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Nuevo Topo - N° 2 - 7
Artículos JOSÉ CARLOS MARIÁTEGUI Y LA INTERNACIONAL COMUNISTA. RECONSTRUCCIÓN HISTÓRICA DE UN VÍNCULO COMPLEJO
SILVANA FERREYRA1
Yo, personalmente, traigo a este debate mis proposiciones. Trabajaré, por supuesto, para que prevalezcan; pero me
conformaré con que influyan en la acción, en los hechos, prácticamente -en la medida de su coincidencia con el
sentimiento de mi generación y con el ritmo de la historia. José Carlos Mariátegui2
Introducción
José Carlos Mariátegui nació, creció y se desarrolló como intelectual junto a la realidad peruana. Paradojalmente, sólo gracias a su exilio europeo -entre fines de 1919 y principios de
1923 - pudo conocer esa realidad en la que había vivido casi extraño y ausente. Allí, tal como era su gusto decir, fue donde "desposó" una mujer y algunas ideas que transformarían para siempre su visión sobre el mundo andino. Esa ideología -con la que Mariátegui mantuvo un vínculo tanto o más estrecho que el que deparan las relaciones sentimentales- era el marxismo, asimilado fundamentalmente vía experiencia italiana. Por supuesto, no era difícil imaginar que este recorrido podía desembocar en el encuentro con la III Internacional (Comintern).
Sin embargo, este acercamiento no lo perturbó, pues el dilema sartreano "si me afilio al partido pierdo libertad, pero si no me incorporo pierdo organicidad" todavía no atormentaba a Mariátegui, quien murió antes de tener que tomar una decisión al respecto. Su
Becaria de la Universidad Nacional de Mar del Plata. E mail: si [email protected]. Este artículo es una versión ampliada y corregida de la ponencia "Mariátegui, el Partido Comunista Argentino y el proceso de estalinización en América Latina (1928- 1929)" , presentada en las Xo Jornadas Interescuelas/Departamentos de Historia, Rosario, septiembre de 2 0 0 5 . 2 José Carlos Mariátegui (en adelante JCM), "Polémica f in i ta", enAmauta, N° 7, marzo de 1927.
8 Silvana Ferreyra
vida y su pensamiento se desarrollaron en momentos de transición para la organización del comunismo mundial, cuando el estalinismo aún no había monopolizado el espacio latinoamericano. Esta brecha para el disenso y el pensamiento crítico le permitió desarrollar y plantear sus proposiciones, con la sospecha de que si no prevalecían, al menos influirían en el curso de la acción. En este sentido, si logramos despojarnos de los prejuicios que el curso de la historia nos impone en las miradas retrospectivas, podemos vislumbrar a un Mariátegui cuyo proyecto no jugó simplemente el rol de disidente, sino que pudo constituirse también como competidor.
A continuación, recorreremos los inicios del vínculo entre Mariátegui y la Internacional Comunista, a la vez que delinearemos un estado de la cuestión sobre esta problemática e intentaremos una conceptualización que, posteriormente, pondremos a prueba. En esta línea, rastrearemos las mediaciones que han complejizado este vínculo y procuraremos dar cuenta de las disputas principales protagonizadas por la delegación peruana y ocurridas durante la Primera Conferencia Comunista Latinoamericana, el punto más álgido de la relación que nos ocupa.
Los inicios...
Uno de los primeros problemas al que nos enfrentamos es ubicar el período a partir del cual José Carlos Mariátegui y la IIIa Internacional establecieron algún tipo de vínculo. Sobre esta cuestión, Alberto Flores Galindo sostuvo que en marzo de 1928, con la intervención de delegados peruanos en el IV Congreso Sindical Rojo, se iniciarían los contactos. En esta línea de argumentación, afirmó que Mariátegui "no existía" para la Internacional en junio de 1927, mes en que el gobierno de Leguía ejecutó una acción represiva contra él y otros militantes obreros, intelectuales y universitarios. Resultaría impensable, relata el historiador peruano, no encontrar un solo telegrama de solidaridad firmado por el Comintern entre los enviados a la sede de la revista Amauta, si efectivamente hubiese existido una relación. Por otra parte, el autor utiliza como recurso probatorio complementario un artículo publicado en La Prensa por esos días, donde Mariátegui habría negado la existencia de "cualquier conexión con la central comunista de Rusia".3
3 Alberto Flores Galindo, "Mariátegui y la IIIa Internacional: el inicio de una polémica (Buenos Aires, 1929)", en Alberto Flores Galindo, Los rostros de la plebe, Barcelona, Crítica, 2001, p.148.
José Carlos Mariátegui... 9
Curiosamente, este mismo artículo -o quizás uno muy similar-, apareció publicado poco tiempo después en La Correspondencia Sudamericana, órgano oficial del Secretariado Sudamericano de la Internacional Comunista, con el título de "Una carta de Mariátegui" .4 Por otra parte, junto con esta reproducción, deberíamos considerar los artículos escritos como denuncia y repudio de lo acontecido, aparecidos en números anteriores de la misma revista.5
En uno de ellos, los editores mencionan especialmente la detención del "compañero Juan C. Mariátegui (sic) director de 'Amauta', autor de obras valiosas - 'Escena contemporánea'- , escritor profundo, al que se lo tiene en un hospital por hallarse seriamente enfermo''.6 A su vez, señalan en los dos artículos citados que la recepción de La Correspondencia Sudamericana habría sido utilizada por el gobierno peruano como recurso incriminatorio.
A partir de este hito, empiezan a publicarse colaboraciones de los peruanos en la revista del Secretariado. Al mismo tiempo, el grupo comunista encabezado por Mariátegui funda el Partido Socialista Peruano y crea la Confederación General de Trabajadores del Perú. A través de estos organismos participaron de distintas reuniones convocadas por la Internacional Comunista, entre ellas el ya mencionado IV Congreso Sindical Rojo (Moscú, marzo 1928), además del Congreso Constituyente de la Confederación Sindical Latinoamericana (Montevideo, mayo 1929) y la Ia Conferencia Comunista Latinoamericana (Buenos Aires, 1 929). Si bien Mariátegui no asistió a ninguno de estos encuentros por razones de salud, sabemos que sus tesis se leyeron, al menos, en los dos últimos. Al respecto, el problema de la reconstrucción del vínculo entre el Amauta7 y la Internacional gana complejidad porque sus contactos han sido, en la mayoría de los casos, mediatos.
En este artículo, partimos del supuesto de una cierta homogeneidad ideológica dentro del Partido Socialista Peruano para este período, establecida a partir de los principios delineados por su conductor. De cualquier forma, en la medida de lo posible, procuraremos cruzar fuentes de información diversas (actas, folletos,
JCM, "Una carta de Mariátegui", Correspondencia Sudamericana (en adelante CS), n° 29, 15/08/27. 5 JCM, "La represión en Perú", CS, N° 25, 1 5/06/27, y JCM, "Nuestro deber" (editorial), CS, n° 26, 30/06/27.
JCM, "La represión en Perú", ob. cit., p.31.
Es común apodar a Mariátegui con el nombre de la revista que creó y dirigió: Amauta.