N. 3. 2014. Cadenas Erazo

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Patricia Cadenas. Ecologización y reinvención de la tradición Nueva corónica 3 (Enero, 2014) ISSS 2306-1715, pp. 173-192 Escuela de Historia. Universidad Nacional Mayor de San Marcos 173 ECOLOGIZACIÓN Y REINVENCIÓN DE LA TRADICIÓN: EL CASO DE CONSTRUCCIÓN DE UNA MEMORIA HISTÓRICA NEGATIVA EN TAMBOPATA (MADRE DE DIOS, PERÚ). FINES DEL SIGLO XX A LA ACTUALIDAD M. Patricia Cadenas Erazo 1 Universidad Nacional Mayor de San Marcos [email protected] Recibido: 14/06/2013 Aprobado: 13/08/2013 Resumen Este trabajo describe los procesos de ecologizaciόn y reinvenciόn de la tradiciόn en la producción social de memoria de una población amazónica de Tambopata (Madre de Dios, Perú), cuyo componente nativo (bahuaja-ese eja) es transformado mediante la desvalorización y arcaización de sus prácticas, en base a un estudio de desarrollo turístico, bajo los criterios de sostenibilidad y conservación. Se demuestra que al influjo de la ecologización, la construcción del pasado bahuaja-ese eja configura una memoria negativa que niega el aporte cultural nativo, justifica nuevas formas de hegemonía neocolonial y mantiene a su población en un estado de dependencia y dominación. Palabras clave: Amazonía peruana; Bahuaja-ese eja; Ecologización; Reinvención de la tradición; Historia oral; Memoria histórica ECOLOGIZATION AND REINVENTION OF TRADITION: THE CASE OF NEGATIVE MEMORY CONSTRUCTION IN TAMBOPATA (MADRE DE DIOS, PERU) SINCE THE END OF THE TWENTIETH CENTURY Abstract This paper describes the ecologization and reinvention of tradition processes in the social production of memory of an Amazonian local population in Tambopata (Madre de Dios, Peru), whose ethnic component (bahuaja-ese eja) undergoes transformation by means of the devaluation and the arcaization of its practices, based on a study on tourism development under the criteria of sustainability and conservation. This article shows that under the ecologization influence the construction of the Bahuaja-Ese Eja's past is a negative memory that denies native cultural contributions, justifies new forms of neocolonial hegemony and keeps its population under dependency and domination. Key words: Peruvian Amazonia; Bahuaja-Ese Eja; Ecologization; Reinvention of tradition; Oral history; Historical memory 1 Historiadora. Licenciada en Historia (Universidad Nacional Mayor de San Marcos, magíster en Gestión Cultural, Patrimonio y Turismo (Universidad San Martín de Porres USMP), Diplomada en Análisis, Gestión y Resolución de Conflictos Socio-ambientales (Centro de Análisis y Resolución de Conflictos de la Pontificia Universidad Católica del Perú, CARC-PUCP). Ejerce la docencia universitaria en diversas materias de investigación, historia y cultura. Se ha desempeñado como analista a niveles estratégicos en funciones de gobierno y seguridad nacional en la Dirección Nacional de Inteligencia Nacional (DINI). Ha expuesto en la XVI Conferencia Internacional de Historia Oral, realizada en Praga (2010) por la Asociación Internacional de Historia Oral (IOHA). Algunas de sus publicaciones se encuentran en la revista Letras (2010) de la UNMSM, Turismo y Patrimonio n° 3 y 5° de la USMP, así como en la revista Canatur de la Cámara Nacional de Turismo, de la cual también ha integrado el comité de edición.

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  • Patricia Cadenas. Ecologizacin y reinvencin de la tradicin

    Nueva cornica 3 (Enero, 2014) ISSS 2306-1715, pp. 173-192

    Escuela de Historia. Universidad Nacional Mayor de San Marcos

    173

    ECOLOGIZACIN Y REINVENCIN DE LA TRADICIN: EL CASO DE CONSTRUCCIN DE

    UNA MEMORIA HISTRICA NEGATIVA EN TAMBOPATA (MADRE DE DIOS, PER). FINES

    DEL SIGLO XX A LA ACTUALIDAD

    M. Patricia Cadenas Erazo1

    Universidad Nacional Mayor de San Marcos

    [email protected]

    Recibido: 14/06/2013

    Aprobado: 13/08/2013

    Resumen

    Este trabajo describe los procesos de ecologizacin y reinvencin de la tradicin en la produccin social de memoria de una poblacin amaznica de Tambopata (Madre de

    Dios, Per), cuyo componente nativo (bahuaja-ese eja) es transformado mediante la

    desvalorizacin y arcaizacin de sus prcticas, en base a un estudio de desarrollo

    turstico, bajo los criterios de sostenibilidad y conservacin. Se demuestra que al influjo

    de la ecologizacin, la construccin del pasado bahuaja-ese eja configura una memoria

    negativa que niega el aporte cultural nativo, justifica nuevas formas de hegemona

    neocolonial y mantiene a su poblacin en un estado de dependencia y dominacin.

    Palabras clave: Amazona peruana; Bahuaja-ese eja; Ecologizacin; Reinvencin de la

    tradicin; Historia oral; Memoria histrica

    ECOLOGIZATION AND REINVENTION OF TRADITION: THE CASE OF NEGATIVE MEMORY

    CONSTRUCTION IN TAMBOPATA (MADRE DE DIOS, PERU) SINCE THE END OF THE

    TWENTIETH CENTURY

    Abstract

    This paper describes the ecologization and reinvention of tradition processes in the

    social production of memory of an Amazonian local population in Tambopata (Madre

    de Dios, Peru), whose ethnic component (bahuaja-ese eja) undergoes transformation by

    means of the devaluation and the arcaization of its practices, based on a study on

    tourism development under the criteria of sustainability and conservation. This article

    shows that under the ecologization influence the construction of the Bahuaja-Ese Eja's

    past is a negative memory that denies native cultural contributions, justifies new forms

    of neocolonial hegemony and keeps its population under dependency and domination.

    Key words: Peruvian Amazonia; Bahuaja-Ese Eja; Ecologization; Reinvention of

    tradition; Oral history; Historical memory

    1 Historiadora. Licenciada en Historia (Universidad Nacional Mayor de San Marcos, magster en Gestin

    Cultural, Patrimonio y Turismo (Universidad San Martn de Porres USMP), Diplomada en Anlisis,

    Gestin y Resolucin de Conflictos Socio-ambientales (Centro de Anlisis y Resolucin de Conflictos de

    la Pontificia Universidad Catlica del Per, CARC-PUCP). Ejerce la docencia universitaria en diversas

    materias de investigacin, historia y cultura. Se ha desempeado como analista a niveles estratgicos en

    funciones de gobierno y seguridad nacional en la Direccin Nacional de Inteligencia Nacional (DINI). Ha

    expuesto en la XVI Conferencia Internacional de Historia Oral, realizada en Praga (2010) por la

    Asociacin Internacional de Historia Oral (IOHA). Algunas de sus publicaciones se encuentran en la

    revista Letras (2010) de la UNMSM, Turismo y Patrimonio n 3 y 5 de la USMP, as como en la revista

    Canatur de la Cmara Nacional de Turismo, de la cual tambin ha integrado el comit de edicin.

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    Introduccin

    La bsqueda generalizada de memoria a la que conducen, actualmente, la aceleracin

    del tiempo y la extincin de fronteras por el proceso de globalizacin resulta propicia

    para evidenciar los diversos caminos de su construccin junto a las funciones y a los

    usos polticos (Moraes Ferreira, 2002) que se hace de ella, tomando en cuenta

    especialmente aquellos contextos cuyas experiencias coloniales o totalitarias han

    modificado la estructura social, alterado la tradicin interna o distorsionado la secuencia

    temporal histrica (Prins, 2003).

    Por ello, ms que incluir una versin fidedigna de hechos importantes, en el presente

    trabajo, se busca comprender los motivos y mecanismos que subyacen a la construccin

    del pasado de un grupo local amaznico disperso entre Per y Bolivia, cuya seccin

    peruana conformada por los bahuaja-ese eja (o ese eja del Tambopata en Madre de Dios

    denominada Comunidad Nativa de Infierno), estudiamos para observar los mecanismos

    a travs de los cuales se efectan las transformaciones de su tradicin, incentivando,

    asimismo, la produccin social de una memoria que reconocemos como neocolonial y

    consideramos negativa.

    La produccin de esta memoria negativa que observamos para, al menos, los primeros

    siete aos de implementacin de un proyecto de ecoturismo en la zona de reserva forestal dentro del territorio que ocupa la poblacin bahuaja-ese eja

    2, a travs de la

    firma de un convenio de asociacin empresarial con una compaa operadora de turismo

    de naturaleza, se lleva a cabo mediante dos procesos fundamentalmente a los cuales

    denominamos ecologizacin y reinvencin de la tradicin, respectivamente.

