Nancy Anne Konvalinka-La Situación Sociolinguística de Asturias

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La Situación Sociolingüística de Asturias Por no haber sido Asturias una región con fuertes tendenciats steparatistas, no ha recibido mucha atención su situación soci~o.lingüística. Sin entrar en detalle en una descripción de ningfin dialecto 2específiconi de las fronteras de cada isoglosa, quiero estudiar el problema desde el punto de vista del contacto de lenguaqs y de la sociolingüística. La fecha y lugar de redacción explica algunas au- sencias bibliográficas de dificil consulta en aquel momento. SIGNOS FONÉTICOS [I] lateral dorso-palatal sonora [d] cacaminal oclusiva sonora [S] ápim-prepalatal africada sorda [C] postalveolar africada sorda [ts] africada dento-dorsal sorda [S] palatal fricativa sorda [x] velar fricativa sorda Nota: x sin corchetes es la ortografía estándar para la [S] : xana, páxar u [q] bilabial fricativa sorda Comienzo con una descripción general de la distribución de los dialectos del asturiano. Como la situación asturiana no se puede entender sin mirar más alllá de la regiQn ssturiana del siglo veinte, será preciso esbczar brevemente la evo- lución histórica de que es pro~ducto la variedad lingüística del norte de Ja península ibérica y de Asturias en particular. Habrá que mirar también las otras regiones espaiiolas en las que existe una problemática parecida: Galicia, País Vasco, CataluBa y Valencia. Estas regiones disfrutan todas de dos habias distintas, y u estudio de las semejanzas y diferencias de sus ssisdos lingüís- ticos con el de Asturies puede ayudar rnucso a definir éste. Es de mucha importancia la manera en que las dos hablas de Asturias se infl~enci~an mutua- mente, o sea, los efectos que tiene el sistema as- turiano en el caste!lano de un habalante y el sistema castellano en el usturiano. A estas intru- siones de una modalidad en la otra les han pres- tado poca atención dos dialectólogos que, con una o dos excepciones, se limitan a apuntar, por ejemplo, algún csso de la influencia fonológica del casteiíano en alguna rerie de paiabras asiu- rianas. Y como nadie, con ,la excepción de Jose- fina Martínez Alvarez, parece haberse interesa- do en el castellano hablado por los asturianos, el indagar en este tema p ~ e d e ofrecer unas ideas nuevas que ayuden a aclarar la situación. Apro- vecharé para esto los apuntes de los dialectóle- gos sobre las características e influencias mutuas de las dos hablas y también de mis propias expe- riencias con asturianos que se expresan en cas- tellano. Estrechamente ligada a la cuestión de influen- cias del castellano en el asturiano y al revés está la cuestión de las actitudes lingüístims. Estas se manifiestan de dos modos: el comportamiento

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Artículo que versa sobre la situación sociolingüística del presente en la comunidad asturiana. Tiene en cuenta la situación del asturiano (lengua minoritaria del país asturiano) y su valoración local y regional.

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  • La Situacin Sociolingstica de Asturias

    Por no haber sido Asturias una regin con fuertes tendenciats steparatistas, no ha recibido mucha atencin su situacin soci~o.lingstica. Sin entrar en detalle en una descripcin de ningfin dialecto 2especfico ni de las fronteras de cada isoglosa, quiero estudiar el problema desde el punto de vista del contacto de lenguaqs y de la sociolingstica.

    La fecha y lugar de redaccin explica algunas au- sencias bibliogrficas de dificil consulta en aquel momento.

    SIGNOS FONTICOS

    [I] lateral dorso-palatal sonora [d] cacaminal oclusiva sonora [S] pim-prepalatal africada sorda [C] postalveolar africada sorda [ts] africada dento-dorsal sorda [S] palatal fricativa sorda [x] velar fricativa sorda

    Nota: x sin corchetes es la ortografa estndar para la [S] : xana, pxar u

    [q] bilabial fricativa sorda

    Comienzo con una descripcin general de la distribucin de los dialectos del asturiano. Como la situacin asturiana no se puede entender sin mirar ms alll de la regiQn ssturiana del siglo veinte, ser preciso esbczar brevemente la evo- lucin histrica de que es pro~ducto la variedad lingstica del norte de Ja pennsula ibrica y de Asturias en particular. Habr que mirar tambin las otras regiones espaiiolas en las que existe una problemtica parecida: Galicia, Pas Vasco, CataluBa y Valencia. Estas regiones disfrutan todas de dos habias distintas, y u estudio de las semejanzas y diferencias de sus ssisdos lings- ticos con el de Asturies puede ayudar rnucso a definir ste.

    Es de mucha importancia la manera en que las dos hablas de Asturias se infl~enci~an mutua- mente, o sea, los efectos que tiene el sistema as- turiano en e l caste!lano de un habalante y el sistema castellano en el usturiano. A estas intru- siones de una modalidad en la otra les han pres- tado poca atencin dos dialectlogos que, con una o dos excepciones, se limitan a apuntar, por ejemplo, algn csso de la influencia fonolgica del casteiano en alguna rerie de paiabras asiu- rianas. Y como nadie, con ,la excepcin de Jose- fina Martnez Alvarez, parece haberse interesa- do en el castellano hablado por los asturianos, el indagar en este tema p ~ e d e ofrecer unas ideas nuevas que ayuden a aclarar la situacin. Apro- vechar para esto los apuntes de los dialectle- gos sobre las caractersticas e influencias mutuas de las dos hablas y tambin de mis propias expe- riencias con asturianos que se expresan en cas- tellano.

    Estrechamente ligada a la cuestin de influen- cias del castellano en el asturiano y al revs est la cuestin de las actitudes lingstims. Estas se manifiestan de dos modos: el comportamiento

  • lingustico de los hab!antes y la expresin directa de sus ideas sobre el tema. Los ~esultados de', contacto 'de idiomas pueden apostar mucha in- formacin sobre .este csyecto Muchos autores expresan directamente sus uctitudes hacia el as- turiano y el castellano en la Asturias actual, y cada asturiano tiene su propia spinin. Sin estar en Asturias con la posibi1ida.d de hacer una en- cuesta o un estudio ,especfico de un sitio concre- to, me es imposible hacer un anlisis estadstico de estas actitudes, pero creo que cabe interpretar las ya expresladas y las que se pueden deducir.

    Por medio de un enfoque sociolingstico que, adems de estudjar las influencias entre el astu- riano y el castel!ano, tiene en cuenta aspectos no estrictamente lingsticos como la histmoria y los efectos sociales de la, economa y la poltica re- flejados en el habla, espero contribuir a aclaxar lla situacin lingstica algo confusa de Asturias

    C0nvien.e empezar. ,con un repaso breve de los hechos lingsticos desde los puntos 'de vista sin- crnico y di'acrnico. Partiendo de una base sli- da, aunque dibujada 2 grandes rasgos por no ser . . ieriIii. --.----- e-". p ~ l ~ i ~ l & a l o.~u;, ; ~ U , i & f i tratarse CGXI =$S claridad l,a-S cuestiones 'del contacto de idiogmas y de las actitudes lingsticas.

    1. Distribucibn geo'grfica de los dialectos.

    Los estudios sincrnicos del asturiano son nu- merosos y detallados, obra en gran parte de dialectlogos precedentes de las mismas reas que estudian. Estn hechos casi todos en la tra- dicin estructuralista, con su consiguiente enfo- que en el lxico, la fonologa y la morfologa, su tratamiento a veces un poco somero de la sintaxis y su falta de atencin a la semntica. El mayor l i r e ~ o ie estudios se dedica a las partes occi- c entales J cei~trales de Asturias. El extremo oc-

    cidente y el oriente no han recibido mucha aten- cin; tienen fuertes 'enlaces con las hablas de sus vecinos respectivos, Galicia y Santander, y creo que .esto lleva a que se consideren menos tpica- mente asturianos. L a de los lingstas han elegido estudiar los pueblcs pequeos de las montaas por ser ms arcalzantes, aunque ialguno se ha intmeresado Cia.mbin por el habla de Uviu. Los pueblos marineros y los centros de industria estn todava sin estudiar a fondo a causa del afn (y la necesidad) de recoger las hablas ms axcaizantes antes de que desaparez- can.

    Asturias se dividre en cuatro zonas lingsti- cas cuyas fronteras siguen apr.ox;madamente los rtos Navia, Naln y Sella1. La parte ms occiden- lial lindante con Galicia se suele considerar como una zona de transicin entre el gallego y el astu- ~ i a n o o incluso conlo una extensin del gaJlego de Lugo ,por el predominio de las caractersticas de ste, como la 101 y la [el abiertas (porta, tema), los diptongos decr ecentes Ieyl y owl (leite, ouro), la [II y la [nl sin palatalizar, los femeninos en Iasl y las palabras con Ifl inicial. Lo que en realidad ee llama el asturiano occiden- tal empieza a unos pocos kilmetros a l este del ro Navia y se extiende hasta el Naln. Sus ras- gos ms distintivcs son ambos grupos de dipten- .-;os, los crecientes [wel y lyel (puerta, tierra) y los decrecientes Ley1 y [owl, la [SI palatalizada (con la exce~cin de un trozo del noroeste), los femeninos [as1 y las palabras con fl iniciaJ. La zona central comprende las tierras desde el Na-

    1 La informacin para esta parte proviene de dos fuentes: Ana Mara Cano Gonzlez, Los distintos bables de la regin asturiana)), en I Asamblea regiorzd del bable, ed. Dr. Francisco Garea Gonzlez (Madrid: Editora Nacional, 1980), pgs. 39-66.

    Ana Mara Cano Gonzlez, Mara V. Conde Saz, J. L. Garca Arias y Francisco Garca Gonzlez, Gramtica bable (Madrid: Edieio- nes Naranco, S. A-, 1976.

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  • dero, tanto en Asturilas como en el resto de Espa- a. El resultado fue una multitud de hablas que, siendo derivadas de las versiones lociales del latn, iban siguiendo caminos de evolucin a ve- cles paralelos y a veces divergentes. Esta condi- ci6n continuaba bajo el reino de los visigodos. La invasin de los moros, que ccnsigui borrar mu- chas de las diferencias lingsticas en gran parte de la ~ennsula , nunca ileg a afectar as a las hablas del norte. La Reconquista, empezando en Cuadonga, Asturias, en el ao 718, cre el am- biente para Ila cristalizacin de las conciencias regionales del norte de Galicia, Asturias, Pas Vasco, Aragn y Catalua.

    Asturias goz de dos siglos escasos de glorila como centro de la Espaa nueva, con Cangues d'Ons, Pravia y Uviu como capitales sucesivas. En el ao 910, siguiendo las fronteras de la Re- conquista, se traslad la capital a Len5. Creo que fue este traslado de la corte y, como consecuen- cia, del centro de cultura, el hecho ms decisivo para la identidad regional de Asturias. Hasta este momento, Asturias haba seguido un camino hirtbrici mily parecido al d e las otras regiones norteas y tena, por tanto, Ea misma posibilidad de llegar a convertir su habla en una lengua li- teraria y ms o menos normalizada que tena el gallego o el cataln. Las otras regiones mante- nan sus centros polticos y econmicos, y su im- portancia y prestigio promovan una fuerte con- ciencia cultural y lingstica junto con la norma- lizacin de la lengua. No pas lo mismo en Asturias que de repente se vio alejada del mpetu de la Reconquista y por tanto privada de un pa- pel dominante en los siglos siguientes. Sus dos siglos de fuerza y poder no eran suficientes para conseguir una normalizacin lingstica, y aun-

    que al principio Asturias seguramente vio en Len una extensin de s mismo, a l final Asturias se qued como apndice de Len y luego de Cas- tilla. Esta identificacin de Asturias con Len y Castilla impeda la diferenciacin necesaria para desarrollar una conciencia regional, la cual es un requisito imprescindible para una normali- zacin lingstica.

