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número 7. IV época. marzo de 2003 secretaría confederal de la mujer T rabajadora informe / Decidirse a participar, participando para decidir Entrevista con Adela Cortina, experta en ética Mujeres de la mar gallega

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número 7. IV época. marzo de 2003 secretaría confederal de la mujer

Trabajadora

informe / Decidirse a participar, participando para decidirEntrevista con Adela Cortina, experta en ética

Mujeres de la mar gallega

SUBVENCIONADA POR EL

MINISTERIO DE TRABAJO Y ASUNTOS SOCIALES

TrabajadoraSECRETARÍA CONFEDERAL DE LA MUJER DE CC.OO.

http://www.ccoo.es/sindicato/mujer.html

e-mail: [email protected]

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página 21/ CIBERFEMINISTAS

Hombres por la Igualdad, de Belén Morales.

página 22/ POR EL MUNDO

El género del sindicalismoeuropeo, de Susana Brunel.

Con las iraquíes. Paremos la guerra.

página 24/ INVESTIGACIÓN

Los límites de las científicas, de Alicia Durán.

página 26/ SOCIEDAD

De capacidades y discapacidades,

de C.B.

página 28/ GUÍA PARA NO PERDERSE

La deuda de Eva, Paloma Navares,Ginesa Ortega y Mónica ValencianoColaboraciones de Amaia Otaegui, Enrique Arce,Olga Ruiz de León y Estefanía Morante.

página 30/ SALUD

El tiempo de las mujeres,

de Tere Mollà.

página 31/ UN SINDICATO DE HOMBRES Y MUJERES

Preguntas a Cecilia Sanz.

sumarioTrabajadora número 7. marzo de 2003. IV Época

EditaSecretaría Confederal

de la Mujer de CC.OO.

Dirección Postalc. Fernández de la Hoz, nº 12, 3ª planta

28010 Madrid

Tfno: 917 028 095

Fax: 913 104 804

Correo electrónico: [email protected]

Página web:www.ccoo.es/sindicato/mujer.html

Dep. legal: M-41.009-1988

DirecciónSusana Brunel

Realización y coordinaciónCarmen Briz

Consejo de redacciónGema Torres, Paz Perdiguer,

Puri García, Carmen Briz, Esmeralda Sanz, Rita Moreno

y Susana Brunel.

Colaboradoras y colaboradores en este número Pilar Escario, Goyi Cebrián,

Pilar Muñoz, Josefa Pérez Grueso,Belén Morales, Alicia Durán,

Amaia Otaegui, Enrique Arce,Olga Ruiz de León, Estefanía Morante

y Tere Mollà.

Tirada30.000 ejemplares

Diseño y fotomecánicaIO centro de diseño y animática

ImprimeAltamira

DistribuciónMarisa Jubrías

IMPRESO EN PAPEL RECICLADO

2 / Trabajadora / número 7. marzo de 2003

página 6/ POR AQUÍ

De cuadernos y coloquios

página 8/ REPORTAJE

Mujeres de la mar gallega, de C. B.

página 10/ ENTREVISTA

Entrevista a Adela Cortina, experta en

ética, de Carmen Briz.

página 13/ LOS MEJORES AÑOS DE NUESTRA VIDA

Radiografía de las jóvenesespañolas, de Pilar Escario.

página 14/ PUBLICACIONES Y LIBROS

Colaboraciones de Goyi Cebrián, Pilar Muñoz y Josefa

Pérez Grueso.

página 15/ INFORME

Decidirse a participar, participando para decidir (y II), de Carmen Briz.

El cartel para el 8 de Marzo de 2003, editado por la SecretaríaConfederal de la Mujer de Comisiones Obreras, y diseñado porEnrique Arce, alude a la importancia de participar y de decidir

dentro de los sindicatos, pero también, y por extensión, al interéspor participar en todos los órdenes de la vida que nos afectan. Y

un deseo: para todas, ¡feliz 8 de marzo!

Puedes leer este número y todos losanteriores de Trabajadoraen la siguiente dirección:

http://www.ccoo.es/sindicato/mujer.html

Si deseas recibir la revista por correoelectrónico, envíanos tu dirección a:

[email protected] (es formato pdf y ocupa alrededor de 2 MB)

8 de marzo día internacional

de la mujer

número 7. marzo de 2003 / Trabajadora / 3

Uqui Cebra, además de gallega, es ilustradora y diseñadora gráfica y trabaja para ins-tituciones, asociaciones y empresas. Ilustró el libro infantil Glups!! (de Edicións Xerais),y es colaboradora la revista feminista gallega Andaina. Dice de sí misma: “Doy toda la guerra que puedo y me dejan”.Ha participado en diversas exposiciones individuales y colectivas. Actualmente enZaragoza dentro de la exposición colectiva de diseñadores-artistas titulada arte=dise-ño=arte, junto a Maeda, Why not Associates, David Carson; y, prepara para el 8 deMarzo el proyecto teórico visual Corpos de producción, un encuentro-seminario entreartistas, filósofas, teóricas de arte y viandantes que lanza miradas críticas y feministas alos anuncios publicitarios de las calles de Santiago.Si te gustó su obra y deseas contactar con ella puedes hacerlo a través de su página web:http://www.uquicebra.com.

Del proyecto Efecto retardado (2003).

Sin título (2002).

Se puede visitar la exposición virtual de cartelesComisiones Obreras y el 8 de Marzo, realizada gracias altrabajo de conservación y catalogación de la Fundación 1ºde Mayo y a su Archivo de Historia del Trabajo. Esta es la dirección:http://www.ccoo.es/sindicato/exposicion/exposicion.htmA la izquierda reproducción de uno de los primeroscarteles de la colección. Lo editó la Secretaría de la

Mujer de la Unión Sindical de Madrid Región en el año 1989. El lema: 8 demarzo. Día de la mujer trabajadora: Exprésate. Tu trabajo, tu maternidad, tuvida como tú la quieres.

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página 21/ CIBERFEMINISTAS

Hombres por la Igualdad, de Belén Morales.

página 22/ POR EL MUNDO

El género del sindicalismoeuropeo, de Susana Brunel.

Con las iraquíes. Paremos la guerra.

página 24/ INVESTIGACIÓN

Los límites de las científicas, de Alicia Durán.

página 26/ SOCIEDAD

De capacidades y discapacidades,

de C.B.

página 28/ GUÍA PARA NO PERDERSE

La deuda de Eva, Paloma Navares,Ginesa Ortega y Mónica ValencianoColaboraciones de Amaia Otaegui, Enrique Arce,Olga Ruiz de León y Estefanía Morante.

página 30/ SALUD

El tiempo de las mujeres,

de Tere Mollà.

página 31/ UN SINDICATO DE HOMBRES Y MUJERES

Preguntas a Cecilia Sanz.

sumarioTrabajadora número 7. marzo de 2003. IV Época

EditaSecretaría Confederal

de la Mujer de CC.OO.

Dirección Postalc. Fernández de la Hoz, nº 12, 3ª planta

28010 Madrid

Tfno: 917 028 095

Fax: 913 104 804

Correo electrónico: [email protected]

Página web:www.ccoo.es/sindicato/mujer.html

Dep. legal: M-41.009-1988

DirecciónSusana Brunel

Realización y coordinaciónCarmen Briz

Consejo de redacciónGema Torres, Paz Perdiguer,

Puri García, Carmen Briz, Esmeralda Sanz, Rita Moreno

y Susana Brunel.

Colaboradoras y colaboradores en este número Pilar Escario, Goyi Cebrián,

Pilar Muñoz, Josefa Pérez Grueso,Belén Morales, Alicia Durán,

Amaia Otaegui, Enrique Arce,Olga Ruiz de León, Estefanía Morante

y Tere Mollà.

Tirada30.000 ejemplares

Diseño y fotomecánicaIO centro de diseño y animática

ImprimeAltamira

DistribuciónMarisa Jubrías

IMPRESO EN PAPEL RECICLADO

2 / Trabajadora / número 7. marzo de 2003

página 6/ POR AQUÍ

De cuadernos y coloquios

página 8/ REPORTAJE

Mujeres de la mar gallega, de C. B.

página 10/ ENTREVISTA

Entrevista a Adela Cortina, experta en

ética, de Carmen Briz.

página 13/ LOS MEJORES AÑOS DE NUESTRA VIDA

Radiografía de las jóvenesespañolas, de Pilar Escario.

página 14/ PUBLICACIONES Y LIBROS

Colaboraciones de Goyi Cebrián, Pilar Muñoz y Josefa

Pérez Grueso.

página 15/ INFORME

Decidirse a participar, participando para decidir (y II), de Carmen Briz.

El cartel para el 8 de Marzo de 2003, editado por la SecretaríaConfederal de la Mujer de Comisiones Obreras, y diseñado porEnrique Arce, alude a la importancia de participar y de decidir

dentro de los sindicatos, pero también, y por extensión, al interéspor participar en todos los órdenes de la vida que nos afectan. Y

un deseo: para todas, ¡feliz 8 de marzo!

Puedes leer este número y todos losanteriores de Trabajadoraen la siguiente dirección:

http://www.ccoo.es/sindicato/mujer.html

Si deseas recibir la revista por correoelectrónico, envíanos tu dirección a:

[email protected] (es formato pdf y ocupa alrededor de 2 MB)

8 de marzo día internacional

de la mujer

número 7. marzo de 2003 / Trabajadora / 3

Uqui Cebra, además de gallega, es ilustradora y diseñadora gráfica y trabaja para ins-tituciones, asociaciones y empresas. Ilustró el libro infantil Glups!! (de Edicións Xerais),y es colaboradora la revista feminista gallega Andaina. Dice de sí misma: “Doy toda la guerra que puedo y me dejan”.Ha participado en diversas exposiciones individuales y colectivas. Actualmente enZaragoza dentro de la exposición colectiva de diseñadores-artistas titulada arte=dise-ño=arte, junto a Maeda, Why not Associates, David Carson; y, prepara para el 8 deMarzo el proyecto teórico visual Corpos de producción, un encuentro-seminario entreartistas, filósofas, teóricas de arte y viandantes que lanza miradas críticas y feministas alos anuncios publicitarios de las calles de Santiago.Si te gustó su obra y deseas contactar con ella puedes hacerlo a través de su página web:http://www.uquicebra.com.

Del proyecto Efecto retardado (2003).

Sin título (2002).

Se puede visitar la exposición virtual de cartelesComisiones Obreras y el 8 de Marzo, realizada gracias altrabajo de conservación y catalogación de la Fundación 1ºde Mayo y a su Archivo de Historia del Trabajo. Esta es la dirección:http://www.ccoo.es/sindicato/exposicion/exposicion.htmA la izquierda reproducción de uno de los primeroscarteles de la colección. Lo editó la Secretaría de la

Mujer de la Unión Sindical de Madrid Región en el año 1989. El lema: 8 demarzo. Día de la mujer trabajadora: Exprésate. Tu trabajo, tu maternidad, tuvida como tú la quieres.

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Por eso queremos resaltar como es-peranzador el reciente Acuerdo Inter-confederal para la Negociación Colecti-va del 2003. Firmado, de un lado, porlos sindicatos U.G.T. y CC.OO., y, deotro, por las patronales (CEOE yCEPYME). En él se han recogido im-portantes recomendaciones relativas ala igualdad de oportunidades entrehombres y mujeres en los convenioscolectivos.

Este Acuerdo, de carácter obligacio-nal, implica un fuerte compromiso delas confederaciones sindicales y empre-sariales que lo han suscrito y es exigiblea aquellas entidades y organizacionesvinculadas a ellas. Contiene un conjuntode criterios y orientaciones para quienestienen la responsabilidad de negociar enempresas y sectores, y será acompañadopor una amplia recopilación de cláusu-las positivas o “buenas prácticas” que yaestán incluidas en convenios colectivosvigentes y que se aportan a modo deejemplo para facilitar la aplicación de loscriterios generales.

Las organizaciones firmantes mani-fiestan textualmente: “A través de la ne-gociación colectiva y el diálogo socialpodemos realizar una importante con-tribución para modificar el actual esce-nario y avanzar en el objetivo de corre-gir las desigualdades que existen en lascondiciones laborales de hombres y mu-jeres”. Se propone en el Acuerdo im-pulsar actuaciones que eliminen losobstáculos para la igualdad e incluir ac-ciones positivas.

El Acuerdo establece como adecua-dos para su tratamiento por la negocia-ción colectiva criterios generales parafavorecer la igualdad entre géneros,como: adoptar cláusulas antidiscrimina-torias (que pueden incluirse como prin-cipio general o reproducirse en aparta-dos concretos del convenio); adecuarlos contenidos de los convenios a la nor-mativa vigente y eliminar aquellas cláu-sulas superadas por modificacionesnormativas (por ejemplo en permisos,en prevención de riesgos laborales parala maternidad, la lactancia y la repro-ducción o el acoso sexual); la inclusiónde cláusulas de acción positiva para fo-mentar el acceso de las mujeres a secto-res y ocupaciones en los que se encuen-

tren subrepresentadas; el estableci-miento de sistemas objetivos que evi-ten la discriminación a la hora de la se-lección, clasificación, promoción y for-mación del personal; la eliminación dedenominaciones sexistas en la clasifica-ción profesional (tanto en las categoríascomo en las funciones y tareas).

Asimismo se señala que la recientemodificación del artículo 28 del Estatutode los Trabajadores debería ayudar a sub-sanar las diferencias retributivas inade-cuadas y revisar periódicamente las cate-gorías profesionales. Por último, el Acuer-do insiste en establecer jornadas labora-les, vacaciones y períodos de formación

que permitan compatibilizar las necesi-dades productivas y las de índole perso-nal o familiar y en atribuir a la ComisiónParitaria competencias de igualdad.

Este Acuerdo ayudará a vencer lasresistencias más tradicionales a los cam-bios y a conseguir la equidad laboral,que aunque exigible por ley se vulneraen el día a día.

Los criterios que se enuncian en elAcuerdo Interconfederal de Negocia-ción Colectiva 2003 en torno a la igual-dad de oportunidades entre hombres ymujeres, deben ser adoptados y concre-tados en el marco de los convenios co-lectivos sectoriales y de empresa. Enprimer lugar para difundir los conteni-dos del Acuerdo en todos los ámbitosde negociación; en segundo lugar, parareclamar que se incorporen estos crite-rios a los convenios como una norma degeneral aplicación en cada ámbito; y fi-nalmente para evaluar la eficacia de susresultados.

Es pues, una ardua labor, si tene-mos en cuenta que existen en Españamiles de convenios colectivos, y mu-chos de ellos son de empresas de me-nos de 50 trabajadores, por lo que esnecesario priorizar la actuación en losconvenios sectoriales y en los de gran-des empresas.

No será una labor de meses, másbien de años, pero están sentadas lasbases para poder extender de una for-ma amplia y generalizada las medidasque, desde la negociación colectiva,pueden ayudar a cambiar el panora-ma laboral de las trabajadoras. Comi-siones Obreras va a promover las ini-ciativas necesarias y va a exigir elcompromiso en las tareas de todas lasentidades firmantes.

Pero las iniciativas sindicales no separarán en el campo de la negocia-ción colectiva. Somos conscientesque, para transformar sustancialmen-te la posición subordinada de las mu-

jeres en el ámbito social y laboral, sonnecesarias otras actuaciones políticas(presupuestos para servicios socialese infraestructuras suficientes y de ca-lidad; erradicación de valores sexistasy violentos; una enseñanza que primey proteja la coeducación en valores deigualdad y diálogo) que hay que exigira los poderes públicos.

Los efectos positivos del Acuer-do dependerán en buena medidadel protagonismo que las mujeresconsigan tener en los procesos denegociación colectiva. Protagonismoque hoy por hoy es insuficiente,porque su presencia en los puestosde dirección de los sindicatos, en loscomités de empresa y en las mesasnegociadoras de los convenios esmuy desequilibrada en relación a supresencia laboral.

Las mujeres tienen una buenaparticipación, como electoras, en laselecciones sindicales, también en lasmanifestaciones y en las huelgas.Pero tienen que participar más en latoma de decisiones. Las organizacio-nes sindicales de Comisiones Obre-ras tienen que poner medios y recur-sos para facilitar esta participación.Esto también es una apuesta de futu-ro, pero estamos empeñadas en cons-truirla en el presente. T

LA NEGOCIACIÓNcolectiva es una pieza esencial en la con-formación de las condiciones de trabajo. Sirve para regular lasrelaciones laborales Y para desarrollar derechos laborales indivi-duales y colectivos. A pesar de todas las dificultades derivadasde factores internos y externos a la propia negociación ha signifi-cado siempre –junto con los cambios legales que se han ido pro-duciendo– el camino más utilizado para la mejora de las condi-ciones de vida y trabajo de la población asalariada.

La legislación ha cambiado mucho en relación a los dere-chos políticos, sociales y laborales de las mujeres. También la si-tuación social de las mujeres se ha transformado de forma nota-ble (enseñanza reglada, incorporación al mercado laboral, trans-formación del concepto de familia, la disminución de la tasa denatalidad) cambiando los factores que han condicionado y las-trado durante siglos la participación social de las mujeres.

La negociación colectiva ha sido poco permeable a los cam-bios sociales y legales que se producían en relación a las mujeres.

La población femenina es aún minoritaria entre el colectivoasalariado, pero cada vez tiene más presencia. Es mayoría ade-más en determinados sectores de actividad laboral y cada vezhay más que deciden ser autónomas o titulares de pequeñasempresas.

Las trabajadoras se han visto sometidas a condiciones desi-guales y discriminatorias, tanto en el momento del acceso al em-pleo como durante toda su vida profesional. Estas son algunas

de ellas: exclusión de determinados sectores o profesiones; con-centración en las actividades profesionales peor retribuidas; ma-yor precariedad en la contratación; obstáculos continuos en elacceso a la promoción y desarrollo de la carrera profesional; pe-nalización derivada de la maternidad; recarga de tareas deriva-das del cuidado a los demás, que siguen realizando sin apenasparticipación de los miembros masculinos de la familia y sincontar con servicios públicos suficientes.

Estas son características que siguen definiendo las condicio-nes de trabajo de las mujeres, junto con un nivel de desempleoque duplica al que tienen los hombres en el conjunto del Esta-do y que lo triplica en algunas Comunidades Autónomas.

Comisiones Obreras defiende un conjunto de propuestaspara corregir esta situación, unas tendentes a propiciar cambioslegislativos, otras en relación a las políticas activas de empleo y alas políticas de servicios públicos, y otras en materia de negocia-ción colectiva. Sin embargo, las reivindicaciones sindicales enesta materia han encontrado muchos obstáculos para abrirse ca-mino de forma generalizada.

4 / Trabajadora / número 7. marzo de 2003

“Las organizaciones sindicalesde Comisiones Obreras tienenque poner medios y recursospara facilitar la participaciónde las mujeres. Esto también

es una apuesta de futuro, pero estamos empeñadas

en construirla en el presente”.

número 7. marzo de 2003 / Trabajadora / 5

editorial

Autorretrato con rama de camelia (1906), de la artistaPaula Modersphn-Becker, representante del

expresionismo nórdico alemán.

“Los efectos positivos del Acuerdo dependerán en buena medida del protagonismo

que las mujeres consigan tener en los procesos de negociación colectiva”.

Una apuesta de futuro

Page 5: número 7. IV época. marzo de 2003 secretaría confederal de ... · Con las iraquíes. Paremos la guerra. página 24/ INVESTIGACIÓN Los límites de las científicas, de Alicia Durán.

Por eso queremos resaltar como es-peranzador el reciente Acuerdo Inter-confederal para la Negociación Colecti-va del 2003. Firmado, de un lado, porlos sindicatos U.G.T. y CC.OO., y, deotro, por las patronales (CEOE yCEPYME). En él se han recogido im-portantes recomendaciones relativas ala igualdad de oportunidades entrehombres y mujeres en los convenioscolectivos.

Este Acuerdo, de carácter obligacio-nal, implica un fuerte compromiso delas confederaciones sindicales y empre-sariales que lo han suscrito y es exigiblea aquellas entidades y organizacionesvinculadas a ellas. Contiene un conjuntode criterios y orientaciones para quienestienen la responsabilidad de negociar enempresas y sectores, y será acompañadopor una amplia recopilación de cláusu-las positivas o “buenas prácticas” que yaestán incluidas en convenios colectivosvigentes y que se aportan a modo deejemplo para facilitar la aplicación de loscriterios generales.

Las organizaciones firmantes mani-fiestan textualmente: “A través de la ne-gociación colectiva y el diálogo socialpodemos realizar una importante con-tribución para modificar el actual esce-nario y avanzar en el objetivo de corre-gir las desigualdades que existen en lascondiciones laborales de hombres y mu-jeres”. Se propone en el Acuerdo im-pulsar actuaciones que eliminen losobstáculos para la igualdad e incluir ac-ciones positivas.

El Acuerdo establece como adecua-dos para su tratamiento por la negocia-ción colectiva criterios generales parafavorecer la igualdad entre géneros,como: adoptar cláusulas antidiscrimina-torias (que pueden incluirse como prin-cipio general o reproducirse en aparta-dos concretos del convenio); adecuarlos contenidos de los convenios a la nor-mativa vigente y eliminar aquellas cláu-sulas superadas por modificacionesnormativas (por ejemplo en permisos,en prevención de riesgos laborales parala maternidad, la lactancia y la repro-ducción o el acoso sexual); la inclusiónde cláusulas de acción positiva para fo-mentar el acceso de las mujeres a secto-res y ocupaciones en los que se encuen-

tren subrepresentadas; el estableci-miento de sistemas objetivos que evi-ten la discriminación a la hora de la se-lección, clasificación, promoción y for-mación del personal; la eliminación dedenominaciones sexistas en la clasifica-ción profesional (tanto en las categoríascomo en las funciones y tareas).

Asimismo se señala que la recientemodificación del artículo 28 del Estatutode los Trabajadores debería ayudar a sub-sanar las diferencias retributivas inade-cuadas y revisar periódicamente las cate-gorías profesionales. Por último, el Acuer-do insiste en establecer jornadas labora-les, vacaciones y períodos de formación

que permitan compatibilizar las necesi-dades productivas y las de índole perso-nal o familiar y en atribuir a la ComisiónParitaria competencias de igualdad.

Este Acuerdo ayudará a vencer lasresistencias más tradicionales a los cam-bios y a conseguir la equidad laboral,que aunque exigible por ley se vulneraen el día a día.

Los criterios que se enuncian en elAcuerdo Interconfederal de Negocia-ción Colectiva 2003 en torno a la igual-dad de oportunidades entre hombres ymujeres, deben ser adoptados y concre-tados en el marco de los convenios co-lectivos sectoriales y de empresa. Enprimer lugar para difundir los conteni-dos del Acuerdo en todos los ámbitosde negociación; en segundo lugar, parareclamar que se incorporen estos crite-rios a los convenios como una norma degeneral aplicación en cada ámbito; y fi-nalmente para evaluar la eficacia de susresultados.

Es pues, una ardua labor, si tene-mos en cuenta que existen en Españamiles de convenios colectivos, y mu-chos de ellos son de empresas de me-nos de 50 trabajadores, por lo que esnecesario priorizar la actuación en losconvenios sectoriales y en los de gran-des empresas.

No será una labor de meses, másbien de años, pero están sentadas lasbases para poder extender de una for-ma amplia y generalizada las medidasque, desde la negociación colectiva,pueden ayudar a cambiar el panora-ma laboral de las trabajadoras. Comi-siones Obreras va a promover las ini-ciativas necesarias y va a exigir elcompromiso en las tareas de todas lasentidades firmantes.

Pero las iniciativas sindicales no separarán en el campo de la negocia-ción colectiva. Somos conscientesque, para transformar sustancialmen-te la posición subordinada de las mu-

jeres en el ámbito social y laboral, sonnecesarias otras actuaciones políticas(presupuestos para servicios socialese infraestructuras suficientes y de ca-lidad; erradicación de valores sexistasy violentos; una enseñanza que primey proteja la coeducación en valores deigualdad y diálogo) que hay que exigira los poderes públicos.

