Musicoterapia En Educacion Especial

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Pulso 2003, 26, 129-141 ISSN: 1577-0338 Musicoterapia en Educación Especial Diego Salamanca Herrero* ResUMEN La Musicoterapia en nuestro país está haciéndose hueco como terapia comple- mentaria en el trabajo con personas con discapacidad psíquica, flsica y sensorial; en pacientes con problemas médicos, neurológicos, geriatría, etc. Veremos ejemplos de la utilización de la música como herramienta terapéutica en las distintas culturas y a través de la historia, distintos centros en la Comunidad de Madrid donde se trabaja con Musicoterapia, así como la metodología de trabajo utilizada y ejemplos de distin- tas técnicas. Unas experiencias prácticas sobre su uso en Educación Especial y un caso clínico concluyen el artículo. Introducción histórica. La música ha estado siempre presente en la historia de la humanidad, como parte importante de todas las culturas y civilizaciones pasadas y presentes. Desde el principio de los tiempos, el hombre se ha comunicado por medio de señales no verbales, muchas de ellas, transmitidas por el sonido. Las culturas primitivas utilizaban el sonido y la música para la consecución de diferentes objetivos y para acompañar distintas tares cotidianas. Todos los rituales mágicos, religiosos, todas las tareas de recolección, sanación, etc, estaban acompañadas por música más o menos elaborada. También ha sido utilizada como herramienta terapéuti- ca y para provocar estados ampliados de conciencia y curaciones. En muchas tradiciones existen leyendas donde el sonido ha sido considerado como una fuerza importante en la creación del universo. Los egipcios, por ejem- plo, creían que el dios Thot creó el mundo con su voz y produjo el nacimiento de cuatro dioses, con poderes similares, que poblaron y organizaron el mundo. Las tradiciones persas e hindúes afirman que el universo fue creado por una sustan- cia acústica, procedente de las profundidades del abismo. En el Evangelio de 129

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  • Pulso 2003, 26, 129-141 ISSN: 1577-0338

    Musicoterapia en Educacin Especial Diego Salamanca Herrero*

    ResUMEN

    La Musicoterapia en nuestro pas est hacindose hueco como terapia comple-mentaria en el trabajo con personas con discapacidad psquica, flsica y sensorial; en pacientes con problemas mdicos, neurolgicos, geriatra, etc. Veremos ejemplos de la utilizacin de la msica como herramienta teraputica en las distintas culturas y a travs de la historia, distintos centros en la Comunidad de Madrid donde se trabaja con Musicoterapia, as como la metodologa de trabajo utilizada y ejemplos de distin-tas tcnicas. Unas experiencias prcticas sobre su uso en Educacin Especial y un caso clnico concluyen el artculo.

    Introduccin histrica. La msica ha estado siempre presente en la historia de la humanidad, como

    parte importante de todas las culturas y civilizaciones pasadas y presentes. Desde el principio de los tiempos, el hombre se ha comunicado por medio de seales no verbales, muchas de ellas, transmitidas por el sonido. Las culturas primitivas utilizaban el sonido y la msica para la consecucin de diferentes objetivos y para acompaar distintas tares cotidianas. Todos los rituales mgicos, religiosos, todas las tareas de recoleccin, sanacin, etc, estaban acompaadas por msica ms o menos elaborada. Tambin ha sido utilizada como herramienta teraputi-ca y para provocar estados ampliados de conciencia y curaciones.

    En muchas tradiciones existen leyendas donde el sonido ha sido considerado como una fuerza importante en la creacin del universo. Los egipcios, por ejem-plo, crean que el dios Thot cre el mundo con su voz y produjo el nacimiento de cuatro dioses, con poderes similares, que poblaron y organizaron el mundo. Las tradiciones persas e hindes afirman que el universo fue creado por una sustan-cia acstica, procedente de las profundidades del abismo. En el Evangelio de

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    San Juan encontramos que la Palabra de Dios exista antes del mundo. "En el principio exista la Palabra y la Palabra estaba con Dios, y la Palabra era Dios" (Jn 1,1). En otro pasaje bblico se hace referencia al poder de la msica para ahuyentar los malos espritus que acechaban al rey Sal. El joven David era un virtuoso del arpa y fue llamado por los siervos del rey para que se quedara a su servicio: " ... tomaba David la ctara, la tocaba, Sal encontraba la calma y bien-estar y el espritu malo se apartaba de l". (lSam 16, 23).

