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ORACIÓN DEL SÍNODO

Señor Jesucristo, a quien al Padre nos ha encomendadoescuchar como a su Hijo amado: ilumina tu Iglesia , paraque nada sea para ella más santo que escuchar tu voz yhacerse seguidora tuya. Tú que eres Sumo Pastor y Guíade nuestras mentes, dirige tu mirada a los Pastores de tuIglesia, que en estos días se reúnen con el beato Sucesor dePedro para celebrar el Sínodo y dígnate santificarlo en laverdad y confírmalos en la fe y en el amor.

Señor Jesucristo, manda tu Espíritu de amor y de verdadsobre los Obispos que celebran el Sínodo y sobre quienesles asisten en sus tareas: concédeles percibir con fe en elánimo el soplo que el Espíritu infunde hoy en las Iglesias yrecibir de él la enseñanza de la verdad, y haz que los fieles,purificados y sostenidos por su compromiso, adhieran alEvangelio a través del cual obra la salvación, convirtiéndo-se en oblación viviente al Dios del cielo.

Y María, la santísima Madre de Dios y Madre de laIglesia asista hoy a los Obispos como un día asistió a losApóstoles en el Cenáculo e interceda con su maternoapoyo, para que honrenla comunión fraterna, tengan pros-peridad y paz en días serenos y, escrutando con amor lossignos de los tiempos, celebren la majestad de Dios, Señormisericordioso de la historia, para alabanza y gloria de laSantísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo. Amén

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2 • Venid a Mí

INDICEEditorial ...........................................3Habla el Papa ..................................5Palabras del P. Justo .........................7Tema de Formación..........................9JMJ Colonia...................................11Vida Eucarística..............................13Hora Santa ....................................14Rosario Eucarístico .........................16Testimonio......................................18Milagro..........................................20

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IINNTTEENNIIOONNEESS DDEELL PPAAPPAApara el mes de Octubre

GGeenneerraall:: Para que los cristianos no se desalienten ante los retosde la sociedad secularizada, sino que den testimonios, con con-fianza plena, de su fe y esperanza.MMiissiioonnaall:: Para que los fieles unan, al deber fundamental de laoración, el esfuerzo de contribuir también económicamente a laobra misionera. CCoonnff.. EEppiissccooppaall:: Que los misioneros españoles no olvidemosnuestra tradición evangelizadora y sigamos prestando a misionesy misioneros nuestra oración, nuestro apoyo y nuestra ayudaeconómica.NNuueessttrraass IInntteenncciioonneess:: Por el Sínodo Mundial de los Obispos,para que sea origen de una revitalización eucarística.Por el Plan Pastoral Diocesano que con el lema Por los que han sufrido del Katrina para que el Señor los recon-forte.MMuuyy IImmppoorrttaannttee:: El primer jueves de cada mes la misa se aplica-rá por los adoradores perpetuos, sus intenciones y los familiaresdifuntos de cada una de los adoradores.

¿Qué es la AdoraciónEucarística Perpetua?

Es la exposición permanente, día ynoche, todos los días del año, del Santísimopara la adoración de los fieles. Para lograr-lo, se requiere una cadena inquebrantablede amor en torno al Señor, una cadenacontinua de adoradores que se comprome-ten a ofrecer una hora por semana, duran-te todo el año y por todos los años, comoHora Santa de adoración personal y silen-ciosa.

Una capilla de Adoración Perpetuaes: hacer realidad las palabras del SantoPadre, Juan Pablo II: "¡Abrid las puertas depar en par a Cristo!": permitir que Cristoabrace a todos los que allí vayan, los sane,los consuele, los alivie; dar testimonio con-vincente de nuestra fe y ejemplo a los niñosy a las jóvenes generaciones de la presen-cia real de Jesucristo en el SantísimoSacramento; un faro de luz en la noche delmundo; una Capilla de la misericordia deDios de donde parten rayos de gracia ymisericordia para toda la humanidad.

La capilla de Adoración Perpetuatrae: seguridad a la comunidad, mayoresvocaciones religiosas y toda clase de bene-ficios, y permite que quienquiera que sea yen cualquier momento pueda encontrarsecon su Señor.

¡ÉL ESTÁ REALMENTE ALLÍ! "Yo soy elPan vivo bajado del cielo" (Jn 6:35). Día ynoche Jesús mora en el SantísimoSacramento porque ÉL NOS AMA CONAMOR INFINITO Y ETERNO! "Estaré convosotros hasta el fin del mundo" porque"con amor eterno te he amado y constantees mi amor por ti" (Mt 28:20; Jer 31:3).

Lo que Jesús te pide es que tu le amespasando UNA HORA EN PAZ CON ÉLCADA SEMANA ANTE EL SANTISIMOSACRAMENTO "¿Es que no habéis podidovelar conmigo ni siquiera una hora?" (Mt26:40)

Pequeño Catecismo Eucarístico. "El Tesoro escondido".

Se ha editado en la editorial Planeta en su colección Testimonio este excelente librito de 173 páginas, idealpara los jóvenes por su claridad pedagógica, pero también por su profundidad y rigor. Está compuesto de88 preguntas sobre la Eucaristía, milagros eucarísticos y una selección de santos españoles e iberoamerica-nos. Su intención no es otra que, "ayude a difundir la fe y el amor a Jesús en la Eucaristía, a participarconsciente y activamente en la Santa Misa, y a intimar con Jesús en el momento de la comunión y en laadoración a la Eucaristía en el sagrario".

En este año de la Eucaristía que ya termina, lo recomendamos vivamente pues no hay duda que harámucho bien a todo aquel que lo lea, niños, jóvenes y adultos. En Junio salió la primera edición y ya está encamino la segunda. Se puede adquirir en la Librería Pastoral del Arzobispado.

Desde muy joven descubrí lo más importante de la vida cristiana que es fundamentarla y des-arrollarla en la Eucaristía. Mi familia tenía muchos problemas en aquellos años convulsos. Fui víc-tima de ellos y sin cumplir los diez años me pusieron a trabajar, porque antes de cumplir seis yapasaba necesidades. Con la terminación de la guerra civil descubrí la Religión Católica, únicacapaz de dar respuesta a todos los interrogantes humanos y de llenar todas las aspiraciones. Porella me sentí hijo de Dios, redimido y amigo de Jesucristo, templo del Espíritu Santo y miembro dela Iglesia. Esta Iglesia que Jesús ha instituido para ser su propia prolongación en la tierra y que esUNA, SANTA, CATÓLICA Y APOSTÓLICA, como rezamos en el Credo, y que, por mandato delmismo Cristo, hace la Eucaristía y ésta, a su vez, hace la Iglesia.

Para mí, la Eucaristía, es siempre la Roca en la que me apoyo, el Baluarte donde me salvo, elAlcázar donde vivo y desde el que amo y trabajo, amando a Dios y al prójimo por Él.

Desde que tuve uso de razón jamás he dejado, siempre que puedo, de participar en el Sacrificioinefable de la Santa Misa, comulgar y visitar a Jesús en el Sagrario. Esto me hace querer, cada díamás, a Jesús, descubrir nuevas dimensiones y horizontes en su Amor, porque Él es infinito y en Élhabitan todos los tesoros de la Sabiduría, de la Ciencia, de la Gracia y del Amor. Me hace estarcada vez más entusiasmado, apasionado y fascinado por Él. "No se nos ha dado otro Nombre porel que podamos salvarnos" - dicen los Hechos de los Apóstoles - ¡sólo Jesucristo!

Tres pequeñas anécdotas como "botón de muestra" de mi experiencia eucarística.

• Haciendo el servicio militar en la academia de Infantería, a los soldados de tropa no se nosdejaba pasar a la Capilla, ni participar en la Misa, sólo en la Misa de campaña del domingo,en donde no se daba comunión. Todos los días, durante dos años, me "escapaba" antes deltoque de diana y saltando una pared baja, que aún existe, iba a Misa del Hospital Provincialque era muy temprano. Jamás me pasó nada, con la gravedad que supone salir antes deltoque de diana.

• En mi trabajo profesional, me recorría toda la provincia y me agradaba visitar los Sagrariosmás abandonados. En la hora de la siesta, estando en un pueblecito muy pequeño, cuandopermanecía al pie del Sagrario, vi salir ratones del altar, avisé al sacerdote de otra parroquiaque estaba encargado de ésta, y comprobamos que los ratones habían roto el Sagrario demadera y se habían comido el Sacramento. Quedé impresionado de la humillación, del sacri-ficio, generosidad y constancia del Amor de Dios revelado en Cristo Jesús por nosotros.

• Los años difíciles y de crisis, después del Concilio, me encontraba en plenitud de edad y de tra-bajo apostólico. Algunos sufrimos mucho y fuimos fieles hasta el extremo. Confieso que miúnica fuerza fue, como hoy, Jesucristo en la Eucaristía. Ésta es, sin duda, el mayor milagro deDios, porque puso toda su Omnipotencia al servicio del Amor y nos dio este Sacramento.

José Rincón, un adorador perpetuo.

MI ROCA Y MI BALUARTE ES LA EUCARISTÍATestimonio

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l verano está concluyendo y volvemos ala actividad y horarios normales. Llegael momento de que, quienes se fueron

de vacaciones e interrumpieron su cita sema-nal con Jesús Sacramentado en nuestraCapilla - ¡Ójala, el Señor haya concedido atodos la posibilidad de dedicarle su horasemanal en los lugares donde hayan disfruta-do de su merecido descanso! -, vuelvan denuevo a adorar al Señor en la hora y día com-prometidos.

