NTERVENCIÓN SOCIAL EN LA ARGENTINA DE LOS AÑOS 30: …El trabajo de Malena Becerra Solá ha sido...

19
INTERVENCIÓN SOCIAL EN LA ARGENTINA DE LOS AÑOS 30: LA PROFESIONALIZACIÓN DE LA ASISTENCIA SOCIALMALENA BECERRA SOLÁNATALIA BECERRA♦♦ RESUMEN En este artículo nos proponemos recuperar algunos aspectos del proceso de profesionalización de la Asistencia social en Argentina, en la década de los ’30 del s. XX. Centramos la atención en los discursos de un sector de profesionales -médicos higienistas- que generaron acciones tendientes a dotar a la Asistencia social de un carácter científico, e impulsaron la intervención estatal sobre la cuestión social. PALABRAS CLAVE Asistencia social - Profesiones- Médicos higienistas - Intervención estatal SOCIALINTERVENTION IN THEARGENTINA OFTHE 30´S: THE PROFESSIONALIZATION OF THE SOCIALASSISTANCE ABSTRACTS The purpose of this article is to revisit some aspects of the process of professionalization of Social Work in Argentina during the 1930s. We focus our attention on the discourses of a group of professionals -hygienist doctors- who took measures aimed at endowing Social Work with a scientific status and promoted state intervention as regards the social question. Artículo Recibido en Marzo de 2009; Aprobado en Abril de 2009. Artículo de Investigación Científica. Una versión preliminar de este estudio fue presentada en el 52º Congreso Internacional de Americanistas. Sevilla, 2006. El trabajo de Malena Becerra Solá ha sido realizado con financiación de un contrato predoctoral I3P-FSE en la EEHA-CSIC, y en el marco del proyecto “La cuestión social en Argentina 1870-1940” HUM 2006-11940/HIST, del Ministerio de Educación y Ciencia de España. Escuela de Estudios Hispanoamericanos – Consejo Superior de Investigaciones Científicas, España. Contratada I3P predoctoral. Sevilla –España Licenciada en Historia por la Universidad de Alcalá, y Diploma de Estudios Avanzados en Historia Social y Política Contemporánea por la Universidad Internacional de Andalucía. Email: [email protected] o [email protected] ♦♦Escuela de Trabajo Social, Facultad de Derecho y Ciencias Sociales - Universidad Nacional de Córdoba, Argentina. Profesora asistente de la cátedra Fundamentos y Fundación histórica del Trabajo Social. Licenciada en Trabajo Social por la Universidad Nacional de Córdoba, Argentina. Email: [email protected]

Transcript of NTERVENCIÓN SOCIAL EN LA ARGENTINA DE LOS AÑOS 30: …El trabajo de Malena Becerra Solá ha sido...

Page 1: NTERVENCIÓN SOCIAL EN LA ARGENTINA DE LOS AÑOS 30: …El trabajo de Malena Becerra Solá ha sido realizado con financiación de un contrato predoctoral I3P-FSE en la EEHA-CSIC, y

���� �

�� �� ���� � �� �� ��� ���� ��� ��� �� ���� �� �� ��� � ��� �� ��� ��� !!"INTERVENCIÓN SOCIAL EN LA ARGENTINA DE LOS AÑOS 30:

LA PROFESIONALIZACIÓN DE LAASISTENCIA SOCIAL♣

MALENA BECERRA SOLÁ♦

NATALIA BECERRA♦♦

RESUMEN

En este artículo nos proponemos recuperar algunos aspectos del proceso de profesionalizaciónde la Asistencia social en Argentina, en la década de los ’30 del s. XX. Centramos la atenciónen los discursos de un sector de profesionales -médicos higienistas- que generaron accionestendientes a dotar a la Asistencia social de un carácter científico, e impulsaron la intervenciónestatal sobre la cuestión social.

PALABRAS CLAVE

Asistencia social - Profesiones- Médicos higienistas - Intervención estatal

SOCIAL INTERVENTION IN THE ARGENTINA OF THE 30´S: THE PROFESSIONALIZATION OF THE SOCIAL ASSISTANCE

ABSTRACTS

The purpose of this article is to revisit some aspects of the process of professionalization ofSocial Work in Argentina during the 1930s. We focus our attention on the discourses of agroup of professionals -hygienist doctors- who took measures aimed at endowing SocialWork with a scientific status and promoted state intervention as regards the social question.

�� �� ���� � �� �� ��� ���� ��� ��� �� ���� �� �� ��� � ��� �� ��� ��� #�#� �$" % ��&� !!"♣ Artículo Recibido en Marzo de 2009; Aprobado en Abril de 2009. Artículo de Investigación Científica.Una versión preliminar de este estudio fue presentada en el 52º Congreso Internacional de Americanistas.Sevilla, 2006. El trabajo de Malena Becerra Solá ha sido realizado con financiación de un contratopredoctoral I3P-FSE en la EEHA-CSIC, y en el marco del proyecto “La cuestión social en Argentina1870-1940” HUM 2006-11940/HIST, del Ministerio de Educación y Ciencia de España.♦ Escuela de Estudios Hispanoamericanos – Consejo Superior de Investigaciones Científicas, España.Contratada I3P predoctoral. Sevilla –España Licenciada en Historia por la Universidad de Alcalá, yDiploma de Estudios Avanzados en Historia Social y Política Contemporánea por la UniversidadInternacional de Andalucía. Email: [email protected] o [email protected]♦♦Escuela de Trabajo Social, Facultad de Derecho y Ciencias Sociales - Universidad Nacional de Córdoba,Argentina. Profesora asistente de la cátedra Fundamentos y Fundación histórica del Trabajo Social. Licenciadaen Trabajo Social por la Universidad Nacional de Córdoba, Argentina. Email: [email protected]

Page 2: NTERVENCIÓN SOCIAL EN LA ARGENTINA DE LOS AÑOS 30: …El trabajo de Malena Becerra Solá ha sido realizado con financiación de un contrato predoctoral I3P-FSE en la EEHA-CSIC, y

���� �

�� �� ���� � �� �� ��� ���� ��� ��� �� ���� �� �� ��� � ��� �� ��� ��� !!"KEY WORDS

Social Work - Professions – Hygienists - State Intervention

Introducción

El presente artículo tiene como objeti-vo recuperar críticamente algunos as-pectos del proceso deprofesionalización de la Asistencia so-cial en Argentina, en tanto ocupaciónlegitimada que constituyó uno de losmecanismos a través de los que el Es-tado intervino sobre las manifestacio-nes de la cuestión social.

Los últimos años ’20 y primeros ’30del siglo XX fueron el marco en el quese produjo este proceso, que estuvomarcado inevitablemente por continui-dades con modelos anteriores de ac-ción social y, en su proyección al futu-ro, por la función que se asignaba a lasmujeres en la nueva lógica asistencial,y el papel que efectivamente ellas ve-nían desempeñando en esta área.

Sin desconocer el papel de otros acto-res, centramos la atención en la mira-da y los discursos de un sector de pro-fesionales e intelectuales -fundamen-talmente médicos vinculados al sector

público-, que generaron acciones yobras tendientes a dotar a la acciónsocial de un carácter científico; enten-diendo que ésta era responsabilidad delEstado.

La profesionalización de la Asistenciasocial en Argentina se produjo en unapugna de matrices, actores e intereses,en la que se involucraron aquellas ins-tituciones que venían históricamentedando respuesta a lo social (socieda-des de beneficencia, organizaciones delcatolicismo social, círculos obreros,entre otros), los intereses de algunosgrupos profesionales, el pensamiento yla acción de obreros organizados, ydeterminadas necesidades de legitima-ción del Estado.

