Instituto Politécnico Nacional

Unidad de Profesional Interdisciplinaria en Ingeniería y Tecnologías Avanzadas

Exposición equipo 1

Osteología y huesos del cráneo

Integrantes: Sánchez Carrillo José Manuel

Grupo: 1BV2

Asignatura:

Anatomía

Profesora:

Dra. Patricia Ilda Pérez Cabrera

Osteología

La osteología, es la rama de la anatomía descriptiva que trata del estudio científico de los huesos que conforman el sistema esquelético.Los individuos se conectan e interactúan con el medio a través del movimiento, Éste se realiza por la interacción de tres sistemas: Óseo Articular y Muscular Estos sistemas son comandados por el sistema nervioso central y periférico. En el movimiento, las estructuras Óseas y articulares son pasivas, la parte activa esta· representada por los músculos. Cada uno de ellos tiene una participación funcional, la cual de un punto de vista físico corresponde al trabajo de sistemas de palancas, donde el hueso corresponde a la barra rígida, las articulaciones son el eje del movimiento y los músculos son la potencia, la resistencia esta· dada por el peso del elemento que se desea movilizar, incluyendo el peso del segmento corporal que se desplaza en este evento. Para que exista un buen resultado de la acción o Ésta se lleve a cabo, es imprescindible que los tres componentes se encuentren en perfecto estado, ya que cualquier trastorno producir· en forma inmediata la suspensión del movimiento o la dificultad para realizarlo.

Osteogénesis.

La osteogénesis se inicia en los centros de osificación, donde se concentra un gran número de osteoblastos (células formadoras de tejido Óseo), las cuales a través de un proceso bioquímico denominado osificación, se encargan de incorporar oseína y calcio que permitirán el endurecimiento propio de las piezas Óseas.Existen dos tipos de osificación: Membranosa y Cartilaginosa

La osificación membranosa, en la cual el hueso se forma a partir de una “maqueta” de tejido conectivo mesenquimatosoricamente vascularizada, constituida por condensación de células mesenquimatosas embrionarias. Algunas células de este tejido se diferencian en células osteogénica y comienzan a producir matriz ósea, la cual carece de depósitos de sales de calcio y se denomina sustancia osteoide. Después, se produce el depósito de sales de calcio característico de tejido óseo. Este tipo de osificación tiene lugar en la formación de huesos planos de la cavidad craneal, una parte de la mandíbula y de la clavícula, estos reciben el nombre de huesos de membrana.

La osificación de las suturas membranosas (fontanelas) progresa muy rápidamente en el periodo posnatal, pero el cierre completo entre los bordes de algunos huesos tiene lugar hacia los 30 o 40 años

La osificación condral. El esbozo inicial del hueso está formando por tejido cartilaginoso revestido de una fina lamina conectiva (pericondrio), en el curso de su maduración, el cartílago se degenera y es sustituido por el hueso. Todos los huesos de organismo, excepto los de membrana, se desarrollan por medio de este tipo de osificación y reciben el nombre de huesos cartilaginosos.

La osificación pericondrial tiene lugar de forma complementaria desde la superficie del esbozo a partir del pericondio (osificación pericondrial) la cúal es característica de la diáfisis de los huesos largos y consiste en la transformación del pericondrio del cartílago en periostio con capacidad osteogénica.

La osificación endocondrial tiene lugar en el espesor de tejido cartilaginoso, se da de forma gradual. El primer paso consiste en la diferenciación de células cartilaginosas hacia lo que se denomina cartílago hipertrófico, el cual conduce a dichas células a la degeneración y muerte. Al mismo tiempo tiene lugar la penetración de vasos sanguíneos desde la superficie del periostio hacia las zonas del cartílago degenerado, y acompañándolos llegan células osteogénicas para formar hueso alrededor de las ramificaciones vasculares y sustituir al cartílago degenerado.

Centros de osificación (formación de hueso)

Son zonas donde comienza la osificación de los huesos y se clasifican como:

Centros primarios o diafisarios. Aparece a partir del tercer es de vida embrionaria. Comienzan en la parte media de la diáfisis e incluyen osificación en el interior del cartílago y en la superficie perióstica. En el curso del desarrollo se expanden en dirección a la epífisis.

Centros secundarios o epifisarios. A excepción de la epífisis distal del fémur y la proximal de la tibia, aparecen después del nacimiento, por lo que la epífisis del recién nacido son cartilaginosas y transparentes a los rayos x. Habitualmente hay un centro de osificación en cada epífisis localizado en la parte central, expandiéndose hacia la periferia hasta sustituir por completo el cartílago por hueso, salvo en las superficies articulares

La disposición de las trabéculas Óseas va a permitir diferenciar tres tipos de tejido Óseo:

Compacto Esponjoso Areolar.

Clasificación. Los huesos se clasifican según medidas en:

Largos Cortos Planos e Irregulares.

Huesos del esqueleto. Esta· conformado por el esqueleto axil que incluye cabeza, raquis y tórax y un esqueleto apendicular que corresponde a los miembros superiores e inferiores

Terminología

Huesos craneales y faciales

Nos sirve para estudiar el cuerpo humano.