    Desde luego que hay muchos otros factores que han influido en la situacin asturiana. Alvaro Ruz de la Pea Solar echa la culpa de no haber sucedido un desarrollo literario a la indiferencia de la burguesa y e l clero asturiano hacia los in- tereses regionales! Tambin es de notar que As- turias rara vez se ha sentido amenazada por Cas- tilla y su centralismo. Con la percepcin de una amenaza nace el fuerte deseo de autoidentifica- cin como grupo frente al grupo amenazador. Este ha sido un factor importante en el nfasis actual de las identidades regionales de Galicia, Pas Vasco y Catalua. Sin embargo, creo que todos estos factores recientes tienen su raz en los hechos de los primeros siglos de la Recon- quista.

    111. El asturiano y las otras hablas regionales del norte.

    Una comparacin de la situacin de Asturias con las de Galicia, Pas Vasco y Catalua puede iluminar las razones de los distintos estados lin- gstico~ actuales de stos y aqul. Como se sabe, el gallego, el vasco y el cataln gozan de la coofi- cialidad con el castellano en sus respectims re- giones, pero el asturiano no. Hemos visto como hasta finalizada la primera etapa de la Recon- quista son todas hablas de prestigio y que el

    5 Neira, pgs. 57-58. 6 Ruiz de la Pena Solar, pgs. 211-216.

  • cambio se produjo despus. Hace alta ahora no- El nico fmtoi. que comparten las cuatro ha- tar en 'qu caractersticas especficas se diferen- b1a.s e s su posicin subordinada con referencia al cian e l gallego, el vasco y el cataln del asturia- castellano. El distanciamiento o diferenciacin no. Lo podemos hacer con este esquema: entre estas hablas y el castellano depende de

    1 Gallego 1 Vasco 1 cataln( Asturiano I I

    1 . Situacin subordinada I x I x / ~ I I I l I I I

    2. ,Conciencia cultural/ lingstica I x I x I x

    3. Diferenciacin del castellano x xx x

    4. Tradicin literaria 1 x 1 - 1 x 5. Fragmentacin en

    dialectos - xx x

    6. Normalizacin l X I X I X 7. Inmigracin/

    Ind~stria!izaciSn

    8. Escolarizacin de/en 1 el habla regional x x x 1--

    cada a s o , pero es esta diglosia inicial, de la que se hablar mms adelante, lo que permite una comparacin de las cuatro regiones.

    b El s,egundo factor es la conciencia cultural/

    lingstica. Esta conciencia, puesta en relieve por las autonomas actuales, se da con fuerza en Galicia, Pas Viasco y Catalua, mfentras est en gran parte ausente (por las razones ya expues- tas) en Asturias. No quiero decir con esto que el asturiano no se sienta plenamenbe asturiano,

    sino que esta. conciencia no es lo suficientemente fuerte como para oponerse a su sentido de -es- paiiolis.mo~. Dicho de otro modo: la, falta de ten- sin (imaginaria o real) entre Asturias y Cas- tilla ha obviado la necesidad de una fuerte iden- tificacin regionalista de Asturias. Partiendo de este punto, vamos a describir cada regin como un conjunto de caractersticas para sealar las de cada una como en- tidad lingstica.

  • E! gallego, aunque emparentado con el caste- llano, se identifica con el portugus para mante- ner su distanciamiento del cast~ellano. Por desta- car sus rasgos portugueses y por lo tanto no casi ellanos puede distinguirse de castellano 5- enfrentarse a d. Aunque le falta una fuerte lite- ratiira moderna, posee una tradicin literaria de la Edad Media con la que identificarse. En com- paracin con las otras liablas, en el gallego no hay tanta fragmentacin en dialectos7. Siempre habr caractersticlas distintivas entre lugares diferentes o estratos sociaaes diversos, pero estas digerencias no so2 tan marcadas en el gallego. Por lo tanto, la normalizacin del gallego no se ha tenido que enfrentar con este problema. Su dificultad ms grave ha sido el optar por una soducin portuguesa o castellana a las cuestiones lingsticas y ortogrficas. Tambin ha sido ne- cesaria la modernieacin del haabla, es decir, crear el lxico necesario p w a su utilizacin en el mundo tcnico de hoy8. La falta de inmigracin e industrializacin en Galicia puede haber pro- tegido el gallaego de la castellanizacin excesiva; de todos modos, el prestigio del castellano y su predominio en los medios de informacion actuan en sentido negativo sobre el gallego. Pero s exis- ten publicaciones y Drogramas de televisin y radio en gallego, adems de programas de ense- anza del gallego en las escuelas, aunque no dis- frutan todava de la vitalidad y generalizacin de los de otras regionesg.

    El vasco ttene la ms clara diferenciacin del castellano .posible y no le hace falta ninguna identificacin ajena para hacer resaltar su ca-

    7 Lorenzo Novo Mier, El habla de Asturias (Uviu. Asturlibros, 1980), pgs. 137-138.

    8 Guillermo Rojo, La situacin lingstica gallega, Revista de Occidente, 10-11 (1982), pgs. 103-110.

    9 Miguel Sigun, Educacin y pluralidad de lenguas en Espaas, Revista de Occidente, 10-11, (1982), pgs. 49-50.

    rctel- distintivo. No hay una tradicin literaria en vzsco, habiendo desempeado esta funcin el latn y luego el castellano, aunque s ha habido y sigue habiendo algunos escritores que emplean el vascolo. Tiene mucha fama la gran diferencia- cin didectal del euskara, siendo tpico que de un valle a otro la gente no se entiende-clara exa- geracin que obedece a! propsito de quitarle su carcter unitario de idioma. La normalizacin del euskara, ya en Irgrnite, es una tarea difcil. L a industrializacin en el Pas Vasco y sus conse- cuentes e olas de inmigrantes han elevado el n- mero de monolinges castellanos. Mientras las ikastolas y las clase de euskara en escuelas cas- tellanas aumentan el nmero de personas que saben hablar euskara, la extrema dificultad que presenta el euskara para un ,adulto mstellano- hablante hace muy lento ,este aumentoll.

    Al mirar la columna del cataln en la tabla, se ve que el cataln posee casi todas las caracte- rsticas favorables cara su desarr-011~0. Como el gallego y su identificacin con ,el portugus, la identificacin del cataln cor, el francs y, en me- nor grado, el italiano, forma 1s base de su dife- renciacin del castellano y su enfrentamiento a l. Una fuerte tradicin literaria desde la Edad Media hasta el presente (por cierto, con aJgunos persodos de decadencia) destac,a al cataln. Una prueba de su importancia liheraria es el inters en su estudio en las universidades -extranjeras. Pese a su diferenciacin dialectal, ha sido posible su normalizacin lingstica, Hay un gran nme- ro de inmigrantes que crea un grupo importante de gente dle habla castellana y no catalana, pero son en su mayora obreros, un grupo de pow

    10 Luis Michelena, Normalizacin de la forma escrita de una lengua: El caso vascon, Revista de Occidente, 10-11, (1982), pgs. 61-62.

    '1 Sigun, pg. 47.

  • prestigio social. Sin e~-bargo, este grupo contri- buye a aumentar la castellanizacin del cataln. Hay programas de todos tipos de enseanza en cataln y del cataln, pero es pronto todava para poder juzgar su xito. Estos Zactores, junto con el poder poltico-econmico de Catalua, han obrado para clar prestigio a l cataln12.

    En Astwias, en cambio, son todos los factores negativos para el desarrollo y prestigio del astu- riano. El hablante asturiano, a l no tener ninguna lengua ajena con que identificarse, se identifica con el castellano. Muchas veces los lingistas y los mismos hablantes, por razones extra-lings- ticas, lo tratan como un dialecto del uastellano. Este hecho y la cercana de las dos hablas causan la confusin que se nota en muchos asturiano- hablantes que piensan que lo que hablan es un castellano muy malo. Como ya liemos apuntado, el asturiano no posee una fuerte tradicin litera- ria. Muchos de los autores se empean en ver una dialectizacin tan exagerada que dicen que dos hablantes de distintas zonas de Asturias no se pueden entender sino en castellano13. Como veremos, esta afirmacin no se trata de una rela- lidad lingstica-se trata de una actitud sin fundamento cientfico. La Academia de la Llin- gua Asturiana est intentando una normaliza- cin que parece bien acogida en algunos sectores, pero cuya aceptacin generalizada est an por comprobar14. La gran cantidad de inmigrantes, junto con la cercana del asturiano y el castellano y la presin del castellano como nica lengua ofi- cial, aumenta la confusin entre los dos sistemas y lz, consiguiente castellanizacin del asturiano.

    12 Francesc Vallverd, ~Situaein de la lengua catalana, Revista de Occidente, 10-11, pgs. 83-86.

    '3 Neira, pg. 32. '4 Academia de la Llingua Asturiana, Normes ortogrfiques y en-

    tamos de normalizacin (Uviu: Artes Grficas Grossi, 1981.

    Para finalizar, son pocos los libros, peridicos, o programas de radio y televisin en asturiano, mientras que los programas de enseanza del asturiano estn en su etapa inicial y no son de aplicacin general, siendo inexistentes los de en- seanza totalmente en asturiano.

    Como se ve en seguida, el gdlego, el euskstra y el cataln, a pesar de sus situaciones subordi- nadas, tienen cada uno unas motivaciones muy fuertes para el desarrollo de su conciencia lin- gstica. Al asturiano, por lo contrario, le faltan todos las puntos positivos y est cargado de todos los factores que dificultan este desarrollo. En los ltimos aos, sin embargo, se han hecho muchos esfuerzos para cambiar esta situacin; an queda por ver cules sern los resultados.

    IV. Influencias en el asturiano.

    En Asturias, entonces, existe una situacin de contacto de idiomas que luego describiremos co- mo diglsica, o quizs triglsica, porque en rea- lidad se trata de tres hablas: el dialecto de cada lugar, el habla ms prestigiosa de Uviu y el casteiiano oficial. Se ifliueneiaii iiiiamente, re- ro con diferencias en el grado y el tipo de la influencia de un habla a otra.

    Antes de empezar hay que advertir que a veces me he visto limitado por la. naturaleza de los datos. En primer lugar, me he tenido que iimitar en gran parte a hablar de unos diez lu- gares especficos sobre los cuales existen ,estudios detallados. El nico estudio que ,es un poco ms generalizado pero sin perder todo detdle es As- pectos de8 bable occidentul. de Lorenzo Rodrguez- Castellano15. Tambin es una limitacin la distri-

    ' 5 Lorenzo Rodrguez-Castellano, Aspectos del bable occidental (Uviu, 1954).

  • bucin geogrfica desiguaJ de los trebajos. Los estudios especficos utilizadlos aqu son de El Cuarto de los Valles, Astierna, Somiedo y Teber- ga en el occidente de Asturias y de Alto Ayer, El Cabu Pees, Cabranes, Llena y Uviu en la parte central. He encontrado slo un trabajo detallado sobre Asturias oriental, el de Francisco Garca Gonzlez16. Este ti atamiento deslgual deja mu- chos huecos en el conjunto de los datos. Otra difi- cultad es el estructuralismo de que ha-blamos a l principio. Si los dialectlogos se preocupan muy poco de la sintaxis, se van a paeocupar mucho menos de sealar las posibles irifluencias caste- llanas en el habla. Estss mismas limitaciones en las fuentes se convierten automticamente en las nuestras.

