OLIVIER MARTIN Re4sumen Sociologia de Las Ciencias

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OLIVIER MARTINSOCIOLOGA DE LAS CIENCIASBUENOS AIRES, EDICIONES NUEVA VISIN, 2003, 139 PGINASLUCA ROMERO*Las reflexiones sobre la ciencia, la tecnologa y el conocimiento cientfico realizadas desde tradiciones intelectuales e institucionales provenientes de la disciplina sociolgica, histrica yfilosfica, a lo largo del siglo XX, y que en su devenir han constituido escuelas especializadas acerca de estos temas, fueronobjeto de revisin, ordenamiento y clasificacin, en los trminos de lo que podramos denominar una segunda construccin, por parte de varios de los mismos sujetos pertenecientesa dicho campo de inters. Con el propsito de desplegar unasuerte de estado del arte del campo de reflexin sociolgicosobre el conocimiento y la ciencia, y con el objetivo explcitode conformar un material de tipo didctico, E. Lamo de Espinosa, J. M. Gonzlez Garca y C. Torres Albero, en La sociologa del conocimiento y de la ciencia, presentan analticamente,con un alcance de amplio espectro, la sucesin histrica (cronolgica) de las diferentes escuelas sociolgicas (as comoaportes desde tradiciones no estrictamente sociolgicas, peroque han influido notablemente en aquellas) que han abordadolas problemticas del conocimiento y la ciencia.1En lnea de continuidad con el espritu de este tipo de an-lisis, cuyo propsito consiste en generar una reflexin de segundo orden sobre los desarrollos intelectuales existentesacerca del conocimiento y de la ciencia, es posible ubicar Sociologa de las ciencias de Martin Olivier. La principal continuidadcon la obra de Lamo de Espinosa es la postulacin explcita yliteral que el autor realiza en la introduccin del libro, sobre el carcter de manual del trabajo en cuestin, y en consonanciacon ello, la demarcacin de un pblico lector que se inicia enesta temtica o acredita una acumulacin incipiente.2A diferencia de la obra de Lamo, Sociologa de las cienciasabarca un espectro ms restringido de las tradiciones intelectuales de la sociologa que han reflexionado sobre el tema. De hecho, el ttulo del libro ya sugiere concentrarse en los desarrollosterico conceptuales sobre la ciencia propios de la disciplina sociolgica aunque existen en la obra alusiones a otros enfoquesdisciplinares, principalmente a aquellos que tienen alguna influencia sobre la anterior (antropologa, epistemologa, historiay filosofa de la ciencia). A su vez, el inters por la sociologa delconocimiento queda en un plano ausente, al menos desde el lugar que la misma no ocupa en el ttulo de la obra (aunque en eldesarrollo del libro, en el captulo primero, se refiera sucintamente a los autores clsicos identificados con la misma).Hecha la precedente salvedad respecto del objeto de la obraque ya se anticipa en el ttulo, ste nos dice algo ms: por qusociologa de las ciencias y no de la ciencia? El plural queadquiere ciencia, nos dice el autor, tiene una reminiscencia a latradicin francesa, contrario al empleo del singular que se inscribe en la anglosajona. Pero, en ambos casos, segn palabrasdel mismo Martin, no hay que olvidar los supuestos que estndetrs del uso o des-uso del plural, cuya explicitacin consideramos se vuelve relevante a la hora de aproximarse al tema; elempleo del plural no debe ocultar el hecho de que todos los actores de las ciencias se orientan hacia un objetivo aparentemente nico, la cientificidad, y que todos creen compartir ese ideal; a la inversa, el empleo del singular no debe hacernos olvidar que las especificidades cientficas son numerosas, que lasprcticas resultan muy variadas y que las estrategias cognitivastambin son diversas.La introduccin del libro se abre camino a partir de la formulacin de una serie de preguntas tales como: qu es la ciencia? Cmo se elabora el saber cientfico? Cules son lascondiciones necesarias para el desarrollo cientfico? Qu relaciones mantienen la ciencia y la