Gustavo Parra ha identificado alracionalismo higienista y el conserva-durismo católico como las corrientesque se encuentran en la base de lainstitucionalización de la profesión deAsistente social en América Latina1 .Según señala el autor, “todo indicaríaque el Trabajo social argentino emerge

1 Parra dice al respecto de estas matrices “el primero privilegiando una intervención desde el poderpúblico, principalmente por los procesos de urbanización e industrialización, con características preventivasy educativas, atendiendo no sólo al control social sino también, al mejoramiento de la calidad de vida delconjunto de la población como medio necesario para el desarrollo del capitalismo, el control de losconflictos y asegurar el orden social. El conservadurismo doctrinario, basado en las encíclicas papales y enlos conceptos de persona humana y moral cristiana, proponía una intervención en el terreno individualy familiar, con un carácter ad-hoc, que apuntaba a la armonización de las relaciones antagónicas delsistema, además de constituirse como estrategia de la iglesia para recuperar hegemonía en el sistemacapitalita mundial. PARRA, Gustavo; 2001; Antimodernidad y Trabajo Social. Orígenes y expansióndel Trabajo Social Argentino. Buenos Aires, Espacio Editorial, p. 238.

Page 3: NTERVENCIÓN SOCIAL EN LA ARGENTINA DE LOS AÑOS 30: …El trabajo de Malena Becerra Solá ha sido realizado con financiación de un contrato predoctoral I3P-FSE en la EEHA-CSIC, y

���� �

�� �� ���� �� � ���� ���� ��� ���� �� ����� �� ���� ������ ������ ��� ��� � !de una matriz del racionalismohigienista, con un fuerte componentelaico y filantrópico”2 . No se puede ne-gar que en el ámbito institucional y enlas políticas oficiales éste fue el discursoque logró imponerse, aunque sin des-plazar completamente a otros.

Distintos autores3 coinciden en seña-lar como momentos de particularsignificatividad en este proceso, la fun-dación de la primer Escuela de Servi-cio Social dependiente del Museo So-cial Argentino en 1930, y la celebra-ción de la primera Conferencia Nacio-nal de Asistencia Social en 1933. Al-gunos de los documentos y textos ela-borados en estas instancias orientaronla realización de nuestro trabajo.

En primer lugar, bajo el título “Acto-res y escenarios…” realizamos unabreve caracterización de la Argentinade principios de siglo y los actores einstituciones de la época vinculados ala acción social. En segundo lugar, bus-camos analizar algunos elementos deldiscurso de los médicos higienistas ysu influencia en el desarrollo de políti-cas sociales y de una nueva lógica deasistencia. Posteriormente, recupera-mos los momentos de fundación de laEscuela de Servicio Social del MuseoSocial Argentino y la celebración de laprimera Conferencia Nacional de Asis-tencia social a través de los textos en

ellos publicados. Finalmente, en elapartado “Los nuevos profesionales delServicio social”, identificamos algunosde los rasgos de nacimiento con los quela Asistencia social se constituye comoprofesión con el objetivo de atender aaquellos aspectos de la cuestión so-cial que aparecían como preocupantesen el período. En el cierre del trabajoreunimos algunas reflexiones centralessobre las características de este pro-ceso de profesionalización e invitamos,a través de algunos interrogantes, acontinuar en la búsqueda de miradasmás complejas para el análisis de la in-tervención social en las primeras dé-cadas del siglo XX en la Argentina.

Actores y escenarios: Asistencia ycuestión social en las primeras dé-cadas del siglo XX

Desde el último tercio del siglo XIX, laArgentina vivió notables transformacio-nes vinculadas al proceso de moderni-zación: apertura de la región litoral a laeconomía mundial, recepción de gran-des contingentes migratorios, procesosde industrialización y urbanización; lasconsecuencias no deseadas de estosprocesos dieron forma a lo que se nom-bró como cuestión social.

Frente a estas contradicciones, res-pondiendo a demandas de diversosagentes sociales, y en el marco del

 2Ibíd., p.173. 3 Ver entre otros ANDER-EGG, Ezequiel; 1984; Historia del Trabajo social. Alicante, Humanitas;ALAYÓN, Norberto; 1992; Historia del Trabajo social en Argentina. Buenos Aires, Espacio Editorial;PARRA, Gustavo; 2001; Antimodernidad y Trabajo Social. Orígenes y expansión del TrabajoSocial Argentino. Buenos Aires, Espacio Editorial.

Page 4: NTERVENCIÓN SOCIAL EN LA ARGENTINA DE LOS AÑOS 30: …El trabajo de Malena Becerra Solá ha sido realizado con financiación de un contrato predoctoral I3P-FSE en la EEHA-CSIC, y

���� �

�� �� ���� � �� �� ��� ���� ��� ��� �� ���� �� �� ��� � ��� �� ��� ��� !!"cuestionamiento de sus funciones talcomo las suponía el liberalismodecimonónico, el Estado comenzó adesarrollar mecanismos de interven-ción en el ámbito de lo social. En estecontexto, va a perfilarse una nueva ló-gica de asistencia social que,resignificando elementos de la benefi-cencia, filantropía y la caridad, sientalas bases del modelo asistencial delperiodo que nos ocupa en este trabajo.Durante la mayor parte del siglo XIX,la cobertura de las necesidades vitalesde la población desafiliada estuvo enmanos de la caridad religiosa y/o pri-vada, situación que se adecuaba a losesquemas morales y políticos de orga-nización social predominantes. De par-ticular importancia fue la Sociedad deBeneficencia, fundada en 1823, queaunque dirigida por las influyentes da-mas de caridad era financiada con losrecursos de la Lotería Nacional.

En un texto ya clásico RicardoGonzález nos habla del paso de un sis-tema de caridad a uno filantrópico amediados de la década de los 70 delsiglo XIX4 . La amplia difusión de losprincipios de la economía liberal supu-so el inicio de la valoración de la im-portancia económica de la población yde la necesidad de instaurar prácticasque asegurasen su reproducción y con-servación. Simultáneamente, la difusióndel positivismo alimentaba la confian-

za en que científicamente podían en-contrarse las causas y las soluciones alos males sociales.

Fue desarrollándose así un modelo defilantropía científica que buscaba laespecialización y coordinación de lasinstituciones de beneficencia, y queperseguía como fines la moralización ydisciplinamiento de los sectores popu-lares5 . Estas ideas van tomando fuer-za con el correr de los años pero sinreemplazar completamente las hereda-das de la vieja caridad.

Con mayor o menor simpatía por partedel Estado, los industriales o la Iglesia;desde los sectores populares tambiénse desarrollaron iniciativas tendientesa prevenir o enfrentar situaciones dedesprotección. Las sociedadesmutuales, con intensa actividad desdemediados de siglo, se constituyeron enotro de los proveedores de coberturamédica y asistencial para una porciónimportante de la población. Ya en el si-glo XX, los sindicatos obreros pusieronen marcha algunos tipos de cobertura,oponiéndose ideológicamente tanto a laasistencia religiosa como a las mutua-lidades, con las que competían por laobtención de miembros.

Una verdadera red de sociedades debeneficencia y de asistencia se fueconsolidando a partir de los años del

 4GONZÁLEZ LEANDRI, Ricardo; 1984; “Caridad y filantropía en la ciudad de Buenos Aires durante lasegunda mitad del siglo XIX” en ARMUS, Diego (coord.): Sectores populares y vida urbana. BuenosAires, Clacso. 5Ibíd.

Page 5: NTERVENCIÓN SOCIAL EN LA ARGENTINA DE LOS AÑOS 30: …El trabajo de Malena Becerra Solá ha sido realizado con financiación de un contrato predoctoral I3P-FSE en la EEHA-CSIC, y

���� �

�� �� ���� � �� �� ��� ���� ��� ��� �� ���� �� �� ��� � ��� �� ��� ��� !!"cambio de siglo -cuando se produjo un“explosión benéfica”6 - y fue generan-do vínculos no institucionalizados conel Estado.

En la época que nos ocupa toda estared que venía funcionando comienza aser cuestionada por su incapacidadpara dar respuestas a las problemáti-cas emergentes de las ciudades en cre-cimiento. La crisis económica del pe-ríodo acentuó estas insuficiencias y seampliaron y renovaron las demandas alas instituciones de beneficencia7 ycada vez más notoriamente también alEstado.

