Novena Franciscana

8
NOVENA FRANCISCANA EL FRANCISCANISMO COMO PARADIGMA EL FRANCISCANISMO COMO PARADIGMA La cosmovisión tradicional del movimiento franciscano posee una serie de paradigmas que todavía hoy suenan como recién nacidos, capaces de desafiar la cultura de la muerte que parece vendedora. Paradigma radicalmente alternativo Supongo que los datos de la realidad son de una complejidad y polisemia infinita y que la complejidad del sujeto individual y colectivo que los gesta e interpreta no es menor. Por lo cual parto de tres presupuestos: La existencia de paradigmas diversificados y contradictorios en la tarea de escribir o de hacer el devenir. La necesidad de optar entre una serie de paradigmas, por más que no siempre estos sean contradictorios. La inevitabilidad de un "tomar partido hermenéutico". Ni en teoría ni en los hechos existen "paradigmas neutros". Toda clave de lectura, voluntariamente o a su pesar, son efecto y causa de cultura e ideología, y resienten necesariamente los conflictos que afectan al entorno. No se puede hacer una historia de las ideas, sin tener en cuenta que las ideas o bien asumen o bien contradicen la postura de los que tienen en sus manos el poder. El franciscanismo –para ser fiel a su identidad espiritual– tiene que ser ubicarse en confrontación clara y explícita contra los paradigmas neoliberales. Un ejemplo de los escritos de San Francisco es ilustrativo. En las dos redacciones de la Carta a los Custodios, encargados de llevar graves mensajes a los grandes de la tierra, Francisco previene con total clarividencia de la radical oposición entre la

description

Material para reflexionar sobre la espiritualidad Franciscana

Transcript of Novena Franciscana

NOVENA FRANCISCANAEL FRANCISCANISMO COMO PARADIGMAEL FRANCISCANISMO COMO PARADIGMA

La cosmovisin tradicional del movimiento franciscano posee una serie de paradigmas que todava hoy suenan como recin nacidos, capaces de desafiar la cultura de la muerte que parece vendedora. Paradigma radicalmente alternativo

Supongo que los datos de la realidad son de una complejidad y polisemia infinita y que la complejidad del sujeto individual y colectivo que los gesta e interpreta no es menor. Por lo cual parto de tres presupuestos:

La existencia de paradigmas diversificados y contradictorios en la tarea de escribir o de hacer el devenir.

La necesidad de optar entre una serie de paradigmas, por ms que no siempre estos sean contradictorios.

La inevitabilidad de un "tomar partido hermenutico".

Ni en teora ni en los hechos existen "paradigmas neutros". Toda clave de lectura, voluntariamente o a su pesar, son efecto y causa de cultura e ideologa, y resienten necesariamente los conflictos que afectan al entorno. No se puede hacer una historia de las ideas, sin tener en cuenta que las ideas o bien asumen o bien contradicen la postura de los que tienen en sus manos el poder. El franciscanismo para ser fiel a su identidad espiritual tiene que ser ubicarse en confrontacin clara y explcita contra los paradigmas neoliberales.

Un ejemplo de los escritos de San Francisco es ilustrativo.

En las dos redacciones de la Carta a los Custodios, encargados de llevar graves mensajes a los grandes de la tierra, Francisco previene con total clarividencia de la radical oposicin entre la clave hermenutica del mundo, tanto de los hombres en general, como inclusive de los mismos religiosos. Hay una mirada segn Dios que est en las anttesis del juicio comn:

"Salud en las nuevas seales de los cielos y de la tierra, que son grandes y excelentes ante Dios y que muchos religiosos y otros hombres las consideran insignificantes".