    Con el primer trmino se evidencia el proceso de difusin del discurso ecolgico

    moderno, (o ambiental de mercado) al mismo tiempo que la adopcin de sus respectivas

    prcticas por parte de la poblacin local con la introduccin del ecoturismo en la

    comunidad. Adems, la ecologizacin supone que las prcticas del mercado moderno-

    financiero global estn, ahora, sustentadas por el ideario econmico-ambiental. Vale

    decir, el mercado se ha empoderado del discurso ecolgico o ambiental, hacindolo menos radical e instrumentalizndolo para que coincida con sus intereses y fines.

    De esta manera, lo que se quiere lograr en la poblacin en general es un cambio de

    mentalidad y de comportamiento social que resulte realmente compatible con el proceso

    de ecologizacin del mundo contemporneo-moderno. Por lo tanto, la adecuacin de los

    distintos grupos sociales a los fines de la agenda ambiental de mercado es un requisito

    indispensable. La poblacin bahuaja-ese eja en estudio, por lo tanto, no escapa de esta

    tendencia hacia la homogenizacin ecolgica propulsada por, entre otros, los

    organismos nacionales e internacionales para el desarrollo, los planificadores pblicos,

    las ONGs, el sector empresarial, las autoridades regionales y locales.

    2 La puesta en marcha de las actividades de ecoturismo se concret gracias al acuerdo firmado en 1996

    por un sector de la poblacin bahuaja-ese eja con una compaa tour-operadora especializada en turismo

    de naturaleza, a partir de la creacin de un albergue para el alojamiento de visitantes y su co-

    administracin, en una zona de reserva forestal comunal dentro del territorio bahuaja-ese eja

    (aproximadamente dos mil a dos mil quinientas hectreas dentro de un rea total de 9,558 hectreas).

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    La reinvencin de los ese eja: de cazadores a guas

    La cultura bahuaja-ese eja es apropiada y re-insertada mediante la metfora (ilusin) del

    gua local de turismo, como representacin recreada sobre la base del cazador bahuaja-

    ese eja, el cual ha tomado consciencia sobre la importancia de revalorar su entorno

    natural al influjo del discurso ecolgico moderno o ambiental de mercado. Se crea as la

    imagen de un conjunto de poblaciones indgenas autnticas o tradicionales, las cuales habitan bosques prstinos y viven en armona con el ambiente natural, a semejanza del noble salvaje ecolgico pero que, como ste, han sucumbido a los males de la degradacin ambiental, introducidos tambin inevitablemente con la

    modernidad, entre ellos, el uso de escopetas para obtener alimento (Peluso y Alexiades,

    2005: 7).

    De acuerdo con la retrica ambiental de mercado, la frmula del cazador convertido en

    gua ayudar a revertir esta situacin. Se hace empleo, para ello, de dos mecanismos: la

    satanizacin de las prcticas bahuaja-ese eja (especialmente, la caza) y la superposicin,

    en el contexto actual, de elementos culturales pre-coloniales (o tradicionales) que estn en desuso.

    La satanizacin las prcticas nativas y la desvalorizacin de la caza entre los

    bahuaja-ese eja

    Llamamos satanizacin de la caza al proceso por medio del cual se atribuyen, mediante

    ciertos mecanismos que censuran su ejecucin, cualidades perversas a esta prctica

    indgena que, por su incomparable valor social, simblico y econmico, ha tenido un

    prestigio incomparable entre los bahuaja-ese eja. El objetivo de esta satanizacin es

    desvalorizar dicha prctica en relacin a otras actividades ms compatibles con el

    ideario econmico-ambiental que, ahora, sustenta a las prcticas del mercado moderno-

    financiero global, desincentivando as su uso y proyectando la idea de que la

    consecuencia lgica de ello es la disminucin de presin sobre el ambiente, mientras se

    produce la incorporacin de la poblacin bahuaja-ese eja a la economa de mercado.

    En este proceso, se hace uso de la imagen del cazador bahuaja-ese eja, cuyas

    habilidades y conocimiento le permiten proveer al hogar de carne para el sustento diario

    de sus integrantes, recreando sobre ella la figura del gua local de turismo, quien

    aadiendo a sus capacidades o aptitudes innatas, conocimientos de ingls y

    mercadotecnia, ya no proveer al hogar de carne cazada sino de dinero efectivo para

    sostener a su esposa e hijos. De esta manera, la representacin moderna del gua local

    como metfora o imagen actualizada del antiguo, o anterior, cazador ese eja es una

    construccin que se pone en prctica con una serie de estrategias que permiten

    introducir prohibiciones y, por ende, establecer limitaciones a la actividad de la caza

    (especies a cazar, reas, fines, mtodos o instrumentos, e inclusive la manipulacin de

    informacin en los trabajos de investigacin si es necesario).

    Por ejemplo, estn vedadas ciertas especies de la llamada fauna carismtica (tapires, pecares, monos) de gran inters para la investigacin y el turismo; la caza en zonas de

    reserva forestal o al exterior de los territorios bahuaja-ese ejas3 est restringida slo para

    3 Las zonas ubicadas fuera de los territorios bahuaja-ese eja, debido a su lejana, conservan buena

    cantidad de recursos. En ellas, tambin, existen reas de proteccin en las cuales la extraccin de recursos

    se realiza mediante planes de manejo, con fines de subsistencia solamente, lo cual significa que la

    comercializacin de los mismos est prohibida.

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    el consumo humano de subsistencia no comercial; nicamente, se acepta el uso de

    herramientas tradicionales (arco y flecha), es decir, de aquellos elementos que caracterizaron a la cultura bauaja-ese eja de tiempos pre-coloniales, para fines

    domsticos, en otras palabras, para la caza de subsistencia (Peluso y Alexiades, 2005:

    6).

    Dentro del territorio bahuaja-ese eja, la zona de reserva forestal es un rea donde se

    tiene abundancia de fauna y flora silvestre. En las partes altas, abundan las especies de

    monos y aves que constituyen atractivos tursticos. Por eso mismo, el albergue ha sido

    edificado en esta rea. La pltora de plantas en la zona de bajo ha dado lugar a un

    centro (ape) de investigacin, conservacin y uso de medicina tradicional, el cual, adems, ha sido anexado a las actividades del circuito diseado para los turistas que se

    alojan en el albergue.

    El valor de esta zona reservada al interior del territorio bahuaja-ese eja resulta, entonces,

    evidente por los recursos existentes all, los que son cada vez ms relativos y escasos en

    otras reas (zonas de parcelas familiares y de uso comn). Considerando que apenas

    representa aproximadamente la quinta parte de todo el territorio bahuaja-ese eja,

    constituye una zona de uso limitado de recursos se ha prohibido la extraccin de algunos y se ha restringido el de otros, destinada al desarrollo turstico, cientfico y cultural, donde no puede haber asentamiento humano ni realizarse actividades

    agropecuarias ni extractivas a gran escala.

    Si bien esta zona ya tena sus normas de uso, se han realizado nuevos acuerdos y reglas

    a partir del contrato de asociacin entre la poblacin bahuaja-ese eja y una compaa

    tour-operadora, la cual administra actualmente el albergue creado para el proyecto de

    ecoturismo. De ah que la vigilancia por parte de los administradores del albergue sea

    bastante efectiva, ya que ellos se encuentran de manera permanente en este lugar y

    pueden ejercer control para evitar el acceso de cazadores furtivos y otros extractores que

    merodean las reas contiguas, siendo, al mismo tiempo, muy grande el fervor que los

    caracteriza al momento de sancionar con severidad las faltas de quienes contravienen

    los acuerdos, como se puede apreciar a travs de la siguiente reprimenda:

    Quin mat a la capibara?... Acaso no saben ustedes, que eso es robar? La capibara

    significaba un dinero muy valioso que les perteneca a todos Al matarla, quien lo haya hecho, ha robado a todos los dems! Si ustedes matan a los animales, entonces,

    qu es lo que los turistas podrn ver?4.

    Esta reprensin, por otro lado, pone en evidencia la forma de valoracin econmica que

    trae consigo la retrica de la conservacin ambiental de mercado, la cual, pese a ser

    fragmentadora, reducirse meramente a lo material y diferir radicalmente de la visin

    indgena, en este caso, la bahuaja-ese eja, integradora, a nivel esttico, moral y

    espiritual, es presentada sin embargo como un elemento que hace posible la

    revaloracin del entorno natural a la vez que permite generar incentivos econmicos a

    travs de los ingresos del ecoturismo y de la oferta de hospedaje a turistas en el

    albergue. Por eso, cuando a un joven gua de la comunidad con ascendencia bahauaja-

    4 El texto original es: Who killed that capybara? Dont you know that that is stealing? That capybara

    was worth Money and it belonged to everyone. By killing the capybara, one person has stolen from everybody else! If you kill the animals, what will the tourists come to see? (Peluso y Alexiades 2005: 7).