¿Cuál había sido hasta entonces el pa-pel asumido por los poderes públicos?Sólo en los primeros años del siglo XXla cuestión social, notablemente a tra-vés del conflicto obrero, se hizo visible,ocupó un lugar en el debate público yse transformó en una cuestión de Es-tado8 . Sin embargo, la problemática dela salud - vinculada inicialmente a lasepidemias y luego a las condiciones desalubridad e higiene de las poblacionesque arribaban a las ciudades- se habíaconstituido en una de las primeras áreasen materia de intervención social esta-

tal ya en el último tercio del s. XIX,cuando las viejas instituciones religio-sas y benéficas comenzaron a convivircon un incipiente sector público de sa-lud.

Obedeciendo al principio de centrali-zación y sistematización que preconi-zaban los higienistas, se había creadoen 1880 el Departamento Nacional deHigiene, que sufrió la oposiciónirreductible de la Sociedad de Benefi-cencia y la desconfianza de los Conse-jos de Higiene provinciales. Elprotagonismo en la intervención públi-ca en salud y asistencia fue sin em-bargo para el ámbito municipal: desdeel aparato administrativo y burocráticode la Asistencia pública de la Munici-palidad de Buenos Aires fundada en1883, se promovieron la gran parte delas iniciativas relativas a la salud y lasalubridad en estos años, marcando elinicio de las políticas públicas en esteárea 9 .

No puede sobrevaluarse sin embargoel alcance del sector público en la sa-lud; en las primeras décadas del sigloXX, la presencia del Estado era aúndébil, las organizaciones vinculadas al

 6CIAFARDO, Eduardo O.; 1994; “La práctica benéfica y el control de los sectores populares de la ciudadde Buenos Aires, 1890-1910”, Revista de Indias, LIV, no. 201, pp. 383-403, p.386. 7ARMUS, Diego y BELMARTINO, Susana; 2001; “Enfermedades, médicos y cultura higiénica”en CATTARUZA, Alejandro (coord.): Crisis económica, avance del estado e incertidumbre política,1930-1943. Buenos Aires, Sudamericana, p. 314.

8 BOTANA, Natalio R. y GALLO, Ezequiel; 1997; De la República posible a la República verdadera(1880-1910). Vol. III, Biblioteca del Pensamiento Argentino. Buenos Aires, Ariel, p. 87; SURIANO,Juan; 2004; “Introducción: una aproximación a la definición de la cuestión social en Argentina” enSURIANO, Juan (coord.): La cuestión social en Argentina 1870-1943. Buenos Aires, La colmena, p 5. 9 Ver ARMUS, Diego y BELMARTINO, Susana; 2001; “Enfermedades, médicos y cultura higiénica” enCATTARUZA, Alejandro (coord.): Crisis económica, avance del estado e incertidumbre política,1930-1943. Buenos Aires, Sudamericana.

Page 6: NTERVENCIÓN SOCIAL EN LA ARGENTINA DE LOS AÑOS 30: …El trabajo de Malena Becerra Solá ha sido realizado con financiación de un contrato predoctoral I3P-FSE en la EEHA-CSIC, y

���� �

�� �� ���� �� � ���� ���� ��� ���� �� ����� �� ���� ������ ������ ��� ��� � !financiamiento y provisión de atenciónmédica eran heterogéneas y dispersas,y formaban una “administraciónlaberíntica al servicio de un Estado mí-nimo”10 .

La Asistencia pública estaba en ma-nos de médicos higienistas; apoyándo-se en sus saberes científicos, este gru-po profesional venía generando expli-caciones sobre la cuestión social yreclamando una intervención estatalsistemática.

La manera en que se procuró resolverla cuestión sanitaria muestra la imbri-cación de los procesos deprofesionalización, el desarrollo de laorganización burocrática del Estado, yla gestación de políticas sociales.

La Asistencia social desde el dis-curso higienista

Las luchas y disputas que implicó elimpulsar la intervención estatal en elámbito de lo social, conllevaron la pro-ducción discursiva desde diferentessectores que proclamaban la necesidadde organizar y racionalizar la asisten-cia, y promovían el papel del Estadocomo actor fundamental en materia deAsistencia social.

Las primeras demandas se dirigían alreconocimiento de las preocupacionesque se convertirían en cuestiones;Grassi nos señala al respecto “en tor-no a ellos [problemas sociales] se dis-cute, se publica, se crean especializa-ciones y cuerpos burocráticos, que elEstado oficializa. En este sentido elcampo político y el de los expertos (téc-nicos) son por excelencia campos deproducción de problemas sociales; enla medida que son los que gestionan lacuestión social”11 .

En este marco destaca el papel delmovimiento de médicos higienistas que,como grupo profesional, había mostra-do desde el siglo XIX un notable inte-rés por impulsar políticas públicas yconsolidar unos conocimientos útiles enmateria social. Desde diversos lugares–la Universidad, los cargos públicos, lastribunas intelectuales-, construyó expli-caciones sobre las condiciones de vidade las clases trabajadoras y los po-bres, y a partir de ellas elaboró unamirada sobre las políticas, programasy acciones que creía debíandesplegarse desde la órbita estatal. Sudiscurso sobre la higiene tuvo una no-table difusión y aceptación, constituyén-dose en un ideal consensuado en am-plias capas de la sociedad12 .

 10 BELMARTINO, Susana; 2005; La atención médica argentina en el siglo XX. Instituciones yprocesos. Buenos Aires, Siglo XXI, pp. 19 y 59. 11 PERALTA, María y otros; 2005; Informes de avance del proyecto de investigación “Lasconcepciones sobre el objeto de intervención del Trabajo social en Argentina en los períodosdesarrollista y reconceptualizador” Córdoba, Escuela de Trabajo Social - Secretaría de Ciencia yTécnica de la Universidad Nacional de Córdoba 12 ARMUS, Diego; 2000; “El descubrimiento de la enfermedad como problema social” en LOBATO,Mirta Zaida (coord.): El Progreso, la modernización y sus límites. Buenos Aires, Sudamericana.

Page 7: NTERVENCIÓN SOCIAL EN LA ARGENTINA DE LOS AÑOS 30: …El trabajo de Malena Becerra Solá ha sido realizado con financiación de un contrato predoctoral I3P-FSE en la EEHA-CSIC, y

���� �

�� �� ���� � �� �� ��� ���� ��� ��� �� ���� �� �� ��� � ��� �� ��� ��� !!"Las relaciones de los médicoshigienistas con el Estado son comple-jas en su análisis y no pueden separar-se del propio proceso constitutivo deéste, en la medida en que eran en bue-na parte estos profesionales los quedefinían los objetos de la política so-cial, fijaban los problemas de preocu-pación pública, y construían y dirigíanlos medios, instrumentos e institucionespara corregirlos. En este sentido, comoseñala Ricardo González siguiendo aTerry Johnson, son también el Esta-do13 .

Esta perspectiva favorable a la inter-vención estatal encontró resistencia ensectores que desconfiaban de la inje-rencia de los poderes públicos en rela-ción a la emergente cuestión social,ya fuera por verla como un peligro paraun proyecto liberal de organización so-cial del país, por temor a la pérdida deespacios de acción y control sobre re-cursos, o por oposición total al Estado.Pero en los años ’30 se fue fortalecien-do el discurso que legitimaba una ma-

yor responsabilidad del Estado en sa-lud y asistencia14 , fundamentalmenteen tareas de contralor y coordinador, ycon el objetivo de aumentar la eficien-cia de las acciones.

Subrayando el deber de los poderespúblicos frente a la desprotección dealgunos sectores, escribía ya en 1912una de las primeras médicas argenti-nas: “La comuna de una provincia cuyariqueza productiva aumenta día por día[Mendoza], ¿puede cerrar los ojos anteel dolor y el desamparo de seres porcuya vida debe velar, y que reclamancon derecho la protección del gobiernoy de la sociedad?”15 .

