ORACIÓN COMO UNA VISITA A DIOS LAS RIQUEZAS DIVINAS …
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EL CAM NANTE 1 Me doy la Bendición 2 Voy a comenzar el encuentro con Dios haciendo lo siguiente: • Voy a saludar a Dios, que es con quien voy a dialogar en esta visita, y le voy a pre- guntar ¿Cómo estás Dios? • Deja que él te pregunte: ¿Cómo estás? • Respóndele y escucha lo que él te dice. 3 Voy a pedirle a Dios que me conceda en este ratico de en- cuentro con Él, lo siguiente: “SEÑOR, AYÚDAME A RECONOCER Y ACEPTAR LAS RIQUEZAS QUE DIOS ME DA Y COMENZAR A PONERLAS AL SERVICIO DE LOS DEMÁS, EN ESPECIAL DE LOS QUE MÁS LAS NECESITAN”. 1 “Guía de oración con un toque ignaciano” “No el mucho saber harta y satisface el alma, más el sentir y gustar internamente”. (Ignacio de Loyola EE.EE. [2]) Para este rato de Oración te sugerimos el siguiente texto: DEL EVANGELIO DE SAN MATEO, CAPÍTULO XV, tomado de la publicación SOBRE ROCA, número 129, de Gustavo Gaviria Cuartas. A.JESÚS Y LAS RIQUEZAS: LAS RIQUEZAS DIVINAS SON GRATIS 1 Lee en este momento el siguiente pasaje: Mateo 20, 8-10 El dueño de una finca contrata trabajadores para trabajar en su finca y conviene con ellos el pago por su trabajo. Unos trabajan más tiempo y otros menos y todos reciben la misma paga pues ese fue el contrato. “Cuando llegó la noche, el dueño de la finca dijo al encargado del trabajo: Llama a los trabajadores y págales, comienza por los últimos que entraron y termina con los que entraron primero. Se presen- taron, pues, los que habían entrado a trabajar alrededor de las cinco de la tarde, y cada uno recibió el salario completo de un día. Después, cuando les tocó el turno a los que habían entrado primero, pensaron que iban a recibir más; pero cada uno de ellos recibió el salario de un día. ES PALABRA DEL SEÑOR 2 Lee con atención la siguiente reflexión Como todos los hombres somos igualmente amados de Dios, tenemos por lo tan- to el derecho a recibir gratis de Él la misma cantidad de riquezas. En la parábola de los trabaja- dores que fueron contratados a distintas horas, encontra- mos esta genialidad: Jesús está dispuesto a dar a toda una recompensa igual, aun- que hayan realizado un tra- bajo desigual. Pagar el mismo salario, tanto a un trabajador que sólo tra- bajó una hora como a otro que laboró 12 horas, nos pa- rece algo injusto e ilegal. Sin embargo, Dios piensa bien distinto. Para Él las palabras legal y justo no existen. La única palabra que conoce es Gratuidad. Las riquezas que recibimos de Dios no son una SEGUNDO PASO: SABER DIALOGAR SOBRE EL ASUNTO CENTRAL PRIMER PASO: SABER COMENZAR Asesor de contenido: P. Raúl Hernán Restrepo, S.J. Edición 049 ORACIÓN COMO UNA VISITA A DIOS LAS RIQUEZAS DIVINAS SON GRATIS “Las riquezas que recibimos de Dios no son una paga, sino un regalo, [... una gracia.]”
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EL CAM NANTE
1 Me doy la Bendición2 Voy a comenzar el encuentro con Dios haciendo lo siguiente:
• Voy a saludar a Dios, que es con quien voy a dialogar en esta visita, y le voy a pre-guntar ¿Cómo estás Dios?• Deja que él te pregunte:¿Cómo estás?• Respóndele y escucha loque él te dice.
3 Voy a pedirle a Dios que me conceda en este ratico de en-cuentro con Él, lo siguiente:
“SEÑOR, AYÚDAME A RECONOCER Y ACEPTAR LAS RIQUEZAS QUE DIOS ME DA Y COMENZAR A PONERLAS AL SERVICIO DE LOS DEMÁS, EN ESPECIAL DE LOS QUE MÁS LAS NECESITAN”.
1
“Guía de oración con un toque ignaciano”
“No el mucho saber harta y satisface el alma, más el sentir y gustar internamente”. (Ignacio de Loyola EE.EE. [2])
Para este rato de Oración te sugerimos el siguiente texto: DEL EVANGELIO DE SAN MATEO, CAPÍTULO XV, tomado de la publicación SOBRE ROCA, número 129, de Gustavo Gaviria Cuartas.
