numero27

8
4 GARCÍA MONTERO El poeta granadino, impulsor de la corriente poética de la ‘experiencia’, reclama mayor importancia para el saber público. 3 FERNANDO R. DE LA FLOR Renacimiento reedita Biblioclasmo, un ensayo con una mirada poco or- todoxa sobre la escritura. culturas TRIBUNA DE SALAMANCA, Domingo, 8 de mayo de 2005 DÍAS DE La Feria Municipal del Libro cumple veinticinco años regresando a la Plaza Mayor con una escasa representación de autores y editoriales 5 N° 27 Suplemento de artes y letras LIBROS

description

La Feria Municipal del Libro cumple veinticinco años regresando a la Plaza Mayor con una escasa representación de autores y editoriales 5 N° 27 Suplemento de 3 FERNANDO R. DE LA FLOR 4 GARCÍA MONTERO El poeta granadino, impulsor de la corriente poética de la ‘experiencia’, reclama mayor importancia para el saber público. Renacimiento reedita Biblioclasmo, un ensayo con una mirada poco or- todoxa sobre la escritura. TRIBUNA DE SALAMANCA, Domingo, 8 de mayo de 2005

Transcript of numero27

Page 1: numero27

4 GARCÍA MONTERO

El poeta granadino, impulsor de lacorriente poética de la ‘experiencia’,reclama mayor importancia para elsaber público.

3 FERNANDOR. DE LA FLORRenacimiento reedita Biblioclasmo,un ensayo con una mirada poco or-todoxa sobre la escritura.

culturasTRIBUNA DE SALAMANCA, Domingo, 8 de mayo de 2005

DÍAS DELa Feria Municipal del Librocumple veinticinco años

regresando a la Plaza Mayorcon una escasa

representación de autoresy editoriales

5

N° 27Suplemento de

artes y letras

LIBROS

Page 2: numero27

la Feria Municipal del Libro, que comenzóayer su vigésimo quinta edición con el pre-

gón de Luciano González Egido, es siempreuna buena oportunidad para acercarse al li-bro. Más bien, la idea es que el libro se acer-que a nosotros, que nos lo encontremos en lacalle, por si todavía hay quien encuentra re-paros en rebuscar en unas librerías que per-manecen abiertas todo el año. En ese senti-do, la vuelta de la Feria a la Plaza Mayor con-tenta a los expositores y, sin duda, elevará el

número de visitantes y quizá de comprado-res. Se echa de menos quizá mayor presencialiteraria, de autores. Si otras ferias como lade Madrid, y más cerca la de Valladolid y Le-ón, parecen un lugar para el encuentro entreel escritor y su público –con ese acto ritual dela firma de ejemplares elevado a categoría es-tadística para evaluar el mayor o menor éxitode un autor–, la de Salamanca, al margen delciclo de encuentros organizado por el Ayun-tamiento en la Biblioteca Torrente Ballester,

es escasa en rostros literarios, lo que puedeconvertirla en un ‘día del libro’ de una semanade duración: muchas librerías vendiendo lasmismas cosas. En este número, además, unareseña sobre Biblioclasmo, el libro de Fer-nando Rodríguez de la Flor que, paradójica-mente, es un antielogio de la escritura. En-trevistamos al poeta Luis García Montero, da-mos un repaso por novedades literarias y decómic y nos adentramos en los mecanismoscerebrales que definen la identidad.N

°27

1 PELÍCULAS DE LA SOCIEDADPOSTINDUSTRIALHoy les hablo de dos películas que quizáencuentren todavía en la cartelerasalmantina: Código 46, de MichaelWinterbottom y Tierra deabundancia, de Win Wenders. Sí,Wenders sigue haciendo cine. Las dosnos hablan de dos aspectos que cada vezpertenecen menos a la ciencia ficción, elcontrol y la conspiración. Y ambos vaníntimamente unidos. Para profundizaren los pormenores de la sociedadpostindustrial –a escala global es lanuestra y vendría a ser el punto actualdel sistema de mercado global derivadodel capitalismo clásico– se recomiendan,a bote pronto, dos lecturas: elreferencial Pop Control, de MikelIbáñez –una especie de documentalsobre los iconos de toda una época,magníficamente escrito y con todos losdatos necesarios– y el ensayo por partespublicado por Absence en su 'blog',titulado Sociedad borderline. Perohabíamos venido a hablar de cine.

2 CÓDIGO 46. LA ESFINGE LOSABE TODORealizada antes que Nine songs, esaespecie de pieza de cámara en la que serelacionaban el sexo y la música, laúltima película de Winterbottomdemuestra que es de los pocos autoresque pueden hacer cualquier cosa yhacerla bien. Abanderado de unaestética postmoderna y urbana enWonderland, aborda un western (Elperdón) o un falso documental sobre laemigración ilegal –In this world, una delas más impactantes películas de losúltimos tiempos–, con el mismo rigor.Código 46 es, en el fondo, una historiade amor –tanto que su guionista laconsidera una especie de ‘remake’ deBreve encuentro– entre un detective(Tim Robbins) y una mujer (SamanthaMorton) que comete un fraude. Suforma y su trama argumental laencuadran en la ciencia ficción, conmuchos puntos en común con lasnarraciones de Philip K. Dick. Lahistoria nos sitúa en un futuro próximo,no hay naves espaciales ni androides. Laidea de Winterbottom sobre el futurocercano sería más o menos así: elplaneta está dividido entre una especiede primer mundo –los núcleos urbanos

económicamente fuertes– y el exterior,nuestro actual tercer mundo. Para estaren la parte ‘buena’ hace falta un papel,una especie de visa, que concedecobertura. La Esfinge es unacorporación que concede o no lacobertura, en base a los datos que poseede todos los habitantes de la tierra. Sevive de noche para evitar las radiacionesdel sol. Cada persona del mundoorganizado tiene un ‘password’ paraacceder a cualquier parte, se laidentifica por sus huellas dactilares y, enúltimo término, por su código genético.Se inoculan virus para aumentar lascapacidades sensoriales y hay unaespecie de ‘soma’ para evadirse de unavida controlada. La Esfinge puedeborrar parcelas de la memoria de losindividuos. Fuera, todo es desierto. Unmundo arrasado por el sol, divididoentre privilegiados y excluidos.Winterbottom mezcla la proyección dela destrucción del planeta, el crecientepoder de las corporaciones, lafragmentación del mundo en base a losprivilegios de movimiento y lasantiutopías de Huxley y Dick paraelaborar una metáfora sobre laimposibilidad de las relacionesindividuales libres en un mundocontrolado.

