Objetos Astrales Fantasmas- E-005 Vol III Fas 26 - Lo Inexplicado - Vicufo2

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  • Si Ios fantasmas son los espritus de los muertos, comomuchos creen, cmo podemos justificar ciertasapariciones inanimadas, corno las de animales uobjetos? Y qu tienen en comn con los clsicosespectros?eurENES cREEN que ios fantasmas son simple-mente espritus que reaparecen, almas de per-sonas muertas que vuelven a ia Tierra. debe-rn replantearse sus convicciones ante fenme-nos fantasmales muy peculiares: cmo expli-car la larga tradicin de

    "buques-fantasma,de carrozas, caballos y toda clase de animalesespectrales, por no hablar del curioso caso delautobs-fantasma que en los aos treinta tuvopreocupadas a las autoridades municipales deLondres? Efectivamente: segn la teora clsi-ca, los espritus deberan aparecer desnudos, yen realidad casi ninguno 1o hace. Como afirmasucintamente Lyall Watson en su libro Super-nature ( S up ernaturalez a) :

    "Esto -t dispuesto, enprincipio, a admitir la posible existencia decuerpos astrales, sin embargo. no puedo llegara creer en zapatos, camisas v sombreros as-trales.

    La literatura sobre fantasmas". sin embar-go, est poblada de cuentos de objetos inani-mados que repentinamente se hacen visibles alobservador; un ejemplo famoso es el pual deMacbeth, cuya existencia real pona en duda elpropio personaje. por cierto.

    En cuanto a la aparicin de animales espec-trales, la Torre de Londres (lugar saturadodesde siempre de fantasmas. segn la creenciapopular) ha sido escenario de varios casos fa-mosos, entre ellos el que tuvo como protago-nista, a principios del siglo xrx. a un soldadoque muri, literalmente, de miedo. Estaba de

    A la derecha: la leyenca ce eslebarco fantasma fue 'e a:a:a :'c'epoltico y escritor nclea-e'3a-odoctor Cotton Mat^s'." s- :'cWonders of the irvtg,3 ,nr'a(Maravillas del nu.oc '', s . .1702).El barco zarcc cg r.-e-:.apero no lleg nunca a s- :as: -.en lnglaterra. y no se',3 , : asaber nnca nada de e S -embargo, algunos mesesdespus algunas personas , s':-en el puerto desde donce za'x. .que poda ser el barco enl

    -e::en nubes; luego zozobr y'desapareci (foto Mary Eva-sP.L.).

    Abajo: los fantasmas de cabalios.a veces con su jinete, suelenasociarse a algunos lugares enparticular. Puede que sean unaespecie de recuerdo grfico de unacontecimiento violenlo odramtico acaecido en el mismositlo (foto Mary Evans P.L.),

    centinela frente al edificio donde se guardanlas joyas de la corona, cuando, cerca de media-noche, oy un sonido gutural detrs de 1. A1girarse vio un gran oso negro de pie sobre suspatas traseras, con los dientes hacia fuera y losojos rojos de rabia, que se abalanzaba sobre1. El soldado lanz su bayoneta contra e1cuerpo del animal, pero el arma pas sin herir-lo y el animal desapareci. Un4 patrulla en-contr unos cuantos minutos despus al solda-do desmayado; la bayoneta estaba clavada enla slida madera de la puerta. El soldado, to-dava sin sentido, fue trasladado al cuerpo deguardia donde un mdico le visit y afirm queno estaba ni borracho ni dormido. Repiti unay ofiavez su extraalhistoria, insistiendo en losmismos detalles, hasta que al cabo de tres dasmuri.

    Durante aproximadamente 300 aos. hastamediados del siglo xvII, en la Torre haba habi-do un zoolgico real, y entre los animales queall se cuidaron haba numerosos osos. A pesa:de que no existan referencias de la autopsia c:.

