Necesidad de incorporar las tic en la educ sup

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4 A CCIÓN P EDAGÓGICA,Vol. 11, No. 1 / 2002 JESÚS SALINAS [MODELOS FLEXIBLES COMO RESPUESTA DE LAS UNIVERSIDADES...] D O S S I E R EDUCACIÓN Y NUEVASTECNOLOGIAS Universidad de las Islas Baleares / Facultad de Educación / [email protected] 1. Necesidad de incorporar las TIC en la educación superior Las instituciones universitarias se encuentran en transición. Los cambios en el mundo produc- tivo, la evolución tecnológica, la sociedad de la información, la tendencia a la comercialización del conocimiento, la demanda de sistemas de en- señanza-aprendizaje más flexibles y accesibles a los que pueda incorporarse cualquier ciudada- no a lo largo de la vida, etc... están provocando quelasinstitucionesdeeducaciónsuperiorapues- ten decididamente por las tecnologías de la in- formaciónylacomunicación(TIC).Pero, ¿cómo estánrespondiendolasuniversidadesaestoscam- bios y demandas? Las instituciones de educación superior están, con frecuencia creciente, cambian- do al uso de Internet para distribuir cursos a estu- diantes a distancia, también para mejorar los pro- gramas educativos que se distribuyen en el campus.Algunasinstitucioneshanvistoestocomo una manera de atraer a los estudiantes que no pueden por otravía asistir a clase; otros lo utili- zan como una manera de responder a las necesi- dades de una nueva población de estudiantes. Es obvio que las instituciones encuentran, al mismotiempo,dificultadesdediversaíndolepara la incorporación de las TIC, entre las que pue- den señalarse la falta de una estrategia institucional, la fuerte resistencia del personal académico y administrativo y, a veces, la falta de previsión de los costes implicados. En cual- quiercaso,cadainstituciónrequiereformularuna visión conjunta de futuro sobre el modelo pro- pio de enseñanza y aprendizaje. Está apareciendo una diversidad de universi- dades virtuales.Algunos programas educativos han sido desarrollados implicando al estudiante a interactuar con una aplicación de software en un ordenador, pero sin darse interacción entre el grupo de alumnos. Otros programas son más interactivos, permiten a los estudiantes poner comentarios en un área de discusión en el sitio web (discusión asíncrona). Los participantes en esta forma de aprendizaje mediado por ordena- dor pueden leer y comentar sobre un tópico puesto a discusión a su propio criterio. Otra ma- En este trabajo, de naturaleza teórico-concep- tual, se argumenta acerca de la necesidad de adoptar modelos flexibles de enseñanza y de aprendizaje, como respuesta de las institucio- nes de educación superior a los cambios de la sociedad actual, especialmente los vinculados con las tecnologías de la información y la comu- nicación (TIC). El autor, considerando los apor- tes realizados por diversos especialistas en el tema, expone su punto de vista producto de su propia elaboración teórica y de la sistematiza- ción de su experiencia en el área. El trabajo se estructura en cuatro partes que exponen la ne- cesidad de incorporar las TIC en la educación superior, la respuesta de las universidades a la globalización, el reto de la flexibilización de di- versos ámbitos de las instituciones universita- rias y por último, el concepto, características e implicaciones de los modelos flexibles de ense- ñanza y aprendizaje. Palabras clave: Educación flexible, comunica- ción mediada por ordenador, entorno virtual, edu- cación superior, redes de aprendizaje JesúsSalinas pp. 4-13 Aceptado: Febrero de 2002

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A�C�C�I�Ó�N��P�E�D�A�G�Ó�G�I�C�A,�Vol.�11,�No.�1�/�2002 JESÚS�SALINAS[MODELOS�FLEXIBLES�COMO�RESPUESTA�DE�LAS�UNIVERSIDADES...]

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Universidad�de�las�Islas�Baleares�/�Facultad�de�Educación�/�[email protected]

1.�Necesidad�de�incorporar�las�TICen�la�educación�superior

Las� instituciones� universitarias� se� encuentranen� transición.� Los� cambios� en� el� mundo� produc-tivo,� la� evolución� tecnológica,� la� sociedad� de� lainformación,� la� tendencia� a� la� comercializacióndel� conocimiento,� la� demanda� de� sistemas� de� en-señanza-aprendizaje� más� flexibles� y� accesiblesa� los� que� pueda� incorporarse� cualquier� ciudada-no� a � lo� largo� de� la � vida, � etc... � están� provocandoque�las�instituciones�de�educación�superior�apues-ten� decididamente� por� las � tecnologías� de� la � in-formación�y� la�comunicación�(TIC).�Pero,� �¿cómoestán�respondiendo�las�universidades�a�estos�cam-bios� y� demandas?�Las� instituciones� de� educaciónsuperior� están,� con� frecuencia� creciente,� cambian-do� al� uso� de� Internet� para� distribuir� cursos� a� estu-diantes� a� distancia,� también� para� mejorar� los� pro-gramas � educativos � que � se � distribuyen � en � elcampus.�Algunas� instituciones�han�visto�esto�comouna� manera � de � atraer � a � los � estudiantes � que � nopueden� por� otra� vía� asistir� a � clase;� otros� lo� utili-zan� como� una� manera� de� responder� a� las� necesi-dades� de� una� nueva� población� de� estudiantes.

Es� obvio� que� las� instituciones� encuentran,� almismo�tiempo,�dificultades�de�diversa� índole�parala� incorporación� de� las � TIC, � entre� las � que� pue-den � señalarse � la � fa l ta � de � una � es t ra tegiainstitucional, � la � fuerte� resistencia� del � personalacadémico� y� administrativo � y,� a � veces,� l a � faltade� previsión� de� los� costes� implicados. � En� cual-quier�caso,�cada� institución� requiere� formular�unavisión� conjunta� de� futuro� sobre� el � modelo� pro-pio� de� enseñanza� y� aprendizaje.