    De los pocos autores #que hablan de la cuestin de idiomas en conkicto, se destaca Josefina Mar- tnez Alvarez en su estudio Eabla y ast te llano en u1 concejo de Ovbedo17. Ya que muchos otros estu- dios tienen como propsito sealar las caracte- rsticas del asturiano frente a l castellano, apun- tarn, por ejemplo, que tal sonido es empleado solamente por los ancianas y que ya no se oye en el habla de la gente con menos de setenta u ochenta aos. Utilizo datos oomo ste para estu- diar las influencias de las hablas Si, adems, los dialectlogos cuentan que el sonido nuevo que sustituye al viejo es caracterstico del castellano a del asturiano central, no es demasiadto atrevido suponer que es el resultado de una influencia ajena. Mi propsito aqu, entonces, es averiguar cules son los rasgos del asturiano que se han visto afectados por las influencias del castellano y del asturiano central.

    16 Francisco Garcia Gonzlez, (

  • 151 'y la [SI muy palatzlizada de la zonaz2. Es un poco difcil apreciar si se tra.ta de una influencia castellanizante o no. Las palabras que tienen Isl inicial en castellano frente a la [SI o [sil inicial en asturiano sugieren que s, pero no se puede decii, lo mismo con referencia a la [SI dentro de la palabra que no corresponde a la [SI castellana sino a la [xl (viaxe/viaje). Es muy posible que no sea otra msa que una conf~sin de dos soni- dos que tienen el punto de articulacin muy pa- recido. La Academia de la Llingua Asturiana se muestra consciente de esta confusin y la consi- dera perniciosa, prohibiendo la ortografa xi (xiana) para el sonido [SIz3.

    Los grupos de sonidos que sin duda han pro- vocado rns discusin son:

    [S] (en Astierna [d]) - [e] - [Il - 111 - [y]; [ts.] - [it] - [C] - [y] Claro est que no se trata de ocho variantes del mismo sonido, pero por razones tanto etimolgi- cas como fonolgicas hay una gran confusin entre ellos. Aqu no es posible ni resumir las ex- plicaciones de cada dialectlogo para la situacin de cada sitio. Tampoco es mi propsito explicar toda la evolucin histrica desde el latn de todas las variantes en todas partes de Asturias, lo cual se h a hecho con mucho cuidado por los dialect- logos de cada sitio. Aunque en general lo justo sea partir de los sonidos asturianos y sealar sus variantes y las posibles influencias castellanas y del asturiano central, para mayor claridad lo voy a hacer al revs en este caso, tratando una a una

    22 Joseph A. Fernndez, El bable de Sistema)), Revista de filolo- ga espaola, Anejo 64 (1960), pg. 21.

    Ana Mara Cano Gonzla, El habla de Somiedo (Vigo: Artes Gr- ficas Galicia, 1981), pg. 79.

    23 Academia de la Llingua Asturiana, Normes ortogrfiques y en- tantos de normalizacin (Artes Grficas Grossi, 1981).

    a. las [el, iil , [ll e [y1 castellanas y 110s sonidos asturia,nos que se han visto afectados por elias.

    En el occidente de Asturias, exista y existe todava en algunas partes una distincin entre la [ S I , de la 1 inicial y la 12 del latn (Suna luna=, Sobu ..lobo.., vaSe ava.lle~ 1 , y la [el, de los grupos iniciales pl-, el-, f l - (brar

  • ta,n datos sobre su estado actual; Fernndez se limita a decir que palabras advenedizas tienen [el para la 11 media1 (mei acalle., murciea mor- cilla.) en lugar ,de Id1 27.

    La Asturias occidental posee dos sonidos ms, la tsl y la [itl, ambos del latn -ct-, -ult-, -it- (petsu pecho., trutsa y truita trucha., mutso y muito mucho) que estn perdiendo terreno frente a la [el (truca, mueo). La sustitu- cin por la 121 puede ser una influencia de los otros dialectos que tienen IC1 o del castellanoz8.

    En casi toda la zona, hay prkstamos del cas- tellano que mantienen la I11 inicial y la [Al inicial o medial. En muchos sitios se oyen hasta en pa- labras autctonas. Es ta sustitucin la han sea- lado Menndez Garca en Navia y Villayn y Cano Gonzlez en Somiedo (cabalu, s'olomi'o; la- ta, librarIz9. Garca Arias describe una doble sus- titucin en Teberga de [SI por ['1 (Samar/!amar) y de [CI por [y1 (muCer/muyer

  • mente palabras siempre con EJ. Martnez Alvarez explica que en muchos de los ej,emplos en que se dan if l y Q es cue'stin de una diferencia semn- tica. Habla tambin de otro caso de ultracorrec- cin:

    A veces, cuando el hablante qui,ere ser fino y hablar castellano incurre en ultracorrec- ciones que eliminan una /f/ castellana: t undida la bombilla 37.

    A pesar de estas confusiones, la conservacin de la fl inicial en palabras en que por otro lado se ven muchas influencias castellanas (como fugo, fazemos, f i ~ e ~ ~ ) demuestra su pl,ena vigencia. Puede ser que influya su arraigo en el asturiano fino. de Uviu.

    L a ltima influencia que voy a sealar en las oonsonantes es la insercin de una [el en pala- bras como sal y berd en las que la [dl suele pronunciarse [el 39.

    Tambin existen influencias en las vocales, algunas directas como la preferencia d,e una vo- cal sobre otra y otras indirectas que resultan de la ultracorreccin. En El Cuarto d,e los Valles, Menndez Garca explica el aumento del uso de las formas con u y la disminucin de las corres- pondientes con ou (supiemos/soupiemos) as:

    ... las generaciones jvenes se inclinan a las primeras por influencia de la escuela favo- recida por la tendencia del dialecto a redu- cir a u el diptongo ou en slaba protnica inicia140.

    Martnez Alvarez destaca la misma tendencia en el concejo de Uvieu con el diptongo ie, pero slo .en palabras ms modernas* como solomillo. El diptongo se conserva aqu en las terminaciones de los verbos, incluso en formas relativamente castellanizadas: dijierb, trtajisram4l.

    Las vacilaciones .entre [el e [il o entre Lo1 y [u], aunque en realidad producto d,el mismo sis- tema 'sturiano en el que estas voca1.e~ no siem- pre se distinguen claramente en posicin tona, estn fomentadas en alguna medida por el cas- tellano, segn Martnez Alvarez:

    No deben omitirse. para .explicar su alter- nancia y poca fijeza, los fenmenos de ultra- correccin, particularmente ,en palabras recientes para las que existe el contacto con el castellano o,do o ledo: acostumbrado el 'hablante a or o a ver /e/ castellana donde 61 pronuncia un sonido ms cerrado, e /i/ castellana donde lo pronuncia ms abierto, ti.ende a corregirse exagerando la articula- cin en sentido inverso42.

    Un ejemplo de este fenmeno es la palabra debiijos q ~ e aparece en !GS textos de Mctrthez al va re^^^. Cano Gonz!ez habla de la misma con- fusin en S ~ m i e d o ~ ~ . El hablante generaliza inco- rrectamente una regla que dice: [el asturiano equivale a [il castellana e [il asturiana a [el castellana., y otra igual para [u1 y 101. No es necesariamente una regla consciente. Puede ser una confusin que resulta simplemente de or un sonido asturiano no muy claro y otro distinto castellano, sin ningn esfuerzo consciente caste- llanizador.

    37 Bable y castellano, pgs. 45-46. 38 Bable y castellano, pg. 46. 39 Bable y castellano, pg. 44. 40 El Cuarto de los Valles, pg. 235.

    41 ((Bable y castellano, pgs. 36-37, 58. 42 Bable y castellano, pgs. 30-31. 43 Bable y castellanou, pg. 115. 44 Somiedo, pgs. 32-39.

  • Hay ot.ra serie de influencias castellanas que son las morfolgicas. Algunas de ellas son casos muy especficos como la sustitucin del non o on asturiano por el no castellano. Esto pasa en El Cabu Pees, en Uviu y seguramente con ma- yor o menor fuerza en otros sitios45.

    Las sustituciones con los m~orfern~s castella- nos 'on a menudo ms generales, por ejemplo en la serie de pronombres prosesivos. Para El Cuar- to de los Valles, Menndez Ga.rcia contrasta el habla ms arcaizante de los braeros con el ha- bla de los aldeanos:

    Bmfieros Aldeanos

    Proclticos / Enclticos Proclticos / Enclticos ej. el mio subrn/ el su-

    brn miou miou / ,miou miu / miu m / ma m / ma tu / tu tu / tu t.a / ta tu / tuya su / su su / su (sa / sa) su / suya nuso / nuso nuso / nuso nusa / nusa nusa / nusa buso / buso buso / buso busa / busa busa / busa

    Est clara la influencia que las formas castella- nas han tenido sobre el habla de los aldeanos. Menndez Garca aade:

    Hasta l,os braeros de mediana edad, que las emplean habitualmente, procuran evi- tarlas cuando hablan con forasteros, por considerar1,as demasiado toscas, sustituyn-

    45 El Cabo Peas, pg. 239. Mercedes Snchez lvarez, ~Conside- raciones sobre el bable urbano. Notas para un estudio sociolingiisti- co, en Estudios y trabayos del seminariu de llingua asturiana, 1, pg. 262.

    dolas por las vigentes en las aldeas inmedia- t a ~ ~ ~ .

    Daz Castaln, al hablar de E3 Cabu Pees, dice de mi, forma ,apocopada del posesivo femenino, que ....podra ser simple castellanismo, influen- cia no necesaria...^^^. Martnez Alvarez llama la atencin sobre la coexistencia de las formas cas- tellanas mi, tu, su con las autctonas mo, to, so, y los textos dialectales dan abundantes ejemplos de ella: la tu casa, ye'l mi primu, al tu llau, la su mollera. Incluso hay un ejemplo con elisin del artculo: Qu ye de tu bida,

    En Somiedo y Teberga hay una confusin oca- sional de se Creflexivo o impersonal) y Se (pro- eombre) debido a la forma cast,ellana se que puede funcionar como pronombre49.

    Ms visibles y ms generalizadas son las in- fluencias en la morfologa del verbo. Sus dos aspectos son las influencias en las terminaciones verbales y las que afectan la raz del verbo. Este segundo aspecto lo incluyo aqu porque no se trata necesariamente de cambios fonticos gene- ralizados en todos contextos ni de un cambio en la funcin o en el significado del verbo. Es una sustitucin sencilla de la raz y conjugacin astu- rianas por las castellanas.

    Hay dos terminaciones que se encuentran en retroceso ante las ,espaiolas. La primera es la de 1st segunda persona plural, - d e s . En El Cuarto de los valles:

    . . .las terminaciones -cides, -des, -ides q quedan relegadas casi exclusivamente a l ha-

    & El Cuarto de los Valles, pgs. 195-196. . 47 El Cabo Peas, pg. 184. 48 Bable y castellano, pgs. 81, 114-119. 4y Somiedo, pg. 127. Teberga, pg. 99.

  • bla de las personas ms viejas y de menor culturas0.

    En Somiedo pasa lo mismo; Cano Gonzlez hace notar que en el habla castellanizada y culta se utilizan las formas ca~tellanizadas~~.

    Para la tercera persona plural del pasado in- definido, Martnez Alvarez describe una situa- cin parecida y an ms avanzada:

    &

    Slo hemos encontrado fuenon, fizienon y en concurrencia con fueron, fizireron. Probable- mente el modelo castellano ha borrad80 to- dos los casos que se daran antes como en otras zonas leonesas: pasanon, bebienon, su- b i e n ~ n . ~ ~

    En cuanto a las races, puede haber dos sis- temas de conjugacin, una autctona y otra cas- tellanizada, aunque a veces esta ltima tambin mantiene caractersticas asturianas: sepiWsepa, fuemos / fuim,os, fuesttis / fuiktis / fuisr?es, fixe/ fize, quixe / quiSe, faigo / faso, tivisti / tubiste, tivu / tubo y tea / t (subjuntivos de tar .es- tar j 5s.

    Una de las dificultades de recoger datos suel- tos de los dialectlogos es que muchas veces no especifican si las alternativas, como en los ver- bos que acabamos de ver, se encuentran en un mismo hablante segn la situacin o si un hz- blante siempre utiliza una misma forma. En un caso como este resulta, por lo tanto, difcil saber si hay una castellanizacin a fondo o slo en los niveles ms superficiales del habla.