Los efectos positivos del Acuer-do dependerán en buena medidadel protagonismo que las mujeresconsigan tener en los procesos denegociación colectiva. Protagonismoque hoy por hoy es insuficiente,porque su presencia en los puestosde dirección de los sindicatos, en loscomités de empresa y en las mesasnegociadoras de los convenios esmuy desequilibrada en relación a supresencia laboral.

Las mujeres tienen una buenaparticipación, como electoras, en laselecciones sindicales, también en lasmanifestaciones y en las huelgas.Pero tienen que participar más en latoma de decisiones. Las organizacio-nes sindicales de Comisiones Obre-ras tienen que poner medios y recur-sos para facilitar esta participación.Esto también es una apuesta de futu-ro, pero estamos empeñadas en cons-truirla en el presente. T

LA NEGOCIACIÓNcolectiva es una pieza esencial en la con-formación de las condiciones de trabajo. Sirve para regular lasrelaciones laborales Y para desarrollar derechos laborales indivi-duales y colectivos. A pesar de todas las dificultades derivadasde factores internos y externos a la propia negociación ha signifi-cado siempre –junto con los cambios legales que se han ido pro-duciendo– el camino más utilizado para la mejora de las condi-ciones de vida y trabajo de la población asalariada.

La legislación ha cambiado mucho en relación a los dere-chos políticos, sociales y laborales de las mujeres. También la si-tuación social de las mujeres se ha transformado de forma nota-ble (enseñanza reglada, incorporación al mercado laboral, trans-formación del concepto de familia, la disminución de la tasa denatalidad) cambiando los factores que han condicionado y las-trado durante siglos la participación social de las mujeres.

La negociación colectiva ha sido poco permeable a los cam-bios sociales y legales que se producían en relación a las mujeres.

La población femenina es aún minoritaria entre el colectivoasalariado, pero cada vez tiene más presencia. Es mayoría ade-más en determinados sectores de actividad laboral y cada vezhay más que deciden ser autónomas o titulares de pequeñasempresas.

Las trabajadoras se han visto sometidas a condiciones desi-guales y discriminatorias, tanto en el momento del acceso al em-pleo como durante toda su vida profesional. Estas son algunas

de ellas: exclusión de determinados sectores o profesiones; con-centración en las actividades profesionales peor retribuidas; ma-yor precariedad en la contratación; obstáculos continuos en elacceso a la promoción y desarrollo de la carrera profesional; pe-nalización derivada de la maternidad; recarga de tareas deriva-das del cuidado a los demás, que siguen realizando sin apenasparticipación de los miembros masculinos de la familia y sincontar con servicios públicos suficientes.

Estas son características que siguen definiendo las condicio-nes de trabajo de las mujeres, junto con un nivel de desempleoque duplica al que tienen los hombres en el conjunto del Esta-do y que lo triplica en algunas Comunidades Autónomas.

Comisiones Obreras defiende un conjunto de propuestaspara corregir esta situación, unas tendentes a propiciar cambioslegislativos, otras en relación a las políticas activas de empleo y alas políticas de servicios públicos, y otras en materia de negocia-ción colectiva. Sin embargo, las reivindicaciones sindicales enesta materia han encontrado muchos obstáculos para abrirse ca-mino de forma generalizada.

4 / Trabajadora / número 7. marzo de 2003

“Las organizaciones sindicalesde Comisiones Obreras tienenque poner medios y recursospara facilitar la participaciónde las mujeres. Esto también

es una apuesta de futuro, pero estamos empeñadas

en construirla en el presente”.

número 7. marzo de 2003 / Trabajadora / 5

editorial

Autorretrato con rama de camelia (1906), de la artistaPaula Modersphn-Becker, representante del

expresionismo nórdico alemán.

“Los efectos positivos del Acuerdo dependerán en buena medida del protagonismo

que las mujeres consigan tener en los procesos de negociación colectiva”.

Una apuesta de futuro

Page 6: número 7. IV época. marzo de 2003 secretaría confederal de ... · Con las iraquíes. Paremos la guerra. página 24/ INVESTIGACIÓN Los límites de las científicas, de Alicia Durán.

número 7. marzo de 2003 / Trabajadora / 7

LA Secretaría de la Mujer de

Comisiones Obreras de Castilla y

León organizó en noviembre de 2002

tres jornadas formativas en torno a la

negociación colectiva. En Burgos

contaron con la presencia de Noemí

Serrano, profesora de Derecho del

Trabajo y Seguridad Social de la

Universidad de Valladolid, y de Patricia Cruz, adjunta a la

Secretaría de la Mujer del Unión Sindical de Madrid

Región. Asistieron 72 personas.

En León y con la asistencia de 53 personas, se abordaron

los temas de violencia, acoso sexual, acceso al empleo,

discriminación en la negociación colectiva y aspectos de la

conciliación de la vida laboral y familiar. Herminia Suárez,

abogada y miembro de la asociación ADAVAS; y las

profesoras de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social

Susana Rodríguez, Beatriz Agra y Milagros Alonso (de las

Universidades de Léon y Valladolid) fueron las encargadas

de hacerlo.

En la jornada en Salamanca, con 50 asistentes, intervinieron

Rosa Sañudo, secretaria de la Mujer de CC.OO. de esa

ciudad; Teresa del Río, profesora de Derecho del Trabajo de

la Universidad de Cádiz; y Esther Martínez, profesora de

Historia Contemporánea de la Universidad de Salamanca.

Por otra parte, en Zamora se presentó la guía El acoso

sexual en el mundo del trabajo. Propuesta para la

negociación colectiva. Con un diseño manejable y una tirada

de 1.500 ejemplares, será una herramienta eficaz de trabajo

para delegadas y delegados sindicales. T

EL 25 DE NOVIEMBRE, Día Internacional para laEliminación de la Violencia contra la Mujer, coincidió con lapuesta en marcha del I Plan para la Erradicación de la Violenciade Género de la Unión Sindical de Comisiones Obreras deCastilla y León. Para divulgarlo se realizó un folleto que fuepresentado en rueda de prensa.La Secretaría de la Mujer de La Rioja realizó una acción en lacéntrica Plaza del Espolón en Logroño para rendir homenaje a to-das las mujeres asesinadas en el año 2002 a causa de la violenciasexista. Simulacros de tumbas y flores para no olvidar lo que nun-ca debiera suceder.La Federación de Asociaciones de la Prensa de España, la Agru-pación de Periodistas y la Secretaría de la Mujer de la Federa-ción de Comunicación y Transporte de Comisiones Obreras reali-zaron una charla-coloquio en Madrid sobre El tratamiento informati-vo de la violencia doméstica, en la que participaron Carmen Rivas,responsable de la Agrupación de Periodistas de comisiones Obre-ras; María Angeles Samperio, vicepresidenta de FAPE; EmiliaBolinches, de la Unión Periodistas Valencianos; Juan Cuesta, pe-riodista de TVE y María Antonia Martínez, responsable de la Se-cretaría de la Mujer de la Federación de Comunicación y Trans-porte de Comisiones Obreras. La Agrupació de Periodistes y la Secretaría de la Dona de Comi-siones Obreras del País Valencià realizaron una conferencia si-milar titulada Los periodistas y la información ante la violencia de géne-ro en la que intervinieron Ofelia vila, responsable de la Secretaríade la Dona; Rosa Solbes, presidenta de la Unión de PeriodistasValencianos; Ana Aguado, de la Universidad de Valencia; y,Manuel del Álamo, de la Agrupación de Periodistas de Co-misiones Obreras del País Valencià.Por último, la Universidad de Castilla la Mancha y la UniónProvincial de Comisiones Obreras de Albacete hanorganizado, para principios del mes de marzo de 2003, el cur-so titulado La violencia contra las mujeres un problema so-cial, de 20 horas de duración, impartido por María del Car-men Valmorisco, consejera de Administraciones Públicasde la Junta de Comunidades de Castilla la Mancha; CristinaAlmeida, abogada y diputada regional; Teresa Pérez delRío, profesora de la Universidad de Cádiz; Ricardo Bodas,magistrado; y, Carmen Hurtado y Nicolás García, profeso-res de la universidad organizadora. T

OTRAS tres jornadas se han realizado en

diferentes puntos geográficos con el tema de la salud

como fondo. Las secretarías de Salud Laboral y de

la Mujer de la Unión Regional de Comisiones

Obreras de Extremadura celebraron en el mes de

diciembre de 2002 en Mérida (Badajoz) una jornada

sobre género y salud laboral. La situación de las

mujeres en el mundo laboral; las condiciones de

trabajo y la salud; y, la falta de actuaciones

preventivas diferenciadas por géneros fueron

algunos de los temas que se abordaron, con la

finalidad de dar pautas y orientar en la prevención.

Así mismo se

analizaron los nuevos

factores de riesgo

como los disruptores

endocrinos o las

lesiones

musculoesquéleticas.

La exigencia hacia las

empresas -y por parte

de las representacio-

nes sindicales- de po-

ner en marcha políticas preventivas fue otro de los te-

mas tratados. Participaron en la jornada 60 delegadas

y delegados de empresas y sectores diversos de toda

la región.

La Secretaría de la Mujer de la Unión Comarcal de

Comisiones Obreras de Huesca realizó en el mes de

diciembre de 2002 sus I Jornadas sobre salud y rela-

ciones laborales de las trabajadoras. María Isabel Gon-

zález, responsable de la Secretaría de la Mujer de la

Federación de Servicios Financieros y Administrativos

de Comisiones Obreras de Aragón; Yolanda Castillo,

responsable de las secretarías de Política Social y Mu-

jer de Comisiones Obreras de Cantabria; Teresa Pérez

del Río, profesora de Derecho del Trabajo y de la Se-

guridad Social de la Universidad de Cádiz; y, Beatriz

Quintanilla, profesora de la Facultad de Ciencias Polí-

ticas y Sociología de la Universidad Complutense de

Madrid fueron las encargadas de abordar los distintos

temas: prevención de riesgos laborales; acoso moral y

sexual; y la negociación colectiva en relación a la nor-

mativa europea y a la igualdad de oportunidades.

La Secretaría de la Mujer de la Unión Sindical de

Madrid Región acaba de publicar el cuaderno Mujer,

trabajo y salud. Apuntes de intervención sindical. El

trabajo aborda la situación de las trabajadoras en la

Comunidad de Madrid, sus condiciones de trabajo, la

legislación, los riesgos de salud derivados del trabajo,

el acoso sexual y el acoso psicológico o mobbing. T

LA Federación Estatal de Pensionistas y Jubilados celebrósu III Conferencia estatal sobre la integración social de la

mujer mayor pensionista y jubilada el pasado mes defebrero en Madrid. Exigir la participación activa en las

políticas que afecten al bienestar de las mayoresfue su principal objetivo.

La psicóloga y miembro de la Sociedad Españolade Geriatría y Gerontología, Maite Sancho, pre-

sentó la ponencia Mujer, cuidados y envejeci-miento. Por su parte Gonzalo Berzosa, directordel Instituto de Gerontología y Servicios So-

ciales, impartió la conferencia Participares bueno para la salud. T

LA Secretaría de la Mujer de Comisiones Obreras de Navarra celebró,

dentro del Proyecto para el Impulso de la Igualdad de Oportunidades, las

jornadas Empleo y discriminación laboral femenina y Conciliación de la vida

familiar y laboral. La primera de ellas contó con las intervenciones de Eva

Perujuániz, técnica del Gabinete de Estudios y de Alicia Fernández, agente

de igualdad. La segunda con los abogados Ana Zalduendo y Jesús Aguinaga;

y Manolo Rodríguez y Arantxa Hernández, secretario de Formación y

Empleo y adjunta a la Secretaría de la Mujer de CC.OO. de Navarra. Alrededor de 25

personas asistieron a la primera jornada, 75 a la segunda.

Además desde esta misma secretaría, y con la colaboración del Gabinete Técnico de Co-

misiones Obreras de Navarra, acaba de editarse la guía La rentabilidad de contratar muje-

res que trata de romper todos los estereotipos negativos que circulan en las empresas so-

bre las trabajadoras. T

LA Secretaría de la Mujer de la Unión Sindical de Aragón celebró endiciembre, en Zaragoza la jornada El acoso sexual en el trabajo. Abrieron el día

Enrique Tordesillas y Rosina Lanzuela,secretario general y responsable de la

Secretaría de la Mujer de la UniónSindical de CC.OO. de Aragón,

respectivamente.

El magistrado Luis Lacambra situó el acoso

sexual en el marco jurídico actual e hizo hin-

capié en la dificultad probatoria del delito.

La psicóloga Elisa Múgica encuadró el pro-

blema en el entorno sociocultural y describió las fases por las que suelen atravesar las aco-

sadas y la importancia de la escucha y la comprensión por parte de quiénes las rodean.

Rita Moreno y Mercé Civit (responsables de las secretarías de la Mujer Confederal y de

Cataluña) abordaron el acoso sexual desde el punto de vista sindical (prevención, erradica-

ción, soluciones...). Carmen Asenjo, del Instituto Aragonés de la Mujer, se encargó de la

clausura. Asimismo esta secretaría ha publicado una guía sindical bajo el mismo título de

las jornadas, se trata de una herramienta útil sobre todo para quiénes lidian día a día en las

empresas y miran por el bienestar de toda la plantilla. T

Detalle del cartel editado por la Secretaría de la Mujer deCanarias, para el 25 de Noviembre.

De cuadernos y coloquiospor aquí

6 / Trabajadora / número 7. marzo de 2003

Con informaciones de: Bernarda García, María Antonia Martínez, Ofelia Vila, Esther Ruíz, Rosina Lanzuela, Encarna Chacón,Arancha García-Carpintero, Pilar Morales, Francisca Martín y Arantxa Hernández.

Page 7: número 7. IV época. marzo de 2003 secretaría confederal de ... · Con las iraquíes. Paremos la guerra. página 24/ INVESTIGACIÓN Los límites de las científicas, de Alicia Durán.

número 7. marzo de 2003 / Trabajadora / 7

LA Secretaría de la Mujer de

Comisiones Obreras de Castilla y

León organizó en noviembre de 2002

tres jornadas formativas en torno a la

negociación colectiva. En Burgos

contaron con la presencia de Noemí

Serrano, profesora de Derecho del

Trabajo y Seguridad Social de la

Universidad de Valladolid, y de Patricia Cruz, adjunta a la

Secretaría de la Mujer del Unión Sindical de Madrid

Región. Asistieron 72 personas.

En León y con la asistencia de 53 personas, se abordaron

los temas de violencia, acoso sexual, acceso al empleo,

discriminación en la negociación colectiva y aspectos de la

conciliación de la vida laboral y familiar. Herminia Suárez,

abogada y miembro de la asociación ADAVAS; y las

profesoras de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social

Susana Rodríguez, Beatriz Agra y Milagros Alonso (de las

Universidades de Léon y Valladolid) fueron las encargadas

de hacerlo.

En la jornada en Salamanca, con 50 asistentes, intervinieron

Rosa Sañudo, secretaria de la Mujer de CC.OO. de esa

ciudad; Teresa del Río, profesora de Derecho del Trabajo de

la Universidad de Cádiz; y Esther Martínez, profesora de

Historia Contemporánea de la Universidad de Salamanca.

Por otra parte, en Zamora se presentó la guía El acoso

sexual en el mundo del trabajo. Propuesta para la

negociación colectiva. Con un diseño manejable y una tirada

de 1.500 ejemplares, será una herramienta eficaz de trabajo

para delegadas y delegados sindicales. T

EL 25 DE NOVIEMBRE, Día Internacional para laEliminación de la Violencia contra la Mujer, coincidió con lapuesta en marcha del I Plan para la Erradicación de la Violenciade Género de la Unión Sindical de Comisiones Obreras deCastilla y León. Para divulgarlo se realizó un folleto que fuepresentado en rueda de prensa.La Secretaría de la Mujer de La Rioja realizó una acción en lacéntrica Plaza del Espolón en Logroño para rendir homenaje a to-das las mujeres asesinadas en el año 2002 a causa de la violenciasexista. Simulacros de tumbas y flores para no olvidar lo que nun-ca debiera suceder.La Federación de Asociaciones de la Prensa de España, la Agru-pación de Periodistas y la Secretaría de la Mujer de la Federa-ción de Comunicación y Transporte de Comisiones Obreras reali-zaron una charla-coloquio en Madrid sobre El tratamiento informati-vo de la violencia doméstica, en la que participaron Carmen Rivas,responsable de la Agrupación de Periodistas de comisiones Obre-ras; María Angeles Samperio, vicepresidenta de FAPE; EmiliaBolinches, de la Unión Periodistas Valencianos; Juan Cuesta, pe-riodista de TVE y María Antonia Martínez, responsable de la Se-cretaría de la Mujer de la Federación de Comunicación y Trans-porte de Comisiones Obreras. La Agrupació de Periodistes y la Secretaría de la Dona de Comi-siones Obreras del País Valencià realizaron una conferencia si-milar titulada Los periodistas y la información ante la violencia de géne-ro en la que intervinieron Ofelia vila, responsable de la Secretaríade la Dona; Rosa Solbes, presidenta de la Unión de PeriodistasValencianos; Ana Aguado, de la Universidad de Valencia; y,Manuel del Álamo, de la Agrupación de Periodistas de Co-misiones Obreras del País Valencià.Por último, la Universidad de Castilla la Mancha y la UniónProvincial de Comisiones Obreras de Albacete hanorganizado, para principios del mes de marzo de 2003, el cur-so titulado La violencia contra las mujeres un problema so-cial, de 20 horas de duración, impartido por María del Car-men Valmorisco, consejera de Administraciones Públicasde la Junta de Comunidades de Castilla la Mancha; CristinaAlmeida, abogada y diputada regional; Teresa Pérez delRío, profesora de la Universidad de Cádiz; Ricardo Bodas,magistrado; y, Carmen Hurtado y Nicolás García, profeso-res de la universidad organizadora. T

OTRAS tres jornadas se han realizado en

diferentes puntos geográficos con el tema de la salud

como fondo. Las secretarías de Salud Laboral y de

la Mujer de la Unión Regional de Comisiones

Obreras de Extremadura celebraron en el mes de

diciembre de 2002 en Mérida (Badajoz) una jornada

sobre género y salud laboral. La situación de las

mujeres en el mundo laboral; las condiciones de

trabajo y la salud; y, la falta de actuaciones

preventivas diferenciadas por géneros fueron

algunos de los temas que se abordaron, con la

finalidad de dar pautas y orientar en la prevención.

Así mismo se

analizaron los nuevos

factores de riesgo

como los disruptores

endocrinos o las

lesiones

musculoesquéleticas.

La exigencia hacia las

empresas -y por parte

de las representacio-

nes sindicales- de po-

ner en marcha políticas preventivas fue otro de los te-

mas tratados. Participaron en la jornada 60 delegadas

y delegados de empresas y sectores diversos de toda

la región.

La Secretaría de la Mujer de la Unión Comarcal de

Comisiones Obreras de Huesca realizó en el mes de

diciembre de 2002 sus I Jornadas sobre salud y rela-

ciones laborales de las trabajadoras. María Isabel Gon-

zález, responsable de la Secretaría de la Mujer de la

Federación de Servicios Financieros y Administrativos

de Comisiones Obreras de Aragón; Yolanda Castillo,

responsable de las secretarías de Política Social y Mu-

jer de Comisiones Obreras de Cantabria; Teresa Pérez

del Río, profesora de Derecho del Trabajo y de la Se-

guridad Social de la Universidad de Cádiz; y, Beatriz

Quintanilla, profesora de la Facultad de Ciencias Polí-

ticas y Sociología de la Universidad Complutense de

Madrid fueron las encargadas de abordar los distintos

temas: prevención de riesgos laborales; acoso moral y

sexual; y la negociación colectiva en relación a la nor-

mativa europea y a la igualdad de oportunidades.

La Secretaría de la Mujer de la Unión Sindical de

Madrid Región acaba de publicar el cuaderno Mujer,

trabajo y salud. Apuntes de intervención sindical. El

trabajo aborda la situación de las trabajadoras en la

Comunidad de Madrid, sus condiciones de trabajo, la

legislación, los riesgos de salud derivados del trabajo,

el acoso sexual y el acoso psicológico o mobbing. T

LA Federación Estatal de Pensionistas y Jubilados celebrósu III Conferencia estatal sobre la integración social de la

mujer mayor pensionista y jubilada el pasado mes defebrero en Madrid. Exigir la participación activa en las

políticas que afecten al bienestar de las mayoresfue su principal objetivo.

La psicóloga y miembro de la Sociedad Españolade Geriatría y Gerontología, Maite Sancho, pre-

sentó la ponencia Mujer, cuidados y envejeci-miento. Por su parte Gonzalo Berzosa, directordel Instituto de Gerontología y Servicios So-

ciales, impartió la conferencia Participares bueno para la salud. T

LA Secretaría de la Mujer de Comisiones Obreras de Navarra celebró,

dentro del Proyecto para el Impulso de la Igualdad de Oportunidades, las

jornadas Empleo y discriminación laboral femenina y Conciliación de la vida

familiar y laboral. La primera de ellas contó con las intervenciones de Eva

Perujuániz, técnica del Gabinete de Estudios y de Alicia Fernández, agente

de igualdad. La segunda con los abogados Ana Zalduendo y Jesús Aguinaga;

y Manolo Rodríguez y Arantxa Hernández, secretario de Formación y

Empleo y adjunta a la Secretaría de la Mujer de CC.OO. de Navarra. Alrededor de 25

personas asistieron a la primera jornada, 75 a la segunda.

Además desde esta misma secretaría, y con la colaboración del Gabinete Técnico de Co-

misiones Obreras de Navarra, acaba de editarse la guía La rentabilidad de contratar muje-

res que trata de romper todos los estereotipos negativos que circulan en las empresas so-

bre las trabajadoras. T

LA Secretaría de la Mujer de la Unión Sindical de Aragón celebró endiciembre, en Zaragoza la jornada El acoso sexual en el trabajo. Abrieron el día

Enrique Tordesillas y Rosina Lanzuela,secretario general y responsable de la

Secretaría de la Mujer de la UniónSindical de CC.OO. de Aragón,

respectivamente.

El magistrado Luis Lacambra situó el acoso

sexual en el marco jurídico actual e hizo hin-

capié en la dificultad probatoria del delito.

La psicóloga Elisa Múgica encuadró el pro-

blema en el entorno sociocultural y describió las fases por las que suelen atravesar las aco-

sadas y la importancia de la escucha y la comprensión por parte de quiénes las rodean.

Rita Moreno y Mercé Civit (responsables de las secretarías de la Mujer Confederal y de

Cataluña) abordaron el acoso sexual desde el punto de vista sindical (prevención, erradica-

ción, soluciones...). Carmen Asenjo, del Instituto Aragonés de la Mujer, se encargó de la

clausura. Asimismo esta secretaría ha publicado una guía sindical bajo el mismo título de

las jornadas, se trata de una herramienta útil sobre todo para quiénes lidian día a día en las

empresas y miran por el bienestar de toda la plantilla. T

Detalle del cartel editado por la Secretaría de la Mujer deCanarias, para el 25 de Noviembre.

De cuadernos y coloquiospor aquí

6 / Trabajadora / número 7. marzo de 2003

Con informaciones de: Bernarda García, María Antonia Martínez, Ofelia Vila, Esther Ruíz, Rosina Lanzuela, Encarna Chacón,Arancha García-Carpintero, Pilar Morales, Francisca Martín y Arantxa Hernández.

Page 8: número 7. IV época. marzo de 2003 secretaría confederal de ... · Con las iraquíes. Paremos la guerra. página 24/ INVESTIGACIÓN Los límites de las científicas, de Alicia Durán.