3 TIERRA DE ABUNDANCIA:ESTÁN TRAMANDO ALGOLa paranoia y la conspiración centran lavuelta de Wenders al cine. Rodada enapenas tres semanas, en vídeo digital,con un paupérrimo presupuesto, lapelícula iba a titularse Angustia yenajenación en América, y es undocumento sobre la crispación de lasociedad americana tras el 11-S. Unexcombatiente, Paul (John Diehl)patrulla las calles en su vieja furgonetabuscando indicios de un nuevo ataque.Su sobrina Lana (Michelle Williams),que regresa a Los Ángeles tras unaestancia en Palestina, le enseñará aescuchar a la gente y a no dejarse guiarpor los prejuicios, todo un mensaje parala estólida política americana, queolvida la pobreza interna con discursosmesiánicos dirigidos al exterior. Y estáhecha al estilo Wenders: poco cerrada,con imágenes potentísimas y con unviaje de iniciación final, una vía deescape a la pobreza, paranoia ypatriotismo del protagonista.

Recortes Antonio Marcos

culturas2 TRIBUNA DE SALAMANCA, Domingo, 8 de mayo de 2005

Arriba, los

protagonistas

de Código 46

protegiéndose

del sol; más

abajo, dos

fotogramas de

Tierra de

abundancia, de

Win Wenders

Page 3: numero27

Antielogio de la escritura

las grandes bibliotecas abru-man a quien las visita. Dos-cientos mil volúmenes des-

animan al que siente la tentaciónde publicar una obra, aunque pordesgracia tarde escaso tiempo enreanimarse, diciéndose a sí mis-mo: no es posible leer todos esoslibros, pero puede leerse el queyo publique». Voltaire.

Biblioclasmo es un texto pro-ducto de una tradición escépticaque sorprende al lector tanto porlas ideas de las que parte comopor la forma expositiva. No obs-tante, quien se acerque a él, nopermanece indiferente. Los ci-mientos de la tradición culturaloccidental quedan muy debilita-dos y lo que tradicionalmente go-za del favor público se replanteaa la luz de estos nuevos tiempos.El texto recibió el premio FrayLuis de León de Ensayo de laJunta de Castilla y León en 1997;hoy se reedita por Renacimientoy pretende ser una lectura hete-rodoxa de la escritura. Es sinto-mático que en nuestros días nu-merosos trabajos intenten des-tacar el poder que tenía la orali-dad frente a la escritura. Lanostalgia de la oralidad perdiday de un acercamiento al lenguaje,nos reitera en la idea de que elmundo, tal y como lo conforma-mos hoy en día, «ha perdido ca-lor». La escritura impresa y elpoder de la letra nos embauca enuna ilusión de realidad que enverdad es un alejamiento de to-da fuente corporal.

Erótica del grafitoRodríguez de la Flor, catedrá-

tico de la Universidad de Sala-manca, señala lo absurdo que re-sulta proclamar que lo tipográfi-co se perderá reproducido enotros soportes. No parece con-gruente asustarse ante el futu-ro del lenguaje o de la literaturaen la era de la informática; hoyse publica más que nunca, tantolos medios de comunicación co-mo los poderes públicos nosinundan con mensajes que pre-tenden estimular el «consumo li-terario». Lo que sí es señalablees que la pantalla desvanece elaura que poseía la letra impresa:el cursor no transmite la eróticadel grafito sobre la superficie ve-getal. Estamos inmersos en unaatmósfera espesa de signos cul-turales y éstos ya no son plena-mente significativos. En estesentido, las Universidades sonuna amenaza latente ya que au-mentan las exigencias de lectu-ras y atesoramiento de saber.Una ingestión bulímica que sepuede comprobar en la cantidadde volúmenes que hoy uno debeconocer. El problema radica enque en este horizonte todo estáya dicho y no podemos más queglosar, citar y apropiarnos de loque otros dijeron antes (quizáscon mayor suerte). Y es que, hoyen día, la escritura no puede serotra cosa que palimpsesto. Laimplementación creciente de undiscurso que ya no suele conte-ner ideas sino citas, es, así, un

mal específico de nuestros días.El libro es un invento y como talno es desdeñable que tres hitosde nuestra cultura: Pitágoras,Sócrates y Cristo, jamás sintie-ran la necesidad de inmortali-zarse en letra. Otro ejemplosmás cercanos nos reafirman enesta idea; así Auerbach constru-ye en Estambul, sin libros de re-ferencia, su monumento herme-néutico o Benjamin su Origen deldrama barroco alemán sin prác-ticamente haber leído a Calde-rón. La lectura supone una re-ducción de los sentidos, una frac-tura del tiempo de realización yel tiempo de escucha. El que leedeja escurrir por entre sus dedosun caudal de tiempo muy espeso,pues se trata de un tiempo en ri-gor no vivido, abstralizado, cor-

tado en secuencias pequeñas.Como dice Baudrillard «nos handejado el nervio óptico, pero haninervado todos los demás». Lasprofecías sobre el libro, sobre sufuturo inminente o postergado,auguraban un tiempo de las pro-hibiciones, un final entre grandeshogueras inquisitoriales. Y, sinembargo, hoy sabemos que laverdad sobre el futuro del libroha llegado a ser otra. La utopíadictatorial de un auténtico con-trol ideológico no pasa por la pro-hibición de éstos, pues ésta es lamanera de aumentar su presti-gio entre nosotros, sino por la es-trategia de estimulación.