La época estival- o mejor, desde el mesde mayo- de este Año Eucarístico ha sido ricaen acontecimientos de gracia: la celebraciónen Toledo del Congreso EucarísticoDiocesano, del 26 al 29 de mayo, clausuradocon la celebración de una vigilia deAdoración Eucarística en Torrijos; la renova-ción de la Consagración de la Diócesis alInmaculado Corazón de María, el 25 dejunio; y el más reciente, la XX JornadaMundial de la Juventud, del 16 al 21 de agos-to, en la que se han encontrado cerca de unmillón de jóvenes peregrinos de 193 paísescon el Papa Benedicto XVI en Colonia, quienno dudó en describir, al introducir el "Ángelus"del domingo siguiente, como "una extraordi-naria experiencia eclesial" y "un evento provi-dencial de gracia para toda la Iglesia". Ellema del Encuentro era "Hemos venido a ado-rarlo". En estos acontecimientos, especialmen-te el último, hemos tenido la gracia de partici-par algunos adoradores y coordinadores de laAEP de Toledo. Y verdaderamente "el Señor haestado grande con nosotros y estamos (veni-mos) alegres" (Cf Sal 126,3). Hemos "visto yoído" (Cf 1Jn 1,3) el diluvio de gracia que sederrama cuando el Señor es adorado pormillares de corazones que en verdad deseanencontrarse con Él.

¡Qué bien le pega el lema de esteencuentro a nuestra hora de adoración sema-nal! También nosotros "venimos a adorarle"

cada vez que acudimos a la Capilla de laInmaculada. No dejemos que la rutina u otrascausas nos aparten de este fin y vengamos aadorarle...¡cada vez con más amor!Este número de la revista, tiene esta XXJornada Mundial de la Juventud con el Papacomo tema central del que informamosampliamente aunque, por obvias razones deespacio, no con toda la extensión deseada.

De los otros acontecimientos hablare-mos en números posteriores.

Hubiéramos querido reproducir en suintegridad, por su belleza y riqueza de doctri-na, la totalidad de las meditaciones, discursosy homilías del Papa sobre la Eucaristía, laAdoración y la vida cristiana, en general. En laCapilla podréis disponer de varias copias deestos documentos.

También en este número nos hacemoseco del Plan Pastoral Diocesano dando aconocer el objetivo general para su segundoaño de aplicación: "Hacer de Toledo unaDiócesis misionera" con su lema: "Id por todoel mundo y anunciad la Buena Nueva" (Mc16,15) Y ponemos nuestro granitode arena para alcanzarlo.

Retomemos con la mayor ilu-sión y alegría nuestra citasemanal con el Señor.Reavivemos ese compromi-so que, respondiendo a sullamada, adquirimos conEl. Esa hora tan especialcon la que El nos bendice.Ese tesoro precioso que El nos regala.Esa audiencia privada y personal quenos brinda el Rey Eterno que, conamor impaciente, espera nuestra llegada.

Iniciamos un nuevo curso en el queademás de sentir y vivir el gozo y la alegríade poder dedicarle, al menos una horasemanal de adoración, debemos sentir eldeseo de que sea cada vez mayor el

EDITORIAL

"Quien ha descubierto a Cristo debe llevar a otros hacia El"(Benedicto XVI)

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número de adoradores perpetuos en Toledo,en España y en el Mundo entero. Esta podríaser una forma práctica de concretar y colabo-rar con el Plan Pastoral Diocesano. Porque laBuena Nueva que tenemos que anunciar yayudar a que otros descubran y vivan, es queDios es un Dios-con-nosotros, está siemprecon nosotros, aquí, en la Eucaristía, ... ¡paradarnos vida! Y vida en abundancia, en pleni-tud, grande, divina ... ¡eterna! (Cf Jn 10,10)

Por ello, en primer lugar, roguemos aJesús y a su Madre Inmaculada, que tambiénlo es nuestra, que nos concedan las gracias,ayuda, fortaleza y las palabras encendidas deamor a Jesús que necesitemos para extendereste don de la Adoración Perpetua, que nosha concedido.

En segundo lugar, hagamos cuandoesté de nuestra parte, dediquemos nuestrosmejores esfuerzos en darla a conocer, conconstancia y tesón, con confianza y seguridad.Y sobre todo, con nuestra vida. Sin temoralguno a que nos digan que no, volviendouna y otra vez a intentarlo, pues trabajamospara El. Invitemos, llevemos y consigamosnuevos adoradores. ¡Por muchos que seamos,nunca seremos suficientes! La sed de Jesús esinfinita.

La gracia y el don que, como adorado-res perpetuos, hemos recibido no podemosguardarla para nosotros. Hemos de hacerpartícipes a los demás. Recordamos asímismo el texto de San Pedro que en este sen-tido nos dice: "Ya que cada uno ha recibido

algún don espiritual, úselo para el bien de losdemás; haced fructificar las diferentes graciasque Dios os repartió". (I Pe 4:10)

El Papa Benedicto XVI, en la homilía dela misa de clausura de las JornadasMundiales de la Juventud, nos dice: "Quienha descubierto a Cristo debe llevar a otroshacia Él. Una gran alegría no se puede guar-dar para uno mismo. Es necesario transmitir-la. En numerosas partes del mundo existe hoyun extraño olvido de Dios. Parece que todopuede funcionar del mismo modo sin El. Peroal mismo tiempo existe también un sentimien-to de frustración, de insatisfacción de todo yde todos. Dan ganas de exclamar: ¡No esposible que la vida sea así! Verdaderamenteno. (...) Ayudad a los hombres a descubrir laverdadera estrella que indica el camino:¡Jesucristo! Tratemos nosotros mismos deconocerlo siempre mejor para poder guiartambién, de modo convincente, a los demáshacia Él".

Resuenen, sobre todo, de forma insis-tente en nuestro corazón, las divinas palabrasde Jesús en la Cruz: "TENGO SED" (Jn 19:28).Sed de amor, sed de adoración, sed de almas.Sólo el deseo de calmar esta sed de nuestroRedentor nos ha de urgir en nuestra tarea si,en verdad, hemos despertado al amor deCristo, porque, como dice el Apóstol, "El amorde Cristo nos apremia..." (2Co 5,14).

Sed todos bienvenidos.Alabado sea Jesucristo.

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Editorial

Sínodo de los ObisposDel 2 al 23 de Octubre próximo se celebrará en el Vaticano la XI Asamblea General Ordinariadel Sínodo de los Obispos, sobre el tema: "La Eucaristía, fuente y cumbre de la vida y de lamisión de la Iglesia". Con él acaba el año de la Eucaristía. Como se recoge en el documento delos Lineamenta, primer documento de preparación, en este nuevo Sínodo se registra una sin-gular novedad, y es que en un breve nexo de tiempo el mismo Papa que promulgó la asambleasinodal acerca de la Eucaristía es el que ha escrito una encíclica sobre el mismo tema. "Todo estotiene un profundo significado para el Pontífice, para los Obispos y para la Iglesia".

Los Sínodos tienen una finalidad consultiva, sin embargo esta vez los Obispos no han sido con-vocados por el Papa para que den sugerencias en vista de intervenciones doctrinales posterio-res sino para responder a la "urgencia eucarística", descubrir nuevamente la belleza de laEucaristía, para que la Misa sea celebrada más dignamente y con más devoción sea adorado elSeñor bajo las especies del pan y del vino.

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""DDaaddllee aa CCrriissttoo eell ddeerreecchhoo aa hhaabbllaarrooss""Del Mensaje del Papa a los jóvenes dirigido desde el Rhin

"Alguno de vosotros podría tal vez identificarsecon la descripción que Edith Stein hizo de su propia

adolescencia, ella, que vivió después en el Carmelode Colonia: "Había perdido conscientemente y deliberadamente la costumbre de rezar".Durante estos días podréis recobrar la experiencia vibrante de la oración como diálogo conDios, del que sabemos que nos ama y al que, a la vez, queremos amar. Quisiera decir a todosinsistentemente: abrid vuestro corazón a Dios, dejad sorprenderos por Cristo. Dadle el "dere-cho a hablaros" durante estos días. Abrid las puertas de vuestra libertad a su amor misericor-dioso. Presentad vuestras alegrías y vuestras penas a Cristo, dejando que Él ilumine con su luzvuestra mente y acaricie con su gracia vuestro corazón. En estos días benditos de alegría ydeseo de compartir, haced la experiencia liberadora de la Iglesia como lugar de la misericor-dia y de la ternura de Dios para con los hombres. En la Iglesia y mediante la Iglesia llegaréis aCristo que os espera."

""LLaa aaddoorraacciióónn ccoommppoorrttaa ddoonnaacciióónn ddee ssíí mmiissmmoo""De la Homilía del Papa en la Vigilia

[Los reyes magos] "Habían venido para ponerse al servicio de este Rey, para modelar sumajestad sobre la suya. Éste era el sentido de su gesto de acatamiento, de su adoración. Unaadoración que comprendía también sus presentes - oro, incienso y mirra -, dones que se hací-an a un Rey considerado divino. La adoración tiene un contenido y comporta también unadonación. Los personajes que venían de Oriente, con el gesto de adoración, querían recono-cer a este niño como su Rey y poner a su servicio el propio poder y las propias posibilidades,siguiendo un camino justo. Sirviéndole y siguiéndole, querían servir junto a Él la causa de lajusticia y del bien en el mundo. En esto, tenían razón. Pero ahora aprenden que esto no sepuede hacer simplemente a través de órdenes impartidas desde lo alto de un trono. Aprendenque deben entregarse a sí mismos: un don menor que éste es poco para este Rey. Aprendenque su vida debe acomodarse a este modo divino de ejercer el poder, a este modo de ser deDios mismo. Han de convertirse en hombres de la verdad, del derecho, de la bondad, del per-dón, de la misericordia. Ya no se preguntarán: ¿Para qué me sirve esto? Se preguntarán másbien: ¿Cómo puedo servir a que Dios esté presente en el mundo? Tienen que aprender a per-derse a sí mismos y, precisamente así, a encontrarse a sí mismos. Saliendo de Jerusalén, hande permanecer tras las huellas del verdadero Rey, en el seguimiento de Jesús."