Prestige, está impidiendo que accedana las ayudas institucionales).

Preparar la zona de cultivo, sembrarcría, vigilar el proceso y recoger almeja,berberecho, navaja, cadelucha, conchade peregrino, vieira, mejillón y otrosmariscos corre a cargo de las mujeres.Sólo en la comarca de Arousa trabajan1.900 mujeres en el marisqueo a pie.Más de 7.000 personas marisquean entoda Galicia, la mayoría mujeres. El ofi-cio es duro y, aunque no tanto como an-tes, sigue siendo algo penoso. EscribíaElisa G. Sánchez-Albornoz, consultorade género y gallega inmigrante en Ma-drid: “Son mujeres las mariscadoras quese han quedado sin arenales donde en-corvarse cada mañana para marisquear,para arañar la arena en busca del fruto,son mujeres también las que venden elproducto en los mercados. Porque loshombres, en esa división sexual del tra-bajo que afecta también al mundo delmar, son pescadores de bajura o de altu-ra, propietarios o no de pequeñas em-barcaciones. A ellos les queda la opción,difícil por supuesto, de enrolarse enotros barcos, con otros patrones...” (3).

Victoria Quivén, de 47 años, miem-bro del comité nacional de ComisionesObreras en Galicia, declaraba hacepoco: “Para la gente de esta tierra, lacosta lo es todo. Al mundo se iba, no através de la carretera, sino del mar.Nuestros padres sacaban de él el pan decada día y de allí llegaba la parentela yla cultura del exilio” (4). Como señalabaVictoria Quivén, la supervivencia dequienes se encuentran entre los 30 y los

50 años y quiénes tengan que incorpo-rarse en breve al mercado laboral seráaún más difícil.

Las gallegas habían ido conquistan-do lentamente derechos que mejora-ban su situación laboral. Hasta hace re-lativamente poco tiempo no les estabapermitido ser socias de las cofradías nitenían representación, ni decidían so-bre cuestiones relativas a su actividad,tampoco estaban dadas de alta en el Ré-gimen Especial del Mar. Así lo explicaBegoña Marugán: “En una palabra, aestas mujeres, a pesar de llevar toda suvida en las playas, no se les considerabaprofesionales del sector pesquero” (5). Sinembargo mariscadoras, vendedoras enmercados, reparadoras de redes y con-serveras van a ser de las trabajadorasmás afectadas por el desastre del Presti-ge. La desesperación y la rabia convi-ven estos días con ellas.

Ahora la actividad de las mujeres seamplió y además de cuidar de sus casasy de los suyos y de limpiar las costas ypreparar barreras de contención, se en-cargan de recibir a los cientos de volun-tarios y voluntarias que se acercan hastaGalicia a trabajar cada fin de semana.Ellas preparan el alojamiento, se ase-guran que las comidas estén listas a sushoras (en los colegios hasta las antiguasalumnas se acercan a ayudar en las coci-nas; en las cofradías de pescadores delos pueblos ofrecen comidas multitudi-narias), limpian los materiales...

Como siempre, ellas son las encar-gadas de pensar en los demás. Al fin y al

cabo siempre fue así. Según BegoñaMarugán: “La presencia de las mujeresde las familias pesqueras en espacios yasociaciones de apoyo y/o reivindicacio-nes respecto de terceros está directa-mente relacionada con la socializaciónde las mujeres en la ayuda y la entrega alotro. La representación de las mujeresmuchas veces debe entenderse como uncaso de participación específicamente‘femenina’, que se debe a una prolonga-ción de sus roles domésticos asociados alcuidado y asistencia de su familia”(6).

(1) El Sindicato Nacional de Comisiones

Obreras de Galicia tiene abierta una cuenta

corriente en la Oficina Principal de Caixa

Galicia (Santiago) para cubrir los gastos del

material necesario para la limpieza de pla-

yas y costas. Es la siguiente: 2091-0300-44-

3040140594. Más información en su página

web: http://www.galicia.ccoo.es/

(2) “Mujer y participación social en el colecti-

vo de pescadores” artículo de Begoña Maru-

gán publicado en la revista Mar, editada por el

Instituto Social de la Marina en abril de 1995.

(3) “Los efectos de la marea negra para las

mujeres gallegas. Las mujeres de negro,

viudas de vivos en Galicia”, artículo publi-

cado en internet en la página web de Muje-

res en Red.

(4) Publicado en el periódico Andra (enero

de 2003) en el artículo “Llanto por un mar

herido”, de Marta A. Lauzirika y Itxaso

Monsanto.

(5) “Estrategias laborales ante los desafíos

ecológicos globales”, comunicación presenta-

da en la Conferencia Gender in fisheries andaquaculture celebrada en Bruselas en 2002.

(6) Begoña Marugán en el artículo anterior-

mente citado.

T

LA TRISTEZA invade la costa norte. Elmar enfermo devuelve lágrimas colo-readas de negro a las playas. La gentese acerca a mirar su cala, su playa, sucosta, su mar... y rodeada de desola-ción se empeña en arrancar fuel delas rocas, de la arena, de las aves, desus vidas. Para nuestra desgraciaaprendimos nuevas palabras que hu-biese sido mejor no conocer nunca:chapapote, galipote...

La playa ese lugar de descanso y derecreo y también de fuente de vida paramiles de personas ofrece desde hacemeses un espectáculo completamentedistinto, digno de cualquier película deciencia ficción. Donde antes había re-des y barcos de pesca ahora hay conte-nedores de fuel y tractores que lo trans-portan. Donde antes olía a salitre ahorahuele a azufre. Donde antes se tumba-ban cuerpos desnudos, ahora trabajanpersonas engullidas en monos blancos

que evitan el contacto con las sustanciascontaminantes. Donde antes se encon-traba marisco ahora sólo se encuentrangalletas de chapapote y bajo las piedrasya no hay cangrejos ni insectos, tan sóloel líquido negro y viscoso. Antes se usa-ban rastrillos para preparar las zonas decultivo del marisco, ahora se usan parapeinar las playas de residuos tóxicos.

Miles de personas están empeñadasen descontaminar la costa, en devolver-le a Galicia, Asturias, Cantabria y Eus-kadi lo que es suyo. En Galicia en estosmeses las emociones están a flor depiel. Y entran ganas de gritar NuncaMáis a cada momento y entran ganasde pringarse de chapapote y entran ga-nas de compartir más horas con los ga-llegos y las gallegas, un pueblo queagradece más que nunca la solidaridadde jóvenes que se acercan por allí a re-cordarles que, pese a lo ocurrido, no es-tán a solas(1).

Desesperación y rabia

En Galicia, la tasa de paro femeninoes del 17,2% frente al 7,1% masculina.La presencia de mujeres en actividadeseconómicas relacionadas con el mar esgrande. Begoña Marugán, socióloga,describe su peculiar situación de la si-guiente manera: “La ausencia del varóndel ámbito familiar, comunitario y socialha significado el ‘traspaso de competen-cias’ de hombres a mujeres. El papel pú-blico, habitualmente desempeñado porlos hombres, lo están realizando muje-res. Se produce una fractura en el viejoesquema dimórfico, según el cual a loshombres le corresponde el poder, la au-toridad y lo público y a las mujeres lasumisión y lo privado” (2).

Las mujeres suelen trabajar en cate-gorías consideradas inferiores o de for-ma temporal o de manera desregulari-zada (lo que ahora, con el desastre del

número 7. marzo de 2003 / Trabajadora / 9

Mujeres de mar, las gallegas, se enfrentan al desastre del

Prestige. Un problema que les sobrepasa y que se ve amortiguado

en parte por la solidaridad que se ha creado alrededor de él.

C.B.

Lágrimas en la costa nortereportaje

8 / Trabajadora / número 7. marzo de 2003

De izquierda a derecha: Voluntariasmadrileñas se dirigen a trabajar a laplaya de Carnota (A Coruña).Mariscadoras gallegas ahoracocineras voluntarias. Un grupo depandereteiras rinden homenaje aGalicia y al mar en la Cofradía dePescadores de Lira (A Coruña).Todas las fotografías fueronrealizadas a principios del mes defebrero de 2003.

Page 9: número 7. IV época. marzo de 2003 secretaría confederal de ... · Con las iraquíes. Paremos la guerra. página 24/ INVESTIGACIÓN Los límites de las científicas, de Alicia Durán.

Prestige, está impidiendo que accedana las ayudas institucionales).

Preparar la zona de cultivo, sembrarcría, vigilar el proceso y recoger almeja,berberecho, navaja, cadelucha, conchade peregrino, vieira, mejillón y otrosmariscos corre a cargo de las mujeres.Sólo en la comarca de Arousa trabajan1.900 mujeres en el marisqueo a pie.Más de 7.000 personas marisquean entoda Galicia, la mayoría mujeres. El ofi-cio es duro y, aunque no tanto como an-tes, sigue siendo algo penoso. EscribíaElisa G. Sánchez-Albornoz, consultorade género y gallega inmigrante en Ma-drid: “Son mujeres las mariscadoras quese han quedado sin arenales donde en-corvarse cada mañana para marisquear,para arañar la arena en busca del fruto,son mujeres también las que venden elproducto en los mercados. Porque loshombres, en esa división sexual del tra-bajo que afecta también al mundo delmar, son pescadores de bajura o de altu-ra, propietarios o no de pequeñas em-barcaciones. A ellos les queda la opción,difícil por supuesto, de enrolarse enotros barcos, con otros patrones...” (3).

Victoria Quivén, de 47 años, miem-bro del comité nacional de ComisionesObreras en Galicia, declaraba hacepoco: “Para la gente de esta tierra, lacosta lo es todo. Al mundo se iba, no através de la carretera, sino del mar.Nuestros padres sacaban de él el pan decada día y de allí llegaba la parentela yla cultura del exilio” (4). Como señalabaVictoria Quivén, la supervivencia dequienes se encuentran entre los 30 y los

50 años y quiénes tengan que incorpo-rarse en breve al mercado laboral seráaún más difícil.

Las gallegas habían ido conquistan-do lentamente derechos que mejora-ban su situación laboral. Hasta hace re-lativamente poco tiempo no les estabapermitido ser socias de las cofradías nitenían representación, ni decidían so-bre cuestiones relativas a su actividad,tampoco estaban dadas de alta en el Ré-gimen Especial del Mar. Así lo explicaBegoña Marugán: “En una palabra, aestas mujeres, a pesar de llevar toda suvida en las playas, no se les considerabaprofesionales del sector pesquero” (5). Sinembargo mariscadoras, vendedoras enmercados, reparadoras de redes y con-serveras van a ser de las trabajadorasmás afectadas por el desastre del Presti-ge. La desesperación y la rabia convi-ven estos días con ellas.

Ahora la actividad de las mujeres seamplió y además de cuidar de sus casasy de los suyos y de limpiar las costas ypreparar barreras de contención, se en-cargan de recibir a los cientos de volun-tarios y voluntarias que se acercan hastaGalicia a trabajar cada fin de semana.Ellas preparan el alojamiento, se ase-guran que las comidas estén listas a sushoras (en los colegios hasta las antiguasalumnas se acercan a ayudar en las coci-nas; en las cofradías de pescadores delos pueblos ofrecen comidas multitudi-narias), limpian los materiales...

Como siempre, ellas son las encar-gadas de pensar en los demás. Al fin y al

cabo siempre fue así. Según BegoñaMarugán: “La presencia de las mujeresde las familias pesqueras en espacios yasociaciones de apoyo y/o reivindicacio-nes respecto de terceros está directa-mente relacionada con la socializaciónde las mujeres en la ayuda y la entrega alotro. La representación de las mujeresmuchas veces debe entenderse como uncaso de participación específicamente‘femenina’, que se debe a una prolonga-ción de sus roles domésticos asociados alcuidado y asistencia de su familia”(6).

(1) El Sindicato Nacional de Comisiones

Obreras de Galicia tiene abierta una cuenta

corriente en la Oficina Principal de Caixa

Galicia (Santiago) para cubrir los gastos del

material necesario para la limpieza de pla-

yas y costas. Es la siguiente: 2091-0300-44-

3040140594. Más información en su página

web: http://www.galicia.ccoo.es/

(2) “Mujer y participación social en el colecti-

vo de pescadores” artículo de Begoña Maru-

gán publicado en la revista Mar, editada por el

Instituto Social de la Marina en abril de 1995.

(3) “Los efectos de la marea negra para las

mujeres gallegas. Las mujeres de negro,

viudas de vivos en Galicia”, artículo publi-

cado en internet en la página web de Muje-

res en Red.

(4) Publicado en el periódico Andra (enero

de 2003) en el artículo “Llanto por un mar

herido”, de Marta A. Lauzirika y Itxaso

Monsanto.

(5) “Estrategias laborales ante los desafíos

ecológicos globales”, comunicación presenta-

da en la Conferencia Gender in fisheries andaquaculture celebrada en Bruselas en 2002.

(6) Begoña Marugán en el artículo anterior-

mente citado.

T

LA TRISTEZA invade la costa norte. Elmar enfermo devuelve lágrimas colo-readas de negro a las playas. La gentese acerca a mirar su cala, su playa, sucosta, su mar... y rodeada de desola-ción se empeña en arrancar fuel delas rocas, de la arena, de las aves, desus vidas. Para nuestra desgraciaaprendimos nuevas palabras que hu-biese sido mejor no conocer nunca:chapapote, galipote...

La playa ese lugar de descanso y derecreo y también de fuente de vida paramiles de personas ofrece desde hacemeses un espectáculo completamentedistinto, digno de cualquier película deciencia ficción. Donde antes había re-des y barcos de pesca ahora hay conte-nedores de fuel y tractores que lo trans-portan. Donde antes olía a salitre ahorahuele a azufre. Donde antes se tumba-ban cuerpos desnudos, ahora trabajanpersonas engullidas en monos blancos

que evitan el contacto con las sustanciascontaminantes. Donde antes se encon-traba marisco ahora sólo se encuentrangalletas de chapapote y bajo las piedrasya no hay cangrejos ni insectos, tan sóloel líquido negro y viscoso. Antes se usa-ban rastrillos para preparar las zonas decultivo del marisco, ahora se usan parapeinar las playas de residuos tóxicos.

Miles de personas están empeñadasen descontaminar la costa, en devolver-le a Galicia, Asturias, Cantabria y Eus-kadi lo que es suyo. En Galicia en estosmeses las emociones están a flor depiel. Y entran ganas de gritar NuncaMáis a cada momento y entran ganasde pringarse de chapapote y entran ga-nas de compartir más horas con los ga-llegos y las gallegas, un pueblo queagradece más que nunca la solidaridadde jóvenes que se acercan por allí a re-cordarles que, pese a lo ocurrido, no es-tán a solas(1).

Desesperación y rabia

En Galicia, la tasa de paro femeninoes del 17,2% frente al 7,1% masculina.La presencia de mujeres en actividadeseconómicas relacionadas con el mar esgrande. Begoña Marugán, socióloga,describe su peculiar situación de la si-guiente manera: “La ausencia del varóndel ámbito familiar, comunitario y socialha significado el ‘traspaso de competen-cias’ de hombres a mujeres. El papel pú-blico, habitualmente desempeñado porlos hombres, lo están realizando muje-res. Se produce una fractura en el viejoesquema dimórfico, según el cual a loshombres le corresponde el poder, la au-toridad y lo público y a las mujeres lasumisión y lo privado” (2).

Las mujeres suelen trabajar en cate-gorías consideradas inferiores o de for-ma temporal o de manera desregulari-zada (lo que ahora, con el desastre del

número 7. marzo de 2003 / Trabajadora / 9

Mujeres de mar, las gallegas, se enfrentan al desastre del

Prestige. Un problema que les sobrepasa y que se ve amortiguado

en parte por la solidaridad que se ha creado alrededor de él.

C.B.

Lágrimas en la costa nortereportaje

8 / Trabajadora / número 7. marzo de 2003

De izquierda a derecha: Voluntariasmadrileñas se dirigen a trabajar a laplaya de Carnota (A Coruña).Mariscadoras gallegas ahoracocineras voluntarias. Un grupo depandereteiras rinden homenaje aGalicia y al mar en la Cofradía dePescadores de Lira (A Coruña).Todas las fotografías fueronrealizadas a principios del mes defebrero de 2003.

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VIVE EN SU TIERRA, Valencia. En esta ciudadde luz singular, al lado del Mediterráneo, nació y estu-

dió y aquí decidió instalarse: “Es donde tengo a misamigos, a mis familiares y me gusta el Mediterráneo, el

clima, el mar, el monte, los campos de naranjos”. Desde sudespacho, en la Facultad de Filosofía, se divisa la ciudad.

A lo largo de su vida ha escrito multitud de ensayos: “Elmás emblemático lo publiqué en 1986, se titula Ética míni-ma. El Estado español estaba cambiando y mi preocupaciónera la búsqueda de una ética cívica común a toda la sociedadbasada en la igualdad, la solidaridad, la libertad... La termi-nología cundió y se acuñaron después algunos conceptos”.Ética aplicada y democracia radical, La ética de la empresa,Alianza y contrato, son los títulos de algunas de sus obras.

Pero aún le queda tiempo para dedicarse con devoción asus clases (hoy le toca Nietzsche), a presidir la Fundación para

la Ética de los Negocios y de las Organizaciones (Etnor) y a for-mar parte de la Comisión Nacional de Reproducción Humana

Asistida: “La bioetica es fundamental. Es posible que cambie el fu-turo de la humanidad y hay que orientar las investigaciones para

que sean liberadoras”. Adela Cortina es además una defensora a ul-tranza de los seres humanos y de su libertad.

¿Qué es la ética?

La palabra ética viene del griego, de ethos, y quiere decir carácter. La palabramoral también viene del latín, de moralis, que quiere decir carácter. Creo que es

muy importante que la gente, recoja la idea de la ética, como la forja del carác-ter: del carácter de las personas, del carácter de las profesiones, del carác-

ter de las empresas, del carácter de la política... Es decir, la ética tratasobre todo, de ver como nos vamos forjando poco a poco con

nuestras elecciones y nuestras decisiones un carácter u otro,

10 / Trabajadora / número 7. marzo de 2003

Adela Cortina es catedrática de Ética y

Filosofía Política de la Universidad de

Valencia. Es una mujer curiosa a quien

le gusta preguntarse sobre las cosas que

suceden a su alrededor. Su último

ensayo se adentra en el consumo visto

desde la óptica de la ética.

Carmen Briz

entrevista

“Hay que forjarse un carácterpara ser justo y para ser feliz”

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que nos predispone a ser más justos,más prudentes, más felices. Me pare-ce que es una desgracia que se hayaentendido siempre la ética comoaquello que le dice a la gente lo quetiene o no tiene que hacer.

Como decía Heráclito, el carácteres para los seres humanos su destino.El carácter que te forjas sirve para to-mar decisiones, para estar predispues-ta a ser justa o lo contrario, o a ser pru-dente o lo contrario, o a ser valerosa olo contrario. Depende de cómo te ha-yas hecho a ti misma. La ética trata deeso, y yo creo que como decían los an-tiguos hay que forjarse un carácterpara ser justo y para ser feliz, creo quees la gran tarea de la ética.

¿Qué simboliza el consumo en las so-ciedades occidentales?

Hoy en día es imposible hablardel consumo solo en nuestras socie-dades. Hablamos de un mundo glo-bal y lo primero que tenemos quepensar es en la distribución global delconsumo. Y según el marco global, eneste momento sólo el 20% de la socie-dad tiene todas las posibilidades delconsumo. Hay un gran número quetiene poquísimas posibilidades y hayquienes no tienen ninguna posibili-dad. La distribución del consumo noes que sea injusta, es que es radical-mente injusta. A mí me parece que elmundo occidental no puede pensaren el consumo si no empieza pensan-do en la distribución global.

En nuestras sociedades, hemosentendido que el consumo es el sím-bolo del bienestar y del éxito, quequienes tienen bienes de consumomuy costosos son quienes tienen real-mente éxito en la vida: quien lleva uncochazo, quien tiene una casa muydespampanante, quien tiene los últi-mos modelos de electrodomésticos.Quienes no se pueden comprar todasestas cosas son unos seres desgracia-dos que no han tenido éxito y ademásla culpa es suya.

¿De dónde le vino su interés paraescribir el ensayo Por una ética delconsumo?

Llevo mucho tiempo trabajandoen temas de ciudadanía y creo que se

trabaja poco sobre la dimensión de laciudadanía económica. La verdaderaciudadanía es aquella que no es siervani esclava, que decide en la vida eco-nómica, porque si la vida económicanos la hacen otros, entonces somossiervos en lo económico. Hay queconseguir que en este siglo sea la ciu-dadanía quien lleve las riendas de laeconomía, y la dimensión del consu-mo es muy importante. Todas las per-sonas somos consumidoras. Si consu-midores y consumidoras marcáramos

las pautas de nuestro consumo podría-mos tomar las riendas de la vida eco-nómica, porque a fin de cuentas losproductores producen lo que se ven-de. Puede que sea muy ilusorio, perobueno, creo que tiene su lógica.

¿Qué le falta contemplar al dis-curso no consumista que se lanzadesde el movimiento ecologista?

Una de las razones que se suelealudir es al hecho de que como siga-mos consumiendo, al ritmo que esta-mos consumiendo en este momento,necesitaríamos tres planetas Tierra yacabaríamos con ellos. La ecología se-ñala que estamos acabando con los re-cursos renovables, con las fuentes delas riqueza... Creo que es una dimen-sión muy importante, pero a mí mepreocupa no sólo el terminar con lasfuentes de la Tierra o con las genera-ciones futuras, me preocupan tam-bién las generaciones presentes. Ge-neraciones que consumen porque sí.Pienso que la gente ni siquiera se pre-gunta por qué lo hace y eso me pareceuna falta de libertad. Una persona eslibre cuando sabe por qué hace las co-sas, las reflexiona y las elige.

La persona inteligente y razonablese compra aquellas cosas que le hacenfalta, y cambia de ellas cuando le pare-ce que tiene que cambiar, y no cuandootros le marcan el ritmo desde fuera.

¿Otorga el consumo libre la felicidad?

Necesitamos una serie de cosaspara presentarnos en sociedad sin

avergonzarnos. Lo necesario está ma-tizado socialmente dependiendo dela sociedad en que se viva. Cuando lagente tiene lo socialmente necesarioy sabe desenvolverse con naturalidad,tiene además personalidad y libertad.Utilizar los bienes de consumo de talmanera que no te dominen es una ex-presión de libertad, de justicia; por-que la libertad está ligada a ésta. Nose puede ser libre sin ser justo. Haymuchas actividades que son felicitan-tes: ejercer bien la profesión, tener

una buena relación con la pareja afec-tiva, con las amistades o la familia ypor supuesto, consumir con libertad.

¿Qué papel pueden desempeñar entodo esto las mujeres como consumi-doras de las necesidades básicas delas familias?

Hay un autor norteamericano quedecía que las mujeres, las amas decasa concretamente, eran la grandesdictadoras del consumo. Aunque lasestructuras familiares hayan cambia-do mucho siguen decidiendo las amasde casa (en alimentos, vestidos...). Lasmujeres en general (yo no me consi-dero una buena compradora) han de-sarrollado una capacidad para buscarproductos de calidad con buen pre-cio. Eso es todo un arte. Existe el tó-pico de que las mujeres son despilfa-rradoras, y como todos los tópicos noes cierto. Ellas han cultivado el artedel ahorro y han desarrollado la capa-cidad de comprar de manera ajusta-da. Las mujeres continúan teniendouna enorme capacidad para decidirsobre la economía doméstica familiar.

¿Consumen de forma diferentehombres y mujeres o podemos hablarde elementos comunes? ¿qué persi-guen unos y otras cuando consumen?

