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BERNARDÍ 7 GIBSON / MACHADO Ligero de equipaje es una biografía apasionada, valiente y entregada so- bre la vida del poeta que recorrió a pie el camino de los vencidos. 3 DÍA DEL LIBRO El día de la muerte de Shakespeare y Cervantes se convierte en la gran fiesta librera. Proponemos una idea desprejuiciada y gozosa de la lectura. culturas TRIBUNA DE SALAMANCA, Domingo, 23 de abril de 2006 Luz como metáfora de la incomunicación en la exposición que el artista muestra en el Domus Artium. N° 71 Suplemento de artes y letras 4 ROIG Perelétegui Ensayo de la ceguera

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artes y letras 4 Luz como metáfora de la incomunicación en la exposición que el artista muestra en el Domus Artium. N° 71 Suplemento de 7 GIBSON / MACHADO 3 DÍA DEL LIBRO Ligero de equipaje es una biografía apasionada, valiente y entregada so- bre la vida del poeta que recorrió a pie el camino de los vencidos. El día de la muerte de Shakespeare y Cervantes se convierte en la gran fiesta librera. Proponemos una idea desprejuiciada y gozosa de la lectura. Perelétegui

Transcript of numero71

BERNARDÍ7 GIBSON / MACHADO

Ligero de equipaje es una biografíaapasionada, valiente y entregada so-bre la vida del poeta que recorrió apie el camino de los vencidos.

3 DÍA DEL LIBRO

El día de la muerte de Shakespeare yCervantes se convierte en la granfiesta librera. Proponemos una ideadesprejuiciada y gozosa de la lectura.

culturasTRIBUNA DE SALAMANCA, Domingo, 23 de abril de 2006

Luz como metáforade la incomunicación

en la exposición que elartista muestra en elDomus Artium.

N° 71Suplemento de

artes y letras

4

ROIG

Perelétegui

Ensayo de la ceguera

a quella pieza de Bernardí Roig que fuenuestra imagen de portada en el número

45 (16 de octubre de 2005) nos había parecidouna de las más potentes de aquella exposi-ción titulada ‘Barrocos y Neobarrocos’: unafigura blanca, con los ojos cerrados y los oídostapados con sus propias manos, sentada fren-te a una pantalla donde la cara de un hombredemasiado parecido a él le decía algo que só-lo ellos parecían en disposición de escuchar.Daba la sensación de una angustiosa inco-

municación. Ahora, Roig ha vuelto para ocu-par el DA2 con una exposición en la que reco-ge obras previas y algunas creadas especial-mente para este espacio. La luz cegadora queno deja ver y remite a la introspección, conesas inquietantes figuras blancas que son elsello de su producción más reciente. Habla-mos con el artista en nuestras páginas cen-trales. Hay mucho libro esta semana por aquí.Hoy se celebra el gran día, la gran fiesta de lalectura. Los libreros sacarán sus puestos a la

calle para vender más que ningún otro día delaños, mientras proliferan campañas por do-quier para que leamos más de una malditavez. Nosotros proponemos una idea despre-juiciada y gozosa de la lectura. Merece leersela biografía que acaba de publicar el historia-dor Ian Gibson sobre Antonio Machado, unretrato entregado y pasional que nos acercala grandeza del poeta. Además, libros de GuyDebord, Óscar Esquivias, Cees Nooteboom,Antonio Iturbe y Antonio Jiménez Barca.

N°7

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1 OTRAS FORMAS DE LEERLeído en Comunicacion-cultural.com:«Existen en España cerca de 1.300publicaciones digitales (Cibermedios,Comunicación Social Ediciones 2005), ysus lectores aumentan cada año en un183%, pero sorprendentemente muchasentidades culturales no tienen en cuentaa estos nuevos medios en sus planes defomento de la lectura y la promoción dellibro. Hace una década, los internautasespañoles apenas llegaba al 1% de lapoblación; en menos de 10 años hemossuperado la barrera de los 15 millones deinternautas en España. Entre los másjóvenes, el informe Los menores en laRed de la Fundación Auna revela que el83,9% de los jóvenes españoles son yainternautas. Con la irrupción de lasnuevas tecnologías, los hábitos deconsumo cultural de las nuevasgeneraciones están experimentando unatransformación histórica: compran yrecomiendan libros a través de la red,leen todo tipo de revistas digitales,escriben más que nunca en foros, chats,blogs, etc.». Hay en España unaasociación de revistas electrónicas,ARDE, que agrupa, entre otras a lasinteresantes Espéculo, Ariadna-rc.com,Babab.com, Margencero.com,Literaturas.com o Dosdoce.com.

2 LEER, OTRA MANERA DEVIAJARSi decimos habitualmente que unanovela negra propicia, entre otras cosas,un conocimiento de la ciudad o país en elque se desarrolla –como buena literaturasocial que es cuando lo es–, nada mejorque una guía de lugares asociados alibros y escritores. Para ir colocandobanderitas en el mapamundi literario, lalibrería Negra y Criminal ofrece en sublog una amplia lista de puntosestratégicos: de la Marsella de Izzo, alParís de Fred Vargas, pasando por laIrlanda de Ken Bruen. Puedenencontrarlo ennegraycriminal.blogcindario.com. Estalibrería es todo un ejemplo de cómo laespecialización y la pasión por lo que sehace consiguen romper barreras.Durante San Jordi –allí sí que es unafiesta tradicional esto del libro–repartirá cócteles que aparecen en loslibros que venden. Y, si todo sale como seprevé, ese día todos los libreroscatalanes venderán mucho: un estudio

del gremio calcula que facturarán 19millones de euros en los 435 puestos quese instalarán en toda Cataluña. Unacantidad respetable.

3 ANTES Y DESPUÉS DEL DÍADEL LIBROLo escribe Pere Guixá en el suplementode cultura de ‘La Vanguardia’ –que, porcierto, acaba de cumplir 200 números– yme parece una de las mejoresdefiniciones que he leído sobre todasestas celebraciones, se traten de lo quese traten: «Lo mejor es que, para lagente, el día 22 no hay expectativaalguna de que al día siguiente se avecinaun buen día. Ni el 24, que ayer fue un díagrande. ¡Hasta el año que viene!».Una feliz coincidencia este año. Justohoy comienza a andar un proyecto quepromete horas de buena lectura crítica.Se llama ‘La tormenta en un vaso’ yserá un blog colectivo donde cada día sereseñará un libro. Se define como «unespacio independiente y fiable dedicadoa la buena literatura y a los buenoslectores» y quienes lo hacen se dedican aescribir y también a criticar libros.Participan, entre una larga lista, EliaBarceló, Carlos Castán, Óscar Esquivias–de quien se reseña en este suplementohoy mismo su última novela–, FerránEsteve, Hipólito G. Navarro, ElenaMedel, Andrés Neuman, Joaquín PérezAzaústre, Hilario J. Rodríguez o ÁngelaVallvey. Para seguirles la pista.

