Nº 320 1966 Septiembre

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Transcript of Nº 320 1966 Septiembre

Ejército - Revista ilustrada de las Armas y Servicios

septiembre 1966 - año XXVII número 320

súrnário

Testigo presencial

Los Servicios de Información Administrativa.—La opinión pública

Toberas en la estabilización de cohetes

información e Ideas y Reflexiones

Idenficación de aviones por la Artillerfa A. A.

Notas breves

Funcionamiento del Equipo de mspección de Alimentos en la 3• Región Militar

Guía bibliográfica

coronel de Intendencia R. CamposTurmo

capitán de Infantería A. GosálbezCeldrán

R. Panetta, de la Revista italiana«L’Universo» (Traducción del general N. Ariza García)

capitán de Ingenieros J. BusquetsBragulat

teniente coronel de Infantería M.López-Castro

comandante de Artillería B. Jiménez Quintas

- coronel de -Infantería C. EchevarríaGisbert

capitán del C. 1. A. C. F. Díaz dela Cruz Cuesta

Los cimientos de la vieja PatriaLa Bíblica Ciudad de Tarte;o

Metodología y Enseñanza Militar

España de hoy y de mañana

La Sociología militar

El Castillo de Olite.

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El arma de reconocimiento alemana

coronel Cassou y teniente coronelBascou (Traducción de la revistauL’Arm&» del comandante de Artillería C. Bitaubé Núñez)

De la publicación francesa aL’Armée» (Traducción del teniente coronel de Artillería R. Español Iglesias

teniente Veterinario M HervásAndrés

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ejércitoREVISTA ILUSTRADA DlLAS ARMAS Y SER VICIOS

Madrd, Septiembre 1966 - Año XXVII - Núm. 32)

“Depósito Legal”: M. 1633-1958.

DIRE CrOLALFONSO FERNÁN» EZ, Coronel de E. M.

coNsEJo DE REDACCtoN

General de l)ivisión, Excmo. Sr. D. Emilio Alainán Ortega.General de División, Excmo. Sr. D. Juan Pérez-Chao Fernández.General de División, Excmo. Sr. D. Enrique Gallego Velasco.General de Brigada, Excmo. Sr. D. José Díaz de Villegas,General de Brigada, Excmo. Sr. D. Gonzalo Peía Mulos.General de Brigada, Excmo. Sr. D. José Otaolaurr uchi Tobía.General de Brigada, Excmo. Sr. D. Alfonso Romero de Arcos,General de Brigada, Excmo. Sr. D. Narciso Ariza García.Coronel de Intendencia, D. José Rey de Pa blo-Binaco.

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200

Correspondencia para colaboración, al Director

Correspondenci, para suscripciones, al Mmlnlstrador;1]

s Ideas contenidas en los trabaios de esta Revista representan únicamenteopinión del respectivo firmante y no la doctrina de los organismos oficiales

iacCiÓnVAdmi1frddn• AlreiIr IR 4° MAflDir JA TI.C A A 1;0]

iLoscimientosdelii vieja Pafria

LA 13IBLICA CiUDAD DE TARTESO

Coronel de intendencia Iamiro CA1POS TURMO, de la Comisi6n Asesora deInvestigación Cieutíftca y Técnica.

Para estudiár la aurora de nuestra gentil. España y desterrar las patrañas que existen en laHistoria peninsular, he indicado en diversas ocasiones la conveniencia de crear un Instituto deInvestgaciOfleS Ibéricas, con objeto de formar lanueva ciencia Iberologia, estudio de la cultura

y lengua ibérica.

Al demorarse su implantación, y ante la trágica realidad de la vejez, con su cortejo de desesperanzas, creo de interés publicar la localizaciónde la famosa ciudad de Tarteso, que por causasque no interesan me fue. imposible excavar e investigar sus despojos.

Dicha excavación constituye el puxitó de partida para desarrollar un plan meditado sobre investigaciones - ibéricas, indispensables para conocer el amanecer histórico de la Península hispana.

1. Etimología y breve historia de Tarteso.

Los investigadores antiguos y modernos buscaron inútilmente el solar de la bíblica ciudad deTarschisch, nuestra ibérica Tarteso. E! jesuita es-

pañol P. Pineda (1) indica que la ciudad. conocidapor los griegos con’ el nombre de Tartessós seidentifica con Tarschisch. Después, Bochart (en suobra Topographia sacra, publicada en 1674) sesumó a la anterior opinión, que hoy mantienentodos los historiadores.

La población que estudiamos recibió desde lamás remota antigüedad diferentes norríbres porlos diversos pueblos que comerciaron con ella.Los fenicios y hebreos la llamaron Tarschisch;

los griegos, Tartessós; çn lápidas orientales, Tarsisi, y en formas corruptas, pero consectarias de’

dicho nombre, existen más de una docena de variaciones, entre las cuales las de Tarteso y Tarsiso Tharsis son los más comunes. Nosotros escribimos Tarteso por una razón: es la forma más sencilla e hispana en la evolución del viejo toponímico.

El nombre ibero de esta ciudad correspondea la palabra-frase AtartsessOS = ate-arts-essoS, literalmente’ puerta-bolsa-marítima o de mar. Al mo

(1) Véase la obra De rebus Salomonis (cap. IV, 14).

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dernlzar esta frase ±enemós puerta de la bolsade mar para indicar la puerta o entrada de labahía, refiriéndose a la de Huejva, iecojedora delos ríos ‘Tinto y Odiel y de ‘varios arroyos, entre

los cuales citaremos los de Nicoba y Aljaraque.CQmarca de la primitiva Iberia saturada de sal,Historia y Mitología (2).

Algunos autores han recurrido al hebreo paradespejar la etimología de Tarteso, por ejemplo:Cortés, acérrimo hebreísta, supone que significalo último de la tierra; Bayerri, comtemplación de

gozo; Arenas López, extremo de la tierra; Schul.ten forma la cadena etimológica Tarschsich.Tar

tessos-turta = ciudad de los tirsenos; Séneca creíasignificaba ‘el ocaso último. No merece perder eltiempo en investigar estos errores.

Los fenicios, en remotas épocas lograron de los

iberos la ‘concesión para instalar o establecer unafactoría (en la tercera expedición que enviaron- anuestra Península) próxima a Tarteso. Nosotros,

• para evitar confusiones con la actual Cádiz la hemos denominado Gádir 1, como indicamos en an

“ tenores trabajos. En ella construyeron el ‘más fa

moso templo de aquella época en honor de Hércules. La factoría fenicia y la ciudad de Tarteso, porsu proximidad o por otras causas, Ílegaron a unir-se en una sola, que Avieno (Ora marítima, verso 267) ‘confirma: «qquí se hallaba la ciudad deGádir, que antaño era llamada Tarteso, ciudadgrande y rica ahora convertida en ruinas».

En lós primeros capítulos de la Historia de laEconomía Española de Guerra se. estudian’ unos

datos, recogidos por Macrobio y Justino en épocamuy posterior, referentes a los tiempos que los fenicios lograron someter al territorio de Tarteso yapoderarse de esta ciudad. La noticia de Justinomenciona el primer combate naval conocido ennuestra Península entre las naves de Tarteso y losenicios de Gádir 1, es decir, entre iberos y feni

(2) Varios mitos griegos están relacionados con elsur de nuestra Península. Conjeturamos que algunos toponímicos iberos, convertidos en dioses griegos, figu

ran en el Olimpo. Citemós Atlas, Gerón o Geryón, Hespérides, Tártaro, Medusa, etc. La Geografía mítica estápor investigar.

cios. Se achaca a agresión a lo tartesios (iberos), que, envidiosos de la prosperidad de la fac

toría y la riqueza del templo de Hércules, atacaron con sus naves a la escuadra fenicia, pero fueron vencidos. No creemos en tal patraña ,de origen fenicio.

La política de Fenicia siempre fue la misma.Primero establecía una factoría para explotar lazona de influencia; engrandecida, aprovechabacualquier circunstancia favorable para apoderarsedel territorio, dada la insolaridad de las tribus yclanes iberos (3).

Tarteso cayó en poder de los fenicios, convir

tiéndose en una colonia tributaria de Tiro. Losfenicios pagaban la hospitalidad con la traición yla esclavitud económica. Lo mismo aconteció enCádiz, Málaga, Sexi, Abdéra, etc.,’ ventosas comerciales, cabezas de invasión para crear la zona

de los libiofenicios, futura base de la conquistacartaginesa.

Las costas andaluzas y parte de las del Levantehispano quedaron sometidas a estos explotadores hasta que Asiria conquistó a la metrópoli deSidón (681-668 a. J. C.) en el reinado de Asaradón;posteriormente, Nabucodonosor sitió a Tiro (586-576 a. J. C.), y Tarteso recobró su independencia.

La Sagrada Biblia recoge las lamen taçiones deIsaías (versículo 12): Ya no te alegrarás más, ¡ohoprimida Sidón! Levántate para pasar a Clpre,y aun allí no tendrás reposo. El versículo 10 dice:

Defiende tu tierra, ¡oh Tarsis!, que se acabarontus cadenas, con referencia a Tiro. En el versículo 8invita a los fenicios a emigrar a Tarsis: pasaos aTarsis, ¡gritad, ‘moradores de las costas! (4).

(3) «Si ellos, los iberos, hubieran querido ayudarse- unos a otros, ni los cartagineses fiubiesen podido ven

cerlos, ni anteriormente los tirios», escribe Estrabón.

(4) Algunos traductores poco conocedores del idiomaespañol ponen aullad ‘en lugar de gritad o llamad, Elhombre no aúlla, sino algunos animales, como el lobo,el perro, etc.

Al comentar esta versículo, el P. Laureano de las Muñeças dice: «El hecho de incitar el profeta Isaías alos moradores de Tiro a pasar el mar trasladándose aTarsis, es indicio que ésta les pertenecía como colonia.»

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Isías supone que la ciudad de Tarteso estaba

aún en poder de los fenicios, pero los iberos habían tomado dicha ciudad, por tanto, mal podían

refugiarse los fugitivos de Sidón y Tiro. Otrasfactorías africanas y andaluzas conservaron su iii-

dependencia frente a los indígenas aceptandocomo metrópoli a Cartago.

La independencia de Tarteso se mantuvo desde

estas fechas hasta su destrucción por ‘las hordasceltas en le siglo vi a. J. C. Durante este período

tuvo varios reyes, entre ellos el célebre Argantonio, gran amigo de los griegos, cón los cuales co

merció para romper el monopolio fenicio. La Historia conserva algunos detalles referentes a su’larga vida de ciento veinte años, su enorme rique

za y su gran hospitalidad. Cuando los focensesle indicaron el grave peligro que corría la ciudadde Focea de ser asaltada por los persas les entregó cuantiosas sumas para que fortificasen estaurbe. Así lo hicieron al construir una murallapara su defensa, primer plan Marshall que conoce la Historia. A pesar de ello fueron vencidospor Harpalos (545 a. J. C.) y tuvieron que buscarnuevo hogar en el mar Interior. Argantonio lesofreció terrenos en su reino que no aceptaronpor defender su ciudad. Perdida ésta recordaronel ofrecimiento, pero Argantonio había muerto. Susucesor no fue tan generoso, y los focenses seestablecieron en otros lugares.

II.’ Falsas localizaciones de la ciudad de Tarteso.

Dado el desconocimiento del idioma ibérico,por la ley del sonsonete se ha supuesto su ubicación en Cartago, Carteya, Tarsos de Cilicia, Tortosa, Tarifa, etc; se ha buscado en Chipre, Rodas,Túnez, ‘India, etc.; se ha confundido con Cádiz,

Huelva Sevilla, etc. En resumen, la incógnita seencuentra sin despejar a pesar de la publicaciónde cien estudios sobre este probleina

Han tratado de descubrirla en el siglo actual:

a) El intendente militar Sr. Blázquez y Del

gado-Aguilera, académico de la Historia, que enel año 1897 la ubicó en la desembocadura del Guadalquivir. Fundaba la hipótesis én que algunosescritores antiguos identificabafl al río Betis con

el Tarteso. Después de estudiar en mapas y cro

quis la desembocadura del Guadalquivir publicóla edición crítica de Ora maritima (Madrid, 1924).

Creo que si el Sr. Blázquez visita el terreno para

comprobar la topografía de las marismas del Guadalquivir desiste de su hipótesis.

b) ‘La anterior ubicación fue copiada por el

doctor Schulten en su obra Tartessos (Madrid,1924), que deslumbró a nuestros eruditos a pesardel .cúmulo de errores que mantiene. En materia

etimológica, los disparates se suceden por desconocer el iberç y buscar en los idiomas arios elorigen de las voces ibéricas. Sus localizacionesreferentes a la ciudad de Tarteso son falsas. Apesar de la erudición se ‘deja llevar por su loca

fantasía. En la segunda edición de su obra’ —Madrid, 1945— mantiene los mismos errores a pesarde las inútiles excavaciones en busca de Tarteso.

Sin embargo, debemos al Dr. Schulten dos cosasimportantes: 1 •a, la ecuación Atlántida = Tarteso, y 2.a, la popularidad de esta bíblica ciudad,

que entró de lleno en el campo de la investigaciónespañola. Antes, la búsqueda de la ciudad men

cionada era el objetivo de investigadores sin medios que estudiaban en libros y mapas los datos

y antecedentes, pero desconocían la topografía dellugar, caso de Blázquez.

c) En la búsqueda de Tarteso colaboró con

el Dr. Schulten el Sr. Bonsor y Saint Martin. Publicó un estudio en el Boletín de la Academia de la

Historia manteniendo las mismas erróneas localizaciones. ‘

ch) El P. Laureano de las Muñecas escribió untrabajo titulado La Tarsis bíblica, Salamanca, 1924.Sugestionado por las afirmaciones del Dr. Schulten mantuvo errores en las localizaciones.

d) El Sr. Bosch Gimpera (en Problemas de

la colonización fenicia de España y del Mediterráneo occidental, «Revista de Occidente», 1928)comenta: por la topografía del lugar —se refiere a la désembocadura del GuadalqUivir nosinclinamos a creer que fue tan sólo un mercado,no coincidiendo con el verdadero centro políticodel país, que conjetura estaba en el interior 4eAndalucía.

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Estas opiniones y otras varias que no mencionamos referentes al emplazamiento de Tartesoen la desembocadura del Guadalquivir son erróneas. La ciudad de Tarteso nunca estuvo allí,aunque los iberos llamasen Tarteso a la bocadel citado río para designar la entrada al lagolisustino (no ligustino) que formaba el río Betisantes de desaguar en el Atlántico. Atartsessos >Tarteso indica en ibero, como añtes dijimos,puerta de lá bolsa o bahía marítima por refe

rencia a las hoy marismas guadalquiveñas, lagoen remotos tiempos. Entre el centenar de estudios publicados sobre Tarteso deseo destacar:

1.0 l del ilustre investigador don César Penán, documentado trabajo sobre dicho tema.

2.° La obra Tartessos —Sevilla, 1924— debidaa mi. culto amigo Sr. Martín, que orientó sus

investigaciones hacia la antigua ciudad de Astia Regia, cuyas ruinas se encuentran en el antiguo borde del lago lisustino, cabe el desagüedel Gaudalquivir. Este autor publicó, en colabo.ración con Willy Meyer, un estudio, Beitrag zurTartessos-Frage.

3.° Chocomeli, posteriormente, escribió En busca de Tartessos.

III. Directrices exactas pará la ubicación deTarteso.

En contra de la opinión de Blázquez, seguida

por Schulten, Bonsor, Bosch-Gimpera, etc., paradescubrir el solar de Tarteso, se imprimieron diferentes estudios, entre ellos:

a) Don Anselmo Arenas López, autor de varias obras sobre reivindicaciones históricas, pu

blicó El verdaderó Tarteso, Valencia, 1926. Endicho libro conjetura que la buscada ciudad estuvo en Huelva o en sus cercanías, pero declaraque no pudo hallar sus ruinas.

Este historiador, sugestionado por las ideasde don Joaquín Costa, expuestas en la obra Estudios ibéricos; Madrid, 1891-1895 comenta algunas partes de Ora maritjma relacionadas con lasituación de Tarteso y de la Ofiusa. Combatedespiadadamente la obra del Dr. Schulten conun lenguaje poco usado entre los investigadores,

sin pensar en los muchos errores que defiendeél mismo.

b) El documentado escritor don Enrique Bayerri, autor de la monumental Historia de Tortosa y su comarca, Tortosa, 1933, resume en elprimer capítulo de dicha Historia lo publicado

sobre la buscada ciudad, y rechaza el supuestodel alemán Redsbob (5); que estableció la igualdad Tortosa = Tarteso. En unas páginas admi

rablemente escritas, modelo de investigación,examina y discute el conjunto de opiniones sobre Tarteso y rechaza el fárrago creado por historiadores y geógrafos antiguos o modernos parallegar «al convencimiento de que Tarteso no puede ser sino Huelva o población desaparecida máspróxima a ella».

c) El señor Oberinaier, en el Butlleti de la

Aociació Catalana de Antropología, escribe: «Moes fácil que salgan a la luz las grandiosas ruinasde una ciudad maravillosa (se refiere a Tarteso),sino más bien los últimos vestigios de una activafactoría que estuvo colocada en un lugar insano,

azotado por el paludismo y que sólo se elevabaun par de metros sobre el nivel de la marisma.Pero se trata de un lugar que, probablementeen relación con Cádiz, por primera vez puso encontacto la Espaíia prehistórica con el Orientehistórico, y nó es de despreciar el valor de su

identificación definitiva.»

Por los años 1933-1936 preparamos un estudiosobre la zona económica del Suroeste de España (Extremadura-Huelva), azotada en aquel tiem

po por una temible depresión económica y porel endavan político, que originaban paro en losobreros, hambre en las masas, odio en la tierray violencia en todas partes. Angustia económica,preludio de revolución.

En el prefacio de todo plan económico dezona es obligado indicar el, estudio histórico del

territorio, en particular de las comarcas más perjudicadas por la depresión, zonas de hambre o

(5) Véase la obra Tartessus, por Gustav Moritz Redslob, Hamburgo, 1849. Una síntesis de este libro fue publicada en El Correo de Tortosa, 1932, por el P. Monserrat .

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negras, como se conocen en la jerga de los eco

nomistas. Una de ellas era la comarca costerade Huelva.

El estudio histórico del litoral onubense es

muy interesante, pero no ha tenido ningún investigador que excavara y diera a conocer, el enor

me tesoro arqueológico que encierra la bahía deHuelva. Para llenar esta laguna emprendí diversos récorridos guiado por el poema geográficoOra maritlma y las referencias griegas, fragmen

tos y retazos de obras antiguas por desgráciaperdidas. Al fin pude localizar bastantes viejostoponímicos para desenredar la tupida madejaque oculta el solar de la bíblica ciudad. Confieso

que me ‘costó bastante trabajo y tiempo esta investigación.

Un marceño día de 1936 pude comprobar que

pisab la arena de la antigua isla de Cartare.‘Me encontraba cerca de la ciudad del viejo reyArgantonio, la famosa Tarteso; frente a la pe‘queña y legendaria isla Eritea, donde Hérculesdio muerte’ a Gerón —el Geryón griego o fenicio— para robarle el ganado; más allá la nom

brada vía heraclea; a mis pies el viejo río. Tarteso, antaño surcado por las naves de Tarschisch,‘porteadoras de los ricos metales de Iberia; en la

lejanía las denominadas columnas’ de Melkart,Briareo o Kronos, yenvuelta en niebla la puerta de Tarteso —el Tártaro mitológico—, entradadel Averno, ubicado por los griegos en este lugar.

¡Tenía ante mis ojos la comarca descrita porla vieja geografía de los mitos griegos! Verdades geográficas envueltas en maravillosas men

tiras mitológicas.

Entonces• sentí la gran emoción de poder penetrar en el arcano de nuestra Prehistoria relativaguiado por lá enigmáticá Ora maritirna y las investigaciones ibéricas. El G. M. N., al servir comosoldado de Franco, interrumpió las investigaciones por el momento. ‘ ‘

IV. La ciudad de Tarteso.

En la bahía de Huelva duerme el sueño de lossiglos la legendaria Tarteso, conocida con losnombres de Tarschisch, Tartessus, Tarsisi, Tharsis, Tarsis, etc. Las ruinas han sido saqueadaspor lós busca ioes de tesoros, tan nunterpsos ep

Andalucía (6) y por el río Tarteso, que arrastró

parte de la ciudad.,

Han pasado más de veinticinco siglos desde ladestrucción de Tarteso por los celtas, y en tanlarg9 tiempo la bahía onubense ha experimentado algunas variaciones o cambios que puedenconfundir a los investigadores. Hoy dicha’ babiasólo tiene una boca por la cual se comunica conel Océano Atlántico, pero en la antigüedad ti,ivodos. La segunda se encuentra cegada, y del primitivo cauce quéda un rosario de lagunitas ocharcas que señalan la boca desaparecida. Vertíasus aguas en el Odéano Atlántico por el sitio denominado El Portil, nombre que aún recuerdadicha desembocadura.

Entre las dos bocas indicadas se encontraba

una isla, hoy península o lengua de arena, antañodenominada Cartare = Aga-arts-ate,,’ que significaen el idioma ibero: cerca o en (la) puerta (dela) bolsa, para expresar la idea en la entrada dela bahía con referencia a la de Huelva. Schulten

indica que «Cartare quizá proceda de la palabrafenicia Krt, que significa ciudad. Lo que significa’ are en Cartare se desáonOCe». ,Los latinistas

buscan esta voz inútilmente en diversos idiomas,para llegar a conclusiones absurdas por no recurrir al viejo ibero.

La antigua isla de Cartare corresponde a laactual península de Punta Umbría (Huelva). donde está el solar de la bíblica ciudad de Tarteso.

Enfrente de ella, separada por el río Tarteso,

se encuentra la famosa isla Erytheia. Eritea oEritheia, tan nombrada por’ los escritores griegos. Desde Hesiodo, en el siglo viii a J. C., todoslos escritores griegos la mencionan durante unmilenio, por localizar en ella el décimo trabajode Hércules (7).

(6) Plaga de todos los tiempos que venden los haIlazgos a desaprensivos compradores para su reventa alos coleccionistas extranjeros,’ destrozando el materialque consideran sin valor comerciar, pero interesantepara los investigadores.

(7) ApolodOro (principios del siglo u a. J. C.) escribe: «El décimo trabajo de Hércules fuç ir a la Eriteaa robar los ganados de Gerión. La Eritea era una isladel Océano que ahora se llama Gádir, habitada por Gerión, hijo de Crisaor y Calliroe, compuesto de tres cuerpos cçpfurçIidoS er uno por el vjetrç; pero dé aquí a

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Escimno describe dicha isla en la forma siguiente:

Verso 153:

La Eritea, de pequeña magnitud,apacienta bueyes y rebañosiguales a los toros de Egipto.

Según dicen, allí vecina se hallala noble ciudad de Gadira,colonia que desciende de los mercaderes tirios,donde es fama se crían los mayores pescados.Más allá de ella está, a das días

medidos de afortunada navegación,el emporio llamado del Tarteso, esclarecida ciu

[dad,y el río del estaño, que viene de la Celtica

y arrastra mucho cobre y oro;más allá se halla la tierra de los celtas.

Estericoro indica (fragmento conservado en Es-trabón): «Gerión nació frente a la célébre En-

tea, junto a las inmensas -fuentes del ríó Tarteso, arraigadas en la plata, en una gruta de lapeña.»

Y para no cansar al lector con unas docenasde referencias griegas de la isla del Ocaso, dela niebla, del fértil suelo, etc., como que se conoce a Ja Eritea, indiquemos su localización. Co

rresponde a la isla de Saltés, situada en la’ bahíaonubense, llamada antes Saltís.

Los griegos la llamaron Erytheia, voz iberacuya etimología es difícil de encontrar por serpalabra corrupta. Conjeturamos que se componede los vocablos iberos En = cuello, ate o athe =puerta o entrada, y del fonema ia = lo de; en talsupuesto indica le entrada del cuello.

Sin tener seguridad en dicha etimología, debemos advertir que es muy corriente en el vocabulario fluvial comparar los ríos con el cuerpohumano, así:

Boca = desaguadero.Garganta = angostura.Brazo = salidero o río separado del principal.Cabeza = manantial o principio.

las rodillas estaba dividido en tres, y poseía ovejas fenicias, de las que era pastor Euritión y guardián deellas Orthos, perro con dos çabezas,

Codo y recodo = vuelta y revuelta.

Ojo = remolino, etc.

Interpretamos la frase entrada del cuello comoprolongación de la boca, canal de la bahía para

penetrar en su interior.

Ya es tiempo que los lectores conozcan la localización del solar o tumba de Tarteso:

Se encuentra cabe Punta Umbría (bahía deHuelva), en el litoral o margen de la marismaonubense. Nos referimos al litoral antiguo, no al

actual.

Para comprobar esta aseveración es preciso excavar dicho lugar y sus cercanías. La Arqueología es una ciencia exacta al clasificar los hallazgos. El azadón descubre la verdad y confirma lahipótesis, pero sólo pone ante el investigadorvetustas huellas. Continúa el secreto de los moradores de antaño y los acontecimientos que allíse desarrollaron. Y muchas veces es ignorado elnombre del despoblado que se excava. Son cementerios con despojos, sin noticias ni lápidas.

Por fortuna, la bíblica ciudad de Tarteso tuvoun enamorado de la antigüedad que en el siglo ivd. J. C. tomó de viejos periplos materiales para

el poema geográfico Ora maritima, obra que llegó hasta nosotros mutilada y con muchos errores. Su autor, Rufo Festo Avieno, patricio romano, describe en el citado poema el litoral del sury Levante hispano, empezando allende el río Gua

diana con datos del siglo vi . J. C.

Con esta - guía marítima, tormento de los eru

ditos, podemos conocer los antiguos nombres delos accidentes geográficos del litoral hace vein-’ticinco siglos, y para nuestro estudio, demostrarque la topografía del lugar de Tarteso coincidetotalmente con la descripción de Avieno al deta

llar la posición geográfica de dicha ciudad (8).

(8) Para que la caterva de buscadores de tesoros nohaga más estragos en el indicado Sitio y sus cercaníasnos permitimos rogar al Excmo. Sr. Gobernador Civilde Huelva, don Hernán Pérez Cubilla, gran impulsor dela cultura y economía onubense, se digne ordenar la vigilancia de los lugares mencionados hasta que los arqueólogos recorran el solar de la vieja Tarteso si seconsidera necesario investigar este lugar.

8.

METODOLOGIAY ENSEÑANZA MILITAR

apitán de Infantería Alfredo GOSALBEZ CELDRAN, Cazador Paracaidista, Profesor de Esqui Escalada y alumno de laEscuela de E. M. (Curso de prácticas).

1. ENSEÑANZA Y METODOLOGÍA.

Los métodos pedagógicos modernos han supuesto un avance níuy notable en el campo de la enseñanza. La evolución que han llevado a cabo losnuevos sistemas, transformando los procedimientos tradicionales por otros de rápida y sencillaadquisición, ha tenido profundo influjo en la mayor parte de los alumnos de los distintos centros.

La enseñanza tradicional, en consonancia con- la época que le dio vida, buscaba una sedimen

tación de los conocimientos a costa de tiempoy reiteración. Este sistema es lento y monótono.Su auge data de algunos años atrás, en que sevivía a un ritmo distinto del actual y donde elderroche de tiempo no suponía todavía un graveproblema, como ahora sucede. Casi todos losmétodos tradicionales son demasiado extensos ygenerales, así como reiterativos, monótonos ypoco atractivos.

El ritmo actual de la vida y. los adelantos quenos proporcionan las ciencias modernas imponenuna enseñanza dinámica, atractiva y que facilitela adquisición de los conocimientos al alumno enel menor tiempo posible, sin perder la conveniente profundidad.

Veamos, siquiera sea ligeramente, los métodosmás característicos que han marcado hitos en lametodología de la enseñanza a lo largo del tiempo para luego desembocar en las tendencias actuales:

Encontramos las siguientes etapas:

A) La Lección Magistral.

En ella, la palabra del profesor constituye elúnico instrumento para el desarrollo de la enseñanza. Hay diversas formas, como las representadas por Herbart, Ziller, Rein y otros, peroen definitiva se reduce a una exposición por parte del profesor en la que se incluye alguna aplicación, recapitulación o síntesis. Es el métodotradicional.

B) Los métodos intuitivos.

En los que, por -medio de exposiciones, biensean gráficas o verbales, se conduce al alumnoa intuir las cosas que se quierén enseñar.

Pueden ser directos, en el caso de que se utilice la presencia del objeto, -o indirectos, cuando se emplean representaciones del mismo (gráficas o audiovisuales).

Estos métodos permiten el razonamiento delalumno y suponen un claro avance sobre los anteriores.

C) Los esquemas activos.

Dentro de este tipo de enseñanza, cuya característica principal es ayudar al alumno a estudiar y hacerle arender de una forma progresiva,se encuentran: - -

1.- La enseñanza individualizada.

Donde el profesor es un mero orientador delalumno, el cual recibe un - programa de trabajoindividual, a desarollar en un plazo de tiempo,del, que tiene que dar cuenta por medio de trabajos escritos, exámenes orales o conferencias.El profesor está a su disposición durante unnúmero de horas al día, sin clase formal, y admite consultas, facilita bibliografía y le orientaampliamente en lo que precise. - Permite que cadaalumno adapte el método a sus posibilidades, rapidez y forma de estudio. -

2. La enseñanza en equipo.

La clase se divide en grupos de trabajo que realizan diversas tareas en plan colectivo, exponiéndose y criticándose posteriormente. Dichos grupos van modificándose, por rotación de sus componentes, para cada tarea.