sociedad? Es la investigacin cientfica una actividad social como cualquier otra? Estaclase de interrogaciones ha sido objeto de la sociologa, segnel autor, y apoyndose en la literatura autorizada del campo,slo a partir de la primera mitad del siglo XX; hasta entoncesfueron monopolio de los campos de saber propios de la epistemologa, la filosofa y la historia (de la ciencia).El libro consiste en un recorrido que mantiene una lgicade ordenamiento histrica y cronolgica, y que reconoce cinco momentos diferentes (que conformaron los cinco captulos en que se divide la obra) de las principales aproximacionesintelectuales e institucionales a la cuestin de la ciencia porparte de tradiciones sociolgicas reconocidas actualmente como pertenecientes al campo de la sociologa de la ciencia yotras que no.A diferencia de lo esperado, el libro no parte de quien fuera reconocido como el creador del campo la sociologa de laciencia propiamente dicho, a saber, Robert Merton. El autorno contradice este punto inaugural de la tradicin, sino queencuentra tematizada a la ciencia, aunque ms bien implcita yno sistemticamente, en algunos pensadores predecesores cl-sicos de la sociologa.El primer captulo esboza la mirada de aquellos socilogosclsicos que han dicho algo, de modo ms o menos explcito y formulado, sobre la articulacin de la ciencia y la sociedad. Se analiza el caso de Comte a travs de su ley de los tresestados, el de Marx y su relacin con la problemtica de laideologa, el de Lvy-Bruhl (llamativamente incluido cuandoclaramente no se lo puede considerar un clsico de la sociologa) y su tesis discontinuista opuesta a la de Comte, el deDurkheim y su estudio sobre el origen social de las creenciasreligiosas y de las categoras de conocimiento. Creemos un tanto forzoso encontrar en todos estos pensadores una problematizacin de la ciencia, as sea que se presente en los trminos de una reflexin poco sistemtica. Antes bien, al menospara los casos de los enfoques y objetos de Durkheim y deLvy-Bruhl, ambos se aproximan en mayor medida a representar una teora del conocimiento, antes que una reflexin sobre la ciencia. En el sentido que una teora del conocimientosupone un tipo de reflexin sobre las bases sociales del conocimiento en general y de distinto tipo (lgico, cientfico y religioso, entre otros), mientras que una reflexin sobre la cienciatiene un objeto de estudio especfico: el conocimiento cient-fico y los actores e instituciones involucrados a travs de loscuales aqul se produce, transmite y difunde.La vuelta a los clsicos puede llegar a ser de utilidad paraver luego sobre cules de stos se apoyan y remiten los diferentes enfoques de la sociologa de la ciencia. Sin embargo, este ejercicio no aparece luego a lo largo de los captulos.El captulo culmina con la revisin a los aportes realizadospor parte de los denominados socilogos del conocimientocientfico: Scheler, Mannheim y Sorokin, siendo el segundo,con su tesis acerca de la determinacin existencial (social) delconocimiento, quien tendr tanta influencia, al ser retomadoen los desarrollos posteriores del campo (el cognitivismo) postgiro kuhniano.El segundo captulo agrupa lo que se dio en llamar los enfoques clsicos en sociologa de la ciencia que al inaugurar este campo de estudio especfico han contribuido a legitimarlo.Se analizan los puntos centrales de la sociologa mertoniana. Latesis de inspiracin weberiana sobre el origen de la ciencia enInglaterra del siglo XVII, y el papel que los valores culturales delpuritanismo han tenido en dicho proceso. Centralmente, suabordaje del objeto ciencia en tanto institucin autnoma, esdecir, funcionalmente regulada por un ethos conformado poruna serie de normas y valores presentes en la sociabilidad de laciencia (universalismo, comunalismo, desinters y escepticismoorganizado), las cuales han sido revisadas (agregndose la humildad y la bsqueda de originalidad) por el propio Mertoncon la introduccin de los estudios