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Signos Filosóficos ISSN: 1665-1324 [email protected] Universidad Autónoma Metropolitana Unidad Iztapalapa México NEURATH, OTTO CAMINOS DE LA CONCEPCIÓN CIENTÍFICA DEL MUNDO Signos Filosóficos, vol. XIII, núm. 26, julio-diciembre, 2011, pp. 135-154 Universidad Autónoma Metropolitana Unidad Iztapalapa Distrito Federal, México Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=34321462006 Cómo citar el artículo Número completo Más información del artículo Página de la revista en redalyc.org Sistema de Información Científica Red de Revistas Científicas de América Latina, el Caribe, España y Portugal Proyecto académico sin fines de lucro, desarrollado bajo la iniciativa de acceso abierto

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La Concepción Científica del Mundo. Otto Neurath. Círculo de Viena.

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    NEURATH, OTTOCAMINOS DE LA CONCEPCIN CIENTFICA DEL MUNDO

    Signos Filosficos, vol. XIII, nm. 26, julio-diciembre, 2011, pp. 135-154Universidad Autnoma Metropolitana Unidad Iztapalapa

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    CAMINOS DE LA CONCEPCIN CIENTFICA DEL MUNDO*

    OTTO NEURATH

    Por lo general no es una buena seal cuando los intelectuales seocupan demasiado en la fundamentacin y la historia de su disci-plina en lugar de ocuparse de elaborar enunciados exactos acercade los objetos estudiados por su ciencia. Los fsicos pueden, en ocasio-nes, dedicarse a observaciones de este tipo, pues ellos no caen bajo lasospecha de trabar y alentar su propio trabajo al discutir de una manerainfructuosa por el mtodo y dedicarse a reflexiones historicistas. Como re-presentantes de disciplinas con conceptos muy claros, van directamentehacia sus objetos de estudio, donde tambin usan medios mentales deapoyo inadecuados, pero no le dan una importancia especial a la genea-loga. Albert Einstein no se nombra un neocartesiano, aunque tendra elderecho de hacerlo, como los filsofos con cierto gusto se llamanneohegelianos, neokantianos o neotomistas. Los representantes de laconcepcin cientfica del mundo, que abarca todo lo experienciable, seportan como los fsicos. Ellos son activos y cercanos al presente, aunquese mueven en esferas abstractas; Se ocupan menos de la historia de susideas y ms de los nuevos resultados adquiridos que tratan de formularcon enunciados claros. No se detienen en los resultados adquiridos, lasformulaciones se siguen, son revisadas y mejoradas ao con ao.

    Pero, ocasionalmente, es mejor preguntar por las condiciones histri-cas de una concepcin y buscar su ubicacin sociolgica, en sus enlacescon otros campos de la vida y de las ciencias, en el inters de la ciencia

    * Traduccin de Thomas Meier. Publicado originalmente en (1930/1931), Erkenntnis, nm.1, pp. 106-125. Publicado con el permiso de Springer.

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    unificada a la cual se aspira. Esto seguramente no es un trabajo de daslaborales para un representante de la concepcin cientfica del mundo,sino para los domingos, como el da de hoy, uno puede ocuparse conpensamientos de este tipo para introducir ciertas argumentaciones.

    Podemos fijarnos en el hecho histrico de que la corriente idealista ymetafsica actualmente aumenta. Al mismo tiempo, vemos tambin, deuna forma clara, que la concepcin cientfica del mundo es a su vezfomentada, sobre todo por los fsicos, tcnicos, bilogos y mdicos; in-cluso por la investigacin cientfica de los que en lo personal buscancercana con formas de pensamiento idealista y teolgica.

    La concepcin cientfica general parte siempre de la observacin de losimple, lo combina con otros hechos semejantes para formar complejosms grandes y claros. No conoce un mundo como un todo, no aspira acaptar una imagen del mundo en su totalidad, no aspira a una forma dever el mundo. Cuando se habla de una concepcin cientfica del mundoen contraste con la concepcin filosfica del mundo, no se refiere a mundocomo un sistema concluido, sino al campo de la ciencia que diario crece.Aquella concepcin se infiere de investigaciones singulares que se vanintegrando a una ciencia unificada. La filosofa convencional lo hace deotra forma: llega a sus conclusiones acerca del mundo inferidas desdepensamientos fundamentales. De sus juicios sobre el mundo busca fre-cuentemente inferir juicios de hechos singulares. La filosofa de Hegelslo permita siete planetas en un tiempo en que ya haba sido descubier-to el octavo planeta por los cientficos.

    Algunas personas ven en la concepcin cientfica general un movi-miento joven que pretende sustituir una tradicin de miles de aos y,para lograrlo, necesita una motivacin completamente nueva. Refirindo-se a Augusto Comte, muchos se imaginan la transformacin del pensa-miento humano de la siguiente forma: que un periodo religioso y teolgicoforma el principio, seguido por un periodo metafsico y filosfico, hastaque se sustituye por un periodo cientfico y positivista. Pero hay razonespara una imagen diferente del cambio histrico, lo cual no es trivial des-de un punto de vista pedaggico y psicolgico. Si desde la poca prehis-trica ya han existido elementos de la concepcin cientfica general,entonces tenemos mayor optimismo para revivirlos.

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    Quiero mencionar, en principio, que las transformaciones del pensa-miento, estrechamente conectadas con los cambios tecnolgicos y socia-les de la humanidad, no se dirigen de forma nica. Ciertas partes de laconcepcin cientfica general siguen pensamientos de la forma teolgicade ver el mundo, en parte se le da una nueva vida a actividades humanasque en un tiempo prehistrico haban sido conocidas, pero que en eltiempo teolgico haban sido reprimidas.