La era de la reproducciónOtro tema tratado por este

corrosivo ensayo se centra en elhecho de que estamos en la erade la reproducción técnica. Unarealidad como la de la fotocopiasegmenta y fractura hoy al libro.El hecho mismo de esta reseña ode la crítica inmediata supone lacreación de una «literatura se-cundaria» que nos devora pordoquier. Estas prácticas tienensu remoto antecedente en algu-nas prácticas de los libreros uni-versitarios del siglo XIII, que ha-brían ideado sistemas de copiade manuscritos de modo frag-mentario. Con la Xerocopia todoel mundo puede ser Gutenberg;así la filosofía del engaño intelec-

tual está entre nosotros. La foto-copia disminuye o anula la reali-dad de esa instancia autorial. Lostextos de los grandes reformis-tas luteranos corrieron de moldebajo el nombre y falsa advoca-ción de autorizados doctores dela Iglesia Católica, provocandouna confusión, que enlaza hoycon esta otra que se vive a co-mienzos del siglo XXI.

Como vemos, Biblioclasmo seinserta en una tradición al mar-gen de la ortodoxia. Su lecturaserá provechosa tanto si se rea-liza desde los planteamientosque recoge el texto, como si selee desde un postura discrepan-te. Además de un lenguaje en ex-tremo cuidado y sabroso por losneologismos que apunta el au-tor; resaltan las citas, ecos y ho-menajes que se hacen a otrospensadores. Esta intertextuali-dad unida a las ilustraciones queaparecen en el libro, es suficien-te motivo para aproximarse a él.Tal y como señala Rodríguez dela Flor, Voltaire leía arrancandolas páginas y los grandes poetasescriben tachando; lo que no nosmerece ninguna duda es que sirealizamos esta operación setendrá una conciencia más crí-tica sobre la realidad literaria,editorial y cultural de nuestropaís.

María Jesús López Navarro

FERNANDOR. DE LA FLOR

Biblioclasmo.Una historia perversade la Literatura

Renacimiento, 2004

CLARA RUIZ RIBAS: Articulaciones III. Accésit en en VII Certamen El Placer de Leer

Fernando Rodríguez de la Flor

3LIBROS culturasTRIBUNA DE SALAMANCA, Domingo, 8 de mayo de 2005

Page 4: numero27

«El poeta de hoy es casisiempre un ensayista»

El poeta granadinodice haberle cogidocariño al término‘poesía de laexperiencia’,movimiento queimpulsó. Estuvopresente enSalamanca en lajornada dedicada aCaballero Bonald, alque reconoce comouna de sus grandesinfluencias.

LUIS GARCÍA MONTERO

Qué valoración le merece el quese le haya concedido el PremioReina Sofía a Caballero Bonald yqué relación tiene este poeta consu propia generación.

El premio a la obra de CaballeroBonald me parece, por una parte,una justicia literaria y , por otra, re-presenta una satisfacción perso-nal. Es uno de los grandes premiosde la poesía española y CaballeroBonald se lo merece porque es unode los grandes poetas; y como buenamigo también ha sido una satis-facción personal. Me parece que esun clásico vivo. Para los poetas demi generación, los que empezamosa publicar en los años ochenta, esuna referencia imprescindible. Re-conocimos en los poetas del cin-cuenta la conciencia de la escritu-ra. Ellos hablaban de poesía del co-nocimiento porque la elaboracióndel lenguaje les parecía muy im-portante. Hubo distintas voces,quienes llevaron el proceso de laescritura a la creación de una na-turalidad y de una reflexión moralcotidiana, como es el caso de ÁngelGonzález, Gil de Biedma... Y tam-bién hubo quien llevó la concienciade la escritura a una elaboraciónmás barroca y más llamativa dellenguaje, como es el caso de Caba-llero Bonald. Todos tienen en co-mún la reivindicación de la escri-tura. Yo he tenido la suerte de ad-mirar el trabajo de poéticas tandistintas, de manera que es uno delos maestros fundamentales parami poesía.

A fuerza de atacarle con el mem-brete ‘poesía de la experiencia’,¿le ha acabado cogiendo cariñoal término?

La verdad es que sí. Yo soy pocopartidario de las opiniones sobreactualidad literaria; una cosa es laactualidad y otra la creación lite-raria. Muchas veces la actualidadtiene poco que ver con la calidad.De la misma manera dentro de unatendencia hay voces con mucha ca-lidad y otras menores. En este ca-so, estoy convencido, de que la‘poesía de la experiencia’ tienegrandes voces con personalidadpropia y no creo que pasen de mo-da. Le tengo especial cariño almembrete pese a que nunca lo uti-licé porque yo hablaba de otra sen-timentalidad, pero como se hanvertido tantas críticas al final mesiento muy orgulloso de que me lla-men poeta de la experiencia.

Escribe y es también catedráti-co de Literatura, ¿le hace eso ser

María Jesús López Navarro

mucho más exigente con la pro-pia obra?

Creo que la poesía contempo-ránea se ha alejado de la imagendel buen salvaje, del poeta arreba-tado, que no medita. El poeta con-temporáneo es casi siempre un en-sayista. La poesía es un género deuna cultura y sutileza extremas, laimprovisación me interesa poco.En ese sentido el bagaje culturalenriquece al poeta, pero hay quesaber distinguir lo que es un poe-ma y un ensayo porque el hombreculto puede acabar escribiendo unpanfleto. No se trata de poner enverso a Barthes, la cultura hay quesaber convertirla en poesía.

La acogida de un poema comoOración por parte de la ciuda-

danía y como rechazo a la inter-vención en Irak, ¿le llegó a sor-prender?

Me sorprendió gratamenteporque el tema del poema era elpacifismo. La poesía es ejerciciode inteligencia y ya no estamos enla época del poeta comprometidoromántico que se subía en un púl-pito para hablar a las multitudes.Yo siempre digo que un telediariobien manipulado tiene más efectoen la opinión pública que el mejorpoema. Por ese sentido, cuando es-cribí el poema no quería hablar alas multitudes sino explicar midesgarro personal por estar al bor-de de una catástrofe. Está escritode conciencia a conciencia para ha-blar con un lector que pueda mi-rar a los ojos y mantener un diálo-

go moral. Que tuviese un efecto tangrande me reafirmó en el sentidode la poesía como ética y como rei-vindicación de la conciencia.