4 GENERADOR DE LITERATURASUPERVENTAS«Enterrado en un pueblecito a las afuerasde Londres, los jefes de La Manada Cruelde los Hiper-negativos guardan el oscurosecreto de Camelot. Un doctor psicópataha tropezado con ello mientras estababuscando otra cosa en el Google. Hay unaviolenta persecución en Jerusalén, conuna enorme preocupación por nuestraconcepción de la anti-materia, que está apunto de sucumbir ante nuestos propiosojos». Esta es la sipnosis de Arcas yruidos, una novela que todavía no existe,pero podría. Bajo el lema «Crea tu propianovela de Dan Brown», alguien hacreado un generador automático deargumentos y portadas para reírse unpoco del fenómeno editorial de moda,pero de una moda multitemporada, comolos pantalones de pana. Está enprueba.blogspot.com.

culturas2 TRIBUNA DE SALAMANCA, Domingo, 23 de abril de 2006

Antonio [email protected]

Portadas que tal vez se encuentren este domingo en la Plaza Mayor y que tal vez,

después de echarles una ojeada, crean que merece la pena llevarse a casa

Por una lectura sin prejuicios

había un personaje del escri-tor checo Bohumil Hrabalque se presentaba diciendo

algo así como «soy culto a pesar demí mismo». Trabajaba reciclandopapel en un sótano y así desarrollósu amor por los libros, que devora-ba con los ojos. Los trataba comoa personas, les ofrecía un final dig-no y los agrupaba a cada uno consus afines para que fueran armo-niosamente a la máquina de tritu-rar. Pocas veces se ha visto unamor tan grande por los libros y loque contienen. Ahora MercedesMilá anda recorriendo calles y pla-zas dejando libros por las esquinasy mirándonos fijamente desde lapantalla diciéndonos muy seriaque tenemos que leer... deducimosque esta causa debe de ser tan im-portante y beneficiosa para la sa-lud como dejar de fumar, por lo

menos. Así está montado el mun-do del espectáculo: se mira el ca-lendario y se lanzan campañas pa-ra que coincidan con el Día del Li-bro. La agenda política y la mediá-tica se contagian, nos dan la brasaun rato y se olvidan hasta el añoque viene. Flor de un día. ¿Puedela lectura fomentarse así? Nuncase publican los resultados de estascampañas, así que no sabemos.

¿Qué se celebra exactamente elDía del Libro? Para empezar, coin-cide con una fecha luctuosa, lamuerte, el mismo día, el 23 de abrilde 1616, de Cervantes y Shakespe-are. En Cataluña es una fiesta don-de la gente se regala tradicional-mente rosas y libros y los escrito-res firman ejemplares. En Sala-manca, los libreros montan suspuestos en la Plaza, generalmentebajo la lluvia. En Madrid acaban deorganizar una noche de librerías‘afterhours’ con conciertos y ‘ani-mación cultural’. Aquí, me decan-taría por pensar que la fiesta se ce-lebra a mayor gloria a la lista de losdiez libros más vendidos, que mal-dita la falta que les hace la publici-dad extra.

Porque, ¿qué se considera lec-tura? ¿A quién podríamos calificarcomo ‘lector’? ¿Importa la canti-dad o importa la calidad –de la ac-tividad lectora, no de las obras–?¿Es necesario oponer la lectura aotras formas de ocio para fortale-

cerla? ¿Es la lectura una forma deocio? A riesgo de parecer el profe-sor de Amanece que no es poco, seme antojan necesarias las pregun-tas. Pero aquí va una afirmación:la lectura es una actividad neta-mente personal en la que cada unova marcándose un recorrido, ha-ciendo sus elecciones, un métodode conocimiento de uno mismo yde los demás, un modo de divertir-se. La lectura forma individuos,produce capacidad crítica, ayudaa entender el mundo. Pero hay mu-chas formas de leer. Leer un libropuede ser un suplicio para el estu-diante obligado a meterse en losclásicos a bocajarro o puede resul-tar un placer basado en la libreelección de realidades o imagina-ciones a las que se llega vaya usteda saber por qué. Porque si algo tie-ne de bueno una relación fluida conlos libros es la posibilidad de elegir.Así que la lectura, cuanto más bas-tarda mejor.

Ninguna industria cultural delas que suelen oponerse al consu-mo lector –cine, videojuego, tele-

intrigas del precocinado génerodel superventas. Es un territorioprivado en el que cada punto dela red que va tejiendo cada librosupone un paso hacia adelante.

Supongo que a quienes tienenla responsabilidad de gobernarnosles preocupa que los jóvenes nolean lo suficiente. Es una preocu-pación loable y seguramente nece-saria. Pero da la sensación de queno acaban de acertar con las cam-pañas, que suelen tener un ciertotono de culpabilización y sobrees-timan el poder de la publicidad. Noconozco a nadie que se haya lanza-do a las librerías después de ver uncartel en la parada del autobús.Quizá habría que afinar la punte-ría, mejorar las estructuras cerca-nas –más dinero para bibliotecas–,poner las condiciones para que lapasión por los libros –cualquier li-bro, no sólo los del ‘currículo’– pue-da trasmitirse en las escuelas, fo-mentar el intercambio entre lecto-res y escritores, reforzar el lado lú-dico, no oponerlo a otras formas dedivertirse y conocer, aumentar elespectro a otras formas de lectura–blogs, un fenómeno entre los jó-venes–. Cada buen libro es un an-zuelo: pónganlos cerca. Y liberenesto de prejuicios. Aquel hombreque fue culto a pesar de sí mismonunca los tuvo.