Son líneas imaginarias que inician en ciertas estructuras anatómicas reconocidas con el fin de dividir en planos al ser humano para localizar estructuras anatómicas.

Planos imaginarios del cuerpo humano

Se dividen en 4 planos, que son:

Plano sagital. Plano vertical ubicado paralelo al plano medial, es llamado así por la sutura sagital, divide al cuerpo en dos, derecha e izquierda.

Plano medial. Plano vertical imaginario que está ubicado en la parte media del cuerpo humano.

Plano frontal o coronal. Plano vertical que divide el cuerpo en anterior y posterior. Es llamado así por la sutura coronal.

Plano horizontal o transversal. Plano horizontal que pasa perpendicular a los demás planos. Divide al cuerpo en superior e inferior.

Términos direccionales

Superior (craneal): Más cerca del lado de la cabeza o hacia la parte alta de la estructura del cuerpo.Inferior (caudal): Más lejos del lado de la cabeza o hacia la parte baja de la estructura del cuerpo.Anterior (ventral): Hacia el frente del cuerpo.Posterior (dorsal): Hacia la parte trasera del cuerpo.Medial (medio): Hacía, o en la línea central del cuerpo; en el medio de...Lateral: Lejos de la línea central del cuerpo; en el lado externo de...Intermedio: Entre dos estructuras más laterales o mediales.

Proximal: Más cerca del origen de una parte del cuerpo, o al punto de unión de un miembro al tronco del cuerpo.Distal: Más lejos del origen de una parte del cuerpo, o al punto de unión de un miembro al tronco del cuerpo. Superficial (externo): Hacia la superficie del cuerpo.Profundo (interno): Más lejos de la superficie del cuerpo.Caudal: Más cerca de los pies o el extremo inferior de la médula espinal.

Términos varios

Apófisis: la parte saliente de un hueso en la que se articula con otro hueso o en la que se presentan las inserciones de los músculos.Cóndilo: la cabeza, eminencia o protuberancia redondeada en la extremidad de un hueso que encaja en el hueco de otro para formar una articulación.Epicóndilo: es una eminencia ósea ubicada sobre el cóndilo de un hueso. Sirven principalmente para la inserción de músculos y ligamentosEscotadura: depresión o indentación en el borde de un hueso.Foramen: Agujero por el cual pasan venas y nerviosCabeza: Parte superior de un huesoSurco: Depresión la cual sostiene venas o arterias.Tróclea: Punto de unión de los huesos para formar una poleaCresta: Eminencia elongada Línea: Parecido a la cresta pero menos prominenteSutura craneal: son las articulaciones fibrosas a modo de sierra, que unen los distintos huesos del cráneoCarilla: Parte lisa de un huesoAnfractuosa: Es una parte irregular, desigual o quebrado

Trabécula: es un elemento de tejido pequeña, a menudo microscópica en forma de un haz pequeño, puntal o varilla, que tiene generalmente una función mecánica, y por lo general compuesta de tejido colágeno denso.

Generalidades de los huesos

Da sostén a tejidos blandos y provee puntos de inserción a tendones de la mayoría de músculos esqueléticos.

Protege de lesiones a los órganos internos importantes.

Asisten al movimiento, la mayoría de los músculos esqueléticos se adhieren a los huesos, cuando contraen, traccionan de estos para producir el movimiento.

Homeostasis Mineral, el tejido óseo almacena minerales como calcio y fosforo que contribuyen a la solidez del hueso. Los liberan hacia la sangre y son distribuidos a otras partes de organismo.

Producción de células sanguíneas, dentro de algunos huesos se encuentra la medula ósea roja, que produce glóbulos rojos, blancos y plaquetas, proceso llamado hemopoyesis. La medula ósea roja está formada de células sanguíneas en desarrollo, adipocitos, fibroblastos y macrófagos dentro de un tejido sostén (estroma), en los huesos en desarrollo del feto y algunos huesos del adulto (pelvis, costillas, esternón, vertebras, cráneo, los extremos del hueso largo).

Almacenamiento de triglicéridos, en la medula ósea amarilla, constituida por adipocitos que almacenan triglicéridos. Son una reserva de energía química.

Formado por múltiples piezas que se unen entre sí por medio de articulaciones, en el embrión estas son estructuras membranosas o cartilaginosas que después se diferencian en componentes rígidos de tejido óseo.

Estructura (hueso largo)

Se distingue una porción central alargada, el cuerpo o diáfisis y a dos extremos voluminosos denominadas epífisis. La región entre epífisis y diáfisis recibe el nombre de metafisis. En las epífisis se sitúan las superficies articulares, revestidas de cartílago articular, el resto de la superficie del hueso esta revestida de una lámina de tejido conectivo rica en vasos y nervios llamado periostio.

El periostio consta de una capa externa fibrosa y una capa interna celular, en la capa fibrosa se sitúan los vasos y los nervios y está formada por tejido conectivo denso con fibras elásticas y abundantes y fibras colágenas. La capa fibrosa del periostio está adherida a la superficie ósea por medio de fibras que atraviesan la capa celular y penetran en el espesor del hueso llamadas fibras perforantes o de Sharpey. La capa celular es muy fina y contiene células capaces de formar hueso y que le permiten crecer en espesor.