A.JESÚS Y LAS RIQUEZAS: LAS RIQUEZAS DIVINAS SON GRATIS
1 Lee en este momento el siguiente pasaje:
Mateo 20, 8-10
El dueño de una finca contrata trabajadores para trabajar en su finca y conviene con ellos el pago por su trabajo. Unos trabajan más tiempo y otros menos y todos reciben la misma paga pues ese fue el contrato.
“Cuando llegó la noche, el dueño de la finca dijo al encargado del trabajo: Llama a los trabajadores y págales, comienza por los últimos que entraron y termina con los que entraron primero. Se presen-taron, pues, los que habían entrado a trabajar alrededor de las cinco de la tarde, y cada uno recibió el salario completo de un día. Después, cuando les tocó el turno a los que habían entrado primero, pensaron que iban a recibir más; pero cada uno de ellos recibió el salario de un día.
ES PALABRA DEL SEÑOR
2 Lee con atención la siguiente reflexión
Como todos los hombres somos igualmente amados de Dios, tenemos por lo tan-to el derecho a recibir gratis de Él la misma cantidad de riquezas.
En la parábola de los trabaja-dores que fueron contratados a distintas horas, encontra-mos esta genialidad: Jesús está dispuesto a dar a toda una recompensa igual, aun-que hayan realizado un tra-bajo desigual.Pagar el mismo salario, tanto a un trabajador que sólo tra-bajó una hora como a otro que laboró 12 horas, nos pa-rece algo injusto e ilegal. Sin embargo, Dios piensa bien distinto. Para Él las palabras legal y justo no existen. La única palabra que conoce es Gratuidad. Las riquezas que recibimos de Dios no son una
SEGUNDO PASO: SABER DIALOGAR SOBRE EL ASUNTO CENTRALPRIMER PASO: SABER COMENZAR
Asesor de contenido: P. Raúl Hernán Restrepo, S.J. Edición 049
ORACIÓN COMO UNA VISITA A DIOSLAS RIQUEZAS DIVINAS SON GRATIS
“Las riquezas que recibimos de Dios no son una paga, sino un regalo, [... una gracia.]”
¿Qué pudiste sentir y gustar?
TERCER PASO: SABER TERMINAR
1 Dale gracias a Dios por lo que experimentaste en este rato de encuentro con Él.2 Termina tu conversación y despídete de Él (Dios).3 Ponte de acuerdo con Dios sobre cuándo se van a encontrar de nuevo para tener otra visita.
CUARTO PASO: SABER EVALUAR LA VISITA (DISCERNIR)
Haz una corta evaluación de esta visita, y pon por escri-to cuáles fueron las 2 ideas principales que aparecie-ron y los sentimientos que experimentaste.
QUINTO PASO: SABER CONFRONTAR
Comparte con alguien espe-cial lo que te sucedió y que te ayude a entender todo lo que pasó y qué debes hacer a partir de este encuentro con el Señor.
Si lo deseas, puedes concertar un espacio de encuentro fraterno y dialogo con uno de nuestros asesores espirituales, ellos están en total disposición de acompañarte y guiarte en el momento que requieras.
paga, sino un regalo, no son un salario sino una gracia.
La nueva Jerusalén que describe el capítulo 21 del Libro del Apocalipsis es una ciudad amurallada bellísima que posee 12 puertas. Por las 3 puertas que dan al Oriente, que es el sitio por donde sale el sol, pueden entrar las personas en la aurora de sus días. Por las 3 puertas que quedan al Occidente que es el lu-gar en donde el sol se oculta, lo pueden hacer las personas que deseen entrar en el ocaso de su vida. Tanto los que entraron a la ciudad siendo niños, como los que lo hicieron siendo ancia-nos reciben la misma riqueza e igual premio.
1.¿Soy consciente de que todo lo que tengo lo he recibido gra-tis de Dios?2.¿He agradecido a Dios todas las riquezas que he recibido de Él?3.¿A quién debo agradecer en mi vida y no lo he hecho? ¿Cuándo lo voy a hacer?4.Voy a escribir todos los dones (riquezas) recibidos(as) de Dios a lo largo de mi vida y voy a agradecer por ellos.
B. Habla familiarmente con Dios acerca del texto de la Escritura y de la reflexión y las preguntas y de tu respuesta a ellas. Deja que Dios te hable a ti a través de esto y escúcha-lo con atención.
Centro Pastoral SanFrancisco Javier
Vicerrectoría del Medio Universitario
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