Antonio Marcos

visión– puede presumir de unaproducción tan grande, tan va-riada y tan accesible como la edi-torial. Miles de títulos al año–53.155 en España en 2005– don-de hay para todos los gustos. Ahícabe todo: desde los libros pro-ducidos en serie por el periodis-ta César Vidal –se han hecho cál-culos sobre cuántas páginas es-cribe diariamente y el dato pro-voca vértigo e incredulidad– a lasrecetas de cocina, las memoriasde personajes con o sin vida quecontar, la pureza de los poetasbuenos, los novelistas ligeros, lospesados, los comerciales, los quesaben contener el mundo enteroen sus palabras, lo narrativo, lo fi-losófico, el humor, la tragedia y to-do lo que a usted se le ocurra. Co-mo en el anuncio de la Coca Cola.Y que cada uno se quede con loque más le convenga o le emocio-ne. Hay quien encuentra el senti-do del mundo en las contrastadascombinaciones químicas de unrecetario de Arguiñano y quiensiente placer siguiendo las fáciles

Campañas que nosconminan a leer, puestosen la calle a mayor gloriade la lista de los másvendidos... proponemosun sentido de la lecturacomo un caminopersonal de eleccioneshacia el placer y elconocimiento.

La lectura forma individuos, produce capacidadcrítica, ayuda a entender el mundo. Pero haymuchas formas de leer: puede convertirse enun suplicio obligatorio o en un placer electivo

Aspecto de una librería de Madrid durante ‘La Noche de los libros’, esta misma semana EFE

3DÍA DEL LIBRO culturasTRIBUNA DE SALAMANCA, Domingo, 23 de abril de 2006

culturas4 TRIBUNA DE SALAMANCA, Domingo, 23 de abril de 2006

ni fue su primera visita a Sa-lamanca, para la presenta-ción de la muestra a princi-

pios de abril, ni será la última. Ber-nardí Roig llega con sus ‘Ejerciciosde luz’ al Domus Artium 2002 paratransformar un espacio que fue,antes que centro de arte, una pri-sión.

¿Qué pretende comunicar con‘Ejercicios de luz’?Convertimos un espacio de sufri-miento y dolor en un lugar de ora-ción, como es ahora un centro dearte contemporáneo. Hay que ocu-par esa cavidad, que es como ungran teatro, como una cavidad cra-neal y hay que poner a rebotar lospensamientos. Eso es lo que he in-tentado hacer, he puesto a rebotarpensamientos; muchos ya se habí-an pensado para otras exposicio-nes en galerías, para ferias y aquíse han puesto pensamientos a re-botar en la misma cavidad, y estoes nuevo. Sorprendente, además.Y es lo que hay que aprovechar, elespacio con estas característicastan marcadas, que no es un cuboblanco, ésa es la riqueza que tiene.Aquí hay dibujo, vídeo, fotografíay escultura. Entonces, he puestoen marcha toda una base lingüís-tica que había que poner a cami-nar. Nunca se habían juntado to-das estas piezas, parten del año 99–el vídeo de ‘El hombre y la lámpa-ra’– y termina con el último vídeo,‘Ejercicio de repulsión’, de 2006. Elhombre y la lámpara’ es el primertrabajo en el que empleo la luz co-mo metáfora de la ceguera y es unvídeo rodado en la Casa de Campo,con Domingo Sánchez Blanco –éles el portador de la luz– y terminacon ‘Ejercicios de repulsión’, tam-bién con Sánchez Blanco, con lamisma cabeza.

En medio, ¿qué hay?El resto: fragmentos de exposicio-nes..., yo creo que he seleccionadolo más interesante y también lomás adecuado para el sitio, tam-bién pensando que esta exposición,al ser itinerante, me obliga a unaadaptación a los otros espacios; loque va aquí va a los otros cuatromuseos y eso me ha hecho sinteti-zar mucho, lo justo.

Hay un sentimiento de malestar.No es un malestar político ni que

que no se puede soportar. Ves quehay muchos rostros desdibujadosy descosidos, como que se arran-ca la mirada.

Puede transmitir cierta impa-ciencia...Es como la segunda fase del pro-ceso. El dibujo es la voluntad deconstruir una imagen ordenada,mentalmente estable, que me ha-ga sentir que tengo capacidad re-presentativa, que puedo contar al-go, e inmediatamente después,surge un brote de contradicción ra-

tenga que asumirse como algo delo contemporáneo. Es un malestarpersonal, que es un malestar exis-tencial, un malestar de poeta, di-ría. Yo no me ocupo del malestarde la gente, me ocupo del mío, por-que de la gente sé poco... de mí me-nos, pero por lo menos tengo la he-rramienta de la construcción sim-bólica de imágenes.

Nunca se utiliza a sí mismo comoobjeto de sus obras, sobre todoen las esculturas.No, porque no me podría ver en elproceso de hacerme, y no tengoningún interés por mí como forma.Uso personas de mi entorno en unsentido muy claro: son figuras, pe-ro me quiero distanciar de la figu-ración, me quiero acercar más a lofigural. Intento que haya una dis-tancia con el modelo y no me inte-resan para nada ninguno de susrasgos psicológicos. Lo que me in-teresa es una forma que me da su

cuerpo para construir, abusar deesa forma para precipitar una na-rración. Me es más fácil trabajarcon gente que me quiere o quequiero, porque están disponibles

para la tortura en el proceso deproducir moldes y toda esta mier-da.

En sus dibujos hay un punto enque se rompe la realidad.No se trata de hacer retratos,aunque reconozcamos gente, esusar como excusa un rostro paraintervenir en él como una imagen

El artista mallorquínBernardí Roig ofrecehasta el 28 de mayoen el Domus Artium2002 una selecciónde obra que, bajo ellema genérico de‘Ejercicios de luz’,plantea una metáforasobre la ceguera yabre la puerta a lamirada interior.

La retina en un vaso BERNARDÍ ROIG

Me quiero distanciar de la figuración, me quieroacercar más a lo figural. Lo que me interesa esuna forma que me da un cuerpo a partir de lacual precipitar una narración

Óscar Rodríguez

Lo que he hecho es producir imágenes con esa idearotunda de que una imagen es como un condensadode experiencia que ha quedado sin comunicar

dical y desesperado que no me per-mite asumir eso. En esa esquizo-frenia se produce el desgarro de laimagen. El rostro sólo es un rostrosi está desdibujado. A partir de suno concreción uno puede aportarun destello nuevo del significadode ese rostro, de esa cara, impre-visto. Lo otro es el realismo, que nole interesa a nadie.

