NIÑO DE DOCE AÑOS SACRIFICADO EN GUADALAJARA

6
NIÑO DE DOCE AÑOS SACRIFICADO EN GUADALAJARA A.- Un muchachito de doce años fue cogido por la policía, porque andaba repartiendo hojitas del boicot. Le quebraron los brazos para sacarle datos y, de resultas, murió a las pocas horas. B.- Antes de que estallara la rebelión armada, el pueblo católico luchó primero pacíficamente para obtener respeto a la libertad religiosa. Los católicos convencidos comenzaron a boicotear la economía: dejaron diversiones, no compraban más que lo más indispensable, dejaban de pagar impuestos. B.- Casi de inmediato se sintieron los efectos, hasta tal punto que el diputado Gonzalo N. Santos declaró en la misma Cámara de los Legisladores, que aquello "que llamamos ridículo boicot es algo muy serio". A.- Entonces el gobierno comenzó a buscar represalias contra el boicot e incluso movió a los comerciantes dizque "católicos" a que pidieran a las autoridades religiosas que pararan el boicot, como lo harían después con el movimiento armado cristero, porque iba a causar la ruina de buenos y malos. B.- Entre los miles de sufrimientos que pasaron muchos católicos fervientes por llevar a cabo el boicot, tenemos la siguiente historia. A.- Por las polvorientas callejuelas de un suburbio de Guadalajara un humilde chicuelo de pueblo, de camisita y pantalón muy usados, caminaba presuroso, rumbo a la escuela, como lo indicaba una especie de morral, que llevaba colgado al hombro, en el que se podía adivinar un manojo de libros y cuadernos. B.- De vez en cuando, al toparse con algún transeúnte, que iba también presuroso a su trabajo, el chico se detenía y le ofrecía una hoja suelta, un periodiquito de combate, llamado "desde mi sótano" ... muy difundido... arma elegida entonces por la "Liga Nacional Defensora de la Libertad Religiosa", para obligar a los gobernantes a cesar en su insensata persecución religiosa... A.- Pero sucedió que uno de aquellos transeúntes con quienes el niño se encontró, y al que tendió valientemente la hojita de propaganda, fue uno de esos esbirros de la tiranía que 1

Transcript of NIÑO DE DOCE AÑOS SACRIFICADO EN GUADALAJARA

Page 1: NIÑO DE DOCE AÑOS SACRIFICADO EN GUADALAJARA

NIÑO DE DOCE AÑOS SACRIFICADO EN GUADALAJARA

A.- Un muchachito de doce años fue cogido por la policía, porque andaba repartiendo hojitas del boicot. Le quebraron los brazos para sacarle datos y, de resultas, murió a las pocas horas.

B.- Antes de que estallara la rebelión armada, el pueblo católico luchó primero pacíficamente para obtener respeto a la libertad religiosa. Los católicos convencidos comenzaron a boicotear la economía: dejaron diversiones, no compraban más que lo más indispensable, dejaban de pagar impuestos.

B.- Casi de inmediato se sintieron los efectos, hasta tal punto que el diputado Gonzalo N. Santos declaró en la misma Cámara de los Legisladores, que aquello "que llamamos ridículo boicot es algo muy serio".

A.- Entonces el gobierno comenzó a buscar represalias contra el boicot e incluso movió a los comerciantes dizque "católicos" a que pidieran a las autoridades religiosas que pararan el boicot, como lo harían después con el movimiento armado cristero, porque iba a causar la ruina de buenos y malos.

B.- Entre los miles de sufrimientos que pasaron muchos católicos fervientes por llevar a cabo el boicot, tenemos la siguiente historia.

A.- Por las polvorientas callejuelas de un suburbio de Guadalajara un humilde chicuelo de pueblo, de camisita y pantalón muy usados, caminaba presuroso, rumbo a la escuela, como lo indicaba una especie de morral, que llevaba colgado al hombro, en el que se podía adivinar un manojo de libros y cuadernos.

B.- De vez en cuando, al toparse con algún transeúnte, que iba también presuroso a su trabajo, el chico se detenía y le ofrecía una hoja suelta, un periodiquito de combate, llamado "desde mi sótano" ... muy difundido... arma elegida entonces por la "Liga Nacional Defensora de la Libertad Religiosa", para obligar a los gobernantes a cesar en su insensata persecución religiosa...

A.- Pero sucedió que uno de aquellos transeúntes con quienes el niño se encontró, y al que tendió valientemente la hojita de propaganda, fue uno de esos esbirros de la tiranía que por unos cuantos centavos vendían al perseguidor sus conciencias...

