Padre Sacramentino Juan Arratibel según sus archivos

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1 Título: Un mirada al Padre Sacramentino Juan Arratíbel a través de sus documentos conservados en el Archivo de la Comunidad de Tolosa SSS. Autor: Édison Yamir Toledo Díaz. Palabras claves: Padres Sacramentinos, documentos de archivo, archivo local, documentos personales, perseverancia, devoción, caridad, humildad, don de la personalidad, Juan Arratíbel. 1. Introducción: Desde el año 2011, la entonces Provincia de San Pedro Apóstol de la Congregación del Santísimo Sacramento, conocidos como Padres Sacramentinos, iniciaron un proceso de reorganización de su Sistema de Archivos, compuesto en aquel entonces por un Archivo Provincial y seis Archivos Locales. Transcurría el año 2012, y como parte de ese proceso de reorganización, correspondió iniciar los trabajos en el Archivo de la Comunidad de Tolosa SSS. Desde el punto de vista archivístico, se puede resumir que este es un Archivo local, de titularidad privada y de carácter religioso. Junto a otros, se encuentra integrando el ya mencionado Sistema de Archivos de la actual Delegación de la Provincia de Nuestra Señora del Santísimo Sacramento de Italia. Es un Archivo que se empezó a conformar desde el mismo momento en que el Padre Sacramentino de origen francés Julio Bonnecaze SSS, fundara en el año 1907 la Comunidad de Tolosa SSS, primera comunidad sacramentina en España. El Archivo en la actualidad se localiza dentro del Convento-Residencia de los PP. Sacramentinos de la Comunidad, en la Provincia de Gipuzkoa y contiene alrededor de 45 m 2 de documentos. Luego del trabajo de reorganización archivística llevado a cabo entre los años 2012 y 2014, se puede resumir que en este Archivo conviven 12 fondos y 27 subfondos, con 12 productores y otros 22 sujetos productores subordinados a los primeros. El Fondo más importante es el denominado propiamente como Comunidad de Tolosa SSS, que a su vez se divide en 12 Secciones: Gobierno; Casa de Formación;

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Título: Un mirada al Padre Sacramentino Juan Arratíbel a través de sus documentos conservados en el Archivo de la Comunidad de Tolosa SSS.

Autor: Édison Yamir Toledo Díaz.

Palabras claves: Padres Sacramentinos, documentos de archivo, archivo local, documentos personales, perseverancia, devoción, caridad, humildad, don de la personalidad, Juan Arratíbel.

1. Introducción: Desde el año 2011, la entonces Provincia de San Pedro Apóstol de la Congregación del Santísimo Sacramento, conocidos como Padres Sacramentinos, iniciaron un proceso de reorganización de su Sistema de Archivos, compuesto en aquel entonces por un Archivo Provincial y seis Archivos Locales.

Transcurría el año 2012, y como parte de ese proceso de reorganización, correspondió iniciar los trabajos en el Archivo de la Comunidad de Tolosa SSS. Desde el punto de vista archivístico, se puede resumir que este es un Archivo local, de titularidad privada y de carácter religioso. Junto a otros, se encuentra integrando el ya mencionado Sistema de Archivos de la actual Delegación de la Provincia de Nuestra Señora del Santísimo Sacramento de Italia.

Es un Archivo que se empezó a conformar desde el mismo momento en que el Padre Sacramentino de origen francés Julio Bonnecaze SSS, fundara en el año 1907 la Comunidad de Tolosa SSS, primera comunidad sacramentina en España. El Archivo en la actualidad se localiza dentro del Convento-Residencia de los PP. Sacramentinos de la Comunidad, en la Provincia de Gipuzkoa y contiene alrededor de 45 m2 de documentos.

Luego del trabajo de reorganización archivística llevado a cabo entre los años 2012 y 2014, se puede resumir que en este Archivo conviven 12 fondos y 27 subfondos, con 12 productores y otros 22 sujetos productores subordinados a los primeros. El Fondo más importante es el denominado propiamente como Comunidad de Tolosa SSS, que a su vez se divide en 12 Secciones: Gobierno; Casa de Formación;

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Personal; Fondos Personales; Patrimonio; Hacienda; Economía-Tesorería; Obras Constructivas; Actividad Editorial; Obras Eucarísticas; Actividades de la Comunidad y Música Religiosa.