Después del DA2, la exposiciónviajará a Bonn, Praga y Oosten-de. ¿Se entiende lo mismo en to-das partes?A grandes rasgos sí, porque es Eu-ropa, la herencia visual es la mis-ma para todos y hemos sufrido lasmismas cosas prácticamente to-dos. Aunque luego, siempre que losartistas españoles salen fuera, losde fuera tienen una tendencia a le-er un sentimiento trágico inocula-do que creo que es una exagera-ción, algo que no tiene gracia.

¿Hay prejuicios?Prejuicios, no, encasillamientos

5ARTE culturasTRIBUNA DE SALAMANCA, Domingo, 23 de abril de 2006

de lecheculturales de base que no te aca-bas de sacudir pero, resumiendo,me da lo mismo cómo lo lean. Loque me interesa es ver cómo la ex-posición se va adaptando a dife-rentes espacios. El alemán es másracionalista, tiene más que ver conlos cubos blancos. Esta exposición,allí, no la podré hacer exactamenteigual, con las mismas obras habráque construir otra manera de mos-trarlas y, seguramente, en ese bro-te de lo inesperado, apareceránsignificados que yo no había pre-visto.

¿Aquí le ha pasado algo así?Sí. Nunca había visto esta cantidadde 200 fluorescentes en marcha yalgunas son piezas hechas a pro-pósito para este sitio, entonces, aver cómo se organiza la tensión delrecorrido; me inquieta mucho ver-lo, porque de lo que se trata es deque te abrace, que no te des cuentay estés dentro de una narración.Vas de un sitio a otro y conectas co-sas, porque es verdad que es una

exposición de luz, pero una expo-sición de luz que genera sombrasy a mí lo que más me interesa de laluz es ese espacio sombrío, porqueahí interviene la imaginación delque entra. Es más fértil lo imagi-nario y la franja de sombra, peropara que haya una buena sombratiene que haber mucha luz, una luzmuy potente. Ahí generamos es-pacios de sombra que son los inte-resantes. Lo otro es la ceguera, quete obliga a mirarte dentro, el esta-llido visual, la erección del ojo. Lariqueza que tiene es la que puedesencontrar en una mirada interior.

¿Usa su obra para verse dentro?Uno no se conoce bien, por eso ha-ce estos ejercicios buscando eseresplandor. A través de lo simbóli-co, que es el arte, un sustrato sim-bólico que nos ayuda a conocernosy a los demás, y a conocer el mun-do, creando equivalentes siempreporque es un encadenado de me-táforas; pero uno no sabe nada desí mismo, porque uno nunca es ése,

Bernardí Roig,

a principios de

abril, en el

Domus Artium

2002, el día

de la

inauguración

de ‘Ejercicios

de luz’

Tres de las obras de Bernardí Roig instaladas en el Domus Artium

2002 –DA2–, a partir de las cuales desarrolla su discurso sobre la

luz y la ceguera, sobre el espacio expositivo como un reflejo del

interior, de la cavidad craneal, donde Roig pone a rebotar sus

pensamientos Reportaje gráfico: Perelétegui

siempre es otro. Además, siempreson los demás los que le dicen auno quién es, y luego resulta queno encaja nada, pero bueno, aquí loque hemos hecho es producir imá-genes como esa idea rotunda deque una imagen es como un con-densado de experiencia que se haquedado sin comunicar, y ahí seproduce una imagen, y encadenaresas imágenes para construir unanarración. Es una exposición quetiene un título genérico, ‘Ejerciciosde luz’, que habla de hacerse; nohay nada definitivo, el ejercicio escomo un ensayo, como un apunte,como un boceto. ¿Vamos a ver quéocurre si metemos mucha luz?¿Qué pasa con la luz? ¿Qué es laluz? La luz es el tema del arte, des-de el principio al fin. Uso los fluo-rescentes porque ya se han usadoantes, estoy dentro de un recursolingüístico asimilado, pero se tratade construir sobre eso. Yo nuncalos utilizaría para iluminar la nada,los uso para iluminar figuras, es-quinas o crear contradicción entrefiguras y esquinas, o asfixia, o tur-bación.

La luz, en la exposición, conectacon el punto de oscuridad.Cuando abres los ojos, la luz entraen tu cabeza, la retina es la venta-na. He intentado que sea una ex-posición muy blanca, como meterla retina, el ojo, en un vaso de leche.

Una sociedad de náufragos

Una tarde del verano del 36

amedida que la necesidad resulta socialmentesoñada, el sueño se hace necesario. El espectá-culo es la pesadilla de la sociedad moderna en-

cadenada que, en última instancia, no expresa sinosu deseo de dormir. El espectáculo es el guardián deeste sueño». Esta cita proviene de La sociedad del es-pectáculo, el texto fundamental de Debord, meollode las ideas de la Internacional Situacionista, de laque fue fundador. El libro consta de 221 tesis dirigi-das contra el reinado de la demencia económica y lasnuevas técnicas de gobierno que la refuerzan de va-rias formas (urbanismo, ideología, cultura, etc). Eneste texto se enfrenta a la voluntad imperialista delos criterios comerciales, dispuestos a invadir cual-quier reducto de la intimidad o la inteligencia.

El planeta enfermo reúne tres textos de Debord,que si no me equivoco estaban inéditos en castella-no: El primero, La decadencia y caída de la econo-mía espectacular-mercantil, es de 1966 y trata de lasrevueltas de Watts, que al lector que no tenga la me-moria o la edad suficiente para recordar los hechos alos que se refiere, le recordarán los disturbios de lapoblación negra de Los Ángeles de hace unos diezaños. El segundo texto, El punto de explosión de laideología en China, es de 1967. El tercero será segu-ramente el más interesante para la mayoría de loslectores actuales, pues resulta muy próximo al ac-tual ecologismo. Es el que da título al volumen, y fueescrito tan sólo un poco después, en 1971. Esta mara-villosa y precursora cita pertenece a este último tex-to: «Una sociedad cada vez más enferma pero cadavez más poderosa ha recreado en todas partes elmundo concretamente como entorno y decorado desu enfermedad, como planeta enfermo. Una sociedadque no ha llegado aún a hacerse homogénea y que nose determina a sí misma, sino que está determinadacada vez más por una parte de sí misma que se sitúa

por encima y al margen de ella, ha desarrollado unmovimiento de dominación de la naturaleza que nose ha dominado a sí mismo. El capitalismo ha aporta-do finalmente, por su propio movimiento, la pruebade que ya no es capaz de seguir desarrollando las fuer-zas productivas, y no en un sentido cuantitativo, comomuchos habían creído entender, sino cualitativo».

