadura del proletariado?La dictadura de... Malatesta Mirando el porvenir

    PRudolf rocker: Una jornada en la vida de Malatesta

  • 7/23/2019 PaginasDeLuchaCotidiana-ErricoMalatesta

    11/183

    11

    Prlogode la edicin de 1921

    C escritos por Enrique Malatesta en el diario anarquista de MilnUmanit Nova entre el 26 de Febrero de 1920, en que apareciel primer nmero de la publicacin, y el 18 de Octubre del mismo

    ao, en que Malatesta fue arrojado a una crcel por orden delgobierno italiano.

    Escritos al correr de la pluma, entre las otras mil actividadesdel incansable agitador, quizs mientras recorra campias y ciu-dades haciendo propaganda subversiva, o mientras discuta entreel proletariado sobre las enseanzas del nuevo verbo, que es verbode solidaridad, o mientras asista a reuniones o convenios para

    resolver alianzas revolucionarias, o mientras organizaba el diariocolocado bajo su direccin, revelan sin embargo estos artculos,serenidad admirable de espritu y cristalina claridad de concep-tos. Es que tal ha sido siempre la vida misma de Malatesta, pesea las sinnmeras contingencias de la lucha. As se explica quizsque su diaria labor de propaganda est simplemente hecha a basede amistoso dilogo; jams en sus campaas agitadoras, en sus

    artculos o en sus discusiones se encontrar ni la pose del aps-tol ni la acritud del polemista, sino tan solo... la conversacin delamigo, la dialctica gil hecha con pasta de razonamientos imper-turbables y de clidas convicciones.

  • 7/23/2019 PaginasDeLuchaCotidiana-ErricoMalatesta

    12/183

    12 Pginas de lucha cotidiana

    Y escritos estos artculos sobre simples temas circunstancia-les, quizs contestando a las preguntas de un annimo interlo-cutor, o rebatiendo las afirmaciones del peridico mal inspirado,o corrigiendo bondadosamente los errores del compaero o delamigo, hay sin embargo en ellos armazn tan compacta de ideasfundamentales que bien resisten los cambios de lugar y el correrdel tiempo, conservando casi la misma oportunidad, la mismaimportancia, la misma frescura diramos, que el primer da. Esque el secreto de la fuerte labor de pensador que hay en Malatestareside en esa superior capacidad suya para glosar el hecho coti-

    diano, en una constante inquietud frente al correr de los aconte-cimientos, junto a una aguda penetracin para extraer lo general,lo fundamental, lo eterno casi, de lo que slo es efmero, circuns-tancial, pasajero.

    Con estas lneas queremos explicar el carcter del materialaqu reunido. Y tambin justificar nuestra actitud al creer quebien merecen ser conservadas en forma de libro stas que slo

    fueron y slo tuvieron la intencin de ser unas simples pginas decotidiana lucha escritas para un peridico anarquista.

    * * *Extraar quizs a esa gran parte del pblico de habla cas-

    tellana que de anarqua o comunismo no conoce ms que lasdoctrinas de un Kropotkin o de un Marx, de un Grave o de unLorenzo, la interpretacin que Malatesta da de algunos viejospostulados sociales, con mucha dosis de originalidad y mayor aunde agudeza.

    Esa superacin del concepto de anarqua como simple nega-cin del Estado, esa sugestiva doctrina del libre acuerdo fundadoen la voluntad libre, esa tan peculiar visin del comunismo, esaactitud tan severamente crtica hacia los medios y fines de lalucha sindical, esa displicencia por los ensueos finales para fijar

    en primer trmino el significado del anarquismo en su mtodopropio de reconstruccin social, esa actitud al par tan amistosa ytan inflexible hacia los dems partidos de la Revolucin y muchas

  • 7/23/2019 PaginasDeLuchaCotidiana-ErricoMalatesta

    13/183

    Prlogo a la edicin de 1921 13

    ideas ms probarn ser para el lector que con Malatesta se elevede lo anecdtico del libro hacia los principios bsicos que consti-tuyen su estructura una recia sacudida de espritu y una fuentenueva de inspiracin sobre repasadas concepciones sociales, qui-zs ya demasiado viejas, quizs ya superadas.

    * * *Pero malgrado todo el valor que queramos otorgar a estos art-

    culos, forzoso es reconocer que la obra de Malatesta rebasa muypronto los lmites estrechos del pensar para fundirse en la accin.

    Tornarase as empresa injusta o imposible querer condensar lalabor de este hombre en una simple serie de pginas periodsticas.No; la obra de Malatesta es cosa mucho ms vasta y compleja.

    Representa ms de cincuenta aos de agitaciones dedicados contodo corazn a la causa de la Revolucin Social en el mundoentero. An la corta jornada (FebreroOctubre de 1920) de eselargo y tumultuoso perodo que nos ha dado el material de estelibro ha sido obra en mucho superior a sus artculos ms eficaceso ms agudos. Ha sido labor por la liberacin del proletariadoitaliano; ms an: ha sido desesperado esfuerzo por encender lachispa que lleve el incendio de la rebelin a la Europa entera; ytodava ms: ha sido gesta por la libertad, amenazada en todaspartes de uno y de otro bando, lucha titnica por la Anarqua contra actuales y contra futuros dominadores.

    Pero en la imposibilidad de llevar a un libro toda esa labor,

    hemos de dejar que dos conocidos propagandistas, dos viejoscompaeros de Malatesta Luis Fabbri y Rodolfo Rocker nosrelaten, cerrando y an completando las pginas extradas delperidico, algunos fragmentos de la azarosa y bella vida de eseque es hoy, posiblemente, el ms viejo y el ms joven de los revo-lucionarios del mundo entero.

    * * *Tal es nuestro pensamiento al editar este libro. Ha de ser posi-

    blemente el primero en idioma alguno, que aparezca bajo el nom-bre de Malatesta. Y grato ser para l, como lo es para nosotros,

  • 7/23/2019 PaginasDeLuchaCotidiana-ErricoMalatesta

    14/183

    14 Pginas de lucha cotidiana

    como lo tiene que ser para los compaeros todos, que en estatarea haya llegado primero el entusiasmo de unos cuantos cama-radas, la empresa movida por la voluntad del ideal, y no el intersmaterial vido en estos tiempos por comercializar todo hastala obra misma de los revolucionarios...

  • 7/23/2019 PaginasDeLuchaCotidiana-ErricoMalatesta

    15/183

    ENRIQUE MALATESTACINCUENTA AOS DE AGITACIONES REVOLUCIONARIAS

    POR LUIS FABBRI

    PREFACIO

  • 7/23/2019 PaginasDeLuchaCotidiana-ErricoMalatesta

    16/183

  • 7/23/2019 PaginasDeLuchaCotidiana-ErricoMalatesta

    17/183

    17

    Enrique MalatestaCincuenta aos de agitaciones revolucionarias

    Luis FabbriIl Lavoratore de Trieste

    F A M,por la sencilla razn de que el nico que podra referirnos lo quele atae puesto que la mayora de sus amigos otrora lo han

    abandonado o desaparecieron ya jams habla de s mismo.Poco antes de 1914 un gran diario ingls ofrecile una can-

    tidad suficiente como para vivir con desahogo por el resto desus das si escriba su biografa y recuerdos para ser publicados.Rehus. Estaba yo en Londres en Diciembre de 1906 cuando elviens Max Nettlau el ilustre bigrafo de Bakunin le rogque escribiese sus memorias, invocando el inters de la historia

    contempornea. Malatesta respondi que no tena tiempo yque le importaba ms hacer propaganda y trabajar en pro de larevolucin.

    En su modestia no concibe los servicios que prestara a lapropaganda y a la revolucin narrando los hechos en que inter-vino en sus cincuenta aos de vida poltica, sin tener en cuentael servicio que prestara a la cultura histrica en general, puesto

    que sus memorias se referiran a los acontecimientos ms varia-dos e interesantes de la historia de medio siglo.

  • 7/23/2019 PaginasDeLuchaCotidiana-ErricoMalatesta

    18/183

    18 Pginas de lucha cotidiana

    En la Universidad de Npoles

    Cuando estudiaba, all por el ao 1870, en la Universidad deNpoles, inscripto en la Facultad de Medicina, era republicano,ms bien de la fraccin de Garibaldi que de la de Mazzini, y contendencias socialistas. Bajo la impresin de la Comuna de Pars sehizo socialista y se afili a la Internacional, juntamente con otrosde su grupo republicano. En la Internacional tuvo en seguida unaactuacin importantsima. Trab amistad con Bakunin, quien loconsideraba como su discpulo predilecto, y fue un poco de todo:

    conspirador, propagandista, periodista. Perseguido por la policadebi interrumpir sus estudios; pero no se desalent. Consagradoa la causa proletaria quiso con los hechos ir hacia el pueblo como entonces se deca empleando una expresin de los socialistasrusos y esto lo hizo renunciando a los privilegios de su clase nobley rica, renunciando a sus bienes y transformndose en obrero.

    Saverio Merlino cuenta de Malatesta que habiendo heredadode su padre algunas casas no las acept y cedi la propiedad de lashabitaciones a los inquilinos que las ocupaban.

    Malatesta ingres en la Internacional poco ms o menos en lamisma poca que Andrea Costa, Carlos Cafiero y Emilio Covelli,cuando se constituy la Federacin Italiana en el congreso deRimini (1872). Antes de esa poca haba en Italia asociacionesinternacionalistas locales, una de ellas la de Npoles, fundadapor Miguel Bakunin en 1868, cuando ste diriga el peridico

    Libertad y Justicia. Deberamos extendernos demasiado parahablar de la actividad desarrollada por la Internacional Italianadesde 1872 hasta 1882, fecha en que puede considerrsela yacomo desaparecida. Nos bastar decir que Malatesta juntamentecon Costa y Cafiero, fueron sus ases principales.

    Es sabido que, dadas las persecuciones policiales por una partey las esperanzas reavivadas por el ejemplo de la Comuna y las tra-

    diciones revolucionarias por la otra, la Internacional debi ser enaquellos aos una sociedad pblica para la propaganda, pero concarcter conspirador y secreto por el movimiento insurreccional

  • 7/23/2019 PaginasDeLuchaCotidiana-ErricoMalatesta

    19/183

    Errico Malatesta: Cincuenta aos de agitaciones revolucionarias 19

    que sin tregua intentaba suscitar. Las ideas que lo guiaban eranlas que hoy se llaman anarquistas pero que en aquel entonces sellamaban simplemente socialistas. Era el socialismo revoluciona-rio y anrquico de Bakunin que la Federacin Italiana enarbolabaalistndose en contra de Marx en el cisma que entonces divida ala Internacional en dos ramas distintas y hostiles.

