O economista 102 marzo: entrevista a Pau A. Monserrat

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La mejor manera de que nadie responda de los despro- pósitos realizados en el negocio bancario es negar que haya culpas ni culpables o, mejor, aceptar que existe responsabilidad compartida por todos: banqueros y bancarios, Gobierno, supervisores y clientes. En La banca culpable hay culpas y culpables. No es un com- pendio revanchista ni un alegato de indignación, aun- que también. Lo que se pretende es identificar las ma- las prácticas y los productos financieros que han cau- sado la ruina de hipotecados y ahorradores, además de proporcionar las herramientas básicas para que el cliente no vuelva a entrar desprotegido a una oficina bancaria. El autor ha tratado de analizar los errores y malos usos de la forma más objetiva e imparcial posible, re- curriendo a la opinión de expertos y clientes reales, así como a su experiencia como bancario, primero, y como agente de entidad financiera, después. Su actual vin- culación al mundo de las finanzas online le ha permiti- do escribir con pleno conocimiento del sector. O Economista nº 102 | Marzo 2013 Ocio. Libros recomendados 13 Pau Montserrat examina a la banca… y la suspende La banca culpable. Testimonio de un exempleado sobre malas prácticas comerciales y cómo protegerse de ellas. Pau A. Monserrat ¿Cree que el tótum revolútum que está atravesando el sector banca- rio supondrá una regreso a las buenas prácticas comerciales en un futuro más o menos próximo? Dicho de otro modo, ¿volverán a asesorar en lugar de vender? Más que una predicción es un de- seo, el que la banca aprenda a ha- cer bien su trabajo, que es captar ahorro y canalizarlo eficientemen- te al consumo e inversión, sin en- gañar a sus clientes en el proceso. Para ello es necesario un cambio integral en su política comercial y de análisis de riesgo, cambio que a día de hoy personalmente no percibo. Hay que cambiar a los di- rectivos y los incentivos económi- cos, cosa que no está pasando a mi modo de ver. Creo que va a ser el cliente bancario, con su cambio de actitud hacia la banca, la que forzará el cambio, más que el sec- tor motu propio. ¿Se ha roto definitivamente la re- lación de confianza que existía ha- ce años entre cliente y el director de la sucursal ? Sin duda. Los bancos crearon una figura de “director de sucursal” que nada tiene que ver con la percep- ción de asesor de confianza que tenía el cliente. No es que los em- pleados de banca hicieran mal su trabajo los profesionales, es que su trabajo era vender. Y además, los incentivos no se diseñaron para una venta adecuada para el clien- te, sino para los intereses a corto plazo del banco. Por tanto, el clien- te depositó una confianza en al- guien que no debía, un comercial puro y duro. Y la banca, verdadera responsable, traicionó de forma flagrante este vínculo emocional del cliente. Los ciudadanos, con una cultura financiera muy pobre en general, siguen necesitando confiar en un asesor para contratar productos fi- nancieros. Si a ello le sumamos que cree- mos que este aseso- ramiento ha de ser gratuito, nos encon- tramos con un cír- culo vicioso. Sabe- mos que el banco no asesora pero no queremos pagar a un asesor independiente. O bien surgen bancos que asesoren, o bien acudimos a fuentes independientes. Pero todo no se puede tener. Mi intuición es que las generaciones actuales se resisten a desconfiar de “sus” ban- cos, pero las futuras ya no confia- rán más en ellos. En el libro critica al sistema finan- ciero pero sin quitar del todo la responsabilidad a las personas afectadas. ¿Se atreve a emitir que tanto por ciento de culpa poseen ambas partes? Es evidente que no puedo genera- lizar ni cifrar porcentualmente esta responsabilidad. Sin embargo, solo simplificando la realidad los eco- nomistas pode- mos dar indica- ciones útiles. Así que me arriesgaré, con la certeza de que no acier- to realmente: El sistema financiero tiene un 40% de responsabi- lidad. Los supervisores (Banco de España y CNMV) y los Gobernantes que de- ciden sobre sus directivos, otro 40%. El cliente que firma muchas veces sin leer los contratos y la gran mayoría de ocasiones sin entender- los, el 20% restante de responsabi- lidad. En cambio, el 100% del casti- go a las culpas ha recaído en el pro- pio cliente. ¿Es eso justo? ¿Qué consejo daría a alguien que se dirige a una sucursal bancaria para confiarle sus ahorros? Que no “confíe” sus ahorros. El di- nero que tanto cuesta ganar hay que aprender a gestionarlo uno mismo. Igual que al comprar un coche no “confiamos” en el vende- dor, ni tampoco “confiamos” en el que nos ofrece un seguro, tampo- co hay que poner nuestra fe en un banco. Al banco se va a comprar. Una vez tenemos clara esta premi- sa, busquemos un banco que sepa vender sin perjudicar al cliente, que entienda que entre vendedor y comprador hay que crear día a día un vínculo de confianza, basa- do en el saber hacer empresarial. Pero nunca olvidemos que el ban- co vende y es responsabilidad nuestra saber qué y cómo com- pramos productos financieros. ENTREVISTA A PAU MONSERRAT «Hay que tener claro que al banco se va a comprar»

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Pau A. Monserrat habla en la revista de los economistas de A Coruña sobre su libro "La banca culpable"

