Ortega, La Deshumanizacion Del Arte

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    JosOrtegayfutestrun*?zactn

    del artey otros ensayos

    de estetic

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    .r./,\jllllllltlllu'rNrrr.., un tllr.l)itritl().slollbresen genefal.tt, fl.'it ',tt (.|tsc 'tuy parti.ulare h";;;;;r'ttrirrrrvrrcr nrs que-loi;;;;;;J; que, evidente-"'",llf:s. - .4i1 1tos '.'. . , , ,'I-^' ,. \.r,

    qurenes, en argn ,.-ll,-o:,"";;;;"iJl'J',;,T:."luadro de paisaie Ie narecer ,,b#;;;;;;anaoet paisaiefi "'.:i

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    .propiamentearstic ' 1--vvvtvrsrda las lorrnas

    ' ir.iau--."'-q;;';;ul'las

    rrrealidades, la runtusiu, "n' iu,rormas v nerino^j^ jllgrcePtelsu percepci"il-j;;

    ury,iil]" i : ,'""\/\r':J",;3nf.f ffi*f," :";J,U" :".X,Hi.:t:a..i:1"*'",,-;;;,:""{,:""1:J,f,,TJ?_:l,T",oi"",ljhj.i:l'X::"XHtX",11;llt e."i;';rl.-"*'",." ""r. ;.,;;3;,

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    iu*ltru \r rr lrolrr,rtlt' lttc.La desgracia de Tristnqllrrcb lrrlrlr's1ritt'iiry, consecuentemente, slo podrriltt1il(r\,i.tr'illr rnedidaen que se la tome comor('rlr(lir(|.l'croes el caso que el objeto artsticoslo esrrr"tisticoen la medida en que no es real. Para podergozar del retrto ecuestre d Carlos V, por Tiziano, escondicin ineludibleque no veamos alla Carlos V en. persona, utnticoy viviente, sinoqe, en su lugar,hemos de ver slo un retrato, una imagen irreal,una

    'ficcin.El retratado y su retrato son dosobjetos' lmpletamente distintos,o nos interesamospor el uno o por el otro. Enel primercaso, (convivimos>con

    Carlos V; en el segundo,

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    rrywq,qr,

    ",trrr*=rrrrtrr'rrr'rr t'r rr'r'rl'rtcluctabre de que el artetrrlrrrllrlrr lcs ,tlcrcsaba;*r-u", *ril;;:'o 1.511; .tivcnescabe taer unu a dos cosas: oisilarloso esforzarse en comprenderlos.yo he optadocsueltamente n: 9:".* r T;: ''""F':'J:fi:,. ffi'H:l;", #,:;Ll;ot; rte, perfectamenteclaro, coher*;;'y;;;;;i. ;. :";dr un capricho.significa;",;;;;;;iiesurtado inevitable fecundo de iod u ."Jr.i, irii.ri"uanterior. Lo caprichoso, lo arbitrarioV, ", "oir"cuencia,estril, esesistirse a este nuevo esUi

    y oUr,inrr.en la reclusindentro de formas ya arcaicas, ""tuurlou, y periclitadas.En arte, como en morut, no rp"-rii.""l.U",de nuestro?:lilig,hay que aceprar ef i-prruiiuoOe trabajo que lapoca nos impone. Esra docilia a la-ord."d1;;;s- la nica probabilidaA, "".i#que el individuotlene. Aunas, tal vez no

    "onrigu-nlaa;pero es muchos seguro su fracaso ,i ,. ou"riinaln .ornponeruna .pera wagneriana. ms o ";";;;i; naturalista.En arre es nula. toaa. ,"peli"i,i.'c"" .rriioqu.parece en la historiapuede engendra, clertonmero deormas diferentes*::::-J_" ;;";;;'ilrico.pero ltega, D da en que la magnficacantrra-r.agota. Esto hal1y9:,p,or ejemplo,on ta ;;;; r teatro romirti_co-naturalista.Es,un error ingenuo."., lr."r";;;iii:ad acruar de ambos_g";;;;;;"u u ausencia dealentos personales.

