La era posmoderna influyó mucho ennuestro pensamiento, sobre todo porlos filósofos de la época comoNietzsche que dijo que Dios habíamuerto, fue una frase que condenó a lasociedad moderna. Nietzsche planteóesto porque el hombre es tan vacío quenecesita buscarse a sí mismo, conocersus fallas y aciertos, darnos cuentaque nuestros actos traen susconsecuencias. Además para que noesperemos la solución divina comosiempre se hace, sino que empecemosactuar individualmente, para resolvernuestros propios problemas.

No pensamos en que los objetos materiales nossuplantan las cosas que de verdad necesitamoscomo el afecto, la unidad, solidaridad, entreotros. Solo tenemos esa sensación de vacío queno la entendemos, solo está ahí y no tomamosconciencia de ello.

El hombre es temor y debilidad, que solotrata de cubrirse con máscaras para tratar deocultar su realidad, su vacío. La tristerealidad es que ni siquiera somos capaces demostrarnos como somos realmente, sino quecreamos un disfraz, puede ser por miedo deser rechazados por la sociedad que exigetanto y no da nada.

Las personas normalmenteestamos esperando conseguiruna vida perfecta pero sinhacer ningún esfuerzo. A lasociedad no le importa quehagas tú, solo eres uno másen la multitud, los que sitenemos que reflexionarsomos nosotros mismos ydarnos cuenta de que es loque queremos, a dondequeremos llegar.

Nietzsche decía que las personas que no tienenningún objetivo, al menos ya saben que va a ser de suvida, ya que no aspiran nada. Mientras que los que nohan encontrado su propio ideal tienen una vida másdifícil e imprudente, ya que viven con una esperanza eincertidumbre absurda, porque si no han decididoque esperar de ellos mismos, nadie los puede ayudar.

Vivir con una prisa por tenertodo a la mano pero sin tenerque hacer ningún esfuerzo, eslo que vivimosdiariamente, solamentevivimos agotados de fingir loque no somos, sin embargotampoco hacemos nada paramejorar.

Parece que lo único capaz demovilizar la atención es lainformación que nos ofrecen losmedios de comunicación, pero elproblema es que el exceso deinformación no deja nada buenopara el pensamiento. Somosprisioneros de una moda, por esono sabemos ni que queremospara nosotros, porque la modacambia constantemente y losmedios son los encargados deinfundirnos esto.

La experiencia hace parte nuestrasvidas, ya que a medida que pasa eltiempo más experiencia tenemos, perosiempre buscamos explorar más y máscosas. El hombre posmoderno noquiere comprometerse con nada, soloquiere liberar la adrenalina y vivir elpresente.Ahora el hombre está indiferente a losvalores, ya no les dan la importanciaque se debe como antes, el hombre seha vuelto egoísta, lo único que leimporta es el mismo, pero cada vez sesiente más solo y trata de buscarse paraconocerse.

A la sociedad narcisista ya no leinteresa sus antepasados ni sustradiciones, ya solo quiere vivir elpresente, ni siquiera piensan en lasgeneraciones que vendrán, solo sonellos ahora. Aunque están tanvacíos, solo esperan que un milagrohaga aparecer algo que no son ni semerecen, les da ira no ser lo quedesean y tienen la esperanza dellegar a serlo sin hacer un mínimoesfuerzo.

El discurso Psi es una forma de llegar a las personas para que estas piensen en su vida, tomen conciencia de sus acciones, para que se conozca mejor, para que busque en él lo que desea encontrar, para que se pueda realizar como persona.

El Narciso no tiene tiempo para él, está demasiado ocupado en sí mismo, que para él no existe nadie más que él, se convierte en un ser egoísta y vanidoso que solo ve lo que quiere ver, pero en realidad solo es una ilusión que se desvanece con la triste realidad, es un ser vacío que no tiene nada que valga su existencia. Solo cuando vemos una persona exitosa es que nos damos cuenta que somos inútiles y tratamos de competir para ser mejor que el otro, así tengamos que explotar a los demás para nuestro propio beneficio. Pero al compararnos con alguien demasiado superior lo único que hacemos es bajar nuestra autoestima y sentir desprecio por nosotros mismos.

La única manera de que el Narciso se sienta libre es evitar escuchar y ver la realidad.

En las familias se nota mucho el narcisismo,ya que todos los miembros son muydiferentes pero solo se preocupan por símismos. Aunque se dice que los padres solopiensan en sus hijos, también se preocupanpor su físico y por ser mejores que los demás.En todas las familias no falta la personadepresiva, que a toda hora piensa ensuicidarse, porque piensa que no sirve paranada y lo único que produce es lastima, sesiente sola y piensa que es una maldiciónpara su familia su existencia, etc. Ademássiente que no es capaz de asumir lasresponsabilidades de vivir, se siente vacío ytodo le parece pésimo.

A veces nuestros padres piensan que lamejor forma de premiar y de demostrarnossu amor es dándonos objetosmateriales, pero se equivocan, lo único quelogran es que nos mal acostumbremos ysiempre esperemos cosas materiales, con loque nos sentimos llenos a ratos, pero es unafelicidad momentánea que cuandocaigamos en la realidad y queramosbuscarnos, nos sintamos vacíos. La mayoríade nosotros cuando tenemos problemas onos sentimos mal por algo, tratamos debuscar un consuelo, apoyo de alguien queconfiemos y queramos, pero los padres nonos prestan atención y es cuandoempezamos a tragarnos nuestro dolor queluego se vuelve resentimiento y egoísmo.