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    soldado, el hecho de que muriese tres das des-pus de aquella experiencia podra indicar queestaba enfermo sin saberlo, y que la aparicinfue una alucinacin causada por su propia en-fermedad. Por otra parte, los fantasmas de ani-males tienen ms sentido como

    "espritus queregresan que sus equivalentes humanos, porla sencilla razn que ya hemos apuntado antes:por lo menos ellos aparecen>> exactamentecon el mismo aspecto que tenan en vida.

    Ciertamente, los cuentos de fantasmas deperros son corrientes en el folklore de los Esta-dos Unidos, Europa y gran parte de Africa.Los fantasmas de caballos, de rebaos de vacaso de ovejas tienen su papel en las tradiciones, ya pesar de que (al igual que todos los cuentos)las descripciones de sus apariciones hayan sidoindudablemente distorsionadas a lo largo delos siglos, algunas de ellas son sorprendente-mente convincentes.

    El hecho de que el hombre haya perdidomuchos de sus instintos

    "primitivos mientrasque los animales todava los conservan podra

    En su libro Supernature( S u p e r n atu r al e z a), Ly all Watson(abajo) sugiere que el hecho deque los fantasmas aparezcan talcomo las personas les recuerdanindica que las apariciones formanparte de un proceso mental msque sobrenatural. Ciertamente, lamayor parte de los fantasmasaparecen completamentevestdos o con una indumentanasimilar a una sbana. como oorejemplo este fantasma decomienzos del siglo xrx (en laparte inferior) [fotos Hodder &Stoughton, Mary Evar:s P.L'

    Fantasmas

    tambin tener una relacin (para la que toda-va no existe una explicacin) con el papel pa-ranormal de aqullos.

    Efectivamente, la sensibilidad de los anima-les, especialmente de gatos y perros, hacia losfenmenos paranormales es casi un axioma. yse ha intentado utilizar en algunas investiga-ciones.

    El parapsiclogo norteamericano doctorRobert Morris utiliz'animales como contro-les>> en sus experimentcs durante los aos se-senta. En una ocasin estuvo estudiando unacasa habitada por fantasrnas, y concretamenteuna habitacin en la que haba ocurrido unatragedia. Utlliz un perro, un gato, una rata yuna serpiente de cascabel:

    Cuando hice entrar al perro menos de unmetro dentro de la habitacin, empez agruir a su dueo y volvi a salir por lapuerta. De ningn modo pudimos evitar-1o. y adems se neg a entrar de nuevo. Elgato fue introducido en la habitacin enbrazos de su amo. Cuando lleg a una dis-tancia parecida dentro de la habitacin,salt inmediatamente sobre la espalda delamo, clavndole las uas; luego salt alsuelo dirigindose hacia una silla. Pas al-,gunos minutos bufando y mirando fija-mente una silla vaca situada en una esqui-na de la habitacin, hasta que le sacamosfuera...

    La serpiente de cascabel adopt inme-diatamente una postura de ataque, dirigi-da contra la misma silla que haba intriga-do al gato. Al cabo de un par de minutos-eir lentamente la cabeza hacia la venta-na. para luego apartar la vista de ella yadoptar de nuevo la posicin de ataque alcabo de cinco minutos.

    El nico animal que no reaccion fue la rata;sin embargo. al cabo de un rato los cuatro ani-males fueron examinados en otra habitacinde la casa. y all se comportaron con toda nor-malidad.

    De hecho, en el confuso mundo de las apari-ciones (estn dotadas o no de alma) nadie, nisiquiera el investigador psquico ms versado,sabe con exactitud cul es la motivacin quelas respalda. Lo cierto es que rechazar el testi-monio de los muchos cientos de personas res-petables que afirman haber experimentado fe-nmenos extraos alegando que se trata de es-pejismos, engaos provocados por uno mismoo mentiras manifiestas denotara una testaru-dez absurda.

    La pregunta con la que se enfrentan los mo-dernos parapsiclogos y los investigadores defenmenos psicofsicos es: cmo existen losfantasmas? Son espritus que regresan de lamuerte? Son el resultado de la telepata? Sedeben a una alucinacin en masa o a la au-tohipnosis? Los avances en la psicologa du-rante las ltimas dcadas nos han acercadoms al conocimiento de algunos aspectos de lasapariciones, pero la verdad definitiva todavase nos escapa.