    Tentativas de insurreccin

    Cuando en 1874 estallaron en toda Italia tentativas insu-rreccionales que culminaron en el famoso proceso de Costa en

    Bolonia, Enrique Malatesta particip tambin en el movimientocapitaneando en las Apulias una banda armada que por algunosdas conmovi las campias.

    En esa ocasin se hicieron procesos por todas partes, enLucerna, Roma, Florencia, etc., pero tambin en todas partes,como en Bolonia, terminaron con la absolucin de los procesa-dos. Tambin Malatesta fue absuelto, pero la polica redobl las

    persecuciones contra l.Tres aos despus, en 1877, l con Sergio Stepniak, con Cafiero

    y otros (aunque Costa no estaba de acuerdo) organizaron otrabanda de insurrectos que entr en accin en la regin del Matesecerca de Benevento, pero tambin esta vez no consiguieron msque hacerse arrestar y ser procesados. Al ao siguiente, en vir-tud de una amnista, fueron puestos en libertad. En ese entonces

    Malatesta se alist con los insurrectos de Herzegovina, pero elgobierno hngaro lo arrest y despus de una prolongada estadaen las crceles hngaras y en las austracas, fue enviado a Italia.

    En 1879, encontramos a Malatesta en Suiza, en Ginebra, entrelos fundadores, con Kropotkin, Herzig y otros, del peridico LaRvolte. En obsequio a la brevedad nada hemos dicho acerca dela participacin de Malatesta en los congresos de la Internacional.Recordamos, entre los ms caractersticos, aquel congreso clan-

    destino que tuvo lugar el 21 y 22 de octubre de 1876 sobre lascolinas de los alrededores de Florencia, en el cual comenzarona definirse las ideas comunistas del anarquismo. Fue notable el

  • 7/23/2019 PaginasDeLuchaCotidiana-ErricoMalatesta

    20/183

    20 Pginas de lucha cotidiana

    mensaje que Malatesta envi poco tiempo despus al congresointernacional de Berna sobre la abolicin del Estado.

    Luego lo encontramos nuevamente en 1882 en el CongresoInternacional Socialista Revolucionario de Londres que puedeser considerado como el primer congreso anarquista, desde elmomento que fueron de carcter anrquico todas las resolucionesy casi exclusivamente anarquistas todos los congresales.

    Malatesta estaba entonces refugiado en Londres esquivandoalguna condena cuya causa no recordamos y se haba instaladoun tallercito de mecnico-electricista. Desde entonces con este

    oficio obtuvo los recursos para vivir modestamente, exceptuandolos perodos en que dejaba la capital britnica para trasladarse adiversos pases de todo el mundo por razones de propaganda y deagitacin revolucionaria.

    En 1883, estaba nuevamente en Florencia dirigiendo el peri-dico La Questione Sociale publicacin interrumpida al aosiguiente por haber sido procesado en Roma como malhechor,

    juntamente con Merlino y otros obreros romanos. Fue condenadopero se refugi en el exterior.

    Las polmicas de Malatesta

    En el perodo comprendido entre 1880 y 1884 tuvieron lugarviolentas polmicas entre l y Andrea Costa, quien entoncesabandon las ideas anarquistas y las sobrevivientes secciones de la

    Internacional Italiana para iniciar el movimiento socialista elec-toral, del cual surgi poco despus el actual Partido Socialista. Enestos aos fue cuando Malatesta public su notable folleto Entrecampesinos, juzgado por el mismo Camilo Prampolini como unode los escritos ms eficaces para la propaganda socialista.

    Recordamos tambin que poco antes de ser condenado, en1884, estuvo en Npoles con un grupo de anarquistas para aten-der a las vctimas del clera y que mereci un testimonio oficial

    de gratitud, que rehus.Para eludir la condena de tres aos de reclusin que le fuera

    impuesta por el Tribunal de Roma, se fue a la Argentina, donde

  • 7/23/2019 PaginasDeLuchaCotidiana-ErricoMalatesta

    21/183

    Errico Malatesta: Cincuenta aos de agitaciones revolucionarias 21

    public otro peridico; pero poco despus volvi nuevamente aLondres, dedicndose a su oficio de mecnico. En 1889 estuvo enPars y poco tiempo despus fue expulsado por haber denunciadoen una reunin pblica a un agente provocador seudo-revolucio-nario al servicio de la polica italiana. En 1890 fue condenado enSuiza por haber ido all a pesar de un decreto de expulsin dic-tado anteriormente a raz del congreso anarquista de Capolagorealizado ese mismo ao y cuyo organizador y congresal msactivo fuera l.

    En 1894, durante las agitaciones de Sicilia y de Lunigiana,

    siempre bajo el peso de la condena dictada en 1884, se volvide incgnito a Italia, para pescar en ro revuelto como dijeronlos diarios burgueses. La polica lo supo, lo busc, pero no le fueposible ponerse sobre la pista y pudo volver a Londres. Dos aosantes, por idnticos motivos, se haba trasladado a Espaa, en lamisma poca de la sublevacin en Xerez y de ese mismo modoun ao despus, en 1895, fue a Blgica durante la huelga gene-

    ral que se hizo en demanda del sufragio universal con esperanzade que las agitaciones pudiesen tomar una finalidad ms radicaly socialista. Todo esto le acarre una ms estricta vigilancia departe de la polica internacional, tanto mayor cuando que ya poraquel entonces Malatesta estaba expulsado de casi todos los esta-dos de Europa. En 1896 particip en el Congreso InternacionalSocialista de Londres en representacin de las asociaciones obre-ras de Espaa. De aquel congreso, que termin para siempre laexclusin de los anarquistas de los congresos internacionalessocialistas, Malatesta se ocup en algunos artculos publicados enItalia del Popolo de Miln.

    En Marzo de 1897 volvi otra vez de incgnito a Italia, aAncona, iniciando la publicacin del peridico LAgitazione. Allestuvo nueve meses, reconocido por todos menos por la polica,hasta que fue descubierto y arrestado. Pero ya entonces la con-

    dena de 1884 estaba prescripta y fue puesto en libertad.Pero poco despus, en Enero de 1898, fue arrestado nueva-

    mente con motivo de las agitaciones por el pan que estallaron en

  • 7/23/2019 PaginasDeLuchaCotidiana-ErricoMalatesta

    22/183

    22 Pginas de lucha cotidiana

    Las Marcas y procesado por el delito de asociacin con fines dedelincuencia. Entonces fue cuando la Magistratura modific suconcepto jurdico acerca de las asociaciones anarquistas, las quedesde entonces dejaron de ser consideradas como asociaciones demalhechores y fueron reputadas simplemente como asociacionessubversivas. Malatesta fue condenado a siete meses de reclusin,pasados los cuales fue impuesta la estada forzosa primero enUstica y luego en Lampedusa; de esta localidad se evadi en cir-cunstancias novelescas en 1899. Poco despus estaba en Paterson,en los Estados Unidos, donde dirigi por espacio de un ao el dia-

    rio La Questione Sociale. Luego volvi a Londres donde reanudsus tareas de mecnico electricista, publicando tambin de vez encuando algn peridico, hojas de propaganda, etc., etc.

    El Congreso Anarquista de Amsterdam

    En el Congreso Internacional Anarquista de Amsterdam, en1907, desempe el papel ms importante con notables discur-sos sobre organizacin y sobre sindicalismo, los cuales determi-naron la hegemona de la corriente anrquica que equidista delas exageraciones individualistas y de la unilateralidad del sin-dicalismo. En 1911, cuando estall la guerra talo-turca, publicuna hoja de propaganda en contra de la campaa emprendida ypor este motivo fue calumniado por un agente de la polica ita-liana y habiendo agitado la opinin en su contra fue condenadopor los tribunales. Pero la clase obrera inglesa se levant como

    un solo hombre en su defensa, impidiendo que siguiera su cursoel decreto de expulsin pedido por el tribunal. Poco despusMalatesta estaba en libertad.

    En Agosto de 1913 volvi a Italia y fund en Ancona el peri-dico Volont, que aun se publica, desenvolviendo tambin unaactiva propaganda oral por toda la pennsula. En Junio de 1914,despus de la serie de episodios que constituyeron la SemanaRoja, Malatesta por su participacin en ellos se vio obligado a huirpuesto que amenazaba su libertad una orden de captura. AtravesSuiza, Francia y fue a dar a Inglaterra, donde volvi a su oficio demecnico que no abandon hasta fines de Diciembre de 1919.

  • 7/23/2019 PaginasDeLuchaCotidiana-ErricoMalatesta

    23/183

    Errico Malatesta: Cincuenta aos de agitaciones revolucionarias 23

    Cuando estall la guerra europea Malatesta no perdi labrjula de sus ideas, como le sucedi a algunos de sus amigos.Permaneci fiel y se opuso enrgicamente con artculos perio-dsticos, manifiestos, etc., a la corriente intervencionista que seinsinuaba en los partidos subversivos y especialmente a la exi-gua minora de anarquistas llamados intelectuales (Kropotkin,Malato, Grave y algn otro ms) que se hicieron partidarios dela guerra y a quienes dedic el manifiesto titulado Anarquistasestatales traducido a todos los idiomas.

    Cuando tambin Italia intervino en la guerra, public en el

    Freedom de Londres un artculo que fue como un grito deindignacin y de angustia. Intil es decir que la censura secuestrtoda traduccin italiana.

    Aun antes de que terminara la guerra, Malatesta pidi alconsulado italiano de Londres el pasaporte para volver a Italia,declarando con esto que quera afrontar el proceso iniciado con-tra l por los sucesos de la Semana Roja y la consiguiente con-dena. Aunque reiter el pedido repetidas veces obtuvo siempre

    el rechazo por respuesta. Consigui el pasaporte slo a mediadosde Noviembre de 1919 despus que dos amnistas haban anu-lado, haca ya varios meses, la condena que sobre l pesaba. Perocomo es sabido, ni aun con el pasaporte pudo volver sin poneren juego la astucia, ya que el gobierno francs de acuerdo con elde Italia, le prohibi atravesar su territorio y el gobierno inglsprohiba a los capitanes de buques embarcar al eterno proscripto

    rebelde.Pero as y todo Malatesta ha vuelto a Italia.

    El hombre de pensamiento

    Apenas hemos hecho un resumen cronolgico, tal vez no muyexacto, de la vida tumultuosa y agitada de este hombre de accin.Sera necesario ahora hablar de l como hombre de pensamiento,de su valor intelectual y moral; pero el espacio no alcanzara parallenar esta necesidad.