    En la poca prehistrica se ubica de forma poderosa la magia a unlado de la religin (vase Frazer, et al.), la cual en algn tiempo quizfue la nica autoridad. Durante mucho tiempo, los magos tuvieron mu-cha influencia con sus prcticas. Con sus poderes especiales se presenta-ban a las masas de una forma poderosa.

    En el periodo religioso que sigui despus, para el sujeto se sustituycada vez ms al mago, quien sera comparable con un tcnico, un psi-coanaltico o un cirujano, por la deidad, con la cual cada ser humanointentaba establecer contacto, cuando slo era posible frecuentementepor medio de un sacerdote.

    Por extrao que parezca la magia, a primera vista, de muchas formastiene ms relacin con la fsica moderna o con la biologa que el pensa-miento teolgico. El mago causa en general cambios finitos, fijados poralguna tradicin, que son perceptibles y, por ende, pblicamente contro-lables.

    En periodos preanimistas, el mago opera con toques y rituales mgi-cos; en lo animstico controla a los espritus, como un director de circocontrola caballos o elefantes. S, a veces la fuerza de la magia llega hastael periodo del comienzo de la teologa. El brahmn obliga a una deidadmediante ceremonias adecuadas a llevar a cabo una maldicin dichapor l.

    Pero el mago no se ocupa del mundo como un todo, como lo hace eltelogo, no trata con una deidad omnipotente que est en todo y quehace todo. En este sentido, el fsico moderno est ms cerca del mago.En la fsica contempornea, el espacio considerado como absoluto e infi-nito, que ha sido, en un cierto sentido, un sobreviviente del pensamientoteolgico, desaparece. La fsica tampoco habla ya de condiciones inicialesdel mundo, como el espritu laplaciano todava lo necesita hacer para

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    inferir sucesos futuros o pasados con la ayuda de leyes naturales. Para laconcepcin moderna es caracterstico que desde la investigacin de he-chos aislados puedan concluirse resultados para otros hechos aislados yen muchos casos as se puede determinar cada suceso dentro de un es-pacio temporal y local.

    Unos cuantos ejemplos mostraran la estrecha relacin de parentescoentre el pensamiento de la magia y la concepcin cientfica del mundo.Un cadver es un tab segn la concepcin primitiva, quien lo toca,adquiere la muerte (analoga moderna: infeccin). O bien: la enferme-dad se quita con cortadas o tatuajes (analoga moderna: sangradura,operacin). Los magos hacen de hombres viragos, cortando partes desus cuerpos (analoga: trasplante de glndulas para cambiar de sexo).Muchas veces, la accin mgica se ensea intencionalmente de una for-ma ms extraa de lo que es en verdad. Si formulamos los enunciadosde la magia de una manera ms precisa, encontramos contenidos extra-os, sin embargo, tambin descubrimos relaciones conocidas: un suce-so determinado y observable es condicin de otro suceso.

    El comportamiento de indgenas en el baile por los bfalos se puedecomparar con el comportamiento de fsicos modernos. Si vienen los b-falos, la accin tcnica del baile encuentra justificacin; si no vienen losbfalos, se construyen hiptesis auxiliares. Por ejemplo, puede tener laculpa el lugar equivocado, la hora equivocada o una ceremonia falsa. Deuna forma parecida, en la fsica moderna se construyen hiptesis auxi-liares para sostener ciertas hiptesis. Si no preguntamos por la verdad delas hiptesis, sino por su objeto de estudio, entonces vemos que en am-bos casos las hiptesis tratan de hechos sensorialmente perceptibles, sonrevisables porque no apelan a totalidades infinitas, a cosas del ms allininvestigables. Seguramente hay que admitir que las formas especfi-cas de pensamientos de la magia animstica prehistrica son ajenas a laciencia moderna; pero sera equivocado poner las ceremonias mgicasen contraste con la tcnica para juzgar sobre el comportamiento huma-no de aquellos tiempos, slo para separar tcnica antigua de magia an-tigua cuando lo que hoy conocemos por tcnica se acepta como tcnicoy lo que se cuenta como magia desde un punto de vista moderno serechaza. En lo que refiere al comportamiento, en la poca prehistrica

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    todo estaba en un nivel. Cuando el humano primitivo cazaba un animalse tena que llevar a cabo todo un sistema de ceremonias. Por ejemplo, elanimal se dibujaba de una forma precisa en las paredes de una cueva,luego se disparaba con una flecha y un arco pequeos haca l. Se evita-ba la luna en declive porque poda ser nocivo para la caza, si hombre ymujer mantenan ausencia sexual, si los nios seguan ciertas reglas, yse aada, finalmente, la ceremonia de disparar al animal con una fle-cha y un arco grandes, entonces se poda matar al animal, pero habaque pedir perdn a su espritu despus. Lo que nosotros entendemoscomo disparar la flecha, realmente nos parece una tcnica, para el hu-mano prehistrico no era la parte central de todas las ceremonias. Hayque recordar tambin que nuestro concepto de tcnica cambia constan-temente. Cuando una mujer vieja le habla a una verruga, lo llamamossupersticin, pero desde que profesores universitarios hacen lo mismo,hablamos de terapia sugestiva y de ciencia.

    La magia se ocupa de lo finito y de lo emprico, asimismo el tcnicomoderno o el mdico. El mago es evaluado segn el efecto que causansus prcticas. Si hechiza mal y predice mal, pierde su puesto e incluso esasesinado por la comunidad. Si los magos de una tribu de frica nologran defender su aldea, normalmente deben abandonarla.