    La forma ms comn de fantasma pareceser la ..aparicin en crisisr, que tiene lugar

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    :- :- . ::. .i.pparitions (Apariciones i. Este au--:: !.:-:.: que las apariciones en casos de crisis-:r- !l.ttr ias causantes de fenmenos no fantas---=-: tales como sombras pro\-ectadas o re-..:.:jas en un espejo.

    P::o la telepata puede e\plicar muy pocos:::,-! de apariciones colectivas. en las que un::..ro de personas presencian la misma cosa.--:,-. de los casos ms curiosos de aparicin co-.--:iva tuvo lugar a finales del siglo xrx, y fue-:,ltado por Charles Lett, yerno del capitnl-r\\ns, de Sydney. Un da, alrededor de las:-'ieve de la noche, unas seis semanas despus:-. 1a muerte del capitn, la hija de ste, la se-:-ra Lett, y una tal seorita Berthon entraron.:t un dormitorio de la casa del difunto. La luz.staba encendida

    v se asombraron al ver, reflejada en la su-perficie brillante del armario, la imagendel capitn Towns. Era... como un retratode medalln, pero de tamao natural. Elrostro apareca triste y plido... y llevabapuesta una especie de camisa de franelagris, con la cual sola dormir. Sorprendi-das y medio alarmadas por lo que vean,su primera idea fue que haba un retratocolgado en la habitacin v que lo quevean era su reflejo, pero no haba tal re-trato. Mientras estaban mirando v asom-brndose. la hermana de mi mujei. la se-

    Arrba: los casos de aparicionesen crisis son ms frecuentes enpocas de guerra, Al parecer, laconmocin de la muerte provocauna especie de comunicacinteleptica entre una persona quese halla en peligro y sus seresqueridos. Sin embargo, stosraramente reciben una visin deun soldado agonizante (fotoRobe Hunt P.L.).

    A la izquierda: cuando unfotgrafo aficionado a laarquitectura eclesial tom estafotografa en Eastry (Kent,lnglaterra) en 1 956, su esposa yuna mujer de la limpieza eran lasnicas personas presentes. Perola forma fantasmal de un clrigoapareci en la pelcula. Unosaos despus, el fotgrafo mostrla fotograf a a un grupo depersonas relacionadas conaquella iglesia, y le dijeron que unfantasma de caractersticas muyparecidas haba sido visto en elmismo lugar durante los aoscuarenta. Esto puede ser uneiemplo de fantasma asociado aun emplazamiento: la fuerteidentificacin entre el clrigo y suiglesia podra haber dado lugar au

    "grabacin" duradera de suimagen en ella (foto Mary EvansP.L./Andrew Green).

    Fantasmas

    orita Towns, entr en 1a habitacin, yantes de que ninguna de 1as dos tuvieratiempo de hablar exclam: Dios mo!Veis a pap?>, Una de las criadas que pa-saban por all fue llamada a 1a habitacin.Inmediatamente grit:

    ";Oh. seorita! Elseor! Llamaron al criado del capitn. almayordomo y a la enfermera, quienestambin reconocieron inmediatamente aldifunto dueo de la casa.

    Finalmente mandaron llamar a la seo-ra Towns, la cual, al ver la aparicin,avanz hacia ella con su brazo extendidocomo si quisiera tocarla: a medida que pa-saba su mano sobre el panel del armario lafigura se iba desvaneciendo y no volvi aaparecer nunca.

    Los parapsiclogos partidarios de atribuir unorigen teleptico a todas las apariciones diranprobablemente que la visin afect primera-mente a la seora Lett o a la seorita Berthon.las cuales la transmitieron mediante transfe-rencia de pensamiento a todos los que llegarondespus. Pero la pregunta es la misma: en pri-mer lugar, de dnde vino la visin?