    _o que ;;;;;" es que se han]-sj adglas combinacionriporiui..'"nr.ode ellos.por?::? raz6n, debe juzgarse ventuiosoqu" coincidaconste agotamiento la emergenciade un nueva sensibili-dad.capaz de denunciar;;;;;;#;, inractas. Si se analiza el nuevo estilo se t uliunen l ciertasendencias sumamente conexas

    ""ir.-ri.ri"nde:I .o, alaeshumanizacindel",

    ;"; ;.i"; ;;i.' iu*formasvivas;.o, a hacer que la oUrue art";s, ,t""obra de arte;.o, a considerar et.a:T

    com.o

    ilr.g;,;";"{ms; 5.", ana esencial irona; .6.o, d "t.iiihi"r.a-v,p.,anto, a una escrupulosa ,.ufirain.*n fin,7.",e1arte,20

    segn los artistas jvenes, es una cosa sin trascendenciaalguna.

    Dibujemosbrevemente cada una de estas faccionesdel arte nuevo.

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    UNAS GOTASDE FENOMENOLQGIA.,' .. ',J^', r". . 1' 'Un hombre ilustreagoniza. Su mujerest juntoallecho.Un mdicocuenta las pulsacionesdel moribun-do. En el fondo de la habitacin hay otras dos personas:un periodista,que asiste a la escena obitual por razn desu oficio,y un pintorque el azar ha conducido all.Esposa, mdico, periodistay pintorpresencian unmismohecho. Sin embargo, este nico y mismohecho-la agona de un hornbre-se ofrece a cada uno deellos con aspecto distinto.Tan distintosson estosaspectos, que apenas si tienen un ncleo comitn.Ladiferenciaentre lo que es para la mujer transidadedolor y para el pintorque, impasible,mira laescena, estanta, que casi fuea ms exacto decir: la esposa y elpinter presencian dos hechos completamentedistintos.

    Resulta, pues. que una misma realidad se quiebra enmuchas realidadesdivergentescuando es mirada desdepuntos cie vista distintos. Y nos ocurre preguntarnos:cul de esas mltiplesrealidades es la verdadera, laautntica?Cualquiera decisinque tomemos ser arbi-traria.Nuestra preferencia por una u otra slo puedefundarse en el capricho.Todas esas realidades sonequivalentes; cada una la autntica para su congruopdntode vista. Lo nico que podemos haceres clasifi-car estos puntos de vistay elegirentre ellosel queprcticamenteparezca ms normalo ms espontneo.As llegaremos a uqa nocinnada absoluta, perb, almenos, pricticay normativa de relidad.

    El'medioms claro de diferenciarlos puntos de vistade esas cuatro personas que asisten a la escena mortalconsisteen medir una de sus dimensiones:la distancia

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    'l'alvcz en la ms abstracta lnea ornamentalvibralarvada una tenaz reminiscencia de ciertas,formas. En segundo lugar -y esta es la razn msimportante-,el arte de que hablamosno es sloinhumanopor no contener cosas humanas, sino queconsiste activamenteen gla operacinde deshumanizar.'\ En su fuga de lo humanJn importa tantb el tflhino

    I ad quem, la fauna heterclitaa que llega, como el\ trlninoa quo, el aspecto humano qqg -des,truye.No se

    hombre, o casa, o montaa, sino de pintarun hombreque se parezca lo menos posiblea un hombre,una casaque conserve de tal lo estrictamentenecesario para queasistarhos a su metamorfosis,un cono que ha salidomilagrosamentede lo que era antes una montaa, comola serpiente sale de su camisa. El placer esttico para elartista nuevo emana de ese triunfosobre lo humano;por eso es preciso concrei ia victoiiay pisentai encada caso la vctimaestrangulada.

    ', Cree el vulgoque es cosa fcilhuirde la realidad,tcuando es lo ms dificildel mund.Es fff decir opintaruna osa 'que cdrezca por completo de sentido,que sea ininteligibleo nula: bastar con enfilar palabrassin nexol , o trazar rayas al azar. Pero lograrConstruiralgo que no sea copia de lo

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    \ "(p,,[ ] ,.,ncleo humanooue las musas peinany puti,nlrni