    Malatesta es, ante todo, un pensador original que, si hubiesepublicado en libros las ideas que disemin en infinidad de folletos,

  • 7/23/2019 PaginasDeLuchaCotidiana-ErricoMalatesta

    24/183

    24 Pginas de lucha cotidiana

    diarios, hojas de propaganda, artculos, etc., dejara un surco bienprofundo en el campo intelectual.

    Su anarquismo difiere no en las conclusiones ni en la tc-tica, sino en los motivos y argumentaciones del anarquismode Kropotkin, Gori, etc. Hombre de sentimiento, es a la vez unfuerte razonador; su dialctica es bien conocida por los mejoresoradores que intentaron controvertir con su elocuencia modesta,simple, formidable, que insensiblemente aferra los argumentosdel contrario y poco a poco los pulveriza.

    Hablando de l Saverio Merlino deca en 1898 (Utopa colecti-

    vista): es uno de los ms fuertes pensadores del socialismo, comolo han reconocido todos los que estuvieron en contacto con l, desdeLavaleye hasta Huret. Y al ao siguiente, en la Rivista crtica delSocialismo deca: Las revistas y peridicos ingleses y francesesestn llenos de entrevistas que con l sostuvieron reputados perio-distas y todos ellos lo han reconocido como al hombre de inteligen-cia superior, de no comn doctrina y de carcter enrgico a la vezque afectuoso. La Saint James Gazette, peridico ultraconserva-

    dor, deca en cierta ocasin que si todos los emigrados polticosfuesen como Malatesta se podra estar tranquilos.

    Pedro Kropotkin en sus Memorias habla de l como de unhombre cuyo recuerdo conservarn en Italia muchas generacio-nes: Lleno de entusiasmo e inteligencia Malatesta es tambin unidealista y en toda su vida no se preocup jams de saber si tena un

    pedazo de pan para comer, ni una cama donde pasar la noche. Sin

    tener una habitacin que pueda llamar propiamente suya, vender si es necesario helados en las calles de Londres para ganarseel pan y de noche escribir brillantes artculos en los diarios ita-lianos... l est siempre en lo ms denso de la lucha, en Italia odoquier... Y cuando lo volvemos a ver, al salir de la prisin o al eva-dirse de una isla, lo encontramos siempre como lo habamos vistola ltima vez; y siempre reanuda la lucha, con el mismo amor hacialos hombres, con la misma ausencia de odio hacia sus enemigos y

    carceleros, con la misma sonrisa cordial para el amigo y las mismascaricias para todos los chicos.

  • 7/23/2019 PaginasDeLuchaCotidiana-ErricoMalatesta

    25/183

    TEMAS DEL COMUNISMO ANRQUICO

    PRIMERA PARTE

  • 7/23/2019 PaginasDeLuchaCotidiana-ErricoMalatesta

    26/183

  • 7/23/2019 PaginasDeLuchaCotidiana-ErricoMalatesta

    27/183

    27

    Anarquismo

    A : del gendarme, entendiendo por gendarme cualquier fuerzaarmada, cualquier fuerza material al servicio de un hombre o deuna clase para constreir a los dems a efectuar aquello que noquieren hacer voluntariamente.

    Esta frmula no da, por cierto, una idea ni siquiera aproxi-mada de lo que se entiende por anarqua, que es sociedad fundadasobre el libre acuerdo, en la cual cada individuo pueda alcanzarel mximo desarrollo posible, material, moral e intelectual, yencuentre en la solidaridad social la garanta de su libertad y de subienestar. La supresin de la constriccin fsica no basta para queel individuo surja a la dignidad de hombre libre, aprenda a amar a

    sus semejantes, a respetar en ellos los derechos que quiere que sele respeten en l y se rehse tanto a mandar como a ser mandado.Se puede ser esclavo voluntario por deficiencia moral y por faltade confianza en s mismo, como se puede ser tirano por maldado por inconsciencia cuando no se encuentra una resistencia ade-cuada. Pero esto no impide que la abolicin del gendarme, es decir,la abolicin de la violencia en las relaciones sociales, sea la base, lacondicin indispensable sin la cual la anarqua no puede florecer;ms an: no puede ni siquiera concebirse.

    Es como cuando se dice: el socialismo es el pan para todosy losadversarios con intencin aviesa replican una cuestin de estmago.

  • 7/23/2019 PaginasDeLuchaCotidiana-ErricoMalatesta

    28/183

    28 Pginas de lucha cotidiana

    El socialismo es, ciertamente, algo ms vasto y mucho mselevado que la simple cuestin alimenticia, que la sola cuestineconmica. Y se puede tener ampliamente satisfechas todas lasnecesidades materiales sin por esto ser transformado en socia-lista, como se puede ser socialista aun debatindose en la estre-chez de la miseria. Pero esto significa en cambio que no puedeexistir, que no puede concebirse siquiera, una sociedad socialistasi la cuestin econmica no se resuelve de modo que deje de serya posible la explotacin del hombre por el hombre y que se ase-gure a todos una decente vida material.

    Anarqua y Socialismo son dos concepciones sublimes (paranosotros se confunden en una sola) que abrazan toda la vidahumana y la empujan hacia las ms altas idealidades, pero ambasestn condicionadas por dos necesidades fundamentales: la abo-licin del sable y la abolicin del hambre.

    Es un error, y ms frecuentemente una hipocresa de satis-fechos, despreciar las necesidades materiales en nombre de las

    necesidades ideales. Las necesidades materiales son, sin duda,necesidades inferiores, pero su satisfaccin es indispensable paraque broten y se desarrollen las necesidades superiores: morales,estticas, intelectuales.

    Nos valdremos de un ejemplo: Un cuadro de Ticiano es algoexcelso, bien superior en el concepto humano a las tierras colora-das que han servido para hacerlo, pero sin esas humildes tierrasTiciano no hubiera podido hacer sus cuadros. Una bella estatuavale infinitamente ms para el gusto esttico que una tosca piedra;pero sin piedras no se hacen estatuas.

    Por consiguiente es necesario ante todo abolir el gendarme,ya que solamente cuando queda excluida la posibilidad de la vio-lencia es cuando los hombres llegan a ponerse de acuerdo con unmnimo de injusticia y con un mximo posible de satisfaccinpara todos.

    Las necesidades, los gustos, los intereses y las aspiraciones delos hombres no son iguales y naturalmente armnicos: a menudoson opuestos y antagnicos. Y, por otra parte, la vida de cada uno

  • 7/23/2019 PaginasDeLuchaCotidiana-ErricoMalatesta

    29/183

    est de tal modo condicionada por la vida de los dems que seraimposible, aun si fuera conveniente, separarse de todos y vivircompletamente por cuenta propia. La solidaridad social es unhecho al que ninguno logra sustraerse: ella puede ser conscientey libremente aceptada y, en consecuencia, obrar en provecho detodos, o impuesta por la fuerza a sabiendas o no, y entonces seexplica por la sumisin del uno al otro y por la explotacin de losunos por parte de los otros.

    Mil problemas prcticos se presentan cada da en la vida socialque pueden ser resueltos de diversos modos, pero no de muchos

    modos a un mismo tiempo: sin embargo, cada hombre puedepreferir una u otra solucin. Si uno, individuo o grupo, tiene lafuerza de imponer a los otros la propia voluntad, escoge la solu-cin que mejor conviene a sus intereses y a sus gustos y los otrosla soportan y quedan sacrificados. Pero si ninguno tiene la posibi-lidad de obligar a los dems a hacer lo que no quieren, entonces,siempre que no sea posible o no se considere conveniente adoptar

    varias soluciones diversas, se llega necesariamente, por mutuasconcesiones, al acuerdo que mejor conviene a todos y que menoslesiona los intereses, los gustos y los deseos de cada cual. Noslo ensea la historia, nos lo muestra la observacin cotidiana delos hechos contemporneos: donde no ejerce funcin la violenciatodo se acomoda del mejor modo posible, a mayor satisfaccinde todos; donde interviene la violencia, triunfa la injusticia, laopresin y la explotacin.

    Pero es de creer que abatido el gobierno, destruido el Estadocon todos sus instrumentos de violencia: ejrcito, polica, magis-tratura, crceles, etc., los hombres dotados de ventajas fsicas,intelectuales, morales u otras, no logren destacarse e imponer lapropia voluntad por medio de la violencia? Es de suponer que,hecha la revolucin en el sentido destructivo de la palabra, cadauno respetar los derechos de los dems y aprender de inme-

    diato a considerar la violencia, ejercida o sufrida, como cosainmoral y vergonzosa? No es de temer ms bien que muy prontolos ms fuertes, los ms astutos, los ms afortunados, que pueden

  • 7/23/2019 PaginasDeLuchaCotidiana-ErricoMalatesta

    30/183

    30 Pginas de lucha cotidiana

    ser tambin los ms perversos, los ms afectados por tendenciasantisociales, han de imponer su voluntad por medio de la fuerza,haciendo renacer el gendarmebajo una forma u otra?

    Nosotros no suponemos, no esperamos, que el solo hechode haber abatido con la revolucin las autoridades presentes,baste para transformar a los hombres, a todos los hombres, enseres verdaderamente sociales y para destruir todo germen deautoritarismo.

    Por largo tiempo todava habr ciertamente violencias y porende injusticias y atropellos; pero si los violentos no logran contar

    ms que con sus propias fuerzas pronto sern reducidos a entraren razn por la resistencia de los dems y por su propio inters. Elgran peligro, que podra anular todos los beneficios de la revolu-cin y hacer retroceder la humanidad, existe cuando los violentosconsiguen utilizar la fuerza de los dems, la fuerza social, en pro-vecho propio, como instrumento de la propia voluntad, es decir,cuando logran constituirse en gobierno, organizar el Estado. El

    gendarme no es precisamente el violento, pero es el instrumentociego al servicio del violento.Los anarquistas que luchan hoy por destruir todos los rga-

    nos de violencia, tendrn maana la misin de impedir que stosrenazcan por obra y gracia de viejos y nuevos dominadores.

  • 7/23/2019 PaginasDeLuchaCotidiana-ErricoMalatesta

    31/183

    31

    Comunismo

    L F -pio hecho recientemente en Italia entre los socialistas no anar-quistas o anti-anarquistas de servirse de las palabras Comunismo

    y Anarqua como trminos antagnicos y recordaba cmo enItalia, desde hace casi cincuenta aos (Congreso de la Federacin

    Italiana de la Internacional, Florencia 1876), son los anarquistasquienes propagan el comunismo, mientras ellos (los llamadossocialistas maximalistas) se decan colectivistas hasta hace poco yhan adoptado despus el calificativo de comunistas por imitacina los rusos, para distinguirse de los traidores de la social-demo-cracia y para manifestar la nueva orientacin anti-legalitaria quetriunf, o aparent triunfar, en su Congreso de Bolonia (1919).

