ORACIONS DE MONITORS - Juniors MD Almussafes · 2 Los ojos del alma son los más vivos AMISTAD D os...

30
1 ORACIONS DE MONITORS PENYASCOSA 2008

Transcript of ORACIONS DE MONITORS - Juniors MD Almussafes · 2 Los ojos del alma son los más vivos AMISTAD D os...

1

ORACIONS

DE

MONITORS PENYASCOSA 2008

2

Los ojos del alma son los más vivos

AMISTAD

Dos hombres enfermos de gravedad compartían el mismo cuarto de un hospital. Uno

de ellos tenía permitido sentarse durante una hora de la tarde para drenar el líquido de sus pulmones. Su cama estaba al lado de la única ventana de la habitación. El otro tenía que permanecer acostado de espaldas sin moverse. Conversaban incesantemente, un día tras otro, de los temas más variados y, sobre todo, de sus experiencias. Cada tarde, cuando el hombre del lado de la ventana se sentaba, le describía a su compañero de cuarto todo lo que veía en el exterior. Con el tiempo, el hombre acostado de espaldas, que no podía asomarse por la ventana, esperaba ansioso que llegara esa hora durante la cual disfrutaba con los relatos de su compañero. La ventana daba a un gran parque con un lago hermoso. Los patos y los cisnes se deslizaban por el agua, mientras los niños jugaban en la orilla. Los enamorados se paseaban de la mano entre jardines con flores d todos los colores y árboles majestuosos. Al fondo de este paisaje, en la distancia, se distinguía recortada sobre el cielo una bella vista de la ciudad con sus monumentos. Cuando el señor de la ventana describía todo esto con detalle, su compañero cerraba los ojos y lo imaginaba con una gran sonrisa en su boca. Una tarde, le describió un desfile que pasaba por la puerta del hospital y, aunque no pudo escuchar la banda, era casi como si lo hubiera visto. Otra tarde le retransmitió un partido que jugaban unos niños enfrente, con sus goles y todo. En otra ocasión le contó con precisión cómo iba vestida la gente y lo que hacían cuando pasaban por allí en su ir y venir. Prácticamente casa vez le contaba una cosa distinta. Así se sucedían las tardes, los días y las semanas. Una mañana la enfermera, al entrar en la habitación para el aseo diario, se encontró con el cuerpo sin vida del señor de la ventana, que al parecer había muerto tranquilamente durante el sueño. Al día siguiente, el otro señor le pidió que lo trasladaran cerca de la ventana. La enfermera realizó el cambio y después de asegurarse de que estaba cómodo, le dejó solo. El señor, con mucho esfuerzo y dolor, se apoyó en un codo para poder mirar el mundo exterior por primera vez desde su llegada al hospital: por fin podría verlo por sí mismo. Una vez que consiguió incorporarse miró por la ventana y lo único que vio fue la pared gris de un edificio. Confundido y triste a la vez, llamó a la enfermera y le preguntó si sabía por qué su compañero muerto le había engañado describiendo tantas cosas maravillosas y distintas de lo que se veía por la ventana. La enfermera le respondió: “Tú compañero era ciego. Un día me comentó que o hacía para animarte”.

La ventana del hospital 1111

3

(Autor desconocido)

• QUE TU MIRADA SEA Que tu mirada sea, mirada clara, sea mirada de niño, que transparenta el alma. Sea como agua fresca de arroyo que no deja ocultar nada.

Que tu sonrisa sea, sonrisa ancha, fuerza que surja de adentro, ganas que se contagian, buen humor que dé sentido al quehacer de tu jornada.

Que tus palabras sean, valientes palabras, que no oculten la verdad y no teman proclamarla. Que sean la voz de aquellos que ya no pueden alzarla.

Que tus manos sean, manos entrelazadas,

manos con otras tendidas, abiertas, no solitarias. Manos unidas y fuertes que hoy construyen el mañana.

Que tu caminar sea, compartida caminata, que busque abrir junto a otros huellas de nueva esperanza. Que tu camino acompañe el caminar del pueblo en marcha.

Que tus silencios sean, eco de tus entrañas, crisol de anhelo y proyectos que sólo el tiempo amalgama. Silencio fértil, simiente que en brotes de vida estalla.

Que tu vida entrega sea, para que valga la pena, ser vivida y no gastada.

4

Vivir la vida con ojos de asombro COMPRENSIÓN

El color preferido de Nacho era, sin ninguna duda, el blanco. Casi desde que nació le empezó a gustar y, ahora, con siete años, volvía loca a su madre pidiéndole siempre todo del mismo color: pantalones, camisetas, jerséis, abrigos, vasos, estuches,… hasta su cepillo de dientes era blanco. Sabía que su madre no tenía mucho dinero, pero él se conformaba con cualquier cosa con tal que fuera blanco. Adoraba el invierno y, cuando nevaba, Nacho era otro. Los contados días al año que eso ocurría, salía de casa embalado y se iba con sus amigos del barrio a jugar durante horas. Se olvidaba hasta de merendar. Pero lo que más impresionaba de Nacho era su habitación: la tenía repleta de cosas blancas. Sus cortinas, su armario, su alfombra… todo todito del mismo color. Entre todas esas cosas destacaba una que era su favorita y que no estaba dispuesto a cambiar por nada: sus sábanas. Ya sabemos todos que no eran rojas, precisamente. Cuando llegaba la noche era el momento que más le gustaba, con diferencia. Se sentía protegido cuando se metía en su cama e imaginaba que, allí dentro, nadie le podía hacer nada: era imposible, sus sábanas era blindadas. Y, así, mientras empezaba a soñar, se quedaba plácidamente dormido rodeado de blanco por todos los lados. Pero un día, su madre le puso unas sábanas distintas a las habituales: ¡eran azules! Cuando Nacho se dio cuenta no entendió nada y fue corriendo a preguntar a su madre: “Oye mamá, ¿por qué me has quitado mis sábanas blancas?” Donde vivían se había iniciado, hacía poco tiempo, una protesta de todos los vecinos debido a la intención de una organización de construir una casa o … una especie de centro para mendigos, indomiciliados y todo ese tipo de gente, muy de cerca de allí. Por supuesto, aquello no se podía permitir. En el barrio no estaban de acuerdo con aquella decisión y empezaron a hacer todo lo posible para impedirlo: hojas expectativas en los portales, reuniones, manifestaciones… Pero la forma de protesta más difundida fue la de exhibir sábanas en los balcones, como señal de rechazo ante el levantamiento de esa especie de centro o sucursal del infierno que haría que el barrio se convirtiera en uno de los peores de la ciudad. Y… claro, las sábanas tenían que ser de color blanco, símbolo de la solidaridad por excelencia…