    Es fcil ver que las creencias de la magia tienen una vida difcil, aun-que en un principio siempre pueden ser revisadas. Pero la revisin nor-malmente no se lleva a cabo de forma sistemtica, incluso a veces escomplicado revisar acciones mgicas, como en el caso del baile por elbfalo. Pero, podemos determinar hoy en da de una forma realmentefcil si alguien es un buen mdico o no? Si alguien se ocupara de practi-car la magia con formas de pensamiento modernas, sera complicadorevisar y rechazarlo. Recordemos que muchas veces en la historia, inte-lectuales han sido engaados por espiritistas. Pero, por lo general, lagente del periodo mgico no se inclina a la argumentacin; por lo mis-mo, la magia es tan conservadora y hostil hacia nuevos descubrimien-tos. Mientras tanto, la teologa, ocupada ms en la reflexin sobre undios y sobre la vida social, deja espacio libre a acciones tcnicas, como hasido sealado frecuentemente por Max Weber.

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    Las formas de pensamiento, con un aparato lgico deductivo pararealizar pruebas, parecen ser muy rara vez afines a la magia. Frecuente-mente son teolgicas, idealistas-metafsicas o materialistas-positivistas.En el rea de la magia hay al menos intentos de una astrologa cientfica,quiromanca, etctera. La teora espiritista puede tomarse en cuenta tam-bin. De que hiptesis de la forma mgica del pensamiento, cuando unolas piensa de una forma clara, sean rechazadas por nosotros, no se sigueque las conclusiones inferidas de ellas tengan que ser falsas. Pueden serrevisadas siempre, como empira1 gruesa. Si, usando formas de inferen-cia correctas, no se pudieran inferir cosas verdaderas de condicionesfalsas, la humanidad ya se hubiera acabado desde el momento en quedecidi construir sistemas de prediccin de eventos. Frecuentemente seda el caso que un enunciado unitario de la magia es aceptable por laciencia moderna y, sin embargo, debe ser rechazada la enseanza gene-ral que lo formul y de la que fue parte. De esto no se sigue que unenunciado tal se construy con base en la experiencia. Ms bien, puedehaber sido un proceso de seleccin entre varias manipulaciones mgi-cas. La psicologa moderna ha trado cosas que no han sido tan ajenas ala magia.

    Cuando los romanos vean un mal en que su lder callera del caballoantes de una batalla, un psiclogo cientfico moderno quiz pensaraque en esto se manifiesta un estado de nimo momentneo inadecuadopara liderar una batalla. Muchas hierbas y minerales han sido usadoscon justificaciones extraas, pero siguen siendo usados actualmente enanlisis qumicos. Aquellas hierbas y minerales han sido elegidos desdehace mucho tiempo entre un grupo ms grande porque otros no justifi-caban su utilidad. Los astrlogos tenan razn con su hiptesis de que lamarea depende de los ciclos de la luna, los contrincantes de la astrologano tuvieron razn.

    Queda como una cuestin abierta si el pensamiento mgico ha sidorelatado siempre de forma correcta. Una cosa queda clara, su forma depensar se dirige al vinculamiento de elementos empricos aislados. Elreporte de un misionero sobre los iroqueses es relatador: Hay que supo-

    1 El trmino empiria es la mejor traduccin del trmino alemn Empirie, entindase como loemprico (N. del T.).

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    ner que los iroqueses son incapaces de pensamiento racional, en con-traste con los chinos y otros pueblos cultos a los que se les puede probarla existencia de Dios. La comunicacin con los iroqueses es imposiblemediante mtodos racionales. Se cree en lo general slo lo que se ve(segn Levy-Brhl). En el transcurso de la evolucin, la magia se llenams y ms de pensamientos religiosos que suponen, pasando lmites devinculamiento de algunos elementos empricos aislados, tambin algu-na deidad supernatural o un todo absoluto, o bien, es traspasada la ba-rrera emprica de otra forma, como en el budismo: las enseanzas de lareencarnacin, de la entrada al Nirvana, no son revisables.

    En religiones completamente desarrolladas con un aparato argumen-tativo teolgico, la posibilidad de control de ceremonias y de sacerdotesse acaba. Dios siempre se reserva el derecho de una decisin. El sacerdo-te se convierte en mediador entre Dios y hombre; pero ya no tiene lacapacidad de actuar de una forma determinante y decidir sobre sus pro-fecas. Slo queda un gran mago, y ste es Dios, el cual no se determinamediante ceremonias, sino, si es que puede ser determinado, lo hacen elcomportamiento moral y las disposiciones del hombre. La transforma-cin de la concepcin mgica a la teolgica podemos aclararla mediantedos relatos.

    Cuando Moiss y Arn llegaron con el Faran, competan con los magosdel Faran mediante efectos empricamente controlables. Arn tir supalo al suelo, entonces el palo se convirti en una serpiente. Pero el Fa-ran llam a sus intelectuales y magos; ellos hicieron lo mismo: tiraronsus palos al suelo y stos se convirtieron en serpientes grandes; pero elpalo de Arn comi a los dems palos. A pesar de la fuerza de las ser-pientes, el Faran se qued sin comprender. Luego Arn golpe el aguadel Nilo y se convirti en sangre; todos los peces murieron y los egipciosno podan tomar agua. Pero los magos egipcios lograron efectuar el mis-mo experimento. El sentido del Faran sigui an sin comprender. Arnapareci ranas y stas cubrieron todo el pas de Egipto. Pero los magoslograron de nuevo el mismo experimento. Luego, Arn sac el brazo conel palo y convirti todo el polvo de las calles y caminos en zancudos portodo Egipto; para lograr esto, a los magos egipcios no les quedaban fuer-zas y dijeron: Este es el dedo de Dios; la empira haba decidido.

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    Se puede ver la semejanza entre la concepcin mgica y la concep-cin cientfica tambin en el siguiente ejemplo. Los intelectuales musul-manes no reaccionaron con asombro ante las presentaciones de los fsicosnapolenicos porque ya conocan todo de Las mil y una noches. La magiaera ms avanzada que la tcnica en aquellos tiempos, pues pretendasaber cmo se puede volar con vehculos ms pesados que el aire. Lo quedistingue la magia de la ciencia es sobre todo la carencia de un vincula-miento sistemtico de elementos empricos y de control por la experien-cia, algo que tambin se extraa frecuentemente en pensadores antiguoscomo Aristteles y otros; Aristteles narra las cosas ms extraas quepodran ser contrastadas de una forma simple y observable!