Los otros Fondos que conviven en el Archivo son: Agregación del Santísimo Sacramento; Vice-Provincia; Provincia de San Pedro Apóstol; Congresos Eucarísticos; Asambleas Eucarísticas; Pía Unión Hermandad del Apostolado de la Misa; Asociación de Sacerdotes Adoradores; Liga Sacerdotal Eucarística; La Oración de las Cuarenta Horas según el canon 1275; Apostolado Eucarístico de Enfermos y Parroquia del Corpus Christi de Tolosa. Todos estos subfondos se corresponden con instituciones o asociaciones que radicaron y funcionaron desde la Comunidad de Tolosa SSS aunque independiente de ella, algo en lo que tuvo mucho que ver el propio padre Juan Arratíbel.

Antes, es preciso mencionar que el Archivo de la Comunidad de Tolosa SSS, entre otras cosas, se destaca por sus 63580 documentos en total, distribuidos en los ya mencionados 12 fondos, con 543 series, 489 subseries y 561 unidades documentales simples y/o compuestas no seriadas. El documento más antiguo que se conserva en el Archivo data del 12 de diciembre de 1881, o sea, anterior a la fecha de fundación de la Comunidad. El más antiguo, escrito luego de fundada la Comunidad, consiste en una postal del 10 de diciembre de 1907. El 100% de los documentos que hoy se conservan, poseen valor secundario, o lo que es lo mismo, valor para las investigaciones históricas.

En ese volumen documental, específicamente en la Sección de Fondos Personales dentro del Fondo Comunidad de Tolosa SSS, se localizan los 10 fondos personales conservados en el Archivo. Uno de esos fondos personales es el del Padre Sacramentino Juan Arratíbel, motivo fundamental de este trabajo.

El fondo personal de este religioso sacramentino consta de 15611 documentos distribuidos en 75 series, 70 subseries y 57 unidades documentales no seriadas. El documento más antiguo del Subfondo

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data del 16 de agosto de 1909 y el más reciente, curiosamente, es del mismo día pero del año de 1994.

Según los documentos de archivo de su fondo personal, Juan Simón Arratíbel Beguiristain nació en el pueblo gipuzkoano de Ataun, en 1897. Ingresó en la Comunidad de Tolosa SSS en 1909 y se ordenó sacerdote en 1922.

Los documentos de este Sacramentino también expresan que fue un escritor incansable y muy prolífero, utilizaba hasta el más pequeño fragmento de papel para hacer anotaciones y acostumbraba a declarar la fecha de confección o revisión de los documentos en el extremo inferior derecho de la primera o de la última página del documento.

Su último documento fue escrito en junio de 1994, solo 2 meses antes de su fallecimiento en la misma Comunidad que lo vio llegar en 1909. Detrás dejó una riquísima obra escrita compuesta por 367 monografías con más de 8630 cuartillas, 1377 esquemas de homilías, 133 oraciones, 13 obras inéditas y 35 publicaciones entre libros y folletos. Pero los documentos también expresan que el P. Arratíbel realizó más de 17 mil mortificaciones, celebró más de 25 mil misas y participó en otras 49 mil y que realizó más de 40 mil adoraciones.

Tanta actividad no puede menos que causar admiración y respeto en un hombre que dedicó toda su vida al ideal de la Congregación del Santísimo Sacramento, ideal con el que se identificó plenamente. Ello es la razón por la que se escriben estas líneas que persiguen el objetivo de resaltar algunos aspectos de la religiosidad del P. Arratíbel, a través de lo que enuncian los documentos que escribió y que hoy se conservan como documentos de archivo en la Comunidad de Tolosa SSS.

2. La religiosidad del P. Arratíbel según sus docum entos personales conservados como de archivo.

La organización archivística realizada a los documentos personales del P. Arratíbel, sin ser su propósito, contribuye a delinear algunas facetas a destacar de entre todas las de este religioso sacramentino.

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Entre esas facetas, pueden resaltarse su ferviente devoción y entrega a Cristo y a su Madre María, su apego a la búsqueda constante de cualidades necesarias en un religioso sacramentino como la caridad, la humildad y la fe católica y la forma en la que él concebía y entendía el don de la personalidad. Podrían resaltarse otros muchos aspectos pero en un primer momento, el debate se concentrará en estos enunciados anteriores sin pretender llegar a ser un estudio histórico y sin traspasar las barreras de lo que meramente es un resumen de ideas sobre un religioso, motivadas por lo que expresan los documentos que él escribió.

Según los documentos de archivo organizados, fue una constante en el P. Arratíbel su devoción y entrega total y absoluta a Jesús y a la Virgen, a quien llamaba constantemente “Mi Madre”. La devoción a esta última, la expresa en los documentos en forma de súplicas, deseos, ruegos y peticiones.