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""AAddoorraacciióónn ssiiggnniiffiiccaa rreeccoonnoocceerr aa DDiiooss ccoommoo nnuueessttrraa vveerrddaaddeerraa mmeeddiiddaa""

De la Homilía del Papa en la Misa de clausura

"El Cuerpo y la Sangre de Cristo se nos dan paraque a su vez nosotros mismos seamos transformados.Nosotros mismos debemos llegar a ser Cuerpo deCristo, sus consanguíneos. Todos comemos el únicopan, y esto significa que entre nosotros llegamos a seruna sola cosa. La adoración, hemos dicho, llega aser, de este modo, unión. Dios no solamente está fren-te a nosotros, como el Totalmente otro. Está dentro denosotros, y nosotros estamos en Él. Su dinámica nospenetra y desde nosotros quiere propagarse a losdemás y extenderse a todo el mundo, para que suamor sea realmente la medida dominante del mundo.Yo percibo una alusión muy bella a este nuevo pasoque la Última Cena nos indica con la diferente acep-ción de la palabra "adoración" en griego y en latín. Lapalabra griega es proskynesis. Significa el gesto desumisión, el reconocimiento de Dios como nuestraverdadera medida, cuya norma aceptamos seguir.Significa que la libertad no quiere decir gozar de la vida, considerarse absolutamente autóno-mo, sino orientarse según la medida de la verdad y del bien, para llegar a ser, de esta mane-ra, nosotros mismos, verdaderos y buenos. Este gesto es necesario, aun cuando nuestra ansiade libertad se resiste, en un primer momento, a esta perspectiva. Hacerla completamente nues-tra será posible solamente en el segundo paso que nos presenta la Última Cena. La palabralatina adoración es ad-oratio, contacto boca a boca, beso, abrazo y, por tanto, en resumen,amor. La sumisión se hace unión, porque aquel al cual nos sometemos es Amor. Así la sumi-sión adquiere sentido, porque no nos impone cosas extrañas, sino que nos libera desde lo másíntimo de nuestro ser."

"(...) La Eucaristía debe llegar a ser el centro de nuestra vida. No se trata de positivismo oansia de poder, cuando la Iglesia nos dice que la Eucaristía es parte del domingo. En la maña-na de Pascua, primero las mujeres y luego los discípulos tuvieron la gracia de ver al Señor.Desde entonces supieron que el primer día de la semana, el domingo, sería el día de Él, deCristo. El día del inicio de la creación sería el día de la renovación de la creación. Creación yredención caminan juntas. Por esto es tan importante el domingo. Es bonito que hoy, en muchasculturas, el domingo sea un día libre o, juntamente con el sábado, constituya el denominado"fin de semana" libre. Pero este tiempo libre permanece vacío si en él no está Dios. ¡Queridosamigos! A veces, en principio, puede resultar incómodo tener que programar en el domingotambién la Misa. Pero si os empeñáis, constataréis más tarde que es exactamente esto lo quele da sentido al tiempo libre. No os dejéis disuadir de participar en la Eucaristía dominical yayudad también a los demás a descubrirla. Ciertamente, para que de ella emane la alegría quenecesitamos, debemos aprender a comprenderla cada vez más profundamente, debemosaprender a amarla. Comprometámonos a ello, ¡vale la pena! Descubramos la íntima riquezade la liturgia de la Iglesia y su verdadera grandeza: no somos nosotros los que hacemos fiestapara nosotros, sino que es, en cambio, el mismo Dios viviente el que prepara una fiesta paranosotros. Con el amor a la Eucaristía redescubriréis también el sacramento de laReconciliación, en el cual la bondad misericordiosa de Dios permite siempre iniciar de nuevonuestra vida."

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Habla el Papa

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"Para vivir la Eucaristía -decía Juan PabloII- es necesario quedarse en oración ante elSantísimo Sacramento, - y agregaba- experien-cia que yo mismo hago cada día, encontrandoen ello fuerza, consuelo y apoyo".

Este y no otro era el secreto de su fortale-za espiritual que lo impulsaba a recorrer elmundo llevando la Buena Nueva y que lomantuvo hasta el final de su vida: la adora-ción y la profunda devoción eucarística que semanifestaba -según cuenta el Papa BenedictoXVI- en cómo celebraba cada Misa. Y agregaque el secreto de la vida espiritual de JuanPablo II fue la relación con Jesús en laEucaristía. De la eucaristía, celebrada y ado-rada, emergían las fuerzas para proclamar atodo las naciones que sólo en Cristo el hom-bre encontrará la salvación, la verdadera pazy su dignidad.

La Eucaristía es el don del Corazón deJesús.

Cristo permanece oculto para que descu-bramos, por la fe el secreto de su presencia. Ypor la fe escuchemos su llamado a la adora-ción cuando nos dice: "Venid a Mí" (Cf Mt11,28).

Cada misión supone un llamado previo."Venid a Mí. Sed mis discípulos, entrad en miintimidad", para luego: "Id al mundo".

Nos acercamos a su presencia eucarísticarespondiendo a su llamado a unirnos a Él, aentrar en su intimidad, para luego poder ser

portadores de la Buena Nueva (Cf Mc 16,15),para llevar el don recibido: el mismo CristoSalvador.

En el fondo es muy sencillo, y esta es lamisión que nace de la Eucaristía, pues nadiepuede dar nada que antes no haya recibidode Dios. Recibimos en la medida que entra-mos en comunión con el Señor y que perma-necemos junto a Él, que nos quedamos encontemplación tomando aquello que no nosha de ser quitado (Cf Lc 10,42). Pues, verda-dera comunión también es quedarse con elSeñor que permanece con nosotros.

"El Señor permanece presente en el sagra-rio, el corazón vivo de cada una de nuestrasiglesias. Y para nosotros es un deber dulcísimohonrar y adorar en la Santa Forma que vennuestros ojos al Verbo encarnado que ellos nopueden ver y que, sin dejar el cielo, se hahecho presente ante nosotros". (S.S. Pablo VI)

Toda misión consiste en seguir el caminode Aquel que nos precede, siendo la prolon-gación en el espacio y en el tiempo de lo queel Señor hizo. Pero, antes de salir al mundomenester es recogerse ante la presencia euca-rística de Cristo. Por medio de la adoracióneucarística contemplamos y luego podemosdar de lo contemplado. En la adoración reco-rremos el camino de nuestra salvación junto aÉl -en Él- que es nuestro Salvador y tomamosla fuerza de la gracia para la misión por Élencomendada.

"Adorar no es un lujo, es una prioridad"

ste artículo explica la afirmación anterior del Papa y quiere ayudar a quelos adoradores de la Eucaristía comprendamos cómo podemos contribuirpara hacer vida el objetivo del Plan Pastoral para toda la Iglesia diocesa-

na de Toledo, durante el curso que ahora iniciamos: "Hacer de Toledo una dió-cesis misionera". Entresacamos, a modo de resumen, por su claridad, estaspalabras:

"En el fondo es muy sencillo, y esta es la misión que nace de laEucaristía, pues nadie puede dar nada que antes no haya recibidode Dios... Adorar es ... recibir la paz, que sólo Cristo puede dar, paravolvernos paz para el mundo".

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Palabras del Padre Justo

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Adorar es llenar nuestros corazones con sugracia, con la alegría que viene de su amistady protección, es colmar nuestra vida de bendi-ciones para ser luego nosotros bendición paralos demás, es recibir la paz, que sólo Cristopuede dar (Cf Jn 14,27), para volvernos pazpara el mundo.

"Adorar- acaba de decir el Santo PadreBenedicto XVI- no es un lujo, es una prioridad."

Santa Teresa Benedicta de la Cruz (EdithStein) escribió: "En nuestra vida tenemos quehacer sitio al Salvador eucarístico, para que élpueda transformar nuestra vida en la suya¿acaso significa esto pedir demasiado? Paratantas cosas inútiles se encuentra tiempo: paraleer cosas sin valor en libros, revistas y diarios;para pasarnos horas enteras en los cafés, opara malgastar un cuarto o una media hora enla calle: todas "distracciones" en las que sedesperdician tiempo y fuerzas de modo frag-mentario. ¿No sería posible ahorrar una hora... en la cual recogerse en vez de distraerse, enla que no se malgasten las fuerzas, sino que seganen para cubrir los esfuerzos de la jorna-da?"(El misterio de la Navidad)

Cuanto más vayamos a la fuente de laEucaristía más gracias y fuerzas habremos derecoger y llevar al mundo sediento de bien.Pues, aunque para muchos quede oculto, enverdad todos añoran el bien y por tanto aDios. Todos tenemos necesidad de encontrar

alivio por tanto cansancio y agobio, deencontrar las respuestas a nuestros proble-mas, de encontrar la paz verdadera, deencontrar -en definitiva- a Dios.