    En verdad, el nuevo nombre que habran debido adoptar era elde revolucionarios, puesto que en Bolonia fue cuestin de mto-dos entre parlamentaristas e insurreccionistas y no ya cuestinde futuras formas institucionales entre colectivistas y comunistas;pero esto es asunto que interesa a ellos y nosotros no queremosdisputarles el derecho de llamarse como quieran.

    Solamente les encarecemos que no falseen la verdad, presen-tndonos a nosotros, a nuestras ideas y a nuestros propsitos bajoun aspecto falso.

    El fenmeno no es nuevo. En Italia el socialismo naci anar-quista y nosotros, durante muchos aos, fuimos y nos dijimos

  • 7/23/2019 PaginasDeLuchaCotidiana-ErricoMalatesta

    32/183

    32 Pginas de lucha cotidiana

    socialistas, entendiendo, como todava entendemos, que no puedehaber socialismo sin libertad, sin anarqua. Despus prevalecientre los socialistas la corriente parlamentarista y colaboracio-nista, y el socialismo, separndose del anarquismo, descendi aciertas inteligencias con los gobiernos y con las clases dirigen-tes, hasta que nosotros acabamos por abandonar el calificativode socialistas y pareci entonces que socialismo y anarqua (en elfondo dos expresiones diferentes de una misma cosa) fuesen doscosas opuestas.

    Ahora podra suceder fcilmente que, por la preferencia de las

    tendencias autoritarias entre los que se dicen comunistas, aparezcatambin el comunismo como cosa opuesta al anarquismo y que, enel lenguaje comn, las palabras comunismo y anarquismo sirvanpara indicar dos tendencias, dos programas, dos partidos opues-tos; sin embargo, lo cierto es que el comunismo no puede ser sinoanrquico, que sin la anarqua, sin la libertad, se puede concebir(en cuanto a realizarlo, especialmente en Italia, es otra cosa), se

    puede concebir, repetimos, el convento de los catlicos, el rgi-men desptico-paternal de los jesuitas del Paraguay o cualquierdespotismo al estilo asitico, pero no un comunismo de hombresconscientes, civilizados, evolutivos.

    El comunismo es un ideal. Sera un rgimen, un modo de con-vivencia social en el que la produccin est organizada en bene-ficio de todos, de tal manera que utilice mejor el trabajo humanopara dar a todos el mayor bienestar y la mayor libertad posibles,y todas las relaciones sociales tiendan a garantizar a cada uno lamxima satisfaccin, el mximo desarrollo posible material, morale intelectual. En el comunismo, segn la frmula clsica, cada unoda segn su capacidad y cada uno recibe segn sus necesidades.

    Probad un poco de aplicar esta frmula autoritariamente, pormedio de leyes y decretos emanados de un gobierno e impuestos atodos por la fuerza!

    Cul es la medida de la capacidad de un hombre y quin puedejuzgarlo? Cul es el lmite de las necesidades racionales y quinpuede determinarlo e imponerlo?

  • 7/23/2019 PaginasDeLuchaCotidiana-ErricoMalatesta

    33/183

    Enrique Malatesta 33

    Las facultades de los hombres varan en grado sumo y as tam-bin sus necesidades.

    Varan de localidad a localidad, de profesin a profesin, deindividuo a individuo, de momento a momento. Cmo seraposible, imaginable, una regla aplicable a todos? Y quin sera elgenio, el dios, que podra dictar esa regla?

    Es posible en un rgimen de cuartel, en el cual el individuo esahogado, en el cual ninguno est satisfecho, donde la igualdad esun formulismo, es aparente y donde en realidad rige la ms exe-crable y estpida desigualdad y an as en el cuartel puede existir

    solamente porque los jefes, los que han conseguido imponerse, sesubstraen a la regla comn y dominan y explotan la masa. Perono es posible una sociedad comunista si ella no surge espontnea-mente del libre acuerdo, si ella no es variable como quieren y lodeterminan las circunstancias exteriores, los deseos y la voluntadde cada uno.

    La frmula clsica que hemos citado puede subsistir solamente

    si se funde con la otra: cada uno da y toma lo que quiere. Y estopresupone la abundancia y el amor.La abundancia no aumenta, al contrario, disminuye, con el tra-

    bajo forzado que pone en oposicin de intereses y de sentimientosal obrero que materializa la obra con el que la concibe o la dirige.El amor, el espritu de fraternidad, la disposicin a transigir y tole-rarse, no nace, ciertamente, ni se desarrolla, por medio de leyes nipor obra de los gendarmes.

    El comunismo, para ser posible, para ser en realidad la comu-nin de las almas y de las cosas y no ya la vuelta a la esclavitud,debe surgir localmente, entre grupos afines, por la experiencia delas ventajas materiales que reporta, por la seguridad que inspira,por la satisfaccin de los sentimientos de sociabilidad, de cordiali-dad, que estn en el alma de todo ser humano y que se manifiestany se desarrollan inmediatamente despus de cesar la necesidad de

    la lucha contra los dems tendiente a asegurar la existencia propiay la de las personas ms queridas. El comunismo, en fin, debe estaren el sentimiento primero y despus en las cosas. Es como en una

  • 7/23/2019 PaginasDeLuchaCotidiana-ErricoMalatesta

    34/183

    34 Pginas de lucha cotidiana

    familia o en un grupo de compaeros que viven juntos. Se viveen comunismo si se ama y en proporcin a cuanto se ama. Se dams al ms dbil, al que ms necesidades tiene y cada uno estcontento y orgulloso de concurrir al bienestar comn solamentesi existe la armona, el amor entre los miembros del grupo.

    Si se infiltra la fuerza, la autoridad, comienza en seguida lalucha de intereses y la familia se disuelve.

    Los comunistas autoritarios suelen decir que la autoridad,el gobierno, la dictadura, es necesaria al comienzo, provisoria-mente, en seguida despus de la insurreccin triunfante, para

    organizar la sociedad; despus estaran tambin dispuestos aaceptar el anarquismo. Es ms bien lo contrario lo que sera justo.Cuando la sociedad comunista estuviese bien organizada y fun-cionara a satisfaccin de todos en todo un pas entonces la cues-tin de la autoridad no existira ms y la administracin de lascosas llevada en inters de todos y con el concurso de todos, noadmitira ningn dominio del hombre por el hombre.

    Pero cuando, en cambio, se trata de hacer posible y de organi-zar el comunismo, entonces la autoridad es nefasta porque ahogatoda espontaneidad y todo cambio, porque somete los intereses delos individuos y de las colectividades a aquellos de la casta gober-nante, porque, en la mejor de las hiptesis, tendera a imponer conla fuerza el bien que no puede subsistir si no es libremente deseado.

    El comunismo debe desarrollarse gradualmente, segn lo permi-tan las circunstancias externas y el desarrollo del sentimiento moral.

    Para llegar a l, segn nosotros, es necesario y suficiente quetodos tengamos la libertad y los medios de produccin, que nin-guno pueda imponer a otros su propia voluntad y nadie puedaobligar a los dems a trabajar para l. Y es para realizar estas con-diciones que nosotros creemos necesaria la revolucin violenta.Una vez abatido el obstculo material (el gobierno), que se oponea su realizacin, toda violencia sera intil, daosa y criminal.

  • 7/23/2019 PaginasDeLuchaCotidiana-ErricoMalatesta

    35/183

    35

    Tanto peor, tanto mejor

    E , , quiere en las polmicas darse la apariencia de tener razn atribuiral adversario un despropsito y refutarlo tranquilamente despus.

    Ciertamente que si esto es cmodo, no por esto es honesto;pero los escrpulos no turban a ciertos periodistas y oradores.

    As me ha sucedido varias veces sentir que se me atribuye lateora del tanto peor, tanto mejor, y ahora cae bajo mis ojos elLavoro de Gnova en el que, reproduciendo un artculo mo,truncado con maldad para sacar consecuencias opuestas a misintenciones, se afirma que el tanto peor, tanto mejor es teoranetamente anarquista.

    Ahora bien, la verdad es que esta teora es, si acaso, de origen

    marxista y que si algunos anarquistas han podido defenderla enalguna ocasin, ha sido por haberse dejado influenciar por lasideas marxistas y no ya porque ella tuviera nada que ver con elanarquismo propiamente dicho.

    Los marxistas conciben, o al menos conceban, la evolucinsocial como regida por leyes fatales e ineluctables, que esperan latransformacin social de la supuesta automtica concentracindel capital en manos de un nmero siempre menor de capitalistas,que proclaman como una verdad general e inevitable la miseriacreciente, pueden perfectamente alegrarse si las condiciones delproletariado empeoran cada vez ms.

  • 7/23/2019 PaginasDeLuchaCotidiana-ErricoMalatesta

    36/183

    36 Pginas de lucha cotidiana

    Nosotros no: porque para nosotros el factor principal quedetermina el sentido de la evolucin social es la voluntad humana,y por este motivo apoyamos todo lo que desarrolla y fortifica lavoluntad y tratamos de impedir todo lo que la deprime.

    Si quisiramos, cosa peligrosa, compendiar en una frmulanuestras ideas sobre la cuestin de la influencia que las condicio-nes materiales tienen sobre el desarrollo moral de los individuosy, en consecuencia, sobre su voluntad, nosotros, antes que tanto

    peor, tanto mejor, diremos ms bien el apetito viene comiendo.La miseria deprime y embrutece y con ella no se hacen revo-

    luciones: cuando ms se podr hacer con ella motines sin ulterio-ridad. Y es por esto que nosotros animamos a los trabajadores apretender e imponer todos los mejoramientos posibles e impo-sibles y no quisiramos que ellos se resignaran a estar mal hoyesperando el paraso futuro. Y si estamos contra el reformismono es ya porque seamos indiferentes a las mejoras parciales sinoporque creemos que el reformismo es un obstculo no slo para

    la revolucin sino tambin para las mismas reformas.Quien se resigna al mal acaba por habituarse a l y a no sentirms su peso. Como prueba est el hecho de que, normalmente, lasregiones ms pobres y las categoras ms mseras del proletariadoson tambin las menos revolucionarias.