En la diáfisis aparece un orificio muy acentuado llamado agujero nutricio.

La diáfisis está formado por tejido óseo compacto principalmente y presenta una cavidad a lo largo, la cavidad medular que contiene en su interior a la medula ósea.

El endostio delimita la cavidad medular y tiene una estructura parecida a la capa celular del periostio, las epífisis carecen de cavidad medular y están formadas principalmente por tejido óseo esponjoso.

Tipos de huesos

Huesos largos

Predomina la longitud sobre el ancho y espesor. Se distinguen en estos una parte central alargada, el cuerpo o diáfisis, y dos extremos voluminosos, las epífisis o extremidades. La zona de unión entre epífisis y diáfisis recibe el nombre de metáfisis.

En la epífisis se sitúan las superficies articulares, que en el hueso seco aparecen como superficies muy lisas y en el vivo están revestidas de cartílago articular. La epífisis carece de cavidad medular y está constituida por un tejido óseo de aspecto esponjoso (hueso esponjoso) recubierto de una fina capa de tejido óseo compacto (Hueso compacto). El tejido óseo esponjoso está formado por una trama de prolongaciones óseas

entrecruzadas que forman una malla ósea (trabéculas óseas) que delimitan espacios ocupados por medula ósea roja.

La diáfisis esa formada por tejido óseo compacto y presenta una amplia cavidad a lo largo de esta, la cavidad medular, que contiene en su interior la médula ósea. La superficie ósea que delimita la cavidad medular es abrupta y está revestida de una lámina conectiva, el endostio, similar a la capa celular del periostio y tiene potencialidad osteogénica.

Toda la superficie del hueso con excepción de las superficies articulares de la epífisis esta revestida de una lámina de tejido conectivo muy rica en vasos y nervios denominada periostio, el cual consta de una capa externa fibrosa y una capa interna celular. En la capa fibrosa se sitúan los vasos y nervios y está se encuentra adherida a la superficie ósea por medio de haces de fibras que atravesando la capa celular penetran el espesor del hueso (Fibras perforantes o de Sharpey). La capa celular (capa osteogénica) es muy fina y contiene células con capacidad formadora de hueso, que permiten al hueso crecer en espesor.

La metáfisis son las regiones de transición entre diáfisis y epífisis, y en las personas jóvenes están ocupadas por una placa de cartílago, placa epífisiaria, que permite el crecimiento en longitud del hueso.

Huesos planos

Predominan el ancho y la longitud sobre el espesor. No existe una división en regiones como en los huesos largos. Su superficie presenta varias zonas articulares para los huesos vecinos y una envoltura de periostio que únicamente excluye las superficies articulares. Están constituidos por una lámina externa de tejido óseo compacto que rodea una zona central de tejido óseo esponjoso.

En los huesos de la bóveda craneal se denomina diploe al tejido óseo esponjoso y láminas (tablas) a las envolturas externa e interna de tejido óseo compacto.

Huesos cortos

Los tres ejes son de proporciones similares. Son similares a las epífisis de los huesos largos. Están formados por tejido óseo esponjoso rodeado de una lámina externa de tejido óseo compacto. En la superficie se dispone la envoltura de periostio,, excepto en los puntos donde aparecen superficies articulares.

Nota: Algunos libros solo los toman en cuenta estas tres clasificaciones, por lo que las siguientes serian un tanto opcionales.

Huesos irregulares

Son los de formas complejas o mixtas, que no corresponden a ninguno de los tipos antes mencionados. Por ejemplo los huesos faciales y los de la columna vertebral.

Huesos sesamoideos

Se encuentran en algunos tendones a los que protegen del uso y desgarro excesivo, por ejemplo la rótula

.

Huesos sutúrales o wormianos

Pequeños huesos supernumerarios que en ocasiones existen entre los huesos del cráneo. Con mayor frecuencia en el curso de la sutura lambdoidea.

Divisiones del esqueleto

Los 206 huesos del esqueleto adulto completo pueden situarse en dos divisiones: esqueleto axial y esqueleto apendicular.

Esqueleto axial en azul Esqueleto apendicular en naranja

Esqueleto axial

Formado por 80 huesos que pueden dividirse por cráneo, vértebras y tórax. La distribución de los huesos es la siguiente:

Cráneo 29 huesos Vértebras 26 huesos Costillas y esternón 25 huesos

Esqueleto apendicular

Formado por 126 huesos que pueden dividirse por extremidades superiores y extremidades inferiores. La distribución es la siguiente:

Extremidades superiores 64 huesos Extremidades inferiores 62 huesos

Cráneo

Huesos del neurocráneo

Hueso parietal (par)

Es un hueso con forma de lámina cuadrilátera cóncava en su cara interna (endocraneal) y convexa por su cara externa (exocraneal). Se une al hueso frontal mediante la sutura coronal; los dos parietales se unen entre sí en la sutura sagital, que tiene aspecto dentado, excepto en el obelión donde la línea de sutura es recta; se une al occipital en la sutura lambdoidea y al temporal en la sutura escamosa.

