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Julián Marías Una visión antropológica del alborto La espinosa cuestión del aborto voluntario, que en los últimos años ha adquirido una amplitud desconocida, hasta convertirse en una de las cues- tiones más apremiantes en las sociedades occidentales, se puede plantear de maneras muy diversas. ntre los que consideran la inconveniencia o ili- citud del aborto, el planteamiento más !recuente es el reli"ioso. #or su-  puesto, es una pers pecti va $usti!ic ada y acep table , pero restrin"i da. %e suele responder que, para los cristianos &a veces, de manera más estrecha, para los católicos', el aborto puede ser ilícito, pero que no se puede imponer a una sociedad entera una moral (particular). s decir, los ar"umentos !un- dados en la !e reli"iosa no son válidos para los no creyentes. *ara ve+ se mira si los ar"umentos así propuestos, aun procediendo de una manera cristiana de ver la realidad, no tienen !uer+a de convicción in- cluso prescindien do de ese ori"en el hecho es que todo el que no participa de esa creencia se desentiende de ellos y considera que no le pueden decir nada. los hechos deben tenerse en cuenta. ay otro planteamiento que pretende tener valide+ universal, y es el cientí!ico. Las ra+ones bioló"icas, concretamente "en/ticas, se consideran demostrables, enteramente !idedi"nas, concluyentes para cualquiera. #or su-  puesto esas ra+ones tienen muy alto valor, y se deben tomar en cuenta,  pero sus prueba s no son acc esib les a la inmensa mayoría de los homb res y mu$eres, que las admiten  por fe &se entiende, por !e en la ciencia, por la vi"encia que /sta tiene en el mundo actual'. ay otro !actor que me parece más "rave respecto al planteamiento cientí!ico de la cuestión0 depende del estado actual de la ciencia bioló"ica , de los resultados de la más reciente y avan+ada investi"ación. 1uiero decir que lo que hoy se sabe, no se sabía antes. Los ar"umentos de los biólo"os y "enetistas, válidos para el que conoce estas disciplinas y para los que par- ticipan de la con!ian+a en ellas, no lo hubieran sido para los hombres y mu$eres de otros ti empos, incluso bastante cercanos. 2reo que hace !alta un planteamiento elemental, li"ado a la mera con-

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Julián Marías

Una visión antropológica del alborto

La espinosa cuestión del aborto voluntario, que en los últimos años haadquirido una amplitud desconocida, hasta convertirse en una de las cues-tiones más apremiantes en las sociedades occidentales, se puede plantear 

de maneras muy diversas. ntre los que consideran la inconveniencia o ili-citud del aborto, el planteamiento más !recuente es el reli"ioso. #or su- puesto, es una perspectiva $usti!icada y aceptable, pero restrin"ida. %e sueleresponder que, para los cristianos &a veces, de manera más estrecha, paralos católicos', el aborto puede ser ilícito, pero que no se puede imponer auna sociedad entera una moral (particular). s decir, los ar"umentos !un-dados en la !e reli"iosa no son válidos para los no creyentes.

*ara ve+ se mira si los ar"umentos así propuestos, aun procediendo deuna manera cristiana de ver la realidad, no tienen !uer+a de convicción in-cluso prescindiendo de ese ori"en el hecho es que todo el que no participade esa creencia se desentiende de ellos y considera que no le pueden decir nada. los hechos deben tenerse en cuenta.

ay otro planteamiento que pretende tener valide+ universal, y es el

cientí!ico. Las ra+ones bioló"icas, concretamente "en/ticas, se considerandemostrables, enteramente !idedi"nas, concluyentes para cualquiera. #or su-

 puesto esas ra+ones tienen muy alto valor, y se deben tomar en cuenta, pero sus pruebas no son accesibles a la inmensa mayoría de los hombres ymu$eres, que las admiten por fe &se entiende, por !e en la ciencia, por lavi"encia que /sta tiene en el mundo actual'.

ay otro !actor que me parece más "rave respecto al planteamientocientí!ico de la cuestión0 depende del estado actual de la ciencia bioló"ica,de los resultados de la más reciente y avan+ada investi"ación. 1uiero decir que lo que hoy se sabe, no se sabía antes. Los ar"umentos de los biólo"osy "enetistas, válidos para el que conoce estas disciplinas y para los que par-ticipan de la con!ian+a en ellas, no lo hubieran sido para los hombres ymu$eres de otros tiempos, incluso bastante cercanos.