    Una recrudescencia de la miseria, una gran crisis industrial ycomercial, puede determinar un movimiento insurreccional y serel punto de partida de una transformacin social porque viene aherir a gentes que se haban habituado a un relativo bienestar yque mal soportan un empeoramiento de condiciones. Pero si elmovimiento no es precipitado de inmediato y se deja en cambiopasar el tiempo necesario para que el pueblo se habite gradual-mente a un modo inferior de vida, la miseria sobrevenida perdertodo su valor revolucionario y quedar como causa de depresiny embrutecimiento.

    Y la situacin en Italia es hoy tan eminentemente revolucio-naria precisamente porque las condiciones del proletariado hanmejorado, sus pretensiones en consecuencia han aumentado y

  • 7/23/2019 PaginasDeLuchaCotidiana-ErricoMalatesta

    37/183

    por el contrario, el estado actual de la economa nacional es talque, perdurando el presente orden estatal y capitalista, un grande,inminente empeoramiento es inevitable.

    Hoy el dilema es: la revolucin y con ella un nuevo orden de laproduccin a beneficio de todos o la miseria abyecta. Y el proleta-riado encuentra que de miseria tiene ya demasiado.

  • 7/23/2019 PaginasDeLuchaCotidiana-ErricoMalatesta

    38/183

  • 7/23/2019 PaginasDeLuchaCotidiana-ErricoMalatesta

    39/183

    39

    Caras duras!

    El Lucfero de Ancona, rgano republicano (cmo estn malservidos los republicanos!) no sabe contra quien emprenderla.

    Nosotros atacamos, cuando llega la ocasin, a los repu-blicanos del rey y no queremos entrar en relacin con ellos.Nosotros atacamos y despreciamos a aquellos que, aunque

    continen llamndose republicanos, se pusieron al servicio dela monarqua y predicaron la guerra e hicieron de todo paramandar a los dems a la matanza, mientras ellos mismos que-daban en casa o en la retaguardia haciendo de espas y acumu-lando dinero. Y quisiramos que el partido republicano supieradesembarazarse de esos que han deshonrado su bandera parapoder, una vez lavado de las pasadas vergenzas, luchar en fra-

    terno acuerdo, o sea tambin en honesta competencia, con losotros partidos subversivos.

    Para los republicanos que fueron partidarios de la guerrapor razones ideales propias de su partido y correspondientesa sus tradiciones y a su educacin, para aquellos republica-nos que en defensa de ellas fueron personalmente a la guerray que se encuentran como siempre en la brecha combatiendocontra la monarqua, nosotros no tenemos ms que simpatasy respeto, como por otra parte no tenemos ms que respetopor cualquiera, aunque fuese sacerdote, que se sacrifica por unacausa que cree justa y buena.

  • 7/23/2019 PaginasDeLuchaCotidiana-ErricoMalatesta

    40/183

    40 Pginas de lucha cotidiana

    El Lucfero podra defender dignamente su punto de vistay afirmar todava, si an le queda estmago despus de las expe-riencias hechas, que la guerra sostenida por la Entente era guerrade liberacin, destinada a poner fin a la guerra misma, emancipara los pueblos, matar al militarismo, etc., etc.

    Pero en cambio, l, tal vez porque est ligado con los explota-dores de la guerra y con algunos que mientras se dicen revolucio-narios hacen obra de conservacin monrquica y burguesa, recu-rre, como si fuese una defensa, al pueril y miserable argumento:t tambin pecaste!

    Y para poderlo hacer no vacila en falsear mi pensamiento,intentando hacer creer que tambin yo fui guerrerista y publicapara sostn de su tesis una frase ma separada de su conjunto, lacual por lo dems, aun tomada as como est transcripta, no sig-nifica absolutamente que yo diese de la guerra un juicio diversodel que doy ahora.

    Si yo hubiese sido, como quiera que fuese, favorable a la gue-

    rra, confesara mi error y hara honrosa enmienda.Pero no es ste el caso.Yo haba escrito un artculo publicado por el Avanti! en el

    que sostena que la causa de la Entente era tan mala como la deAlemania, que la guerra era una contienda entre capitalistas queluchaban por el dominio del mercado mundial y que todos losdiscursos sobre la defensa de la civilizacin y de la justicia, hechosigualmente y casi con las mismas palabras desde las dos orillasdel Rhin, no eran ms que un artificio para engaar a los pue-blos y empujarlos a la masacre. En aquel artculo (que algunosamigos me dicen querer volver a publicar juntamente con otrosescritos mos sobre la guerra) yo afirmaba que el nico escapecontra el triunfo de la reaccin en toda Europa era la revolucin yque, como del examen de los acontecimientos, me pareca que laderrota de Alemania era en aquel momento la contingencia ms

    favorable para el estallido de la revolucin, por esa razn, y slopor esa razn, me auguraba que Alemania fuese derrotada.

    A dicho artculo respondi Mussolini diciendo: Ya que

  • 7/23/2019 PaginasDeLuchaCotidiana-ErricoMalatesta

    41/183

    Enrique Malatesta 41

    Malatesta cree que la derrota de Alemania puede determinar larevolucin debe convenir en que es menester ayudar a los gobier-nos de la Entente a batir a Alemania.

    Yo respond con una carta, que Mussolini no public, pero dela cual ha sido tomada la frase citada por el Lucfero.

    En esa carta explicaba las razones por las cuales, mientras meauguraba la derrota de Alemania, crea que los revolucionariosdeban conservarse extraos a la guerra.

    Ya que el Lucfero, por miedo de malbaratar su tesis, calla misrazones, yo me tomo la libertad de reproducirlas aqu:

    Yo me auguro la derrota de Alemania. Pero no est dicho quesea siempre til ayudar a que se produzca lo que uno se augura,

    ya que a menudo una cosa es til solamente a condicin de que nocueste nada, o , a lo ms, que cueste material y moralmente menosde lo que vale.

    En verdad nada es por completo equivalente en la naturaleza yen la historia y cada acontecimiento puede obrar en favor o en con-

    tra de los fines que uno se propone: por esto en cada circunstancia sepuede hacer una seleccin, un augurio, sin que esto convenga siem-pre dejar la propia va directa y ponerse a favorecer todo aquelloque se juzga como aprovechable indirectamente.

    Nosotros podemos, por ejemplo, desear que vaya al poder unministro ms bien que otro un ministerio de imbciles y de ciegosreaccionarios antes que uno compuesto por hombres inteligentes,que sabran ilusionar y engaar mejor a los trabajadores. Pero, enqu se aprovechara la debilidad y la ceguera de un ministerio si

    para hacerlo ir y mantenerlo en el poder nos volviramos nosotrosmismos sostenedores del gobierno?

    La brutalidad de la polica puede en ciertos casos determinaruna insurreccin liberadora, pero slo si se educa el espritu pblico

    para resistir las prepotencias de la autoridad.El desarrollo del sistema capitalista en una cierta direccin

    puede convenir a los fines de la emancipacin del proletariado, perosi los proletarios se ponen a secundar los esfuerzos de los capitalistasterminan por perder la consciencia de su posicin y de sus intereses

  • 7/23/2019 PaginasDeLuchaCotidiana-ErricoMalatesta

    42/183

    42 Pginas de lucha cotidiana

    y se vuelven incapaces de emanciparse, como nos lo demuestra lahistoria de ciertas organizaciones obreras en Inglaterra y en otras

    partes.Y los ejemplos podran multiplicarse.Para hacer la revolucin y sobre todo para hacer, s, que ella no

    se reduzca a un estallido de violencia sin ulterioridad, se requierenlos revolucionarios; y si stos comienzan por hacer de lado sus ideas

    y los intereses especficos que representan y solidarizndose con lacausa de las clases dominantes en su pas desperdician sus fuerzasen ayudarlas a vencer, ellos renuncian no slo a la posibilidad de

    aprovechar de las situaciones revolucionarias que se pueden pro-ducir durante y enseguida despus de la guerra, sino que muestrantener ellos mismos por utpico y absurdo el programa que predica-ban antes y por lo tanto se cierran el camino a toda eficaz accin

    posterior.Hay gente apegada todava a los viejos prejuicios de raza y de

    nacionalidad que est dispuesta a sacrificar la ms alta idealidad

    para tener el gusto de saber que una regin est oprimida y explo-tada por hombres que hablan la misma lengua y no por hombresque hablan una lengua extranjera; y esa gente tiene razn de apo-

    yar los intereses de uno u otro gobierno si cree que procediendo asayuda a sus propias aspiraciones.

    Mas para aquellos que ponen por encima de todo la causa de lalibertad, de la justicia, de la fraternidad humana, no puede haberduda alguna: en medio del desencadenamiento de las ms feroces

    pasiones, cuando las masas inconscientes se dejan arrastrar por lasmalvadas sugestiones de las clases privilegiadas a degollarse entrehermanos, ellos deben ms que nunca invocar la paz entre los opri-midos y la guerra a los opresores y evitar toda transaccin, todarendicin a los propios adversarios.

    Y esto es verdad para los republicanos, los cuales no debierannunca y en ningn modo secundar a la monarqua e incitarla a

    realizar lo que ellos consideran bueno y a adquirir as nueva fuerzay nuevo prestigio. Es verdad, con mayor razn, para los socialis-tas, los cuales reconocen que en todo pas conviven dos clases, dos

  • 7/23/2019 PaginasDeLuchaCotidiana-ErricoMalatesta

    43/183

    Enrique Malatesta 43

    naciones, la una sobrepuesta a la otra, que son, o es necesariohacerlas, irreconciliablemente hostiles. Y es verdad aun ms paralos anarquistas, que quieren destruir todo rgimen de autoridad ode prejuicio y realizar la fraternidad de todos los seres humanos enla libertad y la solidaridad.

    Por lo dems est mi esperanza de la revolucin, en Alemaniano es ms que... una esperanza, tanto menos segura cuanto ms lossocialistas alemanes con la idea de salvar la civilizacin europea(siempre la misma quimera!) del despotismo ruso, se han puesto alservicio del despotismo nacional.

    Te parece que haya razn para querer arrastrar al proletariadoitaliano a la lucha fraticida y para renunciar a la posicin afortu-nada en que se encuentran los revolucionarios italianos (entoncesItalia no haba entrado todava en la guerra) de poder conservarintactas sus fuerzas morales y materiales y poder, juntamente conlos revolucionarios de los pases neutrales y aquellos revoluciona-rios de los pases beligerantes que han quedado fieles a s mismos,

    salvar la causa de la Internacional y de la revolucin europea?Esto escriba yo en Diciembre de 1914. Ahora podra estudiarla cuestin despus de producidos los hechos y demostrar que silos males causados por la guerra no han sido todos contrarios anosotros y la causa revolucionaria puede aprovechar de ellos esporque en Rusia y en Italia los socialistas y los anarquistas hancombatido la guerra.