Diversos autores16 han señalado elhincapié hecho en el período que estu-diamos sobre la búsqueda de un modoracional, metódico y científico de Asis-tencia social como respuesta a la cues-tión social. En consonancia con el po-sitivismo cientificista, las causas de lamiseria y el pauperismo que preocupa-ban a estos intelectuales fueron consi-

 13 GONZÁLEZ LEANDRI, Ricardo; 1999; Las Profesiones. Entre la vocación y el interéscorporativo. Fundamentos para su estudio histórico. Madrid, Catriel, p. 80. 14 BELMARTINO, Susana; 1996; “Las obras sociales: continuidad o ruptura en la Argentina de los años40” en LOBATO, Mirta Zaida (coord.): Política, médicos y enfermedades. Lecturas de historia dela salud en Argentina. Buenos Aires, Biblos, p. 221. 15 RAWSON DE DELLEPIANE, Elvira; 1912; “Estudio social de Mendoza. Asistencia pública yHospitalaria”, BOLETÍN DEL MUSEO SOCIAL ARGENTINO (en adelante BMSA), I, no. 10, pp.433-440, p. 439. 16 Entre otros: ROZAS, Margarita y FERNÁNDEZ, Arturo; 1988; Políticas Sociales y Trabajosocial. Buenos Aires, Humanitas; BELMARTINO, Susana; 1996; “Las obras sociales: continuidad oruptura en la Argentina de los años 40” en LOBATO, Mirta Zaida (coord.): Política, médicos yenfermedades. Lecturas de historia de la salud en Argentina. Buenos Aires, Biblos; ARMUS,Diego y BELMARTINO, Susana; 2001; “Enfermedades, médicos y cultura higiénica” en CATTARUZA,Alejandro (coord.): Crisis económica, avance del estado e incertidumbre política, 1930-1943.Buenos Aires, Sudamericana; KRMPOTIC, Claudia Sandra; 2002; “La Conferencia Nacional de AsistenciaSocial de 1933. Los debates en torno al progreso, la pobreza y la intervención estatal”, ScriptaEthnologica, XXIV, no. 024, pp. 37-57.

Page 8: NTERVENCIÓN SOCIAL EN LA ARGENTINA DE LOS AÑOS 30: …El trabajo de Malena Becerra Solá ha sido realizado con financiación de un contrato predoctoral I3P-FSE en la EEHA-CSIC, y

���� �

�� �� ���� � �� �� ��� ���� ��� ��� �� ���� �� �� ��� � ��� �� ��� ��� !!"deradas causas sociales y ya no indivi-duales, y además, identificables a tra-vés del método científico.

La propuesta era entonces estudiarlassistemáticamente, para una interven-ción racional y eficiente que previnierasus efectos, y ya no sólo tratara susmanifestaciones. Germinal Rodríguez,médico y concejal socialista, escribíaen su proyecto para un Servicio socialdel Municipio de 1929: “La necesidadcomo una enfermedad social (enferme-dad de orden económico), tiene su etio-logía perfectamente reconocida y ca-talogada”17 , y agregaba que la Asis-tencia social “para ser efectiva, tieneque ser científica, es decir, descubiertay tratada con medios exactos y sufi-cientes”18 .

Sin embargo, estas causas sociales vi-nieron a agregarse y no a suplantar alas causas tradicionales de la pobreza(aquellas de orden divino o las vincula-das a la moral y falta de valores de lapoblación). En el escrito ya citado, elmismo Rodríguez hacía una distinciónentre pobre, miserable e indigentebasada en criterios morales, y presen-taba como objetivo del Servicio social,“la rehabilitación económica y moral delindividuo”19 .

De allí que pese a la introducción delfactor social, el Servicio social siguiómanteniendo como finalidad principalla reeducación de la voluntad y no latransformación de las estructuras e ins-tituciones sociales. De esta manera, laracionalización de la acción y las pro-puestas de intervención sistemática vin-culadas a lo que Parra ha denominadomatriz racionalista, conllevaban de for-ma explícita elementos que podríamosubicar dentro de otras matrices, o queal menos no se explican desde los pos-tulados de una perspectiva que mani-festaba la intención de dotar de un ca-rácter científico a la Asistencia social.

La readaptación, reajuste, normaliza-ción y/o moralización como objetivosde la Asistencia pueden pensarse entérminos de reproducción de las fuer-zas productivas, de encauzamiento delos sectores de la población hacia unorden que permitiría el desarrollo de unmodelo de país pensado por sectoresdirigentes. Así, las explicaciones mo-rales implicaban también que el sujetodebía aceptar voluntariamente este pro-ceso de reeducación; de allí también,el dirigir prioritariamente la acción so-cial hacia la mujer en cuanto respon-sable de los aspectos reproductivos dela vida social.

 17 RODRÍGUEZ, Germinal; 1929; “Servicio Social familiar del Municipio. Proyecto de ordenanzamunicipal: Mucamas sociales; Ayuda y asistencia familiar; dotación de parto; dispensario maternal; fichasocial de la familia”, BMSA, XVII, no. 86, pp. 363-381, pp. 369-370. 18 Ibíd., p. 372. 19 “El pobre tiene ‘gana de trabajar’ y ‘deseo moral’ de salir de su estado. Al miserable le falta eso por esonecesita además de ayuda económica ‘ayuda mental’, es decir, instrucción, educación, deseos de elevaciónespiritual (…) El indigente tiene un estado de necesidad pasajero, y tiene un estado moral y mental capazde sacarlo de su espíritu.” Ibíd., p. 369.

Page 9: NTERVENCIÓN SOCIAL EN LA ARGENTINA DE LOS AÑOS 30: …El trabajo de Malena Becerra Solá ha sido realizado con financiación de un contrato predoctoral I3P-FSE en la EEHA-CSIC, y

���� �

�� �� ���� � �� �� ��� ���� ��� ��� �� ���� �� �� ��� � ��� �� ��� ��� !!"Estas maneras de explicar la pobrezaargumentaban entonces un tipo de in-tervención que complementaba aspec-tos científicos-administrativos (clasifi-cación de los pobres, fichajes, organi-zación de las obras), con aspectos sim-bólicos, tendientes a la incorporaciónpor estos sectores sociales, de valoresy hábitos que permitiesen el manteni-miento del orden y la cohesión social.Es en esta trama que se piensa desdeestos actores, el rol de la Asistenciasocial20 .

En el marco de este proceso dereinterpretación de lo social como cam-po de intervención pública, estos médi-cos junto a otros profesionales e inte-lectuales, fueron definiendo la necesi-dad de otras figuras profesionales -lade la visitadora de higiene y la del asis-tente social- que vinieran a llenar unespacio socio-ocupacional incipientepero ya existente.

La fundación de Escuela de Servi-cio Social y la primera ConferenciaNacional de Asistencia Social.

En la confluencia de esta elaboracióndiscursiva con el proceso de consoli-dación y ampliación de espacios pro-fesionales de los médicos en tanto gru-

po profesional, ligado a su vez al desa-rrollo institucional del Estado, fue fun-dada la primera Escuela de ServicioSocial de Latinoamérica.

Desde la cátedra de Higiene y Medici-na social de Facultad de Medicina dela Universidad de Buenos Aires, sehabían creado los cursos de Visitadorasde higiene social en 1924, y se planea-ba desde entonces una Escuela de Ser-vicio social. Germinal Rodríguez, titu-lar de la cátedra, fue el impulsor delproyecto que hacía público en junto alya mencionado para la creación de unServicio social del Municipio. En 1927publicaba en el diario La Nación:

Una escuela de Servicio social se exi-ge crear para responder a esta hora denuestras necesidades, escuela que re-úna en su seno a todas las personas debien que sientan la necesidad de mejo-rar la organización social; escuela queagite los problemas de su hora ; escue-la que enseñe a todos los argentinosque salir a la acción social para curarlos males que corroen a la humanidadque son causas de dolor inútil de mise-ria; es un deber cívico tan imperiosocomo cumplir con otros deberes socia-les; escuela que estudie la teoría de laacción social prepare los técnico que

 20 En este párrafo intentamos analizar la manera de definir a la Asistencia social desde la concepción dela época que se ha venido analizando en el texto. Cabe aclarar, que diversos autores, desde una reconstruc-ción del proceso de institucionalización de la profesión han introducido en este análisis la ubicacióncontradictoria del Trabajo Social en las tensiones entre los objetivos del Estado, los sectores dominantesde la sociedad y los intereses y necesidades de los sectores de la población con las que se trabajaba. Paraampliar ver ROZAS, Margarita y FERNÁNDEZ, Arturo; 1988; Políticas Sociales y Trabajo social.Buenos Aires, Humanitas; TENTI FANFANI, Emilio; 1989; Estado y pobreza: estrategias típicas deintervención. Buenos Aires, Centro Editor de América Latina; PARRA, Gustavo; 2001; Antimodernidady Trabajo Social. Orígenes y expansión del Trabajo Social Argentino. Buenos Aires, EspacioEditorial.