Es una generalidad, pero me pare-ce que sí que los hombres son consu-midores de coches, de tecnologías...,creo que se dejan más llevar por to-dos estos artículos despampanantes,aunque entre la gente joven, cada vez

número 7. marzo de 2003 / Trabajadora / 11

”Utilizar los bienes de consumo de tal manera que no te dominen es una

expresión de libertad, de justicia; porque la libertad está ligada a ésta”.

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hay más chicas consumidoras de tec-nología. Hombres y mujeres nos va-mos equiparando a nivel de consumo.Los varones ahora consumen tam-bién más moda o más belleza (en pe-luquería, cosmética...).

¿Son los Derechos Humanos la clavepara conseguir sociedades justas otal vez no sean tan de “aplicación”universal?

El Premio Nobel Amartya Sentiene un planteamiento muy bonitoque es lo que él llama el enfoque delas capacidades. Él entiende que talvez la cultura de los derechos es muyoccidental y que a lo mejor en otrasculturas no se entiende tanto el temade los derechos, y sin embargo unacosa que se entiende en cualquier

cultura es que todo ser humano tieneque desarrollar unas capacidades bá-sicas (capacidades que tienen que vercon la alimentación, con la vivienda,con relacionarse con otros, con parti-cipar en la comunidad política, condesarrollar la inteligencia).

Yo estoy de acuerdo con él, habríaque universalizar que los bienes deconsumo estén al servicio de las ca-pacidades de las personas y no alcontrario. Porque al final parece quetodas nuestras capacidades están alservicio de conseguir dinero paraconseguir a su vez mercancías y yocreo que es justo al revés, que lasmercancías deben estar al serviciodel desarrollo de las capacidades. To-das las personas deberían poder de-sarrollar su inteligencia, su dotes mu-sicales, su capacidad afectiva... Estosi es universalizable.

¿Cómo afecta nuestro consumo enOccidente a los países del TercerMundo?

La televisión está en todos los paí-ses y en todas las casas. Te la encuen-tras la antenita de televisión hasta enlas chozitas más birriosas. La telemuestra los modelos de consumo del

Primer Mundo y es lógico que existaimitación. La imitación genera ansie-dad porque la gente quiere conseguiraquello que no puede y recurre a ladelincuencia o a lo que haga falta. Lagente no ahorra para ir consiguiendosalir de la pobreza poco a poco, sinoque desea consumir en el instante loque ha visto.

¿Cuáles son las responsabilidades dequiénes consumen? ¿en qué consistela ética del consumidor?

Yo prefiero hablar de la ética delconsumo. Hay toda una corriente queesta trabajando la ética del consumidor.Ésta dice que los consumidores, igualque los productores, tienen unos debe-res. El deber de los consumidores espagar y no robar (ni en los grandes al-

macenes ni en piratear software, discoso vídeos, ni en fotocopiar libros...). Se-gún los estudios son las personas ma-yores, y con menos recursos econó-micos, las más realistas en elsentido de que sólocompran aquelloque pueden pagar;son las más sensiblesy tienen una gran con-ciencia.

¿Ha habido un gran cam-bio en nuestro país a nivelde consumo?

Sí. Ha habido un cambiobestial. Antes era más difícil elacceso a los bienes. El nivel delconsumo de cuando yo era niñano tiene nada que ver con el ni-vel de consumo actual. Inclusoentre las clases más pudientes an-tes consumían con mucha justeza,con mucha limitación. Había una re-verencia por el consumo. Hoy hay undesenfreno bastante estúpido. Hoy lagente compra por comprar, sin refle-xionar nada.

Vivimos en sociedades supuestamen-te libres, sin embargo ¿somos real-

mente libres en nuestras decisiones?

Evidentemente se ha avanzado enel camino de la libertad. Ahora hayenormes posibilidades de que las per-sonas seamos libres y podamos viviren libertad, y me parece que no lasaprovechamos suficientemente. Porejemplo la gente dice la tele es basura,pues no la vea Vd., nadie le obliga... loque ocurre es que seguimos siendomuy gregarios y preferimos no salirnosdel rebaño. No es sociabilidad, que esalgo hermoso, sino gregarismo.

¿Es fundamental la educación paraaprender hábitos de consumo justos?

Creo que hay una asignaturatransversal en enseñanza primaria,creo que se llama Educación para elconsumo. Pero eso sólo no basta. Losniños y las niñas perciben que susmayores valoran y aprecian a las per-sonas que llevan los trajes y los co-ches más costosos. Y eso se asimilacon la felicidad.

¿Acrecienta el ocio también elconsumo?

La gente va a loscentros comercialesporque da muchasposibilidades: hayguardería, se puedecomprar, ir al cine,pasarlo bien. Loque dudo es querealmente hayamás tiempo deocio. La gen-te tiene queproducirpara poder

consumir y cadavez tiene menos tiempo

de disfrutar lo conseguido. Es uncírculo bastante estúpido.

¿Cuál es el último objeto que hacomprado?

En Navidades me compre unosdiscos que me hacía mucha ilusión te-ner (me encanta la música) y unos pan-talones que me pongo mucho. T

12 / Trabajadora / número 7. marzo de 2003

entrevista / “Hay que forjarse un carácter para ser justo y ser feliz”

‘Habría que universalizar que los bienes de consumo estén al servicio

de las capacidades de las personas y no al contrario”.

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LAS MUJERES jóvenes han tomadoconciencia de una serie de principiossobre los que están construyendo supropia vida: su independencia, las rela-ciones con su pareja, con sus hijos, ycon el entorno laboral. Han aceptadoretos, han realizado rupturas familiares,han vivido compromisos afectivos ytodo ello conlleva implicaciones emo-cionales importantes que llenan de du-das el camino emprendido.

No son muchos los apoyos con losque cuentan estos grupos de mujeresde vanguardia. No cuentan con elrespaldo gratificante que tuvieron losjóvenes de los años sesenta y setentaen los que la rebeldía y las posturascontraculturales alimentaron los cam-bios generacionales y sirvieron de so-porte para una transformación de va-lores ideológicos y estéticos. Cuen-tan, en cierta medida, con sus ma-dres, por una parte como modelo a norepetir y por otra con los ánimos quede ellas reciben para seguir adelante.

La admiración materna se respon-de con cariño y valoración que semezcla con el rechazo profundo a so-brellevar lo que ellas soportaron, lasobrecarga de tareas nunca comparti-das por sus padres, hombres sociali-zados en un ambiente en el que “ayu-dar en casa” no entraba ni en la agen-da masculina ni en el propio conceptode sí mismos como hombres.

¿Con qué más cuentan? En par-te, con sus parejas. En el estudiorealizado se ha podido comprobar,una vez más, como existe una nuevageneración de hombres que están

superando la etapa de sensibiliza-ción y solidaridad con la causa de laemancipación de las mujeres y estánentrando en acción, al menos en loque corresponde a las relaciones depareja y la convivencia en el espaciodoméstico. Son los nuevos compañe-ros, las parejas masculinas que si nocomparten estas tareas todo lo quedeberían no es por desconocimientode que la sociedad está cambiando,sino por la inercia residual de com-portamientos masculinos acuñadosdurante generaciones.

En cierta forma, son las mismasmujeres las que no cuentan con elloscuando se trata de afrontar en térmi-nos de igualdad el cuidado de los hi-

jos. Para ellas, y en el núcleo más pro-fundo de sus sentimientos, la nuevapaternidad tiene rasgos muy valiososy apreciados por las mujeres, pero notiene aún, aunque esté en la vía de al-canzarlo, las implicaciones que con-lleva ser madre. En lo más superfi-cial, en el día a día de la vida cotidia-na, los tiempos para el cuidado de loshijos se apuntan mayoritariamente enla cuenta de las madres y poco o muypoco en la de los padres.

Las mujeres jóvenes se encuen-tran, respecto a la maternidad, en elmomento más crítico. Los medios an-ticonceptivos disponibles han trasla-dado íntegramente el poder de deci-sión a sus manos. Ahora, más que

nunca, ellas tienen la última palabra.Pero ser madre supone, un compro-miso mayor que nunca en la medidaen que abarca todas las facetas de suvida actual y su futuro. Es, según suspropias expresiones, “el verdaderoproblema”. No sólo por la incidenciaque tiene en la vida laboral, económi-ca y personal de las mujeres sino porque ahora ya no es un hecho impuestosino que es un compromiso personal,lo que le añade un elemento más deresponsabilidad al hecho biológico.

Ha desaparecido además el este-reotipo negativo de la mujer que noes madre, lo que hasta hace bienpoco estigmatizaba a muchas muje-res. Sobre este punto hablaba Simo-ne de Beauvoir, comentando la insis-tencia de la gente en preguntarle so-bre su intención de tener hijos y pre-guntándole a continuación si noechaba de menos la maternidad, decómo nunca le habían formuladoesta pregunta de forma semejante aSartre, que se encontraba en simila-res circunstancias.

Pilar Escario es socióloga y autora, junto con Inés

Alberdi y Natalia Matas, del estudio Las mujeresjóvenes en España (Barcelona, 2000: Fundación

La Caixa. Colección Estudios Sociales, nº 4).

T

los mejores años de nuestra vida

Radiografía de las jóvenes españolas¿Cómo son las jóvenes españolas en relación a la sociedad en que

viven? ¿de qué se alegran? ¿de qué se quejan? ¿qué les pesa?

Pilar Escario

“Las jóvenes han aceptado retos y ello conlleva implicaciones

emocionales que llenan de dudas el camino emprendido”.

número 7. marzo de 2003 / Trabajadora / 13

Dibujo de Robert Risko.

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14 / Trabajadora / número 7. marzo de 2003

CONCEBIDA como un espa-cio abierto de denuncia y de de-bate, la revista gallega de pensa-miento feminista Andaina abor-da –a lo largo de sus páginas–toda una serie de temas socialese ideológicos que afectan de for-ma especial a las mujeres.

Cuestiones como la globali-zación y marginación, la familia,la maternidad, sexualidad, repar-to del tiempo, violencia de géne-ro, prostitución, pornografía, elderecho al aborto, el divorcio, losestilos de vida y consumo o ladiscriminación de la mujer en el

mundo del trabajo… son anali-zadas desde una amplia pers-pectiva feminista con la que sepretende aportar elementos dejuicio y alternativas que facilitenla defensa de los derechos e inte-reses de las mujeres.

En esta línea, Andaina di-secciona aspectos de la realidad(como la moda, la estética o lapublicidad) que son frecuente-mente presentados como “nue-vos espacios de libertad” para lamujer, pero que ocultan refina-dos mecanismos de discrimina-ción y estereotipos.

Una publicación que, endefinitiva, toma partido por lalibertad y la justicia, pero quetambién da testimonio de to-das las formas de expresión ymanifestaciones artísticas enlas que participan las mujeres,ya sea a través de la investiga-ción, la música, el cine, la pin-tura o literatura, así como desu contribución a la historia ydesarrollo de este país.

Goyi Cebrián es redactora de

Gaceta Sindical, periódico digi-

tal semanal.

T

publicaciones y libros

Andaina

Andaina. Revista Galega dePensamento Feminista. Apdo. 1058 Santiago de Compostela. Página web: www.andainamulleres.org. Correo electrónico:[email protected]

PANDORA es una revistacultural editada por el Áreade Mujer de la Diputación deGranada y consagrada a lasmujeres y la literatura.

En ella podemos encon-trar desde semblanzas biobi-bliográficas (enumeración deobras e inclusión de algunosfragmentos de las mismas) yentrevistas con escritoras aensayos sobre la presencia dela mujer en la literatura y lacultura de todos los tiempos,

pasando por críticas de libros,agenda de eventos y de re-cursos culturales, explicaciónde figuras mitológicas feme-ninas o la difusión de la laborrealizada por pequeñas aso-ciaciones de mujeres.

Con una edición especial-mente cuidada, esta “caja dePandora” se organiza en diversassecciones fijas, una de las cuales,“Creadoras”, pretende ser un es-pacio para que las escritoras no-veles tengan una primera opor-

tunidad de publicar, pero tam-bién para animar a muchas aque escriban, en la idea de quela literatura es un instrumentoreivindicativo y emancipador.

Su nº 2 nos ofrece la biogra-fía de mujeres pioneras en lamedicina y el grabado, un estu-dio sobre la situación de las mu-jeres subsaharianas y un artículosobre el sexismo lingüístico.

Pilar Muñoz es historiadora y tra-

baja en la Fundación 1º de Mayo.

T

Pandora

EL Forum de Política Femi-nista, preocupado por la si-tuación de las inmigrantes enEuropa, se decanta por laconstrucción de una sociedadigualitaria para toda la ciuda-danía y por el enriquecimien-to en (y de) la diversidad.

En el libro Retos y con-tradicciones de género queplantea la inmigración al Es-tado de bienestar se resaltala necesidad de la integra-ción, especialmente en laeducación, la sanidad y losservicios sociales. Igualmen-

te se señala la necesidad deque los derechos humanossean respetados.

Ante la falta de serviciossociales, las inmigrantes se es-tán haciendo cargo en las so-ciedades europeas del cuida-do de las personas depen-dientes (mayores, infancia...)y del trabajo doméstico.

Ubaldo Martínez profun-diza en el libro en las condi-ciones en que se realizan es-tos trabajos, que suelen sermal pagados y realizados encondiciones indignas, además

de tener un alto compromisoemocional (según trasladanlas propias afectadas y con ra-zón: “El cariño se paga” ). Elautor, ante lo obsoleto de laactual Ley del Trabajo Do-méstico, hace un llamamientoa sindicatos y asociaciones demujeres para que no olvide-mos a este colectivo de traba-jadoras, necesario, por otraparte, para el manteniendodel Estado de bienestar.

Josefa Pérez Grueso forma parte

del Forum de Política Feminista.

T

Retos y contradicciones de género queplantea la inmigración al Estado debienestar. Con ponencias de CristinaAlberdi, Ubaldo Martínez, María IsabelMartínez, Paloma Cruz, CarmenEspinar, Margarita López y MalikaAbdelaziz. Madrid, 2002: Forum dePolítica Feminista. Dirección postal: c.Barquillo, 44. 28004 Madrid. Correoelectrónico: [email protected].

Inmigrantes y Estado de bienestar

Pandora, Mujeres y literatura, editadapor el Área de la Mujer de laDiputación de Granada. Página web:www.dipgra.es/cpmujer/pandora.htm.Correo electrónico:[email protected].

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número 7. marzo de 2003 / Trabajadora / 15

Tal y como anunciábamos en el anterior número de

Trabajadora, continuamos ahondando en los contenidos de los

terceros encuentros de mujeres sindicalistas: La participaciónde las mujeres en la toma de decisiones.Según las cifras de junio de este año, las afiliadas en

Comisiones Obreras representan un 34% del total. Poco a poco

el número de afiliadas va alcanzando porcentajes más

cercanos a la presencia de trabajadoras en el mundo laboral.

Decidirse a participarparticipando para decidir (II)

Dibujo de la artista Sarah Singh.

Diseño de Enrique Arce a partir de la obra

Suprematismo femenino, deKasimir Malevich (1928).

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FRANCISCA MARTÍN nació en el año1925. Ella dice que “posee 77 largos años”, perotambién posee una vitalidad desbordante. Con14 años vive el final de la Guerra Civil española:“Como tantos otros hogares españoles, el míofue asolado por la represión. Comencé a traba-jar como modista, por aquel entonces se decía:modistas y sastres, muertos de sueño o muertosde hambre”. Después trabajó en una fábrica degomas y en una bolera y desde 1957 hasta el díade su jubilación en una fábrica metalúrgica.

En 1959 formó parte de la Unión de MujeresAntifascistas (precedente del Movimiento De-mocrático de Mujeres) se afilió a ComisionesObreras en la rama del metal y comenzó su mili-tancia en el PCE: “Las mujeres, por educación,no participaban en los sindicatos. La derrota dela República había cortado de raíz todos losavances que se consiguieron para nosotras”.

Durante su etapa de trabajadora asalariada,perteneció al Comité de Empresa: “Entonces, ypor ley, las mujeres al casarse no podían seguiren las empresas. Les daban la dote (un mes poraño trabajado, sin pasar de nueve años) y se lasrecluía en sus casas”. Pero en los hogares máshumildes las mujeres continuaban trabajando“en negro”: “Como irse a servir de criadas o acoser en sus domicilios o como costureras, sinningún tipo de derechos. Con las horas que em-pleaban en ello y el cuidado de la familia y el ho-gar, no tenían ni tiempo ni ganas de ocuparse deotros menesteres”.

A juicio de Francisca Martín el embrión dela participación femenina en el mundo sindicalcomienza con las detenciones masivas al térmi-no de la contienda y el cuidado a los presos ylas presas: “Los colegios y conventos se llenaron

16 / Trabajadora / número 7. marzo de 2003

informe / Decidirse a participar, participando para decidir (II)

Francisca Martín cuenta la Historia porque entre otras

cosas vivió las primeras elecciones sindicales en la

democracia. Laura Pinyol tiene un reto: compatibilizar

todos sus tiempos de vida y Victoria Pumar ganas de

que las jóvenes apuesten por el feminismo. Finalmente

Pura García sabe qué significa ser joven y sindicalista.

Generaciones diferentes y el deseo compartido de trabajar

para mejorar. Para ellas es importante que la participación

de las mujeres dentro del sindicato no sea sólo una

declaración de buenas intenciones sobre un papel.

Carmen Briz

Decididas y participativas

Francisca Martín, fotografiada por Antonio Leyva.

“O rompemos las cadenas omorimos con ellas”.

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número 7. marzo de 2003 / Trabajadora / 17

en Madrid. Las madres, esposas, hi-jas o hermanas se vieron obligadasno sólo a llevar alimentos y mudaslimpias, sino a cumplir las peticio-nes que los familiares presos les ha-cían: solicitar amnistía, repartir no-tas, cartas o periódicos, visitar aotras personas que necesitaban apo-yo moral o económico. Esto fue poli-tizando a muchas mujeres y les hizocomprender que era preciso unirsepara lograr mejorar las cosas”.

En la fábrica metalúrgica pusoen práctica lo que su padre ya lehabía enseñado: “Fue un hombrede partido, sindicalista activo, ynos habló siempre de los deberesque como trabajadores teníamos ylos derechos que debíamos exigir.Al incorporarme al trabajo empecéa percibir que había pequeños ygrandes problemas que individual-mente no eran fáciles resolver, perosí si nos uníamos”.

Cuando se afilia a ComisionesObreras, este era aún un sindicatoclandestino: “Las trabajadoras ylos trabajadores tenían, en general,miedo. Por tanto a quiénes volunta-riamente se presentaban para em-pujar el carro se les recibía conagrado. No tuve problemas entrelos compañeros, siempre me mira-ban bien”.

Desde 1985, año en que se jubi-ló, trabaja en la Federación Estatalde Pensionistas y Jubilados del sin-dicato. Durante 4 años estuvo al car-go de la Secretaría de la Mujer y enla actualidad es la secretaria de For-mación de esta misma Federación.

Con este curriculum vitae cual-quier podría pensar que FranciscaMartín, a quienes todos nombrancariñosamente como Paquita, aho-ra tiene la oportunidad de relajarsu compromiso con la sociedadpero no es así. Ella continúa y con-tinuará en la pelea: “Pienso que orompemos las cadenas o morimoscon ellas y lo que es peor, condena-mos a las futuras generaciones aque continúen un trabajo que nofuimos capaces de terminar y nome parecería justo”.

Dificultades yoportunidades

LAURA PINYOL nace hace 47 añosen un pequeño pueblo leridano. Co-mienza a trabajar cuando tiene tansólo 16 años de edad en el sector ban-cario: “Empiezo a trabajar en la Cajade Crédito para la Vivienda. Me pre-sento a una oposición junto a otra chi-ca más y 10 hombres. Nosotras saca-mos el número 1 y 2. A mí me asignanel puesto de recepcionista-telefonista,a mi compañera el de secretaria. En-tonces lo vivíamos como algo normal”.Por las noches cursa 6º de Bachillera-to en una academia y además se en-carga de las tareas domésticas: “Enese momento me considero una estu-diante que trabaja, no tengo concien-cia de ser ya una trabajadora. Memueve más la militancia política”.

Un par de años después comienzaa trabajar, ya como administrativa, enel Banco de Navarra, una empresacon un gran número de mujeres ensu plantilla y con buenas condicioneslaborales (aumentos lineales, sábadosrotativos, ventajas para quienes estu-dian, representación de la plantilla enel Consejo de Administración...).

En 1976, un año de movilizacio-nes en la Banca, se afilia a ComisionesObreras. Tres años más tarde se cierrael Banco de Navarra y, por imposicióndel Banco de España, comienza a tra-bajar en el Banco Santander.

En su primera entrevista con eljefe de personal, y con la Constitu-ción Española ya en vigencia, a LauraPinyol le hacen el siguiente comenta-rio: “Vd. está ocupando el puesto deun padre de familia”.

Son los Estatutos internos los queprevalecen: “Los del Banco de San-tander dicen explícitamente que enesos años está prohibido el ascenso delas mujeres a puestos de responsabili-

dad”. Y la “tradición” machista:“Cuando solicito el permiso de lactan-cia para mi hija me lo deniegan de ini-cio –soy, dicen la primera trabajadoraque lo solicita y no están acostumbra-dos-, después me cuesta tres trasla-dos. De las 9 mujeres que pasamos delBanco de Navarra al de Santander enpocos años sólo quedo yo”.

Después vendrán tiempos de vidaintensos en donde combina la afilia-ción a Comisiones Obreras con la mi-litancia en el Partit Socialista Unificat

de Catalunya (PSUC). En este perío-do las vivencias se tornan y se ve asímisma como una trabajadora quecontinúa estudiando. En enero de1981 nace su hija. Se licencia en De-recho y estudia catalán. También de-dica tiempo al asociacionismo: “Cola-boro dos tardes a la semana en unaasociación de niñas y niños con disca-pacidades físicas severas... Hacía todolo que hacemos las mujeres cuando sedice que no hacemos nada”.

Laura Pinyol durante la IConferencia Mundial de Union

Network International de Finanzas,celebrada el verano pasado en Río

de Janeiro (Brasil).

“Cargar con el estigma de que ‘a pesar de ser mujer’podemos hacerlo bien. Los conflictos se llevan más alterreno de lo personal con las mujeres”.

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18 / Trabajadora / número 7. marzo de 2003

Vuelve a ser delegada de Comisio-nes Obreras en 1986 y tiene cada vezmás responsabilidades. Al principioen el Comité de Seguridad e Higie-ne, después en la Secretaría Generalde la Sección Sindical del Banco deSantander de Catalunya, una entidadcon cerca de 3.000 personas en plan-tilla. Continúa moviéndose en un am-biente de militancia masculinizado:“Soy la primera mujer en un colectivode 30 delegados y hay resistencias enalgunos delegados porque no tengotalante ‘masculino’, lloro, reconozcomis lagunas, pregunto lo que no sé...”Sin embargo, a pesar de las dificulta-des, las cosas van saliéndole a LauraPinyol “razonablemente bien”, comoella misma expresa.

Tras la fusión, en 1998, entre elBanco de Santander y el Banco Cen-tral Hispano deja la Secretaría Gene-ral de la Sección Sindical y dos añosdespués acepta trasladarse a Madridpara coordinar el Área de la Mujer ymás tarde Secretaría de la Mujer dela Federación estatal de Servicios Fi-nancieros y Administrativos (COM-FIA), cargo que sigue desempeñandoen la actualidad.

Ella es consciente de que Comi-siones Obreras es una organizaciónmasculina, donde la competitividadtiene un gran peso, el funcionamientosuele ser rígido, las formas bruscas ylos tiempos inacabables. Sobre todoes duro cargar a veces con el hechode ser mujer: “El estigma de que ‘apesar de ser mujer’ podemos hacerlobien. Los conflictos se llevan más alterreno de lo personal con las mujeresque con los hombres”.

A día de hoy, se define a sí mismacomo sindicalista feminista: “Ser fe-minista en ocasiones se vive como endetrimento a ser sindicalista. Yo soysindicalista feminista, creo que no sóloes compatible sino necesario”.