Aquellas sábanas blancas 2222

5

Entonces, cuando Nacho preguntó aquello a su madre, ella le contestó para que lo entendiera: “Hijo, es que van a venir unos señores muy malos y como nadie quiere que vengan, hemos pensado echarlos enseñando muchas, muchísimas sábanas blancas”. A él no le convencía demasiado la idea. Le habían quitado sus sábanas blindadas y encima no sabía quiénes eran esos señores tan malos. Pero bueno, salió al balcón de su casa y vio que allí estaban colgadas las suyas y que infinidad de ellas más ocupaban el edificio de enfrente y todos los de la calle. Pensó que serían cosas de los mayores, aunque a él no le pareció muy bien. Se tuvo que aguantar y dormir un montón de noches sin su protección. Con el tiempo, a Nacho se le olvidó por completo todo esto y, naturalmente, creció. Creció muy deprisa y pronto dejó de ser un niño. No le iba bien en el instituto, entre otras cosas porque no iba mucho y, la verdad, su madre no estaba muy contenta con él, por las notas y por las compañías. No sol dejó de ir a clase, sino, que cada vez pasaba menos tiempo en casa y cuando aparecía su madre con lágrimas en los ojos, aprovechaba para preguntarle dónde había estado todo el tiempo. Él siempre respondía de la misma forma: “Por ahí”. Pero ella ya sabía que era lo que pasaba porque era madre, y además, se lo habían comentado más de una…y de dos personas. A nacho le seguía gustando mucho el blanco, pero ahora parece ser que en forma de polvos. En cuanto a las jeringuillas le daba igual, podía ser de cualquier color, eso sí, necesitaba su dosis de lo que fuera y tenía que hacer lo preciso para conseguirla. Se acostumbró a vivir en la calle y sus visitas en casa era cada vez más esporádica, hasta que llegó el momento en el que dejó de ir totalmente. Ahora la calle era su hogar. No vio a su madre durante muchos meses. Un día, encontraron a Nacho tirado en las afueras de la ciudad. La ambulancia fue a recogerlo y, después de pasar por urgencias, le llevaron a una casa o…una especie de centro para mendigos, indomiciliados y todo ese tipo de gente, que había muy cerca de donde él vivía antes. Estuvo varios días en la cama y perdió la noción del tiempo. Lo primero que vio la mañana que despertó, nada más abrir los ojos fue algo que desentumeció su mente y despertó su memoria, casi al instante y de una forma casi inmediatamente real: una sábana blanca se secaba agitada por el viento en un balcón del edificio que se veía por la ventana del cuarto en el que estaba. Por un momento pensó que tenía siete años y que estaba en el balcón de su casa viendo una de las sábanas que la gente había puesto para echar a los señores malos. Pero, inmediatamente, supo que no. Ahora era él uno de aquellos señores que hacía tiempo le dijera su madre. Justo cuando todos estos pensamientos ocupaban su mente, una chica joven, que Nacho no conocía de nada, entró en el cuarto. Ella le explicó todo lo que había pasado desde que se quedó

6

inconsciente. Llevaba allí bastantes horas y estaban esperando a que despertara. Cuando Nacho salió del cuarto y vio dónde estaba pensó en ir a casa. Tenía algo importante que hacer y, por eso, fue. Como hacía tanto que su madre y él no se veían, nada más abrirle la puerta ella se echó a sus brazos sollozando, mientras exclamaba: “¡¡Hijo mío…!!”. En cuanto pudo, Nacho fue a su habitación y se puso a revolver en el armario hasta que encontró lo que buscaba. Allí estaban… sus antiguas sábanas, tan blancas como siempre, su protección. Aquellas sábanas blancas, su protección, que su madre un día le quitó para siempre. Aquellas sábanas blancas, su protección, que su madre un dia le quitó para protestar con todos, para echar a los que estorbaban, a los que eran como ahora era él. Las extendió en el suelo de la habitación, y después, las cortó en múltiples trozos cuadrados que, cuidadosamente, fue colocando uno encima del otro. Cuando terminó, cogió todos los recortes de sabana y fue a la cocina, donde estaba su madre todavía llorando, y le dijo: “Toma mamá, todo estos pañuelos son para ti”.

7

• LIBERTAD Me hablan de libertad en un mundo que es esclavo, porque al poder y al dinero sus destinos vive atado. Me hablan de ser más libre entre hombres que olvidaron: "no somos patrones señores, nacimos pa' ser hermanos!"

Esperanza de un buen cambio en muchos ha despertado, mas ¿dónde encontrar modelos? los hombres nos preguntamos. Yo te propongo mi amigo seguir a quien he encontrado.

Jesús el liberador, hombre libre y liberado. Aquel que no tuvo miedo de enfrentar al más pintado. Aquel que dio hasta la vida y, por haberla entregado, un camino verdadero con su vida ha señalado.

Sólo puede liberar quien todo se ha despojado, quien en las manos del Padre solamente se ha confiado.