sobre prioridades. Asimismo, Martin presenta los lmites de este enfoque, apoyndoseprincipalmente en la crtica que Michael Mulkay realizara en la dcada de 1960, respecto del carcter ideolgico de las normasy valores de Merton, as como tambin retoma la crtica al universalismo y ahistoricidad del marco mertoniano que efectuaraBarry Barnes.Entre los enfoques clsicos se incluyen tambin referentes como Warren Hagstrom, quien represent el espacio socialde la ciencia como un sistema de intercambio (bsicamente, deinformacin-conocimiento, por reconocimiento), y el abordaje que Pierre Bourdieu realiz sobre la ciencia a partir de suteora de los campos simblicos. La ciencia en tanto campo esun espacio de lucha (conflictivo), entre dominantes y recinllegados, por la obtencin del monopolio de competencia tcnica y poder social.Tanto en Hagstrom como en Bourdieu, la idea de competencia entre cientficos (por reconocimiento en uno, y por capital en el otro) aparece en un lugar central, aunque Martinafirma que en el caso del segundo, la idea de competencia esms amplia y general, siendo que los agentes entran en competencia no slo para tener prioridad sino para determinar quclases de descubrimientos son considerados pertinentes en unmomento determinado.El tercer captulo, Los cientficos y sus instituciones, toma los estudios de la ciencia que, entre el contexto de la segunda posguerra, momento en el cual la ciencia se industrializay a la vez se vuelve cuestin de Estado,3y en la dcada de 1960,se han dedicado al cuerpo mismo del espacio institucionalde la ciencia y sus individuos, es decir, las diferentes formas institucionales donde se realiza el trabajo cientfico. Siendo eltrasfondo de inspiracin de estas investigaciones la planificacin estatal de las actividades cientfico-tecnolgicas, se cre lanecesidad de medir dichas actividades. En este escenario seha inscripto la emergencia de la cientometra, y los consecuentes esfuerzos para determinar las leyes del desarrollo cientfico, de los cuales uno de los mximos exponentes es Derek deSolla Price con su trabajo de 1963, Little Science, Big Science.Asimismo, los estudios sobre las estratificaciones en el interiordel espacio cientfico y de las profesiones de dicha institucin,adquirieron una fuerza particular. De la mano de estas investigaciones, comenzaron discusiones en torno a la existencia dedesigualdades sociales en dicha estructura (los hermanos Jonathan y Stephen Cole, H. Zuckerman) as como esta mismatemtica enfocada desde la perspectiva de gnero (E. Fox Keller). Tambin en estos tiempos tom forma la pregunta por laevolucin histrica de las formas institucionales y disciplinares en las que se inici y se profesionaliz la creacin de conocimiento cientfico (Ben David). No obstante, no slo seconceba a la actividad y circulacin cientfica dentro de estructuras institucionales formales, sino que tambin en estructuras de tipo informal, los denominados colegios invisiblesde Price, o las redes de Diana Crane.En los captulos cuarto y quinto se abordan las nuevas tradiciones intelectuales e institucionales que emergen como consecuencia del giro cognitivo de la sociologa de la ciencia quese dio a partir de la dcada de 1970. Fuertemente impulsadopor la recepcin y reinterpretacin, por algunos de los soci-logos de la ciencia, de la irrupcin de la obra de T. Kuhn, Laestructura de las revoluciones cientficas, este giro cognitivosignific el paso de la sociologa institucional de la cienciahacia una sociologa que se adentr en los mismos contenidosde los conocimientos cientficos (sus teoras, sus mtodos), olo que en palabras de Richard Whitley fue la apertura de lacaja negra de la ciencia.Martin identifica tres modos (escuelas) en que se abridicha caja negra. El grupo de estudio franco-britnico PAREX (Pars y Sussex) fundado en 1971, del cual sus ms clarosexponentes han sido G. Holton, M. Mulkay, D. Edge, G. Lemaine, entre otros, se orient a captar las causas