Laura Pinyol está agradecida dehaber contado con los apoyos de

compañeras y de algunos compañe-ros. Además estar en el sindicato su-pone para ella el formar parte de ungran proyecto; la oportunidad de co-nocer a personas con un alto valor hu-mano; conseguir que la vida de otraspersonas mejor; la certeza de abrirpuertas a otras compañeras; ver re-sultados óptimos en la carrera hacia laigualdad entre mujeres y hombres...

Y sabe que aún quedan deseospor hacer realidad: “Crear sindicatosen las empresas con los valores queaportamos las mujeres; articular laNegociación Colectiva desde unaperspectiva feminista; conseguir ma-yor afiliación de mujeres e integrar aquiénes ya están en los órganos de di-rección. Tenemos que conseguir deverdad un sindicato de mujeres yhombres y esto es sólo posible si lo ha-cemos juntas, con el compromiso delconjunto del sindicato. Para ello nece-sitamos continuar trabajando y hacer-lo de forma que no falte la ilusión, ni elesfuerzo, la paciencia, la prudencia, lafirmeza, la convicción, el humor y al-guna alegría”.

El compromisocon la libertad

VICTORIA PUMAR, pontevedre-sa de nacimiento e hija adoptiva deSantiago (A Coruña) desde hacetiempo, tiene 42 años y es secretariageneral de la Federación de Activi-dades Diversas del Sindicato Na-cional de Comisiones Obreras deGalicia. Comenzó su intervenciónen los terceros encuentros de muje-res sindicalistas afirmando que ellapertenece a una generación frustra-

da de mujeres, frente a la genera-ción ignorada de las abuelas y la ge-neración desconcertada de las hijas:“Mis amigas, yo misma y las muje-res con las que anduve ya el trechocentral del camino fuimos, antes quenada, una generación ilusionadaque se reveló con entusiasmo juvenilcontra un mundo y una sociedadque coartaba radicalmente nuestralibertad”.

Eran tiempos en los que se ha-blaba del “sistema”: “Lo englobabatodo: lo económico, lo social, lo cul-tural, lo político, lo religioso, lo éti-co, lo ideológico... y lo ocupabatodo: nuestras familias, las escuelas,los institutos y las universidades.Acampaba hasta en nuestras propiasconciencias”.

Su generación sentía la opresiónen todos los aspectos de la vida, poreso reaccionó, se rebeló e intentóganar la batalla a favor de la libertad:“Nosotras no nos iniciamos a partirde nuestra realidad concreta del es-tudio o del trabajo. No, nosotras nosiniciamos ya en la política, con uncompromiso: tocar las libertades conla mano, abrazarnos a la justicia ysuperar todas las malditas diferen-cias sociales”.

Eran los años en que se cantabaL’estaca de Lluis Llach y se corea-ban las consignas del París de las ba-rricadas y se pedía lo imposible:“Llegamos a pensar que después detirar la dictadura vendría rodado.Nos parecía natural comprometer-nos, entregar nuestras vidas... Des-cubrimos también y al mismo tiempola lucha feminista y hasta en buscade la libertad, en todos los sentidos,nos deshicimos de los sujetadores”.

informe / Decidirse a participar, participando para decidir (II)

“Es necesario realizar una muy seria reflexión colectivasobre el actual papel de las secretarías de la mujer paraemprender cambios y nuevos caminos”.

Page 19: número 7. IV época. marzo de 2003 secretaría confederal de ... · Con las iraquíes. Paremos la guerra. página 24/ INVESTIGACIÓN Los límites de las científicas, de Alicia Durán.

De la política pura al feminismoy más tarde al sindicalismo. Estefue sucintamente el recorrido deVictoria Pumar: “Tal vez para mu-cha gente de nuestra generación elcompromiso sindical es el último in-tento por conservar la ilusión en unasociedad mejor. Porque asistimos ala muerte de la política, al despresti-gio de la revolución, a la doma delas libertades, a la renuncia de lajusticia y de la igualdad, a la adulte-ración de la democracia, al auge dela corrupción...”

Los sueños dieron paso a la frus-tración y al refugio en lo privado:“Una gran parte de estas mujeres,

desencantada, huyó al refugio de loprivado, donde de alguna forma tra-ta de encontrar un micromundo mi-crojusto, microlibre y microfeliz”.Pero quienes sobrevivieron, noscuenta Victoria Pumar, continuaroncon su compromiso adelante: “Estasmujeres son hoy la base de la presen-cia femenina en la dirección de todoslos ámbitos de la sociedad, incluidoen el mundo sindical”.

Y es crítica pero también opti-mista cuando habla del feminismoen Comisiones Obreras: “Nuestrotrabajo feminista no fue hasta ahoragran cosa. Pero era tan consustancialel machismo al sindicalismo que lo

conseguido cobra una gran impor-tancia real y ha supuesto en los últi-mos años una verdadera revoluciónde comportamientos, algo menos deomisiones y menos aún de pensa-mientos entre los hombres, y entrelas mujeres, todo hay que decirlo, deComisiones Obreras”.

Señala Victoria Pumar el impor-tante papel desarrollado por las dife-rentes secretarías de la mujer y tam-bién el de la celebración de la Con-ferencia de Hombres y Mujeres,que vino a introducir definitivamen-te la lucha por los derechos de lasmujeres en el sindicato. Y reflexionasobre qué hacer de ahora en adelan-te: “Tengo la sensación de que esta-mos en el fin de un ciclo y de que esnecesario realizar una muy seria re-flexión colectiva sobre el actual pa-pel de las secretarías de la mujerpara emprender cambios y nuevoscaminos. Mi opinión inicial -y siem-pre a expensas de una reflexión co-lectiva y de análisis más profundosque los míos- es que en este momen-to se mueven muy alejadas de lasmujeres sindicalistas”.

Y apunta los muchos aciertos: elvelar por un lenguaje no sexista, eldemandar cuestiones de interéspara las mujeres, el potenciar laexistencia de mujeres en los órga-nos de dirección. Y algunas lagunas:“Creo que las mujeres del sindicato,sobre todo las más jóvenes, son muyajenas a este trabajo feminista. Ade-más, las secretarías de la mujer–que en muchos ámbitos y organiza-ciones son puramente nominales- nollegan realmente ni siquiera a lasafiliadas y mucho menos al comúnde las trabajadoras”.

Por eso propone el cambio gene-racional en la dirección del trabajofeminista dentro del sindicato: “Estállegando el momento del relevo y de-bemos hacerlo de tal forma que eltrabajo feminista del sindicato com-prometa, antes que nada, a todas lassindicalistas y de todas las genera-ciones. Porque, al fin y al cabo, estode las generaciones es otra conven-ción, pero que debemos hacer útilpara nuestros fines”.

número 7. marzo de 2003 / Trabajadora / 19

Ilustración de Irene Rofheart.

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Una carrera de fondo

PURA GARCÍA tiene 33 años yuna gran responsabilidad a la espal-da. Pelear día a día con la presenciade gente joven en el seno del sindica-to. Lo hace desde su puesto comoresponsable de la Secretaría Confe-deral de la Juventud de ComisionesObreras.

Para ella: “La carrera por la reduc-ción de las discriminaciones es unacarrera de fondo. En esta carrera, yapodemos apreciar algunos resultadospositivos”. Se refiere a la existencia devalores y actitudes positivos hacia laigualdad entre géneros que se da enmayor medida entre la población jo-ven. Entre la gente joven (de 16 a 30años) las diferencias entre géneros, encuanto a la incorporación al trabajo ylas condiciones laborales se refiere,no son demasiadas.

El número de delegadas jóveneses halagüeño: “La media de delega-das en Comisiones Obreras es del25,11%, mientras que en el colectivo

juvenil llega hasta el 29,7%, más deun 4,5%. Las chicas suelen ocuparempleos en los servicios bancarios,las oficinas, la enseñanza, la hostele-ría y la sanidad”. Como datos curio-sos, en Cataluña es donde existen unmayor número de delegadas jóvenes:un 49,6%. Y en el sector de la Sani-dad: un 64,83%.

La realidad de la sociedad espa-ñola ha variado enormemente en losúltimos años. Hoy día pocas chicascreen que el trabajo masculino sea“el importante” frente al suyo propioy el trabajo femenino fuera de casaha dejado de considerarse un trabajosubsidiario: “Hemos pasado de unaconcepción eventual de nuestro em-pleo a una equiparación de importan-cia entre el ámbito laboral y familiar,

porque afortunadamente hacambiado el mercado labo-ral, las condiciones de vida,los modelos de familia, he-mos accedido en un mayornúmero a la Universidad...”

Las jóvenes sufren hoydía la temporalidad, la enca-denación de contratos, la altasiniestralidad, los turnos. Esdecir, comparten problemascon sus amigos y colegas deedad, pero además se enfren-tan a la discriminación de gé-nero: “Entramos en el merca-do de trabajo para quedarnospero seguimos encontrándo-nos en desventaja. El no re-parto del trabajo en el ámbitode lo privado y las responsa-bilidades que la sociedad to-davía impone a las mujereshace que sea todo un reto te-

ner un empleo. A nosotras se

nos obliga prácticamente a elegir en-tre la vida pública y la privada ”.

Pura García piensa que las estruc-turas clásicas de participación sindi-cal no son suficientes para que las jó-venes se incorporen: “El movimientosindical debe conocer qué idea tienenlas jóvenes de sí mismas y de su lugaren el mundo laboral. También debe

elaborar un nuevo discurso si deseacontar en el futuro con las trabajado-ras. El modelo tradicional de ‘sindi-calismo de fábrica’ ya no responde alas expectativas de las jóvenes”.

Desde la Secretaría Confederalde la Juventud apuestan por un dis-curso que atraviese todos los ejes deactividad: “No queremos que estenuevo discurso quede encerrado encapítulos estancos dentro de los docu-mentos sindicales. A los nuevos pro-blemas hay que buscarles nuevas so-luciones”; y, por aumentar la presen-cia de gente joven: “Existe el deseode tener la representatividad adecua-da y para ello hay que abrir espaciosde participación reales”.

Por último, también piensan en lanecesidad de feminizar las estructu-ras sindicales: “Se deben superar losdebates sobre cuotas, porcentajes orepresentación de afiliación que sólose centran en los grandes órganos dedirección. Claro que nosotras debe-mos estar en ellos; pero si queremoscrear un espacio donde seamos copro-tagonistas debemos feminizar todaslas estructuras del sindicato desde labase. Debemos llevar a cabo una femi-nización de los cuadros medios, yaque son los que vertebran la estructu-ra sindical y los que desarrollan unaacción sindical más directa”. T

20 / Trabajadora / número 7. marzo de 2003

informe / Decidirse a participar, participando para decidir (II)

“El movimiento sindical debe conocer qué idea tienen lasjóvenes de sí mismas y de su lugar en el mundo laboral.También debe elaborar un nuevo discurso si desea contaren el futuro con las trabajadoras”.

Ilustración de Irene Rofheart.

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número 7. marzo de 2003 / Trabajadora / 21

CADA VEZ son más los hombresque escriben, se comunican y opi-nan contra el sexismo. Este es elcaso de la página web Hombres por la Igualdad(http://www.hombresigualdad.com), que lleva funcionan-do desde el año 2000. La delegación de Salud y Génerodel Ayuntamiento de Jerez (Cádiz) incluye entre sus pro-gramas éste, coordinado y dirigido por el educador sexualJosé Ángel Lozoya.

La página es un instrumento para la difusión de dis-cursos igualitarios, la formación no sexista, la prevencióny erradicación de la violencia masculina contra las muje-res, el cambio de aquellas conductas y hábitos masculi-nos que tienen un alto coste para la salud y las expectati-vas de vida y la incorporación y participación del mayornúmero posible de hombres en estos temas.

Hombres por la Igualdad cuenta con las siguientes en-tradas: documentación del Ayuntamiento de Jerez y la de-legación de Salud y Género; artículos publicados en pren-sa; ponencias, artículos, opiniones; intervenciones públicas;novedades; direcciones de interés; una cuidada bibliografíapara saber más; y, una sección dedicada a los jóvenes. Estaúltima intenta acercarse a ellos a través de lanzar preguntascomo “¿qué significa ser chico?”, y en donde se pueden en-contrar respuestas a cuestiones sobre salud y sexualidad.

En este espacio se analiza, por ejemplo, la cuestiónde la violencia machista desde diversos puntos de vista:la educación sexual, la ayuda a las víctimas, el trabajo conlos agresores, la prevención...

Se recogen asimismo artículos y ponencias sobre lossiguientes temas: sexualidad; salud y derechos reproduc-

tivos; condición masculina; masculinidad y salud; corres-ponsabilidad en lo doméstico; hombres y mujeres; pater-nidades; salud mental; patriarcado, poder de los hom-bres; entre hombres; y, ellas opinan sobre los hombres.

Los psicólogos Luis Bonino, Pere Compte, José LuisOreiro, Jorge Corsi o el psiquiatra Luis Rojas Marcos son al-gunos de los autores a quiénes podemos leer cuando nosadentramos en esta web, junto a textos de investigadores, po-

líticos, escritores, profesores universitarios,miembros de colectivos de hombres, etc.

Encontraremos también informaciónsobre los trabajos realizados por los gru-pos de hombres que ya funcionan ennuestro país, curiosamente casi todos enAndalucía; Grupo de Hombres de Grana-da, de Jerez y de Sevilla; Asociación deHombres por la Igualdad de Género (enMálaga); y, la Plataforma contra los MalosTratos a las Mujeres.

Para quiénes deseen más informa-ción pueden solicitarla a través del si-guiente correo electrónico: hombre.sy-

[email protected]

Belén Morales colabora en la Secretaría Confederal de la Mujer de Comi-

siones Obreras.

T

¿Qué significa ser hombre en nuestra sociedad?

¿Qué ideas existen alrededor

de la masculinidad? ¿Existen

los hombres feministas o

profeministas? Te invitamos a

visitar la página webHombres por la Igualdad.

Belén Morales

ciberfeministas

Hombres contra el sexismo

“Cada vez son más los hombres que escriben, se

comunican y opinan contra el sexismo.”

Ginecología y ObstetriciaAbortos (hasta 22 semanas)

Ligaduras y vasectomías

Cirugía general,estética y plástica

Pirineos, 7 - 28040 MadridTel. 91 311 10 00 - Fax 91 311 16 59

P U B L I C I D A D

Ilustración de Babette Cole para sucuento El príncipe ceniciento.

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por el mundo

22 / Trabajadora / número 7. marzo de 2003

Marcando la diferenciaParemos la guerra

número 7. marzo de 2003 / Trabajadora / 23

El Comité de Mujeres de la Con-federación Europea de Sindicatos(CES) realizó el pasado mes de di-ciembre la conferencia El género delsindicalismo europeo. La idea princi-pal de la misma era debatir un nuevoplan de igualdad (1).

La comisaria para el Empleo yAsuntos Sociales de la Comisión Eu-ropea, Bárbara Helfferich, resaltabaen su intervención la importancia dela colaboración entre las institucioneseuropeas y los sindicatos para podergarantizar la igualdad de oportunida-des e incrementar la participación la-boral y social de las mujeres.

Así mismo señalaba que las es-tructuras comunitarias deben favore-cer la participación de las mujeres enla toma de decisiones e integrar las

políticas de género (o mainstreamgender) en todos los tratados y áreas(agricultura, desarrollo, competitivi-dad...). Finalmente Bárbara Helffe-rich hacía hincapié en que la igualdadde oportunidades no es sólo unacuestión de justicia sino una parteesencial en el desarrollo económico ysocial de todos los países europeos.

La belga Miet Smet -parlamenta-ria y autora del informe Sobre la re-

presentación de la mujer entre los in-terlocutores sociales de la Unión Eu-ropea-, apuntaba la escasez de datos einformación relativos a los empleado-res y la brecha existente en la afilia-ción y la representación sindical delas mujeres. Por tanto, señaló la im-portancia de que los estudios enco-mendados a la Comisión Europea in-corporen este aspecto.

Miet Smet aboga por avanzar ha-cia la paridad imponiendo cuotas pro-gresivas obligatorias como únicomodo de alcanzar resultados eficaces.

Emilio Gabaglio, secretario generalde la CES, elogiaba la existencia deuna mayor sensibilización en cuestio-nes de género que ha traido de la manoun cambio de actitudes y la implanta-ción de nuevos métodos de trabajo. Ysituaba la igualdad entre hombres y

mujeres en el mismo plano que la de-mocracia o los derechos humanos. Altiempo, criticaba la ausencia de muje-res en los puestos de dirección. El XCongreso (Praga, mayo de 2003) reco-gerá los avances logrados y las perspec-tivas de futuro en relación a este tema.

Ada García, profesora en la Universi-dad de Louvain (Bégica), presentaba losresultados de la investigación sobre lapresencia de las mujeres en los puestos

de decisión de las organizaciones sindi-cales (evolución de los comités de muje-res, desarrollo de políticas de igualdadde oportunidades, acciones positivas,igualdad en la negociación colectiva...)desde 1993 hasta 2002. Y señalaba las es-trategias para incrementar la participa-ción y los obstáculos que la impiden.

Beatriz Hertogs, miembro del Co-mité Ejecutivo de la CES, reflexionabasobre los contenidos y los objetivos delnuevo Plan de Igualdad y la dinámicade arrastre que produce sobre todos lossindicatos integrados en la CES.

Metka Roksandic (de ZSSS de Es-lovenia), Ariadna Abeltina (de LBASde Lituania) y Mirela Caravan (deBNS de Rumania) expusieron los lo-gros y carencias de las mujeres en susrespectivos países. Todas coincidíanen la importancia de la integración en laUnión Europea como acicate para avan-zar en la igualdad de oportunidades.

Por último, Monique Marti (UNI-Europa, servicios y tecnología de lainformación); Cristina Tilling (ETF,transportistas); Annie Barbé (EFFAT,agricultura y turismo) y Anne-MariePerret (EPSU, servicios públicos) hi-cieron un recorrido por los progresosalcanzados en sus organizaciones.

En el plenario, y por consenso, sedecidió reformar los estatutos para:eliminar las diferencias de la repre-sentación de las mujeres; aprobar po-líticas que faciliten la participación;asegurar mayor formación y capacita-ción para las mujeres... Se decidióigualmente la necesidad de mantenerla composición exclusivamente feme-nina del Comité de Mujeres, aunqueintegrando problemas derivados de laxenofobia, la discapacidad, etc...).

(1) Más información en “Políticas efica-

ces”, artículo de Rita Moreno, en Trabaja-dora, nº 6 (diciembre de 2002).

T

”La igualdad de oportunidades no es sólo una cuestión de justicia sino una parte

esencial en el desarrollo económico y social de todos los países europeos”.

http://www.clinica-dator.com

¿Tiene género el sindicalismo? ¿debería no tenerlo? Estas son

algunas de las preguntas que intentaron responderse en la

conferencia organizada por el Comité de Mujeres de la

Confederación Europea de Sindicatos.

Susana Brunel

”En 1986, la participación de lasmujeres iraquíes en la vida políticaera de las más altas del mundo árabe,pero el embargo las ha encerrado ensus casas y en la religión.

Mar Molina en el artículo “Detrás de los

ojos de las mujeres iraquíes”, publicado en

La insignia, el 26 de agosto de 2002.

“No. Estados Unidos no quiereayudar a la sociedad iraquí porqueésta no le importa en absoluto. Loque ocurre es que el status quoestablecido desde la guerra delGolfo ya no le conviene por diversasrazones. Porque las terriblesconsecuencias humanas delembargo las ha rentabilizadoSadam Husein a su favor,mostrando al mundo el sufrimientoque la política internacionalproduce a los ciudadanos iraquíes yha logrado que en los propiosEstados Unidos se alcen muchasvoces contra el embargo”.

Gema Martín Muñoz en “Irak, una socie-

dad torturada”, publicado en El País el 23

de octubre de 2002.

”Detrás de los ojos de las mujeresiraquíes se esconde el dolorgratuito que ejerce el terror queestá imponiendo el ‘eje del bien’,que seguramente entrará en Irak algrito de ¡salvemos a las mujeres!”.

Mar Molina en el artículo “Detrás de

los ojos de las mujeres iraquíes” citado

anteriormente.

”El hecho de encontrarse tanabsorbidas por las tareasdomésticas a causa del embargo haimpuesto a las mujeres iraquíesuna obligada indiferencia, encuanto que ciudadanas, por losasuntos públicos y políticos. En estesentido, son previsibles efectosgraves sobre la contribución de lamujer a la vida pública”.

Thaera Absdul Wahid Mohammad, mé-

dica y vicepresidenta de la Federación

General de Mujeres Iraquíes en el artícu-

lo “Los efectos del embargo sobre la si-

tuación de la mujer iraquí”, publicado en

la página web del Comité de Solidaridad

con la Causa Árabe (CSCA) T

Nosotras y ellas

España Irak Media de hijos e hijas (1995) 1,2% 6,6%Uso de anticonceptivos (1990) 59% 14% Mortalidad maternal (por cada 100.000 nacimientos) (1990) 7 310Porcentaje de mujeres en el mercado laboral (1994) 22% 23% Analfabetismo femenino (1990) 4 % 59% Porcentaje de mujeres en el Parlamento (1995) 16% 10,80%Derecho al voto para las mujeres (año) 1931 1980

Datos citados en Atlas del estado de la mujer en el mundo, de Joni Seager. Ma-drid, 2001: Ediciones Akal, S.A.

En la direcciónhttp://www.ccoo.es/pdfs/CCOO_mujeres_iraquies.pdfpuedes encontrar en altaresolución el montajerealizado por Enrique Arcesobre fotografías deFernando Cárdenas.

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por el mundo

22 / Trabajadora / número 7. marzo de 2003

Marcando la diferenciaParemos la guerra

número 7. marzo de 2003 / Trabajadora / 23

El Comité de Mujeres de la Con-federación Europea de Sindicatos(CES) realizó el pasado mes de di-ciembre la conferencia El género delsindicalismo europeo. La idea princi-pal de la misma era debatir un nuevoplan de igualdad (1).

La comisaria para el Empleo yAsuntos Sociales de la Comisión Eu-ropea, Bárbara Helfferich, resaltabaen su intervención la importancia dela colaboración entre las institucioneseuropeas y los sindicatos para podergarantizar la igualdad de oportunida-des e incrementar la participación la-boral y social de las mujeres.

Así mismo señalaba que las es-tructuras comunitarias deben favore-cer la participación de las mujeres enla toma de decisiones e integrar las

políticas de género (o mainstreamgender) en todos los tratados y áreas(agricultura, desarrollo, competitivi-dad...). Finalmente Bárbara Helffe-rich hacía hincapié en que la igualdadde oportunidades no es sólo unacuestión de justicia sino una parteesencial en el desarrollo económico ysocial de todos los países europeos.

La belga Miet Smet -parlamenta-ria y autora del informe Sobre la re-

presentación de la mujer entre los in-terlocutores sociales de la Unión Eu-ropea-, apuntaba la escasez de datos einformación relativos a los empleado-res y la brecha existente en la afilia-ción y la representación sindical delas mujeres. Por tanto, señaló la im-portancia de que los estudios enco-mendados a la Comisión Europea in-corporen este aspecto.

Miet Smet aboga por avanzar ha-cia la paridad imponiendo cuotas pro-gresivas obligatorias como únicomodo de alcanzar resultados eficaces.

Emilio Gabaglio, secretario generalde la CES, elogiaba la existencia deuna mayor sensibilización en cuestio-nes de género que ha traido de la manoun cambio de actitudes y la implanta-ción de nuevos métodos de trabajo. Ysituaba la igualdad entre hombres y

mujeres en el mismo plano que la de-mocracia o los derechos humanos. Altiempo, criticaba la ausencia de muje-res en los puestos de dirección. El XCongreso (Praga, mayo de 2003) reco-gerá los avances logrados y las perspec-tivas de futuro en relación a este tema.