Quien no vive de ataduras, quien del yugo se ha librado. Ese es el hombre libre, ése el hombre liberado:

Jesús, el liberador, a él, "Señor" lo llamamos. Fuente de la libertad arroyo donde abrevamos ejemplo para imitar los que seguimos sus pasos.

Libertad, paz y justicia no pueden ser separados yo no puedo ser más libre si a uno de mis hermanos en la vida de acá abajo le tocó el papel de esclavo. Mi libertad no es ajena de lo que pasa a mi lado.

Nadie puede liberar si no ha experimentado el silencioso camino de librarse de lo malo o egoísta que carcome las ganas de ser solidario.

Yo no puedo ser más libre si doy vuelta y al costado la miseria y la pobreza continúan sus estragos.

Mi libertad se construye con la dignidad de mi hermano. La libertad no es neutral sino camino obligado por construir hoy un mundo más solidario y humano. La libertad es desafío y entrega para lograrlo.

Señor, yo quiero ser libre, por eso soy más hermano. Para la libertad vivo y sueño; para la libertad lucho y canto; para la libertad: mi vida y mi compromiso diario.

Libertad, Justicia y Paz la utopía del cristiano.

8

Siempre existe algo distinto Esta es una pequeña historia, la historia de siempre, sobre cuatro personas que se llamaban: Todo el mundo, Alguien, Cualquiera y Nadie. Había que hacer un importante trabajo y Todo el Mundo estaba seguro de que Alguien lo haría. Podría haberlo echo Cualquiera, pero Nadie lo hizo. Entonces, Alguien se enfadó porque era un trabajo de Todo el Mundo. Pero Todo el Mundo pensó que Cualquiera podía hacerlo y Nadie sabía que ninguno lo haría. Al final, Todo el Mundo echó la culpa a Alguien cuando Nadie hizo lo que Cualquiera podría haber echo. La historia de siempre.

• TE COMPARTO MI ESPERANZA Te comparto mi esperanza de esperar cada momento con la misma fuerza y ganas de la primera mañana.

Ofrecer siempre las manos abiertas y no cerradas, saber entregar amor a través de la mirada.

Aprender a dar la vida, compartir la espera larga, al lado de los que sufren hacer la fe solidaria.

Soñar con las utopías, vivir para realizarlas, luchando por los ideales, y la justicia sumarla.

Saber caminar con otros en lucha comunitaria, para que todos los hombres vivan una vida más humana.

Vivir para los demás, como nos mostró Jesús, hasta entregarnos su vida en lo alto de una cruz.

Vivir mirando las cosas con la mirada de Dios, para hacer un mundo nuevo de Justicia, Paz y Amor.

No creas que será fácil caminar este camino pero las crisis ayudan a ir descubriendo el sentido.

La verdad que hay en las cosas es un tesoro escondido, quien equivoca la senda, tal vez su vida ha perdido.

El Evangelio te muestra cómo no errar el camino, de veras, vale la pena a Jesucristo seguirlo.

La historia de siempre 3333

9

Te comparto mi esperanza de empezar cada momento

con la misma fuerza y ganas de la primera mañana.

Compartir es siempre el camino del éxito

En un pequeño pueblo una mujer se llevó una gran sorpresa al ver que había llamado a su puerta un extraño correctamente vestido que le pedía algo de comer. Lo siento –dijo ella- pero ahora mismo no tengo nada en casa. No se preocupe, dijo amablemente el extraño tengo una piedra de sopa en mi cartera. Si usted me permitiera echarla en una olla de agua hirviendo yo haría la más exquisita sopa del mundo. Consiga una olla muy grande por favor. A la mujer le picó la curiosidad, puso la olla al fuego y fue a contar el secreto de la piedra a sus vecinas. Cuando el agua rompió a hervir, todo el vecindario se había reunido allí para ver aquel extraño y su piedra de sopa. El extraño dejó caer la piedra en el agua, luego probó una cuchara con verdadera delectación y exclamó: “¡¡Deliciosa!! lo único que necesita es unas cuantas patatas” -¡¡Yo tengo unas patatas en mi cocina!!- gritó una mujer. Y en pocos minutos estaba de regreso con una gran fuente de patatas peladas que fueron derechas a la sopa. El extraño volvió a probar el brebaje: “¡¡Excelente!!”-dijo y añadió: si tuviéramos un poco de carne, haríamos un cocido más apetitoso. Otra persona que estaba a la expectativa salió zumbando y regresó con un pedazo de carne que el extraño, tras aceptarlo cortésmente, introdujo en el puchero. Cuando volvió a probar el caldo, puso los ojos en blanco y dijo: -¡ Ah, que sabroso! si tuviéramos unas cuantas verduras sería perfecto, absolutamente perfecto… Una de las vecinas fue corriendo a su casa y volvió con una cesta llena de cebollas, zanahorias, tomates y pimientos. Después de introducir las hortalizas en el puchero, el extraño probó nuevamente la sopa y con tono autoritario dijo: -¡ La sal! Aquí la tiene, le dijo la dueña de casa. A continuación dio otra orden: ¡¡Platos para todo el mundo!!. La gente se apresuró a ir a sus casas en busca de platos. Algunos regresaron trayendo incluso pan y vino para los allí congregados.

La piedra de hacer sopa 4444

10

Luego se sentaron todos a disfrutar de la estupenda comida, mientras el extraño repartía abundantes raciones de su increíble sopa. Todos se sentían extrañamente felices mientras reían, charlaban y compartían por primera vez su comida en medio del alborozo, el extraño se escabulló silenciosamente, dejando tras de sí la milagrosa piedra de sopa que ellos podrían usar siempre que quisieran hacer la mas deliciosa sopa del mundo…

• DECIR COMUNIDAD

Decir comunidad es decir camino compartido, multitud de manos que se unen para, entre todos, hacer la marcha más liviana abrazo de miradas que se buscan para buscar, unidas, la mirada de Aquel que por nosotros dio la vida. Es compartir, la vida entrelazada, es reunir bajo las mismas esperanzas las diferencias, que así, no nos separan.