"Sabed que a los ojos de Dios hay algunas cosas muy altas y sublimes, que son consideradas entre los hombres como viles y bajas, y hay otras que son estimadas y respetables entre los hombres, pero por Dios son tenidas como vilsimas y despreciables." San Francisco nos sita en el centro del problema hermenutico. Los paradigmas de Dios son antitticos a los de muchos hombres, inclusive de muchos religiosos. Cuando opto por el franciscanismo como paradigma de la historia soy consciente de asumir un punto de partida polmico: me coloco desde el inicio en contradiccin con las estructuras de poder que han dominado la historia.Los paradigmas del Espritu contrarios a los del sistema

Para los paradigmas franciscanos sera impensable fundamentar en el derecho a la propiedad una sociedad realmente humana y humanizadora. El hombre como tal que ha sabido reconocer el rol que Dios le ha asignado en la tierra y en la historia, este hombre no tiene derecho a poseer. El hombre se define como hijo-hermano, no como padre-dueo, tanto de los otros hombres como de las cosas. Los franciscanos tendran que decir a los polticos que trabajan por instaurar un nuevo orden mundial, a los economistas que quieren imaginar una nueva economa a escala humana, a los ambientalistas que apuestan por mejorar la calidad de vida del hombre, a los preservacionistas que bregan por conservar las especies en extincin, especialmente la del ser humano, a los pastoralistas que quieren construir una iglesia ms evanglica... a todos ellos, el anuncio basilar, primero, fundante: comenzar por revisar a fondo la teora y el ejercicio de la propiedad y del poder. En una sociedad cimentada en paradigmas franciscanos el hombre no tiene derecho a poseer, a vender, a comprar, a usar, como si las cosas fueran realmente suyas. Si se quiere crear una nueva cultura de la vida en el planeta, refrmese el sistema de propiedad.

Para los dogmas neoliberales la democracia y el librrimo mercado son el nico futuro posible: los franciscanos tendran que anunciar que no se puede hablar de libertad, de participacin, de cogestin... de verdadera democracia, cuando la "tenencia de los bienes", culturales, materiales, espirituales, cuando todo el poder de decisin est en manos de muy pocos. El franciscano, cuando habla de libertad, de fraternidad, de gobierno popular, contemporneamente pone en relacin los temas de pobreza, poder, propiedad, desapropiacin, participacin.

Los franciscanos suean con una sociedad basada en paradigmas del Espritu, contrarios a los de la Carne. Si analizamos las fuentes primitivas, la familia semntica espritu santo, espiritual, espiritualmente, tiene casi idntica frecuencia de citas que la familia opuesta de carne, carnal, carnalmente. Podemos contar unas 200 citas significativas, muchas comunes.

Francisco comenz su vida obrando de acuerdo a los paradigmas de la carne, pero el espritu lo condujo a los opuestos del sistema: sali del siglo. Sus contemporneos piensan y obran de acuerdo al instinto animal, a la inteligencia carnal.

La cristiandad por entero, con papa a su cabeza, est en guerra santa contra los enemigos de Dios y del Imperio. Francisco y los suyos se mueven con otros paradigmas y se proponen ir a convivir con los enemigos, comportndose entre ellos espiritualmente, no promoviendo disputas y controversias y trabajando como peones al servicio del infiel, como cristianos con paradigmas alternativos.

El sistema de valores medieval se basa en la gloria de Dios Emperador del Universo que se revela en el esplendor de la iglesia y especialmente en el de sus ministros: Para San Francisco todo eso es carne, opuesto al espritu, y como carne mata, es muerte. Los hermanos que quieran vivir en el Espritu de Dios que da vida, debern obrar con paradigmas contrarios los del sistema dominante.

Francisco como hombre que tiene el espritu de Dios propone a los suyos un nuevo paradigma que proviene del Espritu: frente a un sistema que persigue disidentes, herejes o infieles, Francisco propone: todo aquel que venga a ellos, amigo o adversario, ladrn o bandido, sea acogido benignamente. Gratuidad vs mercado

Quiz lo ms antittico al neoliberalismo mercantilista lo encontremos en la capacidad franciscana de vivir en la alegra gratuita del Espritu. La palabra alegra aparece la palabra unas 248 veces en Escritos y Biografas. El fuego del Espritu imprime una visin apasionada de la vida. En las antpodas de los valores del mercado la gratuidad alegre del vivir enamorado produce esa embriaguez de alegra solidaria que solos los pobres y excluidos pueden experimentar.

Los hermanos, cuando volvan a verse, rebosaban de tanta jovialidad y jbilo espiritual, que para nada se acordaban de las adversidades y pobreza extrema que padecan. La carne, con otros paradigmas, ofrece otras alegras, falsas. La alegra del espritu es aquella sabe que: No ha de ser por siempre fallida la esperanza del pobre. La alegra verdadera es la alegra de los pobres: Lo vern los pobres, y se alegrarn.