    El Lucfero, siempre para buscar cmplices al guerrerismo delos republicanos, publica otro documento, el famoso manifiesto delos diez y seis(aquel de Kropotkin, Malato, Grave, etc.) en el cualalgunos anarquistas hacan adhesin a la guerra y se desposabancon la causa de la Entente. Pero naturalmente el Lucfero olvidadecir que esos diez y seisfueron, malgrado la estima personal deque gozaban algunos de ellos, unnimemente descalificados porlos anarquistas y considerados como renegados y traidores.

    Y ya que el Lucfero se interesa por mis ideas sobre la guerra,aprender tal vez con... placer que yo escrib en seguida contralos diez y seis, aun teniendo entre ellos amigos a los cuales estaba

  • 7/23/2019 PaginasDeLuchaCotidiana-ErricoMalatesta

    44/183

    44 Pginas de lucha cotidiana

    ligado por cuarenta aos de luchas comunes y firm juntamentecon los anarquistas de todos los pases el manifiesto que negaba alos diez y seisy reafirmaba nuestra fe internacionalista.

  • 7/23/2019 PaginasDeLuchaCotidiana-ErricoMalatesta

    45/183

    45

    El momento de la accin

    L , -cin armada.

    Lo decimos nosotros y lo dicen tambin los socialistas...Despus nos reprochamos mutuamente el no hacer otra cosa quehablar.

    Y hasta ahora es esto realmente cierto para los unos y para losotros.

    Pero lo que importa no es el pasado, aunque sea cercano: loque interesa es el maana.

    Seguiremos todava charlando? Es necesario prepararse, escierto: y nosotros no pretendemos que los nuestros hayan hechotodo lo que deban hacer. Pero nosotros incitamos a los compae-

    ros y a los trabajadores a estar preparados y la mayor incitacin esla de mostrarles que el nico medio para substraerse a la opresinactual y a la reaccin mayor que nos amenaza es el de abatir vio-lentamente las actuales instituciones.

    Qu hacen los socialistas? Nosotros no desconocemos elmrito grandsimo que ellos tuvieron durante la guerra, peronos parece exagerado querer servirse de lo que hicieron contra laborrachera nacionalista como justificativo para todo lo que haceny para todo lo que dejan de hacer.

    Puesto que los partidos subversivos no son el Estado y noposeen arsenales, ni bancos, ni libertad de movilizacin militar

  • 7/23/2019 PaginasDeLuchaCotidiana-ErricoMalatesta

    46/183

    46 Pginas de lucha cotidiana

    y no pueden por lo tanto accionar como se debe para movilizary armar un ejrcito regular, es necesario que cuenten con lo quehacen los grupos y los individuos.

    Y grupos e individuos accionan a medida que se desarrolla enellos el estado de nimo necesario para la accin, a medida quese desarrolla en ellos el espritu de iniciativa y desaparece esa ten-dencia a esperar las rdenes y la obra de los jefes, que mal suelellamarse el espritu de disciplina.

    Hoy entre los trabajadores italianos existe indudablemente undeseo de revolucin profunda, radical, expropiadora.

    Este estado de nimo de las masas, adems de los hechos que,naturalmente, son siempre el factor principal, se debe a todo loque los socialistas dijeron e hicieron durante la guerra. Y des-pus? Vinieron las elecciones y los socialistas comprendieron queel nico medio para arrastrar a los electores proletarios hacia lasurnas era el hacerles creer que se serviran del mandato parla-mentario como medio para realizar la revolucin inmediata; y as

    tuvimos discursos electorales que parecan llamados a las armas.Fueron elegidos en cantidad extraordinariamente grande... yadvirtieron que no estaban preparados! Y no lo saban antes? Ypor qu prometan todo eso que bien saban no poder cumplir?

    Pero dejemos pasar. Nunca es demasiado tarde para procederbien. Qu hacen ahora?

    Excomulgan todo movimiento intempestivo, sujetan todoarranque de indignacin popular, piden disciplina a la consignade... roncar. Y todo esto porque es necesario prepararse!

    Y para prepararse, para inducir a los trabajadores a armarse,el grupo parlamentario se esfuerza en valorizar la obra delParlamento, haciendo creer al pueblo que si no paga el pan mscaro es gracias al parlamentarismo.

    Para inducir a los trabajadores a armarse, recomienda a loselectores que se preparen... para las prximas luchas electorales

    por la conquista de las Comunas.Les parece a aquellos de entre los socialistas que realmente

    quieren la Revolucin, y son muchos, les parece que de verdad

  • 7/23/2019 PaginasDeLuchaCotidiana-ErricoMalatesta

    47/183

    Enrique Malatesta 47

    y en serio pueda uno pensar en armarse cuando espera obtenerquien sabe qu cosas mandando socialistas al Concejo Comunal?Y sobre todo, les parece que puede pensar en predicar y prepararel armamento uno que slo lucha por ser concejal?.

    Un poco de psicologa no estorbara aqu.Pues bien: nosotros no reprochamos a los socialistas el no

    hacer; nosotros, les pedimos nicamente que no impidan a losotros el hacer.

    Si sus dirigentes, sus organizadores, temen los movimientosinconsultos, si temen las responsabilidades, dejen hacer a los irres-

    ponsables, a los desorganizados, a la muchedumbre annima, a lachusma, que si triunfa se convertir en la santa canalla. Si salebien dirn que el mrito es de ellos, y nosotros probablemente losdejaremos decir. Respecto al mrito, a nosotros nada nos importa.

  • 7/23/2019 PaginasDeLuchaCotidiana-ErricoMalatesta

    48/183

  • 7/23/2019 PaginasDeLuchaCotidiana-ErricoMalatesta

    49/183

    49

    Disciplina!

    D: la voluntad de los trabajadores conscientes.

    Y disciplina pedimos tambin nosotros, porque sin acuerdo,sin coordinacin de los esfuerzos aislados para una accin comny simultnea no hay posibilidad material de victoria.

    Pero no debe ser disciplina aborregada, ciega devocin a losjefes, obediencia a quien ordena siempre no moverse.

    La disciplina revolucionaria es la coherencia con las ideasaceptadas, la fidelidad con los compromisos contrados, el debersentido de compartir con los compaeros de lucha los trabajos ylos riesgos.

    Hablemos claro.

    Vistas las fuerzas materiales con que cuenta el gobierno, hoypara vencer se necesita un movimiento general o que iniciado enun punto se propague rpidamente por toda Italia. Se necesitaposeer armas. Se necesita la complicidad o la pasividad de unaparte del ejrcito, se necesita el acuerdo para que los serviciospblicos sean paralizados en su ayuda al gobierno y puestos encambio a los fines de la revolucin. Es necesario poner en impo-sibilidad de actuar a las autoridades y a aquellas personas consi-deradas como ms aptas para organizar y cuidar la defensa delorden burgus. Es necesario interesar en seguida a la masa en larevolucin hacindole sentir con los hechos que ella es la duea,

  • 7/23/2019 PaginasDeLuchaCotidiana-ErricoMalatesta

    50/183

    50 Pginas de lucha cotidiana

    que la riqueza es de todos y que corresponde a todos custodiarlay usarla con inteligencia. Necestase otras muchas cosas que losrevolucionarios saben, o deben aprender, y sobre las cuales debenponerse de acuerdo.

    Pero cmo actuarlas?Aquellos que quieren o dicen querer una revolucin discipli-

    nada, la conciben como la concebira un Jefe de Estado Mayor,como la conceban los viejos conspiradores mazzinianos y, porqu no decirlo? un poco tambin como la concebamos nosotrosmismos en la vieja Internacional cuando organizbamos los movi-

    mientos de 1874 y 1878 y tantos otros que el pblico no conoceporque no llegaron a tener siquiera un principio de ejecucin. Uncomit central, que nombra sub-comits, etctera, que recoge losfondos, procura y distribuye los medios, hace los planes, fija elda, manda las rdenes y... generalmente no se hace nada.

    A ltima hora alguno ha traicionado, muchos han tenidomiedo, algunos han sido arrestados, las rdenes no llegaron o

    fueron mal interpretadas, han surgido mil dificultades imprevis-tas y todo un plan fatigosamente elaborado termina en un fiasco,algunas veces heroico, perofiascosiempre.

    Y si el antiguo mtodo conspirador no resultaba en aque-llos tiempos, ms difcilmente resultara en los nuestros. Hoy elgobierno dispone de mayores medios para desbaratar cualquierconspiracin: arresta a los jefes, moviliza la prensa mercenaria,manda falsos telegramas, etctera.

    Por otra parte, adems de los espas y de aquellos que agarra elmiedo, estn tambin los indisciplinados por temperamento, quea menudo se cuentan entre los ms ardorosos, quienes se rebelansi se les da una orden, pero que luego actan con impulso propio,energa y verdadera disciplina si se les dice: Haced como os parezca.

    Hoy la gente no quiere ya obedecer. Para nosotros es un bien,para otros ser un mal, pero de cualquier modo es un hecho con

    el cual hay que contar.Por lo tanto, para hacer ahora la revolucin, si se la quiere

    hacer de veras, es necesario adoptar otro mtodo.

  • 7/23/2019 PaginasDeLuchaCotidiana-ErricoMalatesta

    51/183

    Enrique Malatesta 51

    Es necesario ponerse de acuerdo sobre lo que se debe hacery en cules circunstancias; y cuando las circunstancias previstasse presentan, accionar en seguida sin esperar rdenes de nadiee ignorando aquellas rdenes que fueran contrarias a la accinconvenida.

    Esto si es el partido quien empieza. Pero si en cambio la accincomienza en la muchedumbre, tanto mejor: nosotros debemosseguir a la masa y empujarla hacia la conquista de nuestros fines.

    Si en esta forma se hubiera procedido con motivo de los movi-mientos contra la caresta de la vida la situacin sera ahora bien

    distinta.

  • 7/23/2019 PaginasDeLuchaCotidiana-ErricoMalatesta

    52/183

  • 7/23/2019 PaginasDeLuchaCotidiana-ErricoMalatesta

    53/183

    53

    Revueltas y revolucin

    E B, , un momento en que los nimos estaban agitados por las noticiasque llegaban a Ancona, postergada por tiempo indeterminadouna reunin entre los elementos subversivos que las circunstan-cias hacan urgente y necesaria para tomar los acuerdos factibles

    que la situacin reclamaba, acus a los organismos que habancausado ese aplazamiento de la aviesa intencin de no querercrear obstculos al gobierno.