Decir comunidad es hablar de proyecto común, sueños compartidos, camino acompañado. Es pensar en el otro y en lo mejor para el otro y pensar, juntos, en lo mejor de nosotros para todos los otros.

Decir comunidad es darse fuerzas entre todos. Es alentarse con la palmada al hombro, es corregirse sin miedo a los enojos. Es animarse a crecer juntos poco a poco.

Decir comunidad es hablar de apertura y entrega

servicio a los demás, aprender a brindarse, generosos. Es compartir la vida de Dios fuente de vida, de esperanza y amor.

Decir comunidad es común-unidad de criterios verdaderos (los del Evangelio) de opciones valientes (las de Jesús) de desafíos audaces (los del Reino en marcha)

Decir comunidad es el encuentro de muchos que animados y alentados por el Espíritu, buscan clamar a Dios.

Aquí estamos Señor unidos y en camino para hacer crecer tu Reino donde pidas.

11

Siempre son más ricos los pobres

En una ocasión, el padre de una familia muy rica llevó a su hijo al campo con la intención de que viera lo pobre que era la gente que allí vivía. Estuvieron todo un día y una noche entera en la casa de un pueblo, con una familia campesina muy humilde. Al terminar el viaje, de regreso a casa en el coche, el padre le preguntó a su hijo: “¿Qué te pareció el viaje?” “Muy bonito papá”, contestó alegremente el niño. El padre le volvió a preguntar: “¿Viste lo pobre que puede llegar a ser la gente?” “¡Sí!”, dijo el niño. “¿y qué aprendiste?” El niño calló un segundo y, después de pensar, respondió: “Ummm… pues…, aprendí que nosotros tenemos un perro en casa y ellos tienen cuatro. Que nosotros tenemos una piscina en medio del jardín y ellos un río. Que nosotros tenemos en el patio unas lámparas compradas y ellos tienen las estrellas. Que nosotros tenemos un terreno que llega hasta un muro y ellos el campo”. Al terminar el relato de lo que había aprendido el padre se quedó mudo y…su hijo añadió: “Gracias papá por enseñarme lo pobres que somos”.

Viaje al campo 5555

12

• LA LIBERTAD Ser libre es asumir el riesgo de equivocarse y aceptar con humildad el error. Ser libre es superar la moda, los tabúes, los prejuicios y animarse a vencer los condicionamientos.

Ser libre es conocerse a uno mismo, tomar conciencia de aquello que se puede dar y luchar por hacerlo realidad.

Ser libre es aceptarse como uno es teniendo la valentía de cambiar aquello que se puede mejorar.

Ser libre es asumir la responsabilidad de los propios pensamientos, palabras y actos.

Ser libre es ser auténtico, coherente y fiel a lo que uno debe ser.

Ser libre es reconocerse pequeño limitado y pobre, pero persona, ante los que se proclaman grandes, poderosos y ricos.

Ser libre es sacudirse las cadenas de la rutina y la imitación para vivir la vida

de una manera única, original e irrepetible.

Ser libre es romper con el egoísmo que nos atrapa y nos impide lanzarnos de lleno a los demás.

Ser libre es mirar a todos con ojos de hermano sintiéndonos iguales, fraternos, unidos.

Ser libre es saber decir "no" cuando es fácil decir "sí", decir "sí" cuando todo impulsa a decir "no".

Ser libre es ser fuerte cuando todos son débiles, es gritar en voz alta cuando los demás callan. Ser libre es atreverse a renovar el mundo y al hombre, a todos los hombres (empezando por uno mismo).

Como Jesús… Sólo Cristo hace al hombre verdaderamente libre, porque vivió a pleno su libertad, porque vivió para amar.

Ser libre, vivir para amar, tal es la verdadera libertad.

13

Sensibilizarse ante las necesidades de los que están a nuestro lado.

Dios nos habla a nuestro corazón. Antes de criticar o agredir, debemos cerciorarnos qué está pasando y por qué.

Un joven y distinguido ejecutivo conducía a alta velocidad su nuevo coche importado. De pronto, una piedra golpeó con mucha fuerza la puerta lateral del coche. Él frenó bruscamente y dio marcha atrás hasta el lugar de donde había venido la piedra. Bajó del coche y vio un niño, lo empujó contra un vehículo estacionado y le gritó: -“¿Por qué has hecho esto? ¿Quién eres tú? Éste es un coche nuevo y muy caro. Me va a salir muy caro el arreglo de tu pedrada. ¿Por qué lo hiciste?” -“Por favor, señor, discúlpeme, ¡yo ya no sabía qué hacer!” – suplicó el pequeño-. Nadie estaba dispuesto a parar y ayudarme. Corrían lágrimas por las mejillas de aquel pequeño, mientras señalaba en dirección a los coches aparcados. -“Mi hermano bajó sin frenos, se cayó de su silla de ruedas y yo no puedo levantarlo.” Sollozando, el pequeño preguntó al joven ejecutivo: “¿Usted podría ayudarme a ponerlo en su silla de ruedas? Él está muy magullado y pesa mucho para mí.” Conmovido interiormente por aquellas palabras, el joven, tragando un inmenso no, se dirigió hacia el chaval y lo colocó en su silla de ruedas. Sacó su pañuelo, limpió las heridas y los rasguños, comprobando que todo estaba bien. -“Muchas gracias, y que Dios le bendiga, le agradeció el pequeño”. El hombre le vio alejarse empujando la silla de ruedas de su hermano hacia su casa.

El regalo sorpresa 6666

14

Fue un largo camino también hacia el coche…un largo y lento camino de regreso. Él jamás arregló el golpe de la puerta. La dejó así para recordar que no debe ir tan deprisa por la vida. En caso de que alguien necesite su ayuda, no tendrá que tirar una piedra para obtenerla.