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La mejor manera de que nadie responda de los despro-pósitos realizados en el negocio bancario es negar quehaya culpas ni culpables o, mejor, aceptar que existeresponsabilidad compartida por todos: banqueros ybancarios, Gobierno, supervisores y clientes. En Labanca culpable hay culpas y culpables. No es un com-pendio revanchista ni un alegato de indignación, aun-que también. Lo que se pretende es identificar las ma-las prácticas y los productos financieros que han cau-sado la ruina de hipotecados y ahorradores, además

de proporcionar las herramientas básicas para que elcliente no vuelva a entrar desprotegido a una oficinabancaria.El autor ha tratado de analizar los errores y malos

usos de la forma más objetiva e imparcial posible, re-curriendo a la opinión de expertos y clientes reales, asícomo a su experiencia como bancario, primero, y comoagente de entidad financiera, después. Su actual vin-culación al mundo de las finanzas online le ha permiti-do escribir con pleno conocimiento del sector.

O Economista nº 102 | Marzo 2013Ocio. Libros recomendados 13

Pau Montserrat examina a la banca…y la suspende

La banca culpable. Testimonio de un exempleado sobre malas prácticascomerciales y cómo protegerse de ellas. Pau A. Monserrat

¿Cree que el tótum revolútum queestá atravesando el sector banca-rio supondrá una regreso a lasbuenas prácticas comerciales enun futuro más o menos próximo?Dicho de otro modo, ¿volverán aasesorar en lugar de vender?Más que una predicción es un de-seo, el que la banca aprenda a ha-cer bien su trabajo, que es captarahorro y canalizarlo eficientemen-te al consumo e inversión, sin en-gañar a sus clientes en el proceso.Para ello es necesario un cambiointegral en su política comercial yde análisis de riesgo, cambio quea día de hoy personalmente nopercibo. Hay que cambiar a los di-rectivos y los incentivos económi-cos, cosa que no está pasando ami modo de ver. Creo que va a serel cliente bancario, con su cambiode actitud hacia la banca, la queforzará el cambio, más que el sec-tor motu propio.

¿Se ha roto definitivamente la re-lación de confianza que existía ha-ce años entre cliente y el directorde la sucursal ?Sin duda. Los bancos crearon unafigura de “director de sucursal” quenada tiene que ver con la percep-ción de asesor de confianza que

tenía el cliente. No es que los em-pleados de banca hicieran mal sutrabajo los profesionales, es que sutrabajo era vender. Y además, losincentivos no se diseñaron parauna venta adecuada para el clien-te, sino para los intereses a cortoplazo del banco. Por tanto, el clien-te depositó una confianza en al-guien que no debía, un comercialpuro y duro. Y la banca, verdaderaresponsable, traicionó de formaflagrante este vínculo emocionaldel cliente. Los ciudadanos, conuna cultura financiera muy pobreen general, siguen necesitandoconfiar en un asesor paracontratar productos fi-nancieros. Si a ello lesumamos que cree-mos que este aseso-ramiento ha de sergratuito, nos encon-tramos con un cír-culo vicioso. Sabe-mos que el bancono asesora pero noqueremos pagar a unasesor independiente.O bien surgenbancos

que asesoren, o bien acudimos afuentes independientes. Pero todono se puede tener. Mi intuición esque las generaciones actuales seresisten a desconfiar de “sus” ban-cos, pero las futuras ya no confia-rán más en ellos.

En el libro critica al sistema finan-ciero pero sin quitar del todo laresponsabilidad a las personasafectadas. ¿Se atreve a emitir quetanto por ciento de culpa poseenambas partes?Es evidente que no puedo genera-

lizar ni cifrar porcentualmenteesta responsabilidad.

Sin embargo, solosimplificando la

realidad los eco-nomistas pode-mos dar indica-

ciones útiles.Así que mea r r i e s g a r é ,

con la certezade que no acier-

to realmente: Elsistema financiero

tiene un 40% deresponsabi-

l i d a d .

Los supervisores (Banco de Españay CNMV) y los Gobernantes que de-ciden sobre sus directivos, otro40%. El cliente que firma muchasveces sin leer los contratos y la granmayoría de ocasiones sin entender-los, el 20% restante de responsabi-lidad. En cambio, el 100% del casti-go a las culpas ha recaído en el pro-pio cliente. ¿Es eso justo?

¿Qué consejo daría a alguien quese dirige a una sucursal bancariapara confiarle sus ahorros?Que no “confíe” sus ahorros. El di-nero que tanto cuesta ganar hayque aprender a gestionarlo unomismo. Igual que al comprar uncoche no “confiamos” en el vende-dor, ni tampoco “confiamos” en elque nos ofrece un seguro, tampo-co hay que poner nuestra fe en unbanco. Al banco se va a comprar.Una vez tenemos clara esta premi-sa, busquemos un banco que sepavender sin perjudicar al cliente,que entienda que entre vendedory comprador hay que crear día adía un vínculo de confianza, basa-do en el saber hacer empresarial.Pero nunca olvidemos que el ban-co vende y es responsabilidadnuestra saber qué y cómo com-pramos productos financieros.

ENTREVISTA A PAU MONSERRAT

«Hay que tener claro que al banco se va a comprar»