    ^r.0.|,-'l:":,':"pJI J:.o1.""r:,,r+"#'"i"ui,.a ta sotaosmtica.ya he inoicao g;-fr.i;*:d*,1,i_ol.ialdd vividay la percepcineia formaartstica son,n principio,incom*r_t ie,p;;;*"runa acomoda_ci-n diferente-E*nueSfi apararo' perceptor. IIn-_rteue nos proponga.esa doble mireda'r..e-.u, ,r" Ur.r.l sigloxrxha bizqEe il;rn";;ra;por eso susroductos arristicos,,iej"r.d";;;;;;;;;;r" tiponormale arte, son ral vez ta'mxi#;;;#lraen la historiael gusro.Todas las grandes p.;;r;;;'orrehan evitadoue la obra rensa en-lo iuma;;,; J*,.ode gravedad.Y ese imperativde exctusivoleri;;;';".ha goberna_do la sensibilidadde d;;sa;;ffi;; significapreci_samente una monstruosidadsin ejernplo"en il;;_in esttica. De donde resulta q; nueva inspira_in, en apariencia tan extraugiie,*uuelue a tocar,uando menos en un punto,ellamnoreal del arte.orque este camino si llama..,""1"ri"de estilo>,hora bien: estilizar.es- defor;";i;-;;"1,desrelizar.Estitizacinimplica.d-rh;;;;i;".1r'iui".u"rru,noay otra manera de deshum;;;;^'q;. estitizar. Elealismo, en cambio, invitando al rtista

    a seguircilmentela forma " lu, "o-r['ifrui,ua no tenerstilo.por eso el entusiasr^ d" ;;;^.in, no sabiendou decir, dice que sus c.uadros ti"n*n*"u.cter)),comolenen cacter v no estilo I-u"ur--Sor-ottu,Oi"k"n,o

    "q:g::En cambio, er siglo i;rr,.o*'ti"n.tun po"oaracter, posee a saturacin un estil.

    s rG uE LAD ES H uMAil ia?ILa gente nueva ha cleclaradotab toda injerenciadeo humano en el arte.

    Ahora,";; humano, elepertoriode elementos que irt.*"nu.r,ro mundoabitual posee una jeraiqua:oi tr*,'rangos. Havl()

    primero el orden de las personas, hay luego el dc losseres vivos, hay,en fin,las cosas inorgnicas.Pues bien:el veto del arte nuevose ejerce con una energa propor-cionala la altura jerrquicadel objeto. Lopersonal,porser lo ms humano de lo humano, es lo que ms evitaelarte joven.

    Esto se advierte rnuyclaramente en la rnrisicay lapoesa.

    Desde Beethovena Wagner el tema de la msica fuela expresinde sentimientospersonales. El artistamlicocomponagrandes edificiossonoros para alojaren ellos su autobiografra.Ms o menos era el arteconfesin.No haba otra manera de goce esttico que lacontaminacin.> Wagner inyectaen elsu adulteriocon la Wesendonk y no nosqueda otro remedio, si queremos complacernos en suobra, que volvernosdurante unpar de horas vagamenteadlteros. Aquella msica nos compunge,y para gozarde ella tenemos que llorar,angustiarnos o derretirnosen una voluptuosidadespasmdica. De Beethoven aWagner toda la msica es melodrama.

    Eso es una deslealtad-diriaun artista actual.

    Eso esprevalecersede una notable detrilidadque hay en elhombre, por la cual suele contagiarse del dolor o alegradel prjimo.Este contagio uoes de orden espiritual,esuna repercusinmecnica, como ladentera que produceel roce de un cuchillosobre un cristai.Se trata de unefecto automtico, nada ms. No vale confundirlascosquillascon el regocijo.El romnticocaza con recla-mo; se aprovecha inhonestamente del celo del pjaropara incrustaren l losperdigonesde sus notas. Fl arteno puede consistiren el contagiopsquico,porque stees un fenrneno inconscientey el arte ha de ser todoplena claridad,medioda de inteleccin.El llantoy larisa son estticamente fraudes. El gesto de la belleza nopasa nunca de la meiancoliao la sonrisa. Y mejor ansino llega. Toute matrise .iette k froid(Mallarm).

    31

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    nista y sc surncrgccr c:lgilcrittc(rsnticoclc krs rlcnttsinstrumentos.Pero era inevitable una convcrsinnrsrdical. Era forzclsoextirparde la msica los sentimien-tos privados,purificarlaen una ejemplarob.jetivacin.Esta fue la hazaa de Debussy. Desde l es posibleormsica serenamente, sin enibriaguezy sin llantos.Todas las variaciones de propsitos queen estos lti-mos decenios ha habido en ei arte musicalpisan sobre elnuevo terreno ultraterreno,eenialmente conquistadoporDebussy. Aqueilaconversinde lo subjetivoa loobjetivoes de tal importancia que ante ella desaparecen

    las diferenciacionesulterioresl.Debussy deshumanizla msica, y por ello data de l la nueva era del artesonoro.