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    ese eja le preguntamos si su vida haba cambiado al trabajar en ecoturismo, la respuesta

    que obtuvimos fue:

    E17: Este, s, totalmente. Este, por ejemplo, eh, ya no tengo esas ganas de ir al

    bosque a cazar () ya no puedo, este, contribuir o generar ms, se puede decir, umm, depredacin entre flora y fauna, (), pero, s, yo s valorar las cosas, por ejemplo, ya no estoy, eh, como te digo, depredando o haciendo otras cosas en... en contra de la

    naturaleza, no?

    No obstante, en el despliegue de este mismo joven por resaltar las bondades del

    ecoturismo en la comunidad, se revela un cierto grado de conflicto, cuando afirma que,

    gracias a la actividad del guiado, ya, no ingresa al bosque a cazar. Es decir, mediante el

    desplazamiento de la caza, una prctica que es tan propia y constitutiva del etos (modo

    de ser y pensar) bahuaja-ese eja, al igual que lo es otro conjunto de prcticas y

    costumbres, se intenta rescatar en forma paradjica la cultura bahuaja-ese eja y el entorno natural con el que interacta. Dicho de otro modo, negndose a s mismos, los

    bahuajas-ese eja intentan ser lo que no son. Los aprietos del joven en medio de la

    contradiccin del ser o no ser se evidencian claramente en su explicacin:

    E17: pero, s, no me, pero, s, no me olvido mi costumbre, ah, o sea, no me olvido mi

    costumbre que fu... que fui antes, () pero si, por ejemplo, encuen... me encuentro con mis amigos de la comunidad, yo soy igualito, o sea, me pongo en su, en su lugar de

    ellos, no?, y empiezo a conversar o a tomar o a comer lo que, lo que as, lo que he

    sido antes, o sea, en eso, en ese aspecto, no he cambiado ()

    Otra falacia generalizada a travs del contradictorio proceso de revalorizacin cultural y natural a travs del ecoturismo es el creciente estatus que el guila arpa (Harpia

    harpyja), especie de gran importancia para los bilogos, conservacionistas y turistas, ha

    ido adquiriendo entre la poblacin de la comunidad a partir de la puesta en

    funcionamiento del albergue. No obstante, de acuerdo con la informacin recogida por

    quienes tienen una larga trayectoria estudiando la sociedad ese eja a consciencia y

    profundidad (v. gr., Peluso y Alexiades, 2005: 7-8), el guila arpa tiene un gran valor

    simblico y econmico que no permite a los bahuaja-ese eja ingerir este tipo de aves

    como alimento, pero s, utilizar sus plumas, muy bien cotizadas, para la confeccin de

    flechas.

    Por otro lado, en la tradicin oral, se da a conocer que las guilas arpas no son simples

    animales, sino que son Ese Eja (personas) de hace yawajo nee nee (mucho tiempo),

    cuando los seres tenan la capacidad de transformarse entre las formas. Adems, dichas

    aves son hijas del ser ms poderoso de la selva, el Edosikiana (dueo de la naturaleza)

    quien, como espritu que gobierna y cela el bosque, protector de animales y plantas,

    utiliza las garras del guila arpa para matar a los seres humanos que osan traspasar el

    lmite espacial de lo conocido hacia lo desconocido (el monte silvestre), sin la

    conveniente mediacin del eyamitekua, literalmente, aqullos que pueden picar con flechas la carne o que pueden matar la carne y cuya traduccin ms simple sera chamanes, con la cual se regula la socializacin con la naturaleza (Peluso y Alexiades, 2005: 7 y 9; Chavarra, 2002: II: 15).

    Todo esto configura un esquema de representacin en el que se sugiere que slo un

    conjunto de rasgos es compatible con la tradicin de los bahuaja-ese eja, tal como

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    queda graficado con las palabras de un bilogo que realizaba una serie de fichas

    educativas a base de los relatos ese eja. La actitud de la organizacin para la cual

    trabajaba guarda perfecta concordancia con lo que acabamos de describir:

    Me desanim tanto cuando vi las tarjetas de ubicacin. En ellas, se daban a conocer

    todas aquellas divertidas y detalladas historias sobre diversos animales que los nios y

    adultos ese eja me contaron de una manera tan fabulosa. Pero, al verlas, la

    administradora de la ONG, inmediatamente, dijo que no se podan usar porque estaban

    referidas a la caza. An cuando la gente de la comunidad haba descrito tan

    apasionadamente las diferentes formas en que los animales saban o los lugares donde

    ellos anidaban y se ocultaban5.

    La satanizacin de la caza termina siendo el mecanismo al que los gestores de la

    sostenibilidad y la conservacin recurren frecuentemente para disear e implementar sus

    programas de desarrollo y lucha contra la pobreza contraviniendo muchas veces sus

    objetivos de preservacin. Bajo este esquema se re-escribe la historia bahuaja-ese eja

    con el fin de validar y autenticar el presente en funcin de la agenda ambiental de

    mercado, justificando la continuacin y la preeminencia de los parmetros moderno-

    occidentales, a travs del ecologismo (discurso ambiental de mercado moderno) que no

    pasa de ser una reformulacin retrica o un eufemismo discursivo.

    La superposicin de lo pre-colonial o tradicional Denominamos superposicin de lo pre-colonial o tradicional a la actualizacin y validacin de elementos o expresiones culturales anteriores y en desuso que son

    presentados como representativos y constitutivos de la cultura bahuaja-ese eja. En otras

    palabras, se trata de un proceso de arcaizacin de la misma. Veamos, a continuacin

    cmo se da este proceso.

    En la sociedad bahuaja-ese eja se solan usar arcos y flechas como instrumentos de caza

    aunque, tambin, se construan ciertos tipos de trampas6. Sin embargo, estos

    instrumentos cayeron en desuso conforme los bahuaja-ese eja iban ponindose en

    contacto con otros grupos (andinos y amaznicos, diversas misiones catequizadoras

    catlicas, habilitadores del caucho, misiones evanglicas), debido a la introduccin de

    nuevos bienes de consumo, entre los que se encontraban herramientas punzo cortantes

    (hachas, cuchillos) y armas de fuego (Alexiades, 1999: 130).

    La poca de la explotacin cauchera (fines del siglo XIX y principios del XX) supuso la

    distribucin de armas de fuego entre los indgenas amaznicos, por lo que su uso

    empez a generalizarse, desde entonces, entre los ese eja, quienes se han familiarizado

    mucho con ellas y las han acoplado como herramientas de caza.

    Hoy en da, el arco y la flecha resultan, ms bien, imprescindibles para la pesca. Su uso

    es muy raro para la caza, dndose slo en el caso de no tener cartuchos a disposicin.

    5 El texto original es: I was so disappointed when I saw the place-cards. I had collected such fabulously

    detailed and entertaining stories about various animals from Ese Eja children and adults. When the NGO

    administrator read them she immediately said that they could not be used because they referred to

    hunting. People had passionately described the different ways animals taste or where they nest and hide (Peluso y Alexiades 2005: 7). 6 Los datos etnogrficos dan cuenta de una serie de tipos de confeccin, bajo distintos tamaos y

    materiales, que varan segn el uso u objeto de caza.

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    En su lugar, se emplean cepos y trampas con escopetas (Alexiades, 1999: 130) para

    matar animales de tamao mediano, como la paca7, seao, o armadillo8, el cual es,

    luego, desenterrado o instigado a dejar su madriguera para ser matado a palos.

    Por lo tanto, el empleo que los bahuajas-ese eja hacen de las escopetas se remonta a

    varias generaciones y, como muchos otros bienes que adquieren a partir de la venta de

    los productos de la caza y la recoleccin (jabones, aceite de cocina, azcar y libros

    escolares), son vistas por ellos mismos como parte integral e histricamente constitutiva

    de sus vidas cotidianas. Sin embargo, la re-invencin de la tradicin bahuaja-ese eja en

    lugar de integrar estos elementos, omite y valida el uso de aquellos otros (arco y flecha)

    utilizados en tiempos pre-coloniales.

    Toda vez que, con ella, se recurre a la superposicin de elementos culturales pre-

    coloniales, la reinvencin de lo bahuaja-ese eja viene, evidentemente, a ser una

    construccin arbitraria, cerrada y esttica en relacin al proceso social de carcter

    espontneo, abierto y dinmico, pues no toma en cuenta la influencia de otros grupos

    humanos con los cuales los bahuaja-ese eja tuvieron que interacyuar o a los cuales

    tuvieron que someterse y adaptarse por cuestiones de supervivencia.

    Mediante este proceso, la tecnologa es pensada y discutida en funcin de lo

    tradicional versus lo no tradicional ms que en trminos de lo pre-colonial versus lo colonial, con lo cual no slo se omite el registro de una memoria que demanda reparacin, sino tambin se evaden responsabilidades as como se prolongan relaciones

    de dominacin y dependencia (Peluso y Alexiades, 2005: 7).