Ada García, profesora en la Universi-dad de Louvain (Bégica), presentaba losresultados de la investigación sobre lapresencia de las mujeres en los puestos

de decisión de las organizaciones sindi-cales (evolución de los comités de muje-res, desarrollo de políticas de igualdadde oportunidades, acciones positivas,igualdad en la negociación colectiva...)desde 1993 hasta 2002. Y señalaba las es-trategias para incrementar la participa-ción y los obstáculos que la impiden.

Beatriz Hertogs, miembro del Co-mité Ejecutivo de la CES, reflexionabasobre los contenidos y los objetivos delnuevo Plan de Igualdad y la dinámicade arrastre que produce sobre todos lossindicatos integrados en la CES.

Metka Roksandic (de ZSSS de Es-lovenia), Ariadna Abeltina (de LBASde Lituania) y Mirela Caravan (deBNS de Rumania) expusieron los lo-gros y carencias de las mujeres en susrespectivos países. Todas coincidíanen la importancia de la integración en laUnión Europea como acicate para avan-zar en la igualdad de oportunidades.

Por último, Monique Marti (UNI-Europa, servicios y tecnología de lainformación); Cristina Tilling (ETF,transportistas); Annie Barbé (EFFAT,agricultura y turismo) y Anne-MariePerret (EPSU, servicios públicos) hi-cieron un recorrido por los progresosalcanzados en sus organizaciones.

En el plenario, y por consenso, sedecidió reformar los estatutos para:eliminar las diferencias de la repre-sentación de las mujeres; aprobar po-líticas que faciliten la participación;asegurar mayor formación y capacita-ción para las mujeres... Se decidióigualmente la necesidad de mantenerla composición exclusivamente feme-nina del Comité de Mujeres, aunqueintegrando problemas derivados de laxenofobia, la discapacidad, etc...).

(1) Más información en “Políticas efica-

ces”, artículo de Rita Moreno, en Trabaja-dora, nº 6 (diciembre de 2002).

T

”La igualdad de oportunidades no es sólo una cuestión de justicia sino una parte

esencial en el desarrollo económico y social de todos los países europeos”.

http://www.clinica-dator.com

¿Tiene género el sindicalismo? ¿debería no tenerlo? Estas son

algunas de las preguntas que intentaron responderse en la

conferencia organizada por el Comité de Mujeres de la

Confederación Europea de Sindicatos.

Susana Brunel

”En 1986, la participación de lasmujeres iraquíes en la vida políticaera de las más altas del mundo árabe,pero el embargo las ha encerrado ensus casas y en la religión.

Mar Molina en el artículo “Detrás de los

ojos de las mujeres iraquíes”, publicado en

La insignia, el 26 de agosto de 2002.

“No. Estados Unidos no quiereayudar a la sociedad iraquí porqueésta no le importa en absoluto. Loque ocurre es que el status quoestablecido desde la guerra delGolfo ya no le conviene por diversasrazones. Porque las terriblesconsecuencias humanas delembargo las ha rentabilizadoSadam Husein a su favor,mostrando al mundo el sufrimientoque la política internacionalproduce a los ciudadanos iraquíes yha logrado que en los propiosEstados Unidos se alcen muchasvoces contra el embargo”.

Gema Martín Muñoz en “Irak, una socie-

dad torturada”, publicado en El País el 23

de octubre de 2002.

”Detrás de los ojos de las mujeresiraquíes se esconde el dolorgratuito que ejerce el terror queestá imponiendo el ‘eje del bien’,que seguramente entrará en Irak algrito de ¡salvemos a las mujeres!”.

Mar Molina en el artículo “Detrás de

los ojos de las mujeres iraquíes” citado

anteriormente.

”El hecho de encontrarse tanabsorbidas por las tareasdomésticas a causa del embargo haimpuesto a las mujeres iraquíesuna obligada indiferencia, encuanto que ciudadanas, por losasuntos públicos y políticos. En estesentido, son previsibles efectosgraves sobre la contribución de lamujer a la vida pública”.

Thaera Absdul Wahid Mohammad, mé-

dica y vicepresidenta de la Federación

General de Mujeres Iraquíes en el artícu-

lo “Los efectos del embargo sobre la si-

tuación de la mujer iraquí”, publicado en

la página web del Comité de Solidaridad

con la Causa Árabe (CSCA) T

Nosotras y ellas

España Irak Media de hijos e hijas (1995) 1,2% 6,6%Uso de anticonceptivos (1990) 59% 14% Mortalidad maternal (por cada 100.000 nacimientos) (1990) 7 310Porcentaje de mujeres en el mercado laboral (1994) 22% 23% Analfabetismo femenino (1990) 4 % 59% Porcentaje de mujeres en el Parlamento (1995) 16% 10,80%Derecho al voto para las mujeres (año) 1931 1980

Datos citados en Atlas del estado de la mujer en el mundo, de Joni Seager. Ma-drid, 2001: Ediciones Akal, S.A.

En la direcciónhttp://www.ccoo.es/pdfs/CCOO_mujeres_iraquies.pdfpuedes encontrar en altaresolución el montajerealizado por Enrique Arcesobre fotografías deFernando Cárdenas.

Page 24: número 7. IV época. marzo de 2003 secretaría confederal de ... · Con las iraquíes. Paremos la guerra. página 24/ INVESTIGACIÓN Los límites de las científicas, de Alicia Durán.

TAL VEZ la pregunta que titula estapequeña contribución pueda pare-cer provocadora, pero es una pre-gunta clave si se pretende entender(y cambiar) la situación subordinada–en algunas esferas, marginal–, delas mujeres en la ciencia española, y,como no podía ser diferente, en sumayor centro público de investiga-ción, el Consejo Superior de Inves-tigaciones Científicas (CSIC).

La cita de Virgina Woolf es la res-puesta implícita a la pregunta del tí-tulo e ilustra la posición feminista enel debate iniciado en los años 60 so-bre la pretendida neutralidad de laciencia. La ciencia, como fenómenosocial, no está aislada del contextohistórico y socioeconómico, y suavance está estrechamente vincula-do a las estructuras y relaciones depoder: económico, político y tam-bién de género (1). Porque existe unaidea generalizada según la cual eltrabajo creativo y original, el que dalugar a transformaciones radicales,es producido por los hombres, mien-tras que las mujeres son más eficien-tes en las tareas técnicas, en la ob-tención de datos, en poner “orden”en el laboratorio. Una idea que refle-ja el androcentrismo del sistemacientífico-técnico, que supone queser científica significa formar partede una profesión masculina y haber

superado las presuntas “desventajas”de nuestro sexo (2). Ser científica seríaen consecuencia no ser una “mujerreal” (o una “mujer-mujer”, como di-ría el presidente Aznar).

Las posibles sonrisas que a estaaltura han esbozado algunos lectoresseguramente se borrarían si leyeranlas reacciones surgidas después de laIV Conferencia de la ONU y el Forode ONG sobre la Mujer realizado enBeijing en 1995. Muchos compromi-sos asumidos por los gobiernos paraluchar contra la discriminación, in-cluyendo el ámbito científico, hansuscitado un rechazo frontal acudien-do a argumentos tan peregrinoscomo el del determinismo biológico.Y esto no sólo ocurre en África, ocu-rre en la Unión Europea, donde se

siguen rechazando avances legislati-vos relacionados con medidas de ac-ción positivas en contra de la discri-minación femenina.

La Comisión Europea ante la es-casa participación de científicas enlas tareas encomendadas –evalua-ción, gestión, seguimiento– mantie-ne una política de apertura y promo-ción, pero aún así existe un desequi-

librio manifiesto, y que no guardarelación con el porcentaje de muje-res en los sistemas de ciencia y tec-nología de los países miembros.

Lo políticamente correctoEl caso de España es paradigmá-

tico: la proporción de universitariasen ciencias exactas supera en mu-chas carreras el 50% (aunque siguensiendo minoritarias en las ingenierí-as) y se ha probado que tienen me-jor rendimiento y obtienen mejoresnotas que los varones. Sin embargo,cuando se integran en el mundo dela investigación su porcentaje dismi-nuye dramáticamente a medida quese asciende en la escala de responsa-bilidades. No existen catedráticas deuniversidad en varias ramas de la

Física, ni en Astronomía, ni en lamayoría de las Ingenierías, y el nú-mero total de Profesoras de Investi-gación del CSIC se sitúa en un ma-gro 13% cuando las Científicas Titu-lares han superado el 40% de laplantilla. Peor aún es la situación enlos ámbitos de dirección, planifica-ción y gestión de la investigación, enlos sitios donde se toman las decisio-nes que determinan la vida de los

investigación

24 / Trabajadora / número 7. marzo de 2003 número 7. marzo de 2003 / Trabajadora / 25

¿Cambiar a las mujereso cambiar la ciencia?La comunidad científica tampoco escapa a la discriminación y a

los estereotipos sexistas. Las científicas se encuentran con

límites similares a los del resto de las mujeres en un ambiente

que se jacta de ser especialmente neutro (*).

Alicia Durán

centros de investigación y el rumbode la ciencia de este país.

Miremos al CSIC: ¿cuántas di-rectoras de centros?, ¿cuántas muje-res en los tribunales?, ¿cuántas en lascomisiones de área?, ¿cuántas en po-siciones de poder real? Más allá de la“cuota femenina” indispensable de lo“políticamente correcto”, existe unamarginación real e indiscutible.

Los estudios sobre ciencia y gé-nero han detectado las barreras ex-plícitas e implícitas que dificultan elacceso, la permanencia y la promo-ción de las mujeres en el campocientífico.

Dado que la participación en lacomunidad científica pasa por adap-tarse a un medio con características ycomportamientos tradicionalmentemasculinos, las mujeres tienden a de-

sarrollar una doble personalidad. Porun lado, deben comportarse comohombres en el campo profesionalpara ser aceptadas como miembrosde hecho de esta comunidad, y, porotro lado, deben responder sociocul-turalmente de acuerdo a su identidadfemenina. El coste de trabajar enciencia y llegar a ser algo más que el“toque de color” de un laboratorio oun proyecto supone transgredir el

modelo establecido. Las relacionesde género comunes en el medio cien-tífico se siguen sustentando en unafalta de reconocimiento de las capaci-dades intelectuales de las mujerespara mantenerlas en los márgenes dela actividad, sin acceso a los sitios dedecisión real. Un capítulo especialmerecería la participación de las mu-jeres en instituciones y proyectos conparticipación predominante de em-presas, donde las sonrisas condescen-dientes suelen ser la respuesta máscomún ante cualquier desacuerdo.

Esas son las condiciones que hanoriginado el modelo predominantede científica que logra destacar: ex-celente nivel profesional, eficiente,dura, a veces autoritaria. Lejos, muylejos, de la “mujer-mujer”.

Los límites socialesEl trabajo y el contacto con mis

compañeras de profesión me mues-tran casi a diario la contradicciónconstante que deben enfrentaraquellas que pretenden hacer com-patibles el trabajo del laboratorio ysu papel en la familia. Huelga decirque las estadísticas sobre incidenciadel trabajo doméstico (4 horas dia-rias para las mujeres frente a 45 mi-nutos para los hombres) son tam-bién válidas en el mundo de la cien-cia. Consecuencia directa son las di-ficultades para viajar, para estanciasde perfeccionamiento en el extran-jero o, simplemente, para prolongarla jornada laboral.

Los límites a la participación de lamujer en la ciencia no son, por tanto,

límites profesionales, sino límites so-ciales. Límites que se derivan de unmodelo educativo sexista, que obligaa las mujeres que deciden trabajar enciencia a identificarse con modelosque se dicen neutros pero que sondecididamente masculinos. Límitesque abocan a la contradicción de de-mostrar de forma constante la equiva-lencia social a partir de los resultadosacadémicos, a la vez que se reivindica

el derecho a la diferencia y la búsque-da de la identidad(3).

Superar las contradicciones que segeneran entre calidad y valía profesio-nal, y expectativas e imagen social de lamujer, significa apostar por un senderoque la filósofa Ana Sánchez(4) traza connitidez: “Adentrarnos en un camino dia-lógico donde la lógica de la igualdad nu-tra y realimente la lógica de la diferen-cia”. Una apuesta por construir “otro sa-ber” a partir de las mujeres mismas;otra forma de abordar el trabajo científi-co, como se ha planteado la revistaScience(5). Una tarea que trasciende almundo de la investigación porque co-mienza con la transformación de la edu-cación en un proyecto coeducativo.Una tarea que debería acercarnos a loque Danielle Mitterrand definía comouna sociedad igualitaria: aquélla en laque el número de mujeres mediocresen puestos de poder iguale al de hom-bres mediocres en los mismos puestos.Una tarea que no es un asunto de muje-res sino de todo el mundo.

Alicia Durán es investigadora científica del CSIC

y dirige el área de Ciencia y Tecnología de la

Fundación 1º de Mayo de Comisiones Obreras.

(*) Este artículo es una versión resumida

del publicado en la revista Arbor. Ciencia,pensamiento y cultura, nº 679 (julio-agosto

de 2002) en el número especial Ciencia y

tecnología en el CSIC: Una visión de géne-

ro, editado por valentina Fernández Var-

gas y María Jesús Santesmases.

(1) “La posición de las mujeres en la ciencia

española”, de E. Rubio Herráez, en La forma-ción científica de las mujeres”. Madrid, 1996:

Renée Clair, Unesco-Los Libros de la Catarata.

(2) “Feminism and Science”, de R. Arditti,

en The Changing Experience of Women.

Londres, 1982: The Open University.

(3) “Yo no he jugado nunca con un elec-

trón”, de C. Alemany, en Alumnas en laEnseñanza Superior y Técnica. Madrid,

1992: Instituto de la Mujer.

(4) “Las paradojas del modelo integracio-

nista”, ponencia de A. Sánchez en las III

Jornadas Internacionales de Coeducación.

La enseñanza de las matemáticas y de lasciencias experimentales, 1991.

(5) “Gender and the Culture of Science.

Women in Science”. Science, nº 260, 1993.

T

“La ciencia es no sólo burguesa, sino también masculina”

Virginia Woolf

Los cinco sentidos (1999), obra de laartista Paloma Navares.

”El androcentrismo supone que ser científica significa formar parte de una

profesión masculina y haber superado las presuntas ‘desventajas’ de nuestro sexo”.

”Los límites a la participación de la mujer en la ciencia no son, por tanto,

límites profesionales, sino límites sociales”.

Page 25: número 7. IV época. marzo de 2003 secretaría confederal de ... · Con las iraquíes. Paremos la guerra. página 24/ INVESTIGACIÓN Los límites de las científicas, de Alicia Durán.

TAL VEZ la pregunta que titula estapequeña contribución pueda pare-cer provocadora, pero es una pre-gunta clave si se pretende entender(y cambiar) la situación subordinada–en algunas esferas, marginal–, delas mujeres en la ciencia española, y,como no podía ser diferente, en sumayor centro público de investiga-ción, el Consejo Superior de Inves-tigaciones Científicas (CSIC).

La cita de Virgina Woolf es la res-puesta implícita a la pregunta del tí-tulo e ilustra la posición feminista enel debate iniciado en los años 60 so-bre la pretendida neutralidad de laciencia. La ciencia, como fenómenosocial, no está aislada del contextohistórico y socioeconómico, y suavance está estrechamente vincula-do a las estructuras y relaciones depoder: económico, político y tam-bién de género (1). Porque existe unaidea generalizada según la cual eltrabajo creativo y original, el que dalugar a transformaciones radicales,es producido por los hombres, mien-tras que las mujeres son más eficien-tes en las tareas técnicas, en la ob-tención de datos, en poner “orden”en el laboratorio. Una idea que refle-ja el androcentrismo del sistemacientífico-técnico, que supone queser científica significa formar partede una profesión masculina y haber

superado las presuntas “desventajas”de nuestro sexo (2). Ser científica seríaen consecuencia no ser una “mujerreal” (o una “mujer-mujer”, como di-ría el presidente Aznar).

Las posibles sonrisas que a estaaltura han esbozado algunos lectoresseguramente se borrarían si leyeranlas reacciones surgidas después de laIV Conferencia de la ONU y el Forode ONG sobre la Mujer realizado enBeijing en 1995. Muchos compromi-sos asumidos por los gobiernos paraluchar contra la discriminación, in-cluyendo el ámbito científico, hansuscitado un rechazo frontal acudien-do a argumentos tan peregrinoscomo el del determinismo biológico.Y esto no sólo ocurre en África, ocu-rre en la Unión Europea, donde se

siguen rechazando avances legislati-vos relacionados con medidas de ac-ción positivas en contra de la discri-minación femenina.

La Comisión Europea ante la es-casa participación de científicas enlas tareas encomendadas –evalua-ción, gestión, seguimiento– mantie-ne una política de apertura y promo-ción, pero aún así existe un desequi-

librio manifiesto, y que no guardarelación con el porcentaje de muje-res en los sistemas de ciencia y tec-nología de los países miembros.

Lo políticamente correctoEl caso de España es paradigmá-

tico: la proporción de universitariasen ciencias exactas supera en mu-chas carreras el 50% (aunque siguensiendo minoritarias en las ingenierí-as) y se ha probado que tienen me-jor rendimiento y obtienen mejoresnotas que los varones. Sin embargo,cuando se integran en el mundo dela investigación su porcentaje dismi-nuye dramáticamente a medida quese asciende en la escala de responsa-bilidades. No existen catedráticas deuniversidad en varias ramas de la

Física, ni en Astronomía, ni en lamayoría de las Ingenierías, y el nú-mero total de Profesoras de Investi-gación del CSIC se sitúa en un ma-gro 13% cuando las Científicas Titu-lares han superado el 40% de laplantilla. Peor aún es la situación enlos ámbitos de dirección, planifica-ción y gestión de la investigación, enlos sitios donde se toman las decisio-nes que determinan la vida de los

investigación

24 / Trabajadora / número 7. marzo de 2003 número 7. marzo de 2003 / Trabajadora / 25

¿Cambiar a las mujereso cambiar la ciencia?La comunidad científica tampoco escapa a la discriminación y a

los estereotipos sexistas. Las científicas se encuentran con

límites similares a los del resto de las mujeres en un ambiente

que se jacta de ser especialmente neutro (*).

Alicia Durán

centros de investigación y el rumbode la ciencia de este país.

Miremos al CSIC: ¿cuántas di-rectoras de centros?, ¿cuántas muje-res en los tribunales?, ¿cuántas en lascomisiones de área?, ¿cuántas en po-siciones de poder real? Más allá de la“cuota femenina” indispensable de lo“políticamente correcto”, existe unamarginación real e indiscutible.

Los estudios sobre ciencia y gé-nero han detectado las barreras ex-plícitas e implícitas que dificultan elacceso, la permanencia y la promo-ción de las mujeres en el campocientífico.

Dado que la participación en lacomunidad científica pasa por adap-tarse a un medio con características ycomportamientos tradicionalmentemasculinos, las mujeres tienden a de-

sarrollar una doble personalidad. Porun lado, deben comportarse comohombres en el campo profesionalpara ser aceptadas como miembrosde hecho de esta comunidad, y, porotro lado, deben responder sociocul-turalmente de acuerdo a su identidadfemenina. El coste de trabajar enciencia y llegar a ser algo más que el“toque de color” de un laboratorio oun proyecto supone transgredir el

modelo establecido. Las relacionesde género comunes en el medio cien-tífico se siguen sustentando en unafalta de reconocimiento de las capaci-dades intelectuales de las mujerespara mantenerlas en los márgenes dela actividad, sin acceso a los sitios dedecisión real. Un capítulo especialmerecería la participación de las mu-jeres en instituciones y proyectos conparticipación predominante de em-presas, donde las sonrisas condescen-dientes suelen ser la respuesta máscomún ante cualquier desacuerdo.

Esas son las condiciones que hanoriginado el modelo predominantede científica que logra destacar: ex-celente nivel profesional, eficiente,dura, a veces autoritaria. Lejos, muylejos, de la “mujer-mujer”.

Los límites socialesEl trabajo y el contacto con mis

compañeras de profesión me mues-tran casi a diario la contradicciónconstante que deben enfrentaraquellas que pretenden hacer com-patibles el trabajo del laboratorio ysu papel en la familia. Huelga decirque las estadísticas sobre incidenciadel trabajo doméstico (4 horas dia-rias para las mujeres frente a 45 mi-nutos para los hombres) son tam-bién válidas en el mundo de la cien-cia. Consecuencia directa son las di-ficultades para viajar, para estanciasde perfeccionamiento en el extran-jero o, simplemente, para prolongarla jornada laboral.

Los límites a la participación de lamujer en la ciencia no son, por tanto,

límites profesionales, sino límites so-ciales. Límites que se derivan de unmodelo educativo sexista, que obligaa las mujeres que deciden trabajar enciencia a identificarse con modelosque se dicen neutros pero que sondecididamente masculinos. Límitesque abocan a la contradicción de de-mostrar de forma constante la equiva-lencia social a partir de los resultadosacadémicos, a la vez que se reivindica

el derecho a la diferencia y la búsque-da de la identidad(3).

Superar las contradicciones que segeneran entre calidad y valía profesio-nal, y expectativas e imagen social de lamujer, significa apostar por un senderoque la filósofa Ana Sánchez(4) traza connitidez: “Adentrarnos en un camino dia-lógico donde la lógica de la igualdad nu-tra y realimente la lógica de la diferen-cia”. Una apuesta por construir “otro sa-ber” a partir de las mujeres mismas;otra forma de abordar el trabajo científi-co, como se ha planteado la revistaScience(5). Una tarea que trasciende almundo de la investigación porque co-mienza con la transformación de la edu-cación en un proyecto coeducativo.Una tarea que debería acercarnos a loque Danielle Mitterrand definía comouna sociedad igualitaria: aquélla en laque el número de mujeres mediocresen puestos de poder iguale al de hom-bres mediocres en los mismos puestos.Una tarea que no es un asunto de muje-res sino de todo el mundo.

Alicia Durán es investigadora científica del CSIC

y dirige el área de Ciencia y Tecnología de la

Fundación 1º de Mayo de Comisiones Obreras.

(*) Este artículo es una versión resumida

del publicado en la revista Arbor. Ciencia,pensamiento y cultura, nº 679 (julio-agosto

de 2002) en el número especial Ciencia y

tecnología en el CSIC: Una visión de géne-

ro, editado por valentina Fernández Var-

gas y María Jesús Santesmases.

(1) “La posición de las mujeres en la ciencia

española”, de E. Rubio Herráez, en La forma-ción científica de las mujeres”. Madrid, 1996:

Renée Clair, Unesco-Los Libros de la Catarata.

(2) “Feminism and Science”, de R. Arditti,

en The Changing Experience of Women.

Londres, 1982: The Open University.

(3) “Yo no he jugado nunca con un elec-

trón”, de C. Alemany, en Alumnas en laEnseñanza Superior y Técnica. Madrid,

1992: Instituto de la Mujer.

(4) “Las paradojas del modelo integracio-

nista”, ponencia de A. Sánchez en las III

Jornadas Internacionales de Coeducación.

La enseñanza de las matemáticas y de lasciencias experimentales, 1991.

(5) “Gender and the Culture of Science.

Women in Science”. Science, nº 260, 1993.

T

“La ciencia es no sólo burguesa, sino también masculina”

Virginia Woolf

Los cinco sentidos (1999), obra de laartista Paloma Navares.

”El androcentrismo supone que ser científica significa formar parte de una

profesión masculina y haber superado las presuntas ‘desventajas’ de nuestro sexo”.

”Los límites a la participación de la mujer en la ciencia no son, por tanto,

límites profesionales, sino límites sociales”.