Está� apareciendo� una� diversidad� de� universi-

dades� virtuales. �Algunos� programas� educativoshan� sido� desarrollados� implicando� al� estudiantea� interactuar� con� una� aplicación� de� software� enun� ordenador,� pero� sin � darse� interacción� entre � elgrupo � de � alumnos. � Otros � programas � son � másinteractivos, � permiten� a � los � estudiantes � ponercomentarios� en� un� área� de� discusión� en� el � sitioweb� (discusión� asíncrona).� Los� participantes� enesta� forma� de� aprendizaje� mediado� por� ordena-dor � pueden � leer � y � comentar � sobre � un � � tópicopuesto� a� discusión� a� su� propio� criterio.� Otra� ma-

En�este�trabajo,��de�naturaleza�teórico-concep-tual,�se�argumenta�acerca�de�la�necesidad�deadoptar�modelos�flexibles�de�enseñanza�y�deaprendizaje,��como�respuesta�de�las�institucio-nes�de�educación�superior��a�los�cambios�de�lasociedad�actual,�especialmente�los�vinculadoscon�las�tecnologías�de�la�información�y�la�comu-nicación�(TIC).��El�autor,�considerando�los�apor-tes�realizados�por�diversos�especialistas�en�eltema,�expone�su�punto�de�vista�producto�de�supropia�elaboración�teórica�y�de�la�sistematiza-ción�de�su��experiencia�en�el�área.�El�trabajo�seestructura�en�cuatro�partes�que�exponen�la�ne-cesidad�de�incorporar�las�TIC�en�la�educaciónsuperior,�la�respuesta�de�las�universidades�a�laglobalización,�el�reto�de�la�flexibilización�de�di-versos�ámbitos��de�las�instituciones�universita-rias�y�por�último,��el�concepto,�características�eimplicaciones�de�los�modelos�flexibles�de�ense-ñanza�y�aprendizaje.

Palabras�clave:��Educación�flexible,�comunica-ción�mediada�por�ordenador,�entorno�virtual,�edu-cación�superior,�redes�de�aprendizaje

Jesús�Salinas

pp.�4-13

Aceptado:�Febrero�de�2002

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nera� de � enseñanza� on-line� es � la � que� usa � discu-sión� síncrona� donde� los� participantes� entran� enun� sitio� del� curso� al� mismo� tiempo� e� interactúanunos� con� otros� en� tiempo� real.

Al� margen� del� método� instruccional� utiliza-do, � se � está � dando� una � transición� desde� la � con-vencional � clase � en � el � campus � a � la � clase � en � elciberespacio. � Profesores � y � alumnos � actúandiferentemente� en� los� dos� tipos� de� clase;� los� pro-ductos�de�aprendizaje�son�diferentes� también.�Loscursos� y � programas� de� comunicación� mediadapor � ordenador � han� aparecido� tan � rápidamenteque,� ni � educativa� ni� socialmente,� se� ha� desarro-llado� pensamiento� sobre� el � posible� impacto� deeste � método � de � distribución. � Ni � tampoco� haymucho� pensamiento� sobre� la � necesidad� de� mo-dificar� el � enfoque� educativo:� lo� corriente� es� en-sayar� con� los� métodos� tradicionales� de� enseñan-za� en� entornos� no� tradicionales.

¿Qué� sucede � cuando� los � instructores � y � susestudiantes� nunca� se� encuentran� cara� a� cara� sinoque� están� conectados� sólo � a � través � de � texto � enuna� pantalla?� ¿Cómo� cambia� la� transmisión� delconocimiento,� la�naturaleza�del�proceso�de�apren-

dizaje� y� las� relaciones� entre� personas� que� estáninteractuando� on-line?� En� estos� últimos� tiemposlas� universidades� están� experimentando� un� cam-bio� de� cierta� importancia� en� el� papel� que� jueganen�el�conjunto�de� los�sistemas�educativos.�En�estecontexto,� necesitan� involucrarse � en � procesos� deinnovación� docente� apoyada� en� las� TIC,� presio-nadas, � entre � otros � factores, � por � el � enorme� im-pacto� de� la � era� de� la � información,� que� hace� quela� compartimentalización� de� los� sectores� profe-sionales,� de� ocio� y� educativo� sea� superada� de� talforma� que� hay� nuevos� mercados� para� la� univer-sidad,� al� mismo� tiempo� que� pierde� el� monopoliode� la� producción� y� la� transmisión� del� saber;� porla� comercialización� del� conocimiento� que� gene-ra� simultáneamente� oportunidades� para� nuevosmercados� y� competencias� nuevas� en� el � sector,� ypor� una� demanda� generalizada� para� que� los� es-tudiantes� reciban� las � competencias� necesariaspara� el� aprendizaje� continuo.

Pero� no� sólo� cambia� el � papel� que� las� univer-sidades � juegan� en � el � conjunto � de � los � sistemaseducativos. � En� una� sociedad� en� continuo� cam-bio� y� cada� vez� más� global, � no� puede� entendersela� universidad� sin� hacer� referencia� al� debate� so-bre� las� nuevas� relaciones� universidad� -� sociedad,dada� la� tendencia� a� la� globalización� de� esta� mis-ma� sociedad� y� de� la� economía.� En� este� contexto,¿cuáles� son� los� puntos� críticos� en� dicho� debate?Ljosa� (1998)� señala� algunos� puntos� sobre� los� quedesde� las� universidades� se� ha� de� reflexionar:

El � fuer te � incremento � de � la � necesidad � dereciclaje � y � una� más� amplia � formación� cam-biará� el � rol � de� las� universidades� y� la � compo-sición� de� su� cuerpo� de� estudiantes.El � uso� cotidiano� de � la � tecnología � en � la � vidalaboral � y � en � las � profesiones � hará � necesarioincorporar� aplicaciones� tecnológicas� de� for-ma� mucho� más � amplia � en � los � programas� deeducación� y� formación.La� tradicional� compartimentalización� de� lasocupaciones � y � profesiones � al � igual � que � sueducación� tendrá� que� ser� superada� y� serán� co-munes� programas� trans-profesionales� y� trans-disciplinares.Las� nuevas� tecnologías� de� la � información� yla � comunicación� harán� posible� organizar � laeducación� de� forma� diferente� y� en� particular

FLEXIBLE�MODELS�AS�AN�ANSWER�OF�THE�UNIVERSITIESIN�SPAIN�TO�THE�MASS�MEDIA�SOCIETY

In�this�paper�Dr.�Salinas�argues�about�the�need�toadapt�flexible�models�of�teaching�and�learning�__asa�response�of�the�Institutions�of�Higher�Education__to�the�changes�of�present�society,�and�that�thesechanges�refer�to�the�information�and�communi-cation�technologies�(ICTs).��He�considers�all��thecontributions,�made�by�researchers�in�the�subject,exposing�his�own�point�of�view�as�a�product�oftheoretical�elaboration�and�of�the�systematizationof�this�experience�in�the�field.�Finally�it�has�a�fourpart�structure,�such�as�the�need�to�incorporatethe�ICTs�to�Higher�Education:�the�need�of�res-ponses�of�universities�to�globalization;�the�threatit�means�to�make�several�spaces�of�universityinstitutions�flexible�to�this�reality;�The�concept,characteristics�and�implications�of�flexible�modelsof�teaching�and�learning.

Key�words:�Flexible�Education,�ComputerMediated�Communication,�Virtual�Environment,Higher�Education,�Learning�Networks.

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reducir� la� proporción� de� la� educación� basadaen� el � campus.Esto � puede � conducir � a � nuevos � modelosorganizativos, � tales � como� 'organizacionesvirtuales',� � 'comunidades� virtuales'� � y� consor-cios� que� comparten� estudiantes.