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Programa lineal (Gráfico 1).

Constituyó un trabajo muy interesante en cuahto a coordinación y compenetración del grupo detrabajo.

3. La enseñanza programada.

Por la que se facilita la adquisición de los conocimientos al alumno, ordenándolos previamente de una forma lógica y proporcioncda a su nivel intelectual y asegurando su perfecta asimilación antes de pásar a nuevas ideas.

A ella vamos a dedicar especialmente nuestraatención para tratar de asimilarla convenientemente.

Esta clase de enseñanza fue iniciada por S. L.Pressey y perfeccionada posteriórmente. por Skinner y Crowder, prosiguiendo actualmente su evolución. La diferencia fundamental con los demásmétodos estriba eñ que se ha cargado el acentoen el segundo término del binomio ENSEÑAR-APRENDER. Con ello se facilita la labor delalumno y se evita que el profesor realice unpapel muy lucido, pero a veces sin resultados positivos.

Hay un principio que en esta clase de enseñanza se practica intensamente, y es la concentración o síntesis, es decir, dar más doctrina con menor desarrollo, unificar, simplificar, reunir todoslos . de estudio que estén relacionados alrededor de una unidad didáctica (1).

(1) La unidad didáctica es el conjunto 1e conocimientos que versan sobre una misma materia y que, estandorelacionados entr,e sí, son necesarios para la perfecta comprensión de la misma.

o

Otro principio es que la materia a tratar seexpone en porciones cronológicomentales, y cadaalumno aprende de una forma individualizada alritmo que su inteligencia se lo permite.

Se presenta una serie de información expuesta de una manera ordenada y lógica. Tras la secuencia de conocimientos que se ofrecen al alumno, se le somete a unas preguntas sobre la materia tratada a las que debe contestar por escritoinmediatamente y de una manera concreta. Actoseguido, el alumno pasa a comprobar las respuestas exactas, recibiendo con ello un contraste de sus conocimientos adquiridos, indicándoleel mismo método si está en conditiones de proseguir el etudio o debe volver a insistir en lasmismas ideas en el caso .de que no las hayaaprendido suficientemente.

Con este método se dan pasos muy pequeñoscometiendo el mínimo de errores, lc que haceque la enseñanza se sedimente profunda y acertadamente.

Dentro de esta clase de enseñanza hay dos tipos de programa:

Programas lineales.O Programas ramificados.

Én el programa lineal, las ideas se sucedenen deducción lógica. Para pasar a la siguienteestructura es preciso haber afianzado la anterior (2).

En los programas ramificados hay varios caminos para seguir la unidad didáctica, Si se elige una solución acertada, el camino será el máscorto; pero si se eligen soluciones desacertadas,el método conduce al alumno por otro caminoque le explica y prepara mejor para la idea siguiente o bien le hace retornar a la anterior. (Enel gráfico 2 puede verse un ejemplo en el aueaparecen los distintos caminos que se puedensecuir. Los números representán a las páeinas,y el orden lo indca el método sucesivamente,conio luego se podrá apreciar en el anexo 2.)

Bien sea en uno o en otro método, cada estructura elemental de la unidad didáctica comprende:

a) Un núcleo doctrinal de escasa longitud,que es el elemento fundamental de la enseñanza.

b) Un engranaje adecuado ,y lógico.c) Una presentación con ilustraciones, ejem

plos, esquemas, narraciones u otra forma clarade exposición breve.

(2) La unidad didáctica está constituida por un. conjunto de ideas simples relacionadas entre ellas. Cada ideasimple constituye una estructura elemental o básica queluego es preciso relacionar entre sí, a lo largo del desarrollo completo de la unid,aíl didáctica, por medios çideas nexo. (Véase el gráfico nCi.m. 1.)

A.

z

RAP4?Ç’cADO

lo

e) Comprobación de la solución córrecta ycontrol del rendimiento por parte del alumno.

f) Un avance hacia una nueva estructura. oidea básica que sirva de nexo o ligazón entreellas. -

Lo principal de la enseñanza programada esla fase de programación, en la que podemos distinguir las siguientes partes:

— Elección de las ideas básicas o estructurasfundamentáles a enseñar.

— Otras ideas nexo que complementen y relación a las básicas.

— Determinar la forma de aplicación de lasideas básicas y de las ideas nexo.

— Creación de un programa dividido en unidades didácticas y, dentro de ellas, en estructuras elementales que facilitan el estudio de una manera ordenada y progresiva.

Para el desarrollo de la enseñanza por estesistema hay que llevar a cabo los siguientes pasos, los cuales constituyen el proceso de la planificación.:

La présentación de este método puede variardesde la simple ficha (una para cada estructura, con las respuestas a las preguntas que se formulan al dorso de la: misma) o el libro, que esel que mayor aceptación tiene, aunque tambiénadmite la foriiia de diapositivas, películas e incluso los complejos de estudios o máquinas electrónicas de enseñanza individual, que on de granaplicación en países de alto desarrollo económi

- co. Entre estas últimas existen las máquinas dePressey, o de elección múltiple, y la de Skinn’ér,o de paso sucesivo. De ellas, parece más aconsejable la segunda, ya que no presenta una seriede posibles elecciones al alumno (a modo detest), sino que éste debe dar su solucón a la pregunta formulada por memorización, inducción odeducción, contestando por propia iniciativa, sinopción a elegir entre varias soluciones, como ocurre en las de Pressey. El alumno se autocorrigey pasa a la estructura siguiente una vez comprobada la exactitud del resultado.

La enseñanza programada es un método indidividual que facilita el estudio notablemente yque logra unos resultados verdaderamente sorprendentes. Como todos los métodos, hay materias para las que resulta. más propicia, pero engeneral ha tenido muy buena acogida en todoslos campos. La presentación esquemática de es-

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S. jtos métodos de enseñanza general nos servirá debase para un análisis más detallado de la enseñanza militar desde el punto de vista de su metodología, y la búsqueda de posibles solucionesque la actualicen y acomoden a las circunstancias presentes. (En los anexos 1 y 2 pueden verse ejemplos de los sistemas lineal y ramificadodentro de esta clase de enseñanza programada.)

TI. LA ENSEÑANZA EN EL EJÉRCITO.

Creo aue no es aventurado - el evaluar en unacuarta parte de la vida militar el tiemno dedicado a la ensefianza, bien sea en funciones de nrofesor o bien como alumno. Ello, va de por sÍ nosmanifiesta la aran imnortancia que en nuestraprofesión alcanza todo lo relativo a la ensefianza.

Las ciencias oue hoy en día contribuyen enniavor narte al desarrollo de la ensefi.anza hnnde tener un puesto predilecto en nuestra Milicia. vasí hoy debernos dedicar un aran cuidadoy una atención preferente a la Pedacoafa. a laPsicopeçlaçrçw{a y a la Metodolocía de la Ensefianza. ta influencia de estas ramas del saberpuede ser revolucionaria en la concención de unnian de ensefianza. y lóaicamente la vida militar debe estar atenta a este perfeccionamientoque le ofrece el proareso.

Los distintos centros de enseanza oue hayen el Riército, cada uno con una función nrouiay definida, voy a clasificarlos de una manera cdnvencional para nuestro estudio, en el siguienteesquema:

A) Academias de las Unidades y C. 1. R., si

— Escuelas de alfabetización.— Clases de cultura y formación moral y

militar.— Centros de formación profesional.

d) Un respuesta por parte del alumno a ca- ‘ ps»o ¿. ..o.. P.AC.3 tJda estructura que puede constituir una frase, undibujo o un cálculo. _________________________________________

11

11

B) Academias preparatorias militares:— Regionales.— Las que en su día pudieran hacer l

selección para ingreso en la A. G. M. (3).

C) Instruicción premiliar superior.

D) Academias militares.— Academia General Militar.— Academia Militar Auxiliar.— Academias especiales de las Armas y Ser

vicios.

aplicaciót y especialidades.

de aplicación de las Armas y

— Escuela Militar de Montaña.— Escuela Militar de Paracaidistas (4).— Escuela Central de Educación Física.

F) Escuelas técnicas y similares:— Escuela Politécnica.— Escuela de Geodesia ‘y Topografía.— Escuela Central de Idiomas.

(3) Ver artículos del Capitán de Artillería don Ricardo.Marzo Mediano en EJERCITO, númems 307, 308 y 309,«Ideas sobre el ingreso en la A. G. M.»

(4) Actualmente depende del Ministerio del Aire, peroen su día tendrá que pasar a depender del Ejército, yaque las únicas Unidades Paracaidistas son del Ejércitode Tierra. Sus profesores son de Aire y Tierra conjuntamente.

— Cursos de Mandos Superiores.

— Cursos de Logística.— Escuela de Estado Mayor.

H) CESEDEN:— Curso de Estados Mayores Conjuntos.— Altos Estudios de la Defensa Nacional.

Pasaré a analizar muy escuetamente los cincoprimeros apartados, que son los que por mi condición y circunstancias puedo, enjuiciar.

En el apartado A) se incluyen las Academias delas Unidades y los C. 1. R., s. Creo que en elloses posible la utilización a gran escala de nuevosmétodos para las enseñanzas, y que con esto sereducirían mucho los períodos de aprendizaje yestudio. De todos es conocido el nuevo sistemade fichas utilizado en el C. 1. R., ello ha significado un paso necesario, pero si logramos crearunas fichas programadas seguramente sus resultados nos sorprenderían. En las escuelas de alfabetización es posible también reducir la permanencia del soldado en ellas a base de métodos mássimples y eficaces. En los cursos de formación declases sería muy útil la Enseñanza Programada,’ya que reduciría los tiempos dedicados a ello sindisminuir el rendimiento. En fin, sería précisorealizar pruebas previas en todas estas academiaspara llegar a soluciones más exactas; aquí sólopretendo presentar el problema real de una manera global y no el dar soluciones concretas.

En el apartado B) considero a la academiaspreparatorias, las cuales hoy en día, si bien existe

— Cursos de cabos, cabos primeros y los G) Escuela Superior del Ejército.de complemento procedentes del reemplazo.

E) Escuelas de— Escuelas

Servicios.

12

• trn programa al que deben ceñirse, no disponen demedios suficientes ni de una metodología moderna. En cierto modo, estas academias dependenmucho de los procedimientos particulares de susprofesores, sin que dispongan de ayudas o auxilios adecuados para la enseñanza.

Aunque sea a modo de inciso en el presenteanálisis, quiero indicar la sugerencia de que estasacademias preparatorias podrían depender de la1. P. S., y que los profesores podrían ser los oficiales destinados en las mismas zonas de la 1. P. S.Creo que no existe incompatibilidad -y, por otraparte, sería un complemento estupendo para algunos de dichos oficiales, mientras los restantes’siguen las vicisitudes normales o se agregan aotros centros de enseñanza.

En el apartado C), que corresponde a ‘la .1. P. S.,es de notar, que en sus campamentos no existensuficientes ayudas a la enseñanza. Es en este grupo donde más se hace sentir la falta de una buena metodología, puesto que la diversidad de lascarreras de procedencia de los alumnos exige untipo de enseñanza más individualizada y que facilite la adquisición de Tos conocimientos al ritmode cada uno.

El grupo formado por las academias militarespodemos decir que ha evolucionado en sus programas, pero no suficientemente en métodos y enmedfos de ‘ayuda al profesor para la enseñanza.Por otra parte no acuden profesores con titulaciones civiles que puedan desarrollar sus cometidos airosamente. Ello obliga a encargar de’ carteras a profesores con una magnífica voluntad ycelo, pero que tienen que realizar notables esfuer

zos. Se hace sentir la necesidad de métodos ade-cuados y de un posible libro del profesor que facilite la misióñ de consulta y desarrollo del programa.

En el último grupo que voy a analizar he’ incluido a las escuelas de Aplicación y Especiales.En general es donde más cuidada está la enseñanza y donde se ha apreciado una evolución favorable. Algunas de ellas, especialmente las detipo físico-práctico, se prestan menos a dotarlasde una metodología nueva; sin embargo creo queen todas ellas cabe perfectamente el proveerlascon métodos más apropiados. (Un estudio posterior puede ser objeto de un análisis más minucioso sobre los distintos cursos que convoca cadauna de ellas.)

Si logramos por procedimientos metodológicosreducir el período de enseñanza a porcentajes máspequeños, habremos ganado un tiempo preciosoque podremos dedicar a otros cometidos del servicio. Hoy en día se tiexide a reducciones del tiempo de permanencia en filas, y una metodologíaadecuada ,no sólo será conveniente, sino imprecindible.

No creo sea preciso insistir más en ello; sin embargo sí quiero recalcar una cosa, y es que la metodología es para el hombre y es preciso adaptarla a sus condiciones temperamentales y caracterológicas, por ello la que adoptemos en nuestrocaso podrá diferir de la considerada como excelente quizá en otros lugares.

Es preciso una experimentación adecuada ycrear un equipo de’ técnicos especialistas para realizar una serie de ‘muestras previas que valoren

13

la utilidad de los métodos y con sus rectificaciones los eleven a definitivos. Sólo así llegaremosa resultados favorables.

III. POSIBLES SOLUCIONES METODOLÓGICAS.

Por todo lo anterior, y mirando los aspectos queconstituyen la enseñanza en el Ejército, me ha parecido conveniente fijar un método adaptado anuestras circunstancias medias que dé satisfacción ‘a las necesidades de enseñanza individuali•zada y de trabajo en equipo.

Otro aspecto que he tenido en cuenta es el dela creación del libro del profesor, que garanticeuna exposición uñiforme y pedagógica en todoslos centros o secciones y que exima a aquellosprofesores que por las circunstancias no esténdebidamente impuestos en sus materias, de realizar esfuerzos sobrehumanos (a veces no suficientemente compensados con sus resultados). Esteaspecto es muy importante y nó puede dejarse alarbitrio de cada profesor la enseñanza. Debe exponerse con arreglo a un plan estudiado por técnicos y especialistas que le proporcionen la lección digerida y desarrollada. Si algún profesor esun genio supera a la que el método le ofrece,mejor que mejor, pero por lo menos hay que garantizar el mínimo indispensable a dar en la clase.

El método de enseñanza que de una forma ge-’neral se propone es el siguiente:

A) Tipo de enseñanza:

— Individualizada y en equipo (mixto).

B) Desarrollo de la clase: -

Se inicia con un «test» sobre lo expuestoen la sesión precedente (diez minutos).

— S e• corrige individualmente (autocorrección, cinco minutos).

— Comentarios del profesor sobre el «tet»(cinco minutós).

— Explicación del profesor auxiliado de medios audiovisuales, pancartas, gráficos, etcétera (veinte minutos).

Diálogo abierto con los alumnos (diez minutos).

C) Medios auxiliares:

— Libro para el alumno fundado en la enseñanza programada, con hojas intercambiables y ampliable.

«Test» para cada lección, comprobatorios,• que se entregan en cada sesión. Una vez

corregidos por los alumños y cotejados porel profesor se intercalan en el libro parasu consulta.

— Corrector del «test» que se da en clase parafacilitar la corrección ‘individual y ‘paraque quede constancia de la solución exacta. Se une al libro al igual que el «test».

Películas cortometrajes de unos diez minutos, ayudas al profesor para algunasmaterias apropiadas.

— Fichas síntesis de películas y diapositivaspara unirse al libro.

— Diapositivas y proyecciones fijas.

— Libro del profesor, con guiones amplios ydetallados sóbre la lección. Preguntas arealizar en clase.

— Exámenes mensuales.

— Gráficos y pancartas según lecciones.

D) Trabajos ‘a realiza- por los alumnos duranteel curso:

— Temas individuales, concretos y facilitando bibliografía, consultas y orientaciones.En número variable.

— Temas en equipo. Varios y con rotaciónde los componentes. Constituye un elemento muy interesante en la vida militar.

— Exposiciones en equipo e individuales enclase sobre los temas una vez seleccionados por el profesor.

E) ‘Para la programación y confección del método en cada caso concreto, se requiere un equipo que debe tener representantes en númerovariable y en igual proporción de:

— Jefe u Ofjcial representantes del Centro.

— Técnico de la materia a tratar

— Psicopedagogo.

— Especialista en Enseñanza Programada.

F) Perfectibilidad del método:Al constar de hojas intercambiables, permite su

revisión anual y mejora, adaptándolo a las necesidades del momento sin que por ello constituyaun gran desembolso económico.

Sin dificultad se advierte que el método puedeadmitir adaptaciones y simplificaciones, transformando algunos de sus medios auxiliares por otrosmás a la mano y económicos, con lo que se reduciría su costo. Las películas pueden suprimirse, pero sería de desear que iniciáramos nuestrostrabajos en este campo que tanto interés pedagógico tiene.

14

Para Llevar a cabo el plan. se re4uiere. disponer‘de un equipo de técnicos y especialistas para laconfección del método en cada materia, programay curso. Durante la ‘planificación y su desarrollose requiere una gran atención y dedicación. .Posteriormente, en los centros de enseñanza se simplificaría notablemente el trabajo,, pudiendo dedicarse más al’ hombre que a problemas técnicos.

Es necesario crear conciencia de que las cosasno pueden’ aprenderse de cualquier forma ni acosta de un derroche de celo por parte del profesor o de esfuerzos sobrehumanos a costa delalumno. Se requiere una planificación muy detallada y un método pedagógico adecuado al fin.

Los anteriores aspectos nos llevan de la manoa algo que todos sentimos como necesidad imperiosa:, la modernización de nuestra metodologíamilitar.

BIBLIOGRAFIA Y DOCUMENTACION CONSULTADA

Revista Bordón, números 115/63, 121, 122, 123/64 y 132,133/65.

Artículos de Ibériça Bedaux.Fry. E., «Máquinas de enseñar y enseñanzaLearning Systems Institute (Luxemburgo).«Inglés Programado’>, Instituto Pararmón.Folletos Curso F-104 del Ejército del Aire.

ÑOTA.—Los ejemplos de programas lineal y ramiicadoson muy esquemáticos, y sólo a fines de exposición delos sistemas. En su confección no se ha tenido en cuentacurso, edad mental de los alumnos ni otros datos particulares que son necesarios para una redacción correcta. Asimismo, se• ha simplificado al máximo, ya que lo interesante es ver el procedimiento solamente.

programada».

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Las respuestas se esciiben en los espacios existentes. Serequiere una cartulina que cubra las preguntas y respuestas siguientes, que el alumno va descorrindo cuando tieneque comprobar su respuesta, encontrándola escalonada,

al mismo tiempo que le permite leer también, sucesivamente, la pregunta siguiente.

Este tipo de programa está indicado para enseñanza elemental.

2

/

3

Las páginas llevan la numeración correlativa, pero el orden que ha de seguir el alumno es el que se le ordenasucesivamente y de una forma arbitraria para no influen

ciar sus contestaciones.En el presente ejemplo sólo se han representado tres páginas (las qúe figuran dentro del recuadro en el gráfico 2)para no extendernos demasiado, pero para completar unaunidad didáctica serían necesarias más. Fácilmente se puede ver que el alumno tiene varios caminos para seguir,según cija sus respuestas. Puede llegar a la página 2 a

través de:

—6—4—2—6—4—7—2

6 — 5 — 4 — 7 — 2—6—5—3—2

Si sus ideas son acertadas seguirá el más corto.Si sufre equivocaciones o no tiene ideas claras seguirá

otro más largo para aclararle sus errores.Este tipo de programa es conveniente para enseñanza

Media o Superior.La página 1 da instrucciones y ordena empezar por la

ndmero 6.

‘-

( pag 4)—ifectivamente, no debe ser condicionada en circunstancias n01’males.Acert6 Vd.Continiie.

—La libertad de expresi6n tieneque respetar los derechoe de loedemás.’roda aocidn tambien deberealizarse de forma que no per—judique a los otros hombree.

—Creó que la libertad de paneas!to tiene que respetar a.lgtín derecho de loo demú ?.81 (pag. 7 ) . NO (pag. 2 )

It.

Pag. 6 )-La libertad ea un derechque Dios dá al hombre.

—Son formas de ella, la libertad de expresi6n,de

• pensamiento y de acción.—La libertad de expresión¿debe ser reconocida por

el ‘stado ?

.SIEMPRE (pas. a pag 4

.SOLO A VNCES (pase apag. 5)

(pag. 5)—No es oertada la respuesta.—Siempre debe ser respetada la 11bertad por el Estado y natural—mente todo hombre la emplearL duna manera correcta y digna.

—Creó que si se emplea dignamentedignamente el Estado puede con—d,icionar la libertad a.]. hombre?

,SI ( pase a pag. 3.iO ( pase a pag. 4

ESPAÑA DE Hoy DE MAÑANA

Por Rinaldo ‘PANETTA. Traducido de la Revista del Instituto Geográfico Militaritaliano «L’Universo», por el general Narciso ARIZA GARCIA (U).

CAPITULO TERCERO

El Plan de Carreteras

Al finalizar la guerra civil en 1939, la réd de carreteras estaba en una situación desastrosa. Millares de puentes destuidos, millares de kilómetros defirme destrozados por efecto de la lucha y de falta de entretenimiento. El Estado, falto de recursos y dedicado a la reorganización de serviciosesentiales, no pudo interesarse rápidamente en sureparación. Sobre tales carreteras, durante los largos años de aislamiento, se desarrolla el movimiento de vehículos deteriorados, que provenían, la mayor parte, del período de anteguerra. El tráficotambién daba idea del estrangulamiento a que estaba sujeta la nación y del bajo nivel de» vida delos pobladores.

En 1960, encontrándose entonces España en fasede estabilización, el Ministro de Obras Públicas enun discurso libre de prejuicios, al señalar las obrasnecesarias para hacer salir al país del retraso enque se encontraba- dijo que la carretera constituía

- un «panorama de tribulación». Afirmó que el 54 por100 de la red de carreteras estaba en «mal)) estadoy que «el 30 por 100 de las grandes arterias erandificilmente prácticables». La situación era, pues,insostenible.

Grupos de técnicos, ingenieros y expertos, estu- diaron a fondo las obras a desarrollar para la mo-

» dernización dé la red, y fue redactado, por fin,un «Plan General de Carreteras», aprobado por. lasCortes en diciembre de 1961. Tal Plan, de 16 añosde duración y dividido en cuatro cuatrienios, entró

- en función el 1 de enero de 1962, el mismo-año enel que el «Informe de la Banca Mundial sçbre condiciones económicas de España» decía, a propósitode la red de carreteras: «Es necesario tomar sinretardo enérgicas decisiones, si se quiere evitar eldesemboque en una situación desastrosa».

En efecto, las decisiones enérgicas se tomaron ylos trabajos se iniciaron a pleno ritmo para llevara término’ los objetivos previstos para 1977, considerado como «el año horizonte». Por objetivos seentienden las condiciones eficientes —el nivel-, deservicio— que deben poseer las carreteras para eltráfico previsto en ese año, unas cuatro veces másintenso del actual. »

No es posible detallar las obras previstas en elPlan, ni siquiera agrupándolas por itinerarios o porregiones. Para comprender su alcance basta dar unresumen global.

Obras a realizar en el período 1962-1977

— Construcciones de autopistas

— Variantes de trazado— Rectificaciones de recorrido

y supresión de curvas— Construcción de obras de

arte— - Supresiones de pasos a nivel.— Sistematizaciones de cruces.— Construcción de nuevas ca

rreteras— Ampliación y refuerzo de

macadan— Sistematización en ciudades.— Sistematización de toda la

señalización vertical y horizontal, necesaria para todala red

El presupuesto calculado para el desarrollo detodo el Plan, se eleva a 177.000 millones de pesetas; con el fin de no gravar sobre los Presupuestosdel Estado, aun -en plazos cuatrienales, el Plan debe en gran parte financiarse con el impuesto fiscalsobre carburantes.

Al principio se previó que el aumento del tráficobastaría para cubrir, cuanto antes, el déficit inicial, hecho que se ha verificado puntualmente puesto que el impuesto sobre carburantes consumidosen el transporte por carreteras en el trienio 1961-63ya superaba el gasto de inversión previsto comoanualidad del Plan, y es- fácil prever un mayór superávit en el septenio 1970-77.

También se tuvo en cuenta que el aumento detráfico traería como consecuencia una continuadaalza en la demanda de carburante, con el consiguiente impacto en la balanza de pagos. Pero eldesarrollo de la motorización era consecuencia deuna mejora del nivel de vida y de la producción, yéste era uno de los objetos que se proponía el«Plan General de Carreteras».

2.847 kms.3.825 kms.

3.867

40.988371

1.258

kms.

unidadesunidadesunidades

13.484 kms.

38.243 krns.- 224 pueblos

17

SPAGNA DI 0001 É DI DOMANÍ

-

deMc!iorcoO‘•“ ISLAS BALEAIR.ES

La red «Esmeralda.», Que agrupa los grandes itinerarios de tMffco internacionaL

Después veremos cómo el «boom» turístico haintervenido también para hacer superar todas lasprevisiones, incluso las más optimistas, y corno lasuma gastada para la modernización de Carreteras,en la.. realidad, es una inversión altamente rentablepara la economía en general.

La red española ocupa el sexto lugar, en cuanto.a extensión, entre las naciones de Europa Occi.0dental con su 127.105 kilómetros, referido alao 1959.

En relación con los trabajos a eecutar, se ha estudiado un régimen de prioridades a base de la importancia de la vía, según volumen de tráfico, ubicación, lugares por donde la carretera discurre yconexiones recíprocas que sirve.

El complejo se ha clasificado así:

RED BÁsICA

La forman los itinerarios nacionales, es decir, los

que unen grandes centros de población, o bien centros industriales, agrícolas, turísticos o terminalesde comunicaciones de máxima importancia. Se caracteriza esta red por una gran intensidad de tráfico y a distancias largas; todas las ciudades conmás de 100.000 habitantes deberán ser incluidasen esta red, en la que las carreteras deben permitir velocidades de hasta 90 kms/hora y con los accesos perfectamente controlados. La futura red nacional de autopis.as se integrará, prácticamente, enesta red básica..

RED ftEGLONAL

Formada por carreteras que enlazan centros populosos directamente, o bien a través de la red básica. Toda capital de provincia o ciudad de másde 50.000 habitantes deberá quedar unida a Madrid a través de una de dichas redes. El serviciopermitirá obtener velocidades de unos 70 kms/h.

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intcrna.zionale.

18

RED PROV INCIAL

La constituyen las carreteras que unen 105 pueblos de unos 5.000 habitantes con la capital de suprovincia y a una de las dos redes antedichas. Setrata de verdaderos itinerarios colectores de tráfico, cuyas condiciones técnicas permitan desarrollarvelocidades de 40 a 60 kmsfh.

RED COMUNAL

Se trata de caminos que unen centros superioresa 1.000 habitantes; deben permitir una velocidadmínima de 30 kms/h.

RED VECINAL

Constituida por camin,os de interés local; mientras todas las anteriores corren a cargo del Estado,ésta lo está de la provincia o municipio. El Plan laexcluye de su propia intervención.

A la anterior clasificación el Plan ha añadidootras dos:

RED AZUL

Compuesta por las carreteras generales de mayortráfico. Viendo un mapa de carreteras se apreciaun sistema radial;’ de Madrid parten hacia la periferia de la península seis ‘grandes arterias, llamadas también «carreteras radiales»;’ en total la redazul comprende 10.687 kms., y en ella se desarrollael 65 por 100 del tráfico total.

RED ESMERALDA

Coincide con la Red Azul, pero sólo comprendede ésta los grandes itinerarios de tráfico internacional, designados en la Conferencia de Ministros europeos de Transportes. ,Su desarrollo es de 5.928 kilómetros.

Es obvio que ‘las carreteras que tuvieron prioridad en la ejecución de los trabajos fueon lasde la Red Esmeralda, por consentir al turismo internacional recorrerlas en las mejores condicionesposibles. Siguieron después las de la Red Azul y,en seguida, las comarcales y provinciales. La urgencia exigía proveer primero a la mejora del fir

me, al menos, en forma sumaria; luego, en un segundo tiempo, a la consolidación del pavimento,ampliación de la carretera, rectificación de curvas,etcétera.

Y así se ha hecho. Precisa decir que las’ obrasrealizadas hasta hoy,. en la Red Azul, son de im

portancia. Notables tramos de carreteras han sidoampliados, rectificados, explanados; casi todos pavimentados de nuevo. No se trata, ciertamente, deautopistas. En algún caso los trabajos no han logrado el éxito deseado, como algunos tramos delas carreteras BarcelonaLérida-ZarágoZa-LOgr0ñ0Bilbao y la de Madrid-Valencia. Aun cuando la«Red básica» no está del todo a punto, se puede viajar sobre las carreteras radiales. Y se viaja tanto, que alguna carretera —como la mediterráneaque desde Barcelona conduce a Almería, por TarragonaTortosaValenCia-AliCante presenta tramos insuficientes al tráficó turístico, que en el verano es muy intenso. El «-panorama de tribulación,» que se observaba aún en 1960, es sólo unrecuerdo. Hoy día,’en España, se puede viajar.