2reo que hace !alta un planteamiento elemental, li"ado a la mera con-

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dición humana, accesible a cualquiera, independiente de conocimientos cien-tí!icos o teoló"icos, que pocos poseen. s menester plantear una cuestióntan importante, de consecuencias prácticas decisivas, que a!ecta a millonesde personas y a la posibilidad de vida de millones de niños que naceráno de$arán de nacer, de una manera evidente, inmediata, !undada en lo quetodos viven y entienden sin interposición de teorías &que en ocasiones im-

 piden la visión directa y provocan la desorientación'.sta visión no puede ser otra que la antropológica, !undada en la mera

realidad del hombre tal como se ve, se vive, se comprende a sí mismo.ay, pues, que intentar retrotraerse a lo más elemental, que por serlo notiene supuestos de nin"una ciencia o doctrina, que apela únicamente a laevidencia y no pide más que una cosa0 abrir los o$os y no volverse de es-

 paldas a la realidad.%e trata de la distinción decisiva entre cosa y  persona. %in embar"o,

dicho así puede parecer cosa de doctrina. #or verdadera y $usti!icable quesea, evit/mosla. Limit/monos a al"o que !orma parte de nuestra vida máselemental y espontánea0 el uso de la lengua.

3odo el mundo, en todas las len"uas que cono+co, distin"ue, sin la me-nor posibilidad de con!usión, entre qué y quién, algo y alguien, nada y

nadie. %i entro en una habitación donde no está nin"una persona, dir/0(no hay nadie), pero no se me ocurrirá decir0 (no hay nada), porque puedeestar llena de muebles, libros, lámparas, cuadros. %i se oye un "ran ruidoe4traño, me alarmar/ y pre"untar/0 (5qu/ pasa6) o (5qu/ es eso6). #ero sioi"o el "olpe de unos nudillos que llaman a la puerta, nunca pre"untar/0(5qu/ es6), sino (5qui/n es6). 7 pesar de ello, la ciencia y aun la!iloso!ía llevan dos milenios y medio pre"untando0 (51u/ es el hom bre6),con lo cual han dibu$ado ya el marco de una respuesta errónea, porque sólomuy secundariamente es el hombre un «qué»; la pre"unta recta y

 pertinente sería0 (51ui/n es el hombre6), o, con mayor ri"or y ade -cuación0 (51ui/n soy yo6).

#or supuesto, (yo) o (tú), o (/l) siempre que se entienda de manera

inequívocamente personal. s si"ni!icativo que los pronombres de primeray se"unda persona &yo, tú' tienen una sola !orma, sin distinción de "/nero,mientras que el de tercera persona admite esa distinción, e incluso con tres"/neros &/l, ella, ello'. l que habla y a quien se habla son inmediatamenterealidades personales, y su "/nero es evidente en la acción misma, mientrasque no lo es cuando se habla de alguien no presente &y, además, se puedehablar de algo).

%e pre"untará qu/ tiene esto que ver con el aborto. Lo que aquí meinteresa es ver qu/ es, en qu/ consiste, cuál es su realidad. l nacimientode un niño es una radical innovación de realidad: la aparición de una rea-lidad nueva. %e dirá tal ve+ que no propiamente nueva, ya que se derivaó viene de sus padres. 8ir/ que es cierto, y mucho más0 de los padres, delos abuelos, de todos los antepasados y tambi/n del o4í"eno, el nitró"eno,

el hidró"eno, el carbono, el calcio, el. !ós!oro y todos los demás elementos

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que intervienen en la composición de su or"anismo. l cuerpo, lo psíquico,hasta el carácter viene de ahí, y no es ri"urosamente nuevo.

8iremos que lo que el hi$o es se deriva de todo eso que he enumerado,es reductible a ello. s una (cosa), ciertamente animada y no inerte, di!e-rente de todas las demás, en muchos sentidos única, pero al !in una cosa.8esde este punto de vista, su destrucción es irreparable, corno cuando se

rompe una pie+a que es e$emplar único. #ero todavía no es esto lo im- portante.

 o que es el hi$o puede (reducirse) a sus padres y al mundo peroel !i"o no es lo que es. s alguien. 9o un qué, sino un quién, al"uien aquien se dice tú, que dirá en su momento, dentro de al"ún tiempo,  yo. este quién es irreductible a todo y a todos, desde los elementos químicosa sus padres, y a 8ios mismo, si pensamos en /l. 7l decir (yo), se en!rentacon todo el universo, se contrapone polarmente a todo lo que no es /l, atodo lo demás &incluido, por supuesto, lo que es'.