Ya que estamos en Salamanca,una ciudad universitaria y lite-raria como Granada, qué opi-nión le merece la desidia de lospoderes públicos por fomentarel estudio de las Humanidades.

Yo creo que se está viviendoun momento trágico; más que enla Universidad en las enseñanzasprimarias y medias. Se dejan li-quidar las Humanidades porquea cualquier poder le interesa mástratar con ciudadanos tontos quecon ciudadanos formados. Creoque no hemos sabido aportar unaalternativa de valores cultos alautoritarismo y a la moral cleri-cal propia de la dictadura. No he-mos dado una alternativa de va-lores cultos que ocupen el anti-guo clericalismo. Estamos edu-cando a jóvenes consumistas yeso degrada la enseñanaza comoparte de la degradación de los es-pacios públicos. Deberíamos rei-vindicar la inversión en la educa-ción, volver a valorar a los profe-sores como formadores de ciuda-danos. Hay que devolverle suautoridad al saber público, ya quecuando se llega a la Universidadse puede hacer poco.

Tras La intimidad de la serpien-te, qué proyectos tiene en mar-cha y qué será lo próximo que po-damos leer.

Voy muy poquito a poco escri-biendo poemas para un nuevo li-bro que quiero que sea una puestaen poesía de algunos momentosimportantes de mi vida, comounas memorias en poesía. Poemassobre lo que significaba una ciu-dad de provincias cuando yo nací,lo que significó estudiar en unaUniversidad politizada o acercar-me a la poesía a través de FedericoGarcía Lorca, que era la sombrade lo desaparecido en Granada. Yocalculo que todavía me quedantres o cuatro años para terminar-lo porque cada vez me resulta másdifícil escribir y no se puede per-der la conciencia crítica. Lo que síestoy terminando y saldrá a finalde año, es un nuevo ensayo que setitulará La identidad y los víncu-los. Yo quiero que sea una reivin-dicación de lo individual con tomade conciencia de los peligros queésta tiene si es en sí misma y si re-nuncia a la sociedad. También tra-tará el problema del compromisocon la sociedad sin tener en cuen-ta al individuo porque conduciráa la confusión en el todo y por tan-to al totalitarismo. Esa reflexiónla he hecho a través de algunos po-etas contemporáneos importan-tes como Federico García Lorca oAlberti, Neruda, Cernuda... paraplantear un problema de tanta ac-tualidad en una sociedad globali-zada donde los particularismostienen el peligro de desembocaren pura arqueología y donde laglobalización tiene el peligro dedesembocar en la homogeneidady el totalitarismo.

Deberíamosreivindicar lainversión en laeducación, volver avalorar a losprofesores comoformadores deciudadanos. Hay quedevolverle suautoridad al saberpúblico

Luis García Montero / Itziar Guzmán

culturas4 TRIBUNA DE SALAMANCA, Domingo, 8 de mayo de 2005LIBROS

Page 5: numero27

Una feria para el público no lectorPEDRO MARTÍN IGLESIAS: Cuando la lectura deja huella, seleccionada en el III Certamen Fotográfico El Placer de Leer

la Feria Municipal del Libro lle-ga a su vigésimo quinta edicióncon una doble sensación. Por

un lado, los expositores se alegrande volver a la Plaza Mayor, el lugardonde verdaderamente se cumpleesa premisa de ‘si la gente no va allibro, que el libro vaya a la gente’:alguien la ha definido como una fe-ria para el público no lector. Porotro, pese a la efeméride, se perci-be en el sector una cierta sensa-ción de que la fórmula se está ago-tando: las librerías, el gremio ma-yoritario –con ausencias tan des-tacadas como Cervantes, quenunca ha acudido a la Feria–, bas-tante tienen con cubrir los gastosque conlleva su presencia (insta-lación, personal...) y ofrecen prác-ticamente lo mismo que puede en-contrarse un día cualquiera en susescaparates. La presencia del sec-tor editorial no institucional esmuy limitada e incluso alguna sal-mantina, como Tropismos, ha pre-ferido promocionarse en la Feriade Valladolid. Por último, no cum-

ple esa labor de enganche entre elpúblico lector y el autor, como su-cede en otros lugares. Excepto enel programa –muy interesante–preparado por el Ayuntamiento,con un ciclo de conferencias en laBiblioteca Torrente Ballester,complementado con su presenciaen la caseta de escritores, los au-tores brillan por su ausencia. Laprogramación de espectáculos entorno a la Feria supera a la pro-gramación literaria.

En un sondeo no científico en-tre algunas librerías se lanza la

idea de convertir la Feria en unfestival que cuente con un mayorprotagonismo de los autores, bus-car fórmulas de colaboración conlas editoriales y libreros y difun-dir lo literario en un ambiente dis-tendido. El modelo actual, con fe-rias cada vez más potentes en Le-ón y Valladolid, puede correr elriesgo de convertirse en un ‘Díadel libro’ –cuando los libreros sa-can sus mesas a la Plaza– de unasemana de duración. Ejemplos defestivales literarios, como la Se-mana Negra de Gijón o distintas

les de calidad y de actividades pa-ra el fomento de la lectura entrelos niños, una labor que desempe-ñan habitualmente en sus sedes.

Paloma Díaz-Mas (lunes), Pe-dro Zarraluki (martes), AndrésTrapiello (miércoles), IgnacioMartínez de Pisón (jueves), Ra-fael Chirbes y Julio Llamazares(viernes) y Miguel Sánchez Ostiz(sábado) componen el programaoficial. La librería Hydria acogeráen su caseta a los autores de laeditorial salmantina Celya, dirigi-da por Joan Gomper: José ÁngelBarrueco (hoy), Ana María Sán-chez (lunes), Francisco Rubio(martes), Manuel Prado Antúnez(jueves), Belén Reyes (viernes) yMaría Ángeles Maeso (sábado).Celya presenta también un librocon las claves históricas de la Pla-za Mayor. La Diputación de Sala-manca dará a conocer (mañanaen el Liceo y el martes en su case-ta) el poemario inédito sobre elmonumento de José Manuel Re-galado, en su colección de poetassalmantinos. Víctor Jara tiene en-tre sus novedades la reedición deCatalina lina luna, de Charo Rua-no. La novedad es la presencia deShogun, un espacio especializadoen cómic, juegos de rol y literaturafantástica.