Recorrer los itinerarios mediterráneos de la «Costa Brava», la «Costa Blanca» o de la «C6sta delSol)), ir por la florida huerta de Valencia o bajolos esplendores del mar en Alicante o Málaga, atravesar la árida meseta o correr por la carretera dela «Costa Verde», al borde del Cantábrico, en lospintorescos panoramas septentrionales de los «Picos de Europa», refrescados por la brisa del MarVizcaíno, proporciona un ininterrupido rosario désensaciones vivas, profundas y siempre nuevas. A suvez se experimentan particulares impresiones cuando se superan los puertos de las varias sierras,como los pasos de Somosierra, Navacerrada, Piqueras, del Escudo, etc. Pero, tamién aquí la poesíacede el paso a lo práctico; en más de un puertose ha proyectado la perforación para evitar su aspereza, pues,. aunque se trate de puertos en buen

Un tramo de ta carretera de la Costa Verdé(San Sebastiáil-OViedO).

La rete azzurra che comprende i grandi itinrari di base. La red azul, queagrupa los grandes itinerariosnacionales d emayor tráfico.

estado en invierno suelen ser impracticables por lanieve. El puerto de Guadarrama, que atraviesa elAlto de los Leones, en la ruta Madrid-Avila, y sobre el que existe la pendiente más elevada de todala red espáñola, se ha eliminado mediante un moderno túnel inaugurado por el General Francoen diciembre de 1963; un año después de quela Banca Mundial había concedido un préstamode 33 millones de dólares para los proyectos demayor urgencia del Plan General de Carreteras.Tal suma ayudará a financiar el plan de modernizar o construir nuevos tramos de los 745 kilómetros de carretera del triángulo Madrid-Barcelona-Alicante. El año 1963, por los progresos alcanzados,fue llamado ((el año de la carretera», aunqpe eninvierno los temporales habían dañado, especialmente en las sierras, unos 18.000 kms. de carreteras.

Aparte del Bancd Mundial, otros once Bancos oInstitutos de Crédito de Alemania Occidental, Países Bajos, Suiza e Italia han concedido créditos aEspaña con destino al Plan de Carreteras.

En cuanto se refiere a las llamadas «autopistas»,lo estudios realizados por la Dirección General de

Carreteras sQbre la construcción de tales arterias,adecuadas al tráfico de mañana, aportan previsiones fundadas en la intensidad media de la circulación diaria, revelada por los servicios de control.Según éstos, en 3.000 kms., la intensidad media essuperior a los 2.000 vehículos. Evidentemente estos3.000 kms. deberían ser transformados en autopistas, de acuerdo. con la norma internacional queaconseja tal transformación en toda carretera sometida a un tráfico superior a los 5.000 vehículosdiarios; y en tales tramos está prevista, en ordena los índices anuales de aumento para 1970. Hoydía se puden encontrar unos 150 kms. con tráficode 8.000 vehículos diarios —son los tramos de entrada y salida de las grandes ciudades— y unos300 kms. con intensidad superior a los 5.000 vehículos al día. A estos 450 kms. se deben aumentarotros 2.600 en los que la intensidad media es yasuperior a los 2.000 vehículos.

Estas arterias de tráfico creciente sirven de baseesquemática al trazado de las futuras autopistas.La situación, ((de hecho», ha centrado los grandesproblemas circulatorios en unas áreas bien determi

M A R CA NTABRICO

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FRANCIA

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q.y.

20

nadas: Madrid, sobrecargada por el tráfico de lascarreteras radiales;• Barcelona, congestionada por eltráfico industrial y por el de la frontera francesa.Los accesos a las dos citadas ciudades van a serreconstruidos, todos con autopistas. En Madrid lostrabajos están, en gran parte, terminados. Estánterminados los proyectos de la autopista de Asturias, Oviedo-Gijón-Avilés, y la autopista de Bubao-Sañ SebastiánIrúfl-Vit0ria, y está madurándose el proyecto de la autopista del Mediterráneo,que deberá conducir, como la actual carretera, des.de Barcelona a Almería.

El aumento del tráfico interior está íntimamenterelacionado con la producción automovilística Elcrecimiento del nivel de vida de la población española ha traído, en consecuencia, el aumento dela demanda de automóviles.

Según datos suministrados por la Dirección Central del Tráfico, el parque español de vehículos amotor era, a finales de 1956, de unas 100.000 unidades. La depreciación de la moneda cerraba, prácticamente, el. paso a la importación. La SEAT comenzó en 1954 su producción con 2.500 unidades.A últimos de 1963, abierta hacía unos años la importación, el número de vehículos se había elevado ala cifra de 1.463.719, y la producción nacional, endicho año, batió un récord con un total de 77.774unidades construidas, representando un aumentodel 15 por 100 sobre el año 1962 y un 39,9 por 100respeçto a 1961.

CAPITULO CUARTO

Antecedentes de los ferrocarriles españoles

cestas y bultos, que no cesaba de repetir: . ((No haymás remedio que aguantar». Es necesario haber conocido la’ España de los años del aislamiento parapoder valorar la España de hoy y mejor aún la queserá mañana.

Hablamos de los trenes «correo» porque eran loque más caracterizaban el panorama de tributación de los ferrocarriles españoles. Los «expreSOSestaban en servicio en las líneas principales, conuno o dos servicios como máximo al día, pero parautilizar sus servicios era preciso reserar billetecon una semana de antelación. Viajar en los trenesespañoles, en suma, era un problema arduo, bajocualquier punto de vista. De Barcelona a,,Madridse tardaba una veintena de horas; las estaciones,negras de carbón, no disponían ni de los serviciosni de la elegante infraestructura del extranjero, ytenían un aspecto desolado, escuálido y deprimente.Algunas de ellas, situadas en la meseta, daban lasensación de .encontrarse en un extraño «Far West»;incluso la campanilla que el jefe de estación utilizaba pára dar la salida de los trenes, tenía muchode ochocentista y de romántico. Podíamos decirque hasta 1962 casi nada había cambiado: se viajaba como en el siglo xix. Muchas locomotoras ymuchos vagones eran, en realidad, los mismos, agravados con su edad y el deterioro provocado por eluso y las condiciones espaciales ambientales.

La primera línea de ferrocarril española fue inaugurada en 1844. Las construcciones de las vías ferreas se hicieron por empresas privadas, las mismasquelas explotaban. Pero al no seguirse un plan general, de conjunto, tales empresas “construyeron tra

Si la red de carreteras en 1960 constituía —segúnel Ministro de Trabajo— Ufl ((panorama de tribulación», la red ferroviaria no ofrecía aspecto más confortante.

Anticuada ya antes de la guerra civil, al términode ésta, tanto su infraestructura como, el materialmóvil presentaba un aspecto depauperado, consecuencia del abandono y de las destrucciones deaquélla. Continuó en mal estado por la necesidadde sufragar la reconstrución y la alimentación delpueblo. Por sus vías corrían vagones anticuados—algunos desprovistos de luz eléctrica y de servicios adecuados—, arrastrados por locomotoras devapor, de cuya chimenea salía humo negro,.denso ymaloliente que hacía más pesado el viaje cuantomás largo era. En relación con el resto de Europaparecía que España se había detenido el año 1910.Así sucedía en los famosos ((correos)), en cuyos vágones de segunda y tercera clase (en primera viaja-

- ban muy pocas personas) se apiñaba una ‘multitudvariada, pintoresca, casi toda procedente de lospueblos agrícolas, esparcidos en la ((meseta» o enlas’ «sierras)). Una humanidad cargada de paquetes,

zados arbitrarios, de acuerdo con sus particularesintereses. Fue una fortuna que, al menos, las principales vías concurriesen en la capital. La dura geografía repercute fatalmente en las características dela red; sólo eJ 23 por 100 se desarrolla en planohorizontal, y apenas el 66,34 por 100 en línea recta.Los trazados superan, a veces, tres líneas divisoriasconsecutivas, constituídas por otras tantas cadenasmontañosas, con pendieñtes que alcanzan hasta un20 por 100, y las curvas presentan a veces los mínimos radios admitidos; 1.762 kms. de curvas conradio inferior a 500 metros, eauivalen al 13 12 por100 de la longitud total. La red está servida por4.048 mientes, con un total de 89.8 kms., y nor1.165 túneles, Que representan 369.9 kms, La msrnacruza con otras vías de comunicación por 15.880pasos, incluidos los «a nivel», por encima o por de-balo.

Al atormentado trazado de la red naciopil hay¿lue añadir la necesidad de oue los elementos motores dispongan de una elevada potencia para superar los fortísimos desniveles, arrastrando tras sínumerosos vagones, en los pocos recorridos efectuados; de otra parte, la diferencia de ancho de víaespañola de la europea imoide la aportación de material móvil extranjero, Todo ello ha -hecho antieconómico la explotación de la red de ferrocarriles,que siempre han liquidado con importnte déficit.

Antes de 1930, durante la dictadura del GeneralPrimo de Rivera, se estudio un plan de reorganización; pero por falta de capital necesario y luegopor las vicisitudes oolíticas del país,. el plan no llegóa iniciarse. En 1941, abolidas las compañías queexplotaban la red, ante la imposibilidad de resolverlos problemas de la reconstrucción, debido a los altísimos costos que - implicaba, se constituyó la empresa del Estado RENFR.

Durante los aflos transcurridos hasta 1950, fueron tiempo perdido, por las causas ya señaladas dela segunda guerra mundial y el aislamiento de España; se proveyó como se pudo a la utilización delmaterial fijo y móvil y se clausuraron algunas líneas antieconómicas En 1950 entró en acción unmodesto pIan de renovación, dotado con 500 millones de pesetas, suma a todas luces insuficiente, parala reconstrucción del parque y la puesta a punto dela red.

La situación en 1.0 de enero de 1956 era la siguiente:

VÍA ANCHA:

Línea de vía dobleLínea de vía simple

De los cuales:

Línea electrificada de vía dobleLínea electrificada de vía simple

VÍA ESTRECHA:

Longitud totalElectrificada

El Parque móvil el año 1958 era el siguiente:

Vía Víanorma! estrecha

Locomotoras de vaporLocomotoras eléctricasVagones de personalVagones de cargaAutomotoresFurgones

Después, con la ayuda americana, las- cosas comenzaron a cambiar radicalmente. En 1962 fue reestructurada la RENFE para que produjese a costomás económico; se redactó un Plan de seis añosde duración con un presupuesto de 24.000 millonesde pesetas, y se continuó la supresión de líneas antieconómicas, previa sustitución con servicios automóviles, mientras se construían otras líneas indispensables.

A final de 1963 se contaba con un desarrollo enexplotación de 13.436 kms., de los cuales 11.560eran de vía única (1.840 electrificada), y 1.876 dedoble vía (600 kms, electrificados). Se habían renovado las vías en 475 kms. de recorrido, inaugurado la planta ferroviaria del puerto de Vigo, am-

• • 1.846 kms.13.123 ,

Total14.969 kms.

339 kis.777 B

Total1.116 kms,

4.700 kms.850 »

2.826246

2.68174.763

2822.401

51536

137015,017

427

22

Linøa ferroviaria da Madrid ad Algecrras hm .

puada y modernizada la estación de Málaga, inaugurada la nueva estación de Cáceres y la internacional de Irún, así como la de Port Bou e iniciadala automatización de la de Zaragoza. Se habíantransformado a «fuel-oil» 41 locomotoras de vapor,que unidas a las 499 ya existentes, alcanzan 540 eltotal de los medios de tracción que funcionan conaceite combustible. Es de señalar, además, que lared está recorrida por nuevos y modernos trenes,arrastrados por automotores a tracción «Diesel»;tales eran:

— TAF (Tren Automotor FIAT).* TALGO (Tren Articulado Ligero Goicoechea

Omar), para. recorridos rápidos sobre grandesitinerarios.

— FERROBUS (verdaderos autobuses ferroviarios).

La plantilla - de personal ascendía a 112.839 depersonal fijo y. 6.976 eventual.

A las progresivas mejoras en el servicio correspondía una mayor utilización de los transportes;así, en el año 1958, los viajeros fueron 108.838 millares, con 7.341.260 viajeros-kilómetro, y. enel aiío1963 se aumentaron a 147.439 millares y 10.093.000viajeros-kilómetro. El aumento representó, respecto a 1962, el 14,78 por 100.

No puede decirse lo mismo respecto a las mercancías; éstas, en efecto, no han seguido el ritmocreciente de los viajeros, debido a la fuerte competencia de los transportes por carretera, que comosucede en todos los países, resultan más flexiblesy económicos que los ferroviarios.

Pero el turismo en, masa llegaba a los Pirineos;el país estaba en pleno desarrollo industrial, los españo1s viajan cada día más, y sobre todo, lostransportes automóviles se renovában y desarrollana prisa. Por tanto, era necesario adaptarse a los

nuevos tiempos y aprovechar la mayor riqueza hidroeléctrica, con la tracción eléctrica. En 1.° deenero de 1964, la situación era la siguiente:

VÍA NORMAL:

Línea electrificada, vía

Total

doble 808,7

2.390,6

»

kms.

VÍA ESTRECHA:

796,8 kms.Línea electrificada, víaLínea electrificada, vía

únicadoble 39,4 »

Total.. 836,2 kms.

Mucho se había hecho; mucho se estaba haciendo. Pero el «panorama de tribulación» continuaba.La velocidad seguía siendo pequeña; los trenes circulaban lentos en forma desesperante. Algunas decenasde TAF y AUTOMOTORES y cuatro TALGOS nopodían satisfacer todas las necesidades. Era precisomultiplicar esfuerzos, energías y medios para poderejevar los ferrocarriles españoles a la altura de laslíneas férreas europeas. Por esto, en diciembre de1964, las Cortes aprobaron —en el cuadro del Plande desarrollo económico y social— un nuevo Plande modernización de la RENFE. Recogiendo losplanes de 1962 y anteriores, tiene como misión darun impulso a la renovación de la red ferroviaria, yaque se ha pensado que en España, como en otro cualquier país, no se puede préscindir, ni ahora ni en elfuturo, de la vía férrea, y ello a pesar del impulsode los transportes por carretera. El plazo en quehabrá de desarrollarSe es de diez

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23

CAPITULO QUINTO

La industria siderúrgica

Las realizaciones logradas hasta ahora han requerido, y requieren, una notab]e aportación de la industria siderúrgica. Vamos a examinar, pues, los aspectos de esta actividad esencial para la vida delpaís en el desarrollo económico.

Espafía tuvo siempre cierta tradición siderúrgica,basada en. la disponibilidad de materias primas (sonfamosas las piritas vascas y andaluzas). Hoy día ladisponibilidad, producción y comercio de piritas reclaman, cada vez más, la atención del mundo industrial internacional, porque tales minerales, como sesabé, están estrechamente ligados a la fabricación deácido sulfúrico, de importancia capital en la industria. Para España la cuestión reviste excepcional importancia, por cúanto su subsuelo contiene la mayorreserva del mundo (unos 400 millones de toneladas,es decir, el 60 por 100 de la mundial) y las piritasocúpan el primer puesto entre los minerales exportados. En. 1960 la pr’oducción fue de 2,25 millonesde toneladas, de las que se exportaron 1,29 millones,con un valor de 700 millones de pesetas.

La primera fase del desarrollo industrial siderúrgico tuvo lugar desde principio del siglo hasta laprimera guerra mundial; fue seguida por la tremenda competencia de la industria europea, al término.de la misma, con la consiguiente transformación dela potente producción de guerra a la de paz.

Una segunda fase se tuyo el año 1922 hasta laguerra civil. La tercera fase iniciada al terminar ésta,fue lenta y fatigosa por las dificultades debidas alaislamiento español. Durante este período, de unosquince años, la industria siderúrgica española estuvo, en realidad, sometida a un verdadero estrangulamiento. No obstante, produciendo al límite de susposibilidades, pudo contribuir a la consolidacjón dela economía nacional. Ello fue debido, sobre todo, ala actividad de ENSIDESA (Empresa Nacional Siderúrgica de Avilés, S. A.), creada en 1957 por el1. N. 1., pues la industria privada no hubiera podido,por sí sola, revalorizar los medios necesarios. En1952, como consecuencia del programa de estabilización, se inició una cuarta fase, la. del desarrolloactual. En 1954 fue alcanzada la producción de acero de 1929 (1.100.000 ton.), y en 1955 la de laminados del mismo año (720.100 ton.). En 1959, graciasa la ayuda americana, se produjeron 1.823.000 toneladas de acero.

En 1964 la producción de acero aumentó hasta2.650.000 ton., con un incremento del 8 por 100 sobre la producción del año anterior; los laminadosáscendieron a 2.370.000 ton., con un aumento de un15 por 100 sobre 1963.

El gran desarrollo siderúrgico activado por el paísa un alto nivel, trajo como consecuencia la lucha porlos mercados. En 1962 la competencia condujo a ex-

• tremos muy duros. Ya es conocida la lucha, teda

vía en curso entre los Estados Unidos y la URSS,para superarse en la producción. Los países de laComunidad del Acero y el Japón, tuvieron que disminuir los planes de inversiones y limitar la pro.ducción para evitar una excesiva sobreproducción.

Frente a los precios excesivamente bajos de talespaíses (precios en «dumping») la demanda españolaha empezado a dirigirse hacia el producto importado del exterior; en consecuencia, la industria siderúrgica nacional, que produce a precios muy altos,se encuentra con grandes dificultades.

Para defenderse, España ha recurrido a establecer derechos «antiduping». En una nota oficial facilitada tras una reunión celebrada en Madrid el año1964, entre representantes de la C. E. C. A. y representantes españoles de la industria y del comercio, se ha declarado que la nación no’ se aviene a lasobligaciones de asociada al G. A. T. T., ya que lasdiferencias de precio entre el mercado interno y elde las exportaciones, impuestos por el estatuto de laorganización, causa grave perjUicio a la industrianacional.

Así España, que había iniciado la venta al exteriorde parte de su propia producción, se ha visto obligada a retirarse del mercado de exportación, imposibilitada de alinearse con sus propios medios a laspérdidas practicadas por los otros países productores.

En el deseo de no permanecer eternamente a ladefensiva, en España se está ahora trabajando paramodernizar las plantas industriales y construir otrasnuevas, con el fin de satisfacer la demanda interiorde acero, que constantemente aumenta.

Las plantas siderúrgjcas son ocho, pertenecientesa diversas empresas. Están concentradas en:

— Vizcaya, con altos hornos, acerados y laminados en Sestao y Baracaldo (Bilbao).

— Asturias, con altos hornos en Avilés, Gijón,La Felguera y Mieres.

— Levante, con un gran complejo siderúrgico enSagunto.

En la región catalana (Barcelona), no existen altos hornos, pero se producen aceros especiales enPueblo Nuevo, Hospitalet y la Barceloneta.

• La potenciación de la industria siderúrgica, es indudablemente uno de los problemas de cuya solución depende el desarrollo industrial del país. Perodada su complejidad. y dificultad —teniendo encuenta, sobre todo, la citada competencia en el mercado de los grandes países exportadores de productossiderúrgicos— ha sido encuadrado entre los objetivos del Plan de Desarrollo.

(Continuará.)

• 24

LaSociologiamilitar

Capitán de logenleros Julio BUSQUETS BRAGULAT.del Sv. de E. M.. Doctor en Ciencias Políticas; Profe

sor adjunto de la Universidad.

Hace un par de años publiqué en la revistaEJERCITO un artículo titulado «La carrera militar y la enseñanza», en el que intentaba demostrar que nuestra profesión, por estar centrada enel mando de hombres, tiene un profundo contenido humano y, por tanto, en ella debe darse especial importancia a la enseñanza de humanidadescomo la Geografía, la Historia, la Sicología, el De-.recho, la Etica, la Economía, la Sociología, etc...

Insistiendo en el tema, me he decidido a escribir este artículo: Porque creo que la SociologíaMilitar debería figurar en los planes de estudiosde las academias militares y también en los de lasescuelas superiores, pues es útil al Ejército portres motivos:

a) Lo mismo que la Sicología estudia el comportamiento individ,ual de los hombres, la Sociología estudia el comportamiento de las sociedades. Pues bien, las Unidades son conjuntos de hombres, pe4ueñas sociedades, y para mandarlas esmás importante por tanto el conocimiento de laSociología que el de la misma Sicología.

b) La Sociología es extraordinariamente útilpara seleccionar los cuadros dirigentes de las pequeñas unidades. Lo mismo el Ejército inglés queel nQrteamericano, utilizaron durante la Segunda

- Guerra Mundial técnicas sociológiças para elegira los subóficiales y a los oficiales de complemento, en un momento en que la movilización masivahaga muy difícil el empleo de las técnicas normales (1). Pero ya antes de la Segunda Guerra Mundial —y sobre ello insistiré posteriormente— estas técnicas habían. sido usadas por el Ejércitoalemán.

c) La Sociología es la ciencia que estudia laopinión pública, y hoy ningún Ejército del mundo

(1) «Métodos de las Cienias Sociales’, por Maurice Duberger: La técnica de los grupos artificiales, como medio . de selección de los cua4ros dirigentes.

ignora la importancia que ésta tiene. En casi todos los Estados Mayores, nacionales o extranjeros, se le. presta cierta atención. Pero la opiniónpública, además de mariifestarse espc’ntáneamenté puede ser encauzada, y al Ejército incumbe elencauzarla en forma favorable a su prestigio y eficiencia. Pues bien, esto sólo es posible medianteunos adecuados conocimientos socioiógicos. Másadelante, al hablar de Almirante, nuestro célebreescritor militar, se insistirá en este criterio.

Vista pues la .utilidad de la Sociología para lasFuerzas Armadas, voy a intentar explicar el desarrollo . histórico de este ramo del saber para rematar el artículo con una breve reseña de lo queconsideró debe ser el contenido de un programade Sociología Militar.

Prehistoria de la Sociología Militar: Teoríasde los sociólogos del siglo XIX.

En una magistral conferencia dada en la cátedra «Alfonso V de las Arma y las Letras», de laUniversidad de Barcelona, el catednítico de Sociología doctor Salustiano del Campo Urbano, queposiblemente sea en estos momentos nuestro primer sociólogo nacional, dijo: «Desde su fundación en la primera mitad del siglo xix, lá Sociología convirtió el problema del orden en el centromismo de su preocupación intelectual. Sus primeros cultivadores fueron coetáneos de la etapa enque predominó en Europa la reacción ante el impacto de la Revolución Francesa. Precisamentepor esto, tanto los sociólogos franceses como losalemanes y los ingleses comprendieron prónto quese abría una nueva era. Para todos ellos, la guerra aparecía como el cónflicto social máximo, ydesde sus distintas perspectivas todos se interesaron por su evolución dentro de las condicionesdé la nueva sociedad.» Efectivamente, los fundadores de la Sociología se ocuparon ya del problema de guerra: Saint-Simón, Comte, Spencer, Gumplowitcz y los dar’inistas sociales, señalaron laoposición —según ellos— existente entre la sociedad guerrera y la sociedad industriaL opinandoen general que aquélla constituía un estadio previo de ésta. Sin embargo, estas doctrinas, pese asu aparente únidad, pueden ser, en líneas generales, divididas en dos grupos: Las teorías pacifistas u optimistas, que consideran la guerra comoun producto de la «patología social» y que, portanto, es superable debido a la marcha progresivade la humanidad, y las .pesimistas o belicistas,que afirman que la guerra es intrínseca a la «biología social» y, portanto, irremediable. Sin embargo es preciso indicar que la mayoría de lossociólogos del siglo xix participaron de las teoríascitadas en primer lugar.

25

br, ISIS 5

El primero de los sociólogos pacifistas fue Saint-Simon (1760-1825). Afirmó que el fin de la guerra estabaya próximo (2) en su época: «La industria —escribió—es enemiga de la guerra: todo lo que se gana en valorindustrial se pierde en valor militar» (3). Su teoría sepuede resumir considerando la oposición entre la antigua sociedad feudal y guerrera, en la que los miembrosplenos de ella combaten y sus esclavós o siervos trabajan, y la moderna sociedad industrial, en la que los pueblos producen por sí mismos. Esta teoría fue especialmente desarrollada por su secretario y discípulo Augusto Comte (l79-l853) al afirmar que «Toda sociedad sólopuede ser organizada para uno de estos dos objetos: El militar, que es el del antiguo sistema y el industrial, quees el nuevo» (4). Consecuente con este principio, estableció la famosa «ley de las tres etapas» (5, que fueuniversalmente aceptada por sus contemrsnráneos. comodespués veremos al hablar de Villamartmn. Según estateoría, al desarrollarse la sociedad se establecen las correlaciones siguientes:

Como se puede ver, lo mismo Comte que Saint-Simonse equivocaron profundamente al creer que la industriasería un sustituto de la guerra, cuando, por el contra-

(2) .Le Saint-sirnonisme et i’armée, por Michael CoIlinet.

(3) La guerre, por Gaston Bouthoul, pág. 22.(4) La guerre, por Gaston Bouthoul, pág. 23.(5) La teoría sociológica, por Nicolás S. Timasheff,

página 4.

rio, ha imj,ulsado la carrera de armamentos, la guerraA. B. C., etc.

Quizá el más representativo miembro de la línea pacifista fue Herbert Spencer (1820-1903), que describióun proceso evolutivo progresivo desde la sociedad guerrera a la sociedad industrial (6), en el que ambos tiposde sociedad aparecían como puntos de- partida y llegada, respectivamente. «La sociedad evolucionará —dijo---,pasando del Estado coactivo-militar al Estado de libertad industrial-pacifista, de la sociedad guerrera a la sociedad industrial. El Estado guerrero de la Sociedadsólo aparentemente es la forma de organización más tirme y cerrada. La consistencia descansa aquí en la coacción central, frente al industrial, que descansa en losprincipios de libertad, del contrato, de la crítica científica y de la justicia» (7); sin embargo, en sus últimosaños es influido por Darwin y afirma que «La conquista de uii pueblo por otro ha sido en esencial la victoriade lo social sobre lo antisocial o del mejor adaptadosobre el peor adaptado» (8). En nuestros días, la primera parte de la teoría spenceriana ha sido, sin embargo, -

objeto de un giro irónico. La sociedad industrial haresultado ser no sólo compatible con la guerra, sinofavorecedora de su desarrollo e impulsora de terriblestécnicas de aniquilamiento.

Un último pacifista es Gabriel Tarde (1843-1904), paraquien «La guerra es un método trágico y no eterno dedialéctica social» (9).

Frente a las teorías pacifistas de los padres de‘la Sociología se desarrollaron, ya entrado el siglo xix, las teorías belicosas de los darwiriistassociales: Baehot (1 82-1 R77). Gumr,lowicz (1838-1909), Ratzenhofer (1842-1904) y Summer (1840-1910), opinaron que la sociedad era un universode gruios sociales antogónicos aue Gumnlowitczy Ratzenhofer ven de tipo social, y Summer detipo cultural (9 bis). De todos ellos, el más importante fue probablemente Gumnlowitcz. cuyasideas fueron posiblemente influidas por el hechode pertenecer a una minoría doblemente onrimida, pues era polaco y, además, judío. De él haceHans Frever el comentario siguiente «Para él,todas las modificaciones esenciales del mundo son

.consecuencia de la lucha de grupos sociales, lacual se hace inevitable cuando se trata de raza.El grupo triunfante explota a su víctima, la somete y le impone sus leves con el fin de dominarla duramente. La ley histórica de la lucha ex

plica pues el Estado, el derecho y los grupos sociales: El Estado es consecuencia de la lucha; el

(6) «Société industrielle et société militaire selon Spencer», por Jean Cazeneuve. Comentario a Principies ofSociology, vol. TI, pág. 568.

(7) Introducción a la Sociología, por Hans Freyer, página 67. -

(8) La guerre, por Gaston Bouthboul, pág. 24.(9) La guerre, por Gaston Bouthoul, pág. 24.(9 bJ) War and Other Esays, por Sutnmer.

I MUNDO ACTUAL

CRECIMIENTO DE LA POBLÁCION MUNDIAl

6.040 G.BSI MILO6(0P504 10 *60 uSO

4.000

Aa 0063.320 MISAMOS

2.000

.000eSo seso

500 65050*0

Aspectointelectual

TeologíaMetafísica

Aspectomaterial

MilitarLegalista

. Tipo deunidad social

FamiliaEstado .

Tipo deorden

DomésticoColectivo

Sentimientopredominante

CarifioVeneración

Positiva Industrial Humanidad Universal Benevolencia

26

derecho es la suma de leyes impuestas al vencido,y la estratificación social es el producto de lacontienda bélica entre grupos orgánicamente separados y luego unidos en un cuerpo social cmi‘co» (10).

La segunda etapa: Nacimiento de lSociología de la guerra.

Después de estas obras, auténticas cosmogoníassociológicas —o «teorías generales», para usar eltérmino de Parsons— en las que los problemasde la guerra y la sociedad militar sólo se tocabanen cuanto iñtegrantes de una sociología general, comenzaron .a escribirse, ya entrado el siglo xx,otras obras en las que el fenómeno bélico pasabade ser un aspecto más a ser centro de la obra;sin embargo eran producto del ambiente pacifista que siguió a la Primera Guerra Mundial einsistían, quizá excesivamente, en el militárismo,en lo irracional del’ sentimiento guerrero, en la

- polftica basada en la fuerza, etc..., y no en losaspectos socioló2icos de la convivéncia militar.Ño eran obras de sociología militar, sino de sociología de guerra. Las principales de estas obrasquizá sean la Sociología del militarismo, deSchumpeter; La evolución de la guerra, de Davie: La guerra desde el punto de vista de la Sociologta, de Cornelo, etc... Entre todas ellas, unadestaca esnecialmente: La socioloefa de la guerra, de R. S. Steinmetz. Esta obra fue escrita utilizando el abundante material sociológico quecontenían 150 monorafías aue balo el título enérico de Flistoria económica y social de la Gue

- rra Mundial publicó la «Fundación Carneie parala Paz Internacional». Ciertamente, ninguna deestas monografías estaba centrada en torno a laSociolofa de la Guerra, pero algunas de ellasestudiaban sus’ consecuencias en lo relativo a lademoraffa, patología social, etc.., y conteníanabundantes datos que permitieron a Steinmetzpublicar su obra (11).