Considerado uno de los inspiradores del mayo del68 francés, Guy Debord fue filósofo y cineasta. En1958 fundó la organización revolucionaria Interna-cional Situacionista y la revista del mismo nombre,que dirigió hasta su autodisolución en 1972. Entre suslibros destaca La sociedad del espectáculo (1967), quepuede encontrarse en la editorial Pre-Textos y en In-ternet. Comentarios sobre la sociedad del espectá-culo, In girum imus nocte et consumimur igni y Con-sideraciones sobre el asesinato de Gérard Lebovicise pueden conseguir fácilmente en castellano, en laeditorial Anagrama, que también cuenta con un parde novelas sobre los situacionistas y con un ensayode Anselm Jappe sobre Guy Debord. Sus películasson bastante más difíciles de rastrear y llevan títu-los como Lamentos en favor de Sade, 1952; Sobre eltránsito de algunas personas en el transcurso de unbreve período de tiempo, 1959; Crítica de la separa-ción, 1961; La sociedad del espectáculo, 1973; o Refu-tación de todos los juicios, tanto elogiosos como hos-tiles, que han sido hechos sobre la película ‘La socie-dad del espectáculo’, 1975. Sus Memorias, escritasen 1989, son un autorretrato sin concesiones al quédirán. La primera edición francesa estaba encua-dernada en papel de lija, para hacer todo el daño po-sible a los libros que se pusieran al lado. En 1994, alos 62 años de edad y como dañado también por esa li-ja, Debord se disparó un tiro en el corazón.

Garcimuñoz

aunque no ha al-canzado toda-vía una popula-

ridad multitudinaria,el burgalés Óscar Es-quivias es autor detres novelas, lo cualindica que no nos ha-llamos ante un escri-tor novel. Lo de-muestra sobre todo,la madurez creativaque demuestra enInquietud en el Para-

íso, una nueva visión de la guerra civil. Elplanteamiento es en sí arriesgado, habidacuenta de las docenas de novelas con estemismo trasfondo bélico. A pesar de todo,hay que decir que Óscar Esquivias sale ai-roso de este riesgo literario. La ‘addenda’que cierra la obra (completada con un apar-tado de bibliografía) le sirve al autor paraexplicar su punto de vista ante los hechosde «una tarde de verano de 1936», utiliza-dos de forma muy libre, lo que explica la po-sible falta de objetividad.

Aun cuando se relatan los hechos delprimer día de guerra, con la presencia depersonajes políticos reales (tanto naciona-les como republicanos), el estallido bélicose mezcla con un suceso histriónico ocu-rrido en la ciudad de Burgos: don CosmeHerrera, canónigo penitenciario de la ca-

tedral, imparte una conferencia en el salóndel Teatro Principal de Burgos. Pretendedemostrar que «Dante visitó el Purgatorioen vida para escribir La Divina Comedia».Don Cosme Herrera pretende llevar a caboun recorrido por ese mundo de ultratum-ba. Paralela a este descoyuntado proyectodel penitenciario, el general Dávila planeala sublevación militar desde la ciudad.

Estos dos personajes representan bá-sicamente los dos mundos de la ciudadburgalesa, pero no son los únicos. El mun-do de los republicanos tiene un símbolodoble: junto al general Batet, pulula porla ciudad el humilde y zarrapastroso Ju-lián, acompañado de su sobrino. Como esesperable, la ciudad castellana muestratoda una serie de tipos representativosde las distintas clases sociales que, comolos militares o los religiosos, se ven acom-pañados de seres humildes o irrelevan-tes, que les sirven de comparsa, pero so-bre todo de contraste. Junto a la alturasocial y económica de don Perfecto RuizDorronsoro y su hermana Pilar, figura do-ña Urraca Pastor, símbolo de una deter-minada clase social.

La novela se convierte así esencial-mente en una novela de personajes, de re-levancia mayor que lo narrado, conocidoen el caso de la sublevación militar e in-completo narrativamente en el proyectovisionario de don Cosme Herrera. Cada

uno de los personajes tiene su comparsaesperpéntica. Junto a personajes históri-cos representativos (Calvo Sotelo, los ge-nerales Cabanellas, Dávila, Mola, San-jurjo), aparecen otros de pintoresquismodesgarrado, como es le caso de Cochitón,la ‘madame’ de la casa de lenocinio. Noestá lejana de este tratamiento arrabale-ro y burlesco la imagen del Crucificado,llevado a la peluquería para hacerle fae-nas de aliño capilar. Alguno de los perso-najes secundarios tiene una gran entidad,como ocurre con don Manuel Machado,tan vinculado a la ciudad burgalesa en elcomienzo de la guerra, y presentado conuna imagen no demasiado digna, espe-cialmente en relación con su esposa do-ña Eulalia..

Considerando que Inquietud en el Pa-raíso es la primera entrega de una trilogía,el desenlace se ajusta de forma certera aun final consumado por una parte, pero in-cierto por otra. La expresión de Cabanella,«– Señores, ¡esto es el Paraíso!» sirve deuna suerte de epifonema a estas jugosaspáginas, cuya continuación es un enigmapara el lector: «“Dávila y Mora sonrieron.Los tres generales permanecieron duranteun buen rato en el balcón, felices, envuel-tos por un halo de humo, con la mirad cla-vada en las estrellas» .

Nicolás Miñambres

GUY DEBORD

El planeta enfermo

Traducción: Luis Andrés Bredlow

Anagrama, 2006

91 pp. / 9,50 euros

culturas6 TRIBUNA DE SALAMANCA, Domingo, 23 de abril de 2006LIBROS

No deja títerecon cabeza

Si quieren conocer a un personaje sinoficio ni beneficio, que sufre de colon irri-table y que abomina la modernidad y eldiseño barcelonés no deben perderse lanovela Rectos Torcidos. Así es LadislaoGonzález, el personaje inventado perono ficticio de Antonio Iturbe, un tipo vul-gar de unos cuarenta años, de los que nodestacan nada, ni para bien ni para mal.

Con esta novela, este escritor arago-nés –actual subdirector de la revista ‘Queleer’– se estrena en el panorama narra-tivo español con una novela muy excén-trica en todos sus sentidos.

Destacando su humor negro y corro-sivo, Rectos Torcidos cuenta la historiade un personaje que está sin blanca, quetiene un trabajo basura y que cuando nolo tiene le toca lo más duro de su trabajo:buscarse otro.