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número 7. marzo de 2003 / Trabajadora / 2726 / Trabajadora / número 7. marzo de 2003

HABLAR de mujeres y empleos, detrabajadoras y mercado laboral, no sue-le ser en sí mismo sencillo. Menos lo escuando las trabajadoras o mujeres aquienes nos referimos arrastran un pro-blema de alteración de sus funcionesintelectuales o físicas. Podríamos hablarde tres tipologías diferentes de trabaja-doras con discapacidad: la heroína, laadmirada y la pobre.

En primer lugar se encuentra la “he-roína”, es decir, aquella que ha conse-guido convertir su discapacidad (sobre-venida o congénita) en una anécdota.Son mujeres que han conseguido desa-rrollarse y evolucionar en un ambientepropicio y que han tenido la suerte dedisfrutar de apoyo afectivo, económico,tecnológico... Sus vidas se encuentranabsolutamente normalizadas. El accesoal empleo será más sencillo para ellas

que para otras discapacitadas. Comonos explica José María Fernández Villal-ta, adjunto a la Secretaría Confederal dePolítica Social de Comisiones Obreras:“La consecuencia natural en su evolu-ción social y personal es la incorporaciónal empleo, como ocurre con la mayoríade la población trabajadora en cualquierotra situación personal. Nada hace pen-sar que su participación estará subjetiva-mente coartada, aunque sí lo estará en lamedida en que su entorno trabe su pro-ceso natural”.

En segundo lugar nos encontramoscon la “admirada”. Este tipo de mujeresha convertido su discapacidad en unmotor que les hace sentirse vivas y con-tinuar “batallando” día a día. El concep-to de “admiración” está, en cualquiercaso, en quienes miran y en la emociónque les provoca “toparse” con una dis-

capacitada “fuerte” y “endurecida” porsus circunstancias, capaz de enfrentarsea todo y sin rendirse ante nada.

Por lo general son mujeres que,pese a sufrir una crisis importante aconsecuencia de su discapacidad, y apesar de haber necesitado de apoyos yayudas suplementarias para continuarviviendo en normalidad (con sus triste-zas y alegrías, como todas) consiguenque su discapacidad no se convierta enun lastre. En estos casos el empleo esun estímulo absolutamente positivo:

“El empleo actúa de refuerzo a la tra-yectoria personal y social, asegurandolos pilares de la persona con discapaci-dad en la consecución de una imagensocial normalizada”, nos comenta JoséMaría Fernández Villalta.

La necesaria “integración”

Por último está aquella que a supaso recibe la atención de los demás, dequienes la miran, en la siguiente expre-sión: “¡uf pobre!”. Aquí, la discapaci-dad es una inmensa barreraque separa, que delimita es-pacios físicos y psicológicosy que obliga a recapacitarsobre los procesos de “inte-gración” o “desintegración”.

Las mujeres que se encuentran eneste grupo, además de tener algunadiscapacidad, han crecido en am-bientes deficitarios desde un puntode vista cultural o económico. Por logeneral su acceso a los recursos o a lasimple información ha sido, de parti-da, insuficiente y escaso. En su vidaadulta saldrán a la luz sus carenciaspsicosociales y también de formaciónprofesional.

Son, por tanto, quienes tienen másdificultades a la hora de acceder a un

empleo. Para ellas la incorporación almercado laboral debe ir “paso a paso”,superando diferentes niveles: “Co-menzará su camino hacia el empleo nocomo el inicio de una nueva etapa,dando por concluidas las anteriores,sino que éste actuará de elemento inte-grador con el fin de conseguir un nivelde participación social suficiente”. Laidea final es que en el futuro estas mu-jeres no dependan ni de recursos so-ciales ni de terceras personas, sino que

tengan la suficiente autonomía so-cial y económica para valerse

por sí mismas.

Las tipologías sólo sir-ven para nombrar las si-tuaciones y después olvi-

darse de ellas. Sirven también paraconocer que la realidad de todos losseres humanos, independientementede sus circunstancias personales (enel caso del artículo que nos ocupa, enser discapacitada o no serlo) a vecesno son tan distintas y las dificultadescon las que se enfrentan tampoco.

Este año se celebra el Año Euro-peo de la Discapacidad (1) y será unbuen momento para recapacitar sobrelas discriminaciones que sufre todo uncolectivo y para que sus reivindicacio-nes permanezcan con el fluir de losmeses. Tal vez podamos ir constru-yendo poco a poco sociedades quenos permitan “hacer desaparecer” fe-chas y celebraciones como éstas, liga-das indisolublemente a situacionesdesventajosas y discriminatorias so-cialmente hablando(2).

(1) Coincidiendo con el Día Internacional de la

Mujer (concretamente del 27 de febrero al 1 de

marzo de 2003) se celebrará en Valencia el I

Congreso Internacional sobre Mujer y Disca-

pacidad, organizado por la Consellería de Bie-

nestar Social, el Instituto de Migraciones y

Servicios Sociales, el Instituto de la Mujer, la

Comunidad Europea y el Ayuntamiento de

Valencia. Esta es su dirección en Internet:

http://www.micongreso.gva.es.

(2) Para saber más se pueden consultar las si-

guientes direcciones de Internet:

http://adne.no.sapo.pt, que corresponde a la

organización feminista catalana Dones No

Estàndard, y la web oficial del Año Europeo

de las Personas con Discapacidad en

http://www.eypd2003.org.

T

sociedad

Este año se celebra el Año Europeo de la Discapacidad. Nos

acercamos a las mujeres que tienen discapacidades físicas o

intelectuales -ya sean congénitas o sobrevenidas- y que se

enfrentan a un mercado laboral salvaje y competitivo, en el que

-por lo general- reciben la peor parte.

C. B.

De capacidades y discapacidades

El Acuerdo Interconfederal deNegociación Colectiva permitirá quela situación de discriminación dequienes sufren discapacidad se veaamortiguada en los convenios colecti-vos que se negocien a lo largo delaño.

Además desde Comisiones Obre-ras se ha puesto en marcha la campa-ña Por la integración con trabajo y sinbarreras. De alguna manera se re-fuerzan las directivas europeas y losartículos de la Unión Europea referi-dos a la no discriminación por razónde discapacidad. Aunque parezca

algo obvio, la cotidianeidad nos en-frenta a la realidad pura y dura.

Como ejemplo una muestra, enMadrid el 29,6 de personas discapacita-das se encuentra en paro, el doble delas no discapacitadas en la Comunidad.O esta otra: el 20% de personas con dis-capacidad y nacionalidad española, en-tre los 16 y los 34 años, tienen ingresossalariales. La media europea se encuen-tra casi en el doble, el 38%. Nuestropaís cuenta con la tasa más baja de todala Unión Europea. El país más sensibleal problema de las discapacidades esFrancia, con un 46%.

Hay otras cuestiones relaciona-das con la vida cotidiana que tam-bién han de variar. Cosas que lla-man la atención porque “claman alcielo”. Tan sencillas como exigirsubtítulos en las emisiones de la te-levisión pública para que la pobla-ción sorda alcance a comprenderreportajes, películas, noticias... otan sencillas como invertir para queel acceso a los transportes públicossea real y eficaz (autobuses, metro-politanos y taxis adaptados o euro-taxis...) y permitan a todas las per-sonas discapacitadas libertad demovimientos. T

COMISIONES OBRERAS, junto con la Unión General deTrabajadores, propuso a la CEOE la inclusión de una llamadade atención a la igualdad de trato (en referencia a la poblacióntrabajadora con discapacidad) en el Acuerdo Interconfederal deNegociación Colectiva. Los sindicatos recalcaron en la negocia-ción: “En situaciones problemáticas para el empleo, son los co-lectivos que se encuentran en situaciones de partida más desfa-vorecidas los primeros en sufrir las consecuencias”.

Cartel de Sara García, vencedor del Concurso Internacional deDibujo del Año Europeo.

Con trabajo y sin barreras

Dibujo que aparece en la portadadel libro Mujer y discapacidad. Bue-nas prácticas, editado por el Institu-

to de Migraciones y Servicios So-ciales (IMSERSO). Madrid, 2000.

”La idea final es que en el futuro estas mujeres no dependan ni de recursos sociales

ni de terceras personas, sino que tengan la suficiente autonomía social y económica

para valerse por sí mismas”.

Page 27: número 7. IV época. marzo de 2003 secretaría confederal de ... · Con las iraquíes. Paremos la guerra. página 24/ INVESTIGACIÓN Los límites de las científicas, de Alicia Durán.

número 7. marzo de 2003 / Trabajadora / 2726 / Trabajadora / número 7. marzo de 2003

HABLAR de mujeres y empleos, detrabajadoras y mercado laboral, no sue-le ser en sí mismo sencillo. Menos lo escuando las trabajadoras o mujeres aquienes nos referimos arrastran un pro-blema de alteración de sus funcionesintelectuales o físicas. Podríamos hablarde tres tipologías diferentes de trabaja-doras con discapacidad: la heroína, laadmirada y la pobre.

En primer lugar se encuentra la “he-roína”, es decir, aquella que ha conse-guido convertir su discapacidad (sobre-venida o congénita) en una anécdota.Son mujeres que han conseguido desa-rrollarse y evolucionar en un ambientepropicio y que han tenido la suerte dedisfrutar de apoyo afectivo, económico,tecnológico... Sus vidas se encuentranabsolutamente normalizadas. El accesoal empleo será más sencillo para ellas

que para otras discapacitadas. Comonos explica José María Fernández Villal-ta, adjunto a la Secretaría Confederal dePolítica Social de Comisiones Obreras:“La consecuencia natural en su evolu-ción social y personal es la incorporaciónal empleo, como ocurre con la mayoríade la población trabajadora en cualquierotra situación personal. Nada hace pen-sar que su participación estará subjetiva-mente coartada, aunque sí lo estará en lamedida en que su entorno trabe su pro-ceso natural”.

En segundo lugar nos encontramoscon la “admirada”. Este tipo de mujeresha convertido su discapacidad en unmotor que les hace sentirse vivas y con-tinuar “batallando” día a día. El concep-to de “admiración” está, en cualquiercaso, en quienes miran y en la emociónque les provoca “toparse” con una dis-

capacitada “fuerte” y “endurecida” porsus circunstancias, capaz de enfrentarsea todo y sin rendirse ante nada.

Por lo general son mujeres que,pese a sufrir una crisis importante aconsecuencia de su discapacidad, y apesar de haber necesitado de apoyos yayudas suplementarias para continuarviviendo en normalidad (con sus triste-zas y alegrías, como todas) consiguenque su discapacidad no se convierta enun lastre. En estos casos el empleo esun estímulo absolutamente positivo:

“El empleo actúa de refuerzo a la tra-yectoria personal y social, asegurandolos pilares de la persona con discapaci-dad en la consecución de una imagensocial normalizada”, nos comenta JoséMaría Fernández Villalta.

La necesaria “integración”

Por último está aquella que a supaso recibe la atención de los demás, dequienes la miran, en la siguiente expre-sión: “¡uf pobre!”. Aquí, la discapaci-dad es una inmensa barreraque separa, que delimita es-pacios físicos y psicológicosy que obliga a recapacitarsobre los procesos de “inte-gración” o “desintegración”.

Las mujeres que se encuentran eneste grupo, además de tener algunadiscapacidad, han crecido en am-bientes deficitarios desde un puntode vista cultural o económico. Por logeneral su acceso a los recursos o a lasimple información ha sido, de parti-da, insuficiente y escaso. En su vidaadulta saldrán a la luz sus carenciaspsicosociales y también de formaciónprofesional.

Son, por tanto, quienes tienen másdificultades a la hora de acceder a un

empleo. Para ellas la incorporación almercado laboral debe ir “paso a paso”,superando diferentes niveles: “Co-menzará su camino hacia el empleo nocomo el inicio de una nueva etapa,dando por concluidas las anteriores,sino que éste actuará de elemento inte-grador con el fin de conseguir un nivelde participación social suficiente”. Laidea final es que en el futuro estas mu-jeres no dependan ni de recursos so-ciales ni de terceras personas, sino que

tengan la suficiente autonomía so-cial y económica para valerse

por sí mismas.

Las tipologías sólo sir-ven para nombrar las si-tuaciones y después olvi-

darse de ellas. Sirven también paraconocer que la realidad de todos losseres humanos, independientementede sus circunstancias personales (enel caso del artículo que nos ocupa, enser discapacitada o no serlo) a vecesno son tan distintas y las dificultadescon las que se enfrentan tampoco.

Este año se celebra el Año Euro-peo de la Discapacidad (1) y será unbuen momento para recapacitar sobrelas discriminaciones que sufre todo uncolectivo y para que sus reivindicacio-nes permanezcan con el fluir de losmeses. Tal vez podamos ir constru-yendo poco a poco sociedades quenos permitan “hacer desaparecer” fe-chas y celebraciones como éstas, liga-das indisolublemente a situacionesdesventajosas y discriminatorias so-cialmente hablando(2).

(1) Coincidiendo con el Día Internacional de la

Mujer (concretamente del 27 de febrero al 1 de

marzo de 2003) se celebrará en Valencia el I

Congreso Internacional sobre Mujer y Disca-

pacidad, organizado por la Consellería de Bie-

nestar Social, el Instituto de Migraciones y

Servicios Sociales, el Instituto de la Mujer, la

Comunidad Europea y el Ayuntamiento de

Valencia. Esta es su dirección en Internet:

http://www.micongreso.gva.es.

(2) Para saber más se pueden consultar las si-

guientes direcciones de Internet:

http://adne.no.sapo.pt, que corresponde a la

organización feminista catalana Dones No

Estàndard, y la web oficial del Año Europeo

de las Personas con Discapacidad en

http://www.eypd2003.org.

T

sociedad

Este año se celebra el Año Europeo de la Discapacidad. Nos

acercamos a las mujeres que tienen discapacidades físicas o

intelectuales -ya sean congénitas o sobrevenidas- y que se

enfrentan a un mercado laboral salvaje y competitivo, en el que

-por lo general- reciben la peor parte.

C. B.

De capacidades y discapacidades

El Acuerdo Interconfederal deNegociación Colectiva permitirá quela situación de discriminación dequienes sufren discapacidad se veaamortiguada en los convenios colecti-vos que se negocien a lo largo delaño.

Además desde Comisiones Obre-ras se ha puesto en marcha la campa-ña Por la integración con trabajo y sinbarreras. De alguna manera se re-fuerzan las directivas europeas y losartículos de la Unión Europea referi-dos a la no discriminación por razónde discapacidad. Aunque parezca

algo obvio, la cotidianeidad nos en-frenta a la realidad pura y dura.

Como ejemplo una muestra, enMadrid el 29,6 de personas discapacita-das se encuentra en paro, el doble delas no discapacitadas en la Comunidad.O esta otra: el 20% de personas con dis-capacidad y nacionalidad española, en-tre los 16 y los 34 años, tienen ingresossalariales. La media europea se encuen-tra casi en el doble, el 38%. Nuestropaís cuenta con la tasa más baja de todala Unión Europea. El país más sensibleal problema de las discapacidades esFrancia, con un 46%.

Hay otras cuestiones relaciona-das con la vida cotidiana que tam-bién han de variar. Cosas que lla-man la atención porque “claman alcielo”. Tan sencillas como exigirsubtítulos en las emisiones de la te-levisión pública para que la pobla-ción sorda alcance a comprenderreportajes, películas, noticias... otan sencillas como invertir para queel acceso a los transportes públicossea real y eficaz (autobuses, metro-politanos y taxis adaptados o euro-taxis...) y permitan a todas las per-sonas discapacitadas libertad demovimientos. T

COMISIONES OBRERAS, junto con la Unión General deTrabajadores, propuso a la CEOE la inclusión de una llamadade atención a la igualdad de trato (en referencia a la poblacióntrabajadora con discapacidad) en el Acuerdo Interconfederal deNegociación Colectiva. Los sindicatos recalcaron en la negocia-ción: “En situaciones problemáticas para el empleo, son los co-lectivos que se encuentran en situaciones de partida más desfa-vorecidas los primeros en sufrir las consecuencias”.

Cartel de Sara García, vencedor del Concurso Internacional deDibujo del Año Europeo.

Con trabajo y sin barreras

Dibujo que aparece en la portadadel libro Mujer y discapacidad. Bue-nas prácticas, editado por el Institu-

to de Migraciones y Servicios So-ciales (IMSERSO). Madrid, 2000.

”La idea final es que en el futuro estas mujeres no dependan ni de recursos sociales

ni de terceras personas, sino que tengan la suficiente autonomía social y económica

para valerse por sí mismas”.

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número 7. marzo de 2003/ Trabajadora / 29

Música / Por lo espejos…Por los espejos del agua, de Ginesa Ortega, 2002: Picap.

Olga Ruiz de León

Danza / Mónica ValencianoCoreografía Disparate nº 5: 5 Misterios, dirigida e

interpretada por Mónica Valenciano. Compañía: El Baila-

dero. Iluminación: María Güel.

La Casa Encendida (Madrid) en

enero de 2003.

Estefanía Morante

Danza que emociona, que sorprende, que te toca y tocas.Hacía tiempo que no se veía en Madrid un solo de danzacomo el que Mónica Valenciano nos presentó en enero en LaCasa Encendida. Una pieza que forma parte de su serie Losdisparates, y que ha sido formulada a partir de los estudiosrealizados sobre la obra homónima de Goya. 5 misterios senutre además de reflexiones de artistas de otras disciplinascomo Pablo Palazuelo, María Zambrano y Jorge Luis Borges.

Bailarina y coreógrafa canaria, Mónica Valenciano seforma en Barcelona y Madrid. Investiga sobre tauromaquiay boxeo; desarrollando desde 1987 una labor creativa y pe-dagógica independiente, relacionada con la danza más con-temporánea que se realiza en nuestro país. En la actualidades una de las coordinadoras, junto a Ana Buitrago y OlgaMesa, del proyecto La Inesperada, un lugar de encuentropara el debate y desarrollo de una comunidad de danza ac-tiva y de fomento de nuevos valores.

En esta pieza nos propone la transparencia como revela-ción de un personaje movido por lo que le rodea. MónicaValenciano se entrega desde que aparece por el patio de bu-tacas. Avanza, envuelta en una manta gris, mirando atrásmientras arrastra una silla y lleva algunos objetos: una cáma-ra de usar y tirar, una copa plateada opaca, un rotulador ver-de y una botella de cava a medio vaciar. Apunta con la cáma-ra y nos hace una foto, la copa no la utiliza, bebe “a morro”,y con el rotulador se anota algunas cosas en la mano. Sus za-patos también intervienen, unos zapatos de tacón plateadosque se quita, sin necesidad de usar las manos, con un golpeseco que los hace salir disparados, primero uno y luego otro,giran en el aire unas cuantas veces y golpean contra el sue-lo... Mónica pega un grito torero, flamenco, agresivo, desga-rrado, un olé lleno de locura. Nos impacta, nos “saca” la risa.

Sobre el telón de fondo se proyecta una imagen, es otropúblico que también mira. Baila descalza sobre el suelo y lamanta, susurra y repite y grita, y piensa con su cuerpo mien-tras se mueve, observa cuando se detiene, provoca, incita alpúblico. Te atrapa. Puede ser loca, borracha, demasiadocuerda... Su mirada, sus ojos, nos tiene presos desde el pri-mer momento. Una mirada que no mira, que habla. Su vozbaila. Su movimiento es la escritura sonora de su cuerpo.Las lágrimas se le escapan sin ningún gesto de lamento, y sele escapan también los mocos, y la baba, y se le escapan lasganas de comunicar, de extrañar, de despertar.

Estefanía Morante es profesora de danza y miembro de la compañía danzala.

T

Un paseo por los diferentes estilosmusicales, pasados todos ellos por el“Tamiz del flamenco”, es lo que nos su-giere Ginesa Ortega con su último dis-co Por los espejos del agua. Dulce Pon-tes, Bob Marley, Fito Páez, Billie Holi-day, Serrat y el toque flamenco de Jua-ñares han hecho posible esta fusión deritmos que nos muestra la visión máslibertaria, que no libertina, en el ámbi-to del flamenco actual.

Nacida en el seno de una familia gitana en Francia, Gine-sa comienza sus andanzas en el mundo del flamenco desdesu infancia cuando se traslada a Barcelona, lugar donde resi-de. Participa en los más prestigiosos festivales flamencos y sucuriosidad artística la lleva a integrarse en el grupo de flamen-co-fusión Iberia y a participar en diferentes festivales de jazzpor toda Europa. En 1990 graba El amor brujo, de Manuelde Falla. Colabora entre otros con el grupo teatral catalán LaFura dels Baus y la Orquesta del Teatro Lliure con quien gra-ba Canciones populares, de Federico García Lorca. Tras estedevenir por distintos estilos musicales se reencuentra con susraíces flamencas en Siento (1997), y Oscuriá (1998), sus pri-meros discos en solitario. Ahora vuelve con algo fresco.

Por los espejos del agua intenta reflejar una imagen de li-bertad en el cante flamenco. Para ello, Ginesa ha elegido unaserie de autores cuyo nexo común, según sus palabras: “Estáen el alma”. Trata con especial cuidado el tema de Billie Holi-day I’m a Fool to Want You (Me lo merezco), refiriéndose aella como “La americana más flamenca de todos los siglos”.El saber hacer de Dulce Pontes nos lleva por aguas medite-rráneas con su Cançao do mar (Canción de mar), tema quejunto a Desde el alma a partir de la versión de Fito Páez yAquellas pequeñas cosas de Joan Manuel Serrat han encaja-do perfectamente con el sentir flamenco. Se atreve a flirtearcon el reggae de Bob Marley en el tema Vive y sueña tu liber-tad, dedicado a todas las mujeres que en algún momento hansido privadas de ella. Viajamos a tierras cubanas con Amarraoen el Malecón, para regresar a los temas más flamencos: Man-chada de amor por bulerías y En un laíto por tangos, cedidospor Juan Carrasco, Juañares. Sin olvidarnos del tema Alegríaspa mi niña dedicado a su hija y fuente de inspiración paradarle título al disco; y para finalizar, nada mejor que un cantefestero con la bulería popular Puerta abierta.

Ginesa Ortega es capaz de hacernos llegar desde lo másjondo hasta los temas de inspiración más moderna, sabien-do avanzar en la evolución del cante sin necesidad de des-virtuarlo y respetando en todo momento la raíz del flamen-co. Nos quedamos con lo mejor de esta cantaora gitana, elduende de su voz.

Olga Ruiz de León, es documentalista en el Centro de Documentación de

la Confederal Sindical de Comisiones Obreras.

T

28 / Trabajadora / número 7. marzo de 2003

Exposición / Paloma Navares

Paloma Navares nació en Burgos hace de 56 años ysufre una enfermedad en los ojos que la obliga a perio-dos de inmovilidad y de ceguera temporal, tendida en lacama boca arriba. Partiendo de esta dura experiencia,convierte las imágenes reales y las imágenes oníricassurgidas de su obligado reposo en material artístico y,desarrolla, sirviéndose de múltiples medios y soportes(videoinstalaciones, fotografías, dibujos, esculturas, obje-tos poéticos), lo que ella misma resume como “(...) Lasustitución de la realidad física por el mundo de la men-te”. El resultado es la materialización física, y artística deese “mundo de la mente” en un diálogo entre las imáge-nes del sueño, la memoria, la fantasía; en la recreacióndel instante y el recuerdo; en la simulación del procesodel pensamiento creador; en la consciencia del tiempoforzado en su ralentización, su repetición cíclica, o sunegación: la quietud.

De entre las pocas artistas españolas consolidadas sepuede encontrar en Paloma Navares todo un catálogo debuena parte del arte contemporáneo: la vulnerabilidad delser humano, la fragilidad de la identidad, la confusión en-tre lo biográfico y el arte, la imbricación de lo tecnológico ylo humano, la multiplicidad de medios y técnicas, inclusola presencia de lo clínico y, en los últimos años, la crítica dela omnipresente búsqueda artificial de la belleza corporal.