Tercera etapa: la Sociología Militar moderna.

Antes de la Segunda Guerra Mundial, la aplicación militar de la Sociología fue excepcional: —

El único Eiército que la practicó fue el alemán,que en 1926 comenzó a usar «tests» de inteligen

(10) Introducción a Za Sociologta, por Hans Freyer,página 127.

(11) Military Sociology, por Kurt Lang, pág. 2.

EL UU.—ExhIbIcIón del material militaral público enFort-Bliss.

cia y de aptitudes mentales para seleccionar alprofesorado de, las academias militares.

Con la guerra cambió la actitud de las FuerzasArmadas hacia la Soçiología, y en todos los paísés aliados comenzaron a usarse los «tests» paraseleccionar a los oficiales de complemento: «ElEjército inglés los utilizó a partir de 1941, y susmétodos sirvieron de base para las Ejércitosbelga y francés. El Ejército australiano tambiénse inspiró en ellos a partir de 1943, pero acentuó en gran manera el empleo de los «tests,:«Tests» de aptitudes y de inteligencia, «tests» depersonalidad por asociación de palabras, así comoel «test» de Rohrschach aplicado colectivamente» (12).

Pero donde más se usó la Sociología fue en elEjército de los Estados Unidos. Allí fue creadoen 1941 el «Research Branch of the Informationand. Education Division of the war Departament»,para estudiar. los problemas provocados por lamovilización durante la Segunda Guerra Mundial. Al año siguiente se comenzó a hacer unamonumental encuesta, que duró hasta 1945, y enel curso de la cual se interrogaron a unos ochomillones de soldados y se formularon 20.000 clases, de preguntas. Los. resultados de la encuesta

- fueron un’ informe de 300.000 páginas que fuepublicado entre 1949 y 1950 en una obra de cuatro volúmenes titulada El soldado americano (13),que en mi opinión es la primera obra de Sociología Militar propiamente dicha. Su importanciaes tal, ‘que raro es el manual dé Sociología enque no se cita, y todos los autores, militaristaso no coinciden en señalar su indudable valorcientífico. Maurice Duverger, por ejemplo, la con-

(12) Métodos de las Ciencias Sociales, por MauriceDuverger, pág. 306.

(13) The American Soldier: Studiers in Social Psychology in World Ward II. Stouffer, S. A.

sidera: «La encuesta niás importante realizadahasta el momento (1961) en forma de cuestionarios colectivos» (14). Además se elaboraron «tests»espécialmente adaptados para la selección de oficiales: el «Officer Classification Test» y el «General Survey Test».

Finalizada la guerra, las obras de SociologíaMilitar se multiplican, y en Franci toman unespecial incremento a raíz de la crisis que ponefin a la IV República, y que al poner de manifiesto el profundo divorcio existente en aquel

» país entre la población civil y la militar comoconsecuencia de las distintas actitudes habidasen las guerras de Indochina y Argelia, obliga alos sociólogos a abordar el problema. Varios sonlos sociólogos franceses que se interesan por esteaspecto de la Sociología Militar que podríamosllamar «integración cívico - militar», pero entreellos’ destaca Girardet, autor de varias obras comoLa sociedad militar en la Francia contemporánea,Problemas militares contemporáneos y La crisismilitar francesa, obra escrita en colaboración conHubert Thomas y Paul M. Bouju con ayuda del

(14) Métodos de las Ciencias Sociales, por MauriceDuverger, pág. 254.

gabinete de Sociología de la Escuela Superior deGuerra de París. La Sociología Militar se ha desarrollado tanto en Francia últimamente que unarelación exhaustiva de obras resultaría larga yenojosa; bástenos citar un número monográficode ‘la Revista Francesa de Sociología que se publicó en 1961 con el título de «Guerra, Ejército’y Sociedad», dedicado íntegramente al tema queaquí se trata y la «Introducción a la SociologíaMilitar», de Vial, colaborador asiduo de la Rçvista de Defensa Nacional.

Mientras la Sociología Militar se desarrollabaen Francia en torno al problema que más preocupaba en este país, o sea la integración entre lapoblación militar y la civil, en Estados Unidoseran los problemas de la tipología militar, delliderazgo, de la integración del recluta del Ejército y de la Sociología de la Guerra los que másinteresaban. Las más importantes obras aparecidas en este país sobre tipología militar son posiblemente Organización militar y sociedad, deAndrzejewski, La tipología de la organización militar, de FeId, y Tipos sociales de guerra, de Speier,y sobre Sociología Militar en general las obrasde Janis, Eaton, Malinowski, Park, etc., por sólocitar las más importantes.

4

1 ‘

Acto de la entrega de «Certificados de Estudios en Barcelona» el 12 de junio de 1964.

28

Por último sólo resta añadir que recieritemente la Revista de Sociología Contemporánea hapublicado un número .titulado «La Sociología Militar», del que es autor Kurt Lang, y que es posiblemente una de las obras más completas quese hán escrito sobre este tema.

La Sociología Militar en España.

El primer militar español que se preocupó porlos problemas de la Sociología fue Villamartín(1833-1872). En sus Nociones de arte militar expresa conceptos que autorizan a incluirle dentro de la escuela biológica: «Los Estados —dice—se hallan relativamente sujetos a la misma leyque el individuo, y necesitan luchar para vivir»,pero para él el biologismo tiene un carácter radical, y la guerra es una especie de ley cósmicáválida para explicar toda la actividad del universo. «La guerr —ños dirá— es la unica fuentede actividad...; la guerra es un fenómeno natural a la vez que social, aparece con el hombre,germina en la familia, crece con la tribu y llegaa su apogeo en la nacióñ, continuando así lamarcha misma de. la sociedad sometida a la indeclinable ley del progreso. Está en la naturaleza porque está en el modo de ser del hombre, yestá en la sociedad porque está en el modo deser de los pueblos: es un hecho absoluto, el efecto de una causa superior al hombre, es la consecuencia de un principio del Cosmos.» De formasemejante a Comte y a otros sociólogos de suépoca, formuló también su pr6pia Ley de lasTres Etapas, si bien amoldándolas a su criterioparticular, como puede verse en los, párrafos quea continuación se copia: «Comenzada la marchadel progreso, tres jornadas señala la providenciaal hombre: en la primera se postra ñnte la na

- turaleza y la admira; en la segunda, la estudia;en la tercera, la utiliza. Pertenecen a la primeralos primeros siglos, en que predomina el senti

miento sobre la razón; en la segunda vence lala raz6n ál sentimiento. La primera época es ,elprogreso del hombre como individuo, y la segunda el progreso de la sociedad; en pos de ellastiene que venir el progreso simultár.eo y armónico de la sociedad y del individuç. En la primera domina el arte; en la segunda, la ciencia descarnada y fría; en la tercera, la aplicación práctica de la ciencia por medio del arte: la razón yel sentimiento acaban por entenderse. Es la época práctica. Así ‘como la primefa es ‘instintiva yla segunda especulativa, la tercera es enciclopédica.» . . -

Parecidas teorías, aunque más moderadas, sustenta Almirante (1823-1894) en su monumentaltrilogía Diccionario militar, Bibliografía militar yBosquejo de la historia militar de España. Leamos a continuación:. «La guerra, que para cierta —

escuela filosófica es el estado primordial del género humano, se reduce hoy, si tanto no se quiere, a un accidente gravísimo, aguda enfermedaddel cuerpo social civilizado, la cual todo cuantoen duración va perdiendo lo gana en formidabley desastrosa intensidad» (15); y también: «Si seacepta, con el inglés Hobbes y el francés Proudhon, que la guerra es el estado primordial delgénero humano o, con el español Villamartín, queno es un hecho social, sino natural, fisiológicoen el hombre, inútiles aparecerán los esfuerzospara evitarla o suprimirla...; parece más práctico hacer entrar a la guerra en las asambleas, popularizar sus prácticas...; hoy, la primera condición de la guerra es que la sancione y secundela opinión pública» (16). Como se ve, ambos autores pertenecen a la línea que inicialmente hemos calificado como «belicista», a pesar de locual Almirante escribe: «El militar hoy, antesque soldado es ciudadano, y no debe desear laguerra, sino prevenirla y evitarla.)>

(15) Bibliografía Militar.(16) Diccionario Militar.

2

emejantes teeras maratienen B a n ú s (1852-1930) en sus Estudios de arte e historia militar,y Barado (1853-1895) én sus obras La guerra y lacivilización y Contradicciones entre el Estado social y el Estado militar, desarrollando Banús enla obra citada una tipología de la guerra muybien acabada.

Desgraciadamente, el ejemplo de los militaresintelectuales antes citados no fue seguido, y hoyen España la Sociología Militar es casi desconocida. No es pues de extrañar que Kurt Lang ensu Sociología Militar mencione 528 obras sobreeste tema y sólo una corresponda a un español:Un artículo publicado eñ 1957 por el coronel Borrero, profesor de la Escuela de Estado Mayor,en la Revista de Estudios Políticos, con el títulode «Problemas de política militar: la estructurasocial y las posibilidades orgánicas». Ciertamente existe alguna publicación más: El Ejércitocomo clase social (17), del hoy teniente generalGonzález de Mendoza, pero se trata de obras aisladas, sin que exista una Escuela Española deSociología Militar, como en Francia o en Estados Unidos.

La creación de un gabinete de Sociología en elEstado Mayor Central, bajo la dirección del Teniente Coronel Yáñez, ex profesor de la Escuelade Estado Mayor, hace sin embargo esperar quepronto finalizará la aüsencia de España en estecampo de la ciencfa. Pór de prontó, durante elaño 1965 se ha realizado una encuesta sobre 120comandantes de la plaza de Madrid elegidos porel sistema de azar, como muestra representati

va de los 1.200 jefes del mismo empleo de aquha ciudad. Se les han formulado unas 150 pregun.tas, y después de varios meses de trabajo se ha redactado un informe, que he tenido el honor deleer y considero es una importante aportación ala Sociología Militar española.

Contenido de la Sociología Milit*r.

Sin pretender hacer un programa exhaustivo,sino simplemente indicativo de aquellos temasque podría tocar la Sociología Militar, se pueden enunciar las siguientes partes:

a) Sociología de la guerra: La guerra comofenómeno de la biología o de la patología social;tipología de la guerra moderna; relación existente entre guerra sicológica y opinión pública; problemas sociales que se originan en las guerras.

b) Relaciones entre la organización militar yel sistema social en los varios contextos culturales y de desarrollo económico.

c) Características concretas del Ejército comosubsistema del sistema social general. Estudiodel Ejército como sociedad de constitución homogénea, acusada estratificación y fuerte presiónsocial; tipología y ecología militar.

d) Sociología de los cuadros de mando: Efectos de los distintos modos de mando y análisisde las motivaciones; la vocación militar; el autorreclutamiento; el aislamiento; el pluriempleó; laendogamia, etc.

e) Sociología de la tropa: Proceso de integración en la colectividad militar; sistemas de elección de mandos intermedios; formas de evaluarel adiestramiento de la tropa.(17) Lii Milicia como terna de nuestro tiempo.

EL CAS TILLODE ÚLITESe restaura para conveptirilo enPaiiado ae Turismo

Tte. Coronel dc L.fanterfa Celestino M. LOPEZ-CASTRO. tFótos del mismo, autor)

Palació de Ryc.

Bien plantado en tierras de• Navarra, mirando

a la fértil campiña, encontramos -este castillo, car

gado de historia, y de siglos, en paz renovada

por las restauraciones que allí se verifican a fin

de convertirlo en parador de turismo. Este cas

tillo, que fue también palacio real del reino an

tiguo de Navarra, es hoy, por la munficencia de

la Diputación Foral, secundada por la Institu

ción «Príncipe de Viana», no sólo hito de la me-

jor historia del arcaico reino pirenaico, sino vi

vero del turismo nacional, que allí encontrará

una de las fortalezas más recias de España.

Recorremos el castillo, qúe fue morada de reyes

en el siglo xv. Lugar de reposo y de mala dicha

para el príncipe Carlos de Viana y para su ma

dre, doña Blanca, que aquí, en el <Mirador de la

Reina», tan bellamente restaurado ahora, con tra

cedas góticas de piedra, trabajaba junto a la ven

tana llena de horizontes.

31

Torres y patios restaurados.

Torre de la Joyosa Guarda, con estructura de

tambores cilíndricos, que es de las primeras que

se restauraron. Torre que es altísima y dominan

te sobre los campos risueños y sobre el caserío

rural tendido a sus pies, como fiel paje al estribo

de su señor. ¡Cuánta tierra y cuánto cielo!- A lo

lejos, caminos largos por los que se mueven las

hormiguillas de los rebaños, de vuelta al redil

entre nubecillas de po1vo

Hemos visto también, ricamente restauradas,

las terrazas por las que serpean los caminos cu

biertos en zig-zag y desembocan en la «Galería

del Rey», ojival, con preciosas tracerías de pie

dra calada. Y un patio rodeado de filigranas gó

ticas en arquerías delicadas igualmente caladas.

Y la torre de los «Cuatro Vientos», cuadrada, en

tera (antes estaba mutilada) y feliz al lado del

«Mirador de la Reina», que es el más bello orna

mento restaurado del castillo. Y la torre de las

«Tres Coronas», igualmente restaurada y vigilan

te desde la altura sobre el campo, que tantas ve

ces fue hostil en aquellos tiempos de luchas en

tre aragoneses y navarros.

Las restauraciones continúan, mas cuando lo

visitamos faltaba casi la mitad de su planta, de

más de 200 metros de longitud. Y en el extremo

de ésta parte aún ruinosa vimos, ya restaurada,

la torre de la «Cigüeña», llamada así porque des

de hace cuatrocientos años reside allí la gentil

zancuda en su nido leñoso, que entonces había

desaparecido. Y es porque para restaurar la to

rre fue preciso quitarlo, diciéndonos que se peri-

Vfta parcial de la parte norte ya réstaurada.

32

saba rehacerlo para que el ave emigranie lo en

centrara en su sitio de siempre. Pero todas estas

terres no son más qúe una parte de las quince

que tuvo el castillo.

Ahóra, esta fortaleza no es pieza de guerra ni

palacio de reyes. Y los habitantes de la humilde

ciudad de Olite esperan que cuanto antes desfi

len por sus plazas los turistas, porque ya cesó

el ruido de las armas, sustituido por el de las

áquinas del agro, mientras se áfanan en que la

espiga grne y el racime entxTe en sazón.

structura del castillo y recuerdos.

f,xtraña e irrégular planta presenta la ingente

.le de este inmenso castillo. Muchos salones

teifa en los días de su apogeo, diciendo una tra

áieión que contenía tantas habitaciones como días

tiene el año.. Contaba la fortaleza con jardines

pensiles por los que jugaban, al amór las acica

ladas damas de la reina doña Leonor, esposa de

don Carlos III «el Noble». En uno de sus esplén

didos salones se reunían las Cortes del Reino y -

se celebraban elegantes saraos, mientras en la

torre de la «Joyosa Guarda» canturreaba el cen

tinela ballestero o tocaba el cuerno en el anoche

cido para recardar la hora del «Angelus» cuan

do tañían las campanas de la adjunta torre de

Santa María.’

El príncipe don Carlos de Viana.

Sobre la impresionante majestad de las torres

del castillo de Olite flota la sombra del príncipe

de Viana desde hace siglos. Don Carlos de Viana

nació en Peñafiel el 29 de mayo de. 1421. Fueron

sus padres don Juan II de Aragón, todavía prín

cipe, y doña Blanca de Navarra, hija del rey don

Carlos III «el Noble)>.

La galerla del Rey con tracerfas de piedra restauradas.

(

33

Don carlos de Viana se cría en Olite, junto a

su madres y se dedica principalmente al estudio,

a la poesía y a la música. Es un gran señor, un

erudito, un sabio, entendiendo de libros y de ar

tes más que de hombres. Cosa preciosa, pero

ha! orientada en aquellos tiempos de armas y

e guerras, de intrigas y de luchas entre los rei

los vecinos.

La herencia del reino y la guerra.

Muerta doña Blanca en 1441, su hijo Carlos

debía de heredar el reino de Navarra, pero su

madre ordenó en su testamento que no tomase

34

el cetro sin el beneplático de su progenitor. A los

seis años de muerta la reina, su viudo contrajo

nuevo matrimonio con doña Juana Enríquez, hija

del almirante de Castilla don Fadrique, de cuya

unión vino al mundo don Fernando el Católico.

Si antes don Juan no había dado posesión del

reino navarro a su hijo, menos lo hace entonces,

unido a una mujer ambiciosa e intrigante, segúncuentan los historiadores de la época.

Surgen discusiones entre padre e hijo, y pronto se enciende la guerra, extendida por Navarra,

por Aragón, por Cataluña, donde se quiere tanto

al príncipe. Don Juan hereda el reino aragonés

Mirador de la Reina bellamente reshurado.

es 1453 al morir su hermano Alfonso V e1 Mag

aáciiffl9», y sus partidarios se llaman agramow

teses porque los acaudifia el señor de Agramont

y mariscal don Pedro de Navarra. Los seguidores

del de Viana se denominan beamonteses, porque

el jefe de ellos es don Juan de Beaumont, Gran

Prior de Navarra, ayudada por su hermano don

Luis, coñde de Lerín.

Matrimonio y muerte del príncipe.

Dora Carlos de Viana contrajo matrimonio con

eña Inés de Cléveris, hermána del duque de tal

título. Muerta doña Inés en 1448, se piensa que

el príncipe de Viana contraiga nuevas nupcias

con Catalina de Portugal, pero se decide casarlo

con dña Isabel de Castilla, más tarde Reina Ca

tólica. Pero ésta tomó por marido a don Feman

do, medio hermano 4e don Carlos. De haberse

efectuado tal enlace se hubiera logrado antes la

unión de Castilla, Navarra y Aragón. Pero doña

Isabel prefirió a don Fernando, que era más jo

ven... y más guapo, según dicen. Por otra parte,

don Fernando era hombre de guerra, como lo

demostró, y don Carlos de Viana hombre de letras. Pensemos en la Reconquista.

35

Torre de la Atalaya o de la Joyosa donde situaba el centinela vigía-

A don Carlos lo puso preso su padre en el cas

tillo de lá Alj afería, de Zaragoza, pero se suble

varon los catalanes, lo pusieron en libertad y en

tró triunfalmente en Barcelona el 22 de marzo

de 1461. Meses después, el 23 de septiembre, mue

re don Carlos, perdonando a su padre.

Recuerdos históricos de Olite.

La fortaleza-palacio de Olite se encuentra si

tuada dentro de la pequeña ciudad, dando a dos

plazas de la misma. La mayor de ellas sirvió mu

chas veces de palenque en históricos torneos.

Aquí se congregaba la gente en aquel siglo xv

para aplaudir al malogrado príncipe el día de su

boda con doña Inés de Cléveris. Y verían desfi

lar a los cortesanos tudescos que trajo consigo

el duque, hermano de la novia. Y por estas calles

y plazas pasaría el cortejo fúnebre de la reina

doña Leonor, muerta en el castillo.

En la iglesia de Santa María, adjunta al cas

tillo, velan el cadáver en una noche fría del mes

de febrero de 1413 una multitud de frailes y

personas del pueblo. Al día siguiente se orgáni

za el traslado de los restos a Pamplona, cubier

tos con paños de oro. Sigue al féretro un acom

pañamiento de - 200 hombres con hachas encen

didas. Van escoltándole el conde de Cortes, el

alférez mayor del reino, el conceller Juan de

Echaúz, Mosén Ojer de Mauleón, Juan de Aslaín

y otros magnates. Se depositan los restos en San

Francisco, y al día siguiente son llevados a la ca

tedral y soterrados en medio del coro.

36

TeÍigo preenciai

ComançlantedeArtilleríaBalbnoJIMENEZQUiNTAS,delaEscueladeAplicacióny Tiro del Arma.

Premisa.

En estos tiempos en que me he dedi6ado a es

cri’bir algunos libros, y muy particularmente la

Formación moral, que se explica a todos los sol

da4os españoles, quiero ensayar un artículo para

la revistaEJERCITO en el que se rinda home

naje por escrito —mi modesto homenaje— a la

M4rina de Guerra, cuyo uniforme vestí en mi ju-’

vetud y por la que siento gran admiración y

afecto.

Ya en la citada Formación moral he tenido oca

sión de referirme alguna vez a los elevados va

lores espirituales de nuestros hermanos los ma

rinos y los aviadores, concretamente en las per

sonas del almirante Churruca y su gente en la

batalla de Trafalgar, y de García Morato y sus

valientes de «la. cadena».

He elegido para ello algunos episodios vividos’

a los que responde el título de «Testigo presen

cial», y dado a la narración un estilo natural, sin

cero, por lo que hablo en primera persona sin

petulancias. En este artículo se condimenta lo

serio, con lo anecdótico,’ tratando de hacer agra

dablé su lectura. Mucho de lo que trato es pro

ducto de aguda observación. Mi mejor observa-

tono ha sido siempre éste: ‘Sobresaliente en Psi

cología.

Llamada y tropa.

Es la vida. Se puede cambiar la indumentaria

dé sotana por un traje de marinero. Y se puede

caer en una escuela de analfabetos después de

cursar Filosofía con «meritíSimus».

Yo era un poeta; mejor dicho, todavía lo soy;

‘lo que sucede es que ahora no practico. Mis ver

sos habían sido declamados cuando asistía a las

«sabatinas’> del Salón de Concilios del Palacio

Arzobispal de Toledo, en los buenos’ tiempos del

cardenal Segura. ‘ ‘ -

Después, fui marinero.

La noche en que llegué al arsenal de La Ca

rraca no tuvo ni pizca de poesía: Desde un «coi»

un veterano me lanzó un «chusco» a la cara.

pensar que mi espíritu’ estaba transportado, ya

desde mi pueblo castellano, a las hazañas de los

descubridores, y que desde una cofa muy alta,

muy alta, se me ,figuraba dar la voz de ¡tierra!

con el pecho abierto en ardor patriótico! Des-

pues..., chicos decentes, sirvengüen2as, trabaja--

dores y rateros, religiosos y blasfemos..., de todo

37.

me encontré como era natural en aquellos tiem

pos: 1933.

Cuando, ya veterano, me examiné para aspirar

a «distinguido», hube de escribir un dictado. La

verdad me la dijo un oficial después de leer mi

ejercicio, que había escrito en español, latín y

griego: —A qué ha venido usted aquí?» Pero

era una verdad relativa. Ahora me alegro mucho

de haber sido soldado raso. Todos los jefes de

bieran haber pasado por la categoría de soldado.

Más tarde, con motivo de mi Bachillerato a

marchas forzadas —en un año cursé los seis del

Plan de 1903— había de sufrir una prueba de

mar a la que un castizo calificaría «de órdago».

Por ahorrarme siete pesetas que costaba el viaje

de Marín a El Ferrol estuve a punto de naufra

gar en un remolcador frente al faro de Finiste

rre en una noche infernal. Salí del percance ca

lado de agua, pero ileso; se me secó la ropa en el

cuerpo y quedó planchada y lista para exámenes

en el Instituto después de una dormida en el sue

lo, extendidos los pantalones entre la colchone

ta y el «Faro de Vigo». Eso no quita para que

don Rosendo, clérigo y profesor, me diera ma

trículas de honor en latín después de contarle la

odisea de Finisterre en la lengua de Cicerón.

Por estos tiempos sucedió un incidente que a

poco da lugar al primer y único arresto de mi

vida militar. Fue en el Polígono de Tiro Naval

-4.

- —

«Janer», de Marín. Eran los tiempos de la Re

pública. Siempre he sido apolítico, como corres

pondía a un aspirante a clérigo y a uñ militar.

Un tío mío de Madrid, monárquico hasta los hue

sos, me envió sin previa consulta una fotografía

a gran tamaño de la boda de la infanta doña

Cristina de Borbón y el príncipe de Torlonia. Ella

estaba muy guapa. Yo, ni corto ni perezoso, la

coloqué, sujeta con chinchetas, en la cara inte

rior de la puerta de mi taquilla en lugar de los

desnudos y algún que otro retrato familiar que

tenían otras puertas. ¡Horroroso! Vio la fotógra

fía principesca un contramaestre que me tenía

fichado porque iba a Misa los domingos, y quedé

automáticamente arrestado. Como pieparaba el

Bachillerato, mientras otros salían de paseo (fran

cos), fui a estudiar al comedor (en algunos cuar

teles, los comedores tienen muchas aplicaciones).

Quiso la Providencia que me vieran el segundo

del Polígono, Capitán de Fragata don Pedro Fon

tenla Maristany, y el Jefe de Estudios, Capitán

de Corbeta don Pedro Nieto Antúnez. Se acerca

ron a mí cuando estudiaba y les expliqué el mo

tivo de mi estancia en el conedor. No tenían co

nocimiento del arresto, que me fué levantado.

Y llega el Movimiento Nacional. Había regresa

do un servidor de Pontevedra de escoltar al Di

rector del Polígono, Capitán de Navío don Fran

cisco Bastarreche y Díez de Bulnes. Habíamos

estado en el Regimiento de Artillería Ligera núme

- -

í

38

chos compañeros, fuimos transportados a El Fe-ro 15, Cuartel de San Fernando. Con nosotros se

guardó absoluto respeto al cruzar la Alameda de

Pontevedra, cuajada de gente en actitud espec

tante. En este cuartel se había de distinguir el

Capitán de Artillería don Manuel Casal Castro,

Jefe prestigioso que tuve años después en mis des

tinos corno Oficial de la Artillería de Costa, dis

tinguido por su ardor patriótico, pacificador de

Tuy e instaurador de la Artillería de Costa en Rías

Bajas con sus piezas en Punta Udra defendiendo

la’ entrada de la ría d Marín. En esta localidad

‘también pude observar todo’ el proceso del Alza

miento: Fui Jefe de Pieza de un cañón de desem

barco colocado cerca del «Ponte de Ferro», apuli

tando al Ayuntamieflto mientras una Compañía de

marinería avanzaba a ocupar (sin resistencia) la

Casa Consistorial. No hizo falta disparar. En el

interior del Polígono hubo unanimidad absoluta

entre los Jefes y Oficiales del Centro, y hasta en

las Clases y Tropa, salvo ligeras excepciones de

pasividad, no de rebeldía, en alguna Clase de Ar

tillería y muy escasos Auxiliares aviadores de los

hidros «Saboya», a los que me tocó vigilar en el

hangar. Es justo destacar el dinamismo y el en

tusiasmo del Jefe de Estudios, que en momentos

difíciles, como meses después había de ocurrir en

el acorazado «España», salva una situación. Todás

las cosas tienen su anécdota: No fue fácil despe

jar la Alameda de Marín, delante del Polígono

«Janer». Como había algunos barcos llegados de

la mar conpescado que ya no podía ser transpor

tado al interior, las nuevas autoridades dispusie

ron que se regalasen merluzas al pueblo. Me tocó

repartir muchas. Lo cierto es que cada hombre (y’

cada mujer) que agarraba una merluza marchaba

a su casa con la ídem y con la escopeta, pistola,

pincho, «fouza», palo..., que había traido a la «ma

nifestación». Después, sin novedad.

Pocos fueron los días que pasé en Marín ini

ciado el Movimiento.