Page 10: NTERVENCIÓN SOCIAL EN LA ARGENTINA DE LOS AÑOS 30: …El trabajo de Malena Becerra Solá ha sido realizado con financiación de un contrato predoctoral I3P-FSE en la EEHA-CSIC, y

���� �

�� �� ���� � �� �� ��� ���� ��� ��� �� ���� �� �� ��� � ��� �� ��� ��� !!"han de actuar en las instituciones deacción social benéfica escuela, en unapalabra, que sea el nuevo templo reli-gioso de los que hacen del bienestarhumano un sacerdocio laico21 .

Según los impulsores de la Escuela,hasta el momento la obra de asistenciahabría sido producto del “sentimientode humanidad” y realizada “a impulsode corazón”; y remarcaban que “laimprevisión y la falta de orientacióncientífica pueden [podían] esterilizarlos más generosos impulsos”.

Su proyecto se orientaba entonces ha-cia fines que superaban la formaciónde técnicos del Servicio social, ya quetanto como ello, buscaban modificarla lógica asistencial vigente de acuer-do a los principios de la “nueva cienciadel Servicio social”; ello suponía ra-cionalizar la previsión y la beneficen-cia, y unir saberes y experiencias so-bre los “problemas sociales” que sevenían elaborando separadamente des-de distintas disciplinas. Así, en la pri-mera Conferencia Nacional de Asis-tencia social, se señalaba que la finali-dad inmediata de la formación de Asis-tentes sociales era “la de crear un am-

biente social de orden y método cientí-fico en las obras de Asistencia, luchan-do contra la acción negativa de la Asis-tencia paliativa, promoviendo la orga-nización de la preventiva y constructi-va” 22 .

Es significativo que el espacio que per-mitió materializar el proyecto haya sidoel Museo Social Argentino23 , instituciónde naturaleza híbrida, reclamándose deiniciativa privada pero orientada al ser-vicio público y decididamente activa enel asesoramiento de los poderes públi-cos, con cuyo reconocimiento conta-ba.

En 1927 el Museo Social se incorporóa la Universidad de Buenos Aires comoinstituto de extensión universitaria, y ladirección del mismo dejó en manos delos profesores de esta cátedra la ac-ción en materia de Higiene social24 . Lacreación de la Escuela de Servicio so-cial se integró así en un proyecto másamplio que se concretaba en otras cua-tro iniciativas: una encuesta sobre lasinstituciones argentinas de Servicio so-cial; otra sobre el Servicio social en laindustria; la organización de un año deagitación médico-social industrial; y la

 21 RODRÍGUEZ, Germinal: “La escuela del servicio social”, La Nación, 2 de diciembre de 1927. 22 Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto; 1934; Primera Conferencia Nacional de AsistenciaSocial: Actas y Conclusiones. Vol. II, Buenos Aires, Kraft, p. 51. 23 El Museo Social Argentino se presentaba a sí mismo como instituto de Economía social, centro deestudios e investigaciones sociales con miras puestas en la intervención y en la divulgación de losconocimientos producidos entre un público amplio. Fue fundado en 1911 por iniciativa de Tomás Amadeo,en un contexto en el que la celebración del progreso simbolizada por los festejos del Centenario, coexistíacon una marcada conflictividad social. 24 Los titulares de la cátedra de Higiene y Medicina social eran el mismo Rodríguez y Alberto Zwanck, quese incorporará algo más arde al proyecto como director de la Escuela de Servicio Social. Julio Iribarne yManuel Carbonell completan el núcleo de la sección de Higiene social del Museo Social Argentino.

Page 11: NTERVENCIÓN SOCIAL EN LA ARGENTINA DE LOS AÑOS 30: …El trabajo de Malena Becerra Solá ha sido realizado con financiación de un contrato predoctoral I3P-FSE en la EEHA-CSIC, y

���� �

�� �� ���� � �� �� ��� ���� ��� ��� �� ���� �� �� ��� � ��� �� ��� ��� !!"creación de una sección de Higienesocial con organización de reunionescientíficas25 .

La Escuela abrió sus puertas en 1930.Las clases se dictaban regularmentetres veces por semana, dos horas porsesión en horario vespertino. El progra-ma de primer año abarcaba las asigna-turas de Elementos de economía políti-ca y social, Biología humana, Higienesocial, y Demografía y estadística. Eldel segundo año incluía el Servicio so-cial, Elementos de legislación social, yPatología social.

Las clases prácticas consistían en visi-tas a diversas instituciones, entre ellasla Casa de Niños Expósitos; la Mater-nidad del Hospital Rivadavia; el Insti-tuto de Medicina Experimental; el Hos-pital Tornú; el Instituto de Psicotecniay Orientación Profesional, o el Institu-to Bacteriológico del DepartamentoNacional de Higiene26 .

Como hemos adelantado, la Conferen-cia Nacional de Asistencia social de1933, constituyó otro momento signifi-cativo en este proceso deprofesionalización de la ayuda social, y

fue a la vez “punto de partida en eldesarrollo de políticas sociales, en elmarco de una redefinición de la inter-vención estatal en estos asuntos”27 . Elevento cobró vital relevancia en tantofue organizado por el Ministerio deRelaciones Exteriores y Culto de laNación, que convocó al encuentro a“todas las instituciones que realizaranobras de acción social”.

En sus actas y conclusiones se desta-ca la argumentación sobre la necesi-dad de una mayor intervención en elcampo social, y la enunciación del de-ber del Estado de asegurar la repro-ducción de la población.

Entre los temas presentados ante elComité ejecutivo para conformar lasmesas de trabajo, aparecían en primerlugar los relativos a los “modos de unirpara una acción común de obras conpropósitos semejantes” y “evitar la con-currencia de obras similares”, la “con-veniencia en crear una Oficina deCoordinación de la Asistencia socialque sirva de vínculo de unión entre to-das las obras”, la “clasificaciónsistematizada de las obras de asisten-cia”, y la “creación de un fichero cen-

 25 “Actividad de las secciones”, 1928; BMSA, XVI, no. 71 -72, pp.139-141, p. 140. El resto deiniciativas también fueron llevadas a cabo. En los años de fundación del Museo, un primer intento deconformación de una sección de Higiene social había sido encargado a Gregorio Aráoz Alfaro y CeciliaGrierson, pero ésta no logró consolidarse. Participaban desde aquella época en la institución AugustoBunge y Julio Iribarne, otros activos médicos higienistas atentos a la cuestión social. 26 “Memoria correspondiente a los ejercicios XVIII (1929-1930) y XIX (1930-1931) “, 1931; BMSA,Año XIX, no. 109-111, pp. 258-259. 27 KRMPOTIC, Claudia Sandra; 2002; “La Conferencia Nacional de Asistencia Social de 1933. Losdebates en torno al progreso, la pobreza y la intervención estatal”, Scripta Ethnologica, XXIV, no. 024,pp. 37-57, p. 37. Remitimos a este artículo para un estudio más detallado del encuentro.

Page 12: NTERVENCIÓN SOCIAL EN LA ARGENTINA DE LOS AÑOS 30: …El trabajo de Malena Becerra Solá ha sido realizado con financiación de un contrato predoctoral I3P-FSE en la EEHA-CSIC, y

���� �

�� �� ���� � �� �� ��� ���� ��� ��� �� ���� �� �� ��� � ��� �� ��� ��� !!"tral de Asistencia social”28 . Su men-ción nos permite ilustrar cómo estaConferencia convocó a la mayor diver-sidad de instituciones de asistencia bajola preocupación por la dispersión y des-articulación de las obras que se reali-zaban, y por la necesidad de hacer efi-ciente su rendimiento. En sus conclu-siones se expresa que la coordinacióny organización de las obras de Asis-tencia social era responsabilidad de lospoderes públicos, asignando al Estadolas tareas de fiscalizador, contralor yorganizador de las institucionesasistenciales.