En� este � mismo� asunto, � Blade� (1999), � en � untrabajo� titulado� "Universidades� virtuales � � y � elfuturo� de� la� educación� � superior", � aventura� unadoble � revolución� fruto� de � la � actual � crisis � de � laeducación� superior:

El� cambio� en� la� financiación� de� la� instrucciónpost-secundaria� � de� los� impuestos,� estudian-tes� y� padres,� a � los� grandes� empleadores.El� cambio� de� la� instrucción� en� clase� y� los� tra-dicionales� programas� graduados� � basados� enla� coincidencia� espacial� a � la � instrucción� on-line� y� a� programas� graduados� externos.

Si� hemos� de� estar� atentos� a� cómo� los� elemen-tos� críticos� en� las� relaciones� universidad-socie-dad� señalados� afectan� -y� afectarán-� a� las� formasen� las � que � las � universidades � manejan� sus � pro-yectos� futuros,� parece� claro� que� todo� ello� estarácondicionado � por � esta � doble � revolución � queanuncia� Blade.

Puede� ocurrir � que,� mientras� muchas� institu-ciones� de� educación� superior� se � están� centran-do,� como� se� ha� dicho,� en� las� TIC� para� distribuireducación� a � distancia, � estén� fracasando� en� de-tectar� lo� que� se� necesita� para� resolver� los� proble-mas� señalados� antes. � Todavía � ponen � el � énfasisen� credenciales � y � grados� tradicionales, � y � aun-que� distribuidos� a � veces � mediante � las � TIC, � si-guen� una� organización� de� clases� � y � grados� con-vencionales.

2.�La�respuesta�de�las�universidadesa�la�globalización

Resulta� obvio� que� la� disponibilidad� tecnoló-gica� y� la� conexión� a� las� grandes� redes� de� comu-nicación� llevan� a � un� fenómeno� contradictorio.Por� una� parte,� están� provocando� la� exclusión� tec-nológica� que� se � suma� y � se � superpone� a � veces � alos� otros� tipos� de� exclusión.� Pero� al�mismo� tiem-

po,� las� TIC� están� permitiendo� a� grupos� socialesmarginales� tener� una� presencia� en� el � mundo� dela� comunicación,� convirtiéndose� en� emisores� di-rectos� de� sus� propios� mensajes� y� pudiendo� ma-nifestarse� a� través� de� las� telecomunicaciones.

En� estos � últimos � años � estamos � viviendo� laexplos ión � de � l as � t e lecomunicac iones , � l adigitalización� de � la � información� y � el � desarro-llo � de � la � biotecnología. � � Es � habitual � hablar � dees te � t iempo � de � cambios � propiciado � por � losavances � de � las � tecnologías � de � la � informacióny� la � comunicación� como� del � inicio � de � una � nue-va � era, � a � la � que � suele � llamarse � sociedad � de � lainformación. � Podemos� destacar� cuatro� impor-tantes � temas � que � convergen � en � este � momento(Duderstand, � 1997):

la� importancia� del� conocimiento� como� un� fac-tor� clave� para� determinar� seguridad,� prospe-ridad� y� calidad� de� vida;la� naturaleza� global� de� nuestra� sociedad;la� facilidad� con� que� la� tecnología� -ordenado-res,� telecomunicaciones,� y� multimedia-� posi-bilitan� el� rápido� intercambio� de� información;el� grado� con� el � que� la� colaboración� informal(sobre � todo� a � través � de � redes) � entre � indivi-duos� e � instituciones� están� reemplazando� es-tructuras� sociales� más� formales� como� corpo-raciones,� universidades,� gobiernos.

Todos� ellos� afectan� directamente� a� la� funciónque� las � universidades� cumplen� en� la � sociedad.Estos� cambios� de� papel � ponen� de� manifiesto� lanecesidad� del� debate� público� en� relación� con� lasconsecuencias� positivas� y� negativas� que� trae� laglobalización.� La� reflexión� en� este� tema� se� hacemás� necesaria� entre� los� que� hablamos� de� las� tec-

«Estos�cambios�de�papelponen�de�manifiesto�la�necesidaddel�debate�público�en�relacióncon�las�consecuencias�positivasy�negativas�que�traela�globalización».

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nologías� de� la� información� y� la� comunicación� ylas� posibilidades� que� las� mismas� ofrecen� en� estemundo� global.� Frecuentemente� podemos� encon-trar� posturas� de� aceptación� acrítica� de� la� tecno-logía, � pero� la � respuesta � de � las � universidades� aestos� retos� no� puede� ser� estándar. � Cada� universi-dad� debe� responder� desde� su� propia� especifici-dad, � partiendo� del � contexto� en � el � que� se � halla,considerando � la � sociedad � a � la � que � debe � servir,teniendo� en� cuenta� la � tradición� y � las � fortalezasque� posee.

Dyson� (1998)� afirma� que� uno� de� los� talentosfundamentales� es� la� creatividad,� � sea� artística� ointelectual, � y � que� � conforme� el � mundo� se � vayamoviendo� cada� vez� más� rápido,� las� empresas� (ypodríamos� añadir � nosotros, � las � universidades)punteras� no� serán� las� que� dispongan� de� las� me-jores� tecnologías,� sino� aquellas� en� las� que� se� déun� flujo� constante� de� nuevas� ideas� y� tecnologías.

Bricall � (1997), � por � su � parte, � � apela � a � sabervender� bien� la � especificidad� de� las� universida-des� como� el� papel� clave� para� los� próximos� años.Esta� especificidad� la� constituyen� ciertas� caracte-rísticas� que� son� interesantes� para� la � sociedad� yque� para� dicho� autor� � están� constituidas,� en� pri-mer� lugar,� por � la � idea � de � creatividad� (entendidacomo� la � capacidad� de� innovar,� l a � c apacidad� derepensar � o � de � reflexionar� sobre� la � realidad, � talcomo� señalábamos� más� arriba); � en� segundo� lu-gar,� por � e l � rigor� (desde� el � momento� en� que� sola-mente� la� Universidad� tiene� profesores� basadosen � la � investigación� sistemática);� en� tercero � por � latransmisión� (la� transmisión� de� la� enseñanza� uni-versitaria� que� tiene� elementos� culturales� decisi-vos� para� la� renovación� de� la� vida� social � y � para� lacrítica � de � la � vida � social); � y � en � cuarto � lugar,� l aprogresión� social� a� través� del� mérito� (la� idea� se-gún� la � cual � la � sociedad� debe� estar � regida� por� elprincipio� de� que� uno� puede� subir� la� escalera� so-cial� a� través� del�mérito� y� no� por� privilegios� espe-ciales).

