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Santa Cristina vivió a finales del siglo II y principios del siglo III (d.C.). Nació en Bolsena, una bella ciudad italiana de la Toscana, su padre era un general que practicaba la fe pagana y que se llamaba Urbano. Cristina abrazó la fe de Jesús hasta tal punto que aprovechando un día que su padre estaba de viaje,entró en una habitación de su casa donde se guardaban estatuas de oro y plata de los dioses paganos y las destrozó todas para regalarlas a los pobres con la intención de que las vendieran y sacaran dinero de ellas.Cuando llegó su padre, este se lleno de ira y la izo azotar por sus siervos.

Al día siguiente la llevó al tribunal para que ofreciera sacrificio a los dioses paganos, con lo que Cristina se negó. Lleno de cólera, el padre golpeó a su hija, le ató una piedra al cuello una piedra, y la arrojó al lago de Bolsena.Unas tradiciones afirman que Cristina falleció en el lago y otras, queriendo alabar sus virtudes de santa, señalan que se salvó y padeció otros

martirios(Flagelación y rasgadura de carnes con garfios, encarcelamiento, rasuración de cabellos, humillación pública de andar desnuda por las calles de Tiro, tormento de fuego en un horno, enfrentamiento con áspides y víboras, lengua y pechos cortados...) por no querer renegar su fe y que al final, el juez la hizo atravesar con flechas.

Se la venera en la Ermita de Santa Cristina de Lloret de Mar (Girona), se la representa con una rueda de molino con la que fue martirizada en su mano derecha y en la otra mano la palma de laurel; un símbolo que identifica a todas las personas que han sufrido la muerte por Jesús.Es la patrona de Lloret de Mar

Ermita de Santa Cristina de Lloret de Mar (Girona)