    La misma peripeciaacontecien el lirismo.Convenalibertarla poesia, que, cargada de materia humana, sehaba convertidoen un grave, e iba arrastrando sobre latierra,hirindosecontra los rboles y las esquinas de lostc"jados, como unglobosin gas. Mallarmfue aqu ellibcrtrclorque dcvolvial poema su poder aerostticoystr virtudrsccndente. El mismo, tal vez, no realiz suanlbicir)n,pero fue el capitn de las nuevas exploracio-ncs ctreas que orden la maniobradecisiva: soltarlastrc.

    Recurdese cul era el tema de la poesa en lacenturia romntica. Elpoeta nos participaba lindamen-te sus emociones privadas de buen burgus; sus penasgrandes y chicas, sus nostalgias, sus preocupacionesreligiosaso politicasy, sl era ingls, susensoacionestras de la pipa. Con unosu otros medios aspiraba aenvolveren patetismo su existencia cuotidiana.Elgenio individualpermita que, en ocasiones, brotase entornoal ncleo hurnano del poema una fotosferaradiante, de ms sutil rnateria-por ejemplo, enBaude-

    t Un anlisis ms detenido de lo que significal)ebussy frente a lamsica romntica puede verse en mi ensayo ,recogido enEI Espectador, Ill.34

    l.rrrt'.l)crtlcstc rcsplanclorcra imprcnreditaclo'ljlroctit,,,.,i,, sicmPre ser un hombre'

    ,Ycsto parece.mal a los jvenes? -preguntacon

    r,'ur intitla indignacronatguienqut no lo s- ' Puesque

    l;,1;l;,';';a.i.?ipo.'o'u un paaro'un ictiosauro'un

    .1, rrlccitcdro'l'No s, no s: pero creo que el poeta.joven'

    cuando

    rtrctilit.se propone simplementeserpoeta' Ya veremos

    . i,ruotodo el arte fit* ;;;cidiendoen esto con larttcvaciencia,con ru o""u'poltica,'conla nueva

    vida,

    t'n lin,repugna untt'lia'confusinde fronteras'Es

    ,,',,^ri;;;;?

    pt't"rituomental querer-que las fronteras

    :;;il;;;; ttt"ui'n demarcadas' vida es una cosa'rocsia es otra -_p""tu"o' al menos'. sienten'

    No losnrczclemos. rr po"tu^"tiopi*tuOo.19t el ]rombreacaba'lildestino de ste es vivirsu itinerariohumano; larnisinde aqul es entar lo que no existe' De

    esta

    rranera se justificai-o|"iopotico' El poeta .ul-"nt,cl mundo, aadiend-o I to tut' lut l1-tttahi por srntismo,un irreal"ontinu"tt'

    Autbrviene de auctor' el're rryrrlta.Los i;;itt;-ll"ttaban.asal general queffiui;;;;JluPuttiu un nuevo territorio'

    Mallarmfut tr pit"iiombredel siglo pas'ado quequiso ser un pot'ul'ot"a mismo dice' >'y si suenauna hora es

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    r ma, mero substrato acstico del verso, es la voz delpoeta, que sabe aislarse de su hombre circundante.

    Por todas partes salimos a lo mismo: huida delapersona humana. Los procedimientosde deshumaniza-cin son muchos. Tal vez hoy dominanotros muydistintosde los que emple Mallarm,y no se me ocultaque a las pginas de ste llegan todava vibracionesyestremecimientosromnticos.Pero lo mismo que lamsica actual pertenece a un bloque histricoqueempieza con Debussy, toda la nueva poesa avanza enladireccinsdalada por Mallarrn.El enlace con uno yotro nombre me parece esencial si, elevandola miradasobre las indentaciones marcadaspor cada inspiracinparticular, se quiere buscar la lnea matrizde un nuevoestilo.

    Es muydificilque a un contemporneo menordetreinta aos le interese un librodonde, so pretexto dearte, se le refieran las idas y venidas de unos hombres yunas mujeres. Todo esto le sabe a sociologa,a psicolo-ga y lo aceptaria con gusto si, no confundiendo lascosas, s le hablase sociolgicamenteo psicolgicamen-te de ello. Pero el arte para l es otra cosa.