    Asimismo, las prcticas nativas, como la caza, la extraccin de recursos del bosque o la

    tala, quema y roza de terrenos para la agricultura, no son propiamente causantes de los

    trastornos en el medio ambiente el manejo del bosque amaznico por los pueblos indgenas est, en realidad, caracterizado por el uso de baja intensidad de los recursos

    naturales, en tanto que la articulacin de los pueblos indgenas al sistema de mercado ha

    significado a menudo una amenaza a la biodiversidad de sus territorios (Benavides y

    Chase, 2001: 1-3), sino su desvirtuacin por una serie de factores que Chavarra (2002: II: 112) distingue bien:

    la concepcin territorial y la estructuracin de fronteras impuesta por el Estado

    moderno;

    la poltica estatal de asentamiento y titulacin de tierras amaznicas mal planteadas

    (reforma agraria),

    el mestizaje,

    7 Hay que notar el significado diferente que Chavarra y Alexiades astribuyen al trmino paca (castellano

    regional). Por una lado, Chavarra seala que se trata de una especie vegetal, el bamb (Gramnea

    Guadua Kunth), usada en la elaboracin de cuchillos y otros artefactos o, tambin, para hacer flautas y

    preparar empacado o patarashca. En cambio, Alexiades, indica que paca seala al armadillo o seao (Chavarra, 2002: I: 177-178; Alexiades, 1999: 130). 8 Armadillo: mamfero desdentado conocido tambin como tat (Bolivia) o carachupa. En la Amazona se

    conocen las siguientes especies: Tatusia novemcincta o Dasypus peba con nueve anillos en su coraza;

    Tatusia pilosa o Dasypus pilosus con coraza peluda; Dasypus sexcinctus con coraza de slo seis anillos y,

    finalmente, Dasypus gigas de color negro (Chavarra, 2002: I: 171 y II: 94 nota).

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    la presencia de motores, motosierras, disparos, turistas, explotadores de oro, petrleo o

    madera, haciendo que los animales se internen cada vez ms dentro del monte y, en

    consecuencia, el hombre tambin.

    Por otro lado, los bahuaja-ese eja han cazado en las reas aledaas a sus territorios

    actuales, declaradas protegidas, mucho tiempo antes de la llegada de cualquier poblador

    blanco o con rasgos occidentales (Peluso y Alexiades, 2005: 6). Esto es algo que se encuentra documentado (registrado) en los mitos

    9 bahuaja-ese eja, siendo el relato de

    Tsewi, la carachupa gigante (Chavarra, 2002: II: 102-104 y 114-115), el que mejor

    visualiza la dimensin del espacio ocupado anteriormente por este grupo. En l, los

    mundos subterrneo y acutico son territorios colindantes, correspondiendo la

    nariguera de Tsewi ai ai (carachupa gigante), que sostiene el peso de Meshi (tierra), a la ubicacin del lago Tres Chimbadas en direccin hacia las cabeceras del rio Baawaja

    (Tambopata); por lo cual las implicancias de la identidad bahuaja-ese eja con su

    territorio son grandes. Sin embargo, las disputas al respecto no logran solucionarse ni

    los bahuaja-ese eja, ser legitimados, tal como lo refleja este caso del lago Tres

    Chimbadas:

    E21: sobre posibles adjudicaciones del lago de Tres Chimbadas, porque hay

    infiltraciones a pesar de que es zona de amortiguamiento considerada por Inrena,

    Agricultura, pero, siguen, sigue la invasin de personas de otros lugares y hay una

    posible, este, invasin cerca al lago, entonce, nosotros, sencillamente qu es lo que queremos conservar el lago y queremos conseguir, este, una concesin que nos, que nos

    permita a travs de Inrena, que nos facilite y nos, no queremos destruir el lago, es ms

    queremos conservarlo, porque ya esta comunidad ya viene trabajando en este

    ecoturismo, umm, ya desde mil novecienteos och... noventa y siete, venimos trabajando

    prcticamente ya seis aos.

    Al respecto, Chavarra y Garca (1993 cit. en Chavarra, 2002: I: 192 y II: 106) sugieren

    que ya en el siglo XVII los territorios ese eja abarcaban desde las cabeceras del ro

    Baawaja hasta la desembocadura del ro Madre de Dios, insistiendo en que la identidad

    de la etnia est constituida entre otros factores por la percepcin que se tiene del territorio donde se vive y por el reconocimiento que se hace de ste como perteneciente

    a los ancestros (Chavarra 2002: II: 106).

    Bajo tal perspectiva, entonces, el territorio es la tierra que se conoce, habita y cuida; es

    lo que se conoce como paisaje habitual en el sentido sincrnico y como tierra de los

    antepasados en el sentido diacrnico. De ese modo, un hecho actual como es el territorio

    se define por paradigmas de tiempo que la cultura occidental-moderna excluye

    (Chavarra, 2002: II: 106).

    No obstante, el sistema estatal falla en lo que se refiere a la concepcin del territorio

    indgena y a las necesidades que debe cubrir para los pobladores que lo habitan

    (Chavarra, 2002: II: 109). Las disputas por la tierra y los recursos naturales constituyen

    as el primer motivo de los conflictos entre los pueblos indgenas y los gobiernos.

    9 Frances Harwood considera que cada evento mtico est estrechamente asociado con una ubicacin

    particular o con una serie de ubicaciones en el rea y establece diagramas y mapas que ayudan a

    comprender cmo operan los mitos. Cita en Chavarra (2002: I: 133-134).

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    En el caso bahuaja-ese eja, por ejemplo, la delimitacin de la frontera entre el Per y

    Bolivia ha dividido a esta etnia en dos estados que poco o nada han hecho por ellos

    (Chavarra, 2002: II: 109); mientras que dejar al lago Tres Chimbadas fuera de los

    linderos de la comunidad de Infierno pone de manifiesto el desconocimiento absoluto

    de las autoridades gubernamentales acerca de los territorios mismos y de cmo el

    indgena amaznico concibe su territorio (Chavarra 2002: II: 110).

    Un verdadero plan de gestin del patrimonio (natural y cultural) bahuaja-ese eja, por

    tanto, no puede ser concebido de esa manera y, al contrario, debe tener presente todas

    las condiciones descritas anteriormente (derecho a la tierra, valor de la caza, pasado

    colonial), las cuales estn presentes en su devenir histrico-cultural y son constitutivas

    de su identidad. De otro modo slo se contribuye a generar ms violencia y exclusin

    social, a travs de prcticas de homogenizacin cultural.

    Ser o no ser: entre la resistencia y la reinvencin

    Frente al abandono y presin por parte de las autoridades gubernamentales, los diversos

    grupos amaznicos se han visto obligados a resolver sus problemas de carencia

    econmica recurriendo a diversas estrategias de supervivencia que los han sumido en

    vaivn entre la resistencia y la reinvencin. Desde la segunda mitad del siglo XIX y a lo

    largo del XX, en respuesta a las fluctuaciones de la demanda internacional por

    productos forestales, estos grupos se han mantenido yendo y viniendo entre las reas

    rurales y urbanas, lo cual significa que muchos indgenas amaznicos han ido

    asimilando, en una u otra medida, la cultura urbana. Esta tendencia a la urbanizacin en

    la Amazona parece inexorable en los tiempos actuales y est involucrando, cada vez

    ms, a un buen nmero de indgenas. Los bahuaja-ese eja de Infierno (Tambopata-

    Madre de Dios, Per) son un ejemplo de ello:

    E23: Yo soy de ac de la Comunidad Nativa de Infierno y mi madre es ese eja. Yo,

    tambin, soy de la comunidad de Infierno, pero por otro motivo no... () s hablar algunas palabras, pero no, porque el problema mo es de que no lo aprend porque yo no

    crec () me fui muy nia de la comunidad, lamentablemente () no hemos tenido, yo no tena un hogar formal, no? Mi mam y mi pap se separaron hace muchos aos, de

    ese modo, tuve que ir, tuve que salir de la comunidad, pero regres y, pues, ahora vivo

    como un ese eja tambin, no?, y mis hijos tambin son, son de ac, de la comunidad.

    Pero, an, en estas circunstancias, hasta para los bahuaja-ese eja ms urbanizados, el

    mantenimiento de nexos con su comunidad de origen es muy importante, entre otras

    cosas, porque constituye una forma de diversificar sus estrategias de subsistencia y de

    obtencin de beneficios (econmicos) a travs de la agricultura, la extraccin de

    productos del bosque y, de manera ms reciente, de las actividades relacionadas a los

    servicios ambientales de conservacin como el ecoturismo:

    E13: Y, eh, bien, aqu, nosotro, en este proyecto, eh, estamos trabajando, nosotro por, este, ese eja, estamo manejando, este, proyecto y en mil novecientos... en el, eh, dos mil uno, eh, hemos hecho el convenio con Rainforest Expeditions para que los

    pasajeros visiten este proyecto, no? Para autofinanciarnos porque ya no tenemos, este,

    financiamiento de, de ONG que es TRees, se termin en mil novecien en dos mil se termina el apoyo de, de TRees y, ahora, nostamos, este, solventando con el ingreso de turistas que han estado en este proyecto, no?