    Muchos otros ejemplos a travs de la historia han constatado la importancia de la msica para el desarrollo integral del hombre. Los griegos, por ejemplo, consideraron que el uso de la msica deba estar controlado por el Estado para que su utilizacin estuviera enfocada a prevenir y curar las enfermedades fsi-cas y mentales. Aristteles hablaba del valor mdico de la msica para hacer frente a las emociones incontroladas y Platn consideraba que la msica haba sido dada al hombre para calmar Jos trastornos del alma. As, recetaba msica para Jos miedos y fobias.

    En los siglos posteriores se hicieron estudios de forma aislada sobre la in-fluencia que la msica ejerca en el hombre a nivel fsico y mental: estudios de fisica de los efectos de la msica, asociaciones de los tonos con Jos tempera-mentos, relaciones con las fibras del organismo, etc.

    Durante el siglo XIX la aplicacin teraputica de la msica fue defendida tambin por un cierto nmero de mdicos y msicos de forma individual, hasta que en la dcada final se fue tomando ms conciencia de sus posibilidades tera-puticas. Fue en las primeras dcadas del siglo XX cuando en EE.UU. se incor-pora la msica en las instituciones sanitarias como medio de rehabilitacin en las funciones fsicas, psquicas y sociales de los pacientes, cuando varios grupos de msicos actuaban para amenizar el tiempo de los lesionados de guerra. Pronto se comprob que la msica era una motivacin muy importante para su recupe-racin fsica y su bienestar emocional. As comenz un trabajo de investigacin que culmin convirtindose en un programa de formacin universitaria en Musicoterapia. En la actualidad se imparten cursos de formacin en numerosos pases y, en muchos de ellos, como licenciatura.

    Tambin en Espaa existen distintos centros donde se ofrece una formacin en Musicoterapia, como el Ttulo propio de la Universidad Autnoma de Madrid, y en centros privados de otras provincias: Bilbao, Vitoria, etc.

    Para dar por concluida esta introduccin, es necesario presentar la definicin de Musicoterapia propuesta por la World Federation ofMusic Therapy:

    "MUSICOTERAPIA es la utilizacin de la msica y/o de sus elementos musicales (sonido, ritmo, meloda y armona) por un musicoterapeuta cualifica-do, con un paciente o grupo, en un proceso diseado para facilitar y promover comunicacin, relacin, aprendizaje, movilizacin, expresin, organizacin y otros 130

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    objetivos teraputicos relevantes, con el fin de lograr cambios y satisfacer nece-sidades fisicas, emocionales, mentales, sociales y cognitivas. La Musicoterapia tiene como objetivo desarrollar el potencial y/o reparar funciones del individuo para que as pueda alcanzar la integracin inter e intrapersonal y, consecuente-mente, una mejor calidad de vida a travs de la prevencin, rehabilitacin o tratamiento." (WFMT, 1996).

    Musicoterapia en la Comunidad de Madrid: distintos centros y diversas poblaciones.

    En la actualidad, en la Comunidad de Madrid, se est empleando la Musicoterapia en centros de Educacin Especial como el centro "Bobath Espa-a", en el del Hospital San Rafael, o el CEPRl, en Majadahonda. En escuelas municipales de Msica, como la de San Martn de la Vega, en centros de da como en El madroal de Torrejn de Ardoz, as como en diferentes asociaciones de atencin al discapacitado, como ASPANDI en Fuenlabrada o APHISA en Alcal de Henares. En estos centros se atiende a la poblacin con patologas o discapacidades especficas como Sndrome de Down, parlisis cerebral, sndro-me de Rett, sndrome de Lowe, sndrome del maullido de gato, retraso mental, sndrome de Williams, sndrome de Lenox, autismo, sndrome de Cofin Lowry, etc.