Las problemáticas de salud -vincula-das a enfermedades infectocontagiosas,prevención, educación para la salud,enfermedades y cuidados de la infan-cia, entre otras- , fueron también ex-tensamente abordadas en las diferen-tes comisiones; y se proclamaron comoáreas de intervención social prioritariaspara el cumplimiento de los objetivosde normalización y armonización so-cial29 . Existía una especial preocupa-ción en el ámbito sanitario en relacióna las condiciones de vida de las clasestrabajadoras, y a los hábitos y costum-bres de estos sectores de la población,que traducía la necesidad de garanti-zar la fuerza de trabajo.

Asimismo se identifican secciones re-ferentes a la mujer obrera, a sus con-diciones de trabajo y educación sanita-ria, y a las normas de higiene familiar yde la vivienda, confirmando una vezmás la función de la mujer como trans-misora de valores y hábitos al interiorde las familias.

La formación de personal especializa-do para el trabajo en el ámbito socialfue otro de los ejes de discusión pre-sente en la Conferencia. En las con-clusiones se reclamaba que se recono-ciese oficialmente, se controlase y sub-vencionase a la Escuela de ServicioSocial del Museo Social Argentino,mientras el Estado no crease una pro-pia30 . Puede resultar ocioso aclarar quedichas conclusiones fueron redactadasen el seno de comisiones de trabajo in-tegradas en gran parte por los funda-dores y directivos de la Escuela ymiembros de la sección de Higiene so-cial del Museo. Efectivamente, fue lasección coordinada por Julio Iribarne yMercedes Rodríguez la que lanzó lla-mamientos encendidos demandandoademás del reconocimiento de la Es-cuela, la creación del diploma de Esta-do de “Asistencia social” y de“Superintendencia de industria” parasus egresados; y la fundación dentro

 28 Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto; 1934 Primera Conferencia Nacional de AsistenciaSocial: Actas y Conclusiones. Vol. II, Buenos Aires, Kraft, p. 11. 29 Citamos algunos títulos de las mesas de trabajo a modo de ilustración: “Asistencia al desocupado conauxilio oficial”, “Reeducación práctica del liberado”,“ Plan de asistencia a la madre del recién nacido”,“Tratamiento sanitario y asistencia social de la lepra”, “Profilaxis del alcoholismo y toxicomanía”,“Colonias de vacaciones, campamentos veraniegos y comedores infantiles”, etc. 30 Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto; 1934; Primera Conferencia Nacional de AsistenciaSocial: Actas y Conclusiones. Vol. II, Buenos Aires, Kraft: 50.

Page 13: NTERVENCIÓN SOCIAL EN LA ARGENTINA DE LOS AÑOS 30: …El trabajo de Malena Becerra Solá ha sido realizado con financiación de un contrato predoctoral I3P-FSE en la EEHA-CSIC, y

���� �

�� �� ���� �� � ���� ���� ��� ���� �� ����� �� ���� ������ ������ ��� ��� � !del Ministerio de Justicia e InstrucciónPública, de una sección deSuperintendencia de Escuelas de Ser-vicio Social31 .

En la misma dirección, en 1935 la Aso-ciación de Asistentes Sociales solicitóal Museo Social su intervención anteel Consejo Nacional de Educación parael reconocimiento del título de la Es-cuela de Servicio Social, gestionandoel instituto la oficialización de sus cur-sos ante el Congreso de la Nación 32 .

Es interesante resaltar cómo la partici-pación de los higienistas en la Confe-rencia Nacional, o en el Museo SocialArgentino, permite ubicarlos como unsector organizado que desde diferen-tes espacios, pugnaba por el reconoci-miento del discurso y obras que veníanrealizando.

Con la mirada puesta de un lado en laevolución que había experimentado laEpidemiología y el estudio de enferme-dades infecciosas (e intentando que laMedicina social siguiera el mismo ca-mino), y del otro en los modelosasistenciales de “los países del norte”,elaboraron un discurso de la Asisten-cia social, que se fue imponiendo a partirde los años ‘30. Este nuevo modelorequería de personal que pudiera cum-plir eficientemente los objetivos de losprogramas y políticas sociales que deél se derivaban; una profesión que pu-

diera entender y actuar sobre las ma-nifestaciones de la cuestión socialaparecía entonces como necesidadimperante.

Los nuevos profesionales del Ser-vicio social

Esta lógica asistencial que aparecíacomo un nuevo modo de intervenciónfue configurando una mirada sobre elpersonal de la Asistencia social quedebía ser formado, a fin de garantizarla perseguida eficiencia y cientificidadde la acción social.

En un prospecto dedicado a promocio-nar la Escuela de Servicio Social, lee-mos: “el Servicio social es una cienciapero también es un arte: para ejercerlose necesita espíritu social, mezcla deabnegación, de sacrificio, de amor alprójimo, de entusiasmo por la obra querealiza, de bondad hacia el que sufre,todo ello realzado por la simpatía quese irradie y por la confianza que se ins-pira. El asistente social debe tener feen la obra que realiza”33 .

Es así que al mismo asistente que sepretendía formar para intervenir cientí-ficamente, se le suponían unas cualida-des espirituales específicas, que eran jus-tamente las que caracterizaban el tipode beneficencia que se quería suplan-tar; y que por otro lado, se asociaban di-rectamente con un universo femenino.

 31 Ibíd., p. 22. 32 “Crónica”, 1935; BMSA, XXII, no. 151-152, pp. 59-60. 33 “Escuela de Servicio Social del Museo Social Argentino”, 1933; BMSA, XXI, no. 137-138, p. 326.

Page 14: NTERVENCIÓN SOCIAL EN LA ARGENTINA DE LOS AÑOS 30: …El trabajo de Malena Becerra Solá ha sido realizado con financiación de un contrato predoctoral I3P-FSE en la EEHA-CSIC, y

���� �

�� �� ���� � �� �� ��� ���� ��� ��� �� ���� �� �� ��� � ��� �� ��� ��� !!"Como bien ha señalado Nari, más quesupuestas habilidades innatas de lasmujeres se trataba de una cualificaciónno reconocida como tal, aprendida enla socialización diferencial de género yque resultaba en un menor costo de lamano de obra femenina34 .

Este nuevo modelo de asistencia en-contró discrepancias referidas a losmás variados aspectos -relación conel Estado, formación del personal delas obras, financiación, organización ycoordinación de las instituciones-, ymotivadas por intereses de diversanaturaleza -técnicos, profesionales,económicos-, pero “para todos estabaclaro que quienes debían velar por elfuncionamiento cotidiano del sistema,por su supervisión, su desarrollo y re-producción, eran las mujeres”35 .

Cabe destacar sin embargo, que no seconsideraba a todas las mujeres de lasociedad: las diferenciaciones de claseaparecen en las construcciones de lo

femenino. Este tipo de empleo y de par-ticipación social constituyó un modelofemenino promocionado y en expansión,que se confrontaba al de la mujer obre-ra. Las mujeres en general (fundamen-talmente en su papel de madres), y lasasistentes sociales y demás practican-tes de la asistencia en particular, ex-cluidas de lo “político”36 y de otros es-pacios públicos, parecían deber asumirla reproducción no sólo biológica sinotambién social e ideológica de la socie-dad, el disciplinamiento de la fuerza detrabajo, y la armonización de las con-tradicciones de las relaciones sociales.Por otra parte, es importante agregarque la Asistencia social como ocupa-ción siguió vinculada a un sentido vo-cacional, al que luego –y de acuerdo alos preceptos de esta nueva lógica -,era preciso agregar una preparacióntécnico-científica37 .