    El paso a la concepcin religiosa europea lo muestra la Biblia en lahistoria del profeta Jons: se cuenta que Yahv pidi a Jons ir a la granciudad de Niniv para predecir su cada. Pero Jons no quiso ir para noconvertirse en una burla. Subi a un barco para fugarse de Yahv, perol mand una tormenta, un gran pez comi a Jons hasta que final-mente lleg a tierra firme, escupido por el pez. Entonces acept la ordenfielmente y dijo: En slo cuarenta das Niniv ser destruida. Enton-ces, la gente de Niniv se arrepinti, vestidos de trajes de luto, ayunaronhumanos y animales. Dios no cumpli la profeca y ello caus molestiaen el profeta. La ira le hizo decir que desde un principio no quera serprofeta porque Dios iba a arrepentirse de destruir todo un pueblo. Paracalmar a Jons, Dios dej crecer un rbol y al da siguiente lo dej morir.Cuando Jons se molest por este hecho, Dios le replic que si se moles-taba tanto por una planta, cmo no se iba a rehusar de destruir todauna ciudad? Esto significa que Dios decide de manera independiente delprofeta, en ltima instancia decide de una forma imprevisible y voluble!El profeta ya no es responsable si su profeca no se cumple; las profecasen general se terminan. La accin de la profeca no es empricamenterevisable. Dios no est ligado a los valores de los sacerdotes. No hay co-rroboracin. Mientras al Faran lo convertan usando mtodos sensible-mente perceptibles, Cristo declaraba que estos mtodos no prueban nada.Ni siquiera los milagros prueban nada en favor de los que los hacen. Selevantarn cristos falsos y profetas falsos y darn grandes seales y gran-des milagros. Segn la enseanza catlica, el anticristo vendr comocreador de milagros.

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    De esta manera, los telogos cristianos se retiran del campo de la revi-sin emprica. Su imaginacin de un dios no es inferible de experienciasunitarias lo que debe ser posible en ciertas imgenes maniqueas,pero hay tambin traspasos de la frontera emprica de otra forma. Porejemplo, los sacerdotes mexicanos declaraban en periodos determina-dos de muchos aos, que deberan de calmar el fuego del sol para evitarque se enfriara y que la humanidad se hundiera. Aqu es quiz, dondecomienza la relacin con una totalidad; la decidibilidad emprica slo esvlida para el caso de que el sol siga brillando, dado que la revisin de laotra opcin es prohibida por ser demasiado arriesgada. Tampoco es posi-ble, pues todo se destruira y se hundira, lo cual puede ser enunciado enuna frmula qumica el da de hoy.

    Formas de transformacin tpicas tambin se encuentran en el catoli-cismo. Una imagen especial de Mara puede causar milagros; pero sloella sabe si el milagro pedido es bueno para quien lo est pidiendo; si nohace un milagro, no se prueba nada en contra de ella. Ejemplo: un niose est muriendo, la madre maldice a Mara, aquella finalmente aceptay lo cura veinte aos despus, la misma madre desea que su nio hu-biera muerto porque ste se convirti en un asesino. El hbito de losenunciados cristianos-teolgicos es siempre: al final todo depende deDios. Si sufre el bueno, o bien es el castigo de pecados secretos, o es unaprueba, como lo muestra el caso de Job, o es alguna razn de Dios que esinexplorable. Por esta hiptesis, todo lo que sucede en la vida de los hom-bres es combinable con la concepcin teolgica del mundo. Esta hipte-sis est fuera de cualquier criterio de revisin emprica y por ello es vacay sin sentido para el hombre de nimo activista, el que encuentra el sen-tido de un enunciado mediante su corroboracin por la experiencia, encambio al pragmatista, a quien le basta que un enunciado ayude a quesus sentimientos positivos aumenten. El pragmatista puede, en algunoscasos admitir tambin enunciados teolgicos, mientras que para el acti-vista, esto no es posible.

    Podemos ver cmo la prctica de la comprobacin de la teologa cris-tiana destruy la forma emprica de pensar, tambin disminuy el poderde los sacerdotes y conect al sujeto ms con Dios, lo que sucedi esen-cialmente en el protestantismo. Los cristianos medievales abandonaronde manera paulatina las ceremonias mgicas por los sacramentos que

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    tienen efectos empricamente irrevisables con el sacramento de losleos se explica que podra tener, aparte de efectos trascendentales, efec-tos terrestres y apoyar la curacin. Las ceremonias de la Iglesia catli-ca que se refieren al exorcismo, y que asimismo sirven a la lucha contrademonios, son la minora. La gran masa de magia adaptada es declara-da supersticin o diablica. As quizs es entendible que en la pocamoderna, cuando la disminucin del poder eclesistico empieza juntocon el auge del empirismo cientfico, la brujera ocupa un espacio mayorque antes: la causalidad terrestre de la magia antigua viene de nuevo. Alfinal de la edad media slo se registran pocos juicios a brujas; al comien-zo de la poca moderna, los eclesisticos (donde la bruja es a la vezentendida como hereje y el sonido parecido del nombre se usa para losdos trminos)2 y sobre todo los protestantes practican las caceras ymatanzas de brujas, de tal forma que parece mostrar una fuerte creen-cia en la brujera. El nuevo sentido para lo terrestre se muestra en laciencia, relacionada con la tcnica y la accin racionalizada, como tam-bin en la magia.