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    Un hecho evidente conduce a los bahuaja-ese eja a tomar esta estrategia de

    diversificacin: la desventaja con la cual van incorporndose al mundo urbanizado y

    entran al mercado de la libre competencia en tanto se les limita el acceso a los recursos naturales que, antao, sola ser espontneo, en correspondencia con sus

    patrones culturales y propio conocimiento del entorno socio-ambiental. Con la

    penetracin de la cultura occidental-moderna y la convivencia con colonos andinos, no

    slo se ha presenciado el incremento del mestizaje entre los bahuaja-ese eja, sino

    tambin la desvirtuacin de sus prcticas, como, por ejemplo, ha sucedido con la

    agricultura de roza-quema, propicindose, simultneamente, la comercializacin de los

    productos agrcolas, lo cual lleva consigo un cierto grado de intensificacin en la

    produccin que resulta contraproducente al ecosistema amaznico:

    E14: Y, por esa razn, nosotro hemos visto conveniente a, este, firmar convenio con una empresa privada sobre turismo para poder tener [tose], este, trabajo, pero, aparte de

    eso, por qu el gobierno no se preocupa tambin a, a que buscan un proyecto para las

    comunidades, eh, [que / cmo] se llama afectado de la reserva, porque ecoturismo, por ejemplo, en el caso de nosotro, ecoturismo no, no es suficiente para, para poder, este, cmo se llama?, eh, mejorar nuestra vida, puede ser co... como complemento.

    Agricultura no tiene precio. No tenemo, no tenemo mercado a dnde co... comercializar! Y hay una serie de cosa que nos dificulta. Hay intermediarios que nos compran, por ejemplo, nuestro producto, y quin pone, pone precio? Son ellos!

    Nosotro tenemos que caernos a... ante ellos, por qu?!, porque no tenemo ms a dnde comercializar. Eso es lo que nos, nos, este, nos pone en, inquieto, nos pone, eh,

    fatiga, se puede decir. No s! Hasta ahora, no puedo entender Qu es lo que se va a hacer?!, cmo se va a vivir?!

    E21: En su mayora, realizamos agricultura, no?, para, para autoconsumo y tambin

    pa venta al mercado local. No tenemos accesos a poder vender a otros mercados, este, de otros... () por el problema el transporte que es muy costoso y la carretera que es, que se encuentra casi todo el todo el ao en mal estado, que no podemos transportar ni a

    Puno ni a Cuzco. se es el motivo que no podemos trabajar ms agricultura en cantidad.

    Y el mercado local que muy rpido se, umm () Producimos arrorz (sic) pa consumo, tambin pa venta, maz amarillo, yuca, papaya, umm, paltas, naranjas, eh, pia un poco pa consumo, despus, carambola, pacae, todo... () si, no, no se venden en Posada Amazonas, puede ser por la calidad que, que los productos de otros regiones,

    en paltas, pueden ser mucho mejor que lo que nosotros tenemos. Entonces, de esa forma

    no se puede venderlo.

    Como es de esperarse, el resultado de tales contradicciones, que mantienen a los

    bahuaja-ese eja a caballo entre sus prcticas aborgenes y las que se sustentan en el libre

    mercado, es el constante oscilar entre las mismas, situacin que nosotros identificamos

    como el vaivn entre la resistencia y la reinvencin. El ecoturismo no termina con tales

    contradicciones, pero constituye una forma que los bahuaja-ese eja, asocindose con

    una entidad privada, han encontrado por s mismos, para hacer relativamente un poco

    ms viable su paso a la economa de libre mercado y al modo urbano de ser y pensar:

    E21: Bueno, de acuerdo a la experiencia, sera recomendable a las instituciones que

    quisieran trabajar con las comunidades... y el gobierno o las ONGs o las empresas

    privadas que tengan en cuenta la capacidad que puede tener una comunidad, porque

    trabajar con una comunidad es muy difcil y que, gracias a esta empresa privada,

    tambin ha entendido eso y se vienen logrando este objetivo. Lo que, lo que yo

    recomiendo es al gobierno, principalmente al gobierno central, es que d oportunidades

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    a las comunidades y que, umm, que no haiga desconfianza al sector privado. S que el

    sector privado tambin puede trabajar con las comunidades...

    Adems, la urbanizacin inminente de la Amazona converge, a la par, con la

    emergencia de una economa de servicios ambientales as como con las agendas de

    conservacin y desarrollo sostenible que privilegian ciertas formas de representacin del

    conocimiento, control y organizacin indgenas. En el caso del componente aborigen,

    estas coincidencias han propiciado el desarrollo de una etnognesis de lo bahuaja-ese

    eja (identidad tnica social colectiva) al influjo tambin, evidentemente, de la

    interaccin con otras organizaciones pan-amaznicas a nivel local, nacional e

    internacional de participacin indgena (Peluso y Alexiades, 2005: 2).

    Los bahuaja-ese eja que optan por trabajar en el proyecto de ecoturismo (actividades de

    servicio dentro del albergue, ubicado en la reserva forestal de la Comunidad Nativa de

    Infierno o en el guiado local), no slo desplazan los medios usuales a travs de los

    cuales subsisten (agricultura de roza-quema, caza, forraje, extraccin de productos del

    bosque) sino que tienen, asimismo, que modificar sus formas de vidas,

    comprometindose a la adopcin de una serie de pautas para modificar las conductas

    consideradas incompatibles con el mantenimiento y cuidado de los atractivos tursticos del bosque.

    El resultado de esta ecologizacin es el desplazamiento del saber local (bahuaja-ese

    eja), mediante la desvalorizacin de gran parte de su bagaje cultural y la superposicin

    de elementos simblicos que ya perdieron funcionalidad en el contexto actual

    comunitario, anulando su aporte a la conservacin y arcaizando la cultura local-nativa.

    Al indagar si los bahuaja-ese eja experimentaban algn cambio con el ecoturismo o qu

    era lo que pensaban de ste, observamos entonces manifiesta en ellos tal ecologizacin:

    E12: () yo andaba mitayando10, sacaba hoja y as pue, no?, pa susten sustentar mi familia, pero cuando vine ac ya no, dej el mitayo, dej casi la chacra

    tambin, no?, porque realmente ya consegu lo que yo quera y ms estoy trabajando en

    poco de negocio y... y tanto como logr tener algo, no?, estoy logrando tener algo a lo

    que era ms ante [risa] () me parece que trabajar aqu es ms mejor. S, porque... tranquilo, menos, o sea, no se hace ms depredacin, no?, a nuestro territorio. De

    trabajar, as, fuera de ac, ms es... En la chacra, uno, cada ao, se va depredando. Ya

    sea, die hectrea, veinte hectrea, treinta hectrea y se va acabando el monte y los animale tambin van... Van yendo.

    E17: Este, por ejemplo, eh, ya no tengo esas ganas de ir al bosque a cazar, este, pero,

    s, no me, pero, s, no me olvido mi costumbre, ah, o sea, no me olvido mi costumbre

    que fu... que fui antes, pero ya no puedo, este, contribuir o generar ms, se puede decir,

    umm, depredacin entre flora y fauna, pero si, por ejemplo, encuen... me encuentro con

    mis amigos de la comunidad, yo soy igualito, o sea, me pongo en su, en su lugar de

    ellos, no?, y empiezo a conversar o a tomar o a comer lo que, lo que as, lo que he sido

    antes, o sea, en eso, en ese aspecto, no he cambiado, pero, s, yo s valorar las cosas, por

    ejemplo, ya no estoy, eh, como te digo, depredando o haciendo otras cosas en... en

    contra de la naturaleza, no? En eso, te podra decir que he cambiado y mi modo de, de

    pensar es que quisiera, este, que se siga generando ms ecoturismo y ms conservacin

    10

    Al sealar que andaba mitayando, nuestro relator hace referencia al mitayo o actividad de bsqueda de carne animal (cacera), para el consumo humano y sustento familiar.

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    y esperara mucho de mi gente que aprenda ms tambin, as como nosotros estamos

    aprendiendo. Yo s que es un proceso bien largo para nosotros, porque nunca hemos

    trabajado en ese tipo de proyecto. () yo dira que, poco a poco, la gente se est dando cuenta de que hemos venido depredando o haciendo, causando impactos en contra de la

    naturaleza, no?, entonces, la gente se est hallando, de repente, puede decir, puedo

    decir, obligado, no s si ser obligado, en, en crear mtodos o tcnicas de no poder

    hacer ms esa cosa. Entonces, ste es una forma, por ejemplo, de hacer ecoturismo, porque imagnate, bueno, la comunidad siempre lo ha tenido pensado, no?, pero, estoy

    seguro que si no se hubiera hecho este albergue, eh... hu... se hubiera continuado, este,

    causando ms impacto en contra de la naturaleza. Entonce, ste es uno de los caminos donde se puede preservar y... y crear ms, este, ecoturismo y generar ms trabajo, no?,

    para nuestra comunidad.