    La poesa es hoy el lgebra superiorde las metforas.

    EL TABUYLAMETAFORA

    La metforaes probablemente la potencia ms frtilque el hombreposee. Su eficienciallegaa tocar losconfines de la taumaturgiay parece un trebejo decreacin que Dios se dej olvidadodentro de una de suscriaturas al tiempo de formarla,como el cirujanodistrado se deja un instrumentoen el vientredeloperado.

    Todas las dems potencias nos mantienen inscritosdentro de lo real, de lo que ya es. Loms que podemoshacer es sumar o restar unas cosas de otras. Slo lametfora nos facilitala evasin y crea entre las cosas36

    lcales arrecif-esimaginarios,florecimientode islas ingr-vidas.

    Es verdaderamente extraa la existencia en el hombrede esta actitud mentalque consiste en suplantar unacosa por otra,no tanto por afn {e llegara sta comopo. "iempeo de rehuiraqulla.

    La metfora escamo-i.u .rn objetoenmascarndolo con otro, y no tendriasentido si "no viramos bajo ella un instintoque induceal hombre a evitar realidadesl.

    Cuando recientementese pregunt un psiclogocul

    pu"auser el origen de la metfbra, hall sorpreld {o,rr. unu de sus iaces est en el espiritu del tab2' Haabido una poca en que fue el miedo la mximainspiracinhumana, una edad dominada por el tefforcsmico.Duranteella se siente la necesiclad de evitarciertas realidades que, por otra parte, son ineludibles'Elanimalms frecuente

    -en el pais, y de que depende lasustentacin, adquiere un prestigiosagrado' Esta consa-gracin traeconligola idea de que no se le puede tocar3o" rut manos. qiu hace entonces para comer el indioLillooet?Se pone en cuclillasy cruza las manos bajo susnalgas. De este modopuede comer' porque las,manosUujfutnalgas son metafricamenteunos pies' He aquurt'ttopode"accin,una metforaelementalpreviaa lai-ug.nverbal y que se originaen el afn de evitarlarealidad.

    Y como la palabra es para el hombre primitivounpoco la "otu

    *is*unombrada, sobreviene el menesterr no no*Urarel objeto tremendo sobre que ha recadotab. De aqu que ie designe con el nombre de otra"tu,

    *."t"otoen forma larvada y subrepticia'Asi'el polinesio,que no debe nombrar nada de lo quep.ri"n"".at ry, cuando ve arder las antorchas en su

    r Also ms sobre la metfora puede verse en el ensayo ,publicado en 'l Espectador ' IV'[Yen el

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    palacio-cabaa, tiene que decir: He aqu la elusin meiafrica.

    Obtenidoen esta forma tabuista, el instrumentometafricopuede luego emplearse con los fines msdiversos. Uno de stos, el que ha predominado en lapoesa, era ennoblecer el objeto reI. Se usaba de laimagen similarcon intencin decorativa. para ornar yrecamar la realidad amada. Sera curioso inquirirsi enla nueva inspiracinpotica, al hacerse la metfora' sustancia y- no ornamento, cabe notar un raro predomi_

    , nio de la iriragen denigrante que, en lugar de ennoblecery realzar, rebaja y veja a la pobre realidad. Hace pocolea en un poeta joven que el rayo es un metrci decarpinteroy los rboles infoliesdel inviernoescobaspara barrer el cielo. El arma lricase revuelve contra lascosas naturales y las vulnera o asesina.

    SUPRA E INFRARREALISMO

    Pero si es la metfora el ms radical instrurnentoded_eshumanizacin, no puede ciecirse que sea el nico.Hay innumerablesde alcance diverso.. Uno, el rns simple,consiste en un simplecambio dela perspectivahabitual. Desde el punto de vista humanotienen las cosas un orden, una jrarqua determinados.Nos parecen unas muy importantes,btras *enos, otraspor completoinsignificantes.para satisfacer el ansia dedeshumanizar no es, pues, forzoso alterar las formasprimariasde las cosas. Basta con invertirla jerarqua yhacer un arte donde aparezc"n en primer plno, "rtu-cados con aire monumental, los mnimobsucesos de lavida.