    9 El Cuarto d e los Valles, pg. 219. 51 Somiedo, pg. 157. 52 Bable y castellano)), pg. 99. 53 Bable y castellano)), pgs. 46, 61-63, 102-104. Occidental, pg.

    238. SSomiedo, pg. 162.

    Si los estructuralistas hablan poco de la sinta- xis y la semntica, hablan incluso menos de las posibles influencias castellanas en estas reas.

    Ya hemos visto una forma que parece mostrar influencia castellana en la sintaxis del posesivo: Qu ye de tu hida, o? Lo extrao de esta forma es la falta del artculo la que ,esperaramos aqu. Pero el hecho de que viene d8e un texto en el que el mismo hablante emplea en todas las de- ms ocasiones el artculo hace pensar que a lo mejor sea una frase hecha introducida desde el castellano sin el pronombre.

    En los mismos textos del concejo de Uviu se dan algunas dudas en la posicin de los pronom- bres clticosg:

    1. Casmonos en mayo (pretrito indefi- nido)

    2. Y otros tre.s que ay que nos casemos... (pret. ind.)

    3. Ents cuando se cas ya diba palantre. 4. Casse y tap-y la onra. 5. Tenis que conoaeia. 6. ...p orque zelebrin los a.os que ay que se

    casaron.. .

    Las reglas que gobiernan la posicin de los pro- nombres clticos no han sido aclarados del todo todava; es comn descartar el tema con la ex- plicacin vaga de que se hace al revs de como se hace en castellano. Con tan pocos ejemplos es di- fcil saber si el asturiano actual sigue el mismo orden que segua el castellano antiguamente o si el orden asturiano obedece a un sistema pro- pio. El investigador que ms claramente expone la situacin es, otra vez, Martnez Alvarez:

    9 aBable y castellano, pgs. 114-136.

  • La sit.cacin d.e estas formas tonas es nor- malmente la posposicin al nucleo verbal, frente a su predominante carcter procltico en ca.st~ellano.. . Cuando precede al verbo ne- gacin u otro elemento ms o menos coin- plejo, s ~ e l e situarse el pronombre tono en posicin procltica., e igualmente con infini- tivo precedido de que, aunque hoy la pre- sin castellana ha llevado a producir cierta vacilacin entre la proclisis y la enclisis.. .55

    Lo que todava hace falta precisar es cules son 10s =otros elementos ms o menos complejos. y adems si hay casos en el aslurizno -aparte de la influencia ajena- donde la prcclisis y la encli- sis son igualmente a~ep t ab~es . Con motivo de estas dudas he dejado sin citar muchos ejemplos que parecen ser castellanismos pero que no son ejemplos muy claros. Incluso los ejemplos 2 y 6 !anteriores son un poco dudosos; pcdrsn ser nada ms que una generalizacin de la regla de pro- clisis de que + infinitivo~ hasta una regla que + verbo. Es difcil saber primero si estas son en realidad vacilaciones o si siguen un sistema pare- cM9 21 caste!!-?nc viejo. Si ion vacilaciones; es di- fcil decir definitivamente que se deben al uso castellano, aunque tampoco es de dudar que la gente, oyendo a la vez desde siempre la sintaxis asturiana y la castellana, muy fcilmente acaba- ra con una gran confusin. De todos modos, tam- bin ,es de notar que en ningn otro texto dialec- tal que he visto se han dado tales vacilaciones. Puesto que los textos suelen ser ejemplos del len- guaje arcaico y que los nicos que contienen las confusiones son precisamente los ms modernos de las afueras de Uviu, no sorprendera en- contrar castellanismos aqu.

    Todos los dialectlogos escriben de la ausen-

    55 Bable y castellano)), pg. 86.

    cia, total o parcial, de los tiempos compuestos de Ios veibos en el asturiam. Para Rodrguez-Caste- llano, el asturiano occidental y el de Aller no los emplea; lo mismo dice Fernndez de Astiernase. Segn Canellada en Cabranes y Neira en Llena, el pleilito perfcto compuesto slo existe por ultra- correccin, pero Neira hace mencin de un im- perfecto compuesto que slo aparece en forma apocopada: ya 11e ha dicha ya le haba Lstima que no comente con un poco ms ampli- tud los significados que puede tener este tiempo compuesto tan raro. En la Gramtica bable y en las tesis de Cano Gonzlez sobre Somiedo y de Garca Arias sobre Teberga, se habla de un sis- tema autctono sin tiempos compuestos y el uso de los compuestos castellanos como alternativos para las soluciones autctonas. Dicen que los compuestos no disfrutan todos del mismo grado de aceptacin. El pret&ritc ~erfes to , por ejemplo, no se utiliza normalmente, mientras las formas con FLub;B?wr/huh&re + p~rticipi~o son muy utili- z a d a ~ ~ ~ . Para Daz Castan, la situacin parece ser de una confusin total en el empleo de los tiempos compuestos:

    ...p arecen no tener un uso determinado, lo que nos inclina a considerarlas elgenas, to- mada.~ del castellano. El hablante, que no las siente ntimamente, no delimita con claridad s u campo funcional y parece no distinguir cundo debe utilizar unas u otrass9

    Segn Martnez Alvarez el sistema verbal au- tctono slo ti.ene las formas simples. El pretrito indefinido abarca los dos significados del pret- rit.0 indefinido y pretrito perfecto compuesto

    56 Occidental, pg. 241. Alto Aller, pg. 182. csisternan, pg. 72. 57 Cabranes. pg. 33. Lena, pg. 73. 58 Gramtica bale, pgs. 54-55. Somiedo, pg. 153. 59 El Cabo Peas, pg. 235 .

  • del castellano: qant (srsturiano = cant, ha can- tado (castellano). Luego hay cantara o cantare, que:

    . . .aade fundamentalmente la significacin de anterioridad a cualquier otro hecho, bien coincidente con el momento en que se habla, bien anterior a ste, bien posterior a ste.60

    L a falta de precisin de distanciamiento temporal e de esta forma ha motivado la adopcin de ubiere

    + pcrrticipio, que .se refera a una anterioridad ms alejada del presente del que habla y sobre

    I todo insistira. en los matices de terminacin, del resultado del Se trata, pues, de un reajuste del sistema en que los asturianos han aprovechado una forma compuesta castellana para llenar un hueco en el sistema autctono.

    Ten,emos dos influencias sintcticas distintas en este caso. La que acabamos de ver es la adop- cin de una forma sintctica castellana para ex- presar una nueva distincin semntica en el as- turiano. La nueva distincin no coincide preci- samente con la originaria en el castellano, y no hay ninguna razn para suponer que es la adop- cin de la forma la que ha causado el cambio se- mntico asturiano.

    La segunda influencia castellana es el caso del pretrito perfecto compuesto por ultracorreccin. Es decir, el uso de este tiempo no sigue ninguna funcin distintiva, antigua o nueva, en la mente del hablante. Como escribe Martnez Alvarez:

    ... se trata slo ,de un intento de manejar la norma castellana, sin dominarla.. . Se trata meramente de una duplicidad de significan-

    tes para un mismo contenido, uno considera- do ms refinado, otro ms ~ o r r i e n t e . ~ ~

    Aparte de las ya sealadas, no he encontrado influencias semnticas. El lxico est ms caste- llanizado cada da, y los prstamos de vocabula- rio son muy numerosos, siendo en su mayora palabras de la tecnologa nueva o la vida moder- na. ~ s ' l a s palabras que caen en desuso y desa- parecen son las que denotan instrumentos o faenas del campo que han perdido su vitalidad, mientras las palabras nuevas vienen hechas ya desde el castellano junto con los objetos o ideas que nombran.

    Como ltimo comentario de esta seccin, quie- ro citar un estudio muy interesante sobre el au- tor Xuln de Lluza, escrito por Xuan Xos Sn- chez, que se trata de la cuestin de las influencias en el asturiano escrito. Xuln de Lluza es de la Asturias occidental, pero sus obras presentan muchas palabras con i11 e [y1 y con plurales femeninos en [es1 que muestran la influencia del asturiano central. Sugiere Snchez Vicente que el autor mezcla estos rasgos del asturiano cen- tral para alcanzar as un pblico ms amplio. Parece ser un intento particular hacia la norma- lizacin lingstica del asturiano. Tambin cita Snchez Vicente muchos ejemplos de ultracorrec- cin, en particular tratndose de la [SI que el autor sustituye por todo [ S I , [sil o [eil (proxa- pia, hndixn, dexertu). Dice Snchez Vicente: C . .. ye'l enfotu en esaniciar de la so llingua tou lo que-i parecen o son castellanismos fonticos>>63. Con este ejemplo de cmo e! lenguaje escrito pue- de reaccionar de una manera especial frente a a las influencias extraas, cierro esta seccin.

    60 Martnez lvarez, Las formas compuestas en el verbo del ba- ble central)), en Archivum, 23 (1973), pgs. 305-306.

    61 Formas compuestas, pg. 306.

    62 Formas compuestas)), pg. 301. 63 Xuan Xos Snchez Vicente, La lliteratura de Xuln de Llu-

    za: Colonizacin y sodesarrollu, Estudios y trabayos del seminariu de llingua asturiana, 11, pgs. 251-258.

  • V. Influencias en el castellano.

    No se ha escrito mucho sobre las influencias asturianas en el castellano de un asturiano-ha- blante. Est claro que el tipo y la cantidad de rasgos asturianos que surgen en el castellano de un hablante depende del grado de castellaniza- cin del individuo. Me voy a limitar aqu a se- alar los rasgos ms duraderos, en parte por motivos de sencillez y en parte porque mi expe- riencia ha sido con hablantes que, siendo gente universitaria y habiendo vivido mucho tiempo fuera de Asturias, estn muy castellanizados.

    Una de las caractersticas ms inescapables es la. inexistencia en asturiano de las slabas que acaben en oclusiva. Alarcos Llorach lo menciona:

    Salvo contada,^ y vigiladas excepciones, no hay asturia.no capaz de pronunciar a 10 cul- to pal.abras como director, rector, objeto, concepto, adjetivo, e t ~ . ~ ~

    En mi experiencia, es totalmente cierto lo que dice. La mlusiva ser sustituda, siempre o por [el o por la fricativa correspondiente:

    Castellano Asturiano

    opjeto o@jeto/ojeto acto aeto/ato aajetivo aajetivo/ajetivo concepto concecpto/conceto exacto esaeto/esato salua salue/sal

    Como ensean los ejempl,os, a veces una fricativa castellana ser sustituda por [el. El mismo ha- blante puede estar totalmente inconsciente de la diferencia ent.re su pronuncia.cin y la pronun-

    ciacin del castellano estndar, pero los que no son asturianos la notan enseguida.

    Otra caracterstica muy arraiga-da es el Ilama- do .matiz mixto de las vocales 65. Me refiero a las vacilaciones entre [el - [il y [o1 - [u1 que ya hemos visto. Aunque el ha,blante aprenda a no caer en ultracorrecciones, difcilmente pro- nunciar estas vocales en posicin tona a la ma- nera castellana.

    a

    Un asturianismo morfolgico que a veces se les escapa a los hablantes (aunque muy de vez en cuando y me imagino que solamente en con- * textos informales) es el uso del artculo antes del pronombre posesivo: b mi Gasa. Puede ser que en algn caso un hablante incluso utilice el pronom- bre posesivo autctono, pero no lo he observado.