    De esta manera, se hace efectivo el proceso de reinvencin de la cultura bahuaja-ese eja,

    por consiguiente su arcaizacin, cuando, para efectos de la exitosa puesta en marcha del

    proyecto eco-turstico comunal, adems, se intensifica la observancia para el

    cumplimiento de las normas y prohibiciones de uso de recursos en cada zona

    delimitada:

    E12: Bueno, desde qui se han empezado este albergue, se ha prohibido, no?, este, las

    cazas y tenemos terreno en reserva, no? Se habido que, se ve que hay, este, ms, este,

    cuidado, ya no hay depredacin de montes, tanto como mitayo11

    , no?, que, ms antes,

    ya no haba, ahora, al menos, ya se ve, no?, los turistas ya miran algo, animales [tose],

    vienen el roe, ya ven las huanganas, los sajino, ven ave, antes no se miraba, pe, nada. Toda clase de animales. Sajino, la huangana, el venado, el picuro, el a, los

    monos... Todos eso. Los auje. S, mamferos. No. () Bueno, los turistas no van a La Torre, si no es, hay sus albergue y van una media hora, nada ms. Ah es sus albergue de ellos. No tiene nada, lo nico que, que van es a mitayar, la gente. Es igual que ac. Todo tiene, tiene un lago, menos los lobos, no ven lobos de ro. Lobos. S.

    Lobos de ro. Lobos.

    E14: Y... y, adems, este, no se puede, bueno, tambin, con la, con la situacin que

    vivimos, lo poco que se gana no alcanza, no da... Por qu? Hay una serie de cosa que

    nos hace, este, difcil, que siempre yo es, no estoy en contra, sino reclamo lo de, los

    derechos legales [aspiracin nasal], como por ejemplo, antes que se forme la, la zona

    reser, o sea, la, eh, la reserva o parque nacional, todo, tanto como colonos y los ese eja,

    siempre han vivido de, de la caza, de la pesca, con facilidad se iban a pescar, nadie le

    deca: -Oye, saca licencia!-, nadie le deca: -Hay que, que te... Saca el permiso de

    agricultura! Cualquiera se iba a, a trabajar madera, venda a cualquiera y ya tena su

    platita pa que pueda comprar, eh, ropa pa sus hijos, pa educar a sus hijos, pero, hoy en da, ya nos, prcticamente nos, nos at las manos.

    Pero, an con todas estas restricciones y normas existentes para cada rea, el conflicto

    empieza cuando, en las zonas expresamente declaradas para el uso y la explotacin de

    recursos de los miembros de la comunidad, las tierras destinadas al uso agrcola resultan

    empobrecidas o, en ellas, ya no se ubican las especies de fauna y flora destinadas al

    sustento humano, debido a los efectos de la articulacin amaznica al sistema de

    mercado, lo cual, en contraste al manejo que del bosque amaznico realizan los pueblos

    indgenas, caracterizado por el uso de baja intensidad de los recursos naturales, ha

    11

    El mitayo es el nombre de la actividad de caza (mitayar) en el bosque amaznico entre los ese eja.

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    significado, en realidad y a menudo, una amenaza a la biodiversidad de los territorios

    indgenas (Benavides y Chase, 2001: 1-3).

    La consecuencia lgica de ello es que los bahuaja-ese eja todava dependientes de la

    caza y la recoleccin o de la venta de productos forestales y de carne de caza para su

    subsistencia busquen adentrarse, cada vez, con ms frecuencia, en aquellos territorios

    declarados protegidos o reservados a la conservacin animal y vegetal, justamente,

    porque en ellos, dichos bienes son ms abundantes que en los sitios destinados para el

    uso agrcola, la caza y la recoleccin dentro del territorio comunal.

    A pesar de que los bahuaja-ese ejas tienen acceso restringido a los recursos de la reserva

    forestal comunal y, de manera oficial, se les reconoce el derecho a cazar y extraer

    dentro de las reas protegidas de las zonas extra-comunales en donde todava se

    conservan en buena cantidad los recursos de fauna y flora, nicamente, lo pueden hacer

    con fines de subsistencia o consumo domstico, mas no para venta (comercio),

    prohibindose, adems, el uso de armas de fuego y permitindose tan slo las de uso

    tradicional (arco y flecha) de bajo impacto:

    E12: Solamente por La Torre. O sea, nos vamos, Inrena, ac, hay un puesto de

    vigilancia, no? S. Nos vamos a mitayar, pero todo es para comer. Para consumo. S.

    Mitayar es cazar. S. O sea, nos vamos, Inrena, ac, hay un puesto de vigilancia, no?

    En la boca de la, de La Torre. Es, est con, junto al lago, al albergue de Explorers Inn. Todo lo, lo bote que surcan paran en el puesto de vigilancia, umm, de Inrena. Ah, lo, todo los que entran ah, solamente la comunidad. Inrena nos ha dado ese pase para

    mitayar, o sea, mita de carne, no?, de la huangana, sajino, la sacha... pero todo es para

    consumo, no es para venta. Y cuando bajamos, todo es controlado, tanto la cantidad de

    carne que se trae, ms de cincuenta kilos no se puede traer. Y as. Despus, noms, no

    tenemos por ninguna parte. No se puede mitayar ni entrar al monte.

    Sin embargo, esta distincin entre subsistencia y comercial, establecida por las autoridades estatales, termina siendo absurda, toda vez que el resultado de la venta de

    los productos adquiridos del bosque slo ayuda a la obtencin de bienes bsicos que, en

    muchos casos, ni siquiera alcanza para cubrir necesidades primarias:

    Acaso vendo lo que cazo para convertirme en rico? No! Todava, seguimos siendo

    pobres [y] si cazamos, es para comprar jabn o libros para nuestros nios. Son, ellos [la gente blanca], los que nos han enseado a usar esas cosas!12.

    No pocas consecuencias trae esta escasez de recursos. La ms directa afecta a todos los

    bahuaja-ese eja, dando lugar a conflictos y divisiones que exacerban las diferencias en

    la coexistencia con otros grupos inmigrantes (ribereos y colonos) que conviven con

    ellos:

    E13: Bueno, este, ya, esto, en agosto, posiblemente, vamos a tener, ste, reunin con ellos sobre, ete, separacin, no?, um, um. Con los hermanos colonos. Con los ribereos sera, no? Um, um. ( ) Y [carraspeo] estamo viendo ahora con ellos cmo, cmo quedamo, no?, porque hay como, como seis, este, comuneros que son, este,

    12

    El texto original es: Do I sell game to become rich? No! We are still poor [and] we hunt to buy soap, to buy books for our children They [white people] are the ones who showed us how to use these things! (Peluso y Alexiades, 2005: 6).

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    reconocido junto con nosotro y eso vamos a ver con ellos cmo quedan, no?, quedan, se, siguen siendo comunero, en eso estamos. [Risa]. Eh, para m... este, yo estoy

    tranquilo ahorita, voy a hacer lo mejor posible de, de trabajar con ello para ayudar mis hermanos, es... ese eja, tanto los hermanos colonos que estn conmigo, no? Yo les voy

    a, ayudar bastante, no?, mientras que yo estoy de presidente. Um, um. Um, um.

    Exactamente. () El proceso est hecho pes, est en camino y, por eso, vamos a dialogar de nuevo con ellos. Si ellos estn, que respeten todo lo que nosotro decimos, bueno. Eso tenemos que levantar el acta, umm, con ellos y esa acta tenemos que llevar,

    llevar al... al Ministerio de Agricultura, al PEP y, ah, levantamos el acta.

    E21: Pero, hubo sta, eh, este planteamiento del grupo ese eja que es los nativos,

    ellos plantearon, despus de tres aos de creacin de este proyecto, plantearon la

    escisin de la comunidad. (...) Ya, nosotros nos respetamos la, lo que ellos han

    planteado, la escisin. (...) ya, ms bien, con ese planteamiento, ms bien, nosotros

    pensamos que debe mejorar, que por qu, de repente, por alguna falla de parte de

    nosotro mismos, los que inmigramos en esta comunidad, no? (...) Ya y el consejo bahuaja. Entonces, se dice, o sea, nosotros mayor encargo hemos puesto como consejo

    ribereo.