    Los telogos cristianos parecen haberle ganado espacio al sentido di-rigido hacia lo terrestre de la ciencia antigua y de la magia primitiva,parecen haber fomentado la construccin de imgenes espiritualistas ymetafsicas. Pero por otro lado, la escolstica ha acumulado deduccintras deduccin para inferir de los textos adaptados enunciados y exigen-cias; pruebas de todo tipo fueron producidas de forma incansable, a ve-ces tambin se referan a tesis fsicas, qumicas, psicolgicas o biolgicas.El lado lgico del pensamiento cientfico fue fomentado fuertemente, elsentido para la fertilidad emprica fue trabado. La atencin se concentrsobre todo en lo extrasensorial.

    Los cientficos modernos se definen por lo siguiente: sentido terrestre,la exigencia de control emprico y el uso sistemtico de la lgica y de lamatemtica. No es as que de los antecesores antiteolgicos se ha desa-rrollado la investigacin cientfica ms intensa. Si no incluimos la magia ynos enfocamos a las formas tardas de la filosofa antigua antirreligiosa,se puede observar que los ilustradores ms exitosos, los epicuros, quie-

    2 El trmino alemn Hexe (bruja) tiene semejanza fonolgica con el trmino alemnHreti-kerin (hereje) [N. del T.].

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    nes tenan un movimiento popular, si bien eran enemigos de la teologay de la metafsica, tenan una concepcin anticientfica. Rara vez de susfilas han salido intelectuales. En la antigedad, la matemtica ha sido fo-mentada sobre todo por pitagricos y platnicos teolgicos, Dios se con-cibi como un ente matemtico. La imagen de Dios incluye ambas cosas:arbitrariedad absoluta, libertad y, por otro lado, un orden extremo, poresto matematicidad. Este contraste es superado hasta el surgimiento delpantesmo, en favor de la libertad: en Spinoza, natura sive deus no tieneni razn ni libre voluntad. El carcter matemtico de la deidad fomenta-ba la ocupacin de la matemtica, as como tambin la astrologa fuetil para el desarrollo de la matemtica. Por necesidades cotidianas ni-camente hubiera sido difcil que surgieran las grandes teoras astron-micas y matemticas tan pronto. Johannes Kepler encontr sus leyes delos planetas buscando entender el teclado santo de Dios.

    Una concepcin emprica e ingenua de la historia siempre busca porlneas rectas de evolucin, despus de luchas simples entre dos concep-ciones; mientras una observacin ms precisa de la realidad muestrarelaciones mucho ms complejas. Mientras la teologa construye la lgi-ca como su herramienta, se crea su propio enemigo; mientras recons-truye matemticamente las esferas santas de Dios, hace a Dios suprfluopara clculos astronmicos. A la pregunta de Napolen por la ausenciade Dios en su sistema, Simon Laplace ya poda contestar que no tenanecesidad de esta hiptesis. No los antitelogos, sino los telogos mis-mos han preparado las armas ms filosas de la ciencia moderna: la lgi-ca y la matemtica. Tales contradicciones se adecuan a la astucia de laidea de Hegel y a su dialctica. Volteados de lo idealista a lo empirista, seobservan tales sucesos desde el punto de vista del marxismo, que viene,por cierto, desde Ludwig Feuerbach hasta Hegel. El pantesmo hegelianose muestra claramente como punto fronterizo entre tesmo y ciencia atea:Dios se muestra en el proceso total del mundo, y por lo mismo, no espe-cialmente mediante milagros concretos. De esta forma, Hegel se puedesentir ilustrador ante los telogos y alabar a Epicuro en este sentido.Hegel mismo tambin muestra la doble cara.

    Conocimos la magia y la teologa, vimos cmo la lgica y la matem-tica crecieron en el pas de la metafsica idealista y de la religin, paraluego combinarse con el empirismo materialista. Cuando la matemtica

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    lleg a ser exitosa, pudo desarrollarse rpidamente, en especial, en com-binacin con la astronoma. Pero tambin alejada de las aplicacionesprcticas, la matemtica recibe con un mnimo de empira ya un granestimulo, pues es un rea de puras formulaciones tautolgicas. Es psico-lgicamente comprensible que las ciencias reales comiencen a existir enel siguiente orden: astronoma, fsica, qumica, biologa y sociologa. Asquizs es explicable que los rusos ya tuvieron a Nikolai Lobatschewskihace cien aos, quien trabajaba la geometra no-euclideana, medio siglodespus a Dmitir Mendelejev, quien cre el sistema de elementos qumi-cos y a Ilja Iljitsch Metschnikov, cuyos trabajos sobre inmunologa obtu-vieron reconocimiento internacional, y hoy tienen a Iwan P. Pawlow. Unpueblo joven puede ser productivo primero en el campo matemtico-lgico y por esto pronto en la fsica, donde la empira masiva, como en lahistoria, no es necesaria, asimismo, una persona joven, poco madura,puede ser un gran matemtico. Pascal encontr a los 16 aos su famosoteorema. No hay importantes bilogos o historiadores a esta edad. Qui-zs es explicable de una forma anloga que las mujeres, quienes hansido excluidas de la experiencia de la vida pblica, si son cientficamenteactivas, son brillantes primero en matemticas, astronoma y fsica pin-sese en Sonja Kowalewska, Marie Curie, Emmy Nther cuando en his-toria o sociologa es ms raro encontrar mujeres brillantes.

    Las ciencias que aplican mtodos matemticos muestran los xitosms grandes y ms rpidos. En un principio, los telogos trataron deaceptar el nuevo orden. Ellos construyeron la enseanza de la doble ver-dad. Lo que en la ciencia era verdad, podra ser falso en la teologa. Estoha sido en vano, la concepcin cientfica general no perdona. Todo dua-lismo es destruido. La vieja divisin aristotlica en tierra y cielo dentrodel rea terrestre se abandona. Galileo Galilei, el contemporneo de Kepler,fusiona el mundo terrestre y el mundo celestial para tener un mundo demovimiento y de colisiones de cuerpos. Ya tampoco hay un lugar quetodos los objetos buscan.