    Tambin pueden haber confusiones sobre el gnero de una palabra, puesto que hay diferen- cias entre el castellano y el asturiano. Una vez presenci una larga discusin entre dos asturia- nos, hablando castellano, sobre si era correcto .el sartn o ala sartn; no precisaron si queran lo correcto en asturiano o en castellano ... Este ejempio hace pensar en posibles confusiones por influencia de los neutros de gnero asturianos. Efectivamente, Snchez Alvarez apunta un caso de un ovetense hablando castellano: Nosotros be- bemos agua minera!, es que ltos cortan el agua y ,=.uando nos lo dan sale negroe6. Es corriente or los femeninos en esl. A hablantes de la zona central les he odo decir muchas veces les cases.,

  • cin del pronombre cltico en Lgstate?, pero pue- de resultar un poco difcil saber si es totalmente inconsciente o si responde a un deseo de asturia- nizar el castellano en un momento especfico.

    Otra cosa. con que un asturiano puede tener dificultad en castellano son los tiempos compues- tos, en especial el pretrito perfecto compuesto. Si no tiene la distincin habllhe hab!ado en su propio sistema, le va a ser difcil no equivocarse

    d

    de vez en cuando en el castellano. an suponien- do que haya aprendido a manejar la distincin ms o menos bien. Dice Cano Gonzlez:

    Este valor de nuestro indefinido constituye uno de los hbitos lingsticos ms arraiga- dos en la mente del ha,blante y del que dif- cilmente se substrae a1 expresarse en caste- llano: hoy m fue a la escuela, este ao no aprob nada, ayer hizo mal tiernpo.'j7

    Este es uno de los rasgos de que las otras perso- nas se dan cuenta; al describir cmo hablan los asturianos siempre explican que hab!an de cosas en el pasado prximo como si hubiesen pasado hace mucho tiempo.

    Es posible encontrar algn prefijo o sufijo t- picamente asturiano, puesto que as se suele ex- presar un significado especial descriptivo o emo- tivo. Un ejemplo sera Ests malina?

    No son difciles .de encontrar asturianismos lxicos, conscientes o inconscientes. Una persona emplea una palabra o un giro asturiano porque no encuentra un sustituto adecuado en castella- no Qu pucerco eres! simplemente no es lo mismo que jQugochu eres!. Otras veces no saben que una expresin no es del castellano ms normal; un ejemplo es la. expresin estoy mal a gusto.

    67 Somiedo, pg. 147.

    Para finalizar., qu:ero sealar un rasgo astu- riano que es casi imposible que se borre del habla de un asturiano -la entonacin. Algunos estu- dios se han hecho cobre el tema que muestran grficamente las diferencias entre la entonacin asturiana y la castellanae8. Que sta sea la carac- terstica ms fuertemente arraigada no es de sorprender, dado el hecho de que es lo primero que aprenden los nios; lo aprenden incluso an- tes de pronunciar las primeras palabras, a los ocho o nueve meseseg.

    Es precisamente de este tema, el castellano de los asturianos, que trata Marthez Alvarez en Notas a un relato infantil asturiano^^^. Es un )anlisis de un ensayo escrito por un nio astu- riano de diez aos. Martnez Alvarez explica el inters que tiene el cuento del nio: E... la inten- cin del nairador es la de expresarse en caste- L18n,o, pero aqu y all asoman los rasgos ba- bles71. El muchacho ha redactado su !cuento para entregarlo al profesor, as que habr hecho al- gn esfuerzo para escribir el castellano ms co- rrecto que pueda.

    Fonticamente la castellanizacin es amplia: generalidad de [xl y nunca [ S I , ausencia de [fl inicial, aparicin de [el y no de [SI en formas del verbo d e ~ i r . ~ *

    Llama la atencin sobre la confusin entre 11 e y en la ortografa. El nio ya ha aprendido a dele- trear con 11 muchas palabras castellanas, pero en algunas sigue su intuicin segn el sonido que

    68 ncabranes~. ((Bable y castellano)). 69 Jean Aitchison, The Articulate Mammal (New York: Mc-Graw-

    Hill, 1978), pgs. 82-83. 70 Martnez lvarez, Notas a un relato infantil asturiano)), Ar-

    chivum, 18 (1968), pgs. 253-260. 71 Relato infantil)), pg. 253. 72 ((Relato infantil)), pgs. 259-260.

  • pronuncia, y siendo yesta pone y. Como no oye una [dl . final en la palabra rritad, no la pone, escribiendo miwc para captar el sonido

    En cuanto a la morfologa, Martnez Alvarez seala la existencia de los pronombres lo y le al lado de lu, y y yos asturianos. Utiliza el subjun- tivo castellano izzkse hiciese>>, pero el asturiano pidien pedan. (aunque el nio no ha puesto el acento, se supone la acentuacin pidien; adems de ser esta acentuacin la que he odo yo a per- sonas de la parte central). Martnez Alvarez no nota ninguna divergencia aparte de la fontica entre el asturiano y el casiellano en el pretrito imperfecto. Se dan las formas izisti y mataste. Una cosa interesante es que el nio tiene una regla para restituir la es que no aparece al prin- cipio de algunos verbos asturianos. Esta regla funciona para producir el castellano estct del as- turiano t pero fracasa cuando el nio no sabe distinguir entre tuvr, de tener y tuvo d,e estar: El narrador, claro est al hablar dir t est.; en consecuencia, por ultracorreccin, escribe es- tuvo por tuvo. de

    Siniciicamente, hay que i i o i a~ ei u s ~ de ei i en la pregunta *en donde est tu hermanos. Pero lo ms destacado es la ausencia total del pret- rito perfecto compuesto en contextos donde lo ,esperaramos por el contenido75.

    Esto nos lleva a una consideracin importante: qu es el proceso por el cual un nio asturiano se hace bininge? David Feldman describe los dos tipos de bilingismo:

    . . .un bilinge coordinado.. . dispone de dos bases de codificacin semntica, lo cual ga-

    73 ((Relato infantil)), pgs. 259-260. 74 Relato infantil)), pg. 259. 75 Relato infantil),, pgs. 253, 258.

    rantiza que, al expresarse en una u otra de las dos lenguas, la codificacin estructural sea nativa y que no padezca los efectos de interferencias. Este suele indicar que el in- dividuo adquiri ambas lenguas desde la infancia y que sabe codificar cada mensaje .en el cdigo gramatical y fonolgico que co- rresponde a la base de codificacin semn- tica en cuestin.. . E1 bilinge compuesto parte de una sola ba- se de 'codificacin semntica que se funda- menta en la cultura dominante de la niez. Al hablar la lengua adquirida secundaria- mente, acusa la falta de coincidencia abso-

    . luta entre la codificacin semntica y el res- to de la codificacin estructural. Se expresa con mayor o menor grado de intefierencia procedente de la lengua dominante y que se manifiesta en la no-dominante.. .76

    A primera vista, parece que el caso asturiano es un .caso claro de bilingismo compuesto: el nio aprende el asturiano en casa, en el pueblo y con sus compafieros, y luego aprende ,el castellano, como una capa que pone encima de su lengua base y por la cual a menudo se escapan caracte- rsticas de la lengua base, el asturiano. Como suele pasar, nos encontramos con unas descrip- ciones tericas muy claras y sencillas pero con una situacin muy confusa y compleja. Esto no le quita valor a la teora; slo nos recuerda el carcter individual de cada caso.

    Habr casos de los dos tipos de bilingismo .en Asturias: nios con padre de habla ca.stellana y madre de habla a,sturiana (o al revs) y nios en algn pueblo muy a.isla.do cuyo nico contacto con el castellano, ha.sta empezar a ,estudias, e s la

    76 David Feldman: ((Trastornos del lenguaje en el bilinge)), Estu- dios y trabayos del seininariu de .!li?zgua asturiana, 11, pg. 103.

  • radio y la televisin. Entre los dos extremos hay una inifinidad de grados y matices. Cmo aprenden las dos hablas estos nios? Se deciden por una de las dos estrategias o emplean una combinacin de las dos?

    La situacin a8turiana tiene otra complicacin, que es la cercana de las dos hablas. A pesar de las muchas diferencias que s,eparan el asturiano y el castellano, no cabe duda sobre sus muchas

    O semejanzas. Tiene sentido, entonces, el concepto de un bilingismo coordinado en que un nio asprende dos sistemas totalmente por separado a pesar de los muchos rasgos que comparten? No pretendo contestar a estas preguntas; slo quiero sugerir unas direcciones de investigacin que mereoen la atencin de los lingistas y que po- dran aclarar mucho la cuestin de bilingismo en general.

    Las ..Notas>> de Martnez Alvarez son el pri- mer paso para entender mejor el proceso del bi- lingismo asturiano-castellano. Sin embargo, una sola redaccin de un slo nio no es suficiente. r3era un proyecto til e interesante hacer el mis- mo tipo de estUdio sobre ufi gmpo de i i i~s y continuarlo durante varios aos para seguir el proceso de castellanizacin. Otra posibilidad se- ra un estudio sincrnico de todos los niveles en una escuela. As se podran recoger muchos da- tos y describir con ms exactitud cmo estos ni- os se hacen bilinges y la relacin de este pro- ceso con las influencias del castellano en el astu- riano del nio y de Asturias en general.

    VI. Significado de las influencias.

    Despus de hab'er vi.sto las influencias ms importantes que se dan entre el castellano y el asturiano en Asturias, podemos empezar a explo- rar sus causas y su significado. Creo que es ne-

    cesario examinar el problema de las influencias mediante el estudio de dos temas estrechamente relacionados: la cercana lingstica del castella- no y el asturiano y las posiciones de los dos en el esquema social de prestigio y poder.

    Antes de seguir, quiero aclarar un punto. Has- ta ahora he hablado de todas las influencias co- mo si fueran sincrnicas o como si los niveles de castel!anizacin contrastasen con un asturiano puro.. Desde luego que no es as Cada asturiano parte de su propio dialecto nativo, ms o menos influenciado por el castellano y el asturiano cen- tral de Uviu. Esta misma habsla nativa puede contener -seguramente contiene- influencias ajenas ya plenamente incorporadas en el sistema lingstico. Hemos visto este proceso en la deca- dencia del sonido [SI. Cano Gonzlez cuenta que las personas ancianas distinguen perfectamente entre los usos de [SI y IC1, mientras que las per- sonas menores de cincuenta aos tienden a con- fundirlos a favor de la IC1. Donde puede darse algn caso en que ni articulen ni sepan de di- chas realizaciones es entre los niosT7. Este so- nido 1S1 ya no es parte del sistema lingstico de los nios, y la [CI es para ellos tan asturiano co- mo cualquier otro sonido de su sistema.

    Este proceso tiene dos etapas. En la primera, hay una influencia limitada que slo ,existe en ciertas palabras, en ciertas personas o grupos de personas, en ciertas situaciones. Si llega a ser lo suficientemente generalizada, se incorpora al habla y pasa a la segunda etapa, en la que por mucho que sea una influencia ajena histrica- mente, se siente como totalmente autctona. Es difcil rastrear estas influencias histricas en el asturiano por la falta de documentos escritm y por la proximidad del asturiano y el castellano

    77 Somiedo, pg. 67.

  • -un rasgo asturiano puede parecerse al caste- llano po,r influencia o por un desarro,llo paralelo.

    Qu es lo que determina el tipo de cambio lingstico que resulta de las influencias mutuas de dos hablas en contacto? Hasta ahora hemos hablado de las influencias que s se dan, pero pued,e ser interesante mirar las que no se han dado. El castellano no ha infludo en el asturiano para:

    - introducir una oclusiva. en posicin final de slaba (contacto, apto)

    - hacer que elida. el artculo en los pososi- VOS (la m vaca)

    - crear una distincin como en el castella- no de pretrito indefinido y pretrito perfecto compuesto

    - borrar el neutro de gnero

    - cambiar la entonacin asturiana

    En otros aspectos s ha infludo, pero de una ma- nera muy poco generalizada: los asturianos no han abandonado su [fl inicial, no siempre enun- cian con nis claridad sus vocales, no han sus- titudo todas sus formas verbales por las caste- llanas.