    Todava cuando este conflicto sea estructural los bahuaja-ese eja sealan, entre otras causas, la marginacin de la que son objeto por parte de los inmigrantes colonos y la

    depredacin del territorio indgena que stos han provocado con sus prcticas andinas,

    las cuales han incorporado al espacio local amaznico, segn lo hemos visto al describir

    la superposicin de lo pre-colonial o tradicional, la percepcin de las desigualdades en la distribucin de los beneficios resultantes del manejo de los recursos

    de la reserva forestal comunal se ha recrudecido con el proyecto de ecoturismo y

    adquiere matices particulares segn el grupo tnico al que pertenecen los comuneros

    (Almeida, Pinedo y Summers, dirigidos por Chase, 2001: 65-66). Un dirigente bahuaja-

    ese eja describe esta situacin desde la perspectiva de su grupo:

    E13: Eh, como dirigente desta comunidad... me, mi poltica no es, este, tengo buenas ideas para llevar delante la Comunidad Nativa de Infierno, eh, no quiero, este, que con

    mis compaeros, tener, este, ningn, este, mal, desto te diste cuenta, no?, para llevar una comunidad bien, bien tranquilo y tambin igualito a de nuestro albergue Posada

    Amazonas y que, que el proyecto ecoturismo siga adelante. Porque los ese ejas son

    mucha, muchas veces, eh... Hay mucha persona que dicen quel, los ese, ese eja estamo en contra. No. Es falso, es falso que la gente dice, no? Nosotro no se ha al, de repente, se ha escuchado, como estamos en divisin, no?, pero hemos divido la tierra por esta cosa, por ciertas cosas que hay en la comunidad, no?, por motivo que los

    hermanos inmigrantes han, han tan, ha, han trangiversado la, a la organizacin nativa,

    no?, y no se estaba trabajando como dice la Ley de Comunidades Nativas y, por eso es

    que nosotro nos hemos, nos hemos, este, que pedimos la reestructuracin de la Comunidad Nativa de Infierno y el proceso sigue adelante, no?, y no es como muchos

    comentan que nosotro estamos por, haciendo por, por el albergue, no, no, no. Sino es por las tierra que hay que ya est destruida nuestra comunidad por los hermanos inmigrante, no? Y, bueno, ahora, estoy, este, con ellos, estoy tranquilo con los hermanos colonos y tratando de, de que no haiguen este, depredacione, y, ahora, ellos estn tra, eh, estn tranquilos y, eh, se es mi idea de m, no?, este, eh, quiero llevar una organizacin bien tranquila para no estar en, no perjudicar a los dems, este,

    comuneros des, de la Comunidad Nativa de Infierno. Claro, claro! Eh, es que cuando se

    crea el proyecto... Eh, no tenamos, este, mayormente, los hermanos ese eja no tena,

    este, trabajos en, en el albergue y, bueno, eso no tanto, no? A nosotro no nos interesa del albergue. No nos interesa. Lo que nosotro queremo es defender nuestra tierra, lo

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    que el Estado nos ha otorgado. Es que [carraspea], por la depredacin, no ha, no

    cumplen los hermanos. Umm, depredacin de, de, del bosque ms que todo, no? No, no se han retirado a Ley de Comunidades Nativas. Han hecho lo que han querido. Y no

    haba respeto ante nosotros que somos deste, dueo de, desta comunidad, que somos oriundos dese, desta, de esta zona, como ese eja, ellos tenan que respetarno nuestro derecho. Y se es lo que no hubo, no? Por eso es que nosotro pedimos esa Um, um. Claro, tenes, nosotros he n Pedimos respeto. A su derecho. Claro, integridad. Claro, claro! se es lo que nosotro pe... No, no, no, seorita, no, no. No es eso. No es as como ellos comentan, no. Es... Es falso, esas cosa. Yo, yo, yo les, yo les quiero a los, a los hermanos, eh, inmigrante, pero... que se porten bien como un que, que haiga respeto ambos. Nosotro, este, mayormente [carraspeo], nos han, eh, ultrajado, eh, sicolgicamente, nos han ultrajado ellos desde siempre. Hablando cosas que no debe ser, no? Um, um. Y se el nue nuestra separacin. Pero si no haiga habido esto, estaramos tranquilo con ello. Y, pero, ahora, est ya que yo estoy tomando el cargo, yo le digo: -Hermanos, no, no deben hacer esto si ustedes quieren seguir en esta

    comunidad, pero resptanos, respeta la Ley de Comuni... y, pero, si ustedes no van a

    respetarnos, bueno, nosotro tomaremos otra medida, no? -. Eh, en el, en la reestructuracin est en, en proceso ahorita. ()No. No, no, no, no, no, no. No. No, no, no, no. Eso no. S, estamos de acuerdo [con el ecoturismo]. Con todo eso estamos.

    Exactamente. S, eso es lo que nosotro sentimos, um, um () Bueno, este, lo que ha pasado pues, este, con los hermanos, ya yo recon Ellos tienen que reconocer lo que, lo que han hecho, no? Pero... Yo, bsicamente, no les llevo [risa] este, rencor a ellos, no?, pero, s, yo les, yo, yo les digo a ellos, res tenemos que tener un poco de respeto del perdn. Hay que resolver ese problema. S. S. Exactamente, junto. S. S

    Quienes entre los pobladores locales sostienen que los trabajadores del albergue,

    mestizos en gran proporcin al momento de nuestra visita a Infierno, trabajaban all, escasamente, dos bahuaja-ese eja de la comunidad, se benefician ms, pues tienen el albergue bajo su control y marginan a los nativos de los puestos de trabajo.

    Los bahuaja-ese eja se reafirman as en el hecho de que fueron ellos quienes iniciaron el

    proyecto de ecoturismo frente a la indiferencia y poca motivacin de gran parte de la

    poblacin mestiza y colona en especial por los pocos incentivos financiero-monetarios

    que implicaba la inversin para el mismo y por la manera en que las primeras

    conversaciones se llevaron a cabo, a manera individual13

    .

    Una vez que empez a funcionar el albergue y a verse las entradas que generaba, el

    proyecto comenz a ser ms atractivo para quienes, entre los locales, tenan muy poco

    inters de participar en l inicialmente. Paradjicamente, fueron, estos ltimos, los que

    acapararon posteriormente las oportunidades laborales e ingresos del ecoturismo por

    estar, culturalmente, ms familiarizados con las exigencias del trabajo en el albergue.

    Como es evidente, al incrementarse la demanda por trabajo, la oferta laboral en el

    albergue resulta deficiente, lo cual exacerba naturalmente las diferencias entre los

    13

    E12: Bueno, fue un, bueno, no estoy tan al tanto, no?, pero, al menos. Fue una vez que vino el seor

    Nycander que convers con Silverio que ms estaban, este, que estaban, este, no s, eran conocidos y, as,

    en un simple conversa, llegaron a, a tocar el punto de que tanto tu albergues que hay, no?, y no era

    posible que la comunidad podra tener un albergue, y, entonces, as, pues, se lleg a conseguir el, no?,

    charlas y de conversar con la comunidad para y se podra hacer un convenio. Bueno, en eso, en esa forma

    se consigui el convenio a travs de don Eduardo Nycander, y, [bostezo o suspiro], ya pes, y se logr, no?, hasta que hemos firmado el convenio de esa manera, y, ahora, estamos ms o menos tranquilo, trabajando ().

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    grupos los pobladores bahuaja-ese eja y los grupos inmigrantes, especialmente, colonos,

    resultando que un hecho econmico recrudece las diferencias culturales:

    E12: Bueno, cuando empezamos a trabajar, pues, hemos empezado aqu, con pocas

    personas, no?, pocos compaeros. Bueno, mayor parte... no me recuerdo. Y... los, ya,

    pues, los, los ms viejos, no?, como don Miguel Pesha, don Abraham Lavado, don

    Roberto Masas y, as, muchos compaeros () Bueno, es lo que nosotros ya como ms conocedor, no?, nos contrataron ac para hacer ese trabajo () y empezamos a trabajar y como en el i inicio, pues, no, no haba plata, no ganbamos, no?, y solamente, ponamos mano de obra no calificada () Era cont, para todos los comuneros pero realmente no, no venan pes, as que... Nada, no nos pagaban nada, nada. No. () y, entonce, y eso no queran, pes, la, la gente, la gente quera ganar [risa], pero no, no se puede, pues, no se poda antes de, de que... el albergue ya est funcionando pes, no?,

    no se puede, no?, no hay entrada, cmo pagar a la gente. () y, entonces, por eso, la gente no queran venir a trabajar y, as, poco a poco, ya lo convencimos y ya vinieron a,

    a completar el trabajo, la obra, no?, que faltaba todito el techo estaba libre, no haba

    nada, entonces, as, tanto exigir, ya vinieron a trabajar y, as, cuando ya ter..., termin el

    albergue, ya hubo trabajo, no?, ya se ganaba, no?, se pagaban, ya contrataron gente

    que vena a trabajar ac, como mozo, cocinero y cuartelera. Y, entonce, viendo eso, ya pes, la gente se dieron cuenta que era factible trabajar, no?, y, as que, de ah, poco a

    poco, ya la gente ya, empezaron a venir ya a trabajar y, as, como que... Ahora, los

    estamos seguir trabajando. () Y, as, hemos logrado a tener este albergue, con tanto esfuerzos, sufrimiento, y... () porque hemos trabajado, hemos, todo es de nosotros, la parte bahuaja es dueo del albergue. No ves que nosotro trabajamo () los ribereos son ms que nosotros. Pero, en, realmente, los dueos son los bahuaja, no los ribereos,

    porque este albergue ha sido conseguido por los bahuajas, no por los ribereos. Y me

    parece que se es lo que hay el conflicto, no?, entre los... Um, um. Bahuaja y ribereo.

    Porque el albergue est a nombre de bahuaja. Y... S, son ms, pero... Claro, nosotros

    somos el dueo del albergue.