    Es entendible que en el principio de la poca moderna, los camposmodernos de la vida se llevaron a cabo de una forma casi nicamentematerialista-emprica y no filosfica: la tcnica, el comercio, la contabi-lidad y la actividad blica. En el desarrollo posterior, las ciencias exactasle quitan cada vez ms importancia a la teologa.

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    Lo que identifica especialmente a la concepcin cientfica del mundoes, como ya se dijo, la conexin de hechos empricos aislados, la revisinsistemtica y experimental, la incorporacin de lo aislado al tejido detodos los procesos y la logificacin de todos los procesos del pensamientopara crear una ciencia unificada que pueda servir a toda accin modifi-cadora. Pero el sendero hacia esta forma de pensar no ha sido lineal,tampoco dentro del cambio cientfico, el proceso de separacin de lateologa y de la filosofa idealista us los caminos ms extraos. Estopuede verse de forma clara en las concepciones sobre espacio y tiempo.El concepto de Isaac Newton del movimiento absoluto slo tiene sentidosi se plantea el espacio como una caja de tamao infinito con telaraascomo coordenadas. Este concepto se puede entonces aplicar a la reali-dad, cuando se presupone la posibilidad de percepciones al mismo tiem-po en todos los puntos del espacio infinito. El espacio infinito se nospresent as como el Sensorium de Dios. Ren Descartes, en cambio, yatena un concepto de movimiento ms similar al concepto moderno.Movimiento es, segn l, el traspaso de un cuerpo de una vecindad decuerpos a otra vecindad de cuerpos. De este concepto de movimiento seda fcilmente la imagen de la biografa de los elementos unitarios que seencuentran y se separan continuamente y cuya coleccin dara la des-cripcin cientfica del proceso del mundo en sentido einsteiniano. EnDescartes, se encuentran los principios de los conceptos fundamentalesde la teora de la relatividad: a las lneas del mundo y sus cortes. Pero erajustamente Descartes quien dio el medio matemtico de la geometraanaltica (el sistema de coordenadas) a la teora absoluta newtoniana.Para la concepcin newtoniana, la inercia es un efecto del espacio infi-nito, mientras para la concepcin emprica contraria, la inercia dependedel estado de aceleracin contra el sistema de estrellas fijas; este sistemainduce de cierta forma la apariencia de inercia. Estas dos concepcionesse han enfrentado desde tiempos muy antiguos, lo cual se sobrepasamuchas veces. Leonhard Euler rechaz de una forma muy tajante a laconcepcin inductiva, la ridiculiz tanto que para los intelectuales pos-teriores era difcil defenderla. Hasta que cambiaron las condiciones his-tricas, Ernst Mach deshizo la concepcin absolutista, debido a sudisposicin positivista. l siempre enfatiz que la fsica slo puede des-cribir pequeos trazos de los sucesos reales y nunca juzgar sobre un

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    mundo como un todo. Para su disposicin que buscaba las relacionesfuncionales entre procesos observables era natural pronunciarse en fa-vor de una relacin entre inercia y estrellas fijas.

    Los restos teolgicos en la ciencia se pueden encontrar probablementeen todos lados donde enunciados empricos refieran a una comprensintotal postulada o fingida. El determinismo de la forma laplaceana es poresto insostenible; porque la suposicin del conocimiento de un corte trans-versal del mundo es un sinsentido total. Quizs hay restos teolgicostambin en la bsqueda de un lenguaje ideal y en ciertas aplicacionesdel concepto de infinito en la matemtica. Los intentos de finitizar lamatemtica, sobre todo en su aplicacin a procesos concretos, seguramen-te pertenecen a intentos de depuracin. Frecuentemente se trata slo dedar un sentido finito a enunciados pronunciados de forma infinitesimalo transfinita. Argumentaciones concernientes a estructuras y frmulasson de otro tipo, aunque no hablo de la aplicacin a procesos empricos.Dentro de estas estructuras se encuentran tambin los enunciados res-pecto de lo emprico. Hasta que este complejo de preguntas no se hayaaclarado por completo, se queda como sobresaliente que Georg Cantorpersonalmente tena mucha afinidad por imgenes religiosas y metafsi-cas y a su teora de conjuntos le di una interpretacin teolgica. Esclaro que esto no se contradice con construir la teora de conjuntos deforma clara.

    Los extraos caminos del trabajo reflexivo humano se ven ah, dondelos pensadores de formacin catlica fomentaron ciertas concepcionesmodernas, mientras en otros campos impedan la depuracin de restosteolgicos. Franz Brentano por ser inicialmente un telogo catlico, seahorr a s mismo y a sus alumnos el interludio kantiano, siguiendo aLeibniz y a la escolstica para interesarse especialmente en todo lo cons-tructivo y lgico. En Alexius Meinong y Ernst Mally encontramos unavasta comprensin a ciertos lados de la concepcin cientfica moderna,cundo ellos se bloquean totalmente la va para construir su pensa-miento de esta forma! Asimismo, los fenomenlogos que vienen deBrentano tienen el sentido para lo lgico, pero siempre sobresale la dis-posicin metafsica, la misma disposicin que se ve tambin en MaxScheler, Martin Heidegger y otros, se puede ver con mayor claridad en

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    Edmund Husserl. Como en estos casos tierra metafsica produjo semillasde la concepcin cientfica del mundo, asimismo se encuentra en ciertascorrientes convencionalistas un pensamiento religioso, lo que se puedever especialmente en Edward Le Roy, la pareja mstica de Henri Poincar;que Pierre Duhem haya sido un entusistico de la escolstica y de suspensamientos no queda sin ser mencionado. En otros casos, tambin,encontramos en positivistas, emprico-crticos, y en otros representantesde concepciones modernas siempre restos considerables de ideasteolgicas del pasado. En contra de todo esto, slo los cientficos conbase materialista han sido un contrapeso y se deben alegrar mayormen-te por la creciente ayuda de matemticos y lgicos!