• SER DISCÍPULO

Ser discípulo, Señor, es aceptar tu llamado, dejar todo y ponerse en camino, tras tus pasos.

Es compartir la vida, aprender de Ti, en lo cotidiano, descubrir el misterio, apasionarse, como vos, por la vida del pueblo y los hermanos.

Ser discípulo es recrear tu camino en Galilea; tu práctica comprometida, valiente y transgresora, por dar vida, partiendo desde los que menos tienen.

Ser discípulo es preocuparse por el hambre de los otros, aún cuando no se posea más que dos peces y cinco panes. Ser discípulo es compartir lo que se tiene y ofrecerlo por el Reino.

Ser discípulo es aprender a caminar en sábado denunciar la ley que oprime y cercena la vida de los otros, es enfrentarse a los poderes de turno porque el Reino no es como los de este mundo.

Ser discípulo es tomar la cruz de cada día. Darse cuenta que seguir a Jesús genera conflicto, produce enfrentamiento y controversia, crea dudas y plantea opciones.

La fidelidad al Señor se construye cada día, al tomar la cruz de la coherencia y seguir sus huellas, sin descanso, por el camino que nos va revelando.

Ser discípulo es aprender de Jesús, tenerlo como maestro, buscarlo como referencia para nuestras decisiones.

Ser discípulo es mirar la vida como lo hizo Jesús. Ver con la mirada del evangelio. Dejarnos abrir los ojos como el ciego de Jericó, para dejar de ver borroso y descubrir desde dónde mira Dios las cosas.

Ayúdanos Señor a ser tus discípulos con alegría y fidelidad. Abre nuestro corazón a tu palabra, abre nuestra mirada para ver desde Dios la vida,

15

la historia, el sufrimiento de tantos, los compromisos y las opciones

que puedan recrear tu camino en el aquí y ahora de nuestros días.

Ejercer con sabiduría el don recibido de Dios y aceptar a Jesús en la vida de cada persona.

Si deseas algo, lucha, deja que los amigos entren y te ayuden, pero ante todo, no lo olvides: abre tu vida a Jesús.

Había un pintor de cuadros muy famoso. Los cuadros que pintaba, pese a que eran muy caros, se vendían con mucha rapidez, por su belleza y por la fama del autor. Este artista pasó varios años sin pintar. Después de mucho tiempo decidió volver a hacerlo y preparar una gran exposición, invitando a personas ilustres de todo el mundo. Nadie quería perderse esta oportunidad, pues se trataba de un personaje que les había privado de su pintura durante varios años. En la muestra estaban a la venta, todos los cuadros, excepto uno. Los cuadros se vendieron rápidamente, incluso antes de finalizar la exposición. Sin embargo, un cuadro llamaba la atención de todos, pero el pintor no decía nada y no quería enseñarlo. Al terminar la exposición, el pintor se decidió a mostrarlo. Cuando retiró la tela que lo cubría, se produjo una gran sorpresa: el cuadro era hermoso, algo nunca visto. Era la escena de Jesús llamando a la puerta de alguien. Uno de los presentes preguntó al pintor: - “Su cuadro es muy bonito, realmente maravilloso; yo he visto innumerables fotos, cuadros de Jesús, pero con esa perfección jamás. Pero, más allá de la

El pintor 7777

16

persona de Jesús, hay otro detalle, que es la puerta que él toca; sé que todas las puertas tienen cerradura y esto no. ¿Cómo va a entrar?”. El pintor miró a todos, miró al hombre y respondió: - “En este cuadro yo relato, más allá de mis cualidades como pintor, una experiencia de vida. Todos sabéis que dejé de pintar durante varios años y después decidí seguir ejerciendo el don que Dios me dio. Pero para eso, yo necesitaba dejar entrar algo en mi vida. La puerta allí pintada no es la de una casa, es tu corazón, que sólo puede ser abierto por dentro, porque tú tienes la llave. Jesús toca y desea entrar, pero quien decide abrir la puerta o no abrirla eres tú.

• TU PALABRA NOS DA VIDA

Tu Palabra nos da vida, Señor, nos ayuda a seguir adelante nos sirve para meditar y aprender, nos reconforta en la aflicción, nos orienta en el discernimiento y en la toma de decisiones. Tu Palabra es un espejo que nos revela tu rostro. Nos permite conocerte, descubrirte, amarte con profundidad, anhelar el encuentro contigo. Tu Palabra es una ventana por donde miramos al mundo que nos rodea, es una lupa poderosa que nos revela los secretos de la historia que vivimos, dándonos pistas, claves, guías para vivir con más fidelidad a tus propuestas de vida. Tu Palabra es el pozo límpido donde ir a beber para apagar

la sed de justicia y de paz que nos brota desde adentro al contemplar las cosas que vivimos, la sociedad que hemos hecho, o tolerado, por no escuchar tus enseñanzas. Tu Palabra es cimiento, roca sólida donde construir las bases de nuestro proyecto de vida. Tu Palabra resuena, Señor, interpelante y firme pero, a la vez, cálida y llena de paciencia. ¡Ahoga nuestras sorderas! Prepáranos para el cambio. Sigue hablando, buen Dios, necesitamos escucharte a diario, sigue hablando, buen Dios, necesitamos seguir cambiando.

17

En los campos de batalla existe mucha esperanza

En pleno campo de batalla, un soldado le dice a su teniente: “Mi amigo no ha regresado del campo de batalla, señor. Solicito permiso para ir a buscarle”. “¡Permiso denegado! –replicó el teniente-. No quiero que arriesgue usted su vida por un hombre que probablemente haya muerto”. El soldado, sin pensárselo dos veces y no haciendo caso a la orden de su superior, salió al campo de batalla y, una hora más tarde, regresó mortalmente herido trasportando el cadáver de su amigo. El teniente estaba furioso: “¡¡Ya le dije yo que había muerto!!”. Después añadió: “¡Dígame!, ¡¿merecía la pena arriesgarse para traer un cadáver?!”. Y el soldado, moribundo, haciendo un último esfuerzo por decir unas palabras, respondió: “Claro que mereció la pena, señor… Cuando le encontré todavía estaba vivo y pudo decirme: ‹‹… estaba seguro de que vendrías…››.