    Este es el nexo tratente que une las maneras de artenuevo en apariencia ms distantes. Un mismoinstinto{e fuga y evasin de lo real se satisface en el suprarrea_lismode a metforay en lo que cabe llamar infrarrea_lismo.A la ascensin potica puede sustituirse una38

    nrrnersinbajo el nivelde la perspectivanatural. Losnrejores ejemplos de cmo por extremarel realismose lesupera -no ms que con atender lupa en mano a lornicroscpicode la vida-son Proust, Ramn Gmeztlc la Serna, Joyce.

    Ramn puede componertodo un librosobre lossenos -alguien le ha llamado

    (nuevoColn que navegahacia hemisferios>>-,o sobre el circo,o sobre el alba, osobre el Rastro o la Puerta del Sol. El procedimientoconsiste sencillamente en hacer protagonistasdel dramavitallos barrisbajos de la atencin, lo que de ordina-rio desatendemos. Giraudoux, Morand,etc., son, envaria modulacin,gentes del mismo equipolrico.

    Esto explicaque los dos ltimosfuesen tan entusias-tas de la obra de Proust, como, en general, aclara elplacer queeste escritor, tan de otro tiempo,proporcio-na a la gente nueva. Tal vez lo esencial que el latifundiode su librotiene de comncon la nueva sensibilidad,esel cambiode perspectiva:desdn hacia las antiguasformas monumentales del almaque describa la novela,e inhumana atencina la finaestructura de los senti-mientos, delas relacionessociales, de los caracteres.

    LAVUELTA DELREVES

    Alsubstantivarsela metfora se hace, ms o menos,protagonistade los destinos poticos. Esto implicasencillamenteque la intencin esttica ha cambiado designo, que se ha ye[ojg],.{rys.Antes se verta lametfora sobreuna realidad,a manera de adorno,encaje o capa pluvial.Ahora,al revs, se procuraeliminarel sostn extrapotico o real y se trata derealizar la metfora, hacer de ella la res potica. Peroesta inversindel proceso esttico no es exclusivadelmenester metafrico, sinoque se verifica entodos losrdenes y con todos losmedioshasta convertirse enun

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    zan ideas. En los Seis personajes, el destino dolorosoque_ellos representan es mero pretextoy queda desvir_tuado; en cambio, asistimosal rama ."t e unas ideascomo tales, de unos fantasmad-lUtivos qu gesticulanen la rnente de un autor. El intentode deshumnizacines ciarsimo_y la posibilidad de lograrloqueda en estecaso probada. Almisrno tiempnsi'advierteejemplar_mente la dificultaddel gran pblicopara acomodar lavisina esta perspectiva invertida.Va buscando eldrama humano que la obra constantemente desvirta"retira e ironiza,poniendoen su lugar -_-esto es, enprimerplano- la---cqin_ teatral iris*a,como talfiqci.n.Ai.granpblicole'irritaque l'ngaen y nosabe complacerseen el deliciosofraude del-arte, ntoms exquisitocuanto mejor manifiestesu textura frau_dulenta.

    ICONCCLASIA

    No parece excesivo afirmarque las artes plsticasdelnuevo estilo han revelado un verdadero asio hacia lasformas I'ivaso de los seres vivientes.El fenmenoadquiere completa evidencia si se compara el arte deestos aos con aquella hora en que de la disciplina

    gtica.emergen pintura y esculturaomo de una peiadi_lla y dan la gran cosecha mundanal del Renacimiento.Pincely eincel 'se deleitan voluptuosam.nt"

    "n'rafuiitiuauta que el modelo animalo vegetal presenta en suscarnes mrbidas donde la vitalidadpalpita. No importaqu. seres, con_ tal que en ellos la vidad su pulsacindinmica. Y del cuadro o la escultura se derrama laforma orgnica sobre el ornamento.Es la poca de loscuernos de la abundancia, manantiales de vida torren-cialque amenaza inundar el espacio con sus frutosredondos y maduros.Por qu el artista siente horrora seguir la lneamrbida del cuerpo vivoy la suplanta poi el esquema42

    geomtrico? Todos los errores y aun estafas del cubismoluo oscurecen el hecho de que durante algntiemponoshayamos complacidoen un lenguaje de puras formaseuclidianas.