El hueso tiene pocos accidentes anatómicos. En la cara externa posee dos líneas semicirculares cóncavas hacia el borde inferior (líneas temporales superior e inferior), estas son rugosidades de inserción del músculo y fascia temporal. En la cara interior posee dos surcos causados por las ramificaciones de la arteria meníngea media. En la zona de unión con el parietal contralateral aparece el surco del seno sagital superior.

Hueso frontal (impar)

Es un hueso en forma de segmento de esfera hueca aplanada en su porción inferior que se dispone en el extremo anterior del cráneo. Se puede distinguir en él un segmento vertical (escama del frontal) que forma parte de la bóveda craneal y un segmento horizontal (porción orbitaria) que forma el extremo anterior de la base del cráneo y al mismo tiempo el techo de la órbita. Posee en su espesor a los senos frontales (derecho e izquierdo) situados a los lados del plano sagital, estos se comunican con un conducto del hueso etmoides que se abre en las fosas nasales. Para describir el hueso conviene considerar en él dos caras, externa e interna.

Cara externa

Posee una porción superior vertical dispuesta bajo la piel de la frente y una porción horizontal que forma el techo de la órbita. Entre las dos porciones se interpone un borde muy acentuado en el que se distinguen el central (borde nasal) y dos laterales (bordes supra-orbitarios). El borde nasal se articula con los huesos de la cara que forman parte de las paredes de las fosas nasales y tiene el aspecto de una escotadura angular con una prominencia ósea en su vértice (espina nasal). Los bordes supra-orbitarios constituyen la parte superior de reborde de la fosa orbitaria, tienen forma de arco, cuyos extremos lateral y medial se denominan respectivamente apófisis cigomática (apófisis orbitaria externa) y apófisis orbitaria medial. Por la escotadura supra-orbitaria pasan el nervio y vasos supra-orbitarios)

La porción vertical se corresponde con la escama del frontal y presenta los siguientes accidentes anatómicos:

Sutura metópica (sutura frontal). Es un resto de la sutura que unía en el feto las dos mitades constituyentes del hueso frontal. Comienza en la glabela.

Arcos superciliares. Se encuentran a los lados de la sutura por encima de los bordes supra-orbitarios. Son abultamientos en forma de arco en cuyo espesor se dispone el seno frontal.

Tuberosidades frontales. Hacen relieve en la frente

Línea temporal. Es una cresta ósea ascendente localizada en el extremo lateral de los bordes supra-orbitarios que prolonga hacia arriba la apófisis cigomática.

Cara temporal. Se encuentra lateralmente a la línea temporal, es una escama aplanada y forma parte de la pared lateral de la bóveda craneal.

La porción horizontal (porción orbitaria). Es una lámina ósea muy fina en la que aparece la escotadura etmoidal en la cual queda encajado el hueso etmoides; a los lados de esta se encuentran las superficies etmoidales las cuales son anfractuosas y en ellas se articula el hueso etmoides; la mayoría de las irregularidades de esta superficie corresponden a hemiceldillas frontales que, al acoplarse al etmoides, se transforman en celdillas etmoidales. En la superficie etmoidal también esta recorrida por los surcos etmoidales anterior y posterior, que al articularse con el etmoides, se transforman en conductos etmoidales que ponen en comunicación la parte más anterior de la cavidad craneal con la orbita

Cara interna

Consta de un segmento vertical, correspondiente a la escama y una porción horizontal. La porción vertical es lisa, en la línea media esta recorrida por el surco del seno sagital

superior que suele presentar asociadas fositas aracnoideas; este surco, al aproximarse a la porción horizontal se transforma en una cresta frontal. La porción horizontal pertenece a la base del cráneo y está interrumpida por la escotadura etmoidal. En las superficies que se encuentran lateralmente a la dicha escotadura aparecen pequeñas elevaciones (eminencias mamilares) y depresiones (impresiones digitales) determinadas por la superficie del encéfalo.

En los extremos laterales del hueso frontal, este se une a las mayores del esfenoides y por el borde libre de la porción horizontal contacta con las alas menores del esfenoides.

Hueso etmoides (impar)

Es un hueso muy irregular que se forma por una fina lamina ósea (lámina perpendicular) y una lámina ósea horizontal (lámina cribosa) que cruza la anterior cerca de su extremo superior; y dos masas óseas voluminosas. A estas masas laterales se les denomina laberinto etmoidal por estar ocupadas en su totalidad por múltiples cavidades aéreas (celdillas etmoidales) en comunicación con las fosas nasales.

El etmoides esta encajado en la escotadura etmoidal del frontal, formando parte de la base del cráneo y del techo de las fosas nasales.

Lamina cribosa. Se denomina así por estar atravesada por numerosos orificios, la mayoría da paso a los nervios olfatorios. Además, el orificio etmoidal anterior, un poco mayor que los anteriores, da paso al nervio del mismo nombre. La superficie superior de la lámina forma parte de la base del cráneo y está dividida en dos por la apófisis crista galli. A los lados de esta apófisis, la lámina cribosa está recorrida de delante hacia atrás por el surco olfatorio.