Dentro de pocos días se iniciará laasamblea sinodal con la que ha de terminar elAño de la Eucaristía. El Santo Padre ha pedi-do que toda la comunidad eclesial se sientapartícipe e involucrada a través de la refle-xión, de la oración aprovechando todo even-to y ocasión. Como ejemplo de las iniciativasque se pueden organizar para involucrar lascomunidades citó las vigilias eucarísticas y laadoración perpetua, experiencia que hicieronlos jóvenes en algunas iglesias de Alemania,en el reciente encuentro de Colonia, en la quepudieron descubrir la belleza de la oracióncontemplativa.

Debemos, decía, "suscitar en el pueblocristiano la fe, la maravilla y el amor por estegran sacramento que constituye el auténticotesoro de la Iglesia". En este sentido la capillade adoración perpetua es un medio excepcio-nal de promoción eucarística porque en cadamomento hay un adorador frente al Santísimoque invita a otros a acercarse para hacer lamisma experiencia y también porque, al estarsiempre abierta, permite que quien quiera quesea en el momento que sea pueda encontrarcon Aquel que no conocía (Cf Is 55,5).

8 • Venid a Mí

Palabras del Padre Justo

Se presenta el Compendio del Catecismo

El pasado 28 de Junio tuvo lugar la presentación oficial del Compendio del Catecismo por Benedicto XVI.En ella el Papa indicó que este nuevo documento "es un anuncio renovado del Evangelio" que expone lafe "de forma dialogada" y con una brevedad de respuestas que "favorece la síntesis esencial y la claridadde la comunicación". "No se trata de un nuevo Catecismo, sino del Compendio que refleja fielmente elCatecismo de la Iglesia Católica", y "mantiene intacta toda su autoridad e importancia, y podrá encontrar,en esta síntesis, un precioso impulso para que sea mejor conocido y utilizado como medio fundamental deeducación a la fe".

El Compendio tiene 205 páginas, con 598 preguntas y respuestas, quince imágenes y un apéndice conlas oraciones principales y comunes del cristiano y algunas fórmulas de doctrina católica. Ha sido elabo-rado por una Comisión presidida por el entonces cardenal Ratzinger y cuya idea se propuso al Papa JuanPablo II en el Congreso Catequístico Internacional (2002) que conmemoraba los diez años de la publica-ción del Catecismo de la Iglesia Católica.

Como explicó el Papa en la ceremonia de presentación del texto en el Vaticano, desde la publicación del"Catecismo" "se hizo cada vez más amplia e insistente la exigencia de un catecismo en síntesis, breve, quepresentara todos y sólo los elementos esenciales fundamentales de la fe y de la moral católica, formula-dos de manera sencilla, accesible a todos, clara y sintética".

A partir de Octubre se podrá conseguir en la Librería Pastoral del Arzobispado.

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PRESENTACIÓN""DDiiooss eess eessppíírriittuu yy llooss qquuee aaddoorraann ddeebbeenn aaddoorraarr eenn eessppíírriittuu yy eenn vveerrddaadd"" (Jn 4,24)

Pretendemos De modo muy sencillo, como vamos a intentar que sean nuestras páginas apesar de la grandeza de su contenido, diremos que somos un grupo de cristianos, alcanzadospor el amor de Dios y deseosos de hacer a otros partícipes no sólo de lo que nosotros hemosvisto y oído, sino también de lo que hemos recibido y experimentado. Pretendemos respondercon fidelidad a la llamada que él nos hace a vivir y comunicar este amor de un modo muy con-creto: mediante la adoración al Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo.

• Vivir la adoración: Porque en las cosas de Dios es una irresponsabilidad hablar de ellascuando no se viven. Conocerlas sólo con la mente es un conocimiento muy pobre, quesólo nos capacita para dar conocimiento humano de las cosas de Dios; pero esto nosirve de mucho. El conocimiento que Dios espera de nosotros es también espiritual, por-que está escrito: "la sabiduría de este mundo es necedad a los ojos de Dios" (1Co 3,19).

• Comunicar la adoración: No se trata de ofrecer algo frío y académico, sino la experien-cia que de la adoración hemos tenido a lo largo de muchos años y seguimos teniendoactualmente. El Señor nos ha bendecido (...) en nuestros tiempos de adoración. Lo que(...) hemos recibido y conocido será también contenido de nuestras páginas, para pre-sentar a un Dios vivo y presente entre nosotros, un Dios que ama al hombre y estáabriendo sin cesar caminos de acercamiento por la fuerza de su amor.

¿A quiénes nos dirigimos? A cualquier hombre o mujer de buena voluntad:

• A quienes conocen y aman a Dios, para compartir con ellos lo que nos une. • A quienes lo buscan, esperando dar pistas que les ayuden a encontrarlo.• A quienes le odian, con la esperanza de ayudarles a ver su error.

¿Cómo? Queremos presentar nuestra colaboración en dos partes: una "parte primera", conalgunas ideas que nos ayuden a entender la adoración o mejorar nuestro conocimiento y, enconsecuencia, a ponerla en práctica o mejorarla; y una "segunda parte", en la que incluiremos(...) (lo) que se ha recibido en tiempos de adoración.Y desde el primer momento queremos presentar nuestros lectores al Señor, para los que le pedi-mos el regalo valiosísimo de la adoración.

TTeemmaa ddee FFoorrmmaacciióónn

Venid a Mí • 9

uando elaboramos el primer número de "Venid a Mí" no disponíamos de esta presen-tación de los temas de formación que habían sido elegidos entre diferentes posibili-dades. En este número queremos subsanar esa omisión. Los temas de formación han

sido elaborados por la Fundación Palabra de Vida que los tiene disponibles en su páginaweb (www.adoracion.com). La fundación Palabra de Vida tiene como finalidad la evangelización, mediante la distribu-ción gratuita o a precio de coste de libros, folletos, murales, casettes, vídeos... así como laorganización, en las mismas condiciones, de conferencias, sesiones o cursillos, y el uso decualquier otro medio que pueda servir para la consecución del mencionado fin. Tiene susede en Zaragoza.El motivo de nuestra elección fue, además de disponer de forma rápida de un temario com-pleto ya elaborado, por el atractivo de la sencillez, brevedad y riqueza de unos temas quenos presentan la adoración no sólo de forma académica, sino como vida que se puedeexperimentar, como ellos mismos explican en su presentación.

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Tema de Formación

11.. RReefflleexxiióónnDios no necesita nada del hombre, ni

siquiera su adoración. Si Dios necesitara algodel hombre en términos absolutos, porquecarecía de algo que el hombre podía darle,Dios no sería Dios. Sin embargo, Dios ha que-rido asociar al hombre a sus planes, Y siempreque esto ocurre es el hombre quien sale bene-ficiado. Dice Dios: "El cielo es mi trono, y la tie-rra el estrado de mis pies, ¿cómo pretendéisconstruirme una casa o un lugar para que vivaen él? Todo esto es obra de mis manos, todoes mío, oráculo del Señor" (Is 66,1-2).

El hombre, creado por Dios para que tengasu plenitud en él, no puede pasar sin Dios. Aveces podemos pensar lo contrario, cuandovemos tanta gente que parece prescindir de él.Sin embargo, nosotros -y tal vez ellos tampoco-no conocemos su verdadera situación. Lomismo que hay enfermos que tienen externa-mente buen aspecto, hay mucha gente con'buena apariencia' en sus vidas, pero con ungran vacío en su interior: es el vacío de Dios.Como el hambre se apaga con el alimento, lanecesidad de Dios que todo hombre tiene pornaturaleza, sólo Dios puede satisfacerla. Ennuestra relación con Dios, el hombre es siem-pre el beneficiario de la misma, pues del hom-bre dice la Escritura: "¿Qué tienes que nohayas recibido?" (1 Co 4,7). Este principio esaplicable a la adoración por varias razones:• porque la adoración nos relaciona con Dios

de un modo profundo y cercano, para locual necesitamos que venga en nuestraayuda y nos capacite para la adoración, yaque no somos capaces por nuestras propiasfuerzas de presentarnos ante él dignamente;

• porque en nuestra adoración al Señor,cuando es correcta -en espíritu y verdad- élviene en nuestra ayuda y lleva a cabo suobra transformadora en nuestros corazones;

• porque la adoración es el momento másapropiado para presentarle nuestras necesi-dades, ya que la adoración es la plataformaideal para la intercesión.

22.. EEnn eell ssiilleenncciioo hhaabbllaa eell SSeeññoorr

• Si conocierais transformación que hago envosotros cuando os postráis a mis pies,como lobo hambriento que busca la comidao como pájaro que en el nido abre la bocapara recibirla de su madre, así vendríais a laadoración. Aquí puedo trasformaros, aquíse inicia la gran obra de amor que tengoque realizar para que podáis ser instrumen-tos en mis manos. Sin mí no podéis hacernada, sin mí vuestras obras serán vacías. Yoos he elegido para que las obras que reali-céis sean las obras del Padre, las obras quele den gloria. Postraos a mis pies, dejad queos trasforme, no os resistáis, no ocultéisvuestro pecado, sacadlo a la luz para quemi sangre lo purifique; solo mi sangre escapaz de borrar toda mancha; hasta aque-lla que os parece imborrable, hasta aquellaque vosotros mismos no os perdonáis, misangre la limpia. Os he elegido pero dejad-me gravar en vuestro corazón esta llamada:postraos a mis pies".

• Necesitáis estar postrados a mis pies, nece-sitáis permanecer junto a mí. Aquí os forta-lezco, aquí os preparo, aquí os trasformo.Mirad que las dificultades que os esperanson grandes, mirad que las batallas que vaisa tener que enfrentar cada día son duras.Sólo resistirán los que, postrados a mis pies,sean revestidos de mi fuerza y de mi poder.Permaneced en pie. Velad y orad.