    El fenmeno se complica cuandorecordamos queperidicamenteatraviesa la historiaesta furia de geo-rnetrismoplstico.Ya en la evolucin del arteprehist-ricovemos que la sensibilidad comienzapor buscar laforma vivay acaba por eludirla,comoaterrorizada oasqueada, regindose en si$iros ahstractos, ltimoresiduode figuras animadas o csmicas. La sietpe seestiliza enmeandro, el sol en esvstica. A veces este ascoa la forma vivase enciende en odio y produce conflictospblicos,La revoiucin contralas imgenes del cristia-nismooriental,l prhibicin*semtica-

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    IIII

    delicado de decir, entre otros motivos,porque es mllydificilde formularcon justeza.

    Para el hombre de la generacinnovsima,el arte e.suna cosa sin trascendencia. Una vez escrita esta fraseme espanto de ella al advertirsu innumerable irradia-cin designificadosdiferentes. Porque no se trata deque a cualquier hombrede hoy le parezca el arte cosasin importanciao,menos importante que al hombre deayer; sino que el hrtista mismo ve su artecomo unaiabor intrascendente. Pero aun esto no expresa con

    rigorla verdadera situacin.Porque el hechono esque

    al artista le interesenpoco su obra y oficio,sino que leinteresan precisamente porque no tienen importanciagrave y en la medida que carecen de ella. No se entiendebien el caso si no se le mira en confrontacincon lo queera el arte hace treinta aos, y. en general, durante todoel siglopasado. Poesa o msica eranentonces activida-des de enorme calibre:se esperaba de ellas poco menosque la salvacinde la especie humana sobre la ruina delas religionesy el relativismoinevitablede la ciencia.Elarte era trascendente en un dpble sentido. Lo era po-{sUterna, que sola consistiren los ms graves problemasdeld--humanidad,y lo era por s mismo, como potenciahumana que prestaba jusTificciny dignidada laespecie. Era de ver el solemne gesto que ante la masaadoptaba el gran poeta y ei msico genial, gesto deprofeta o fundador de religin, majestuosaapostura deestadista responsablede los destinos universales.

    Aun artista de hoy sospecho que le aterrara verseungido con tan enorme rnisin y obligado, en conse-cllencia,a ftataren su obra materias capaces detamaas repercusiones. Precisamente le empieza a saberalgo a fiutoartstico cuandoempieza a notar que el airepierde seriedad y las cosas comienzana brincar liviana-mente, libresde toda formalidad.Ese pirueteo universales para l el signo autnticode que las musas existen.Sicabe decir eue el arte salva al hombre, es slo porque lesalva de la seriedad de la viday suscita en l ineSperada

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    rruericia.Vuelve a ser simbolodel arte la flautanrgicirilcPan, que hace danzar los shivos en la linde dell'rrtsque.

    Todo el arte nuevo resulta comprensibley adquiereciera dosis de grandeza c.ando se ie interpreta oomoun ensayo de crear puerilidad en un mundo viejgrOtrossstilcs bligaban a que se les pusiera en conexinconlos dramticos movimientossociales y polticoso bienc,irn las profundas corrientes filosficaso religiosas'Elnuevoeitilo,por el contrario,solicita,desde luego, ser

    aproximadoal triunfode los deportesy juegos. Son dos

    hchos hermanos, de la misma oriundez.En pocos aos hemos vsto crecer la marea del

    deportien las planas de los peridicos,haciendonanfragar casi todas ias carabelas cle la seriedad' Losartculsde fondo amenazan con descender a su abismotitular,y sobre la superficiecinglanvictoriosaslas yolas,Je regaia. El cultoal cuerpo es eternamentesntoma deinspiiacinpueri , porquo slo es bello y gilen larrroiedad,mlentrasel culttlal espirir'uindica voluntaddc enveiecimiento,porque slo llega a plenitud cuandoel cuerpo ha entrado en decadencia. El triunfudeldeporte significala victoriade los valores de juventudsobre los ,,alotes de senectud. Lopropio acontece con elr,inemagrafo, que es, liorexcelencia, arte corporal.

    Todav en migeneracingozaban de gran prestigiolas maneras de la vejez. Ei muchacho anhelaba dejar deser muctlacho lo antes posibley prefera imitarlosandares fatigados del hombre caduco. Hoylos chicosylas chicas sJ esfuerzan en prolongarsir infanciay losmozos en retener y subrayar su juventud. No hay duda:entra Europa en una etapa de puerilidad.