    Tambin se est utilizando la Musicoterapia en centros hospitalarios, como en el centro de da del Hospital Ramn y Cajal con enfermos oncolgicos, ade-ms del proyecto aprobado en el Hospital Clnico para trabajar con enfermos asmticos y del presentado en el Hospital Infantil de La Paz, observndose resultados muy positivos en la mejora de la calidad de vida de los pacientes. Tambin en centros de tercera edad como en los de Alcal de Henares, Mstoles y Valdesalud de la Navata cuentan con sesiones de Musicoterapia.

    Debido al auge de esta disciplina, y al trabajo y difusin que estamos reali-zando los profesionales, se est despertando un inters cada vez mayor por parte de instituciones pblicas. Desde hace cuatro aos se llevan a cabo sesio-nes de Musicoterapia con adolescentes en el CAD 1 (Centro de Atencin al Drogodependiente), incluidas en el programa de menores del Plan Municipal contra las Drogas del Ayuntamiento de Madrid. Actualmente hay un proyecto aprobado por la Concejala de Educacin de Coslada para llevar a cabo sesio-nes de Musicoterapia, subvencionadas por el Ayuntamiento, en el C.P de Edu-cacin Especial Guadarrama, que ser, adems, presentado a la Consejera de Educacin para poder ampliar la oferta a otros centros. Tambin el municipio de San Martn de la Vega cuenta con una musicoterapeuta en su Escuela Munici-pal de Msica desde 1997. Adems, se estn llevando a cabo sesiones con los

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    alumnos del C.P. Federico Garca Lorca de Alcobendas y del C.P. Las Acacias de Pozuelo de Alarcn, que presentan retraso escolar, dificultades de aprendiza-je y necesidades educativas especiales. En este centro, el proyecto cuenta con el apoyo del profesorado y del ayuntamiento, hasta el punto de querer ser inclui-do como actividad de apoyo escolar. Este ltimo caso demuestra, adems, que la Musicoterapia no slo puede ser beneficiosa para personas con discapacidad. Esto subraya la necesidad de incluir la Musicoterapia en los centros educativos " ... con el fin de lograr cambios y satisfacer necesidades fsicas, emocionales, mentales, sociales y cognitivas" (WFMT, 1996) en los alumnos.

    La msica como herramienta teraputica En la introduccin hacamos un recorrido histrico de la presencia de la m-

    sica en todas las culturas y sobre su utilizacin. Evidentemente, no hacemos aqu referencia acerca de su manifiesta entidad como disciplina artstica que acompa al hombre desde su aparicin en el mundo, sino que abordamos y defendemos una utilizacin teraputica de su uso. Pero, realmente, cules son las ventajas de la utilizacin de la msica y qu caractersticas tiene que la hacen eficaz como herramienta teraputica?

    Algunas de ellas son: La msica es un modo de expresin y lenguaje universal: facilita la expre-sin a personas que no manejan el cdigo verbal o que tienen dificultades de comunicacin o expresin. Estimula los sentidos, evoca sentimientos y emociones y facilita el con-tacto con lo inconsciente. Facilita respuestas fisiolgicas, mentales y comunicativas. Acta sobre el sistema nervioso, sobre los tejidos musculares, puede modificar el ritmo respiratorio y cardiaco, as como la frecuencia de las ondas cerebrales. Estimula o relaja el cuerpo y la mente. Aumenta la conciencia de uno mismo, de los dems y del entorno. Ofrece la oportunidad de tener experiencias individuales y sociales pla-centeras y positivas dentro un marco artstico a personas con dificulta-des. Facilita el aprendizaje y la adquisicin de habilidades.