A. Marcos

actividades de Barcelona, son ca-da vez más frecuentes y cuentancon mayor repercusión mediáti-ca y entre el público lector. Al fin yal cabo, una Feria es un conceptocomercial cuya importancia esmayor conforme más signifiquedentro del negocio en cuestión. Yno parece demasiado complicadohacer esa reconversión, porqueuno de los puntos fuertes de la Fe-ria siempre ha sido la labor de lasBibliotecas Municipales para en-volver la ‘exposición y venta’ conun buen número de actos cultura-

Con veinticinco añosy de regreso a laPlaza, la FeriaMunicipal es unaoportunidad para queel público seencuentre con ellibro, pero apenasfacilita el encuentroentre el autor y suslectores.

Excepto en elprograma –muyinteresante–preparado por elAyuntamiento, con unciclo de conferenciasen la TorrenteBallester, y supresencia en lacaseta de escritores,los autores brillan porsu ausencia

5LIBROS culturasTRIBUNA DE SALAMANCA, Domingo, 8 de mayo de 2005

De izquierda

a derecha,

Pedro

Zarraluki,

Andrés

Trapiello,

Luciano

González

Egido y Julio

Llamazares

Page 6: numero27

Mattotti: paseando por los coloresp

arece que la edición en español de la obradel dibujante italiano Lorenzo Mattottisigue viento en popa. En apenas dos años,

nos han llegado varios de sus cua-dernos de ilustraciones, comoMattotti: Angkor (Sinsentido,2004) o La estancia (Sinsentido,2004), y cómics como El rumorde la escarcha (sobre un guión deZentner, Glénat, 2003) o Caboto(también con Zentner, Glénat,2004). Ahora le ha llegado el tur-no a su obra más reciente, Cartasde una época remota (Glénat,2005), y a tenor de sus bellísimaspáginas hay que concluir que elautor de Fuegos sigue en plenaforma.

Otro italiano, el estudioso Da-nielle Barbieri (Los lenguajes delcómic, Paidós, 1993), decía de él:«Las historias interiores y emoti-vas que Mattotti cuenta utilizanlas formas destiladas por un siglode pintura para dar figura a sen-timientos y emociones». Éste, su nuevo traba-jo, se convierte en un ejemplo perfecto de esaspalabras. Resulta difícil no sucumbir ante el vir-tuosismo gráfico y la evocación poética de loslápices del maestro italiano: ese dibujo cuasi-expresionista y su uso del color… ¡Los coloresde Mattotti! El italiano ha llegado a dominar lapaleta de los sentimientos. Más que describir,sus figuras (etéreas y sinuosas, como las bes-tias de Franz Marc) evocan, anuncian sombrasy sueños, dudas y exaltaciones, tiempos vividosy vidas por completarse; el teatro de la existen-cia, en definitiva.

Desde el punto de vista estético, su obra su-pera claramente los límites del dibujo paraadentrarse de lleno en la esencialidad pictórica.

De un modo similar, los cuatro relatoscortos que componen Cartas de unaépoca remota se sitúan en los límitesde la narración de historias para acer-carse gozosamente a la representa-ción de estados de ánimo.

En ‘Después del diluvio’ (con guiónde Giandelli), las dudas del corazón,los pinchazos de la incertidumbre, semueven al ritmo de cangrejos rojosentre las estancias asépticas de un ae-ropuerto. ‘El retrato de amor’ (sobreun guión de Ambrosi) es en realidadla instantánea de un desamor y de suevocación como único argumento parala esperanza nostálgica. ‘Away faraway’, resulta ser un pequeño poemaacerca del individuo y su circunstan-cia, una reflexión esquemática sobreel peso de nuestra pequeña existenciaprivada. Por último, ‘Cartas de unaépoca remota’ (nuevamente desarro-

llada sobre un guión de Ambrosi), la historiaque da título al volumen y probablemente lamenos consistente de las cuatro, es la breve ins-tantánea de ese día en que veremos alterarse lajerarquía de los sentidos, la época en que lassensaciones olfativas y acústicas se impondránsobre la percepción visual.

Hasta que llegue ese momento, si se nos per-mite, seguiremos recreándonos con la caden-cia mágica de los paisajes expresionistas deMattotti.

Rubén Varillas

hace ya unos meses que sepublicó Cruz del sur (Asti-berri, 2004), una obra que

sobre todas sus cualidades, nosdescubre el enorme talento parala narración gráfica desu autora, la joven ilus-tradora Raquel Alzate.El guión corre a cargodel prolífico Luis Du-rán (dibujante y guio-nista de algunos de losmejores cómics espa-ñoles de los últimostiempos) que, sin em-bargo, en esta ocasiónno hace justicia com-pleta a la magnífica la-bor gráfica de su com-pañera, con una historiaexcesivamente plana yque suena a conocida(aunque, todo hay quedecirlo, muy bien traba-jada en cuestión de pla-nos y encuadres).

Cruz del sur es un cuento fan-tástico situado en una Edad Me-dia idealizada, con muchos de losingredientes habituales del géne-

ro. No obstante, hay que agrade-cerle a Luis Durán su voluntadtrasgresora en la creación de losroles protagonistas; frente a lospersonajes arquetípicos tradicio-

nales de este tipo dehistorias, en esta fá-bula encontramos unreparto de papeles noexento de riesgo y conun punto de ironía: laasignación de los mis-mos recae sobre unrey bondadoso perosenil y enfermo, un in-fante déspota y mal-criado, un oscuro ju-

glar intrigante y cons-pirador, un joven huér-fano con carisma depríncipe y una niña-bruja convertida enprincesa sin esperan-za. En todo caso, lospinceles de Raquel Al-

zate, alimentados por la icono-grafía tradicional de la ilustraciónfantástica de raíz germánica (ensus dibujos se observan reminis-cencias de la mitología pictórica

‘tolkiniana’, deudora a su vez de la ilustración ro-mántica), visten a este cuento amable de unos ro-pajes suntuosos y de un imaginario visual tan ex-quisito que por sí solos justificarían su lectura. Lomismo parece haber pensado el jurado encargado

de los premios del Salón del Cómic de Barcelona2005, con la nominación de Raquel Alzate como au-tor revelación del curso pasado.