Pero� esta� especificidad� trae� consigo� tensio-nes � en � las � relaciones � entre � las � universidades.Tensiones � que� se � manifiestan � en � dos � direccio-nes:� en� la� competencia� y� en� la� cooperación.� Lasuniversidades� no� tienen� ya� el� monopolio� del� sa-ber,� y,� por � tanto,� disponen� de � dos � opciones:� ocolaboran� con� otros � organismos� de� formaciónpúblicos� y � privados� y� con� las� empresas� que� de-

sarrollan� herramientas� de� difusión� del � conoci-miento� y� con� empresas� de� informática� y� de� tele-comunicaciones, � o � t ienen � que � competir � en � elmercado.� Las� tendencias� en� educación� flexibley� a� distancia� así� parecen� mostrarlo.� Se� presentanen� este� terreno� dificultades� � a � las� universidadesconvencionales� con� relación � a � la � capacidad� deflexibilización� de� sus� estructuras. � Mantener� elstatus� de� 'universidad� tradicional' � en� un� mundode� universidades� � transnacionales� las� puede� con-vertir� en� no� competitivas.

La� primera� tensión,� la� competencia,� constitu-ye� un� elemento� muy� importante� y� que� empuja� alas� universidades� a � la � diferenciación� -no� todaslas� universidades� deben� ser� iguales� ni � todas� lasuniversidades� deben� hacer � lo � mismo-. � La� uni-versidad� que� lo� hace� todo� y� que� es� autosuficientees � un � asunto � de � la � Historia . � Debe� escoger,� d eacuerdo� con� Bricall� (1997),� un� área� especial,� enla� que� tiene� un� dominio� más� decisivo,� no� única-mente�desde�el�punto�de�vista�de� las�materias,� sinoquizás� desde� el� punto� de� vista� de� su� entorno.

A� estas � alturas, � nuestro� mundo� académico,en�muchos� casos,� no� ha� identificado� todavía� quéva � a � hacer,� y � menos � aún � cuáles � van � a � ser � sussocios, � ni � ha � valorado� aún � el � riesgo� que � correcompitiendo� con� los� otros� prestatarios� de� servi-cios� educativos� y � formativos, � sobre� todo� en� loque� se� refiere� a � experiencias�de� enseñanza� a � dis-tancia� basadas� en� la� red.� Las� universidades� queestán � intentando � situarse � en � el � mercado � de � laeducación � y � formación � se � están � encontrandocon�múltiples�dificultades�(Salinas,�1999b).�Unasson� de� orden� técnico, � porque� las � redes� de � tele-comunicación � no � alcanzan � en � todas � partes � elmismo� nivel � de � desarrollo. � Otras � apuntan� a � lacapacidad � de � innovación � de � la � organización(cambios� administrativos, � nuevas� estructuras,implantación� de� nuevos� servicios, � flexibilidaddel�profesorado,�nuevas� formas�de�gestión,� etc.).Por � otro � lado, � los � mismos� agentes � competido-res � en � el � mercado� de � la � formación, � además � decompartir � el � mercado, � pueden� descapitalizar� alas� universidades� al � arrebatarles� (o� compartir)uno� de � los � bienes � más � preciados: � sus � profeso-res.� (Salinas,� 1999c).

En� cuanto� a � la � segunda� tensión: � la � coopera-ción,� las� Universidades� tienen� que� trabajar� conotras� universidades� o� con� otros� grupos.� Es� indu-

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dable� que� cualquier� universidad� puede� ignorarla� cooperación,� pero� entonces� se� va� a � encontrarcon� la � presencia� del � mercado.� Puede� compren-derse� que� el� éxito� de� las� experiencias� a� desarro-llar � en � las � universidades� convencionales� depen-derá� de� la � transformación� de� algunas� de� las� ac-tuales� estructuras� que� provocan� el � aislamientoinstitucional� para� potenciar� equipos� que� conju-guen� la� calidad� docente� en� sistemas� presencia-les� con� la� interacción� a� través� de� las� redes, � y � quelleven� a � la � cooperación� en� el � diseño� y � la � distri-bución� de� los� cursos� y� materiales� de� educacióna� distancia� en� el� marco� de� consorcios� de� institu-ciones,� dando� lugar� a� verdaderas� redes� de� apren-dizaje, � descritas � en � otros � trabajos � (Harasim� yotros,� 1995;� Salinas,� 1995,� 1996,� 2001).

Si � admitimos� la � necesidad� de � mano� de� obracada� vez� más� cualificada� y� la � necesidad� de� for-mación� continua� (fundamentalmente� relaciona-da� con� los� continuos� cambios� propiciados� por� laevolución� tecnológica,� la� utilización,� gestión� yadministración� de� la� información,� etc.)� como� ele-mentos� claves� de� esta� era� digital,� la� introducciónde� nuevas� tecnologías� en� las� universidades� debeser� considerada� medio� privilegiado� para� alcan-zar� estos� cambios� (Salinas, � 1999c). � Es� induda-ble� que� asistiremos,� y� asistimos,� como� se� ha� in-dicado � ya, � a � una � inflación � de � cursos � on-line.Cualquier� persona� con� una� conexión� a � Internetpuede� apuntarse� a� los� cientos� de� cursos� que� apa-recen� en � la � red. �También� en� el � terreno � de � la � for-mación� continua� y� superior� se� observa� un� incre-mento� de� las� demandas� de� aprendizaje.� Este� in-cremento� del� mercado� de� formación� lleva� consi-go� mayores� oportunidades� y � mayor� competiti-vidad, � tanto � para � las � instituciones � existentes,como� para� las� de� nueva� creación.� El� reto� aquí� seencuentra� en� lograr� el� equilibrio� entre� la� oportu-nidad� y� la� calidad.

La� diversificación� de� los� objetivos� formativosen� este � terreno� supone� otra � línea� de � reflexión.Las� nuevas� tecnologías� definen� nuevos� perfilesprofesionales, � borran� otros� o� introducen� varia-ciones� en� los� ya � existentes.�Así� pues,� no � sólo � sedispone � de � un � mayor � abanico � de � medios � paradiseñar� y� desarrollar� procesos� formativos� comorespuesta � a � las � demandas� del � proceso� de � inno-vación� sociocultural, � sino� que� este� mismo� pro-ceso� determina� cambios� en� todos� los� elementos

del� proceso� educativo� (Martínez,� 1994;� Cabero,1996).� Fruto� del� nuevo� panorama� propiciado� poresa � evolución� tecnológica, � la � actual � sociedadexige� nuevos� objetivos� formativos� que� superanla � mera � adecuación � a l � puesto � de � t rabajo(Ferrández, � 1993)� y � se � enmarcan� cada� vez� másen� la� educación� continua. �Al � abordar � la � aplica-ción� de � las � TIC� en� la � formación� debe� conside-rarse, � sin� duda,� la � educación� para� el � empleo� (lasociedad� necesitará� fuerza� de� trabajo� versátil,capaz� de� responder� a� las� necesidades� de� una� eco-nomía� y � una � sociedad� vertiginosamente � cam-biantes),� pero� también� la� educación� para� la� vida(o� lo� que� es � lo� mismo,� aprender� a � cómo� vivir � enel � siglo � XXI, � entender � el � mundo� y � entenderseuno� mismo), � la � educación� para� el � mundo� (pre-parar� para� hacer� frente� al � impacto� de� la� ciencia� yla� tecnología� en� la� sociedad),� la� educación� parael� autodesarrollo� y� la� educación� para� el � ocio.