Todo en Rectos Torcidos llama ale-gremente la atención: al abrir el libro yleer su prólogo el personaje se presenta–por orden de su autor– delante de loslectores, técnica que nos recuerda a lainversión de papeles entre personajes yautores que se fue manifestando comoun recurso narrativo en aquella literatu-ra influida por las vanguardias.

Con esta presentación, Ladislao, másconocido como Lalo, divaga por las ca-lles de Barcelona sin saber a que dedi-carse y con una mujer que le acaba deabandonar. Sus intentos de recupera-ción laboral no son aquellos de los queuno se sienta precisamente orgulloso:vendedor de cartones de Winston decontrabando, negocios de prótesis paracojos y algunos otros de baja calaña pro-vocan la desesperación del protagonis-ta. Estando «más colgao que un bacalaopuesto a secar» Lalo tiene la brillanteidea de imprimir El Quijote y otros clási-cos en papel higiénico.

Con esta brillante idea, Iturbe cons-truye un mundo antagónico y a la vezreal, un mundo de tragicomedias dondese denuncian las superficialidades y lascontinuas necedades sociales a las queestá rodeada la ciudad de Barcelona, unaciudad que ha sufrido muchos cambiosdesde su año olímpico y que se ha dedi-cado a vivir de una opulencia que ya noes propia de las grandes ciudades.

Sin dejar títere con cabeza, Lalo seacuerda de todos: de lo incompetentesque son en la Seguridad Social, del en-gaño del euro, de los chupópteros de lasinmobiliarias, de la ‘amabilidad’ delAyuntamiento y de la sinceridad de losaltos cargos eclesiásticos entre una listainabarcable.

Todo ello, con unos juegos de pala-bras pícaras y jugosas que lo que pre-tenden –y lo consiguen en su totalidad–es hacer reír al lector, y sentirse iden-tificado con la mierda de mundo quenos rodea, ya sea en su sentido real ofigurado.

Álex Martín Escribá

ÓSCAR ESQUIVIAS

Inquietuden el paraíso

Ediciones del Viento, 2005

370 pp. / 20 euros

El planeta enfermo reúne tres textos de Guy Debord, fundador de la Internacional Situacionista

ANTONIO ITURBE

Rectos torcidos

Planeta, 2005

262 pp. / 19 euros

Óscar Esquivias demuestra madurez creativa en una nueva visión de la guerra civil

el viejo romance castellanocanta «Yo no digo mi can-ción, sino a quien conmigo

va», por ello, Antonio Machado hatenido que esperar la llegada de unapasionado irlandés curtido en milbatallas para contemplar su pro-pia biografía, un volumen tan den-so y consistente que reivindica alautor sevillano y nos devuelve, enpleno fragor ideológico, la cicatrizaún reciente de las dos Españas,que han de helarte el corazón. Ad-miro sinceramente a Ian Gibson,admiro su apasionamiento por elpersonaje que biografía con laconstancia y tenacidad del hace-dor de mosaicos, quien tesela a te-sela, buscando lo que es aparente-mente insustancial, convierte lapiedra en poema. La vida de todosnosotros es ejemplar, las anécdo-tas de unos pocos y el tiempo queles tocó vivir son heroicos, el día adía es indiferente a la historia, sinembargo, todo el aparataje eruditocon el que se pertrecha el biógrafoconfigura otra vida, la vida trans-cendida del personaje público, porfin, a nuestro alcance en todas susmiserias, derrotas, y en el caso deMachado, en todas sus humilda-des y grandezas. Admiro a Gibsonporque se atreve con aquellos a losque la iconografía oficial reveren-cia sin osar conocerlos. Admiro aGibson porque biografió a Lorca,materializó su asesinato, habló desu amor imposible por Dalí y seatrevió a decir, oh ingrato, que lehabía dedicado una biografía –Ce-la, el hombre que supo ganar– aCamilo José Cela sólo por encar-go y que no le había dedicado de-masiado tiempo porque no le inte-resaba el personaje. Decidida-mente estos anglosajones no le tie-nen respeto a nada, son nuestrosmejores hispanistas, nos conocenmás profundamente de lo que nos-otros nos atreveremos a conocer-nos ¿Quién ha descrito El laberin-to Español mejor que GeraldBrennan? ¿Quién sabe más deFranco que Paul Preston? ¿Y de laguerra civil más que Hugh Tho-mas? Distantes de lo español, aun-que a Gibson la nacionalidad es-pañola y la ascendencia irlandesa

le sitúen fuera de la flema británi-ca, son nuestros mejores especia-listas. Su análisis es tan despiada-do como erudito, ordenado y sa-gaz. Crueles de solemnidad.

Pero a Gibson le desborda elpersonaje, se alía con los perdedo-res, se pierde en Viznar, se tras-muta en Machado, camina a Coi-llure y se atreve a decir que allímurió y allí debe continuar sepul-tado. A Gibson le crucifican en laspáginas web dedicadas al revisio-nismo nostálgico del fascismo, en-tro en Google con su nombre y mellueven las piedras que le acusande oportunista, historiador me-diocre y estudioso superficial. Re-curro a los eruditos y le critican eldecimonónico acto de leer en clavebiográfica los poemas de un hom-bre que se reflejó en su obra y no

en sus declaraciones. Acaricio elpeso que no pesa de esta biografíamonumental y pienso que el pro-fesor Machado, aquel que dio clasede francés en institutos de provin-cias y que murió Ligero de equi-paje/como los hijos de la mar, enel éxodo de los transeúntes de lapérdida, se sentiría abrumado, in-cómodo, turbado. Y a la vez, cuánejemplar es la vida de este hombrebueno, testigo humilde de su épo-ca, actante activo al final de la mis-ma, capaz de peregrinar a pie, sinaceptar facilidades, el camino delos perdedores, caminante que ha-bía sido de una primavera soria-na, bendita primavera republica-na que dura tan poco como el sue-ño de un bendito. Machado, esehombre atento, tímido y aparen-temente recluido, que admiraba a

Unamuno, el de la autoritas vehe-mente, el de la pluma ardorosa yla figura omnipresente, ese filóso-fo de la Sorbona amante de Berg-son, exiliado por la muerte de suprimera esposa niña, espoleadopor el amor de su última amanteimposible, la Guiomar secreta desus últimos sonetos, es para Gib-son el símbolo de una España decambio y tradición nacida de la be-lleza –para él el Palacio de las Due-ñas de Sevilla donde naciera el po-eta es el paraíso terrenal– de lacultura erudita y popular de su pa-dre republicano, del afecto frater-nal del hermano con el que escri-bía a cuatro manos obras de tea-tro y de la omnipresencia de unamadre poderosa. Machado repre-senta la España de su época, laque pudo ser y no fue, la que salió a

Ian Gibson, durante la presentación del libro. Arriba, Antonio Machado EFE

estudiar afuera y a la vez se miróadentro, paisajes de la memoriahistoriada, paisajes castellanos ín-timos y secretos aún no coloniza-dos por una España de charangay pandereta a la que enfrentase agolpes dejando a un lado la elitistay novecentista erudición de los dela Residencia de Estudiantes.