R. Varillas

Raquel Alzate: la fábula del pincel virtuoso

LORENZO MATTOTTI

Cartas de una épocaremota

Glénat, 2005

RAQUEL ALZATE

Cruz del sur

Astiberri, 2004

culturas6 TRIBUNA DE SALAMANCA, Domingo, 8 de mayo de 2005CÓMIC

Page 7: numero27

Favores del Imperio

Para desconocer a las mujeres

arundhati Roy es conocida sobre todo por sunovela El dios de las pequeñas cosas, que ob-tuvo el premio Booker en 1997. Sin embargo,

en los últimos años su nombre aparece con fre-cuencia unido al de los principales disidentes ame-ricanos, con Noam Chomsky a la cabeza, por sudenuncia de las atrocidades del Imperio. En la edi-torial Anagrama pueden encontrarse El final dela imaginación y El álgebra de la justicia infinita.Algunos de sus artículos políticos pueden ras-trearse por Internet, como el memorable pero pé-simamente traducido, Brutalidad untada con man-tequilla de cacahuete, en donde se puede encon-trar algo infrecuente: una lista de los países a losque EE UU ha masacrado desde el fin de la segun-da guerra mundial hasta hoy, una lista de veintepaíses con algunas ausencias (a mí me salen vein-ticuatro). Todos ellos son países pobres: EstadosUnidos es un gigante que sólo se atreve a degollarbebés.

Los tres primeros artículos de Retórica bélicatratan de la situación de India. Como otras partesdel libro, están ligeramente desfasados, puesto queen el momento de su escritura aún no había gana-do las elecciones el Partido de Sonia Ghandi, y el te-rror fascista asolaba India. Espero ardientementeque la situación actual sea algo mejor, tal comomuestran los medios de comunicación de nuestropaís, y que hayan cesado las matanzas de musul-manes que denuncia Roy. Sin embargo, la situa-ción no puede en ningún caso haber mejorado tan-to que deje de ser preocupante, pues Pakistán eIndia son dos volcanes: ambos poseen armas nu-cleares, ambos son enemigos, ambos están expe-rimentando en su seno el surgimiento de barba-ries neofascistas.

El cuarto artículo es una historia de los 11 deseptiembre: el 11 de septiembre de 1922 Gran Bre-taña inició su mandato sobre Palestina, con el pro-

pósito de otorgar un hogar a los judíos aplastando«como langostas» a las personas que vivían allí; el11 de septiembre de 1973 Estados Unidos ayudó aderrocar al presidente democrático de Chile parainstaurar una de las dictaduras más célebres deHispanoamérica, la de Pinochet, que mató a milesde opositores para salvaguardar los intereses eco-nómicos de su amo; y el 11 de septiembre de 1990George Bush padre anunció su intención de invadirIrak. El quinto es una presentación de Chomsky yde la enorme labor que lleva a cabo acumulandoingentes pruebas de que la máscara de bondad,democracia y libertad de Estados Unidos es sóloeso, una máscara que encubre muchas de las ma-yores atrocidades de la Historia.

El sexto, algunos consejos al ciudadano de a piepara resistir el despotismo de ese mismo Imperio.Roy abandona por un momento su demoledor pe-simismo para ver todo lo que se ha ganado, y tienerazón al decir que al monstruo estadounidense leestán quitando la careta. Aún no se le ha caído deltodo, pero al menos la minoría instruida de todo elmundo, incluida la de EE UU y Reino Unido, havislumbrado ya su verdadero rostro. También tie-ne razón en notar que hay hoy en Hispanoaméricamás gobiernos democráticos y honestos que nun-ca, sin que el Gobierno de Estados Unidos haya lo-grado impedirlo. El resto de los artículos trata deSudáfrica, de Luther King y, sobre todo, de la gue-rra contra Irak. Y de las estrategias de resistenciapácifica en las que todos podemos colaborar paraintentar que este mundo sea mejor.

Muy cercana a Noam Chomsky, Arundhati Royes tal vez su mejor divulgadora. Viene a decir lomismo que él, pero este libro es mucho más levede leer que los del gran lingüista americano, moti-vo por el cual lo recomiendo vivamente.

Garcimuñoz

por suerte, el territorio de la joven narrativaespañola ha ido abandonando esos asuntosfacilones, de horizontes cercanos, fuerte-

mente centrados en el mundo de la marcha noc-turna, las drogas, los ligues y desligues, que pre-tendían representar una actualización del exis-tencialismo a través de una visión nihilista, y sequedaron en meras anécdotas tangentes a la lite-ratura. Otros autores –y, en ocasiones, los mismosque intervinieron en reventar el mundo editorialcon sus tramas nocturnas– han venido a ocupar laplaza generacional con planteamientos más serios,más rotundos. Entre éstos pretende estar, aunqueno con una fortuna contundente, Alejandro Palo-mas, que se presenta con este libro de doce rela-tos en el que cada una de las pequeñas bienveni-das, que dan título a la obra, supone la presenta-ción en público (por mor de la escritura) y en pri-vado (por la acción descrita) de doce mujeres a lasque tímidamente se da la bienvenida en nuestrasvidas. El libro comienza con una referencia meta-literaria, dando la bienvenida al arte de contar his-torias y de conocer amantes, revelando sin trabasel tono lírico que Palomas parece identificar conla narrativa más sincera. Y así, siguiendo ese tra-bajo con el lenguaje, nos indica que para las muje-res, que son las protagonistas de la historia, elamor es un sentimiento con dimensiones extraor-dinarias por motivos poéticos; por alusiones elíp-ticas, un lector podrá entender que para los hom-bres esos lances son menos trascendentes, es decir,más carnales. En este libro los amantes se descu-bren, las manos cobran una importancia sobrena-tural, muy por encima de los tópicos ojos, y para

reflejar la melancolía recurre una y otra vez al ad-jetivo cansado, y para representar los escollos delamor enuncia una y otra vez el sustantivo espal-da. Pues será este trabajo del lenguaje, al que po-siblemente Palomas ha dedicado muchas horas detaller, lo que acabe traicionándole: los diálogos ocomentarios de los personajes resultan tan forza-dos, con intenciones tan preciosistas, que acabapor ser difícil digerirlos como creíbles, los narra-dores abusan de su condición de enamorados, has-ta el punto de que su tesis de amor sincero se tam-balea, y así el tono vital cae en lo afectado: «Dicenque nueve son los meses que tarda en llegar el pri-mer llanto, en abrirse las hebras de la primera ci-catriz; nueve son los meses que tarda en estallarel adiós más triste, la distancia última, la de aden-tro hacia más adentro».