Terminando julio, en una noche, con otros mu-

rrol en el vapor «Romeu», de la línea de Cana

rias, no sin antes ser despedidos por el nuevo

alcalde de Marín, señor Alcántra, y recibir en

fila india de sus manos ¡un duro en plata!, regalo

del magnánimo alcalde. Fue tranquila la trávesía,

costeando, pero con la zozobra de podér ser, des

cubiertos por alguno de los muchos barcos ene

migos. Ya en El Ferrol, al acorazado «España», y

a los pocos días a la mar con sólo la torre de proa

útil. Sobre la marcha estarían útiles las cuatro

torres y se montarían cañones A. A. de 88 milíme

tros. Fuí Jefe de Pieza de un cañón A. A. cte 41milímetros primero y de 88 mm. después. Yo, que

he hecho la guerra en un barco que naufragó, y

en tierra con una Batería legionaria, puedo asegu

rar que he sentido más miedo en el barco. En

guerra se «vive» mejor en un barco, es cierto,

pero se necesita otra clase de valor, porque en

ti,erra el valor para el momento del asaltos para

aguantarse en la Línea de Piezas en pleno fragor

de la batalla, para no abandonar un Centro de

Transmisiones ante el inminente avance del ene

migo porque es necesario transmitir el mensaje,

para defenderse «a pepinazo limpio» en un carro

acorralado por fuerzas superiores..., tiene un mé

rito extraordinario, pero es de aquellos momen

tos; uno se crece porque todas se las dan de cara;

el valor en un barco es necesario en todo momen

to: en zafarrancho de combate, en la mesa, en la

cama...; siempre acecha el avión, el torpedo, la

salva enemiga..., y el medio es fluido, no es tierra

firme. Y .para eso, el valor, el valor sereno que

sabe imponerse y resignarse y mandar en los ins

tintos. En el naufragio del «España», allí hube de

quédarme con mi gente, pues era mi. deber. La

dotación del «España» pasó al «Velasco» mientras

mi cañón disparaba como podía, con el barco es

corado, contra los aviones enemigos que nos bom

bardeaban. El citado Capitán de Corbeta don Pe

dro Nieto Antúnez me había distinguido en su

39

confianza entregándome meses antes una pistola

para actuar contra quien fuese en caso de rebe

lión de elementos de la dotación del barco. Cuan

do se tocó zafarrancho de combate para antiaé

reos en la mañana, del naufragio, 30 de abril de

1937, hacia las siete horas, hice con mi cañón Sal-’

gunos disparos de aviso a un barco mercante que

intentaba entrar en Santander. Al producirse la

explosión e iniciarse el hundimiento del «España»,

la cubierta se llenó de gente, algunos atemoriza

dos. Oí comentarios a mi espalda de que «podía

mos ser recogidos por el mercante y ser llevados

a Santander». Esto me horrorizó y me lancé al

sollado para recoger mi pistola, dispuesto a ven

derme caro. Por cierto que a poco me quedo en

cerrado; pues ya se cerraban las puertas estan

cas de cubierta, y con las prisas hube de dejar

en-la maleta ¡mi libro de poesías! ¡Cómo estarán

las letras del «Romance a la Virgen de Guadalu

pe» y las «Rogativas a la Virgen de Ronda», y aque

lla poesía en metro libre, una de cuyas estrofas de

cía: «Levanta Icso de su pétreo lecho — sombras

dormidas — y el avanto pasa... ...!» Salvados es

tos incidentes, salté al «Velasco» con la dotación

de mi cañón, el Oficial de Guardia y el Comandan

te Nieto Antúnez momentos antes de partir el

pequeño destructor hacia el Oeste a toda máqui

na, camino de El Ferrol, cuando ya asomaba en

el horizonte el penacho de humo del destructor

enemigo «José Luis Díez»; que había salido a

toda máquina de Bilbao para darnos caza. Debo

rendir homenaje a la bravura del Comandante del

«Velasco», que supo sacar de su barco el mejor

rendimiento y que, a pesar de la persecución de

un enemigo superior, hubiera salvado a los 0

hombres que transportaba aunque hubiera sido,

rebasado Cabo Peñas, encallando su barco en al

guna ría o playa lucense defendiéndose «a tiro 1i-

pio», como ya lo hacía con el montaje de pepaantes de ser avistado el crucero «Cervera», que

salvó la situación.

¿Quién es ése?

Cuando llegué a El Ferrol en el «Velasco», náu

frago del acorazado «España», recibí la orden de

trasladarme a Alcalá de Gaudaira (Sevilla) para

realizar el curso para el pase al Ejército de Tierra

como Alférez provisional de Artillería cuando ya

estaba encuadrado en la dotación del crucero «Ba

leares>,, al que se daban los últimos toques para

hacerse a la mar.

El viaje no fue directo. Tres hermanos y el pa

dre en el «frente» y uno de los hijos náufrago...

Esta palabra sonaría en un pueblo de la provin

cia de Toledo a algo muy raro. ¿Qué pensaría mi

madre? Su hijo, ¡náufrago! En la capilla de San

Antonio del pueblo hay unas pinturas murales de

escaso valor artístico que representan el «respoa

sorio» del Santo, entre ellas una de náufragos.

:/17- ‘.-..‘., /4- -

->1 (/ z. ..._ - —,; -..

12ILI

40

(«El mar sosiega su ira...)>) ¡Cómo miraría mi

madre aquel mural de San Antonio cuando se

acercase, como de costumbre, a’ echar las «perras»

en el «cepillo del pan de los pobres». pan que su

hijo el náufrago tantas veces había distribuido

a lbs pobres en la puerta de la iglesia! Total, que

desde la ciudad departamental, camino de Sevilla,

decidí pasar por Carpio de Tajo para dar un abra

zo a los viejos y a mis hermanas, que cuidaban

heridos y enfermos de inmediata recuperación del

«frente» de Madrid. Pero..., lo que son las cosas.

En el mismo día que arribé al pueblo se produ

jeron algunas escaramuzas en el «frente», cúya lí

nea demarcaba el río, en la jurisdicción del lugar.

‘Se reorganizaba en Li localidad’ un Escuadrón de

Caballería que, ál propio tiempo, aprovechaba la

ocasión para dar permiso a algunos de sus hom

bres. Había más caballos que jinetes Tan pron

to supe que iba a salir el Escuadrón me presenté

al Capitán. No tenía vestuario, pero me fueron

facilitados unos pantalones de montar o algo pa

recido, unas vendas para las pantorrillas y unas

botas. Conservé mi jersey y mi gorro «abisinio»

de marinero, sobre el que me coloqué un casco

Todo ‘lo demás componía el arnés del caballo:

montura, una o dos mantas, un sable, un mosque

tón’ y varias bolsas de cuero, una de ellas con

pistola, además de las riendas, y..., sobre todo,

¡el caballo! Troté, galopé, desplegó el Escuadrón,

mi caballo hizo lo que quiso aprovechando la que-

- ‘ rencia y mi escasa pericia. Me fue imposible dis

parar, porque ‘si hubiera intentado sacar el mos

quetón de su funda me habría derribado el ca

ballo, lo confieso, pero mi intención,doy mi pa

labra, era hacer todo lo que pudiera a pie y a ca

ballo, aunque después comprobé que sobre la

montura era un estorbo para el Escuadrón y un

blanco para el enemigo. ‘Quién me habría de de

cir que, años después, sería un «primera tanda»

en la Academia de’ Artillería! Debo decir en mi

favor que durante más de una hora fuí «guarda-

caballos», mientras desplegaban pie a tierra los

soldados de Caballería. Pasado este episodio de

un marinero en Caballería, tomé las de Sevilla en

tren, que sería tiroteado a su paso por Talavera

de la Reina, y crucé la Extremadura hasta llegar

á Andalucía. Un largo viaje.

Pero en Sevilla me esperaba la suerte. En Capi

tanía General me encontré con un buen apellido

que también iba a Alcalá de Guadaira pará «ha

cerse Alférez provisional»: Royo Fernández Caba-

da, Segismundo Royo Fernández Cabada. Conocía

el apellido. Uno ya tenía veinte años y sabía de

su padre, el’ doctor Royo Villanova, hombre de

merecido prestigio en la Nación. Yo... era Jiménez

Quintas a secas. Desconocido. A la sombra de

Segismundo llegué hasta -un Teniente Coronel en

la Capitanía sevillana. Por cierto que desde que

conocí a Rogo encontré en él un compañero y un

ámigo. —«Ah, usted es hijo del doctor Royo Vi

llanova?», dijo el Teniente Coronel a Segismundo.

—Venga, que le voy a presentar al Capitán Ge

neral.>’ —GEste también va a Alcalá de Guadaira;

es un náufrago del acorazado «España», dijo Royo

al Teniente Coronel dirigiéndose a mí, pero el

Jefe no dio muestras de habersé enterado de las

últimas palabras de mi nuevo amigo. En efecto,

se dirigieron al despacho del ‘General, al que daba

acceso una amplia puerta. Yo seguí a la comitiva

a un cuérpo de caballo. Cuando se abrió la puerta

apareció el General Queipo de Llano, en su mesa

de trabajo. Estaba acompañado de otro Jefe. ‘El

Teniente Coronel presentó a Segismundo, mien

tras yo, con cara de circunstancias, quedé muy

cerca de la puerta, que seguía abierta, donde se po.

día ver ‘perfectamente al General: botas de agua,

pantalón y jersey azul y. gorra de marinero en la

mano. Cuando se cruzaron los saludos de rigor,

el General, apuntándome con el d e d o, dijo:

—<Quén es ‘ese?» —Un náufrago del acorazado

«España» —dijo el Teniente Coronel— que tam

bién va a Alcalá de Guadaira». (Se ve que el Jefe

41

había escuchado la recomendación de mi amigo

Royo.) —<‘Que pase», dijo el General Queipo de

Llano. Y me hizo contarle la efemérides del nau

fragio. Recuerdo que le entusiasmaba aquello de

la persecución infructuosa del destructor enemigo

«José Luis Díez» al «Velasco». Me despedí muy

contento y partí con «Segis» para Alcalá de Gua

daira, donde sería recibido con las voces de ¡Sim

bad!, ¡Simbad!, por los que estaban en clase des

de hacía días, más puntuales que nosotros en la

incorporación. Terminaría el cursillo el mismo día

en que un repique de las campanas del convento-

academia anunciaba la «toma» de Bilbao por las

fuerzas nacionales, terminando ya el mes de ju- -

nio de 1937.

Incendio a bordo;

Transcurría 1933. La Escuadra se había concen

trado en el Mediterráneo y era revistada en alta

mar por el Ministro de Marina, Companjs. Mien

tras algunos destructores se habían desplazado a

Menton (Francia) para escoltar los restos del no

velista Blasco Ibáñez, que eran trasladados a Va

lencia, otros barcos regresaron a sus bases. Uno

de estos barcos era el crucero «Méndez Núñez»,

mi barco, de propulsión mixta a carbón y petró

leo, que se dirigía a La Carraca, en la bahía de

Cádiz, pára fondear, como de costumbre, en aguas

del arsenal. Ya cerca de Cádiz, a bastantes millas

dél faro de San Sebastián, cuyo destellQ se aso

maba al horizonte, bien entrada la noche, se de-

1claró un incendio en la cámara de calderas por

la rotura ‘de un tubo de conducción de petróleo,

inflamándose este líquido al chocar con los hor

nos de las calderas. La alarma fue inmediata. bdo

el mundo ocupó sus puestos, cumpliendo cüanto

a cada uno le ordenaba su «Libreta de destino»

para estos casos. Nunca se me olvidará aquel rá

pido fluir de órdenes de boca de los mandos y

tanta, rapidez en su ejecución. Alarma, cierre de

puertas estancas, preparación para el abandeno

del buque, inundación de pañoles, municiones al

agua,... No dio tiempo a salir a algunos rnaquinis

tas y fogoneros:’ murieron en el cumplimiento de

su. deber; se cerraron puertas estancas. Pero no

es la narración de un hecho lo que pretenden es

tas líneas. Pretenden rendir homenaje a dos hom

bres admirables, cerca de los cuales estuve. ,En

estos dos hombres quiero rendir también hbme

naje a toda la dotación del barco por su extraor

dinario comportamiento en el incendio. Eran los

hombres el Comandante, Capitán de Navío don Ra

món Navia Osorio y Castropol, y el Teniente de Na

vío (si no me falla la memoria, don Juan Cervera

y Valderrama). Los dos altos; moreno el primero,

rubio el segundo. El Comandante, con la gorra

encasquetada hasta las narices, con cara de ogro

en aquellos momentos, sin inmutarse, sobre cu

bierta, con las manos a la espalda... daba órde

nes. ¡Qué figura! ¡Todo un Capitán de barco! Mu

cho humo en el ambiente, que de vez en cuando

iluminaba un farol que pasaba. Las ‘órdenes a los

Oficiales eran telegramas que se cumplían sin di-

- ‘

,

£“., ,

42

lación. Nada de nervios. ¡Qué serenidad! El Ofi

cial, con un espíritu, con un entusiasmo que siem

pre recordaré. Estuve a su lado en los pañoles;

cumplí sus órdenes lo mejor qué supe y pude: las

municiones eran pesadas, las planchas de los pi

sos estaban calientes; humo a pasto; prisas, pero

orden, orden, orden... Y así hasta la madrugada,

rayando el día, en que se extinguió el incendio,

para quedaç como un recuerdo y qué comentar

en los despachos, en la calle, en las freidurías del

rico «bienmesabe», bajo la presidencia de la «caña

de fino», entonces asequible e indígena. Pero el

recuerdo principal que guardo es para aquel bravo

y sereno Comandante y aquel Tenierte de Navío

entusiasta y aquella dotación todo disciplina, tra

bajadora, con espíritu. Cuando, ya muchos añós

después, oigo hablar y hablo de «espíritu de Cuer

po», me acuerdo del «espíritu de barco» que he

vivido y que he tenido, y que es tan beneficioso.

Yo he llorado cuando he abandonado algún barco

que se hundía.

Pasó lo que pasó.

He oído decir con frecuencia: «En la Armada

pasó lo que pasó por la falta de conexión y enlace

espiritual entre los Jefes y Oficiales y el resto

del personal de los barcos.» Como testigo presen

cial, niego el supuesto y pregunto:

—Qué sé entiende por falta de conéxión y en

lace espiritual?

Si para esta conexión y enlace espiritual se hu

biera precisado un compádreo, chabacano por tal,

entre todos los componentes de la dotación de un

barco, indudablemente que no existía conexión y

enlace con ese fundamento al estallar el Movi

miento Nacional.

Si, en un orden superior, se funda la conexión

y enlace en una actitud paternal, casi de dirección-

espiritual, del superior hacia el inferior, tampoco

existía coiexión y enlace, sin que quiera decirse

que esta actitud no se diera cuando determinadas

circunstancias lo exigían.

En los barcos, todo el mundo conoce su misión

y la cumple. Un barco de guerra no es precisamen

te un colegio de damiselas ni un correccional. En

los tiempos de la República también cumplían las

dotaciones con su obligación: lo he comprobado

en barcos chicos y grandes, a motor y a vela. Pero

un barco es un pequeño mundo, como lo es una

guarnición aislada, un fuerte, una aeronave... Lo

sucedido en los barcos, la sublevación de una mi-

noria de audaces y el acatamiento del golpe por

parte de una mayoría tímida, acomodaticia y uti

litarista, hubiera. sucedido de manera semejante

en muchas guarniciones aisladas, y el hecho es

que sucedió prescindiendo de la mayor o menor

preparación de las Clases Mandos inferiores de

la Marina y el Ejército. La técnica de un barro

de guerra exige, desde la máquina de vapor y los

cañones modernos y los torpedos a la electricidad

y la radio, un crecido número de expertos, de es

pecialistas, a los que si en determinadas circuns

tancias no están en posesión de flo.ecientes vir

tudes porque teorías extrañas les hayan corrom

pido el corazón, se les puede subir la sangre a

la cabeza en una postura soberbia, de despecho

y estúpida y llegar a cometer los más horrendos

crímenes.

Los Oficiales de los barcos eran eso: ¡Oficiales!

¡Formidables Oficiales, tal como entendemos este

concepto los buenos españoles!

43

Es falso el que los Oficiales no se relacionaban

con las Clases y la Tropa cuando la oportunidad

se presentaba. Es cierto que no se buscaba esta

oportunidad. ¿Para qué? En una sociedad, como

ocurre en un barco, cada escalón convive a su ni

vel. No jugaban a los dados, por supuesto, los

Oficiales con los Contramaestres, pongo por ejem

pio. Tampoco jugaban a los dados con los Sar

gentos los Oficiales del Ejército de Tierra. Ello

no representa soberbia para unos ni humillación

para otros. ¿Juegan los jerifaltes socialistas y co

munistas «la partida)> con los obreros, aunque

sean especialistas? Es de suponer que no se orga

nizan habitualmente festivales en- las altas esfe

ras de la Iglesia entre los Cardenales de la Curia

y los seminaristas. Ya he dicho que un servidor

tiene base suficiente para ser un buen observador.

Jamás encontré un mal modo en un Oficial du

rante mi ‘ida de marinero. Debo decir en su ho

nor que jamás les oí murmurar de sus superio

res, criticar del Gobierno, dividirse en política,

eludir el cumplimiento de sus deberes, manchar

su boca con palabras malsonantes. En una pala

bra: El Oficial de Marina era un señor, y como

tal, en la ratonera de un barco fue perseguido y

asesinado por una minoría de audaces, de viles,

que, sin muchos más méritos que los años de ser

vicio habían cambiado el arado, el remo o el mar

tillo por una carrera con porvenir qüe no sabían

agradecer. Estas fueron las «gracias» qué dieron

a los que les habían labrado el camino de lapros

peridad: el asesinato.

¿Son diferentes los Oficiales de hoy de los de

ayer? ¿Por qué han de ser diferentes? Lo que han

cambiado han sido los tiempos. Las Clases de la

Marina son de categoría extraordinaria, con una

formación moral muy elevada, sin la minoría au

daz, corrompida y esclava de turbios manejos de

partidos o de gobiernos, conscientes de sus debe

res, respetuosas, que el respeto, la subordinación

y la disciplina no engendran odio, sino conviven

cia y afecto. En los vicios opuestos a estas virtu

des estaba la canallada de los asesinatos de 1936.

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44

1

• Los $eIvicios Je 1nfómacion administrativa.- LA OP1NION PJJBLICACoronel de Infantería Carlos ECHEVARRIA GISBRT. jefe de la Sección de Infor’

mación Administrativa 1SIA) delNlinisterlO del Ejército.

Recientemente, como todos sabemos, ha sidoconstituido en el Ministerio del Ejército el Servicio de Iñformación Administrativa. En el número 312 de esta misma Revista, y a efectos más quenada de divulgación entre el persónal militar, publicamos un artículo sobre esta importante cuestión.

Hoy, siquiera sea brevemente, queremos insistir de nuevo poniendo de manifiesto en primerlugar, mediante el cuadro que acompañamos, lalabor que día a día viene desarollando la. Secciónde Información Administrativa, dependiente de laSubsecretaría de este Ministerio, cuadro éste quepermanentemente tenemos expuesto a la vista delpúblico n el local que ocupa la oficina, persiguiendo con ello un fin esencial: •que su opiniónnos sea siempre favorable.

¿Quiere decir esto que actualmente no lo es?La verdád, cuesta trabajo contestar cafegóricamente a la pregunta. Pero desgraciadamente hemos. de reconocer, auhque nos pese, que el público español tiene poca o nuli confianza en suAdministración, sea civil o militar. Está tan habituado a la indiferencia, a la incomprensión y hasta, duele confesarlo, a la desconsideración, queforzosamente ha de mostrarse desconfiado. Paraconvencerse basta presenciar nuestra cotidiana yde1icada labor en la oficina de li S. 1. A. y comprobar él recelo,- la reserva con que indefectiblemente acuden a nosotros. Y lo más triste es queno les falta razón. Aquel pintoresco como despectivo «slogan» de «AL DIABLO EL PUBLICO»sigue estando aún hoy lamentablemente latenteen buen número de oficinas públicas y privadas.Pues si bien él puente entre la Administración yel público ha estado siempre tendido, la realidades que nunca ha sido utilizado como sería dedesear. Sin saber por qué, el funcionario de ventanilla, salvo honrosas excepciones, cree vr siempre en la persona que se le acerca un ser mo- S. 1. A.

lesto y quisquilloso con el que a toda costa hay ESADIsTICA

que mostrarse intransigente. -

Se cqmprende, pues, que en primer lugar necesitamps personal seleccionado. Porque es defecto bien extendido en nuestro país el creer ingenuamente que todos servimos para todo. Desde luego podemos asegurar que no todo el mundo está capacitado para enfrentarse con el público. lás de un militar por cierto, debido a su Reclamaciones

formación, fracasa en este menester. Acostumbrado a la disciplina, al rigor, a la severidad cas- elae

trense, llega a veces —más por hábito que por .Visitas

TOPAD

otra cosa— a confundir al ciudadano con un soldado. ¿Que el público resulta frecuentemente pesado e inaguantable? A veces, así es. Pero aquelque no esté dispuesto a aceptarlo así debe dedi- -

carse a otra misiÓn.Por otra parte, contra lo que muçhos creen

no existe una sola clase de público. Si así fuerase comprende sería bien fácil nuestra labor. Bastaría sencillamente ceñirse estrictamente a unsolo patrón para salir airoso en esta ingrata misión. El mayor- error, pues, es querer emplearun procedimiento tipo para relácionarse con elpúblico. Hay que saber distinguir, sin que estosuponga, en modo alguno privilegio. La flexibilidad, más que la intransigencia, el despotismo y“la testarudez, ha de ser la norma de conducta detodo funcionario.

Precisamente para tratar de atraerse esa opinión pública que tanto nos preocupa, haciéndoleperder rápidamente la desconfianza que indudablmente tiene con la Administración, se hanorganizado por la Presidencia del Gobierno (Centro de Información Administrativa) exposicionesde este Servicio en diversaS capitales de provincia a cuya ináuguraCión y clausura asisten, atentamente invitadas, las primeras autoridades civiles y militares. En el momento de describir estas líneas se han celebrado exposiciones de dichocarácter en Madrid, Córdoba, Burgos y últimamente en Oviedo. Coincidiendo con ellas se pronuncian conferencias seguidas de interesantes coloquios, aprovechándose asimismo tal coyunturapara exhibir (véase foto que acompañamos) granparte de la labor monográfica desarrollada porlos mismos. Por lo’ que respecta a nuestro Ministerio se vienen exhibiendo valiosas € ‘importantes obras (no técnicas) editadas por el EstadoMayor Central, Servicio Histórico Militar, Servi

ASO 1.966

MES U ARRhL

RESUMESDELMES

_______________ TELEPOIIO CORREO PERSONAL TOPAL

504 124 2.134 • 2.762

265 • 17 • 627 909

CLASEDEP050 ION

InÍorsacin general

InZormacion particulam

Información interna 43 181138 —

— — , 427

907 141 3.231

427

4.279

--Msá.rid, 30 abril 6u 1.966-

cio Geográfico, Museo del Ejército, Guardia Civi, etc., distribuyéndose asimismo profusa propaganda de nuestro voluntariado y formaciónprofesional (magníficamente ilustrada por el Centro de Ayudas a la Instrucción), labor ésta quees excelentemente acogida por el numeroso público que diariamente visita la Exposición, elcual, tras examinarlo todo cuidadosamente conevidente curiosidad, pregunta e inquiere con creciente interés dónde pueden ser adquiridas, loque demuestra de una forma fehaciente el desconocimiento casi total que hasta ahora tenía de laexistencia de tal bibliografía militar

Los Servicios de Información Administrativa,cjados por Decreto de 28 de enero de 1965, tratan, como vemos, de imponer un estilo totalmente nuevo en esta relación con el público. Todoslos Ministerios, con la Presidencia del Gobiernoa la cabeza, se esfuerzan, se afanan, por cambiarradicalmente el actual estado de cosas. Pero reconozcamos, a fuer de sinceros, que la indiferencia. —más por desconocimiento que por nadase vislumbra, se masca, se palpa, desgraciadamente. Es necesario insistir continuamente paraque el informe (en los escasos casos en que noses preciso solicitarlo) llegue al Servicio con ladebida prontitud y verácidad, única manera depoder atender al público como realmente merece. La falta de colaboración, la incomprensión(las visitas innecesarias a las dependencias sonnuestra pesadilla) y, conforme ya dijimos en nuestro primer trabajo, puede ser la causa del fracaso de una labor que por su idiosincrasia novacilamos en calificar de trascendental. El díaque se convenzan- todos de que el prestigio deltepartamento (sea el que sea) depende muchoe la eficacia de sus Servicios de Información

Administrativa, se tendrá mucho ganado paraconseguir este ideal a que sencillamente aspiramos.

El público (incluido el militar) llega a nosotrosdiariamente en número impresionante. La S. 1. A.lo recibe con la mejor voluntad, con el mejor deseo de complacer, no sólo porque ese es su deber, sino también porque está convencida, comodecimos antes, de que el prestigio del Departamento depende bastante de su actuación. Así podemos decir que en el poco tiempo que lleva laSección funcionando no ha recibido más que felicitaciones (algunas de ellas escritas) del público en general. Jamás hasta ahora, gracias a Dios,ninguna censura.

Es interesante advertir además que estos Servicios han de estar debidamente instalados. Nadade lujos, pero el local, e incluso el mobiliario deóficina, han de ser, dentro de la lógica sobriedadcastrense, el adecuado a la función a desarrollar,y deben causar en el público que constantemente nos visita una impresión seria y agradable.Los métodos burocráticos han de ser modernos,.revolucionarios, diríamos mejor, apartándose detodo lo viejo o arcaico actualmente en vigor. Ha.de ser la S. 1. A., en fin, una oficina ejemplar,modelo, que en todo momento prestigie al Departamento a que pertenece.

Ahora bien, e insistiendo también en lo que yadijimos en nuestro primer trabajo, el Servicio deInformación Administrativa no debe limitarse exclusivamente al Ministerio ‘(Palacio de Buenavista). Y decimos esto porque el correo nos traecóntinuamente misivas de toda España solicitando informe sobre asuntos que muy bien, creemos.nosotros, pudieron haber sido evacuados perfectamente por algún organismo militar de carácter

Una Exposición monográfica.

provincial Resulta absurdo e inexplicable queuna: persona residente en Córdoba, por ejemplo,tenw que dirigirse a Madrid para recabar se leinf&me sobre un . asunto de carácter general.

Es necesario, pues, crear estos servicios encudquier edificio que cobije o albergue una Unidad., Cntro o Dependencia militar, debiendo estar también instalados con el máximo decoro.Es de. mal efecto que ante el requerimientó deun consultante cualquiera se le diga, para salirdel paso, que dirija al Ministerio su petición. Laopinión que el interesado formará inmediatamente del organismo de que se trate no será, desdeluego, muy halagüeña, y a la larga, de continuarasí, se irá forjando inevitablemente una mentalidad contraria a nosotros que, naturalmente, eniada. ha de beneficiamos.

Por otra parte, hay que reconocer que el público, cada día más, se interesa por los asuntosmilitares que más o menos directamente le afectn. Voluntariado, formación profesional, miliciauniersitaÉia (IPS), permisos y residencias al extranjero, prórrogas, subastas, concursos, etc., soncuestiones palpitantes, algunas de ellas en constante cambio o transformación, muchas de lascu1es pueden y deben ser evacuadas mediantef&íetos o impresos de divulgación.

En resumen, la desconfianza con la Administración debe quedar rápidamente abolida. Peroeso.. sólamente lo conseguiremos cuando funcionen a la perfección los servicios de. InformaciónAdministrativa. El Decreto de 28 de enero de 1965,que creaba tal servicio en todos los Departamentos : ministeriales, ha sido, desde luego, un acierto completo. Poner obstáculos, de una forma máso menos consciente a su labor, es sencillamente

arrojar piedras sobre el propio tejado. El público, hoy por hoy, escarmentado, desconfía, re-cela siempre cuando tiene necesidad de acudira una ventanilla. Pues bien, suprimamos la ventanilla. Ofrezcamós sin reservas, con la sonrisapor delante, una oficina acogedora, abierta, alegre, eficaz, sin vallas, rejas ni mostradores. Hagamos también que el personal en ella destinadoesté plenamente capacitado, que no divague, quesepa escuchar, que resuelva, en definitiva, y desde luego respondemos de su eficacia.

No cabe duda que el Centro de Formación deFuncionarios de Alcalá de Hçnares puede hacermucho para tratar de lograr ese funcionario idealque preconizamos. Pasaron felizmente los tiempos en que éste lo improvisaba o lo imponía elcacique de turno. El público de hoy, más preparado, merece el máximo respeto la máxima atención. No puede ya decirse: VENGA USTED MAÑANA. No; ha de ser hoy cuando ha de resolver-se. La época actual no admite demora. La COLA,.no lo olvidemos nunca, es siempre prueba palpable de una mala organización, señal clara, evi-dente también, de la poca consideración que el

público merece a la Administración. El día que-consigamos esta perfección por la que - sincera-.mente abogamos podremos asegurar rotunda—mente que la opinión pública nos será favorable..Hoy por hoy, desgraciadamente, aunque nos pese,.no lo es. Los prejuicios subsisten. Costará mucho, mucho, hacerlos desaparecer. Pero hay queintentarlo. Con esfuerzo, voluntad y entusiasmo,.no cabe duda que algún día se conseguirá. Pornúestra parte ya hemos logrado abrir brecha. Nofalta más que profundizar.

47

1 filiormas sobre Loiatoracion

EJÉRCITO se forma preferentemente con los trabajos de colaboración espontánea de.los Oficiales. Puede enviar los suyos toda la Oficialidad, sea cualquiera su empleo, escalay situación.

También publicará EJIíRcITo trabajos de escritores civiles, cuando el tema y su desarrollo interese que sea difundido en el Ejército.

Todo trabajo publiçado es inmediatamente remunerado con una cantidad no menor de800 pesetas, que puede ser elevada hasta 1.200 cuando su mérito lo justifíque. Los utilizadosen la Sección de « Información e Ideas y Reflexiones» tendrán una remuneración mínimade 250 pesetas, que también puede ser elevada según el caso.

La Revista se reserva plenamente el derecho de publicación; el de suprimir lo que seaocioso, equivocado o inoportuno. Además los trabajos seleccionados para publicación estánsometidos a la’ aprobación del Estado Mayor Central.

Acusamos recibo siempre de todo trabajo recibido, aunque no se publique.

Algunas recomendaciones a nuestros colaboradores

Los trabajos deben venir escritos a máquina, en cuartillas do 15 renglones, CON DO.JJLE ESPACIO entre ellos.

Aunque no es indispensable acompañar ilustraciones, conviene hacerlo, sobre todo sison raras y desconocidas. Los dibujos necesarios para la correcta interpretación del textoson indispensables, bastando que estén ejecutados, aunque sea en lápiz, pues la Revista seencarga de dibujarlos bien.

Admitimos fotos, composiciones y dibujos en negro o en color, que no vengan acompafiando trabajos literarios y que por su carácter sean adecuados para la publicación. Lasfotos tienen que ser buenas, porque en otro caso no sirven para ser reproducidas. Pagamossiempre esta colaboración según acuerdo con el autor.