En fecha tan temprana como 1916-1917, ya se aprecia en algunos documentos a un Juan Arratíbel que se encomendaba a María como forma de alcanzar lo que él identificaba como los más nobles objetivos. A ella le pedía, reiterándose en esas peticiones y solicitándole constantes ayudas que a la vez reconocía no poder conseguir sin su ayuda: “Heme aquí de nuevo a tus pies pidiéndote otra gracia…”.

Es justo resaltar también, que en sus peticiones a María, en el joven Arratíbel de 1917 no se aprecian deseos materiales propiamente dichos. Sus peticiones iban casi siempre dirigidas a ser mejor religioso o solicitaba que lo ayudara a serlo. Sirva como ejemplo cuando expresó: “Haz, Madre mía, que no me atrase nada este año a causa de mi salud”.

También es reiterativo en este aún joven religioso, su plena confianza en María, lo que expresaba de múltiples de formas. En un documento de fecha aproximada de 1918?, se refleja la plena confianza que depositaba Arratíbel en la Virgen: “Amarte será mi dicha porque tú harás grandes cosas en mí”. Esto es expresión de la necesidad de Arratíbel de sentirse conducido por María para conseguir las aspiraciones religiosas que perseguía.

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Es de destacar también que en ese mismo documento de 1918?, Arratíbel ya llama a la Virgen, Nuestra Señora del Santísimo Sacramento, título de la Virgen enunciado por primera vez por San Pedro Julián Eymard en 1861, lo cual parece reflejar la interiorización en él de un deseo del Fundador de la Congregación.

Es también reiterativo en el joven Arratíbel, su constante reafirmación en la alegría por entregarse siempre a la Virgen, expresado a veces en sus documentos dirigidos a ella, con un lenguaje muy íntimo y cercano, tal y como se demuestra cuando expresó: “Me alegro de que me haya entregado totalmente en tus brazos. Dichoso soy en ti”.

Además, en múltiples ocasiones, siendo aún un joven novicio, le expresaba a la Virgen a través de sus escritos, algunos de sus deseos o preocupaciones que en muchos casos consistían en su deseo de extender la Congregación y de que ésta tuviera continuidad. Así lo expresó, por ejemplo, en 1917: “Madre, te ruego por las vocaciones”. Lo anterior, fue una constante en Juan Arratíbel durante toda su vida, tal y como expresan otros muchos de sus documentos que hoy en conservan en el Archivo de la Comunidad de Tolosa SSS.

Además, no le bastaba a este sacramentino con pensar la manera de serle fiel a la Virgen, para él era preciso escribirlo y dejar constancia escrita de ello. De esa manera, confeccionaba unos documentos que denominaba “Prácticas de devoción a mi Madre”, a la que le agregaba una invocación general a modo de subtítulo y luego, sintetizaba varios puntos en forma de tareas a cumplir, tal y como se ilustra en la Figura 1.

Figura 1. Fragmento de “Prácticas de devoción a mi Madre”, confeccionado por Juan Arratíbel en 1916. Fuente: Fondo Personal de Juan Arratíbel. Archivo de la Comunidad de Tolosa SSS.

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Más adelante, en el mismo documento anterior, se podrá observar también otros ejemplos de lo ya mencionado en cuanto a la devoción que siempre expresó Juan Arratíbel por María y su necesidad de dejarlo reflejado por escrito, tal y como se aprecia en la Figura 2.

De igual manera, algunos documentos confeccionados por Juan Arratíbel, expresan la necesidad en él de demostrar en sus invocaciones, su devoción y amor por María mediante las mortificaciones. Esto sucede en más de un documento pero es muy ilustrativo, uno escrito en 1916 en el que se recoge casi todo lo que se puede denominar como la concepción que sobre la mortificación, ya tenía el joven Arratíbel inspirado en el ejemplo que le brindaba la Virgen.

Como se pudo apreciar en la Figura 3, para Arratíbel, el fundamento de la necesidad de la mortificación estaba en que María había sufrido por amor a su hijo Jesús y eso la hizo mucho mejor madre y persona. De ahí, la creencia en Arratíbel de que la mortificación era una forma de ser cada vez mejor. Para él, no se trataba de una mortificación física ni de un sacrificio sobrehumano sino de una satisfacción donde otros podían ver un castigo. Los puntos del 1 al 3 y luego los puntos 9 y 10 del documento escrito por Juan Arratíbel que aparecen en la Figura 3, son la mejor expresión por sí mismos de lo dicho hasta aquí.

Figura 2. Fragmento de las invocaciones escritas por Juan Arratíbel en 1916. Fuente: Fondo Personal de Juan Arratíbel. Archivo de la Comunidad de Tolosa SSS.