    Uno de los pioneros de la investigacin psiquica, F.W.H. Myers, autor del libro Humanpersonality and ts survival of bodily death (Lapersonalidad humana y su supervivencia de lamuerte corprea), sugiri que en ese caso setrataba del espritu o esencia del capitnTowns.que estaba echando una ltima miradaa su vieja casa seis semanas despus de sumuerte. Myers dijo que una aparicin puedeser una manifestacin de una persistente ener-ga personal y cit varios casos para ilustrar suafirmacin.' En uno de ellos, un viajante, el seor F.G.,lleg una tarde a su hotel en Boston (EstadosUnidos), y se sent a trabajar en su habitacin.De pronto, percibi la presencia de alguien yal levantar la vista vio a su hermana, que habarnuerto haca nueve aos. Se puso en pie de unsalto, lleno de alegra, y al llamarla por sunombre desapareci. Apareci con el mismoaspecto que cuando estaba viva, dijo, pero

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  • Fantasmas

    aadi que tena una pequea marca roja en lamejilla derecha.

    Transtornado, el seor F.G. hizo una visitainesperada a sus padres ,v les cont su expe-rieniia. Cuando mencion la marca, su madrese emocion profundamente: ella misrna habadejado la seal accidentalmente, en el cuerpoya muerto de su hija, cuando lo estaba prepa-iando para el entierro. Dos meses despus lamadre muri.

    Myers sugiri que la aparicion era el espritude l difun muchacha que indrica a su her-mano a ir a casa para que viera por ltima veza su madre antes de la muelte de sta.

    En el caso de una aparicin asociada persis-tentemente a un lugar o a una casa

    -o a vecesincluso a una persona-. quienes creen en unavida futura afirman que el espritu est atrapa-do en su entorno terrenal quiz debido a unatarea que no acabaron, o bien a un castigo, co-mo les sucede a las clsicas almas en penadel folklore popular. Sin embargo, a diferenciade los fantasmas de las novelas, estas aparicio-

    Tal concepto explicara tambin las a menu-do convincentes fotografas de apariciones;en tales casos, la pelcula fotogrfica puede ha-ber sido ms sensible al entorno que su opera-dor; a la inversa, cuando un fotgrafo ve unfantasma y su cmara no consigue captarlo,puede que sea la persona la que se muestra hi-persensible.^ Si tales registros de fantasmas son posibles,puede ser que no sean necesariamente siempreiguales. Andrew Green, en. su libro Ghosrhunting (Caza de fantasmas), cita un caso inte-resante de una mujer vestida con zapatosrojos, vestido rojo y una toca negra, de la quese deca que haba merodeado por una man-sin en Inglaterra en el siglo xvrtt. A principiosdel siglo xlx se dijo que la aparicin.era la deuna dma con zapatos rosas, vestido rosa, yuna toca gris. No fue vista de nuevo hasta me-diados dl siglo xtx, cuando la figura habaquedado reducida a una dama con un vestido5lanco v con pelo gris. Justo antes de la se-qiinda suerra mundial, lo que se perciba era

    .el sonido de una mujer andando a lo largo deun pasillo y el crujido de su vestido>>. Et !971,poco ante de la demolicin de la mencionadapropiedad, los trabajadores sintieron simple-mente

  • PI|\IIXPUCADOEL MUNDO DE LO EXTR,ANO,INSOLITO Y MISTERIOSO

    Publicrdo por Editorial Delta, S,A.-Barcelona y comercializadoen exclusiva por Distribuidora Olimpia, S.A. - Barcelona

    Vol. lll-Fasc. 26

    Director: Jos Mas GodaYolJefe de Redaccin: Gerardo RomeroCoordinacineditorial: GloriaGutirrez

    Bedactores y colaboradores:Prof. A. J. Ellison, Dr. J. Allen Hynek, Brian lnglis, Colin Wilson,Beatriz Podest, Jos Lorman.

    Para la edicin inglesai

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    O 1980 Orbis Publishing Ltd. LondonO 1981 Editorial Delta, S.A. BarcelonaISBN: 84-85822-15-3 (obra completa) 84-85822-25-0 (tomo 3)

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