Toda colaboración en cuya preparación hayan &‘lo consultadas otras obras o trabajos,deben ser citados detalladamente y acompañar al final nota completa de la bibliografia consultad a.

En las traducciones es indispensable cit?r el nonibre completo del autor y la publi.cación do donde han sido tomadas. No se pueden publicar traducciones de libros.

Solicitamos la colaboración de la Oficialidad para Guión, revista ilustrada de los ma’i

dna subalternos del Ejército. Su tirada, 18.000 ejemplares, hace de esta Revista una tribunaresonante donde el Oficial puede darse la inmensa satisfacción de ampliar su labor diariade instrucción y. educación de los Suboficiales. Pagamos los trabajos destinados a Guión conDOSCIENTAS CINCUENTA a SEISCIENTAS pesetas.

De las remuneraciones asignadas a tudo trabajo se deducirá el 7,5 por 100 por Impuesto

Rendimiento Trabajo Personal.

48

TOBERAS EN LA ESTABILIZACION DE COHETES.

Capitán del C 1. A. C. Francisco DIAZ D. LA CRUZ CUESTA. Del ServicioAutomovilista de Baleares.

COMPARACION DE LAS TOBERASTALADRADAS Y POSTIZAS EN LA

ESTABILIZACION DE COHETES

Son tIes, fundamentalmente, los procedimientos empleados en ia estabilización de cohetes ba

lísticos (1):

Por rotación del cohete mediante la desvia

ción transversal del chorro gaseoso.— Meçliante la colocación de aletas en la par

te posterior de los ingenios.— Empleo de las propiedades estabilizadoras

de los giróscopos.

El cálculo teórico de estos tres métodos estáapoyadó directamente en el segundo axioma deNewton a través del principio de la variación delmomento de la cantidad de movimiento, el cual‘puede ser expresado mediante la fórmula:

= M (Fe) (1)

en la que ‘e es el momento de la cantidad demovimiento de un sistema material respecto a

un eje, y M (Fe ) el momento -de las fuerzas exteriores que actúan sobre el citado sistema y referido al mimo eje.

Al pretender aplicar este principio al caso delos cohetes encontramos las siguientes dificultades: - -

a) La no rigidez del sistema material que forma el cohete, puesto que en él existe una parte

gaseosa (gases éontenidos desde el plano de combustión hasta el plano de salida de la tobera) -

que, debido a los rozamientos internos y a suinerciá, no llevan la misma velocidad angular

(1) N. de la R.—En España utilizamos las toberas taladradas, y no las postizas, que según la teoría estabilizanmejor el cohete.

que el resto de los puntos materiales del sistema-cohete.

b) En la dedución de la fórmula (1) se par

te de la invariabilidad de la masa del sistemamaterial considerado.

c) También la fórmula (1) supone que el sis

tema sólo tiene un movimiento reictivo (el derotación) respecto al eje, al cual se refieren losmomentos; en el caso del sistema-íohete se tiene además un movimiento de traslación que, haceque, al considerar el eje absoluto, exista variación de las distancias de los puntos del sistemaa dicho eje respec(o al tiempo.

d) El giro del sistema-cohete se produce para

su estabilización alrededor de un eje de simetríalongitudinal que pasa por el c. d. g., y sucedeque este eje participa del movimiento de traslación del sistema surgiendo, a su vez otros dosnuevos - inconvenientes:

d 1) La parte gaseosa del sistema-cohete tiene

un movimiento ‘relativo respecto a este eje de,simetría.

d 2) El c. d. g. varía respecto al tiempo, ya que

el sistema cohete consigue su movimiento de trasación expulsando material; así, pues, varía eleje longitudinal de simetrÍa.

Veamos cómo podemos solventar estas dificultades en la teoría y en la práctica. La dificultada) puede soslayarse téóricamente, ya que en elestudio del chorro gaseoso se hace la hipótesisde no tener rozamientos (flujo isoentrópico); así,

pues, puede suponerse sin contradecir aquéllaque el chorro gaseoso gira con la misma velocidad angular. Además, desde el punto de vista

práctico la masa no rígida del sistema-cohete estan pequeña respecto al resto del sistema quelos valores serán despreciables.

Respecto a lá b) se ha de tener en cuenta, y

49

traerá como consecuencia una alteración en (1),como veremos más adelante.

Referente a la c), es fácil obviar teóricamente considerando al eje respecto al cual se toman

lós momentos como un eje que participe delmovimiento de traslación del sistema-cohete.

- Para salvar la d) se puede conseguir técnicamente en un cohete en el cual el c. d. g. permanezca invariable respecto a unos ejes fijos en elsistema-cohete o bien que su variación tenga lu

gar a lo largo del eje longitudinal de aquél.En resumen, prescindiendo del error práctico

cómetido al evitar a), todos los demás inconvenientes que impedían la aplicación de (1) quedansoslayados (exceptuando b) al tomar como ejede referencia de momentos el eje longitudinal delcohete que pasa por el c. d. g.

Desarrollando la teoría para el caso del sistema-cohete, se llega a la expresión que se ha deutilizar para el estudio de la estabilización del

cohete:

d(Mwk2) dm+ Wr2 M(Fe)

dt . dt

donde M es la masa del sistema-cohete; w, velocidad angular respecto al eje longitudinal; k, radio de giro del sistema-cohete; dm/dt, la variación unitaria de masa del sistema cohete; W, la

velocidad angular que lleva la masa que se desprende; r, el radio de giro de la masa que sedesprende.

Apliquemos ahora esta expresión (II) al caso

de estabilización pór la desviación trasversal delchorro gaseoso.

Un predecesor de este sistema de estabilización• fueron los cohetes de William Hale, que labraba

en la zona divergente de la tobera unas hendiduras inclinadas respecto al eje longitudinal del

cohete que provocan la desviación de parte delflujo gaseoso, obteniéndose así uuia componentetrasVersal que hace girar al cohete. Este procdimiento hubo de abandonarse, ya que la masaque desviaba era tan pequeña que el momento

dmW r2 era insuficiente para las necesidades de

dt

precisión que se querían obtener. Créemos además

que la temperatura elevada de los gases de com

bustión en esa zona de la tobera originaría fenómenos de erosión bastánte considerables, y como

tercera desventaja, la aparición de remolinos dentro de la misma tobera, que disminuye el valorefectivo Ve (velocidad de salida de los gases porel plano de salida).

En Alemania (1940) se buscó el procedimiento

de hacer girar al cohete alrededor del eje longitudinal sustituyendo la tobera única por una serie de toberas dispuestas con una cierta inclinación respecto a dicho eje que proporciona alpasar por ellas el flujo de los gases un movimiento giratorio. Estas toberas pueden ser dispuestas de dos formas:

1. A la salida de la cámara de combustión secoloca un disco en el cual van taladradas las diferentes toberas alrededor del eje de aquél (figura 1). El procedimiento mecánico de realizarloes sencillo, ya que en el disco se hacen taladros

con una inclinación -r (-r 170) respecto al eje

CC2/I’TFSECUN.UN PUNO QUETOft,V,q CON EL

¿O#C/TUD/N,qjUN,sWOUtO Z

longitudinal de aquél (qüe precisamente coiIiidecon el eje del cohete); esta inclinación es tal que

los ejes del taladro y del disco se crucen (no secorten) en ángulo t. Una vez hecho el taladro, laszonas convergentes y divergentes de la tobera semeanizan ‘con herramientas de forma. A estetipo de toberas las denominados «toberas taladradas,>. Observamos que el plano de toberas esnormal al eje del cohete.

2. Se mecanizan los taladros como en el casoanterior. Ahora bien, en vez de labrar en ellos

la tobera, ésta se construye en pieza aparte queluego se aplica en el taladro correspondiente.

(II)

50

comenzando por el segundd sumando del primermiembro. Para conocer el valor de r fijémonosque el flujo gaseoso sale a través de los orificiosdel plano de toberas, y que un valor muy razonable sería tomar como distancia media de r

el ‘zaIor de la distancia entre el eje y el centrode irtobera (fig. 3). Este valor es razonable, decimos, pues el valor exacto sería, aplicando elçálculo diferencial.:

T. taladradas2

de1ido ade nuevo

gamos a:

dw dkwk2+— Mk2+

df dt

Aunque a. primera vista parece lo mismo que antes, sin embargo, en este caso el plano de toberas

forma con el eje del cohete el mismo ángulo quelos ángulos formados entre los taladros y el eje,es decir, c (fig. 2). A este tipo de toberás lasdenominamos «toberas postizas».

En resumen la diferencia principal entre am-,bas toberas estriba en que Tas primeras, ta

ladradas, el plano de salida es perpendicular aleje del cohete, y en las segundas, postizas, dichoplano forma un ángulo c con el eje.

Apliquemos a estos dos casos la fórmula (II),

dos movimientos: uno de rotación, w, que proviene del que lleva el cohete, y otre trasversal.

CORTE ,4NÁ-¿000 4L DE1,

,,,g. 3

1

la inclinación de la tobera. Aplicandoel cálculo diferencial en la figura 4 le

dmWr2=mr(wr-Ve

dt

se*. ) (LU)

c93”

T. postizas(r2 + —) co .

2

Como aproximación práctica, siendo s menorque r y cos t 0,97, podemos considerar comoaceptable el valor de r, aunque en cálculos finos

podemos sustituir r por las expresiones anteribres.

Calculemos ahora W. Sea del tipo que sea latobera, el flujo gaseoso, al salir por eUa, posee

“:9.4

Desarrollando ahora el primer sumando delprimer miembro de (II) obtenemos:

d(Mwk2) — dM

dt dt

2Mwk.

51

Pero teniendo en cuenta que dM/dt = —m, yque dk/dt = O (al menos en cohetes bien dise

ñados), llegamos a:

d(Mwk2) -,

—mk2w+Mk2w (IV)dt

En cuanto al segundo miembro de (II) tenemos que en las fuerzas exteriores debemos considerar las aerodinámicas, a cuyo momento de

signaremos por a y otras fuerzas que puedenpresentarse en algún momento determinado (ro

zamientos del lanzador, cable conductor..., etc.),y a momento denominaremos •T. Así, pues:

M( Fe) Ja- J (V)

Teniendo en cuenta el empuje de presión quese produce en el plano de salida y que originaun par adicional, en el caso de toberas taladradas éste será nulo al ser dicho plano perpendicular al .eje del cohete, pero en el caso de las postizas valdrá:

Pe — Pa) Ae r sen t (VI)

siendo: Pe = presión de salida .de los gases.

Pa = presión atmosférica.A = área total de los planos de salida

de las toberas.

Teniendo en cuenta las expresiones (II), (III),

(IV) y (y), y también la (VI), para el caso detoberas postizas, llegamos a: ¡

T. taladradas:

¡ik2w+Mk2w+r (wr—vesent)_Ja_J

T. postizas:

rkw2 + Mk, + mr (wr — Ve sen t) — Ae (Pe — Pa)r sen t Ja — J

o bien,

T. taladradas:

Mk2J + Ja +J = n er sen riw

T. postizas:

Mk2v + Ja + J = [IlVe f- Ae (Pe — P) .1 r sen t

+ mW (k — r)

Por estas expresiones vemos que en cuanto aestabilización se refiere es mucho mejor el tipode toberas postizas que el de taladradas; comoel término que confiere a aquellas mejores características es el Ae (Pe — Pá), será tanto mejorcuanto mayor sea este término, es decir, en altitudes elevadas.

52

[TIITTTILTITT,J1’ • Jdeas y 1efiexicnes

IdentificacióndeavionesporlaArtilleríaA.A.

Por el Coronel CASSOU y Teniente Coronel BASCOU_(TradUcc de la revista«LArzée» del Comandante de Artillería Carlos B1TAUBÉ NUÑEZ, de la Dirección

General de Industria. Polígono de Experiencias).

La aparición de nuevos medios de lucha ha modificado considerablemente las ideas fundamentales del combate.

A falta, por suerte, de una experiencia sobre unaguerra nucléar, es imposible precisar el alcance quepodría tener un nuevo conflicto entre poderosos adversarios, y, sin embargo, nos es ya permitido vislumbrar determinados aspectos, particularmente el de laamenaza aérea y los problemas que la misma acarrearía, entre ellos la identificación de aviones envuelo.

LA AMENAZA AEREA.

De las teorías del mariscal soviético SokolohSki, losestudios americanos y las controversias que se suscitan entre los cronistas militares, pueden desprenderse diversas conclusiones que permiten deducir determinadas ideas básicas.

En el conflicto a examinar parece ser que el combate sería brutal y d corta duración.

No será empeñado más que para completar la acción de las agresiones nucleares potentes aplicadassobre las fuerzas y el país adversario con el fin de provocar su estallido, y aprovechando su desconciertoapropiarSe de beneficios territoriales o ventajas políticas que posteriormente sería base de discusión. Elataque, que sería llevado a cabo por tropas blindadasy aerotransportableS, cuyo «ampliQ empleo constituyeun aspecto original de la ofensiva por aire» (Sokolovski), estaría apoyado por la aviación táctica.

Esta no se manifestará ya como en él pasado, puesa los «raids» masivos sucederán acciones de maniobras efectuadas por aviones rápidos que, actuan4o solos o por parejas, utilizarán métodos complejos de ataques, evolucionando a pequeñas alturas con el fin deescapar a la detección electromagnética y sorprendera las defensas.

La tercera dimensión será cada vez más utilizadapor los elementos de la movilidad y de la potencia,

sirviendo con certeza a los misiles y cohetes, pero asimismo a los aviones de ambos campos, que volandoa baja altura de día y de noche, su presencia será frecuente cuando no permanente.

Así, pues, en cualquier momento una formación terrestre puede ver apáreer súbitamente en vuelo rasante a uno o dos aviones o helicópteros: Cuestión devida o muerte que no permite espera alguna será elprecisar si son propios o enemigos. Si son adversarios, y dada la gran velocidad de que están dotados,debe estarse en condiciones de abrir fuego instantáneamente, como por reflejo...

¿Cómo tener la certeza, en tan breve tiempo, de lanaçionalidad de los aparatos? Así, pues, si es precisoa todo precio destruir los aviones enemigos, ya queuno solo de ellos puede ser portador de la bomba fatal,sería igualmente necesario a toda costa evitar abatirlos propios.

En el campo de batalla, la identificación de avioneses, tanto para la artillería antiaérea como para la autodefensa de las unidades, un problema fundamental.

LAS CONDICIONES DE IDENTIFICACI0X

Las condiciones generales de identificación de aviones serán determinadas por reglas establecidas en unescalón superior. Estas reglas son precisas, formandocriterios que hacen posible la identificación, debiendo ser conocidas y respetadas tanto por los pilotosdel Ejército del Aire o de la Aviación Ligera del Ejército de Tierra como por todos los que en tierra hañde intervenir en el control y en el tiro antiaéreo.

En otro tiempo, gracias a estos criterios y al conocimiento de los movimientos aéreos propios era posible, por discriminación, establecer un espacio unavez conocida una determinada situación aérea. Losaviones, para eludir los tiros de los cañones antiaéreos, cuyo alcance eficaz era limitado, volaban a medias y grandes alturas, y su velocidad no era grande.Podían ser fácilmente detectados y seguidos durante

53

decenas de minutos por los radares de la defensa, Lasinformaciones así conseguidas eran recogidas y explotadas en los centros manuales de operaciones del Aireo de la Artillería A. A., y entonces era posible difundirlas con tiempo suficiente a las unidades interesadas.Además, las siluetas de los aviones, sus característicassegún su clase y nacionalidad, daban en último término a los observadores visuales y a los sirvientes delos cañones antiaéreós y de las piezas de la autodefensa la posibilidad de identificar sin graú dificultad nidemora al objetivo para realizar una eficaz aperturade fuego.

La reciente aparición de los misiles, de gran eficacia en la mediana y alta atmósfera, ha apremiado alos aviadores a, estudiar nuevos modos de ataque yrutas de aproximación que les permita escapar el mayor tiempo posible a los radares, sorprender ‘las defensas y evitar la mortífera réplica de los misiles tierra-aire.

Para hacer frente a esta nueva forma de amenazaaérea y - para asegurar una protección eficaz de lastropas, el Ejército de Tierra ha sido dotado de unacompleta gama de materiales antiaéreos modernos,tales como misiles y cañones ligeros de tiro rápidoconcebidos especialmente para el tiro a baja altura.

Pero, debido a la curvatura de la Tierra, al relieveque reduce el alcance de los radares a baja altura ya la gran velocidad de los aviones, el tiempo disponible para’ la identificación es muy reducido. Además,en las zonas de vanguardia el Ejército del Aire noestá en condiciones de asegurar, únicamente con suspropios medios de detección e identificación, un control aéreo rápido de las pequeñas altitudes, por loque es en esta zona donde las necesidades de protecciÓn de las tropas adquiere la máxima importancia ydonde los plazos de identificación son más exigentes.

Debido a los plazos de explotación, las centrales decálculo manuales no permiten ya, dadas las nuevascondiciones del combate aéreo, satisfacer las exigencias de la defensa. A fin de reducir el tiempo paraproporcionar datos, las centrales de cálculo de lasfuerzas aéreas, así como la mayor parte de las de Artillería A. A. (Hawk) equipados de conjuntos Radar1. F. F. (Identificatjon Friend or Foe), están unidos acomplejos sistemas de explotación y de trasmisión automática. Estos sistemas poco móviles llevan consigouna gran centralización del control• y no tienen verdadera utilidad ‘más que en el caso de que los aviones puedan ser detectados, a conveniente distancia.

‘Con las armas antiaéreas ligeras, debido a su dispersión y movilidad, la identificación sigue siendo unproblema difícil debido al gran volumen y diversidadde aparatos de la Aviación Ligera del Ejército de Tierra y del Ejército del Aire, que al evolucionar a bajasalturas en una zona en la que precisamente el fuegoantiaéreo debe abrirse sin retraso alguno,. los errorespueden ser causa de desagradables e irreparables consecuencias.

Deben, pues, buscarse soluciones a este problemasin olvidar que han de ser sencillas. Hay que teneren cuenta que los responsables de la apertura de fuego, que para algunas armas son suboficiales, debenestar en condiciones de tomar rápidamente, y sin du

das posibles, la decisión d tiro sean las que fuerenlas vicisitudes inherentes al combate y las clases dearmas utilizadas.

LOS PROCEDIMIENTOS DE IDENTIFICACION

Los diferentes procedimientos de identificación usados hasta ahora no aportan más que soluciones parciales o, al menos, sólo, válidas para determinada clasede armas. Al estudiar estos procedimientos y agruparlos según su modo de acción, se pueden deducir lassiguientes conclusiones:

Procedimientos pasivos de identificación a la vista.

Utilizadas por el personal de las piezas y de los puestos de vigilancia a la vista, esta forma de identificación no es útil más que a las unidades en las que ladesignación de un objetivo se realiza sobre un oscilóscopo a distancias frecuentemente grandes. Son delicados de manejar por el personal de armas antiaéreas ligeras o de autodefensa. Los aviones serán generalmente advertidos a pequeñas distancias, y el tiempo para su identificación será corto, perc existe elinconveniente de que, dentro de un mismo tipo, todoslos aparatos modernos se parecen, cualquiera que seasu origen, contribuyendo más a la confusión la posibilidad de que en tiempo de guerra sean suprimidaslas marcas pintadas, incluso las particulares, determinativas de la nacionalidad.

En estas condiciones, aparte de los aviones que realicen un acto de hostilidad que les clasificaría automáticamente como enemigos, la identificación a simple vista por el personal de las piezas no parece apenas posible.

Prócedimientos activos utilizados por los aviones.

Consisten en emitir señales luminosas o convencionales, en abatir las alas..., todos los cuales no presentan interés’ alguno para las, unidades equipadas conmisiles, ‘que son lanzados por medio de sistemas electrónicos, sin exteriorización visual alguna.

Estos procedimientos pueden, por el contrario, mejorar en cierta forma las condiciones de reconocimiento de los sirvientes de la Artillería A. A. ligera, peroson poco discretos y pueden ser, fácilmente suplantados por el enemigo. Su empleo, pues, debe ser codificado escrupulosamente y limitado en el tiempo y enel espacio, principalmente cuanto se refiera a los medios de transmisión.

Procedimientos activos de base electrónica.

Los denominados 1. F. F. (Ideritificatjon Friend orFoe) necesitan, por una parte, un radar o un sistemade búsqueda y de persecución asociado al sistema dearma antiaérea, y, por otra, un respondedor a bordode todos los aviones amigos.

Estos procedimientos, que han sido ya utilizados,implicah ahora técnicas de vanguardia para ser utili

Procedimientos de coordinación.

Utilizados eptre la Artillería A. A y los aviones delEjército del Aire y de la Aviación Ligera del Ejércitode Tierra, parecen aportar soluciones simples, pero,de hecho, Ie aplicación delicada. Consisten en un determinado número de medidas establecidas de comúnacuerdo entre las autdrdades responsables de Aire yTierra, la mayor. parte de las veces en escalón supe

‘rior. De esta forma son definidos los espacios reservados a los medios aéreos o antiaéreos cuyas accionesdeben ser previamente autorizadas y controladas, asícomo los pasillos reservados para el acceso a las basesaéreas o la asignación de misiones.

Estas medidas son indicadas siempre aue se interrumpa el enlace ó cuando los sistemas de detecciónsean deficientes.

Sin embargo debemos reconocer que estos procedimientos imponen servidumbres que los aviadoresno siempre pueden respetar, como, por eiemplo, porrazones mecánicas. Por otra parte, y teniendo en cuenta el escalón en que han sido concebidos y puestos apunto, no pueden ser siempre adaptados a las exigencias mómentáneas y locales del combate. Suponen uncontrol centralizado de las acciones antiaéreas, control difícil de realizar por las armas móviles e Imposible de tenerse en cuenta en el caso de armas deautodefensa antiaérea de las diferentes unidades.

Estos procedimientos, a pesar de las dificultadesseñáladas, deben poder proporcionar diferentes soluciones’ al problema de la identificación. Esta coordinación, por otra parte, podría realizarse, en lo querespecta a las acciones aéreas locales, en el seno delC. C. F., donde se encuentran oficiales de enlace delas Fuerzas Aéreas, de la Aviación Ligera del Ejércitode Tierra y de. la Artillería Antiaérea.

ORIENTACIONES POSIBLES

de arma, más que partiendo de criterios sencillos ciertos y poco numerosos.

Para los sisteinas de armas antiaéreas equipadas deradar conviene utilizar, por orden de prioridad, losprocedimientos activos del tipo 1. F. F., los basadosen la coordinación y el control centralizado de lostiros.

Con los cañones de artillería antiaérea de corto alcance que no dispongan de radar, la identificaciónpuede lograrse con la ayuda de procedimentos pasivosy activos complementadas con apropiadas medidas decoordinación, tales como avisos previos de sobrevueloy consignas de tiro.

En cuanto a la identificación en provecho de. lasarmas antiaéreas, de autodefensa de corto alcance pertenecientes a diferentes unidades, continúa siendo incierta, y el úniço criterio que puede seguirse comoseguro y suficiente es la observación de claros movimientos de hostilidad o considerados como tales porreglas sencillas perfectamente conocidas de los ejecutantes.

Para definir criterios válidos para todos es neçesario efectuar estudios importantes y’ llevar a cabo experiencias en común entre el Ejército del Aire, laAviación Ligera del Ejército de Tierra y la Artillería A A.

Estos estudios deben permitir la puesta a punto demétodos de coordinación y de control más ápropiados y definir eventualmente una repartición de lasresponsabilidades en el espacio y en el tiempo, si bienes cierto , qie son necesarias nuevas formas de coordinación: reglamentación estricta de sobrevuelos a bajaaltura, planificación y control de las rnisioites de laAviación Ligera del Ejército de Tierra, etc...

Tanto en la ofesiva como en la defensiva, no debeperderse de vista que el Ejército de Tierra debe mantener su libertad de acción, descartando previamentede su zona toda posible amenaza de fuego e información aérea. Para asegurar esta principal ‘misión garantizando la seguridad de los aviones propios, la Artillería A. A. del Ejército de Tierra, debe disponer nosolamente de una gama completa de materiales antiaéreos móviles y eficaces, sino asimismo de mediostécnicos y de procedimientos que aseguren una identificación segura y rápida, especialmente a bajas alturas.

El que. los procedimientos de identificación eaneficaces es de gran importancia, ya que la ‘técnic,ano basta. Sus insuficiencias, sus posibles fallos, pueden llegar a ser nefastos si el hombre no intervienecon toda su inteligencia para hacer frente a las diyersas circunstancias que puedan presentarse y encontrarse en condiciones de facilitar los datos más imprevisibles del momento.

zados en los ‘materiales móviles antiaéreos, ‘en losaviones ligeros y para garantizar la seguridad del sis-.tema. Sin embargo es preciso reconocer que en razónde su simplicidad de empleo y de la casi instantaneidad de la respuesta, proporcionan una de las soluciones más ventajosas. Desgraciadamente SOfl muy caros, y como todos los aparatos técnicos no están exentos de airerías momentáneas y de contramedidas electrónicas.

• La combi’ ación de los diferentes procedimientos ysu mejor utilización tenderán a aumentar la seguridad de las intervenciones antiaéreas. Esta . seguridadno puede conseguirse, para un determinado sistema

E! arma de reconocimiento alemana

De la. publicación francesa «L’Armée.- (Traducción del Tte. Coronel de ArtilleríaRicardo ESPAÑOL IGLESIAS.

El arma de Reconocimiento de la República Federal Alemana es la heredera universal de la Caballería; forma un arma independiente, distinta tanto del arma Acorazada como de la Infantería. Los mandos hacen su carrera en unas decenas de Batallones divisionarios o Pelotones de Brigada.

ORGANIZACION DEL BATALLON

El Batallón alemán está formado por Compañías,cuatro en el arma de Reconocimiento: la primera essiempre la de Mando y Servicios. En el caso que nosocupa se encuentran dos Compañías de Reconocimiento análogas, la segunda y tercera, y una Compañía pesada de Reconocimiento.

l. Compañía.

/

Reúne los medios que necesita el jefe para mandarsu Batallón y realizar las operaciones logísticas de suescalón: abastecimientos, evacuaciones y reparaciones.Esta unidad cuenta con un Pelotón de radares y reúnelas cocinas dé las cuatro Compañías.

Compañías de Reconocimiento.

La 2.a y 3.» Compañías están constituidas según unmodelo único, con su grupo de mando y sus tres Pelotones de Reconocimiento, dos ligeros y uno pesado,articulados en Patrullas.

La ligereza del conjunto llama la atención desdeel primer momento: solamente 140 hombres sirven 40vehículos. El número de mandos es numeroso: 40 oficiales y suboficiales, es decir, aproximadamente unopor cáda tres hombres. Los medios radio son numerosos y potentes: existe una estación de alcance mediohasta el escalón Patrulla, mandada por un alférez o,al menos, por un subteniente.

En el grupo de mando se encuentra el vehículo decadena (Hotchkiss) con radio y el jeep de mando deCompañía, el vehículo de cadena, cori radio, dél suboficial, un jeep y tres motociclistas.. Después está laPatrulla del subteniente de la Compañía. Este últimoes siempre el suboficial más antiguo, cualquiera quesea su especialidad, y tiene autoridad sobre los suboficiales jefes de Pelotón. Esta Patrulla comprende lacamioneta del subteniente, el jeep del suboficial delescalón, el camión-oficina y un suboficial motorista.El grupo no tiene ningún vehículo auxiliar, s reducea 20 hombres, entre los cuales no hay ningún mecánico fuera del suboficial del escalón. Este último desempeña un papel de asesor téchico y de inspector delentrçtenimiento, y no dispone de ningún medio.

Por último, la Compañía dispone de personal de en- -

tretenimiento: 12 (clases de tropa o soldados), el equivalente de la dotación de una Patrulla pesada.

4a Compañía.

Esta Compañía pesada está organizada de formadiferente. Comprende un conjunto de medios variados: un grupó clásico de mando, dos Pelotones transportados, dos Pelotones de «cañones», un Pelotón demorteros, un Pelotón de zapadores y un grupo de entretenimiento. Cada uno de los Pelotones transportados, dotados de vehículos de cadena Hotchkiss, puede desembarcar 35 hombres. El Pelotón de cañones, alas órdenes de un oficial, se compone de tres gruposde carros. El Pelotón de morteros está formado pordos grupos. En cuanto al Pelotón de zapadores, comprende, además del grupo de mando, dos Escuadrasembarcadas en vehículos anfibios de cadena ‘ un grupo de pontoneros. Este Pelotón de zapadores puedeinstalar puentes sobre pequeños cortes o construir ‘unoo varios pontones capaces de transportar cualquiervehículo del Batallón.

FUNCIONAMIENTO

Una vez esbozada la organización del Batallón yde sus diferentes Compañías, vamos a examinar enforma breve cómo funcionan los diferentes engranajes de este orgánismo ocupándonos sucesivamente delpersonal y material.

PERSONAL

Se observa desde el primer momento una falta cierta de oficiales, sobre todo en los grados edades intermedios. Existe en efecto un pequeño número deoficiales que han formado parte de la Wehrmachtcomo tenientes o clases de tropa: todos tienen comomínimo treinta y cinco años y son, por lo menos, capitanes o, más a menudo, comandantes o tenientes coroneles. Se encuentran más tenientes y alféreces salidos de las escuelas después de la creación del Ejércitofederal, tienen en general menos de treinta años y notienen edad para ascender a capitanes.