s un tercero absolutamente nuevo, que se añade al padre y a la ma-dre. es tan distinto de lo que es, que dos "emelos univitelinos, bioló"ica-mente indiscernibles, y que podemos suponer (id/nticos), son absoluta-mente distintos entre sí y cada uno de todo lo demás son, sin la menor 

restricción ni duda, (yo) y (tú).2uando se dice que el !eto es (parte) del cuerpo de la madre, se dice

una insi"ne !alsedad, porque no es parte0 está alo"ado en ella, me$or aún,implantado en ella &en ella, y no meramente en su cuerpo'. :na mu$er dirá0(estoy embara+ada), nunca (mi cuerpo está embara+ado). s un asunto

 personal por parte de la madre.#ero además, y sobre todo, la cuestión no se reduce al qué, sino a ese

quién, a ese tercero que viene, y que hará que sean tres los que antes erandos. #ara que esto sea más claro aún, pi/nsese en la muerte. 2uando al-"uien muere, nos de$a solbs /ramos dos y ya no hay más que uno. ;nversa-mente, cuando al"uien nace, hay tres en ve+ de dos &o, si se quiere, dosen ve+ de una'.

sto es lo que se vive de manera inmediata, lo que se impone a la evi-dencia sin teorías, lo que re!le$an los usos del len"ua$e. :na mu$er dice0(voy a tener un niño) no dice0 (ten"o un tumor). &2uando al"una mu$er se cree embara+ada y resulta que lo que tiene es un tumor, su sorpresa estal, que muestra hasta qu/ punto se trata de realidades radicalmente di!e-rentes.'

l niño no nacido aún es una realidad viniente, que lle"ará si no lo paramos, si no lo matamos en el camino. #ero si se miran bien las cosas, estono es e4clusivo del niño antes de su nacimiento0 el !ombre es siempre unarealidad viniente, que se va haciendo y reali+ando, al"uien siempre incon-cluso, un proyecto inacabado, un ar"umento que tiende a un desenlace.

si se dice que el !eto no es un (qui/n) porque no tiene una vida(personal), habría que decir lo mismo del niño ya nacido durante muchos

meses &y habría que volver a decirlo del hombre durante el sueño pro!undo,

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la anestesia, la arteriesclerosis avan+ada, la e4trema senilidad, no di"amosel estado de coma'.

7 veces se usa una e4presión de re!inada hipocresía para denominar elaborto provocado se dice que es la (interrupción del embara+o). Los par-tidarios de la pena de muerte tienen resueltas sus di!icultades0 5para qu/hablar de tal pena, de tal muerte6 La horca o el "arrote pueden llamarse

(interrupción de la respiración) &y con un par de minutos basta' ya no hay problema. 2uando se provoca el aborto o se ahorca no se interrumpe elembara+o o la respiración en ambos casos se mata a alguien.

, por supuesto, es una hipocresía más considerar que hay di!erenciase"ún en qu/ lu"ar del camino se encuentre el niño que viene, a qu/ dis-tancia de semanas o meses de esa etapa de la vida que se llama nacimientova a ser sorprendido por la muerte.

2onsideremos otro aspecto de la cuestión. 2on !recuencia se a!irma lalicitud del aborto cuando se $u+"a que probablemente el que va a nacer &elque iba a nacer' sería anormal, !ísica o psíquicamente. #ero esto implicaque el que es anormal no debe vivir, ya que esa condición no es probable,sino se"ura. habría que e4tender la misma norma al que lle"a a ser anor-

mal, por accidente, en!ermedad o ve$e+. %i se tiene esa convicción, hay quemantenerla con todas sus consecuencias otra cosa es actuar como amleten el drama de %ha<espeare, que hiere a #olonio con su espada cuandoestá oculto detrás de la cortina. ay quienes no se atreven a herir al niñomás que cuando está oculto =se pensaría que prote"ido= en el seno ma-terno lo cual añade "ravedad al hecho0 en una /poca en que cuando seencuentra a un terrorista con una metralleta en la mano, todavía humeante,

 $unto al cadáver de un hombre acribillado a bala+os, se dice que es (el presunto asesino), la mera probabilidad de una anormalidad se considerasu!iciente para decretar la muerte del que está e4puesto al ries"o de ser más o menos anormal. sta actitud no es nueva ya se ha aplicado, y con"ran amplitud, en la 7lemania hitleriana, hace medio si"lo, con el nombrede eu"enesia práctica.