    El suceso no Cebe sorprender. La historiase muevesegirn grandes ritmosbiolgicos.Sus mutaciones mxi--s n pueden originarseen causas secundarias y de

    detalle, iinoen factores muy elementales,en fuerzas

    primariasde carcter csmico'Bueno fueraque lasdiferenciasmayores y como polares, existentes en el ser

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  • 8/12/2019 Ortega, La Deshumanizacion Del Arte

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    vivo'-lossexos y las edades-, no ejerciesen tambinun influjosobre el perfilde los tiempos.Y, en efecto,fciles notar que la historia se.columpiartmicamentedel uno al otro polo,dejando que en unas pocaspredominen las calidades maseulinas y n otras lasfemeninas,o bien exaltando unas veces l-a ndole juvenily otras la de madurez o ancianidad.

    El cariz que en todos los rdenes. va tomando laexistenciaeuropea anucia un tiempode varona yjuventud.La mujer y el viejo tienen que ceder duranteun perodo'elgobiernode la vida a los muchachos, y noes extrao que el mundo perczca ir perdiendo forma-lidad.

    Todos los caracteres del arte nuevopueden resurnirseer este de su intrascendencia, que,a su vez, no consisteen otra cosa sino en haber el arte cambiado su coloca-cin en la jerarquade las preocupacioneso intereseshumanos. Pueden representarse stos como una seriede crculos concntricos,cuyo radio mide la distanciadinmicaal eje de nuestra vida, donde actan nuestrosslrpremosafanes. Las cosas de todo orden -vitaiesoculturales- giranen aquellas diversas rbitas atradasms o rnenos por el centro cordial delsistema. Puesbien:yo diriaque el arte situado antes **comolaciencia o la poltica-muy cerca del eje entusiasta,sostn de nuestra persona, se ha desplazado hacia lapg1"r.{eria.No ha perdido ninguno de sus atributosexteriores, pero se ha hecho distante, secundario ymenos grvido.

    La aspiracinal arte puro no es, corno suele ereerse,una soberbia, sino,por el contrario,gran mcdestia. Al

    , vaciarse elarte de patetismo hurnano queda sin trascen-dencia alguna**{omoslo arte, sin ms pretensin.

    CONCLUSION

    Isis mirinima,trsis la de diez milnombres, llamabanlos egipcios a su diosa" Toda reaiidad en cierto modolo

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    es. Sus componentes, sus faccionesson innumerables.No es audaz, con unas cuantas denominaciones,quererdefiniruna cosa, la ms humilde? Fuerailustrecasuali-dad que las notas subrayadas por nosotros entre infini-tas resultasen ser, en efecto, las decisivas.La improbabi-lidad aurnenta cuando se trata de una realidad nacienteque iniciasu trayectoriaen los espacios.

    Es, pues, sobremanera probable que este ensayo defiliarel arte nuevo no contenga sino errores.Altermi-;rarlo,en el volumenque l ocupbabrotan ahora en mcuriosidady esperanza de que tras l se hagan otros mscerteros. Entre muchos podremos repartirnos los diezmilnombres.

    Pero sera duplicarmi errorsi se pretendiese corregir-lo destacando slo algn rasgoparcial no incluidoenesta anatomia. Los artistas suelen caer en ellocuandohablan de su arte, y no se alejan debidamente paratomar una amplia vistasobre los hechos.'Sinembargo,no es dudoso que la frmulams prximaa la verdadser la que en giroms unitarioy armnicovalga paramayor nmero de particularidades-y, como en eltelar. un solo golpe nude milhilos. '-t i' ' ,'rr"

    Me ha movidoexclusivamentela delicia d'e intentar 'comprender-ni la ira ni el entusiasmo.He procuradobuscar el sentido de los nuevos propsitosartisticos,yesto, claro es, supone un estado de espritu lleno depreviabenevolencia.Pero es posible acercarse de otramanera a un tema sin condenarlo ala esterilidad?

    Se dir que el arte nuevo no llaproducidohastaahora nada que merezca la pena, y yo ando muy cercade pensar lo mismo.De las obras jveneshe procuradoextraer su intencin,que es 1o jugoso,y rne he despreo-cupado'de su realizacin. Quinsabe lo que dar cle sieste nacientebstilo La empresa que acomete es fabulosa-*q$|Tg_9"{94r-.4elq nada. Yo espero que ms adelantese ctente con menos y acierte ms.Pero, cualesquierasean sus errores, hay un punto,ami juicio,inconmovibleen la nueva posicin:la imposi-

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