• "Este es el lugar que debéis ocupar, esto eslo que debéis hacer. No lo necesito yo, lonecesitáis vosotros".

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as Jornadas de la Juventud vienen aser algo muy importante en el caminode fe para muchos jóvenes. Lo han

sido ya para quienes hemos acompañado enmás de una ocasión al Papa y lo seguiránsiendo en el futuro. Juan Pablo II explicabaen 1986, año en que comenzaron lasJornadas, lo que estas significaban: "Esta jor-nada está vinculada a la esperanza que nodecepciona. (...) No quedarondecepcionados los que gri-taron: "¡Bendito el queviene en nombre delSeñor!" Si. Llega. Entró enla historia del hombre. EnJesucristo Dios entró defi-nitivamente en la historiadel hombre. Vosotros jóve-nes, debéis encontrarlo losprimeros. Debéis encon-trarlo constantemente. LaJornada de la Juventudsignifica salir al encuentrode Dios, que entró en lahistoria del hombremediante el misterio pas-cual de Jesucristo. Entró enella de manera irreversible. Yquiere encontraros antes a vosotros, jóvenes.Y a cada uno quiere decir: "Sígueme"".

Estas Jornadas desde sus inicios están mar-cadas por un espíritu de peregrinación, quebusca redescubrir a Cristo y en muchoscasos encontrarse por primera vez con Él.Una peregrinación que "expresa un profundoespíritu de conversión" donde el sacramentode la penitencia tiene su protagonismo. EnColonia se instalaron con el nombre deCentros de la Reconciliación grandes carpas,

donde cientos de sacerdotes durante los díasanteriores a la visita del Papa, ofrecían laoportunidad de recibir confesión. Pero tam-bién, no era difícil encontrarse a sacerdotesconfesando en cualquier esquina y en cual-quier circunstancia o en tranquila esperasentados en una silla. Se les ha visto trabajarintensamente y ofrecer un testimonio deentrega que, por su juventud, quizás mostra-

ban una vocación nacida a lospies de unas palabras deJuan Pablo II en otras jor-nadas. En la noche de laVigilia en Marienfeld el"deseo de volver a Dios" nocesaba y a muy altas horasde la madrugada aún sepodía ver a sacerdotes enlos caminos de accesoimponiendo las manos.

Con el paso de los añoslas JMJ se han convertidoen encuentros con laIglesia universal. La varie-dad de nacionalidadespermite apreciar en toda su

profundidad la unidad de laIglesia en la fe de Jesucristo. Distintas men-talidades, distintas formas de expresión, perouna única fe. Colonia entera palpitaba conun sólo corazón y toda ella se ha convertidoen signo de la verdad de Cristo. Solo en Él lahumanidad estará unida y en paz. EnColonia lo hemos experimentado a pequeñaescala, pero bien podemos decir que soloCristo puede dar al mundo la paz que tantoanhela. Allí lo hemos visto, lo hemos palpa-do. Han sido muchas las ocasiones, por lasituación y la cantidad de gente, que podían

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XX Jornadas Mundiales de la Juventud

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haber creado algún pequeño conflicto, sinembargo, a pesar de las molestias e incomo-didades, el clima entre los peregrinos era deverdadera caridad, mostrando lo mejor decada uno. Estoy seguro que a pesar de lasincomodidades que también ha traído la JMJpara los habitantes de Colonia, habrán sen-tido y visto, y no lo olvidarán fácilmente, laalegría de la juventud que se expresaba encantos, bailes y risas, y que se desbordabanpor cada rincón de la ciudad.

La particularidad del lema de este año refe-rente a la Eucaristía, ha hecho posible vercosas inéditas respecto años anteriores.Durante los días de la JMJ, en diversas igle-sias de Colonia, todas ellas abiertas, estabaexpuesto el Señor ininterrumpidamente aligual que en su magna catedral; y en todasellas se veía rezar con verdadera devoción ysilencio a muchos jóvenes que acudían enconstantes idas y venidas. También, comonovedad y ya en Marienfeld, se acomodó unespacio en el que durante toda la nochehasta la mañana del Domingo quedóexpuesto el Santísimo, al que no le faltócompañía. De igual modo en las carpaspara la confesión en lo que se llamaba salade acción de gracias, no faltaba el Señor en

la custodia. Pero lo que sin duda haresultado novedoso y emotivo fue laadoración en la Vigilia, dondeBenedicto XVI al finalizar sus palabrasdirigidas a los jóvenes, y actuandocomo un padre que enseña con elejemplo a sus hijos, nos mostró a CristoEucaristía. Marienfeld se convirtió derepente en un templo estrellado dondeel Señor atraía todas las miradas. Losperegrinos después de una intensa yexpectante jornada tuvimos la oportuni-dad, en ese momento, de ofrecer nues-tras vidas y el mundo entero junto alVicario de Cristo al igual que hicieronlos Reyes Magos en Belén. Estos siguie-ron a la estrella que les condujo alNiño Jesús, nosotros seguimos al Papa,

nuestra estrella, que nos lleva a CristoEucaristía. Así ha sido con Juan Pablo II, queha estado presente durante toda la jornadade una forma u otra, y así será conBenedicto XVI. La presencia de ambos, unodesde el cielo, otro en la tierra, han dado uncariz especial a esta jornada. El agradeci-miento a Juan Pablo II, el Papa de los jóve-nes, y la alegre acogida a Benedicto XVI semezclaban y han configurado un encuentroque ya ha sido llamado "el de los dos Papas".

Como regalo nos hemos traído las palabrasde la Vigilia y de la Misa de clausura, en lasque se nos invita a dejarnos transformar porCristo Eucaristía, para después poder reno-var verdaderamente el mundo. Volveremos aleer las provechosas palabras que nos dirigióel Papa, a los que estábamos allí y a los queno, pero especialmente a nosotros adorado-res perpetuos. No todos habéis vivido laexperiencia pero sí que podemos aprovecharlas enseñanzas del Papa para redescubrireste Misterio insondable que nos trae tantosbienes.

¡Adios Colonia! ¡Adios Benedicto XVI! ¡HastaSidney!

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ace en La Mure, Francia, el 4 de febrero de1811, en el seno de una familia humilde yde profundas raíces cristianas. Tras vencer

ligeras resistencias, a los 18 años entra en el novi-ciado de los Oblatos de María Inmaculada, saliópor enfermedad y tras recuperar la salud fue orde-nado de sacerdote diocesano a los 23 años, ypasados cinco entró a formar parte de la Sociedadde María, Padres Maristas. Con la aprobación dePío IX funda en 1856 la Congregación delSantísimo Sacramento, con el fin específico de pro-curar el culto solemne y la glorificación social deJesús Sacramentado. Muere en 1868. Fue canoni-zado el 9 de diciembre de 1962.

Destaca en la semblanza biográfica deS. Pedro Julián Eymard su docilidad sinestorbos a María Inmaculada y su pro-funda devoción a Jesús Sacramen-tado. La Virgen lo lleva a la Eucaristía,son los dos amores fundidos en sucorazón que lo polarizan y dan laclave para entender su vida.

Su madre lo llevaba todos losdías a recibir la bendición delSantísimo logrando así que desdepequeño Pedro tuviera una gran fami-liaridad con Jesús en el Sagrario. Es sig-nificativa la anécdota que de su infanciase cuenta: siendo pequeño se perdió y alser inútilmente buscado, su hermana acudió alSagrario pidiendo auxilio, cual no fue su sorpresaal ver al pequeño subido en una escalera junto alTabernáculo. "Pero niño, ¿qué haces ahí?. Puesnada, con Jesús". Feliz desenlace y gran lecciónpara los padres cristianos, encargados de hacercrecer en sus hijos esta amistad.

La gran ilusión de su juventud era poder cele-brar la Santa Misa. Una grave enfermedad, que lehizo abandonar a los Oblatos de MaríaInmaculada, amenazaba con frustrar su anhelo. Supetición era poder celebrar siquiera una Misa. Lascampanas de su pueblo tañeron quejumbrosascongregando a los vecinos en oración por el ago-nizante. Dios tenía para él otros designios y lamuerte huyó.

Recuperada la salud y ordenado sacerdote enel ejercicio ministerial su meta fue la misma que ladel santo Cura de Ars, su buen amigo, santificarsea sí mismo para obtener la salvación de sus ovejas.

El afán de ser misionero de María por todo el

mundo lo llevó a formar parte de los Maristas.Dentro de esta congregación pero en Francia des-arrolló gran parte de su ministerio. Jesús sacramen-tado se había convertido en un irresistible imánpara él. Un día llevando el Santísimo Sacramentoen la custodia, arrebatado de amor, prometió pre-dicar sólo de Jesucristo Sacramenta-do. Ejemplo aseguir por otros predicadores. Acudía a los pies deMaria a depositar todos sus afanes pastorales, laVirgen le pidió el fundar una congregación con elobjeto exclusivo de dar culto al Santísimo.

Comienza una nueva etapa en su vida, al fren-te de la reciente congregación tiene que arrostrar

múltiples dificultades. La adoración por lanoche fatigaba a los religiosos pero el

fundador no cedió a las propuestaslaxistas. Temiendo que las pruebascesasen pasaba alegre por todo contal de que Cristo Sacramentadofuera más conocido y mejoramado. Su deseo era incendiartodo el mundo con el fuego de laEucaristía. Ante los innumerablesproblemas sociales del momento lemartilleaba la frase de san Pedro:Fuera de Él no hay que buscar la sal-

vación... y ante las masas de hom-bres, que azuzados por las revolucio-

nes, se alejaban de la Iglesia, proponíasacar a Cristo del Sagrario y mostrarlo,

acercarlo a la gente y presentarlo no como unamomia o un recuerdo sino como Alguien vivocapaz de solucionar todos los problemas indivi-duales y sociales. Por los púlpitos de toda Franciase oía su voz: "sólo en Jesús Sacramentado está lasalvación".