La guerra fatricida se vivió enlos Machado, Antonio quería en-trañablemente a Manuel, y este,aterrado tras un arresto o con-vencido –había sido un defensorde la república junto a su herma-no– leía sonetos a Franco en lasemisoras nacionales mientras An-tonio y José, los perdedores, ini-ciaban el éxodo que no pudo ser ala Francia madrastra que les ce-rró las puertas a los republicanosespañoles. Estos días azules y estesol de la infancia, escribe Machadoen sus últimas letras. Días que re-cupera el biógrafo con puntillosavoluntad, con apasionamiento, conentrega. La biografía no es un gé-nero practicado en España y sinembargo, con qué delectación yansia las leemos, con qué minuciacruel las recibimos. Seguimossiendo pudorosos, los españoles,por eso nos cuesta inclinarnos aun género que necesita tanto rigorcomo tiempo y dedicación, tantacalma como sedimento.

La biografía es un género nece-sario que precisa de una generosi-dad que no estamos dispuestos aentregar. Por eso este volumen mo-numental, majestuoso, se erige co-mo una catedral castellana, con lamisma densa fuerza de una fe queroza el misticismo. Gibson cree ensus personajes, se trasmuta enellos y les asume en un acto de co-munión divina, el resultado, le pesea quien le pese, es un acto de amor,de declaración ideológica, de justi-cia poética. Y en estos tiempos gri-ses en los que hasta reivindicar alos vencidos parece haberse vueltouna moda editorial y reiterada, nopuede saludarse más que con unareverencia admirada.

Charo Alonso

El poeta sí tiene quien le escribaIAN GIBSON / ANTONIO MACHADO

Ligero de equipajeperegrinó AntonioMachado el caminode los perdedores.Gibson retrata conapasionamiento yentrega todas lashumildades ygrandezas del poeta.Un libro que es purajusticia poética.

7LIBROS culturasTRIBUNA DE SALAMANCA, Domingo, 23 de abril de 2006

El camino solitario

Aroma de barrio

de eso se trata, de emprender el solitario cami-no. Eso indica el último verso de El paraísoperdido, con el que Nooteboom cierra esta no-

vela cuyo sentido está contenido en esas palabras deMilton. Además de encontrarse también en el títulode la obra, que comparte con esta novela variandomeramente el orden de las palabras. A propuesta deNooteboom, el relato versificado aterriza en el mun-do real, en todo el mundo real, donde dispone a suspersonajes para que actúen interpretando la diariacaída, el desengaño doloroso, la lucha contra la lo-cura que debería imponer la supervivencia a la tra-gedia, o la convivencia con el superviviente, conquien vio los ojos del mal. De ahí que, tras un iniciometaliterario resuelto con una sentencia que resumeel oficio de escribir –«como siempre, me quedo atráscon un par de palabras»– la obra se divide en dospartes. La primera está dedicada a la joven mujerque quiere superar la experiencia de una violaciónmúltiple en un barrio marginal de Sao Paulo; curio-samente, pese a darle voz a la protagonista, Noote-boom no aturde con secuelas neuróticas o esquizo-frénicas, sino que coloca en la cabeza de la muchachaunas reflexiones sobre el sentido de la vida que rozanel narcisismo, como si aquello no hubiera supuestoun trauma. Eso sí, ella decide emprender la huidaacompañada por su mejor amiga. Y aquí es cuando ellector se da cuenta de que cada elemento, cada as-pecto de la novela no es gratuito, que todo está ele-gido para representar al mundo entero, al verdade-ro Paraíso Perdido. Las dos muchachas son brasile-ñas, pero de sangre alemana; y su sueño es visitarAustralia, recorrer el rincón menos dibujado en losmapas del mundo para encontrarse con los últimoshombres que entienden la vida al natural. Al final, laprotagonista prolongará las secuelas de la búsquedade identidad en un balneario del Tirol, relacionán-dose con gente de Andorra, Luxemburgo o, espe-cialmente, de Holanda.

La lucha por la paz interior de una muchacha su-jeta a unas venadas, a unos trances que rozan lo mís-tico y lo misantrópico, nos invita a un recorrido por eltrazado sentimental de los hombres. El libro es unviaje a nuestro confuso interior, un viaje en el que elcamino está cubierto por sentimientos impuros, puesel odio comparte vetas con la compasión, y la ilusióncon el desengaño. Un viaje en que los amores tienenmatices incómodos al tiempo que acogedores, tantolos sexuales como los lazos de la amistad; no así los fa-miliares, dado que las dos muchachas escapan sinpermitirse lazos con el pasado, con sus familias, cons-cientes de que la tierra del vagabundo es la que se ex-tiende frente a ellas.

La inevitable pérdida de la inocencia vendrá re-gida por el desengaño, representado en la desilusiónal cotejar la realidad australiana, y en un episodio deenamoramiento atípico, una relación inexplicable en-tre la protagonista y un pintor aborigen, algo más«fuerte, obsceno y perverso» que el amor, según suspalabras. Y así se nos aclara que crecer es, en reali-dad, una caída. Una caída contra la que cabe un últi-mo esfuerzo, representado por la interpretación delpapel de ángel, unos seres andróginos que desdesiempre fascinaron a la protagonista. La interpreta-ción la llevará a conocer a un crítico literario holan-dés, con quien establece una relación platónica y fu-gaz, que no podrá repetirse cuando el azar de la vidales lleve a encontrarse nuevamente en Austria.

Escrita en capítulos breves, ligeros, cambiando laredacción a tercera persona cuando el protagonis-mo es compartido, Nooteboom ha escrito una novelade amor. Se me ocurre sugerir a quien tenga prejui-cios contra ese género que no abra este libro, puesen cada página se reconoce con claridad la intenciónde integrarlo en ese catálogo de ficción amorosa. Aun-que el libro es algo más que eso.