    En una comparacin entre dcs sistemas, hay tres grupos de caractersticas: las que son igua- les en los dos sistemas, las que son parecidas pero no iguales y las que son totalmente distin- tas entre uno y otro. Como ya hemos comentado varias veces, el asturiano y el castellano son dos hablas muy cercanas. Por lo tanto comparten muchas caractersticas. Desde luego ninguna in- fluencia existe entre rasgos idnticos; si va a haber influencias, funcionarn entre los rasgos que no son idnticos.

    Ha sido precisamente en las dos consonantes distintivas del asturiano, la [SI y la [SI donde hemos visto los cambios ms generalizados. En muchos sitios existen muchas confusiones ( [SI - [xl, [S1 - [tsl - [Cl - [Al) en tomo a estas conso- nantes, y en otros sitios ya se han perdido por completo. En Teberga la [tsl ya no existe y en Uviu parece no haber ya una [SI sino una sjl

    El otro grupo de caractersticas, las que son parecidas pero no idnticas, ha sufrido cambios mucho menos completes. El castellano utiliza la [fl inicial pero en un grupo mucho ms reducido de palabras que en el asturiano. La [fl inicial desaparece sola,mente cuando los asturianos quieren liablar =fino>>, con las consiguientes ui- tracorrecciones que hemos visto; pero sigue slen- do lo normal en el habla de la mayora de los asturianos (exceptuando siempre a los de la zona oriental). El diptongo ou se va eliminando mien- tras que el ie que todava exisbe en castellano se mantiene en algunas palabras y tenninaciones verba.les. Las vocal~es [el - il y [o1 - [u1 son par- te tambin del sistema castellano, pero all son ms diferenciadas la una de la otra. En el astu- riano siguen pronuncindose con poca claridad. Sin embargo, las ultracorrecciones como debujo muestran los efectos del castellano.

    La palabra non, una palabra muy utilizada, est siendo sustitudo por el no del castellano. Los posesivos autctonos en muchos sitios han dejado paso a las formas ca.stellanas pero no pierden el artculo tpicamente asturiano. Los verbos adoptan las desinencias castella.nas -o por lo menos coexisten las dos formas- pero mantienen otras caractetrsticas asturianas, co- mo la Ifl inicial o la elisin de es-.

    El sistema antiguo de la posicin del pronom- bre cltico contina en vigencia, quizs con algu-

  • nas confusiones causadas por ,el castellano. El asturiano adopta la construccin hubiiera + par- ticipio con un significado distinto del castellano. La mayora de los dialectos rehuyen el pretrito perfecto compuesto, utilizando el pretrito inde- finido. Esta. forma tiene la ventaja de que la mi- tad de las veces su significado coincide con el significado castellano. Falta una motivacin lo suficienteniente fuerte como para empezar a dis-

    e 'kinguir (entre los dos tiempos; en la4s ciudades donde es ms fuerte la presin castellana s em- piezan a utilizar el pretrito perfecto compuesto, aunque como alternativa nada ms para el pre- trito indefinido. Otra cosa que tampoco parece dispuesto a desaparecer es el neutro de gnero.

    De este conjunto podemos sugerir unas ideas sobre el proceso del cambio lingstico en este tipo de situacin -dos hablas muy prximas, una de las cuales tiene un fuerte afn asimilador ha- cia la otra dmebido a razones extralingsticas. Es importante recordar que se trata de una regin entera que, consciente o inconscientemente, ha emprendido este camino y no de un individuo as- turiano que se ha desplazado a otra parte de Es- paa. El pueblo asturiano tiene simultneamente tres modelos lingsticos: el castellano, e l asturia- no central y cada pueblo su propio dialecto.

    Se suele decir que lo que un individuo ms difcilmente logra cambiar de su habla es la fo- ntica. En este caso no es as. Parece que lo que m,2s fcilmente cambia bajo la influencia de fue- ra son las caractersticas fonticas ms distinti- vas del asturiano. Creo que esto se debe a la dis- tincin que hemos hecho entre los sonidos total- mente distintos y los parecidos. Aprender a reconocer los sonidos y sustituirlos por los correspondientes del habla. estndar (con las resultantes ultracorrecciones) no es demasiado difcil. Lo que si es ms difcil es notar las dife-

    rencias entre dos sonidos semejantes y cambiar clgn ac~ec to del sonido autctono para acer- carlo al habla nueva. En este grupo se encuentran las vocales ~ m i x t a s ~ y las oclusivas al final de slaba. Son las caractersticas semnticas que en garte se parecen al castellano las que ms resis- ten la influencia castellana. Estos dos extremos son lo nico que se puede ver con claridad. Hay una smplia zona gris en ia que no podemos espe- cificar ms. Parece tratarse de un proceso en que el asturiano se est acercando al castellano em- pezando por los rasgos ms claramente distintos y a l nivel menos profundo del lenguaje. El pres- tigio de las normas del asturiano central impe- dirn este proceso en algunos aspectos tal como la Ifl inicial y el neturo de gnero. En otros ha- rn que la asimilacin sea hacia la variante cen- tral en vez de hacia el castellano, como en la sustitucin de [SI por [el. Los hablantes no sue- len hacer ningn esuerzo para cambiar su ento- nacin; creo que esto se debe a que no la ven como un rasgo negativo sino probablemente co- mo un rasgo sin importancia.

    La seleccin de los candidatos para la modi- ficacin pueue responder en parte a la idea de la tolerancia de la variacin del castellano. Esto explicara la menor importancia de sustituir o cambias caracterstcas parecidas pero no exac- tamente iguales y la urgencia de sustituir las

    distintivas.

    Estas parecen ser las direcciones que est to- =ando el cambio lingstico por influencia cas- tellana en el asturiano. No quiero dar la impre- sin de que es una marcha rpida y sin desvia- ciones hacia la castellanizacin total de Asturias. No es eso ni mucho menos. Ha,y muchas desvia- ciones e irregularidades en el proceso, y no pro- cede siempre tan rpidamente como temen los dialectlogos. De todos modos el camino actual

  • del asturiano s lleva a una asimilacin con el castellano.

    Si bien la influencia castellana motiva una asimilacin del asturiano hacia el castellano, el asturiano no acta de la misma manera sobre el casiellano cono lengua general de Espaa. Solamente influye en el castellano de los mismos asturianos. Las influencias asturianas suelen ocurrir en los rasgos que son ms parecidos de 1c.s dos hablas, a. diferencia de las influencias castellanas que acabamos de ver. Un asturiano . al hablar. castellano casi seguramente dir [aetol, pero probablemente no dir facer sino hacer y casi seguramente no dir ievar. An sin ningn otro dato sobre la situacin, este desequilibrio en el poder influenciador de las dos hablas nos avi'sa de una, desigualdad en poder y prestigio.

    VII. La situacin sociolingstica.

    Joshua A. Fisham distingue entre el compor- tamiento lingstico, o las actitudes que se ex- presan por medio de la lengua, y las actitudes que se expresan sobre la lengua 78. ES una distin- cin importante y til, pues a veces ios dos tipos de actitudes no parecen referirse a la misma rea- 1ida.d por lo divergentes que son. Pero es precisa- mente por ello por lo que no se pueden estudiar por separado; estudiarlos como dos temas distin- tos posiblemente conducina a dos apreciaciones igualmente errneas dae la situacin. Solamente por estudiar las dos categoras de actitudes jun- tas podemos llegar a entender las condiciones sociales y lingsticas en las que tienen su orgen.

    Hemos visto que, en un sentido general, la relacin entre el asturiano y el castellano es una

    relacin de asimilacin del asturiano hacia la norma castellana y, en menor medida; hacia la del asturiano central. Los dialectlogos de Astu- iias sue!en describir el habla de los sitios que estudian as: ms o

    78 Joshua A. Fishman, Language Maintenance and Language Shift: The American Immigrant Case within a General Theoretical Perspective)), Sociologus, 16 (1966), pg. 23.

    79 Teberga, pg. 40. ((Bable y castellano, pg. 11. 80 Alto Aller, pg. 21.

  • estudio que, a pesar de ser un poco anticuado ya, en particular dados los grandes cambios que se han visto en Espaa desde el fin de la dictadura, es el estudio ms reciente que he podido encon- trar hasta ahora. En Asturias, entonces, tenemos dos grupos lingsticos: un grupo bilinge (jun- tando los bilinges activos y pasivos) de ms de la mitad de la poblacin autctona y algunos in- migrante~ y un grupo monolinge castellano de

    a la mayora de los inmigrantes y ms de la tercera parte de los nativos. Es de notar que no existe realmente un grupo monolingce asturiano, pues- to que los pocos ancianos monolinges de que hablamos antes fueron citados en un estudio del ao 1952 y la existencia continuada de este grupo es dudosa.

    Ya hemos mencionado el carcter oficial del castellano y familiar de asturiano. Para los indi- viduos bilinges hay una clara diferenciacin en- tres las circunstancias en las que se habla astu- riano y en las que se habla castellano. Tenemos, por lo tanto, una condicin de diglosia, el uso de dos lenguas o variedades limitadas cada una a una serie especfica de actividades. Una de stas tiende a ser una lengua alta (Al de la vida p- blica, la cultura y la enseanza. La otra es la lengua baja (E) de la casa y la familiae4. En As- turias como en toda Espaa la lengua A es el castellano y la B es aqu el asturiano. En reali- dad, incluso podemos hablar de la

  • difcilmente aprender a hablar el asturiano (aunque aprenda a entenderlo), un asturiano de la regin central no tiene motivo para aprender un asturiano meno's prestigioso.

    Hace falta hablas aqu de los muy discutidos vocablos dialecto>> y lengua. Sigo el pensa- miento de Bonifacis Rodrguez Daz en lengua y dialecto^^^. Estas dos palabras carecen total- mente dme significado estrictamente lingstico. Es decir', no hay ningn criterio ni medida lin- gstico para diferencial entre la una y la otra. S las hay histricas, polticas, culturales.. . He- mos visto que histricamente hablando el astu- riano y el castellano son dialectos del latn y como tales son lenguas hermanas. Tambin he- mos visto que los hechos polticos y econmicos -la dominacin castellana- han dado lugar a una diferenciacin funcional entre las dos que hace funcionar al asturiano como dialecto del castellano. Debido a los fuertes valores emotivos de las dos palabras y el abuso que han sufrido en nombre de las ideologas poltico-lingsticas, prefiero prescindir de ambos vocablos en la mc- dida posible. Seguir utilizando palabras ms neutrales como habla., %variedad. y ~modali- dad>> como hasta ahora. Es casi impcsible elimi- nar la palabra .lengua de un trabajo lingsti- co; mas quiero que quede claro que la estoy empjeando de una manera ms bien neutral.

    Para, describir la diglosia de Asturias, vien? muy al caso el libro Idionza y poder social de Ra- fael Lluis Ninyolese6. Ninyoles se ha ocupado de describir l a situacin diglsica. valenciana de una manera muy detallada y pienso que muy acer-

    85 Bonifacio Rodrguez Dez, Lengua y dialecto)), Estudios y tra- bayos del seminariu de llingua asturiana, 11; pgs. 223-232.

    Rafael Lluis Ninyoles, Idioma y poer social (Madrid: Edicio- nes Tecnos, 1972).

    tada. Las relaciones del castellano y el valenciano se parecen mucho a las del castellaxio y el astu- riano: e l castellano es la lengua A de poder y el valenciano la lengua B de los campesinos y de la vida familiar. Las influencias castellanas afec- tan mucho a l valenciano. La cuestin valenciana tiene unas complicaciones adicionales que no existen en Asturias, pero gran parte de las teoras y consideraciones de Ninyoles sern tiles para explicar. los hechcs asturianos.