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Por otro lado, entre las múltiples facetas de la religiosidad que destacan en el Padre Arratíbel, llama también la atención durante la organización archivística de sus documentos personales en el Archivo de la Comunidad de Tolosa SSS, sus ideas acerca de la caridad y de la humildad. En ambos casos, Arratíbel se veía necesitado de escribir, al menos durante su juventud, lo que para él era preciso hacer para conseguir ser caritativo y humilde (Ver Figuras 4 y 5).

Figura 4. Fragmento de un documento de 1921 en el q ue Juan Arratíbel expresó una de las acciones que debía rea lizar para ser y sentirse caritativo. Fuente: Fondo Personal de Juan Arratíbel. Archivo d e la Comunidad de Tolosa SSS.

Figura 5. Fragmento de otro documento de 1921 en el que Juan Arratíbel expresó otras acciones que debía realizar para ser y sentirse también humilde. Fuente: Fondo Personal de Juan Arratíbel. Archivo d e la Comunidad de Tolosa SSS.

Figura 3. Documento de 1916 que ilustra lo que Juan Arratíbel concebía como necesidad de la mortificación inspirado por María. Fuente: Fondo Personal de Juan Arratíbel. Archivo de la Comunidad de Tolosa SSS.

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En ningún caso se ha comprobado que los documentos expresen que Juan Arratíbel escribiera los ejemplos anteriores para intentar sobresalir de entre los demás o para demostrar que era superior. Al contrario, negaría la esencia misma de lo escrito y de lo que se perseguía. Se trataba de documentos escritos por un joven, pero que eran sólo para uso de él mismo, para que le sirvieran de guía o como forma de orientarse en la búsqueda de cualidades que se necesitaban en un sacramentino según como lo entendía él mismo.

No existe constancia documental de que los documentos de Juan Arratíbel fueran empleados por otra persona más que no fuera él mismo. Tampoco existe evidencia de que se emplearan para otros fines más que para los que él mismo los generó y tampoco existe prueba documental alguna en el Archivo de que los documentos hayan sido mostrados como ejemplo ni siquiera por él mismo.

Lo que sí fue característico en Juan Arratíbel era su enorme facultad para localizar un documento y reescribir sobre el tema del mismo, incluso, muchos años después.

En la Figura 6 se ilustra con un ejemplo, cómo él renueva en 1989 la profesión de fe católica que había hecho en 1949. Con 40 años de diferencia, muy impedido ya de la visión, Juan Arratíbel es capaz de recordar incluso, dónde se encontraba la idea primigenia a la que luego volvía a recurrir.

Pero más que esta característica anterior de la producción documental de Juan Arratíbel desde el punto de vista archivístico, lo que más destaca del documento anterior es la perseverancia de este

Figura 6. Fragmento de la declaració n de fe católica que retoma Juan Arratíbel en 1989 a partir de la emitida por él mis mo en 1949. Fuente: Fondo Personal de Juan Arratíbel. Archivo d e la Comunidad de Tolosa SSS.

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Sacramentino en su creencia religiosa. Los documentos demuestran que su fe católica se mantuvo intachable desde el primer momento, tal y como se destaca en otro fragmento del documento anterior y que se aprecia en la Figura 7.

Estos ejemplos de constancia y perseverancia, son muy recurrentes en Juan Arratíbel y parecen ser la forma empleada por él para ser fiel a su pensamiento y a su vocación sacramentina. Entre los documentos generados por él, quizás los que mejor expresan lo anterior, son los escritos por él mismo para la renovación que anualmente hacía del don de la personalidad (Ver Figura 8).

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Figura 7. Fragmento de la declaración de fe eucarís tica y católica retomada en 1989 por Juan Arratíbel demostrándose c onstante en ella. Fuente: Fondo Personal de Juan Arratíbel. Archivo d e la Comunidad de Tolosa SSS.

Figura 8. Fragmento de un documento con el rango de fecha de 1950 a 1953, que retomaba Juan Arratíbel anualmente desde 1940, donde dejaba constancia de la renovación anual del don de la propia personalidad a Jesús Sacramentado según la idea del Fundador de la Congregación del Santísimo Sacramento, San Pedro Ju lián Eymard. Fuente: Fondo Personal de Juan Arratíbel. Archivo d e la Comunidad de Tolosa SSS.

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¿En qué consistía este don? ¿Qué opinión le merecía a Juan Arratíbel? ¿Cómo lo practicaba? ¿Qué expresan sus documentos sobre este don? Estas y otras muchas preguntas sobre el don de la propia personalidad según la idea del Fundador de la Congregación, encuentran respuestas en los propios documentos de Juan Arratíbel como cuando en 1941 expresó:

“Desde el Noviciado me sentí muy inclinado a estudiar y practicar este don de mi personalidad según la mente de mi P. Fundador.