    La msica como herramienta teraputica puede emplearse de diferentes modos:

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    Msica grabada: es el paciente o alumno el que debe adaptarse a ella, seguir su ritmo y velocidad, no espera y tiene un marcado principio y final. Puede ser utilizada fundamentalmente para ejercicios de expresin corporal y danzas, dramatizaciones, visualizaciones y relajacin, as como fondo en acompaamientos instrumentales y vocales concretos. Msica adaptada: Es la que realiza o crea el musicoterapeuta, adaptn-dola a los casos concretos de la sesin y a las necesidades de los partici-pantes. Con ella trabajaremos aspectos especficos para conseguir obje-tivos muy concretos: psicomotricidad fina y gruesa, atencin, autoestima, memoria, etc. En esta modalidad, es la msica la que se amolda a nues-tras necesidades y no al revs, como en la utilizacin de msica grabada. De ah la importancia de trabajar con msica en directo en todas las sesiones. Podemos esperar con chicos que necesiten mayor tiempo de reaccin y, adems, la vibracin y el efecto acstico producido por instru-mentos reales y la voz en vivo es totalmente distinto. "Este nfasis en la msica en directo viene dado por la conviccin profunda de que la com-binacin de las vibraciones de los instrumentos, la emocin e implicacin de los que hacemos msica en la sesin y las posibilidades que la msica en vivo tiene de adaptarse a cualquier cambio, situacin o necesidad, hacen que el paciente reciba un mayor impacto de las sesiones y, por tanto, ms gratificacin y motivacin para seguir colaborando, asistiendo y siendo participe de las mismas." (Lorenzo, 2000) Msica improvisada: Expresin espontnea de msica vocal e instru-mental. Refleja el "aqu y ahora", es una categora musical donde ests en permanente contacto y comunicacin. El participante se expresa como es y est, con lo que realmente siente en ese momento. Mediante la improvisacin musical descubrimos muchas facetas de los participantes de la sesin que tienen ocultas o bloqueadas y que se reflejan de una manera inconsciente y sobre todo no verbal, alcanzables por medio de la msica.

    Metodologa: Musicoterapia activa y pasiva. Ejemplo de una tcnica en cada una de ellas.

    Podemos distinguir entre Musicoterapia activa y Musicoterapia pasiva. En cada uno de estos campos de trabajo encontramos distintos mtodos y tcnicas pero desarrollaremos un ejemplo muy concreto de cada una de ellas: La impro-visacin musical como Musicoterapia activa y la utilizacin de cuencos tibetanos y canto armnico como Musicoterapia pasiva. Estas tcnicas me parecen inte-

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    resantes para el trabajo con chicos de educacin especial. Una de ellas es total-mente creativa para ellos, como la improvisacin. Ellos llevan el mando de la sesin en ese momento, es decir, tocarn, cantarn o bailarn como quieran, como estn en ese preciso instante. Nosotros, acompaamos o reflejamos lo que el chico expresa y siente en ese momento. Es un momento musical total-mente libre, donde nadie le limitar ni manejar, es "su momento". El caso de audiciones de canto armnico y cuencos tibetanos es tambin interesante en esta poblacin, porque en mi trabajo, aunque es una tcnica de Musicoterapia pasiva, la realizo en directo. Conseguimos una atencin, relajacin, concentra-cin y control de movimientos poco frecuente en estos chicos.

    Musicoterapia activa:

    En esta modalidad, el participante es sujeto activo de su propio proceso te-raputico. Conlleva una accin externa visible como cantar, tocar un instrumen-to o bailar. El participante interpreta o crea la msica y el terapeuta le acompaa en ese proceso: instrumentaciones, danzas, canciones, dramatizaciones, etc.

    Dentro de esta categora de Musicoterapia activa se encuentra la improvisa-cin musical. Es el caso del mtodo de improvisacin clnica de Nordoff-Robbins, por ejemplo.

    Improvisar podra definirse como "el arte de crear msica de manera espon-tnea mientras se toca. "(Aple y Daniel, 1969). Improvisar, por lo tanto no es una actuacin descontrolada, sin normas ni patrones. Ms bien se refiere a un intercambio entre experiencias aprendidas y nuevas impresiones.

    "Utilizando todos los recursos pertenecientes a su arte, la msica de improvisacin puede establecer una comunicacin, desarrollar relaciones humanas, iniciar o extender el habla, desvanecer patrones de comporta-miento patolgicos y construir personalidades ms foertes y ricas" (Nordoff, 1964).