    Ninyoles d,escribe la diglosia corno un proceso dinmico que slo puede resolverse o por la nor- malizacin de la lengua B para poder enfrentarse a la lengua A o por la asimilacin o sustitucin de la lengua B por la lengua A:

    Nuestra t,esis afirma que la situacin diglCI- sica, fundada en un desequilibrio, ccnti'ene factores de inestabilidad que amenazan quebrar la supuesta funcionalidad del siste- ma, y que, por tanto, comportan un germen ,de ~ u p e r a c i n . ~ ~

    Creo que la diglosia en s no marca necesa- riamente una condicin de inestabilidad. El tipo de diglosia depende de otros factores sociales. La diglosia en una sociedad con un sistema muy rgido de castas sera de un tipo muy estable, igual que una diglosia basada en el sexo; faltan- do o la posibilidad o el deseo de obtener acceso a l otro grupo, no habr motivo para salir de los lmites impuestos. Si, en cambio, existe esta posi- bilidad o este deseo, tambin existir una diglo- sia inestable. En Asturias como en Valencia, los nativos de las clases econmicas bajas son los hablantes del habla B. El habla asturiana (o la valenciana), como cualquier otra caracterstica que se diferencia de las personas del grupo po-

    87 Ninyoles, pg. 37.

  • deroso, se convierte en una cadena que les ata a su posicin inferior y la lengua A es la herra- mienta c m la cual pueden ganar acceso a los niveles econmicos superiores. Es la posicin de Eliza D'oolittle en Pygrnialion: la esperanza del ascenso social y econmico motiva sus esfuerzos para aprender una variedad A del ingls. Este es el proceso de la diglosia dinmica que hace de todas las personas de la lengua B bilinges con la lengua A. Esto funciona no slo para incre-

    mentar las influencias castellanas a las que est expuesto el asturiano sino para dar al asturiano castellanizado un prestigio relativo.

    En una situacin con dos lenguas que gozan del mismo nivel de prestigio, la persona que ha- bla mejor. habla con un mnimo de influencias de una lengua a otra. Tomamos como ejemplo el francs y e l espaol en este cuadro:

    Influencia Calidad

    En los dos casos una subida ,da interferencia dis- No es as en la relacin entre el asturiano y el minuye la calidad del lenguaj,e y el que mejor castellano: habla es el que habla con menos interferencia.

    Influencia Calidad

    -

    + -

    +

    Francs - Espaol

    Espaol - Francs

    -

    1 Asturiano - Castellano 1 1 1

    i-

    -

    + -

    Castellano 4 Asturiano l En muchos contextos, un mximo de influencia ejemplo de lo que ha dicho Fishman: ...bilinguals del asturiano en el castellano significa un mnimo tend to interpret interference in each of the lan- de calidad, mientras un mximo de influencia guages known to tkem quite differentlymE8. castellana es un mximo de calidad. Esto es un

    88 Fishman, The Socidogy of Language, pg. 150.

  • Es frecuente or decir de una persona. que ha- bla un dialecto no central del asturiano o que mantiene muchos rasgos del asturiano en su ha- bla que -habla muy mal o muy cerrado. Me- nn'dez Garca pone un ejemplo del pueblo de Piera:

    ... la generalidad de las personas en este lu- gar u,san m$s castellanismos que en los li- mtrofes, en cuanto a la conservacin de la [II inicial, circunstancia de que ellos tienen clara conciencia, por lo que se jactan de ser los que mejor o .menos mal., hablan en el concej

    Garca Arias hace un comentario parecido:

    ... el frecuente testimonio, recogido de nues- tros informantes, de que E0.s vecinos del pue- blo X hablan .muy mal>> debe interpretarse como que el grado de frecuencia de las va- riantes castellanas, o pret,endidamente cas- tellanas, es menor que el suyo.g0

    Esto indica una desigualdad de prestigio y poder entre !as des habla. Aparte de !os momentos en que un individuo quiere mostrar solidaridad con alguna parte de la comunidad asturiana, de lo cual hablaremos ms adelante, lo deseable en casi todas a s circunstancias es hablar lo ms castellanizado posible.

    Las actitudes lingsticas que comentan los dialectlogos reflejan estas condiciones. Sealan un desprestigio uniforme del habla ms arcai- zante y menos castellanizada de los viejos:

    ... el uso Su es propio de las personas ancia- nas y, adems.. . es considerado anticuado y

    89 El Cuarto de los Valles, pg. 127. 90 Teberga, pg. 40.

    basto por los jvenes y por las gentes de las aldeas vecinas.. .gl

    ...p rocuran evitar el sonido antiguo de la 131 ...92

    ref. a la [SI : ... las generaciones jvenes la rehuyen, su~tituynd~ola por la africada ch, que consideran menos ordinaria.93

    ref. a los posesivos ma, ta, sa: Hasta los braeros de mediana ,edad, que las emplean habitualmente, procuran evitarlas cuando hablan con forasteros, por considerarlas de- masiado toscas, sustituyndolas por las vi- gentes en las aldeas inmediata^.^^

    . . .las t,erminaciones A d e s , -des, -ides quedan relegadas casi exclusivamente a l ha- bla de las personas ms viejas y de menor

    ... en la conciencia lingustica de los hablan- tes est el que es ms moderno y menos tos- co decir cua, bua, ruia, ua, caa ... que 'cuyia, aayb..

    Cuando un carLp&nc> c-slcjuierz de Cabr8- nes habla con un forastero, procura corregir lo que l cree ms llamativo en sus dialecta- lismos, y, castellanizando, cambia en segui- da la S por xg7

    ... dado .el concepto que el hablante tiene de su propio dia,lecto, considerndolo como un castellano mal hablado, tiende muchas veces a no articular aquellos sonidos que l consi-

    91 Occidental, pg. 206. 92 Alto Aller, pg. 86. 93 El Cuarto de los Valles, pg. 127. 94 El Cuarto de los Valles, pg. 196. 95 El Cuarto de los Valles, pg. 219. 96 El Cuarto de los Vdles, pg. 230. 9 Cabranes, pg. 22.

  • dera ms alejados de los de la lengua oficial o bien de 1.0s del bable central, y por ende ms rusticos o ms despreciables.

    La presencia de 1'1 s.e debe a l influjo del castellano, del bable central, o bien que el hab1ant.e considera este sonido como ms *fino o ms culto qu [SI .$$

    Adoptar las formas lingsticas del habla A es U un intento de ganara acceso al grupo social que

    emplea el habla A. Rodrguez-Castellano da un ejemplo de esto: ...hay personas que, an ha-

    b blando con sus vecinos, gustan de mezclar el casCelZuno con el dialecto l o ~ a l ~ ~ ~ . En la6 actitu- des de desprecio hacia el habla B del grupo en desventaja cabe distinguir an otra cosa -la so- lidaridad con el nuevo grupo A.

    La solidaridad que quiere mostx-ar una perso- na no queda invariable; puede cambiar segn la situacin. Hablamos al principio de esta seccin de la cantidad de variacin en el habla de una persona .entre los extremos del asturiano y del castellano ..puros. Un principio de la sociolin- gstica es que la seleccin del registro obedece a muchos criterios: los interlocutores, el tema, el sitio, etc. Un bilinge asturiano, entonces, apro- vecha estos matices para identificar su posicin en cada momento. Un individuo pued,e elegir un asturiano muy poco castellanizado para ensear su solidaridad con el grupo B y evitar una reac cin de rechazo por este grupo. Si no, le puede pasar lo que describe Rodrguez-Castellano aqu.

    . . .el dialecto goza todava de tal estimacin social y arraigo que cuando una persona que no ha viajado nunca pretende hablar

    98 Somiedo, pg. 67. 99 Somiedo, pg. 68. 100 Alto Aller, pg. 31.

    castellano o castellanizar su bable, no tarda en ser objeto de burlas y crticas de sus con- vecinos. Decir dme una persona que corta castellano>> no es precisamente una alaban- za, antes por el contrario es una manera de motejarla de presumida y redicha.lOl

    No creo que sea una cuestin de estimacin so- cial; es ms bien una. reaccin ante la presuncin de una persona que no tiene derecho a presumir. Para funcionar dentro de un grupo de lengua X hay que valerse de ,esta habla X.

    VIII. Los cuatro sectores de Asturias.

    Lo que venimos viendo hasta alhora son las actitudes lingstices apuntadas por los dialec- tiogos; stas son, entonces, las de la gente de las zonas rurales. No son necesariamente las de toda la, poblacin de Asturia-s. Quiero sealar los sec- tores ms importantes de la poblacin y lo que se puede deducir de sus actitudes.

    El grupo del que tenemos ms informacin es el formado pora los habitantes de los pueblos pe- queos que vi,evn de la agricultura y la, ganade- ra. Su habJa ha sido apreciada como la ms arcaizante debido a su relativo aislamiento y es por ello la ms estudiada. Estos pueblos reciben muy pocos inmigrantes, y los que reciben suelen sei- de otros pueblcls cercanos. En su ~Introduc- cin a la sociologa del bab l e~ Llera Ra.mo nota el sorprendente hecho de que los porcentajes de personas en las z0na.s rurals que entienden y hablan el asturiano son ms bajos que para los pueblos mineros y las ciudades. Encuentra dos explicaciones para ello. En la encuesta fue utili- zada la palabra bab!e que no es una palabra nor- mal y corriente en el habla asturiana, y piensa

    10' Occidental, pgs. 30-31.

  • que muy posiblemente la gente campesina no saba nada de este bable. La otra explicacin es .la pervivencia. sociolgica de! .estigma lings- t i c o ~ ~ ~ ~ ~ . En una seccin c?e la encuesta pregun- taba a la gente su opinin sobre el conocido tpi- co .Hablar castellano es hablar bien y hablar mturiano es hzblar mal.lo3. Dice que es en el sector rural donde sigue con ms arraigo este estigma. Las muclias actitudes despectivas hacia el habla ms arcaizante recogidas por los dia- lectlogo~ apoyan esta interpretacin. Hemos no- tado los intentos castellanizadores de los brae- ros al hablar con personas que, no siendo del pueblo, les parecen ms cultas. Algunos dialec- tlogo~ apuntan la misma aversin de la gente de los pueblos a hablar su dialecto delante de un forastero, como pas a Cano Gonzlez en So- miedo:

    ... como el hablante del dialecto ccnsidera que utiliza un 1enguaj.e que es una corrup- cin de otros superiores, piensa que cual- quier investigacin sobre su modo de hablar tiene como finalidzd burlaree de ellos ... Es- ta prevencin inicial en ocasiones es difcil de vencer ... Incluso, a veces, no queda ms remedio que cambiar de inter!ocutor.lo4

    RodrguezCastellano expresa el ,mismo recono- cimiento por parte de los hablantes del poco pres- tigio de su habla y su temor de lser objeto de burlas:

    ... las personas con quienes hablamos, al comprender rpidamente el objeto de nues- tro viaje, y que no habamos ido all para orles hablar y componer libros en que se

    '02 Llera Ramo, pg. 272. '03 Llera Ramo, pg. 275.

    Somiedo, pg. 15.

    haga burla del pobre campesino, nos facili- taron grandemente la labor.. . Destaco este detalle porque por lo comn, corno es bien sabido, cuanto ms arcaizante es una co- marca, ms suspicaces son sus habitantes lo que dificulta muchas veces la exacta reco- gida, de los materiales l i n g s t i c ~ s . ~ ~ ~

    Esta vergenza de su manera de hablar puede haber infludo en las estadsticas de Llera Ramo.

    Hay una asociacin del asturiano con las fae- nas del campo, la casa y la familia, mientras el castellano se asocia con el gobierno, los estudios y la cultura. Creo que esta asociacin es general en todos los sectores. Al sector rural de la socie- dad asturiana lo caracterizan el bajo nivel eco- nmico, el habla ms arcaizante por la falta de contacto con l a ciudades, y una opinin muy mala de su propia habla.