El 14 de septiembre de 1919, siendo simple tonsurado, hice entrega de mí mismo a Nuestro Señor por un año con fórmula especial.

Posteriormente cada año y muchas veces durante el mismo, lo he renovado, pero siempre sin caracterizarlo con voto.

No he confiado bastante en mi virtud para seguir plenamente el ejemplo del Beato, quien el 21 de marzo de 1865 entregaba su personalidad bajo obligación de voto.”

Poco tiempo después, en 1942, ya se denota una evolución en Juan Arratíbel sobre su opinión respecto de este voto, al expresar: “Me parece que este don de la propia personalidad, según la mente del Beato, nos trueca en propiedad absoluta de Jesús Sacramentado, en tal forma que el entregado así, tiene lazos de dependencia amorosa absoluta a Nuestro Señor.”

No obstante, se aprecia en otros documentos que esta actividad en Juan Arratíbel fue madurando en la medida en que él mismo se sentía más imbuido y necesitado de ella. De tal manera, Juan Arratíbel comenzó por definir el don de la personalidad como promesa y no como voto, luego lo renovaba primero bajo pecado solo venial, para concluir renovándolo también bajo pecado mortal. En la Figura 9, se puede apreciar un documento que contiene una de las fórmulas que empleó Juan Arratíbel para renovar este voto. Corresponde a la fórmula empleada en el año 1944. En la Figura 10, la empleada en 1986.

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Figura 8. Fórmu la empleada por Juan Arratíbel en 1944, para la renovación anual del don de la propia personalidad a Jesús Sacramentado según la idea del Fundador de la Congr egación del Santísimo Sacramento, San Pedro Julián Eymard. Fuente: Fondo Personal de Juan Arratíbel. Archivo d e la Comunidad de Tolosa SSS.

Figura 9 . Fórmula empleada por Juan Arratíbel en 1986, para l a renovación anual del don de la propia personalidad a Jesús Sacramentado. Fuente: Fondo Personal de Juan Arratíbel. Archivo d e la Comunidad de Tolosa SSS.

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3. Conclusiones:

El Padre Sacramentino Juan Arratíbel, dejó una producción documental muy valiosa que permite estudiar su pensamiento y actuar religioso. Se trata de documentos personales que conforman su fondo personal, conservado en el Archivo en la Comunidad de Tolosa SSS, y que muestran a un hombre totalmente entregado por entero a la adoración de Jesús Sacramentado en la Eucaristía.

Sus documentos expresan sus creencias, ideas, valoraciones, juicios, opiniones, que fueron ante todo, fruto de la época en que le tocó vivir y creer y de la manera muy particular que él tendría de entender su creencia y su devoción a Jesús. A la luz de los tiempos actuales, muchas de aquellas ideas del P. Juan Arratíbel podrán tener mayor o menor nivel de aceptación y/o vigencia.

Sin embargo, sus documentos también sirven para demostrar lo que sí puede ser reconocido hoy de él: su fervor religioso, su perseverancia, su entrega y dedicación y la devoción de un hombre que supo identificarse plenamente con lo que interpretó del ideal de San Pedro Julián Eymard.

Para nada es la intención de este trabajo comprobar la certeza o no de las ideas del P. Juan Arratíbel sino la de mostrar las bondades de los documentos que escribió y que se guardan y conservan en el Archivo de la Comunidad de Tolosa SSS, y estudiar así las características de este hombre que dedicó toda su vida y hasta su muerte a servir a Dios.

Su deseo siempre fue estar junto a Jesús Sacramentado. Más de una vez reconoció en sus documentos, que Dios lo había premiado con una vida muy larga, cuando él hubiera preferido estar junto a Jesús, pero que mientras eso llegaba, haría todo lo posible en vida para exaltarlo, de ahí que nunca expusiera en modo alguno temor a la muerte: “la muerte, castigo del pecado, Jesús la ha convertido en instrumento de liberación definitiva y de resurrección. Mi lecho de fallecimiento no será patíbulo sino altar, en el que ofreceré el holocausto de mi ser entero, muy voluntariamente, a gusto sobrenatural, por amor de Jesús que se adelantó a amarme sin medida.”

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A la edad de 97 años, su deseo se hacía realidad el 14 de agosto de 1994. A los 21 años después, sirvan estas líneas, P. Juan Arratíbel, de agradecimiento por todo su trabajo, por la producción documental que le legó a la Congregación del Santísimo Sacramento y como muestra de nuestro reconocimiento y respeto desde todos los puntos de vistas: el archivístico incluido.

Madrid, 7 de octubre de 2015.