    La improvisacin la realizan los participantes de la sesin con diferentes instrumentos, la voz o la danza y el musicoterapeuta trata de reflejar y apoyar esas propuestas, normalmente, con un instrumento polifnico (guitarra, piano, acorden) y su propia voz. La improvisacin musical es una exploracin de emociones, sentimientos, intuiciones, plasmados musicalmente en este caso. Es alejamos del terreno conocido y zambullimos en un espacio nuevo, desconocido, inexplorado, donde la inmediatez es nuestra aliada.

    "En una situacin clnica, el musicoterapeuta es el centro de la respuesta musical; la msica que arranca de los instrumentos surge de las impresiones que tiene del nio: expresin facial, mirada, postura, comportamiento, condicin ... Todo esto expresa esa presencia que su msica refleja, la flexibilidad y su manera de tocar; crea una sustancia emocional de contacto y tambin un plano musical

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    para la interactividad. El tiempo, el ritmo y la causa de lo que toca el terapeuta siguen y dirigen atentamente la actividad del nio." (Nordoffy Robbins, 1971)

    Por lo tanto la improvisacin musical, es un recurso inmediato. Qu puedo ofrecer musicalmente en este momento? Cmo respondo musicalmente ante determinadas piezas o patrones? Es, en un principio, recoger los conocimientos acumulados y recordar las normas, tcnicas y recursos adquiridos durante nuestra historia, lo que podramos traducir como etapa de percepcin, donde la msica que escuchamos nos va evocando recuerdos, sensaciones y experiencias vivi-das musicales o no. Esta primera etapa delimita el campo de accin en el que vamos a movemos, donde desplegar nuestra esencia. Analizamos los cdigos que recibimos y los relacionamos comunicativamente con los que vamos a utili-zar. Si, por ejemplo alguien nos canta por buleras y queremos improvisar con l, seguramente no conectaramos, respondiendo a su propuesta, cantando un ma-drigal. Ni el estilo, ni la expresividad, ni el tempo, ni la emocin que provocan los dos estilos, nos conectaran musicalmente. Una segunda etapa podra ser la considerada de expresin, donde volcamos nuestra contestacin a la msica propuesta dando la vuelta a la accin, porque ahora soy yo el que propone y el otro el que recibe y contesta. Hay un "toma y daca" continuo donde no hay paciente ni terapeuta, maestro o alumno, hay dos personas comunicndose en el terreno de lo no verbal, en este caso musical. Esta es la ventaja de la utilizacin de la msica como herramienta teraputica.

    Musicoterapia pasiva:

    En la musicoterapia pasiva, el participante realiza un proceso de escucha de la msica grabada o en vivo que el terapeuta propone. No implica una acin fsica o externa por parte del paciente sino que consiste en audiciones musicales que conducirn al sujeto por diferentes estados emocionales dependiendo de las necesidades de ste, repercutiendo tambin en el plano fsico. Citaremos como ejemplo los viajes musicales y el mtodo GIM (imgenes guiadas con msica), de Helen Bonny.

    Otro ejemplo es la utilizacin de los sonidos ricos en armnicos que son muy beneficiosos para el cuerpo humano, especialmente los producidos por la voz (canto gregoriano y canto de armnicos) y por instrumentos como el didjerid o los cuencos tibetanos.

    Algunos de los modos en que el sonido de los cuencos tibetanos y el canto de armnicos pueden ayudar, seran:

    Aliviar el estrs y la ansiedad. Mejorar la concentracin. Mejorar la creatividad. Equilibrio de los hemisferios cerebrales.

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    Estmulo de la actividad de las ondas alfa o meditacin profunda. Canto armnico~ Los orgenes del canto armnico se sitan en Asia cen-

    tral, donde ha sido practicado desde hace siglos por chamanes de Mongolia, Tuva y el Tbet. Tambin se ha convertido en una bella forma de expresin musical. Se trata de una tcnica vocal mediante la cual una sola persona canta dos, tres y hasta cuatro sonidos simultneos. Empleando el mximo de resonadores posible dentro del cuerpo y el crneo, es posible amplificar los armnicos (los tonos parciales que componen la voz) o sobretonos del tono fundamental que se est cantando. Esos armnicos se perciben como tonos por encima del bordn bajo (nota fundamental de la voz) en forma de tonos ntidos similares al sonido de una flauta o al tintineo de unas campanas.