Organizador de obras pías con fin eucarísticoarrastró tras de su ideal a innumerables personas,destacando la Srta. Tamisier, viajera del SantísimoSacramento y organizadora de los CongresosEucarísticos que nacían en 1881 bajo los auspiciosde los religiosos sacramentinos ya muerto su fun-dador.

María dirigió los pasos de su peregrinación y yacercano el final, predicando las relaciones deMaría con la Eucaristía, terminaba así su sermón: "pues bien, honremos a María con el título deNUESTRA SEÑORA DEL SANTÍSIMO SACRAMEN-TO". Y desde ese momento María fue invocada enla Iglesia con este nuevo título.

Vida Eucarítica

SSaann PPeeddrroo JJuulliiaann EEyymmaarrdd

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La adoración eucarística tiene por objetola divina Persona de nuestro Señor Jesucristopresente en el Santísimo Sacramento.

En este divino Sacramento Jesús está vivoy quiere que le hablemos. El por su partehablará con nosotros.

Todos pueden conversar con nuestroSeñor, puesto que allí se ha quedado paratodos. Además, ¿no dijo, sin exceptuar anadie, "Venid a mí todos"?

Este coloquio espiritual que se estableceentre el alma y nuestro Señor es la verdaderameditación eucarística, es lo que constituyeen realidad la adoración.

A todos se conceden las gracias necesariaspara hacer bien esta adoración; mas paraasegurar el éxito y evitar la rutina y la aridezde espíritu y del corazón, es necesario que losadoradores sigan los movimientos de su gra-cia particular y los que les inspiren los diver-sos misterios de la vida de nuestro Señor, de

la santísima Virgen y de las virtudes de lossantos, a fin de honrar y glorificar al Dios dela Eucaristía, por todas las virtudes de quenos dió ejemplo durante su vida mortal, lomismo que por las virtudes de los santos,para quienes El mismo fué la gracia y el fin, yhoy es la corona de gloria.

Vuestra hora de adoración la habéis deconsiderar como una hora de paraíso; id aella como si fueseis al cielo, como a un ban-quete divino, y veréis cuánto la deseáis, ycómo la saludáis con regocijo. Fomentad sua-vemente en vuestro corazón su deseo.Repetid en vuestro interior: "Dentro de cua-tro, de dos, de una hora... iré a la audienciade amor y de gracia que me ha concedidonuestro Señor Jesucristo. El es quien mellama, me espera, y desea tenerme a su lado".

Cuando os toque una hora costosa a lanaturaleza, alegraos más: con el sufrimientocrecerá vuestro amor a Jesús: aceptadla como

Inauguramos esta sección HORA SANTA con un escrito de S. Pedro Julián Eymard, elgran apóstol de la Adoración Perpetua del siglo XIX, presentado en la sección anteriorde VIDAS EUCARÍSTICAS aunque, inevitablemente por exigencia del escaso espacio dis-ponible, con la amplitud que la apasionante vida de este "Campeón más que ningúnotro de Cristo en el Sagrario", como fue llamado por el Papa Pío XII, merecería.Contemporáneo y amigo de otra gran figura eucarística de ese siglo de la historia de laIglesia, Herman Cohen, el judío converso fundador de la Adoración Nocturna, nos halegado en sus escritos un maravilloso "Vademécum" de la adoración eucarística.Este escrito suyo, que no es, lo que literariamente se considera una Hora Santa, cuyocontenido suele consistir en un diálogo directo con el Señor, a quién se le habla o dequien se escuchan sus palabras, lo hemos incluido en esta sección y precisamente comoprimero en ella, porque nos proporciona unas valiosísimas consideraciones, pistas oayudas para poder "leer", "hacer", o mejor, sencillamente vivir, nuestra propia y personalHora Santa de adoración, pues como dice el santo, "aficionaos al libro de la humildady del amor, cuya lectura es inagotable"; porque, "todos pueden conversar con el Señor,puesto que allí se ha quedado para todos" y "Él por su parte hablará con nosotros". Elinfatigable apóstol de la Eucaristía nos anima, aconseja y avisa también para no desfa-llecer frente a las dificultades y arideces que, a veces surgen en el camino de la adora-ción.

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una hora privilegiada, pues os valdrá por dos.Si por vuestros achaques, enfermedad o

por otra causa cualquiera os encontráisimposibilitados de hacer vuestra adoración,dejad que el corazón se contriste un instantey volad con el pensamiento al lado de Jesús,uniéndoos espiritualmente a los que le ado-ran en esos momentos. Durante vuestros via-jes, cuando estéis ocupados en vuestros tra-bajos o postrados en el lecho del dolor, pro-curad guardar mayor recogimiento y conse-guiréis el mismo fruto que si hubieseis podi-do ir a postraros a los pies del buen maestro.El os tomará en cuenta esta hora y tal vez seduplicará su valor.

Id a nuestro Señor como sois, haciendo lameditación con toda naturalidad. Antes deechar mano de los libros, agotad el caudal devuestra piedad y de vuestro amor. Aficionaosal libro de la humildad y del amor, cuya lectu-ra es inagotable. Bien está que os valgáis dealgún libro piadoso, para volver al buen cami-no del que os habíais desviado cuando elespíritu comenzó a divagar, o se adormecían

vuestros sentidos; pero tened en cuenta queel buen Maestro prefiere la pobreza de vues-tro corazón a los más sublimes pensamientosy santos afectos que os puedan prestar otros.Busca vuestro corazón y no el de los demás;busca los pensamientos y la oración que de élos broten como expresión natural del amorque le profesáis.

Frecuentemente, el no querer presentar-nos al Señor con nuestra propia miseria ypobreza, que nos humilla, es efecto de unsutil amor propio, de la impaciencia o de lacobardía; y, sin embargo, eso es lo que pre-fiere a todo lo demás y en lo que nosotrosama y bendice. ¿Es la aridez la que seca vues-tros afectos?... Glorificad a Dios y pedidle sugracia. Sin la cual nada podéis: abrid enton-ces vuestra alma a las influencias del cielo,como la flor abre su cáliz a la salida del solpara recibir el benéfico rocío.

Si os halláis en la más completa impoten-cia, con el espíritu sumido en tinieblas, zaran-deado el corazón por su frivolidad y el cuer-po atormentado por el dolor, haced la adora-ción del pobre, salid de vuestra pobreza e ida refugiaros en nuestro Señor; o bien, ofre-cédsela para que su bondad tenga la ocasiónde convertírosla en abundante riqueza, locual será una obra digna de su gloria.

Pero resulta que os encontráis tristes y afli-gidos, de manera que todo se revela en vos-otros y os impulsa a dejar la adoración, sopretexto de que ofendéis a Dios, de que, envez de servirle, le deshonráis... ¡Oh, no!, no leprestéis oídos, ni os seduzca tan especiosatentación, pues esa adoración es la adoracióndel combate, con lo que probáis vuestra fide-lidad a Jesús contra vosotros mismos. No, no;no le desagradáis, antes al contrario, regoci-jáis a vuestro Señor que os está mirando. Sisatanás ha turbado vuestra quietud y sosiegoes porque El se lo ha permitido, y ahora, vien-do cómo peleáis, espera que le prestéis elhomenaje de vuestra perseverancia hasta elúltimo instante del tiempo que le habéis pro-metido. Que la confianza, la sencillez y ungrande amor a Jesús os acompañen siempreque vayáis a adorarle.

Hora Santa

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Como todos los años, octubre, tradicionalmente es el mes del Rosario. Y, en este año enparticular, octubre del "Año de la Inmaculada" mes en el que finalizará el "Año de laEucaristía" con la celebración del Sínodo sobre la Eucaristía convocado por el entraña-ble Papa Juan Pablo II, por cuyos frutos pedimos intensa y fervorosa oración."Venid a Mí" quiere rendir homenaje a estas dos realidades, Eucaristía e InmaculadaConcepción de la Virgen María, la Mujer Eucarística, tan íntimamente unidas en elMisterio de la Redención. Unión de la que nuestra adoración eucarística también eshumilde signo: adoramos la Eucaristía en la capilla de la Inmaculada Concepción. Es loque proponía el mencionado Papa en su carta apostólica "Rosarium Virginis Mariae" (querecomendamos vivamente) "contemplar- adorar, podríamos traducir nosotros- a Cristocon María", como lo hacía Ella, desde su Inmaculado Corazón.Con este motivo incluimos en nuestra revista la nueva sección ROSARIO EUCARÍSTICOiniciándola con la trascripción - en "pequeños sorbos" por la extensión de las meditacio-nes y la lógica limitación de páginas de la sección - del libro "Amando a Jesús con elCorazón de María- Meditaciones eucarísticas de los Quince Misterios del Rosario" delPadre Martin Lucía fundador de la Sociedad Misionera Nuestra Señora del SantísimoSacramento, a quien ya mencionamos en el número anterior como superior del P. JustoAntonio Lofeudo. Es un libro del año 1.984 y por tanto, anterior a la publicación de lamencionada carta apostólica sobre el Rosario, por lo que no incorpora los MisteriosLuminosos, aunque intentaremos solicitar del autor, por vía del P. Justo, la meditación delos mismos si es que no la tiene ya publicada en alguna edición posterior. Reproducimos íntegras, por su interés, la Presentación del libro que hizo la Madre Teresade Calcuta, amiga personal del autor, y la Introducción. Por la extensión de ambas par-tes, las meditaciones de los Misterios las iremos ofreciendo en sucesivos números- dos encada uno-, por lo que aconsejamos conservar las revistas para poder coleccionar elRosario completo. Aseguramos que vale la pena.