Los suboficiales son numerosos y especializados, muchos de los cuales son subtenientes. El arma de Reconocimiento es exigente en’ este aspecto: todos losjefes ‘de Patrulla son, al menos, subtenientes, y es corriente oír que los suboficiales de este arma debentener cualidades equivalentes a las de un oficial delas otras armas. Como veremos más adelante, la doctrina de empleo y los métodos de trabajo exigen jefesde Patrulla escogidos.

En cuanto a la tropa, formada casi exclusivamentepor soldados de reemplazo, tiene buenas cualidades;

Satailin acorazada la Recnoocjcjento

Parsoral,aproxjmedarnonto 750, de los cuajes mRo de lO son Oficiales‘Qhlcula,aprop1oado,rente 200, de loo cuales eRa de 100 sos acorazados, O a 5

le Compa8ia 2’ CompaSia 3’ Cpatla 4’ Conpai]do cande de de p,ada de

[rvicioo Reconocimiento Recorocioieet9 Recosociriento

Ccmpañia de RoóOnocl,iont (2° o 3’)

Pernoral, aproxicadacierte 140Vohiculos, aproxImadamente 40

Grupode Mando

1 Patrulle dF1 Patrulle del1Capin %btxójote

ler 2°Pelotónligero LPelotónllero Polot6posado

1 Grupo de MandoLloóctico l de la Coapadla de Renonsoctento(2.e

es deportiva, alegre y falta, naturalmente, de experiencia.

Los oficiales de la reserva siguen varios cursos sucesivós, y después son promovidos, según sus aptitudes, a las diferentes categorías de aspirantes antesde convertirse en oficiales. Estos oficiales de la reserva tienen la posibilidad de permanecer, y permanecenefectivamente, largos períodos en su antigua unidad.Estos períodos son necesarios para su ascenso. Losoficiales de la reserva utilizan gustosos las facilidades que se les ofrecen para convertirse en oficiales dela escala activa.

INSTRUCCION

Los reclutas de cada Batallón provienen de unaCompañía exterior de instrucción donde realizan unassemanas de instrucción básica, pasando después alBatallón, donde reciben el resto de la instrucción: conductores, tiradores, etc. Para esto disponen de un pequeño campo de instrucción de uno o dos kilómetrossituado en las proximidades de su acuartelamiento,realizando posteriormente maniobras sobre diversós tipos de terreno.

MATERIAL

no: carros ligeros M-41 armados con cañón de 76,2 milímetros, vehículos PC anfibios M-113, vehículos decadena Hotéhkiss, jeep D. K. W. y camiones y camionetas Mercedes.

El armamento ligero comprende materiales antiguosy experimentados: ametralladora MG, pistola P-38 obien más recientes, alemanes: fusil G-3; o extranjeros:subfusil Uzi. Para las armas más modernas, la precisión se ha ‘sacrificado un poco en beneficio de la ligereza y facilidad de empleo.

Las estaciones de radio son americanas y relativamente modernas. Se dispone de un gran número defrecuencias propias de las, unidades del arma; pero lasposibilidades de cooperación inter-armas en los pequeños escalones son reducidas. Estas estaciones son excelentes a pesar de la fragilidad de sus accesorios.

TACTICA

El Batallón es el órgano de información terrestredel general de la División. Para cumplir su misión debcser cap,az de informar, cubrir y combatir. Está bienorganizado para las misiones de reconocimiento deuna zona y para la maniobra retardadora, y puedecumplir todas las misiones de la Caballería ligera.

El Batallón.

El jefe del Batallón toma a su cargo personalmentela ejecución de la misión empleando directamente elnúmero de Patrullas pesadas o ligeras que estime necesarias. Sobre el terreno, el escalón de mando de/laCompañía existe raramente, el de jefe de Pelotón ncexiste nunca. Al capitán se le mantiene casi siempreen reserva; el teniente o subteniente-jefe no son• másque jefes de Patrulla bien especializados.

El jefe de Batallón, con su Plana Mayor, sus mediosde mando, de transmisiones y apoyo logístico, emplealas Patrullas que puede en las Compañías de Reconocimiento. Después de haber estudiado la situación yfijado en consecuencia su decisión, reparte las misiones y convoca a los jefes de Patrulla para darles directamente la orden. Esta orden comprende el señalamiento del objetivo, zona de acción, dirección, conducta a seguir sobre el objetivo en caso de encuentrocon el enemigo, partes y cambio de frecuencias radio.

Esta articulación es la regla general, y salvo imposibilidad será siempre preferida. Tiene por ventaja principal acelerar la transmisión de la información entreel jefe de Patrulla que la recoge en la línea de contacto y el general de la División, suprimiendo todointermediario que no es indispensable para la ejecución de• la maniobra. Los alemanes pretenden ganarasí una hora por lo menos sobre cualquier otro sistema.

Sin embargo, cuando la zona de acción es amplia(por ejemplo, toda la anchura del frente de la División) o cuando la misión implica dos partes bien distintas, es posible dejar las Patrullas a las órdenes delos capitanes o construir subagrupaciones a petición.Incluso en este caso, el jefe del Batallón tiene siempre a gala dirigir personalmente la ‘acción de las Patrullas que cumplen la parte más importante o másdelicada de la misión.

COapaóia e Mando y Servicios

Peroonej, eproadmedamente 250Vehículoe, aprozdmedac,eoto 80

Plot6n Ue7 lorupo de me Peioti1 PejotRo Gzpo[_aSefor LdOdeCta. rninioneol le Radar Sanitario

SqulpO 1 Grupo ] PeiotiT’J 1 Polot6n de[fstlco1 [inario reparaclonenj Lanaportee

CompadRe peoada de Reconociojorto (4.)

Per,ynai: aprOximadoa,ente 240

Vel,lCUlOo, aproxlmadanonte 60

20 pelot6iJ 40 Peintóstransportado Ido‘Cailcea,” _________________

len. Pelotón I 13er.Polotón 55 Peiotóc 60 Pelotón 1Itrazsportado !4”C&ionae” [de‘Mortorón” de“Zapadores’JJ

El parque de vehículos, aunque variado, es muy bue

Durante el curso del combate, uno de los capitanesen reserva podrá recibir la misión de reunir varioselementos, empeñados o no, para resolver un casoparticular, en un compartimento dado, durante untiempo limitado.

La 4.’ Compañía constituye de todas formas una reserva de medios capaces de reforzar o apoyar a lasPatrullas empeñadas o de llevar a cabo una acciónespecial.

Las Patrullas.

Generalmente son independientes unas de otras yactúan sin preocupación de alineación ni de enlace;sin embargo, el jefe del Batallón puede siempre reforzar una Patrulla con otra, con un radar, un grupotransportado o una Escuadra de zapadores.

Los tenientes y subtenientes deben tener cualidadesexcepcionales, porque, en el fondo, todo descansa sobre ellos. Disponen de gran iniciativa en la ejecuciónde su misión, pero la instrucción que reciben les inculca principios básicos y les prepara a realizar ciertos actos elementales siguiendo normas bien definidas.

Así, la misión señala al jefe de Patrulla su objetivoy su dirección de marcha, especie de eje virtual quepasa por el objetivo, pero este jefe queda. en absolutalibertad para ,escoger el itinerario que estime más conveniente, variarlo en caso de necesidad en el curso dela misión y de marcar los límites más oportunos. Solamente está obligado a alcanzar el objetivo señalado,en el plazo previsto, sin salir de. su zona, para cumplir

Notas bréves

su misión proporcionando el• máximo de informaciónsobre el enemigo.

La ejecución de la misión está sometida a los principios siguiente:

Los dos vehículos ‘de cadena de la Patrulla ligerao los dos carros y el vçhículo de cadena, con radiode la Patrulla pesada, actúan siempre en provechorecíproco, enlazados siempre por la vista.

La Patrulla, lo mismo en todo terreno que en carretera, se desplaza de posición en posición a la velocidad máxima, utilizando los posibles abrigos.

La posición de la Patrulla es un compromiso entrelas posibilidades de observación y de enmascaramiento, pero la primera tiene prioridad sobre el segundo.

El jefe ‘de’ Patrulla debe marchar siempre en elvehículo de cabeza, y manda con el gesto.

Cualquiera que sea el enemigo es conveniente vermucho dejándose ver poco.

La Compañía pesada

Tal como está concebida, con sus medios variados,proporciona al Batallón una autonomía y una potencia de fuego muy interesantes, y permite al jefe deéste disponer sin retraso de fuégos cpntracarro, dearmas de tiro curvo, de elementos tránsportados yde medios de franqueamiento orgánicos. De esta forma, el Batallón es una unidad muy compieta que puede actuar aisladamente y hacer frente sin refuerzos ala mayor parte de las situaciones. Asimismo, la Compañía puede emplearse agrupada para una acción defuerza: por ejemplo, un ataque o contraataque.

ESTADOS UNIDOS

AMETRALLADORA «MINIGUN», DE SEIS CAÑONES DE 7,62 MM. De «Military Review» (Traduccióndel ‘teniente coronel de Artillería Ricardo ESPAÑOLIGLESJAS).—El Mando de Armamentos del Ejércitoha adjudicado un contrato para la fabricación de laametralladora «Minigun», de seis cañones de 7,62 mm.,,basada enel principio de Gatling de cañones giratorios.

El arma, de 73 cm. de longitud y 15,5 kg. de peso,tiene una cadencia máxima de 6.000 diSparos por minuto. La góndola del «Minigun» contiene 1.500 cartuchos.

‘Este arma forma parte del sis±ema XM-21, que seempleará en los helicópteros ligeros como el Skyraider Al-E, y está formado por una ametralladora «Minigún» y un lanzacohetes múltiple de 2,75” (69,85 milímetros) a cada lado del helicóptero.

GUlA DE MISILES C/C EMPLEANDO RAYOS INFRARROJOS. De «Ordenance»’ (Traducción del teniente coronel de Artillería Ricardo ESPAÑOL IGLESIAS). — Los Laboratorios de Investigación Balística

del Ejército de Aberdeen Proving Ground (Maryland)están ensayandó un nuevo sistema de guía por rayosinfrarrojos que puede formar parte de una futurageneración’ de armas de aerotransportadas. Un dispositivo de rayos infrarrojos dirige un haz de luz invisible sobre el objetivo, y un misil va metido en el hazdesde el lanzador hasta el objetivo.

El dispositivo, que forma parte de un sistema llamado «Teton», está proyectado pára montar sobre helicópteros u otros aviones, y emplea un visor estabilizado para que el apuntador pueda seguir al objetivo apesar del movimientó de la plataforma aerotransportada.

NUEVAS UNIDADES ANTIAEREAS. De « A r m y »(Traducción del teniente coronel de Artillería RicardoESPAÑOL IGLESIAS). — El Ejército va a organizarnuevos Batallones antiaéreos de 755 hombres para proporcionar defensa antiaérea a baja altitud a las unidades de la zona avanzada del campo de batalla. EstosBatallones estarán dotados del sistema de misiles Cha.parral, montado sobre vehículos de cadena M548, yde las nuevas ametralladoras M61A, de 20 mm. (Vul

can). Estas unidades complementarán la defensa proporcionada por el Hawk, Nike Hercules y Redeye.También se proyecta poner en servicio Batallones deametralladoras de 40 mm. (Duster) y baterías de ametralladoras cuádruples de 12,70 mm.

EL EJERCITO DE TIERRA Y LAS ARMAS ATO-MICAS TACTICAS FRANCESAS. Georges Marey, «Revue Mifitaire Générale», enero 1966 (Traducción delgeneral GALLEGO VELASCO).—Ha habido reducciónde los créditos concedidos en Francia al Ejército deTierra, y esta reducción se traduce en las tres consecuencias siguientes: estancamiento en la organizaciónde las fuerzas de maniobra y de las fuerzas de la defensa operacional del territorio, disminución masivade efectivos,- retraso en la modernización de equiposy materiales. Con ello se retrasa la puesta en vigorde la 5• División mecanizada. Los efectivos terrestresen 1966 habrán descendido a la mitad de los que había en 1961 (de los 700.000 de este año 1961 a 333.000en 1966, aparte de los 58.000 gendarmes), y de ellossolamente una tercera parte lo constituirán profesionales (108.000 militares de carrera o bajo contrato;22.000 oficiales, 58.000 suboficiales, 23.000 enganchadosy 5.000 miembros de personal femenino), quedando losdos tercios restantes para los jóvenes del contingenteanual. A partir de 1964 se viene estimulando la’ recluta de reenganchados mediante un fuerte aumento delas primas de enganche y reenganche, y tal régimen de

•primas va a ser sustituido por otro que concede unsueldo mensual al voluntario desde su entrada en el -

servicio, que parece más justo y moral que el anterior de las primas de enganche. Con el fin de ofrecera los suboficiales de carrera mejores posibilidades en

- su porvenir y también para reforzar la tecnicidad delos mandos subalternos, se creó hace un año un cuerpo de «oficiales técnicos» por Arma ‘o Servicio en elque se ingresa por concurso de méritos y en dondese puede llegar al empleo de Capitán. Con tal sistemase establece el acceso de’ los suboficiales al rango de

• oficial, con el mismo estatuto y consiguiente promoción social. En lo que concierne al armamento de lasdivisiones mecanizadas, sú principal dotación, el carrode combate medio; que es el vlejo americano Patton, seva sustituyendo a ritmo lento (de diez carros pormes) por el nuevo AMX de 30 toneladas, operaciónque se prolongará hasta 1972 para equipar las cuatrodivisiones al completo. Lo. mismo ocurrirá en otrosmateriales, como con el cañón 155 autopropulsado,ametralladoras de 20 mm. material Gillois (para elfranqueo de obstáculos), los radares de Infantería Ohfant, helicópteros SA-330, los Alouette IV, los camiones tácticos Berli’et y las camionetas de 1,5 tn. SimcaMarmon, etc.

Sólo es satisfactorio el progreso én .materia de armas A. A. Un lote dé 60 carros AMX bitubos (dos tubos de DCA de 30 km. de alcance) ha sido entregadopara sustituir el viejo cañón Bofors de 40 mm., y algunas unidades comienzan a recibir el ingenio A. A.Hawk fabricado en Francia. En el campo de estudiosy proyectos, citaremos el nuevo ingenio ligero blindadoque debe sustitur al EBR Panhard y quizá también al

vehículo «todo terreno» denominado VTT AMX. Existe un proyecto de vehículo táctico ligero de media tonelada que relevará el famoso jeep americano n losejércitos francés, alemán e’ italiano.

En colaboración con Alemania se fabrican tres misiles o cohétes contracarros: el c. c. rápido autoguiado (ACRA), que debe armar el carro AMX 30; el Hotguiado por hilo, como el SS 11, a montar en los ingenios ligeros blindados, y el Milano, especie, de ba‘zooka perfeccionado destinado a las pequeñas unidades de Infantería.

Se trabaja también en un cohete A. A. denominadoSaba (suelq-aire baja altitud) al que los alemanes llaman Roland. Y por último, el proyecto de ingeniotierra-tierra, de 50 km. de alcance, llamado Plutón,que podrá llegar a ser el «Vector» - del arma atómicatáctica de las fuerzas terrestres francesas.

Los ingenios blindados dotados con misiles anticarros y antiaéreos con cabeza de explosivos clásicos vanpoco a poco reemplazando al carro medio dotado concañón. Este parece haber llegado al extremo de susposibilidades, y el Ejército terrestre no será verdaderamente revalorizado hasta el día en que disponga delarma atómica táctica, la cual no éxiste todavía y nopodrá ser fabricada en serie más que a partir de 1972.Por el momento no hay más que esperar. -

NECROLOGICA DEL GENERAL J. F. CH. FULLER.Oskar 1Iunzel, «Wehr Wissenschaftliche Rundschau»,1966, abril (Traducción del alemán del general GALLEGO VELASCO).—A primeros de febrero del presente año falleció, a la edad de ochenta y siete años,el general de División inglés Juan Federico Carlos Fuller, conocido mundialmente por su fuerte personalidad militar, precursor e iniciador del arma acorazaday de un nuevo concepto de la dirección de la guerra.

Nacido en Chichester (Inglaterra) en 1 de septiembre de 1878, hasta los diecisiete años se educó en Suiza, ingresando a dicha edad en la Academia Militar deSandhurst. De carácter independiente y audaz, manifestó pronto la influencia de las fuerzas mecanizadasen la dirección de las operaciones. Sus ideas no tuvieron eco en su patria, pero como De Gaulle en Francia y Guderian en Alemania, abogó por el empleo delos carros como auxiliares de la Infantería, lograndointroducir en los ejércitos la naciente motorización desu época. En 1-898 fue destinado al Regimiento de Infantería de Oxfordshire, tomando parte en la campaña siirafricana 1900-1902. Desde entonces fue un defensor de la ametralladora, cuya gran importancia seconfirmó en la primera guerra mundial 1914-18. Dosaños en la India y una dilatada vida de guarnición yde servicio en las tropas, le indujeron en 1913 a ingresar en la Academia de Guerra, a la salida de la cualfue destinado al E. M. de un Cuerpo de Ejército queluchaba en el frente francés. Al iniciarse la creacióndel Cuerpo de Tanques, fue decisivo para su vida militar el destino al mismo, dedicándose con grañ ardory éxito a la organización y empleo táctico de la nuevaarma, siendo un miembro destacado del grupo de oficiales de E. M. partidarios del valor decisivo de lostanques en la guerra estabilizada de trincheras. En ju

ho de 1918 fue nombrado director del departamentode tanques en el Ministerio de la Guerra, en el quepermaneció tres años, y en 1923 fue nombrado jefede instrucción del nuevo Cuerpo de la Academia deGuerra, desarrollando una gran labor tanto en escritoscomo en conferencias. Tres años después fue nombrado consejero del jefe del Gran Estado Mayor, puestoen el que puso grandes esperanzas para desarrollar susconocimientos sobre la mecanización de los ejércitos,pero aquí vino el gran desengaño de su vida, debidoa que, una vez ganada la gurra, el estancamiento delas fuerzas armadas y la escasez de créditos para nuevas armas impidieron avanzar en la mecanización delEjército británico. Destinado a un grupo experimental en el campo de maniobras de Aldershot, presentóal poco tiempo su dimisión. Se le dio el mando deuna Brigada de Infantería, y en 1930 fue ascendidoa general mayor, terminando ahí su carrera militar, nocido.

ya que poco después pasó a la reserva, precisamentecuando Guderian comenzaba la creación del Arma Acorazada alemana. Más posteriormente fue corresponsaldel «Daily Mail» en la campaña de Abisinia y en laguerra de España de 1936-39, sin dejar hasta su extrema ancianidad de escribir y abogar .por sus ideas,como lo atestiguan más de treinta obras publicadasllenas de interés y de fecunda fantasía. Entre ellascitaremos «Generales del mañana», «Pensamiento deun soldado sincero», «Alejandro Magno», «Conducciónde la guerra>’, traducidas a varios idiomas. Quién sabesi, caso de haber tenido más apoyo en su patria inglesa, hubiera sido otra la marcha de la Segunda Guerra mundial. Liddehl Hart escribe en su necrología queFuller fue, por su fuerte pérsonalidad y fuerza espiritual, uno de los hombres más notables que ha co-

Funcionamiento del Equipo de Inspección

deAlimentosenla3aRegiónMilitar

Teniente veterinario Miguel HERVAS ANDRES, de la Unidad de Veterinaria 3.

INTRODUCCION

Dada la evolución adquirida por la ciencia de 1a alimentación y la conveniencia de aplicar estos nuevosconocimientos tecnológicos a la inspección e higienede los alimentos consumidos por las Fuerzas Arma-das, nos, ha motivado a llevar sobre papel el diario yefectivo funcionamiento del Equipo de Inspección deAlimentos (E. 1. A.) ‘de la Unidad de Veterinaria número 3.

Nos satisface señalar que esta preocupación técnicay sanitaria llevada a cabo por muchos países, y en elnuestro actualizada con el reciente Código de la Alimentación, ha estado siempre presente en el Cuerpode Veterinaria Militar. Así, observamos como fruto deesa latente inquietud las recientes normas sobre inspección sanitaria de alimentós para la tropa en el Servicio Bromatológico de Plaza, Regional y Central, yel «symposium» sobre higiene de los alimentos celebrado en la Academia de Sanidad Militar en el año1963, y que fue organizado’ por el Laboratorio y Par-que Central de Veterinaria Militar.

HISTORIA

Según instrucciones particulares emanadas de laInstrucción General 160-115 del Estado Mayor Central,de fecha 15 de enero de 1960, las Unidades de Veterinaria adoptan una organización nueva, paralela a la

evolución y modernización del Ejército. Esta iEeformaestá fundamentada en el organigrama siguiente:

A) Oficina de Mando.B) Equipo de Desinfección.C) Equipo de Inspección de Alimentos.D) Laboratorio de Bromatología.

Es así como se forma el Equipo de Inspección deAlimentos, cuyo funcionamiento orgánico y técnico vamos a intentar describir.

COMPOSICION

Tomando como base la plantilla de Paz, exponemosla constitución del Eqúipo, que es la siguienté:

capitán, jefe de Equipo.tenientes, ayudantes de Equipo.maestro herrador, auxiliar de Equipo.cabo. Servicios.soldados (dos para servicios y un çonductor).

Dispone el Equipo de material técnico y reactivosadecuados para el análisis fisicoquímico de los distintos alimentos, pudiendo actuar inmediatamente en mo-

12113

MEDIOS

mentos de conflagración bélica, maniobras, etc., y enlos diversos casos que se le presenten en las distintas misiones que se le encomienden.

En la práctica diaria y actual se toman muestrasde los diversos alimntos de las cocinas, víveres, etcétera, de los Cuerpos, solicitando los correspondientes análisis del Laboratorio de Bromatología de la IIIRegión Militar. Queremos indicar que el citado material técnico que dispone el Equipo está distribuido encajas adecuadas con sus correspondientes compartimentos, constituyendo realmente un lal?oratoriO ambulante, muy orientado al análisis rápido de los problemas que pueden presentar las alteraciones de losalimentos que se utilizan para el consumo del efectivomilitar.

Para su buen funcionamiento ha confeccionado elEquipo un cajón muestreo en el que se han distribuido compartimentos adecuados para envases de vidrioo plástico en los que se depositan las muestras dealimentos líquidos, así como otros compartimentospara alimentos sólidos, etiquetas, bolsas de plásticodestinadas para las muestras de carnes, embutidos, etcétera.

También dispone el Equipo, para su desplazamiento y recorridos, de una furgoneta militar marca Citron, la cual es idónea para la función que se le encomienda.

MISIÓN

Por los datos citados y la’ historia, composición ymedios del Equipo de Inspeción de Aliment6s (E. 1.A.), podemos deducir que la creación por la Superioridad del mencionado Equipo ha sido como consecuencia de la necesidad de que alcance la inspecciónveterinaria a todo el ámbito militar ya sea en paz oen guerra.

Vamos a intentar centrar el artículo en cuanto serefiere a la época de paz y en la eficacia higiosanitana que se le presenta a los cuerpos y centros militares al isponer de un Equipo técnico, flexible, queles resuelva los, distintos y complejos problemas relacionados con la adecuada alimentaciófl de l tropa,así como de la conservación de alimentos perecederos utilizados como «despensa» para los diversos finesa que se destine por los mencionados cuerpos.

Periódicamente, o cuando el servicio del Equipo esrequerido, se desplaza el mismo al Centro EconómicoMilitar, Economatos de Cuerpos, a distintos Cuerposy Centros de esta guarnición y cantones, realizandoen los mismos la inspección sanitaria de alimentos ybebidas con destino al consumo humano, y en diversas ocasiones para el consumo animal, . recogiendomuestras representativas y suficientes para que sean‘analizadas por el Laboratorio de Bromatología de laIII Región Militar, y a la vista de los correspondientes resultados emitir informe-dictamen recomendandola aptitud para el consumo ‘humano o el decomiso einutilización de productos alterados o peligrosos. Comose puede apreciar, el E. 1. A. actúa enlazando en esosaspectos a las Unidades y Cuerpos de la III RegiónMilitar con el Laboratorio de Bromatología, a la vez.que asesora y orienta a los Cuerpos, Economatos y

otras dependencias. milItares en todo lo referente aproblemas técnicos relacionados con los alimentos.

ALIMENTOS INSPECCIONADOS

Para que se tenga una visión más concreta de lainspección bromatológica realizada por el Equipo, sólocitaremos aquellos alimentos que se consideran másnecesitados de vigilancia sanitaria.

ALIMENTOS

A) Carnes frescas y productos cárnicos.B) Leches y derivados.C) Pescados y mariscos.

/ D) Conservas cárnicas y vegetales.E) Aceites y alimentos vegetales frescos.F) Harinas y derivados.G) Chocolates, cafés y condimentos.II) Piensos para el ganado.

FUNCIONAMIENTO DEL E. 1. A. EN ELCENTRO ECONOMICO MILITAR YOTROS ECONOMATOS MILITARES

La Inspección Veterinaria en los citados Centros sehace con carácter diario y abarcá los siguientes puntos:

1.0 Inspección General de Alimentos frescos a sullegada o «in situ», en los locales de la Carnicería,Pescadería y Víveres de los Economatos.

Local Carnicería.

En el mismo se realiza la inspección minuciosa delos alimentos siguientes:

A) Carne en canales descarnada y picada.B) Despojos rojos (hígado, pulmones, etc.) y des

pojos blancos (cerebros, huesos, etc.).C) Embutidos y productos cárnicos.D) Comprobación de rnarçhamoS, sellado, etc.E) Inspección higiénica del frigorífico, mostrador,

material y mesas de despiece, vehículos de tránsporte, etc.

F) Toma de muestras adecuada para comprobarcalidad, fraudes y estado• sanitario si se cree conveniente. ‘.

G) En el capítulo de los decomisos señalizamosque han sido los pulmones e higados con hidatidosislas lesiones más apreciadas.

Local Pescadería..

En él se hace inspección macroscópica de:

A) Pescados frescos y congelados.B) Moluscos y crustáceos.C) Identificación de especies.D) Inspección de envases, conservadores químicos

Li

Local Víveres.

Inspección periódica de:

OTROS ECONOMATOS MILITARES

FUNCIONAMIENTO DEL E. 1. A.EN EL HOSPITAL MILITAR

Para otras muestias: ‘Análisis diversos.

La relación de alimentos inspeccionados durante elaño 1965 es la que sigue:

MISION DEL E. 1. A. EN LAS PANADERIASMILITARES DE VALENCIA Y BETERA

La misión del equipo se orienta hacia un controltécnico de los caracteres organolépticos del pan elaborado, realizándose para ello un muestreo de 16 panes, los cuales son pesados en la misma panadería,eligiéndose de la citada cantidad una muestra de panadecuada para el correspondiente análisis en el La-

1963 1964

Kgs. Kgs. Kgs.

5.40011,012

60009.7874.853

4.3513.512

boratorio. Se solicita del mismó la confirmación delos datos obtenidos en los caracteres organolépticos,así como humedad, elementos microscópicos, acidez,sustancias extrañas y hongos y parásitos.

FUNCIONAMIENTO DEL E. L A. EN DIVERSOSCUERPOS Y CENTROS MILITARES

Dentro del recorrido establecido en le calendario deinspecciones a realizar por el E. 1. A., abarca el mismo a Cuerpos pequeños que no tienen Servicio Veterinario en plantilla, efectuándose las visitas según lasnecesidades de los citados Cuerpos. Para que se comprenda la importancia de la misión veterinaria en lavanguardia de la alimentación de las Fuerzas Arma-das, con fecha de 14 de mayo de 1964 salió la norma1/64V, de la Dirección General de Servicios (Serviciosde Veterinaria) relacionada con las normas sobre inspección sanitaria de alimentos para la tropa, que vaabriendo camino a esa necesidad de establecer en lalegislación militar disposiciones amplias i suficientesque encaucen y dirijan dentro de la sanidad militar laimportancia y misión de la bromatología sanitaria.

La función técnica en la Base y Parque de Talleres(Bonrepós) consiste en efectuar la inspección macroscópica de los alimentos en fresco, cámaras frigoríficas, víveres, toma idónea de muestras, etc. En esteCuerpo se estudió el problema de la posible contaminación del agua de un pozo que disponen para su usointerior, tomando periódicamente, con las respectivasmedidas higiénicas, muestras de la misma para elanálisis químico y bacteriológico y así comprobar supotabilidad.

y físicos, como el hielo; inspección del mostrador ylocal de venta, etc.

Carne28.491,8 kgs.Leche39.431,0 litros.Pescados14.298,0 kgs.Aceites ..:6.197,0 kgs.Vinos y licores16.533,0 litros.

A) Alimentos conservados de origen animal y vegetal (laterio).

•B) Alimentos frescos de origen Vegetal, como cereales, leguminosas, aceites, etc.

C) Toma periódica de muestras, principalmente deaceites, para comprobar pureza de los mismos.

D) También queremos indicar aquí que han sidorechazadas importantes partidas de aceite de olivapor no tener la acidez adecuada y por presentar mezcla de aceites de semillas.

La relación de alimentos inspeccionados por elE. L A. en este Centro es la siguiente:

CarneProductos cárnicosPescados y mariscos

Puede observarse que las cantidades numéricas delaño 1965 son algo más bajas que los anteriores años,lo cual se atribuye a la disminución tenpora1 del abastecimiento por algunos Cuerpos del citado Economato.