Resulta interesante analizar cómo sepensaba la formación de las nuevasprofesionales en relación a los espa-

 34 NARI, Marcela María Alejandra; 2004; Políticas de maternidad y maternalismo político: Bue-nos Aires (1890-1949). Buenos Aires, Biblos, p. 285. En nota al pie. 35 CIAFARDO, Eduardo O.; 1990; “Las damas de beneficencia y la participación social de la mujer en laciudad de Buenos Aires, 1880-1920”, Anuario del IEHS, V, pp. 161-169, p. 162. Recientemente,Sandra Krmpotic ha puesto al descubierto que en sus formas más antiguas, la ayuda social en Argentina noestuvo en manos de mujeres. La emergencia de lo femenino se dio en un contexto y con un sentidoparticular, durante el proceso de modernización y secularización de la ayuda social, que fue coincidentecon la descolonización de Hispanoamérica. Nuestra afirmación es válida sin embargo para los períodosque abarcamos en nuestro estudio. KRMPOTIC, Claudia Sandra; 2001; “La performance de las mujeres enlas primeras formas públicas de protección social”, Scripta Ethnológica, XXIII, pp. 179-200. 36 Utilizamos el término “político” en un sentido convencional, sin descartar bajo ningún punto de vistala posibilidad de hacer política desde múltiples espacios y bajo diversas formas. 37 Como ha señalado Di Liscia, aún a mediados de los ’40, esta preocupación por la formación profesio-nal no tiene una correlación directa con las mujeres que se desempeñaban realmente en la asistencia, quepodían ser tanto visitadoras o asistentes sociales como maestras o “bien simples señoritas sin estudiosconcretos pero con vocación”. DI LISCIA, María Silvia; 2002; “Hijos sanos y legítimos: sobre matrimo-nio y asistencia social en Argentina (1935-1948)”, História, Ciências, Saúde - Manguinhos, 9(suplemento), pp. 209-232, p. 213.

Page 15: NTERVENCIÓN SOCIAL EN LA ARGENTINA DE LOS AÑOS 30: …El trabajo de Malena Becerra Solá ha sido realizado con financiación de un contrato predoctoral I3P-FSE en la EEHA-CSIC, y

���� �

�� �� ���� � �� �� ��� ���� ��� ��� �� ���� �� �� ��� � ��� �� ��� ��� !!"cios y formas de participación real delas mujeres dentro de la división socialdel trabajo.

La inserción laboral de las mujeresmantenía en muchas ocasiones el sen-tido voluntario, lo que permitía poneren funcionamiento un conjunto de ins-tituciones sin mayores costes econó-micos, históricamente en las institucio-nes religiosas y benéficas las damastrabajaban gratuitamente.

Con el nuevo modelo, aunque cambian-do algunos preceptos, las nociones delo vocacional, la abnegación y lo ma-ternal, persistían como cualidades va-loradas positivamente; y esto haciaposible sostener que quienes realizaranpracticas de asistencia, tuvieran forma-ción o no, lo hicieran sin percibir remu-neración económica38 . En un año tanavanzado como 1937, la misma presi-dente del Centro de visitadoras de hi-giene social, Yolanda Rossi, decía: “elServicio social es toda obra humana ten-diente al bien, hecho con el propósitodel bien mismo sin esperar de ella unlucro ni honor ni beneficio, (...) sin es-perar nada para sí, teniendo por únicarecompensa el goce del alma al sentirque se ha podido ser bueno”39 .

José Netto relaciona la subalternidadsocial de las mujeres, con lasubalternidad técnica a la que se des-tinaba su fuerza de trabajo, que per-manecerá como trazo constitutivo dela profesión de asistente social. De estemodo se incorpora un nuevo elemento:el Servicio social -la ciencia- quedabarelegada a los médicos, abogados, eco-nomistas -hombres en su mayoría-;mientras las y los asistentes socialesse dedicaban al ejercicio más inmedia-to y de urgente necesidad social.

De hecho, en el profesorado de la Es-cuela de Servicio Social del MuseoSocial Argentino de los primeros años,solo encontramos mujeres en la asig-natura de Economía doméstica, aunqueprofesoras invitadas impartían clasespuntuales en otras materias40 . En ladécada del ’30, algunas mujeres tuvie-ron una participaron activa en el Mu-seo Social con la creación de la Es-cuela de Servicio Social, el Secreta-riado de Previsión e Higiene social, yalgo más tarde, la sección de Asisten-cia social. La primera tenía a ErnestinaVila como secretaria, el secretariadoestaba a cargo de la doctora Merce-des Rodríguez, y la sección de estu-

 38 En algunas fuentes, apreciamos que la contradicción que podía surgir entre la insistencia en laprofesionalización y la formación científica de los asistentes, y la gratuidad habitual en su desempeño, sesalvaba apelando a los períodos de prácticas de los estudiantes previstos en los planes de estudios. Ver porejemplo: IRIBARNE, Julio; 1928; “La próxima labor del Museo Social Argentino en materia de Higienesocial. Encuestas y conferencias. Campaña médico-social industrial. Escuela de Servicio Social”, BMSA,XVI, no. 71-72, pp. 99-106, p. 100. 39 Discurso pronunciado en un acto organizado por la Asociación de visitadoras de higiene social, enhomenaje al Dr. Saúl Bettinotti. Publicado en 1937; Revista Demophylaxia, 1, no. 2. 40 "Escuela de Servicio Social del Museo Social Argentino”, 1933; BMSA, XXI, no. 137-138: 312-313.“Escuela de Servicio Social”, 1936; BMSA, XXIV, no. 163-164, pp. 7-9.

Page 16: NTERVENCIÓN SOCIAL EN LA ARGENTINA DE LOS AÑOS 30: …El trabajo de Malena Becerra Solá ha sido realizado con financiación de un contrato predoctoral I3P-FSE en la EEHA-CSIC, y

���� �

�� �� ���� � �� �� ��� ���� ��� ��� �� ���� �� �� ��� � ��� �� ��� ��� !!"dios fue presidida por CidaneliaReynés.

Sin embargo, el papel que se les reser-vaba entonces era bien distinto al quehabía tenido en el origen del Museo, ungrupo de mujeres universitarias41 comovocales de su órgano director. En es-tos primeros años, Ernestina Lópezescribía en el Boletín sobre la necesi-dad de dar una nueva orientación a lafilantropía y organizar una formaciónespecífica para quienes se desempe-ñaran en las obras sociales42 . Peroestas primeras mujeres se retiraron delinstituto en 1916, en un momento derepliegue ideológico del mismo; el pro-yecto de 1930 no puede leerse enton-ces en clave de continuidad.

En relación al alumnado de las institu-ciones de formación, comprobamosque los cursos de la Escuela de servi-cio social del Museo estaban dirigidosa personas de ambos sexos, entre susegresados y egresadas en los primerosaños la mayoría son mujeres, pero tam-bién hay presencia masculina: encon-tramos 25 mujeres y 12 hombres en1931 (más 5 mujeres 1 hombre oyen-tes), y 17 mujeres y 5 hombres en193243 . En la primer entrega de diplo-mas de la Escuela Argentina de Asis-

tencia social dependiente del Patrona-to de recluidas liberadas, en cambio, seentregaron 39 diplomas, de los cuales38 fueron para mujeres44 .

En la revisión de las fuentes, encontra-mos que al hablar del alumnado de laEscuela de Servicio Social o de los asis-tentes sociales, se utiliza en general elmasculino genérico, aunque para algu-nas funciones predomina la referen-cia al género femenino. Las visitadorasde higiene –aquellas que entraban enlos hogares populares- eran siempremujeres, y los cursos de formación dic-tados en la Facultad de Medicina esta-ban reservados para ellas.

La Asistencia social fue constituyéndo-se así como auxiliar de otras profesio-nes (médicos, abogados) y con un ca-rácter predominantemente femenino,con una mirada de la femineidad aso-ciada tanto a la función maternal, cómoa la ocupación de determinados lugaresen la división social del trabajo45 .