Lamina perpendicular. Se dispone a modo de cruz con respecto a la lámina cribosa, tiene un segmento superior intracraneal (apófisis crista galli) y un segmento inferior que contribuye a la formación del tabique nasal

Laberinto etmoidal (masas laterales). Tienes una forma más o menos rectangular en la que se pueden distinguir ocho caras (con fines didácticos). La cara superior se dispone a continuación de los extremos laterales de la lámina cribosa y se une a ñas superficies etmoidales de la porción horizontal del frontal. Las caras anterior, posterior e inferior son estrechas y anfractuosas y contactan respectivamente con los huesos lagrimal, la porción lateral del cuerpo del esfenoides y el maxilar, formando en todos los casos celdillas óseas mixtas. La cara lateral (lámina orbitaria o lámina papirácea) forma parte de la pared interna de la órbita. La cara medial forma parte de la pared lateral de las fosas nasales, posee abundantes relieves de los que destacan los cornetes nasales (conchas nasales) que son láminas óseas curvadas que se proyectan como toldos hacia la cavidad nasal dividiéndola en pisos, denominados meatos. La apófisis unciforme se proyecta dorso-caudalmente para articularse con el cornete inferior y el hueso maxilar, contribuyendo a delimitar la abertura nasal del seno maxilar.

Hueso Occipital (impar)

Es una lámina ósea de silueta romboidal, cóncavo en su superficie endocraneal. Forma la parte posterior de la base del cráneo y contribuye a la formación del extremo posterior de la bóveda. El agujero magno pone en comunicación la cavidad craneal con el conducto vertebral. Debido a la posición de dicho agujero, el hueso se puede dividir en cuatro porciones que en el recién nacido, aparecen como piezas independientes unidas por cartílago

Porción basilar

Es una masa ósea rectangular que se une por u extremo anterior al cuerpo del esfenoides. En su cara exocraneal se observa el tubérculo faríngeo en el cual se ancla la fascia faríngea. A los lados se disponen dos crestas óseas en las que se insertan algunos músculos pre-vertebrales Su cara endocraneal forma una superficie lisa y acanalada (clivus) sobre la cual se apoyan el tronco del encéfalo y la arteria basilar.

Porciones laterales

En su cara exocraneal se sitúan los cóndilos en los que se articulara el atlas. Por delante y fuera del cóndilo se encuentra la fosa condílea anterior donde se abre el conducto del hipogloso, por el cual pasa el nervio del mismo nombre. En la cara endocraneal se dispone el tubérculo yugular e internamente a él, el orificio del conducto hiogloso. Por detrás del tubérculo yugular, y en las proximidades del borde lateral, aparece el surco del seno sigmoideo. El borde lateral está dividido en dos porciones por la apófisis yugular la cual contacta por detrás con el hueso temporal y por delante el borde está alejado del temporal delimitando con él, el agujero yugular, dividido en dos porciones por la apófisis intrayugular. Por detrás de estas apófisis se origina la vena yugular interna como continuación de senos venosos intracraneales, por delante emergen los nervios accesorio, vago y glosofaríngeo.

Escama

Es una lámina ósea robusta con forma romboidal y fuertemente cóncava hacia la cavidad craneal. En su cara exocraneal, al centro se presenta la protuberancia occipital externa, desde esta hasta el agujero occipital se extiende la cresta occipital externa. La escama esta recorrida a cada lado por la lineal nucal superior y la línea nucal inferior. En su cara

endocraneal aparecen dos grandes fosas a cada lado: fosas cerebrales (posterosuperiores) y fosas cerebelosas (anteroinferiores), denominadas así por relacionarse con tales estructuras nerviosas. El surco del seno transverso separa las cerebelosas de las cerebrales, el surco del seno sagital superior separa las fosas cerebrales izquierda y derecha y la cresta occipital interna separa las fosas cerebelosas izquierda y derecha. El punto en el que convergen el surco longitudinal y los transversales forma la protuberancia occipital interna. El borde lateral de la escama e une a los bordes posteriores de los parietales en la sutura lambdoidea.

Hueso esfenoides (impar)

Recibe ese nombre por disponerse a modo de cuña entre la cara y el cerebro, forma la porción central de la base del cráneo. Se sitúa por detrás del frontal y etmoides, y por delante del occipital. Se le compara morfológicamente a un murciélago.

Cuerpo

Tiene forma de dado con seis caras y su interior está ocupado por dos senos esfenoidales separados por un fino tabique óseo. La cara superior forma el suelo de la zona central de la base del cráneo y presenta dos regiones, la porción anterior (yugo esfenoidal) es una superficie lisa que se dispone a continuación de la lámina cribosa del etmoides. La porción posterior aparece como una gran depresión en la cual se aloja la fosa hipofisaria (silla turca). Entre las dos zonas se puede observar algunos accidentes entre los que destaca el surco prequiasmático (surco óptico) originado por el quiasma óptico. La parte posterior de la fosa hipofisaria (dorso de la silla) es una lámina ósea prominente cuyos ángulos superolaterales reciben el nombre de apófisis clinoides posteriores. Por detrás del dorso el cuerpo del esfenoides se continúa con la porción basilar del occipital.

