Niños Sobervios, Recompensa a Padres Solteros.docx
-
Upload
gabriel-rivera -
Category
Documents
-
view
220 -
download
0
description
Transcript of Niños Sobervios, Recompensa a Padres Solteros.docx
-
Nios soberbios, la recompensa a padres
solteros.
La oracin frente a los alimentos como
verbigracia.
La misma persona no puede ocupar todos los roles al
mismo tiempo. Si un padre no renuncia a su posicin
de nio y especialmente de nio que quiere ser
omnipotente, su hijo corre el riesgo de convertirse en
un hijo juguete Javier del Arco.
Tal vez no haya algo tan preocupante en la
actualidad como saber lo expuesto que estn
jvenes y nios a problemas que solo
podamos imaginar que ocurrieran a los
adultos.
Se me acusara si afirmo que la participacin
de estos en problemas mayores se debe a la
ilusin de autonoma causa de un
egocentrismo alentado por los padres? Y que
el olvido de las prcticas religiosas no ha
hecho otra cosa que dejar a nuestros nios
vulnerables a nuestra suspicacia comunitaria?
Es descabellado pensar que a estas alturas
aquel legado humanitario que alguna vez
habamos de heredar a los nios, por sostener
una dignidad inmerecida, se ha colapsado en
una forma hiriente de arrogancia?
Comenzaremos reconociendo que toda
soberbia adolescente es una expresin, como
su raz lo indica, de quien adolece de criterio.
Esto aplica con mayor razn de quien adolece
de conciencia moral (1). Sus actos entonces
ms bien son respuesta de una formacin que
promovi, o dej de promover ciertos hbitos
en casa. Resulta entonces inevitable no
comenzar por aquel hbito educativo que
lamentablemente, a nuestro parecer, hace de
los nios "personas sobradas" o "pagadas de
si". Como posible causa queremos destacar la
desafortunada recompensa que el padre
soltero recibe a pesar de su importunio (2).
Antes, en vez de ser advertido de la hondura
de su responsabilidad, ms bien pareciera
promovido a "jefe de familia". De ah que sea
ms probable que todo criterio propuesto por
esta "autoridad" suponga, sin ms, de ciertos
privilegios (3).
En contraste, como cierre del artculo,
reconoceremos ciertos hbitos que ayudaran
a promover pautas llenas de agradecimiento
y humildad, como la bendicin de los
alimentos (4).
1.- El nio y sus pretensiones omnipotentes.
No debera sorprendernos saber que el
entendimiento del nio parte de una idea
centrada en su ego. Basta recordar cmo ste
es capaz de recurrir a la trampa o la mentira
con tal de ganar la razn. De ah en ms, su
entendimiento emerger si logra distanciarse
de su narcisismo. De hecho, segn pedagogos
como Piaget, la posicin de ser el "centro del
mundo" es una exigencia que luego ayudar a
dar sentido a toda cosa que no sea l mismo.
Pero hasta que no enfrente sus pretensiones
egocentristas no ser posible para l un
desarrollo "deseable".
Sin embargo el hecho de que el nio habite
una sensacin de omnipotencia es un
beneficio que solo puede permitirse a
trueque de ser dependiente de sus padres. A
modo de contraparte, saberse dependiente
implica una vulnerabilidad que precisa de la
intervencin de estos. Es decir, es el arraigo
de sus necesidades lo que en este escenario
hara evidente su incompletud. Es justo aqu
en dnde se vuelve pertinente la buena o
mala intervencin de los padres. Misma que
al final de cuentas va aportar los trminos con
los que el nio se entender en su entorno.
-
2. Los padres como acceso al mundo.
En el mejor de los casos, los padres son por
excelencia el acceso que los hijos tienen a lo
ms rico del mundo. As en la mediacin de lo
que tiene sentido en su entorno, estos
inspirarn cun lejos el nio pueda llegar. La
habilidad del padre consistira, pues, en
ayudarle a entender cmo las cosas cobran
sentido en la medida que su espritu se
mantenga abierto en mundo.
Sin embargo, muchos padres se ven ante la
lamentable situacin de tener que asimilar la
paternidad de manera improvisada. Y que en
el todo caso, aceptaran la idea si encuentran
cierto acomodo conveniente.
Para quien suele sostener su autoestima en la
dominacin de cierto mbito, tal vez no haya
algo tan gratificante como la oportunidad de
ponerle su nombre algn proyecto. Y dado
que, para infortunio de muchos, esto resulta
irrealizable, el saberse jefe de familia se
vuelve una oportunidad dorada para sentirse
reconocido por un proyecto en el que con su
nombre- se har realidad su visin de las
cosas. Nadie como Fredy Kofman en La
empresa consciente para citar las limitaciones
y problemticas que representan estas
visiones en toda empresa comn. El padre ve
en su hijo una oportunidad de hacer
sobrevivir su conclusas -o inconclusas-
pretensiones de ir ms all y no
precisamente de procurar cual fuera el modo
personal de abrirse al mundo. De no advertir
este riesgo el nio ser un depositario de la
inseguridad del padre en forma de arrogancia.