Los� distintos� sistemas� formativos� deben� sen-sibilizarse� respecto� a � estos� nuevos� retos� y � pro-porcionar� alternativas� en� cuanto� a� modalidadesde� aprendizaje.� De� nada� sirve� sustituir� los� anti-guos � medios � por � nuevas � tecnologías � sin � otrocambio� en � los � sistemas � de � enseñanza. � En � estesentido, � no� podemos� volver � a � caer � en � los � erro-res� cometidos� en� las� décadas� precedentes, � perotampoco� sucumbir � al � influjo� de� la � máquina� to-dopoderosa.� La� utilización� pertinente� de� las� re-des � debe� ayudarnos� a � formar � más, � formar � me-jor,� formar � de � otra�manera . �Y � en � el � terreno � de � laeducación� superior � y � continua, � el � éxito � de � es-tos � proyectos � dependerá� de � la � transformaciónde� algunas� de� las � actuales� estructuras� que� pro-vocan� el � aislamiento� institucional � para� poten-ciar � equipos� que� conjuguen� la � calidad� docenteen � sistemas � presenciales � con � la � interacción � através � de � las � redes � y � que � lleven � a � la � coopera-ción� en� el � diseño� y � la � distribución� de� los � cursosy�materiales� de� aprendizaje, � en� el �marco�de� con-sorcios� de� instituciones� dando� lugar� a� verdade-ras � redes � de � aprendizaje. � Para � que � exista � unaverdadera� red, � se � necesita, � mucho� más� que� te-lecomunicaciones, � un� entramado� de� personas,tecnología � e � instituciones, � donde� el � elementomás� importante� lo� constituye� el � factor� humanodesde� el � momento� en� que� decide� compartir � re-cursos � y � experiencias � o � cooperar � en � su � crea-ción� o � compartir � la � docencia.

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3.�Flexibilización�de�las�institucionesuniversitarias

Centrémonos� en� las� principales� contribucio-nes� que� las�TIC,� sobre� todo� las� redes� telemáticas,hacen� al � campo� educativo� y � cuyo� resultado� hasido� un� incremento� de� los� proyectos� multinacio-nales. � El � primer � efecto � en � las � instituciones � deeducación� superior� es � que� abren� un� abanico� deposibilidades, � situadas� tanto� en� el � ámbito� de� laeducación� a� distancia,� como� en� el � de� modalida-des� de� enseñanza� presencial.� Estas� posibilidadesdependen,� tanto� o� más� que� del � grado� de� sofisti-cación� y � potencialidad� técnica, � del � modelo� deaprendizaje� en� que� se� inspiran,� de� la � manera� deconcebir � la � relación � profesor-alumnos, � de � lamanera� de� entender� la� enseñanza.

Muchos � de � los � conceptos � asociados � con � elaprendizaje� en� la� clase� tradicional, � pero� ausen-tes� en� los� sistemas� convencionales� de� educacióna� distancia,� pueden� reacomodarse� en� la� utiliza-ción� de� redes� en� la� enseñanza,� dando� lugar� a � unanueva� configuración� de� la� enseñanza� que� puedesuperar � las � deficiencias� de� los� sistemas� conven-cionales,� ya � sean� presenciales�o� a�distancia.�Aquí,el� alumno,� tanto� si � está� en� la� institución,� como� siestá� en� su� casa, � en� el � trabajo, � como� si � está� en� elperímetro� de� la� universidad� o� a� miles� de� kilóme-tros. � accede� a � una � serie � de � servicios � mediantelas� telecomunicaciones� como:� materiales� stan-dard,� complementario,� bases� de� datos,� materia-les� específicos� de� formación,� comunicación� conel� tutor,� posibilidad� de� interacción� con� otros,� etc.

El � acceso� al � sistema� de� aprendizaje� a � travésde � redes,� convierte � en � relativamente� irrelevanteel � lugar� y � el � tiempo� de� acceso. � ¿Qué� diferenciahabría� entre� acceder� desde� el� aula� de� la� universi-dad� o� desde� el � hogar� a� los�materiales� de� aprendi-zaje � a � t ravés � de � redes? � Quizá � sea � convenientedisponer� de� cursos� y� materiales� de� aprendizajepara � un � doble � uso, � de � tal � manera � que � tanto � losalumnos� que� asisten� a� la� institución� puedan� ac-ceder� a � ellos� en� el � aula, � en� el � centro, � como� aque-llos� que� no� pueden� asistir � al � centro, � puedan� ac-ceder � a � esos � mismos� materiales � a � través� de � re-des. �Todo� ello,� puede� comprenderse,� indica � nue-vas� perspectivas� organizativas� tanto� en� el� ámbi-to� institucional� como� a� nivel� � interinstitucionaly/o� internacional� de� la� educación� superior.

En� otro� trabajo� (Salinas,� 1997)� atribuíamos� ala� enseñanza� flexible� algunas� de� las� característi-cas� que� flexibilizan� algunos� de� los� determinan-tes� del� aprendizaje.� Estos� determinantes� puedenpertenecer � a � dos � dimensiones � distintas, � peroigualmente� importantes� al� considerar� proyectosinterinstitucionales� de� educación� superior:

Una, � relacionada� con� los� determinantes� ad-ministrativos� relacionados� con� el� concepto� dedistancia:� asistencia� a� un� lugar� predetermina-do,� tiempo� y� número� de� sesiones,� ser� enseña-do � en � grupo � por � el � profesor,� l a s � reglas � de � laorganización.� Se� refiere, � por� tanto, � al � gradode� libertad, � o � mejor � de� opcionalidad, � de� losestudiantes� en� el� acceso,� admisión,� selecciónde�cursos,�y� libertad�en� los�determinantes� tem-porales� y� espaciales,� tales� como� accesibilidad(credenciales� académicas� previas,� tiempo,� lo-calización� física,� determinantes� financieros,características� personales,� responsabilidad� so-cial);� flexibilidad� (frecuencia� de� los� periodosde� admisión,� ritmo� de� aprendizaje,� serviciosde� apoyo� opcionales);� � control� del� alumno� so-bre� el � contenido� y� la� estructura;� elección� delsistema� de� distribución,� y� acreditación.