    El rgano de la Confederacin General del Trabajo BattaglieSindacale protesta... y se comprende. Por lo dems, podra tam-bin tener razn en cuanto a las intenciones, puesto que ningunopuede leer con seguridad en lo ntimo de las consciencias.

    Pero intencin o no, lo cierto es que la Confederacin inter-viene siempre a tiempo para desvalorizar, frenar, extinguir todomovimiento que amenace volverse peligroso para el orden rei-nante, haciendo as al gobierno un sealado servicio que laprensa burguesa le paga con merecidos elogios.

    Y tambin ahora la Confederacin, fiel a su tradicin, enlugar de explicar por qu se postergaba por tiempo indetermi-nado una reunin de la cual poda nacer un acuerdo prcticoentre las fuerzas subversivas precisamente en el momento enque este acuerdo era ms urgente, nos responde por medio deBattaglie Sindacale:

  • 7/23/2019 PaginasDeLuchaCotidiana-ErricoMalatesta

    54/183

    54 Pginas de lucha cotidiana

    Con igual mala fe podramos acusarlos (a los anarquistas) deservir inconscientemente a la causa de la contrarrevolucin bur-

    guesa por su incitacin a revueltas aisladas que provocan, como haacontecido precisamente en Ancona, las ms horribles represionesde parte de la polica, contra la cual no tenemos posibilidad deoponernos eficazmente.

    Nuestras incitaciones a revueltas aisladas!Es una calumnia que podra parecer tambin una denun-

    cia. Pero esos seores de la Confederacin son siempre hbilesdiplomticos y en forma condicional dicen siempre las cosas,

    aun guardando la apariencia de no decirlas. Dejemos, pues, aBattaglie Sindacale y aprovechemos de su tonta, sino calculada,insinuacin para repetir una vez ms nuestro pensamiento sobreeste palpitante argumento de las revueltas aisladas.

    Nosotros queremos la revolucin, la revolucin victoriosa; enconsecuencia, todas las revueltas que quedan aisladas, y por estomismo impotentes, nos disgustan en cuanto son un desperdicio

    de fuerzas que podran ser mejor utilizadas en el movimientogeneral definitivo que todo hace prever prximo. Y, si fuera posi-ble, quisiramos que todos quedaran tranquilos, que se hicieranlos muertos, para resurgir despus, de improviso, todos juntos,de un extremo a otro de Italia, por no decir del mundo, y abatirde un solo golpe gobierno y burguesa. La victoria sera segura ycostara poca o ninguna sangre de una y otra parte.

    Pero nos plazca o no, las revueltas estallan lo mismo. Y sucedehoy en Italia lo que ha sucedido siempre en la vspera de todaslas grandes revoluciones: una serie de protestas, de tentativas, deconflictos con la fuerza pblica, de atentados contra la autoridad,de conmociones, de revueltas que se tornan siempre ms fre-cuentes y ms importantes y que culminaran en el movimientogeneral y definitivo.

    Todo esto demuestra que en Italia, ahora mismo, la revolu-

    cin no es ya la aspiracin, ms o menos utpica, de un grupo ode un partido que la desea, la predica y la prepara, convencido deque es ese el nico medio de abatir un rgimen detestado. Hoy

  • 7/23/2019 PaginasDeLuchaCotidiana-ErricoMalatesta

    55/183

    Enrique Malatesta 55

    es la masa misma de la poblacin que no se resigna ms; hoy latensin de nimo del proletariado es tal que a cada momento,en toda ocasin, con cualquier pretexto y tal vez sin pretexto laimpaciencia estalla en hechos.

    Cul es el deber de los revolucionarios conscientes y cul el de lossocialistas, de los anarquistas, de los republicanos en tal situacin?

    Nosotros recomendamos a los trabajadores prepararse, estarprontos. Pero mientras se gana algo en preparacin, se pierdedespus otro tanto o ms en cada fracaso parcial y se corre elriesgo de que la gente se canse o de que toda la tensin actual se

    agote en pequeos movimientos.Nosotros no podemos, ningn partido puede obrar como

    obrara el comando supremo de un ejrcito que prepara en silen-cia sus fuerzas y despus las pone todas juntas en accin, en elmomento que juzga oportuno.

    Aplazar el movimiento siempre para ms tarde es, hoy, unerror tal que en los resultados prcticos equivale a una traicin.

    Los movimientos estallan espontneos: es necesario, de inme-diato, valorizarlos, apoyarlos, extenderlos. A cada movimientode una cierta importancia Turn, Viareggio, Bari, Ancona es necesario responder con la huelga general en toda Italia,huelga general que puede comenzar por razones tcticas comoun tranquilo movimiento de protesta, pero que debe tender atransformarse rpidamente en un movimiento insurreccional.

    Esto pedimos a los compaeros, a los socialistas, a los tra-bajadores todos. Y es en esta solidaridad activa con todos losrebeldes, con todas las vctimas, en este deber aceptado libre-mente de accionar de inmediato, a fin de obtener las ventajasde la simultaneidad, los beneficios del concierto sin peligros delprevio acuerdo, que nosotros hacemos consistir la disciplina.

    Pues si se espera para moverse la orden de los organismoscentrales, la orden no vendr jams. Un poco porque las noti-

    cias llegan con retardo y el gobierno obstaculiza las comunicacio-nes, y un poco porque normalmente los jefes tienen miedo a lasresponsabilidades.

  • 7/23/2019 PaginasDeLuchaCotidiana-ErricoMalatesta

    56/183

  • 7/23/2019 PaginasDeLuchaCotidiana-ErricoMalatesta

    57/183

    57

    Las leyes histricas y la revolucin

    E M, CSovversiva del 10 de Julio, un artculo lleno de inquietudes y queintitula Cuidado con los traspis. Quizs a estas horas nuestroamigo est persuadido de que ninguno de nosotros (anarquis-tas que creemos en la utilidad de la organizacin de partido)

    entiende atenuar para nada su anarquismo y confundir el movi-miento sindicalista con el movimiento anrquico y menos ansometer ste a aqul. Ninguno, digo: tampoco aquellos anarquis-tas que despliegan su mayor actividad en la Unin Sindical y enotras organizaciones obreras, ya que ellos lo hacen simplementepara tener un ms vasto campo de propaganda y para conquistara la causa de la Anarqua la simpata y el apoyo de las masas tra-

    bajadoras, simpata y apoyo necesarios para hacer la revolucin yms necesarios an despus de la revolucin, para hacer as queesa revolucin sea verdaderamente emancipadora y no remate enla organizacin de un nuevo Estado, de un nuevo gobierno que,naturalmente, sera opresivo como todos los gobiernos no puedendejar de serlo a menos que dejen de existir.

    De todas maneras es bueno que haya quien vigile todo imagi-nable peligro de desviacin y asuma la tarea de vestal, empeadaen la conservacin del fuego sagrado. Y yo, an disintiendo enalgn particular, pero apreciando el alto sentimiento inspirador,al grito de alarma de Minin no hubiera hecho otra cosa que

  • 7/23/2019 PaginasDeLuchaCotidiana-ErricoMalatesta

    58/183

    58 Pginas de lucha cotidiana

    aplaudir si no fuera por el llamado que hace en su conclusin a ciertas pretendidas leyes histricas segn las cuales nuestramisin sera la de... luchar para nuestros adversarios.

    Dice Minin: Interpretada por los filsofos, por Juan BautistaVico y por Jos Ferrari, la historia confa a cada generacin su

    parte de tarea renovadora. La generacin crtica est superada?Entonces ha llegado la hora de la generacin que debe iniciar lademolicin de lo viejo, de lo irracional y de lo inicuo. Es la nuestra.No querr, esperamos, eludirla hipotecando la funcin reconstruc-tiva de nuestros herederos.

    Ahora, por mi parte, confieso que yo tengo el mximo respetopor los filsofos en general y por aquellos de la historia en parti-cular, pero estoy siempre en guardia cuando se trata de aplicar a lavida sus conclusiones (estaba por decir sus fantasmagoras, perohe temido faltar el respeto).

    Vico y Ferrari eran, ciertamente, hombres llenos de doctrina,pero tenan tambin mucha fantasa y yo abrigo la vaga sospecha

    de que ellos, inconscientemente, hayan forzado un poco la his-toria para adaptarla a sus esquemas mentales. Es, por lo dems,lo que hacen ms o menos inconscientemente todos los hom-bres, aun los menos filsofos, cuando relatan objetivamentelos hechos. Doy aviso a los historiadores... y tambin a nuestroscorresponsales.

    En consecuencia, esto de dividir la sucesin de los hombresen el tiempo, en generaciones que tendran ciertas y predestina-das misiones histricas, me parece del todo arbitrario. No existengeneraciones que se suceden cada quince o treinta aos, comopretenden ciertos filsofos de la historia; pero en todo momentohay en la humanidad hombres de todas las edades que luchan pordiversos objetivos y segn sea la preponderancia de ciertas fuer-zas y de ciertas voluntades la sociedad avanza o retrocede rin-dose de las leyes histricas, que pueden explicar bien o mal (ms

    bien mal que bien) los hechos producidos, pero que no sirvenpara preveer los hechos futuros. Las generaciones? Pero, dga-seme, por ejemplo, cul es mi generacin? Aquella de los viejos

  • 7/23/2019 PaginasDeLuchaCotidiana-ErricoMalatesta

    59/183

    Enrique Malatesta 59

    y jvenes camaradas con los cuales luchaba cuando tena veinteaos, o esta de los camaradas, ms bien jvenes que viejos, conlos cuales lucho ahora que tengo setenta? No es que una gene-racin cumpla una dada misin histrica, sino que, cuando unacosa ha sido hecha, se da al conjunto de los hombres que vivan enla poca en que esa se realiz el nombre de generacin. Y la filo-sofa relata, calcula y formula la ley. Ni ms ni menos que, comoobservaba cierta vez Saverio Merlino, hacen los matemticosque estudian las viejas extracciones de la lotera, descubren lasleyes que la gobiernan, prevn los nmeros que tendrn que salir

    en las prximas extracciones... y regularmente pierden o hacenperder a los simples que creen.

    * * *Pero todas estas son quizs intiles divagaciones. Lo que me

    importaba decir es que para nosotros sera un error gravsimo, unerror mortal, preocuparnos solamente de la destruccin, dejando latarea de la reconstruccin a otros que necesariamente seran nues-tros contemporneos y no ya la generacin que nos ha de seguir.