Impactante y desnuda, en este conjunto de obras,Paloma Navares va desplegando múltiples ejemplos dela transferencia entre la visión interior y la visión exte-rior: la materialización de las imágenes del reposo, lasustitución de lo real por la actividad de la memoria, lasobsesiones por los ojos convertidos en esculturas y obje-tos poéticos, los retratos sui géneris de algunos poetasdecididos al suicidio y, finalmente, para quiénes searriesguen, nos propone confrontarnos con la locuramisma, el reflejo de la identidad perdida, el otro lado del(Al) filo, que da título a esta valiente exposición.

Proyectada contra la pared de un cubículo con aire hos-pitalario, la imagen de un joven en pijama, desnudo de cin-tura para arriba, caminando dentro de una habitación vacía,las palmas de las manos pegadas a la pared como si reco-rriera una cornisa. La mirada lejos y asustada. Teme aso-marse y regresa. Pero el vídeo le obliga a repetir en un bu-cle sus miedos. Un Sísifo coetáneo enfrentado a la metáforade la existencia: Habitación 13.

Enrique Arce es documentalista y experto en la obra de mujeres artistas.

T

El ensayo de Alicia Giménez Bartlett La deuda de Evaes una reflexión sobre los conceptos de belleza y fealdad alo largo de la Historia, que trata de discernir el porqué delideal femenino en cada época, desde los orígenes de la hu-manidad hasta las sociedades contemporáneas. El concep-to de belleza, que como es sabido ha conocido sucesivastransformaciones en el tiempo, mantiene una característicahistóricamente común: la obligación de las mujeres de serbellas, de ser guapas, de cuidar su aspecto físico.

El cuerpo de las mujeres siempre ha reflejado la ideolo-gía de la época: los cuerpos idealizados y lánguidos del me-dievo que representaban la pureza; los vientres abultadosen el Renacimiento, que demostraban la capacidad paraconcebir hijos; las mujeres altas y fuertes de la Revoluciónfrancesa; pero siempre la fealdad ha estado estigmatizada yse ha asociado a la maldad.

En la actualidad -y ahí reside uno de los mayores aciertosdel libro- el concepto de belleza alcanza un sentido socialque raya en lo moral: la mujer fea lo es porque quiere. Ella esculpable de no cuidarse, de no ir al gimnasio, de comer mal ymucho, de no saber acicalarse con “coquetería”. Alcanza in-cluso un cierto sentido “democrático”: la mujer fea es espe-cialmente culpable de no intentar “estar guapa” ya que,como repiten machaconamente las revistas “femeninas” y lapublicidad cosmética, “estar guapa” está al alcance de todas.

La autora recuerda que las primeras feministas resaltaronla fealdad como punto de apoyo, quizás porque ser fea era unintento de subvertir los patrones de uso impuestos por la cul-tura dominante. Quitarse el corsé y el carmín significaba salir-se de la norma, reivindicar la fealdad y defenderla. Se poníanasí en cuestión los juicios morales que condicionan la miradade los demás sobre nosotras y se denunciaba la argucia ideo-lógica que convierte a las mujeres en objetos.

¿Qué recordamos de estas mujeres pioneras en conver-tirse en feas, por propia decisión, en una sociedad donde pa-rece que la ideología ha sido barrida con la escoba del capitaly sustituida por la imposición del mercado que banalizatodo lo que no sea comprar y vender? Queda la referenciade mujeres que desarrollaron la filosofía de pensarlo todo“de nuevo” aunque sea un camino largo e incómodo, y que-da también la escuela de lo que más necesitamos: un len-guaje claro, que hable de nuestros problemas, y la valentíade utilizar este lenguaje públicamente y en voz alta, de utili-zar el derecho de poner en juego nuestro pensamiento.

Amaia Otaegi es socióloga y trabaja en la Confederación Sindical de Co-

misiones Obreras.

T

guía para no perderse

La exposición (Al) filo, de la artista Pa-

loma Navares puede verse en Ma-

drid, en la Fundación Telefónica,

hasta el 16 de marzo de 2003.

Enrique Arce

Libros / La deuda de EvaLa deuda de Eva, de Alicia Giménez

Bartlett. Barcelona, 2002: Editorial

Lumen. Colección Las mil y una voces.

Ensayo.

Amaia Otaegi Iris y artefacto para soñar(2000).

Page 29: número 7. IV época. marzo de 2003 secretaría confederal de ... · Con las iraquíes. Paremos la guerra. página 24/ INVESTIGACIÓN Los límites de las científicas, de Alicia Durán.

número 7. marzo de 2003/ Trabajadora / 29

Música / Por lo espejos…Por los espejos del agua, de Ginesa Ortega, 2002: Picap.

Olga Ruiz de León

Danza / Mónica ValencianoCoreografía Disparate nº 5: 5 Misterios, dirigida e

interpretada por Mónica Valenciano. Compañía: El Baila-

dero. Iluminación: María Güel.

La Casa Encendida (Madrid) en

enero de 2003.

Estefanía Morante

Danza que emociona, que sorprende, que te toca y tocas.Hacía tiempo que no se veía en Madrid un solo de danzacomo el que Mónica Valenciano nos presentó en enero en LaCasa Encendida. Una pieza que forma parte de su serie Losdisparates, y que ha sido formulada a partir de los estudiosrealizados sobre la obra homónima de Goya. 5 misterios senutre además de reflexiones de artistas de otras disciplinascomo Pablo Palazuelo, María Zambrano y Jorge Luis Borges.

Bailarina y coreógrafa canaria, Mónica Valenciano seforma en Barcelona y Madrid. Investiga sobre tauromaquiay boxeo; desarrollando desde 1987 una labor creativa y pe-dagógica independiente, relacionada con la danza más con-temporánea que se realiza en nuestro país. En la actualidades una de las coordinadoras, junto a Ana Buitrago y OlgaMesa, del proyecto La Inesperada, un lugar de encuentropara el debate y desarrollo de una comunidad de danza ac-tiva y de fomento de nuevos valores.

En esta pieza nos propone la transparencia como revela-ción de un personaje movido por lo que le rodea. MónicaValenciano se entrega desde que aparece por el patio de bu-tacas. Avanza, envuelta en una manta gris, mirando atrásmientras arrastra una silla y lleva algunos objetos: una cáma-ra de usar y tirar, una copa plateada opaca, un rotulador ver-de y una botella de cava a medio vaciar. Apunta con la cáma-ra y nos hace una foto, la copa no la utiliza, bebe “a morro”,y con el rotulador se anota algunas cosas en la mano. Sus za-patos también intervienen, unos zapatos de tacón plateadosque se quita, sin necesidad de usar las manos, con un golpeseco que los hace salir disparados, primero uno y luego otro,giran en el aire unas cuantas veces y golpean contra el sue-lo... Mónica pega un grito torero, flamenco, agresivo, desga-rrado, un olé lleno de locura. Nos impacta, nos “saca” la risa.

Sobre el telón de fondo se proyecta una imagen, es otropúblico que también mira. Baila descalza sobre el suelo y lamanta, susurra y repite y grita, y piensa con su cuerpo mien-tras se mueve, observa cuando se detiene, provoca, incita alpúblico. Te atrapa. Puede ser loca, borracha, demasiadocuerda... Su mirada, sus ojos, nos tiene presos desde el pri-mer momento. Una mirada que no mira, que habla. Su vozbaila. Su movimiento es la escritura sonora de su cuerpo.Las lágrimas se le escapan sin ningún gesto de lamento, y sele escapan también los mocos, y la baba, y se le escapan lasganas de comunicar, de extrañar, de despertar.

Estefanía Morante es profesora de danza y miembro de la compañía danzala.

T

Un paseo por los diferentes estilosmusicales, pasados todos ellos por el“Tamiz del flamenco”, es lo que nos su-giere Ginesa Ortega con su último dis-co Por los espejos del agua. Dulce Pon-tes, Bob Marley, Fito Páez, Billie Holi-day, Serrat y el toque flamenco de Jua-ñares han hecho posible esta fusión deritmos que nos muestra la visión máslibertaria, que no libertina, en el ámbi-to del flamenco actual.

Nacida en el seno de una familia gitana en Francia, Gine-sa comienza sus andanzas en el mundo del flamenco desdesu infancia cuando se traslada a Barcelona, lugar donde resi-de. Participa en los más prestigiosos festivales flamencos y sucuriosidad artística la lleva a integrarse en el grupo de flamen-co-fusión Iberia y a participar en diferentes festivales de jazzpor toda Europa. En 1990 graba El amor brujo, de Manuelde Falla. Colabora entre otros con el grupo teatral catalán LaFura dels Baus y la Orquesta del Teatro Lliure con quien gra-ba Canciones populares, de Federico García Lorca. Tras estedevenir por distintos estilos musicales se reencuentra con susraíces flamencas en Siento (1997), y Oscuriá (1998), sus pri-meros discos en solitario. Ahora vuelve con algo fresco.

Por los espejos del agua intenta reflejar una imagen de li-bertad en el cante flamenco. Para ello, Ginesa ha elegido unaserie de autores cuyo nexo común, según sus palabras: “Estáen el alma”. Trata con especial cuidado el tema de Billie Holi-day I’m a Fool to Want You (Me lo merezco), refiriéndose aella como “La americana más flamenca de todos los siglos”.El saber hacer de Dulce Pontes nos lleva por aguas medite-rráneas con su Cançao do mar (Canción de mar), tema quejunto a Desde el alma a partir de la versión de Fito Páez yAquellas pequeñas cosas de Joan Manuel Serrat han encaja-do perfectamente con el sentir flamenco. Se atreve a flirtearcon el reggae de Bob Marley en el tema Vive y sueña tu liber-tad, dedicado a todas las mujeres que en algún momento hansido privadas de ella. Viajamos a tierras cubanas con Amarraoen el Malecón, para regresar a los temas más flamencos: Man-chada de amor por bulerías y En un laíto por tangos, cedidospor Juan Carrasco, Juañares. Sin olvidarnos del tema Alegríaspa mi niña dedicado a su hija y fuente de inspiración paradarle título al disco; y para finalizar, nada mejor que un cantefestero con la bulería popular Puerta abierta.

Ginesa Ortega es capaz de hacernos llegar desde lo másjondo hasta los temas de inspiración más moderna, sabien-do avanzar en la evolución del cante sin necesidad de des-virtuarlo y respetando en todo momento la raíz del flamen-co. Nos quedamos con lo mejor de esta cantaora gitana, elduende de su voz.

Olga Ruiz de León, es documentalista en el Centro de Documentación de

la Confederal Sindical de Comisiones Obreras.

T

28 / Trabajadora / número 7. marzo de 2003

Exposición / Paloma Navares

Paloma Navares nació en Burgos hace de 56 años ysufre una enfermedad en los ojos que la obliga a perio-dos de inmovilidad y de ceguera temporal, tendida en lacama boca arriba. Partiendo de esta dura experiencia,convierte las imágenes reales y las imágenes oníricassurgidas de su obligado reposo en material artístico y,desarrolla, sirviéndose de múltiples medios y soportes(videoinstalaciones, fotografías, dibujos, esculturas, obje-tos poéticos), lo que ella misma resume como “(...) Lasustitución de la realidad física por el mundo de la men-te”. El resultado es la materialización física, y artística deese “mundo de la mente” en un diálogo entre las imáge-nes del sueño, la memoria, la fantasía; en la recreacióndel instante y el recuerdo; en la simulación del procesodel pensamiento creador; en la consciencia del tiempoforzado en su ralentización, su repetición cíclica, o sunegación: la quietud.

De entre las pocas artistas españolas consolidadas sepuede encontrar en Paloma Navares todo un catálogo debuena parte del arte contemporáneo: la vulnerabilidad delser humano, la fragilidad de la identidad, la confusión en-tre lo biográfico y el arte, la imbricación de lo tecnológico ylo humano, la multiplicidad de medios y técnicas, inclusola presencia de lo clínico y, en los últimos años, la crítica dela omnipresente búsqueda artificial de la belleza corporal.

Impactante y desnuda, en este conjunto de obras,Paloma Navares va desplegando múltiples ejemplos dela transferencia entre la visión interior y la visión exte-rior: la materialización de las imágenes del reposo, lasustitución de lo real por la actividad de la memoria, lasobsesiones por los ojos convertidos en esculturas y obje-tos poéticos, los retratos sui géneris de algunos poetasdecididos al suicidio y, finalmente, para quiénes searriesguen, nos propone confrontarnos con la locuramisma, el reflejo de la identidad perdida, el otro lado del(Al) filo, que da título a esta valiente exposición.

Proyectada contra la pared de un cubículo con aire hos-pitalario, la imagen de un joven en pijama, desnudo de cin-tura para arriba, caminando dentro de una habitación vacía,las palmas de las manos pegadas a la pared como si reco-rriera una cornisa. La mirada lejos y asustada. Teme aso-marse y regresa. Pero el vídeo le obliga a repetir en un bu-cle sus miedos. Un Sísifo coetáneo enfrentado a la metáforade la existencia: Habitación 13.

Enrique Arce es documentalista y experto en la obra de mujeres artistas.

T

El ensayo de Alicia Giménez Bartlett La deuda de Evaes una reflexión sobre los conceptos de belleza y fealdad alo largo de la Historia, que trata de discernir el porqué delideal femenino en cada época, desde los orígenes de la hu-manidad hasta las sociedades contemporáneas. El concep-to de belleza, que como es sabido ha conocido sucesivastransformaciones en el tiempo, mantiene una característicahistóricamente común: la obligación de las mujeres de serbellas, de ser guapas, de cuidar su aspecto físico.

El cuerpo de las mujeres siempre ha reflejado la ideolo-gía de la época: los cuerpos idealizados y lánguidos del me-dievo que representaban la pureza; los vientres abultadosen el Renacimiento, que demostraban la capacidad paraconcebir hijos; las mujeres altas y fuertes de la Revoluciónfrancesa; pero siempre la fealdad ha estado estigmatizada yse ha asociado a la maldad.

En la actualidad -y ahí reside uno de los mayores aciertosdel libro- el concepto de belleza alcanza un sentido socialque raya en lo moral: la mujer fea lo es porque quiere. Ella esculpable de no cuidarse, de no ir al gimnasio, de comer mal ymucho, de no saber acicalarse con “coquetería”. Alcanza in-cluso un cierto sentido “democrático”: la mujer fea es espe-cialmente culpable de no intentar “estar guapa” ya que,como repiten machaconamente las revistas “femeninas” y lapublicidad cosmética, “estar guapa” está al alcance de todas.

La autora recuerda que las primeras feministas resaltaronla fealdad como punto de apoyo, quizás porque ser fea era unintento de subvertir los patrones de uso impuestos por la cul-tura dominante. Quitarse el corsé y el carmín significaba salir-se de la norma, reivindicar la fealdad y defenderla. Se poníanasí en cuestión los juicios morales que condicionan la miradade los demás sobre nosotras y se denunciaba la argucia ideo-lógica que convierte a las mujeres en objetos.

¿Qué recordamos de estas mujeres pioneras en conver-tirse en feas, por propia decisión, en una sociedad donde pa-rece que la ideología ha sido barrida con la escoba del capitaly sustituida por la imposición del mercado que banalizatodo lo que no sea comprar y vender? Queda la referenciade mujeres que desarrollaron la filosofía de pensarlo todo“de nuevo” aunque sea un camino largo e incómodo, y que-da también la escuela de lo que más necesitamos: un len-guaje claro, que hable de nuestros problemas, y la valentíade utilizar este lenguaje públicamente y en voz alta, de utili-zar el derecho de poner en juego nuestro pensamiento.

Amaia Otaegi es socióloga y trabaja en la Confederación Sindical de Co-

misiones Obreras.

T

guía para no perderse

La exposición (Al) filo, de la artista Pa-

loma Navares puede verse en Ma-

drid, en la Fundación Telefónica,

hasta el 16 de marzo de 2003.

Enrique Arce

Libros / La deuda de EvaLa deuda de Eva, de Alicia Giménez

Bartlett. Barcelona, 2002: Editorial

Lumen. Colección Las mil y una voces.

Ensayo.

Amaia Otaegi Iris y artefacto para soñar(2000).

Page 30: número 7. IV época. marzo de 2003 secretaría confederal de ... · Con las iraquíes. Paremos la guerra. página 24/ INVESTIGACIÓN Los límites de las científicas, de Alicia Durán.

30 / Trabajadora / número 7. marzo de 2003

HACE ALGO más de un año escuché por primera vezhablar de las expresiones de “tiempo en circular” y“tiempo en lineal”. En una conferencia Elena Simón,del Feminario de Alicante, explicaba las diferenciasentre uno y otro.

El tiempo lineal es, para entendernos, el quetranscurre mientras estamos haciendo una cosa de-trás de la otra, ordenadamente, sin pensar en nadamás que en lo que estamos haciendo. O sea cómo siestuviéramos trazando continuamente una línea rectacon nuestro trabajo y sin desviarnos con otros pensa-mientos o cuestiones. Por ejemplo, reparar una per-siana de nuestra casa, intentando hacerlo lo mejorposible, sin ninguna interferencia que nos distraiga.

El tiempo circular consiste, más o menos, en quemientras realizamos una actividad nos ocupamosmentalmente en organizar otros tipos de trabajos. Así

se forma un círculo completo, o mejor dicho una es-piral que nos lleva a organizar tareas o a trabajar con-tinuamente. Siguiendo con el ejemplo anterior, mien-tras reparamos la persiana de forma eficiente, nosocupamos mentalmente de organizar otro tipo de ta-reas, como las domésticas o las de preparación de unaexcursión...

Si los conceptos en sí mismos ya son, como míni-mo, divertidos, lo mejor es cuando se les pone géneroa estos conceptos del tiempo.

Según Elena Simón, el tiempo horizontal es bási-camente masculino y el circular o espiral femenino.

Esto, según explicaba, no es bueno ni malo a prio-ri, pero si nos dejamos llevar siempre por el tiempo

circular o en espiral, las mujeres acabamos siendoverdaderas esclavas del tiempo, o mejor dicho de lafalta de tiempo. Así cuando no hay que llevar a los ni-ños al colegio, hay que planchar, y mientras se plan-cha, se piensa en que mañana, después del trabajo,sería conveniente ir a hacer la compra de la semana,puesto que así aprovecharíamos mejor el rato que te-nemos antes de ponernos a preparar la cena ya quetenemos invitados...

Claro hubo carcajada inicial al vernos todas refle-jadas. Es cierto, la mayoría desde niñas hemos hecho,pensado y organizado muchas cosas al mismo tiempoy eso te da muchas habilidades a la hora de sacarle elmayor partido posible al tiempo. La cultura que he-mos recibido hace que casi siempre vivamos en tiem-pos circulares, con lo que conlleva también de agota-miento. Evidentemente esto no quiere decir que loshombres no lo utilicen; pero sí que usan y abusanalgo más del tiempo lineal.

Lo más adecuado, sin duda, sería que las unas ylos otros viviéramos en tiempos mixtos, a veces linea-les y otras circulares. ¿Ayudaría esto además alaprendizaje de unas y otros a la hora de repartir lastareas domésticas?

Tere Mollà es la responsable de la Secretaría de la Mujer de la Federación

de Servicios y Administraciones Públicas del País Valencià.

T

El tiempo es casi por definición escurridizo,

pero hay estrategias para utilizarlo de formas

distintas y sacarle mayor o menor partido.

¿Hay diferencias de género a la hora de hacer

uso de él?

Tere Mollà

salud

El tiempo ¿lineal o circular?

Arno, Proyección (estoy perdiendo el tiempo) sobre el ríoArno y el Palazzo Bargagli en Florencia (Italia) de la

artista norteamericana Jenny Holzer.

“El tiempo horizontal es básicamente masculino y el

circular o espiral femenino”

Page 31: número 7. IV época. marzo de 2003 secretaría confederal de ... · Con las iraquíes. Paremos la guerra. página 24/ INVESTIGACIÓN Los límites de las científicas, de Alicia Durán.

número 7. marzo de 2003 / Trabajadora / 31

¿Piensa que está equilibrada la re-presentación sindical de mujeres yhombres?

Es harto evidente que no hayequilibrio ni en las instituciones derepresentación democrática ni enlas organizaciones políticas, quedeberían ser ejemplo para la socie-dad. En el sindicato, los avancestambién se producen con lentitud.

¿Opina que, en general, se está traba-jando para hacer cada vez más partí-cipes a todas las mujeres (afiliadas,simpatizantes, delegadas, responsa-bles) de las tareas del sindicato?

Creo que el discurso si está pre-sente en los debates, aunque hayaun cierto divorcio en la aplicación.No obstante se suceden ejemplosmuy esperanzadores. En algunasorganizaciones de la Federación

Agroalimentaria, por ejemplo, lasmujeres participan con responsabi-lidades sindicales muy activamente.En muchas ocasiones, simplementehay que darles la oportunidad.

Como secretaria general de una fe-deración estatal ¿cómo valora esta

participación? ¿qué cree que pue-den aportar las sindicalistas?

En algunos sectores en los quelas mujeres son mayoría no seríaposible realizar la acción sindicalsin su participación. Las mujerescreo que aportan, en la forma derelacionarse, más flexibilidad. Estaflexibilidad también se traduce enla manera de afrontar los proble-mas y las alternativas.

Trabaja en una federación en la quela segregación profesional es muyfuerte, ¿está creciendo la afiliaciónde las mujeres?

La Federación Agroalimentariaes muy diversa. Está creciendo enafiliación en general, pero no es fá-cil que este incremento se traduz-ca también en la representación delas mujeres. Por el momento, en

nuestro país los mayores porcenta-jes de temporalidad se refieren alas trabajadoras. Les afecta a ellasespecialmente.

¿Cuáles son las condiciones de tra-bajo en los sectores más feminizadosdel sector agroalimentario?

Se han conseguido grandesavances en la regulación de los tra-bajos, pero éstos siguen siendo losde menor cualificación y, por tanto,también los más desvalorizados.

¿Cree que las organizaciones tienenen cuenta en su trabajo cotidiano lacuestión de la transversalidad?

Creo que se tiene en cuenta enlas plataformas de la negociacióncolectiva, e incluso se plasman enlos acuerdos de los propios conve-nios. Pero, al igual que con losacuerdos generales en esta mate-ria, muchas veces es poca cosa,más que nada literatura.

¿Cuál es la discriminación sexistaque más le indigna?

Lo más indignante es la violen-cia contra las mujeres; la gran can-tidad de noticias que se suceden“casi con toda normalidad” y queprovocan una gran impotencia.

Pero hay otras situaciones quetienen que ver con la doble moralen las que, bajo una apariencia deigualdad, con mayor o menor suti-leza se niega el reconocimiento yla capacidad de las mujeres en lasesferas de toma de decisiones, enlos órganos de dirección de las em-presas, de las instituciones, etc.,negando con ello a la mitad de lasociedad. T

CC.OO., un sindicato de hombres y mujeres

Cecilia Sanz comenzó su militancia a principios de los años 70 en

Valladolid, donde ayudó a la creación de unas entonces ilegales

Comisiones Obreras. En la actualidad es la secretaria general de

la Federación Agroalimentaria de Comisiones Obreras, que

engloba tanto la industria alimentaria como el trabajo en el

campo.

“Muchas veces la transversalidades sólo literatura”

“Las mujeres creo que aportan, en la forma de relacionarse, más flexibilidad.

Esta flexibilidad también se traduce en la manera de afrontar los problemas

y las alternativas”.

Cecilia Sanz.

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número 7. IV época. marzo de 2003 secretaría confederal de la mujer

Trabajadora

informe / Decidirse a participar, participando para decidirEntrevista con Adela Cortina, experta en ética

Mujeres de la mar gallega

SUBVENCIONADA POR EL

MINISTERIO DE TRABAJO Y ASUNTOS SOCIALES

TrabajadoraSECRETARÍA CONFEDERAL DE LA MUJER DE CC.OO.

http://www.ccoo.es/sindicato/mujer.html

e-mail: [email protected]