Otra� dimensión� del� concepto� está� relaciona-da� con� los� determinantes� educativos:� especi-ficación� de� metas� de� aprendizaje� ajustadas� alas� características� de� los� alumnos;� contenidosy� secuencia� de� enseñanza;� la � estrategia� paraenseñar� del� profesor� individual� o� de� la� orga-nización,� variedad� y� adecuación� de� medios,uso� abierto� de� los� recursos� bajo� la� responsa-bilidad� del� alumno-usuario� y� eficacia� didác-tica� en� estos� contextos;� etc.

Tanto� desde� la � perspectiva � de � usuario,� comodesde� la� de� profesor� y� la� de� la� institución� educati-va,� ambas� dimensiones� debieran� contemplarse� alconfigurar� ambientes� instruccionales� apoyados� enTIC. � Esto � conduce� a � una� oferta � educativa� másflexible,� orientada� tanto� a� alumnos� que� siguen� laenseñanza� 'presencial', � como� a� los� que� siguen� laenseñanza� a� distancia� o� cualquiera� de� las� formu-las� mixtas.�Y,� ello � requiere� modelos� pedagógicosnuevos� y� un� fuerte� apoyo� de� tecnologías� multi-media� interactivas� (Salinas,� 1999b).

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Por� supuesto� que� supone� importantes � cam-bios� en� la� concepción� y� en� la� práctica� de� la� ense-ñanza� superior. � Se � ha � de � entender � que � los � cam-bios� que� introducen� las� TIC� en� la� enseñanza� nosólo� afectan� a� los� medios� puestos� en� juego,� tam-bién� afectan� a � todos� los � elementos� del � procesoeducativo:� organización, � alumno,� curriculum,profesor,� e tc. �Y,� entre� ellos,� a fectan � a � la � organi-zación,� al �marco� en� el � que� se� desarrolla� la� comu-nicación� educativa . �Aquí� habría � que � recordar � laimportancia� de� atender� al � contexto� del� alumno,o� mejor,� a � l a � d i ferencia� de� contextos� culturales,que � presentan � los � alumnos � cuando� se � trata � deexperiencias� multinacionales.

Aparecen� nuevos� ambientes� de� aprendizajeque� no� necesariamente� van� � a � sustituir � a � las � au-las� tradicionales,� pero� que� vienen� a� complemen-tarlas � y � a � diversificar � la � oferta � educativa. � Losavances� que� en� el � terreno� de� las � telecomunica-ciones � se � están � dando � en � nuestros � días � estánabriendo� nuevas� perspectivas� a� los� conceptos� deespacio� y� tiempo� que� hasta� ahora� habíamos� ma-nejado� tanto� en� la� enseñanza� presencial,� como� adistancia.�Y � por � ello � se � han � de � tener � presentesestos� nuevos� enfoques� de� la� enseñanza� superior.

4.�Los�modelos�flexiblescomo�respuesta

Entre� las � contribuciones� que� las � TIC, � sobretodo� las� redes� telemáticas,� hacen� al� campo� edu-cativo,� una� de� las� principales� es� abrir� un� abanicode� posibilidades� de� uso� que� pueden� situarse� tan-to� en� el � ámbito� de� la� educación� a� distancia,� comoen� el � de� modalidades� de� enseñanza� presencial.

Para� diseñar� y� desarrollar� entornos� de� forma-ción� basados� en� estas� tecnologías� habrá� que� te-ner� presente� esta� circunstancia� y� plantear� situa-ciones� que� se� adapten� a� una� diversidad� de� situa-ciones� (por� parte� del � alumno,� de� la � institución,etc.).� Conocer� las� posibilidades� que� las� caracte-rísticas� de� las� distintas� aplicaciones� y� entornosque� pueden� ser � utilizados� va � a � ser � crucial � parasacar� el� máximo� partido� a� estas� tecnologías.

Pero� sus�posibilidades� � descansan,� tanto�o�másque� en� el� grado� de� sofisticación� y� potencialidadtécnica, � en� el � modelo� de� aprendizaje� en� que� seinspiran, � en � la � manera � de � concebir � la � relación

profesor-alumnos, � en� la � manera� de� entender� laenseñanza.� Deben� ser� estudiadas,� por� tanto,� des-de� una� óptica� pedagógica.� Las� perspectivas� quelas� TIC� presentan� para� su� uso� educativo,� exigennuevos� planteamientos� que� a � su� vez� requeriránun� proceso� de� reflexión� sobre� el � papel� de� la� edu-cación� a � distancia� en� un� nuevo� mundo� comuni-cativo,� pero� también� provocarán� un� cuestiona-miento� de� las� instituciones� educativas.� En� pala-bras� de� Moran� y� Myrliger� (2000):

Sospechamos�que�los�días�de�la�educación�adistancia�como�tal�están�contados.�Un�inestable,problemático�y�profundo�proceso�de�cambio�estáen�marcha.�Los�métodos�y�sistemas�de�educa-ción�a�distancia�están�convergiendo�con�aque-llos�de�la�enseñanza�cara�a�cara�fuertementeinfluenciados�por�las�tecnologías�electrónicas.Este�proceso�creemos�que�transformará�la�ense-ñanza�y�aprendizaje�de�la�universidad�por�com-pleto,�no�solo�añadiendo�algo�de�enseñanza�adistancia�aquí,�y�algo�de�enseñanza�en-línea��allá.Las�consignas�son�flexibilidad,�centrarse�en�elestudiante,�aprendizaje�en�red,�calidad�y�eficien-cia.�(p.�57)

Así,� el � entramado� de� redes� de� comunicacióny� las � posibilidades � crecientes � de � los � sistemasmultimedia� cuestionan,� tanto� para� la� educacióna� distancia� como� para� la � presencial, � la � utiliza-ción� de� sistemas� educativos � convencionales.

Tal � como� señalamos� al � principio,� las � univer-sidades�se�encuentran�en� transición�y�parece�exis-tir �acuerdo�en�que�nos�encontramos�ante� �un�cam-bio� de� paradigma,� aunque� no� existen� tantas� co-incidencias� al� considerar� � el � ritmo� y� las� caracte-rísticas� de� dicho� cambio, � pudiendo� observarseal � mismo� tiempo� � numerosas� � paradojas. � Si � nosatenemos� a� los� términos� utilizados� para� referirsea� ello� podemos� � observar� una� muestra� de� dichaconfusión:� Sigue� usándose,� con� frecuencia,� edu-cación� a� distancia� cuando� el� entorno� actual� estácada � vez � más � mezclado, � lo � que � está � causandoalguna � confusión � en � el � debate � público � y � en � lalocalización� de� los� recursos,� pero,� mientras� tan-to, � el � término� "aprendizaje� flexible"� está� pene-trando� rápidamente� en� el� discurso� público� y� ga-nando� popularidad� entre� las� universidades� quehan� creado� centros� de� aprendizaje� flexible� (por

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lo� menos� incorporando� tradicionales� centros� deeducación�a�distancia).�Este� concepto�es� cada�vezmás� frecuente� al � hablar � de� educación� a � distan-cia,� aunque� dicho� concepto� está� fuertemente� aso-ciado� al� modelo� dual,� es � decir,� a � una � d iversidadde� experiencias� de� explotación� de� las� TIC� en� laenseñanza� desarrolladas � desde� universidadesconvencionales.