    Cuencos tibetanos~ Los cuencos tibetanos estn compuestos por una alea-cin de siete metales. Cuenta la tradicin que cada uno de ellos est relacionado con distintos astros de nuestro sistema solar:

    Oro ...... ... .. ...... .. Sol Plata ..... ... Luna

    Mercurio ... .. ... .. Mercurio Hierro ...... Marte

    Cobre ..... ... ....... Venus Plomo ...... Satumo

    Estao .......... .... Jpiter Los detalles exactos del proceso artesanal se han perdido pero, tradicional-

    mente, se utilizaban para la meditacin y la sanacin fisica. Se golpean o se frotan con una baqueta o con un arco de violn y pueden llenarse de agua para conseguir distintos sonidos y efectos. La mezcla caracterstica de resonancias armnicas se utiliza como herramienta de vibracin para reducir el estrs y efectuar una sanacin espontnea. Es un medio efectivo para cambiar la con-ciencia desde el estrs cotidiano hacia un estado de paz y de meditacin expansiva.

    Todo esto ocurre, fundamentalmente, porque por medio de estos sonidos es posible cambiar los ritmos cardiaco y respiratorio as como las ondas cerebrales para conseguir un aumento de creatividad y una sensacin de paz. La actividad elctrica del cerebro puede medirse mediante el encefalograma y las diferentes longitudes de ondas cerebrales han sido relacionadas con diferentes estados de conciencia. Hay cuatro categoras bsicas, expresadas en ciclos por segundo (Hz), que es la forma de medir el sonido. Las categoras son las siguientes:

    l. Ondas beta: de 14 a 20 Hz, son las que se encuentran en nuestro estado de vigilia o estado normal de conciencia, despiertos.

    2. Ondas alfa, de 8 a 13 Hz, son las de los estados de ensoacin o medita-cin. Atencin dirigida al interior.

    3. Ondas zeta, de 4 a 7 Hz, son las presentes en estados de meditacin profunda y sueo como tambin en la actividad chamanstica.

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    4. Ondas delta: de 0,5 a 3 Hz, son las del sueo profundo y se han encontra-do en estados de meditacin y estados comatosos.

    Experiencias prcticas y caso clnico: "S".

    Aplicaciones prcticas:

    Realic, este curso, dos sesiones de canto armnico y cuencos tibetanos con ancianos en una residencia de Mstoles y en un centro cultural en Colmenarejo. Otra con jvenes en la casa de la juventud de San Sebastian de los Reyes. Ninguno de ellos tena una patologa especfica diagnosticada.

    Los participantes de estas sesiones afirmaron experimentar un cambio radi-cal en su percepcin del espacio y el tiempo, una mayor claridad y relajacin a nivel mental y corporal, disminucin de dolores en puntos especficos, visualizaciones o viajes a lugares concretos, imgenes, olores, colores, recuer-dos y experiencias del pasado, etc.

    Anotamos y comentamos, despus de las sesiones, las sensaciones y expe-riencias vividas. Algunas de ellas fueron:

    Prdida de la nocin espacio-tiempo. Prdida de la conciencia corporal. Sentimiento de ligereza o profunda pesadez. Sensacin de paz, serenidad, bienestar y relajacin. Visualizaciones de lugares concretos: viajes a la India o Thailandia, cate-drales con grandes cpulas, salas amplias, espacios abiertos en la natura-leza, arco iris, cielos azules, etc. Recuerdos de la infancia o momentos placenteros de la vida. Alucinaciones como ver distorsionadas las imgenes a su alrededor, o hablar y viajar sobre animales. Percepciones del resto de los sentidos como olores, colores, sensacin de cambios en la temperatura ambiental y corporal. Reduccin de dolores o pequeas molestias en puntos concretos.