Una lástima. Porque en realidad nos encon-tramos frente a un escritor inquieto, muy inquie-to, a la búsqueda de los detalles y datos minúscu-los que afecten a sus relatos significativamente, yque en la mayoría de estos casos se centran en larelación del hombre con su entorno, con la idio-sincrasia de una ciudad como Budapest, idóneapara el amor lésbico, o de Amsterdam, tan apro-piada para que la amistad entre jóvenes sea im-posible de estropear ni por un triángulo amorosoni por la aparición de un extraño que nos engaña.En definitiva, que es una lástima que la herra-mienta de la escritura sea el lenguaje, pues éstele da un tono de adolescente romántico que no fa-vorece mucho a los propósitos del autor.

Ricardo Martínez Llorca

ALEJANDROPALOMAS

Pequeñasbienvenidas

El Cobre, 2005

132 pp. / 13 euros

ARUNDHATI ROY

Retórica bélica

Traducción de Francesc Roca

Anagrama, 2005

201 pp. / 15 euros

Delicada novelade EugenioFuentes

A pesar del reducido número de títulos dela obra del cacereño Eugenio Fuentes, nopuede cuestionarse la calidad de los mismos.Embarcado literariamente en el campo dela novela negra (con el detective privado Cu-pido como protagonista) el autor publicaahora con una novela de argumento muy de-licado. Muy delicado por cuanto las situa-ciones planteadas pueden correr cierto ries-go de caer en los tópicos sociales de este mo-mento o en lo melodramático del desenlace.Son riesgos, sin embargo, de los que EugenioFuentes sale airoso.

Andrea (una mujer policía asignada a launidad de violencia doméstica, puesto don-de desarrolla el trabajo de reconstrucciónde escenas de violencia de género) descu-bre que su hijo Lucas padece leucemia. Aldramatismo maternal se une el amoroso: elpadre biológico no es su marido actual. Sólola sangre del padre podrá hacer el milagrode un trasplante de médula. La novela seráasí un camino vertiginoso en pos del antiguoamante de Andrea, padre natural de su hijo.

Narrada en primera persona, desde laperspectiva de Andrea, Venas de nieve setransforma en una crónica de la triple pers-pectiva del tiempo. El pasado se bifurca enun doble campo temático: el deterioro de larelación matrimonial de Andrea con Nico,basada en el convencionalismo y la rutina, yla pasión vivida con Luis, un compañero alque conoce en un curso de especializaciónprofesional. El presente es la angustia quesupone la enfermedad de Lucas y la obse-sión por encontrar a Luis, posible clave delmilagro. De esta forma, la novela avanza enla doble perspectiva de la tristeza de los re-cuerdos y la necesidad de localizar el porta-dor del secreto de la curación. No falta eneste momento algún suceso dramático, acor-de con la actividad que Andrea desarrollaprofesionalmente.

La novela, narrada con una pulcritud ad-mirable, ofrece la versión femenina, cohe-rente y creíble, de las experiencias de estamujer que lucha contra un pasado mientrasse afana por un futuro inmediato. La acciónse bifurca entre la angustia íntima al con-templar a ese niño con «venas de nieve» y laobsesión viajera por localizar a su padre. Esaquí donde aparecen dos personajes acce-sorios en principio, pero de gran personali-dad, el padre de Andrea y Lepanto, un espa-ñol exiliado en Alemania. Reflejo de una Es-paña pasada (en cuyo tratamiento quizá ha-ya ciertos peligros de caída en los tópicos yalgún atisbo de inverosimilitud en el viaje aAlemania) ambos personajes sin embargoalivian lo angustioso de la situación que sir-ve de argumento. Como balance hay que de-cir que estamos ante una novela que capta-rá la atención de los lectores, tanto por lodelicado del argumento como por el exce-lente tratamiento literario que esta situa-ción recibe.

Nicolás Miñambres

EUGENIO FUENTES

Venas de nieve

Tusquets, 2005

266 pp.

7LIBROS culturasTRIBUNA DE SALAMANCA, Domingo, 8 de mayo de 2005

Page 8: numero27

en el relato de Borges Funes,el Memorioso se describeuna terrible pesadilla: la de

un hombre con una memoriaprodigiosa que lo recuerda todo.Al joven Irineo Funes lo habíavolteado un caballo y había per-dido el conocimiento. Cuando lorecobró, «el presente era casi in-tolerable de tan rico y tan níti-do». Su percepción y su memo-ria se habían vuelto infalibles.Desde entonces, sus recuerdosdejaron de ser simples y cadaimagen visual estaba ligada a losinfinitos detalles que la compo-nían. Funes no sólo recordabacada cosa sino cada una de lasveces que la había percibido oimaginado; todo lo que pensabauna sola vez ya no podía olvidar-lo. Quizás esta extraordinaria ca-pacidad no nos deje vislumbrarel vertiginoso y complicadomundo en el que vivía: Funes eraincapaz de tener ideas generales.Le costaba comprender que unsímbolo genérico abarcase tan-tos individuos dispares de diver-sos tamaños y diversa forma; lemolestaba que los objetos de lastres y catorce tuvieran el mismonombre que los de las tres ycuarto, cuando para él presenta-ban una cantidad innumerablede diferencias. Su propia cara enel espejo, sus propias manos, lesorprendían cada vez revelándo-se como partes de un individuoque no podía ser él, porque laimagen que le devolvía el espejono era aquella que poseía en surecuerdo. Era el solitario y lúci-do espectador de un mundo mul-tiforme, instantáneo e insopor-tablemente preciso mientras ibaperdiendo su identidad con el pa-so del tiempo.