Los padres esconden sus problemas y siempre usan una máscara a sus hijos, ala familia y a las demás personas, haciéndoles creer que tienen un matrimonioperfecto cuando en realidad el matrimonio es un fracaso y solo se soportan porlos hijos. Todos mostramos ese disfraz que nos hace supuestamente felices,pero solo es apariencias, porque cuando se encierran en su habitación nisiquiera se tocan o no se respetan. Muchas personas quieren mostrar a sufamilia perfecta aunque su matrimonio este en la cuerda floja, su hijo se havuelto un vicioso, su hija está embarazada, el sobrino es un violador, etc. Soloquieren entrar a la sociedad narcisista, donde vemos lo que queremos ver.

Las madres se preocupan mucho pornosotros, por nuestro futuro, pero a losjóvenes no nos interesa pensar en el despuéssino en el ahora, en la moda, soloexperimentar sin tener compromisos, sintener ninguna dirección ni punto de llegada.Aunque las madres nos quieran ayudar, yaestamos vacíos, porque hacemos parte deesta sociedad tan pobre de pensamiento,donde solo vale la buena apariencia.

Somos adictos a los medios decomunicación, pero lo realmentepreocupante no es esto, sino el exceso deinformación que recibimos, la mayoría esbasura que solo nos sirve para despreciarnosmás, para buscar identidades ajenas, paraestar a la moda, para descuidar losestudios, para buscar belleza, etc. Las amasde casa a veces se sienten mal al ver la vidaque han llevado a comparación de lasmujeres que muestran en la Tv, de mujerescon cuerpos perfectos y hermosas, viven conhombres que no les dejan mover un dedo ytienen el mundo a sus pies, mientras que lasmadres les toca muy duro en la casa y noreciben ni las gracias. Pero lo que no se dancuenta nuestras madres es que todo esapariencia de perfección y que la belleza nodura para siempre.

Los jóvenes queremos ser libres, que nuestros padres no nos juzguen por nuestras preferencias y que acepten nuestras decisiones, que nos apoyen y nos celebren las payasadas. Nos sentimos grandes, con esperanzas de hacer miles de cosas pero sin mover un dedo, somos tan egoístas que ni siquiera pensamos en lo que nuestros padres nos ayudan a diario, lo único que imaginamos es tener nuestro propio bienestar. La debilidad es una de las más fuertes características de nosotros los jóvenes, que ante cualquier obstáculo nos rendimos, son nuestros padres los que siempre nos recogen y nos animan. Cometemos muchos errores, hasta nos equivocamos con nuestros padres, pero ellos siempre nos perdonan.

Los padres también seequivocan y son débilespero siempre tratan dedar ejemplo y no se dejanver derrotados frente anosotros, sino que seenmascaran e inventanque son triunfadores paraganar nuestro respeto yadmiración.

Todas las familias sin importar su estrato económico, social o cultural, ninguno está completamente feliz con su persona, todos esperan más, unos se esfuerzan, otros no tanto, pero todos desean más y más. Las personas nos miramos al espejo y nos imaginamos ver lo que no somos y hablamos con otras personas no de nosotros sino del espejismo, siempre con la intención de ser superiores a los demás, pero en realidad es un gran abismo el que tenemos dentro de nosotros. Un vacío que creemos llenar con la imaginación y objetos que solo nos duran un buen rato, pero al final queda una persona vacía y sin expectativas.

Impeler: Dar empuje para producir

movimiento. Incitar, estimular.

Escindir: Cortar, dividir, separar.

Romper un núcleo atómico en dos

porciones aproximadamente iguales,

con la consiguiente liberación de

energía. Suele realizarse mediante el

bombardeo con neutrones.

Acechar: Observar, aguardar

cautelosamente con algún propósito.

Entereza: Integridad, perfección,

complemento. Rectitud en la

administración de justicia. Fortaleza,

constancia, firmeza de ánimo. Severa

y perfecta observancia de la disciplina.

Virginidad.

Énfasis: Fuerza de expresión o de

entonación con que se quiere realzar

la importancia de lo que se dice o se

lee. Afectación en la expresión, en el

tono de la voz o en el gesto. Figura que consiste en dar a entender más

de lo que realmente se expresa.

Arrebujar: Coger mal y sin orden alguna cosa

flexible, como la ropa, un lienzo, etc. Cubrir bien y envolver con la ropa de la cama, arrimándola al

cuerpo, o con alguna prenda de vestir de bastante amplitud, como una capa, un mantón, etc.

Reburujar, revolver, enredar.

Exacerbar: Irritar, causar muy grave enfado o

enojo. Agravar o avivar una enfermedad, una

pasión, una molestia, etc. Intensificar, extremar,

exagerar.

Demoniaco: Perteneciente o relativo al demonio.

Poseído.

Ingravidez: Estado en que desaparecen los

efectos de las fuerzas gravitatorias.

Avasallar: Sujetar, rendir o someter a obediencia.

Hacerse súbdito o vasallo de algún rey o señor.

Sujetarse, someterse por impotencia o debilidad a

quien tiene poder o valimiento.

Prodigar: Disipar, gastar pródigamente o con

exceso y desperdicio algo. Dar con profusión y

abundancia. Dispensar profusa y repetidamente

elogios, favores, dádivas, etc. Excederse

indiscretamente en la exhibición personal.

Capitalismo: Régimen económico fundado en el

predominio del capital como elemento de

producción y creador de riqueza. Conjunto de

capitales o capitalistas, considerado como entidad

económica.

Asequible: Que puede conseguirse o alcanzarse.

INSTITUCIÓN EDUCATIVA COMERCIAL

DE ENVIGADO

ÉTICA Y VALORES

11-3

2011