En el dictado al Hermano Len sobre La Verdadera Alegra, Francisco sienta las bases de una cultura de la felicidad, en las antpodas de la ideologa dominante. Vale la pena detenerse ante el texto.

Cierto da, el bienaventurado Francisco, estando en Santa Mara, llam al hermano Len y le dijo: - Hermano Len, escribe. Este le respondi: - Ya estoy listo.

- Escribe -le dijo- cul es la verdadera alegra: Llega un mensajero y dice que todos los maestros de Pars han venido a la Orden. Escribe: "No es verdadera Alegra".

Escribe tambin que han venido a la Orden todos los prelados ultramontanos, arzobispos y obispos; que tambin el rey de Francia y el rey de Inglaterra. Escribe: "No es verdadera Alegra".

Igualmente, que mis hermanos han ido a los infieles y han convertido a todos ellos a la fe. Adems, que he recibido yo de Dios una gracia tan grande, que curo enfermos y hago muchos milagros. Te digo que en todas estas cosas no est la verdadera alegra.La falsa alegra sera la producida por la posesin de toda la ciencia, todo el poder civil, militar y eclesial, y ms an por la capacidad de eliminar los procesos lentos de la historia hasta poder acabar en un santiamn con los enemigos de la fe y la eliminacin milagrosa del mal del mundo.

Te digo: si he tenido paciencia y no he perdido la calma en esto est la verdadera alegra, y tambin la verdadera virtud y el bien del alma.La verdadera alegra supone la capacidad de recorrer de nuevo el camino -de Perusa donde comienza la conversin hasta la Porcincula donde termina el proceso de fundacin del movimiento-, e inclusive en la horas oscuras de la vida, embarrado, helado y aterido, cuando uno es rechazado por una fraternidad que se convirti en monasterio - no es hora decente para andar de camino, que lo acusa de hereje -T eres un simple y un paleto- y que ya no lo necesita... Hasta el punto de tener que volver al lugar de los crucferos -un leprosario- a comenzar todo de nuevo.

La alegra falsa se gozara en el uso del poder, de la fuerza, del nmero. Segn los paradigmas de la carne Francisco tendra que haber actuado con autoridad y expulsado los rebeldes que rechazan al lder y fundador inspirado por el mismo Dios. La verdadera alegra est en la no violencia, en la paciencia, la paz...: si he tenido paciencia y no he perdido la calma en esto est la verdadera alegra, y tambin la verdadera virtud y el bien del alma.En la Amonestacin 5 Francisco sistematiza este paradigma en clave cristolgica. El hombre ha sido constituido por el Seor Dios grande excelencia, dado que ha sido creado y formado a imagen de su querido Hijo segn el cuerpo y a su semejanza segn el espritu. En la misma lnea del dictado de la Verdadera Alegra, Francisco no sita el paradigma de imagen y semejanza divina en la posesin de la ciencia suprema, en la capacidad de interpretar toda clase de lenguas, y ni siquiera en la mstica o la teologa. Todo esto es propio del demonio, que es especialista en las cosas celestiales, y terrenas y sabe de ellas ms que el ms sabio de todos los hombres. Tampoco la imagen y semejanza se reproduce en los ms hermosos y ricos, en los hacedores de milagros, y expulsadores de todos los demonios que aterrorizan a la humanidad.

La imagen y semejanza la poseen los crucificados, los enfermos, los dbiles que llevan el estandarte de la nueva cruzada que renuncia a los paradigmas de la ideologa feudal dominante basados en el poder, la nobleza, la ciencia, la ortodoxia... la guerra.