En pleno campo de batalla 8888

18

• QUEREMOS SER SEMILLA

Ser como un grano de trigo, pequeña semilla, que guarda en su interior la posibilidad de ser pan, para ofrecerse, sencillo, cotidiano, a todo el que lo necesite. Tu nos llamas a ser semilla, Señor. Y la semilla, que está llena de vitalidad y potencial, debe morir a ser semilla para convertirse en planta y crecer. Tu vida nos muestra que es posible morir para vivir. Entregar todo para ser para los demás... Pura ofrenda y donación. Enséñanos, Señor, a entregar nuestra vida al servicio del Evangelio y de la vida de los otros. Enséñanos a ser semilla para dar frutos en abundancia. Para crecer, una semilla necesita

tierra buena y agua generosa. Señor, tu vida nos muestra que la mejor tierra es la realidad de todos los días y las necesidades de los otros, nos llamas a plantar nuestra semilla en las situaciones que vivimos, en la vida que compartimos, en la tierra de hoy, aquí y ahora. Queremos ser semilla de cambio y Reino en el mundo que vivimos, ¡ayúdanos Señor! Tu ejemplo nos enseña que el agua verdadera es la que nace de la Palabra, pozo de agua viva ofrecida para todos. Enséñanos, Señor, a regar nuestras semillas con tu Palabra. Ayúdanos a conocerla, muéstranos cómo saborear su mensaje, para que impregne nuestra existencia y que empape nuestro caminar.

19

Verdaderamente siempre podemos verlo todo de distinta manera

Un joven recién llegado a un pueblo preguntó a un anciano que estaba acompañado por su nieto: “¿Cómo es la gente que vive aquí?”. El anciano le contestó con otra pregunta: “¿Cómo es la gente del lugar de donde vienes?”. El joven le dijo: “Muy egoísta. Pero sobre todo, envidiosa y vengativa”. Entonces el viejo replicó… “¡Qué casualidad!, es la misma gente que encontrarás aquí”. Poco después llegó otro joven que le hizo la misma pregunta que el anterior. También el anciano le respondió igual: “¿Cómo es la gente del lugar de donde vienes?”. El joven reflexionó un momento y le contestó: “Se puede confiar en ella. Es amable, justa y demuestra mucho amor hacia los demás…”. A lo que el anciano dijo… “¡Qué casualidad!, es la misma gente que encontrarás aquí”. El nieto, sin entender nada y bastante sorprendido, le preguntó a su abuelo: “¿Por qué has hecho eso abuelo? A cada uno le has dicho una cosa distinta”. Mirándole fijamente a los ojos, le respondió: “Decide qué rostro llevarás por dentro y ese será el que muestres a los demás. No eres responsable de la cara que tienes…, eres responsable de la cada que pones”.

¡Qué casualidad! 9999

20

• CAMINO DE LA SOLIDARIDAD Jesús maestro bueno, enséñame el camino para vivir solidariamente. Ayúdame a convertir mi corazón duro en un corazón sensible y cercano a los que sufren. Enséñame a ver el dolor, el sufrimiento, y las necesidades de los demás. Dame la sencillez necesaria para conmoverme frente al prójimo y acudir en su ayuda. Que no sea mezquino en mi entrega,

que aprenda a dar todo lo que tengo: mis cosas, mi tiempo, mi esfuerzo, mi vida entera para que otros vivan más y mejor. Ayúdame a tener compasión. que no es lástima, sino solidaridad activa y compromiso con el otro. Sentir con el otro, padecer con él, movilizarse desde adentro para ir a su encuentro. Dejar los propios intereses, para atender lo de los otros. Aprender a dar, antes que pedir y que recibir.

21

La mamá del Ángel

Enséñame a ser solidario. A vivir el amor de verdad y a construir la justicia y el Reino. Enséñame a compartir todo lo que tengo. Ayúdame a liberarme de todo lo que me ata y me impide ser generoso con los demás.

Ayúdame a dedicar tiempo a atender a los que sufren y a los que necesitan. Enséñame a descubrir tu rostro en el que pasa hambre, o sufre sed o frío, o está desnudo, enfermo o en la cárcel. Enséñame a verte en los despojados que viven al lado del camino en nuestra sociedad de hoy.

Nunca estamos solos Cuentan las crónicas celestiales que una niña que estaba por nacer, le dijo un día a Dios:

- Me han dicho que me vas a enviar muy pronto a la tierra, pero… ¿cómo viviré tan pequeña e indefensa como soy?

- Entre muchos ángeles escogí uno para ti, que te estará esperando. Él te

cuidará.

- Pero, dime, aquí en el Cielo no hago más que cantar y sonreír. Eso basta para ser feliz.

10101010

22

- Tu Ángel te cantará y sonreirá todos los días; y tú sentirás mucho amor y

serás feliz.

- ¿Y… cómo voy a entender lo que la gente me hable, si no conozco el extraño idioma que hablan los hombres?

- Tu Ángel te dirá las palabras más dulces, más tiernas que puedas

escuchar, y con mucha paciencia y cariño, te enseñará a hablar.

- Y… ¿qué haré cuando quiera hablar contigo?

- Tu Ángel te juntará tus manitas, y te enseñará a orar.

- He oído que en la tierra hay personas malas… ¿quién me defenderá?

- Tu Ángel te defenderá, e incluso, a costa de su vida.

- Pero estaré siempre triste porque no te veré más, Señor.