sociales de la elaboracin cognitiva de nuevos campos de investigacin cientfica. Segundo, el llamado Programa Fuerte de la universidadde Edimburgo, promovido por David Bloor, constituy comoobjeto de estudio los determinantes sociales de los saberescientficos, situados en un nivel macrosociolgico. El tercero,el Programa Emprico del Relativismo de la Universidad deBath, Inglaterra, surgido de los trabajos de Harry Collins (aquien se le suma T. Pinch y D. Travis), tiene fuertes similitudes con el Programa Fuerte, al estudiar la determinacin socialde los conocimientos cientficos, aunque a un nivel ms bienmicrosociolgico. Este grupo se ha destacado en los estudiossobre controversias cientficas.A estos tres proyectos se le aadieron, hacia fines de ladcada de 1970 y la dcada de 1980, enfoques inspirados enla etnometodologa y el interaccionismo. En el captulo quinto se dedica a analizar la emergencia de un nuevo tipo de investigaciones, a saber, los estudios de laboratorio (Latour,Knorr-Cetina y Lynch) en el modo de una antropologa delas prcticas cientficas, la emergencia de la teora del actorred y de la traduccin (Callon y Latour) basadas en el principio de simetra sociedad/naturaleza y de la existencia dehbridos de naturaleza y cultura.Martin retoma las crticas clsicas que han recibido los enfoques relativistas as como los estudios de laboratorio y lateora de los actores-red y de la traduccin. Entre los lmitessealados para el primer caso, la crtica central es la que refiere al empleo asimtrico de la nocin de simetra, en tantolos relativistas privilegian las explicaciones de orden social sinexaminar simtricamente los dems rdenes. Dicho de otromodo, el hecho de que el relativismo de corte constructivista,con la pretensin de superar la mirada positivista de la cienciabasada en los principios del racionalismo, el universalismo, eindividualismo, recae en la construccin de una matriz tericoconceptual de los opuestos/contrarios (contingencia, local-/contextual, social) termina generando pares dicotmicos quearrojan como resultado un determinismo social. Para el caso de los enfoques de la teora de la traduccin y del actor-red,Martin retoma las crticas que les realizara Yves Gingras, principalmente respecto al postulado segn el cual lo social y laciencia son indisociables. Este postulado funcionara en estas teoras como principio ya que de hecho, los autores constantemente hacen distinciones entre factores pretendidamentedistintos.La tarea de presentar una mirada sobre las distintas tradiciones y momentos de un campo de saber es una empresasiempre ardua y problemtica debido a la misma naturaleza reflexiva e interpretativa de este ejercicio intelectual. El mismosupone intrnsecamente dosis de discrecionalidad y arbitrariedad al iluminar ciertas problemticas, tradiciones, cortes temporales y al omitir o relegar a un segundo plano otras. En estesentido, con las limitaciones que se han apuntado aqu, Sociologas de las ciencias constituye un aporte para el campo de lasociologa de la ciencia.La ciencia como espacio social regulado Durante el periodo de entreguerras, mientras la sociologa del conocimiento pierde fuerza, una corriente nueva surge en Estados Unidos, su principal impulso es gracias a Robert Merton. Esta nueva corriente rompe con dos tradiciones; la sociologa del conocimiento y la historia de las ciencias. Durante el periodo de entreguerras, mientras la sociologa del conocimiento pierde fuerza, una corriente nueva surge en Estados Unidos, su principal impulso es gracias a Robert Merton. Esta nueva corriente rompe con dos tradiciones; la sociologa del conocimiento y la historia de las ciencias. Durante el periodo de entreguerras, mientras la sociologa del conocimiento pierde fuerza, una corriente nueva surge en Estados Unidos, su principal impulso es gracias a Robert Merton. Esta nueva corriente rompe con dos tradiciones; la sociologa del conocimiento y la historia de las ciencias.