News Letter Centro de Bioquímicos Mar del Plata

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El virus del Ébola causa en el ser humano la enferme- dad homónima (EVE) per- teneciente al grupo de las fiebres hemorrágicas vira- les. Se introduce en la po- blación humana a través de la transmisión huma- no-animal. Posteriormen- te, se propaga en la comu- nidad mediante la trans- misión de persona a per- sona por contacto directo con fluidos y/o secrecio- nes corporales, a través de las membranas mucosas o de soluciones de connui- dad de la piel. La infección del personal sanitario se observó ante contacto es- trecho sin precauciones estrictas para el control de la misma. El período de in- cubación oscila entre 2 y 21 días, con un promedio de 8 a 10 días. No existe riesgo de transmisión du- rante el mismo. El período de transmisibilidad co- mienza con la fase febril y aumenta con las etapas del cuadro, en tanto el vi- rus esté presente en san- gre y secreciones. Se ha ais- lado el virus en líquido se- minal 7 semanas posterio- res al restablecimiento clí- nico del paciente. Las per- sonas de cualquier edad son suscepbles. La EVE es una enfermedad aguda grave que se caracteriza por la súbita aparición de fiebre, debilidad general, mialgias y cefalea, seguida de faringis, vómito, dia- rrea y erupción maculopa- pulosa. En las formas gra- ves, la diátesis hemorrági- ca suele acompañarse de insuficiencia hepáca y renal, hasta disfunción de órganos múlples. Los hallazgos de laboratorio incluyen linfocitopenia, trombocitopenia, eleva- ción de las enzimas hepá- cas, y de los niveles de urea y creanina en fase de insuficiencia renal. El diagnósco definivo de infección se realizará por disntas pruebas: ELISA, detección de angenos, pruebas de neutraliza- ción, RT-PCR, o por aisla- miento del virus mediante culvo celular. Las mues- tras de los pacientes supo- nen un peligro biológico, por lo que deben realizar- se en condiciones de máxi- ma contención biológica (riesgo grupo 4). El trata- miento es sintomáco y de sostén. Los casos gra- ves requieren cuidados in- tensivos. No existe trata- miento específico al mo- mento. Ante la situación epidemiológica actual de EVE en el África Occiden- tal, la Argenna adopta las recomendaciones de la OPS-OMS. La principal vía de introducción del virus al país es el ingreso de via- jeros virémicos desde zo- nas con transmisión ac- va. Si bien en nuestro país no se dispone de vuelos directos con los países donde se ha documenta- do la transmisión de EVE, la introducción del virus del Ébola en el territorio puede darse a través de viajeros internacionales, preferentemente por vía aérea. Un caso sospecho- so es todo paciente con fie- bre (mayor a 38°C), con- tacto con caso confirmado de EVE y antecedente de viaje a regiones con circu- lación confirmada de vi- rus; contacto directo con muestras de laboratorio recolectadas de casos sos- pechosos durante los 21 días previos a la aparición de los síntomas. El caso confirmado es todo paciente que cumpla con la definición de caso sospechoso y presente re- sultados de laboratorio po- sivos detectados por RT- PCR o ancuerpos IgM. Newsletter 06- Noviembre 2014- Mar del Plata Centro de Bioquímicos IX Distrito ENFERMEDAD POR EL VIRUS DEL ÉBOLA Bibliograa: Documento de OMS: “Case definion recommendaons for Ebola or Marburg Virus Diseases Comité Científico Centro de Bioquímicos IX Distrito