3.- Caldo de cultivo para la arrogancia.
Sin embargo, esta pretensin de realizacin
en un proyecto sera imposible sin una
coimplicacin que hiciera partcipe al nio
frente a las pretensiones bsicas del padre. En
este caso sera lo atractivo que resulta
responder al nombramiento de "heredero
soberano" lo que haga entrar al nio en esta
dinmica (sobre todo por aquel antecedente
que antes mostrbamos en que el nio surge
de posturas megalmanas). As, para el padre
resultar cmoda la idea de ser con cario
bien reconocido, esto incluso hasta el punto
de ser considerado hroe.
Estas condiciones resultan ser las ms
propicias para un tipo de dinmica, de
acuerdo a un concepto de moda, en lo a que
toda familia aparentemente tiene derecho: la
complicidad. Y si bien es cierto que estas
condiciones instalan a los miembros de la
familia en relaciones muy propias, privadas y
cerradas. Su ilusin de suficiencia, dignidad y
exclusividad, ya mencionados, preparan a sus
miembros a desentenderse de la apertura
que otorga la participacin, colaboracin y
humildad.
4.- La oracin en los alimentos como
verbigracia.
Pero si el gran error a la hora de formar a los
hijos guarda relacin con la ilusin de un
supuesto que dignifica el modo exclusivo de
educar, "son mis hijos y nadie me dice cmo
educarlos", nuestra propuesta no niega la
influencia primordial de los padres, ni est
dirigida a negar el apego ni la filiacin propia
de padres y madres. Al contrario. Estamos a
favor de aquellas dinmicas que hacen
presente lo perfectible de la educacin, lo
falible de los mentores y la humildad con que
se puede llegar a reconocer en el mundo.
Estamos a favor de reconocernos en el
corazn de un mundo que ofrece una
interiorizacin creciente en el espritu y una
-
apertura constante hacia el prjimo. Es decir
una educacin desta, una educacin en Dios.
Si es cierto que son indispensables los hbitos
que puedan promover la renuncia a la
omnipotencia, estos debern entonces
reconocernos en el esfuerzo comunitario.
Resulta inevitable traer a colacin un hbito,
que resulta haberse convertido ms en una
costumbre que en un acto consiente. La
bendicin que se ofrece a la hora de los
alimentos parece ser el lugar en que
convergen la nutricin, la humildad, la
conciencia social y Dios.
La oracin, antes de los alimentos no parece
ser exclusiva de alguna religin. E incluso
puede variar en la forma en que se realiza.
Unas enfatizan el agradecimiento a Dios por
los alimentos. Otras, en pedir que sus
alimentos sean bendecidos. Lo importante es
que todas pretenden dilatar en el nio, en el
padre u otro miembro, cualquier pretensin
de soberbia atribuyndolo siempre a algo
ms.
Entonces, antes de iniciar, se reconoce en la
oracin el esfuerzo de figuras dignas de
bendecir como las manos de mam. Dios
bendice las manos que hicieron este
alimento. As como oraciones que van
incorporando a aquellos involucrados en el
esfuerzo de traer la comida a la mesa, como
es el caso de la comunidad, la naturaleza o
Dios. Te pedimos por aquellos que nos
dieron casa, aquellos que se esfuerzan da con
da por darnos techo. Tambin la dilatacin
de este acto con oracin puede hacer
consiente de los pobres o desprotegidos. Te
rogamos por aquellos que no tienen
alimento. Seor dale comida a quien tiene
hambre, y hambre de Dios a quien tiene
comida.
Entonces, se vuelve preciso hacer mencin de
las contribuciones, por pocas que sean, de los
pequeos hijos. Y queremos pedirte, Dios,
por Jaimito que ha demostrado ayudar a la
casa con un inters creciente en mantener el
orden.
Es por la importancia que tendra en la
formacin de los nios, que creo que se
vuelve fundamental implicar a Dios en
nuestros hbitos, al menos si queremos que
los nios siempre tengan hambre de Dios y no
sean los nicos privilegios de una paternidad
desdichada.
Jueves 11 de Junio, Guanajuato, Gto
Gabriel Rivera Psiclogo
Contacto.
044 473 108 64 73
(link archivo
https://onedrive.live.com/redir?resid=19430
1884A7A6FEF!16534&authkey=!AHtuJZnxBp
uHOVM&ithint=file%2cpdf)