Lo que aquí me interesa es entender qué es aborto. 2on increíble !re-cuencia se enmascara su realidad con sus fines. 1uiero decir que se intentaidenti!icar el aborto con ciertos propósitos que parecen valiosos, convenien-tes o por lo menos aceptables0 por e$emplo, la re"ulación de la población,el bienestar de los padres, la situación de la madre soltera, las di!icultadeseconómicas, la conveniencia de disponer de tiempo libre, la me$ora de lara+a. %e podría investi"ar en cada caso la veracidad o la $usti!icación de esosmismos !ines &por e$emplo, se ha hecho campaña abortista en una re"iónde 7m/rica del %ur de >??.@@@ <ilómetros cuadrados de e4tensión yAB.@@@ habitantes, es decir, despoblada). #ero lo que quiero mostrar esque esos fines no son el aborto.

Lo correcto es decir0 para esto &para conse"uir esto o lo otro' se debe

matar a tales personas. sto es lo que se propone, lo que en tantos casos

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se hace en muchos países en la /poca en que vivimos. sta es la si"ni!ica-ción antropoló"ica de esa palabra tan traída y llevada, que se escribe másveces en un solo día que en cualquier otra /poca en un año.

una prueba más de cómo se plantea el tema del aborto, eliminandoarbitrariamente la condición personal del hombre, el carácter de quién enque consiste, es que en muchas le"islaciones sobre este asunto =sin ir más

le$os, en la que se propone actualmente en spaña= se prescinde entera#mente del padre. %e atribuye la decisión e4clusiva a la madre &la palabrano parece enteramente propia, sería más adecuado hablar de la !embraembara$ada), sin que el padre ten"a nada que decir. sto es, que aun enel caso de que el padre sea per!ectamente conocido y le"ítimo, por e$emplosi se trata de una mu$er casada, es ella y sólo ella la que decide, y si sudecisión es abortar, el padre no puede hacer nada para que no maten asu hi$o.

sto, por supuesto, no se dice así se tiende a no decirlo, a pasarlo por alto, para que no se advierta lo que ello si"ni!ica. n una /poca en que sehabla tanto de la (mu$er ob$eto) =no s/ si al"una ve+ ha sido vivida asísospecho que siempre se la ha visto como (su$eto) &o (su$eta)'=, se ha

abierto camino en la mente de innumerables "entes la interpretación delniño-ob$eto, del ni%o#tumor, que se puede e4tirpar como un crecimientoeno$oso. %e trata de obliterar literalmente el carácter personal de lo huma-no. #ara ello se habla del (derecho a disponer del propio cuerpo). #ero,aparte de que el niño no es el cuerpo de la madre, sino que es alguiencorporal implantado en la realidad corporal de su madre, es que ese supuestoderecho no e&iste. 7 nadie se le permite la mutilación0 si yo quiero cortarmeuna mano de un hacha+o, los demás, y a última hora el poder público, melo impiden no di"amos si se la quiero cortar a otro, aunque sea con suconsentimiento. si me quiero tirar por una ventana o desde una cornisa,acuden la policía y los bomberos, y por la !uer+a me impiden reali+ar eseacto, del cual se me pedirán cuentas.

l núcleo de la cuestión es la ne"ación del carácter personal del hom-

 bre. #or eso se olvida la paternidad por eso se reduce la maternidad alestado de soportar un crecimiento intruso, que se puede eliminar. %e des-carta todo posible uso del quién, de los pronombres tú y  yo. 3an prontocomo aparecen, toda la construcción elevada para $usti!icar el aborto se des-

 ploma corno una monstruosidad.

59o se tratará acaso de esto, precisamente6 59o estará en curso un proceso de despersonali$ación, es decir, de des!omini$ación del hombre yde la mu$er, las dos !ormas irreductibles, mutuamente necesarias, en que sereali+a la vida humana6

%i las relaciones de maternidad y paternidad quedan abolidas, si la rela-ción entre los padres queda reducida a una mera !unción bioló"ica sin per-duración más allá del acto de "eneración, sin nin"una si"ni!icación personal

entre las tres personas implicadas, 5qu/ queda de humano en todo ello6

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si esto se impone y se "enerali+a, si a !ines del si"lo 44 la humanidadvive de acuerdo con estos principios, 5no se habrá comprometido, qui/nsabe hasta cuándo, esa misma condición humana6

#or esto me parece que la aceptación social del aborto es, sin e4cepción,lo más "rave que ha acontecido en este si"lo que se va acercando a su !inal.

J. M.C

C scritor y catedrático de Diloso!ía. Miembro de la *eal ; 7cademia spañola.