    Por su lado, los no ese eja (ribereos, mestizos y colonos) opinan que los trabajadores

    bahuaja-ese eja del centro medicinal ape, junto a los dems nativos que entran a la

    reserva, son los que reciben ms beneficios y captan los fondos del proyecto, pese a que

    no cumplen los acuerdos y trasgreden las normas de uso de los recursos (Almeida et al.,

    2001: 65-66), posicin que es rechazada en el siguiente comentario, perteneciente al

    presidente de la comunidad, el cual refleja bastante bien la situacin de inconformidad

    existente entre los componentes ese eja y no ese eja de la comunidad y responde a las

    acusaciones de la parte mestiza en relacin a los beneficios del manejo del albergue:

    E13: Y, prcticamente, nosotro no tenemos que hacer nada con el albergue, porque

    hay ah, ha... hay una administracin ah. Y ellos son los que hacen y deshacen ah, no?

    Desde el punto de vista de los bahuaja-ese eja, el desaliento que sienten, stos, al ver

    que sus esfuerzos para conservar los recursos de la reserva forestal slo benefician a un

    grupo determinado, al cual identifican como la parte riberea, colona o mestiza, los

    conduce a no respetar las normas de intangibilidad de la misma.

    Tienen asimismo el convencimiento de que gran parte del atractivo turstico del lugar lo

    ejerce el componente indgena bahuaja-ese eja, por lo cual creen tambin que ste es el

    principal catalizador de financiamiento para los proyectos locales y que, separndose de

    los no ese eja, adems de dar marcha a sus propios proyectos, evitarn tambin la

    apropiacin de stos por parte de los mestizos (Almeida et al., 2001: 65-66).

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    Como se desprende de ello, la etnicidad bahuaja-ese eja, adems de su propia

    importancia interna, constituye un recurso poltico muy poderoso que puede ayudar a

    concretar objetivos e intereses de grupo ante otras instancias. Ahora bien, siempre que

    los miembros nativos de la comunidad tengan consciencia de lo que son y de lo que

    quieren lograr con los medios empleados, vale decir, con la adopcin (crtico-reflexiva),

    por parte de ellos, de la reinvencin de lo bahuaja-ese eja ha de ser positiva. No

    obstante, el peligro aqu estriba en que este deseo de retorno al pasado casi siempre

    expresa la bsqueda por la supervivencia econmico-poltica y el sometimiento a

    nuevas formas de hegemona neocolonial, como ya lo hacen notar Peluso y Alexiades

    (2005: 8).

    Un ejemplo que grafica lo anterior de manera clara es la erosin que la lengua bahuaja-

    ese eja ha sufrido en razn al proceso de mestizaje en la comunidad. Los jvenes la

    dominan muy poco, pero reconocen su valor como componente distintivo de lo bahuaja-

    ese eja:

    No tengo la culpa de no poder hablar ese eja. La culpa es de las personas mayores

    porque no nos han enseado a hablarla. Me da vergenza no poder decir nada en mi

    propia lengua cuando las financieras me piden que lo haga. Pero yo no puedo decir

    nada!14

    .

    La puesta en despliegue de lo bahuaja-ese eja ocurre con frecuencia no en el contexto de

    la misma comunidad ni para ella misma. Entre muchas razones, como sucede con la

    lengua nativa, por el menosprecio que sus usuarios reciban, en una etapa anterior, de

    parte de colonos y mestizos o porque, ahora, desean establecer una comunicacin fluida

    con todos los integrantes del hogar, conformado, por lo general, por un buen nmero de

    mestizos:

    Nos avergonzbamos de hablar ese eja cuando ellos [los no ese eja] estaban con

    nosotros. Y, ahora, en casa, no hablamos por l [su cuado no ese eja]15

    .

    Pero tambin, porque, como instrumento para la supervivencia poltica, ms que para el

    refuerzo socio-poltico (estatus o posicionamiento), lo bahuaja-ese eja es, casi siempre,

    exhibido en vitrinas para el pblico forneo, ajeno a la comunidad, llmese ste turista o

    agencia financiera de cooperacin, con el fin de captar su atencin y obtener recursos

    monetarios para poder subsistir:

    Yo le pido a mi padre que me ensee ese eja, pero l no dice nada. Sin embargo, cuando

    alguien de afuera, por ejemplo, un gringo, le pide algo, entonces, l lo hace. Inmediatamente, habla ese eja. Conmigo, en cambio, no puede hacerlo

    16.

    14

    El texto original es: It is not my fault that I do not speak Ese Eja. It is the older peoples fault because they did not teach us. I am ashamed that I cannot speak Ese Eja because now when the financieras

    [funding agencies] ask me to say something in my language. I have nothing to say! (Peluso y Alexiades, 2005: 8). 15

    El texto original es: We are embarrassed to talk when they [non-Ese Eja] are with us. And now in our house we do not talk because of him [his non-Ese Eja brother-in-law] (Peluso y Alexiades, 2005: 6). 16

    El texto original es: I ask my father to teach me Ese Eja but he says nothing. If someone from far away, like a gringo, asks him something, then he shows them things. Suddenly my father speaks Ese Eja. With me, he can`t be bothered (Peluso y Alexiades, 2005: 8).

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    Ahora bien, la reinvencin de la cultura bahuaja-ese eja mediante, por ejemplo, la

    satanizacin de la caza, empieza simultneamente al proceso para la transformacin del

    cazador en gua local; en tanto que la resistencia (recurrencia a las prcticas de

    subsistencia) tiene lugar cuando, a pesar del creciente nmero de bahuaja-ese eja que

    est asimilando la visin de la caza como una actividad negativa o vergonzosa17

    ,

    algunos de ellos ingresan de manera subrepticia a las reas de acceso y uso restringido

    (v. gr. las zonas de reserva forestal en los territorios nativos o las zonas exteriores a

    estos que se encuentran bastante alejadas) para cazar y extraer productos forestales o

    cortar madera para vender (Almeida, 2001: 55).

    Esto es, cuando los bahuaja-ese eja refieren ante los turistas que ellos no cazan ms en

    el bosque o cuando acceden a hablar su lengua aborigen nicamente para los

    representantes de las organizaciones o turistas que visitan la comunidad, no slo se

    niegan a s mismos siendo lo que no son, sino que terminan haciendo una imitacin o

    remedo de su pasado para hacer realidad lo que otros imaginan sobre ellos, algo que

    Taussing (cit. en Peluso, 2005: 8) ha definido como la pantomima de una fantasa sobre

    la fantasa de otros18

    , similar tambin a lo que Liebman (1967 cit. por Segal, 1999: 139

    y 292) refiere en relacin a los Mestizos Judos (Mestizo Jews) de Venta Prieta (Liebman 1967, cit. por Segal, 1999: 139 y 292), cuando seala que ellos, ms que la

    verdad, dicen a los turistas lo que piensan que stos quieren or (Segal, 1999: 139).

    De este modo, los bahuaja-ese eja experimentan un proceso contradictorio y conflictivo

    que los sumerge entre la resistencia y la reinvencin, evidenciando con esto un

    panorama social que abre la posibilidad a nuevas problemticas de estudio en el

    tratamiento de las comunidades locales, denominadas nativas, aborgenes, indgenas o

    tribales por el Convenio 169 de la OIT. Especialmente, cuando el fenmeno del

    mestizaje se desborda en ellas de manera flagrante e inevitable, al influjo de la

    economa ambiental de mercado y de la creciente urbanizacin en la Amazona,

    quedando el cuestionamiento sobre lo originario de los pueblos y la pertinencia de una revisin conceptual de la etnicidad.

    Conclusiones

    La reinvencin de la tradicin bahuaja-ese eja al influjo de la ecologizacin se lleva a

    cabo mediante los mecanismos de satanizacin (desvalorizacin) de las prcticas

    aborgenes (caza, pesca, recoleccin, agricultura de roza-quema) y la superposicin de

    elementos culturales pre-coloniales o tradicionales.

    A travs del primero, se produce la censura de las prcticas bahuaja-ese eja y se les

    atribuye cualidades perversas para, en contraste, sobrevalorar otras prcticas culturales

    ms compatibles con el ideario econmico ambiental de mercado o ecolgico moderno.

    Mediante el segundo, se valida y actualiza elementos culturales del pasado distante

    bahuaja-ese eja con el fin de presentarlos como predominantes y representativos de su

    tradicin, constituyendo una suerte de arcaizacin de la cultura bahuaja-ese eja.

    De esta manera, hemos demostrado cmo se reconstruye el pasado y la tradicin

    bahuaja-ese eja, dando lugar a la construccin de una memoria con caractersticas

    17

    Particularmente, aquellos asalariados que se desempean en el sistema de servicios ambientales o que

    estn ms en contacto con la retrica de la conservacin, lo cual incluye a algunos lderes ese eja. 18

    En sus palabras: miming a fantasy about someones family of them (Peluso, 2005: 8).

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    neocoloniales que resultan negativas (nocivas) para el grupo social que en ella se

    representa, pues hacer uso de la cultura bahuaja-ese eja como instrumento en la

    obtencin de recursos para la supervivencia ms que reforzarlo, adems de mercantilizar

    la cultura aborigen, reproduce las formas de dependencia que lo debilitan poltica y

    socialmente.

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