Esta génesis vinculada a un rol auxiliary femenino, estuvo sujeta a interesesexternos: no fue producto de interesesde los propios grupos de visitadoras,asistentes o damas que venían realizan-do las prácticas de la asistencia social

 41 Entre ellas se cuentan Elvira Rawson de Dellepiane y Cecilia Gierson, las primeras médicas argentinas,Margarita Losson de Birabén o Elvira López. 42 LÓPEZ DE NELSON, Ernestina A.; 1914; “Nuevos ideales filantrópicos”, BMSA, II, no. 25-26, pp. 64-79 43 BMSA; 1932, XX, no. 124-126, p. 89.; BMSA; 1932, XX, no. 115-117, p. 343. 44 ALAYÓN, Norberto; 1992; Historia del Trabajo social en Argentina. Buenos Aires, EspacioEditorial. 45 Para un estudio del maternalismo social y político en este sentido, ver: NARI, Marcela María Alejan-dra; 2004; Políticas de maternidad y maternalismo político: Buenos Aires (1890-1949). BuenosAires, Biblos.

Page 17: NTERVENCIÓN SOCIAL EN LA ARGENTINA DE LOS AÑOS 30: …El trabajo de Malena Becerra Solá ha sido realizado con financiación de un contrato predoctoral I3P-FSE en la EEHA-CSIC, y

���� �

�� �� ���� �� � ���� ���� ��� ���� �� ����� �� ���� ������ ������ ��� ��� � !hasta el momento, y tampoco surgiócomo respuesta a demandas explícitasde los sectores de la población a losque iba dirigida su acción.

El movimiento higienista impulsó la fi-gura técnica del asistente social, y bus-có el reconocimiento de este profesio-nal y la delimitación de su jurisdicciónpor parte del Estado y la sociedad, sien-do éste un rasgo específico con el quenacieron los asistentes sociales.

Algunas reflexiones finales

Hemos visto como se fue constituyen-do una profesión –la de asistente so-cial- que permitió la puesta en acto deun conjunto de prácticas tendientes ala conservación del orden social; a tra-vés de las organización de una red deinstituciones que materializaba la polí-tica social del momento, la Asistenciasocial actuó en lo material y simbólicocomo legitimadora de este orden quedebía mantenerse.

A lo largo de nuestro trabajo destacamosalgunos aspectos transversales y arti-culados que se constituyen en marcasfundantes de la profesión: en primer lu-gar la dimensión vocacional de quienesdesarrollarían una práctica científica; ensegundo lugar, el carácter femenino desus atributos; en tercer lugar un rol auxi-liar e interventivo, como ejecutora de pro-gramas o acciones pensados por otros; ycomo último rasgo característico, el he-

cho de que la profesión es impulsada porotros grupos profesionales, externos a lapropia disciplina.

La posición con que nació la Asistenciasocial en relación a otras disciplinas den-tro del campo de las políticas sociales vin-culadas a la pobreza, fue la del lugar decontacto directo con la pobreza, un lugarde ejecución. Es una ubicación distinta ala de aquellos funcionarios e intelectua-les que definían los términos del debatepúblico y la planificación de las políticas,e implicó una génesis y trayectoria de laprofesión sujetas predominantemente aun hacer pensado por otros.

Asimismo, aún nutrida de saberes cien-tíficos, y una formación específica enmateria sanitaria, de economía, dere-cho, educación, etc; se esperaba dequienes ejercieran la profesión que tu-vieran vocación por las obras que rea-lizaban, sentimientos maternales, deabnegación o amor al prójimo. Estascualidades no sólo significaban la con-tinuidad de ciertos rasgos de las lógi-cas asistenciales que se pretendía re-emplazar, sino que permitían a su vezque las instituciones de asistencia de-sarrollaran sus obras con costes eco-nómicos reducidos.

Adoptamos la perspectiva de Johnsoncuando afirma que las profesiones sonuna forma institucionalizada de control deuna ocupación, y no una ocupación en simisma46 . En este sentido es que señala-

 46 JOHNSON, Terry; 1995; “Governmentality and the institutionalization of expertise” en JOHNSON,Terry, LARKIN, Gerry y SAKS, Mike (eds.): Health professions and the state in Europe. Londonand New York, Routledge, citado en GONZÁLEZ LEANDRI, Ricardo; 1999; Las Profesiones. Entre la

Page 18: NTERVENCIÓN SOCIAL EN LA ARGENTINA DE LOS AÑOS 30: …El trabajo de Malena Becerra Solá ha sido realizado con financiación de un contrato predoctoral I3P-FSE en la EEHA-CSIC, y

���� �

�� �� ���� � �� �� ��� ���� ��� ��� �� ���� �� �� ��� � ��� �� ��� ��� !!"mos como sello distintivo que en la cris-talización de las nuevas figuras profesio-nales de la asistencia, tuviera un peso sig-nificativo un proyecto construido en granmedida desde el exterior de quienes ve-nían practicando (y siguieron haciéndo-lo) la beneficencia. Fue prioritariamenteel movimiento higienista quien impulsó elcontrol de una nueva ocupación, la de laAsistencia social.

Como ocurre en otros casos, el procesode institucionalización de la asistenciasocial fue posterior al surgimiento delos espacios socio-ocupacionales quedemandaron este profesional. El Servi-cio social, se fue configurando comosaber y prácticas especializadas, y fueocupando espacios laborales ya existen-tes (algunos subsidiados desde el sec-tor público) aún antes de que el Estado,directa y activamente, fuera el planifi-cador, organizador y direccionador delas obras de Asistencia.

Para finalizar, queremos volver a la ideade la imbricación de los procesos de ela-boración de las primeras políticas socia-les, el desarrollo de la organización bu-rocrática del Estado y los procesos deprofesionalización; y en similar dirección,llamar la atención sobre los espacios enlos que se definieron las ideas y las prác-ticas profesionales e institucionales quealimentaron la génesis de estas políticaspúblicas, y de la Asistencia social comoparte de ellas.

Los médicos higienistas que hemos es-tudiados cumplían funciones socialesmúltiples; como funcionarios de la ad-ministración promovían la acción esta-tal en las áreas en que actuaban inte-lectual y profesionalmente y que bus-caban desarrollar; y era esta misma ac-tuación la que proveía los conocimien-tos técnicos para las iniciativas públi-cas en materia de intervención social.

Tener esto presente colabora en la com-prensión de un proceso por demás com-plejo, al igual que lo hace el entenderlos espacios desde los que se pensabala sociedad y en los que se producía elconocimiento social destinado a la in-tervención cómo espacios fronterizos,activos en las intersecciones entre elEstado, el mundo académico, el campointelectual y de los profesionales; el mis-mo Museo Social Argentino fue una ins-titución de naturaleza híbrida,reclamándose de iniciativa privada peroencaminada a orientar el sector públi-co, y fue allí donde se formaron los pri-meros asistentes sociales del país.

Resta, entre otras cosas, estudiarcómo fue (o no) apropiado yresignificado este discurso por lasmujeres que ejercían la Asistencia, yqué implicancias tuvo en sus formasde acción; qué otros discursos podríanderivarse de sus prácticas y las lógi-cas de intervención que subyacen aellas47 ; cómo se consolidó esta pro-

vocación y el interés corporativo. Fundamentos para su estudio histórico. Madrid, Catriel, pp.74 y ss. 47 Un trabajo en esta dirección, centrado en el territorio de La Pampa, es el que está realizando:RODRÍGUEZ, Ana María; 1997; “Ante las demandas sociales las mujeres responden. La beneficencia en

Page 19: NTERVENCIÓN SOCIAL EN LA ARGENTINA DE LOS AÑOS 30: …El trabajo de Malena Becerra Solá ha sido realizado con financiación de un contrato predoctoral I3P-FSE en la EEHA-CSIC, y

���� �

�� �� ���� � �� �� ��� ���� ��� ��� �� ���� �� �� ��� � ��� �� ��� ��� !!"fesión y sus profesionales, buscandoconstituirse (o no) en grupo productorde propios discursos, en relación conel Estado en su producción de estrate-

el territorio pampeano en la primera mitad del siglo XX” en DI LISCIA, María Herminia B. y MARISTANY,José (eds.): Mujeres y Estado en la Argentina. Educación, salud, beneficencia. Buenos Aires,Biblos; RODRÍGUEZ, Ana María; 2000; “De la filantropía a la ayuda social estatal: la Fundación EvaPerón” en VV.AA. (coord.): Mujeres, maternidad y peronismo. Santa Rosa, FEP.

gias de intervención tendientes al man-tenimiento y reproducción de las con-diciones de organización social