Oficio y opción del que reflexiona y actúa para la transformación…del conocer al reconocer…

8/18/2019 Oficio y opción del que reflexiona y actúa para la transformación…del conocer al reconocer…

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Oficio y opción del que reflexiona y actúa para la

tr nsform ción…del conocer l reconocer…

Resumen:

El presente ensayo pretende hacer dialogar las principales reflexiones surgidas durante el

seminario Rizomas metodológicos: Desestabilizaciones desde la no representatividad y

fronteras en la investigación

Para esto se ha optado por ahondar en la relación entre el oficio de investigador y su forma

de comprender y de actuar para el reconocimiento del otro como legítimo otro dentro de

contextos asimétricos. Es decir, cómo el aporte de las Ciencias Sociales permite que el

subalterno emerja como sujeto que crea alternativas, desde una postura epistemológica

particular y por ende, desde una forma intencionada para indagar y actuar en los procesossociales.

Se retoman ideas centrales en torno a interculturalidad, reflexividad, métodos, postura ética y

finalidad del acto de investigar para nutrir una reflexión teórica a la luz de las lecturas y

actividades realizadas en el seminario.

Introducción

"Se lo comenté a don José Coronel Urtecho: en este libro que estoy escribiendo, al revés y al derecho, a luz y a

trasluz, se mire como se mire, se me notan a simple vista mis broncas y mis amores. Y a orillas del río San Juan, elviejo poeta me dijo que a los fanáticos de la objetividad no hay que hacerles ni puto caso: — No te preocupés — me

dijo— . Así debe ser. Los que hacen de la objetividad una religión, mienten. Ellos no quieren ser objetivos, mentira:

quieren ser objetos, para salvarse del dolor humano”. Celebración de la subjetividad. (Galeano, El libro de Los

Abrazos, 1993)

Iniciar con las palabras de Eduardo Galeano permite colocar el acento en la lectura del

contexto en que este ensayo se posiciona, y es que numerosas son las reflexiones en torno l

cambio paradigmático de nuestros tiempos. Una época marcada por la incertidumbre ante

un giro interpretativo sobre y en los diversos conflictos que construyen la realidad, y por ende,

donde conceptos como objetividad, ciencia, universalidad son cuestionadas recurrentemente.

De acuerdo a lo anterior, este marco interpretativo supone posicionarse dentro de las

reflexiones que cuestionan la función de distintas instituciones, actores y categorías. Es decir,

son tiempos en que interacción y subjetividad, encuentro y conflicto, diálogo y participación,

diferencia e igualdad, distribución y reconocimiento, cambio y resistencia se levantan como

categorías alternativas para aprehender la complejidad social y por ende, levantar nuevas

alternativas, formas de hacer, estar y ser en sociedad


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De acuerdo a lo anterior, el presente ensayo pretende adentrarse en una interpretación sobre

la relación entre el oficio de investigar y su incidencia en las formas de comprender la realidad

y actuar en ella para concretar alternativas que desborden las estructuras.

Para ello se procederá a realizar un trayecto desde el oficio de reflexionar y actuar en la(s)realidad(es), y cómo su forma de comprender y actuar incide en el reconocimiento del otro

dentro de contextos, que si bien son asimétricos, permiten emerja el subalterno como sujeto

que crea alternativas contra la homogeneidad y universalidad impuesta por el Norte sobre el

Sur.

Oficio y opción del que reflexiona y actúa para la transformación

En el prefacio de su libro Pedagogía de la Autonomía, Paulo Freire aclara a sus lectores el

tono y fondo de los planteamientos que recoge en el texto:

“De allí el tono de rabia, legítima rabia, que envuelve mi discurso cuando me refiero a las

injusticias a que son sometidos los harapientos del mundo. De allí mi total falta de interés en,

no importa en qué orden, asumir una actitud de observador imparcial, objetivo, seguro, de los

hechos y de los acontecimientos. En otro tiempo pude haber sido observador “accidentalmente”

imparcial, lo que, sin embargo, nunca me apartó de una posición rigurosamente ética. Quien

observa lo hace desde cierto punto de vista, lo que no sitúa al observador en el error. El error

en verdad no es tener un cierto punto de vista, sino hacerlo absoluto y desconocer que aun

desde el acierto de su punto de vista es posible que la razón ética no esté siempre con él” (Freire,

2008)

De larga data es la constatación de que la objetividad no es más que una interpretación

dentro de muchas, y por ende, conocer la realidad y construirla desde el lenguaje se

transforma en un ejercicio ético y político de gran trascendencia. En palabras de Said, el

lenguaje construye verdades que son ilusiones que hemos olvidado que lo son. (Said, 1990) y

por esto, la incapacidad colonial se entroniza y se transforma en una forma de concebir al

subalterno, encarnando el enunciado del bárbaro.