    En el campo de la historia y de la economa nacional, nos ocupamos deun material mucho menos clarificado, pero en cierto sentido no conimgenes tan sobrenaturales, en cuanto es posible una investigacinunitaria. Leopold von Ranke todava habla en su Historia de los papas deque en ciertos siglos se ve ms claro el dedo de Dios que en otros. Peroincluso conceptos como espritu del pueblo y otros, juegan un papel rela-tivamente pequeo en comparacin con conceptos empricamente ti-les como oferta, demanda, exportacin, importacin, accin blica,migracin, etctera. Hasta donde los historiadores tratan de mostrarhechos en la ausencia de leyes generales y esto hace la mayora sonal menos escritores de protocolo como los observadores astronmicos ysirven as, al menos, en casos de forma indirecta a la meta de la ciencia.Muchos datos que se necesitan para la formulacin de leyes no se apun-tan y, a su vez, muchas cosas intiles son guardadas. En la filosofa de lahistoria, la teologa y la metafsica se manifiestan por formular enuncia-dos ms generales. Muchas de las ciencias humansticas esta demarca-cin muestra en s ya restos teolgicos fijan de forma escondida restosidealistas-metafsicos del pensamiento en el proceso cientfico. Los con-ceptos que son usados por ellos se deberan observar sobre todo bajo elcriterio de la fertilidad para predicciones empricas. No basta con quitarlo no-emprico. Conceptos libres de metafsica son frecuentemente in-tiles en s! En una revisin crtica se encontrara que tales mtodoscomo clasificacin segn tipos, comprensin sensible incontrolable y cosassemejantes son usadas con preferencia sobre todo en las ciencias

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    humansticas, y esto para lograr un envestimento de pensamientos me-tafsicos en un traje aparentemente cientfico. Es como si se quisierantraducir obras poticas a un lenguaje formal. La historia de la filosofaes frecuentemente el sustituto para enunciados generales de forma so-ciolgica y stos se necesitan.

    Historia y economa nacional pueden entrar al campo de la cienciahasta que se construye de ellas una sociologa fundamentada de formamaterialista, con la cual se hacen enunciados generales que son inferi-dos de la experiencia y que sirven para predecir sucesos histricos unita-rios, como lo emprende la concepcin histrica marxista. Toda sociologaque se basa en introspeccin, interpretacin, etctera, est llena de partesmetafsicas. Ella se aleja de predicciones para aplicar esfuerzos clasifica-torios. La concepcin cientfica empieza difcilmente donde hay interspor el destino de individuos unitarios, ah todo lleva a la astrologa yhacia campos semejantes. Donde se trata de masas y grupos de hombres,la estabilidad es ms grande, la debilidad de lo individual sobresale me-nos. Por esta razn, preguntas de este tipo son ms accesibles para laciencia y el inters en tales preguntas fomenta la disposicin cientficamoderna. La concepcin moderna de estadstica que se ha hecho tanfamosa en la fsica proviene originalmente de los mtodos sociolgicosque se han elaborado a mediados del siglo XIX por personas como AdolpheQuetelet.

    El contenido cientfico de una sociologa que se pone como meta pre-decir los sucesos futuros en el campo de lo social, se basa en el uso deconceptos limpios y fructferos. Objeto de estudio es el proceso de la vidahumana en grupos, el vivir en unin y en conflicto con otros grupos.Este proceso se ve desde la perspectiva de una sociologa cientfica de lamisma forma que la vida en un nido de hormigas o en un panal de abe-jas! Pues se investiga la influencia de tales procesos para la forma devida, para las condiciones de disposicin e indisposicin de los partici-pantes, donde disposicin e indisposicin se definen consecuentementemediante un comportamiento perceptible.

    Reflexiones estadsticas y planificadoras tienen ciertamente una mo-tivacin emprica y parten de objetos percibidos. Una presentacin tal deprocesos fsicos con sus condiciones de disposicin e indisposicin (si-tuacin de vida en la economa nacional) forma cadenas cerradas sin

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    recurrir a lo psicolgico. Todo lo psquico es integrable si es presentadoen trminos del conductismo lgico. La sociologa fsica llega muy lejoscon estadstica y observacin de organizacin. La observacin estadsti-ca elimina los conceptos inadecuados de efecto cambiador mutuo y otrosque encontramos hasta ahora siempre en la sociologa.

    Justo en seguimiento a las aplicaciones estadsticas de la fsica mo-derna aprendemos a dejar la idea de la causalidad abarcante de todo,que es frecuentemente de un toque metafsico muy fuerte. Uno comien-za a contentarse con enunciados probabilsticos, con enunciados acercade grupos de procesos que ocupan el lugar de enunciados en procesosunitarios. La ambigedad de concepciones, sea que exista por ignoran-cia o por la naturaleza misma de la cosa, es a fin de cuentas solamentesuperable mediante la claridad de la accin, esto quiere decir tambin dela decisin (por ejemplo una determinada ley estadstica es usada comofundamento slo a modo de prueba). Esta claridad de la decisin estfuera de la argumentacin cientfica. Que uno se decida por una con-cepcin determinada o que prefiera a un determinado conjunto de posi-bilidades no se puede explicar lgicamente.

    Entender de esta forma la limitacin del conocimiento es de impor-tancia decisiva para la concepcin cientfica del mundo porque de otromodo existe el peligro de crear un nuevo dolo mediante el postulado dela determinacin completa, que slo ocupara el lugar del dolo anterior,un viejo a priori, el infinito o alguna deidad. Donde antes estaba el sacer-dote o el filsofo, estara hoy el profesor. Debemos abstenernos de postu-lados tan acelerados. Lo que decimos sobre las cosas debe ser dicho conprecaucin: encontramos caos y orden y debemos determinar emprica-mente en qu medida nuestra construccin de conceptos nos satisfacepara realizar nuestra investigacin.

