Pero Jesús, volviéndose a ellas, dijo: Hijas de Jerusalem, no lloréis por mí, llorad por vosotras mismas y por vuestros hijos;

Llega una mujer de Samaria a sacar agua, y Jesús le dice: Dame de beber.

Joh 4:8 (Pues sus discípulos habían ido a la ciudad para comprar alimentos.)

Joh 4:9 Le dice entonces la mujer samaritana: ¿Cómo tú, siendo judío, me pides de beber a mí, que soy una mujer samaritana? (Porque judíos y samaritanos no comparten).

Joh 4:10 Respondió Jesús, y le dijo: Si conocieras el don de Dios, y quién es el que te dice: Dame de beber, tú le pedirías, y Él te daría agua viva.

Joh 4:11 Le dice: Señor, ni vasija tienes, y el pozo es hondo. ¿De dónde pues, tienes el agua viva?

Joh 4:12 ¿Eres tú acaso mayor que nuestro padre Jacob que nos dio el pozo, del cual bebió él, y sus hijos, y sus ganados?

Joh 4:13 Respondió Jesús y le dijo: Todo el que bebe de esta agua volverá a tener sed,

Joh 4:14 pero el que beba del agua que Yo le daré, no tendrá sed jamás, sino que el agua que Yo le daré se hará en él una fuente de agua que brota para vida eterna.

Joh 4:15 Le dice la mujer: Señor, dame esa agua, para que no tenga sed ni venga aquí a sacar.

Joh 4:16 Le dice: Vé, llama a tu marido y regresa acá.

Joh 4:17 Respondió la mujer, y dijo: No tengo marido. Jesús le dice: Bien dijiste: No tengo marido,

Joh 4:18 porque cinco maridos tuviste, y el que ahora tienes no es tu marido. En esto has dicho verdad.

Joh 4:19 Le dice la mujer: Señor, estoy viendo que tú eres profeta.

Joh 4:20 Nuestros padres adoraron

en este monte, y vosotros decís que en Jerusalem está el lugar donde se debe adorar.

Joh 4:21 Jesús le dice: Mujer, créeme que viene una hora cuando ni en este monte ni en Jerusalem adoraréis al Padre.

Joh 4:22 Vosotros adoráis lo que no sabéis; nosotros adoramos lo que sabemos, porque la salvación viene de los judíos.

Joh 4:23 Pero viene una hora, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y verdad, porque también el Padre busca a tales que lo adoren.

Joh 4:24 Dios es espíritu; y los que adoran, deben adorar en espíritu y verdad.

A los hambrientos colmó de bienes, Y envió vacíos a los que se enriquecen.

Joh 4:10 Respondió Jesús, y le dijo: Si conocieras el don de Dios, y quién es el que te dice: Dame de beber, tú le pedirías, y Él te daría agua viva.

Joh 4:11 Le dice: Señor, ni vasija tienes, y el pozo es hondo. ¿De dónde pues, tienes el agua viva?

Joh 4:12 ¿Eres tú acaso mayor que nuestro padre Jacob que nos dio el pozo, del cual bebió él, y sus hijos, y sus ganados?

Joh 4:13 Respondió Jesús y le dijo: Todo el que bebe de esta agua volverá a tener sed,

Joh 4:14 pero el que beba del agua que Yo le daré, no tendrá sed jamás, sino que el agua que Yo le daré se hará en él una fuente de agua que brota para vida eterna.

Joh 4:15 Le dice la mujer: Señor, dame esa agua, para que no tenga sed ni venga aquí a sacar.

Joh 4:18 porque cinco maridos tuviste, y el que ahora tienes no es tu marido. En esto has dicho verdad.

Joh 3:20 Porque todo el que practica lo malo, aborrece la luz, y no viene a la luz, para que sus obras no sean expuestas.

Joh 4:22 Vosotros adoráis lo que no sabéis; nosotros adoramos lo que sabemos, porque la salvación viene de los judíos.

Joh 4:23 Pero viene una hora, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y verdad, porque también el Padre busca a tales que lo adoren.

Joh 4:24 Dios es espíritu; y los que adoran, deben adorar en espíritu y verdad.

Rev 22:17 Y el Espíritu y la Esposa dicen: ¡Ven! Y el que oye, diga: ¡Ven! Y el que tenga sed, venga, y el que quiera, tome gratuitamente del agua de la vida.