Ricardo Martínez Llorca

tras una agotado-ra y deprimentejornada de tra-

bajo persiguiendomorosos en una ges-toría de mala muer-te abocada a la ruina,Pablo se encuentraen el metro conTrendy, antiguo ami-go de juventud delque hace años que nosabe nada. A las po-cas horas de formu-larse las rituales pre-guntas con las queponerse al día, inter-

cambiar los teléfonos y despedirse prome-tiendo llamarse pronto para ya no volver aperder contacto, Trendy aparece muertode una puñalada en el pecho. La vida de Pa-blo, en permanente zozobra por su desas-trosa situación laboral y el reciente aban-dono de su novia, se ve envuelta a partir deentonces en una kafkiana espiral que leobliga a implicarse personalmente, junto aun taciturno y enigmático inspector, en lainvestigación del crimen de su amigo, re-corriendo para ello los lugares en los que

pasó su adolescencia y se fraguó su rela-ción con la víctima. Resucitando antiguosfantasmas de un pasado que creía ya olvi-dado, el protagonista de la obra se reen-cuentra con viejas amistades perdidas y seenfrenta a recuerdos que no siempre le re-miten a tiempos gloriosos. La novela esta-blece así una doble intriga para el lector, ex-pectante ante la resolución de una investi-gación en la que se habla de ajustes decuentas, drogas y corruptelas inmobilia-rias, y ante las claves de una amistad que,marcada por el amor hacia la misma chi-ca, parece esconder más cosas de las queen un principio muestra. El protagonistaintenta poner orden a todo aquello que que-dó sin resolver años atrás, como si con ellopudiera restablecer la normalidad en sutormentosa existencia. Se asiste así, juntoal sorprendente descubrimiento del crimi-nal, a la reconstrucción de una época de lavida de Pablo que él mismo parecía haberolvidado ya, una época en la que el mundose extendía por los portales de alrededor,en la que parecía que los amigos del insti-tuto iban a ser eternos, en la que a la gentese le llamaba siempre por el mote, en la quetener mil pesetas en el bolsillo hacía a unosentirse poderoso, en la que el único reme-

dio para el hastío de las tardes de inviernoera meterse en un bar de jubilados a tomarcubatas de garrafón...

Deudas pendientes es una novela de ca-sualidades y sorpresas cuya trama estácompuesta por golpes de efecto de esos quehacen que la vida cambie para siempre. Es-crita con solvencia por el debutante Anto-nio Jiménez Barca, redactor del periódico‘El País’, la novela gana enteros cuando sezambulle, con nostalgia, cierto toque cos-tumbrista y mucha verdad, en los recuer-dos del protagonista y en su relación con elbarrio periférico en el que creció. Su im-pacto al encontrarse con antiguos compa-ñeros que en su mente seguían siendo jó-venes imberbes convertidos ya en respeta-bles padres de familia, al descubrir que elpáramo de sus juegos infantiles está llenode viviendas de nueva construcción y alcomprobar que poco queda ya de todoaquello junto a lo que creció demuestra laimportancia de la fidelidad a los orígenes yla necesidad de dejar siempre saldadas lascuentas con un pasado que, a pesar de losintentos por huir de él, no deja nunca de sercompañero de viaje.

Javier Sánchez Zapatero

CEES NOOTEBOOM

Perdido en el paraíso

Siruela, 2006

171 pp. / 15 euros

culturas8 TRIBUNA DE SALAMANCA, Domingo, 23 de abril de 2006LIBROS

Asfixiantenovela de Poe

Edgar Allan Poe (1809-1849), maestroindiscutible de la narración breve de to-dos los tiempos, escribió poesía, artícu-los y medio centenar de cuentos que legranjearon fama universal. En 1837aceptó el encargo de la revista ‘SouthernLiterary Messenger’ de Richmond (Vir-ginia) para publicar una novela por en-tregas: El relato de Arthur Gordon Pym,la única que escribiría. Planteada ini-cialmente como una clásica historia deaventuras marineras, al estilo de Defoe oMarryat, la novela se va haciendo cadavez más inquietante, asfixiante y terro-rífica, para acabar en un final sorpren-dente (uno de los finales más analizadosde la historia de la literatura) que inspi-ró a escritores como Lovecraft (En lasmontañas de la locura) o Julio Verne (Laesfinge de los hielos) obras que preten-dían continuarla. Nada mejor para des-cribir el contenido de esta novela, enparte autobiográfica, que referir su ex-tenso y dieciochesco subtítulo: «El rela-to de Arthur Gordon Pym de Nantuc-ket. Comprende los detalles del motín yatroz carnicería a bordo del bergantínGrampus en su viaje a los Mares del Sur;con una relación de cómo recuperaronla nave los supervivientes; su naufragioy horribles sufrimientos a causa delhambre; su liberación por la goleta bri-tánica Jane Guy; el breve crucero de és-ta por el océano Antártico, su captura yde la matanza de su tripulación en unarchipiélago del paralelo 84 de la latitudsur, junto con las increíbles aventuras ydescubrimientos, más al sur, a que diolugar esta infortunada calamidad».

ANTONIOJIMÉNEZ BARCA

Deudas pendientes

El Tercer Nombre, 2006

301 pp. / 18 euros

Nooteboom ha escrito una novela de amor donde todo está elegido para representar el mundo entero

EDGAR ALLAN POE

El relato de ArthurGordon Pym

Trad. de Francisco Torres Oliver

Valdemar, 2006

280 pp. / 15 euros

Análisis de lasfantochadas

Una de las características más sobre-salientes de nuestra cultura es la granabundancia de fantochadas. Todos lo sa-bemos y todos contribuimos a ello. Pe-ro el fenómeno aún no ha despertado de-masiadas preocupaciones. No tenemosninguna comprensión clara de cuál es lasustancia de la que están hechas las fan-tochadas, de por qué abundan tanto oqué papel desempeñan. Frankfurt con-cluye que pueden tomar muchas formasinocentes, pero en realidad es muchomás perniciosa para la verdad que laspropias mentiras.

HARRY G. FRANKFURT

On Bullshit. Sobre lamanipulación dela verdad

Trad. de Miguel Candel

Paidós, 2006

80 pp. / 8 euros

El debutante Antonio Jiménez Barca se zambulle con verdad en un pasado que nunca te abandona

N O V E D A D E S