    Nosotros no habremos vencido sino en cuanto acertemos areconstruir y slo hasta el punto al cual llegue nuestra capacidadreconstructiva.

    La vida, especialmente la vida econmica, no admite inte-rrupciones. Es necesario comer todos los das y si no consigui-ramos con nuestros mtodos y con nuestros hombres asegurar

    la alimentacin y todo lo dems, lo haran los socialistas con susmtodos dictatoriales y centralizadores y la revolucin sera aho-gada al nacer.

    O se organiza rpido la vida social anrquicamente o ten-dremos que reconocer la necesidad de un gobierno. Y con ungobierno estaramos todava en el comienzo: resurgira la necesi-dad de una generacin demoledora, con la subsiguiente gene-

    racin reconstructora.Y no es esto, ciertamente, lo que quiere el camarada Minin.

  • 7/23/2019 PaginasDeLuchaCotidiana-ErricoMalatesta

    60/183

  • 7/23/2019 PaginasDeLuchaCotidiana-ErricoMalatesta

    61/183

    61

    Reformas y revolucin

    U A. C. BNova se ocupa de m y de los anarquistas pero lo hace de unamanera tan ambigua, sin medida ni orden que yo no tentarsiquiera una refutacin directa. Volver, no obstante, sobre cues-tiones que han confundido la mente de A. Ca. porque la repeticin

    puede ser til a la propaganda y tambin porque tengo la espe-ranza de que A. Ca. pueda, no ya convencerse, pero por lo menoscomprender y luego discutir, si le place, de manera racional.

    En el curso de la historia humana acontece generalmente quelos descontentos, los oprimidos, los rebeldes, antes de concebir yde desear una transformacin radical de las instituciones polticasy sociales se limitan a pedir algunas transformaciones parciales,

    algunas concesiones de parte de los dominadores, algunas mejo-ras. La esperanza en la posibilidad y en la eficacia de las refor-mas precede a la conviccin de que para abatir el dominio de ungobierno o de una clase es necesario negar las razones de aqueldominio, esto es, hacer la revolucin.

    En el orden de los hechos las reformas se realizan o no se reali-zan, y realizadas consolidan el rgimen existente o lo minan, ayu-dan al xito de la revolucin o lo obstaculizan, benefician o perju-dican al progreso general, segn su propia y especfica naturaleza,segn el espritu con que han sido concedidas y, sobre todo, segnel espritu con que han sido pedidas, reclamadas, arrancadas.

  • 7/23/2019 PaginasDeLuchaCotidiana-ErricoMalatesta

    62/183

    62 Pginas de lucha cotidiana

    Naturalmente los gobiernos y las clases privilegiadas estnsiempre guiadas por el instinto de conservacin, de consolida-cin, de acrecentamiento de sus potencias y de sus privilegiosy cuando consienten algunas reformas ello sucede, ya porquejuzgan que aquellas les benefician en sus fines, ya porque no sesienten lo suficientemente fuertes como para resistir y ceden pormiedo a algo peor.

    Por otra parte, unas veces los oprimidos piden y acogen lasmejoras como un beneficio graciosamente concedido, recono-ciendo la legitimidad del poder que pesa sobre ellos y entonces

    stas hacen ms dao que bien, sirviendo ya para retardar la mar-cha hacia la emancipacin, ya tambin para detenerla o desviarla.Otras veces, en cambio, los oprimidos reclaman e imponen susmejoras con su propia accin y las acogen como victorias par-ciales logradas sobre la clase enemiga y sirvindose ellas comoestmulo y acicate para lograr conquistas mayores, representanentonces una gran preparacin y ayuda para el total derrumbe

    del privilegio, eso es, para la revolucin. Ya que siempre llega elmomento en que, aumentando las pretensiones de la clase domi-nada y no pudiendo los dominadores ceder ms sin comprometersu dominio, estalla necesariamente el conflicto violento.

    No es cierto, pues, que los revolucionarios sean sistemtica-mente contrarios a las mejoras y a las reformas. Ellos estn enoposicin con los reformistas, por una parte, porque el mtodo destos es el menos eficaz para arrancar reformas a los gobiernos y alos propietarios, los cuales no ceden sino por miedo, y por la otra,porque a menudo las reformas que ellos prefieren son aquellasque mientras aportan a los trabajadores una ventaja discutible einmediata sirven luego para consolidar el rgimen vigente y parainteresar a los trabajadores mismos en la perpetuacin del rgi-men. As las pensiones, los seguros del Estado, la coparticipacinen las utilidades de las industrias, etc., etc.

    Excluidos los reformistas burgueses que reconocen la legitimi-dad del capitalismo y de los cuales no me ocupar aqu por estaral margen de esta polmica; excluidos tambin los reformistas

  • 7/23/2019 PaginasDeLuchaCotidiana-ErricoMalatesta

    63/183

    Enrique Malatesta 63

    de Estado que, en substancia, no haran ms que transmitir elprivilegio y la direccin de la sociedad de los propietarios pri-vados a una clase de burcratas, quienes luego slo pensaran enconsolidar el poder en sus propias manos y tal vez en volverseellos mismos los propietarios, existen una clase de reformistas,que podran llamarse revolucionarios reformistas, de los cualesestamos separados simplemente por una diferente interpretacinde los acontecimientos. Pero estos reformistas, intencionalmentems afines a nosotros, son en la prctica, en las actuales condicio-nes de Italia, los ms dainos y los ms peligrosos; menos dainos

    y menos peligrosos, no obstante, que aquellos que se dicen revo-lucionarios y que se oponen a la revolucin toda vez que se pre-senta la ocasin propicia de hacerla. Hoy, ms o menos en todaspartes, pero tal vez en Italia ms que en todo otro pas, buscar yproponer reformas constituye un verdadero anacronismo. Hoy laburguesa no sabe y no puede regir ms los destinos de la socie-dad: no puede resolver los problemas que ella misma ha creado y

    que insensatamente ha reagravado con la guerra, no puede y noquiere satisfacer las necesidades de los trabajadores, cada vez mscrecientes; y los trabajadores no quieren ser, por ms tiempo, diri-gidos por los patrones, no quieren trabajar ms para los explota-dores, no quieren obedecer ms y no obedecen ms ni a los patro-nes ni al gobierno.

    El conflicto es inminente. El conflicto est en pie. Retardar susolucin es algo que a nadie beneficia. O todos los hombres aman-tes de la libertad y del progreso se unen para hacer la revolucin,o sea para ayudar al traspaso de la gestin de la produccin y delcambio de las manos de los capitalistas a las de los trabajadores yla nueva sociedad nacera entonces, relativamente, en el orden yen la calma, o, en cambio, si aquellos que ms podran producirel desenlace final del movimiento expropiador, ya en embrin, loquieren tergiversar, transigir y postergar, la revolucin estallar lo

    mismo, un poco ms tarde, pero entre mayores dificultades, conmayores dolores, entre el desorden y la sangre.

    Eljase lo uno o lo otro.

  • 7/23/2019 PaginasDeLuchaCotidiana-ErricoMalatesta

    64/183

  • 7/23/2019 PaginasDeLuchaCotidiana-ErricoMalatesta

    65/183

    65

    Mayoras y minoras

    A. C. B N ( pensamiento ajeno y pone despus entre comillas su resumencomo si se tratase de una traduccin literal) pierde completa-mente la brjula cuando quiere ocuparse de las ideas de los anar-quistas sobre la cuestin relativa al derecho de las mayoras y las

    minoras.Segn l, no queriendo los anarquistas la dictadura (l nos

    hace decir dictadura proletaria mientras nosotros estamos pro-testando continuamente contra esta expresin que es tan menti-rosa como aquella degobierno popularusada por los demcratas)debe postergar la revolucin hasta que todo el gnero humanohaya concebido el ideal anarquista, o bien suponer que despus

    de veinte y cuatro horas de revuelta todos se vuelvan inmediata-mente anarquistas.

    Tratemos de hacerle comprender.Naturalmente la insurreccin que debe abatir el poder guber-

    nativo y hacer posible la expropiacin de la burguesa y todo eltrastrocamiento revolucionario se har y vencer... cuando hayafuerzas suficientes. Muchos o pocos, mayora o minora, favore-cidos o no por las circunstancias se vence... cuando se vence. Lalucha activa se desarrolla siempre entre minoras: de un lado elgobierno usa para su obra de represin la parte ms inconscientedel proletariado y todos los medios que la posesin del poder

  • 7/23/2019 PaginasDeLuchaCotidiana-ErricoMalatesta

    66/183

    66 Pginas de lucha cotidiana

    social pone a su disposicin y del otro los revolucionarios queamalgamando los intereses y las pasiones de las masas, refor-zndose poco a poco con la propaganda y con la organizacin,tratan de utilizar todas las circunstancias favorables para abatirel gobierno.

    Pero, y despus?Para los no anarquistas, para los autoritarios, socialistas o

    no socialistas, la cosa es simple: ellos entienden ponerse en elpuesto de los gobernantes cados y servirse, como hace cual-quier gobierno, de la fuerza social, de la fuerza de todos, para

    imponer con la violencia el programa propio, lo que significa,en la prctica, los intereses propios y aquellos de los propiosamigos y de la propia clientela.

    Los anarquistas, en cambio, entienden conquistar la libertadpara todos, la libertad efectiva, se entiende, lo cual supone losmedios para ser libres, los medios para poder vivir sin ser obli-gados a ponerse bajo la dependencia de un explotador, indivi-

    dual o colectivo.Nosotros no reconocemos el derecho de la mayora para dic-tar la ley a la minora, aun si la voluntad de la mayora fuese, encuestiones un poco complejas, realmente verdadera. El hechode tener mayora no demuestra absolutamente que uno tengarazn; antes bien la humanidad ha sido siempre impulsadaadelante por la iniciativa y la obra de los individuos y de lasminoras, mientras que las mayoras han sido y son, por propianaturaleza, lentas, conservadoras, obedientes a los ms fuertes,a los que se encuentran en posiciones ventajosas precedente-mente adquiridas.

    Pero si no admitimos para nada el derecho de las mayorasde dominar a las minoras, rechazamos an ms el derecho delas minoras de dominar a las mayoras. Sera absurdo sostenerque se tiene razn porque se es minora. Si en todas las po-

    cas ha habido minoras avanzadas y progresistas, han existidotambin minoras atrasadas y reaccionarias; si existen hombresgeniales que se adelantan a los tiempos, hay tambin dementes,

  • 7/23/2019 PaginasDeLuchaCotidiana-ErricoMalatesta

    67/183

    Enrique Malatesta 67

    imbciles y especialmente inertes que se de