    Habitualmente, tambin realizo este tipo de experiencias en sesiones con chicos con algn tipo de patologa o discapacidad como en APANDI o en el centro de ed. Especial San Rafael. Con ellos no puedo hacer luego una elabora-cin mental ni verbal de lo que han sentido, pero s se observan cambios signifi-cativos durante la experiencia. As, por ejemplo, con chicos con dficit de aten-cin e hiperactividad conseguimos una concentracin y atencin inusual en ellos

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    hasta el punto de que los propios padres al ver grabaciones de las sesiones, se sorprenden al observar que su hijo es capaz de permanecer sentado en una silla mirando fijamente al terapeuta durante ms de media hora y que est ms tran-quilo y concentrado en las actividades posteriores. Tras la sesin hay un tiempo variable en el que este efecto es ms o menos duradero. Tambin con chicos con parlisis cerebral, donde existe espasticidad o rigidez, se consigue relajar el tono muscular. Tambin baja el ritmo cardiaco y respiratorio y hay una relaja-cin inmediata del cuerpo y de toda la musculatura facial y del aparato fonador. Esto prepara a los chicos para el posterior trabajo de expresin verbal y vocal. Tambin consiguen un mayor control de sus movimientos y logramos la desapa-ricin temporal de pequeos espasmos musculares y manierismos.

    Caso Clnico: "S". El caso de "S" es el claro ejemplo de cmo la msica puede ayudar y bene-

    ficiar a alguien que no puede ser "curado" pero que s puede afrontar su enfer-medad de manera distinta y mejorar as su calidad de vida. "S" presenta una hipermelanosis de hito. Un trastorno congnito que causa patrones inusuales y algunas veces extraos de hipopigmentacin en la piel (disminucin del pigmen-to). La causa de este trastorno se desconoce, aunque la mayora de las perso-nas afectadas tienen cromosomas anormales. Con frecuencia, las nias se ven levemente ms afectadas que los nios y suele presentarse retraso mental, con-vulsiones, estrabismo, hirsutismo (exceso de pelo) y escoliosis. No existe trata-miento para la hipopigmentacin, slo se tratan los sntomas. Las convulsiones, la escoliosis y otros problemas se tratan en la medida que sea necesario.

    El caso de "S", de doce aos de edad, presenta, adems de la hipopigmen-tacin de la piel, un retraso mental de un 65%, problemas de expresin verbal y crisis epilpticas. "S", adems, tiene somnolencia y decaimiento fisico general como efecto secundario producido por la fuerte medicacin que toma para com-batir y controlar las crisis epilpticas. Las crisis las padece a diario y "S" les cogi mucho miedo porque mientras duran, hasta cinco minutos, ella est cons-ciente en todo momento y no suele desmayarse. Ella llama a las crisis epilpti-cas "sustos" por el pnico que les tiene. El trabajo con "S", se encaminaba a la activacin fisica para combatir la somnolencia producida por la medicacin, y a la aceptacin por su parte, de las crisis eliminando en lo posible el miedo que le producan.

    Se realizaron distintas actividades con instrumentos de percusin como bom-bos, panderos y cajas. "S" tena que pasear por la sala mientras una msica de fondo sonaba en el equipo de msica. Siempre que tena oportunidad, "S", se sentaba en una silla o en el suelo trabajando slo en esta postura. La msica que

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    ponamos en el equipo era potente, rpida, a volumen considerable y en ocasio-nes, estridente. Cuando la msica paraba deba correr hacia el instrumento ms cercano y tocar ella sola el tiempo que quisiera. Volvamos a poner la msica y se repeta el ejercicio varias veces. En su manera de tocar observbamos si se haba producido una mayor actividad fsica. Sacamos las sillas de la sala y en las primeras sesiones, al parar la msica, "S", se diriga despacio hacia los instru-mentos, tocaba poco tiempo, lentamente y con poca intensidad, as que, en suce-sivas ocasiones yo tocaba con ella. Esto produjo un efecto de complicidad entre nosotros. "S" rea a carcajadas. Le resultaba gracioso orme tocar de esa ma-nera tan alocada e intentaba imitarme. A lo largo de varias sesiones, cambiaron las respuestas musicales de "S". Ya no paseaba por la sala cuando sonaba la msica del equipo sino que corra. Cuando paraba la msica, tocaba sola y cada vez ms fuerte, ms rpido y durante ms tiempo.