    Nuestro pensamiento es una herramienta, depende de condicionessociales e histricas. Esto nunca se debera olvidar. No podemos actuarcomo acusado y como acusador a la vez y, adems, sentarnos en la silladel juez. Nuestro pensamiento de hoy lo contraponemos a nuestro pen-samiento de antes, pero no tenemos la posibilidad de juzgar desde unpunto externo. La prueba de los enunciados aplicndolos a los procesoses una parte del mismo mtodo.

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    Los medios de la expresin, nuestro idioma y escritura tan rica, losdebemos a determinadas condiciones histricas. Un pueblo con escritu-ra icnica (como los chinos, por ejemplo) tiene ms dificultad en crearun simbolismo libre; en contraste, no es tan susceptible de decir tonte-ras filosficas. Qu seguridad se obtiene cuando cada uno, como en lamatemtica, slo puede escribir y leer libros que entiende! En un pueblocon escritura alfabtica y construccin de palabras ilimitada, la palabre-ra (glosurga segn Sthr) es frecuentemente la causa de problemasfilosficos. Georg Lichtenberg deca siempre cosas, no palabras! Elmundo puede irse y las palabras se quedan. Los problemas de ser y deser as se ligan de una forma tan fuerte al lenguaje, que en un idiomatan rico como el rabe ni siquiera son reconstruibles.

    Las letras como signos sin sentido son muy tiles para la simbologaestrictamente cientfica. Se combinan smbolos cuyo significado es deter-minado de distintas maneras. Los hindes con su lengua y escritura simi-lar a la nuestra parecen haber tenido un tipo de gramtica simblica.

    La concepcin cientfica del mundo moderna debe sus xitos, en par-te, a la nueva simbologa, que puede ser usada para la depuracin lings-tica. La concepcin cientfica del mundo presupone sistemas de referenciagenerales. Un pueblo que tiene, digamos, 60 formas diferentes de refe-rirse a las vacas, segn su color, su edad, la distancia del hablante en elmomento dado, etctera, ofrece pocas condiciones para una concepcincientfica del mundo. Aqu, parece valer de nuevo que la simbologa msfructfera tuvo una historia muy difusa. De esta forma estamos aferra-dos a nuestra situacin histrica.

    Es significativo para las formas de pensar si las instituciones ligadas asituaciones de produccin como el derecho del padre o el derecho de lamadre existen. Mezclas como se suponen en Europa parecen ser espe-cialmente tiles, y el desenfreno fantstico de la movilidad europea sejunta con la exactitud ms rigurosa y la autolimitacin.

    El camino, comenzando con la magia, pas por la religin, la filosofay llega al empirismo materialista. Y entonces? Qu se puede esperardel desarrollo de la concepcin cientfica del mundo con base materialis-ta? Si pudiramos saberlo en concreto, el cambio ya estara hecho. Slopodemos prever trayectos cortos. Dependiendo de la contribucin de otros

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    pensadores, de las condiciones de vida de la poca, al sujeto aislado le esimpuesto un lmite. El trabajo intelectual en un grupo de mayor planifi-cacin es slo posible como apariencia comn en una sociedad organi-zada y planificada que, ayudndose de medios terrestres justificados,construye de forma estricta y consciente el orden de la vida en cuanto ala felicidad terrestre. Los cambios sociales son moldeadores de cambiosintelectuales.

    El nmero de los que ven la concepcin cientfica del mundo como algodeterminante para su disposicin a lo empricamente controlable y fruct-fero aumenta: ellos practican la lgica como enseanza de formulacionestautolgicas, se esfuerzan por conectar los campos unitarios de la expe-riencia, por la teora de la constitucin (Carnap) como prueba de la tesisde la ciencia unificada que es concretamente construida y debe ser enri-quecida constantemente, si quiere ser fructfera.

    La concepcin cientfica del mundo traspasa el campo de las cienciasparticulares, pero no creando algo superior. En la filosofa escolar tradi-cional lo general est en el principio, en la concepcin cientfica delmundo, lo general viene despus de lo particular, segn la forma de pen-sar que parte de la experiencia concreta. Lo que se puede preguntar deforma clara, se puede tambin contestar de forma clara; no tiene senti-do hablar de misterios incontestables. As est de un lado la concepcincientfica del mundo con su muestra de limitacin y conexin del pensa-miento humano, pero de otro lado transmite la autoestima orgullosapero a la vez humilde que encontramos en el enunciado de Protgoras,que el hombre es la medida de todas las cosas.

    El camino en el que andamos se ha encontrado. Por un tiempo pare-ca que los representantes del empirismo slo podan practicar discipli-nas particulares separadas, cuya unificacin iba a depender de xitoscasuales en la investigacin, mientras ahora vemos la posibilidad de cons-truir un edificio abarcante de la ciencia unificada de tal forma que bus-camos conectar los resultados de las ciencias unitarias mediante precisinconceptual y transformacin, de tal forma que mostramos huecos y ser-vimos a la investigacin general. Podemos esperar, dominando la com-prensin de la experiencia, que en gran medida se haga posible unaunificacin y conexin. Nos encontramos de nuevo en un nimo pareci-

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    do al que tuvo alguna vez Hegel, con el que en otro sentido pode-mos decir: El hombre no puede pensar lo suficientemente grande sobrela magnitud y el poder del espritu.

    D. R. Otto Neurath, Mxico D. F., julio-diciembre, 2011.

    D. R. Traduccin de Thomas Meier, Mxico D. F., julio-diciembre, 2011.