El paradigma del franciscano no es pragmtico sino utpico, no busca la competitividad sino el servicio, vive alegre en la ms pura y radical gratuidad del Espritu que incluye en la fiesta de la vida a todos los excluidos, a todos los fracasados, a todos los que no pudieron volverse competitivos para tener xito en la ley de la oferta y la demanda.Cultura de la Vida vs. cultura de la muerte

Para Francisco las creaturas no son objeto de compra y venta, sino compaeros en el gran culto de la creacin a Dios. Abrasado por el fuego divino no poda ocultar al exterior el ardor de su espritu, ebrio de espritu, impone un modo apasionado de amar la vida, toda vida:

Su espritu de caridad se derramaba en piadoso afecto, no slo sobre hombres que sufran necesidad, sino tambin sobre los mudos y brutos animales, reptiles, aves y dems criaturas sensibles e insensibles. Tambin arda en vehemente amor por los gusanillos, porque haba ledo que se dijo del Salvador: Yo soy gusano y no hombre. y por esto los recoga del camino y los colocaba en lugar seguro para que no los escrachasen con sus pies los transentes. Y qu decir de las otras criaturas inferiores, cuando haca que a las abejas les sirvieran miel o el mejor vino en el invierno para que no perecieran por la inclemencia del fro? Deshacase en alabanzas, a gloria del Seor, ponderando su laboriosidad, y la excelencia de su ingenio; tanto que a veces se pasaba todo un da en la alabanza de estas y de las dems criaturas.

Hay varios hechos curiosos que nos imponen de la cultura de la vida del movimiento franciscano. Los bigrafos cuentan que el mismo Francisco que maldijo a una cerda que mat sin necesidad de comer, lucha por la paz en una sociedad que viva en estado de guerra permanente. En escritos y biografas la palabra Paz aparece unas 130 veces y se cimenta en la renuncia total a la propiedad:

Cuando los hermanos van por el mundo, nada lleven para el camino: ni bolsa, ni alforja, ni pan, ni pecunia, ni bastn (cf. Lc 9,3; 10,4; Mt 10,10). Y en toda casa en que entren digan primero. Paz a esta casa. Y, permaneciendo en la misma casa, coman y beban lo que haya en ella (cf. Lc 10,5.7). No resistan al mal, sino a quien les pegue en una mejilla, vulvanle tambin la otra (cf. Mt 5,39). Y a quien les quita la capa, no le impidan que se lleve tambin la tnica. Den a todo el que les pida; y a quien les quita sus cosas, no se las reclamen (cf. Lc 6,29 - 30).

Contra la iglesia-sociedad de su tiempo, Francisco prohibe litigar con los herejes: los hermanos que van por el mundo , no litiguen ni contiendan de palabra (cf. 2Tim 2,14) ni juzguen a otros; sino sean apacibles, pacficos y mesurados, mansos y humildes. En toda casa en que entren digan primero: Paz a esta casa (cf. Lc 10,5). Y les est permitido, segn el santo Evangelio, comer de todos los manjares que se les sirven (cf. Lc 10,8).

El movimiento franciscanos se enfrento a muchos que rechazaban la Paz y la salvacin. No logr el nacimiento de una nueva sociedad fundada en otros paradigmas, pero, con la ayuda de Dios, muchos abrazaron la Paz de todo corazn y se convirtieron en hijos de la Paz.

Esta pacificacin supera el mbito humano y alcanza a todas las creaturas, que tienen que ser respetadas y reverenciadas.

Igualmente, deca al hermano encargado de cultivar el huerto que no destinase toda la tierra para hortalizas comestibles, sino que dejara un trozo de tierra para plantas frondosas, que a su tiempo produjera flores para los hermanos, por amor de quien se llama Flor del campo y lirio de los valles. Deca incluso que el hermano hortelano debera cultivar en algn rincn de la huerta un bonito jardincillo donde poner y plantar toda clase de hierbas olorosas y de plantas que produzcan hermosas flores, para que a su tiempo inviten a cuantos las vean a alabar a Dios. Pues toda creatura pregona y clama: "Dios me ha hecho por ti, oh hombre!".4.- CONCLUSIN

A pesar de que el franciscanismo se ha cargado a los largo de los siglos de una pesada institucionalidad, puede ser definido como un modo de existir, una manera de ser en el mundo, dotada de una escala de valores, un modelo de relacin, una estructuracin de la convivencia social, un modo de pensar, una manera de hacer.

No me conformo con el pragmatismo conformista que invade todos los ambientes del movimiento franciscano a fin del milenio. Creo en la capacidad de resistencia de los paradigmas inspirados por el Espritu a Francisco de Ass. Estoy convencido de la victoria final de la libertad, de la gratuidad, de la renuncia a la propiedad. Tengo la obligacin de seguir soando con un mundo pobre y fraterno... y feliz.