La cara anterior es exocraneal y forma parte del techo de las fosas nasales. Presenta una cresta vertical en la línea media (cresta esfenoidal) que se une a la lámina vertical del etmoides, a ambos lados de esta están situados los orificios de entrada al seno esfenoidal abiertos a las fosas nasales.

La cara posterior se corresponde con la zona de soldadura a la porción basilar del occipital.

La cara inferior es exocraneal y contribuye a la formación del techo de las fosas nasales. La cresta esfenoidal inferior forma por delante una gran prominencia denominada pico del esfenoides. Esta cresta es una zona donde se acopa el vómer. Las caras laterales presentan a ambos lados de la fosa hipofisaria el surco carotideo.

Alas menores

Son dos láminas óseas horizontales y lisas con forma triangular de vértice lateral, continúan hacia los lados al yugo esfenoidal. Están situadas por detrás de la porción horizontal del frontal. El cuerpo esfenoidal y el origen del ala menor delimitan el conducto óptico, una importante comunicación con la órbita por donde pasa el fascículo óptico y la arteria oftálmica.

Cada ala consta de una cara superior que forma parte del suelo de la base del cráneo; una cara inferior que forma parte del techo de la órbita; un borde anterior de unión con la porción horizontal del frontal y un borde posterior libre. Por debajo del ala menor se dispone la fisura orbitaria que establece una amplia comunicación entre la órbita y el interior del cráneo.

Alas mayores

Son dos láminas óseas irregulares que parten de la cara lateral del cuerpo del esfenoides por debajo del surco carotideo. Cada ala consta de una cara endocraneal que forma parte del suelo de la base del cráneo y una cara exocraneal que contribuye a formar las paredes de la fosa orbitaria y de las fosas temporal e infratemporal.

La cara endocraneal forma a los lados de la fosa hipofisaria una amplia superficie cóncava en la cual se aloja el polo temporal del cerebro. En zona próxima al cuerpo del esfenoides se encuentran el agujero redondo, se abre a la fosa pteriogopalatina; el agujero oval, el mayor de los tres; el agujero espinoso (redondo menor), el más pequeño. Los dos últimos se abren a la fosa infratemporal.

La cara exocraneal esta recorrida por una cresta vertical articular con el hueso cigomático (malar) denominada borde cigomático. Medialmente a la cresta se dispone la cara orbitaria que forma parte de la pared externa de la fosa orbitaria. El sector lateral a la cresta consta de una porción superior vertical (cara temporal) que asciende por la pared lateral del cráneo hasta contactar con la escama del frontal y el extremo anteroinferior del parietal. Y una porción inferior casi horizontal (cara infratemporal) que participa en la

formación de la fosa de mismo nombre. Entre estos dos sectores se interpone la cresta infratemporal.

En el borde que separa las caras endocraneal y exocraneal pueden distinguirse un sector lateral articular, primero para el frontal y el ángulo anteroinferior del parietal y luego para la escama del temporal y un sector posterior que se articula con la porción petrosa del temporal.

Apófisis pterigoides

Son dos láminas óseas que cuelgan de la parte lateral de la cara inferior del cuerpo y de la raíz del ala mayor del esfenoides. Cada apófisis consta de dos láminas una medial y otra lateral unidas por su margen anterior. Entre las dos laminas se labra la fosa pterigoidea, en cuyo extremo superointerno se identifica la fosita escafoidea.

En la zona superior de implantación estas apófisis están atravesadas por el conducto pterigoideo (conducto vidiano). En la zona inferior las láminas carecen de zona anterior de fusión por lo que quedan separadas por la escotadura pterigoidea en la cual se encaja la apófisis piramidal del hueso palatino. El gancho de la apófisis pterigoides es utilizado por el músculo tensor del velo del paladar como polea de reflexión

Hueso temporal (par)

Contiene en su interior el órgano del oído y del equilibrio. Se sitúa en la parte lateral e inferior del cráneo. Embriológicamente, el hueso resulta de la fusión de tres huesos presentes antes del nacimiento, el timpánico, la escama y la porción petrosa, a los que se añade un cuarto componente, la apófisis estiloides que es un derivado de los arcos branquiales. El temporal se puede dividir con fines didácticos en tres regiones: la escama, la porción mastoidea y la región petrosa, en cuyo centro de convergencia se dispone el orificio del conducto auditivo externo.

Escama

Es una lámina ósea semicircular dispuesta verticalmente en la pared lateral de la bóveda craneal. Su cara exocraneal está dividida en dos porciones por la apófisis cigomática la cual posee una superficie horizontal de implantación con la escama y una zona libre que forma con el hueso cigomático el arco cigomático. Por encima de la apófisis la escama es lisa y presta inserción al musculo temporal, por debajo, se sitúa el segmento horizontal de la escama donde se reconocen la superficie subtemporal, que es plana y participa en la formación del techo de la fosa infratemporal; el tubérculo articular que participa en la formación de la superficie articular de la mandíbula; la fosa mandibular que es una zona deprimida dispuesta por detrás del tubérculo auricular recorrida transversalmente por la fisura de Glaser que es una hendidura que marca la separación entre las porciones

timpánica y escamosa del temporal, y divide a la fosa mandibular en un segmento anterior articular para la mandíbula y un segmento posterior no articular.