1965

El E. 1. A. se desplaza también a los economatos dela Guardia Civil (134 Comandancia) y al economatode la Pólicía Armada, los cuales están situados en laPlaza. Los problemas que se plantean principalmentedesde el punto de vista técnico, aparte de la inspección veterinaria de alimentos perecederos, es la deinvestigación de albúmina equina en carnes y embutidos, pureza de aceites y graduación alcohólica devinos.

La inspección técnica realizada por el equipo en elHospital Militar es similar a la esquematizada en elapartado Economatos Militares, efectuándose la misma con carácter semanal.

Las tomas de muestras que se practican están orientadas normalmente hacia la obtención de los siguientes resultados:

Para la carne: Investigación de albúmina equina.Para el aceite: Pureza del mismo y acidez.Para la leche: Aguado. y adición de conservadores.Para el vino: Graduación alcohólica e investigación

de alcohol metílico.

CONCLUSIONESEn el Grupo de Artillería Antiaérea los problemassanitarios alimenticios que se plantean son sencillospor el pequeño efectivo militar.

La inspección veterinaria se realiza dentro de lasnormas establecidas en otros Cuerpos.

En el Almacén Regional de Intendencia, el E. 1. A;actúa con cierta periodicidad al ser solicitado pararealizar la inspección de diversas partidas de alimentos. El funcionamiento del Equipo en esta Dependencia se orienta del siguiente modo:

A) Inspección de alimentos conservados.B) Registro de datos y cantidades para el corres

pondiente informe.C) Toma de muestras en la proporción que se con

sidere necesaria.D) Remisión de las muestras a1 Laboratorio de

Bromatología;E) Con los datos obtenidos por la inspección rea

lizada y el resultado del análisis del Laboratorio, cmi.tir informe y juicio sobre la aptitud o decomiso delos alimentos observados.

La relación de alimentos reconocidos en este Centroes la siguiente:

1.0. Por la experiencia adquirida en los diversos economatos, centros y dependencias militares queremoshacer notar el excelente servicio que podría prestar elEquipo de Inspección de Alimentos a otras fuerzas armadas, como son la Marina y Aire, cuyo abastecimiento seasimilar al de las Fuerzas de Tierra.

2.° Es conveniente y aconsejable la centralizacióndel abastecimiento de la Carne, Pescados y Alimentosfrescos de los Cuerpos con poco personal de tropa,favoreciéndose así el control sanitario y la calidad delós citados alimentos.

3•o Por la misión que cumple el Equipo en el Hos

pital Militar se aconseja la necesidad de un servicioveterinario más continuado para así atender los problemas de tipo sanitario y cualitativos en relación conlas diversas dietas confeccionadas para enfermos.

BIBLIOGRAFIA

1.° Datos obtenidos en los archivos del Equipo deInspección de Alimentos de la 3a Unidad de Veterinaria-Valencia.

1962 1963 1964 1965Unidades Unidades Unidades Unidades

Carne enlatadaSardinas en aceite ....

Botes de mermeladaBotes de tomateTabletas de chocolate

Por último, indicamos que también se ha interesadola colaboración del Equipo para la inspección de alimentos de diversos orígenes, como son el café (9.977kilogramos), paja (53.416 kgs.), etc., lo que nos confirma, como decíamos al principio en la Misión delEquipo, la flexibilidad que tiene que tener el mismopara atender la diversidad de problemas técnicos quepueden planteársele.

3.251.208

— 3.2551.800 —

1.264 3.255

2.° Datos obtenidos en Mayoría de Mando de la 3a

Unidad de Veterinaria-Valencia.3.° La Inspección Regimental de los Alimentos-Ca

pitán Veterinario don Luis Ferrer Halcón; REVISTAEJERCITO núm. 301, página 49. Madrid, 1965.

40 «Symposium» sobre Higiene de los Alimentos;Laboratorio y Parque Central de Veterinaria Militar.Madrid, 1963.

5.216 10.5493.200

3.7345.293

10.063

2

Guía bibliográfica

La «Colección Teatro» publica su número 500. Editorial Escelicer.

Héroes del JO de agosto, núm. 6.

«Todo el teatro contemporáneo en edición de bolsi110». Tal es la frase que designa esta bella y ya ex

tensa colección, que con tanta eficacia contribuye asuscitar y mantener el favor del público lector por el

teatro español de nuestro tiempo.

La regularida4 imperturbable con que cada semanacsta brillante Colección ofrece una obra de éxito popular o minoritario, así como la escrupulosa s’lección.ue preside esta galería de obras, es un caso singularen este género de publicaciones y explica el crecienteinterés con que el público acoge esta notable e interesante Colección.

La <‘Colección Teatro» reúne, pues, lo mejor ‘de nuestra actualidad escénica, y a la lista de las primeras figuras de nuestra dramaturgia actual, como AlfonsoSastre, José María Pemán, Alfonso Paso, ‘Miguel Mihura, Antonio Buero Vallejo, Víctor Ruiz Iriarte, Joa

quín Calvo Sotelo, Juan Ignacio Luca •de Tena, JoséLópez Rubio, etc., incorpora valores jóvenes, comoTaime Salom, Carlos Muñiz, Jaime de Armiñán, Juan

José Alonso Millán, José Martín Recuerda, Ricardo Rodríguez Buded y todos cuantos logran acceder con éxitode público y crítica a nuestra literatura dramática.

A lo largo de sus 500 números, la «Colección Teatro»

también, ha ido incorporando a su galería los grandeséxitos extranjeros vertidos a nuestra escena, en la quedestacan autores como Tennesse Williams, Priestley,Jacques Deval, Arthur Miller, André Birabeau, DiegoFabbri, Henry de Montherlant, Jean Giraudoux y Dürrenmatt, entre otros.

OPERACIONES DE GUERRILLAS YCONTRAGUERRILAS. Andrés Cassine¡lo Pérez, capitán de Infantería del Servicio E. M., profesor de la Academiadel Arma, diplomado en los cursos de«Coanterinsurgency and Special Warfare Staff Of ficer» y «Counterinsurgency Operations», de la Escuela de Guerra Especial del Ejército de los Estados Unidos en Fort Bragg. 150 pesetas.«Compañía Bibliográfica Española, Sociedad Anónima», Nieremberg, 14.

Es suficiente la lectura de los periódicos para comprender la actualidad de éste libro.

Presenta el autor un cuadro muy completo, fundamentalmente operativo, de lo que son las operacionesbélicas de guerrilla y contraguerrillas.

Un estudio histórico que abarca desde la Guerra dela Independencia (España y Napoleón, 1808) hasta lasoperaciones norteamericanas en Indochina explica deforma eminentemente práctica los principios fundamentales y los procedimientos en que se basan de .manera

sustancial estas acciones guerreras.

Eh sus numerosas figuras se ofrece una cantidad de

organizaciones distintas y de esquemas gráficos de operaciones. Y cada uno de estos tipos de acciones teóricas va acompañado de un ejemplo histórico concretoque ha sido elegido, cada uno, dentro de áreas geográficas y situaciones también históricas distintas, y quevan desde las actuaciones del Empecinado a incursio

nes de Lawrence de Arabia o emboscadas de Tito, del

Vietcong o de Fidel Castro, y a las grandes operaciones de cerco montadas por los alemanes en Grecia o

Rusia durante la Segunda Guerra Mundial.

Las aportaciones sobre los métodos subversivos deMao-Tse-Yung, las técnicas de Ché Guevara y las acciones de Ho-Chi-Mm examinadas y analizadas en estelibro garantizan la actualidad del problema tratado.Por otra parte, el examen de los métodos del generalespañol Weyler y de los ingleses Brigss y Templer, pacificadores de Malasia, y de las nuevas técnicas filipinas o colombianas en su lucha, estas últimas, contra la«violencia», pone de manifiesto la doble técnica de loque es la guerrilla y de lo que es la contraguerrilla.

EL ORSERVADOR ÁVANZADO DEMORTEROS DE 81 MM. Capitán deInfantería Eusebio Suárez López, di

plomado de Carros de Combate. Editado por su autor. 180 páginas con gra

- bados; en rústica. El prólogo escritopor el comandante don Enrique Ballenula Fajardo, diplomado de Estado

Mayor, nos informa mejor que nadadel valor y contenido de este libro.

El Generalísimo, en su comentario al Reglamentopara el empleo táctico de las’ GG. UU., denomina almortero de 81 mm. como poderosa arma de la Infan

tería por, su poder contra atrincheramientos y sobreenemigos abrigados en barrancadas y contrapendientes, y porque pueden actuar desde un barranco, desde

una contrapendiente o incluso detrás’ de un obstáculo.

‘Pero este poder sólo podrí’á ejercerlo si cuenta conuna perfecta observación que le permita dirigir sufuego al objetivo y corregir el ‘tiro con precisión, rapidez y e’icacia.

Los reglamentos vienen ocupándose constantemente del problema de’ la observación, y dan diversas nor-,mas para. que lós equipos de observadores avanzadosde las ‘Unidades, de morteros de 81, mm. puedan desarrollar su función en beneficio de los fuegos ,,de los.morteros, que han de facilitar las maniobras tantoofensivas como defensivas de la Infantería.

Las misiones encomeñdadas al óbsérvador avanzado‘son n esencia las siguientes:

— Corrección del tiro.— Designación• de objetivos.— Elección de nuevos asentamientos.

)

El libro que el capitán de Infantería don EusebioSuárez López me entrega para que lo prologue (autorizada su publicación por el ‘E. M. C. con fechaS 19 defebrero de 1965) habla del observador avanzado, des-,menuza sus misiones y .pone en mano, no tan sólo delpropio. observador avanzado, sino , de los Oficiales ySuboficiales responsabilizados en su instrucción, unasnormas de recordación para su instrucción que si bien

se pueden encontrar en’ reglamentos y otros textos, alestar meticulosamente recopiladas permiten su cómodo úso en la instrucción peculiar.

Pero lo más importante de este trabajo del capitán

don Eúsebio Suárez López es ‘la exposición ‘de un método ‘que simplifica las operaciones de’ corrección deltiró y designación de objetivos, toda vez que los datosque el observadOr avanza’d facilite al puesto ‘de mando ‘de los morteros de 81 mm. ‘son rápidamente traducidos en datos para las piezas, con el beneficio queesto irroga en el mantenimientp del apoyo a la Sección de Fusiles eñ ‘primer escalón

El ,método se ampará en las normas vigentes y enel método universal pára la corrección del tiro y de

signación de ,objetivos, y en la experiencia del autor,que al frente de su ,Sección de Armas de Apoyo delGrupo de Combate sintió desde un principio la inquietud de que los fuegos de sus morteros fueran precisos y oportunos, y la oportunidad exige rapidez y laprecisión exactitud en, las correcciones.

Su sistema, de discos permite ambas coss.

‘D’ejo al lector que, curioso, se adentre en las páginasde este libro’, especialmente en’ las que a correcciónde tiro y designación de objetivos se refieren. Estoyconvenéido de que verá en los discos de corrección unelemento práctico, y animo al joven oficial que al frente, de su Unidad de Morteros de ‘81 mm. se encuentrededicado a la instrucción cón e’stas armas, que realjçetodos y cada uno de los ejercicios de instrucción, quizá exhaustivos, que en éste libro quedan expuestos,pues con ello sus ‘equipos de observadores avanzadoslograrán «estar a punto» para cualquier misión que seles señale,’ consiguiendó con su actuación ‘aumentarla ‘eficaéia. del’ fuego de los morteros de’ 81 mm., esa«poderosa arma», cómo ‘la denomina nuestro Caudillo.

Complementa el trabajo un apéndice (autorizada supublicación por el E. M. C. con fecha 31 de mayo de1965) que’ hace extensivo a los morteros de 120 mm. yal arma de Artillería, SecciÓn de Campaña, el uso delmétodo de los discos de correéción. Los morteros de120 mm. tendrán en ellos un valioso auxiliar para lacorrección del tiro y designación de objetivos, y eloficial de Artillería podrá contrastar este método cótTlos que usualmente mañeja.

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LA GUERRA POLÍTICA. José Díaz deVillegas. Ediciones d e 1 Movimiento,Madrid, 1966; 361 págs.

Si una palabra tuviera que resumir el contenido dellibro emplearíamos ésta: xinfiltración». La obra del general Díaz de Villegas es una divulgación de ‘la tácticade infiltración empleada por el comunismo mundial en’todos los órdenes: en la Administración pública, en losmedios intelectuales, en las Fuerzas Armadas, en ‘laUniersidad,, en las masas proletarias, - en la informa‘ción, en la. economía... ‘‘ ‘

‘Sin esta infiltración nó pued’é cornprenderse la historia actual, lo que pasa en el mundo, ni precaversede los peligros que le llegan a una sociedad por vericuetos aparentemente inocentes, paradisíacos “casi;

Pero la infiltración es’sólo el camino, y la meta finalel asalto’ al poder. La infiltraión supone un procesolargo, pesado, pacienzudo, difícil, pero su premio’ esla impregnación del ¿uerpo social de espíritu disolvente; su saturación de marxismo. Cuando” esto ocurre llega el momento de la viOlencia. ‘

En todo caso, las Fuerzas Armadas son piedra angular. La llamada «democratización» del ‘Ejército ha

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sido estudiada por el general Díaz de Villegas a tra

vés de varios casos muy típicos: el clásico de la revolución rusa, el del Ejercito heleno en el verano de1965, el «golpe» de Argel, la crisis indonesia y, porsupuesto, nuestro caso, el de España, según la trayectoria que Azaña iniciara en 1931 con su «trituración» del Ejército y terminára el 18 de julio de 1936con el Alzamiento Nacional.

El general Díaz de Villegas rea,terda aquí una frasedel Generalísimo: «El comunismo sólo prende en aquellós que no le conocen.» .Y esta otra de Carlos Marx,fuente indiscutible: «La revolución es un acto en elcual una parte de la población impone su voluntada 1a otra por -medio. de fusiles, bayonetas y cañones,

y en donde el partido vencedor se obliga necesariamente a mantener su dominación por medio del terror.»

Así, pues, la revolución es un combate, ‘ su triqnfouna batalla que se gana. Dentro de este marco, que esun marco bélico y que tanto tiene que afectarnos alos militares, se desarrolla el proceso revolucionario,aunque a la fuerza precedan las apariencias de unasuave infiltración. Pero el final de todo proceso revolucionario es siempre un acto de fuerza más o meios extenso; duradero y trágico. Lenin aseguró que«sólo la revolución - armada puede llevar al proletariado a la victoria’>.

Apariencia y realidad,y en el fondo el Ejército comopieza maestra. La revolución sabe que en la descomposición interna del Ejército y en su posterior dominioestá la posibilidad del revoluçionario. Si rio hay Ejército, la revolución fracasa: ese es el caso de Españaen 1936. -

El libro del genral Diaz de Vilegasse lee con sumoagrado no sólo por la sencillez y amenidad de su estilo, sino por el aire actual de gran réportaje que informa la mayor parte de sus páginas. La historia noes aquí cosa de museo, objeto inerte que fue, sinocorriente que fluye viva a nuestros pies, y que lo mismo puede sustentarnos que hundirnos: todo dependede que seamos capaces de darnos cuenta, del juegoel adversario y de que sepamos oponer a su tácticae infiltración las contramedidas necesarias.

Este libro del general Díaz de Villegas sigue la líiea iniciada en La guerra revolucionaria y La paz espñola, ya publicados y comentados con anterioridadci estas •páginas.

LA GUERRA ESPAÑOLA DE 1936.Hellmuth Günther Dahms. Rialp; Ma-

drid, .1966; 440 págs. con numerosas

ilustraciones; 19 cm.; tela.

«Donde se trata de España, los ánimos se caldeansiempre.» Así comienza el doctor Hellmuth Giinther

Dahms su libro sobre nuestra guerra, que añade unomás a la lista, ya casi interminable, de obras inspira

das en aquella lucha. Un libro más, decimos, lo queno significa ser• uno de tantos.

Leyéndolo se aprecia inmediatamente que su autor

ha fijado ‘la atención de un modo principal en el aspecto internacional del conflicto, y esto representa un

acierto máximo, porque los dos caracteres básicos dela contienda española fueron su carácter ideológico rsri répercusión exterior; que aún no ha cesa4o ni esfácil que cese:

Aquí están, pues, las aportaciones de los otros Estados, la No Intervención, los voluntarios, las adquisiciones de material, las presiones políticas y militares, laLegión Cóndor, el C. T. y., las Brigadas Internacionales, la aviación de Malraux. etc. Y es lógico que ¡-leilmuth Giinther examine dentro de este campo, con el

mayor cuidado e interés, la ayuda alemana, o de los aleflanes, tanto a favor del bando rojo, o «republicano»

si el autor lo desea, como del nacional, alcanzando suexamen los más diversos episodios con todas sus remotas consecuencias. Tales el caso del bombardeo deGuernica, estudiado en una nota muy extensa, perotan jugosa y bien documentada que vale por todo untrabajo monográfico.

Con frecuencia, Günther contesta a la obra de Thomas, apoyándose en numerosas fuentes no utilizadas

por aquel. Así, los archivos secretos del Ministerio deAsuntos Exteriores alemán, de extraordinario valor, olos documentos del Instituto de Historia Oriental Europea de Tubinga (Alemania Oriental), e incluso las memorias personales muy poco conocidas, cual Der Spani

sche Krieg. del escritor alemán afiliado a las BrigadasInternacionales (Batallón «Thélman»). Ludwig Rerin, publicado en el Berlín oriental en 1955. Las alusiones aThomas’hacen del libro que comentamos, ¡La guerra española de 1936, una verdadera réplica a su indebidamente divulgada y de poco valor La guerra civil, deaquél.

En cambio, las óperaciones militares están tratadassomeramente, sin duda alguna porque no entró en loscálculos del autor el hacerlo más detenidamente dadala general divulgación de las misnias o su creencia—que de ser verdad bien agradeceríamos ante tantoperiodista o literato con aficiones de estratega-.-- dequ’e para hacerlo es preciso poser unos conocimientos especiales.

Lo más flojo de la obra de Günther Dhams se refiere a los antecedentes del 18 de julio, donde parece pararse demasiado en los detalles, con perjuiciode lo fundamental. Tampoco su visión de la retaguar

dia española es acertada, y aquí fallan sus fuentes bibliográficas (que son de la clase de, Gironella, Malrauxo Hemingway, novelistas más o menos imaginativosy veraces, pero nunca historiadores).

Pese a estos reparos, el libro representa una de lasaportaciones más interesantes venidas de fuera sobre

nuestra guerra «nacional)> (por qué no llamarla así,ya que precisamente, y por contraste con las presionesexteriores, fue esa la nota que dominó al final y quese subrayó más aún cuando, vencedoras las potenciasdel Eje en los primeros años de la guerra mundial,

pudo comprobarse cómo el triunfo de los Ejércitos deFranco se había logrado limpiamente y sin servidum

bres?).

Queremos finalmente dejar constancia de estas palbras de He1lmuh Günther: «El autor no puede pretender superar a los investigadores españoles en supropio terreno, sino’ que, en general, persigue objetivos dialécticos y quiere, desde fuera y donde esto seaposible, poner de manifiesto la influencia recíprocaque se advierte entre ciertos aspectos de la guerra española y algunos, importantes acontecimientos político-mundiales.»

La obra fue escrita en 1963, y la traducción’ esptñoIa ha respetado íntegramente el texto originalalemán.

GIBRALTAR. «SCRIJFFY», LA UL

TIMA ESPERANZA. Paul Gallico. Editorial Juventud.

Sin más apoyo que un telegrama auténtico enviadopor el entonces primer ministro, sir Wiñston Churchill,si las instrucciones posteriores que envió catorce días

después,’ el polifacético y brillantísimo escritor PaulGallico construye lo que él llama una diversión, queen realidad es una auténtica novela donde se dicencosas que. además de regocijar, intrigar y conmovera cualquier lector de cualquier país, han de interesarcon mayor motivo a quienes con ,conocimiento másnatural del caso y de las circunstancias —los españoles— podrán saborear más profundamente las tragi

cómicas andanzas y aventuras de ese desdeñoso héroeel Peñón que es «Scruffy»’.

ALFONSO Xlii. ViDA, CONFESIO

NES Y MUERTE. J. Cortés-Cavanillas.Editorial Juventud. Colección «Gran

des Biografías». 368 págs.

El veinticinco’ aniversario de la muerte del últimoRey de los éspañoles coincide con la aparición deesta biográfía «completa, sugestiva y atinada>’, como

escribe en el prólogo Luca de Tena. El’ autor, que conoció y trató a Don Alfonso desde su juventud, presenta su «vida, confesiones y muerte» no sólo con unadocumentación en parte inédita, sino con la transcripción de conversaciones directas y poco divulgadas que

,tuvo con el monarca en diversas épocas de su existencia. La biografía de un rey cuya «cuna fue un trono»,como recuerda Churchill en una sugestiva introducción a este libro, trasluce en todo , momento su granamor a España y su voluntad de servicio al país. Nacerey; muy joven toma el poder en una etapa de crisis;el día de su boda sufre un atentado; ha de dirigir luego la nave del ‘Estado entre luchas partidistas, anar

quismo violento, huelgas gençrales, etc. Y después ‘dela Dictadura viene’ la hora dramática de su alejamiento de España para evitar derramamientos de sangre,según declara’ en su despedida al pueblo español.

La extraordinaria biografía de Cortés-Cavanillas re

fleja, entra la emoción, el documento y la anécdota,todo ese difícil itinerario histórico en que la figura delRey fue puesta repetidamente a prueba. Su gran personalidad humana, de gobernante y de español, poseeun indudable atractivo para el historiador, para elfervoroso monárquico, para el político y aun para el

lector indiferente.

Julián Cortés-Cavanillas ofrece muy oportunamentea nuestra meditación la vida de un personaje íntimamente vinculado a un pasado reciente, de una figuramuy significativa entre las de su dinastía, fundidacon varios siglos de’la historia dé España.

HISTORIA DE LA G U E R R A DEESPAÑA. Robert Brasillach y Maurice Bardéche (traducción de Adolfo Porcar.). Imprenta Romeu; Valencia, 1966;

342 págs.; 21 cm.; rústica.

Con gran retraso se ,ha publicado ahora en Españala primera historia general de nuestra Guerra de Libercaióri. Al poner los señores Brasillach y Bardeche

punto final a aquélla aún no había estallado el grandrama del mundo, cuyas consecuencias todos padece-

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mós Las iiotas bibliográficas del libro citado llevanfechás. que van’ de 1936 a 1939, no más adelante.

Esta es la principal observación que aquí queremosdestacar. Cuando se escribe este libro, Europa tieneuna vieja estructura, hoy totalmente olvidada, y aúnno ha caído sc)bre ellá ese velo que tantas cosas desfi

guraría de’sptiés.

Por eso debemos disculpar muchos’ errores de primera mano, ‘bien que ahora, al traducirse el libro, podían haber sido subsanados. Pero esos errores no afectan á la esencia del relato; que puede considerarse, enlíneas generales, totalmente ajustado a la realidad, cálida y palpitante de entonces. Siendo indudable quelas plumas ‘que lo escribieron poseían una gran sensibilidad histórica, un claro talento y un prudente sentido, capaz de distinguir lo real de lo inventado porla pasión pa}tidista.

Los ,errores de los señores Brasillach y Bardécheson mínimos si se comparan cdn otros contenidos enlibros muy posteriores, cuando toda consulta o confrontación podían haber sido hechas’.

Por otra parte, la documentación de los señores Brasillach y Bardéche, pese a las premuras con que hubieron de escribir su trabajo, es, en ocasiones, verdade-,ramente eficiente y póco cóiiocida. Sirva de ejemplo—al poco de abrir las páginas del libro— la cita, nosospechosa, de un trabajo del periódico barcelonés,La Publicitat, inserto’en su número de 1 de diciembrede 1937, según la cual la orden de asesinato de Calvo

Sotelo fue traída desde Ginebra por un grado 33 dela masonería, el ministro de Asuntos E,teriores Augusto Barcia.

A la vez, la posición neutral —fuera ‘«de las alambradas»— de los dos autores, qué púdieron recibirprensa e iñformación muy diversa ya en’ los mismosdías de la guerra, e incluso girar visitas a las dos zonas —no estamos seguros de ello—, les permitió poseer fuentes bibliográficas que difícilmente tendríanluego otros historiadores. Así se explica el detalle conque están tratados episodios como los «sucesos demayo» de Barcelona, tan sangrientos y de tan gravesconsecuencias, apenas pasados por alto por los historiadores..

Curiosa la bibliografía, donde se insertan relatos ycitas periodísticas ‘de aquella hora, los cuales teníanun valor documental de primera mano que en vanoecharemos de menos en las obras escritas «a p6sterio-ri» ‘con afanes’ justificativos o con frías intenciones de

revancha.

El libro debe ser considerado como relato históricodonde se entrecruza la política y ‘la guerra, España yel extranjero, los ideales y las batallas, sin, que enningún momento se haya pretendido hacer ur, estu

- dio militar propiamente dicho de las operaciones. Escasi una historia de España muy condensada en sus

años trágicos.

Uno de los atractivos del libro es su brillanté estilo,su vivacidad, ,su casi espontaneidad. Otro, su evidenteamor a España, ‘a la que siempre han tratádo ‘de”comprender, yo creó que con é,dto. ‘ ‘. --

GUERRA DE LA INDEPENJjENCIA(1808-1814). Servicio Histórico Militar.Prólogo del general Mantilla. Vol.’ 1,Antecedentes y Preliminares’. Madrid,1966; 482 págs. profusamente iluitradas;. 21 cm.; tela.

El siglo y medio transcurrido desde la terminaciónde la guerra de la Independencia y la experiencia his

tórica acumulada en ese lapso de tiempo por las generaciones posteriores, han dilatado considerablemente las perspectivas sobre aquel acontecimiento. Por otraparte, la técnica de la investigación se ha perfeccionado en todos los órdenes, y también, por lo tanto, enel de contemplar, reconstruir e interpretar el pasado;de aquí que bien puede decirse que la elaboración his

tórIco-científica aparece hoy como un proceso siempreabierto y perfeccionable.

Nuestra guerra de 1808-18 14 tardó en encontrar suhistoriador. Casi pasó un siglo hasta que el generalGómez de Arteche terminara, en 1903, su colosal empresa eti .atore volúmenes, obra ejemplar et todoslos aspectos aunque se ofrezca anticuada, particularmente por la aparición posterior, de parte francesa einglesa, de trabajos capitales hoy de obligada consulta.

Todas estas razones han justificado que el ServicioHistórico Militar aborde la dilatada tarea de poner aldía la guerra de la, Independencia, resumiéndola en loposible para que resulte accesible al lector medio es

pañol y a la oficialidad de nuestro ejército, y actualizando los viejos puntos de vista.

En efecto, no puede ya estimarse como un capítulo

privativo de la Historia de España unos acontecimientos que respondieron en gran parte a la gran conmoción política y social que experimentaron todas las naciones europeas —entonces, el mundo rector— a finales del siglo xviii y comienzos del XIX, y cuyas repercusiones se hacen hoy sentir aún.

Por otra parte, ya no se puede, ni hay por qué, adoptar el tono apologético, laudatorio o, al revés, dénigrante, al considerar aquella lucha, «pues sin dejar de admirarse y enorgullec’erse de las portentosas hazañasrealizadas entonces por nuestros antepasados, el historiador español de nuestros días aspira, sobre todo, adesentrañar el significado de aquel acontecimiento en

el- cuadro total de nuestra historia y a orientar el futuro de la patria a la luz de las grandes enseñanzaspolíticas y militares que del mismo se desprenden».

Esta empresa no es fácil, pues en la guerra de la Independencia se yuxtaponen una lucha regular entre lasfuerzas organizadas en uno y otro bando y un levantamiento nacional muy difuso que se superpone confrecuencia sobre las grandes operaciones militares, aparte de existir un fondo de evolución o revolución política y social latente en todo momento. Por eso la lucha se ofrece así muy mal definida en sus épocas, en

los teatros de operaciones, en sus acontecimientos ca

pitales.

En el prólogo de este primer tomo se hace una

debida justificación del plan y método seguidos enla redacción de obra de tan gran empeño y aliento,que ve ahora el primer volumen de los-siete que constará, dedicado a «Antecedentes y Preliminares».

Arrancan los antecedentes de la época de la Ilustración, de la Revolución francesa, de la aparicióndel imperio napoleónico. Y entre los preliminares pueden citarse el tratado de Fontainebleau, la ocupaciónde Portugal, el complot de El Escorial, el motín de

Aranjuez, la llamada «emboscada de Bayona», y elDos de Mayo.

La obra va profusamente ilustrada con 80 láminasy cinco croquis, y lleva al final de cada capítulo unacopiosa lista bibliográfica.

C U 1 0 N REVISTA ILUSTRADA DE LOS IANDOS SURALTEIINOS DEL EIII$

SUMARIO DEL MES DE SEPTIEMBRE DE 1966

La Criptografía y El Quijote.—Comandante González Rodríguez.Yoga..., ¿qué es eso?—Cornandante de Intendenciá Aranguren Liébana.

Antecedentes curiosos de la conquista y ocupación de California.—GeneralBermúdez de Castro. (t)

Cosas de ayer, hoy y de mañana.—Teniente Coronel Carreras González.Estampas de un itinerario por los pueblos y las tierras de España (Andalucía IX).

- or Juan Cualquiera.Nuestros lectores preguntan.—Redacción.