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El virus del Ébola causa en el ser humano la enferme-dad homónima (EVE) per-teneciente al grupo de las fiebres hemorrágicas vira-les. Se introduce en la po-blación humana a través de la transmisión huma-no-animal. Posteriormen-te, se propaga en la comu-nidad mediante la trans-misión de persona a per-sona por contacto directo con fluidos y/o secrecio-nes corporales, a través de las membranas mucosas o de soluciones de con�nui-dad de la piel. La infección del personal sanitario se observó ante contacto es-trecho sin precauciones estrictas para el control de la misma. El período de in-cubación oscila entre 2 y 21 días, con un promedio de 8 a 10 días. No existe riesgo de transmisión du-

rante el mismo. El período de transmisibilidad co-mienza con la fase febril y aumenta con las etapas del cuadro, en tanto el vi-rus esté presente en san-gre y secreciones. Se ha ais-lado el virus en líquido se-minal 7 semanas posterio-res al restablecimiento clí-nico del paciente. Las per-sonas de cualquier edad son suscep�bles. La EVE es una enfermedad aguda grave que se caracteriza por la súbita aparición de fiebre, debilidad general, mialgias y cefalea, seguida de faringi�s, vómito, dia-rrea y erupción maculopa-pulosa. En las formas gra-ves, la diátesis hemorrági-ca suele acompañarse de insuficiencia hepá�ca y renal, hasta disfunción de órganos múl�ples. Los hallazgos de laboratorio

incluyen linfocitopenia, trombocitopenia, eleva-ción de las enzimas hepá-�cas, y de los niveles de urea y crea�nina en fase de insuficiencia renal. El diagnós�co defini�vo de infección se realizará por dis�ntas pruebas: ELISA, detección de an�genos, pruebas de neutraliza-ción, RT-PCR, o por aisla-miento del virus mediante cul�vo celular. Las mues-tras de los pacientes supo-nen un peligro biológico, por lo que deben realizar-se en condiciones de máxi-ma contención biológica (riesgo grupo 4). El trata-miento es sintomá�co y de sostén. Los casos gra-ves requieren cuidados in-tensivos. No existe trata-miento específico al mo-mento. Ante la situación epidemiológica actual de

EVE en el África Occiden-tal, la Argen�na adopta las recomendaciones de la OPS-OMS. La principal vía de introducción del virus al país es el ingreso de via-jeros virémicos desde zo-nas con transmisión ac�-va. Si bien en nuestro país no se dispone de vuelos directos con los países donde se ha documenta-do la transmisión de EVE, la introducción del virus del Ébola en el territorio puede darse a través de viajeros internacionales, preferentemente por vía aérea. Un caso sospecho-so es todo paciente con fie-bre (mayor a 38°C), con-tacto con caso confirmado de EVE y antecedente de viaje a regiones con circu-lación confirmada de vi-rus; contacto directo con muestras de laboratorio recolectadas de casos sos-pechosos durante los 21 días previos a la aparición de los síntomas.

El caso confirmado es todo paciente que cumpla con la definición de caso sospechoso y presente re-sultados de laboratorio po-si�vos detectados por RT-PCR o an�cuerpos IgM.

Newsletter 06- Noviembre 2014- Mar del Plata

Centro de Bioquímicos IX Distrito

ENFERMEDAD POR EL VIRUS DEL ÉBOLA

Bibliogra�a: Documento de OMS: “Case defini�on recommenda�ons for Ebola or Marburg Virus Diseases

Comité Científico Centro de Bioquímicos IX Distrito

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Centro de Bioquímicos IX Distrito

Autoridades período 2012-2014

Honorable Consejo Directivo

Dr. Claudio H. Cova(Presidente)

Dr. Norberto Sibechi(Vicepresidente)

Dr. Flavio Gavarrino(Secretario)

Dr. Lucas Lorini(Prosecretario)

Dr. Julio Soto(Tesorero)

Comite Científico

Dra. Patricia Gentili(Presidenta)

Dra. Diana García(Secretaria)

Miembros:Dra. María Esther Lasta

Dra. Judith Márquez

Dra. Laura Peressutti

Dra. Carolina Robín

Dra. Sandra Santanatoglia

Dra. Paula Valentini

Falucho 3545Tel.: 0223 4920318/9

Mar del Plata Provincia de Buenos Aires

[email protected]