INTRODUCCIÓN

El Rosario es mi oración favorita. Es una oración maravillosa en su simplicidady su profundidad. En el Rosario repetimos una y otra vez las palabras que laVirgen María oyó del Arcángel y de su prima Isabel. La Iglesia entera se une aestas palabras. En el trasfondo de las palabras "Ave María", el alma puede verlos acontecimientos más importantes de la vida de Jesucristo. ¡Es una oracióntan sencilla y a la vez tan rica! Desde lo más profundo de mi corazón exhortoa todos a rezarla.S.S. Juan Pablo II, Carmelo de Santa Teresa, Coimbra, Portugal

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uando rezamos el Rosario ante elSantísimo Sacramento, estamos aman-do a Jesús con el Corazón de María.

Cuando rezamos el Rosario en la presencia deJesús en el Santísimo Sacramento, le ofrecemosla adoración perfecta de María.

Al unir nuestro amor a Jesús, al amor per-fecto y a la adoración perfecta de María, Jesúsrecibe nuestra hora santa como si María mismala estuviese haciendo, porque aunque nuestrafe sea muy débil o nuestro amor muy pobre,María nos guarda en su corazón y Jesús acep-ta la hora que pasamos con Él como si viniesedirectamente del corazón de su propia Madre.El Corazón Inmaculado de María suple lo quele falta a nuestro corazón.

Los quince misterios del Rosario están rela-cionados y fundamentados en el misterio cen-tral de nuestra fe que es la Sagrada Eucaristía,donde se lleva a cabo la obra de nuestraredención (Conc Vaticano. II) La Eucaristía con-tinúa y hace presentes los quince misterios delSanto Rosario.

Cuando vamos a la Eucaristía, vamos aBelén, porque la Eucaristía es la prolongaciónde la encarnación aquí en la tierra. Este es eltema de los Misterios Gozosos (págs. 20-36).Vivirlos con María, con su obediencia, con suconfianza en Dios, con su adoración, con suconsagración total, es to que llena de alegría anuestras almas.

Cuando vamos a la Eucaristía vamos alCalvario porque aquí Jesús renueva su sacrifi-cio perfecto de la cruz y continúa inmolándosepor amor a nosotros. Aquí se hace de nuevopresente la victoria y el triunfo de su muerte(Conc.Vat. II). La Eucaristía es el fruto de lapasión de nuestro Señor. Este es el tema de losMisterios Dolorosos. Los cuatro fines de lamisa: adoración, acción de gracias, reparacióny petición, continúan en el SantísimoSacramento en el que Jesús vive intercediendopor nosotros (Conc.Vat. II).

Por sus santas llagas que son ahora la glo-ria del paraíso, Él nos cura en este SantoSacramento de todas nuestras heridas demente, corazón y alma. Aquí es donde somosrenovados por el poder de su gracia que fluyede sus santas llagas siempre abiertas, con elagua de vida eterna de su amor divino. Lascinco llagas externas de Jesús representan sus

cinco llagas internas (cf Isaías 53). Por estassantas llagas somos sanados.

Cuando vamos a la Eucaristía vamos a laResurrección, porque aquí habita nuestroSalvador resucitado. Él es el Cordero que estáen el trono y es nuestro Pastor. La Eucaristía esun anticipo del cielo y un adelanto de la gloriaque nos aguarda, en la que amaremos a Dioscon su propio amor. Este es el tema de losMisterios Gloriosos. En unión con los SagradosCorazones de Jesús y María revivimos estosmisterios en nuestra vida diaria, porque adonde fue Jesús, la Iglesia, su esposa debeseguirlo. Sin embargo, antes de ser glorificadoscon Él para siempre, debemos tomar nuestracruz de cada día y seguirlo.

Jesús hizo sencillo el evangelio, es el hom-bre el que lo complica. La Palabra de Dios noslleva a la Eucaristía porque la fuente y la cimade la prédica del Evangelio es la SagradaEucaristía.' Estos quince misterios del SantoRosario cobran vida en el misterio central denuestra fe, la Sagrada Eucaristía.

Este libro es para ayudar a la gente a haceruna hora santa fructífera con Jesús en elSantísimo Sacramento. Unidos a María, la per-fecta adoradora. Puesto que María es "llena degracia", cada "Avemaría" que rezamos abrenuestra alma para recibir gracias preciosas queenriquecen nuestro espíritu, aumentando ennosotros sus mismas virtudes, y llevándonos auna unión más profunda con el CorazónEucarístico de Jesús. Los Sagrados Corazonesde Jesús y María están tan perfectamente uni-dos que con cada "Avemaría" que rezamosaspiramos el mismo espíritu de Jesús, como unaliento espiritual de inspiración divina que davida a nuestra alma.

Este libro se puede usar una y otra vez comoayuda en la oración. De acuerdo con el nuevoCanon, la Iglesia concede IndulgenciaPlenaria, con las condiciones habituales, aquienes recen el Rosario en presencia delSantísimo Sacramento, lo que prueba cuanagradable es esta práctica para Dios. Si teresulta imposible salir porque estás recluido enun hospital, o por estar enfermo, únete espiri-tualmente a Jesús en el Sagrario que está máspróximo, y con estas meditaciones del Rosarioobtendrás las mismas gracias que si estuvieraspersonalmente ante Él en el SantísimoSacramento.

Rosario Eucarístico

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"Os pondré pastores según mi corazónque os den pasto de conocimiento y pruden-cia" (Jer 3, 15)

Sí, habíamos percibido la llamada delCorazón de Jesús para tratar de "esforzarnossegún su deseo, en apagar la sed de suCorazón" que entendíamos que era movili-zarnos para conseguir una capilla de AEP enla ciudad.

Pero muchas dudas comenzaron a asal-tarnos. ¿De verdad lo pedía el Señor, aquí yahora, a nosotros?¿No sería un sueño o alu-cinación? Adorar al Santísimo día y noche,muy emocionante, pero ¿habría suficientegente dispuesta en la ciudad? Sobre todo,por las noches, de todos los días, laborablesy festivos, ¿no sería una exageración? Y eso,tal y como lo habíamos visto en el vídeo "Yosoy el Pan de Vida" (narra cómo se implantóla AEP en varias parroquias de San Antonio,Texas) o en Internet que lo hacían ya en "bas-tantes" parroquias del mundo, no un día ouna semana, un mes o un año, sino"Perpetua", ¡las 24 horas del día, los 365días del año! Nos dábamos cuenta de que elSeñor, por su parte, no habría de faltar, peronosotros ... pobres humanos... aquí, enToledo, ¿tendríamos suficiente fe?

Por otra parte, a fin de cuentas, ¿quiéneséramos nosotros y, en realidad, qué podía-mos hacer, sin capacidades, ni fuerza, nimedios, para esta misión? Si al menos tuvié-semos seguridad de que el Señor pedíaésto... Creíamos sinceramente como María,aunque con mucha menos fe, que "nada esimposible para Dios" (Lc1,37) y también que"todo es posible para el que cree"(Mc 9,23).Si de verdad era voluntad del Señor, sabía-mos, aunque fuese teóricamente, que Él pro-porcionaría los medios y nos mostraría loque teníamos que hacer. Nos hacía falta,pues, una prueba, una garantía, una señal.Necesitábamos estar seguros para ponernosen camino. Como Moisés, que le habíadicho: "Si no vienes Tú mismo, no nos hagaspartir de aquí" (Ex 33,15). El profeta Samuel,

a la tercera vez de haber percibido la llama-da, y aleccionado por el sacerdote Elí, habíarespondido: "¡Habla, que tu siervo escucha!"(1Sam 3, 10).

Pero nosotros sabíamos que el Señor nohabla con palabras audibles a los oídos cor-porales. Entonces nos vino a la mente que elSeñor también habla por medio de susrepresentantes en la tierra. Además su res-puesta, entonces, se puede oír y claramente.Esa sería la señal. Si su representante ennuestra diócesis, el Arzobispo, nos decía quesí pues seguiríamos adelante (aunque nosupiéramos muy bien cómo, pues solo tení-amos alguna vaga idea para empezar). Y sidecía que no, que no era el momento opor-tuno o conveniente, pues sería la confirma-ción de que no había sido más que un deli-rio nuestro. Y casi sería un descanso paranosotros pues nos inquietaba, por una parte,la posibilidad de que de verdad lo quisiera elSeñor y por otra que no viéramos nada claroel cómo podría ser.

Esa misma tarde aprovechando la visitadel Arzobispo, Don Antonio Cañizares consu auxiliar D. Juan José Peregrina a laParroquia del Buen Pastor para celebrar unaMisa por Manos Unidas, trataríamos desaludar a D. Antonio a quien no conocíamospersonalmente, pues todavía era reciente sutoma de posesión de la diócesis, y aunqueno fuese el momento más oportuno, quizástuviésemos ocasión de preguntarle por laAEP. Providencialmente, en la sacristía de laiglesia, así ocurrió:

• D. Antonio, aunque no sea la forma o elmomento más conveniente, pero ¿creeusted que vale la pena esforzarse, traba-jar, para que en Toledo haya AdoraciónPerpetua del Santísimo?