Muchos � de � los � conceptos � asociados � con � elaprendizaje� en� la� clase� tradicional, � pero� ausen-tes � cuando� se � utilizan� sistemas� convencionalesde� educación� a� distancia,� pueden� reacomodarseen� la� utilización� de� redes� para� le� enseñanza,� dan-do� lugar� a � una� nueva� configuración� de� la � ense-ñanza� que� puede� superar� las� deficiencias� de� lossistemas�convencionales� (tanto�presenciales�comoa� distancia). � Entre� estos� nuevos� planteamientoslos� relacionados� con� el� aprendizaje� abierto� pue-den� suponer� una� nueva� concepción,� que� indepen-dientemente� de� si � la� enseñanza� es� presencial� o� adistancia,� proporciona� al� alumno� una� variedad� demedios� y� la� posibilidad� de� tomar� decisiones� sobreel� aprendizaje.� En� este� sentido,� un� posible� puntode� encuentro� entre� los� planteamientos� de� las� TICen� la� educación� a� distancia� y� las� situaciones� pre-senciales� podemos� encontrarlo� en� estos� plantea-mientos� del� aprendizaje� abierto,� que� sustentarán,de� alguna� forma,� los� modelos� flexibles.

Ambos,� educación� a� distancia� y� aprendizajeabierto� disponen� de� una� trayectoria� en� el� campopedagógico� que � al � mismo� tiempo� que � ofrecennumerosos� puntos� de� referencia� a� la� hora� de� en-tender� el � uso� de� las� TIC� en� los� procesos� de� ense-ñanza-aprendizaje,� aportan� también� elementos� desu�propia� tradición�que�dificultan�dicha� tarea.�Porello,� viene� siendo� frecuente� utilizar� el� conceptode� enseñanza� o � formación� flexible � como� con-texto� donde� analizar� las� TIC� y� sus� posibles� plan-teamientos� en� la� formación.

Moran� y� Myrlinger� (2000), � definen� el � � idealde� aprendizaje� flexible� a� "los� enfoques� de� ense-ñanza� y � aprendizaje � que � están� centrados � en � elalumno,� con� grados� de� libertad� en� el� tiempo,� lu-gar� y�métodos� de� enseñanza� y� aprendizaje,� y� queutilizan� las� tecnologías� apropiadas� en� un� entor-no� en� red"� (p. � 57).

Como� concepto� y� como� práctica,� � el � aprendi-zaje� flexible� arrastra� cualidades� o� experienciasde� sus� tres� bases:

De� la � educación� a � distancia: � Que� la � educa-ción�debe � i r � � a � l a � gente � y � no � a � la � inversa;�utili-zar � la � amplia� experiencia� en� el � favorecedoraprendizaje� centrado� en� el � alumno;� � la � expe-riencia� de� los� profesores� de� educación� a� dis-tancia� en� el � diseño� y� producción� � de� materia-les� de� aprendizaje; � la � elección� y � utilizaciónde� tecnologías� apropiadas� para� los� propósi-tos� de� aprendizaje;� la� experiencia� en� la� cola-boración� interinstitucional� y� � en� la� red� para� elapoyo� al� aprendizaje.De� la� educación�en� el� campus:�Reconocimien-to�de� la� importancia�de� la� interacción�y�el �con-tacto� personal� entre� profesor� y� alumno;� dadoque�el� aprendizaje� es�una� actividad� social,� unamayor� flexibilidad� y � uso� de� las � tecnologíastienen� implicaciones� en� los� espacios� y� facili-dades � de � aprendizaje � en � el � campus; � y � paralos � roles � de � los � centros � de � estudios � en � red� oentornos� virtuales� de� aprendizaje.De� las� tecnologías� de� la� información� que� pue-den� cambiar� dramáticamente� la� variedad,� can-tidad,� fuentes� y�medios� de� información� reque-ridos� para� el � aprendizaje. � Pero, � sobre� todo,que� proporcionan� los� elementos� para� nuevasformas� de� comunicación� en� nuevas� y � diver-sas� situaciones� didácticas.

Puede� afirmarse�que� fue� el� desarrollo�de� la� tec-nología� � impresa� y� su� uso� como�medio� de� instruc-ción� lo� que� hizo� que� la� educación� por� correspon-dencia� se� convirtiera � en � una � aceptable� parte � delsistema� de� educación� pública� de� masas.� El� desa-rrollo� de� los� medios� de� comunicación� y� su� explo-tación� en � los � procesos � de � enseñanza� han� dadolugar� a� la� evolución� de� la� educación� a� distancia,autoformación� o � aprendizaje � independiente.Taylorb� (1995)� presenta� dicha � evolución� en� cua-tro� generaciones:� el� modelo� de� correspondenciase� ha� visto� generalmente� como� la� primera� gene-ración� de� educación� a� distancia� y� ha� sido� incor-porado� por� el� modelo� multimedia,� como� segundageneración� de� educación� a� distancia,� que� suponeel� uso� de� recursos� de� enseñanza-aprendizaje� refi-nados� y� culturalmente� desarrollados,� incluyendoguías� de� estudio� impresas,� lecturas� seleccionadas,vídeos,� audiotapes� y� cursos� basados� en� ordena-dor.� Mientras � muchas� instituciones� están� implica-das� en� evolucionar� desde� el � modelo� por� corres-

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Al � mismo � t iempo, � habría � que � atender � a � lainteracción� que� se � genera. � Como� Bates� (1991)subraya, � hay � dos � t ipos � muy � d i ferentes � deinteracción� en� el� aprendizaje:� social� e� individual.La� interacción� social� entre� los� alumnos� y� el� pro-fesor� necesita� ser� balanceada� por� la� interacciónindividual� del� alumno� con� los� recursos� de� apren-dizaje,� incluyendo� libros� de� texto,� guías� de� estu-dio, � audiotapes, � videotapes, � y � programas � deaprendizaje�asistido�por�ordenador. � � La� enseñanzatradicional� pone� el � énfasis� en� la� interacción� so-cial. � Los � modelos � multimedia � se � esfuerzan� enproporcionar� calidad� a� la� interacción� individualdel� alumno� con� los� materiales.� La� introducciónde � la � comunicación� mediada � por � computador(CMC),� por� otra� parte,� afecta� inevitablemente� alas � formas � en � que � los � otros � medios � se � utilizanpara� hacer� nuevas� cosas,� o� hacer� las� viejas� cosasde � formas � nuevas. �Afecta � a � la � estructura � de � loscursos, � a � los� roles� de� los� profesores� y� a � la � admi-nistración� y� mantenimiento� de� los� cursos.