www.centrobio9.comar

El término crioglobulinemia define la presencia en la sangre de proteínas, generalmente inmunoglobulinas (Ig), que precipitan reversiblemente a temperaturas inferiores a 37º C y cuya presencia se asocia a fenómenos de hiperviscosidad sanguínea, vasculi�s y forma-ción de inmunocomplejos (IC). Las crioglobulinas son producidas por la proliferación de un clon de células B, en respuesta a un desorden linfoprolifera�vo o por una es�mulación permanente del sistema inmune por una infección crónica o una enfermedad autoinmu-ne. El mecanismo exacto por el que se produce la crioprecipitación de las crioglobulinas no es conocido.La clasificación actual se basa en su clonalidad y en el �po de Ig:- Tipo I: cons�tuida por un solo iso�po de Ig monoclonal, normalmente IgG o IgM. Aso-ciada con enfermedades linfoprolifera�vas (mieloma múl�ple, macroglobulinemia de Waldenströn, leucemia linfoide crónica). Las manifestaciones clínicas son secundarias a hiperviscosidad sanguínea.- Tipo II: compuestas por dos iso�pos diferentes de Ig, generalmente IgG policlonal e IgMmonoclonal con ac�vidad reumatoide.- Tipo III: están cons�tuidas por dos iso�pos de Ig de carácter policlonal, siendo lo máscomún IgG e IgM (esta úl�ma se comporta como un factor reumatoide).Las crioglobulinemias de �po II y III, al estar formadas por 2 �pos diferentes de Ig, se engloban bajo el término de crioglobulinemias mixtas (CM) y se asocian principalmente con enfermedades autoinmunes, infecciones víricas y procesos linfoprolifera�vos.El porcentaje de pacientes que desarrollan síntomas varía entre el 2 y el 50%. Las mani-festaciones clínicas son: artralgias, púrpura palpable y debilidad.El descubrimiento del virus de la hepa��s C (HCV) puso de manifiesto que la mayoría de las CM están asociadas a la infección por dicho virus. Aunque se detectan en aproxima-damente el 50% de los pacientes infectados la prevalencia de síntomas vasculí�cos es más baja, entre el 30 y el 50%. Se desconoce por qué unos enfermos desarrollan sínto-mas y otros no, así como la diferente afectación de los órganos en quienes padecen la en-fermedad. La afectación renal está presente en cerca del 20 % de los pacientes con crio-globulinemia. Se trata de una de las complicaciones más serias que puede manifestarse como proteinuria aislada, hematuria, síndrome nefró�co, síndrome nefrí�co o fracaso renal agudo. El diagnós�co se basa en la presencia de crioglobulinas en el suero. Si bien, hasta el momento, ningún organismo internacional ha realizado la norma�zación de los procedimientos para su estudio. Al no exis�r un método de referencia se observa una gran variabilidad en los resultados y se desconoce la prevalencia de la crioglobulinemia a nivel mundial. La extracción y procesamiento de las muestras es crucial. Algunas crioglo-bulinas precipitan rápidamente a temperaturas inferiores a 37ºC, por lo que todo el mate-rial de extracción deberá atemperarse previamente y la sangre deberá mantenerse a es-ta temperatura desde su obtención hasta que se haya separado el suero. El suero debe mantenerse entre 2-8ºC un mínimo de 4 días, en los que ya se detectarán los crioprecipi-tados medios o elevados fácilmente visibles, y hasta 7 días para los crioprecipitados más pequeños. Transcurrido este �empo las muestras se centrifugan en una centrífuga refri-gerada. La fracción de volumen del precipitado (criocrito) se mide con un tubo de vidrio transparente graduado, expresándolo como un porcentaje con relación al total del suero en el tubo. Se considera que una fracción de volumen superior a 0,5% indica la existencia de una crioglobulinemia. Para el estudio clínico habitual es suficiente con la medición del criocrito. Para iden�ficar las proteínas presentes en el crioprecipitado y para diferenciar su carácter monoclonal o policlonal el método recomendado es la inmunofijación en geles de agarosa, aunque en casos de criocritos muy pequeños carece de suficiente sen-sibilidad. Debido a la falta de norma�zación no es posible recomendar el estudio periódi-co como seguimiento de la evolución y respuesta al tratamiento de estos pacientes; si es orienta�va la medición periódica del criocrito.

EL LABORATORIO EN EL DIAGNÓSTICO DE LAS CRIOGLOBULINEMIAS