    Para trabajar con el mied que le producan sus crisis epilpticas tuve que pensar sobre esta emocin. Sentimos miedo a lo desconocido, lo imprevisible, as que decid trabajar con estos elementos. Quera dar la vuelta a la situacin, es decir, "S" deba asustar al miedo. Ella tena que ser la que provocara situacio-nes que pueden llegar a asustamos. Por supuesto, este trabajo se llev poco a poco y durante dos meses. Tuve que buscar una msica que provocara miedo pero que no fuera traumtica, as que seleccion dos. El primer disco era de efectos sonoros de terror. Al orlos "S" deba imitarlos. Sonaba un lobo, imitba-mos, sonaba un fantasma, imitbamos, y as, sucesivamente. "S" se senta como elemento generador de miedo. Eso le daba mayor confianza en s misma, ella poco a poco controlara todo lo que pasaba en la sala, y todo nos daba miedo a los terapeutas pero no a ella porque era quin lo produca.

    Queramos dar un ambiente lgubre a la sala y todo esto deba hacerlo "S". Tena que ser ella la que provocara este ambiente, as que era ella la que pona la msica en el equipo, apagaba las luces y encenda unas velas mientras se oa la banda sonora de la pelcula "Pesadilla antes de Navidad". Esta msica tiene tintes graciosos e infantiles pero tambin elementos que sugeran inestabilidad o miedo. Ideal para trabajar estas emociones con nios. Despus "S" y yo nos acercbamos a la otra terapeuta por detrs, mientras se haca la despistada, y le dbamos un grito para asustarla. "S" rompa a carcajadas cuando haca esto. Ms adelante y ya sin msica de fondo, tocbamos y cantbamos una cancin popular infantil que habla de monstruos. "Monstruos por aqu, monstruos por all ... " Cambiamos, adems, la letra de alguna estrofa diciendo "vino un mons-truo horrendo, fijo me mir, le asust un poquito y el monstruo march". Cuando "S" y yo cantbamos "vino un monstruo horrendo" entraba en la sala mi compa-era disfrazada con grandes pauelos de colores y miraba fijamente a los ojos de "S", "fijo me mir" . Entonces "S" daba un grito al monstruo que se asustaba y sala despavorido de la sala cuando cantbamos "le asust un poquito, y el

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    monstruo march". Terminbamos estas sesiones apagando "S" las velas, en-cendiendo las luces y subiendo las persianas. Luego hablbamos con ella a su nivel, de la comparacin que poda hacerse entre las emociones vividas en la sala y el miedo que le provocaban las crisis epilpticas o sustos" como ella las llamaba.

    Su actitud ante las crisis cambi como nos comentaba la hermana mayor de "S". Ella sigue tenindolas a diario pero ya no las recibe con la misma angustia. Slo hay un pequeo inconveniente. Ahora "S" no slo asusta a sus propias crisis sino que gasta bromas asustando al resto de la familia.

    Conclusiones La musicoterapia de este siglo recin finalizado, no viene a inventar nada.

    Tan slo pretende dar fundamentacin terica y cientfica a lo que ha sido, durante toda la historia de la humanidad, un hecho: la utilizacin del sonido y la msica como herramienta teraputica. Tampoco viene a desplazar a nadie. Debemos considerarla no como una terapia alternativa, como se califica en determinados crculos, sino complementaria. Esto es: trabajar de manera con-junta y en la misma direccin logopedas, maestros, fisioterapeutas, psiclogos, mdicos, musicoterapeutas, etc, como ya se est haciendo, y con resultados muy positivos, en muchos de los centros que citaba anteriormente. La naturale-za no verbal de la msica caracteriza a sta por ser un lenguaje universal que ofrece otras vas de comunicacin que complementan, de manera eficaz, el trabajo del resto de profesionales que actan en el campo de la educacin espe-cial. Por lo tanto debemos seguir insistiendo en la necesidad de que aparezca la figura del musicoterapeuta en todos los mbitos donde se oferte educacin, salud, terapia o rehabilitacin.

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  • Musicoterapia en Educacin Especial

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    (20 Enero 2003)

    *Diego Salamanca Herrero Maestro de Ed. Musical y Musicoterapeuta [email protected] .es

    Pulso 2003, 26, 129-141 141