Cara cerebral (endocraneal): presenta algunos surcos formados por las ramificaciones de la arteria meníngea media.

Borde libre: Se articula, por delante, con el ala mayor del esfenoides y por detrás con el parietal., la escotadura parietal marca el límite con la región mastoidea.

Región mastoidea

Es una gran prominencia ósea de inserción muscular dispuesta por detrás y por debajo de la escama. En su cara exocraneal, la apófisis mastoides está delimitada medialmente por la escotadura mastoidea donde se inserta el musculo digástrico. Su cara endocraneal está dispuesta por detrás de la porción petrosa formando parte de la base de cráneo. Su superficie esta recorrida por el surco del seno sigmoideo. El borde libre por arriba y delante se articula con el parietal y por detrás y abajo con el occipital

Porción petrosa

Es una gran pirámide ósea que se proyecta desde la pared lateral del cráneo hacia el interior del mismo. Esta unida al resto del hueso en la zona de la cara interna donde confluyen la escama y la porción mastoidea. Posee tres caras y tres bordes. Las caras anterior y posterior son endocraneal y la cara inferior es exocraneal.

El interior está ocupado por las diferentes partes del oído y está atravesado por un conducto por el que pasa la arteria carótida interna hacia el interior del cráneo. La cara anterior se separa de la endocraneal de la escama por la fisura petroescamosa. En su superficie pueden reconocerse la eminencia arqueada, causada por el conducto

semicircular superior; el hiato del conducto para el nervio petroso mayor y el hiato accesorio para el nervio petroso menor, prolongados por surcos que dan paso a los nervios petrosos; la fosita del ganglio de Gasser causada por el ganglio trigeminal. En el tercio medial de la cara posterior se encuentra el orificio auditivo interno y por detrás de él, la fosa subraqueada y en esta el orificio del conducto petromastoideo.

La cara inferior es exocraneal y en ella se observan la apófisis estiloides que da inserción a los orificios estiloideos; El agujero estilomastoideo por donde emerge el nervio facial; por detrás del orificio carotideo aparece la fosa yugular, causada por la vena yugular; Entre la fosa yugular y el orificio carotideo se localiza un fino agujero que da paso al condcuto timpánico.

El borde superior (cresta de la pirámide) separa las caras anterior y posterior y esta recorrido por el surco del seno longitudinal superior.

El borde posterior articula con el occipital. En el borde del temporal correspondiente a la porción nerviosa del agujero yugular se sitúa la fosita petrosa en la que se apoya el ganglio superior del glosofaríngeo.

Borde anterior. En su segmento medial contacta con el borde del ala mayor del esfenoides y en las proximidades del vértice contribuye a delimitar el agujero rasgado.

Huesos de la cara

Se en encuentran adheridos a la porción antero inferior del neurocraneo, formando dos bloques: el complejo maxilar superior y la mandíbula.

Maxilar

Se sitúa a ambos lados de las fosas nasales y en torno a él se articulan el resto de los huesos de la cara, excepto la mandíbula. La es un hueso impar y el único que posee movilidad, cuya función es principalmente la masticación.

Es un hueso irregular que ocupa una porción central a cada lado de la cara, participa en la formación de la pared lateral y el suelo de las fosas nasales, y de la pared interna y suelo

de la órbita, además de, en mayor o menor medida, a las paredes de otras fosas como la infra temporal, pterogopalatina y cavidad bucal. La zona central es hueca y forma el seno maxilar que se abre a las fosas nasales, posee un borde alveolar, la apófisis alveolar, sonde se implantan las piezas dentarias superiores.

El cuerpo del maxilar tiene forma de pirámide trunca en la que se pueden distinguir cuatro caras.

En la cara medial destaca le entrada al seno maxilar, muestra una superficie irregular con hemiceldillas que se articula con la cara inferior del laberinto etmoidal , por detrás de este orificio se encuentra una superficie rugosa recorrida por un surco denominado surco palatino mayor, donde se acopla la lámina vertical del palatino formando el surco en un conducto . Por delante se encuentra un surco vertical muy marcado, el surco lagrimal, que continua hacia abajo por una superficie lisa, el hueso lagrimal al articularse con el maxilar transforma este surco en el conducto naso lagrimal.

Debajo del orificio del seno se origina la apófisis palatina que se une mediante la sutura palatina media con la apófisis del hueso del lado opuesto y forman el suelo de las fosas nasales y el techo de la cavidad bucal. Esta sutura forma un relieve que origina la cresta nasal, a su vez esta se extiende formando la espina nasal en su extremo anterior. Esta espina es atravesada por un conducto en forma de y, conducto incisivo que recorre de la cavidad bucal hasta las fosas nasales y presenta una abertura inferior en la boca denominado agujero incisivo.

En la cara superior u orbitaria se presenta un surco marcado, surco infraorbitario, hasta la cara anterior del maxilar donde se ubica el nervio infraorbitario, posee ramificaciones que alcanzan las piezas dentarias.