    Otro grupo importante de la regin asturiana es el de los pueblos mineros. Nunca h a sido estu- diado el habla de la gente minera. La causa de esta, desatencin creo que ser la heterogeneidad que S ~ J ~ O , ~ P un grupo de inmigrantes de otros pueblos reunidos en tomo a una fuente de em- pleo. Si hay tambin muchos inmigrantes de ha- bla castellana, habr ms castellanizacin, pero si la mayora son de otros sitios de Asturias, creo que podra tener lugar una especie de norma- lizacin espontnea, una. nivelacin entre todas las hablas distintas.

    No sugiero esta normalizacin en una ausen- cia total de datos. Histricamente los mineros, como clase sczioeconmica y grupo poltico, han mostrado un fuerte sentido de comunidad y de consolidacin ante la amenaza externa; esto lo

    -

    $05 Alto Aller: pg. 21.

  • ensean bien los hechos de ala gelga d'ochobre- de 1934. Esta, autoidentificaci,n como grupo va unida a una alta conciencia lingstica.

    Este anlisis de la situacin se apoya en los dat0.s de la encuesta de Llera Ramo, quien se soSrprende repetida6 veces ante las actitudes po- sitivas de los pueblos mineros hacia el asturiano:

    ... llama la atencin la persistencia y relativa vitalidad del mi,smo (refirindose a la com- prensin del asturiano) en el entorno mi- nero.

    ... el hecho de que sea el medio de alta ur- banizacin, junto con el medio .minero, el que ms aprecia al bable.. .

    La introduccin del Bable como asignatura o como lengua de algunas asignaturgts es ms demandada en la zona y entorno rnine- so (55% 1 y en la zona oriental (53%) .lo6

    Tambin nota Llera Ramo que es entre los mine- ros donde hay m&s demanda de una enseanza slo en castellano. Pienso que esto se debe al de- seo de ascender en la escala social y econmica de las persoiias de este gTp0.

    Si el wturiano funciona como smbolo de uni- dad y de un enfrentamiento a la opresin, se ex- plican fcilmente estos datos. Es difcil saber a quin se refiere Llera Ramo cuando, hablando de la comprensin del asturiano, dice, -...es entre la izquierda regionalista y minoritaria, lgica- mente, dnde los ndices alcanzan niveles mxi- m o s ~ ~ ~ ~ . Teniendo en cuenta las tendencias his- tricas izquierdistas de los mineros, puede ser que ellos estn includos en este grupo. Un lti,mo dato para apoyar esta teora de la alta conciencia

    1% Llera Ramo, pgs. 272, 275, 283. 'm Llera Ramo, pg. 274.

    lingstica de los pueblos mineros es el doble enfoque

  • personas que lo habla. Es en los centros urbanos donde hay la mayor ruptura con el estigma lin- gstico; aqu tambin hay una conciencia de opresin o rna rg inac in~~~~ muy alta. De la opi- nin de las poblaciones de las ciudades sobre la cuestin de la enseanza en asturiano Llera Ra- mo dice:

    ... vemos que la demanda ms fuerte de una escuela bilinge se detecta en el entorno me- tropolitano de Oviedo (41 % ) -y en el entor- no urbano en general (33,5 %)- que, a su vez, es donde menos pronunciamiento hay por la exclusividad del castellano (20%) .l10

    En el estudio .Consideraciones sobre el bable urbano: Notas para un estudio sociolingstico>> donde Snchez Alvarez se ocupa en particular de la capital, habla de la ciudad:

    ... como unidad lingstica, que presenta tra- djcionalmente, y como consecuencia de su propia organizacin, una oposicin al en- torno rural en que se halla situada, y, frente a l una mayor nivelacin, a causa de un efects integrader. ~jercidn por la ciudad.ln

    Da unos ejemplos de esta conciencia lingstica de 1.0s ciudadanos en los cuales, a pesar de todo, salen los rasgos a.sturianos del habla de los ha- bitantes de la capital:

  • modo. Seguramente algunos de mis anlisis aqu encontrarn sus partidarios y sus enemigos, por- que siguen mi propia visin de las cosas. Lo que ocurre es que la mayora de la gente cree que los intelectuales (en este caso, son casi todos lingis- tas) estn por encima de la opinin y el senti- miento y comunican puras verdades. No es as-y no aado desgraciadamentes porque estas mis- mas actitudes lingsticas que restan objetividad y perfeccin a este tipo de estudio nos proporcio- nan informaciil valiosa. y til.

    Las persona,s que opinan sobre el estado y lo que debera ser el futuro del asturiano se dividen en dos campos: los que ven en el asturiano un habla rstica justamente dominada por el cas- tellano, una lengua superior, y los que ven el a,sturiano como una vctima de la opresin cas- tellana que tendra que convertirse en una len- gua prestigiosa como el castellano. Pero en tan pocas palabras no se capta la esencia de las dos opiniones.

    Antes de empezar quiero dejar claro que estoy muy convencida de que los adherentes de cada A - - - : - -L A - - L I S U I ~ ~ UUSU~L~II a SUS rjr~pias clinv-icci~nes. NO creo que ninguno est subvencionado por ningn grupo poltico o socia1 para proponer ideas ven- tajosas a estos grupos, aunque en otros contextos se han dado casos de este tipo. Si se me puede perdonar el tpico tan gastado de que cada per- sona es producto de su ambiente, pienso que, parafrasendolo, podra decirse: cada idea u opi- nin es producto del conjunto de ideas y opinio- nes de la persona. Cualquier idea refleja algn aspecto de las condiciones sociales e intelectuales del ambiente.

    Empezamos, pues, con el grupo de personas que clasifican el asturiano como un habla cam- pesina que no tiene ni debe tener un estatus igual

    al del castellano. Por razones que veremos segui- damente, vamos a llamar ~asimilistas~ a este grupo.

    Quizs el tpico ms repetido sobre el astu- riano es su llamada fragmentacin. Incluso los autores no asimilistas~ hablan de ello. Este t pico responde a l hecho de que, hasta los esfuerzos recientes como la Gilamtica bable, el Mtodu de Iiingua asturiana, las Normes orC'ogrfiques de la Academia de la Llingua Asturiana y otros, no ha existido un asturiano estndar, una forma supra- diaiectal. Esta es una realidad indiscutible. Pero el nfasis desmesurado que recibe de este grupo de gente hace pensar en algo ms que la consta- tacin de un hecho. Jess Neira Martnez, quizs el ms clido adherente de este punto de vista, tiene una verdadera obsesin con la idea; en un espacio de veintids pginas en su libro El bable: li;structuria e hist'or,lr. la. repite nada menos que doce veces:

    La fragmentacin dialectal se contina en los reducidos lmites de un muni,cipio o de una parroquia.l15

    . . .su abanico de bables.. . 116

    ...un conjunto de bables, una diversidad de sistemas lingsticos.. . n7

    Con un largo etctera. Nos da la pista del motivo de tanta repeticin cuando explica:

    La reali'dad lingstica de Asturias es sta: una lengua para todos que es la castellana o espafiola. y una diversidad de bables o ha- blas locales.118

    11s Neira, El bable, pg. 24. 116 Neira. El bable, pg. 25. 117 Neira, El bable, pg. 26. 118 Neira, El bable, pg. 29.

  • No hay conciencia de una lengua comn fuera del castellano.11g

    Lo que hace es crear una oposicin castellano- unificado/asturiano-frag,mentado. Es una estra- tegia para quitar .prestigio= o credibilidad al asturiano. Utiliza la idea de la fragmentacin . . .como razonamiento ms poderoso ante los in- tentos de una po.sible unificacin. como dice Lo- renzo Novo Mier en un prrafo que, por m's seas, se refiere a NeiralZ0. En la actualidad, hay muchas hablas tan fragmentadas como el astu- riano que tienen una forma. estndar y son reco- nocidas como lenguas. No hay nada sucio ni pe- caminoso en la normaiizacin dirigida, siempre y cuando obedece a lcs deseos y la,s necesidades de la comunidad lingstica. Si no les obedece, la normalizacin o nunca se completa o nunca se populariza y desaparece sin haber causado gran- des problemas. Este afn > contra la normalizacin funciona. para. mantener el caste- llano en la posicin superior y evitar la disputa de esta posicin por el asturiano.

    Su rechazo de la lengua normalizada tiene el mismo motivo. Pu'eira 1st llama na l z n g ~ a ~ctrti- f icial~ y dice:

    Los que escriben en llingua no hablan de este modo. Lo que hacen es traducir a partir del castellano ... Se comprende bien la impo- sibilidad de ser original en una lengua arti- ficial ... un escrito en una lengua artificial no puede ser entendido espontneamente por nadie.. . Para. llegar al sentimiento, tene- mos que adivinar, traducir al castella.no. El lector sigue el camino inverso al del autor. Este haba traducido del castellano al bable.

    "9 Neira, El bable, pg. 30. 'm Novo Mier, El habla de Asturias (Uviu: Asturliiros, 1980),

    -pg. 150.

    Para este doble viaje de ida y vuelta, pienso que lo ms razonable sera utilizar la verda- dera lengua de autor y lector y no engaarse

    Aunque este proceso puede haberse utilizado por algunas personas, me es imposible creer que sea as en la mayora de los casos. Las muchas comu- nicaciones en los Estudios y trabuyos del semina. riu de :a llingua asturiana de la Universid d'Uviu (aos 1978 y 1979) y en Llebres asturianes c

    de la Academia de la Llingua Asturiana, que in- cluyen no slo poesa. sino ensayos sobre temas literarios, lingsticos, histricos, sociales y an- 'e

    tropolgicos, no suenan a castellano traducido a l asturiano.

    Pero donde los asirnilistas ms dejan ver los cimientos extra-lingsticos de sus argumentos lingsticos>> es en su descripcin del asturiano como dialecto castellano. Ya hemos visto que, si dZalecto se define en trminos poltico-econmico- scciales como un habla que est subordinada funcionalmente a otra, es cierto. Las hablas A son lenguas y las B dialectos. Su error ms grave esta en describir e! ustur ian~ come si tiliviera unos defectos congnitos que lo hicieran total- mente incapaz de desempear las funciones de una lengua A. Neira nos ofrece otra vez muchos y buenos ejemplos:

    No obstante, pienso que, bajo otra perspec- tiva, s hay diferencia entre lengua y dialec- to, y el hablante as lo intuye, aunque no siempre logre formularlo racionalmente.

    C) Esta es, a mi entender, la diferencia fundamental: el sentimiento de personalidad lingstica. La lengila se siente con ms per- sonalidad. Por medio de ella el hablante cree

    121 Neira, El bable, pgs. 40-41.

  • poder decir todo lo que piensa o quiere.. . Los modos de expresin llamados dialectos se sienten con menor personalidad. No es posi- ble decir en ellos todo lo que ronda por nues- tro interior. Exige a veces la utilizacin de otro modo de hablar, considerado como ms rico, con ms po~ibi1idades.l~~

    La tercera alternativa es aun ms absurda: ensefiar a los nios.. . un bable artificial, que no es el de ningn lugar, y que, por lo tanto, no sirve ni para andar por casa ni por el mundo ... Si han de aprender otra lengua, que sea una lengua de cultura, algo til m* terial y espiritualmente.lZ3

    Pero el bable, ante el castellano, es evidente- mente una lengua inferior, no apta para to- dos los menesteres. Es vlida, como matiz, para el coloquio familiar, o relativamente rica para la expresin del mundo rural. Mas no tiene prctica alguna para el pensamien- to profundo, para el sentimiento delicado. No se enriqueci con las aportaciones de la cultura moderna. No tiene, por eso, palabras para, decir todo io que un izornbr e de nuestro tiempo puede conocer, sentir, o pensar. El hombre de Asturias, si tiene algo importante que decir, no posee otro medio de expresin que el castellano.124

    Est clara la opinin de Neira y de los ~asimjlis- tas.. en general sobre e