- Tu Ángel te hablará de mí, y te enseñara el camino para que regreses a mi presencia, aunque yo siempre estaré en el Cielo.

Y ya se oían las voces terrestres… Entonces la niña dijo suavemente: - Dios mío, si me voy, dime su nombre… ¿cómo se llama mi Ángel? - Su nombre no importa. Tú le dirás…………… Mamá.

• ORACIÓN DEL CATEQUISTA

Muchas veces, Señor, en estos tiempos de sospecha, en medio de esta extraña incomprensión que nos rodea, originada por tantos intereses nada limpios, me he preguntado si es legítimo "ENSEÑAR", si está bien seguir así: entregando sin reserva, ofreciendo gratuitamente un proyecto humano de esperanza con sentido de justicia y confrontado con amor. Y me ha llegado la respuesta en el encuentro que Tú mismo nos preparas cada día, haciendo confluir la disponibilidad y urgencia que has puesto en mí para revelar y contagiar todo un mundo de valores y el ansia que lleva cada niño, cada joven, de ser, de vivir en plenitud.

Sólo quiero acertar, Señor, porque acojo agradecido tu designio en esta vocación de servicio que me has dado. Deseo ser para mis estudiantes, libro abierto en el que puedan leer sus nombres y sientan la alegría al pronunciarlos, porque encajan con su vida. No intento que se parezcan a mí, sino que escuchen y secunden la voz de su interior; que sean, simplemente, ellos mismos. Cultiva, Señor, mi corazón en la renuncia para que no crezca en vanas ilusiones. Purifica y corrige todo asomo de egoísmo y dame la paciencia y constancia necesarias para estar creando siempre un espacio de

23

Tirarse de cabeza

bondad. Ser "MAESTRO" es algo grande: ya lo sé. Me basta recordar con qué estilo lo fue

Jesús entre los hombres; por mi parte, sólo aspiro a evocar con mi presencia que seguimos siendo todos tus discípulos.

Dios siempre cuida de nosotros

Un joven de una familia cristiana tenía multitud de dudas sobre su religión y, debido a la influencia de un amigo ateo, decidió dejar de creer en Dios. El joven era deportista y, sobre todo, le gustaba nadar. Una noche de verano se coló en la piscina de su universidad. Todas las luces estaban apagadas, pero como la noche era clara y la luna brillaba, había suficiente luz para practicar. El joven subió al trampolín más alto, fue hasta el borde y se giró para lanzarse espaldas a la piscina, al mismo tiempo que levantaba los brazos. En ese momento abrió los ojos y miró al frente, viendo su propia sombra en la pared. La silueta de su cuerpo dibujaba exactamente la forma de una cruz. Entonces, sin saber muy bien por qué, se quitó del trampolín y se arrodilló pidiendo a Dios que volviera a entrar en su vida.

11111111

24

El saco de plumas

Mientras el joven permanecía quieto, el personal de limpieza entró en el local y encendió las luces para trabajar en la piscina que habían vaciado horas antes.

• LUZ

Caminar en la luz, la vida de Jesús, atentos a su Palabra, descubriendo en su práctica la luz que nos ilumina. Danos tu luz la luz de tu oración… Para que aprendamos a descubrir la voluntad del Padre, y busquemos orientar nuestra vida según su Proyecto. Danos tu luz la luz de tu cercanía a los demás… Para que vivamos en pura ofrenda, dando lo mejor de nosotros para la vida de los que nos rodean. aprendiendo de ti a servir para vivir.

Danos tu luz la luz de tu valentía… Para que no seamos indiferentes a la situación de los que nos rodean, Para que vivamos la fe como práctica del amor y la justicia. Danos tu luz. La luz de la coherencia… Para que nuestra vida sea palabra de nuestras creencias y mostremos en nuestros actos lo que abunda en nuestro corazón. Danos tu luz, Señor, para caminar en tus pasos, para que nuestras vidas puedan ser espejo y reflejo de tu presencia, Dios de la Vida, eres Luz que siempre brilla.

Vivir en la verdad es apostar por encontrar el cami no

Había una vez un hombre que calumnió gravemente a un amigo suyo, todo por la envidia que tuvo al ver el éxito que éste había alcanzado en su vida. Tiempo después se arrepintió de la ruina que trajo con sus mentiras a ese amigo, y para tratar de encontrar una solución visitó a una mujer muy sabia a quien le dijo: Quiero arreglar todo el mal que hice a mi amigo. ¿Cómo puedo hacerlo? A lo que la mujer respondió:

- Toma un saco lleno de plumas ligeras y pequeñas y suelta de una en una por donde vayas.

12121212

25

El hombre muy contento por lo fácil que resultó el consejo, tomó el saco lleno de plumas y al cabo de un día ya las había soltado todas. Volvió donde estaba su consejera y le dijo:

- Ya he terminado. A lo que ella contestó:

- Esa es la parte más fácil. Ahora debes volver a llenar el saco con las mismas plumas que soltaste… Sal a la calle y búscalas.

El hombre se sintió entonces muy triste, pues sabía lo que eso significaba, no podría juntar casi ninguna. Al volver, la mujer sabia le dijo: - Así como no pudiste juntar de nuevo las plumas que volaron con el viento, así mismo el mal que hiciste voló de boca en boca y el daño ya está hecho. Lo único que puedes hacer es pedirle perdón a tu amigo, pues no hay forma de revertir lo que hiciste.

• AÚN ESTOY CONTIGO

¿Me necesitas? Estoy aún contigo. No puedes verme, sin embargo soy la luz que te permite ver.

No puedes oírme, sin embargo hablo a través de tu voz.

No puedes tocarme, sin embargo soy el poder que trabaja en tus manos.

Estoy trabajando en ti, aunque desconozcas mis senderos. Estoy trabajando, aunque no reconozcas mis obras.