Por tanto, ¿cómo comprender el mundo si estoy en él? Sea lo que lea, que interprete, todo

es mundo y soy mundo. Sin embargo, ¿las preguntas que me hago permiten develar lo que

está siendo? Y, por lo mismo, ¿qué sentido tiene la ciencia, sino ser la imagen que la

modernidad le quiso dar arbitrariamente al mundo para acomodarlo a su antojo?

Es en este proceso de asumir una postura u otra, en que el investigador debate y opta por

un camino para investigar la realidad e incidir en ella. Opción que sin duda tiene trascendencia

en la forma y el para qué investigar. Ello pues el uso del conocimiento acumulado y levantado

tendrá matices bien diferenciados según sea la postura ética de quien indaga.


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En torno a esto, el conocimiento como poder puede convertirse en un instrumento de control

dejando en su camino conocimientos subyugados y pueblos enteros negados y confinados a

los márgenes de la universalidad o también puede constituirse en conocimiento que desde

las bases, a escala humana, estimule procesos de autonomía, independencia, insurgencia,

emancipación y descentralización de los pueblos subyugados (Borda, 1991)

En este sentido, ¿cómo transmitir lo que conozco? ¿Qué palabras utilizar considerando que

ellas mismas conllevan una postura? ¿Qué tipo de frontera hay entre el uso del lenguaje y la

realidad?

Nuestras formas de evaluar, convivir y explicar lo que está siendo muchas veces ponen en

tela de juicio nuestros sistemas de valores, y es esta complejidad que nos circunda y a la cual

aportamos, nos interpela a diario.

De acuerdo a lo anterior, el oficio de investigar aunque se oculte conlleva una postura ética

frente a la realidad que se indaga y sobre la que se actúa, es entonces un reto del statu quo

desde el Sur por el Sur. (Borda, 1991), y por ende, reflexionar desde la vereda del Sur tiene

implicancias en los métodos para indagar y en los objetivos que se persiguen con esta

búsqueda.

Y es que entonces se plantea como una filosofía de vida, y que por ende, requiere de puntos

de vista y métodos particulares para estudiar y analizar sin una pretensión de conciencia

avanzada, sino más bien una conciencia asentada en el reconocimiento del otro (que se

investiga y/o con el que se participa) como legítimo otro, sin que ello implique ocultar bajo 7

velos las asimetrías de las condiciones de existencia entre quienes componen esta

composición.

Por ende, la tarea es ardua y exige buscar formas plurales de conocimiento que den lucha a

la injusticia cognitiva desde el reclamo de nuevos procesos de producción, de valorización de

conocimientos válidos, científicos y no científicos, y de nuevas relaciones entre diferentes tipos

de conocimiento, a partir de las prácticas de las clases y grupos sociales que han sufrido, de

manera sistemática, destrucción, opresión y discriminación causadas por el capitalismo, el

colonialismo y todas las naturalizaciones de la desigualdad en las que se han desdoblado

(Santos, 2009)

En torno a esto, la interculturalidad no sólo se levanta como una categoría afín a metodologías

emancipatorias, también se yergue como eje político y giro epistemológico necesario para la

concreción de procesos políticos tendientes a la construcción de nuevos modelos de estado

y sociedad, y por lo tanto, los métodos no son entendidos como un conjunto de reglas para


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producir conocimientos, sino que están situados en una forma de comprender la o las

realidades en que participamos.

Dicha postura, requiere además concebir los procesos de investigación acción en constante

(re)construcción, y en los cuales el compromiso y la persistencia son condiciones, sobre todocuando los procesos sociales provocan desbordes dentro de los mismos. Esto pues, en la

naturaleza como en lo social muchos no vemos que haya una teoría que lo explique todo, más

bien nos parece que hay construcciones prácticas, y reflexiones sobre ellas, que nos hacen ir

avanzando. Tanto en el entendimiento como en la transformación, al mismo tiempo, de los

problemas que nos surgen. (Villasante, 2006)

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el conocer l reconocer…

Desde lo reflexionado hasta aquí, comprender el conocimiento como una ecología de saberes

requiere dar cabida a la coexistencia de formas de estar habitando, en las que se lea con

compromiso la historia de los marginados y subalternos del mundo, dándole voz al oprimido

para producir y concretar la interdisciplinariedad desde una ética que interpele el proceso de

reconocer al otro, desde el profundo conocer lo que se dice, lo que se comparte para actuar

bien y transformar mejor.

Esto quiere decir, que se torna primordial desistir de entender el proceso de investigación

desde marcos epistemológicos que son estrechos, pero sobre todo inadecuados si lo que

tenemos como propósito es comprender la realidad que habitamos para transformarla de

modo tal que se dé cabida a todas y todos quienes que por la mirada homogeneizadora de

la ciencia han sido silenciados y confinados al anonimato.