B.- Ver de lo que se trataba y agarrar por el brazo al muchacho, abrir el morral y encontrar en él, junto con los libros, un paquete de las dichas hojas, todo fue uno.

C.- ¿Quién te dio esto? (le preguntó)A.- Pero el niño, por toda respuesta, se le quedó mirando, desafiante y sereno.C.- ¡¿Con que no me lo dices?!... Pues ya verás como lo dices en la

Comisaría. Vamos.A.- Y sin soltarlo del bracito, lo llevó a la oficina de policía.

El chico estaba pálido, pero sereno.

1

Page 2: NIÑO DE DOCE AÑOS SACRIFICADO EN GUADALAJARA

Al llegar ante el comisario éste exclamó:E.- Y ahora ¿qué me traes ahí?C.- A este chamaco, que anda repartiendo en las calles estas porquerías y

no quiere decir quién se las ha dado.A.- El comisario examinó el paquete de propaganda y le dijo al chamaco"E.- Pero a mí sí me lo vas a decir, ¿verdad? ... Yo soy el Comisario.A.- El chico cruzó sus bracitos a la espalda; miró impertérrito al policía y

selló sus labios.E.- Si no me lo dices te voy a golpear un poco. ¡Ya verás!.A.- Si se hubiera convertido el muchacho en una estatua de piedra, no

hubiera guardado mayor firmeza en su actitud y mayor silencio.E.- ¿Eh?... ¿No me lo dices? Pues ya verás.A.- Y levantándose cogió su fuete, que tenía sobre una de las sillas

cercanas, y dio con él un tremendo latigazo al inocente, quien tan sólo lanzó un gemido de dolor.

B.- Ante tal actitud, el Comisario redobló dos o tres veces sus golpes, y como no venciera al chico, entre él y el esbirro, le arrancaron su pobre camisa y pantaloncitos y en carne viva redoblaron los golpes hasta amoratarle las espaldas. Y el chiquillo llorando dijo:

F.- ¡No sea malo, señor! ¡No me pegue! ¡No sea malo, no me pegue así!E.- ¡Pues dime quién te dio esa propaganda y no te pegaré más!A.- El niño apretó sus labios y aún cesó de lamentarse, para que no se le

fuera a salir una palabra comprometedora.B.- Admirado, pero no arrepentido, el Comisario, por la entereza del chico,

dejó de azotarlo, le ordenó se vistiera, y le dijo al esbirro:E.- Enciérralo en esa pieza vecina. Ya vendrá su madre a buscarlo y

veremos entonces si habla o no habla.A.- En efecto, la madre del niño, que desde temprano era presa de un

presentimiento doloroso e inexplicable, llegado el mediodía y no viendo volver a su hijo, como siempre lo hacía, satisfecho y alegre de haber ayudado en la medida de sus posibilidades a la buena causa, salió a buscarle. No faltó un vecino a quien le preguntó y luego le dijera que había visto al chico, que un hombre lo llevaba del brazo a la Comisaría.

B.- La madre preparó un alimento y corrió a la comisaría.El comisario le informó que lo tenían arrestado por andar repartiendo papeles subversivos de la maldita Liga.

E.- Tenemos necesidad de saber quién le dio a repartir esa propaganda, y no quiere decirlo.

A.- La madre por salvar al niño, respondió que ella le había dado esa propaganda. Pero no lo creyó el comisario.

E.- El esbirro sacó del encierro al niño. El comisario le dijo a la madre que le preguntara a su hijo quién le daba la propaganda.

E.- O voy a hacer ante usted un escarmiento, del que habrán de acordarse siempre.

2

Page 3: NIÑO DE DOCE AÑOS SACRIFICADO EN GUADALAJARA

A.- La madre miró al niño y el niño miró a la madre, fortaleciéndose con esa mutua mirada de firmeza. Ambos callaron. Entonces volvieron a desnudar al chico.

B.- La madre se echó a llorar amargamente al ver las amoratadas espaldas del niño. Y más aún, cuando vio al bárbaro policía levantar el látigo para reanudar los golpes.

A.- Ciega, valiente, como leona herida, lanzóse para interponerse entre el látigo del salvaje policía y su hijito. Pero el otro esbirro estaba preparado y agarró fuertemente a la mujer, que forcejeaba inútilmente por desprenderse de aquel bárbaro.