Su respuesta, contundente, no dejabalugar a ninguna duda:

• Sí, claro que sí. Desde luego que vale lapena.

II. De la Sed del Corazón de Cristo al Sí de corazón de su Pastor.

Testimonio

cuerpo.qxp 13/10/2005 10:45 PÆgina 16

2 • Venid a Mí

INDICEEditorial ...........................................3Habla el Papa ..................................5Palabras del P. Justo .........................7Tema de Formación..........................9JMJ Colonia...................................11Vida Eucarística..............................13Hora Santa ....................................14Rosario Eucarístico .........................16Testimonio......................................18Milagro..........................................20

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IINNTTEENNIIOONNEESS DDEELL PPAAPPAApara el mes de Octubre

GGeenneerraall:: Para que los cristianos no se desalienten ante los retosde la sociedad secularizada, sino que den testimonios, con con-fianza plena, de su fe y esperanza.MMiissiioonnaall:: Para que los fieles unan, al deber fundamental de laoración, el esfuerzo de contribuir también económicamente a laobra misionera. CCoonnff.. EEppiissccooppaall:: Que los misioneros españoles no olvidemosnuestra tradición evangelizadora y sigamos prestando a misionesy misioneros nuestra oración, nuestro apoyo y nuestra ayudaeconómica.NNuueessttrraass IInntteenncciioonneess:: Por el Sínodo Mundial de los Obispos,para que sea origen de una revitalización eucarística.Por el Plan Pastoral Diocesano que con el lema Por los que han sufrido del Katrina para que el Señor los recon-forte.MMuuyy IImmppoorrttaannttee:: El primer jueves de cada mes la misa se aplica-rá por los adoradores perpetuos, sus intenciones y los familiaresdifuntos de cada una de los adoradores.

¿Qué es la AdoraciónEucarística Perpetua?

Es la exposición permanente, día ynoche, todos los días del año, del Santísimopara la adoración de los fieles. Para lograr-lo, se requiere una cadena inquebrantablede amor en torno al Señor, una cadenacontinua de adoradores que se comprome-ten a ofrecer una hora por semana, duran-te todo el año y por todos los años, comoHora Santa de adoración personal y silen-ciosa.

Una capilla de Adoración Perpetuaes: hacer realidad las palabras del SantoPadre, Juan Pablo II: "¡Abrid las puertas depar en par a Cristo!": permitir que Cristoabrace a todos los que allí vayan, los sane,los consuele, los alivie; dar testimonio con-vincente de nuestra fe y ejemplo a los niñosy a las jóvenes generaciones de la presen-cia real de Jesucristo en el SantísimoSacramento; un faro de luz en la noche delmundo; una Capilla de la misericordia deDios de donde parten rayos de gracia ymisericordia para toda la humanidad.

La capilla de Adoración Perpetuatrae: seguridad a la comunidad, mayoresvocaciones religiosas y toda clase de bene-ficios, y permite que quienquiera que sea yen cualquier momento pueda encontrarsecon su Señor.

¡ÉL ESTÁ REALMENTE ALLÍ! "Yo soy elPan vivo bajado del cielo" (Jn 6:35). Día ynoche Jesús mora en el SantísimoSacramento porque ÉL NOS AMA CONAMOR INFINITO Y ETERNO! "Estaré convosotros hasta el fin del mundo" porque"con amor eterno te he amado y constantees mi amor por ti" (Mt 28:20; Jer 31:3).

Lo que Jesús te pide es que tu le amespasando UNA HORA EN PAZ CON ÉLCADA SEMANA ANTE EL SANTISIMOSACRAMENTO "¿Es que no habéis podidovelar conmigo ni siquiera una hora?" (Mt26:40)

Pequeño Catecismo Eucarístico. "El Tesoro escondido".

Se ha editado en la editorial Planeta en su colección Testimonio este excelente librito de 173 páginas, idealpara los jóvenes por su claridad pedagógica, pero también por su profundidad y rigor. Está compuesto de88 preguntas sobre la Eucaristía, milagros eucarísticos y una selección de santos españoles e iberoamerica-nos. Su intención no es otra que, "ayude a difundir la fe y el amor a Jesús en la Eucaristía, a participarconsciente y activamente en la Santa Misa, y a intimar con Jesús en el momento de la comunión y en laadoración a la Eucaristía en el sagrario".

En este año de la Eucaristía que ya termina, lo recomendamos vivamente pues no hay duda que harámucho bien a todo aquel que lo lea, niños, jóvenes y adultos. En Junio salió la primera edición y ya está encamino la segunda. Se puede adquirir en la Librería Pastoral del Arzobispado.

Desde muy joven descubrí lo más importante de la vida cristiana que es fundamentarla y des-arrollarla en la Eucaristía. Mi familia tenía muchos problemas en aquellos años convulsos. Fui víc-tima de ellos y sin cumplir los diez años me pusieron a trabajar, porque antes de cumplir seis yapasaba necesidades. Con la terminación de la guerra civil descubrí la Religión Católica, únicacapaz de dar respuesta a todos los interrogantes humanos y de llenar todas las aspiraciones. Porella me sentí hijo de Dios, redimido y amigo de Jesucristo, templo del Espíritu Santo y miembro dela Iglesia. Esta Iglesia que Jesús ha instituido para ser su propia prolongación en la tierra y que esUNA, SANTA, CATÓLICA Y APOSTÓLICA, como rezamos en el Credo, y que, por mandato delmismo Cristo, hace la Eucaristía y ésta, a su vez, hace la Iglesia.

Para mí, la Eucaristía, es siempre la Roca en la que me apoyo, el Baluarte donde me salvo, elAlcázar donde vivo y desde el que amo y trabajo, amando a Dios y al prójimo por Él.

Desde que tuve uso de razón jamás he dejado, siempre que puedo, de participar en el Sacrificioinefable de la Santa Misa, comulgar y visitar a Jesús en el Sagrario. Esto me hace querer, cada díamás, a Jesús, descubrir nuevas dimensiones y horizontes en su Amor, porque Él es infinito y en Élhabitan todos los tesoros de la Sabiduría, de la Ciencia, de la Gracia y del Amor. Me hace estarcada vez más entusiasmado, apasionado y fascinado por Él. "No se nos ha dado otro Nombre porel que podamos salvarnos" - dicen los Hechos de los Apóstoles - ¡sólo Jesucristo!

Tres pequeñas anécdotas como "botón de muestra" de mi experiencia eucarística.

• Haciendo el servicio militar en la academia de Infantería, a los soldados de tropa no se nosdejaba pasar a la Capilla, ni participar en la Misa, sólo en la Misa de campaña del domingo,en donde no se daba comunión. Todos los días, durante dos años, me "escapaba" antes deltoque de diana y saltando una pared baja, que aún existe, iba a Misa del Hospital Provincialque era muy temprano. Jamás me pasó nada, con la gravedad que supone salir antes deltoque de diana.

• En mi trabajo profesional, me recorría toda la provincia y me agradaba visitar los Sagrariosmás abandonados. En la hora de la siesta, estando en un pueblecito muy pequeño, cuandopermanecía al pie del Sagrario, vi salir ratones del altar, avisé al sacerdote de otra parroquiaque estaba encargado de ésta, y comprobamos que los ratones habían roto el Sagrario demadera y se habían comido el Sacramento. Quedé impresionado de la humillación, del sacri-ficio, generosidad y constancia del Amor de Dios revelado en Cristo Jesús por nosotros.

• Los años difíciles y de crisis, después del Concilio, me encontraba en plenitud de edad y de tra-bajo apostólico. Algunos sufrimos mucho y fuimos fieles hasta el extremo. Confieso que miúnica fuerza fue, como hoy, Jesucristo en la Eucaristía. Ésta es, sin duda, el mayor milagro deDios, porque puso toda su Omnipotencia al servicio del Amor y nos dio este Sacramento.

José Rincón, un adorador perpetuo.

MI ROCA Y MI BALUARTE ES LA EUCARISTÍATestimonio

Venid a Mí • 19

Pliego de Portada.qxp 20/10/2005 11:02 PÆgina 2

ORACIÓN DEL SÍNODO

Señor Jesucristo, a quien al Padre nos ha encomendadoescuchar como a su Hijo amado: ilumina tu Iglesia , paraque nada sea para ella más santo que escuchar tu voz yhacerse seguidora tuya. Tú que eres Sumo Pastor y Guíade nuestras mentes, dirige tu mirada a los Pastores de tuIglesia, que en estos días se reúnen con el beato Sucesor dePedro para celebrar el Sínodo y dígnate santificarlo en laverdad y confírmalos en la fe y en el amor.

Señor Jesucristo, manda tu Espíritu de amor y de verdadsobre los Obispos que celebran el Sínodo y sobre quienesles asisten en sus tareas: concédeles percibir con fe en elánimo el soplo que el Espíritu infunde hoy en las Iglesias yrecibir de él la enseñanza de la verdad, y haz que los fieles,purificados y sostenidos por su compromiso, adhieran alEvangelio a través del cual obra la salvación, convirtiéndo-se en oblación viviente al Dios del cielo.

Y María, la santísima Madre de Dios y Madre de laIglesia asista hoy a los Obispos como un día asistió a losApóstoles en el Cenáculo e interceda con su maternoapoyo, para que honrenla comunión fraterna, tengan pros-peridad y paz en días serenos y, escrutando con amor lossignos de los tiempos, celebren la majestad de Dios, Señormisericordioso de la historia, para alabanza y gloria de laSantísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo. Amén

Pliego de Portada.qxp 20/10/2005 11:02 PÆgina 1