No soy una visión extraña. No soy un misterio. Solo en el silencio absoluto, más allá del "yo" que aparentas ser,

puedes conocerme y entonces solo como un sentimiento y como fe.

Sin embargo, estoy aún contigo. Sin embargo, te oigo. Sin embargo te contesto. Cuando me necesitas, estoy contigo.

26

El eco

Aunque me niegas, estoy contigo. En los momentos en que más solo crees encontrarte, Yo estoy contigo.

Aun en tus temores, estoy contigo. Aún en tu dolor, estoy contigo.

Estoy contigo cuando oras y cuando no oras. Estoy en ti, y tú estás en mí Solo en tu mente puedes sentirte separado de mí, pues solo en tu mente están las brumas de

"lo tuyo" y "lo mío". Sin embargo, tan solo con tu mente, puedes conocerme y sentirme.

Vacía tu corazón de temores ignorantes. Cuando quites el "yo" de en medio, estoy contigo. De ti mismo no puedes hacer nada, pero Yo todo lo puedo. Yo estoy en todo.

Aunque no puedas ver el bien, el bien esta allí, pues Yo estoy allí. Porque te conozco, porque te amo, mi bien amado, estoy contigo.

Aprender a aceptar lo que soy

Un padre envió a su hijo a recorrer unas montañas cercanas. La mañana era soleada, y la aventura de compartir con su padre unas horas llenaba al niño de emoción. Iban ya en camino cuando de pronto, de forma inesperada, el niño cae al suelo, y aunque solo se hizo una leve herida en su pierna, pegó un fuerte grito:

- ¡Aaaaaahhhhhh! Cuál sería su sorpresa, cuando oye su propia voz repetirse, desde algún lugar en la montaña:

13131313

27

- ¡Aaaaaaahhhhhhhh!

Asombrado por la experiencia y con curiosidad gritó nuevamente:

- ¿Quién eres túuuuuuuu?

- ¿Quién eres túuuuuuuuuuuu? –recibióo por respuesta. Ya enojado y menos preocupado por su lesión volvió a gritar:

- ¡Cobarde!

- ¡Cobardeeeeeeeeee! –fue la respuesta. El niño mira a su padre, y le pregunta:

- ¿Qué está pasando? El padre sonríe y le dice:

- Hijo, mío, presta atención. Y entonces, fue el padre quien gritó:

- ¡Te admiro!

- ¡Te admiroooooo! –la voz responde. Y otra vez el hombre gritó:

- ¡Tú eres un campeón!

- ¡Tú eres un campeón! –la voz respondió. El niño sorprendido, continuaba sin entender. Fue en ese momento en que el padre consideró oportuno explicarle:

- “Querido hijo, la gente llama a esto Eco, pero realmente es la VIDA. Y tiene el poder d devolverte de igual manera cualquier cosa que digas o hagas. Óyeme: nuestra vida es simplemente un reflejo de nuestras acciones. Si tú quieres más amor en el mundo, crea más amor en tu corazón.

Si tú quieres más competencia en tu equipo, mejora tu propia competencia. Esta relación se aplica a todo, en todos los aspectos de la vida”.

28

Cambiando el mundo…

• QUIERO SER ESTRELLA

Señor, yo quiero ser estrella, Sí, como aquella que guió a los magos al portal de Belén. Estrella que en la noche alumbra el camino de las gentes que caminan sin rumbo por la vida. Ser estrella humilde, que no tiene fin en sí misma, pues sólo indica el camino hacia Jesús. Ser, Señor de mi vida, una estrellas errante y fugaz; errante para ser peregrino en los caminos de la fe y de la esperanza. Fugaz para que nadie se quede en mí, sino que sea transparencia de amor, donde fugazmente yo paso, pero él y su amor permanece siempre. Amén.

Cambia tu oración y hazla más sencilla, más pobre, más viva

De joven yo era un revolucionario y mi oración consistía en decir a Dios:

- Señor, dame fuerzas para cambiar el mundo.

14141414

29

A medida que fui haciéndome adulto y caí en la cuenta de que me había pasado media vida sin haber logrado cambiar a una sola alma, transformé mi oración y comencé a decir:

- Señor, dame la gracia de transformar a cuantos entran en contacto conmigo. Aunque sólo sea a mi familia y a mis amigos. Con eso me doy por satisfecho.

Ahora, que soy un viejo y tengo los días contados, he empezado a comprender lo estúpido que yo he sido. Mi oración es la siguiente:

- Señor, dame la gracia de cambiarme a mí mismo. Si yo hubiera orado de este modo desde el principio, quizá no habría malgastado mi vida.

• UN MUNDO MEJOR Si yo cambiara mi manera de pensar hacia los otros, los comprendería. Si yo aceptara a todos como son, sufriría menos. Si yo criticara menos y aplaudiera más, ¡cuántos amigos ganaría!

Si yo encontrara lo positivo en todos. ¡con que alegría los trataría!. Si yo cambiara mi manera de actuar ante los demás, los haría felices. Si yo deseara siempre el bienestar de los demás,

30

yo seria feliz. Si yo comprendiera plenamente mis errores y defectos, seria humilde y comprensivo con los otros. Si al comprender mis errores y defectos, tratara de cambiarlos ¡cuánto mejoraría mi hogar y mis ambientes!. si yo cambiara el "tener" más por él "ser" más, ¡cuánto más dichoso seria! Si yo cambiara de ser "yo" a ser "nosotros", Comenzaría la Civilización del amor.

Si yo siguiera decididamente a Jesús y a su evangelio, comenzaría a vivir la verdadera felicidad. Si yo amara "en serio" a los demás ellos cambiarían. En una palabra: ¡SI YO CAMBIARA, CAMBIARIA EL MUNDO! No será lógico que al terminar de leer estas líneas, te conformaras con decir: ¡Qué bonito! ¡Qué bueno sería! Solo si intentas cambiar, lograrás hacer un mundo mejor.