Mason� y� Kaye� (1990)� señalan� que� la � aplica-ción� de � la � comunicación� mediada� por � ordena-dor� estaba� haciendo� cambiar� la� naturaleza� y� es-tructura� de� las� instituciones� coetáneas� � de� edu-cación� � a � distancia� de� diferentes� formas,� e � indi-caban� tres� implicaciones� de� dicho� uso:

La� desaparición� de� las� distinciones� concep-tuales� entre� la� educación� a� distancia� y� la� edu-cación�presencial,�en�primer�lugar�por�las�opor-tunidades�que�la�CMC�proporciona�a� los�alum-nos� a � distancia � para � la � discusión, � el � trabajocolaborativo� y� el � desarrollo� de� la� autonomíaen� el� aprendizaje,� y� también,� por� el� potencialpara� construir� un� sentido� de� comunidad� entrelos� participantes� en� la� instituciones� de� educa-ción� a� distancia� a� gran� escala.El� cambio� de� los� roles� tradicionales� del� pro-fesorado,� tutores� adjuntos� y� staff� administra-tivo� y � de� apoyo.Proporcionar � una � oportunidad, � que � nuncaexistió � antes, � de � crear � una � red � de � alumnos,un� 'espacio' � para� el � pensamiento� colectivo� yacceso� a� iguales� para� la� socialización� y� el� in-tercambio� ocasional.

Estos � autores � apuntan � a � la � perspectiva � delalumno� como� la � más� adecuada� para� un� modelo

pondencia� al� modelo� multimedia,� otra� significati-va� tendencia� es� cambiar� hacia� la� tercera� genera-ción� del� modelo� de� teleaprendizaje� de� educacióna� distancia.� Esta� tercera� generación� está� basadaen� el � uso� de� las � tecnologías� de � la � información,incluyendo� audio-teleconferencias,� sistemas� decomunicación� audiográficos,� video-conferencia,radio� y� televisión� de� banda� comercial,� con� retor-no� en� audioconferencia� etc.� La� emergencia� de� lacuarta�generación�de� educación� a� distancia,� el�mo-delo� de� aprendizaje� flexible,� promete� la� combi-nación� de � los � beneficios � de � la � altas � calidad� demultimedia� interactiva� basada� en� CD-ROM,� conla� realzada� interactividad� y� acceso� a� un� crecienterango� de� recursos� enseñanza-aprendizaje� ofreci-dos� por� la� conexión� a� través� de� redes.

Desde� la � enseñanza� presencial� convencionaltambién� podríamos� describir� un� proceso� de� evo-lución� convergente. �Y � es � que,� como� señala� Hara-sim� (1990),� la� incorporación� a� la� educación� de� lacomunicación�on-line � supone� � nuevos� entornos,con� nuevos� atributos,� y� requiere� nuevos� enfoquespara� entenderlos,� diseñarlos� e� implementarlos.

Para � caracterizar � el � modelo� de � aprendizajeflexible,� podemos� acudir� a� los� siguientes� elemen-tos � (Latona, � 1996; � Salinas, � 1999b; � Moran � yMyringer,2000):

Se� aplica� a � la � enseñanza� y � el � aprendizaje� encualquier� lugar� que� estos� ocurran:� on-campus,off-campus� y� cross-campus.Proporciona � flexibilidad � de � lugar,� t iempo,métodos� y� ritmo� de� enseñanza� y� aprendizajeSe� trata� de� un� modelo� centrado� en� el � alumnomás� que� centrado� en� el � profesorBusca� ayudar� a � los � estudiantes� a � convertirseen� independientes, � autónomos, � � en � la � líneadel� aprendizaje� a � lo� largo� de� toda� la� vidaSupone� cambios� en� el � rol � del � profesor� quienpasa� a� ser� mentor� y� facilitador� del� aprendiza-je,� pero� también� del� alumno.

Estos� modelos� requiere,� en� la� práctica,� profe-sores� que� tengan� las� destrezas� � en� diseño� de� cur-sos � y � � en � enseñanza � necesarias � para � apoyar � elaprendizaje� centrado� en� el � alumno,� el � aprendi-zaje� a � lo� largo� de� la� vida,� y � estudiantes� de� diver-sos� backgrounds,� estilos� de� aprendizaje� y� moti-vaciones� para� estudiar.

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A�C�C�I�Ó�N��P�E�D�A�G�Ó�G�I�C�A,�Vol.�11,�No.�1�/�2002JESÚS�SALINAS[MODELOS�FLEXIBLES�COMO�RESPUESTA�DE�LAS�UNIVERSIDADES...]

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de � educación � a � distancia � mediante � el � uso � deCMC,� al� ofrecer� a� éste� una� considerable� autono-mía,� pudiendo� ser� usada� como� herramienta� en� lamaduración� de� los� estilos� de� aprendizaje� de� losestudiantes� y � en� el � desarrollo� de� estrategias� deaprendizaje� independientes.

¿Es� necesario� un� modelo� de� educación� flexi-ble?� ¿Para� qué� necesitamos� un� modelo?� Dispo-ner� de� un� modelo� puede� ser � adecuado� para:

La� descripción� unificada� de� los� cursos� exis-tentes� para� ver� más� o� menos� definitivamentequé� tipo� de� aprendizaje� a� distancia� es� imple-mentado� en� determinado� curso.Apoyar� el� diseño� y� desarrollo� de� cursos� a� dis-tancia� y� mediante� redes� que� las� distintas� ins-tituciones� están� poniendo� en� marcha.La � investigación� más� precisa� de� cursos� desa-rrollados� cuando� establecemos� explícitamente'parámetros' � a � estudiar.

Para� terminar,� hemos�de� señalar,� como� lo � haceLatona� (1996),� � que� las� universidades� deben� to-mar� el � enfoque� de� la� formación� flexible,� ya� quese� han� de� adaptar� a � las� tendencias� de� acceder� alaprendizaje� fuera� del� puesto� de� trabajo,� proveerlas� necesidades� de� los� estudiantes� a� tiempo� par-cial� y� responder� a� las� necesidades� de� formacióncontinua,� que� constituyen� desafíos� para� las� ins-tituciones� de� educación� superior� en� esta� socie-dad� de� la� información.