Por ende, se requiere en primera instancia una forma de pensar el mundo diferente, una

epistemología ajena a cánones modernos y coloniales, fundada en el sur para el sur,

reivindicativa de una forma de ser y estar en el mundo que fue ocultada y sepultada en el

patio del mito, y desde la cual se busquen espacios para que afloren múltiples horizontes para

el conocimiento, sobre todo de aquel que se funda y se recrea en la relación con el resto de

la naturaleza, para tejer una forma otra de existencia (Guerrero, 2010)

Desde allí, la interculturalidad permite el reconocimiento de los otros como diferentes y busca

la interrelación desde el respeto a las diferencias. Es decir, levanta la urgente necesidad de

indagar en cómo los procesos de reflexión y acción abren o cierran la posibilidad de reconocer

la diferencia como elemento constitutivo de las realidades que compartimos.

Pero además, posicionarse desde la interculturalidad, no sólo es aceptar la diversidad de los

diversos grupos particulares que buscan su reivindicación, sino que también es la praxis que


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pone a dialogar estas formas de existencia, desde enunciados propios y despojados de la

impronta moderna colonial.

Entonces, ¿Hay posibilidades para que la relación entre investigador e investigado aporte en

el reconocimiento mutuo y el afianzamiento de la identidad que cada uno (re) construye? ¿Secrean instancias para que el otro emerja, hable, exprese y sea? ¿Qué condiciones debe cumplir

ese diálogo para que ceda el reconocimiento mutuo? ¿Cómo es posible sostener dicho

reconocimiento en contextos complejos que están en permanente cambio/confrontación?

En conclusión…

La importancia de establecer formas de investigar y actuar, se funda en la necesidad de

concretar una praxis liberadora. Esto es, se observa para participar, y por lo tanto, la

reflexividad es una posibilidad de construcción de alternativas respetando la interacción que

se dé durante el proceso.

Pero además lo anterior, requiere sobre todo entender que en dicho proceso investigativo, el

investigador y el investigado son sujetos cargados de teorías, creencias, prácticas y propósitos

que los mueven y los hacen estar de una determinada forma, y que por consiguiente, toda

comprensión implica un proceso de interacción, en el cual la diferenciación y

reciprocidad de quienes participan releva a la subjetividad como eje orientador del

proceso investigativo, y por ende, de interpretación y reconocimiento. (Guber, 2001)

Según Ricardo Salas, el reconocimiento se vuelve crucial porque plantea en el terreno

intercultural la pregunta por el otro(a) y los otros que no se encuentran en una posición

simétrica a la nuestra, porque aquí nos encontramos en un espacio donde el inter, nos lleva

a entender que la relación horizontal del yo y el tú no bastan, sino donde nos encontramos

con una tercera persona, que preanuncia la apertura del que no es como nos-otros, es decir

del “otro”, y del totalmente otro. (Salas Astrain, 2003)

En síntesis, las metodologías utilizadas en el proceso de conocer y reconocer son pautas que

especifican el enfoque desde donde el investigador indaga y también actúa, y por ende, estánsujetas a una epistemología particular que permite develar las matrices de opresión, generar

desbordes para la libre expresión de las múltiples identidades presentes en las comunidades

y que éstas mismas dialoguen para la concreción de proyectos políticos, desde sus diferentes

banderas de luchas de reivindicación.


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Bibliografía

1. Borda, F. (1991). La situación actual y las perspectivas de la investigación – acción

participativa en el mundo. Análisis Político (Núm. 5).

2. Freire, P. (2008). Pedagogía de la Autonomía. Buenos Aires: Siglo XXI.

3. Galeano, E. (1993). El libro de Los Abrazos. Buenos Aires: Siglo XXI.

4. Guber, R. (2001). La etnografía. Método, campo y reflexividad. Argentina. : Ed. Norma.

5. Guerrero, P. (2010). CORAZONAR. UNA ANTROPOLOGÍA COMPROMETIDA CON LA VIDA

Miradas otras des de Abya-Yala para la decolonización del poder, del saber y del ser. Quito,

Ecuador: Ediciones Abya –Yala.

6. Said, E. (1990). Orientalismo. Tercera Parte: El Orientalismo en nuestros días. Madrid:

Ediciones Libertarias.

7. Salas Astrain:, R. (2003). Ética Intercultural. Ensayos de una ética discursiva para contextos

culturales conflictivos. (Re)Lecturas del pensamiento latinoamericano. Santiago, Chile: Ediciones

UCSH.

8. Santos, B. d. (2009). Una epistemología del Sur. Buenas Aires: Clacso.

9. Villasante, T. (2006). Desbordes y reversiones populares, en movimiento. En P. A. Guadas,

Fórum Paulo Freire V Encuentro Internacional sendas de freire opresiones, resistencias y

emancipaciones en un nuevo paradigma de vida. Matéu Impressors, S.L.

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