En el vértice del maxilar (apófisis cigomática) queda adherido el hueso del cigomático.

Hueso Palatino

Fina lamina ósea en forma de L que se distingue en una porción vertical y una horizontal.

La lamina vertical es rectangular y esta intercalada entre el maxilar y la apófisis pterigoides del esfenoides.

EN su cara externa se distinguen tres segmentos:

Anterior) Se articula con la parte posterior de la cara del maxilar y delimita el conducto palatino mayor

Medio) ocupa el espacio entre el borde posterior del maxilar y las apófisis pterigoides

Posterior) adherido a la cara interna de la apófisis pterigoides

Cara medial: forma parte de la pared externa de las fosas nasales, tiene dos crestas donde se articulan los cornetes medio (cresta etmoidal) e inferior (cresta conchal), y en cada uno de los ángulos se dispone una apófisis:

Orbitaria) unida al maxilar, al cuerpo del esfenoides y al laberinto etmoidal.

Esfenoidal) articula con la cara inferior del cuerpo del esfenoides, entre estas dos está la escotadura esfeno palatina, que con el esfenoides crea el conducto esfeno palatino.

Maxilar) Lámina proyectada hacia delante que cierra la parte inferior del agujero del seno maxilar.

Piramidal) encaja con la hendidura pterigoidea y con el borde posterior del maxilar.

En la lámina horizontal dispone la apófisis palatina del maxilar y con ellas la sutura palatina transversa, forman también parte del suelo de las fosas nasales y techo de la boca y crea la espina nasal posterior.

Huesos Nasales

Dos pequeñas láminas rectangulares unidas por la línea media, entre el borde nasal frontal y las apófisis frontales del maxilar.

Hueso Lagrimal

Fina laminilla rectangular entre la órbita y las fosas nasales que ocupa el espacio delimitado por la apófisis frontal del maxilar, el laberinto etmoidal y el frontal.

Cara lateral: acoplada al surco lagrimal del maxilar, la porción superior esta esta recorrida por la creta lagrimal posterior , la porción inferior desciende y se acopla al surco lagrimal del maxilar formando el conducto naso lagrimal.

Cara medial: forma parte de la pared lateral de las fosas nasales.

Vómer

Fina lamina vertical que forma parte del tabique nasal, posee dos caras que miran a las fosas nasales y cuatro bordes.

En el borde superior la lámina esta bifurcada formando las alas del vómer, que se acoplan a la cresta media de la cara inferior del cuerpo del esfenoides, el borde anterior se une a la lámina perpendicular del etmoides y cartílago del tabique nasal.

Delimita las aberturas posteriores de las fosas nasales o coanas.

Concha nasal.

Lamina ósea alargada e incurvada con su eje transversal, situada en las fosas nasales, se proyecta desde la pared lateral hacia el interior de la fosa nasal. Delimita por debajo al meato medio y, por encima el meato inferior.

Presenta un apófisis denominada apófisis lagrimal que asciende para articularse con el borde inferíos del hueso lagrimal completando por debajo el conducto naso lagrimal. Y una apófisis maxilar que se articula al contorno inferior del orificio del seno maxilar y, en el margen posterior de la apófisis maxilar surge la apófisis etmoidal, que asciende sobre la abertura del seno maxilar.

Hueso cigomático

Lamina ósea de aspecto romboidal en el extremo inferolateral de la órbita, forma el relieve del pómulo y es atravesado por un fino conducto, conducto temporocigomatico, por el que pasa el nervio del mismo nombre.

La cara medial se articula con el vértice trunco de la apófisis cigomática del maxilar y se extiende hacia atrás para formar la fosa temporal. Da inserción a músculos faciales.

El ángulo superior sobresale para articularse con la apófisis cigomática del frontal y el posterior (apófisis temporal) con el extremo de la apófisis cigomática del temporal, formando el asa cigomática.

Mandíbula

El único hueso móvil del cráneo, soporta las piezas dentarias inferiores y presta inserción a los músculos masticadores. Es un hueso impar que consta de una zona horizontal, el cuerpo de la mandíbula, y dos zonas laterales, las ramas mandibulares.

Cuerpo: tiene forma de arco cóncavo y consta de dos caras.

Cara anterior: en la zona media se dispone una línea rugosa, sínfisis mandibular, que marca el punto de soldadura de las dos mitades que constituyen la mandíbula. En el extremo inferior se localiza la protuberancia mentoniana y a cada lado el agujero mentoniano.

En la cara posterior se localizan dos relieves a cada lado para inserción de los músculos, las espinas mentonianas superior e inferiores.

A cada lado se dispone un relieve de inserción muscular que se dirige hacia arriba de las ramas de la mandíbula, la línea oblicua milohioidea, por arriba de esta se encuentra la fosa sublingual y por debajo la fosa mandibular.

Bibliografía

Anatomía humana, Juan A. García Porrero y Juan M. Hurlé, McGRAW-Hill, 2005, primera edición

Principio de anatomía y fisiología, Gerard J. Tortora y Bryan Derrickso, Panamericana, 11ª. Edición