E.- Nada más digan quiénes son los que les dieron los papeles.A.- Y comenzó a golpear nuevamente con furor al pobrecito.D.- ¡No le pegue! ... ¡Pégueme a mí, si es hombre, y no al niño!E.- ¡Pues que diga! (vociferó el comisario)A.- Y entonces algo increíble sucedió. Algo que debió resonar en el cielo,

como resonaron, en otro tiempo, las voces de la madre de los Macabeos, alentando a sus hijos al martirio:

D.- ¡No digas, hijo, no digas! (clamó la madre entre un torrente de lágrimas).A.- El comisario, furioso por haber sido vencido por una mujer y un niño,

soltó el látigo y cogiendo al niño por los bracitos, se los retorció con furia, hasta que se los quebró... El niño cayó desmayado.

E.- Entonces el dicho comisario –como asustado- le dijo a la madre:B.- ¡Vieja infame... llévese a su hijo... tal por cual!A.- La madre se lanzó inmediatamente a levantar el cuerpo del chiquillo, y

abrazándolo lo cargó con mucho trabajo sobre sus hombros y salió como loca de la comisaría, para ir a curarlo a su pobre vivienda.

B.- Lo cubrió con su rebozo, pues estaba desnudo y sangriento... y corría, corría... repitiendo como un estribillo sublime...

D.- (3 veces) ¡No digas, hijo, no digas! A.- Cuando llegó a su casa depositó en la pobre camita el cuerpo llagado

de su hijo... ¡Estaba muerto!

3

Page 4: NIÑO DE DOCE AÑOS SACRIFICADO EN GUADALAJARA

JOSE NATIVIDAD HERRERA Y DELGADO EL NIÑO DE LA CANICAA.- Tras gritar ¡Viva Cristo Rey!, todavía teniendo en su manita la canica

con que estaba jugando, así murió un pequeño mártir de la historia de nuestra Iglesia mexicana.

B.- Eran los primeros días del conflicto religioso que ensangrentó el suelo de nuestra Patria.

A.- En San Juan de los Lagos se organizó una numerosísima manifestación de protesta pacífica, pero ardiente y dolorosa contra los desmanes de los perseguidores de la Iglesia Mexicana.

B.- Hombres y mujeres, precedidos de carteles en donde se pedía la libertad religiosa, desfilaron por nuestras calles y todos llevaban en el sombrero o en el pecho unas tiras impresas con el grito de los católicos mexicanos: ¡Viva Cristo Rey!

C.- Un humilde muchachito del pueblo, de unos siete años de edad, José Natividad Herrera y Delgado, se agenció uno de esas tiras y ufano y valiente lo pegó en su sombrerito de petate.

A.- Acabada la manifestación, el niño, que la había contemplado atento, volvió a sus juegos, con otros chiquillos de la calle.

B.- Horas después, una partida de gente armada, que no se había atrevido a oponerse a la manifestación, pasó por esa misma calle y sus hombres entre avergonzados y despechados, se fijaron en el grupito de niños que jugaban a las canicas en el arroyo y en especial del sombrerito de petate, con su sagrado lema.

A.- El padre de aquel niño estaba cerca contemplando el juego.Y aquellos soldados, que habían tenido miedo a los manifestantes, encontraron la ocasión de manifestar sus malvados sentimientos, acercándose al chico y con voz estentórea que quería dar muestras de un valor que no tenía, le dijeron:

B.- ¡Quítate ese letrero, escuintle!C.- ¿Que me lo quite?... ¡Jamás!... ¡Viva Cristo Rey!B.- Si no te lo quitas, te vamos a fusilar (le amenazó el oficial de la tropa).A.- El padre del chico se acercó rápidamente y preguntó de qué se trataba, y al

saberlo, y comprender que los esbirros aquellos no bromeaban y que su hijito podía pasarlo mal, le dijo confuso.

B.- Hijo, quítatelo, porque lo manda la autoridad.A.- Irguiose el muchachito lleno de asombro, porque nunca había conocido en

su padre una debilidad como aquella.C.- ¿Cómo, papá?... ¡¿que me lo quite?!... ¿No te acuerdas que mamá delante

de ti me dijo que no me lo debía dejar quitar de nadie?... ¡No; no me lo quito!

A.- Y el valentón del soldado, se echó el arma al hombro y disparó su carga sobre el niño de siete años, dejándolo muerto a la vista de su aturdido padre.

B.- Levantole éste lloroso, del suelo, para llevárselo a su casa: del pecho del niño iba corriendo la sangre y en su manita cerrada conservaba aún la canica con que estaba jugando.

A.- El Sr. Cura la adquirió luego, para guardarla como una reliquia de aquel chiquillo que había muerto por Cristo Rey.

4

Page 5: NIÑO DE DOCE AÑOS SACRIFICADO EN GUADALAJARA

5