¿Qué significa reconocersecon una identidad? Los sujetoscomprendemos nuestras vidascontándonos las experienciasque vivimos como relatos antelos que nos sentimos protagonis-tas. La identidad no es otra cosaque una narración, una narra-ción interior continua sobre es-tados de nuestra experiencia alos que damos un sentido formu-lándolos en términos narrativos.Sin embargo, no está exento deperplejidad el hecho de que mepueda, y me puedan, considerarbásicamente la misma persona apesar de los múltiples cambiosque he ido sufriendo con el pasode los años. ¿Qué es aquello quenos sujeta a nuestra biografía, anuestra historia, haciendo posi-ble que podamos considerarnoscomo uno y el mismo ‘objeto’?

Existen dos elementos queanclan al sujeto a una determi-nada identidad personal y que fi-jan sus autonarraciones. El pri-mero es el cuerpo. Mismo cuer-po, misma persona, nadie lo pue-de negar. Sin embargo, el cuerpo

cambia y la identidad no. ¿Porqué? La clave está en el segundode los elementos que permiteque los individuos se reconozcanen sus relatos identitarios: lamemoria. Comprender cómo lamemoria gestiona selectivamen-te el material proveniente de laexperiencia permite explicar có-mo nos reconocemos mientrasobservamos que nuestro cuerpoevoluciona y envejece.

El neurólogo estadounidensede origen portugués Antonio Da-masio, en su famoso libro El

Error de Descartes, nos ayuda aentender el proceso por el que elcerebro guarda nuestros recuer-dos. Damasio describe cómo enun determinado momento de lahistoria evolutiva algunos orga-nismos que habían adquiridomayor complejidad fueron confi-gurando y construyendo entresus neuronas variados circuitosen los que se generó una extrañacualidad: un proceso mediante elcual las representaciones neuro-nales se convertían en imágenesinternas que cada individuo sen-

tía que le pertenecían. Ningúnotro cerebro de ningún otro or-ganismo, salvo el de los humanos,ha sido capaz de recrear mental-mente imágenes acerca de susexperiencias. El funcionamientono es complicado: en lugar de re-gistrar las experiencias vividascomo fotografías o películas, lasalmacena en forma de redes ycircuitos neuronales cuyas pau-tas de conexión condensan la in-formación sobre los sucesos.Cuando recordamos un hechosimplemente se activan las neu-ronas relacionadas con la repre-sentación de la percepción origi-nal. Estas pautas de conexión,¿están construidas de una vezpara siempre? No, los circuitosno sólo son receptivos a los re-sultados de la primera impre-sión, sino que son repetidamentemodificados por sucesivas expe-riencias. Como resultado, olvida-mos sucesos e incorporamosnuevos conocimientos.

¿Qué ocurriría si algunos deestos circuitos no permanecie-sen estables y no conservaran laestructura de su origen? No ten-dríamos nociones con las que en-tender el mundo ni nuestra exis-tencia en él. Pasko Rakic, neuro-biólogo de la Universidad de Ya-le, ha descubierto que loscircuitos neuronales tanto enreptiles como en pájaros pre-sentan una enorme evanescen-cia, pero ésta va desaparecien-do en la evolución hacia los ho-mínidos en los que aparecen re-presentaciones adquiridas quepermanecen estables a lo largode su vida. Perder esta ductibi-lidad neuronal nos dota a cam-bio de una ventaja evolutiva im-portante: mantener la memoriadurante la vida. Imaginemos porun momento qué pasaría si to-dos nuestros circuitos neurona-les se modificasen: seríamos in-dividuos incapaces de recono-cernos y carentes de biografía.Encontraríamos en la imagenque nos devuelve el espejo a undesconocido en cada momento.Ésta es la traumática realidad delos enfermos del síndrome deKorsakov, incapacitados para re-cordar los acontecimientos queles acaban de suceder y conde-nados por tanto a vivir en un es-tado de desorientación perma-nente sin posibilidad de mante-ner la conciencia de quiénes son.

La primera de las conclusio-nes es que sin estructuras neu-ronales estables, no existiríanuestra identidad. Pero, ¿quéocurriría si todas lo fuesen?

La idea de que todos los cir-cuitos de nuestro cerebro fuesencompletamente impermeables alcambio nos llevaría a un mundocomo el que padecía Funes. Enrealidad, los circuitos que hoynos ayudan a reconocernos en elespejo han cambiado sutilmentepara acomodar las modificacio-nes estructurales que el tiempoha producido en nuestra cara.Son circuitos remodelados una yotra vez a lo largo de toda la vi-da, según los cambios que el or-ganismo ha experimentado.

La segunda de las conclusio-nes es que la única posibilidad deque nos reconozcamos, sin sor-presa, en la imagen que nos de-vuelve el espejo se debe a la exis-tencia en el cerebro de circuitosque se transforman. Para reco-nocernos, el cerebro también ne-cesita olvidar.

Según el relato de Borges,Ireneo Funes murió dos añosdespués de su caída a causa deuna congestión pulmonar. Aun-que tenía esa increíble capaci-dad para recordarlo todo, ¿ter-minaría sus días preguntándosequién era?

Manuel González Bedia

Partiendo de unrelato de Borges,Funes, el Memorioso,cuyo personaje podíarecordarlo todo, elautor explica cómofunciona nuestrocerebro paraactualizar lainformación querecibimos, unmecanismo que nospermite teneridentidad: sólo asípodemosreconocernos almirarnos al espejo.

La identidad de Irineo Funes

La única posibilidad de que nosreconozcamos, sin sorpresa, en la imagenque nos devuelve el espejo se debe a laexistencia en el cerebro de circuitos quese transforman. Para reconocernos,el cerebro también necesita olvidar

ILUSTRACIÓN: ELSA GARCÍA SÁNCHEZ

culturas8 TRIBUNA DE SALAMANCA, Domingo, 8 de mayo de 2005CIENCIA